Professional Documents
Culture Documents
1
El decreto 128 de 2003 es abiertamente ilegal e inconstitucional porque
contradice la ley que pretende reglamentar, la ley 782 de 2002, expedida un
mes antes, en diciembre de 2002, para permitir la negociación con los
paramilitares. Dicha ley, que prorrogó la vigencia de la ley 418 de 1997 y que
entre otras cosas eliminó como requisito para la desmovilización el
reconocimiento del carácter político de los grupos armados al margen de la
ley, permite otorgar indultos y beneficios jurídicos semejantes a combatientes
con los que se negocie su desmovilización, pero con la salvedad expresa de
que dichos beneficios no se pueden conceder a quienes “hayan cometido“
crímenes no indultables o no amnistiables. El decreto 128 dice algo muy
parecido, pero sustancialmente distinto, pues establece la salvedad en relación
con quienes “hayan sido procesados o condenados“ por tales delitos.
2
Decreto 128 del 22 de enero de 2003, art. 13.
14 Comisión Colombiana de Juristas
3
De los 30.151 desmovilizados colectivamente de las Autodefensas Unidas
de Colombia, solo 2.695 fueron postulados por el Gobierno para ser
beneficiarios de la ley 975, lo que equivale a un 8.93%. Es decir que el
92.7% restante, beneficiado por la ley 782 y el decreto 128, no acudirá ante
la justicia a rendir versión libre, reduciendo sustancialmente las posibilidades
de acceder a una verdad que garantice los derechos de las víctimas.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 15
4
Alberto Bovino, “Ingeniería de la verdad”, en No hay derecho, Año IV, No. 12,
pág. 14.
16 Comisión Colombiana de Juristas
5
Ley 975 de 2005, artículo 37, inciso 5.
6
Corte Constitucional, sentencia C-370 del 18 de mayo de 2006, M.P. Manuel
José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco
Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández
citando Corte Constitucional, sentencia C-228 de 2002, M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa y Eduardo Montealegre Lynett.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 17
7
Ley 975 de 2005, artículo 3.
8
Ley 975 de 2005, artículo 3.
9
Véase “Requisitos de elegibilidad y garantía de una efectiva transición” en
esta publicación que examina más a fondo los requisitos de elegibilidad.
10
Corte Constitucional, sentencia C-370 del 18 de mayo de 2006, M.P. Manuel
José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco
Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández,
consideración 6.2.1.5.1.
18 Comisión Colombiana de Juristas
11
Alertando sobre esta singularidad del proceso especial establecido en la ley
975, la Corte Constitucional sostuvo que “la ley demandada no establece
claramente los mecanismos judiciales necesarios y suficientes para que pueda
esclarecerse el fenómeno macrocriminal que se afronta. Tampoco establece
mecanismos judiciales que aseguren la revelación de la verdad sobre los delitos
concretos cometidos por los integrantes de los grupos específicos que se
desmovilicen”. Corte Constitucional, sentencia C-370 del 18 de mayo de
2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño, Rodrigo
Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis y Clara Inés
Vargas Hernández, consideración 6.2.2.1.7.14.
12
Alejandro Aponte, “El derecho penal en una perspectiva de paz: de la tensión
entre “eficientismo” y garantismo en el caso colombiano” En Centro de
Estudios de Justicia de las Américas, Sistemas Judiciales, No. 1, ¿Crisis en
la capacitación judicial? junio 2001, págs. 156-161.
20 Comisión Colombiana de Juristas
13
Ley 975 de 2005, artículo 1.
22 Comisión Colombiana de Juristas
14
Ley 975 de 2005, artículo 10.
15
Ley 975 de 2005, artículo 72
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 23
16
“Al comisionado le está faltando juego limpio”, El Espectador, 10 al 16 de
diciembre de 2006, pág. 12A.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 25
17
Véase, en general, Corte Constitucional, sentencia C-370 del 18 de mayo de
2006, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño, Rodrigo
Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis y Clara Inés
Vargas Hernández. El resumen de esta sentencia se encuentra como anexo
en esta publicación.
