Este mecanismo de escalonamiento de cualificaciones garantiza que si ya se está en el rango de

cualificaciones que el sector productivo toma como elemental, se tienen más oportunidades de
conseguir un empleo (Dore, 1983). Lo anterior nos indica que la escalada de egresados de las
IES hacia los posgrados es una posibilidad real, pues la búsqueda de mejores empleos y
remuneraciones que solucionen de alguna manera la situación económica de las personas es una
constante. Al respecto podemos mencionar el caso de la educación superior, donde a partir de
diversas políticas establecidas desde la Secretaría de Educación Pública (SEP) como es el caso
del Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), se pretende elevar el nivel de
habilitación del profesorado, con base en los perfiles adecuados para cada subsistema de
educación superior (Presentación PROMEP), llevando a los profesores a buscar mayores grados
académicos que les den esa habilitación que permita entre otras cosas mayores recursos
económicos y reconocimiento para el caso de las universidades así como mejores plazas y
salarios para el caso de los profesores. En este sentido, la Universidad de Colima ha promovido
el incremento en el grado de habilitación de sus profesores, de tal forma que en los últimos 7
años, el porcentaje de profesores de tiempo completo que cuentan con perfil deseable se ha
incrementado de un 40.1 % en 2004 a un 69.4% en 2011 (Numeralia, Loc. cit.) En la actualidad,
un total de 21 profesores se encuentran cursando estudios de doctorado (14 en universidades
nacionales y 7 en extranjeras). (Dirección General de Desarrollo del Personal Académico,
Universidad de Colima, 2012)

Cuando hablamos del posgrado debemos entenderlo como aquellos estudios posteriores a los
estudios universitarios (licenciaturas). Al respecto Cruz (s/f.:2) menciona que al posgrado “se le
concibe como la formación de nivel avanzado cuyo propósito central es la preparación para la
docencia, la investigación, la aplicación tecnológica o el ejercicio especializado de una
profesión”. Existen tres niveles de formación convencionales en el posgrado: De acuerdo con
Cruz (Loc.cit.:2-3), la especialización o especialidad tiene como finalidad brindar conocimientos
y entrenamiento profesional en un campo del saber afín al del pregrado, actualizando y
profundizando el conocimiento y refinando habilidades y destrezas. Las maestrías, máster o
magíster tienen como propósito “brindar conocimientos avanzados en un campo del saber
académico o profesional, usualmente de carácter interdisciplinario, en las ciencias, las artes, las
letras o la tecnología. Entrenamiento básico en investigación suele acompañar a este tipo de
programas, particularmente en aquellos más conocidos como maestrías “académicas” en
contraste con las maestrías llamadas “profesionales” o “profesionalizantes” cuyo énfasis, como
su nombre lo indica, es el fortalecimiento y consolidación de las competencias profesionales en
un campo del saber”. (Cruz, Loc. cit.) Y los doctorados tienen como finalidad “brindar
preparación para la investigación original que genere aportes significativos al acervo de
conocimientos en una disciplina, demostrando haber superado distintos niveles de complejidad
en el saber que permitan avanzar, desplazar o aumentar las fronteras de un campo del
conocimiento. Aunque al título de doctor se le ha considerado siempre, en el mundo académico,
como la “licencia” requerida para ejercer la docencia universitaria, rara vez se encuentra algo en
los currícula que tenga que ver con la enseñanza en el nivel superior” (Cruz, Loc. cit.), ya que los
currícula rara vez hacen alusión al desarrollo de habilidades didácticas o docentes específicas en
este nivel educativo. La Universidad de Colima estipula en el Reglamento Escolar de Posgrado
(REP) (2010:4) lo siguiente: