You are on page 1of 87

Luis Chero

Walter Alva
Título de la obra original: Sipán, Auú.cfes y Tumbas

© Luis Chero, 2009


© Walter Alva, 2009

Diagramación: Edínsson Nima M.


edinssonnima@gmail.com

H echo el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N? 2010-00612

Reservad05 todos los derechos. De conformidad


con lo dispuesto en el artículo 534 del C;ódigo
Penal vigente, podrán ser casti.gadOIS con perias de
multa y privación de libertad quienes reprodujeren
o plagiaren. en todo o en parte, una obra literaria,
artlstica o científica fijada en cualquier tipo de
soporte sin la respectiva autorización.

Este libro se tennin6 de imprimir en los talleres gráficos de la Universidad Alas Peruanas,
Enero2010
Tiraje: 1000 ejemplares
Contenido

1. Presentación 7

2. Los Ataúdes de los Señores de Sipán 9

2.1 Introducción 9

2.3 Tipos de contextos funerarios en


Sipán y su correlación arquitectónica 11

2.4 Los ataúdes de los Señores de Sipán,


significado de su confección. 17

2.5 Conclusiones 19

3. El Sacerdote Guerrero: Un nuevo


personaje de la élite Mochica. Tumba 14 23

4. La Tumba del Joven Guerrero


de la nobleza de Sipán. Tumba 15 69
PRESENTACIÓN

Hablar o leer sobre Sipán es referirse a la historia, a la cultura an-


tigua de nuestro país: el Perú. Su riqueza n o sólo se encuentra en
la generosidad que la n aturaleza le ha prodigado con sus recursos
naturales a lo largo y ancho de su territorio, incluido el mar, sino
que abarca la abundancia de un valioso pasado, legado histórico
que con el descubrimiento de las tumbas d el señor de Sipán se
pone en evid encia.

Las tumbas reales del señor de Sipán, sin duda que fueron allá
por el año 1987, el acontecimiento más impactante nacional e in-
ternacional. Con ello, las investigaciones arqueológicas comien-
zan un nuevo capítulo en la arqueología peruana, lo cual permitió
conocer de ese valioso pasado de la cultura Moche o Mochica- si-
glo 1al VI d.C., de su vida, organización social, política y religiosa.

En esta oportunidad, nuestro arqueólogo Walter Alva descubri-


dor de Sipán, y su equipo de investigadores sociales, nuevamente
enriquecen la cultura prehispánica d el Perú, al poner al alcance
de todos, estos nuevos descubrimientos en las tumbas reales del
señor de Sipán. Sin duda que la comunidad científica mundial se
podrá enriquecer de esta herencia histórica que además de una
expresión cultural, será el testimonio de la revaloración d e nues-
tra identidad y orgullo nacional.

Por ello, la Universidad Alas Peruanas dentro de su política de


apoyo y promoción de publicaciones científicas, se complace en
auspiciar la edición de "Sipán: Ataúdes y Tumbas", y entregarlas
a la comunidad entera, contribuyendo de esta manera al conoci-
miento de nuestro valioso pasado cultural.

Con este aporte editorial nuestra institución también desea re-


cuperar el pen samiento del Dr. Walter Alva, actual Director del
Museo Tumbas Reales del señor de Sipán, de Lambayeque, quien
ha manifestado su deseo d e realizar una a rqueología involucrada
con la sociedad contemporánea: "Siempre nos hemos preocupa-
do mucho de que la arqueología no sea el estudio de un pueblo
muerto. El pueblo Moche vive hoy, sigue viviendo en los rostros
de la gente, los pescadores ... Somos descendientes directos de
esta cultura. El pueblo debe valorar su pasado y su identidad y
saber quiénes son, sentirse orgullosos de descender de una cul-
tura maravillosa."

Dr. Fidel Ramírez Prado

Rector
Universidad Alas Peruanas
A~faúdes
de los
Señores de
Sipán
Introducción
Durante el Gobierno de Atahualpa, el imperio de los Incas se en-
contraba sumido en plena crisis sociopolítica, al encontrarse en
guerra por el trono con su medio hermano Huáscar. En ese con-
texto llegan las tropas españolas, poniendo fin al proceso cultural
andino autónomo. Es entonces que Francisco Pizarra ingresa a
territorio Lambayecano por el sitio de Copy (actualmente Olmos),
según últimas investigaciones, el22 de octubre de 1532, luego pa-
saría por Motupe, Túcume, Cinto, descansando en cada uno de
estos pueblos un promedio de cuatro días, para luego continuar
rumbo a Saña donde iniciaría la subida a Cajamarca. Con el arri-
bo de los españoles se conoce por primera vez el nombre de Lam-
bayeque gracias a la crónica de "Miscelánea Antártica" de Miguel
Cabello de Balboa, que recoge la leyenda de Naymlap. Como se
puede evidenciar no conocieron acerca de los Señores de Sipán
que se asocian a la cultura Moche, formación cultural mil años
antes de los Incas (Jorge Puccinelli 2008).
Los Moches fueron un pueblo de guerreros, ceramistas, pescado-
res, arquitectos y grandes agricultores sobre la que basaron su
economía; desarrollándose en cada valle a lo largo de la costa
norte del Perú. Es en la sección media del valle de Lambayeque
o Chancay que se ubican las pirámides d e Huaca Rajada 1Sipán
(fig 1) donde después de una dramática intervención en el inicio
para expulsar a los saqueadores; con escasos recursos pero con
10 Sipán- Ataúdes y Tumbas

