El rito esloveno de la primavera y de la fertilidad se llama
Kurentovanje. Aunque los origines de las festividades de Kurentovanje son oscuros, la celebración podría provenir de antiguas costumbres eslavas, celtas o ilirias. Se encuentran tradiciones similares en toda Europa Central, en partes de Croacia, Hungría, Serbia, Bulgaria y otros lugares. Kurentovanje dura diez días. El nombre proviene de la figura central del festival, Kurent, el dios del placer sin limites y el hedonismo. En épocas anteriores se creía que tenía el poder de ahuyentar el inverno e iniciar la primavera. Grupos de Kurentes se visten con pieles de oveja con cencerros que cuelgan de sus cinturones. Llevan gorras peludas de cuernos, serpentinas y plumas. La máscara de Kurent es una importante obra de arte popular en Eslovenia. Las máscaras están hechas de cuero, con dos agujeros recortados para los ojos y la boca. Estos agujeros son rodeados de pintura roja. A esto se agrega una nariz similar a un tronco, junto con bigotes y dientes de frijoles blancos. El toque final es una lengua larga y roja, que cuelga hacia el pecho. Los Kurentes se desplazan por toda la ciudad, yendo de casa en casa para ahuyentar a los espíritus malignos. También hay un diablo, que actúa como el líder de la procesión. Está cubierto de una red para atrapar almas. A los Kurentes se les presentan los pañuelos de las niñas. Otro aspecto curioso es que la gente del pueblo aplasta ollas de barro a los pies de los Kurentes para tener buena suerte y la buena salud.