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Casación Civil
Recientes modificaciones
y repaso jurisprudencial
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MANUAL
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INTRODUCCIÓN
EL AUTOR
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Aspectos
doctrinalesdel Capítulo
recursode
casaciónpenal
CAPÍTULO
1
Definición y características de la casación.
Ideas preliminares
(1) Nuevas causales de procedencia de la casación establecidas mediante la Ley N° 29364, del 28 de mayo de 2009, que reemplaza-
ron (en realidad, subsumidieron), como veremos más adelante, a las tradicionales de aplicación indebida, interpretación errónea e
inaplicación de una norma de derecho material o de la doctrina jurisprudencial.
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2. La casación en la doctrina
Inexistente una definición legislativa de lo que debemos entender por
casación, sí puede encontrarse diversas definiciones propuestas por la doc-
trina. De todas ellas nos ha parecido didáctico recoger las que presentamos a
continuación.
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(2) MONROY GÁLVEZ, Juan. “Apuntes para un estudio sobre el recurso de casación en el proceso civil peruano”. En: Revista de
Derecho Procesal. Nº 1, Lima, setiembre, 1997, pp. 23-24.
(3) MONROY GÁLVEZ, Juan. Diario Oficial El Peruano, 10 de setiembre de 1993, p. B-14.
(4) LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo II. Gaceta Jurídica, 1a edición, Lima, 2008,
pp. 217-218.
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pues permite la revisión por el máximo tribunal del país, de la aplicación del
Derecho por los jueces de instancia”(5).
Por su parte, el doctor Jorge Carrión Lugo, afirma que “la casación (…),
es de carácter extraordinario y tiene por finalidad el control de la aplicación
correcta por los jueces de mérito del Derecho positivo, tanto el sustantivo
como el adjetivo, Por ello, y con razón, se dice que la casación viabiliza el
juzgamiento de las resoluciones jurisdiccionales a fin de evitar la incorrecta
aplicación del Derecho positivo por los jueces de instancia o de mérito”(6).
El ex magistrado supremo agrega que la casación “es un recurso que
esencialmente tiene que ver con cuestiones de Derecho y no de hecho; que
responde al propósito de mantener la correcta observancia de la ley y cumple
su cometido al revisar el juicio de derecho que contiene la sentencia o el auto
impugnados. Este recurso admite también la revisión de las actividades rea-
lizadas en el desarrollo del proceso desde su comienzo hasta la emisión de la
resolución impugnada, permitiendo denunciar las nulidades que las afectan y
la infracción de la ley cuando alguna resolución haya sido pronunciada con
violación de la forma y solemnidad que señala el ordenamiento procesal”(7).
El Tribunal Constitucional peruano tampoco ha sido ajeno a la labor de
definir a la casación. Así, el mencionado colegiado ha establecido que “Por
su propia naturaleza, el recurso de casación es un medio impugnatorio de
carácter excepcional, cuya concesión y presupuestos de admisión y proce-
dencia están vinculados a los fines esenciales para los cuales se ha previsto,
esto es, la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unifi-
cación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia”(8).
En doctrina extranjera nos parece relevante citar a algunos autores que
en sus definiciones expresan los rasgos de la casación más cercanos a nues-
tro sistema jurídico nacional. Así, por ejemplo, encontramos que el profesor
español Leonardo Pietro-Castro ha señalado que “el recurso de casación es
un medio de impugnación, por regla general de resoluciones finales, esto es,
de las que deciden el fondo de los asuntos, dictadas en apelación, y en algu-
nos casos en única instancia, a fin de que el tribunal funcionalmente encar-
gado de su conocimiento verifique un examen de la aplicación del Derecho
(5) SÁNCHEZ-PALACIOS PAIVA, Manuel. El recurso de casación civil. Jurista Editorial, 4a edición, Lima, 2009, p. 32.
(6) CARRIÓN LUGO, Jorge. El recurso de casación en el Perú en materia civil, penal y laboral. Grijley, Lima, 1997, p. 3.
(7) Ibídem, p. 6.
(8) Sentencia del Tribunal Constitucional recaida en el Exp. Nº 00474-2003-AA, f. j. 4, del 21 de abril de 2004.
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(9) PRIETO-CASTRO Y FERRÁNDIZ, Leonardo. Derecho Procesal Civil. Editorial Tecnos S.A., 5ª edición, Madrid, 1989, p. 282.
(10) FORNATTI, Enrique. Estudios de Derecho Procesal. Librería Jurídica Valerio Abeledo Editor, Buenos Aires, 1956.
(11) DE LA RÚA, Fernando. El recurso de casación en el Derecho positivo argentino. Víctor P. De Zavala Editor, Buenos Aires, 1968,
p. 22.
(12) CALAMANDREI, Piero. Casación civil. Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1959, p. 10.
(13) CALAMANDREI, Piero. Ob. cit., p. 9.
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(16) Hemos dicho que el Tribunal de Cassation tuvo su origen en la ley del 27 de noviembre - 1 de diciembre de 1790 emitida por la
Asamblea Constituyente de los revolucionarios franceses. No obstante, resulta ilustrativo recordar la anécdota que refiere Juan
Carlos Lozano Bambarén en su interesante obra dedicada a analizar este recurso: “No puede ponerse en duda que en el Conseil
des Parties de la época monárquica encontraron los reformadores de la Revolución la idea, aunque embrionaria e informe, del
Tribunal de Casación. Con lo que cabe decir que el Tribunal de Casación fue el heredero universal del Conseil des Parties, reju-
venecido y vivificado por los nuevos principios. Sin embargo, cuando el abate Royer, antiguo consejero del Conseil du Rois, quiso
poner de relieve la analogía que existía entre los dos institutos, la Asamblea lo hizo callar en medio de siseos, pues ella quería creer
que había ideado en el Tribunal de Cassation un instituto perfectamente original, libre de toda derivación del ordenamiento prece-
dente” (LOZANO BAMBARÉN, Juan Carlos. Recurso de casación civil. Criterios rectores para su formulación. Grijley. Lima, 2005,
pp. 52-53). Igualmente, podemos citar lo expresado por Carlos Calderón y Rosario Alfaro, quienes señalan que “La Francia pre-
revolucionaria conoció la llamada demande en cassation, en virtud de la cual se permitía a las partes denunciar ante el soberano,
con fines de anulación, la sentencia de los parlamentos (instituciones judiciales de carácter regional dirigidas por la aristocracia). El
rey conocía de la queja a través del Conseil des Parties. La demande en cassation permitía al rey, de un lado, unificar los dictados
judiciales, y del otro evitar que organismos de carácter regional violentaran el poder real. Obsérvese que ya aquí nos encontramos
con las dos funciones clásicas de la casación: uniformizar jurisprudencia y control de la ley, cierto es que con fines de dejar sentada
la presencia del poder real evitando poderes diárquicos” (CALDERÓN PUERTAS, Carlos y ALFARO LANCHIPA, Rosario. La casa-
ción civil en el Perú. Normas Legales S.A., Trujillo, 2001, pp. 6 y 7).
