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LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE
LA SALA Nº 4 DE LA CORTE DE APELACIONES DEL CIRCUITO JUDICIAL
PENAL DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL AREA
METROPOLITANA DE CARACAS

“VISTOS CON INFORMES”

PONENTE: DR. ANGEL ZERPA APONTE


EXPEDIENTE Nº 157

Corresponde conocer a esta Sala de la apelación interpuesta por el abogado JOSÉ JOEL
GÓMEZ, en su carácter de defensor del ciudadano ROBERT ALEXANDER TERÁN
LÓPEZ, en contra de la Sentencia dictada el 10-9-99 por el Juzgado 2º de Primera
Instancia para el Régimen Procesal Transitorio de este Circuito y Circunscripción
Judicial, mediante la cual CONDENÓ al referido ciudadano a cumplir la pena de DOCE
(12) AÑOS TRES (03) MESES Y DIEZ (10) DIAS DE PRESIDIO por encontrarlo
incurso en la comisión de los delitos de HOMICIDIO INTENCIONAL Y
SIMULACIÓN DE HECHO PUNIBLE, previstos y sancionados en los artículos 407 y
240, ambos del Código Penal; como a las penas accesorias establecidas en los Artículos
13 y 34, ambos Ejusdem, así como al pago de las costas procesales, conforme a lo
dispuesto en el artículo 276 del Código Orgánico Procesal Penal. Esta Sala pasa a decidir
en los siguientes términos:

IDENTIFICACION DE LAS PARTES

IMPUTADO: ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ, venezolano, natural de


Caracas, de 18 años de edad, casado, vendedor, residenciado en Calle Real de Telares a
Palo Grande, Casa Nº 2, Ruiz Pineda, Caricuao; titular de la Cédula de Identidad Nº V-
14.471.276.-

DEFENSA: DANIEL TORRELLAS PAIVA y JOSE JOEL GOMEZ, abogados


inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado con el Nº 6.677 y 57.049,
respectivamente.-

VICTIMA: WILFREDO JOSE MONTILLA SUAREZ (OCCISO), venezolano, de


21 años de edad, soltero, comerciante, titular de la cédula de identidad Nº V-
12.784.294;

ACUSADORES: JOSE ANTONIO MONTILLA, ELISINA DEL CARMEN


SUAREZ DE MONTILLA y EDGAR JOSÉ MONTILLA SUAREZ, representados
por los abogados LUIS ARQUÍMEDES FARIAS GONZALEZ y CARLOS JOSE
SEVIRA.

MINISTERIO PUBLICO: Dra. JACKELINE SANDOVAL ESCOBAR, en su


carácter de Fiscal Trigésima Primera del Ministerio Público de esta Circunscripción
Judicial.-
ENUNCIACION DE LOS HECHOS Y
CIRCUNSTANCIAS OBJETO DEL JUICIO

Se inició la presente causa en virtud de la muerte ocasionada al ciudadano WILFREDO


JOSE SUAREZ (OCCISO), en fecha 24 de Febrero de 1998, frente al Barrio las Nieves,
las Adjuntas, vía pública, a las 7:30 horas de la noche aproximadamente, por parte del
ciudadano ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ, quien conduciendo un vehículo de
carga, tipo pick-up, marca Dodge, placas 506-ACN, año 76, color vino tinto, el cual era
prestado; al hacer un giro indebido, “vuelta en U”, impactó a una persona, manifestando
el conductor que sintió el golpe y que por los nervios no frenó y siguió su ruta y fue
luego de avanzar 2 kilómetros y 320 metros, que detuvo la marcha y huyó del lugar,
dejando abandonado el vehículo que conducía con el cadáver del ciudadano que arrolló
cuando fue enganchado en el parachoques del mencionado vehículo. El conductor, al
llegar donde se encontraba el dueño de la camioneta, le manifestó que se la habían
robado y posteriormente fue a formular la denuncia ante la Comisaría de Caricuao del
Cuerpo Técnico de Policía Judicial.

