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Capítulo 1
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~ J /111€ J2YE/( e t<?hl Pobreza y formas sociales
in st i tu eion a 1es
Ofs J¡-l-'j ~.
J 1- 1L/ l 1L¡-f ·- / g y
En este capítulo presentaremos de manera general el objeto de nuestra
investigación y la perspectiva teórica desde la que trabajaremos.
Comenzaremos reseñando a George Simmel; especialmente recuperare-
mos la definición de formas sociales, que será útil para el posterior desarro-
llo de la investigación. Definiremos conceptualmente los vínculos asisten¡;;ia-
les como vínculos específicos de interdependencia y problematizaremos la
idea del derecho asociado a este vinculo asistencial.
Situaremos el conjunto de preocupaciones dentro de la construcción de
lo social como invención que propone Jacques Donze/ot.
Introduciremos el tema de la intervención en lo social y las particula-
ridades del trabajo sobre _los otros. Esto nos llevará a analizar la profe-
sionalización de las intervenciones, que será relevante en el período his-
tórico a na 1izado.
Por último, anticiparemos algunas cuestiones generales asociadas a la
ideas de asistencia y promoción social en las políticas dirigidas hacia los sec-
tores pobres.
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Pobreza y modelos de intervención
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Pobreza yformas sociales institucionales ~
Vamos a rescatar de este autor tres cuestiones centrales a efectos de este 0 "( ... ) y puesto que las formas externas en la vida individual corvo en
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trabajo: la idea de formas sociales, la definición de pobreza y la de relación la social, no fluyen, como la evolución interna, sino que quedao.Jija-
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de asistencia. das para cierto tiempo, su esquema consiste bien en adelantarse a la
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realidad interior o bien quedar rezagadas. Precisamente en los casos
1.1.1. Las formas sociales ~ en que formas decrépitas se resquebrajan y hunden a los embates de
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r la vida palpitante, oscila ésta hacia uno de sus extremos, y crea for-
a s en- 0~
J) ~ mas prematuras que se adelantan a la vida real, sin poder aún ser hen-
do el análisis de Simmel plantea que ' ara él, lo sociológicamente pertinen- chidas cabalmente por ella (. .. ) Ocurre también en los cambios de
te no es la pobreza ni la entidad social de los pobres como tal, sino las for-
mas sociales InStitucionales que adoptan en una sociedad determinada en un
momento concreto de su historia" (Paugam, 2007: 54).
Luego retomaremos lo referido a la definición de pobreza como tipo social
r
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Constitución política que las formas caducas, convertidas ya en inso-
portable opresión, son reemplazadas por otras más sueltas y holgadas
antes de que la realidad de las fuerzas políticas y económicas esté
madura para ello, poniendo, anticipadamente, un marco amplio,
en Simmel, pero nos resulta interesante la definición de las "formas socia- r donde antes habla uno demasiado estrecho" (Simmel, 2002: 416).
les" que plantea el autor y que serán asumidas en el trabajo de Paugam .. ~
Simmel desarrolla una importante explicación acerca de los procesos de
socialización. En este marco le dedica especial atención a la construcción de
las "formas sociales", a las gue asigna un papel imprescindible para los pro-
a-) rr t ~
Tanto el Estado como la Iglesia serán en este esquema estructuras sólidas
mayores que representarán objetivaciones de las formas sociales.·
Para Simmel la sociología es una ciencia de las formas sociales.
t En varios aspectos la definición de forma social en Simmel se a~ a
usos socializadores. ~
~
~D la relación entre contenido y forma será central para entender las rela-
ciones sociales; mientras gue por contenido entiende al _conjunto de motiva- d")
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la de ínsiitución definida por Durkheim como creencias y modos de conduc-
ta instituidos por la comunidad.
{ ciones humanas para la acción, las formas serán objetivaciones de las mis- l) r
f• Paugam hablará de formas sociales institucionales sumando o integrando
~
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mas con capacidad de estructurar acciones futuras. · la idea de institución y formas sociales.
~
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tencia si se la desliga de todo contenido; del. mismo modo que la l "Las instituciones no son( ... ) únicamente 'hechos' y prácticas calec-
forma espacial no puede subsistir sin una materia de la que sea ~: t¿va~. sino también marcos cognitivos y morales dentro de los cuales
forma" (Simmel, 2002: 194). se desarrollan los pensamientos individuales" (Dubet, 2006: 30).
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I..?s formas sociales como estructurantes de las relaciones son planteadas ~ Dubet plantea que las instituciones "engendran" formas especificas de
como realidades dinámicas y cambiantes: socialización y esta característica será la que marcará la diferencia con el
t concepto de organizaciones, ya que no todas las organizaciones tendrfan
r
"Las dos capas, interna y externa (relación y forma),. tienen diferente ~ capacidad para generar estas formas.
p
tiempo de evolución, y muy a menudo es esencial a la forma externa el e
~
Sintetizando podemos decir que en el sentido en las asumiremos en
~
no evolucionar en realidad ( ... ) puede observarse a cada paso cómo las
relaciones que se establecen entre individuos o grupos tienden, inmedia-
fq este trabajo, las formas sociales institucionales cumplen con los
.siguientes requisitos:
tamente, a consolidar su forma; cómo esto constituye un prejuicio más o rJ
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menos rígido para el desarrollo ulterior de la relación, y cómo, por su r • Son construcciones históricas situadas temporal y geográficamente.
parte, no están en condiciones de adaptarse a la vida vibrante, a los cam- ~
V • Cobran sentido en el marco de una estructura relacional particular.
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. bios suaves o intensos de la relación mutua" (Simmel, 2002: 416). o Suponen conductas y marcos cognitivos.
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es que se establece la función social de la pobreza. ___ \ (Simmel, 2002: 222).
Aunque parezca lóg1co, no suele reconocerse que ~¡ identificar gué es~
pobreza también identifica lo que no lo es, quiénes no son pobres. La relación b. El vínculo conservador de la asistencia
hac1a el pobre como un otro, la distanci establecida con él definirá entonces
ta~to a los po res como a los no pobres. or esto es gue a Simmel le preocu-). Esta relación es de interdependencia ya que supone una vinculación de
~ pa la relac16n de as1stenc1a como relación constitutiva de la sociedai. ( los pobres con la sociedad que se explica no sólo por las Tiece;0(jades de los
( El carácter dinámico que implica la conceptualización de la pobreza a pobres, sino principalmente por la necesidad de sostener al todo social¡ en
partir de la consideración del vínculo asistencial permite la lectura de la este sentido es que Simmel plantea que el vínculo de asistencia es un vín-
pobreza como proceso y no como realidad dada. cU'rc5"C''nservad or. ..¡:
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La relación de asistencia como relación de interdependencia que define i:
a la pobreza es central para explicar con claridad el objeto de esta investiga- "( ... ) la asistencia se basa en la estructura actual de la sociedad; está
ción: observaremos cómo las formas sociales instituidas para accionar ante en abierta contradicción con todas las aspiraciones socialistas y comu-
la pobreza definen tanto la pobreza como problema como a los pobres como nistas, que quieren suprimir esta estructura actual de la sociedad. Lo
sujetos. Volveremos sobre esta idea de manera recurrente a lo largo de esta ;1!
que la asistencia se propone es, justamente, mitigar ciertas manifes-
indagación, ya que es esta posición o esta perspectiva de análisis la que nos taciones extremas de la diferencia social, de modo que aquella estruc-
posibilitará tomar distancia respeco de los relatos sustancialistas sobre los tura pueda seguir descansando sobre la diferencia. Sí la asistencia se
pobres, que los describen _buscando encontrar en sus características los moti- apoyase en el interés hacia el pobre individual, no habría en principio
vos o las soluciones de la pobreza, como del análisis de las políticas como límite alguno impuesto al traspaso de bienes a favor de los pobres,
operatorias o tecnologías de acción desenraizadas. traspaso que llegaría a la equiparación de todos. Pero como se hace
~ Símmel anticipa tres características de la relación de asistencia que pre- en interés de la totalidad toda -de los circulas políticos, familiares u
\~ntaremos a continuación: a. la asistencia como prestación individual;-b.la
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social" (Simmel: 2002: 223).
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.Pobreza y modelos de intervención
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Pobreza y formas sociales institucionales
1·;J. · Esta relación entre los vínculos sociales de los pobres y la situación de
pobreza es tempranamente percibida, aunque sea objeto de intervención de
manera sistemática recien en el siglo pasado.
1
Este lugar de la asistencia como. mecanismo de regulación genera un tipo ~.:
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- Esto establece relaciones complejas para la definición del derecho. l Para este autor sera la invención de lo social una creación que quedará
Como indica Paugam: K
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legitimada a partir de la idea de la "solidaridad". Durl<heim sera el teónco
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que más representara esta posibilidad y ha6if1tara una forma de pgnsar a la
~ sociedád y los vínculos gue la cohes1onan .•
"Esta competencia entre derecho civil y derecho social en el ámbito de V Como ya dijimos, esta pregunta por el lazo social, que es la pregunta de
las políticas de lucha contra la pobreza no es de ningún modo ocasional
y arbitraria, sino sistemática y constituyente" (Paugam, 2007: 59).
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origen de las ciencias sociales, contuvo desde sus inicios las claves desde las
"R~ cuales ha ido pivoteando la discusión sobre la pobreza.
r En el epílogo de uno de los libros más importantes de Donzelot, La
El lugar subsidiario de la asistencia comunal o estatal con relación a las t policía de las familias, Deleuze arriesga por la negativa una definición
familias es constitutivo de los vínculos de asistencia de los que temprana- r
mente Simmel se ocupó. La obligación estatal sólo justificada a partir de la
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~ de lo social:
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ticular en el que se ordenan problemas muy variados, casos especia-
La responsabilidad social sobre los pobres variará de acuerdo a cómo la
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so~eda~ co~~fl
les, instituciones específicas, todo un personal calificado (asistentes
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o p1ocese otros problemas. En esto el abordaje s1stemico
'sociales', trabajadores 'sociales')" (Oeleuze, 2008: 215).
deía refac1oñdel vinculo as1sfenc1al será útil.
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Se encuentra demostrado h1sfoncamente qUe ante situaciones de desem- 'f Recapitulando, podemos decir que es en ese lugar intermedio entre
pleo masivo los pobres son frecuentemente considerados víctimas de las f
situaciones por las que atraviesan, mientras que en momentos de crecimien-
t._ la igualdad política y la desigualdad económica que lo social, como
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Lo social es fundamentalmente una preocupación sobre el problema de la "Como ya fuera planteado, de esta forma y desde una perspectiva his~
integración social. Más comprensible se hace en este marco la propuesta de
Simmel acerca del papel orgánico de las polfticas de asistencia, de la socie- --
tórica, la intervención en
lo social surge fuertemente marcada por una
tradición normativa, signada por el propósito pedagógico como forma .
