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Prácticas de oficio.

Investigación y reflexión en Ciencias Sociales, n° 6, agosto de 2010

La perspectiva latinoamericana y del


“Tercer mundo” como problema:
Carlos Real de Azúa y Rodolfo
Stavenhagen∗
Ximena Espeche
Doctoranda en Cs. Sociales UNGS-IDES. Becaria CONICET. Instituto de Literatura
Hispanoamericana (FFyL-UBA)
Mail: ximena.espeche@gmail.com

Introducción De América Latina al Tercer


Mundo
En este trabajo propongo revisar
algunas producciones del sociólogo mexicano
La pregunta por la “especificidad” de lo
Rodolfo Stavenhagen a la luz de un texto del latinoamericano tiene una larga historia. Al
ensayista uruguayo Carlos Real de Azúa. En mismo tiempo, cada vez se vuelve necesario
primer lugar, me interesa analizar cómo
reponer sus condiciones de posibilidad, la
ambos reflexionaron sobre la necesidad de conformación de tradiciones en las que se
establecer perspectivas analíticas inscribe. En términos de Raymond Williams
“latinoamericanas” articulando de manera
(1979), cabría revisar la formación de
tensionada oposiciones diversas: específicas “tradiciones selectivas”, esto es,
local/nacional; nacional/internacional, y, de versiones del pasado sobre América Latina
específicamente, latinoamericano (y, luego, y lo latinoamericano que legitiman versiones
tercermundista)-europeo/norteamericano; y prácticas en el presente.
tradición-modernidad. Y, en particular,
En definitiva, qué es América Latina y
definiendo qué categorías del marxismo eran cuál es su “verdadera” perspectiva antes que
pertinentes para sus reflexiones. Aquí lo que dejar que “otros” la enuncien y la nombren.
se vuelve fundamental es atender a la
La primera objeción a una “verdadera”
situación en la que ambos escribían, esto es, Latinoamérica se encuentra en la
por ejemplo, desde países cuyos conflictos configuración de su propia historia como tal.
centrados en el problema de la “tierra” De hecho, es difícil no percibir en esa idea de
poseen historias disímiles (y que tenían en lo “verdadero” la obliteración de las luchas
términos de historias nacionales muy diversos por el sentido de ese nombre, y la
problemas respecto de la configuración de un apropiación de un significado más o menos de
sujeto nacional). En segundo lugar, la acuerdo a las también polémicas por la
comparación posibilita desarmar la trama en legitimidad de quiénes y cómo pueden llevar
la que se hallaba instalado eso que ambos ese estandarte.
llamaban “latinoamericano”, “América Latina” Es indudable que el período que abre
y “Tercer Mundo”. En ambos casos, tanto el
la revolución cubana de 1959 abre también
estallido revolucionario cubano como la una nueva reconfiguración de la pregunta por
cuestión (problemática) del marxismo como lo latinoamericano, por la especificidad del
posible matriz de análisis fueron centrales.
sub-continente, vinculando sus necesidades
(o los diagnósticos que venían realizándose


Agradezco a Carla Gras sus generosos comentarios.

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hasta el momento) con los del “Tercer El antiimperialismo, tal como afirma
Mundo”. Al fin de la Segunda Guerra Mundial, Aldo Marchesi (2006), debería ser entendido
y con el comienzo de la llamada “Guerra como una noción relativamente “débil”, en las
Fría”, las relaciones internacionales que se articularon en distintos momentos
estuvieron dominadas por la consideración de versiones (muchas veces contrapuestas)
que el globo se dividía en dos “mundos”: el relativas a los vínculos entre nación e imperio
que se encontraba bajo la órbita capitalista y (con esto no se quiere afirmar que el
el que lo hacía bajo la órbita comunista. Era imperialismo o el antiimperialismo sea
un equilibrio inestable dominado por el temor solamente un fenómeno “discursivo”). Pero
de la guerra atómica. Frente a ese temor, sería necesario tener en cuenta que, si el
frente a las presiones de cada uno de los antiimperialismo es, en definitiva, una
bloques y frente a los diversos procesos de “noción relativamente débil“, la Cuba
descolonización de las colonias africanas y revolucionaria le proveyó de un contenido
asiáticas, fue extendido el término de “Tercer fuerte.
Mundo” (utilizado por primera vez por Alfred De hecho, si algo puso en el tapete la
Sauvigny en referencia directa al “Tercer revolución cubana fue el qué hacer del
Estado” francés) para dar cuenta de aquellos marxismo, y de sus hipótesis sobre los
países que defendían el no alineamiento con procesos revolucionarios. En particular, hizo
cualquiera de los bloques y atacaban al posible para muchos la fundación real de un
imperialismo. marxismo latinoamericano, e incluso, la
Tal como ha sido caracterizada, la noción de un socialismo real por fuera de las
revolución cubana vivificó una especie de indicaciones del Partido Comunista soviético
nacionalismo antiimperialista (Halperin (Gilman, 2002; Saitta, 2006). Aceleró
Donghi, 1994); esto es, la configuración de tiempos, y radicalizó agendas (dándole
un todo que podía exceder los parámetros además un territorio concreto, el de la misma
nacionales revisando su unidad en función de revolución y sus comienzos de prueba y
una oposición específica. Es decir, versus el laboratorio). Esto es, por ejemplo, la de
imperialismo norteamericano. Así, América revisar la hipótesis que intentaba explicar el
Latina tenía un sentido que renovaba –en la atraso de ciertos países respecto de otros, y
propia tradición que esa misma revolución que terminó por dividir el mundo entre países
construía en su propio hacer- las luchas desarrollados y subdesarrollados. Es decir, la
antiimperialistas de los años 20, las reformas relación entre el “centro” y la “periferia” como
agrarias de la revolución mexicana de 1910 y fuera definida por el informe de la CEPAL
guatemalteca de 1944; la revolución boliviana presentado por el argentino Raúl Prebisch en
de 1952, etc. Pero con el aditamento de que, las Naciones Unidas en 19491.
ahora sí, la hora había llegado para el cambio Diez años después de la revolución,
definitivo. La revolución parecía devolverle a esa vinculación era cuestionada en el libro
Cuba su verdadera independencia y, al mismo publicado por Enzo Faletto y Fernando
tiempo, daba un sentido “latinoamericano” al Henrique Cardoso Dependencia y desarrollo
continente. El sentido latente de liberación en América Latina. Allí esa vinculación de
que había quedado desde la muerte del “centro-periferia” debía redefinirse a una
cubano José Martí a fines del siglo XX se “dependencia” en términos estructurales, a
hacía extensivo al resto de América Latina. partir de un “análisis integrado del desarrollo”
De este modo, configuró para los
antiimperialistas una nueva razón de ser, y
puso en primer plano la lucha por las
1
definiciones sobre qué significado tenía ser En una primera parte del informe de 1949, Prebisch
definió una clave para comprender el atraso relativo de
“antiimperialista”. Es por ello que desde América Latina. En una segunda parte, se dedicó a
Cuba, el entramado revolución, nacionalismo recomendar qué políticas económicas debían seguirse. La
y antiimperialismo se unían en la redefinición relación “centro-periferia” como esquema explicativo
de qué era “América Latina”; en la “necesidad permitía determinar qué había pasado con el desarrollo
de América Latina y dilucidar los enigmas que la teoría
de una idea” que definiera colectivos de económica clásica no había podido resolver. Ver:
acción política y cultural, y en los años Prebisch, Raúl. “El desarrollo económico de la América
sesenta, esa idea se recortó sobre una Latina y sus principales problemas”, Informe de la
“solidaridad tercermundista” (Gilman, 2002). Comisión Económica Para América Latina, 14 de mayo de
1949.