El 17-3-98, el suprimido Juzgado 31º Penal de esta Circunscripción, dictó decisión


mediante la cual, decretó la detención judicial del ciudadano ROBERT ALEXANDER
TERAN LOPEZ, por hallarlo incurso en la comisión de los delitos de HOMICIDIO
CULPOSO Y SIMULACIÓN DE HECHO PUNIBLE, previstos y sancionados en los
artículos 411, en su encabezamiento y 240, ambos del Código Penal.

El 25-1-99, se llevó a cabo el Acto de la Audiencia Pública del Reo, en el cual la Dra.
KENIA DEL CARMEN YANEZ, en su carácter de Fiscal Trigésima Primera del
Ministerio Público (E), y los abogados acusadores CARLOS SEVIRA y LUIS FARIAS,
formularon Cargos al ciudadano ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ, por la
comisión de los delitos de HOMICIDIO INTENCIONAL Y SIMULACIÓN DE HECHO
PUNIBLE, previstos y sancionados en los artículos 407 y 240, ambos del Código Penal.

El 10-9-99, el Juzgado 2º Transitorio de esta Circunscripción dictó sentencia mediante


la cual CONDENÓ al ciudadano ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ a cumplir la
pena de DOCE (12) AÑOS TRES (03) MESES Y DIEZ (10) DIAS DE PRESIDIO por
encontrarlo incurso en la comisión de los delitos de HOMICIDIO INTENCIONAL Y
SIMULACIÓN DE HECHO PUNIBLE, previstos y sancionados en los artículos 407 y
240, ambos del Código Penal; así como a las penas accesorias establecidas en los
Artículos 13 y 34, ambos Ejusdem, así como al pago de las costas procesales, conforme a
lo dispuesto en el artículo 276 del Código Orgánico Procesal Penal.

El 4-4-00, siendo la oportunidad fijada por esta Sala, para la celebración del Acto de
Informes en la presente causa, se anunció dicho acto en la forma de Ley, estando presente
el abogado LUIS FARIAS GONZALEZ, en su carácter de acusador, quien expuso
verbalmente sus informes; dejándose constancia de la inasistencia de la defensa, la causa
entró en etapa para dictar sentencia.
FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO

CAPITULO I

DE LA CALIFICACIÓN DEL HOMICIDIO

DE LOS ALEGATOS DE LA ACUSACIÓN

La acusación aduce que ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ, el día de los


hechos, conducía de una manera inadecuada, lo que esta Sala acepta mediante la sana
crítica de los elementos probatorios insertos en autos. Es así que en la causa se encuentra
probada la circunstancia alusiva a la conducción negligente del vehículo de marras por
parte del referido conductor cuando, tal como ciertamente lo indica la acusación, el
imputado dió una vuelta en “U” y enganchó de esa forma al hoy occiso WILFREDO
JOSÉ MONTILLA SUAREZ. También esta Sala está de acuerdo con la apreciación de la
acusación en cuanto a que varias personas que se encontraban en el lugar del hecho le
gritaron al conductor en forma alarmante que detuviera el vehículo, ya que arrastraba a
una persona en el parachoques y el conductor, haciendo caso omiso, siguió conduciendo
el automóvil, de acuerdo al levantamiento planimétrico (folio 156 de la primera pieza) y
la Inspección Judicial llevada a cabo en el sitio del suceso (folio 143 primera pieza). Vale
decir que dicho enganche de la víctima es, inclusive, admitido por el imputado (folio 15
primera pieza).

Esta Sala, además, comparte el alegato de la acusación, lo cual está debidamente


probado en autos en la autopsia practicada al occiso WILFREDO JOSE MONTILLA
SUAREZ, que la muerte del mismo ocurrió por desprendimiento, desgarramiento de las
vísceras y politraumatismos generalizados (folios 24 al 25 primera pieza).

Ahora bien, esta Sala no observa una argumentación legal por parte de la acusación, y
menos aún una indicación de elementos probatorios, que permitan establecer el
razonamiento que determine la incriminación del imputado como culpable de un
HOMICIDIO INTENCIONAL; encontrando esta Sala, por el contrario, con los mismos
elementos probatorios señalados por la acusación, que lo ajustado a derecho es condenar
al imputado por el delito de HOMICIDIO CULPOSO.

