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EL DERECHO NOTARIAL

1 CONSIDERACIONES GENERALES:

La definición del Derecho Notarial necesariamente esta referida a las ideas del
desarrollo histórico de la humanidad, tradicionales y modernas, de carácter
económico, religioso, político e ideológico. Muchas dan énfasis al documento,
otros a la función y otras doctrinas a. ambos elementos al notario y el instrumento;
por otra parte, la mayoría de las definiciones están referidas a la función fedante
exclusivamente.

Siguiendo la expresión de Rafael Núñez Lagos[1] la definición que realiza sobre el


Derecho Notarial “En el. principio fue el instrumento”, esta afirmación que realiza el
distinguido teórico, significa un comienzo objetivo; para él surge primero el
instrumento o el documento que recibió diversas acepciones como Stipulapio,
Conventio, Litteris obligatio, La Charta; luego, es fácil comprender que se genera
la función adecuada para instrumentar que es lo mismo si decimos “la función crea
a su órgano", es decir, con diversas denominaciones que datan desde la
antigüedad a la edad media y moderna. Escribas, Mnemones, Smgrafhos,
Apografhos, Promnemones, Tarbularrus, Tabelio o Tabelion, NOTARRI, Cursor,
Amanuensis, Cognitor, Actuarius, Axeptor, Logofraphis, Numerarius, Escribano.[2]

2 CRITERIOS Y DEFINICIONES DE DERECHO NOTARIAL.

Siguiendo al autor Carlos Gattari.[3]

Para Bardallo Julio: “… sistema jurídico que tiene por objeto regular la forma
jurídica y la autenticidad de los negocios y demás actos jurídicos, para la
realización pacífica del derecho”.

D´ Orazi Flavoni: “Conjunto de normas que disciplinan subjetiva, objetiva y


funcionalmente la institución notarial”.
Gimenez Arnau. Conjunto de doctrinas o de normas jurídicas que regulan la
organización de la función notarial y la teoría formal del instrumento pública.

Larraud: “Llámanos derecho notarial al conjunto sistemático de normas que


establecen el régimen jurídico del Notariado"

Gonzáles Palomino: “La actuación notarial se desenvuelve en la esfera de los


hechos (hechos, actos y negocios como hechos) para darles forma”.

Martínez Segovia: “El objeto formal de la función notarial,- o sea, su fin es la


seguridad, valor y permanencia, de hecho y de derecho, del documento notarial y
de su contenido".

Mustápich José María: “El derecho notarial es, en cierto aspecto, una rama
individualizada y autónoma del derecho formal, puede denominársele, derecho
formal auténtico o derecho de la autenticidad”.

Núñez-Lagos Rafael: “El documento, como la cosa en el derecho real, es objeto


esencial, principal y final del derecho notarial”

Riera Aisa: “Es aquel complejo normativo que regula el ejercicio y efectos de la
función notarial, con objeto de lograr la seguridad y permanencia en las
situaciones jurídicas a que la misma se aplica”.

Sanahuja y Soler: “Es aquella parte del ordenamiento jurídico que asegura la vida
de los derechos en la normalidad, mediante la autenticación y legalización de los
hechos de que dependen”.

Villalba Welsh: “El que tienen por objeto la conducta del notario en cuanto autor de
la forma pública notarial”

El III Congreso de París: “Conjunto de disposiciones legislativas, reglamentarias,


usos, decisiones jurisprudenciales y doctrinas que rigen Ja función notarial y el
instrumento público”
Carlos Gattari, de acuerdo con Núñez Lagos: “...como el, conjunto de conceptos y
preceptos que regulan y versan sobre la forma instrumental, la organización de la
función y la actividad del Notario en relación a aquéllas". Complementando afirma:
“lo que primero existió fue el instrumento, y si bien debió haber tenido un autor,
ciertamente era anónimo o fue la comunidad; por otro lado, mientras, el autor
pereció, la roca, la arcilla, y el barro cocido, los cuernos y pieles de animales, el
papiro, el pergamino, siguen aún perdurando y enviando su mensaje que podemos
percibir por la intuición emocional”...[4]

3 EL DERECHO NOTARIAL COMO DISCIPLINA INDEPENDIENTE.

El Derecho Notarial existe como disciplina independiente del Derecho Civil por los
siguientes elementos que constituyen su presupuesto de legitimación[5]:

- La existencia de una función pública notarial de carácter internacional.

- La existencia del instrumento público y su circulación en el comercio jurídico


Internacional.

- La existencia universal de una legislación notarial que la regula.

La existencia de estos tres elementos bastaría de por si para legitimar


doctrinalmente la sistematización de un Derecho Notarial como disciplina jurídica
independiente, de no existir otros aspectos complementarios como la vigencia de
cátedras de la materia en distintas facultades de Derecho de universidades
europeas y de América Latina, incluso licenciaturas de especialización y toda una
historia diferenciada de la institución.[6]

El Derecho Notarial tiene como fin exteriorizar la presentación de los derechos


privados en la normalidad o sin contienda. Está referido a la regulación de la
actividad del notario y de las partes en la formación del documento público (la
escritura pública y las actas)

4 LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO NOTARIAL.


Todo principio se sustenta en la nacionalidad del pensamiento humano y los
fundamentos filosóficos que determinan “el deber ser” (el imperativo Categórico
Kantiano sustenta la vigencia real del deber ser). El deber ser, es la
representación lógico-racional como reflejo de la realidad, el “ser” es lo
representado, la realidad, el objeto. Desde la concepción de la modernidad y la
racionalidad del siglo XVIII existe un divorcio entre el deber ser y el ser, sin
embargo, el deber ser determina la razón de ser de una institución orientando su
destino, por lo tanto, su propia naturaleza determina los principios que rigen la
implementación de su accionar. Por esto la vigencia de cualquier institución es a
los principios que la sustentan. La función, en la parte operativa debe reflejar los
principios que hacen su propia naturaleza y tiene como objetivo retroalimentar la
institución para su estabilidad y efectividad y sobre su vigencia imprescindible;
razón por cual, se debe adoptar valores para una adecuada actividad que
responda a los objetivos o principios con los cuales se ha institucionalizado.