(17) Para ello existían los mecanismos del référé législatif y del référé obligatoire au législateur.
(18) Merryman sostiene que “en Francia, la aristocracia judicial era uno de los blancos de la Revolución, no solo por su tendencia a iden-
tificarse con la aristocracia terrateniente, sino también por su incapacidad para distinguir muy claramente entre aplicación de la ley y
elaboración de la ley (…). Los tribunales se negaban a aplicar las leyes nuevas, las interpretaban en forma contraria a su intención
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o frustraban los esfuerzos de los funcionarios por administrarlas” (MERRYMAN, John Henry. Sistemas legales en América Latina y
Europa. Tradición y modernidad. Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1989, pp. 41-42).
(19) CALAMANDREI, Piero. La casación civil (Bosquejo general del instituto). Vol. 3. Trad. de Santiago Sentís Melenado. Oxford
University Press, México D.F., 2000, p. 85.
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2. La Corte de Casación
El escenario original de la casación en Francia, descrito anteriormen-
te, empezó a modificarse paulatinamente con la aprobación del Code de
Procédure Civile (Código de Procedimientos Civiles) de 1803, proceso de
cambio que llegó a su momento de inflexión con la ley del 1 de abril de 1837
y que se llegó a concretar completamente con la ley del 7 de noviembre de
1979.
Todo este proceso determinó que del concepto de Tribunal de Cassation
se pasara al concepto de Cour de Cassation (Corte de Casación) y esto, más
que un cambio de términos, significó una profunda modificación de las fun-
ciones y la finalidad del recurso de casación.
En primer lugar, se reconoció formalmente el carácter jurisdiccional de
la Corte de Cassation. Ya no estaríamos ante un órgano político ajeno y ubi-
cado afuera de la estructura judicial, sino que ahora era parte de esta. Ya no
eran más agentes delegados del Legislativo, sino que ahora eran jueces los
que se encargaban de conocer en casación (y eventualmente anular) aquellas
sentencias dictadas en revisión en contra del texto expreso de la ley o que
hubiesen incurrido en una falsa interpretación de la norma.
Y, en segundo lugar, lo anterior trajo como secuencia que la Corte de
Casación asumiera funciones de naturaleza jurisdiccional, en virtud de la ley
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(21) Ver: ZELA VILLEGAS, Aldo. “El recurso de casación: entre el ser y el deber ser”. En: Manual de actualización civil y procesal civil.
Gaceta Jurídica S.A., Lima, 2010.
(22) Sobre el particular, Valle Riestra, en su momento constituyente de 1979, señaló “No sé por qué la Constitución tiene que recoger
algo que es eminentemente procesal, como es el recurso de casación. Es un asunto que debe derivarse a los códigos proce-
dimentales, a las leyes de enjuiciamiento; pero no es materia constitucional (…), nos exponemos a que ese recurso pueda lle-
gar hasta ser galimático mucha veces, maniate los procedimientos y los complique”. (COMISIÓN PRINCIPAL DE LA ASAMBLEA
CONSTITUYENTE 1978-1979. Diario de los Debates, Tomo III, Publicación Oficial, Lima, p. 279).
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(23) RUBIO CORREA, Marcial. Estudio de la Constitución Política de 1993. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, Lima, 1999, p. 162.
(24) MONROY GÁLVEZ, Juan. “Casación y última instancia”. En: La Constitución comentada. Tomo II. Gaceta Jurídica, Lima, 2005,
p. 659.
(25) Ibídem, p. 660.
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(26) ARIANO DEHO, Eugenia. La “tergiversación” judicial del contrato y el recurso de casación. En: Revista Iberoamericana de Derecho
Procesal Garantista. Egacal, Lima, 2006, p. 5.
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Capítulo
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CAPÍTULO
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Elementos característicos de la casación
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1. Se trata de un recurso
La casación es un recurso y, como tal, es un medio impugnatorio desti-
nado a cuestionar una sentencia dictada en un proceso judicial.
Vale recordar que la teoría impugnatoria reconoce que las sentencias
judiciales, como todo producto humano, son falibles, esto es, pueden estar
erradas. El juez es finalmente un ser humano y, por lo tanto, es proclive a
errar en sus resoluciones.
En ese sentido, mediante los medios impugnatorios se dota al justicia-
ble de la posibilidad de solicitar un nuevo examen de lo resuelto, revisión
que en algunos casos puede estar a cargo del mismo juez o por otro de mayor
jerarquía, a fin de eliminar las probabilidades de que una decisión judicial
errada provoque una solución injusta e ineficaz para la solución de una con-
troversia de relevancia jurídica.
De allí que nuestra Constitución reconozca expresamente, como uno
de los principios y derechos de la función jurisdiccional, a la pluralidad de
instancia (inciso 6 del artículo 139), derecho constitucional que solo puede
materializarse en los procesos judiciales y administrativos a través de los
medios impugnatorios.
Nuestro Tribunal Constitucional ha emitido diversos pronunciamientos
en los que reconoce la importancia del derecho a la pluralidad de instancia.
Así, ha establecido que este constituye una garantía consustancial del dere-
cho al debido proceso, mediante el cual se persigue que lo resuelto por un
juez de primera instancia pueda ser revisado por un órgano funcionalmen-
te superior, y de esa manera se permita que lo resuelto por aquel, cuando
menos, sea objeto de un doble pronunciamiento jurisdiccional. Agrega el
Colegiado Constitucional que, a tal efecto, se han establecido distintos ni-
veles jerárquicos en la administración de justicia, mediante los cuales se
procura dar mayores garantías al procesado para ejercer su defensa. Este
diseño del órgano jurisdiccional, desde luego, no supone ningún nivel de
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(27) Sentencia del Tribunal Constitucional recaida en el Expediente Nº 0023-2003-AI/TC (ff. jj. 49-50).
(28) Código Procesal Civil:
“Artículo X.- Principio de doble instancia.- El proceso tiene dos instancias, salvo disposición legal distinta”.
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Por su parte, la apelación es el recurso que tiene por objeto que el órga-
no jurisdiccional superior examine, a solicitud de parte o de tercero legitima-
do, la sentencia y autos emitidos que le produzcan agravio, con la finalidad
de que sea anulada o revocada, total o parcialmente.