Observa la Sala que, ciertamente, se encuentra plenamente demostrada la comisión de


un hecho punible perseguible de oficio, que merece pena privativa de libertad y cuya
acción penal no se encuentra evidentemente prescrita, como lo es el delito de
HOMICIDIO CULPOSO, previsto y sancionado en el encabezamiento del artículo 411
del Código Penal, perpetrado en perjuicio del ciudadano WILFREDO JOSE MOTILLA
SUAREZ (OCCISO); así como también se encuentra suficientemente demostrada la
responsabilidad y consiguiente culpabilidad del ciudadano ROBERT ALEXANDER
TERAN LOPEZ, en la comisión del precitado delito; toda vez que el mismo al obrar con
negligencia e inobservancia de la Ley de Tránsito Terrestre y su Reglamento, causó la
muerte del mencionado agraviado. En efecto, se encuentra comprobado que en fecha 24-
2-98, frente al barrio las Nieves en las Adjuntas, vía pública, a las 7:30 de la noche
aproximadamente, el ciudadano ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ, conducía un
vehículo de carga, pick-up, Dodge, placas 506-ACN, 1976, vino tinto, el cual era
prestado; al hacer un giro indebido “vuelta en U”, impacta y engancha a la mencionada
víctima que se encontraba saliendo de un módulo de teléfonos públicos y al sentir el
golpe, no detuvo la marcha del vehículo, sino que aceleró, arrastrando consigo el cuerpo
del ciudadano WILFREDO JOSE MONTILLA SUAREZ (OCCISO), el cual, como se
mencionó, había quedado enganchado en el parachoques del vehículo por una pierna.
También está demostrado en autos que las personas que presenciaron el hecho,
clamorosamente le gritaban al conductor que llevaba a un ciudadano a rastras, y éste hizo
caso omiso al llamado de la gente, imprimiéndole mayor velocidad a la camioneta en
cuestión, y fue luego de avanzar 2 kilómetros y 320 metros, que detuvo la marcha y huyó
del lugar, dejando abandonado el vehículo que conducía con el cadáver del ciudadano
que había arrollado.

Estos hechos se encuentran suficientemente demostrados con las declaraciones rendidas


por los ciudadanos ANGEL GALVAN, Vigilante de Tránsito Terrestre (folio 8 primera
pieza), quien entre otras cosas manifestó que en el lugar del accidente no hay rastros de
frenada ni de coleada, que la vía se encontraba en buen estado y seca; en la propia
declaración de ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ (folio 15 primera pieza); en la
testimonial de DEL CASTILLO TRINA CELESTE (folio 18 primera pieza), quien
observó al muchacho que salía de la caseta de teléfonos públicos y vió que pasó una
camioneta de color rojo, miró hacia otro lugar, escuchó el golpe y cuando miró
nuevamente hacia donde estaba el muchacho, ya la camioneta se lo había llevado;
ALICIA RAFAELA TORRES (folio 20 primera pieza), quien observó a la camioneta
desplazarse a exceso de velocidad zigzagueando en la carretera y por poco la atropella;
SOTO PERDOMO KENIA NAILEX (folio 22 primera pieza), quien presenció el
momento en que el ciudadano ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ con la
camioneta que conducía, golpeó al hoy occiso y siguió su camino con dirección hacia el
Centro Comercial, que fue donde dejó la camioneta abandonada junto con el cadáver toda
vez que lo había arrastrado por toda la zona, deposiciones éstas que la Sala acoge en su
totalidad, por provenir de testigos presenciales y oculares, hábiles y contestes en afirmar
las circunstancias de tiempo modo y lugar en que se perpetró el hecho punible aquí
demostrado, lo cual se corrobora con el Protocolo de Autopsia practicado al Cadáver del
hoy occiso, por Médicos adscritos a la División General de Medicina Legal del Cuerpo
Técnico de Policía Judicial, en el cual concluyen: “...CAUSA DE LA MUERTE:
POLITRAUMATISMOS, TRAUMATISMO ABIERTO ABDOMINO PÉLVICO,
POLIFRACTURAS PELVICAS, TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO EN
ACCIDENTE VIAL...” (folios 24 y 25 primera pieza). Todos estos elementos hacen
fundada y razonada convicción y determinan que el hecho investigado se subsume
dentro de la norma sustantiva penal que describe el delito de HOMICIDIO CULPOSO,
previsto y sancionado en el encabezamiento del artículo 411 del Código Penal, por lo que
deberá condenársele al imputado a la pena correspondiente al precitado delito.