La sistematización del Derecho Notarial contiene preceptos, conceptos y doctrinas


organizados en torno a la actividad histórica de la función notarial, y de los cuales
se inducen principios válidos que en este trabajo, con sentido didáctico y objetivo,
se los relaciona con legislación positiva vigente, con vistas a la cual se describe
con entera independencia de otras corrientes doctrinales.

4.1 PRINCIPIO DE LA FORMA.

Si bien no es exclusivo del Derecho Notarial, en el ámbito del instrumento público


la forma constituye la esencia misma de su conformación, desdoblada, como
afirma Gonzáles Palomino,[7] en formas de ser (principio del instrumento forma) y
formas de valer (principio de la prueba preconstituida). (Art. 1 de la Ley del
Notariado, Art 491, 492, 493, 667 del Código Civil)

En el principio de la forma se distinguen las formas del ser y las formas del valer
que pueden ser exigidas por la ley o establecidas por los particulares con la
finalidad de hacer valer el negocio ya perfecto. La forma constitutiva del negocio
es siempre forma de declaración de voluntad, la forma del ser, porque la ley exige
específicamente una forma de solemnidad, sin lo cual el negocio jurídico
instrumentado no se perfecciona. Por otra parte la forma determina el valer por ser
tal y esto constituyen la prueba preconstituida, con ella se da la oponibilidad a
terceros.

4.2 PRINCIPIO DE LA ESCRITURA.

Consecuentemente con el anterior, el principio de la escritura trasciende la


materialidad de la grafia, para constituirse en forma esencial del instrumento,
garantizando su existencia y contenido. Debe contener necesariamente las
siguientes partes la comparecencia, la parte expositiva, la parte dispositiva el
otorgamiento y la autorización y firma del notario de fe pública. (Art 22, 23, 24, 25,
26, 27, 28, 29, 30, 37, 38, 39, 40 de la Ley de Notario).

4.3 PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN.

Objetiva en la fórmula. Ante mi, que ha de requerir la inexorable presencia del


notario es la comparecencia del instrumento, por si o por representación de las
partes interesadas en él y la exhibición, en relación con las cosas que motivan el
otorgamiento, y sobre lo que ha de fundarse el principio de la fe pública o
autenticidad. La función del notario es de visu, es decir, testimoniar hechos en
forma documental o de presencia. La

4.4 PRINCIPIO DE NOTORIEDAD.

Está basado en los fundamentos de los juicios del notario y debemos distinguir en
él dos fases:

a. El notario debe emitir juicios ciertos de la identidad y la capacidad de los


comparecientes.

b. El notario emite juicios basado en testimonio de personas (testigos, peritos,


traductores y otros).
c. El notario emite juicios basado o por medio de documentos idóneos, aportados
al instrumentos.

Se trata de dar fe de hechos, actos o circunstancias de relevancia jurídica de los


que derivan o declaran derecho o intereses legítimos para las personas o de
cualquier otro acto de declaración lícita”. (Art. 22, 23, Ley del Notario; Art. 1127,
1145, 1146, 1147 del Código Civil)

4.5 PRINCIPIO DE UNIDAD DE ACTO.

Este principio se encuentra estrechamente vinculado al de inmediación. La


audiencia notarial debe ser plena o lo que e igual, debe estar integrada por los
sujetos básicos del instrumento notarial comparecientes por si o su representación
y testigos en su caso, salvo en aquellas circunstancias de escrituras adhesivas
que pueden ser complementadas con posterioridad. (Art. 24 de la Ley de
Notariado: segundo párrafo: “… Las escrituras serán leídas de principio a fin a
todas las partes y a los testigos”)

4.6 PRINCIPIO DE MATRICIDAD O PROTOCOLO.

Los documentos notariales se redactan en forma original y conjuntamente con los


documentos agregados deben conforma el archivo y/o el protocolo notarial.

Este principio corresponde a la función de ser custodio de los documentos


notariales. (Art. 12, 30, 31, 32, 33, 41 de la Ley del Notariado)

4.7 PRINCIPIO TESTIMONIAL.

Como la función notarial se refiere también a las actas en contraposición al


Principio de Matricidad o protocolo, el notario tiene una función de visu, es decir,
testimoniar hecho en forma documental o de presencia, que no van a formar parte
de su protocolo. En la doctrina, a esta actividad notarial se le denomina
testimonios notariales, toda vez que el notario da fe de hechos evidentes ante el
ya por vía documental o por presencia notarial física, ante el hecho testimoniado o
percibido por los sentidos (Testimonio por exhibición o Fe de Vida). (Código Civil
Art. 40; Art 17 y 18; R.A. Nº 05-346-92 R.A. Nº 05-517-92; R.A. Nº 05-043-99)

4.8 PRINCIPIO DE LEGALIDAD.

Siguiendo nuestra legislación positiva, la actividad del Notario es su conjunto


constituye acto reglado por el Derecho, tanto en la formación del instrumento
como tal y de su contenido negocial (actos ad solemnitatem), como de aquellos
otros que han de servir sólo como prueba preconstituida.