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e mantener la cohesió~ del 'todo soc1al'. Lo social en términos 'de
dad como destinataria de la acción más que los _pobres como sujetos desti-
natarios principales.
intervención remite, entonces, a la idea de 'conjuntos de dispositivos
Claramente ante la aparición de los Estados nacionales es que cobrará de asistencia y de seguro en función de mantener el orden o la coh~
sentido este conjunto de intervenciones sobre "lo social", Esto no quiere sión de lo que hemos denommado sociedad'" (Carbal!eda. 2005: 91).
decir que anteriormente no existieran pobres o que no se instrumentaran
intervenciones especificas sobre ellos, como lo demuestra el dásico libro 9e La intervención como acción intencional y artificial requiere de un grado
Robert Castel, sino que a partir de la conformación de los Estados naciona- de reflexividad sociaL No existen intervenciones "naturales", sino procesos
les, estas formas sociales institucionales cobrarán una forma específica en el
de acción de la sociedad sobre sí en los cuales se procesan, como anterior-
·marco de "lo social". Por otra parte, la asunción desde los Estados naciona-
mente vimos, un conjunto _de procesos de regulación social. ·
les de las políticas asistenciales representa para Simmel "pasar de la visibi-
Desde el origen de la intervención social ésta se vio relacionada con
lidad inmediata de los pobres a la visibilidad de estos últimos a través del
propósitos de orden pedagógico que apuntaban a sostener procesos de
concepto general~ más abstracto de pobreza" (Paugam, 2007: 62). Tntegración social frente a los pel1gros de las libertades políticas, frente al
:~Lo social" no podrá ser definido únicamente como un problema económi-
problema de la anemia.
co, ni corno un problema político, sino como un nuevo tipo de problema. Por
_l:j.,iotervención social tiene claros orígenes en la Ilustración, en la idea de
ende, la soluc1on tamb1en se buscará en un nuevo ámbito, gue si bien no Pug;;le
J2rogreso social.. La idea de progreso social, de futuro superador, de pasado
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aiferenciarse rotundamente de los otros, tendrá una especificidad definida.
atrasado y de los beneficios· de la modernidad, sustentó los propósitos peda-
La idea de progreso será central para entender los complejos procesos de gógicos de los que hablamos·. En términos de Alfredo Carballeda, se ·podía
articulación polftica que el coojunto de los sectores de la sociedad realizarán
¡ enseñar la modernidad:
en este período histórico (Donzelot, 1991),
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f. "En sus inicios y en· parte también en la actualidad, Jas prácticas que
intervienen en lo social poseen una impronta pedagógica, por cuanto
1.3. La intervención en lo social t
r procuran que ese 'otro' aprehenda la modernidad. ( ... ) Así, la inter-
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y contendrá, como ya lo señala Donzelot, el dilema de su 1mpos1 e neu ra ,_
dad; será JUzgada como catalizadora de los conflíctos sociales elementales
La institucionalización de la intervención social generó la necesidad de
¡:¡ara el avance de las sociedades desde las perspectivas rnarx1stas, y será una
forma peligrosa de estatización de las relaciones soc1ales para los liberales. ~ contar con trabajadores de lo social, personal que pudiera asumir las tareas
l
o· necesarias para llevar adelante la intervención.
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~ 1.3.1. El trabajo sobre los otros
1
2. Añadimos a continuación la definición dada por Alfredo Carbal leda a la intervención en
lo social: "La palabra intervención proviene del término latino intervenía, que puede ser tra-
ducido como 'venir entre' o· 'interponerse'. De ahí que 'intervención' pueda ser sinónimo de El período en el que centraremos nuestra investigación se ha caracte-
mediación, intersección, ayuda o cooperación y, por otra parte, de intromisión, injerencia, rizado por una creéiente profesionalización de la intervención sociaL Esta
intrusión, coerción o represión" (Carballeda: 2005: 93).
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jo sobre los otros":
_Pohreza y modelos de intervención
profesionalización refiere a lo que Francois Dubet ha denominado "traba- 'f Pobreza y formas sociales institucionales
1
a aquellos sobre qwenes se realizan ero cu o ob ·etivo no es accio- nismo de distribución de la riqueza. Quizá porque se consideran estas inter-
nar !rectamente so re las conductas, los sentimientos, los valores y '(\ venciones por tuera del trabajo sobre los otros, en tanto no tienen como obje-
las representaciones de los individuos" iDubet, 2006: 17 . tivo la socialización y la. subjetivación pero dejaremos este aspecto para ser
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trabajado en los capítulos siguientes.
En el marco de la institucionalización de la intervención social, la crea-
ción de expertos en lo social, de agentes capacitados para desempeñar pro-
cesos de socialización ha sido un requerimiento.
· Con relac1on a las formas sociales institucíooa.Les constitutivas de la
"Durante mucho tiempo, e~bajo sobre los otros fue concebido,
tanto por quienes lo llevaban a cabo como por quienes lo observaban,
interpretaban y lo dirigían, como un proceso institucional; procedía de
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pobrf!Za, el Trabajo Social es la disciplina por excelencia configurada a
tales efectos.
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lo que llamaremos 'programa institucional'. El programa institucional "Los traba'adores sociales construimos nuestra intervención profesio-
no designa un tipo de organización ni un tipo de cultura, sino un modo
de socialización o, para ser más precisos, un tipo de relación con el "'
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nal en los bordes mismos de la dinámica que se expresa en e movi-
miento exclusión-inclusión. En este sentido, la profesión se fue
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otro, que el maestro, el sacerdote o el médico podían poner en prácti- ;.:· desempeñando en los dispositivos de protección social, desarrollando
ca con sus alumnos, sus fieles.o sus pacientes. Ese programa institu- ~l~: actividades de asistencia y promoción en relación con la configuración
cional forma parte de una concepción general de la socialización y pre- '·:· de la 'cuestión social' de cada época, así las políticas sociales se han
senta características lo suficientemente estables como para que pueda .F
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ido constituyendo en los espacios privilegiados de actuación de los tra-
construirse el tipo ideal más allá de las contradicciones y de las his-
1±
~ bajadores sociales, y de los programas y proyectos sociales en instru- •
torias específicas de la escuela o el hospital. En síntesis: l) este pro- mentos ele su intervención" (Cazzaniga, 2007: 110).
grama considera que el trabajo sobre el otro es una mediacfOñeñtre
~
los valores universales y los individuos particulares; 2) afirma que el
~ Cgmo señala Susana Cazzaniga, los trabajadores sociales organizaron
traba·o de sociali;r,ación es una vocación, ue se encuentra !recta-
~.; desde los años ;60 su intervención por medio de actividades de as1stenc1a
mente fundado sobre valores; 3) este programa cree que la socializa- "(\
c1ón está orientada a inculcar normas que configuran al ind1v1d0o y
f e promoción social.
-3t"D(eñaeaiCaremos gran parte de este estudio a las construcciones sobre
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tf Estado de bienestar; en cambio, la asistencia data de más largo tiempo.
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Pobreza y modelos de intervención
Pobre?.a y formas sociales institucionales
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Capítulo 11
Pobreza en Argentina.
Principales antecedentes
Del mismo modo que en las políticas de atención a la pobreza, en las
f
políticas de saLud las acciones de tipo promociona! surgieron en el marco
de la expansión de las políticas sociales keynesianas con un fuerte sesgo
desarrollista. La asociación entre políticas de promoción de la salud y edu-
cación para la salud será frecuente. ~
En este capítulo presentaremos antecedentes que nos resultan relevantes
f para situar-luego a las propuestas desarrollistas, en las cuales entendemos
Presentados ya los términos teóricos que utilizaremos para la construc: fr que se funda el modelo de intervención de asistencia y promoción. Sólo rele-
~-
ción de un modelo de intervención desde el cual analizar el vínculo asis- varemos algunos elementos o dimensiones de las intervenciones sobre la
tencial constitutivo de la pobreza como problema social, presentamos a pobreza presentes en esta etapa caracterizada como "embrionaria" de la polí-
continuación ant~cedentes relevantes sobre la pobreza en Argentina pre- ~ tica social argentina (Lo Vuolo y Barbeito, 1996).
vios al período que abarca este libro. ~ .
r Comenzaremos comentando un documento... fundacional de las ciencias
r
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!'·; sociales en Argentina, el Informe. Bialet-Massé. Presentaremos cómo de
t manera temprana en el análisis de la situación social argentina, la relacióQ
l entre cuestiones de orden cultural y los determinantes sociales vinculados a
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2.1. El Informe Bialet-Massé
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Pobreza y modelos de intervención Pobreza en Argentina. Principales antecedentes
poblaciones pobres. Sin embargo, como inteligentemente señala Merklen ¡La previsión por el porvenir! ¿Acaso podía·tenerla? Al dla siguiente de
(2005), Bialet-Massé no se propone describir "pobres", sino que describe casarse era llamado a las armas (... \ ¡Hábitos de ahorro y de acumu-
situaciones de pobreza de los trabajadores. lación! ¿Para qué? A su mismo patrón lo veía poner dos y tres veces
El informe se encuentra organizado por descripciones de las condiciones en el banquillo, para sacarle hasta el último peso; no podía él esperar
de vida de los trabajadores según sectores de actividad de acuerdo a las mejores garantías. Y cuando quedaba en el campo o sirv1enóo en la
zonas geográficas. Cuenta con descripciones de tipo etnográficas sumamen-
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ciudad, bajo un régimen semejante a la servidumbre, con una disci-
te interesantes. plina casi militar, recibiendo escasamente lo indispensable para no
Hay dos cuestiones de mucho interés para nuestro trabajo, una es~e la morirse de hambre, ¿qué es lo que había de ahorrar? ¡Cómo no fuera
s!Juación de pobreza está .descripta como sjtua~i~n de mala vida de trabaja- 1 la alegría de vivir! ( ... )
dores y se eríc;;uentra asociada a las malas condiCiones laborales: t Hábitos de ahorro, esperanzas para el porvenir, en quien recibe un
[ ! jornal que lleva consigo el déficit a lo menos de un veinte por cien-
"Me fijo en el indio, porque es el elemento más eficiente del pro-
¡.
to de las necesidades de la vida, atado por el saldo de la libreta que
1
greso e importante en el Chaco: sin él no hay ingenio azucarero, ni ¡,
1· no se liquida sino con la muerte! Sólo él, que ha podido confor-
algodonal, ni manf, ni nada importante. Es él el cosechero irreem- ~ marse con tal vida, es digno de admiración y no de desprecio" (Bia-
plazable del algodón ( ... )Si los propietarios del Chaco miraran este ¡· let-Massé, 1985: 12).