Ahora bien, el Tribunal a-quo calificó el hecho como HOMICIDIO INTENCIONAL, lo


que a criterio de esta Sala no corresponde a la verdad procesal, toda vez que de autos se
desprende que el ciudadano ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ, al momento de
cometer el delito, no tuvo la intención de ocasionar la muerte de ciudadano alguno, tal
como lo manifiesta en su declaración rendida ante el Tribunal de la causa (folios 43 al 45
primera pieza), intención ésta que constituye conditio sine qua non para poder encuadrar
los hechos dentro del tipo atribuido por el Juzgado a-quo. Esta Sala considera que el
hecho fue cometido culposamente por inobservancia del Reglamento de la Ley de
Tránsito Terrestre, toda vez que dicho ciudadano al realizar una maniobra de retorno
(giro en U), violó la disposición contenida en el artículo 280 ordinales 1º y 2º de dicho
Reglamento, por cuanto en la vía no existía señalización alguna que autorizara dicha
maniobra, tal como se evidencia de la Inspección Ocular y fijaciones fotográficas (folios
143 al 153 primera pieza), así como del Plano de Levantamiento Planimétrico, cursante al
folio 156 de la primera pieza del presente expediente, en el cual se demuestra
gráficamente el lugar donde ocurrió el accidente. Por otra parte, en autos se observa que
en el momento de ocurrencia de los hechos, había poca visibilidad, ya que era de noche,
lo cual encuadra la conducción negligente del imputado como violatoria al numeral 2º del
artículo 280 Ejusdem. Asimismo, con dicha conducción negligente, el imputado incurrió
en la falta administrativa sancionada por la Ley Especial, establecida en el numeral 9º del
artículo 94 de la Ley de Tránsito Terrestre, que impone al infractor una multa equivalente
al ciento por ciento (100 %) del salario mínimo urbano mensual, por lo cual esta Sala
acuerda proveer lo conducente y remitir copia certificada de esta decisión ante la
Dirección Nacional de Transito Terrestre a fin de la imposición de la sanción
administrativa correspondiente, toda vez que luego de ocasionar el accidente, el imputado
se dio a la fuga dejando abandonado el vehículo y el cadáver de la víctima, en la calle
Principal de Macarao, frente al Centro Comercial Santa Cruz. Asimismo, por cuanto en el
accidente aquí investigado resultó el fallecimiento de la víctima, es por lo que se acuerda
proveer a fin de informar lo conducente a las autoridades administrativas del transito
terrestre con miras a que procedan a la suspensión de licencia, prevista en el numeral 4º
del artículo 102 de la Ley de Tránsito Terrestre. Y ASI SE DECIDE.-

Por otra parte, otra circunstancia que hace configurar la conducta del acusado como
condenable por HOMICIDIO CULPOSO, es la negligencia de su acción toda vez que,
habiendo sentido que golpeó al hoy occiso con su vehículo, no se detuvo para cerciorarse
si se habían producido víctimas o daños patrimoniales, ni prestó el auxilio debido, sino
que, disparatadamente emprendió la huída, arrastrando consigo el cuerpo del agraviado,
violando flagrantemente la disposición contenida en el artículo 26 de la Ley de Tránsito
Terrestre e igualmente incurriendo en el delito de OMISIÓN DE SOCORRO, previsto y
sancionado en el único aparte del artículo 440 del Código Penal, lo que viene a agravar
más la culpa, pero de ningún modo puede considerarse que ha obrado con la intención de
darle muerte al hoy occiso, o por lo menos, en autos tal circunstancia no está demostrada.