En su función ejecutiva instrumental, desde el punto de vista del Principio de la


legalidad, el notario debe asumir la voluntad de las partes apoyarse en las normas
que regulan el negocio a autorizar, e incluso analizar y calificar las minutas
presentadas por estas en la audiencia notarial, ajustándolas a las normas
legítimas que regulan el negocio de que se trate.

En la parte dispositiva de la escritura se hara constar la voluntad de los otorgantes


en forma de estipulaciones o cláusulas que el notario redactara con claridad,
precisión y propiedad de estilo, ordenándolas relativamente a los efectos jurídicos
del acto o contrato que se autoriza, procurando incluir, en cada una, aquellas
circunstancias que tengan entre si alguna relación”. (C.P.E.; Código Civil; Código
Penal; Código de Comercio; Código de Familia; Ley 843, Ley del Notariado,
reglamentos, resoluciones, circulares de afinidad con de la función notarial).

4.9 PRINCIPIO DE CONSENTIMIENTO.

Este principio es consecuencia del principio Legalidad, y se manifiesta tanto en la


esfera de los hechos como en la del Derecho.

a. En la Esfera del Hechos: El compareciente consiente en todo, cuando el notario


requiera, presencie o narre, con arreglo a las normas notariales vigentes
(otorgamiento, lectura, enmiendas, adiciones y firmas).
b. En la esfera del Derecho: Debemos destinguir la existencia del consentimiento y
su idoneidad para la validez del acto y está configurado por lo límites de
disponibilidad del negocio, por la capacidad civil y la legitimación de la parte para
el acto de que setrate.

4.10 PRINCIPIO DE REPRESENTACIÓN INSTRUMENTAL.

Debe existir la Audiencia Notarial de carácter privado y el protocolo debe ser


secreto, careciendo en este sentido de publicidad. El acto trasciende mediante la
copia autorizada que no es más que la representación instrumental del acto
notariado y su modo de comunicación en el comercio jurídico, tanto nacional como
internacional. (Art. 16, 34. 36 de la Ley de Notario).

4.11 PRINCIPIO DECLARATIVO DE HECHOS Y DERECHOS.

Este principio sustenta la función notarial referida a las actas de Notoriedad y la


actuación de la Jurisdicción voluntaria, domo función específica del notario que
conlleva una carta de ciudadanía para estos actos extrajudiciales.

Da fe de hechos, actos o circunstancias de relevancia jurídica de las que se


deriven o declaren derechos o intereses legítimos para las personas o de
cualquier otro acto de declaración lícita. Consiste en conocer, tramitar y resolver
los expedientes de jurisdicción voluntaria y sucesorios de declaratoria de
herederos, de conformidad con la Ley y su Reglamento”.

4.12 PRINCIPIO DE AUTENTICIDAD.

En este principio se resume toda la función notarial en cuanto autentificar es


legalizar o acreditar jurídicamente algo. Es también la acción de garantizar la
verdad de un hecho haciendo creíble, genuino ante la opinión pública. La
autenticidad proviene siempre de la actuación del Notario, que en el marco de su
competencia y autoridad sanciona el instrumento público que contiene la relación
jurídica o la declaración de voluntad y cuyo contenido suma y sintetiza los
derechos de las partes y garantiza los derechos de terceros interesados, es decir,
es capaz de producir los efestos legales a que está destinado.

En el principio de autenticidad esta también la fehaciencia que es la potestad de


dar fe pública, la que otorga el Estado al Notario. Fedar es dar valor a la obra del
Notario y dotar de autenticidad y legalidad la voluntad de las partes que recibe y
traduce el fedatario en el documento que de esa forma tiene alcance público,
vigencia entre las partes y también con respecto a terceros.[8]

El principio de autenticidad es la dación de fe y las fases de la integración de la fe


pública notarial son: a) Evidencia donde el Notario autorizado como autor del
instrumento y con conocimiento directo de evidencia de lo que allí, se celebra da la
fe; b) Solemnidad, para que el acto de evidencia reciba la garantía de la fe pública
debe producirse en un acto ritual es decir, con las solemnidades requeridas por
ley) Objetivación, el acto de evidencia, con el ritual y las solemnidades
correspondientes y conformado se objetiva en su dimensión material, transcrito al
papel. El acto narrado toma cuerpo en el instrumento público. d) Coetaneidad, la
evidencia, la solemnidad del acto y su corporeidad en el documento, han de
producirse en un solo acto y en relación con todos los elementos necesario para la
constitución de derechos.

La fase de evidencia y la fase de coetaneidad, proporcionan criterios clasificadores


de la fe pública notarial en sus vertientes básicas: fe pública originaria (principio de
matricidad) y fe pública derivada. La fe pública originaria responde a los principios
de evidencia y coetaneidad, en ella el hecho se traslada al papel en forma de
narración, captado directamente por el Notario de fe pública. La fe pública
derivada (Principio de representación instrumental) el acto sometido a la evidencia
del Notario no lo constituyen hechos ni personas, sino documentos, papeles, por
esto viene marcada con la fórmula del “CONCUERDA CON SU ORIGINAL” y
adquiere cuelo en las copias autorizadas o testimonios.

5 CONTENIDO DEL DERECHO NOTARIAL.


Siguiendo al autor cubano Pedro Verdejo[9], el contenido positivo del derecho
notarial en el orden práctico es: el conjunto de normas jurídicas de carácter
organizacional y funcional en el marco de un determinado Sistema Jurídico y
Sistema Notarial. Las normas jurídicas de organización están directamente
relacionadas con el notario donde se determinará la calidad de su función, su
vinculación con la organización político-administrativa del Estado, su
nombramiento e investidura oficial, su esfera de competencia en la actividad sus
deberes derechos y obligaciones así como el régimen disciplinario y administrativo
a que está sometido y, finalmente, las responsabilidades de la función. Las normas
funcionales abarcan la Teoría General, del instrumento público, los principios
generales que informan la teoría del instrumento público, los planos, concepto,
formación, estructura, jerarquía, tanto constitutiva como probatoria,
representación, agrupación protocolar o independiente, conservación y
disponibilidad por la parte interesada, desde el punto de vista doctrinal y normativo
así como procedimental.