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(Cardoso Faletto, 1970: 11-38).2 Con esto Uruguay y México


último no quiero decir que la relación
revolución cubana y teoría de la dependencia “latinoamericanos”
fuera una relación de “causa-consecuencia”,
un derivado diez años después. Lo que me I.
interesa es demarcar, si fuera posible, cómo
se constituye ese “clima de época” en Puede afirmarse que la revolución
términos concretos; esa insistencia en levantó diversas reacciones a nivel
perspectivas latinoamericanas para internacional. En el caso latinoamericano,
problemas latinoamericanos que, además, podría decirse también que muchos de sus
ponían el eje y el dedo acusador en las intelectuales hicieron causa común con ella,
relaciones necesariamente desiguales entre incluso definiendo matices, lejanías o
países “desarrollados” y países poniendo topes a sus “verdaderos” alcances
“subdesarrollados”. En otras palabras, contra (Gilman, 2002; Reynaga Mejía, 2007). Al
la perspectiva que se había asumido como de decir de Gilman, una “familia intelectual” se
sentido común respecto a las etapas del recomponía bajo el lazo del estallido cubano.
desarrollo necesarias para acceder al Uno de los temas que más preocupaba
bienestar, conocida como “Teoría de la a ciertos intelectuales uruguayos, muchos de
modernización” –y que tuvo sus mayores ellos ya “latinoamericanistas” aún antes de la
alcances durante los años 50- y, sobre todo, revolución, era la percepción paradojal de
en los programas de ayuda que se pusieron que Uruguay era una “excepción“, reconocida
en práctica con la Alianza para el Progreso, como “Suiza en América” por su joven
en 1961.3 democracia política y social, su capital –
Montevideo- a la page de las modas
2
Pero que, además, debía ser entendida y analizada culturales modernas en la periferia del
teniendo en cuenta la combinación entre economía, capitalismo occidental; por el nivel promedio
política y sociedad “en momentos históricos y situaciones
de vida de sus pobladores.4 Esos logros
estructurales distintos” (Cardoso y Faletto, 1973: 1). Tal
como también se aclaraba en la introducción del trabajo, políticos, sociales y de efectividad económica
lo que se quería era especificar las diferencias al interior fueron impulsados por José Batlle y Ordóñez,
de América Latina, puesto que lo contrario, “constituye elegido presidente y líder de uno de los
un equívoco teórico de consecuencias prácticas
partidos tradicionales, el Colorado, entre
peligrosas” (Cardoso y Faleto, 1973: 2).
3
La “Teoría de la Modernización” es un conjunto de 1903-1907 y 1911-1915. Aunque Batlle y
hipótesis y de conceptualizaciones académicas en torno Ordóñez murió en 1929, todos ellos
del “desarrollo” y una percepción del avance de la parecieron resistir cualquier tormenta. El
sociedad en términos evolutivos surgidas en el contexto
batllismo no sólo tuvo una serie de
particular de la Guerra Fría, lideradas por académicos
norteamericanos. Entre ellas, las formulaciones de W. “conquistas reales” sino que se formuló como
Rostow, y las revisiones de las apuestas teóricas de un “imaginario” o un “estilo nacional” (Finch
Talcot Parsons (especialmente respecto de la división de 2002: 157).
las sociedades en “tradicionales” y “modernas”) se
Uruguay había subsistido por lo menos
sostenían en definir un mundo dividido entre países
desarrollados y subdesarrollados, donde los últimos hasta la Segunda Guerra Mundial gracias al
podrían cambiar su condición ateniéndose a la aceptación
de las técnicas, profesionales y transferencia de
conocimiento de los primeros. Frente al avance propuesto por el presidente norteamericano John F.
comunista, y como una de las posibles respuestas a los Kennedy el 13 de marzo de ese mismo año. La propuesta
peligros que esta suponía para el bloque capitalista, de Kennedy presentada ante el cuerpo diplomático
liderado por los Estados Unidos, la teoría de la iberoamericano había sido un plan de ayuda económica
modernización proponía resoluciones que demostrasen para América Latina, un “fondo” de alrededor de 600.000
que era justamente el bloque capitalista, y millones de dólares. Ese apoyo monetario se
específicamente los Estados Unidos, el modelo para todo contraprestaba con una serie de reformas económicas y
desarrollo viable. sociales que los países beneficiarios llevarían a cabo.
La Alianza Para el Progreso fue un proyecto que tomó Esta era una de las respuestas norteamericanas frente a
curso en una reunión en Punta del Este, en el marco del la amenaza que podría representar una ampliación del
Consejo Interamericano Económico y Social de la OEA en horizonte revolucionario cubano en el resto de
1961 (que se llevó a cabo entre el 5 y el 17 de agosto). Latinoamérica.
4
El último día de la conferencia se firmó la “Carta de Entre otros: el abogado Carlos Quijano, el historiador
Punta del Este” en la que se concretaba dicho proyecto de las ideas Arturo Ardao y el pedagogo Julio Castro.

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vínculo económico estrecho entre su estudiantes del magisterio que se adentraban


economía y la británica: los productos en los “pueblos de ratas”, al interior del
uruguayos –en particular los de la ganadería- Uruguay, y demostraban esa otra cara que el
eran comprados a tasas redituables por el país excepcional parecía querer desterrar.5 Un
mercado inglés. Aunque luego de la crisis de año después, luego de un itinerario que lo
1929 recuperaría su lugar en el mundo llevara a recorrer diversos países
británico de exportación de carnes, cada vez latinoamericanos, las conferencias que
más el paraguas de la relación económica con publicara con el título de Cómo viven ‘Los de
Gran Bretaña se volvía menos estable abajo’, servían para poner el foco en esa
(Nahum et al., 1998). De hecho, más allá del pobreza que los uruguayos parecían
coletazo productivo que dio la Guerra de dispuestos a olvidar que –en algún sentido
Corea en 1953, el cambio de centros todavía no del todo claro- también era la
económicos de poder repercutió duramente suya.6 O, por lo menos, de la que tenía que
en Uruguay. El fin de la Segunda Guerra dar cuenta como parte de América Latina
Mundial había acentuado específicos turning (Castro, 1945; 1949). Es decir, la pobreza de
points. Estados Unidos había salido de la la campaña frente a la bonanza de la ciudad.
guerra intacto y con la suficiente fortaleza De hecho, otro de los puntos que
para establecer criterios de intercambio. “explicaban” Uruguay era el peso de su
Uruguay no se quedaba afuera de esos capital, Montevideo, frente a la campaña,
virajes, y bajo la política del “Buen Vecino” división que uno de los historiadores más
ingresaba en la órbita de los Estados Unidos, importantes del país –que en algún sentido
como foco primario y latente en el Cono Sur definió algunas de las matrices de análisis de
de la avanzada panamericana (Oddone, la historia uruguaya- estatuyó entre “ciudad-
2004). Para muchos críticos del batllismo, la campo”, entre “doctores-caudillos” (Pivel
“siesta” uruguaya se había sostenido gracias Devoto, 1942; Pivel Devoto y Rainieri de
a esa vinculación con Inglaterra que, en algún Devoto, 1945).7
sentido, hizo que el país no sufriese los Así, una de las deudas que nunca
mismos vaivenes que otras economías parecían saldarse era la de la ciudad
latinoamericanas. A la vez, esa “siesta” había olvidadiza de las poblaciones del campo;
hecho de su capital, Montevideo, el centro entre todas las leyes que hacían de Uruguay
casi inexpugnable de una sociedad que fue una excepcionalidad, las referentes a los
considerada “hiperintegrada”. Uruguay –y establecimientos rurales, la explotación
aún más su capital- habría tenido las agraria, la propiedad de la tierra y el derecho
características de un mundo propio y que se de los trabajadores rurales había quedado
había constituido “en solitario” (Caetano, muy atrás (Jacob, 1980). Pero todos parecían
1993: 85), cada vez más distanciado,
diferente y particular en un continente
5
caracterizado por inestabilidades políticas, “Pueblos de Ratas” es la denominación utilizada para
conflictos sociales y desguaces económicos. poblaciones rurales en extrema situación de pobreza.
6
Citaba con él la novela del mexicano Mariano Azuela,
En 1953, un abogado uruguayo “Los de abajo“, “siguiendo la expresión que usó para
publicó un libro (en el que compiló las designar las clases más pobres de su país (…)”. Mariano
crónicas de viaje que enviara puntualmente a Azuela (1873-1952) fue partidario de la revolución
un diario de Montevideo, El País). Su autor, mexicana, y tuvo un cargo en el gobierno de Madero
(como jefe político en Lagos y luego director de
Eduardo Couture, afirmaba que: “El uruguayo educación en Jalisco). A la muerte de Madero ingresó
tiene una natural ineptitud para comprender como médico en las huestes del ejército de Pancho Villa.
este problema [el de la pobreza en Emigrado en Texas, escribió la novela “Los de abajo”,
Latinoamérica]. El Uruguay se halla que publicó por entregas en el diario El paso del Norte en
1916. Los cuatro últimos capítulos de la novela fueron
virtualmente de espaldas a esta América” publicados por Mariátegui en la peruana Amauta, en
(citado en Rocca, 2006: 28). Otro tanto podía 1928.
7
afirmar un par de años antes el pedagogo Aunque no es tema de este trabajo, otro de los puntos
Julio Castro, redactor de uno de los fundamentales para comprender la “excepcionalidad” fue
la de un sistema bipartidista en el que sus dos partidos
semanarios que adquiriría relevancia tradicionales tenían una identidad conformada –y
continental desde fines de los años 50 y en la confirmada según el propio Pivel Devoto- desde
época 60/70: Marcha. Allí publicó una serie mediados del siglo XIX. El partido Blanco y Colorado
de notas ensalzando un proyecto de habrían sido baluartes de la nación, y sus primeros
representantes.

