Professional Documents
Culture Documents
Balderrama, Rafael
I.- INTRODUCCIÓN
278
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
Para los efectos del presente trabajo se asume que –mientras que las redes sociales se
constituyen sobre la base de intercambios de orden material y simbólico– los
intercambios que tienen lugar en las cadenas productivas son de carácter esencial
aunque no exclusivamente económico. Mi caracterización de las cadenas productivas
alimentarias se basa en una amplia y creciente cantidad de libros en los que se
describe la formación de estas cadenas dentro de industrias-complejos con altos
niveles de interdependencia e intercambios de carácter asimétrico, especializado y
altamente regimentado y la preferencia de sus participantes por mecanismos
informales de minimización de riesgos a nivel de firma mediante compromisos de
largo plazo (Vigorito, 1984; Arroyo, 1989; véase también Uzzi, 1997; White, 2002,
Cap. 1). Baste señalar, para los propósitos de este trabajo, que la industria alimentaria
comprende largas y complejas cadenas productivas dentro de las cuales se puede
constatar el desarrollo de formas crecientes de interdependencia con estrategias de
minimización de riesgos descritas en la literatura.
279
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
En la primera parte del trabajo se esgrime la tesis central del mismo enfatizando la
creciente importancia que asumen los intercambios desiguales, materiales y
simbólicos en la relación estado-actores sociales estructurados en redes verticales. Es
mediante este tipo de intercambios, según se argumenta en este trabajo, que se
estructura la dinámica de cambio social independientemente de la sustentabilidad de
los sistemas y cadenas productivas que se desarrollaron a la luz de esta relación. En la
segunda parte del trabajo se presenta una descripción detallada del caso Acarigua-
Turén en los años 1949-1975. Esta descripción esta parcialmente basada en el estudio
de fuentes diversas, así como en un trabajo de campo realizado por el autor en Turén
en el período que va desde diciembre de 1975 hasta marzo de 1976. Al final del
trabajo se dan unas breves conclusiones.
II.- EL ARGUMENTO
280
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
Una forma de describir la formación de estas estructuras, como se indica más abajo,
consiste en conceptualizarlas en términos de la constitución y el desarrollo de redes
sociales de orientación vertical. Al incluir actores sociales dentro y fuera del estado,
el concepto de redes sociales permite describir las estrategias de dominación del
estado como parte de un proceso jerárquico –a la vez que complejo e interactivo– con
múltiples participantes, cada cual con sus propios proyectos, motivaciones e intereses.
El concepto de redes sociales es también útil, porque permite la identificación de los
beneficios probables, riesgos y costos involucrados en la toma de decisiones por parte
de los grupos relevantes –funcionarios del estado, miembros del agrocomercio,
productores agrícolas modernizados, etc.– que se articulan a esas redes y las utilizan
para sus propios fines.
El concepto de “capacidad del estado” y su relación estrecha con las élites y grupos
empresariales han sido objeto de múltiples estudios de inspiración neo-weberiana que
han destacado la importancia histórica de proyectos y decisiones estratégicas por
parte de coaliciones de empresarios, tecnócratas, políticos y funcionarios de alto nivel
(véase, por ejemplo, Evans, 1995; Feingold y Skocpol, 1995; Weiss, 1998). La mayor
limitación de este tipo de estudios ha sido el carácter teleológico de los supuestos
bajo los cuales se describe la acción del estado y su capacidad para articular estas
coaliciones, por cuanto en estos estudios se concibe el término capacidad como un
requerimiento en función de ciertas metas de transformación socioeconómica
definidas a discreción del analista.