6 EL OBJETO DEL DERECHO NOTARIAL.

Si se estudia las diversas actividades en cualquier sociedad, se puede advertir la


existencia de un fenómeno llamado notarial, se dice fenómeno en sentido
husserliano, vale decir que se percibe a través de los actos y negocios jurídicos de
las personas que existe algo, que se puede evidencias aquí y ahora. La evidencia
más clara se halla constituida por la escritura notarial. Ella resulta de la voluntad
expresada por sujetos de derecho con intervención de un ser humano llamado
notario que investido de fe pública, auténtica dichas relaciones y elabora la
prueba. La institución notarial tiene como fin exteriorizar la representación de los
derechos privados en la normalidad y sin contienda se objetiviza en instrumento
público que tiene dos elementos la forma y la prueba que son los principios
básicos que conforman la Teoría general del Instrumento Público.

El notario tiene una investidura que le permite dar fe de ciertos actos él es quien
eferce la función y la fija en el instrumento público notarial que envía a quien lo
percibe su mensaje de verdad y seguridad embebido en la fe notarial sobre la cual
se construye el derecho y es vivido todos los días, en cada actuación desde la
simple percepción, la autorización de negocios jurídicos a la simle legalización y la
custodia y conservación de los archivos.

El derecho notarial, como disciplina independiente del Derecho Civil, fundándose

Que constituyen su presupuesto de legitimación: la existencia de una función


pública notarial de carácter internacional, la existencia del instrumento público y su
circulación en el comercio jurídico internacional, consecuentemente; la existencia
universal de una legislación notarial que regule tanto una como la obra, debe ser
preocupación de todo sistema jurídico para garantizar la seguridad jurídica.

[1] GATTARI CARLOS. “Manual de Derecho Notarial" Ediciones DEPALMA.


Buenos-Aires. 1992.Pp.378.

[2] Se sustenta todos estas denominaciones o connotaciones del instrumento y el


funcionario fedante en la "Evolución Histórica realizada por J.A. Mariaca.

[3] GATTARI CARLOS. "Manual de Derecho Notarial". Depalma. Buenos


Aires.1992, Pp.378-379-380.

[4] GATTARI CAROLOS. Ob. citada. Pp. 380.

[5] En la memoria presentada en el Tercer Congreso del Notariado Latino.


Deliberado en París en abril y mayo de 1984, el doctor Rafael Núñez, Notario
entonces de Madrid, y autor de obras fundamentales e insuperables sobre el
instrumento público, tema central del Derecho Notarial e elemento protagónico
fundamental del mismo, haciendo omisión de toda abstracción doctrinal en boga,
afirmaba la existencia del Derecho Notarial como disciplina independiente del
Derecho Civil, fundándose para ello en la existencia de elementos de facto que
constituyen su presupuesto de legitimación.
[6] PEDRO VERDEJO. Derecho Notarial Ed. Pueblo y Educación. La Habana
Cuba. 1990. … “ la historia del Derecho Notarial tiene su origen Doctrinal”… “que
sin exageración, podemos hincarla con la figura de la rebelión Justinianeo,
desarrollada a plenitud por la escuela de Bolonia, posterior al siglo XIII”.

[7] PEDRO VERDEJO. Derecho Notarial Ed. Pueblo y Educación. La Habana


Cuba. 1990

[8] MARTINEZ SEGOVIA, FRANCISCO. “Función Notarial. Editorial EJEA Buenos


Aires Argentina Pp. 45.

[9] VERDEJO PEDRO. “Derecho Notarial” Editorial Pueblo y educación. 1988. Pp


7.

LA FE PÚBLICA NOTARIAL

1 CONSIDERACIONES GENERALES.

El Estado en uso de sus atribuciones, con el poder soberano conferido por los
ciudadanos instituye la autoridad política en el marco de la legalidad y la
legitimidad, la legalidad, a través de la norma y la legitimidad con la aceptación de
los que requieren la función pública con el objetivo de hacer vigentes los derechos,
gozar de la seguridad jurídica y beneficiarse con dichas designaciones.

Es el Estado organizado jurídicamente el que tiene a su cargo dispensar a ciertas


funciones esa fuerza, en procura de otorgar la seguridad jurídica, razón por la cual
no puede contradecirse su contenido, sino por una acción especial ante los jueces
y por la demostración de la violación del tamaño y efecto fedante, creando para el
mismo sus sanciones y consecuencias, tanto en el ámbito público como en el
privado. Siguiendo a Gimenez Amau[1] “La misma exigencia de certidumbre y
notoriedad que. deben tener los actos relacionados con la actividad legislativa,
administrativa o judicial, se impone cuanto se trata de actos relativos a
particulares. Porque, si el Estado tiene el deber de proteger los derechos privados
y garantizarlos contra todo intento de violación, es indudable que solamente puede
proteger aquello cuya existencia le consta sin posible duda. Tal es el fundamento
de la conveniencia de revestir los actos privados de todos aquellos requisitos que
sean necesarios para acreditar en cualquier momento que un hecho jurídico se
produjo”.