1-
asunto con el mayor y más crudo de los egoísmos, pero ilustrado, ~
serían humanitarios por egoísmo, y cuidarían a los indios siquiera r
~ Como anticipamos, hay un esfuerzo denodado de Bialet-Massé para
como a animales insustituibles para labrar sus fortunas; pero es l demostrar las virtudes de los trabajadores argentinos, y. de evidenciar que el
seguro que no lo harán si la ley no lo impone y con mano fuerte" r deterioro se debe a las condiciones de explotación y no a supuestos cuestio-
(Bialet-Massé, 1985: 28).
f namientos culturales, los cuales se empecina en describir.
Ciertamente la preocupación de .Sialet-Massé no era la de generar políti-
V
La otra cuestión es que hay una valoración de los sujetos estudiados y de
sus potencialidades en términos culturales: el obrero criollo, el indio,
r cas asistenciales, s1no que lo que le preocupa, y s el motivo por el cual se
le encarga el informe desde el gobierno nacional, on las leyes laborales.
Serán considerados p'ortadores de identidad, de ca a ·
p~r e una rayectoria historjca como sector socjal
a t Para la época que 1 za su i orme la asistencia social
El autor describe características de los trabajadores que observa y arries- t - c1palmente filantró2Lca. La Sociedad de Beneficencia creada
~
ar H/\1'\¡erno de Rivadavia tenía una función social tradicional reco-
ga explicaciones de los comportamientos a partir de estrategias adaptativas .f nacida, aunqueae-baJO impacto para la situac1on de padecimiento que
frente a los problema de la sobreexplotación. · ·
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Pobreza y modelos de intervención
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~ Pobre<a en Argentina. Principales antecedentes
imprimieron miradas de 19 cuestión social en Argentina asociadas a las metá- ti~~.· La dinámica fue considerada modernizadora e incluyente (Torrado, 1992)
foras biologicistas y por ende, a-los problemas sociales asociados con la idea
de enfer-ni"edad (Carballeda, 2006).
~
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y a pesar de que el producto bruto interno creció a un ritmo del 2,4% anual,
er crecimiento del salario directo e indirecto fue sostenido.
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Pobreza y modelos de intervención Pobreza en Argentina. Principales antecedentes
Estado se introdujo en dominios culturales de empleo del tiempo libre, de la Dirección General de Asistencia y Previsión Social que impulsa la incor-:
control de los medios, de control de organizaciones socioprofesionales, etc. poración de éstas al sistema.
Desde los años cuarenta en adelante el Estado va a jugar un rol impor- Ciertamente en esta etapa no fueron las organizaciones territoriales las
tante en la definición de ciertas cuestiones identitarias de las organizaciones que cobraron .importancia en el proceso de la asistencia. Sin embargo estas
sociales. Citando a Carlos Franco (1994) podemos decir que se construye organizaciones territoriales mantuvieron su presencia, aunque no el protago-·
una "ideología de derechos y oportunidades que orienta las conductas ante nismo, dirigiendo sus acciones no ya sobre la atención de problemas asis-
el Estado (productora de una multiplicidad de organizaciones polifunciona- tenciales clásicos sino sobre aquellas necesidades derivadas de los nuevos
les, comportamientos instrumentalmente cli.entelísticos, presionantes y dis- asentamientos, principalmente de infraestructura.
ruptivos; de relaciones 'contractualmente' populistas, en fin, de un ethos aso- En los abordajes de las pofiticas sociales en general y en las asisten-
ciativo, movimientista y participativo)" 3 . ciales en particular la instauración del Estado de bienestar supuso un )
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Ciertamente en este período, quizás el más fecundo en logros sociales y cambio significativo.
en la posibilidad de protagonismo político, no va a tener eje en la autonomía Particularmente en el caso argentino, tanto el sistema de salud como el ~f · N
1
ni en la autogestión de las organizaciones en general. Tampoco se conside- s'¡stema previsional se construyeron como sistemas directamente vinculados U
rará a los agrupamientos territoriales como referentes de acción. a la inserción de sus destinatarios en el mercado laboral. Esta cuestión, que
~orma "Estadocéntrica" de or¡¡anjzacjón que desarrolla el peronismo será central, tendrá variadas implicancias en términos identitarios. La figura
opera refundando una nueva lógica para las acciones de asistencia. del trabajador será fundante de la identidad popular argentina que se conso-
[
El gobierno peronista centralizó las formas de asistencia relacionadas con lidó en el período del primer perqnismo.
?Dt· el trabajo principalmente en las organizaciones sindicales, ya con estatuto~ En este período, mientras que se estatizan un conjunto importante de sis-
derecho; y en la Fundación Eva Perón las relacionadas con el concepto tra- temas de protección sobre los trabajadores, las cuestiones de orden asisten-
dicional de la asistencia que, sin embargo, se resignificó, cuestionando las · cial se mantendrán dentro de la órbita de la Fundación Eva Perón. Las olí-
anteriores formas de beneficencia propias de la Sociedad de Beneficencia e ticas e a ac1a os pobres quedaron identificadas con las acciones o
instalando un nuevo significado d~ estas prácticas como "asistencia legiti- polÍticas asistenciales, separadas conceptualmente de las políticas sociales
mada", como asistencia en términos de derecho (Carballeda, 1996). universales convertidas en derechos sociales.
Las instituciones de-salud pasarán a estar centralizadas en fa Secretaría E_sta separación es medular a efectos de este trabajo ya que centrare-
de Salud Pública y las instituciones de asistencia social (hogares, orfanatos, mos la mirada en las políticas que se dirigen a los pobres como sujetos,
etc.), en la Secretaría de Trabajo y Previsión. En 1946 la Sociedad de Bene- sabiendo que si bien operan incluso de manera más determinante sobre la
ficencia se intervino, pasó a depender .de la Secretaría de Salud Pública de situación de pobreza, otro conjunto importante de dispositivos institucio-
la Nación y finalmente se incorporó en 1948, como el conjunto de institu- nales, como por ejemplo las regulaciones laborales, la educación pública
ciones benéficas, a la Dirección Nacional de Asistencia SociaL o el sistema jubifatorio, no son operatorias dirigidas a la pobreza, aunque
En esta etapa variadas formas de mutualidad preexistentes, principal- modifiquen de manera determinante la distribución de la riqueza en gene-
mente en fa Municipalidad de Buenos Aires y en el primer cordón del ral y en especial sobre los pobres.
Conurbano, fueron absorbidas por el Estado. En 1944 se crea la Comisión En un momento de ascenso social tan extraordinario la figura de los
de Servicio Social con atribuciones para la propulsión de servicios sociales pobres, "los cabecitas", etc. aparecerá significada positivamente en el dis-
en los establecimientos donde se realizaran tareas rentadas. Gran parte de curso del peronismo.
las mutuafes quedan absorbidas por este sistema a partir de la creación de En un pionero trabajo realizado por Alfredo Carballeda sobre la Fundación
Eva Perón, titulado Política socia!, subjetividad y poder. La acción social de
la Fundación Eva Perón, luego de describir cómo eran pensadas msbtuclones
como bogares y hos¡;¡jtales, la disposición física tendiente a satisfacer no sólo
3. 'si bien Franco centra su análisis en la constitución de la ciudadanía en la· realidad
peruana, consideramos que es valioso su aporte para entender Jos comportamientos de las necesidades elementales, sino también cuestiones de comodidad y estética,
organizaciones populores en Argentina. 'Infiere que la Fundación no buscó modificar las formas culturales o las pre-
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Pobreza vmodelos de intervención
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ferencias de los sujetos, sino principalmente generar condiciones dignas aso- Capítulo 111
ciadas a la idea de justicia social.
·~· ·
"De esta forma, la pobreza no se penalizaba, al universalizarse las
acciones, mientras que se valorizaba la cotidianeídad cultural de los Instauración del modelo de asistencia
desposeídos, no se ponía el acento en cambiar el ethos popular, sola- ~· y promoción. La llegada de la promoción.
mente se hacía hincapié en la cuestión de la dignidad. Pero, tampoco
se trataba del modelo jurídico de la soberanía al estilo de los enun- ~{ Desde la Alianza para e! Progreso
ciados contractualistas, si bien los sujetos eran entendidos desde una ~/. al desarrollo de la comunidad
perspectiva de derecho natural-€n este caso de derecho social- no era f)i~ ';
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la ley la manifestación fundamental del poder" (Carballeda, 1996}.
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La máxima de "donde hay una necesidad hay un derecho" se llevará ;¡·,,
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precisión que significó, en el marco del desarrollismo, la promoción social.
Para esto deberemos recorrer distintas reconstrucciones de época.
En primer lugar desarrollaremos caracterlsticas generales del período en
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lo referido a modificaciones del modelo productivo, cambios en el Estado y
~
en la estructura social.
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Posteriormente analizaremos el desarrollo de las ciencias sociales, presen-
tando a los teóricos de la modernización y la influencia de Talcott Parsons.
Luego nos centraremos en dos propuestas de intervención de corte simí-
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liar, como fueron las de promoción popular y desarrollo de la comunidad.
~
A partir de esto, analizaremos cómo la comunidad se convierte en un
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lugar privilegiado para la intervención social y el· rol que cobrarán los traba-
jadores sociales en el período.
~ ·cerraremos el capítulo describiendo cómo se instituye un modelo de
1 ~
. intervención sobre la pobreza específico, como el modelo de asistencia
l:.~.
y promoción.
40 41·
Capítulo VJ
147 ·1-JtG.