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coincidir en que en Uruguay la población discurso que respondía a la avanzada de la


charrúa o guaraní había desaparecido, con lo “campaña” vs. la “ciudad” (en los términos
que esto sí hacía de Uruguay una excepción coyunturalmente fructíferos del “campo” o
total en una América Latina que, en gran “producción rural” frente “industrialización”),
medida, se definía por la existencia de y que se condescendía con el tipo de disputas
población y cultura indígenas. Tal como ha que había abierto el final de la Segunda
afirmado Gustavo Verdesio (2000), la Guerra Mundial. Esto es, qué tipo de
historiografía uruguaya desde mediados del desarrollo era el necesario en el marco de la
siglo XIX –pero incluso insistentemente salida de la Segunda Guerra, teniendo en
durante el siglo XX- siguió abonando a la cuenta la nueva disposición económica
creencia de que el peso indígena era nulo, o internacional con el liderazgo estadounidense
casi inexistente, puesto que Uruguay y su y el cambio notorio relativo a la efectividad
excepción se debían también a esta falta. de la economía por sustitución de
Por el contrario, desde una mirada importaciones que había sido el caballo de
uruguaya México parecía no tener esos batalla para el reposicionamiento
problemas porque era casi el epítome de lo latinoamericano en los años 50 (Halperin
latinoamericano. Y no era sólo por el lugar de Donghi, 1994: 444-467).
las poblaciones indígenas sino, además, Para el crítico literario y ensayista
porque su cercanía a los Estados Unidos lo Carlos Real de Azúa, desmantelar las
hacía un luchador contra el imperialismo de versiones diversas sobre esa excepcionalidad
su vecino. Y por otra parte no podía olvidarse fue, desde el vamos, un tema recurrente. O,
el peso que tenía la revolución mexicana y su quizá, incorporó la percepción de lo
reforma agraria en la tradición selectiva que “excepcional” a una crítica que consideraba
aunaba a esa revolución, a esa reforma a una más profunda o pregnante, en la que
historia particular de luchas latinoamericanas insertaba el problema de la excepcionalidad
por la independencia. Casi podría decirse que en el más vasto de qué tipo de modernización
era el sine qua non de lo latinoamericano, se había llevado a cabo en Uruguay (y en
nuevamente recuperado vía el estallido
cubano. se presentó como la organización que respondería y
haría responder sobre los intereses de pequeños y
medianos productores contra la priorización de la
II industria, el poder de los intermediarios, y la “debilidad”
de otras asociaciones tales como la Asociación Rural y la
La revolución cubana pareció Federación Rural- de la que Bordaberry había sido poco
antes un “líder descontento”-. Como “desprendimiento”
devolverle a Uruguay la necesidad de reputar
de la Federación Rural, la Liga Federal respondía a
en el continente ya no “dándole la espalda”. ciertas matrices del “pensamiento radical de las viejas
Es decir, que la supervivencia y viabilidad del clases conservadoras”; especialmente, su prédica iba
estado nacional uruguayo dependía contra comunistas, sindicalistas y burócratas y al
conglomerado de grandes bancos y agentes financieros
necesariamente de su integración con ese
como parte de quienes hacían dilapidar el trabajo de sus
continente del que siempre se habría querido “confederados”. Además de esas genealogías, la Liga
fuera. Y esto se verificaba para muchos de contaría con la puesta a punto de un sistema
ellos frente a lo que, ya desde mediados de propagandístico que tenía un programa en la radio.
Desde los años 40 Benito Nardone era el director de la
los años 50, consideraron una “crisis
radio CX4 (propiedad de Domingo Bordaberry) y
estructural” que no se solucionaba con las conducía el programa “Progreso, Verdad y Trabajo”.
fórmulas batllistas o neo-batllistas, Como “Chico-Tazo”, desde un discurso que explotaba la
especialmente con las propuestas por el retórica “criollo-nativista”, informaba y advertía sobre la
cambiante lógica del mercado agropecuario, las
presidente Luis Batlle Berres, que además
relaciones entre los intermediarios, la distribución y la
perdía las elecciones de 1958 frente a una culpabilidad del neo-batllismo (y por ende, del batllismo)
alianza entre el partido Blanco y el en las dificultades de sus oyentes. En algún sentido, lo
ruralismo.8 En definitiva, se armaba un que hacía “Chico-Tazo” no era sino hacer resonar ciertas
“afirmaciones” que estaban socialmente consensuadas
entre los pequeños y medianos propietarios rurales,
8
Fundada en 1951 por Domingo Bordaberry y Benito concitaba apoyos que la Liga transmutó en votos de
Nardone, quien asumiría su liderazgo poco después ante aquellos a quienes el sistema bipartidista y sus logros
la muerte del primero, la Liga Federal de Acción Ruralista habían dejado de ofrecerles satisfacciones (Jacob, 1980).