Finalmente, tenemos al recurso de casación que, como hemos visto,
se interpone contra las sentencias y autos expedidos por las salas superiores
que, como órganos de segundo grado, ponen fin al proceso, con la finalidad
de que la Corte Suprema proceda a revocar la resolución impugnada con la
finalidad de lograr la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso con-
creto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia.
En conclusión, la casación debe ser entendida como parte integrante de
este grupo llamado recursos que, a la vez, pertenece al género de medios
impugnatorios. Claro está que es un recurso con elementos especiales, como
veremos a continuación.
(29) DE LA PLAZA, Manuel. La casación civil. Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1944, pp. 33-34.
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los organismos que evalúan los hechos y los medios probatorios, esto es, por
los órganos judiciales de mérito”(30).
Entonces, el carácter extraordinario de este recurso vendría a estar con-
figurado por dos elementos: el agotamiento de los recursos ordinarios y por
las limitaciones que imponen tanto a las partes como a la Corte de Casación.
Veamos:
a) Agotamiento de los recursos ordinarios
En relación al primero de estos elementos debemos señalar que la im-
posibilidad de solicitar el recurso de casación mientras no se hayan agotado
los recursos ordinarios que proceden contra el fallo (esto es, la reposición y
la apelación(31)) se encuentra consagrada en el inciso 1 del artículo 387 del
Código Procesal Civil, que establece que uno de los requisitos de admisi-
bilidad del recurso de casación es que se interponga contra las sentencias
y autos expedidos por las salas superiores que, como órganos de segundo
grado, ponen fin al proceso.
Por lo tanto, por este elemento, la casación surge como último recurso
agotada la impugnación ordinaria.
b) Por las limitaciones impuestas a las partes como a la Corte de
Casación
El recurso de casación es extraordinario también en atención de que las
partes no pueden interponerlo si no lo han fundamentado debidamente en
las causales taxativamente establecidas en la norma procesal (la infracción
normativa y el apartamiento inmotivado de un precedente judicial). Esto sig-
nifica que no puede interponerse alegando únicamente las causales generales
de los medios impugnatorios ni mucho menos arbitrariamente, sino que se
requieren expresar, demostrar y justificar las causales previstas en la norma
para la procedencia de la casación.
(30) Casación N° 1227-2001/ Lima, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia y publicada en el diario oficial
El Peruano el 30 de setiembre de 2001.
(31) Antes de las reformas introducidas por la Ley Nº 29364, en nuestro Código Procesal Civil de Casación se regulaba el instituto
conocido como casación por salto, por el cual procedía el recurso de casación contra las sentencias de primera instancia cuando las
partes expresaban su acuerdo de prescindir del recurso de apelación, mediante un escrito con firmas legalizadas ante el secretario
de juzgado y siempre que no estuvieran involucrados derechos irrenunciables. Esta era, entonces, una excepción al elemento de
la extraordinariedad de la casación que estamos comentando. Hoy esa institución ya no se encuentra vigente en el texto actual de
nuestro Código Adjetivo debido principalmente a su nula o escasa utilización por los justiciables y sus abogados durante los más de
dieciséis años que estuvo prevista en la norma.
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(32) La necesidad de expresar motivos justificatorios para la admisión a trámite de la casación estuvo presente desde el origen mismo
del recurso. En efecto, la originaria casación francesa de la época revolucionaria ya exigía estos motivos, si bien de un modo rudi-
mentario. En efecto, la Ley institutiva de la casación de 27 noviembre - 1 diciembre de 1790 (Loi pour la formation d’un tribunal de
cassation) aludió, por una parte, a la anulación “toutes procédures dans lesquelles les formes auront été violées” porque se trataba
de “formes de procédure prescrites sous peine de nullité”, y por otra a la “contravention expresse au texte de la loi”.
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(33) Casación N° 926-95/Cono Norte-Lima, emitida el 1 de abril de 1996 por la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.
(34) Casación N° 165-94/La Libertad, emitida el 4 de julio de 1995 por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema
de Justicia.
(35) Casación Nº 297-2006/Puno. Voto en discrepancia.
(36) Casación N° 1251-2000/Piura, de la Sala Civil Permanente, publicada en el diario oficial El Peruano el 1 de marzo de 2001,
pp. 6999-7000.
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(37) Casación N° 591-96/Lima, emitida el 3 de setiembre de 1996 por la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.
(38) Casación N° 2969-2000/Arequipa, de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia, publicada en el diario oficial El
Peruano el 1 de marzo de 2001, p. 6987.
(39) Casación N° 20-94/Ayacucho, emitida el 21 de noviembre de 1994 por la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.
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En aras del deber de dirigir el proceso no nos parece ajustado a derecho que
se deje a un lado el carácter excepcional del recurso de casación. Una vez
más la función dikelógica del recurso (aplicar la justicia al caso concreto)
aparece aquí como un elemento distorsionador del correcto empleo de la
casación.
3. Es un recurso vertical
Podemos señalar que el recurso de casación es de carácter vertical por-
que su resolución corresponde única y exclusivamente a la Corte Suprema,
esto es, al órgano jurisdiccional supremo de nuestra judicatura.
A diferencia de la reposición, en la que es el mismo juez el que resuelve
el recurso, en el caso de la casación solo es posible que sean algunas de las
salas de la Corte Suprema las que se encarguen de resolver este recurso.
Así lo establece expresamente el inciso a) del artículo 32 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, Decreto Supremo
Nº 017-93-JUS, publicado el 20 de julio de 1993, cuando precisa que la
Corte Suprema conoce de los recursos de casación con arreglo a la ley pro-
cesal respectiva. Igualmente, el inciso a) del artículo 33 de la mencionada
norma establece que las Salas Civiles de la Corte Suprema conocen de los
recursos de casación de su competencia.
Tanto la casación como la apelación son recursos verticales, pues en
ambos casos es el superior jerárquico el encargado de pronunciarse sobre la
impugnación presentada por el justiciable. Sin embargo, la diferencia entre
ambos recursos radica en que, a diferencia de la casación, la apelación puede
ser resuelta por diversos órganos jurisdiccionales (salas supremas, superiores
o juzgados especializados) dependiendo del órgano jurisdiccional que expide
la resolución impugnada.
En efecto, además del supuesto ordinario en el que una sala superior
conoce y resuelve el recurso de apelación presentado contra una sentencia
expedida por un juzgado especializado en lo civil, también puede ocurrir que
en algunos casos sea la sala superior la que resuelve en primer grado, por
lo que en este supuesto corresponderá a una de las salas civiles de la Corte
Suprema conocer y resolver en apelación la eventual impugnación a la sen-
tencia de la corte superior.