Po'breza y modelos de intervención
Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis y salida de la emergencia
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Pobreza y modelos de intervención Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis y salida de la emergencia
Luego del estallido, el gobierno de Duhalde elevó el número de planes de El gobierno de Néstor Kirchner presentó sus propuestas políticas en opo-
empleo aproximadamente de 200.000 a 2.000.000. Además del espectacu- sición al paradigma neoliberal, en consonancia con las transformacione'S polí-
lar aumento, el programa pasó a llamarse Programa Jefas y Jefes de hogar . ticas regionales expresadas en gobiernos de corte popular que plan~earon
Desocupados (PJJHDl.Y tenía en su fundamento pretensiones de universali- nuevamente la centralidad política de acuerdos regionales y volvieron! sobre
dad. La medida tornada por el gobierno de Duhalde tuvo muy pocas repercu- referencias políticas asociadas a los imaginarios populares de otras décadas.
siones negativas y permitió un alivio en la conflictividad. Desde nuestro aná- Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Lula en Brasil, más adelante
lisis, la masificación de este programa fue un dato político de envergadura, Lugo en Paraguay, própusieron un nuevo escenario con posicionamientos crí-
ya que el Estado reconoció, de esta manera, la necesidad de prever trasfe- ticos sobre los organismos internacionales de crédito y sobre los impactos de
rencias monetarias a una cantidad considerable de familias. Las críticas a las políticas de ajuste fiscal.
este programa, tales corno la insuficiencia de la transferencia realizada ($ Al inicio de su gestión, el gobierno de Néstor Kirchner realizó varias medi-
150, mientras la canasta básica se encontraba en $ 730), la forma "cliente- das de envergadura para las tradiciones políticas argentina, corno la depura-
lar" de su distribución, la idea poco clara de actividades de contraprestación ción de ámbitos institucionales como la Corte Suprema de la Nación, las
del mismo, deben ser leídas desde este escenario más general para ser sig- \ Fuerzas Armadas, las Policía Federal, entre otros, además del impulso a los
nificadas. Volveremos sobre esto en este mismo capítulo, ya q¡.¡e analizare- juicios a los represores de la última dictadura militar y otras acciones que
mos esta polftica como experiencia de intervención. ·¿,
¡;•· eran demandadas por los organismos de derechos humanos. También la
El gobierno de Néstor Kirchner supuso en varios sentidos una salida a la f~ apuesta a la mejora del trabajo como institución social y los trabajadores
situación de crisis antes descripta. La estabilización de la situación econó- ·-r como sujetos sociales tuvo una fuerte presencia en el discurso kirchnerista.
mica que el país venía atravesando y que se agudizó en el período 2001- ii A medida que mejoraban los indicadores más críticos de pobreza y
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2002 permitió recomponer la capacidad de maniobra económica del Estado, desocupación, pero aún con situaciones comparables a las de 1997 en
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sostenida principalmente desde las retenciones a las exportaciones y la lenta varias mediciones, volvieron a plantearse una serie de críticas sobre las
vuelta a los valores anteriores al estallido social. :j {·. políticas asistenciales. El eje del Ministerio de Desarrollo Social del
La apuesta al sistema productivo implicó una valorización del trabajo y de ~·~ ~~ gobierno posterior a 2003 se presentó bajo el slogan de "La mejor políti-
sus instituciones. ca social es el empleo". Esta consigna marcaba diferencias con el mode-
lo asistencial anteriormente descripto y reconocía en la modificación del
"En lo que respecta al mercado laboral, entre 2003 y 2007 el desem- sistema productivo, de corte industrialista, la herramienta de fa mejora de
pleo descendió en más de un tercio. En el primer trimestre de 2007 la las situaciones sociales a partir del aumento en la generación de empleo
tasa de desempleo se encontraba en el 9,8%; mientras que en el pri- y en la vuelta a las negociaciones salariales.
mer trimestre de 2003 era del 20,4%. También se contrajo de manera En cuanto a la política asistencial, gran parte de las propuestas de
significativa la subocupación; mientras que en el primer trimestre de cambio se presentaron dirigidas a modificar \as operatorias anteriores,
2003 era de 17, 7%, en el primer trimestre de 2007 fue de 9,3%. como veremos más adelante.
Durante los últimos cuatro años, la población con problemas de No bien comenzaron a percibirse síntomas de estabilidad del nuevo mode-
empleo (desempleados más subocupados) cayó del 38,1 al 19,1% lo productivo, se presentaron críticas al modelo de políticas sociales asisten-
de la población activa. ciales que tan funcional a la gobernabilidad había resultado en la crisis.
Es decir, casi el 60% de las personas que en el 2003 tenían pro- Una de las primeras críticas provino de sectores vinculados a la ÚIA y
blemas serios de empleo hoy [2008] se encuentr~ en una mejor a la Iglesia Católica sobre el Programa Jetes .y Jefas de Hogar Desocupa-
situación. Cabe destacar que, en todos los casos que se habla de dos. Una serie de declaraciones públicas sobre la capacidad de "generar
aumentos en la ocupación, no significa que éstos se refieran a la vagos" que tenía, el programa, vinculado a la dificultad de c·ons~guir
inserción a través de empleos registrados formales y que se le apli- empleados con salarios cercanos al subsidio otorgado, se instalaron públi-
quen los consiguientes descuentos del sistema de seguridad social" camente y combinaron de manera compleja, o mejor dicho, de manera
(Pautassi y otros, 2008: 287.) demasiado simplista, con las propuestas o reclamos de "trabajo decente"
150 151
B/tG
Pobreza e intervención en la nueva Meada. Crisis y salida de la emergencia
Poóreza y modelos de intervención
Pobreza y modelos de intervención Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis y salida de la emergencia
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tanto la apuesta era a la revalorización de la cultura del trabajo 10 y no a Pese a lo aQtedicho, un caso particular presenta la experiencia del Cen- :f·¡
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prestaciones directas por fuera de la relación laboral, fue presentada como tro lnterdisciplinarío para el Estudio de Políticas Públicas CCiepp)_. ~IJ estL
uno de los principales avances en materia de política social. Volveremos instituto elaboraron una gran cantidad de publicaciones sobre el téma de
sobre esta experiencia en este capítulo. r"iñta basrca e ingreso ciudadano. Los -~bajos de.Rubén Lo Vuolo y 1-.lberto
Al momento en que se encuentra terminando la escritura de esta libro, Barbe1to promovieron este enfoque desde mediados de la década deL!'90.
la discusión sobre el modelo económico y social parece conso'lidarse con- Presentaremos la definición brindada por el Ciepp sobre ingreso c¡;jadano.
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juntamente con las .posibilidades de reelección de la actual Presidenta, \ '
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154 155
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Pobreza y modelos de intervención Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis..¡ salida de la emergencia
"Hablar de matriz distributiva no debe, por lo tanto, ser entendido en su incidencia sobre el desarrollo local y el refuerzo del poder de
como una estrategia ajena a la cuestión productiva. Esta visión pre- actuar de las colectividades, principalmente por la creación de emple-
senta como compartimentos estancos al proceso económico y se sos- os, la oferta de nuevos servicios, la mejora de la calidad de vida, la
tiene bajo la argumentación de que no se puede distribuir lo que no
se produce. Este planteo, por cierto equivoco, no registra algo que
resulta casi obvio: las reglas de carácter social bajo las cuales se orga-
u) preservación ecológica y la creación de riquezas en condiciones éti-
cas" (citado en Giraldez, 2006: 16).
niza el proceso productivo están siempre presentes. Es decir, no exis- La definición de la economía social fue objeto de disputa tanto desde las
te producción sin una modalidad social que la organice. Es más, esto discusiones académicas como en el plano de las políticas sociales. En un
determina que según cómo sea dicha modalidad, serán los efectos polo de estas conceptua!izaciones se encuentra la definición de la Ripes que
tanto en recesión como en crecimiento. En síntesis, al hablar de hemos planteado anteriormente junto con otras definiciones de la economía
matriz distributiva estamos hablando del modo social bajo el cual se social a partir de cuestiones similares a las identificadas como estrategias de
organiza el proceso económico" (Lozano y otros, 2002: 26). supervivencia. En este enfoque se definía a la economla social relacionada a
valores sociales que llevarían estas prácticas generalmente vinculadas al aso-
La relación planteada entre polftica social y política económica proponía ciativismo espontáneo, a las acciones de la sociedad civil, etc. dirigidos a
la revitalización del mercado interno como mecanismo de la política econó- integrar sectores particulares, que no pueden incorporarse al mercado de tra-
mica e identificaba a la política social dentro de este mecanismo distributi- bajo tradicional (Abramovich y Federico-Sabaté, 2005).
vo de reactivación. La propuesta era altamente novedosa, asf como también Desde otros enfoques se hacía eje sobre la denuncia de los impactos de
el hecho de que surgiera de una central obrera que planteaba intervenciones la economía de mercado neoliberal, planteando que toda economra es social
sobre sectores por fuera del mercado de trabajo formal. y que lo que entra en disputa es el objetivo sobre el cual se organiza. En esta
El conjunto de propuestas habían sido refrendadas por medio de una línea es renombrable !a incidencia de José Luis Coraggio, quien fue rector de
consulta popular llevada adelante por el Frenapo que anteriormente la Universidad de General Sarmiento. Este intelectual tuvo una importante
explicamos. influencia a partir de la conceptualización de la economía del trabajo, discu-
Con posterioridad al año 2003, los acuerdos de los sectores que compo- tiendo el sentido de la tradicional forma de entender a la economía social
nían el Frenapo se desintegraron en función de las distintas posiciones fren- como un aspecto alternativo, o como un arreglo entre productores informales.
te al gobierno encabezado por Néstor Kirchner.
"Aun para las más diversas definiciones del sector informal, hay
6.2.2. Economía social muchas actividades a las que les cabe ese adjetivo que son propias de
la economía capitalista o de la economía criminal, y por otro lado,
Si bien Jos estudios y las políticas dedicadas a la economía social se vení- buena parte de la economía popular, es formal. Por eso desde un ini-
an realizando desde finales de la década del '60, desde fas décadas del '80 cio rechazamos la identificación entre economfa informal y economía
y especialmente desde el '90 fueron logrando mayor espacio en la academia. popular. Esto es más claro en la actualidad cuando la precarización
El mayor impacto sobre las políticas sociales lo identificamos en los cinco del trabajo viene siendo avalada por las leyes de desregulación del
primeros años de la primera década del siglo.
De acuerdo a cómo tuera definida en 1997 por la Red Internacional de la
Promoción de la Economra Social y Solidaria (Ripess), la economía social y
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mercado de trabajo" (Coraggio, 2004: 16).
·1
Pobrela y modelos do intervención
Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis y salida de la emergencia
"El concepto de autogestión tiene un cierto rasgo de ambigüedad que Este libro se publicó en uno de los momentos de mayor poder político de
estas organizaciones.
va desde ser concebida como una cierta 'tecnología gerencial' a encar-
nar un ideal utópico de construcciones sociales sin jerarquías. Pero sin
duda, y más allá de los vaivenes teóricos por los que el concepto "Frente a la pasividad -inactividad- del desocupado, el piquetero se
pueda transitar, define un tipo de trabajo asociado, cooperativo, hori- define por su condición activa {aun si ésta ·se refiere a la militancia y
no al trabajo)" (Svampa y Pereyra, 2003: 170).
zontal, y sobre todo 'sin patrón'" (Giraldez, 2006: 22).
