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EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

Joaquín García Roca

Este Cuaderno aparecerá en formato papel a mediados de


septiembre.

Avanzamos su publicación en internet para ofrecer nuestras


reflexiones en el diálogo que el tema ha suscitado.

Cristianisme i Justícia
Julio de 2007

1. LAS DERIVAS DEL DEBATE


1.1. Apropiación y cooperación .............................................................................. 5
1.2. Adoctrinamiento y descubrimiento ............................................................. 7
1.3. Aula y casa ........................................................................................................ 8
2. LAS CUESTIONES
2.1. Derecho frente a ética filosófica .................................................................. 11
2.2. Responsabilidad pública y derecho de los padres .......................................... 13
2.3. Laicidad y confesiones religiosas ................................................................ 14
3. LAS BRÚJULAS
1. La educación ciudadana
1.1. Como política general ............................................................................. 18
1.2. Ámbito de lo cotidiano .............................................................................. 19
1.3. El marco escolar ......................................................................................... 20
1.4. Conocimientos, actitudes y valores .......................................................... 21
2. Esferas de ciudadanía
2.1. La esfera de lo común ............................................................................. 23
2.2. La esfera de la libertad ............................................................................... 24
2.3. La esfera de lo exigible ........................................................................... 25
2.4. La esfera de la solidaridad ......................................................................... 26
Joaquín García Roca es sacerdote de la diócesis de Valencia, sociólogo y director del CEIM
(Emigraciones). También es miembro del equipo de Cristianisme i Justícia.

INTERNET: www.fespinal.com • Dibujo de la portada: Roger Torres • Edita CRISTIANISME I


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ción, cancelación y oposición pueden dirigirse a la calle Roger de Llúria, 13 de Barcelona.
La Educación para la Ciudadana (EpC), como nueva área de conoci-
mientos que introduce la LOE en el sistema escolar tras ser aprobada
por el Parlamento el 6 de abril de 20061, se ha convertido en un campo
minado por prejuicios y sospechas. Si fuera un episodio más en el
enconado desencuentro político actual, sólo cabría esperar otra oca-
sión para reproducir el guión; sin embargo, esta vez, cuestiona los
grandes consensos educativos, las mismas finalidades de la educa-
ción, e incluso la legitimidad de sus actores.

Tan profundos son los temores, que la Conferencia Episcopal


Española ha llegado a proponer la objeción de conciencia ante la
nueva asignatura y ha emparentado el mundo cristiano con las protes-
tas callejeras, salvo la Federación de Religiosos de la Enseñanza
(FERE), heredera de las grandes tradiciones pedagógicas nacidas en
el interior del cristianismo, que intenta mantenerse leal y críticamente
dentro de la propuesta misma.

Pretendemos desarrollar las virtualidades que la implantación de la


EpC posee en orden a afrontar los nuevos desafíos y abrir el horizon-
te de la educación desde la centralidad del interés supremo de los
niños, adolescentes y jóvenes, especialmente de aquellos que deam-
bulan en busca de sentido para su vida y su incorporación a la socie-
dad2. Todos los analistas sociales observan que los jóvenes están
sometidos a presiones, ambientes e ideologías que dificultan el ejerci-
cio de su ciudadanía y cada vez hay menos espacios que escapan al
dominio del mercado, desde las relaciones personales al tiempo libre,
la vida privada, la cultura, los sentimientos, el mundo de la espirituali-
dad...
3
Esta orfandad en valores y motivaciones es de tal tamaño que des-
plaza a un lugar secundario la cuestión de si se recuperarán en versión
religiosa o laica, en formato público o social; más bien busca un com-
promiso unitario y convergente, que evite convertir la situación de la
juventud en tierra quemada.

Cuando el Parlamento español se propone “capacitar a niños y jóve-


nes para el desarrollo de la ciudadanía” e “incluir una nueva área que
aborde de manera expresa los valores asociados a una concepción
democrática de la organización social y política”, no es ningún desva-
río sino un propósito legítimo. Los propios jóvenes proclamaban ante el
Parlamento alemán que necesitaban nuevos cantos, y preguntaban “
¿quién los escribirá?”3. Mientras amanecen en el claroscuro valores
como la libertad, la piedad, la compasión, la gratuidad, el respeto a la
diversidad, el amor a la igualdad, la sociabilidad, el sentido de la con-
vivencia democrática.

¿Estamos creando nuevos aparatos ideológicos del Estado o promo-


viendo los cantos necesarios, que necesitan los jóvenes? Para unos la
EpC sólo es un signo de “la oleada de laicismo” y “camino hacia el tota-
litarismo” (algunos obispos españoles), para los otros “un instrumento
necesario para ganar en laicidad” y “camino hacia la creación de civis-
mo” (Fundación CIVES)4. ¿Qué sucedería con la Educación para la
Ciudadanía, que desde algún tiempo figura en los planes de estudio de
la mayoría de los países de la Unión Europea, si se hace desde la cen-
tralidad del interés supremo del menor, y desde sus hambres esencia-
les?

Intentaremos mostrar las graves consecuencias, que el actual des-


encuentro en torno a la EpC, tiene para la cultura de la educación ( I.
Las derivas); identificaremos las cuestiones a profundizar que están en
juego en el actual debate (II. Las cuestiones). Para finalizar situaremos
la EpC en el interior de otro horizonte educativo (III. Las brújulas).

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1. LAS DERIVAS DEL DEBATE

La actual confrontación en torno a la Educación para la Ciudadanía


debilita consensos adquiridos en el ámbito de la educación, produce
intensas derivas e incluso algunos restos de naufragio.