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América Latina toda). Mejor aún, en qué propuesta, múltiple, de las formas en que el
sentido la “modernidad” uruguaya, Tercer Mundo podía recomponer una
dependiente del capitalismo occidental, había situación que –hasta la fecha- lo había tenido
dado por tierra algunas pautas de lo como dependiente, subdesarrollado y, sobre
tradicional. Tradicional entendido bajo el ala – todo, bajo el ala del capitalismo o del
cambiante pero presente- de la trascendencia comunismo, una perspectiva inmanente del
opuesta a la inmanencia, desde la perspectiva mundo, que dejaba de lado las posibilidades
de un pensador que había hecho del de sus propios marcos de desarrollo. Quizá no
catolicismo su “pauta vital” (Halperin Donghi, occidentales, por ejemplo.10
1987). O, en otras palabras, de un intelectual En un texto de largo aliento pasaba
que aunque no fuera ya católico militante no revista a todos los “supuestos” del tercerismo
dejaba de entender que lo trascendente debía (también llamado “tercera posición”,
ser parte de las reflexiones que se quisieran nacionalismo revolucionario”); es decir, a una
hacer sobre todo ámbito de vida. condición (la del Tercer Mundo) desde la que
podía apelarse a una posición: la de
III establecer otros parámetros de desarrollo,
que no dependiesen ni del bloque soviético ni
del bloque capitalista, sin definir en esa
Si bien Real de Azúa tenía título como
abogado fue reconocido sobre todo como distancia de uno y otro líneas extremas. En
ensayista y crítico literario, pero también otras palabras, no identificar países con
pueblos (diferenciar a las poblaciones de los
como alguien que desde los años 50
desarrolló algunos tópicos que se volverían gobiernos y de su política internacional), ni
fundamentales en las ciencias sociales pensar que el “equilibrio” o la “equidistancia”
uruguayas de los años 80: “patriciado”, sobre por el mismo valor de su imagen armónica
la élite de comienzos de siglo XIX; “sociedad resolvería por sí misma problemas que se
amortiguadora” sobre la constitución de la definían en la coyuntura, en el presente, sin
“armonía social” uruguaya y el batllismo por ello dejar de lado el peso del pasado,
como un “impulso” que ya tenía en sí mismo entendido como una “pasado útil”.
su “freno” para el total desarrollo de sus Si uno de los problemas de Uruguay
potencialidades serían tres de los términos y era paradojalmente su excepcionalidad, ésta
estudios más importantes. En un país donde quedaba remarcada al hablar de Tercerismo:
la profesionalización de las ciencias sociales
La extrema singularidad de la
(tales como sociología y ciencia política) se
situación uruguaya, este no formar un
haría relativamente tarde en comparación a, pueblo ni maduro ni primitivo, ni viejo ni
por ejemplo, Brasil y Argentina, Real era un joven; este no ser Europa y no ser
lector asiduo de Robert Merton, Wrigth Mills, tampoco el rico, tenso, cálido mundo del
Margaret Mead, entre otros.9 atraso, impone a una tarea del género de
El texto titulado Tercera posición, la que se asume la doble condición de no
nacionalismo revolucionario y tercer mundo poderse participar en ella de otro modo
fue publicado post-mortem en 1996. La que no sea el prospectivo, el imaginativo,
el vicario; de serle hurtada la lucha
versión mecanografiada de la cual el de 1996
efectiva por su realización y la posibilidad,
es su primera publicación tiene fecha 1ro de
al mismo tiempo, de poderla ver con cierta
septiembre de 1961-28 de febrero de 1963. perspectiva, con cierta distancia con una
El texto es un análisis pero también una equidad (si no frialdad) mayor que si se
emprendiera desde uno de sus centros
9
Las lecturas de Real de Azúa son numerosas y variadas.
En su juventud parecen haber estado determinadas por
10
las de autores provenientes de la derecha católica, pero Aunque Tercerismo no viera la luz durante los años 60,
más luego se advierten las de los clásicos (por ejemplo pueden advertirse algunos de sus propios supuestos en
Marx y Weber); más adelante se encuentran referencias un debate muy conocido que tuvo lugar entre fines de
a autores como los antes mencionados, y finalmente dos 1965 y comienzos de 1966 sobre ese mismo tema en las
críticos literarios como Pablo Rocca (2006) y Rubén páginas de Marcha y el diario Época. Los contendientes
Cotelo (1987) insisten en que Real habría leído eran el historiador de las ideas Arturo Ardao y Carlos
tempranamente a Hobsbawn y a Adorno. La referencia a Real de Azúa. El detonante fue el libro del sociólogo Aldo
Adorno es clara en el prólogo a la antología que publicó Solari El tercerismo en Uruguay, publicado en 1965. Por
en 1964 sobre ensayistas uruguayos contemporáneos. razón del espacio, centro mi atención en el texto de
Sobre Hobsbawn no tengo a la fecha ninguna prueba. 1961-1963.

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ciclónicos, dígase El Cairo, Yakarta, Argel, centro que representan Europa y el núcleo
Damasco, Pernambuco (17) noratlántico. Históricamente son
marginales: no han estado en sus manos
El trabajo que se propuso era un hasta ahora los resortes decisivos de las
“ensayo”, género sobre el que seguiría grandes opciones internacionales.
Económicamente –y es el término más
trabajando (por ejemplo, Real de Azúa, 1964;
empleado- son subdesarrolladas.
1969): que la realidad no podía encuadrarse
Socialmente, y es el calificativo más
solamente en los rígidos parámetros antiguo, son “atrasadas” de acuerdo a las
metodológicos de las ciencias sociales; en ese pautas del desenvolvimiento de las
mismo trabajo, quería tener un “análisis naciones maduras y centrales.
previo de los ingredientes que luego han de Ese grupo de naciones es el centro
engranarse en la dinámica de un programa, de la insurrección antiimperialista y el
de una doctrina” (4): escenario del proceso de descolonización.
Aprovechando la crisis, se niegan a seguir
Si la vida histórico-social del siendo repositorios de “reservas”
mundo no es notoriamente un ajedrez naturales, productores de materias primas,
jugado con entes abstractos, también es consumidores de productos
cierto que en denso fluir de todo lo manufacturados ajenos, piezas atornilladas
íntimamente imbricado el esfuerzo al engranaje de las grandes economías
intelectual puede aislar “figuras”, ciertas europeas o norteamericana. Buscan, al
nociones que son las que permiten que no margen de toda “institucionalización” de
sea absolutamente ininteligible. Pero estas tipo europeo, democratizar su vida social,
definiciones y estos deslindes no podrán integrar un todo homogéneo sus
tener sentido y, sobre todo, utilidad si no sociedades de clases aisladas, irreductibles
se las completa con una operación rígidamente jerarquizadas. Tratan de
corolaria de discriminaciones, limitaciones, lograr un ascenso de sus clases
integraciones, opciones. Y esto es así trabajadoras y, muy especialmente, la
porque una ideología del “tercerismo”, integración de sus incomunicadas clases
“neutralismo” o “nacionalismo popular” no campesinas a una sociedad global de que
puede descansar sino en una negación del se sientan participantes (…) Se definen,
aparente monolitismo de las ideologías de para empezar, como “nacionalistas”,
choque (4-5) económica, histórica, emocionalmente. Se
definen como “socialistas” y
“antiimperialistas” (…) (11-13)
El tercerismo era la definición de una
doctrina, de una política pero –también- de
Y se ocupaba de notificar qué
un ethos. En otras palabras, una posición no
especificidades podía encontrar en Asia y
condicionada por los extremos soviético o
África, en particular respecto del lugar de la
capitalista, que tuviera como principio una
religión entre esas definiciones. Al mismo
oposición a todo aquello que lo “occidental”
tiempo, marcaba la diferencia entre esas
(entendido en términos de modernidad) había
regiones e Hispanoamérica: en particular
quitado a las posibilidades de un desarrollo
porque ésta se hallaba
más cercano a sus propias necesidades. El
texto, además, volvía una y otra vez al
atornillada –con la excepción
famoso discurso que Fidel Castro pronunciara clamorosa de Cuba- a la política
en La Habana a comienzos de diciembre de neocolonialista de defensa de Occidente
1961 y dónde se declaró marxista-leninista. (…) Las condiciones históricas mismas del
continente nos hacen bastante distintos a
Real circunscribía con esta los mundos “marginales” dado que es el
caracterización cuáles eran los protagonistas más europeizado por las formas
de ese tercerismo: occidentales, el que menos, salvo en dos o
tres países, ha conservado con cierta
vigencia latente el legado pre-occidental, el
Partimos de una realidad: un grupo
que posee unas clases dirigentes no sólo
de naciones diseminadas por el mundo
cultural sino biológicamente europeas en
soportan una serie común de adjetivos.
proporción abrumadora (16).
Geográficamente son periféricas a ese