26 Comisión Colombiana de Juristas
18
Decreto 4760 de 2005 y decreto 3391 de 2006. De igual forma, la Fiscalía
General de la Nación ha intentado reglamentar el ejercicio de derechos
fundamentales por vía de una resolución administrativa. Véase Fiscalía
General de la Nación, Resolución 3998 de 2006.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 27
1
Corte Constitucional, sentencia C-131 de 1993, M.P. Alejandro Martínez
Caballero.
2
Corte Constitucional, sentencia C-1316 de 2000, M.P. Carlos Gaviria Díaz.
34 Comisión Colombiana de Juristas
3
Ley 599 de 2000, Código penal, artículo 6.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 35
4
En otro artículo de esta publicación, se consigna la posición de la CCJ
sobre la aplicación de la excepción de inconstitucionalidad en el contexto
de la aplicación de la ley 975.
36 Comisión Colombiana de Juristas
5
Corte Constitucional, sentencia C-109 de 1995, M.P. Alejandro Martínez
Caballero.
Los derechos de las víctimas
y la Ley 975 de 2005
La ley 975 de 2005, al regular la investigación,
procesamiento, sanción y beneficios judiciales a
desmovilizados, estableció que las víctimas tienen
derecho a la verdad, la justicia y la reparación. La Corte
Constitucional, por su parte, al revisar la constitu-
cionalidad de dicha ley, mediante la sentencia C-370 de
2006, desarrolló ampliamente el contenido de estos
derechos resaltando el papel primordial de las víctimas
en procesos en los que se investigan graves violaciones
a los derechos humanos.
1
El segundo inciso del artículo 5 de la ley 975 de 2005 establecía que “también
se tendrá por víctima al cónyuge, compañero o compañera permanente, y
familiar en primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima directa,
cuando a esta se le hubiere dado muerte o estuviere desaparecida”. La Corte
Constitucional al examinar este artículo declaró su constitucionalidad
condicionada bajo el entendido de que no se excluyen como víctimas a aquellos
familiares que hayan sufrido un daño real, concreto y específico, ampliando
de esta forma el concepto de víctima establecido en la ley 975.
2
El inciso 2 del artículo 34 original establecía que: “La Defensoría del Pueblo
asistirá a las víctimas en el ejercicio de sus derechos y en el marco de la
presente ley”. La Corte declaró inexequible la expresión “presente” al
considerar que “las víctimas integran, sin duda, uno de los sectores más
vulnerables de la población frente al cual la Defensoría del Pueblo, en el marco
de sus competencias, puede desarrollar toda una gama de posibilidades de
asesoría, asistencia y protección, en desarrollo de las facultades que le han
sido atribuidas por las leyes que se ocupan de esta importante institución. La
expresión “presente” del segmento normativo impugnado en efecto introduce
una severa restricción a las posibilidades de asistencia a las víctimas por
parte de la Defensoría del Pueblo, lo cual riñe con la concepción amplia de los
derechos de las víctimas (…)”.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 43
(…)
3
Corte Constitucional, Sentencia C-370 de 2006, párr. 6.2.3.2.5.3.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 45
4
Corte Constitucional, Sentencia C-370 de 2006, párr. 6.2.3.2.2.7.
5
Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional, T -597/92, MP:
Ciro Angarita Barón, SU-067/93, MP: Ciro Angarita Barón y Fabio Morón
Díaz; T -451/93, MP: Jorge Arango Mejía; T -268/96, MP: Antonio Barrera
Carbonell. Citadas en la sentencia C-228 de 2002.
6
Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional T -399/93, MP:
José Gregorio Hernández Galindo; C-544/93, MP: Antonio Barrera Carbonell;
T-416/94, MP: Antonio Barrera Carbonell; T-502/97, MP: Hernando Herrera
Vergara, citadas en la sentencia C-228 de 2002.