1.1. Apropiación y cooperación modo, la EpC nace gravada con una hi-
poteca de carácter antropológico, de lar-
Un frente del debate gira en torno a go alcance.
quién puede decidir por el menor, de
quién depende, a quién pertenece deter- Subyace en el debate una represen-
minar su formación en valores. Las res- tación del menor como alguien que no
puestas basculan entre quienes atribu- decide por si mismo, ni piensa correcta-
yen la responsabilidad mayor a la casa mente, ni ama como corresponde, ni en-
(familia) y quienes a la escuela tiende las cosas. Es una valencia nega-
(Estado). Ambas posiciones tienen en tiva que aboca a entender la educación
común la deriva de que el menor puede como un ejercicio de doma para contro-
considerarse propiedad de alguien. Lo lar lo emergente, socializar lo desviado
cual puede ser correcto desde la pers- y rehacer lo roto.
pectiva legal y política pero no lo es des- Procede, en consecuencia, desplegar
de una perspectiva educativa. De este prácticas de dominio sobre alguien que
5
se supone sin autonomía, y prácticas de Sin la crítica a la ideología de la
control sobre alguien en quien se pre- apropiación, la EpC nace quebrada.
tende reproducir los propios valores co- Ante los riesgos actuales, ninguna insti-
mo si de una clonación se tratara. tución es la única protectora, la única
Es necesario romper con la lógica educadora, la única aseguradora.
propietaria si queremos promover la En la esfera de la ciudadanía, el ni-
ciudadanía y responder a los actuales ño o el joven son primariamente una re-
riesgos, locales y globales, que planean alidad en la que confluyen relaciones
sobre los niños, adolescentes y jóvenes. que se tejen entre sí como un tapiz in-
¿Qué significa decir que el menor de- acabado; la EpC puede instituir relacio-
pende educativamente de la familia nes, corresponsabilidades y competen-
cuando el 20% de ellos o no tienen fa- cias; reenvía a la categoría de relación y
milia o está rota o no se le reconoce? O horizontalidad que moviliza educativa-
cuando las personas inmigrantes viven mente a favor de una sociedad convi-
ya la familia trasnacional que impide la vencial y justa7.
procura cotidiana entre sus miembros?5 Esta deriva propietaria del menor só-
La EpC nos debe introducir en otra lo se supera si se pasa de una educación
lógica que cuestiona o sustituye la lógi- vertical, que expropia de sí mismo al jo-
ca de la apropiación ya que la educación ven, a una educación más horizontal con
se asienta sobre la cooperación, las rela- capacidad de crear corresponsabilidad
ciones y la colaboración entre todos los entre la familia y las Administraciones,
agentes sociales. La competencia educa- entre el aula y la calle, entre los medios
tiva en orden a la ciudadanía no se le pue- de comunicación y las comunidades de
de atribuir pedagógicamente a un único sentido. Para ello es necesario comple-
sujeto, sea éste la familia, el estado, las tar el principio de subsidiariedad con el
Iglesias o las organizaciones sociales. principio de complementariedad.
Acercarse al educando es hacerlo a Algunos hablan de la EpC como si se
un sujeto que piensa, ama, espera, si- tratara de una nueva tecnología para cre-
mula, miente e incluso fabula. A alguien ar ciudadanos educados desde la institu-
que quiere ser escuchado no como un ción escolar. La perspectiva que propo-
pequeño individuo propietario sino co- nemos aproxima la EpC a una operación
mo un ciudadano pleno. No es propie- de red, que se despliega en estrategias
dad de nadie, aunque el derecho de fa- cooperativas. La tarea de la EpC sólo es
milia establezca con justicia viable si se fomentan alianzas entre la es-
obligaciones con respecto a él. La edu- cuela, la familia, los movimientos socia-
cación exige “des-apropiar” al menor les, las parroquias, los vecinos... La edu-
para reconocerlo en sus tres dimensio- cación para la ciudadanía es siempre un
nes como actor, que recita papeles ejercicio de polifonía.
aprendidos, como agente en referencia De este modo, lo niños, adolescen-
a sus procesos psico-físicos y como au- tes y jóvenes no sólo aprenden la ciu-
tor que inventa y reelabora sus propios dadanía, sino que la ejercen, como pro-
papeles6. clama la Convención sobre los
6
Derechos del Niño (1989) al afirmar so- negación misma de la relación educati-
lemnemente que los niños son ciudada- va. Tan radical es su perversión que co-
nos y no sólo futuros ciudadanos, tienen rrompe tanto la asignatura de ciudada-
derecho a expresar sus opiniones cuan- nía como cualquier otra materia
do las decisiones les afecten. El Alcalde formativa, incluida la religión. Los va-
de Roma lo expresó con justeza al in- lores que derivan tanto de la fe como de
augurar el Consejo de los Niños de la la razón se proponen como algo valioso
ciudad de Roma (2001) “Queridos ni- que resulta razonable y bueno. Tanto es
ños y niñas: he querido constituir este así, que su descubrimiento es progresi-
consejo porque necesito vuestra ayuda vo mientras el alumno se acerca a la re-
y vuestras recomendaciones, porque alidad, se deja hablar por los otros, se
nosotros, los adultos a menudo nos ol- abre a la profundidad de lo real y se es-
vidamos de lo que piensan los niños. cucha el propio corazón. No desciende
Desde hoy, trabajaremos juntos para como un rayo por la simple lectura de la
cambiar esta ciudad.” Al hacerlo incor- Constitución o de la Biblia.
poraba, a través del ejercicio ciudadano Los valores, en versión religiosa o
de los niños, el pensamiento de todos laica, no consienten la imposición sino
aquellos que no tienen prisa, que no la seducción, no la autoridad sino el des-
conducen coches, que salen de casa pa- cubrimiento, no el proselitismo sino la
ra encontrarse con los amigos. El con- búsqueda razonable. Por esto, las gran-
sejo no es una simple escenificación, des tradiciones educativas los emparen-
como vienen siendo tantos, sino un in- tan con la aventura del descubrimiento,
tento de cambiar la ciudad, es decir, un del nacimiento y la iluminación. La EpC
acto de ciudadanía8. tendrá que ser un viaje lleno de expe-
riencias y narraciones, en lugar de con-
formarse con la doctrina ya hecha de
1.2. Adoctrinamiento y uno u otro signo. En lugar de ejercer la
descubrimiento doma ante un producto ya guisado para
En el debate actual queda igualmen- que se lo coman, deberán atreverse a
te afectada la finalidad misma de la edu- pensar; en lugar de adaptarse sin más
cación bajo la sospecha permanente de criterio al pensamiento hegemónico, se
adoctrinamiento. Quienes la aceptan y experimentará el riesgo de buscar según
quienes la rechazan poseen en común el momento evolutivo de cada joven.
considerar la EpC como un botín en or- ¿Podrá la EpC salvarse de esta deri-
den a la reproducción de las propias va o sucumbirá a los mecanismos de
convicciones personales y de grupo. control del Estado? Por suerte, no todo
No cabe duda, que el adoctrina- lo que es una amenaza se cumple, como
miento es la permanente sombra que parecen sugerir los detractores de la
amenaza las materias sociales y huma- asignatura. Más bien no parece que sea
nistas y ciertamente debe ser vigilada la intención de la ley ya que concede a
por toda la comunidad educativa, inclu- los centros la posibilidad de adecuar los
so con la fuerza de la ley, ya que es la contenidos de la nueva asignatura al ide-
7
ario o proyecto del centro. Y en segun- Es alarmante el silencio acerca de lo
do lugar, es una materia que se ha im- que realmente importa a los menores,
puesto en casi todos los países europe- para ser sustituido por lo que necesita
os, sea cual sea la índole de su gobierno, una sociedad para lograr cohesionarse o
como “un medio de hacer frente a los mantener una confesión o una ideolo-
desafíos del siglo XXI” (Informe gía. Con frecuencia, se habla de educa-
Euridice). No parece que responda a la ción de jóvenes pero los jóvenes son las
maldad innata de lo socialistas, como grandes ausentes de las propuestas y los
propone algún jerarca. excluidos de los discursos, sobre todo
El resultado de la EpC no es una guía aquellos que necesitan mayor atención.
Michelín de la ciudadanía, sino que pre- Por esta razón, educar es ser educado.
tende acompañar la aventura de ser pa- Nadie está en condiciones de educar a
ra los demás y convivir con ellos. No alguien, si previa y simultáneamente no
consiste en ofrecer caminos trillados en ha sido educado por alguien. La trasmi-
función de las demandas del mercado, sión de conocimiento actitudes y valo-
de los requerimientos de las leyes o de res se arraiga en esa larga tradición en
las costumbres sociales. La educación la que los seres humanos se sienten in-
sólo puede señalar el puerto, pero la lle- terdependientes y por eso construyen un
gada no depende del educador sino del nosotros colectivo aunque sea mediante
esfuerzo colectivo de los tripulantes, in- retales heredados, símbolos trasmitidos,
cluido el educando. La paradoja de la indicaciones compartidas.
educación, que formularon los griegos
en su radicalidad, consiste en no domi-
nar el resultado del proceso educativo, 1.3. Aula y casa
ya que nunca se sabe si la llegada al En los debates actuales sobre EpC se
puerto será buena para los viajantes9. produce otra deriva que contrapone dos
Es necesario hermanar la educación escenarios, con desigual fortuna: la ca-
para la ciudadanía con dos conquistas sa (familia) y el aula (escuela). Para
que han sido esenciales en la pedagogía unos, el lugar natural de la educación
y están ocultas en el actual debate. En ciudadana es la familia, la casa o los pa-
primer lugar, tener en consideración el dres; para los otros su domicilio natural
punto de vista del educando, sus intere- es el aula como espacio reglado por el
ses, demandas y aspiraciones que ape- Estado. Si se trata de aprender la
nas aparecen en las actuales propuestas. Constitución con sus derechos y proce-
Con frecuencia, la preocupación por las dimientos, dicen unos, su lugar es el au-
necesidades del menor se desplaza por la; si se trata de educar en actitudes,
el reparto de competencias entre afectos y emociones su lugar es la fa-
Ministerio, Autonomías, Centros y fa- milia. Un espacio queda legitimado y
milias. De este modo, se convierte en otros quedan desacreditados para la for-
una cuestión administrativa, lo que es mación en valores, lo que comporta gra-
un imperativo educativo. ves consecuencias para la educación.