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Pobreza y modelos de in1ervención Pobreza e intervención en le nueva década. Crisis y salida de la emergencia
2005, presentaba los resultados de la tesis de doctorado del autor, dirigida "Podemos identificar la manera en que esta reorientación política de
por Robert Castel, sobre las organizaciones territoriales del distrito de La las intervenciones sociales contribuyó a la aparición de una nueva
Matanza, en la provincia de Buenos Aires. politicidad de las clases populares sobre tres planos. En primer lugar,
Merklen plantea una crítica a los abordajes sociológicos que a partir de porque al redefinir la orientación de las políticas sociales, éstas con-
los años '80 construyeron una idea de la ciudadanía que operó como "obs- tribuyeron a modificar el marco institucional de la acción política a
táculo epistemológico", en tanto desacoplaron conceptualmente la cuestión nivel local. Las iniciativas de lucha contra la pobreza ofrecieron un
social de la cuestión política. interlocutor conveniente para la acción de base territorial. En segundo
Merklen plantea que los territorios operan como sostenes tanto de fas for- lugar, porque al centrar la acción pública en la figura del pobre en
mas de sociabilidad como de la acdón colectiva. El autor avanza en recono- detrimento de la del trabajador, contribuyeron a desactivar una m·ane-
cer una complejidad en las construcciones territoriales que es superadora de ra tradicional de inscripción en las demandas ciudadanas en el hori-
fas dicotomías sobre comunidad-sociedad o las construcciones barriales zonte democrático a través del derecho. Finalmente, porque aumenta-
entendidas como espontáneas o des¡nstitucionalizadas. En este sentido plan- ron la cantidad de recursos accesibles a través de las estrategias de
tea a las construcciones territoriales y su relación con la politicidad, defini- tipo cazador" (Merklen, 2005: 130).
da como condición política de fas personas.
En el mismo sentido, Dolores Calvo (2006) plantea que la relación de las
"Estas tensiones ponen de manifiesto que fa inscripción territorial organizaciones sociales con los recursos estatales supuso una "capitalización
no se restringe a los limites de una 'protección de proximidad' creativa" de esos recursos.
característica de contextos comunitarios, En este último caso se
trata de simples regulaciones de la solidaridad primaria sin inter- "La implementación de los planes de trabajo en general podría pen-
vención instituciona 1 ( ... ) por el contrario, hoy en el barrio popular sarse como profundizadora de procesos de·atomización. No obstan-
el sistema de solidaridades locales coexiste con una movilización te, tales programas de emergencia ocupacional han sido creativa-
colectiva siempre tendiente a una integración por medio de la inter- mente capitalizados por los actores. La lógica de la implementación
vención institucional, es decir, una intervención secundaria de la de programas de trabajo esta caracterizada por el requerimi·ento de
sociedad sobre sí misma. Estas intervenciones se llevan a cabo en una organización mediadora: para acceder a ellos es necesario que
el territorio aunque inscriben·a los individuos en colectivos de tipo una organización elabore un proyecto de trabajo en el que estarán
societal como es el caso de la presencia de la escuela, de la comi- incluidos los futuros beneficiarios, y que garantice su cumplimien-
saría, de la.cancha de deportes, del centro de salud, e incluso a to. Esta lógica con la que operan los planes da lugar a que la par-
veces de una iglesia. Estas instituciones inscriben a los individuos ticipación en diferentes redes asociativas (como es el caso de la
en colectivos más vastos, desplazados con respecto a ese relacional FTV) se convierta en condición necesaria para acceder al plan.
fundado en la familia y la vecindad" (Merklen, 2005: 150). Estas redes pueden ser ajenas a la persona que accede al benefi-
cio, pero observamos que la participación continuada dada por la
Desde esta óptica, los vínculos que el peronismo como fuerza política relación establecida a partir de la percepción del mismo genera
establece con el mundo popular se encuentran inscriptos territori·almente compromiso y sentidos de pertenencia. Para el caso de nuestro
a partir de la acción de los gobiernos y sus prácticas de asistencia y par- estudio, podemos sostener que esta lógica contribuye a alcanzar
ticipación social.
mayores niveles organizativos" (Calvo, 2006: 157).
La importancia del vínculo asistencial como forma de relación o de cons-
trucción social es muy interesante en estos enfoques en donde los recursos En este planteo el clientelismo político no explica la totalidad de la poli-
asistenciales cobran una nueva forma a partir de que se convierten en ticidad de los sectores populares y su relación con las estructuras políticas.
demandas colectivas de los sujetos y que ocupan un lugar importante en la El reconocimiento de la importancia de los territorios como espacios para
construcció'n de la politicidad de los sectores populares. la construcción de organizaciones y como espacios en los cuales se genera-
160 161
Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis y salida de la emergencia
\'
Pobreza y modelos de intervención
cuestiones ofrecen una suerte de seguro frente a Jos riesgos que implica la 2001: 35) suponía un mecanismo de subordinación política en el cual los
situación de inseguridad.
mediadores tenían una función clave. ,
Estos enfoques perdieron protagonismo en la medida que las organiza- . La función que los mediadores cumplían se realízaba a través de la,s
ciones territoriales perdieron poder político a la par del crecimiento del "redes de resolución de problemas". Auyero señalaba, a partir de un estudi'o
empleo y que la disputa salarial volvía a cobrar relevancia en la escena del de caso, que "las estrategias de sobrevivencia están ancladas en una red polf- ' 1
conflicto social. 1
tica de resolución de problemas que se expresan en las interacciones entre · 1
agentes de un partido político y funcionarios estatales y Jos residentes de ia ;
6.2.4. Volviendo sobre las explicaciones culturalistas. villa" (Auyero, 2001: 100). : ,.
Clientelismo y cultura del trabajo Desde este enfoque se podíéin leer varios elementos que caracterizaban la ,, 1
¡~ .
162
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popreza y modelos de intervención Pobreza e intervención en la nu-eva década: Crisis y salida de la emergencia
En consonancia con estos planteas se pueden señalar los desarrollos cíón de pobreza estructural. Con la reactivación económica operada en el
de Bustelo (2002), que consideraban que si bien estas organizaciones país desde el año 2003, los que e-n la década anterior eran considerados
posibilitaban el acceso a recursos indispensables, no permitían el ejercí• nuevos pobres pudierón mejorar su situación. Esto hizo que la mirada se
cio de una ciudadanía "plena" sino que instituían un tipo de ciudadanía volviera sobre aquellos sectores tradicionalmente llamados "pobres estruc-
a la que definfa como "tutelada". turales". El análisis sobre cómo estos sectores se encontraban fue aborda-
Si bien Auyero repite en distintos momentos de su libro y en otros articu- do desde distintas esferas:
las su in.tento de no contribuir a un uso peyorativo del término "clientelar'', El análisis de las transformaciones espaciales de los territorios más
no deja de presentar una idea valorizada a partir de explicar las prácticas ·.:'~ pobres y la concentración por extracto social llamó la atención. Por un lado
asistenciales y la "manera peronista", a la que describe como· expresión a la proliferación- de barrios cerrados para los se.ctores de altos ingresos y por
partir del concepto de clientelismo. La idea que da título a su libro La polí- otro la concentración de los territorios -más pobres de población en términos
tica de /os pobres presenta una idea desvalorizante de las prácticas políticas eco.nómícos ho'mogénea generó una serie de consecuencias que fueron reco-
de los pobres, no porque no sea cierta la denuncia acerca de fas situaciones nocidas en distintos estudios ..
de depeñdencia que padecen, siM porque también aquí se identifican las Por un lado se conceptualizó como "insularización" (Fournier y Soldano,
explicaciones en las prácticas de los mismos (entendiendo- a los mediadores 2002) la situación observada en los barrios populares donde !a posibilidad
dentro del colectivo) y no en las polfticas de empobrecimiento y a sus formas de movilldad espacial disminufa notablemente, tanto por la desocL:Jpación
de atención como la focalización. Durante la década se extendió el uso del como por las dificultades económicas de traslado, ya que el barrio se con-
término "puntero" para denominar al conjunto de los dirigentes partidarios vertía en un lugar total por fuera del cual existfan pocas relaciones e inter-
pobres, no sólo en los medios de comunicación sino también en fa academia: cambios-significativos en la vida de los sectores populares. Por otro lado se
El término "puntero", que tiene un significado difamatorio, parece actual- planteó como "suburbanización de las élites" (Bayón y Saraví, 2006) a la
mente denominar al tipo posible de protagonismo político en los territorios generación de urbanizaciones cerradas para sectores de altos ingresos en las
más pobres. afueras de las ciudades. Las desigualdades distributivas se mostraban tam-
El autor señala, en un articulo publicado en el año 2000, que la exten- bién en la fragmentación en la trama urbana. '
sión de las prácticas clientelares no pueden explicar resultados electorales ya La lectura de. la pobreza estructural a partir de espirales de desventajas
que las redes cliente/ares son de baja escala. Sin embargo, en las explica- '\i
alertaba sobre el riesgo de fractura social.
ciones mediáticas el problema del clientefismo parece operar como una tara -~~·
de fa forma de organización política de los territorios populares. ~~ "La segregación espacial, la fragmentación urbana, la erosión del
Repitiendo las criticas que realizamos en el capítulo anteriOr a las con- espacio público y el- capital social comunitario, la incertidumbre e
ceptualizaciones sobre ciudadanía, ·podemos decir que también respecto de inestabilidad de las trayectorias laborales, los estigmas territoriales y
este concepto permanecen elementos de formalismo en el análisis. la desconfianza en canales tradicionales de movilidad social son nue-
Las denuncias sobre clientelismo fueron una de las principales cr-íticas a
:-:~
l;
.. vos aspeCtos en una y otra de estas: esfer;s cjÚe tienden á asociarse
..';; entre sí. Pero además; este encadenamiento-de desventajas no sólo se
las políticas sociales asistenciales y brindaron elementos para fundamentar
~[ extiende horizontalmente a través de distintas esferas sino también
propuestas de reformulación de estas políticas.
