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TEMA 3
PRINCIPIOS DE INNOVACIÓN EDUCATIVA
INNOVACIONES EDUCATIVAS
En términos genéricos se entiende por innovación "Mudar o alterar algo, introduciendo novedades''[1],
pero, ¿cuando hablamos de innovación en el sistema educativo a qué nos referimos, qué extensión tiene,
qué implica?, ¿qué relación guarda con el cambio y la reforma?, ¿qué significa implementar una
innovación?, ¿quién desarrolla y evalúa una innovación?, ¿qué modelos de innovación se han
desarrollado? ¿qué impactos producen las innovaciones?, ¿quienes participan y cuáles son sus funciones?.
Zaltman y sus colaboradores (1973)[2], se refieren a la innovación como un proceso con tres usos
relacionados entre sí:
1. Innovación en relación a “una invención”, es decir, al proceso creativo por el cual dos o más
conceptos existentes o entidades son combinados en una forma novedosa, para producir una
configuración desconocida previamente.
2. La innovación es descrita como el proceso por el cual una innovación existente llega a ser parte
del estado cognitivo de un usuario y de su repertorio conductual.
3. La innovación es una idea, una práctica o un artefacto material que ha sido inventado o que es
contemplado como novedad, independientemente de su adopción o no adopción.
Desde una perspectiva amplia. Carbonell (2001)[3], define la innovación como una serie de
intervenciones, decisiones y procesos, con cierto grado de intencionalidad y sistematización que tratan de
modificar actitudes, ideas, culturas, contenidos, modelos y prácticas pedagógicas. Se considera entonces
que la innovación supone poseer algo nuevo para alguien y que esa novedad sea asimilada por ese
alguien. Pero, ¿qué relación se puede establecer con el cambio educativo? ¿Qué se entiende por cambio
educativo?
Varios autores han aportado con definiciones de innovación educativa. Entre ellos Francisco Imbernón
(1996)[4], quien afirma que:
En base a esto podemos decir que los proyectos educativos innovadores son propuestas orientadas a
convertir las escuelas en centros de desarrollo integral, centros de vida, centros de investigación, centros
de aprendizaje significativo, etc. Un factor decisivo para el éxito de cualquier proyecto de innovación
educativa es el apoyo del director o directora del centro y de la comunidad educativa. Sin este soporte, los
proyectos difícilmente podrán prosperar. De allí la necesidad de su participación comprometida[5]. Por
esta razón, en este trabajo se ha considerado evaluar el proyecto ScienceLab[6] utilizando la rúbrica de
evaluación elaborada en base al “Decálogo de un proyecto innovador” (Fundación Telefónica, 2014)
PROYECTO DE INNOVACIÓN: ScienceLab
RÚBRICA DE EVALUACIÓN
Criterios y descripción:
III. Aprendizaje más allá del aula: El proyecto supera los límites físicos y organizativos del aula
uniendo contextos formales e informales de aprendizaje, aprovechando recursos y
herramientas globales con el objetivo de que los usuarios configuren espacios de aprendizaje
propios. El sistema fomenta la curiosidad del niño/a desde los primeros años,
independientemente de su entorno sociofamiliar, además de que supera el límite organizativo
educativo en el sentido de que la ciencia se está fomentando desde la primaria y no desde los
10 años de edad como se venía haciendo anteriormente. Por lo tanto el criterio se aprecia en un
nivel ALTO.
VI. Experiencia de aprendizaje auténtica: El proyecto propone a los beneficiarios aprender con
experiencias significativas y auténticas en lo personal, estimulando su compromiso
emocional. Los instructores del programa orientan a los niños/as para que realicen, describan
y analicen experimentos que les permitan comprender conceptos y procesos complejos de
forma apropiada y motivadora para su edad. Es decir, El usuario se forma en la gestión de la
competencia emocional a partir de la realización de actividades significativas relacionadas con
su entorno físico y humano. Por lo que el criterio mencionado se encuentra en un nivel
MEDIO.
VIII. Evaluación como herramienta de aprendizaje: El proyecto plantea la evaluación como una
herramienta central de aprendizaje del beneficiario, contemplando la heteroevaluación,
coevaluación y, la autoevaluación. Los cursos ofrecen una amplia gama de experimentos
apropiados para las diferentes edades y tratan sobre numerosos temas del campo de la
Biología, la Medicina, la Química, la Física, la Tecnología, la Astronomía y la geofísica. Por
lo tanto se realizan actividades puntuales para que el usuario tenga referencia sobre los
objetivos de aprendizaje que se le proponen alcanzar, no considerando la autoevaluación, ni el
auto registro de su desempeño. Este criterio se manifiesta en un nivel BAJO.