8
Se le asigna a la casa ser un espacio gran parte de menores, es la sustituta de
de la vida, donde el niño expresa sus una familia ausente, inexistente o des-
sentimientos y comprende sus emocio- truida. Así lo reconocía Albert CAMUS
nes, mientras que en el aula se hibernan al recordar su infancia en aquel Barrio
los sentimientos y se congelan las rela- de Argel, que “exhibía sus ganglios de
ciones afectivas: mientras la casa-fami- miseria y fealdad”, que “sólo la escuela
lia es hogar y lugar matricial de los va- proporcionaba esas alegrías de niño. E
lores, realidad sagrada y signo natural indudablemente lo que con tanta pasión
de bondad, donde se experimenta ser amaban en ella era lo que no encontra-
querido y aceptado, el aula por el con- ban en casa, donde la pobreza y la ig-
trario es el símbolo del taller, el lugar del norancia volvían la vida más dura, más
aprendizaje, la antesala de la fábrica, la desolada, como encerrada en sí misma;
productora de infelicidad. la miseria es un fortaleza sin puentes le-
Las consecuencias son graves ya vadizos”10. En la escuela, y no sólo en
que se estigmatizan los espacios educa- ella, hemos creído que se podía encon-
tivos entre buenos y malos, entre fastos trar lo que se estima esencial en cada
y nefastos. Una vez sustanciada la esci- cultura, lo que es necesario saber para
sión, es indiferente caer de una parte o un estilo de vida buena y digna de ser
de otra. Quienes consideren que la fa- vivida, lo que necesitamos saber para
milia es el lugar natural de la inocencia ser socialmente útiles.
y de la bondad, le reservan el derecho a Ambos espacios, en lugar de contra-
educar en valores, mientras tanto se exi- ponerse, se inter-afectan. En el aula,
me al aula de ser un lugar donde se prac- queramos o no, hay algo de familia en
tique el reconocimiento, la cordialidad la que conviven el fuerte y el débil, el
o la ternura, que son la condición para enfermo y el sano, el listo y el torpe. El
experimentar los valores. aula está hecha de contactos y relacio-
Al consagrar la incomunicación en- nes, de gestos y encuentros no previs-
tre el aula y la casa, se produce la deri- tos, de ternuras y frialdades. Y en la fa-
va de la fragmentación, incapaz de rela- milia hay algo de aula de aprendizaje,
cionar las diversas realidades que cuando el viejo advierte, el hermano
conforman la vida del menor: la corpo- mayor reprende, la madre opina, los tí-
ralidad y la sociabilidad, la reflexión y os informan11.
acción, la racionalidad y la espirituali- Ambos son espacios vitales de rela-
dad, el argumento y la cordialidad. La ciones que prolongan el propio cuerpo:
escisión sólo sirve a la racionalidad tanto lo que le pasa a la casa como lo
mercantil. que le sucede al aula acontece a la per-
Una familia inmune y un aula con- sona del niño, ya que todo en él es rela-
gelada de afectos y relaciones no tradu- cional. Participa tanto en el misterio de
ce, de ningún modo, las expectativas del la vida que se vive en la familia como
menor. Al contrario, mi experiencia co- comparte lo que se realiza en el taller.
mo educador me ha regalado siempre la ¿Es posible aprender matemáticas sin
convicción de que la escuela, para una emociones? ¿Es posible aparcar la si-
9
tuación de ruptura familiar en el interior un ensimismado ciudadano que sólo
de un proceso educativo? cuida su jardín. La reducción del ciuda-
Si todo en el niño es una aventura dano a productor o consumidor co-
corporal y social, cualquier intento por mienza en el aula, cuando la escuela se
separar lo que está unido está abocado reduce a simple taller se debilita la vida
al fracaso. No hay por qué pensar que en su conjunto. El sistema social que-
el aula no pueda ser un lugar de convi- dará de este modo legitimado para acer-
vencia, de comunicación, de acogida, carse a ellos como recurso con valor
donde se comparten sentimientos, emo- económico, mientras se perpetúa la ló-
ciones y actitudes. Ciertamente que no gica racionalista neoliberal.
toda aula es un taller ni toda casa es un Sería más adecuado aprovechar esta
hogar, más bien el niño constata que oportunidad para la construcción afecti-
hay aulas y familias en las que se mue- va del aula y para la construcción de-
re de frío y de incomunicación. Una ra- mocrática de la familia. Aunque sólo sea
zón más para apostar por la EpC. porque en todo aprendizaje hay una
Si el menor vive la escisión entre el interacción, es imposible que, en mayor
aula y la casa será un candidato a con- o menor medida, no sea de naturaleza
vertirse en productor para la fábrica, o emotiva o afectiva.

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2. LAS CÜESTIONES

¿Por qué ha suscitado la Educación para la Ciudadanía la sospecha


y el rechazo de amplios sectores de la población? ¿Cómo se ha con-
vertido en campo de batalla en el que no sólo se juega el trofeo de una
asignatura sino la emergencia de potenciales conflictos? Me ocuparé
de aquellos que considero sus principales agujeros negros: la relación
entre el derecho positivo y la ética filosófica, entre el Estado y la fami-
lia, entre la laicidad y las confesiones religiosas.