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A propósito de Rodolfo Stavenhagen

la liberación y desarrollo de los países


En cada caso Real de Azúa postuló llamados del “Tercer Mundo” en sus “formas
ciertas afirmaciones, tales como la de la propias, de originalidad intrínseca, sin
necesidad de una revolución, según una serie perjuicio, naturalmente, de todo lo que
de valores –y disvalores- a tener en cuenta. puedan recoger, de todo lo que pueda
Intentó demarcar todos los supuestos: tipos inspirarles en los dos bloques contrapuestos
de “tercerismo” posibles (según que cabe llamar el Primer y Segundo Mundo”
posicionamientos respecto de U.R.S.S y (527). En definitiva, avance y retroceso y
E.E.U.U), tipos de imperialismo y nuevo avance para marcar “a favores” y “en
antiimperialismo; las formas diversas del contras”.
“nacionalismo” y cómo se verificaba éste en
los países “subdesarrollados”; un detallado IV
análisis de los tópicos que consideraba los
principales del marxismo (alienación, praxis, En 1965, el sociólogo Rodolfo
infraestructura, superestructura, clase, entre
Stavenhagen publicó en el diario mexicano El
otros); una distinción entre “libre empresa” y Día un texto del que luego retomaría algunas
“centralización socialista”; los supuestos de ideas en un libro de 1969: Las clases sociales
los totalitarismos y las democracias; la
en las sociedades agrarias. El artículo se
comparación y discriminación de los titulaba “Siete tesis equivocadas sobre
supuestos del laicismo materialista y de la América Latina”, donde Stavenhagen definió
inspiración religiosa, etc.
una serie de parámetros a revisar respecto de
Durante todo el texto, las críticas – miradas que se habían vuelto casi de “sentido
explícitas o no- se posan notablemente sobre común” para focalizar los problemas del sub-
la relectura de la diferencia entre continente.11 Así en estas tesis encuentro
“inmanencia” – “trascendencia”; “material” – algunos puntos que pueden remitirme sin
“simbólico-ideal”; “tradicional-moderno”. dificultades a ese ensayo de Real de Azúa
Aunque no en todos los casos puede armarse escrito pocos años antes. Y aquí no es
una continuidad (por ejemplo, cuestión de apurar originalidad alguna sino,
“trascendencia-simbólico-tradicional”), sí es por el contrario, datar los escritos para
cierto que la crítica principal estaba en devolverles otra cosa: sus condiciones de
oponerse a valorizar siempre de forma posibilidad, quizá una ayuda para recomponer
negativa lo alineado con lo “tradicional”. En el estado de situación de ciertas preguntas y
definitiva, con cierta cuota de anti- problemas que tenían a América Latina, el
modernismo, Real de Azúa se levantaba –ya Tercermundo y el subdesarrollo como tema
desde antes de este ensayo- contra las
principal.12
formulaciones más extendidas de la “Teoría
de la modernización”. Y, sobre todo, sobre los
11
valores siempre felices de la occidentalización En 1979, un artículo publicado en la revista venezolana
del mundo, especialmente frente a la Nueva sociedad afirmaba que las “Siete tesis…” podrían
ser parte de un conjunto de trabajos (como el de André
modernización capitalista (por ejemplo, en el Gunder Frank) que criticaban “el dualismo cepalino, la
apartado 5. “Los criterios anteriores”, págs. teoría de la modernización y, en fin, todo aquello que
38-42). más tarde se englobaría bajo el rótulo de “desarrollismo”
Las conclusiones son parte de esa (Torres-Novoa, 1979: 70).
12
De hecho, sí cabe una diferenciación concreta es el
programática que el propio ensayo propugna: lugar desde donde escribía cada uno, y el tipo de texto
la búsqueda de un “tercerismo cabal” o que cada uno ponía en escena. Además, la
“dinámico”, identificado en sus líneas profesionalización de una disciplina como la sociología
generales de la siguiente forma: que evite la era, como dije, distinta. En Uruguay, la Facultad de
Ciencias Sociales se crea recién a mediados de los años
guerra (en especial el enfrentamiento de las 80. Y, además, la creencia en la importancia y desarrollo
dos potencias en pugna), al mismo tiempo de la sociología tenía diferente estimación en cada uno
que impidiese que ambos “se conviertan en la de los autores.
clase gobernante universal (…) descartar la En el caso de Stavenhagen, su trabajo es un artículo
periodístico, de opinión, publicado en un diario mexicano
modelación total de las sociedades civilizadas en dos ediciones. Al mismo tiempo, propone una revisión
por el capitalismo de tipo norteamericano y el de ciertos parámetros muy comunes a los análisis
comunismo de tipo soviético” (527); y sociológicos relativos a los países desarrollados-
además, que sea un movimiento que busque subdesarrollados. El de Real de Azúa, como dije, se trata
de un manuscrito, un ensayo, con algunas ideas que el

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Leyendo las tesis, lo interesante del subdesarrollo sólo era visible tras el
movimiento argumentativo de Stavenhagen entramado de los estados nacionales (en
es que desarma paso a paso aquellas función de ellos se harían los planes,
afirmaciones que se habían sostenido como acuerdos, reformas, etc), la dimensión
“indispensables” para revisar propuestas de indígena necesariamente complejizaba y
desarrollo en América Latina. En su sobre todo permitía poner el foco en las
“contrargumentación” le interesó además limitaciones de esos mismos planes de
demostrar cómo esa “América Latina” sobre desarrollo. En otras palabras, la dimensión
la que se habían afirmado las tesis que se indígena problematizaba de hecho el
proponía desautorizar era una “América desarrollo capitalista.13
Latina” cuyos problemas seguían sin ser En particular, Stavenhagen se ocupó
realmente conocidos (ya fuera por en desarmar la noción de “polos opuestos”,
“idealismo”, ya fuera por el interés de que no tomara en cuenta la “vinculación”
diversos actores en el carácter irreversible de necesaria de cada uno para que se hiciese
los problemas del sub-continente). comprensible entonces un –como dirá- “único
El principio básico de su proceso histórico” (p. 2). De este modo, el
contrargumentación se sostiene, me parece, primer error que Stavenhagen marcaba era el
en desacreditar los presupuestos más de sostener la caracterización de los países
extendidos de la “Teoría de la modernización” latinoamericanos como “sociedades duales”.
y, también, los alcances de la cepalina Especialmente se opuso a la diferenciación de
vinculación entre “centro” y “periferia”. En “sociedades arcaicas” o “tradicionales” y
otros términos, redefinir sobre qué se “sociedades modernas” de acuerdo a la
asentaba la hipótesis del subdesarrollo de los identificación que se hacía comúnmente de
países a los que se les endilgaba ese mote. Al cada una ellas. En resumidas cuentas según
mismo tiempo, esa preocupación se recorta lo expuesto por Stavenhagen: a) sociedades
sobre otra, que tiene a la configuración arcaicas: “tradicional, agraria, estancada o
societal mexicana en su centro. Es decir, retrógrada”; con una rígida estratificación
cómo construir una “nación mexicana” que social, con valores que exaltan o aceptan el
incorporase definitivamente a esos “otros”, statu-quo; originarias de la época colonial, de
los indígenas, con su propia organización donde conserva muchos de sus elementos
social. Si el marco del desarrollo- culturales y sociales; obstáculo para el
pensamiento económico racional; b)
autor ya había puesto a jugar en otros textos, pero que sociedades modernas: “urbanizada,
el discurso de Fidel Castro le hizo de puntapié para reunir industrializada, dinámica, progresista y en
en un mismo escrito. Al mismo tiempo, la entidad de los desarrollo”; frente a las relaciones sociales de
autores era diferente. Esto puede sonar contradictorio,
la sociedad arcaica, las suyas son poco
teniendo en cuenta que uno de los escritos se
confeccionó casi como para no ser leído (dado que el estratificadas, de tipo “secundario”, de fines
autor no lo publicó), mientras que el otro estaba hecho racionales y utilitarios; las normas y valores
ex profeso, para una lectura “diaria”, y con ánimo se orientan al cambio y al progreso; es foco
polemizador. Real de Azúa fue considerado en vida un
de desarrollo frente al foco de atraso que
rara avis, e incluso para muchos era difícil que fuera
tomado en serio; se leían sus textos en Marcha, o en el constituyen las sociedades arcaicas.
diario Época, o algunos artículos que publicó en la revista Frente a ese compendio de
de la Federación Universitaria Tribuna universitaria. características, Stavenhagen se ocupó en
Algunos de sus libros editados tuvieron lectores pero,
derruir la misma formulación. El problema era
uno de ellos –quizá uno de los más importantes y editado
en 1962- El impulso y su freno, tuvo poca repercusión lo “dual”, puesto que no toma en cuenta que
(Demasi, 2004). Como profesor, dictó clases en la tanto la “sociedad arcaica” como la
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y,
más tarde, dirigiría el Instituto de Economía. Por el
13
contrario, Stavenhagen ya era en 1965 un reconocido “Para ser mexicanos –y en consecuencia acceder a
sociólogo, y desde 1956 era profesor en la Facultad de aquellos antepasados suyos apropiados ahora por la
Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional nación- los indígenas tenían que renunciar a su propia
Autónoma de México; en 1965 enseñaba e investigaba identidad. En otras palabras, el Estado liberal no sólo
en El Colegio de México, y fue el primer director del expropiaba las tierras de las comunidades, sino también,
Centro de Estudios Sociológicos (tal como consigna en su y por necesidad, su mundo, su imaginario y su pasado”
cv). (Gilly, 1997: 44).