La autoridad política, en consecuencia, regula las relaciones económicas, político-


sociales e ideológicas a través del Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder
Judicial, cada uno con sus respectivas funciones de acuerdo a su naturaleza. Esta
estructura permite la vigencia de la seguridad jurídica, que es la garantía conferida
al individuo de que su persona, sus bienes y sus derechos no serán objeto de
ataques violentos o que, si éstos llegan a producirse le serán asegurados por la
sociedad para su protección y reparación. Por lo tanto, el sentido objetivo de la
seguridad jurídica la brinda el Estado y el sentido subjetivo esta dado por la
convicción de la persona, de que la situación que goza no será mellada ni
modificada.

El Estado por el poder soberano que recibe, tiene la potestad de investir de fe


pública a los particulares para que exista la creencia de que ciertos hechos y actos
son evidentes sin que sea necesaria la investigación de los mismos. La función
específica del poder del Estado es de carácter público, y consiste en garantizar de
forma indudable la veracidad de determinados hechos y actos y su función es la
de investir a una persona natural de fe pública e instituir la objetivación de esa fe
pública cualquiera sea su naturaleza en el documento público.

2 CONCEPTO GENÉRICO DE LA FE PÚBLICA.

La fe pública deriva de la voz latina “Fides”, que significa la creencia que se le da a


las cosas por la autoridad del que las dice o representa; asimismo, “Fides” es
creencia, fidelidad, lealtad y promesa que se hace con cierta solemnidad seriedad
y seguridad; a su vez, es aseveración de que una cosa es cierta y existe por
medio de un documento firmado y este certifica la vedad de lo que se dijo. Por otra
parte, también se puede decir que fe es la inspiración que da una persona y
representa sinceridad, seguridad, veracidad y sobre todo credibilidad.

La fe escrita es el documento en el cual se hacen constar los actos o hechos


intangibles que se pretenden dar por ciertos y así hacerlos perdurar. Por ejemplo,
el documento llamado “Fe de Vida" qué daban las autoridades eclesiásticas al
nacer una personaren lugar de la certificación de nacimiento en que se hace
constar el hecho por autoridad civil; otro ejemplo la “Fides tabularun” significa la
fe.y autoridad de los documentos públicos, .significa también la palabra o promesa
que se hace con cierta solemnidad y publicidad. Es la confianza que merecen los
funcionarios públicos autorizados para intervenir en contratos y otros actos
solemnes.

La palabra FE significa básicamente algo que impera' o se tiene y representa:


seguridad, veracidad, sinceridad e integridad. La fe escrita por su parte está en el
documento público que tiene la firma de la persona natural, que está investido de
autoridad, tiene la forma del valor y es una prueba preconstituida, de lo contrario,
si el instrumento público no probara nada no se podría hablar de fe pública
notarial. La fe pública requiere entonces que quien la dé represente de algún
modo al Poder Público o sea, al Estado y requiere también, para que sea
valedera, que esa persona tenga conocimiento directo del hecho de! cual va a dar
fe.

3 EL CARÁCTER SUBJETIVO DE LA FE PÚBLICA.

Es la institución del derecho público que atribuye a determinadas personas con


exclusión de las demás, la cualidad de la veracidad en todo aquello que afirman o
testifiquen, por lo tanto, se da la verdad formal.

4 EL CARÁCTER OBJETIVO DE LA FE PÚBLICA.

Es la verdad material es la primacía de verosimilitud a lo que declara una norma,


frente a lo que afirman o atestiguan los particulares.
La verdad formal y la verdad material deben coindicir en la fe pública. La fe pública
será siempre verdad formal, aunque debe coincidir con la verdad material. El
fundamento de sus existencia ha sido y es la necesidad que la sociedad debe
tener de que las relaciones con trascendencia jurídica que en ella se dan tenga
seguridad, evidencia y permanencia.

Por tanto es necesario, el, reconocimiento categórico (sin duda) de existencia de


hechos, actos o negocios jurídicos que den lugar al nacimiento, modificación o
extinción de derechos, .tanto en la interrelación jurídica del: Estado con empresas
estatales, paraestatales o privadas y la ciudadanía, como entre los propios
componentes de la comunidad en su intercambio jurídico personal y frente a un
conflicto de intereses ante cualquiera de estas relaciones jurídicas. Y en tal sentido
se puede calificar a la fe pública de publicidad legal irrevocable[2].

5 LAS CLASES DE FE PÚBLICA:

Por el fundamento del cual emanan y por los lineamientos que éste debe seguir
para su desempeño eficaz y en mérito a la delegación del poder soberano en
funcionarios determinados, existen tantos tipos de Fe Pública como tipos
diferentes de funcionarios públicos y según las formas que estos utilicen para
expresarla y en dependencia del funcionario u órgano titular, a saber: fe pública
legislativa, ejecutiva o administrativa, judicial, notarial, mercantil registral.

6 LA FE PÚBLICA LEGISLATIVA.

Esta presente en los parlamentarios, que son portadores de la soberanía, con las
facultades legislativas y fiscalizadoras principalmente. La fe pública legislativa se
objetiviza o plasma en la leyes, resoluciones y decisiones legislativas y crea en los
ciudadanos la plena seguridad de la existencia de los textos legales y de su
contenido vinculante.

7 LA FE PÚBLICA EJECUTIVA O ADMINISTRATIVA.


Se encuentra en el Presidente de la República y los ministros de Estado y sus
dependencias, cuya función es la de aplicar lo que la ley ordena y la hacer cumplir
en cada ámbito de su función y de acuerdo a la naturaleza del área de su
competencia, expidiendo decretos, resoluciones y ordenes convenientes para el
efecto que hacen fe. Estas tienen valor, certeza y fuerza ejecutiva con que el
Poder estatal ha dotado a los actos unilaterales de la administración
fundamentalmente porque estos actos por los cuales la administración manifiesta
su voluntad, deben estar dirigidos a proteger intereses colectivos.