2.1. El derecho frente a la ética Hay algunos implícitos en la pro-


filosófica puesta que despiertan preocupación
cuando no alarma. “Con el derecho po-
Los contenidos educativos, que se
sitivo basta”, dicen una gran parte de los
sustancian en la EpC giran fundamen-
defensores de la Educación para la
talmente en torno a la Constitución es-
Ciudadanía. A su favor esgrimen las ra-
pañola y a la Declaración Universal de
zones del positivismo jurídico, que ven
los Derechos Humanos. Uno de los ob-
en el derecho el mejor y único cauce pa-
jetivos de la asignatura es orientar a los
ra una convivencia ordenada y demo-
alumnos en los rudimentos del derecho
crática; los alumnos aprenderán los
sobre el funcionamiento de una socie-
principios jurídicos, los derechos bási-
dad democrática. Nadie puede con sen-
cos, los procedimientos y reglas de jue-
tido común oponerse a que los alumnos
go cuya competencia atribuyen al
los conozcan y los practiquen. ¿A qué
Estado. Hasta el punto que muchos cre-
viene pues una oposición tan enconada?
11
en que los profesores competentes son cho sin el plus de la ética se convierte
los juristas12. en razón de Estado y pura gestión ad-
Esta posición suscita el rechazo de ministrativa.
pedagogos, sicólogos y filósofos, que Supongamos que la asignatura ex-
advierten que los jóvenes no necesitan plica los modos de pertenencia al
tanto del derecho positivo cuanto de los Estado mediante la consecución de la
valores que los sostienen ya que “Sin ciudadanía en los términos que propone
ética no hay derecho”. Hay valores, ac- la Ley de extranjería. ¿Es eso lo que ne-
titudes y emociones que preceden a las cesita el joven para fomentar actitudes
leyes y las legitiman. No es necesario de respeto y de convivencia con los in-
militar en el agustinismo político que re- migrantes? ¿O será necesario mostrar la
serva el derecho sólo para los pecado- inadecuación entre la ley y las formas
res, ni alistarse a las bellas almas que institucionales en las que se pisotean y
creen innecesario el derecho, para com- se niegan los derechos a los inmigran-
prender que con el derecho no basta. tes? Me temo que hay una sacralización
A quienes piensan que si los jóvenes del derecho, que debe ser corregida en
aprenden lo que las leyes exigen, po- aras de la educación. Más todavía, la
dremos esperar que sean cívicos, edu- EpC deberá ofrecer los instrumentales
cados, corteses e integrados, les asiste la adecuados para trascender la propia
ilusión ilustrada de que los niños serán condición de ciudadano, aunque moles-
buenos ciudadanos si se saben la te a los poderes establecidos: aquello
Constitución, las listas de derechos hu- que hay en el ser humano que trascien-
manos y el procedimiento electoral, ya de la identidad legal de ciudadano.
que aprenderán a obedecer a las leyes y Será igualmente importante para el
respetar a las autoridades legítimamen- niño recordar que no somos simple-
te derivadas del sufragio universal. mente ciudadanos, “recordar, como
Una asignatura basada en el conoci- afirma Anthony Appiah, que no somos
miento de la Constitución, de leyes y de- simplemente negros, blancos, amarillos
rechos, no sólo no cubrirá las expectati- o morenos, gay, heterosexuales o bise-
vas de los jóvenes sino que les expropia xuales, judíos, cristianos, musulmanes,
su mismo derecho a soñar otra realidad budistas o confucianos. También somos
posible y necesaria. La ley como la reli- hermanos y hermanas, padres e hijos,
gión institucional tiende a preservarse de liberales, conservadores e izquierdis-
todas las amenazas externas o internas y tas, maestros y abogados, fabricantes
de blindarse delante de toda crítica. Pero de automóviles y hortelanos, hinchas de
sobre todo renuncia al plus ético que un equipo o de otro, aficionados a una
siempre es inicio de posibilidades13. música u otra, cinéfilos y lectores de no-
Los gestores del poder, tanto reli- velas policíacas, surfistas, cantantes,
gioso como laico, difícilmente pueden poetas y amantes de las mascotas, estu-
entender ese plus de imaginación críti- diantes y profesores, amigos y amantes.
ca que se despliega en utopía y desen- No debemos permitir que una sola iden-
canto y no caben en las leyes. Un dere- tidad nos someta a nuevas tiranías”14.
12
Los valores pueden prescribirse y 2.2. Responsabilidad pública y
protegerse por la vía jurídica y política derecho de los padres
y no cabe duda que se debe hacer. Pero
Algunos ven en la educación para la
ninguna proclamación de derechos pue-
ciudadanía el oculto designio de indoc-
de sustituir las condiciones práctico-
trinar a los jóvenes por parte del
materiales para su reconocimiento ni si-
Gobierno de turno. Estaríamos ante la
quiera puede realizar por si misma lo
prosecución con otros medios de la lla-
que pretende conseguir. Lo vemos de
mada formación del espíritu nacional
continuo cuando las leyes que intentan
“un patético intento de intoxicación con
proteger a la infancia o a la mujer mal-
los ideales del franquismo, del falan-
tratada logran lo contrario de lo que se
gismo y del nacional-sindicalismo”.
proponen, como si la creciente judicia-
Frente a esta patología reclaman el de-
lización pudiese causar efectos perver-
recho de los padres a determinar la edu-
sos.
cación en valores de sus hijos.
En consecuencia, la efectividad jurí-
No cabe duda que los padres son los
dica supone condiciones sociales y po-
primeros responsables en la educación
líticas, mayor conciencia ciudadana y
en valores, no sólo en lo que respecta a
mayor vigilancia social, mayor organi-
la asignatura de ciudadanía sino en to-
zación asociativa y mayor implicación
do el proceso educativo, ya que los va-
personal. Sin estos elementos, el apren-
lores conforman todos los aprendizajes
dizaje del derecho es letra muerta, e in-
y la propia organización escolar. Lo cual
cluso podría resultar tremendamente
requiere una permanente e instituciona-
perverso en determinados momentos de
lizada vigilancia y participación de los
una existencia evolutiva.
padres en la escuela, sea pública, priva-
La insuficiencia del derecho y de los da o concertada.
aparatos del Estado para educar en va-
Contra el adoctrinamiento posible
lores reclama la constitución de esferas
caben dos tipos de defensas: dividirse el
sociales de relaciones personales y soli-
campo competencial entre las partes
darias sustraídas a la lógica del derecho
contendientes o mantener alerta todas
y de la institución. La creación de estos
las capacidades de autocontrol de los ac-
espacios de encuentro y comunicación
tores implicados. Veamos cada una de
donde se experimenta la gratuidad, el
ellas.
desinterés y la proximidad, no sólo es
un complemento pedagógico, sino que La primera solución, que tiene un al-
se acredita como espacio de socializa- to componente institucional, consiste en
ción para la ciudadanía. De este modo, repartirse las competencias educativas
la ciudadanía se deja fecundar por una entre la familia y el Estado. A la familia
tradición compasiva que merecería el le corresponde la educación, al Estado
apoyo de las comunidades de sentido, y la instrucción. Mientras la educación
el reconocimiento de algo que no se está hermanada con los valores y acti-
agota en la condición jurídica de ciuda- tudes, la instrucción se hermana con las
dano. habilidades e instrumentales. La educa-
ción propone valores y visiones para al-
13
canzar el pleno desarrollo de la perso- habilidades legislativas vacías de signi-
nalidad de los jóvenes e integrarlo en el ficado, una autoridad sin motivación.
grupo de pertenencia; corresponde al se- No se puede procesar conocimientos so-
gundo el aprendizaje ordenado y siste- bre el ejercicio de la ciudadanía y no
mático de habilidades, a cargo de pro- comprender vitalmente los significados.
fesores con un método adecuado y con De nuevo se cae en el dualismo ra-
un sistema experto15. cionalista, sea de carácter laico o reli-
Las familias y las iglesias se quedan gioso, que está en la base de nuestra so-
con la responsabilidad de la educación; ciedad. Se perpetua de este modo una
a las escuelas y a los Estados pertenece civilización empeñada en separar la ra-
la gestión de la instrucción. zón y los afectos, los conocimientos y la
La cuestión del adoctrinamiento se cordialidad, lo material y lo espiritual,
resuelve en falso cuando se trata como las realidades superiores y las inferiores.
un problema de poder, ya que se inicia Una civilización que ha servido más pa-
el distanciamiento profundo de los inte- ra llenar de objetos la vida del niño que
reses del menor. La escisión entre ins- para hacerle feliz.
trucción y educación es el último capí- La segunda alternativa que parece
tulo de una larga historia de más razonable desde los intereses del
contraposiciones, teoría y práctica, ra- menor propone que tanto los padres co-
zón y emoción, conocimiento y valor. mo los responsables sociales, políticos
Pero, sobre todo, está en el origen de la y educativos faciliten a los alumnos los
reducción instrumental del aprendizaje. instrumentos críticos, que les permitan
Lo que nació integrado se desintegra, lo pensar por sí mismos, ejercer su auto-
que nació unitario se fragmenta. nomía personal y resistir a todo adoctri-
Desde la centralidad del interés del namiento, no sólo al que procede del po-
menor, que necesita razones y motivos der político que crea súbditos, sino
para vivir, es difícil mantener la distin- también del poder económico que crea
ción como base para ordenar la EpC ya dóciles consumidores, del poder social
que en la vida del niño, todos sus dina- que crea ciudadanos siervos o del poder
mismos se inter-afectan y se co-deter- religioso que crea simples feligreses.
minan. Lo que puede parecer una victo-
ria para hoy, es una grave hipoteca para
el futuro, dado que la distinción se basa 2.3. Laicidad y confesiones
en aceptar las escisiones que se han pro- religiosas
ducido sobre el menor. El gran perdedor La reforma educativa ha incorpora-
es el niño que no conoce fragmentacio- do una doble instancia productora de
nes sino integraciones, escisiones sino valores éticos, según sean propuestos
unicidad. por las confesiones religiosas de acuer-
¿Cual sería el resultado de la EpC en do con el derecho de los padres a elegir
el alumno si la sometemos al dilema en- la formación religiosa de sus hijos, o se-
tre instrucción y educación? Un conoci- an derivados de los llamados “valores
miento de la Constitución sin alma, unas superiores” en los que se inspira la
14
Constitución de acuerdo con un estado solidaria y respetuosa con el pluralismo,
democrático, plural y aconfesional. el cultivo de la libertad responsable y de
Dejando ahora a parte la legitimidad los deberes cívicos. Tampoco puede el
o no de la presencia confesional de la re- Estado desistir de fomentar los valores
ligión en el espacio público escolar, am- comunes y compartidos en nombre de
bas instancias coinciden en el propósito una presunta neutralidad que sólo sirve
de contrarrestar la falta de valores y las a los poderes fácticos16.
actitudes incívicas que dominan en la El horizonte de futuro más razona-
sociedad actual, pero todavía tienen que ble y educativo no es la simple coexis-
aprender a convivir y superar viejos des- tencia de dos bloques contrapuestos e
encuentros que llevan a despreciarse incomunicados: la asignatura de la reli-
mutuamente, cuando no a eliminarse gión, basada sobre los principios y nor-
unos a otros. mas que proceden del credo religioso
El actual debate se ha polarizado en específico de cada confesión religiosa,
torno a dos posiciones límites, que hipo- y la de la ciudadanía, sometida al inten-
tecan el futuro de la educación y difícil- to de organizar mínimamente la vida
mente responden al interés del menor. privada y pública a la luz de una razón
Algunas instituciones de Iglesia y socialmente compartida. Es más razo-
organizaciones confesionales muestran nable construir un mínimo ético como
una abierta desconfianza hacia la nueva patrimonio de humanidad con la cola-
asignatura a la que declaran “inacepta- boración de todas las tradiciones, que
ble en forma y fondo ya que impone una posibilite posteriormente las éticas de
antropología y unos contenidos inacep- máximos17.
tables para los padres” y pretende la Existe una oportunidad histórica pa-
construcción de la conciencia moral. La ra que las comunidades de sentido cola-
tesis es una réplica a algunos defenso- boren en la construcción de la ciudada-
res de la EpC que son incapaces de re- nía solidaria, que se despliega en
conocer algún papel emancipador a las sustrato ético, inteligencia colectiva y
religiones, y en concreto el cristianismo, civismo social. E incluso para que pro-
en la construcción cultural, social, polí- pongan aquellos elementos de las sabi-
tica y jurídica de la ciudadanía inclu- durías religiosas sin los cuales no es po-
yente. Ante tal polarización, aparece co- sible el surgimiento de la ciudadanía.
mo tentación la solución salomónica Existe una oportunidad histórica para
que consiste en repartirse la formación profundizar el papel emancipador de las
en valores entre la asignatura de religión religiones en la construcción de los de-
y la educación para la ciudadanía, al rechos humanos, como nuevo nombre
modo como se reparten un territorio de la dignidad humana. El compromiso
conquistado. por la universalización a partir de los
Sin embargo, no hay ninguna razón que están peor situados, acredita la par-
para que la Educación para la ciudada- ticipación de la Iglesia en la tarea co-
nía no afecte a todos los alumnos, si és- lectiva de universalizar los valores de
ta es una pedagogía para la convivencia igualdad, justicia, tolerancia, respeto a
15
la diferencia, solidaridad, piedad, com- La clase de religión no puede entrar
pasión, que tienen su arraigo en el evan- en conflicto con la clase de ciudadanía,
gelio. ¿No deberían todos conocer y vi- porque la entrada de la clase de religión
venciar la parábola del samaritano en el sistema educativo como espacio
como parte del estatuto de la ciudada- público sólo se legitima si no protege
nía, en lugar de reservarla solamente pa- solamente su propia libertad sino todas
ra los que opten por la clase de religión? las libertades y derechos.
El acuerdo, el diálogo y el consenso
Pero sobre todo ambas están llama-
sobre el patrimonio común de valores,
das a proteger conjuntamente el mundo
compartidos y asumidos en una socie-
de la vida de la invasión tecno-adminis-
dad cada vez más plural moral, religio-
trativa a través de experiencias de sen-
sa y culturalmente, son más eficaces que
tido y de comunión. Ambas asignaturas
el recurso a las leyes, concordatos o im-
deben aliarse frente a lo que hoy cons-
posiciones partidistas.
tituye el mayor problema, la ausencia de
La religión antes de sustanciarse en sentido, el colapso de la solidaridad, la
una asignatura, junto o frente a la asig- marginalidad de los empobrecidos18. La
natura de la ciudadanía, antes de ser una mercantilización de los valores, la inva-
parte entre las partes, tiene voluntad de sión tecnológica y la dictadura burocrá-
universalidad, de valor abierto a todos. tica son los auténticos y reales enemi-
Incluso si no puede mostrar su raciona- gos de los valores humanistas hoy.
lidad, si no puede estar abierto a todos
como valor, por no ser razonable, quizá Si se prescinde de las sabidurías re-
habrá que plantearse si proceden de la ligiosas mundiales en la construcción de
fe, según el postulado establecido por el la ciudadanía será una grave pérdida, ya
Concilio Vaticano I para dirimir los con- que forman parte del trasfondo o patri-
flictos entre razón y fe. monio cultural de la sociedad, gracias al
La maduración de las convicciones cual se legitima socialmente la propia
religiosas en nuestro tiempo se desplie- aparición del concepto de ciudadano. Se
ga en ciudadanía activa. Más aún, la ciu- necesitan mutuamente para generar ho-
dadanía que caracteriza hoy el espacio rizontes globales de sentido ante el do-
público de la modernidad es la con- lor, el sufrimiento, la culpa, la enferme-
fluencia de sabidurías, tradiciones, con- dad y la muerte. Se necesitan para
cepciones diversas de la vida en la cual fortalecer valores y motivaciones acer-
creyentes y no creyentes se pueden en- ca del por qué y el para qué de muestra
contrar y reconocerse. responsabilidad.