Puede ocurrir también que sea un juez de paz el que actúe como primer
grado y sea el juzgado especializado en lo civil el que resuelva en segundo
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(40) Cabe señalar que este texto es el que se encuentra actualmente vigente de conformidad con el artículo 1 de la Ley N° 29364,
publicada el 28 de mayo de 2009, que dispuso modificar el texto original del artículo 393. Este era como sigue:
“Art. 393.- Tramitación del recurso.
La interposición del recurso suspende la ejecución de la sentencia. Declarado admisible el recurso, la Sala tiene veinte días para
apreciar y decidir su procedibilidad. La resolución que declara procedente el recurso, fija el día y la hora para la vista del caso. La
fecha fijada no será antes de los quince días de notificada la resolución con que se informa a los interesados”.
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(44) Comisión especial creada por el Congreso de la República mediante Ley N° 28083 del 4 de octubre de 2003 con el propósito de
realizar un análisis integral y formular propuestas de mejora del proceso civil peruano. Con fecha 24 de abril de 2004, la CERIAJUS,
entregó al Poder Ejecutivo el Plan Nacional de Reforma Integral de la Administración de Justicia. Este documento contiene una serie
de propuestas de carácter normativo, que van desde la reforma parcial de la Constitución hasta la reforma a las leyes orgánicas, có-
digos y normas conexas. Muchas de estas propuestas han sido aprobadas por el Pleno del Congreso y convertidas en ley (aunque
algunas con no pocas deformaciones). Otras están esperando la oportunidad para ser aplicadas.
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Losfines
Capítulo
esencialesde
lacasación 3
CAPÍTULO
3
Los fines esenciales de la casación
El texto actualmente vigente del artículo 384 del Código Procesal Civil,
conforme a la modificación efectuada por la Ley N° 29364, publicada el 28
de mayo de 2009, es el siguiente:
“Artículo 384.- Fines de la casación
El recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurispru-
dencia nacional por la Corte Suprema de Justicia”.
El texto anterior de este artículo disponía que:
“Art. 384.- Fines de la casación.-
El recurso de casación tiene por fines esenciales la correcta apli-
cación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia”.
En nuestra opinión, las modificaciones introducidas por la Ley
Nº 29364 han tenido el gran defecto de introducir, casi inadvertidamente,
el fin dikelógico de la casación, al mismo nivel que los fines nomofilácti-
co y uniformador. Esto podría generar, por las razones que ahondaremos a
continuación, el gran inconveniente de convertir a la Corte Suprema en una
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tercera instancia, esto es, analizando el fondo del asunto como si se tratase
de un órgano de apelación.
Pero, para entender nuestro aserto, es necesario que analicemos con de-
talle los tres fines que la doctrina reconoce al recurso de casación, luego ana-
lizaremos las posiciones expuestas por la doctrina sobre el particular, para
posteriormente reafirmar nuestra posición.
(46) Casación N° 3501-2001/ Cajamarca (El Peruano, 2 de febrero de 2004, pp. 11404-11405).
(47) Casación N° 2636-2000 /Lima (El Peruano, 30 de abril de 2001, pp. 7204-7205).
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(48) CALAMANDREI, Piero. La casación civil (Bosquejo general del instituto). Vol. 3. Trad. de Santiago Sentís Melenado. Oxford
University Press, México D.F., 2000, pp. 86 y 87.
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(49) Casación Nº 3501-2001-Cajamarca, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de la República y publicada en El
Peruano del 2 de febrero de 2004, pp. 11404-11405.
(50) Casación Nº 2636-2000/Lima, emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de la República y publicada en El Peruano
del 30 de abril de 2001, pp. 7204-7205.
(51) Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp. Nº 0023-2005-PI/TC, f.j. 68, publicada en el diario oficial El Peruano el 1 de
diciembre de 2006.
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(55) Casación Nº 4361-2001-San Martín, publicada en El Peruano del 31 de marzo de 2003, pp. 10406-10407.
(56) Casación Nº 1417-2000-Lambayeque, publicada en El Peruano del 30 de junio de 2003, pp. 10666-10667.
(57) Casación N° 3889-2000/Lima, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia, publicada en el diario oficial El
Peruano el 2 de setiembre de 2002, pp. 9145-9146.
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fundamental de los excluidos, con lo cual, lo que aparece como una propues-
ta plausible, se convierte en la práctica –a fin de evitar una discriminación
abiertamente inconstitucional–, en un alud de recursos que termina pervir-
tiendo la obtención de los fines originales del recurso”(58).
Compartimos en su integridad las palabras del profesor Juan Monroy.
La finalidad dikelógica, pese a lo justiciera que pueda aparentar, es una de
las razones por las cuales el recurso de casación puede (y en la práctica, ya
lo ha hecho en alguna medida) transformarse en una tercera instancia, otor-
gándole a los vocales supremos la oportunidad de conocer como jueces de
grado el fondo del asunto en aras de restablecer el valor justicia al caso en
concreto.
Tal como señala el maestro Calamandrei, “si se quiere hacer regresar el
instituto de la casación a su carril, hay que, con específicos artículos de ley,
recordar a los litigantes, a los abogados y a los jueces que ella no debe servir
para reformar sentencias injustas, sino solo para garantizar la exactitud de la
interpretación jurisprudencial: y que por lo tanto (…) al juez de casación le
está prohibido cualquier reexamen de la interpretación dada por el juez de
fondo a negocios jurídicos, cuando ella no constituya un error de derecho, y
aunque ella estuviera en abierta contradicción (el llamado ‘travisamento’),
con el tenor de la declaración de voluntad a interpretar”(59).
(58) MONROY GALVEZ, Juan. “Algunas reformas al Código Procesal Civil”. En: Derecho Procesal. III Congreso Internacional. Fondo
Editorial de Desarrollo, Universidad de Lima, Lima, 2005, p. 275.
(59) CALAMANDREI. Ob. cit., Tomo II, p. 371.
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los que están otros autores que afirman o niegan dicha introducción existen
pareceres encontrados o puntos de vista discordantes.