281
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
282
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
283
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
Al examinar más de cerca los supuestos centrales del modelo de actor-red de Latour,
el analista se enfrenta con el problema de cómo depurar este modelo y deslastrarlo de
sus aspectos más especulativos, que constituyen la más grave limitación a su utilidad
en un contexto eminentemente sociopolítico. Entre estos aspectos especulativos a ser
considerados por el analista se encuentra la tendencia del modelo a sobredimensionar
el carácter altamente esotérico del conocimiento utilizado en la construcción de redes
en la tecnociencia que este modelo intenta describir. De otra parte, y de modo aun
más ominoso, el modelo de Latour subsume las decisiones de los actores-red en un
universo confuso y heterogéneo en el cual los objetos y entidades no humanas
también asumen niveles cruciales de protagonismo. Se trata, en todo caso, de
modificar el modelo de actor-red para centrarse en sus aspectos eminentemente
sociopolíticos, lo que implica reconocer que es ante todo mediante la coerción y no
284
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
285
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
Estos dos modelos de redes sociales, según se mostrará en la segunda sección de este
trabajo, representan formas alternativas de dominación política que se dieron en
ámbitos y momentos históricos distintos en el curso de la modernización del sector
agrícola venezolano. Mi argumento, en síntesis, es que la probabilidad de
constitución de redes sociales de corte autoritario y/o clientelista en el agro aumenta
cuando el estado dispone de cuantiosos recursos y está en condiciones de ofrecer un
alto grado de protección a los productores agrícolas modernizados
independientemente de la sustentabilidad de los sistemas agrícolas a los que se
protege. En la sección que sigue más abajo se presenta el caso Acarigua-Turén, a
manera de mostrar cómo la formación y consolidación de las redes sociales verticales
tienen lugar al someter a un grupo numeroso de productores agrícolas mediante
políticas públicas que restringen toda forma de autonomía. El sometimiento de los
productores ocurre, a su vez, cuando el estado venezolano se ve urgido a utilizar estos
productores como símbolo de progreso en medio de graves y crecientes deficiencias
de legitimación en su gestión modernizadora.
286
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
obtención de créditos y otras formas de asistencia por parte del estado. Los temas
recurrentes de la época, invocados como justificación a estos vastos planes de
inversión publica y privada, eran cómo lograr la modernización y ocupación del
territorio nacional y cómo estos procesos de ocupación y modernización podían
traducirse en autosuficiencia alimentaria en el plazo más perentorio posible.
Una vez firmados los documentos que les otorgaban la posesión de sus parcelas –de
veinte, cuarenta o cien hectáreas–, los colonos debían darse a la tarea de cultivarlas
para así pagar las deudas estipuladas por el estado, las cuales comprendían un
modesto porcentaje con respecto al total de los desembolsos realizados. Desde el
punto de vista de su interés político, la Unidad Agrícola de Turén fue utilizada como
lugar de paso obligado para los dignatarios y visitantes extranjeros a quienes el
287
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
En el caso de Acarigua, los colonos eran ante todo egresados de las escuelas de
agronomía y veterinaria y encontraron una situación un tanto diferente, ya que el
gobierno estaba, de modo visible, mucho menos interesado en involucrarse
directamente en la organización de la producción agrícola en esa zona (Arvanitis,
1996, pp. 110-116). Para obtener créditos, sin embargo, todo empresario-productor
debía acogerse a los mismos criterios rígidos y autoritarios con respecto a los
renglones susceptibles de recibir financiamiento oficial sin garantías hipotecarias
(Balderrama, 1993, pp. 61-71). En el curso de los años, los colonos de Acarigua se
adueñaron de lotes de terreno considerablemente más grandes –unas doscientas
hectáreas cada uno–, comparados con las dimensiones modestas de las parcelas de
Turén y mostraron grandes habilidades en el plano político –logrando grandes
victorias frente a una municipalidad recalcitrante y hostil a sus planes– (Llambi,
1988). Con cada victoria crecía su influencia y capacidad para desarrollar nuevos
proyectos y someter, de modo cada vez más autoritario, a otros grupos de
comerciantes y productores agrícolas de la zona. Si bien nunca pudieron alterar los
planes oficiales que la dictadura perezjimenista había desarrollado para la agricultura
venezolana, sí lograron utilizar los créditos oficiales para desarrollar sistemas de
producción altamente rentables y compatibles con los planes del gobierno.