46 Comisión Colombiana de Juristas
7
Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional, T -046/93, MP:
Eduardo Cifuentes Muñoz, C-093/93, MP: Fabio Morón Díaz y Alejandro
Martínez Caballero, C-301/93, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz, C-544/93,
MP: Antonio Barrera Carbonell, T -268/96, MP: Antonio Barrera Carbonell.,
C-742/99, MP: José Gregorio Hernández, citadas en la sentencia C-228 de
2002.
8
Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional, SU-067/93, MP:
Ciro Angarita Barón y Fabio Morón Díaz, T -275/94, MP: Alejandro Martínez
Caballero, T -416/94, MP: Antonio Barrera Carbonell, T -502/97, MP:
Hernando Herrera Vergara, C-652/97, MP: Vladimiro Naranjo Mesa, C-742/
99, MP: José Gregorio Hernández, citadas en la sentencia C-228 de 2002.
9
Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional T -522/94, MP:
Antonio Barrera Carbonell; C-037/96, MP: Vladimiro Naranjo Mesa; y C-
071/99, MP: Carlos Gaviria Díaz, citadas en la sentencia C-228 de 2002.
10
Ver por ejemplo la sentencia C-157/98 MP: Antonio Barrera Carbonell y
Hernando Herrera Vergara, citada en la sentencia C-228 de 2002.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 47
1
Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Conjunto de principios
actualizado para la protección y la promoción de los derechos humanos
mediante la lucha contra la impunidad, Informe de Diane Orentlicher, experta
independiente encargada de actualizar el conjunto de principios para la
lucha contra la impunidad, ONU Doc. E/CN.4/2005/102/Add.1, 8 de febrero
de 2005.
2
Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Conjunto de principios
actualizado para la protección y la promoción de los derechos humanos
mediante la lucha contra la impunidad, Informe de Diane Orentlicher, experta
independiente encargada de actualizar el conjunto de principios para la
lucha contra la impunidad, ONU Doc. E/CN.4/2005/102/Add.1, 8 de febrero
de 2005, principio 3.
52 Comisión Colombiana de Juristas
3
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, Estudio sobre el derecho a la verdad, ONU Doc. E/CN.4/2006/
91, párr. 38.
4
Ibid.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 53
5
Véase el artículo sobre requisitos de elegibilidad y garantía de una efectiva
transición, contenido en esta publicación.
54 Comisión Colombiana de Juristas
6
Corte IDH. Caso 19 Comerciantes Vs. Colombia. Sentencia de 5 de julio de
2004. Serie C No. 109, párr. 118.
56 Comisión Colombiana de Juristas
7
Corte IDH. Caso 19 Comerciantes Vs. Colombia. Sentencia de 5 de julio de
2004. Serie C No. 109, párr. 124.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 57
8
Corte IDH. Caso Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia. Sentencia de 31 de
enero de 2006. Serie C No. 140, párr. 125 y 126.
58 Comisión Colombiana de Juristas
9
Corte Constitucional, sentencia C-370 de 2006, M.P.: Manuel José Cepeda
Espinosa, Jaime Córdoba Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo
Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández.
10
Corte IDH. Caso Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia.Sentencia de 31 de
enero de 2006. Serie C No. 140, párr.144.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 59
1
Por ejemplo, BERISTAIN detalla cómo la violencia sexual genera un impacto
y consecuencias psicológicas particulares en las víctimas: “La violación
supone una vivencia individual (y muchas veces colectiva) profundamente
traumática, con independencia del entorno cultural, añadiendo a las secuelas
físicas de la violencia, dolor, humillación y vergüenza”. Carlos Beristain,
Justicia y Reparación para Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en Contextos
de Conflicto Armado Inter no, Lima, 2006, pág. 8, disponible en:
www.pcslatin.org/eventos/2006/justicia_reparacion/seminario.pdf
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 65
2
Vale recordar que el conjunto de Principios y directrices básicos sobre el
derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las nor mas
internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho
internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones, ha
definido que: “El Estado debe velar porque, en la medida de lo posible su
derecho interno disponga que las víctimas de violencia o traumas gocen de
una consideración y atención especiales para que los procedimientos
jurídicos y administrativos destinados a hacer justicia y conceder una
reparación no den lugar a un nuevo trauma”. ONU Doc. A/Res/60/147, 16
de diciembre de 2005, num. 10.
