You are on page 1of 2

ANÁLISIS DE LA CRÓNICA III “NO SOMOS BASURA”

Por: María Paula Dueñas y Heidy Tatiana Libertad, estudiantes de Sociología, I semestre A 2019

Es sabido que el ser humano ha sido objeto de un profundo análisis que se ha venido dando desde diferentes
disciplinas. Esto ha permitido ahondar en su estudio a partir de diferentes enfoques, ya sea desde un espectro
clínico, social, estético, entre otros. Una dimensión del hombre que ha sido de especial escudriño es el cuerpo.
Resaltando al cuerpo como lugar de experiencia humana, como vehículo de accionar en la vida. Esta
corporeidad permite la existencia dentro de este plano físico, ya que uno existe en la manera que se es cuerpo
ubicado en un espacio y en un tiempo. Sumado a esto el cuerpo nos permite el desarrollo dentro de todos los
espacios del actuar humano, no es únicamente el estado material humano sino que es la herramienta para el
actuar político y cultural. Autores como Le Bretón (2002) hablaron sobre el cuerpo desde esta visión:
“A través del cuerpo el hombre hace que el mundo sea la medida de su experiencia, transformándolo en un
tejido familiar y coherente. El cuerpo es el medio fundamental para experimentar y accionar en el mundo y con
otros, y su materialidad permite la inserción activa en un espacio social, cultural y políticamente dado” (Le
Bretón, 2002; en Gaviria, 2010).
Teniendo clara esta percepción del cuerpo como medio material para el accionar en la vida no solo política sino
cotidiana se puede indagar sobre las afectaciones que vienen sobre éste en situaciones complejas como lo es
la guerra, en un contexto más local el conflicto armado que se ha desarrollado hace bastante años en los
territorios colombianos. Si se analizan los datos dados por diferentes entes supranacionales, en Colombia casi
17 millones de personas (1 de cada 3) viven hoy en día en las zonas afectadas por el conflicto en Colombia i,
estas altas cifras convierten el estudio del cuerpo en la guerra como un objetivo académico importante.
Especialistas de diferentes áreas del conocimiento han decidido investigar que sucede con las personas que
viven dentro de este entorno de violencia extrema, qué le sucede a sus cuerpos y la importancia que ésto tiene
para evidenciar como la guerra ultraja la totalidad del sujeto. Elsa Blair es una de ellas, ha decidido ver estas
situaciones desde una perspectiva foucaultiana, analizando los cuerpos desde las visiones de poder dadas por
Michel Foucault en su libro vigilar y castigarii.
Por otro lado desde otros esquemas literarios como lo es la crónica la autora Pilar Lozano en su libro “Crecimos
en la guerra“, ha querido narrar el conflicto desde la experiencia de diferentes niños. Enfatizando en el tercer
capítulo donde se ubican unas pequeñas niñas Yésica, Belkis, Sofía y Yajaira en un barrio vulnerable de la
ciudad de Bogotá llamado Altos de Cazucá. Estas pequeñas niñas con sus familiares fueron desplazados de su
tierra natal (Chocó) por las fuerzas paramilitares que se asentaron en esa zona, despojados de todas sus
pertenencias llegaron a Bogotá donde se ven enfrentadas a pasar frio, hambre, miedo y donde la violencia
extrema los azota diariamente. Sus hogares son deleznables, están sumidos en una profunda miseria que no
es únicamente material. Los recuerdos de los protagonistas antes del desplazamiento se convierten en un lugar
de descanso que los ayuda a escapar de la realidad donde su futuro es incierto.
El cuerpo de estas niñas y de los habitantes de esa localidad en general, ha pasado por una serie de
acontecimientos que pueden ser categorizados como una forma extrema del ejercicio del poder. De ahí nace
una pregunta importante para el desarrollo de este análisis: ¿De qué manera se expresan las relaciones de
poder en la guerra? Para Foucault el poder no es algo que se posee sino que está en todos lados y se expresa
en relaciones que se desarrollan entre los sujetos. Clasificando al cuerpo como un espacio específico donde se
vive y se trasmite el poder. “El poder no es una institución, no es una estructura ni una fuerza de la que se
dispondrían algunos: es el nombre que se le da a una situación estratégica compleja en una situación dada”
(Foucault, Historia de la sexualidad, la voluntad del saber, 2002, vol., p.113). Para que éstas relaciones de poder
se desarrollen los cuerpos “dominados” se ven controlados por diferentes tácticas que Foucault llama
“tecnologías corporales”iii. En el caso de las niñas de esta tercera crónica estas relaciones de poder se ejecutan
a partir de la violencia, ejercidas en diferentes “modalidades” de violencia. Del mismo modo las relaciones de
poder se expresan de manera diferente según los modos de violencia, Yésica, Belkis y Yajaira fueron
desplazadas, sus cuerpos se convirtieron en su única posesión y su territorio, lleno de marcas que les dió una
nueva significación a sus afectos y recuerdos, su cuerpo se convierte en su lenguaje ya que en él representan
todos sus temores y angustias. La desaparición también es una estrategia usada en esa localidad, miles de
personas son asesinadas en determinados horarios, este fenómeno lo reconocen los habitantes como
“Limpieza”, el miedo a ser el próximo desaparecido los limita en sus actividades, en sus juegos, en sus
recorridos, esta estrategia ha creado “cuerpos dóciles”iv que logra moldear la vida de los habitantes causando
una represión que se ve expresada en su forma de percibir la vida y en sus relaciones sociales. Su libertad se
ve limitada drásticamente impidiendo a muchos de los niños que crecen en estas lomas asistir al colegio,
entablar amistades, visitar a sus amigos, cohibiéndolos de vivir una infancia sana. En el caso de Sofía su
hermano Manuel fue desaparecido y encontrado muerto días después en una cantera cercana al barrio, este
suceso logró afectar a Sofía profundamente, el miedo y la carencia de afecto altera sus relaciones sociales.

Bibliografía:
i
Unicef,Infancia en tiempos de guerra, 2016
ii
M. Foucault, vigilar y castigar, 1975
iii
M. Foucault, Microfisica del poder, 1978
iv
M. Foucault, vigilar y castigar, 1975
Blair, Elsa. (2010, enero-junio). La política punitiva del cuerpo: “economía del castigo” o mecánica del sufrimiento en
Colombia. Estudios Políticos, 36, Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia, (pp. 39-66).
Le Bretón, David. (2002) Sociología del Cuerpo. Buenos Aires: Editorial Nueva Visión.
Lozano, Pilar (2018) Crecimos en la Guerra. Crónicas. Sexta edición. Bogotá: Panamericana

You might also like