En soporte de toda la argumentación anterior, esta Sala señala que la premisa


fundamental de culpabilidad en la comisión de un delito intencional es que haya habido
en la ejecución de dicho delito la intención por parte del actor, su voluntad libre y
consciente de infringir la disposición legal advertida, por lo que sin intención no existe la
responsabilidad. De allí, que la Ley exceptúa los casos en que la realización del hecho se
le atribuye al actor como una consecuencia de su acción u omisión.

Ahora bien, para nuestro legislador, al lado de la intención está la negligencia, la que
también es punible. Es en esta última hipótesis, la de la negligencia como generadora de
un resultado delictivo típico, en donde se inscriben los delitos culposos que de acuerdo a
la escuela clásica del derecho penal, son los ocurridos por “defectos de atención”, en
contraposición a los actos realizados con “intención delictuosa”; es decir, el dolus bonus
frente al dolus malus de los romanos.

Bajo el criterio mas generalizado de la doctrina (entre ellos, nacionalmente al maestro


Tulio Chiossone en su Manual de Derecho Penal Venezolano, 99) los conceptos de dolo
y culpa no son elementos integrantes del delito, sino “...condiciones necesarias de la
responsabilidad criminal...”, se es culpable bien si el acto que originó el delito fue
intencional y consciente, o si fue consciente y voluntario. En el primer caso hay dolo; en
el segundo, culpa.

En base a lo anterior es prudente citar la norma básica sustantiva que regula la anterior
diferencia, el encabezamiento del artículo 61 del Código Penal de Venezuela, para así
resaltar su mandato:
“Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo
tenido la intención de realizar el hecho que lo constituye,
excepto cuando la ley se lo atribuye como consecuencia de su
acción u omisión”

Se establece entonces que la esencia del dolo radica en la intención y ésta, como dice
Carrara (citado por Alberto Arteaga en su La Culpabilidad en la Teoría General del
Hecho Punible, 114), surge del concurso del entendimiento y de la voluntad y se define,
en general, como un esfuerzo de la voluntad hacia un determinado fin, “...como un
esfuerzo de la voluntad hacia el delito...”.

Por ello, en el caso que nos ocupa, la Sala encuentra que la magnitud de la culpa del
imputado es de tal dimensión, siendo exagerada su negligencia al arrastrar por mas de 2
kilómetros al agraviado que impactó y enganchó, que pudiéramos presumir la existencia
de una intención homicida por parte del imputado. Pero es el caso que, en forma alguna
podemos hablar en nuestro derecho positivo de “presunción de dolo” ya que la
intención debe estar manifiesta, exteriorizada, tangibilizada, en otras palabras,
probada; y en autos ello no se evidencia.

La lógica y racionabilidad probatoria a la que nos circunscribe el Código Orgánico


Procesal Penal, nos conduce a apreciar que de las pruebas de autos no se deriva una
voluntariedad de intención homicida. Sería absolutamente absurdo concluir en la
existencia de una presunción intencional a matar con el medio comisivo derivado de
autos: doblar en “U” en una vía para que, con un nivel extremo de precisión, enganchar a
un peatón y arrastrarlo 2 kilómetros ante la vista de testigos. Dado lo aparatoso de los
hechos, antes que presuponer la existencia de una intención de matar, lo que hubo fue una
negligencia en el actuar voluntario de conducir un vehículo.

Demás esta decir que la futura intención delictiva exteriorizada en la simulación de


hecho punible que se analizará en el capítulo siguiente -hecho éste que efectuó el
imputado al denunciar el robo del vehículo interviniente-, en nada contribuye a añadir
elementos de dolo a la pretérita e independiente conducta culposa del homicida por
negligencia. Son dos voluntades absolutamente diferenciadas tanto temporalmente como
en el propósito final de las mismas: con una se quiso conducir imprudentemente, con la
otra se quiso engañar a la administración de justicia.