mucho entusiasmo se logro comenzar los trabajos arqueológicos (jig 1). El Monumento
en la plataforma baja (Abril de 1987), que posteriormente se de- Arqueológico de Huaca
Rajada 1 Sipán
fine como funeraria, la misma que se antepone a dos grandes
p irámides de aproximadamente 30 metros de altura. Después
de cuatro meses y de retirar toneladas de escombros y avanzar
meticulosamente se descubre la Tumba en cámara del Señor de
Sipán (Agosto 1987) quien se encu entra en un a taúd de madera
de algarrobo sellado por abrazadera de cobre en cada ángulo y en
la parte centra l, el mismo que estaba dispuesto en una cámara de
5 por 5 metros donde además se encontraban los acompañantes
y ofrendas de cerámica, él Señor tenía distribuido los ornamentos
de oro al - Este- p or don de sale el sol y los de plata-al Oeste- por
donde se oculta el sol, de un 1.65m de estatura y 40 años de edad
al momento d e su muerte. Al siguiente año en enero del 1988 se
descubre al Sacerdote, enterrad o, también, en ataúd de madera
de algarrobo sellado por abrazaderas d e cobre en cada ángulo,
contenido en una tumba de cámara de menores dimensiones de
4 por 4m al igual que el Señor tenía acompañantes y ofrendas de
cerámica, de la misma edad y talla al momen to de su muerte. En
agosto de 1989 se descubre otro personaje importante del mundo
Los Ataúdes d e los Señores d e Sipán 11

moche: el Viejo Señor de Sipán quién está dispuesto en una tu mba


de fosa de 1.70m p or 2.60m en cuya sección central se ubicaba el
envoltorio funerario, d e acompañantes tenía una m ujer y una lla-
ma, de 1.65m de estatura y de 50 años como promedio al momen-
to de su muerte. Posteriormente se descubre las tumbas de los
jefes militares, guerreros y de nobles, quienes estaban enterrados
en ataúdes de caña. Tod as las tumbas de cámaras y fosa intruyen
en la arquitectura de la p lataforma.

Tipos de contextos funerarios en Sipán y su


correlación arquitectónica
Paralelamente a la documentación de los contex tos funerarios de
élite en Sipán, se realizó un análisis arqui tectónico de la platafor-
ma Funeraria, por constituir una de las manifestaciones cultu rales

-:~2).Recollstruccióll
·las Nueve fases
t••lileclóllicns de In
"l!aformn Funeraria rle
.aca Rnjndn f Sipá11
·tde se eucuentra11
cadas lns diversas
nbns
12 Sipán - Ataúdes y Tumbas

que involucran participación colectiva en considerables espacios


de tiempo, y que reflejan sensiblemente el carácter y los sutiles
cambios de toda organización social y política (Meneses y Chero
2004). A ello queremos sumarle un estudio preliminar de los tipos
de contextos funerarios de los señores de Sipán, y de esta forma
ir ingresando en el entendimiento de la ideología de los gober-
nantes mochicas.
Hasta el momento, quizá, no hay ningún monumento donde en-
contremos una variada disposición de formatos funerarios conte-
nidos también dentro de una compleja dinámica arquitectónica

(fig 3). Tumba 15 donde


se realizan mediciones de
la osamenta del personaje,
por un antropólogo físico,
para determinar su edad,
sexo y posibles patologías.

cuya interpretación está proporcionando la clave de su orden en


el tiempo y espacio. Desde esta perspectiva, en Sipán, el manejo
analítico facilitó reconocer inicialmente hasta seis fases arquitec-
tónicas, ampliadas luego a nueve después de alcanzar los niveles
más profundos. Cada una de las fases implica edificaciones con-
cluidas y superpuestas en adiciones sucesivas con parecidas ca-
racterísticas (fig 2). En cuanto a los tipos de ataúdes identificados,
hasta hoy, en Sipán tenemos ataúdes de madera de algarrobo, de
caña brava y fardos funerarios. A continuación presentaremos
estos tipos de entierros en sus respectivas fases arquitectónicas.
Debajo de la tumba del Viejo Señor, en los niveles inferiores, se
han definido tres fases mas, cuyas formas y dimensiones cons-
tructivas son aún desconocidas, denominándoles -1,-2,-3 (en el es-
quema se les ha dibujado hipotéticamente). Es en la menos tres
Los Ataúdes de los Sci1ores de Sipán

':;: 4). Reco11slrucción de


·tumba del Viejo Se1ior
.k Sipá11 ( T 03), como
-.rroltorio se puede apreciar
-.-idmcias vegetales y
n:tiles.