288
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
¿Qué razones forzaron al nuevo gobierno a reconsiderar su actitud hacia uno de los
más visibles legados agrarios de la dictadura perezjimenista? Paradójicamente, este
giro radical estuvo asociado a la promulgación de la Ley de Reforma Agraria de
1960, mediante la cual se intentaba conciliar objetivos y metas divergentes. De una
parte, el interés nacional –es decir, el auto-abastecimiento alimentario– exigía una
respuesta rápida y vigorosa que permitiera mantener y aumentar la producción
agrícola nacional; de otra, el gobierno abrigaba el firme propósito de mantener un
proceso lo más ordenado posible de toma de vastos lotes de tierra en estado de semi-
abandono. Dados el carácter más bien tímido de la reforma agraria y sus magros
avances, se fue gestando una severa crisis de legitimidad en el campo y la necesidad
de “mostrar resultados” en otros frentes, en particular en el área del auto-
abastecimiento alimentario del país.
289
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
nuevo sistema crediticio de corto plazo puso a estos últimos, sin embargo, en una
situación de dependencia creciente con respecto al estado.
Por otro lado, los grandes productores de Acarigua también lograron utilizar las
nuevas políticas de apoyo crediticio del nuevo gobierno para fortalecerse e
incursionar en aquellos cultivos y actividades productivas más rentables –azúcar,
algodón, tabaco, leche y actividades agrocomerciales–. Al disponer de grandes lotes
de tierra productiva, los productores-empresarios de Acarigua hicieron grandes
esfuerzos para promocionarse como garantes de las políticas alimentarias en curso y
lograr nuevos créditos de largo plazo e intereses reducidos por parte del estado. De
hecho, los grandes productores comenzaron a desarrollar sus propias redes, de
carácter más bien autoritario, con otros productores y actores sociales de la zona
(Balderrama et al, 1976). Muchos de ellos lograron desarrollar nuevos y fructíferos
contactos con las nuevas autoridades e incluso utilizar su presencia modesta, pero
creciente, en otros eslabones de la cadena alimentaria para asumir nuevas formas de
intermediación y enriquecimiento. Esta presencia se vio fortalecida con la
participación minoritaria de inversiones en plantas agroindustriales de la zona, y
también de ciudades como Caracas y Valencia.
Durante los años sesenta y comienzos de los años setenta, se desarrolló, con apoyo
creciente del estado, un vasto y rápido proceso de expansión de la frontera agrícola en
el enclave Acarigua-Turén (Balderrama el al, 1976). Este proceso se vio acompañado
de un uso creciente y masivo de insumos importados y una tendencia sostenida a la
disminución de los rendimientos por hectárea, una tendencia que contribuyó a
consolidar un uso cada vez más extensivo y dispendioso de la tierra cultivada en todo
el país (Dubuc, 1972; Rodríguez, 1980). Se trataba, en palabras de un observador
extranjero, de un “crecimiento horizontal de la producción agrícola de Venezuela”
(Merhav, 1974). Pese a su alto nivel de tecnificación y el uso masivo de tractores,
maquinaria agrícola y agroquímicos importados, ni los grandes productores de
290
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
El caso del ajonjolí, uno de los renglones más importantes del enclave, es ilustrativo
del sesgo altamente mecanizado y “horizontal” de las modalidades de rápida
expansión de la producción agrícola modernizada en la zona. Como dato ilustrativo,
la importancia vital de la producción mecanizada de este rubro en la zona se
evidencia por el hecho de haber alcanzado niveles mayores del 90% del total nacional
desde principios de los años cincuenta. Aun así, mientras el área total cultivada con
ajonjolí aumentó cuarenta veces en los años cincuenta, el volumen de producción de
este rubro aumentó solo treinta y dos veces en esa misma década; es decir, de
setecientas treinta y nueve toneladas a veinticuatro mil toneladas. Dadas las
dificultades institucionales que entrababan el desarrollo efectivo de sistemas de riego