En síntesis el dolo tiene que ser comprobado en el proceso y en el que nos ocupa, esta
Sala no lo encuentra comprobado. Por todos los elementos anteriormente expresados, la
Sala concluye que lo procedente y ajustado a derecho es modificar la calificación jurídica
atribuida por el Tribunal de instancia, y condenar por la comisión del delito de
HOMICIDIO CULPOSO. Y ASÍ SE DECLARA.-

CAPÍTULO II

DEL DELITO DE SIMULACIÓN DE HECHO PUNIBLE

Observa esta Sala de Apelaciones, tal como lo solicita la acusación, que igualmente se
encuentra plenamente demostrada la comisión de un hecho punible perseguible de oficio,
que merece pena privativa de libertad y cuya acción penal no se encuentra evidentemente
prescrita, como lo es el delito de SIMULACIÓN DE HECHO PUNIBLE, previsto y
sancionado en el Artículo 240 del Código Penal, perpetrado en perjuicio de la
administración de justicia; así como también se encuentra suficientemente demostrada la
responsabilidad y consiguiente culpabilidad del ciudadano ROBERT ALEXANDER
TERAN LOPEZ en la comisión del precitado delito. En efecto, está probado en autos que
en fecha 24-2-98, luego que el ciudadano ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ,
perpetrare el delito demostrado en el capítulo anterior, se dirigió hacia la Comisaría de
Caricuao del Cuerpo Técnico de Policía Judicial, donde formuló una denuncia por el
presunto robo de la camioneta pick up Dodge, vino tinto, 1976, placas 506-ACN, en
virtud de la cual se originó una investigación sumaria, activándose así el aparato judicial,
realizándose las diligencias conducentes al esclarecimiento del hecho denunciado;
resultando totalmente falso lo denunciado, tal como se evidencia de la declaración del
ciudadano ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ, cursante al folio 11 de la primera
pieza del expediente, así también, con la denuncia cursante al folio 177 de la misma
pieza; ello desvirtuado posteriormente por la declaración del mismo cursante al folio 15
de la primera pieza del presente expediente, en la cual reconoce haber formulado una
denuncia falsa ante el Cuerpo Técnico de Policía Judicial, lo cual se corrobora con todos
los elementos descritos en el Capítulo anterior, toda vez que en autos no consta la
existencia de delito contra la propiedad alguno. Por lo que esta Sala considera procedente
y ajustado a derecho condenarlo por la comisión del delito de SIMULACION DE
HECHO PUNIBLE. Y ASÍ SE DECLARA.-

Analizadas como han sido todas y cada una de las actas que integran el presente
expediente, comparándolas entre sí y apreciando los elementos probatorios antes
indicados según la libre convicción, observando las reglas de la lógica, los conocimientos
científicos y las máximas de experiencia, esta Sala considera que lo procedente y
ajustado a derecho es MODIFICAR la Sentencia dictada el 10-9-99 por el Juzgado 2º de
Transición de esta Circunscripción Judicial, mediante la cual CONDENÓ al ciudadano
ROBERT ALEXANDER TERAN LOPEZ a cumplir la pena de DOCE (12) AÑOS
TRES (03) MESES Y DIEZ (10) DIAS DE PRESIDIO por encontrarlo incurso en la
comisión de los delitos de HOMICIDIO INTENCIONAL y SIMULACIÓN DE HECHO
PUNIBLE, previstos y sancionados en los artículos 407 y 240, ambos del Código Penal;
como a las penas accesorias establecidas en los Artículos 13 y 34, ambos Ejusdem, así
como al pago de las costas procesales, conforme a lo dispuesto en el artículo 276 del
Código Orgánico Procesal Penal. Y ASÍ SE DECIDE.-

