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Internet, jóvenes y
participación civicopolítica
Límites y oportunidades
OCTAEDRO
Colección Recursos, n.° 121
© De esta edición:
Ediciones OCTAEDRO, S.L.
C/ Bailén, 5 - 08010 Barcelona
Tel.: 93 246 40 02 - Fax: 93 231 18 68
www.octaedro.com - octaedro@octaedro.com
ISBN: 978-84-9921-330-9
Depósito legal: B. 27.462-2012
Índice
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Sinopsis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
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Introducción
1. En España, al igual que en otros países europeos, se están promoviendo di-
versas iniciativas con el fin de intentar desarrollar el interés en cuestiones políticas
ya desde la infancia. Un ejemplo es la iniciativa que el Departament d’Interior, el de
Presidència y el de Educació de la Generalitat de Catalunya están llevando a cabo y
que se centra en la organización de visitas al Parlamento catalán para escolares de
5.o y 6.o de enseñanza primaria, y en el desarrollo y actualización de una página web
explicativa de cómo funciona una democracia, dirigida también a los escolares.
12 ■ Internet, jóvenes y participación civicopolítica
vida pública. Asímismo se observa de qué forma los jóvenes ven a los
políticos y por qué, cuáles son las distintas maneras que tienen de
entender la palabra política, y también en qué grado Internet contri-
buye a la educación civicopolítica de la juventud y por qué.
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céptico por principio hacia todo aquello que se asume –en positivo y
en negativo– sobre el potencial de Internet.
De lo dicho hasta ahora se desprende la necesidad de trabajar a
partir de preguntas que se inicien con el cuestionamiento de la asu-
mida capacidad de Internet para crear nuevas formas de participa-
ción política entre los jóvenes. Así, parece importante conocer qué
papel juega Internet en la promoción de compromiso social y partici-
pación política, pero también qué límites y qué problemas presenta.
Al llegar a este punto se abre un nuevo interrogante en el sentido
de que todavía no se sabe si Internet promueve una nueva forma de
crear cultura cívica o si estamos simplemente ante la aplicación de
una nueva tecnología para hacer las cosas como siempre se han he-
cho. En consecuencia, tampoco se sabe aún si Internet está apoyando
la forma de hacer política de los políticos o está transformando lo
que significa hacer política y el papel que tienen los ciudadanos en
este proceso. Y, en el caso de que esto último fuera cierto, ¿cómo es-
taría ocurriendo? Saber más acerca de de este proceso permitiría co-
nocer hasta qué punto Internet puede mantener su posición de medio
que guía el propio usuario o si, por el contrario, está cada vez más
dirigido por los imperativos del consumo.
Volviendo a las preguntas planteadas en la introducción, ¿puede
Internet conseguir despertar el interés de los jóvenes en la esfera pú-
blica? Para responder a esta pregunta es imprescindible saber prime-
ro hasta qué punto la participación online genera más participación
offline, y también conocer si algunos tipos de jóvenes, por ejemplo,
de cierta clase social, etnicidad, religión o cultura, están más incli-
nados a responder de forma positiva al uso de Internet que otros. Este
conocimiento permitiría tomar conciencia de si existen –o no– algu-
nos grupos de jóvenes que tienen mayor tendencia a quedarse con las
antiguas formas de participación civicopolítica o incluso a rechazar
la participación online. Tanto en un caso como en el otro, la pregunta
fundamental que seguiría sería la de investigar el por qué de esa si-
tuación. Esta aproximación permitiría llegar a identificar cuáles son
los obstáculos que existen para potenciar el buen uso de Internet con
el objetivo de generar participación política, y también detectar cuá-
les son las buenas y las malas prácticas en este campo y por qué. En
definitiva, se trata de saber hasta qué punto el modelo de ciudadano
en red corresponde a las prácticas diarias de la mayor parte de los
jóvenes, y cómo funciona. Asimismo, el conocimiento de las prácti-
cas y entornos sociales con respecto a Internet permite encontrar al-
Internet como motor de cambio ■ 23
También parece que este grupo de edad está viviendo cambios socia-
les importantes, y que no forman un conjunto de iguales, sino que
parten de capitales sociales diferentes. Por este motivo es fundamen-
tal tomar consciencia de que no se puede pensar en los jóvenes como
un grupo social homogéneo. Muy al contrario, es necesario analizar
las diversas formas de afiliación y posicionamiento social a las que
tienen acceso jóvenes que viven en circunstancias sociales y cultu-
rales diferentes. Es importante, por tanto, conocer las oportunidades
de participación civicopolítica que tiene el colectivo heterogéneo al
que denominamos jóvenes, según su clase social, etnia y religión, y
como éstas se reflejan en las relaciones entre generaciones. Por ejem-
plo, con los padres y los líderes políticos. No hay que olvidar que los
conocimientos necesarios para la participación política no están a
disposición de todos de la misma forma, ni se adquieren de manera
automática con el uso de Internet.