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“moderna” “son el resultado de un único V


proceso histórico” y que “las relaciones
mutuas que conservan entre sí las regiones y Stavenhagen en la crítica a la tesis
los grupos “arcaicos” o “feudales” y los segunda y tercera continuó con la línea
“modernos” o “capitalistas” representan el esgrimida al comienzo de su trabajo. Así,
funcionamiento de una sola sociedad global desarmó la afirmación sobre el carácter
de la que ambos polos son integrantes” (3). “arcaico” que podría ser revertido mediante la
Podía volverse sobre ese proceso histórico difusión del industrialismo en esas zonas
(desde la conquista, la colonia hasta la (segunda tesis) y la afirmación de que la
actualidad del escrito) y revisar el vínculo
existencia de ellas funcionaba como obstáculo
entre “dos mundos” (4). para la formación de mercado interno y el
A partir de esta consideración, desarrollo del capitalismo “nacional y
desplegó un concepto que será central en su progresista” (tercera tesis). Frente a ambas,
texto de 1969, es decir, el de “colonialismo Stavenhagen fue taxativo. En el caso de la
interno”. En otras palabras, que dentro de un
segunda tesis, contra ella demostraba de qué
mismo país se encontraba esta división entre forma la “difusión” (ya fuera de bienes
zonas/mundos “arcaicos” y “modernos” y que materiales o culturales) no aseguraba el
los primeros hacían de “colonias internas”,
desarrollo de las zonas atrasadas. Por el
que suministraban lo necesario a las contrario, provocaba mayor subdesarrollo: la
metrópolis de cada país, con la tendencia a difusión no aseguraba los cambios
“subdesarrollarse más” –según lo que Gunnar
institucionales necesarios para el desarrollo
Myrdal llamó “causación circular acumulativa” de las zonas consideradas arcaicas;
(4)–. De este modo, “Las regiones desplazaba las industrias o artesanías locales
subdesarrolladas de nuestros países hacen las destruyendo la base productiva local y
veces de “colonias internas”, y en vez de obligando a la emigración; contribuía a la
plantear la situación en los países de América existencia de “intermediarios” que
Latina en términos de “sociedad dual” entorpecían –por la concentración del ingreso
convendría más plantearla en términos de regional– al desarrollo; significaba casi una
“colonialismo interno” (4). A diferencia de “extensión” de los monopolios; el flujo del
Stavenhagen, Real de Azúa sí consideraba capital en realidad se hacía en sentido inverso
esta dualidad –tal como consigné más arriba– a la acusatoria mirada sobre la zona
, pero en otros términos que en la “Teoría de atrasada: la emigración de la población joven
la modernización”; la dualidad le permitía activa mejor preparada terminaba por definir
además de pensar la relación “viciosa” entre la descapitalización de las áreas
el subdesarrollo de unos países y regiones del
subdesarrolladas; esa “difusión”
mismo país frente al desarrollo de otros, malentendida tenía una historia que podía
incorporar la mirada –quizá nostálgica- de remontarse al descubrimiento de América.
que en lo arcaico y tradicional había La segunda tesis era invertida,
potencialidades de un desarrollo diferente al entonces, bajo el siguiente lema: “el progreso
requerido por esa misma teoría de la
de las áreas modernas urbanas e industriales
modernización. Había, si se quiere, criterios de América Latina se hace a costa de las
diferentes, todavía no explorados. zonas atrasadas, arcaicas y tradicionales”
En Tercerismo, eso “tradicional” podía
(4).14 El desmantelamiento de la tercera tesis
entenderse de variadas formas; de hecho, en podía hacerse con mayor holgura teniendo en
diferentes puntos del texto “tradición” cuenta ese lema entre sus supuestos; o,
aparece como eso que debe ser recuperado
mejor dicho, ya estaba en la crítica de la
(lo útil) para unir el pasado con el presente y segunda tesis: las zonas rurales lejos de
continuar proyectando un mejor futuro; o constituir un atraso para el desarrollo
remite a una positividad inherente en la capitalista eran funcionales a ese desarrollo
oposición a la inmanencia occidental, tal como se había manifestado a la fecha.
entendida –en una síntesis con la que no le
Además, contra la hipótesis de que el
hago justicia– como una forma no trágica de mercado interno se veía condicionado por el
pensar la vida. atraso de algunas zonas, afirmaba que éste

14
En cursiva en el original.

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podía prosperar perfectamente en las zonas reflexionar sobre el problema rural el


urbanas, dado que no era la fuerza motriz de problema del “imperialismo”, esto es, que
la burguesía latinoamericana. En primer además de concebirlo (a la manera leninista)
lugar, porque ese capitalismo “nacional y como la expansión del capitalismo, una
progresista” era inexistente en el ámbito “consecuencia de la necesidad de crecimiento
latinoamericano y, en segundo lugar, porque implícita en la economía capitalista” (44),
el problema del mercado interno se definía también definía que la baja industrialización
por la distribución del ingreso y no por el respondía a la necesidad de que las
atraso o desarrollo de zonas que, además, se economías de los países subdesarrollados
encontraban “funcionalmente” en esa fuesen “complementarias” respecto de las de
condición (atendiendo a la lógica del los países desarrollados. Ampliaba esto último
“colonialismo interno”) (4-5). atendiéndose al análisis marxista que
En el caso del texto de Real de Azúa, sostenía cómo el imperialismo promovía las
el problema del subdesarrollo de unas zonas “estructuras feudales”: “Lo que parece cierto,
en pos de otras, así como el lugar específico en suma, es que el imperialismo no
de lo “rural” como punto de atraso tiene promueve la modernización y la
ciertos matices respecto del enfoque anterior. industrialización global de un país sino sólo la
El problema rural se insertaba en la de aquellas zonas y recursos que le
comparación que estableció entre el interesan: el resto bien puede ser dejado en
capitalismo y el comunismo, en especial entre el barbecho precapitalista, o patriarcal, o
la centralización y la libre empresa. De hecho, semifeudal” (55). Lo anterior parece un “dar
finalizaba el apartado dedicado a esa vueltas” sobre el problema, pero no termina
comparación con “el doble problema: por establecer lo que sí Stavenhagen
agrarismo e industrialización” (301-306). Allí marcaba en sus críticas: la relación entre lo
Real afirmó, entre otras cosas, que el moderno y lo tradicional; en la dependencia
problema de la “baja productividad” del funcional, para ponerlo con otras palabras, de
campo se definía por el latifundio, la falta de lo arcaico a lo “desarrollado”. Es decir, en la
industrialización, la existencia de la figura del importancia que Stavenhagen dotó al
“intermediario” (en el mismo sentido en que “colonialismo interno” para comprender las
lo afirmaba Stavenhagen) que “se embolsa diferencias en el desarrollo de diversas zonas
una parte de los rendimientos y al que debe pero, sobre todo, en la vinculación entre la
estarse sobornando constantemente o una estratificación étnica y la cuestión de las
mayor entrada para que se asuma la decisión clases sociales.
de capitalizarse mejor” (302). El centro de
este apartado está dominado por un breve VI
análisis del significado de la “Reforma
Agraria”; sostenido en los presupuestos que Las tesis cuatro, cinco y siete pueden
manejara el economista Paul Baran, Real de ser agrupadas en torno de una crítica a una
Azúa finalizaba entonces que “Es una falsa visión idealista u estática de una categoría
disyuntiva, en suma, la del agrarismo e
como la de “clase social”. De hecho, en la
industrialización, identificados el primero a lo número cuatro lo que marca Stavenhagen es
que es “natural” y a la vez atraso; una crítica a pensar, en primer lugar, que
consustanciado el segundo con artificialidad y
siempre la “burguesía” se comportará igual
(también) fortalecimiento global de la en todos lados (“romper el poder y el dominio
colectividad” (306). El atraso estaba para de la oligarquía terrateniente”, p. 6); en la
Real de Azúa en un agro no tecnificado, sin el
quinta, la noción extendida de que el
complemento con las áreas industriales, que desarrollo latinoamericano se encontraba
a su vez se definieran a un “mercado condicionado al mismo desarrollo de una
suficientemente amplio para no dejarla clase media “nacionalista, progresista,
irremisiblemente entera y permitirle pasar de emprendedora y dinámica” (p. 8); y, la
la primera y necesaria “artificialidad” a un
séptima, donde se concluía que el progreso
auténtico arraigo económico” (307). latinoamericano dependía de una alianza
Real tomaba en cuenta para