16
3. LAS BRÚJULAS

Como sugiere el Informe DELORS educar es proporcionar brújulas


para navegar en un tiempo complejo. “La promoción de la ciudadanía
activa y la cohesión social” como propone el Informe, es una de las
grandes brújulas que necesitan los jóvenes hoy y forma parte de la
necesaria responsabilidad pública que ninguna institución puede dejar
de estimar y acompañar19.

La educación para el empleo se ha ando el juicio ético basado en los valo-


convertido en la base de la productivi- res y prácticas democráticas, y ejercer
dad; la educación para la salud en esti- la ciudadanía, actuando con criterio
los saludables de vida; la educación pa- propio, contribuyendo a la construc-
ra el consumo en promoción del ahorro; ción de la paz y la democracia, y man-
la educación vial en seguridad en carre- teniendo una actitud constructiva, soli-
tera. ¿Qué significa que una educación daria y responsable ante el
produce ciudadanía? Y ¿qué puede sig- cumplimiento de los derechos y obliga-
nificar que una ciudadanía produce edu- ciones cívicas” (BOE del 8 diciembre
cación? 2006 p. 43061).
Según la intención de los legislado- Educación y ciudadanía pueden fra-
res, la EpC quiere producir competen- ternizar, se complementan e interafec-
cias sociales y ciudadanas “que permi- tan, viven bajo el mismo techo, hasta el
tan a los alumnos comprender la punto que no hay ciudadanía sin educa-
realidad social en que se vive, afrontar ción, ni educación sin ciudadanía. No se
la convivencia y los conflictos emple- trata de producir una pócima con pe-
17
queños elementos de Educación y con cesidades de los menores y subyugados
rudimentos de la Ciudadanía, que des- por las potencialidades de la educación,
pliegue caracteres mágicos ni disponer dignificaron el protagonismo de los ni-
de una piedra filosofal que releve a las ños y jóvenes, su participación social, la
anteriores mantas en la Educación, sino corresponsabilidad ciudadana y la soli-
de validar una cultura de la educación daridad. Es un despropósito renunciar a
que se ha forjado con la participación de estas sabidurías pedagógicas para que-
las mejores tradiciones pedagógicas y darse sólo con las que tienen el pedigrí
una legión de maestro atentos a las ne- de la Ilustración20.