CALIFICACIÓN JURÍDICA Y PENALIDAD

El delito de HOMICIDIO CULPOSO, previsto y sancionado en el encabezamiento del


artículo 411 del Código Penal, establece una pena de SEIS (06) MESES A CINCO (5)
AÑOS DE PRISIÓN, pero, considerando que el ciudadano ROBERT ALEXANDER
TERAN LOPEZ al cometer el delito, incurrió en culpa gravísima, se aprecia lo
establecido en el primer aparte del artículo 411 del Código Penal, por lo que esta Sala
aplica la pena en su límite máximo resultando una pena de CINCO (05) AÑOS DE
PRISIÓN, que será en definitiva la que ha de cumplir por haber sido hallado culpable y
responsable en la comisión del mencionado delito. Asimismo, el delito de
SIMULACIÓN DE HECHO PUNIBLE, previsto y sancionado en el artículo 240 del
Código Penal, establece una pena de UNO (01) A QUINCE (15) MESES DE PRISIÓN,
y tomando en consideración que dicho ciudadano al cometer este último delito lo hizo
con premeditación para tratar de justificar el hecho cometido, se encuentra incurso en la
agravante contenida en el ordinal 5º del artículo 77 Ejusdem; quedando el quantum de la
pena aumentada a QUINCE (15) MESES DE PRISIÓN, que aplicándose la mitad, en
cumplimiento de lo ordenado en el artículo 88 del Código Penal, resulta un total de
SIETE (07) MESES Y QUINCE (15) DIAS DE PRISIÓN, que sumados a la pena
principal, resultan CINCO (05) AÑOS, SIETE (07) MESES Y QUINCE (15) DIAS DE
PRISIÓN. Ahora bien, al haber el imputado cometido el delito de OMISION DE
SOCORRO, previsto y sancionado en el único aparte del artículo 440 Ejusdem, el cual
establece una multa de CINCUENTA (50) A QUINIENTOS (500) BOLIVARES, que
tomando las circunstancias en que fue cometido el delito se aplica el límite máximo de la
multa, resultando la misma de QUINIENTOS (500) BOLIVARES, que haciendo la
conversión prevista en el único aparte del artículo 89 del Código Penal, resultan
DIECIOCHO (18) DIAS Y DIECINUEVE (19) HORAS DE PRISIÓN, que sumadas a
la pena principal suman un total de CINCO (05) AÑOS, OCHO (08) MESES, TRES (03)
DIAS Y DIECINUEVE (19) HORAS DE PRISIÓN, que será en definitiva la que deberá
cumplir, más las penas accesorias contenidas en los artículos 16 y 34 del Código Penal,
así como al pago de las costas procesales previstas en el artículo 275 del Código
Orgánico Procesal Penal. Y ASÍ SE DECLARA.-

DISPOSITIVA

En virtud de los razonamientos antes expuestos, esta Sala Nº 4 de la corte de


Apelaciones del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, administrando Justicia en nombre de la República y por
autoridad de la Ley, CONDENA al ciudadano ROBERT ALEXANDER TERAN
LOPEZ, ampliamente identificado en autos, a cumplir la pena de CINCO (05) AÑOS,
OCHO (08) MESES, TRES (03) DIAS Y DIECINUEVE (19) HORAS DE PRISIÓN por
encontrarlo incurso en la comisión del delito de HOMICIDIO CULPOSO,
SIMULACIÓN DE HECHO PUNIBLE Y OMISIÓN DE SOCORRO, previstos y
sancionados en los artículos 411, en su encabezamiento, 240 y único aparte del artículo
440, todos del Código Penal; quedando igualmente condenado a las penas accesorias
contenidas en los artículos 16 y 34 del Código Penal, así como al pago de las costas
procesales previstas en el artículo 275 del Código Orgánico Procesal Penal.

Se acuerda la remisión de copia certificada de la presente sentencia a la Dirección


Nacional de Transito Terrestre a fin de la imposición de la sanción administrativa
correspondiente, de conformidad con lo establecido en los artículos 94 numeral 9º, 102
numeral 4º, ambos de la Ley de Tránsito Terrestre y el artículo 280 numeral 2º del
Reglamento de la Ley de Tránsito Terrestre.