en el enclave, el cultivo mecanizado de ajonjolí cobró particular importancia al
constituirse en la única opción de cultivo del verano –o estación seca– dentro de un
paquete tecnológico que incluía el maíz o arroz como cultivos de invierno –o estación
de lluvias–. Esta combinación de cultivos de verano e invierno se fue
institucionalizando con el tiempo, especialmente entre los pequeños y medianos
productores. De hecho, esta combinación representaba –en medio de una creciente
rigidez crediticia, institucional y tecnológica– la opción más atractiva para la gran
mayoría de los productores, especialmente al compararla a otros rubros –como el
tabaco y el algodón– (Balderrama et al, 1976). La alternativa de comprometerse a
producir tabaco rubio atrajo tan solo a un reducido grupo de pequeños y medianos
productores arrendatarios ubicados en la zona de La Misión, en el centro del enclave
(Llambi, 1988, Cap. 4). Para la gran mayoría de los pequeños y medianos productores
no arrendatarios tanto el tabaco como el algodón representaban, por el contrario,
formas aun más rígidas e intolerables de subordinación bajo el control directo de las
grandes redes agroindustriales nacionales.
291
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
En los años setenta, sin embargo, la aun rápida expansión de la frontera agrícola
dejaba de ser un claro indicador de prosperidad y parecía más bien encubrir un
número de problemas asociados a los costos crecientes de la producción agrícola
modernizada. Estos costos crecientes, al entrar en conflicto con las políticas anti-
inflacionarias del gobierno, crearon tensiones crecientes entre productores,
intermediarios y otros grupos en las cadenas alimentarias (Balderrama, 1993). Los
pequeños y medianos productores de la zona Acarigua-Turén, y en menor medida los
grandes productores, enfrentaban un proceso de descapitalización creciente de sus
activos fijos; un proceso que dio lugar al surgimiento de formas recurrentes de
protesta que recibieron escasa simpatía por parte de los sectores urbanos, quienes no
podían ver con buenos ojos el alza del costo de los alimentos en las ciudades. El
resultado de estas tendencias contrapuestas fue una crisis galopante de legitimidad en
las políticas agroalimentarias en curso, en medio de la creciente inoperancia y lentitud
del propio sistema de subsidios y asistencia crediticia de corto plazo creado por el
estado. Los pequeños y medianos productores, sofocados por la crisis, buscaban
vincularse a nuevos y cada vez más variados intermediarios, lo que solo lograba
mitigar la situación a corto plazo, mientras contribuía al desarrollo de nuevas formas
de corrupción e incrementaba los costos y subsidios necesarios para evitar un colapso
en la producción agrícola nacional.
292
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
293
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
Deben también considerarse, por supuesto, las limitaciones que presentan estos dos
modelos de redes y que inciden en su aplicabilidad en el caso bajo estudio, entre ellas
el énfasis excesivo otorgado a la credibilidad de los constructores de redes del modelo
de actor-red de Latour. Según este modelo–si bien un tanto modificado para los
propósitos de este trabajo–, no es, por tanto, la gestión eficiente del estado per se lo
que contribuyó a legitimar el estado y a fortalecer, aun cuando esta labor legitimadora
se lograra solamente de modo frágil e inestable, la propia capacidad del estado. La
labor legitimadora emprendida por el régimen perezjimenista debe ser entendida
entonces no solamente por su efectividad en silenciar a los críticos (Latour, 1988),
294
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
sino, ante todo, por la credibilidad ante audiencias nacionales y extranjeras que
gozaban de sus políticas y proyectos, incluyendo la Unidad Agrícola de Turén. Cabe
preguntarse, sin embargo, si sería acaso posible preservar y/o aumentar la credibilidad
de un régimen sin la utilización de una dosis suficiente de coerción y sin la
adjudicación de los recursos necesarios para emprender los planes y proyectos del
constructor de redes.