66 Comisión Colombiana de Juristas
3
Conjunto de principios actualizado para la protección y la promoción de los
derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad. ONU, E/CN.4/
2005/102/Add.1, principio 34.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 69
4
Claudio NASH, Las Reparaciones ante la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, Santiago de Chile, LOM Ediciones (2004), pág. 35.
5
Corte IDH, Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) c.
Guatemala,Reparaciones, sentencia del 26 de mayo de 2001, Serie C, No.
77. Jurisprudencia resaltada por NASH (2004), pág. 35.
70 Comisión Colombiana de Juristas
6
NASH (2004) pág. 35.
7
Corte IDH, Caso Loayza Tamayo c. Perú,Reparaciones, sentencia del 27 de
noviembre de 1998, Serie C, No. 42, párr. 147. Jurisprudencia resaltada
por NASH (2004), pág. 39.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 71
Conclusión
(…)
1
Corte Constitucional, sentencia C-370 de 2006, MM.PP.: Manuel José Cepeda
Espinosa, Jaime Córdoba Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo
Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández.
78 Comisión Colombiana de Juristas
2
“Al Comisionado le está faltando juego limpio”, semanario El Espectador,
semana del 10 al 16 de diciembre de 2006, pág.12 A.
82 Comisión Colombiana de Juristas
(…)
Conclusión
(…)
1
Corte Constitucional, sentencia C-069 de 1995. M. P. Hernando Herrera
Vergara.
2
Véase Comisión Colombiana de Juristas, Documento informativo: Decreto
3391 de 2006: Modifica la ley 975, incumple la sentencia C-370 e impide el
ejercicio de los derechos de las víctimas, 11 de octubre de 2006, incluido en
esta publicación.
90 Comisión Colombiana de Juristas
3
ONU Doc. A/Res/60/147, 16 de diciembre de 2005.
92 Comisión Colombiana de Juristas
4
Corte Constitucional, sentencia C-370 del 18 de mayo de 2006, M.P. Manuel
José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco
Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández.
5
Corte Constitucional, sentencia C-370 del 18 de mayo de 2006, M.P. Manuel
José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco
Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 93
6
Por ejemplo, Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 8 y
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 14.
7
Comisión Internacional de Juristas,Principios Internacionales sobre la
independencia y responsabilidad de jueces, abogados y fiscales. Serie de
Guías para profesionales No 1, Ginebra, Suiza (2005), p. 19, citando
Observaciones Finales del Comité de Derechos Humanos: Rumania, ONU Doc.
CCPR/C/79/Add.111, párr. 10. Véase también Observaciones Finales del
Comité de Derechos Humanos: Perú, ONU Doc. CCPR/CO/70/PER, párr.10;
Observaciones Finales del Comité de Derechos Humanos: El Salvador, ONU
Doc. CCPR/C/79/Add.34, párr. 15; Observaciones Finales del Comité de
Derechos Humanos: Túnez, ONU Doc. CCPR/C/79/Add.43, Párr. 14; y
Observaciones Finales del Comité de Derechos Humanos: Nepal, ONU Doc.
CCPR/C/79/Add.42, párr. 18.
Anotaciones sobre la ley de “Justicia y paz” 95
8
ONU Doc. A/Res/60/147, 16 de diciembre de 2005.