Por ejemplo, la profesora Eugenia Ariano, quien es partidaria de la fi-
nalidad dikelógica del recurso de casación, niega que las recientes reformas
la hayan introducido en nuestro ordenamiento. Así, la reconocida autora
afirma que “La Ley N° 29364 cambia muchas palabras a los textos origi-
nales del CPC, pero no su ‘sustancia’. En efecto, no cambia la ‘sustancia’
del recurso de casación el que ahora el artículo 384 del CPC tenga escrito
que fines del recurso son ‘la adecuada aplicación del derecho objetivo al
caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia’ en lugar de la ‘correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia’. La mención a que
la ‘aplicación adecuada del derecho objetivo’ lo sea al ‘caso concreto’ no
cambia nada, puesto que el recurso, como es obvio, nunca fue el medio para
plantear una cuestión ‘abstracta’ sino el medio para obtener la ‘eliminación’
de la concreta decisión que se decía viciada in iure, pero no (según la cono-
cida reconstrucción calamandreiana) para proteger el ius litigatoris a obte-
ner simplemente una sentencia (más) ‘justa’, sino para proteger el consabido
ius constitutionis. Ergo, en la nueva redacción del artículo 384 del CPC
sigue latiendo la ‘idea’ de que el recurso está previsto no como una garantía
subjetiva de las partes, sino como una garantía objetiva del ordenamiento,
en el sentido de que se aprovecha el interés privado del litigante como ‘estí-
mulo propulsor puesto al servicio del interés público’ a la (ahora) ‘adecuada
aplicación del derecho objetivo”(60).
Otro autor nacional que es partidario de la función dikelógica de la ca-
sación es el profesor Martín Hurtado Reyes. Para este destacado procesalista,
pese a la inclusión de la frase “la adecuada aplicación del Derecho objetivo
al caso concreto” al nuevo texto del artículo 384 del Código Procesal Civil,
no puede afirmarse que esto signifique la inclusión de la finalidad dikelógica.
Así, el citado autor sostiene que “no debemos olvidar que toda decisión
debe ajustarse a los estándares de justicia en la solución del caso concreto.
Situación que el legislador ha omitido señalar dentro de los fines de la casa-
ción (artículo 384), porque la doctrina actual viene aceptando con reiterancia
que la finalidad dikelógica forma parte de los fines de la casación. A pesar de
(60) ARIANO DEHO, Eugenia. “Nota a la primera lectura sobre la reforma del recurso de casación civil (Y sobre la reducción de las
competencias de la Corte Suprema”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 187. Gaceta Jurídica, Lima, junio 2009, p. 19.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
(61) HURTADO REYES, Martín. “Ideas preliminares sobre la ley de reforma de la casación civil”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 187.
Gaceta Jurídica, Lima, junio 2009, pp. 37-38.
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
(62) LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. “La casación civil: a mal tiempo, buena cara”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 187. Gaceta Jurídica,
Lima, junio 2009, p. 23.
(63) Ibídem. Loc. cit.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
(64) ZELA VILLEGAS, Aldo. “Comentarios a las recientes modificaciones al Código Procesal Civil”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 187.
Gaceta Jurídica, Lima, junio 2009, p. 33.
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4
CAPÍTULO
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Causales del recurso de casación
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
(65) Se refiere obviamente a los incisos 1 y 2 del texto original del artículo 386 del Código Procesal Civil.
(66) LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo II, 1a edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 229.
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
a) Aplicación indebida
Se presentaba la aplicación indebida cuando en la sentencia se utilizaba
una norma impertinente para resolver la controversia descrita en la misma
resolución; es decir, del espectro normativo a su alcance, el juez escoge una
norma inadecuada, errando en seleccionar la norma que es idónea para los
hechos que le son puestos en su conocimiento. Estamos, por lo tanto, ante un
error de apreciación por elección.
En otras palabras, “La causal de aplicación indebida supone que las
normas aplicadas por el juzgador no son de aplicación a los hechos que se
consideran probados”(67).
Entre los ejemplos de aplicación indebida podemos enumerar a la uti-
lización de una norma derogada (no se incluye, por supuesto, los casos de
ultraactividad, que dispone el artículo 2120 del Código Civil(68)), la aplica-
ción retroactiva de una norma o la no utilización de una norma nacional por
entenderse que resulta aplicable un dispositivo legal de un ordenamiento
extranjero.
Sobre el particular, es interesante recoger el aserto del fallecido profe-
sor colombiano Devis Echandía, quien enseñaba que, pese a que la norma
legal es clara, la aplicación indebida “ocurre por uno de estos motivos: 1)
porque se aplica a un hecho debidamente probado, pero no regulado por esa
norma; 2) porque se aplica a un hecho probado y regulado por ella, hacién-
dole producir los efectos contemplados en tal norma, en su totalidad, cuando
apenas era pertinente su aplicación parcial; 3) porque se aplica a un hecho
probado y regulado por ella, pero haciéndole producir efectos que en esa
norma no se contemplan o deduciendo derechos u obligaciones que no se
consagran en ella, sin exponer una errada interpretación del texto”(69).
b) La interpretación errónea
En el supuesto de interpretación errónea, a diferencia del anterior, el
juez acierta en seleccionar la norma que es pertinente para resolver la litis,
pero le da un significado o contenido que en realidad no tiene. Este error
(67) Casación N° 1029-96/Lima, emitida el 8 de noviembre de 1996 por la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.
(68) Código Civil:
“Artículo 2120.- Ultraactividad de legislación anterior
Se rigen por la legislación anterior los derechos nacidos, según ella, de hechos realizados bajo su imperio, aunque este Código no
los reconozca”.
(69) DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Compendio de Derecho Procesal. Tomo 3, 13a edición, Dike, Medellín, 1994, p. 412.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
(73) Casación N° 1692-03/Piura, emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia y publicada en el diario oficial El
Peruano el 30 de setiembre de 2004, pp. 12710-12711.
60
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
2. La causales adjetivas
Finalmente, resta referirnos a las causales adjetivas que justificaban la
presentación de un recurso de casación hasta antes de la Ley Nº 29364. Nos
referimos a: i) la contravención de las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso, y, ii) la infracción de las formas esenciales para la eficacia y
validez de los actos procesales.
Estas causales son las denominadas de error in procedendo, porque no
recaían sobre las denominadas normas de derecho material sino sobre ele-
mentos procesales o formales que podían determinar el irrespeto al debido
proceso.
Carrión Lugo ha anotado que la posibilidad de interponer el recurso de
casación contra estas causales formales o adjetivas era una evocación del an-
tiguo recurso de nulidad previsto en el antiguo Código de Procedimientos
Civiles. Así, el citado autor señala que “cuando la sentencia casatoria, por
razones de forma anula actuados, en rigor, se está volviendo al derogado
recurso de nulidad previsto por el Código de Procedimientos Civiles que
viabilizaba la nulidad de actuados. En verdad tienen los mismos efectos, no
obstante, la diferencia estriba en que en la casación solo puede anularse ac-
tuados cuando haya sido denunciado expresamente por el impugnante por al-
guna motivación fijada por la ley, lo que no ocurre con el recurso de nulidad.