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A propósito de Rodolfo Stavenhagen

entre obreros y campesinos (teniendo en la categoría de “colonialismo interno”


cuenta la “identidad de intereses” entre teniendo en cuenta el esfuerzo realizado por
ambas clases (p. 11). Frente a esas Stavenhagen en su libro Las clases sociales…
afirmaciones, Stavenhagen marcó con para relevar el significado de “clase social” –
claridad sus distancias. En primer lugar, siguiendo la definición leninista- y distinguir
desestimó la existencia de una razón qué de esa definición necesitaba ser ajustada
estructural para que burguesía y oligarquía en pos de las realidades tercermundistas, en
latifundista no se entendieran. Y aquí especial, las de una Latinoamérica indígena.
mencionó: De hecho, su oposición a la tesis número 7
(el progreso latinoamericano a partir de una
“El triste espectáculo de algunas alianza entre obreros y campesinos)
“reformas agrarias” recientes proporciona implicaba una mirada específica sobre las
un buen ejemplo de los que se acaba de relaciones de clase, descartando la
decir. Bajo el acicate de la experiencia
naturalidad con la que se pensaba una
cubana y la presión de los Estados Unidos,
alianza de tal entidad, sobre todo
muchos gobiernos conservadores de
América Latina suscribieron, en la descartando que obreros y campesinos
conferencia económica de Punta del Este compartieran un mismo interés de clase.
en 1961, la propuesta de que sería mejor
aguantar algún tipo de reforma agraria que El texto de 1969 tiene una clave que toma
exponerse a una revolución campesina” (p. a la clase social como un factor explicativo
11) del funcionamiento social, a la par que
vincula el subdesarrollo y el desarrollo a
Finalizaba con la afirmación de que partir del “colonialismo interno”. En el caso
habían sido los movimientos populares particular del análisis que realiza sobre las
quienes habían acabado con la aristocracia “clases sociales”, se nota el trabajo de
latifundista latinoamericana y no la reflexión sobre el uso de esa categoría en el
burguesía. En realidad, burguesía y oligarquía marco de sociedades que –a la par–
eran aliados en pos del colonialismo interno. necesitaban de otras nociones para ser
Frente a la creencia de una clase comprendidas en toda su complejidad.
media uniforme, discutió ampliamente su Especialmente la sociedad mexicana parecía
heterogeneidad y, sobre todo, la ambigüedad ser una sociedad donde la categoría de
de su definición. En otros términos, que no “clase” ameritaba cruces, marcos donde se
podían circunscribirse la definición a los hiciese hincapié en tener en cuenta a la
“hábitos de consumo” (p. 12), o a su función población indígena y su cultura para no
en la estructura social (sector terciario). dejarlas fuera de análisis que obliteraban su
Además, “dependen económica y socialmente importancia en el desarrollo capitalista (al
de los estratos altos, están ligados considerarlas “por fuera” de él en tanto que
políticamente a la clase dominante, son “arcaicas”). Así, “colonialismo interno” ponía
conservadores en sus gustos y opiniones, en primer plano este problema. De este
defensores del statu quo, y sólo buscan modo, el texto Las clases sociales devolvía a
privilegios individuales” (p. 12). Y, la “clase” al centro de la reflexión sobre las
finalmente, dudaba de una comunidad de estructuras y el funcionamiento social: la
intereses entre los campesinos y obreros, clase estructura el funcionamiento social, y
justamente porque definía la relación entre por ello no habría que perder de vista cómo lo
ambos como de “colonialismo interno”, y hace en sociedades con diversidad étnica. En
sobre todo hacía hincapié en los beneficios otras palabras, sin condicionar el análisis de
diferenciales que tendría la reforma agraria esas sociedades a una única clave: ya fuera
para campesinos respecto de los obreros. sólo la de “clase”, ya fuera sólo la de
Atendía, al mismo tiempo, al problema de “estratificación”:
que la reforma agraria se hiciera sin “Las estratificaciones representan,
colectivizar la tierra, esto es, sin transformar la mayoría de las veces, lo que podríamos
su propiedad. llamar fijaciones o proyecciones sociales,
Aunque todavía queda una tesis “errónea” con frecuencia incluso jurídicas y, en todo
sobre la que detenerme, aquí hago una caso, psicológicas, de ciertas relaciones
sociales de producción representadas por
pequeña desviación. Me interesa referirme a
las relaciones de clase” (p. 39).

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disquisición sobre la categoría “clase social”


“En toda sociedad pueden existir para entender qué de ella podría ser
varios sistemas de estratificación social. En relevante para el tercerismo. Mencionó lo
la región que estamos analizando es
positivo de dicha noción; entre otras
posible distinguir tres sistemas de
estratificación social, es decir, tres
caracterizaciones, la jerarquización de la
universos sociales con respecto a los clase de acuerdo a su poder económico,
cuales puede ser estudiada la político y cultural; la posesión de la propiedad
estratificación: la etnia indígena, la etnia de los medios de producción como punto
ladina y la sociedad global en la que fundamental en la distinción de estas; la
participan indios y ladinos. Podemos hablar vinculación de ese dominio con el dominio de
de dos tipos de estratificación en la región: los “resortes del Estado y la influencia
la estratificación intra-étnica y la decisiva en la elaboración de los patrones
estratificación inter-étnica” (p. 230).
culturales vigentes” (172); los vínculos que
crea la pertenencia de clase, incluso más
“Clase social” así permite revisar cómo fuertes que los de la nacionalidad; la
un autor tomó una categoría clásica del importancia de la lucha de clases para la
marxismo y la pensó a la luz de una realidad comprensión de los fenómenos históricos; el
particular (es notorio esto último cuando se ejercicio de la acción de la infraestructura
verifican todas las posibilidades para pensar económica sobre “ideologías e instituciones” a
la relación entre clase social y sistemas de
través de la clase; los partidos políticos como
estratificación: desde la India hasta algunos –en mayor o menor medida– “signos” de las
países africanos, por ejemplo). Al comienzo clases; la importancia de la “conciencia de
del texto, de hecho, explicaba:
clase” para la legitimación de ciertos
razonamientos y acciones que tienden a
“(…) Por una parte, el sistema
difuminar la pertenencia de clase (172-173),
capitalista, que es en el marco clásico de
un análisis estructural de las clases etc.
sociales, no se encuentra en estado “puro” En todos los casos, apuntó algunos
en estos países, a que ha sido importado pequeños deslices, como por ejemplo a que la
desde el exterior. En consecuencia, no es única fuente del poder de la clase dominante
el resultado de un desarrollo interno no fuera estrictamente la propiedad de los
propio, sino que ha sido superpuesto a medios de producción (172); o que la lucha
estructuras existentes con anterioridad. de clases fuera el único modo de comprender
Por otra parte, debido a la coexistencia en
“todo el embrollado acontecer histórico”
los países subdesarrollados de estructuras
(173). Y, especialmente, que debían tenerse
económicas diversas y de etapas de
evolución económica y social diferentes, en cuenta las “tensiones internas” en las
las estratificaciones en estos países acusan clases para comprender ciertas acciones y
aspectos múltiples que no tienen en los decisiones que escapaban a su misma
países desarrollados. En consecuencia, las definición como un todo coherente (175).
modalidades de un análisis de clases
sociales en los países subdesarrollados son Es cierto que este tipo de críticas
necesariamente diferentes que en los pueden encontrarse en bibliografía variada no
países industriales (47) sólo del ámbito latinoamericano, pero la
necesidad de Estas disquisiciones eran en
A diferencia de Stavenhagen, Real de Tercerismo… parte de un razonamiento que
Azúa revisó en Tercerismo la categoría de
se quería mayor, donde la discusión sobre
“clase social” pero autodefiniéndose como no “clase social” implicaba redefinir cuál era el
marxista.15 En otros términos, realizó una actor fundamental en la transformación, y
entonces, sujeto de la Historia. Otro tanto,
15
Es decir, en el apartado dedicado a comprender lo que
de beneficioso podría tener el marxismo para el
tercerismo. Pero, como en otros apartados del libro, se que le permitía pensar un tercerismo estratégicamente
dedicó a deslindar los extremos, ya fuera un viable. En lo que concierne a este trabajo, me detengo
antimarxismo a ultranza, ya fuera un marxismo en el apartado dedicado al relevamiento de la categoría
dogmático (127). Diferenció entonces del marxismo lo de “clase social”.

