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Universidad Alberto Hurtado

Facultad de Filosofía y Humanidades


Departamento de Historia
Curso Literatura Antigua/Sec. 1
Prof. Mauricio Gómez Valdovinos
Patricio Hidalgo Hidalgo
02/04/2019.-

INFORME DE LECTURA N° 1
I NTERPRETACIÓN Y A NÁLISIS

Hemos de abordar a través de este informe los lineamientos en torno a la noción de

mito, emanada desde las consideraciones de Robert Graves, en su ya clásico texto Los mitos

griegos, como a su vez contrastaremos con las consideraciones en torno al mito abordadas

por Patricio Oyaneder en su artículo Aproximaciones al mito. En primer lugar, Graves plantea

el mito en torno a la idea de mito verdadero, el cual se define en la reducción narrativa de la

ritualidad propia de los festivales públicos (la pantomima ritual), los cuales logramos

pesquisar a través de la producción de sus medios materiales, registros iconográficos y orales.

De lo anterior se desprende el rol protagonizado por el mito en el contexto de las sociedades

prehelénicas, el cual lo yergue en una referencia de autoridad y orgánica religiosa de tribus

y clanes, denotando su carácter de orientación cosmogónica. En este sentido, Graves asume

el carácter basal de evidenciar los sustratos culturales previos a las invasiones aqueas del s.

XIII a.c., visibilizando patrones de proyección entre factores que dan cuenta del carácter

matriarcal y de transmisión matrilineal de las ideas religiosas transversales de la Europa

antigua, siendo advertido- en su pervivencia- en la preeminencia del culto a Hestia, de la

Grecia posterior. Asimismo, la representación simbólica de los ciclos vitales femeninos con

las fases lunares- de 28 días y 7 días- internaliza en el núcleo de las sociedades prehelénicas
una manera de representar el tiempo, entendido a través de ciclos, homologados al carácter

cíclico de los procesos femeninos. El mencionado control sobre del tiempo supone primacía

en su regulación, por ende, del ordenamiento de las sociedades antiguas. Así pues, Graves

sugiere la naturaleza trascendente del mito a través de la proyección y superposición de los

mencionados sustratos culturales antiguos en la constatación de su pervivencia y práctica con

otros regímenes de datación del tiempo, “durante más de un milenio después de la adopción

del calendario Juliano” (Graves 12) entre la cultura rural y popular europea.

En este punto, debemos por añadidura introducir la definición del mito a partir de la

lectura de Oyaneder, el cual, recogiendo las premisas de Giambattista Vico, sostiene

entenderlo como una narración que en su consideración de veracidad es significada por el

carácter sentido como verdad respecto a los participantes del relato, cuya validez no se afirma

en el carácter lógico del discurso, respondiendo más bien, dicha validez, en tanto descansa

en una intersubjetividad compartida. Comparte con Graves el hecho de advertir su rol de

referenciación y ordenamiento cosmogónico del hombre, puesto que el mundo cultural que

crea el hombre dota de sentido a través de una red de significados la interpretación del mundo

natural al que apelan las sociedades antiguas, creando una imagen de sí mismas en función

de la realidad de su entorno, comprendiéndolo en tanto es “el resultado de los esfuerzos de

la humanidad primigenia para formalizar la realidad como un todo coherente con un sentido

determinado. El mito nace, de este modo, señalado por su función esencial: dar respuestas

respecto de lo que las cosas y el hombre son” (Oyaneder 94). Al mismo tiempo, Oyaneder

advierte como cualidades del mito su capacidad adaptativa y resiliencia, expresada en la

pervivencia del sesgo religioso, de raigambre mítica, que acompaña la noción de verdad

trasciende como un sustrato que dota de sentido y significación la construcción epocal de una
verdad, a los que los sujetos adhieren más allá del contenido simbólico del mito puesto que

permite ser vivido, otorgando sentido a ese vivir, ya no sólo como una manifestación de la

creación de una voluntad de poder normativo potencialmente sostenida por el mito, como

advierte Oyaneder en el encausamiento del comportamiento político de los individuos

mediante la utilización del mito en la Grecia clásica.

Finalmente, hemos de advertir la divergencia en los planteamientos de ambos autores

a contraluz de sus argumentos, evidenciándose el enfoque de aproximación a través del cuál

abordan el mito: en Graves se advierte un enfoque ligado a acercamientos de carácter

antropológico en sus categorías de análisis, como el control sobre los dispositivos de

regulación del tiempo y su capacidad de normar las relaciones sociales, materializándose la

traslación desde una teocracia matriarcal a una aristocracia militar masculina, en el contexto

del desarrollo histórico posterior de la Hélade. En tanto Oyaneder plantea el valor filosófico

de la construcción de la realidad inmediata del hombre a través de la articulación de una

cosmogonía que dote de un repertorio de respuestas de sentido intersubjetivo, el cual proyecta

su raíz de indiscutido carácter religioso, en la construcción de metarrelatos que articulan

nuestra contemporaneidad.

BIBLIOGRAFÍA

Graves, Robert. “Introducción”. Los mitos griegos Vol. 1. Trad. Luis Echávarri. España:

Alianza Editorial, 1985.

Oyaneder Jara, Patricio. “Aproximación al mito”. Revista Atenea 487 (2003): 93- 101.

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