El Código no prevé la casación oficiosa”(74).
Dicho esto, corresponde analizar estas dos “antiguas” causales:
a) La contravención de las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso
Esta causal, que estaba prevista en el inciso 3 de la versión original
del artículo 386 del Código Procesal Civil, determinaba que los justiciables
podían recurrir en casación cuando en el proceso se había infringido las
normas constitucionales y/o legales que garanticen precisamente el debido
proceso.
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
(75) Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp. N° 2508-2004-AA/TC del 12 de noviembre de 2004, f. j. 1.
(76) MONROY GÁLVEZ, Juan. “Apuntes para un estudio sobre el recurso de casación en el proceso civil peruano”. En: Revista de
Derecho Procesal. N° 1, Lima, 1997, p. 13.
(77) Sánchez-Palacios realiza un análisis de algunos de estos principios en SÁNCHEZ-PALACIOS PAIVA, Manuel. El recurso de casa-
ción civil. 4ª edición, Jurista Editorial. Lima, 2009, p. 168 y ss.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
(78) Casación N° 1251-2000/Piura, de la Sala Civil Permanente, publicada en el diario oficial El Peruano el 1 de marzo de 2001,
pp. 6999-7000.
(79) Casación N° 1600-2002/Amazonas, de la Sala Civil Transitoria, publicada en el diario oficial El Peruano el 3 de febrero de 2003,
pp. 10053-10054.
(80) Casación N° 1148-2001/La Libertad, de la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de la República, publicada en el diario oficial El
Peruano el 1 de octubre de 2001, p. 7757.
(81) Casación N° 683-2001/Ucayali, de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de la República.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
(83) Casación N° 931-2004/Lima, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de la República, publicada en el diario oficial
El Peruano el 30 de marzo de 2005, p. 13724.
(84) Casación N° 3497-2000/San Román, de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de la República, publicada en el diario oficial
El Peruano el 31 de julio de 2001, p. 7544.
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
El texto actual del artículo 386 del Código Procesal Civil, conforme a
la modificación efectuada por la Ley Nº 29364, publicada el 28 de mayo de
2009, establece que:
“Artículo 386.- El recurso de casación se sustenta en la infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida en
la resolución impugnada o en el apartamiento inmotivado del pre-
cedente judicial”.
Por lo tanto, podemos observar que, a diferencia de las cinco causales
previstas originalmente en nuestro código procesal, actualmente son solo dos
las causales de procedencia del recurso: i) la infracción normativa; y, ii) el
apartamiento del precedente.
A analizar ambas causales nos ocuparemos a continuación, no sin antes
reiterar que la reducción anotada no significa que se hayan reducido las po-
sibilidades para presentar el recurso, sino que estas han quedado subsumi-
das en estas dos nuevas causales, especialmente en la causal de infracción
normativa.
1. La infracción normativa
La causal de “infracción normativa” no es un invento del Derecho pe-
ruano. Todo lo contrario, es una expresión que puede encontrarse con algu-
na frecuencia en el Derecho Comparado. Así, por ejemplo, la reciente Ley
1/2000, del 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil española, establece en su ar-
tículo 477 que el recurso de casación habrá de fundarse, como motivo único,
(85) MONROY GÁLVEZ, Juan. “Casación y última instancia”. En: La Constitución comentada. Tomo II. Gaceta Jurídica, Lima, 2005,
p. 659.
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(86) MONROY PALACIOS, Juan. “Ley Nº 29364 (Casación civil): una reforma lamentable”. En: <http://derechoyproceso.blogspot.
com/2009/05/ley-n-29364-casacion-civil-una-reforma.html>.
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(87) GUERRA CERRÓN, J. María Elena. “Casación: ¿se privilegia la aplicación del Derecho o la búsqueda de la justicia?”. En:
Actualidad Jurídica. Tomo 187. Gaceta Jurídica, Lima, junio 2009, pp. 30-31.
(88) VALVERDE GONZÁLES, Enrique. “Nuestro recurso de casación civil a la luz de la última reforma legislativa”. En: Revista Jurídica
del Perú. Tomo 103. Normas Legales, Lima, setiembre 2009, pp. 314-315.
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(89) MONROY GÁLVEZ, Juan. “Apuntes sobre el ‘nuevo’ recurso de casación civil”. En: <http://derechoyproceso.blogspot.com/2009/07/
apuntes-sobre-el-nuevo-recurso-de.html>.
(90) Guerra Cerrón tiene una opinión contraria. La mencionada procesalista considera que “si antes teníamos una guía a seguir con las
causales específicas a invocar y fundamentar, y podíamos predecir si nuestro recurso sería declarado procedente o no, hoy ello
es incierto porque estaremos a la discrecionalidad de la Sala Casatoria cuando analice nuestro pedido descriptivo. Es conveniente
concordar este artículo con el 388 (requisitos de procedencia) para presentar el recurso y precisar si se busca un efecto anulatorio
(invalidez total o parcial de los actos procesales o por infracción a las normas que garantizan el debido proceso); o si se trata de
efecto revocatorio (por aplicación o inaplicación de norma objetiva)” (GUERRA CERRÓN, J María Elena. Ob. cit., p. 31).
(91) ARIANO DEHO, Eugenia. “Nota a primera lectura sobre la reforma del recurso de casación civil (y sobre la reducción de las compe-
tencia de la Corte Suprema”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 187. Gaceta Jurídica, Lima, junio 2009, p. 20.
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(92) SOTERO GARZÓN, Martín Alejandro. “A propósito de las ¿modificaciones? a la casación en el Código Procesal Civil”. En: <http://
www.justiciaviva.org.pe/notihome/notihome01.php?noti=58>.
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(95) de Belaunde LÓPEZ de ROMAÑA, Javier. “Algunas propuestas para la reforma del Sistema Judicial Peruano”. En: Cuaderno de
Formación Nº 2-2005. Instituto de Estudios Social Cristianos y Fundación Konrad Adenauer, Lima, 2005, pp. 10-11.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
ser empleados por todos los magistrados peruanos para dictar sus
resoluciones. Consideramos que debería imponerse una multa,
además de cuando se presente un recurso por malicia o temeri-
dad, cuando se interponga aun existiendo precedente judicial que
haga predecible que la impugnación será desestimada, ya que se
estaría evidenciando un ejercicio innecesario de este recurso
extraordinario(96).