ANÁLISIS DE LA EVALUACIÓN
Hoy en día existe cierto sentimiento de frustración en los colectivos de ciencias e investigadores de
didáctica en las ciencias experimentales ante su realidad profesional cotidiana. Con relación a las materias
de ciencias dentro de la educación primaria, ésta se ha mostrado muy discreta, y en secundaria se ha
manifestado una importante reducción de las mismas dentro de los currículos educativos. A pesar de ello,
nadie duda del importante papel que juegan las ciencias en la sociedad actual, trascendencia que debería
verse reflejada en sus estatus dentro del sistema educativo. Existe una conciencia generalizada de que es
necesario adecuar el sistema educativo a las demandas y exigencias sociales, para lo cual resulta
inevitable introducir periódicamente procesos de reforma e innovación educativa. De hecho, en el
momento presente, estamos ante un proceso que supone un cambio importante no sólo en la organización
y funcionamiento de nuestro sistema educativo sino también en la renovación de los contenidos en todos
los niveles de la enseñanza.
Con relación a la rúbrica, se muestra claramente que no se considera el hecho de la autoevaluación. Sin
embargo, este aspecto es entendible, ya que se está trabajando principalmente con estudiantes de niveles
educativos primarios, es decir con niños/as que no tienen la edad suficiente como para realizar una
autoevaluación de su desempeño académico. El programa también ha sido aplicado en jardines de
infancia. No por ello deja de ser un proyecto efectivo de aprendizaje. En cuanto a la experiencia de
aprendizaje digital, podemos hacer referencia nuevamente a la edad de los estudiantes adicionando el
hecho de que las actividades experimentales científicas requieren situaciones reales en las cuales los
usuarios involucrados interactúan con el medio ambiente, es decir aprecian y perciben de forma real todos
los fenómenos que ocurren a su alrededor.
Es de importancia argumentar que la innovación se refleja en acciones que producen cambios en las
prácticas, implicando pues, transformación de las prácticas educativas. Se trata de un proceso intencional
y planeado, que se sustenta en la teoría y en la reflexión, y que responde a las necesidades de
transformación de las prácticas para un mejor logro de los objetivos de éstas. En la investigación, la
respuesta al problema implica generación de conocimiento (teorías, modelos, ideas, materiales, etc).
Desde esta perspectiva, la investigación educativa se nos presenta como la forma natural y deseable de
llegar a la innovación (transformación de las prácticas). La innovación se sustenta en la investigación,
pero no todo proceso de investigación culmina necesariamente en una innovación educativa. Cuando
Morin y Seurat (1998)[7] definen innovación como “el arte de aplicar, en condiciones nuevas, en un
contexto concreto y con un objetivo preciso, las ciencias, las técnicas, etc…”, están considerando que la
innovación no es solamente el fruto de la investigación, sino también el de la asimilación por parte de las
organizaciones de una tecnología desarrollada, dominada y aplicada eventualmente a otros campos de
actividad, pero cuya puesta en práctica en su contexto organizativo, cultural, técnico o comercial
constituye una novedad. Así pues cualquier proyecto que implique utilización de las TIC, cambios
metodológicos, formación de los profesores universitarios, etc. constituye una innovación. En este
sentido, podemos considerar que aquellas instituciones educativas que no contemplen cambios radicales
en relación a los medios didácticos y a los sistemas de distribución de la enseñanza pueden quedar fuera
de la corriente innovadora que lleva a las nuevas instituciones educativas del futuro. A criterio personal,
el proyecto ScienceLab llamó mi atención ya que en nuestro país, la escuela primaria es la responsable de
distribuir los contenidos de la cultura elaborada que formarán parte de la cultura básica de la
población. Los niños demandan el conocimiento de las ciencias naturales porque viven en un mundo en el
que ocurren una enorme cantidad de fenómenos naturales para los que él mismo está deseoso de encontrar
una explicación. Muchos docentes argumentan la imposibilidad de los niños por aprender ciencias
naturales, pero en mi opinión personal, considero que el enseñar ciencias debe siempre de ir acompañada
por la necesidad de querer aprender, si no existe dicha necesidad, el aprendizaje no se dará.
Algunos autores sostienen que los niños no pueden aprender ciencia, pues identifican la ciencia escolar
como la ciencia de los científicos. Chevallard (1985)[8] opina que “la ciencia escolar no es la ciencia de
los científicos, ya que existe el proceso de transposición didáctica del conocimiento científico al ser
transmitido en el contexto escolar de enseñanza”. Es por ello que considero que este programa es de gran
aporte ya que está empleando el concepto de innovación educativa de una forma muy precisa, es decir, se
enfoca en mejorar la forma en la que el aprendizaje llega a los estudiantes, comenzando desde un punto
base en donde los niños/as tienen su creatividad en un punto máximo se expresión, la educación primaria,
demostrando con resultados la capacidad que tiene el ser humano desde la edad en la que comienza a
desarrollar su conciencia, haciendo una propuesta novedosa de las soluciones o vías de solución,
suponiendo curiosidad y placer por la renovación de los métodos convencionales de estudio y
aprendizaje.
BIBLIOGRAFIA
[1] http://www.rae.es/
[2] ZALTMAN. G.; DUNCAN, R. y IIOLBEK. J. (1973). Innovations and Organizations. New York: J.
Wiley & Sons.
[6] Informe Grupo Telefónica (2014) 100 PROYECTOS EFICACES PARA FOMENTAR LAS
VOCACIONES CIENTÍFICO-TECNOLÓGICAS.
[7] Morin, J.; Seurat, R. (1998): Gestión de los Recursos Tecnológicos. Cotec, Madrid.