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A propósito de Rodolfo Stavenhagen

creo, podría pensarse del texto Las clases “industrialización” y la producción rural en el
sociales… de Stavenhagen (y, especialmente, apartado dedicado a comparar los beneficios
a partir de la crítica a la mirada sobre los y perjuicios de la planificación socialista y la
indígenas en “Las siete tesis…”). Esto es, competencia capitalista.
devolver la importancia del sujeto de la El tema de la industria vs. la
historia a las poblaciones indígenas, que – producción rural era en Uruguay un tema
paradojalmente– estaban incluso cercano, que tuvo además un corolario
invisibilizadas en los estudios rurales, o aun concreto en 1958 con la victoria del partido
más “Ellos mismos, los indígenas (…) se Blanco (en alianza con la Federación
verán como campesinos. Dejarán sus Ruralista). Pero, además, lo fue aún más en
etnicidades colgadas en la puerta de adentro 1962 cuando se llevó a cabo la primera
de sus casas y saldrán a la vida pública como marcha de los cañeros a Montevideo: es
campesinos que luchan por cambios decir, la primera marcha de un grupo
estructurales, reformas agrarias” (Bengoa, considerable de habitantes del norte del país,
2003: 48). trabajadores en las plantaciones de caña de
azúcar, que bajaban a la capital a reclamar
VII por sus derechos. En primer término, el
cumplimiento del estatuto del trabajador
La tesis errónea número seis, donde rural. Encabezados por Raúl Sendic, un joven
Stavenhagen discute la afirmación de que el estudiante de abogacía montevideano, quien
después se convertiría en líder fundamental
mestizaje produjo la integración nacional en
Latinoamérica, permite relevar dos del Movimiento de Liberación Nacional-
cuestiones. Por un lado, la que se desprende Tupamaros, los cañeros realizaron varias y
de las valoraciones que tuvo el mestizaje diferentes marchas que conmovieron, para
respecto de lo positivo o negativo de su muchos, el sueño europeo o desarrollado de
existencia para el desarrollo latinoamericano la capital uruguaya. La llegada de los cañeros
(apreciado como un signo de armonía y traía a toda una “clase social” a acampar en
superación; vilipendiado como causa de la un espacio que, hasta ese momento, pareció
degeneración racial); por otro lado, permite ser definido por sus propios habitantes y
definir en cada marco nacional las propias extranjeros como un “país feliz” o un “estado
pautas de valoración de ese mestizaje, y por benefactor” (Real de Azúa, 1952).16
lo tanto la consideración del peso de las
poblaciones indígenas en él. Por ejemplo, es Conclusiones
un punto esencial –casi un punto ciego- en el
texto de Real de Azúa. Digo “punto ciego” Entre el texto de Stavenhagen y el de
porque Real de Azúa consideraba que el peso Real de Azúa existen ciertos puntos que
de las poblaciones indígenas en Uruguay habilitan reflexionar sobre las
había sido casi “inexistente”. Ni siquiera caracterizaciones que estuvieron en disputa
tomaba en cuenta a las poblaciones indígenas durante los años 60 respecto de América
del resto de Latinoamérica a la hora de Latina y el Tercer Mundo. También, respecto
pensar la “cuestión agraria”. Si bien el texto de las apropiaciones sobre el marxismo que
de Tercerismo es un repaso que, adrede, deja fueron hechas en cada caso.
muchos temas sin profundizar, condicionado Tanto en “Las siete tesis…” como en
por su propia imagen nacional, el problema Las clases sociales el marxismo, como patrón
del “campo” y de la “situación rural” en el de interpretación de la sociedad y el devenir
marco del diagnóstico del subdesarrollo
carecieron de notas relativas a las
16
poblaciones indígenas y al problema de la Silvina Merenson (2007) estudió de qué forma los
tierra. “cañeros” y su gesta fue tomada por parte de la
izquierda revolucionaria uruguaya como parte de la
Frente a la obvia referencia relativa a definición de lo uruguayo, en función de hacer coincidir a
la lucha entre “el campo y la ciudad” respecto las luchas de los cañeros con el legado de José Gervasio
de los modos en que podría salirse de crisis Artigas. Es decir, de un protagonista de las luchas por la
diversas, incluso respecto de los modos en independencia de España y, al mismo tiempo, quien
redactara el Reglamento Provisorio de Tierras en 1815,
que el Tercer Mundo podría desarrollarse, tal considerado en los sesenta como una particular reforma
como mencioné, incorporó el problema de la agraria.

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histórico, está presente y a partir de él es que permite a su vez distinguir que ni


se realizan los ajustes para complejizar “latinoamericano” ni “tercermundista” podrían
alguna de su categorías como la de “clase adscribirse a un mismo patrón definitivo y/o
social”. De hecho, aunque esa confianza se esencial. Es decir, permite historizar la forma
vea luego matizada por una dimensión en que se constituyeron y constituyen como
cultural que no debiera dejarse de lado, la condensadores de análisis de un presente
función de la “clase social” necesariamente en específico –coyuntural, en muchos casos- que
el análisis de Stavenhagen le dice mucho de vuelve sobre el pasado para reflexionar sobre
lo que intenta explicar. Para Real de Azúa, el futuro. Y, aquí, lo que posibilita la
por el contrario, el marxismo aparece a fin de comparación entre ambos autores es la
cuentas infatuado por un sino, definido por lo revisión de los modos en que para cada uno
“inmanente”, en el sentido que una visión de ellos funcionaban las diferentes tensiones
ortodoxa de “clase social” dejaría de lado en el marco nacional, junto con el regional e
aquellos “intereses”, o entidades internacional. Diferencias notorias y vitales
“universales”, que definirían también una que, aún así, hacen posible analizar la
cuota fundamental de lo “humano”. Cuota manera en que dos intelectuales
que consideraba primordial para una reflexionaron sobre las perspectivas
trasformación total de las estructuras. necesarias para explicar y transformar
En ambos casos, la pregunta por el aquello que era un objeto –intenso- de
desarrollo latinoamericano pero, sobre todo, estudio.
por las condiciones en que éste sería posible,

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