8 LA FE PÚBLICA JUDICIAL.

Es la investidura que se da a las autoridades del poder judicial de acuerdo a la


jerarquía y atribuciones emanadas del poder soberano del Estado y determinadas
por la ley de Organización Judicial, objetivizada en las sentencias, autos, ordenes,
resoluciones, mandamientos, certificaciones y otros, de acuerdo a las instancias,
la competencia y la jurisdicción. El ejercicio de esta fe pública corresponde en
nuestro país a la Corte Suprema de Justicia, las Cortes Superiores de Distrito, los
juzgados y otras autoridades jurisdiccionales designadas para el efecto.

9 LA FE PÚBLICA MERCANTIL.

Dada por los agentes o corredores del comercio que tienen su ámbito de acción
en la bolsa de valores. Es una función semejante a la notaria puesto que
desempeñan una actividad jurada como comerciantes y es una actividad pública
como fedatarios del movimiento económico. La fe pública mercantil es referente a
específicos actos de comercio, con respecto a los cuales sus libros y pólizas hace
prueba plena.

10 LA FE PÚBLICA REGISTRAL.

Se divide en dos, Derechos Reales y de Registro Civil, La primera es la fe pública


que se refiere fundamentalmente a la credibilidad y fuerza probatoria de los autos
registrales ode los derechos en ellos contenidos. El portador de esta fe pública
registral esta presente en el Registrador de Derechos Reales. La Fe pública civil
esta presente en la autoridad competente para el registro de nacimientos,
matrimonios, emancipaciones, reconocimientos y legitimaciones de niños,
adopciones, naturalizaciones, vecindad y de funciones de las personas naturales.
Asimismo, el Registro de Comercio para las personas jurídicas.

11 LA FE PÚBLICA NOTARIAL
11.1 FUNDAMENTO CONCEPTUAL DE LA FE PÚBLICA NOTARIAL.

Se la define como “la potestad que el Estado confiere al Notario de Fe Pública


para que a requerimiento de parte y con sujeción a determinadas formalidades,
asegure la verdad de hechos y actos jurídicos que le constan, con el beneficio
legal para sus afirmaciones al ser tenidas por autenticas mientras no se impugnen
mediante querella de falsedad”[3]. Para Martínez Segovia.... “es la autoridad que
la ley acuerda al Notario para dar valor jurídico a todo o parte del documento
notarial y a su contenido oegocial y de hecho entre partes y con respecto a
terceros, autoridad de plena fe que sólo puede ser vencida por querella de
falsedad”.[4]

La dación de fe que no padece de defecto o vicio alguno en sus elementos y


presupuestos porque se muestra acorde con el modelo que el derecho ha previsto
al regularidad, es una dación de fe valida y como tal produce sus efectos típicos
en el documento como efecto material que resulta de dar fe por escrito y se
objetiviza en el instrumento público notarial que comprende las escrituras públicas
y las actas.

Cubides Romero afirma que la fe notarial determina “la aceptación de verdad con
que la ley inviste a los actos cumplidos con intervención del Notario"[5]

Como expresa Gonzáles Palomino “la más antigua y clásica doctrina sobre la
función pública notarial es la que centra la función notarial en el concepto de fe
pública. La fe pública notarial es la convicción de obrar o poseer con legítimo
derecho y sin detrimento de lo ajeno, la constitución de derechos en el ámbito
extrajudicial y privado. La función del notario es la de dar fe de ciertos actos, y el
valor del instrumento es el de hacer fe de su existencia y de todo o parte de su
contenido."

• La fe pública, por tanto, requiere la expresa delegación del Estado, en el Notario


de fe pública, para que éste declare la autenticidad de hechos que percibe por sus
propios sentidos y no por lo que le puede haber contado o que puede deducir de
otros. .

Como se puede apreciar, la fe pública notarial es diferente a las demás fe públicas


en cuanto en las fe publicas no notariales no es necesaria la percepción real y
personal del fedatario, porque puede dar fe de las declaraciones emitidas en su
presencia, pero no de la autenticidad de las mismas; si los hechos relatados no
son percibidos por sus propios sentidos no es relevante, y en cuanto a
conclusiones racionales sobre hechos que le permiten establecer silogismos,
sirven como declaración de la lógica inferencia inductiva o deductiva o de ciencia,
pero no como fe pública notarial porque ésta última constituye derecho y es
imprescindible la percepción de la voluntad de los intervinientes con sus sentidos.
Al respecto Larraud ha señalado que “la fe pública exige que el autor dé la
declaración, la evidencia del hecho histórico narrado y la circunstancia de que el
hecho se manifieste así a su perfección, es lo que permite al agente adquirir la
clara certeza de su acontecer. El relato del Notario puede contener y
frecuentemente contiene, calificaciones o juicios del agente; los actos suyos que
toma de su propio mundo interior, razonando acerca de derecho o hechos que no
son evidentes y de cuya certeza no le es posible persuadirse mediante la vista o el
oído. En tales casos, no está en juego la noción de fe pública, son juicios suyos
acerca de cuya exactitud podrá juzgarse mayor o menor confianza. Cuando
hablamos de fe pública entendida como calidad, nos referimos a hechos que el
agente toma del mundo exterior, percibiéndolo de modo inmediato por la vista y el
oído”[6] Con esta fundamentación se puede inferir la necesaria percepción con los
sentidos y en concordancia por todo lo expresado por. el autor, se debe tomar en
cuenta también los otros sentidos como el olfato, el tacto y el gusto, por ejemplo:
el olor nauseabundo emanado de una fábrica industrial, sin opinar del origen, es
percepción real de lo que ocurre en la realidad. Como indica' Lamber R.A. la
percepción sensorial en sus cinco manifestaciones, táctil, visual, auditiva, olfativa y
gustativa, debe ser la materia de comprobación sobre la que se da fe y no la que
resulta solamente de la vista y el oído”[7].