1. LA EDUCACIÓN CIUDADANA

La Educación para la Ciudadanía re- cadores del desarrollo humano. Por su


quiere pluralidad de actores en diversi- parte, el ejercicio de la ciudadanía acti-
dad de contextos, ya que trasciende los va marca la altura de la democracia, la
distintos sistemas sociales e incumbe a estabilidad política, el bienestar econó-
todas las instituciones públicas y priva- mico y las oportunidades sociales.
das. Nadie sobra en este empeño. La formación para el ejercicio de los
derechos y responsabilidades cívicas,
así como la educación para el desarro-
1.1. Como política general llo personal y social exigen un esfuerzo
El siglo XXI se ha inaugurado con colectivo, tanto más apremiante cuanto
dos grandes evidencias: el poder decisi- mayor es su deterioro. El fomento de la
vo de la educación y el papel funda- convivencia, como cualidad de las rela-
mental de la ciudadanía. Estamos con- ciones humanas en el espacio público,
vencidos de que la calidad de vida y el ha sido intensamente demandado por la
desarrollo personal dependen en gran sociedad_, dado su descuido. En conse-
medida de la calidad de la educación cuencia, debe ser un objetivo de políti-
hasta el extremo que la exclusión del ca general y de política cultural que des-
sistema educativo marca el nivel de borda el ámbito educativo formal y
marginalidad que padecen los países del compromete a los medios de comunica-
llamado tercer mundo y determina el iti- ción, a los contenidos éticos de los pro-
nerario vital del excluido; la tasa de es- gramas de televisión, a la inteligencia
colaridad y el fracaso escolar son indi- colectiva, a las relaciones de confianza
18
entre los ciudadanos, a la decencia de 1.2. Ámbito de lo cotidiano
las instituciones. Ninguna entidad pú-
El ejercicio de ciudadanía se aprende
blica o social encontrará motivos para
cotidianamente en cada uno de los mar-
no secundar el esfuerzo, e incluso para
cos de la vida, como ambiente colectivo
demandarlo como objetivo prioritario
que se respira y se recrea a diario en las
de la acción de gobierno.
familias, en la calle, en las instituciones,
Le sobran razones a la Conferencia en los mundos vitales, en las parroquias,
Episcopal Española para colaborar, im- en las asociaciones. No se trata de un pri-
pulsar y profundizar en esta tarea colec- vilegio, sino primariamente de una res-
tiva, una vez advertido el tamaño del de- ponsabilidad a la que están invitados to-
terioro ético de la convivencia en dos los agentes sociales; requiere
“Orientaciones morales ante la situa- intervenciones y responsabilidades com-
ción actual de España”. partidas que implican tanto a las familias
Responsabilidad pública e iniciativas como a las instituciones sociales, tanto a
sociales de manera cooperativa y críti- los gobiernos como a las empresas, a los
ca están urgidas a acometer tal empeño. medios de comunicación como a las co-
Cada uno de los actores actúa en di- munidades de sentido. Los esfuerzos de
versidad de instrumentos y estructuras las instituciones educativas significan
organizativas. Las bibliotecas y las pa- una mínima parte aunque decisiva.
rroquias, los museos y los parques te- Son conocimientos y actitudes que se
máticos, las casas de la juventud y los cultivan en la convivencia familiar, en la
centros de cultura popular, las acampa- amistad entre iguales, en la conversación
das de verano y el voluntariado consti- informal, en las comunidades parroquia-
tuyen la geografía social de la les, en los círculos culturales… En la ac-
Educación para la ciudadanía. tualidad, se han añadido con especial do-
Tan persistente es el empeño que di- minio los medios de comunicación, tanto
luye los tiempos formales de la educa- para la formación cívica como para su
ción, ya que la EpC no afecta sólo a la deterioro incívico.
adolescencia y a la juventud, sino a to- Interpela en primer lugar a la fami-
das las etapas de la vida que necesitarán lia, como espacio primario de socializa-
socializar aspectos nuevos de la reali- ción de los valores, mientras ésta no se
dad, adquirir destrezas para la convi- reduzca sólo a dormir bajo el mismo te-
vencia y el diálogo entre generaciones y cho. La conversación con el padre o la
procurar por el desarrollo personal y co- madre, la sugerencia cordial del abuelo,
lectivo. Se prolonga como educación vi- la actitud receptiva del hermano son la
talicia y proceso inacabable: cuanto más puerta de entrada a la experiencia de los
ciudadano más educación seguirá nece- valores cívicos. Con los amigos experi-
sitando a lo largo de su vida, y cuanto mentará la capacidad de iniciativa, y
más educado más ciudadano. Entre am- pondrá a prueba la forma conjunta de
bos existe la suma positiva, aunque al- abordar los retos cotidianos. Con las co-
gunos se empeñen en situarlos bajo la munidades religiosas de sentido recibi-
suma negativa. rá propuesta sobre la vida buena y feliz.
19
Con las tramas asociativas, desde los ficio económico, prácticas políticas que
sindicatos a los partidos políticos, des- han sustituido la argumentación por el
de el deporte hasta la música, se irán vi- ultraje, complicidades colectivas ante la
venciando unos valores, contrastando violencia y la corrupción.
otros y cribándolos todos. Los movi-
mientos sociales o asociaciones ciuda-
danas se han agregado para aunar vo- 1.3. El marco escolar
luntades solidarias en orden a la defensa La EpC ha estado presente siempre
del medio ambiente, la promoción de la de una u otra forma y con mayor o me-
salud, la cooperación internacional, la nor intensidad en el sistema educativo, en
lucha contra la marginación o la defen- el proyecto de Centro y en el interior de
sa de los excluidos. cada área de conocimiento. En las mejo-
Cuanto más complejas se hacen las res experiencias inspiraba el conjunto de
tareas y formas de la vida laboral, fami- la vida escolar e impregnaba toda la vi-
liar y social, más necesario se torna acu- da del centro escolar, hacia dentro y ha-
dir a procesos institucionalizados para cia fuera. Unas veces la preocupación
procesar todos los mensajes de la vida por la ciudadanía era compartida por to-
cotidiana y las actitudes de forma refle- das las áreas, y otras veces integrada en
xiva y crítica. los contenidos de las distintas materias
Es legítima y loable la preocupación del ámbito antropológico, social o ético.
de las Administraciones Educativas en Pero antes de convertirse en área es-
orden a enmarcar, ordenar y desarrollar pecifica de conocimiento, la EpC afec-
la formación para la ciudadanía sin me- ta al currículo del colegio, a su organi-
noscabo de la necesaria participación zación y a sus relaciones externas e
familiar y social. Fomentar la educación internas. Antes de reglarse e institucio-
para la ciudadanía es una tarea esencial nalizarse en forma de una asignatura,
de la responsabilidad pública, tan im- hay que implicar a todo el Centro en la
portante o más que lograr la educación promoción de valores e impregnar el
para el empleo, o la educación para la resto de los aprendizajes como algo ho-
salud. No se podrán escamotear recur- rizontal a todas ellas, orientar la propia
sos públicos para el desarrollo de la vi- organización del Centro, presidir las ac-
da social y cultural, priorizando a quie- tividades extraescolares y establecer
nes más apoyo necesiten para su puentes de colaboración entre la escue-
incorporación ciudadana. la y el contexto social.
Tal vez la necesidad imperiosa de
que se convierta en una asignatura del No cabe duda que la tarea excede las
sistema educativo muestra el fracaso de competencias de una asignatura con
toda una sociedad: padres que no se res- meros contenidos informativos y eva-
ponsabilizan de la educación sentimen- luables. Si realmente se quiere incidir
tal de sus hijos, medios de comunica- en hábitos, actitudes y valores ha de
ción que no fomentan el civismo, afectar a la propia organización del co-
sometidos como están a la ley del bene- legio, al estatuto del profesor y del
20
alumno, a la incorporación de los alum- es una tarea imprescriptible de toda re-
nos en la gestión del centro. forma educativa.
El desafío de la hora actual consiste
en saber cómo y en qué medida se or-
ganiza institucionalmente el aprendiza- 1.4. Conocimientos, actitudes y
je para el ejercicio de la ciudadanía, co- valores
mo oferta garantizada, abierta y La EpC se conforma en un cuerpo de
continua, mediante estructuras y servi- conocimientos para el manejo de la ciu-
cios que posibiliten los aprendizajes de dadanía, en actitudes, que vertebran el
los valores para la convivencia, habili- carácter del sujeto y en valores apropia-
tando unos tiempos y unos espacios, dos, que constituyen la musculatura mo-
creando unos contenidos y promovien- ral de la persona. Según los criterios de
do un sistema experto capaz de acome- evaluación de la materia, establecido
ter la tarea con rigor y honestidad. La por el MEC, se pretende evaluar tanto
asignatura sería un espacio donde se vi- los aprendizajes conceptuales, como la
sibiliza lo vivido y se cimenta verbal y evaluación de las actitudes y conductas
reflexivamente lo experimentado. que evidencien la interiorización de to-
No sobra una asignatura sobre la dos los valores democráticos.
Educación para la ciudadanía, que se La incorporación al sistema educati-
despliega en campos cognitivos, esta- vo formal tiene por objeto enseñar a ni-
dos afectivos y orientaciones valorati- ños y jóvenes aquellos conocimientos,
vos. El éxito de la misma consistirá en actitudes o procesos que los preparen
que sea metodológicamente activa, hu- para el ejercicio activo de la ciudadanía
manamente atractiva, incorpore las ex- y les predispongan para seguir apren-
periencias cotidianas de los estudiantes diendo a lo largo de toda la vida; es un
y abra el espacio escolar a los dinamis- proceso dinámico e interactivo que pro-
mos comunitarios, de suerte que aban- porciona ideas, valores y destrezas en
done la autoreferencialidad de la educa- orden a cumplir las funciones persona-
ción para establecer relaciones, les y sociales como miembro activo de
alianzas, redes con su entorno económi- una sociedad organizada21.
co, político, social y cultural. A la escuela se va a aprender y en la
El desafío real de la reforma consiste medida que alguien quiere aprender. La
en saber qué debe ofrecerse en cada eta- EpC es un cuerpo de conocimientos que
pa del desarrollo evolutivo del menor, deben aprenderse mediante una deter-
desde la centralidad de sus necesidades. minada organización y método, un mar-
Y, sobre todo, dignificar el área ya que, co físico con horarios, contenidos y eva-
con frecuencia, el sistema educativo ha luaciones.
mantenido la formación cívica como El debate sobre los contenidos que
apéndice marginal (“marías”), contraria- deben conocerse está logrando un con-
mente a lo que sucede en los 16 países senso generalizado sobre lo que se con-
europeos, en los que se ha convertido ya sidera actualmente esencial: el aprendi-
en asignatura. Dignificar esta formación zaje para una sociedad inclusiva reacia
21
a conductas sexistas, racistas e intole- que llevamos dentro de cada uno de nos-
rantes, la promoción positiva de hábitos otros. La libertad, la tolerancia, la igual-
saludables en el interior de una sociedad dad, el respeto son parte de nosotros
patógena, la conservación y mejora del mismos. Y en ningún caso se pueden
medio ambiente, la promoción de los plantear como algo ajeno. Valoramos
valores ligados a la paz y a la convi- desde lo que somos.
vencia pacífica, el uso del tiempo libre Según se entienda el estatuto de los
como ejercicio de voluntariado. valores de la modernidad como algo ex-
Es conveniente someter los conteni- terno a nosotros mismos o como algo in-
dos teóricos a las capacidades evolutivas terno en lo que vivimos y somos, la es-
del niño. No importa tanto la amplitud de trategia educativa será distinta.
conocimientos como la socialización de La formación en valores puede en-
aquellos que resultan esenciales. Se quie- tenderse desde dos metáforas que com-
re evitar de este modo la deriva acade- piten en las propuestas actuales y pro-
micista, que quitaría todo interés desde la ceden de las ciencias de la salud. Una
perspectiva del menor. metáfora se apoya en la lucha contra la
Como todo intercambio humano, la enfermedad a través de fármacos: la sa-
trasmisión de conocimientos y de habi- lud se le confía a la potencia del fárma-
lidades comporta la existencia de una co. Se escenifica en la lucha contra los
comunidad en cuyo interior se ejerce la virus y las bacterias como organismos
interacción, donde los alumnos y alum- extraños a los que se debe controlar y
nas se ayudan mutuamente, cada uno se- eliminar; se enfatiza la cantidad de re-
gún sus capacidades. Es a través de la cursos y prestaciones y se valoran los
interacción con los otros que los niños medios potentes. La otra metáfora se
y jóvenes descubren la cultura y apren- apoya en la promoción de la salud me-
den. El modelo de enseñanza que gira diante la creación de resistencias que
en torno al profesor individual a quien nos hacen inmunes. Se visualiza en la
se le atribuye la omnisciencia, y en tor- gestación de un ser vivo que nace den-
no a un alumno a quien se le atribuye la tro de la mujer, es ella misma que ger-
ignorancia no tiene sentido en la actual mina y sólo caben medidas preventivas
cultura de la educación. Sólo una míni- que faciliten la vida naciente. Su secre-
ma parte del proceso educativo adviene to está en la movilización de comporta-
por vía de sentido único22. mientos cotidianos en el consumo, en el
En segundo lugar, la EpC tiene que tiempo libre, en los lugares que se fre-
ver con la promoción de actitudes en or- cuentan23.
den a la convivencia, y con los valores, Pongamos por caso el tratamiento de
que no es primariamente una cuestión la familia, que constituye hoy uno de los
religiosa o laica, sino la capacidad de re- grandes reproches a la asignatura de la
conocer algo como valioso. Los valores ciudadanía. Lo que le sucede a la fami-
de la modernidad no son algo exterior a lia no es algo ajeno a nosotros ya que
nosotros mismos y a los jóvenes, que somos parte de esa historia. Los alum-
nos ataca como un ejército, sino algo nos no viven una familia ideal sino la fa-
22
milia real que conoce el desgarro, la ba recientemente el cardenal Martini, la
ruptura familiar, la separación, y es po- Iglesia “debe sostener positivamente y
sible incluso que vivan la diversidad de promover las familias y no penalizar las
orientación sexual. ¿No se les pueden uniones de hecho”.
dar las claves para entender lo que les La familia es una institución con
sucede, e incluso si es el caso llegar a una fuerza intrínseca tal que no le vie-
estimarles aunque tengan que compartir ne de fuera ni de cualquier otra parte.
los fines de semana sólo con alguno de Lo único que podemos hacer es mani-
sus padres? festarla y ponerla de relieve, de forma
La familia requiere más ser promo- que la gente la desee, la ame y se sacri-
vida que ser defendida. Como recorda- fique por ella.

