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Detectan ondas de radio de

origen desconocido a 11 años


luz de distancia
El entorno de la estrella Ross 128, una enana roja, emite señales de radio
que desconciertan a los científicos.
El Observatorio de Arecibo, de la Universidad de Puerto Rico, ha realizado en las
últimas semanas un hallazgo sorprendente. En concreto, la detección de
extrañas ondas de radio a 11 años luz de distancia cuyo origen no tienen una
explicación
conocida. Se ha
producido en el entorno
de una estrella, la
enana roja Ross 128.
Todo comenzó durante
una campaña científica
destinada a observar
estrellas enanas
marrones que
posean planetas en su
órbita, entre abril y
mayo de 2017. Unas
observaciones que
podrían
proporcionar informaci
ón sobre la radiación y
el entorno magnético alrededor de estas estrellas; o, incluso, detectar la
presencia de nuevos planetas. La observación se estaba realizando a diferentes
enanas marrones: Ross 128, Gliese 436, , Wolf 359, HD 95735, BD +202465, V *
RY Sexo y K2-18. Sólo Gliese 436 y K2-18.
Dos semanas después de estas observaciones, los científicos advirtieron que
había algunas señales muy peculiares en el espectro dinámico de 10 minutos que
obtuvieron de Ross 128, observado el 12 de mayo. Las señales consistieron
en pulsos cuasi-periódicos no polarizados de banda ancha con
características de dispersión muy fuertes.
¿Cuál es la explicación? No es sencilla. Según el profesor Abel Méndez, director
del Planetary Habitability Laboratory de la Universidad de Puerto Rico: "las
señales no son interferencias locales de radiofrecuencia (RFI), ya que se
producen únicamente en el entorno de Ross 128 y no en el de otras estrellas. Las
observaciones de otras estrellas inmediatamente antes y después no muestran
nada similar".

¿De dónde proceden estas emisiones?


Los científicos no conocen el origen de estas señales, pero hay tres
explicaciones posibles.
La primera de ellas es que las emisiones de Ross 128 son similares a las
llamaradas solaresque tienen lugar en otras estrellas, como nuestro sol: las
erupciones solares de tipo II. En segundo lugar, que las emisiones proceden de
otro objeto más lejano, pero que entra en el campo de visión de Ross 128. Por
último, que las emisiones estallan desde un satélite de alta órbita, ya que los
satélites de órbita baja se mueven rápidamente fuera del campo de visión.
No obstante, ninguna de estas explicaciones convence completamente a los
investigadores, ya que cada una de ellas plantea problemas.
Por ejemplo, las erupciones solares tipo II se producen a frecuencias mucho
más bajas; mientras tanto, la dispersión de estas emisiones sugiere una fuente
mucho más alejada, o bien un campo de electrones más denso (por ejemplo,
la atmósfera estelar). Además, no hay muchos objetos cercanos en el campo
de visión de Ross 128 y los científicos nunca han visto satélites capaces de
emitir estallidos como ese.

En el misterio de las emisiones de radio de Ross 128, cualquier explicación

podría ser válida, incluida la de que procedan de un objeto extraterrestre


Siempre que se producen fenómenos sin una explicación clara en el universo, la
mente humana suele rondar la idea de que una civilización inteligente ajena
a la nuestra es la responsable de tales acontecimientos. Lo cierto es que, tal y
como están las cosas en este momento, la posibilidad de que las emisiones de
radio provengan de un objeto extraterrestre no puede descartarse mientras
no se encuentre una explicación plausible a lo que está ocurriendo en el entorno
de Ross 128.
“Tenemos un misterio aquí y las tres explicaciones principales son tan buenas
como cualquiera en este momento”, en palabras de Méndez.
El equipo continúa investigando el entorno de la enana roja, y espera encontrar
pronto el origen de dichas emisiones.
Referencias:
'Strange Signals from the Nearby Red Dwarf Star Ross 128'. Planetary Habitability
Laboratory PHL.

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