CARLOS GATTARI, sostiene que la fe pública notarial es fe legitimada, y


siguiendo a FIORINI, afirma con convicción que la fe pública es la única que está
regulada normativamente. Rechaza el adjetivo de "pública” para la fe que resulta
de funciones judiciales, administrativas, legislativas o regístrales, por cuanto sólo
son tangenciales, y que la naturaleza es pública deviene por el funcionario. No
obstante el notario también lo es por la delegación que le ha hecho el Estado para
dar fe pública, pero no de ciertas funciones estatales sean administrativas o
judiciales, sino de actos celebrados por los particulares en presencia del fedatario.
Por otra parte, en las funciones administrativas, judiciales o legislativas, en cuanto
ellas tienen acceso a cualquier persona natural o jurídica que la requiere, incluso
sin interés directo o legal en ellas, en la fe pública notarial son actos o negocios
jurídicos realizados por los particulares que constituyen derechos que son
plasmados en la escritura pública o se narran hechos reales que se dan ante la
percepción del notario como es en las actas.

Mientras una fe pública se cumple tangencialmente en el ámbito del derecho


público, la fe-pública notarial lo es en el ámbito del derecho privado, y por ello es
necesario diferenciarla en la misma medida que se diferencia la calidad del
funcionario público dependiente de uno de los poderes del Estado, y el otro con
actuación independiente. Por todos estos aspectos es necesario establecer
categóricamente que la delegación plena y casi total de la facultad fedante, en lo
privado, se hace en la cabeza del Notario, y no en ningún otro; en cambio en las
otras en la función de ios servidores públicos que se da su actuación funcional
pública. El notario actúa en el derecho privado y él no puede actuar en otro plano
porque su función está determinada por ley. El Estado no sólo cumple su función
de establecer el “orden jurídico” a través de la legislación adecuada y resolviendo
los conflictos frente a su concreta violación, sino dando certeza y autenticidad a
las conductas de los ciudadanos, que impidan el conflicto y permitan un
funcionamiento regular de la vida social.[8]

Esa es la perspectiva del “instrumento público notarial”, es en la normalidad y no


en el conflicto en que el mismo se desarrolla y, para sostener esa normalidad es
necesaria la fuerza fedante que transmite el Estado a través del funcionarlo
autorizado. MONASTERIO, afirma que. “...para asegurar el imperio normal del
derecho sé requiere, en nuestro concepto, crear un instrumento de proyección de
la relación jurídica, sustantivo o incondicionado, que lleve consigo presunción de
legitimidad en todos sus elementos constitutivos, personal, real y plástico, y por
tanto, que valga por sí, sin necesidad de robustecerlo y sin que deba ser probado
el mismo;, no sólo entre aquellos entre quienes media la relación, sino también
respecto a los que, en el tiempo, lleguen o puedan llegar a ser sujetos de ella
(autenticidad) y respecto del mismo poder público (fuerza ejecutiva)..[9]”

Por todos estos argumentos, preconstituir la prueba y dar ejecutorié dad al


instrumento, permite al Estado regular formas de procedimientos judiciales
simplificados, que hacen al mejor- funcionamiento de la justicia. Los códigos
procésales contienen el carácter del título ejecutivo y, entre ellos, el de mayor
fuerza es el “instrumento, público presentado en forma” que como tal trae consigo
la ejecución. Por esto con los argumentos de! autor MARTINEZ SEGOVIA “...un
título ejecutivo, entonces, es aquel que confiere al acreedor un medio
extraordinario, dentro de los procedimientos, para obtener con mayor rapidez la
liquidación y cobro de su acreencia.:...” “esa virtud insustituible que está en el
patrimonio del notario, que es la de acordar fe y certeza, valor y eficacia indudable,
es esa voluntad documentada en cuatro aspectos....”[10] Para una mejor
comprensión se describe los cuatro aspectos importantes que fundamenta el autor
Martinez Segovia
1. Temporal porque la función notarial da permanencia de hecho y de derecho al
objeto material de la misma función, las convenciones privadas o los
acontecimientos que el Notario presencia.

2. Espacial, porque está destinado a ocupar un espacio más vasto en el campo


genérico de los llamdos instrumentos públicos (el documento notarial es prueba
pre-constituida por excelencia).

3. Sustancial, para dar al documento la posibilidad de abrir las puertas de su


calidad de ser el recipiente o portador del objeto material que corresponde al
notario como autor del instrumento público.

4. Intima, por la calidad del notario como autor del documento que a través de la
autorización materializa en los siguientes resultados: a) la firma de las personas
que son en parte que preceden a la del notario y quedan autenticas con la firma
del notario (autorización) en el sentido del poder ser les atribuidas sin admitir
prueba en contra, sin querella de falsedad su valor probatorio; b) al notario se le
reconoce como autor del documento, c) el notario confiere a su obra su autoridad,
osea valor semejante a los instrumentos del Estado, pero también su autoridad
como jurista investido de la fe pública.

Este producto de la fe pública notarial tiene profundos efectos en la actuación del


notario y en la responsabilidad de su función, así como en los efectos sobre el
documento creado, pero no por simple observación del documento, sino mediante
un juicio, que en algunos casos ataca a la actuación del notario porque no tiene el
juicio de conocimiento que da de las partes, y en otros aspectos de los hechos o
declaraciones que pasaron o se realizaron en su presencia, destruyendo o
afirmando la validez del documento, según lo que resulte de la valoración judicial
de los elemento aportados.