2. ESFERAS DE CIUDADANÍA

La ciudadanía es el resultado de una aprendan a argumentar a favor de lo co-


larga historia de experiencias y tradicio- mún, a favor de aquello que se estima
nes que pueden orientar e incluso sedu- porque es de todos, a favor de lo que
cir la participación activa de los jóvenes. puede ser compartido. Sean valores
Ha ido conformando sus núcleos esen- compartidos, lugares públicos o bienes
ciales mediante un proceso abierto en comunes, constituyen la experiencia ci-
permanente interacción con el contexto vilizatoria de lo público. La razón por lo
histórico y social en el que se vive y en que una rosa es más hermosa cuando no
constante referencia con un ideal eman- se corta y puede ser mirada por distin-
cipatorio. La ciudadanía será una de esa tos ojos.
brújulas para los jóvenes actuales si es El ejercicio de ciudadanía es un mo-
capaz de incorporar las distintas tradi- do de reconocerse como familia huma-
ciones que la han constituido, y dejarse na, capaz de trascender los compromi-
cuestionar por sus agujeros negros. sos particulares, la lealtad limitada al
grupo de pertenencia y los intereses de
parte; por la ciudadanía se crea una
2.1. La esfera de lo común identidad que vincula a personas lejanas
En tiempos de exaltación de la di- en el espacio y en el tiempo, distancia-
versidad, es bueno que los alumnos das por las religiones, por las clases, por