Para conocer mejor las características que presentan los jóvenes
con respecto a su entorno, educación, y uso de Internet, una parte
importante de la investigación realizada dentro del marco de Civic-
web fue una encuesta online a la que respondieron chicos y chicas
de los siete países que participaron en este estudio. Los resultados de
la encuesta mostraron una tendencia generalizada de los jóvenes
de todos los países a utilizar Internet como forma de comunicación
y de entretenimiento. Sin embargo, pudo observarse también la per-
sistencia de una brecha digital con respecto a la educación. Así, los
jóvenes con un nivel de estudios más alto son también los que más
utilizan Internet. Los resultados de la encuesta confirmaron asimis-
mo la sospecha de que en todos los países el porcentaje de jóvenes
interesados en política es muy pequeño. Por otro lado, entre los que
sí mostraban un interés en asuntos políticos se detectó una tendencia
significativa a estar activos tanto offline como online. En general, y
de acuerdo a los resultados de la encuesta, podría afirmarse que la
actividad que se realiza a través de Internet aparece como comple-
mentaria a la que se hace fuera, y en modo alguno una substituye a la
otra. Una más de las observaciones generalizadas en todos los países
participantes es que los jóvenes hablan de cuestiones civicopolíticas
con sus familias, y que el hecho de ser hombre o mujer no parece
modificar su actitud con respecto a su interés –o desinterés– en la
participación civicopolítica.
La investigación realizada buscaba, a lo largo de los tres años que
duró el proyecto, conocer también de qué forma los responsables de
Internet como motor de cambio ■ 25
debate democrático. Por otro lado, puede verse también que los sitios
web que disponen de opciones de participación online son diferen-
tes según si su intención es la de promover y estimular el debate y la
diversidad de opiniones o si, por el contrario, intentan censurar los
contenidos y adaptarlos a los objetivos y características de la organi-
zación o grupo al que representan.
La descripción de los sitios web dirigidos a los jóvenes o utiliza-
dos mayormente por este grupo de población, no estaría completa si
no se hubiera hecho también un intento de conocer cómo son los jó-
venes a los que se dirigen los sitios web de contenido civicopolítico.
Para conocer si la población con edades comprendidas entre los 15
y los 25 años utilizan Internet para la participación civicopolítica,
y cómo, se diseñó la encuesta a la que ya se ha hecho referencia an-
teriormente. Los jóvenes de los siete países participantes en este es-
tudio tuvieron acceso a la encuesta online desde la página web de
MTV, y también desde el sitio web de algunas organizaciones loca-
les. Un total de 3.307 jóvenes del grupo de edad en el que centró el
estudio Civicweb, residentes en los siete países participantes en esta
investigación, completaron la encuesta. Sus respuestas constituyeron
el punto de partida del análisis de los usos de Internet por parte de la
juventud, tanto a nivel internacional como nacional.
Los datos recogidos en la encuesta5 revelan que, tanto en España
como en los otros seis países, el 90% de los jóvenes usan Internet
principalmente en su casa y que lo utilizan un término medio de 6,2
días por semana, y de 3,3 horas por día. Un 74% comentan que tienen
total libertad para utilizar Internet como quieran, y que llevan una
media de siete años utilizándolo. La mayor parte de los jóvenes que
respondieron la encuesta comentaron que estaban satisfechos con
la forma en que utilizan Internet. De todas las variables sociodemo-
gráficas que se correlacionaron con las formas de usar Internet, la
variable de género fue la que producía una correlación significante,
probablemente en la dirección que ya se intuía desde el principio, y
que se desprendía de los estudios anteriores, aquellos que se centra-
ban en las causas y características de la brecha digital. Es decir, las
chicas y mujeres jóvenes en general se sentían menos seguras en el
uso de Internet que los chicos. Ellas, además, indicaban menos años
de experiencia y decían usar Internet de manera menos intensiva
Vistas por un lado las características del uso que hacen los jóve-
nes de Internet, de los temas civicopolíticos que les interesan y los
que no, y de las razones de carácter socioeconómico y cultural que
pueden despertar ese interés, parece constatarse que, en general, la
oferta existente de sitios web de carácter civicopolítico no parece cu-
brir las necesidades de información y de estímulo a la participación
en la esfera pública que podrían atraer a un grupo amplio de jóvenes.
Las preguntas que suscita la anterior afirmación son ¿hasta qué pun-
to es cierta?, ¿por qué los sitios web tienen las características que se
han observado?, ¿quién, cómo y por qué decide sobre su contenido,
diseño y formas de interactividad?, ¿qué idea se tiene de los jóvenes,
de Internet, y de lo que es participación política, desde los grupos
e instituciones que presentan y/o promueven este tipo de activida-
des? En el siguiente capítulo se intentará aportar algunas posibles
respuestas a estas preguntas.
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Sobre la autora
Sinopsis