Como la dación de fe, en tanto declaración escrita produce además un resultado


material, el documento sea una escritura pública o acta es la obra del notario y es,
antes que nada, una cosa que se presupone auténtico, es decir, una cosa que se
presume creada por quien en ella aparece indicado como su autor, por lo tanto, la
idoneidad del notario tiene relación con la deontologia jurídica que le exige hacerla
con toda la seriedad y eficiencia para no ser responsable de sus efectos. El
documento notarial, por otra parte, es una cosa que representa la

También representa el comportamiento de los interesados, lo que ocurre en


materia de declaraciones cuando éstos suscriben la escritura pública o las actas;
cualquiera que sea la naturaleza de éstas, y reiterando que en las actuaciones
negociales se formaliza y constituye derecho. Asimismo el instrumento notarial, en
tanto representa y prueba la dación de fe es documento notarial de carácter
público.

12 LA NECESIDAD ESENCIAL DE LA FE PÚBLICA.

Los actos públicos por lo general ostentan su propia garantía de certidumbre y


legalidad y generan publicidad por si, a diferencia del acto privado que nace y se
conforma en la intimidad de un bufete particular, razón que acredita que la Fe
Pública adquiera mayor amplitud y desarrollo en este ámbito de aplicación jurídica,
“la fe pública notarial es la fe pública por excelencia”.

El fundamento de la fe pública notarial lo constituye la necesidad de certidumbre


que deben tener los actos de los particulares, a fin de que el Estado pueda
porteger los derechos que irradian de éstos, garantizándolos contra cualquier
violación y en tal sentido, la fe publica notarial llena una misión preventiva la de
constituir los actos que ella ampara, en una forma de prueba preconstituida
eficiente para resolver e impedir posibles litigios; por eso el Notario de fe pública
esta facultado para dar fe de los actos jurídicos extrajudiciales en los que por
razón a su cargo interviene de conformidad con lo establecido por ley.

13 FASES DE INTEGRACIÓN DE LA FE NOTARIAL.

Es necesario describir las fases en las cuales se integra la fe pública notarial en la


función notarial y en la ficción y autorización del instrumento público notarial.
La Fase de evidencia. En esta fase el fedatario, notario o persona pública
autorizada, como autor del instrumento, solo tiene conocimiento directo de
evidencia de lo que allí se celebra. El notario no recibe la Fe, DA LA FE.

La Fase de Solemnidad, Para que el acto de evidencia reciba la garantía de la Fe


pública debe producirse en un acto ritual, es decir, con las solemnidades
requeridas por la ley.

La Fase de Objetivación, el acto de evidencia, con el ritual y las solemnidades


correspondientes y conformado se objetiva en su dimensión material, transcrito al
el, en cuanto el acto narrado toma cuerpo en el instrumento público (objetivación
de la fe pública).

La Fase de coetaneidada, la evidencia la solemnidad del acto y su corporeidad en


el momento han de producirse en un solo acto, coetáneamente.

La Fase de evidencia y la fase de coetaneidad, proporcionan criterios


clasificadores de Fe pública notarial en sus vertientes básicas: Fe Pública
originaria (principio de autoridad) y Fe pública derivada.

La fe pública originaria responde a los principios de evidencia y coetaneidad, en


ella el hecho se traslada al papel en forma de narración, captando directamente
por el notario de Fe Pública.

La Fe pública derivada (Principio de representación instrumental) el acto sometido


a la evidencia del Notario no lo constituyen hecho ni personas, sino documentos,
papeles, por eso viene marcada con la fórmula del, CONCUERDA CON SU
ORIGINAL, y adquiere cuerpo en las copias autorizadas o testimonios.

Siendo el Notario el portador de la fe pública del Estado, y tiene las atribuciones


para constituir derechos es necesario que su función este en el marco de los
principios y valores éticos que garanticen la seguridad jurídica.
[1] Citado por el doctrinario LAMBER RUBEN AUGUSTO. "La Escritura Pública.
Tomo I ED. La Plata FUNDACION EDITORA NOTARIAL. Argentina 2002 Pp.98.

[2] VERDEJO PEDRO. "DERECHO NOTARIAL" Ed. Pueblo. La Habana Cuba,


1990 P.p14

[3] LARRAÜD RUFINO. "CURSO DE DERECHO NOTARIAL" DEPALMA,


BUENOS AIRES, 1966 Pp. 651.

[4] MARTINEZ SEGOVIA "FUNCIÓN NOTARIAL" Pp 216.

[5] CIBIDES ROMERO "DERECHO NOTARIAL" Bogotá 1964. Pp. 175.

[6] RUFINO LARRAUD. CURSO DE DERECHO NOTARIAL. ED. DEPALMA.


BUENOS' AIRES, 1966. Pp.643

[7] LAMBER RUBEN AUGUSTO. "LA ESCRITURA PUBLICA"TOMO I,


ARGENTINA. 2002.Pp 99.

[8] IBI IDEM PP. 100

[9] MONASTERIO GALI. BIOLOGÍA DE LOS DERECHOS EN LA NORMALIDAD.


ED. U.N.A. LA PLATA ARGENTINA. 1966 Pp. 99.

[10] MARTÍNEZ SEGOVIA FRANCISCO I LA EJECUTORIEDAD Y EL FUTURO


DEL. DOCUMENTO NOTARIAL... EN LA REVISTA DEL COLEGIO DE
ESCRIBANOS DE ENTRE RÍOS ARGENTINA. N°I46 DE ENERO A ABRIL DE
1963. Pp 57

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