(fig 02), que se encontró una tumba de fosa conteniendo a u n


personaje masculino de la nobleza mochica (fig 3), envuelto e n
textil, en posición de cubito dorsal, su cráneo orientado al Este,
donde sale el sol. Asociado tiene LU1a corona de cobre dorado, una
pLmta de porra de cobre y cerámica temprana (Moche I: 2 Búhos
y cancheros). En la primera fase identifi camos la tumba en fosa del
Viejo Señor de Sipán (fig 4) quien se encuentra en un envoltorio
de fibra vegetal y textil, mal conservados. La posición del cuerpo es
decúbito dorsa l extendido, en eje norte- sur (cabeza al sur), con
14 Sipán - Ata údes y Tumbas

!ftg 5). ITumbn de Cámara


(T 08) contiene dos ataúdes
de cm1a donde estuvieron
enterrados los guerreros
con sus ornamentos de
rango y mando.

sus ornamentos de rango y mando de oro, plata, cobre, y cobre


dorado, que lo definen como un personaje de la élite Moche. Si-
milares características de enterramiento tiene la tumba (T: 09) que
corresponde a un guerrero. La segunda fase no contiene ninguna
sepultura En la tercera fase se ha definido hasta el momento una
tumba de fosa (T: 05) y tres tumbas de cámara (T: 07, 08, 11), deter-
minándose como guerreros p or los ornamentos asociados: antara,
porras, escudos, coronas, tal como se identifica en la iconografía
moche. La posición de todas las osamentas es de cúbito dorsal
extendido, en eje norte-sur (cabeza al sur) y están todos ellos ente-
rrados en ataúdes de caña (fig 5). La cuarta fase contiene la tumba
de cámara del Sacerdote- Gu errero (T: 14), personaje depositado
Los Ataúdes de los Señores de Sipán 15

'ig 6). Tumba de Cámara


.:ande se define eu la
:vrte ceutral el ataúd de
-.;utera de algarrobo en el
= 1estaba conteuido el
5-lcerdote - Guerrero.

en posición d e cúbito dorsal extendido, en eje norte-sur (cabeza al


sur}, con ornamentos como dos copas, 05 porras, d os narigueras
de media luna de oro y plata, la p rimera en el nacien te y la se-
gunda, al poniente; lo acompañan una mujer y un a llama. Por sus
ornamentos, este sacerdote - gue rrero ha sido iden tificado como
el personaje "D" del tema de la p resentación, enterrado en ataúd
de madera de algarrobo (fig 6) (Alva y Chero 2008). Así mismo
por el análisis realizado a la tum ba saqueada (an tes de la inter-
vención de los arqueólogos en Sipán), se pudo concluir que este
p ersonaje también estuvo depositado en un ataúd de madera de
16 Sipán- Ataúdes y Tu mbas

ifig 7). Tumba de Cámara


donde se define en la parte
ce11tral el ataúd de madera
de algarrobo en el cual
estaba contw ido el Señor
de Sipá11, e11 su en tomo los
acompmlantes.

ifig 8). Tumba de


Cámara donde se define
a los acompmiantes del
Sacerdote, en la parte
central las evidencias
del ataúd de madera
de algarrobo donde fue
enterrado el personaje
principal

algarrobo. En la Quinta fase tenemos la tumb a de fosa de Lm no-


ble de la sociedad Moche, colocad o en posición d e cúbito dorsal
entendido en eje norte-sur (cabeza al sur), enterrado en rm ataúd
de caña. La Sexta f ase tiene rma tumba de fosa donde se definen
tres ind ividuos cada rmo en envoltorio (T:06) y otra donde encon-
tramos rm ataúd de caña (T:l 2), conteniendo a nobles. Las tum bas
d e cámara, en esta misma fase, son para al Señor de Sipán (T: 01)-
Los Ataúdes de los Señores de Sipán 17

(fig 7), Sacerdote (T:02) - (fig 8), la posición de sus cuerpos es de


cúbito dorsal extendido en eje norte-sur (cabeza al sur) y han sido
en terrados en a taúd de madera de algarrobo; en la cuatro (T: 04)
no se ubicó ninguna osamenta, la diez (T: 10) pertenece a un no-
ble de cúbito dorsal extendido en eje norte-sur (cabeza al norte),
sepultado en ataúd de caña. En lo que respecta al Señor de Sipán
y el Sacerdote, se les halló ornamentos de rango y de mando como
orejeras, cetro, protector coxal, coronas, sonajeros, etc, que los
identifican como tales (Alva 2004).

Los ataúdes de los Señores de Sipán, significado de


su confección.
Considerando que la muerte en el antiguo Perú es la continuación
de la vida, debemos pensar que los Señores de Sipán transita-
ban hacia el otro mu ndo con todos sus ornamentos, servidores,
ofrendas de comida, actitudes y creencias, lo que nos reflejaría la
importancia de este ritual en esa época. Por esta razón, el lugar
donde se depositaría los restos mortales de los Señores de Sipán,
jugarían un rol gravitante y ello ha ido evolucionando en concor-
dancia con los cambios que sufriría la sociedad. Esta evolución la
podemos percibir desde el personaje de la nobleza moduca, que
se ubico en los niveles inferiores de la plataforma, contenido en

=, 9). Bosque de algarrobos

You might also like