295
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
aun, al reconocer la fragilidad y/o el carácter difuso de los vínculos que estas redes
implican también se involucra el asumir que se minimiza la utilidad de estos modelos
en términos no solamente del modelo weberiano de dominación utilizado en este
trabajo, sino también en la propia explicación de los hechos descritos.
296
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
Debe considerarse, por último, la clara preferencia que los productores agrícolas
medianos y pequeños manifestaban hacia las redes clientelistas-rentistas. Esta
preferencia es atribuible no solamente al carácter rígido y opresivo de las redes
autoritarias desarrolladas, en particular, por la agroindustria, sino, además, a que la
participación en las redes clientelistas permite la búsqueda de beneficios
comparativamente mejores –entre ellos, una mayor flexibilidad en la toma de
decisiones a nivel de la unidad productiva–. Estos beneficios, así sean inestables y
297
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
limitados, son comparados favorablemente por los productores, quienes prefieren esta
flexibilidad al sojuzgamiento típico de una red autoritaria. Esta preferencia también
se ve robustecida por las expectativas creadas entre los productores en sus contactos
previos con los agentes del estado, los cuales son generalmente descritos como
típicos del comportamiento de agentes torpes y lentos, pero creíbles en términos de la
asistencia ofrecida. Es esta escogencia la que explica el predominio de las prácticas
clientelistas en la agricultura venezolana, al menos durante las décadas en que el
estado pudo disponer de los recursos necesarios para lubricarla y asumir los enormes
costos que estas prácticas exigen. Al hacerse miembros de una red clientelista, los
productores ciertamente obtuvieron beneficios de corto y mediano plazo, aunque
estos se realizaran bajo el manto de la complicidad y la impunidad en un contexto
social, cultural e institucional en el que estas prácticas se asumían como la forma
natural de “hacer negocios”. Una vez que estas prácticas se volvieron rutina y
adoptaron un carácter habitual en el quehacer económico, político y social de los
productores, funcionarios del estado e intermediarios fueron normalizadas por todos
los actores sociales relevantes, pasando a constituir parte fundamental de la cultura
política de los productores agrícolas modernizados.
298
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
REFERENCIAS
Auyero, Javier, (1999), “From the Client’s Point(s) of View: How Poor People
Perceive and Evaluate Political Clientelism,” Theory and Society, Vol. 28, pp. 297-
334.
Castillo, Ocarina, (1990), Los Años del Buldozer. Ideología y Politica, 1948-1958.
Tropykos-APUCV-Cendes, Caracas.
Feingold, Kenneth y Theda Skocpol, (1995), State and Party in America’s New
Deal. University of Wisconsin Press, Madison, Wisconsin.
299
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
Llambi, Luis, (1988), La Moderna Finca Familiar. Fondo Editorial Acta Científica
Venezolana, Caracas.
Pinto Cohen, G., Graffe, A. y Ravinovich, M., (1970), Los Recursos Financieros
Públicos para el Sector Agricola-Rural de Venezuela, 1936-37 a 1968, Cendes,
Documento de Trabajo No. 18, Caracas.
Oprescko, J., (1979), “La Colonia Turén vista por un Inmigrante,” Revista Turén,
Rotary Club, Turén, Venezuela.
300
La Investigación en la FaCES: Una Visión Integral 2009
Uzzi, Brian, (1997), “Social Structure and Competition in Interfirm Networks: The
Paradox of Embeddedness,” Administrative Science Quarterly, Vol. 42, pp. 35-67.
Weiss, Linda, (1998), The Myth of the Powerless State, Cornell University Press:
Ithaca, Nueva York.
301