:e verticalmente en distintos niveles de análisis. Nuestra pretensión ha
6.2.5. Endurecimiento y/o impermeabilización de fa estructura - sido seguir esta línea, al explorar nuevas desventajas de nivel macro
(particularmente la reconfiguración del espacio urbano y el mercado
social. Nuevamente el foco sobre la pobreza estructural
de trabajo~. de nivel meso (como lo es en las transformaciones del
espacio público y el capital social comunitario) y de nivel micró (por
Ya a finales de la primera década del siglo los estudios sobre compor-
tamiento de fa estructura social dejaron de orientarse a
las explicaciones
efemplo, en las trayectorias· laborales y familiares o en las percepcio-
nes y expectativas individuales). Pero nuevamente como en el caso
acerca de la "caída", como en la d-écada anterior, y se abocaron al análisis
anterior, estos niveles. anal ítlcamente diferenciables tienden a entre-
de aquellas poblaciones que se encontraban de manera sostenida en situa-
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r 165
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Pobreza y modelos de intervención Pobreza e intervención en la nueva década. Cris1s y salida de la emergencia ¡;
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cruzarse y afectarse recíprocamente en los procesos de acumulación como una forma de intervención frente a la situación de pobreza de po9Ja}
de desventajas que se materializan en la creciente vulnerabilidad de ción excluida del mercado de trabajo formal. \ [
las experiencias biográficas" (Bayón y Saraví, 2006: 92-93). Resulta interesante, en términos de este trabajo, que en el lapso de un(l·
década se haya cambiado de lógica de abordaje en tres ocasiones, siendo
La idea de superposición de desventajas implicaba una mirada crítica de marcada la diferencia entre las mismas, y da cuenta de una indefinición: eri
las redes comunitarias como lugares de resolución de problemas. las formas de intervención de las políticas sociales dirigidas a la pobreza! i
"En un contexto signado por la concentración de pobreza y desem- 6.3.1. Programa Jefas y Jefes de Hogar Desocupados (PJJHD)
~)
pleo, 'dónde están todos en la misma', los contactos y las redes dis-
ponibles se vuelven redundantes, poco efectivas (. .. ) Por otro lado, El PJJHD, dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación, propo'nía
sin embargo, estas redes basadas en la comunidad local pueden una prestación muy similar a la de las operatorias conocidas como Trabajar !
brindar recursos sustitutos para la obtención de ingresos. Las redes y Trabajar 11, que se habían ejecutado en la década anterior. Consistía en una
de amigos o conocidos entre los jóvenes del barrio suelen ser la transferencia de dinero para quienes se encontraban dentro de la población
puerta de entrada para involucrarse en actividades delictivas o eva- objetivo del programa (jefas y jefes <le hogar sin ingresos), a cambi.o de una
sivas (como el consumo de drogas); también son estas mismas redes contraprestación que era convenida con los gobiernos locales o con las orga-
las que en numerosas ocasiones permiten obtener planes de empleo nizaciones sociales por un tiempo estipulado de 4 horas diarias por trabaja-
a través de contactos con los 'punteros' político o las personas indi- dor. Los cupos para el ingreso eran entregados a los gobiernos locales o a las·
cadas que confeccionan las 'listas' de posibles beneficiarios" (Bayón organizaciones sociales que también organizaban las tareas de la contrapres-
y Saraví, 2006: 75-76). tación y supervisaban su cumplimiento.
A pesar de no proponer novedad en su formato de programa de transfe-
En el marco de estos análisis se interpretó la desvalorización de la escue- rencia de ingresos, el ''Jefas y Jefes de Hogar Desocupados" ha sido para-
la y el trabajo como los tradicionales canales para el ascenso social y, prin- digmático por distintos motivos. · .
cipalmente., como los estructuradores de las trayectorias biográficas sobre un En primer lugar, ha significado un resultado de la crisis de finales de :Jo~.
sector de la población con una situación sostenida de pobreza estructural por '90 y del estallido de comienzos de década y permite identificar sentidos en
décadas. Ante estas dificultades, la situación se describe como una "rigidi- disputa en el momento de mayor agudeza de la crisis. En su definición, se
zación de la estructura social" (Di Loreto, 2009) en tanto existe una estabi- plantearon cuestiones tales como: paz social, contención social, como dere-
lización en la situación desventajosa de los sectores más pobres. cho de inc-lusión y derecho de familia. En este programa la relación entre
pobreza y falta de trabajo aparece con una alta nitidez y permite dimensio-
nar la significación de esta reiación en la etapa.
6.3. Experiencias de intervención en la década. Jefas y Jefes de :¡
En segundo lugar, la escala que cobró fue inédita: aproximadamente :¡
Hogar- Familias- Asignación Universal por Hijo 1.800.000 beneficiarios se incorporaron en tiempos record a este programa.
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166 167
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Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis .y salida de la emergencia
Pobreza y modelos do intervención
implementación de este tipo de programa, así como también con la existen- PJJHD. En la definición de este nuevo programa, a la categoría de
cia de comedores comunitarios. familias sin ingresos se incorporaron las de derecho e inclusión social:
Las organizaciones que nucleaban desocupados, identificadas en la etapa Articulando la condición familiar y la condición laboral alrededor del
como "piqueteras", que eran reconocidas como actores en esta operatoria, eje de la emérgencia, en el citado decreto se definieron los alcances
expresaron el nivel de conflictividad social mayor de la etapa. Estas organi- temporales, los sujetos a los que estaba dirigido el programa y las vías
zaciones, como ya planteamos, tenían gran influencia en los territorios, habí- que· el mismo creaba para garantizar el acceso al DFIS:
an presionado por la generación de estos recursos (principalmente con cortes 'Art. 2°.- Créase el Programa Jefes de Hogar para ser aplicado mien-
de rutas y distintas gestion~s) y habían encontrado en la gestión del progra- tras dure la Emergencia Ocupacional Nacional, que por este Decreto
ma un motivo de organización, o como ya se planteó anteriormente, la posi- se ratifica hasta el 31 de diciembre de 2002, destinado a jefes/as de
bilidad de una "capitalización creativa" (Calvo, 2006) de los recursos del hogar con hijos de hasta dieciocho (18) años de edad, o discapacita-
programa como sostenes organizativos. dos de cualquier edad, y a hogares en los que la jefa de hogar o lacón-
Este laboratorio de experiencias que significaron los programas de trans- yuge, concubina o cohabitante del jefe de hogar se hallare en estado
ferencias de ingresos para las organizaciones generó una serie de despliegues de gravidez, todos ellos desocupados y que residan en forma perma-
entre los que se enc[!entran distintas prácticas englobadas en la defi¡:¡ición nente en el país. ( ... )
de microemprendimientos productivos, cooperativas de trabajo, ¡¡poyaturas a Art. 3°.~ El Programa tendrá por objeto brindar una ayuda económi-
comedores, lugares de <:;uidado para niños, etc. Aproximadamente un 94% de ca a los titulares.indicados en el artículo 2° cori el fin de garantizar
las actividades de contraprestación durante el año 2002 fueron actividades el DFIS asegurando: · ·
comunitarias (Di Leo, 2006). a) la concurrencia escolar de los' hijos,· así como el' controi de salud
:·~· de Jos mismos, que se encuentren· en IC!s··condiciones ·previstas en
Estas experiencias que se pensaban como potentes para la reconversión
a programas de economía social, como por ejemplo fu? posteriormente el pro- :··"
·el artfculo·.·2°;
gr-ama Manos a la Obra, demostraron que la centralidad del impacto del '~~ b) la incorporación de lbs beneficiar-ios crla educación formal;
PJJHD se encontraba en la transferencia monetaria ya que estas experien- ··.i,: e) su participación-en cursos de capacitación que coadyuven a su futu-
cias, .por distintos motivos, no generaron los impactos esperados, ni grados ,r ra reinserción· lat>oral;
~~- d) su incorporación en proyectos productivos· o en servicios comunita-
de adhesión tan masiva; más allá de los aprendizajes que significaron ,para
las poblaciones y las organizaciones. ·.~ rios de impacto ponderable en materia ocupacional.'
Pablo Di Leo, en una publicación de maestría titulada ¿Incluyendo en los ·'.;1·
El mismo dfa de ·la firma del decreto, Eduardo Duhalde presentó al
~-
márgenes? Una .aproximación al proceso poljtico de emergencia y constitución nuevo Derecho Familiar de Inclusión Social -DFIS- en un discurso
del Programa Jefes y Jefas de Hogar Desocupados, presentada en el año 2006, emitido por la cadena nacional de emisoras de radio y TV, destacando
plantea una serie de propuestas analíticas para pensar esta experiencia desde la vinculación entre, por un lado, el derecho familiar a un umbral míni-
~1
la. disputa simbóli.ca sobre lo socio laboral que implicó la instalación del ·pro- --~ mo de dignidad y, por otro, el ·deber de realizar una contraprestación:
grama en la redefinición de la salida de la situaGión de crisis y estallido. Plan- 'Son más de un millón de hogares excluidos que buscamos precisa-
tea que esto puede ejemplificarse a partir de la fundamentación que adquirió mente incluir en el umbral mínimo de dignidad. Todos debemos tra-
el programa y !os distintos sentidos que le fueron otorgados. Desde una res- bajar muy duro. para que; ·a más tardar, el 15 de mayo, no quede nin-
puesta al estallido y a la crisis, como programa de emergencia, hasta un reco- guna familia argentina sin ingreso. Esto no es un regalo, es un dere-
nocimiento de las transferencias monetarias como derecho de las familias. cho. Quienes tengan los requisitos y perciban este ingreso como con-
traprestación deberán capacitarse e· integrarse paulatinamente. a acti-
"Luego de un largo proceso en el que jugaron roles fundamentales vidades laborales o actividades comunitarias. Recibirán $ 150 men-
tanto la Iglesia Católica -desde la Mesa del Diálogo Argentino- como suales. (... ) Estamos creando un nuevo· derecho. En la Argentina no
la protesta social -principalmente la protagonizada por las organiza- tenemos una experiencia que haya comprendido a tantas familias' (La·
ciones piqueteras-•. en abril de 2002 se anunció la creación del Nación on fine, 3/4/2002)" (Di Leo, 2006: 64).
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171
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Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis y salida de la emergencia
Pobra~a y modelos de intervención
l
ciones "externas" a la lógica del trabajo. A pesar de que la crisis internacional impactó menos de lo previsto en
El- "subsidiado" -en el caso del Familias la "subsidiada"-, recibía $ 25 Argentina, sus efectos en materia de disminución de la creación de
agregado al básico previsto por el PJJHD por hijo, cuando el salario familiar empleo y de crecimiento de la pobreza revivieron los debates que se pre-
de un trabajador formal era de $ 60 pesos. Si recordamos que las asignacio- sentaban públicamente sobre la pobreza.
nes familiares eran pagadas por el Estado, -podemos inf_erir que había un tra- Como ya planteamos, el crecimiento del problema involucraba en la agen-
tamiento diferencial de los_ niños de acuerdo a si se trataba de hijos de
' da pública a diferentes sectores de la oposición y_ se asoció con la discusión
empleados o de hijos de desempleados.
Luego del momento más crítico del conflicto_ social, -estas medidas pare-
1
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~-:~ ', sobre las estadísticas oficiales que medían pobreza e inflación.