Queda de esta manera MODIFICADA la Sentencia dictada el 10-9-99 por el Juzgado


Segundo de Primera Instancia para el Régimen Procesal Transitorio del Circuito Judicial
Penal de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, de conformidad
con lo establecido en el artículo 435 del Código Orgánico Procesal Penal.

Se declara SIN LUGAR la apelación interpuesta.

Publíquese, regístrese, déjese copia de la presente sentencia y notifíquese de la misma a


las partes.
Dada, publicada, firmada y sellada en Caracas, a los diecisiete (17) días del mes de
Abril del dos mil (2000), a los 189º años de la Independencia y 141º años de la
Federación.

LA JUEZ PRESIDENTE

DRA. JOSEFINA GOMEZ SOSA

LA JUEZ EL JUEZ PONENTE

DRA. AIDA ANDRADE DUQUE DR. ANGEL ZERPA APONTE

LA SECRETARIA

JENNIFER VENERO INFANTE

JGS/AAD/AZA/Argel.*
EXP. Nº 157
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
CORTE DE APELACIONES
CIRCUITO JUDICIAL PENAL
CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL AREA METROPOLITANA
DE CARACAS
SALA Nº 4

Caracas, 26 de Abril del 2000


189º y 141º

Vista la sentencia dictada por esta Sala en fecha 17-4-00, mediante


la cual entre otras cosas acordó la remisión de copia certificada de dicha sentencia
a la Dirección Nacional de Tránsito Terrestre, a fin de la imposición de las
sanciones administrativas establecidas en los artículos 94 numeral 9º, 102
numeral 4º, ambos de la Ley de Tránsito Terrestre; y el artículo 280 numeral 2º
del Reglamento de la Ley de Tránsito Terrestre, es por lo que se acuerda librar
oficio a la mencionada Dirección, a los fines expuestos. Cúmplase.-
LA JUEZ PRESIDENTE

Dra. JOSEFINA GOMEZ SOSA

LA SECRETARIA,

MILAGROS LOPEZ

JGS/Argel.*
Exp. Nº 157
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
CORTE DE APELACIONES
CIRCUITO JUDICIAL PENAL
CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL AREA METROPOLITANA
DE CARACAS
SALA Nº 4

Caracas, 26 de Abril del 2000


189º y 141º

OFICIO: Nº 277

CIUDADANO
JEFE DE LA DIRECCIÓN NACIONAL
DE TRÁNSITO TERRESTRE
SU DESPACHO.-

Me dirijo a usted, en la oportunidad de remitirle anexo al presente


oficio y constante de NUEVE (09) folios útiles, copias certificadas de la sentencia
dictada por esta Sala, en fecha 17-4-2000, a objeto de la imposición de las
sanciones administrativas establecidas en los artículos 94 numeral 9º, 102
numeral 4º, ambos de la Ley de Tránsito Terrestre; y el artículo 280 numeral 2º
del Reglamento de la Ley de Tránsito Terrestre, al ciudadano ROBERT
ALEXANDER TERAN LOPEZ, titular de la Cédula de Identidad Nº V-
14.471.276.

Remisión que se le hace a los fines legales consiguientes.

LA JUEZ PRESIDENTE

Dra. JOSEFINA GOMEZ SOSA

JGS/Argel.*
Exp: Nº 157
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
CORTE DE APELACIONES
CIRCUITO JUDICIAL PENAL
CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL AREA METROPOLITANA
DE CARACAS
SALA Nº 4

Caracas, 26 de Abril del 2000


189º y 141º

OFICIO: Nº 278

CIUDADANO
JEFE DE LA OFICINA DE REPRODUCCIÓN
DEL PODER JUDICIAL
SU DESPACHO.-

Me dirijo a usted, en la oportunidad de solicitarle, se sirva


reproducir una (01) copia fotostática de la sentencia cursante a los folios 2 al 10
del expediente Nº 157. “URGENTE”

Solicitud que se le hace a los fines legales consiguientes.

LA JUEZ PRESIDENTE

Dra. JOSEFINA GOMEZ SOSA

JGS/Argel.*

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