23
las etnias o por las naciones. “La idea de igualdad entre las personas de un de-
de que todos los pueblos del mundo for- terminado lugar, superando diferencias
man una humanidad única no es cierta- y particularismos religiosos, étnicos,
mente consustancial al género huma- lingüísticos. Igualdad significa atribuir
no”, escribe. “Al contrario, lo que ha a los sujetos una idéntica capacidad ju-
distinguido durante mucho tiempo a los rídica, un idéntico derecho a ser titular
hombres de las demás especies es pre- de derechos, y en consecuencia de esta
cisamente que no se reconocían unos a igualdad nace el mutuo reconocimien-
otros. Lo propio del hombre era, en los to: te reconozco como sujeto en cuanto
inicios, reservar celosamente el título te reconozco igual a mí en derechos. Los
de hombre exclusivamente para su co- jóvenes deben aprender a luchar por los
munidad”24. derechos y contra los obstáculos que
¡Cuánto ha tardado el ser humano en impiden el reciproco reconocimiento de
sentir que pertenecía a una única espe- los sujetos.
cie! ¡Cuantos esfuerzos educativos para
superar el individualismo posesivo que
conforma a muchos alumnos hoy! 2.2. La esfera de la libertad
Invocar el principio de ciudadanía es re- Cuando se estima lo común com-
conocer un espacio público, común y partido, estamos en condiciones de va-
unitario, con vocación universal e in- lorar lo propio, como propulsor de la
clusiva que posibilite la convivencia en- identidad personal y social. La ciudada-
tre personas, cualquiera sea su étnica, nía hace referencia a la persona que de-
su condición social y su credo religioso. cide autónoma y libremente y participa
El advenimiento de la ciudadanía resul- en las decisiones que le afectan. La ciu-
ta emancipador cuando suscita procesos dadanía moderna nace para acabar con
de reconocimiento en la casa común de la condición de súbdito, vasallo y escla-
lo humano y nos capacita para enten- vo25. “La defensa del individuo y de su
dernos más allá de nuestras circunstan- autonomía moral constituye un deside-
cias, culturas o religiones. El proceso ha ratum de civilización que puede ser el
sido históricamente difícil y educativa- objetivo de la pedagogía de la libertad
mente complejo. El tamaño de la difi- en el ámbito educativo y también en el
cultad educativa lo conocen bien los social y político”26.
educadores que tienen que pleitear con- La ciudadanía tradicional se vinculó
tra las pautas posesivas introyectadas al ejercicio del voto en el ámbito políti-
por los alumnos, y reforzadas por los pa- co, que se convierte en el acto único y
dres y por la cultura mercantil domi- básico de participación política. “El ver-
nante. dadero poder del electorado es el poder
En tiempos pos-modernos, vincular de elegir quien gobernará; las eleccio-
la aparición de la ciudadanía a la cons- nes no deciden cuestiones, sino quienes
trucción del espacio público, común y las decidirán”27. Las razones, que se es-
compartido, es absolutamente contra- grimen para justificar esta expropiación
cultural, ya que despliega la condición de la ciudadanía, son diversas; los ciu-
24
dadanos, dicen algunos, no tienen tiem- ral para nuestro tiempo”29. No cabe du-
po para ocuparse de asuntos generales da que dicha vuelta servirá para librar-
porque deben trabajar y ocuparse de su nos de las retóricas reaccionarias e in-
familia; los ciudadanos no tienen com- cluso la ilustración es el único punto de
petencia para pronunciarse o actuar so- anclaje para una búsqueda que permita
bre asuntos generales que trascienden su superarla30; pero dudo que sirva para su-
experiencia cotidiana e incluso son in- perar las retóricas progresistas, el for-
capaces de superar los propios intere- malismo jurídico y la relación dinera-
ses particulares y asumir el interés ge- ria31. Podría incluso darnos la sorpresa
neral. que Rousseau nos propusiera una edu-
La ciudadanía activa, por el contra- cación para formar no al ciudadano si-
rio, se opone a cualquier expropiación no al hombre32.
de materias, espacios y competencias
que quieren sustraerse a la participa-
ción. El joven puede entender que su 2.3. La esfera de lo exigible
participación en la gestión de los ries- La ciudadanía expresa el estatuto de
gos locales y globales es componente cada uno de nosotros en la esfera del
esencial de su libertad. Si la asignatura Estado. Somos productores y consumi-
logra facilitar la estima de la libertad y dores en la esfera del Mercado, somos
el compromiso con la participación, ha- amigos, vecinos y familiares en la esfe-
brán valido la pena todos sus esfuerzos. ra de los mundos vitales, somos ciuda-
Libertad y participación, como anverso danos en la esfera del Estado-nación. La
y reverso, despiertan la capacidad de los ciudadanía, en consecuencia, connota
ciudadanos de organizarse en modo incorporación y pertenencia a un Estado
multiforme, de movilizar recursos hu- y a su jurisdicción, que comportan una
manos, técnicos y financieros, y de ac- serie de derechos y obligaciones, pres-
tuar con modalidad y estrategias dife- taciones y servicios que vienen estable-
renciadas para tutelar derechos y cidos por la Constitución. En este con-
responsabilizarse de los bienes comu- texto, ciudadano se opone a extranjero.
nes28. Entender que la ciudadanía no se Ser ciudadano significa saber cómo
limita al ejercicio del voto político, sino quiere el Estado relacionarse conmigo y
que se puede ejercer, efectivamente y en de qué manera yo quedo comprometido
profundidad, en todos los ámbitos de lo en la construcción de un sujeto colecti-
cotidiano, es algo profundamente con- vo, que puede llamarse casa común, pa-
tracultural. Como decía el personaje de tria, nación, estado o país. Necesita sa-
la película Espartaco: “sólo que un ber cómo se entra y se sale de un país
hombre aprenda a decir no tiembla el y cuales son los criterios de atribución
Imperio Romano”. de la ciudadanía y nunca entenderá por
Tengo serias dudas si para esta tarea qué hay tantos inmigrantes que no tie-
servirá sólo “la bandera del iluminismo” nen ni siquiera el derecho a tener dere-
según el llamado de Peces Barba a “vol- chos. Necesita saber que en razón de su
ver a la Ilustración como exigencia mo- ciudadanía hay un conjunto de protec-
25
ciones y beneficios, como bienes de ciu- gún obispo a estimar la patria como bien
dadanía garantizados por los poderes común. Tan solo que entonces será un
públicos, que marcan la línea de digni- patriotismo constitucional incluyente,
dad. que quizá espere que la tierra la posean
La pertenencia a un estado compor- los pobres.
ta el reconocimiento de un conjunto de
derechos, prestaciones y responsabili-
dades. Lo cual es realmente contracul- 2.4. La esfera de la solidaridad
tural, no porque nos libra de algunas de- Si la cultura de la ciudadanía se de-
pendencias ya superadas propias de la ja fecundar por las grandes tradiciones
edad media, que algunos en la contien- religiosas recibirá suficientes razones
dan atribuyen a la influencia de la para trascender sus propios límites, so-
Iglesia, sino también porque cuestiona bre todo los que afectan a la condicio-
la grave mercantilización de nuestros nalidad y a la universalidad abstracta.
días y la trasformación actual de los de- La ciudadanía actual está mutilada
rechos en simples aspiraciones. Al ayu- porque se condiciona a la nación, al mé-
dar a los jóvenes a diferenciar ambos rito, a la financiación. Se reconocen los
extremos, iniciamos una pedagogía de derechos sociales si hay presupuesto, si
la responsabilidad. De derechos socia- se utilizan bien las prestaciones, si se es
les se habla cada vez menos, a favor de nacional. Los jóvenes asisten a la exal-
nuevas categorías como “oportunida- tación de las condicionalidades y nece-
des”, “servicios”, “necesidades”, “aspi- sitan ser ayudados a experimentar al
raciones”, “capacidades”... que consti- otro sin condiciones ni presupuestos,
tuyen el objeto de los nuevos mercados desde la fraternidad36. Antes de ser in-
sociales. Como afirma Ricardo Petrella; migrante o extranjero es prójimo; antes
“Desde hace algunos años, el sistema de ser “los subsaharianos”, son personas
dominante, en todas las ocasiones, está con nombre propio y trayectoria perso-
afirmando la ideología de las necesida- nal aunque no sean ciudadanos de este
des y no de los derechos, y está sustitu- país ¿Por qué la parábola del samarita-
yendo la cultura de los derechos huma- no no pertenece a la construcción actual
nos y sociales por la de necesidades de la ciudadanía?
vitales”33.
Si se deja fecundar por ciertas sabi-
La lucha por los derechos combina durías religiosas, la ciudadanía no se
la contestación al orden existente con la identifica con la cohesión social, por
proyección de un régimen alternativo y importante y necesaria que sea sino que
futuro34. E interesa menos saber, en el intenta ampliar permanentemente el
debate actual, quién sea el portador “nosotros humano”37. El joven no com-
cuanto fundar un nuevo orden de dere- prenderá por qué se estrechan tanto los
chos trasnacionales35. Finalmente, la círculos de pertenencia, mediante racis-
EpC ayudará a cultivar el sentimiento mos y xenofobias si el extranjero es al-
colectivo de arraigo en una tierra y en guien a quien todavía no conoce.
una tradición; e incluso como quiere al- Bashige Michel, ante las murallas de
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Melilla, decía: “Estoy seguro de que si venes serán invitados a construir redes
conocieran mi historia y la de mis com- trasnacionales de solidaridad más allá
pañeros no me obligarían a volver de de las fronteras nacionales. La nueva
donde vengo ni me abandonarían en un ciudadanía deja de ser un privilegio pa-
desierto sin ninguna posibilidad de su- ra convertirse en un derecho universali-
pervivencia. Quiero vivir y ayudar a vi- zable conforme a la vocación humano
vir a mis hermanos, sólo pido eso”. divina39.
Venimos de un tiempo en el que los Educar para la ciudadanía significa,
excluidos y empobrecidos habían sido finalmente, gustar la solidaridad que
destituidos de su condición de sujetos implica la inteligencia y el corazón, los
en provecho de procesos estructurales. sentidos y la intuición, la razón y las
El último capítulo de la historia de esta emociones, la ética y la estética. Y de es-
destitución se escenifica en las migra- te modo hace un aporte sustancial: lo
ciones que les reducen a ser simples re- que durante mucho tiempo se ha consi-
plicantes de expulsiones y de atraccio- derado un saber de segundo orden;
nes. De este modo perdieron su nombre aquellos elementos, que torpemente se
propio a favor del genérico: inmigran- han ido excluyendo del ámbito educati-
tes, subsaharianos, musulmanes, ocul- vo, como el saber práctico, la experien-
taron su origen a favor de su destino, di- cia directa, la capacidad creativa, la evo-
luyeron sus capacidades personales a cación de la belleza, la emoción ante el
favor de intereses laborales, aceptaron sufrimiento. Entran en juego la subjeti-
humillaciones a favor de beneficios vidad, las emociones, la creatividad, la
mercantiles. Mientras la condición de belleza, la alteridad, la vitalidad, la sen-
ciudadano es requerida para mantener la sualidad, el cuerpo y el alma40.
cohesión social, la condición de perso- Es un conocimiento que se aleja del
na es requerida en orden a participar en paradigma ilustrado para explorar mun-
el nacimiento de una nueva civilización dos posibles, rutas no navegadas, alter-
más humana. Por eso conquistan el de- nativas de acción y supera la escisión
recho a ser reconocidos absolutamente, entre teoría y práctica, el divorcio entre
más allá de la contingencia de un docu- el amor y el conocimiento, que consa-
mento registrado de ciudadanía. gró la modernidad, la polaridad entre la
Mientras, el documento residencial in- pasión y la racionalidad, la fractura en-
troduce en la fortaleza de un orden so- tre el pensar y el sentir, la oposición en-
cial impuesto, el rostro introduce en la tre objetividad y subjetividad, entre lo
debilidad de un orden social que puede abstracto-general y lo concreto-particu-
y debe ser reconstruido con la partici- lar, entre cultura y naturaleza, entre lo
pación de los jóvenes. público y lo privado. Nace otro para-
Y entonces, la ciudadanía o se con- digma de la educación basada menos en
vierte en cosmopolita y mundial o no el dominio que en la colaboración.
cumple el papel emancipador que ha Cuando en el mundo de la educación al-
desempeñado históricamente38. Los jó- guien cede su potencia gana en credibi-

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lidad. A través de la asignaturas de ciu- La EpC nos obliga a vivir la transi-
dadanía, cuando se basa en el ejercicio ción hacia otras lógicas que recuperen
del poder, sólo se crean clientes ya que los caminos humildes, las estrategias
la fuerza y la potencia no garantiza la cooperantes, el valor del encuentro per-
educación41, sino que promueve “ciuda- sonal y la lógica cooperativa.
danos siervos”o “ciudadanos confor- Suficientes razones para asistir a la
mes” en la euforia de un permanente botadura del barco de la EpC con el de-
consumo de bienes y experiencias42. seo activo de llegar a buen puerto.

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NOTAS

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