Sí bien desde sectores del oficialismo, especialmente de los sectores
cían volver a un patrón tradicional -de la práctica asistencial, dejando atrás ,'t
-~:?
que conducían el Ministerio de Desarrollo Social, existfa una resistencia a
los temas de discusión durante la "emergencia" vinculados a las prestacio- ·:;~
la implementación de esta medida, en tanto identificaban en la genera-
nes universales y af reconocimiento de las transferencias como derechos ción de empleo la forma recomendada como política distributiva -el slo-
incluso de quienes se encontraban fuera del mercado de trabajo .formal. gan del ministerio era "la mejor política social es el empleo"-, otro con-
.:¡1
Por otro lado, en hecho de que el monto de dinero entregado por el pro-
} junto de sectores, paradójicamente del Ministerio de Trabajo, miraban a la
grama no se actualizara por inflación implicó una baja relevante en el impac- medida como una acción posible. -
to de las asignaciones monetarias. Por medio de un decreto de necesidad y urgencia la presidenta Cristina
Las presiones de las organizaciones sociales también descendieron en Fernández instituyó la Asignación Universal por Hijo.
la etapa a la par que el programa, que no disminuyó significativamente El Decreto 1602/09 modificó la Ley 24.714 de asignaciones familia-
escala, sí perdía relevancia ·política. Esta característica fue común a íos res, incorporando a otro conjunto poblacional, las/os hijas/os de desem-
programas alimentarios en donde también se identifica ufl descenso en la pleados y de empleados informales. Que esta medida significara una
importanci-a _política de las operatorias, que no necesariamente implica-dis- modificación de las asignaciones familiares y no una estructura paralela
minución de la cantidad de beneficiarios. Cabe agregar, como elemento es un dato de relevancia en la discusión sobre políticas de atención a la
para entender la situación descripta, que junto a la mejora en los indica- pobreza que pasaremos a analizar.
dores sociales, la presión por desarmar el Jefes y Je.fas fue acompañada del La Asignación fue presentada como una medida excepcional ya que
crecimiento de los programas de ,financiamiento de emprendimientos pro- sigue planteando el trabajo como el mejor estructurador social, cuestión
ductivos de diversa índole, en los que figura como el programa más impor- il que en el decreto se explícita:
tante el Manos a la Obra. Si bien estos programas tuvieron un impacto 1
recortado, fueron recepcionados positivamente por las organizaciones
sociales que vislumbraron una posibilidad de acción no asistencial y orga-
nizativa superadora (Arias y Sadier, 2006).
! "Que la mejor política social de promoción y articulación del tejido
social es el trabajo que, sumado a la educación, la salud, la moderniza-
ción o creación de infraestructura, servicios básicos y viviendas, permi-
172 173
-.1,,-¡i •.•.
Pobreza y modelo~ de intervención Pobreza e intervenc:ión en fa nueva década. Crisis y salida de fa emergencia
tirá mejorar fas condiciones de vida y avanzar sobre el núcleo más duro Los cambios que suponga en materia de salud y educación todavía
de fa pobreza, consolidando progresivamente un desarrollo humano inte- son imprecisos; según datos del Ministerio de Educación a pocq tiempo
gral, sostenible e incluyente" (Decreto 1602/09; destacados nuestros). de ponerse en marcha ya se pueden evidenciar impactos sobre, la edu-
cación secundaria. · · '
Pese a lo antedicho, que la medida y por tanto los organismos encarga- ' '
dos de llevarla adelante se encuentren comprendidos en la tradición de las "El Ministerio de Educación de la Nación lleva adelante un so~d~o
polfticas previsionales (el régimen de asignaciones familiares y la Anses como entre directivos de escuelas secundarias de grandes centros urba-
organismo encargado de su gestión), supone, o mejor dicho habilita a inter- nos, para recabar info·r~aéión sobre los cambios observados en la
pretar un cambio en el registro de la política dirigida a la pobreza. matriculación en el nivel secundario registrados entre el año 2009
La Asignación Universal por Hijo, en febrero de 2010, sumó a 3.384.546 y 2010. A partir de este relevamiento, que en los próximos :días
niños y niñas menores de 18 años. La Asignación es de 180 pesos mensua- alcanzará a más de 200 escuelas de todo el pafs, se puede com-
les12 por hijo de desempleado o trabajador informal. El 80% de este monto probar que entre casi el 60 por ciento de los encuestados se regis-
(144 pesos) se cobra mensualmente mientras que el 20% restante se acu- tró un incremento promedio del 25 por ciento de matrícula respec-
mula en una cuenta bancaria a nombre de cada persona. Para poder acceder to del año 2009. Los directivos también señalaron que este incre-
a ese dinero, dos veces al año los beneficiarios deben presentar los certifica- mento es atribuible al decreto de fa Asignación Universal por Hijo"
dos de vacunación de los menores de cuatro años inclusive y los certificados (gacetilla del Ministerio de. Educación expuesta en la página web
de escolaridad de los niños o adolescentes de entre 5 y 18 años. ,!;'
www.me.gov.ar en marzo de 2010).
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Por lo cercano del comienzo de esta prestación todavía son pocas las esti- ·!,~
"La extensión de las asignaciones familiares a los hijos de los tra- Sin dudas la implementación de esta medida dependerá, entre otros fac-
bajadores no registrados~y desocupados logró reducir un 32 por cien-
'ii tores, de la previsión sobre la inflación que se realice, garantizando el impac-
to la desigualdad de ingresos entre Jos sectores más ricos y los más ., to de la suma transferida, así como también que se convierta en ley este
decreto y se mantenga en el tiempo.
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pobres. Las mejoras socioeconómicas registradas entre 2003-2009 :·.:,.-:
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alcanzaron con menor intensidad a los sectores más desprotegidos. ·~r
La publicidad oficial presenta a la medida como un reconocimiento de un
La vulnerabilidad de esos grupos para caer en la indigencia y la derecho, el slogan de "Bienvenido" hace mención a esto, al igual que su pre-
pobreza comenzó a bajar considerablemente con la implementación sentación como motivo de festejo en el marco del Bicentenario.
de ese programa de seguridad social. Los 180 pesos por mes por hijo ·::N'. En tanto medida dirigida a la pobreza, pero en el registro de las políticas
que cobran los beneficiarios se traducen en una caída del 69 por ',':~ de previsión, se coloca por fuera de las características típicas de las accio-
ciento en la indigencia por ingresos. El efecto sobre la pobr·eza tam- nes asistenciales por varios motivos, todos ellos como tendencias posibles,
bién es relevante, aunque su impacto es menor. La Asignación Uni- dependientes de cómo se institucionalice esta medida:
versal por Hijo (AUH) comenzó a funcionar en noviembre pasado. En
.;;"if' a. Supone un beneficio reconocido a los sujetos por fuera de la inserción
febrero, el programa alcanzó a 3.384.546 chicos menores de 18
años, que forman parte de 1.732.530 f(lmilias" (Página/12, Suple- laboral sin control de la situación de pobreza en la que se encuentren.
mente Cash, 21 de marzo de 2010). b. Si bien se exigen condicionalidades de salud y educación, las mismas
son las comunes a las obligaciones que deben cumplir el conjunto de
los niños y niñas
c. No prevé la presencia ni de acciones de promoción social, ni de acom-
pañamiento profesional a las poblaciones.
12 Datos de febrero de 2010.
174 175
H/ \CO '·
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Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis y saiida de la emergencia
Pobre~a y modelos de intervención
1
~
transformaciones neoliberales, se fueron asumiendo en clave de resis- situación de pobreza, se encuentran especialmente en crisis las formas de
tencia las acciones frente al conjunto de.los cambios que se operaban '
intervención en donde por fuera de las prácticas de asistencia extendidas, las
en las instituciones estatales, enmarcados en la remercantilización de acciones tradicionalmente "promocionales" no se encuentran en relación con
~ la escala en la que se encuentra dimensionado el problema y muchas veces,
cr~cientes aspectos de la vida social. La resistencia frente a los avan-
~~-
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ces del neoliberalismo posicionó a una parte importante del colectivo tampoco a las caracter.ísticas del mismo.
.de trabajadores estatales, por lo menos declamativamente, como defen-
sores de las escuelas, de los hospitales, y del Estado en general, fren- 6.4.1. Los colegas hablando de sus prácticas
~
te al embate privatizador.
Sin embargo, .el desfinancíamiento de las instituciones públicas fue una En el marco de los cambios que brevemente planteamos en el apartado
clave de las transformaciones, pero no fue única. En el marco del cambio de i anterior nos ha resultado interesante interrogar a distintas·colegas sobre sus
13
política económica operado a partir de 2003, el cese de la política de ajus- 1 prácticas y los sentidos otorgados a éstas. Las entrevistadas han sido
te no implicó necesariamente un fortalec.imiento de la capacidad de las ins-
tituciones estatales. Proponemos como interpretación aquí que la "salida.de
1 1
.1
ampliamente generosas en la descripción de sus rutinas de trabajo y de las
preocupaciones que se desprenden de ellas.
la emergencia" demostró o mejor dicho puso luz sobre un proceso que puede l La inserción laboral que tenemos los trabajadores sociales es muy amplia,
ser reconocido como crisis del programa institucional (Oubet, 2006) del cual cuestión que volvimos a comprobar con las entrevistas y grupos focales rea-
ya anticipamos algunas cuestiones en el capítulo anterior, pero que se evi- lizados. Los programas de cada una de las áreas problemas son muy hetero-
denciaron con mayor nitide1 en esta década. Retomaremos con mayor exten- géneos (esto equivale a fragmentación y parcelación de los problemas socia-
sión este tema en !as conclusiones de este libro.
1 ~ les). A pesar de lo antedicho, aparecía la caracterización de la población en
Tanto las escuelas, como los hospitales, como. los servicios sociales muni- l
',
cipales o provinciales, lejos de recuperar un espacio de intervención eviden-
ciaron la crisis de las formas de intervención tradicionales, en donde el man- 13 s·e realizaron, en el marco de proyecto Ubacyt 2006/2009, entrevistas a 20 colegas que
dato institucional -que se recuperaba muchas veces en un relato idealizado J se encontraran ejecutando políticas asistenciales.
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176
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Pobreza y modelos de intervención ~;
·- ,~· -~'_l1~
una determinada familia, incorporar las organizaciones del barrio ... ;
puede pensarse .en un modelo donde el Estado tiene mayor centralidad polí-
por eso el municipio está trabajando en asistencia con una visión inte-
. tica, las instituciones estatales no dejan de expresar crisis en sus for.mas de
gral por la cual va a entrar la promoción, por la cual van a entrar más
:~ intervención, especialmente las destinadas a las polfticas sociales.