La misma Corte Suprema, en sus sentencias de casación, reconocía su
incapacidad para desarrollar doctrina jurisprudencial. Por ejemplo, no son
pocas las sentencias que declaraban improcedente el recurso debido a la im-
posibilidad de aceptar la causal de aplicación indebida de la doctrina juris-
prudencial alegada por el recurrente.
Así, por ejemplo, en la Casación Nº 933-96/Lima, se señaló que “la
doctrina jurisprudencial que se invoca aún no se ha producido con las for-
malidades precisadas en el artículo cuatrocientos de la legislación procesal
antes citada, por lo que no procede su control casatorio”(97).
Con el panorama antes descrito, no resulta difícil entender que resul-
taba urgente modificar el artículo 400 del Código Procesal Civil para lograr
la ansiada uniformidad jurisprudencial. Por ello, como resulta obvio, lo que
se pretende con la reforma efectuada por la Ley Nº 29364 al mencionado
artículo es dotar de mayores facilidades a los vocales supremos civiles para
propiciar la generación de precedentes judiciales, reduciendo las exigencias
de la redacción original del citado artículo.
De esta manera se elimina la necesidad de convocar a la Sala Plena de
la Corte Suprema para expedir un precedente judicial, permitiendo que sea la
Sala Suprema Civil la que convoque solamente a los jueces supremos con la
especialidad civil los que decidan la emisión de precedentes judiciales.
En efecto, el párrafo inicial del texto actual del artículo 400 establece
que la Sala Suprema Civil puede convocar al pleno de los magistrados su-
premos civiles a efectos de emitir sentencia que constituya o varíe un prece-
dente judicial. Se precisa que la decisión que se tome en mayoría absoluta de
los asistentes al pleno casatorio constituye precedente judicial y vincula a los
(96) Informe del Grupo de Trabajo Temático - GTT Nº 6. “Predictibilidad y jurisprudencia de Ceriajus”. Extraído de GUERRA CERRÓN, J.
María Elena. “Casación: ¿se privilegia la aplicación del Derecho o la búsqueda de la justicia?”, pp. 31-32.
(97) Casación Nº 933-96/Lima, emitida por la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la República el 24 de octubre de 1996.
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
Supremos Civiles’, pues serían exactamente los mismos jueces que confor-
man la mencionada Sala Suprema Civil”(99).
Sobre el particular podrían salvarse estos problemas advertidos por
Zela indicando que la norma no distingue entre jueces provisionales y titu-
lares, por lo que debería concluirse que todos ellos, sin excepción, deberían
estar llamados a integrar esta Sala Plena Civil que está facultada para emitir
o variar un precedente judicial. Igualmente, deberían estar comprendidos no
solo los vocales integrantes de la Sala Permanente Civil, sino también los de
la Sala Civil Transitoria, hasta que esta última siga en funciones.
Es más, si por alguna razón de sobrecarga procesal se tuviera que crear
una segunda Sala Civil Transitoria (escenario que, valga decirlo, no desea-
mos) estos también deberían integrar dicha Sala Plena. Y, en el escenario
ideal de que los esfuerzos por disminuir la carga procesal dieran sus frutos, y
solo sea necesaria una Sala Civil Suprema, entonces, solo los cinco vocales
que la integren serían los llamados a “autoconvocarse” para emitir un prece-
dente judicial.
Así, Hurtado Reyes ha señalado que “Aunque la norma no es muy clara
en este aspecto, consideramos que los jueces supremos que deben partici-
par en este pleno son tanto los jueces supremos titulares como provisionales,
porque ambos son los actores principales de las decisiones de mayor impor-
tancia que se dictan en nuestro Sistema Judicial. Esto es necesario, además,
porque la estructura que presenta nuestra Corte Suprema conforme a la Ley
Orgánica del Poder Judicial hace que la Sala Civil Suprema (ahora perma-
nente, para diferenciarla de la transitoria) debe tener solo 5 integrantes, por
lo que si se habilita para participar en estos debates y votación solo a los
jueces supremos, tendríamos que la voluntad de 3 jueces supremos sería su-
ficiente para la creación de los llamados precedentes judiciales. Esperemos
que esta disposición merezca de parte de la Presidencia de la Corte Suprema
una Directiva para su mejor aplicación, apuntando siempre a la especialidad
y a la participación de los magistrados titulares y provisionales que se en-
cuentren ejerciendo labores en la Sala Suprema Civil”(100).
En resumen, actualmente, los diez vocales supremos en lo civil que
ejerzan funciones (titulares y suplentes, de la sala permanente y transitoria)
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Requisitos de
Capítulo
admisibilidad del
recursode
casación 5
CAPÍTULO
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Requisitos de admisibilidad del recurso
de casación
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casación, cuando es muy poco probable que pueda cumplirse con la finalidad
nomofiláctica del recurso al casarse sentencias o autos que provengan de este
tipo de procesos.
(106) El inciso 3 del artículo 387 del Código Procesal Civil, antes de las reformas efectuadas por la Ley Nº 29634, ordenaba que el recur-
so de casación debía interponerse “ante el órgano jurisdiccional que expidió la resolución impugnada”.
(107) ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 20.
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(108) MONROY GÁLVEZ, Juan. “La causal de infracción normativa es menos nueva y original de lo que aparenta”. Entrevista en:
Actualidad Jurídica. Nº 187, Lima, junio, 2009, p. 17.
(109) HURTADO REYES, Martín. Ob. cit., pp. 45-46.
88
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
cual sirve de alguna manera para calificar el requisito exigido por el artículo
388 inciso 1: ‘el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando esta fuera confirmada’”(110).
Llama la atención que se haya dispuesto que el abogado, además de
firmar el escrito y colocar su sello, lo que es una práctica generalizada, tam-
bién deba colocar su huella digital. Sobre el particular, el profesor Valverde
ha comentado que “esto de la huella digital nos parece que de no haberse in-
cluido en la modificación, en poco o nada afectaba la tramitación del recurso
al constituirse en un requisito inane, salvo que pretendiese desterrarse alguna
práctica fraudulenta”(111).
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(115) Casación N° 1742-2002/Lima, emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República y publicada en el
diario oficial El Peruano el 1 de octubre de 2002, pp. 9356-9357.
(116) MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., p. 17.
(117) ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 21.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
(118) El valor de la unidad impositiva tributaria para el 2010 ha sido fijado en tres mil seiscientos nuevos soles (S/. 3600,00), conforme a
lo dispuesto por el Decreto Supremo N° 311-2009-EF del 30 de diciembre de 2009.
(119) A la fecha de publicación de esta obra aún no se ha publicado la tasa de aranceles 2010, por lo que continúa vigente la del año
anterior.