~
allá de una entrega de un bien. La diferencia, me parece, la diferen-
Los vaivenes económicos también se vieron reflejados en la predominan-
cia entre asistencia y promoción yo creo que está en la metodología,
cia de distintos enfoques teóricos.
en el cómo se hace, el cómo se llega a la asistencia ... es cómo la ges- ,j_ En el inicio de la década la lectura de la situación social en clave de
}~1
tión gestiona sus recursos, el cómo los tiempos, el cómo los actores
emergencia permitió el reconocimiento de la pobreza como un problema de
que vos llamás" (participante de uno de los grupos focales).
causas exógenas a los sujetos. En el escenario de la crisis, con indicadores
.1 ~
• de pobreza y desocupación de dos dígitos, la responsabilidad de la situación
~
Podemos observar que los conceptos de asistencia y de promoción siguen 1 de pobreza se ubicó en el funcionamiento de la economía y las acciones
siendo significativos para las colegas y los utilizan cotidianamente para
caracterizar y significar sus prácticas. Son claramente identificados como
c~l· .. paliativas, consideradas de "urgencia", se adecuaron a satisfacer necesida-
la ayuda estatal, las referencias no se vinculaban con modificación de la ~ Las organizaciones de desocupados fueron consideradas innovadoras de
1g los modelos territoriales de ·organización. Los cortes de ruta, expresión ·de
situación concreta de pobreza de los sujetos. ~
protesta territorial por excelencia, se planteaban al finalizar la primera déca-
']
da del siglo como la forma de-expresión más clara de la conflictividad social.
~u
Así, se realizaron. estudios sobre las nuevas formas de sociabilidad.
6.5. ¿Recomposición? del modelo de asistencia y promoción
Hubo un fuerte énfasis en la mirada sobre los sujetos sociales a los que
J se apuró a definir. Estos estudios· reconocieron las prácticas de diversos
En esta década cuesta realizar una síntesis en tanto el grado de transfor-
~ actores alrededor de su revinculación o. desvinculación del trabajo/empleo
maciones que se realizaron en esto5 diez años es m~y vertiginoso y el poco
tiempo transcurrido imposibilita una distancia suficiente como para ver cuá-
j y especialmente fueron valorizadas las organizaciones de desocupados y
les de estas transformaciones. madurarán en las décadas próximas. Notará el 1 las fábricas recuperadas.
1 La cercanía planteada entre las formas de expresión de la protesta de
lector que a diferencia de los períodos anteriores, no aparecen las caracte-. j
sectores medios, como las asambleas barriales, y las organizaciones
rísticas de este periodo con nitidez, y hemos volcado cuestiones que pueden
1 "piqueteras", confluyó en un momento en el que los. medios de comuni-
ser leídas como contradictorias, pero que en realidad intentan reflejar las ten-
l cación masiva presentaban a los agrupamientos que llevaban adelante
siones o los vaivenes que se producen en la década. 1 programas asistenciales como expresiones de solidaridad.
La situación de mejora de .indicadores económicos implicó mejoras sus-
Paradójicamente, en la crisis se planteó optimismo en términos de la poten-
tantivas con relación a la situación vivida durante la crisis.
El Estado post-crisis se presentó como un Estado intervencionista. Las
1i cia de estos sujetos para plantear alternativas sociales o socioeconómicas.
.Podemos decir que en nuestras observaciones volvió a comprobarse lo seña-
estatizaciones, la presencia en las regulaciones de los mercados muestran
lado por Paugam (2007): los sectores que en el momento más critico de la cri-
quiebres con los modelos estatales anteriores a. la década. Sin embargo,
1
1
181
180 ¡
Pobreza y modelos de intervanclón Pobreza e intervención en la nueva década. Crisis y salida riJlla emergencia
sis fueron considerados víctimas de la situación social, a medida que disminu- que corresponden a toda la población. Hasta ahora no se han planteado
yó el desempleo y la crisis económica volvieron a ser examinados corno poten- acciones "promocionales" tradicionales focalizadas para esta población, lo
ciales vagos o portadores de disfunciones que los convierten en pobres. cual supondría una escala de carácter extraordinario de dificil sostenimiento.
Este giro en la caracterización de los pobres había modificado la idea Las intervenciones profesionalizadas pueden ser interpretadas a partir de
benevolente que primaba hacia las organizaciones territoriales en el dos características: la crisis de lo público en general y dentro de esto' de las
momento de emergencia. instituciones de lo público estatal; y, de manera interrelacionada, la crisis de
La forma de presentación de las prácticas organizativas de los pobres los fundamentos de las intervenciones. La descripción que realizamos sobre
como expresiones de solidaridad y creatividad fue reemplazada por minucio- la dificultad de conceptualización de la promociona! da cuenta de esto .. Reto-
sas descripciones sobre el componente clientelar de las relaciones territoria- maremos en mayor detalle este tema en las conclusiones de este trabajo ya
les. La idea despectiva de "puntero'' empezó a utilizarse para definir a los que entendemos que la asistencia y la promoción fueron dos de las cuestio-
dirigentes populares sin espacio de crítica serio. nes centrales en la definición del modelo a partir del desarrollismo.
De manera más que esquemática, y asumiendo el riesgo de plantear M Lo señalado permite plantear dudas o por lo menos pocas certezas acer-
tan poco espacio la trayectoria en la década, hipotetizamos que luego de los ca de la recomposición del modelo de asistencia y promoción en la década.
momentos anteriormente reseñados de mayor conflictividad social, se volvió Anticipamos un cuadro con las características generales del período que
a componer la idea de los pobres como sujetos sin capacidades o con capa- permitirán que despleguemos con mayor detalle en el próximo capítulo la cri-
cidades no desarrolladas. sis del modelo de asistencia y promoción.
Esta reedición evidenciaba construcciones interpretativas sobre la pobre-
za que portaban cargas valorativas descalificadoras.
Ha sido notable la proliferación de abordajes mediáticos del problema de ¿Recomposición? del modelo de intervención
los territorios pobres o empobrecidos que asociaban la pobreza urbana con el
problema de la inseguridad (Kitzberger y Pérez, 2008). Características del periodo - Cambio de un modelo de valorización íinanciera
La identificación de los territorios pobres con territorios productores de por un modelo de corte industrialista.
- Disminución de la desocupación y
inseguridad llegó a fundamentar la propuesta de un intendente de construir
mantenimiento de la pobreza y la precarización
un muro que aislara a un barrio.•de clase media alta de un barrio empobreci- del empleo.
do. Si bien no llegó a concretarse esta absurda obra, demostró un nivel de
interpretación de la relación entre pobreza y delincuencia que se encuentra
- Recomposición relativa de !as instituciones del
trabajo y disminución del conflicto en las l
presente en el discurso de importantes sectores sociales y que es muy fre- organizaciones territoriales.
· Pasaje desde las fundamentaciones sobre la
cuentemente difundido por los medios de comunicación masiva.
emergencia a políticas tradicionales, y luego a 1
:1
En términos de políticas sociales se mantuvo la preocupación por los la separación de los formatos de asistencia y
mecanismos de "promoción social" planteados como dispositivos de inter- promoción.
i!
'
vención sobre capacidades que se desarrollan dirigidos a las poblaciones des-
Aportes desde las ciencias sociales • lecturas sobre las transformaciones
tinatarias de acciones asistenciales.
estructurales y los impactos distributivos.
Sin embargo, al finalizar la década, la Asignación Universal por Hijo y los
- Renta básica y otros propuestas sobre
amplios consensos sociales alrededor de la propuesta muestran otro despliegue, asignaciones universales.
que reconoce en las transferencias monetarias un derecho de la población sin - Lectura de las nuevas identidades populares.
otros ingresos. Los impactos distributivos permiten pensar que se han podido - Reedición de lecturas cultura listas sobre la pobreza
retomar un conjunto de formulaciones alrededor del derecho a la asistencia. • Impermeabilización de la estructura social y
acumulación de desventajas.
La idea de derecho social va acompañada por un estatuto que plantea la
universalidad en los accesos y, si bien se presentan condicionalidades como Idea de sujeto · Sujeto identificado desde las desventa¡ as.
la presentación de constancias de salud y educación, éstas son obligaciones ¡
182 183
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F
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Pobreza y modelos de intervención j
~~ Capítulo VIl
- Sujeto desprovisto de potencia en contraposición
a las lecturas sobre las nuevas identidades
y reconfiguración de lo popular.
- Tensión por la discusión sobre la potencia/
1
.-:]
identidad. 'j Conclusiones
Rol del Estado - Recuperación de la centralidad política del ;.:1¡!
Estado.
- Estado con mayor grado de intervención en la '~
economía. ';¡"1
- Reversión de las tendencias a la privatización y
al ajuste. Estatización y expansión del
:¡ A lo largo de este trabajo hemos recorrido cómo fue variando una
forma particular del vínculo asistencial, a la que denominamos modelo
sistema previsional.
1l de asistencia y promoción. Siguiendo el desarrollo de Simmel, plantea-
mos que el vínculo asistencial es constitutivo de la pobreza como pro-
Definición de lo comunitario - Aumento en la estima sobre lo comunitario,
redeíinidO ápartir de la idea de lo territorial, blema social en tanto que el reconocimiento de la pobreza implica la
A medida que disminuye la conflictividad forma de "socorro" de la misma.
territorial se comienzan a evaluar como
deíicitarias las redes de sociabilidad territorial.
1
.1
La idea de modelo nos permitió c-onstruir una matriz desde la cual iden-
tificar continuidades: a partir de la inclusión dentro de las acciones dirigidas
j
Definición de lo promociona! - Crisis en los fundamentos de la idea de lo
. promociona!, identificado con un conjunto de
lj a los pobres de las estrategias de "promoción· social" en la década del '60,
que configuraban una forma de intervención suficientemente estable, a la
-valores positivos sin anclaje en las que denominamos modelo de asistencia y promoción." ·
transformaciones estructurales, l Luego recorrimos distintas modificaciones parciales o de contenido de
esta forma a lo largo de las últimas cinco décadas, analizando las caracterís-
Definición de lo asistencial - Mantenimiento de la escala de las acciones
ticas del modelo de asistencia y promoción para finalmente interrogarnos
' asistenciales y en su importancia política. 1
- Crítica a las consecuencias de las políticas l sobre lo que identificamos como crisis de este modelo en la actualidad.
Por último presentamos un conjunto de interrogantes tendientes a pensar
asistenciales tradicionales y establecimiento de .)
nuevas lógicas sobre transferencias monetarias. l o procesar nuevas formas o por lo menos modificaciones a las actuales for-
- Tendencia a estructurarse como mas de relación social con la pobreza. Lejos de ofrecér pronósticos, nos inte-
1
prestaciones sociales.
l resa presentar opciones en clave de propuestas para el estudio y la interven-
Intervenciones profesionales - Crisis de las instituciones en el marco de la l
·¡
ción de las políticas sociales.
crisis del "programa institucional". Presentaremos estas conclusiones a partir de los interrogantes que han
- Demandas complejas en términos de intervención.
guiado la investigación.
- Crisis de los soportes tradicionales de
organización d"e fa tarea asistencial sobre la
diferencia de la asistencia y la promoción.
1
7.1. ¿Qué ha sido históricamente el modelo de asistencia
y promoción?
Hemos representado en el modelo de intervención de asi~tencia y promo-
ción una forma social institucional de tratamiento de la pobreza que ha con-
figurado la intervención a partir de:
185
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