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1300% URP, lo que asciende a cuatro mil seiscientos ochenta nuevos soles
(S/. 4680,00).
Vistos estos números, bien podría cuestionarse las razones por la cuales
se exige el pago de montos tan altos como tasas judiciales para la presenta-
ción del recurso de casación. La profesora Ledesma comenta sobre el parti-
cular que “La interposición del recurso debe estar acompañada del recibo de
la tasa respectiva, cuyo monto es bastante oneroso; ello porque se sostiene
que con este requisito se evita que se introduzca este recurso sin un sereno y
meditado estudio”(120). La citada autora menciona el trabajo de campo reali-
zado por Adelaida Bolívar y Carlos Arias, quienes afirman que “el alto costo
de los aranceles judiciales está negando el acceso al ejercicio del recurso de
casación, y por ende a la justicia, a un sector mayoritario de nuestra pobla-
ción, que es precisamente la de menor capacidad económica”(121).
No obstante, debemos recordar que la ley que determinó los principios
que sustentan el pago de tasas judiciales, Ley N° 26846 del 27 de julio de
1997, estableció que la determinación del pago de estos aranceles se debe
sustentar en la: i) equidad, por la que se exonera del pago de tasas a personas
de escasos recursos económicos, obteniendo así mayores ingresos que permi-
tan mejorar el servicio de auxilio judicial; ii) promoción de una correcta con-
ducta procesal que desaliente el ejercicio irresponsable del litigio y el abuso
del ejercicio de la tutela jurisdiccional; y, iii) simplificación administrativa,
que permita mayor celeridad en el trámite de acceso al servicio de auxilio ju-
dicial. Esto es, se incide –al menos en el segundo de estos elementos– en una
finalidad disuasiva del uso mal intencionado y con dilatorios del recurso de
casación, lo cual justificaría que las tasas para acceder a este recurso tengan
un valor estimable.
Igualmente, el carácter extraordinario del recurso de casación determi-
na que este recurso sea activado solo en casos muy particulares, en los que
existe una infracción normativa o apartamiento injustificado del precedente
judicial que guarden estrecha relación con el sentido de la sentencia impug-
nada. En este escenario, bien podría servir de paliativo el costo de las tasas
para evitar una proliferación exagerada de recursos de casación.
92
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
Para terminar, solo nos resta mencionar cómo las sentencias casatorias
han precisado la obligatoriedad del pago de tasas para proceder al examen
del recurso. Así, en la Casación N° 2076-99/Ucayali, se estableció que cada
una de las personas que presenten conjuntamente un recurso de casación
deben pagar la tasa judicial respectiva: “El recurso de casación ha sido in-
terpuesto en nombre de dos personas que conforman la parte demandante,
alegando su condición de poseedores del inmueble materia de litis, por lo
que debió cumplirse con el pago de dicha tasa por cada una de ellas”(122).
(122) Casación N° 2076-99/Ucayali, emitida por la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la
República y publicada en el diario oficial El Peruano el 30 de marzo de 2001, p. 7087.
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Requisitosde
Capítulo
procedenciadel
recursode
casación 6
CAPÍTULO
6
Requisitos de procedencia del recurso de
casación
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(123) Casación N° 559-97/Ancash, publicada en el diario oficial El Peruano el 15 de junio de 1999, p. 3002.
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(124) Casación N° 2638-2000/Junín, emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República y publicada en
el diario oficial El Peruano el 1 de marzo de 2001, pp. 7018-7019.
(125) Casación N° 3114-2000/Huaura, emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República y publicada en
el diario oficial El Peruano el 1 de marzo de 2001, p. 7048.
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primera instancia, cuando esta fuera confirmada por la resolución objeto del
recurso; verificando los requisitos de fondo previstos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, específicamente el señalado en el inciso 1, se eviden-
cia que la empresa recurrente no cumple con el indicado requisito, por cuan-
to, ha consentido –no apeló– la resolución adversa de primera instancia, la
misma que fue confirmada por la Sala de mérito”(126).
Además de estos pronunciamientos, la Corte Casatoria peruana también
ha precisado que para que se cumpla con el requisito materia de estudio no
basta con verificar que el recurrente haya apelado en su momento la sen-
tencia de primer grado, sino que también el vicio alegado en casación haya
sido cuestionado por aquel en las instancias inferiores. Así, por ejemplo, en
la Casación N° 57-2001/Arequipa, puede encontrarse que “Para que se cum-
pla con el requisito de fondo de no haber consentido la resolución adversa
de primera instancia, no basta identificar si se ha interpuesto recurso de ape-
lación, sino además, que de los fundamentos del citado recurso se denuncie
también el vicio que ahora es materia de denuncia en vía de casación, ello
atendiendo a que la recurrida ha confirmado la apelada, con lo demás que la
contiene, de lo contrario está consintiendo el vicio que se denuncia”(127).
Con idéntico razonamiento tenemos a la Casación N° 3193-2000/La
Libertad, que establece que “Los vicios argumentados por el recurrente no
fueron denunciados como errores de derecho en su recurso de apelación
(…), más aún si la resolución de vista ha confirmado la de primera instancia
con lo demás que la contiene, por lo que no se cumple con el artículo 388 in-
ciso 1 del Código Procesal Civil, ya que no basta con interponer recurso de
apelación y luego de casación, si es que no se denuncian los mismos vicios,
porque de lo contrario se están consintiendo los vicios que pudiera tener la
resolución adversa de primera instancia”(128).
(126) Casación N° 925-2008/Lima, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República el 11 de abril de
2008.
(127) Casación N° 57-2001/Arequipa, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República y publicada
en el diario oficial El Peruano el 31 de julio de 2001, p. 7538.
(128) Casación N° 3193-2000/La Libertad, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República y publi-
cada en el diario oficial El Peruano el 31 de agosto de 2001, p. 7686.
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(131) Casación N° 2065-2002/Santa, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República y publicada en
el diario oficial El Peruano el 31 de agosto de 2004, pp. 12533-12534.
102
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(132) URIBE AMORÓS, Oscar Alberto. “Análisis del recurso de casación en el ordenamiento procesal civil peruano vigente. ‘Pocas virtu-
des y muchos defectos’”.
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104
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
del fallo; además, debe indicar la intensidad de esa modificación, esto es, si
es total o parcial, y hasta dónde debe alcanzar la nulidad. Esta exigencia va
a conllevar a que los recursos sean analizados para su procedencia bajo una
congruencia interna, entre la infracción normativa denunciada y los efectos
que se buscan alcanzar con dicha impugnación”(134).
Hurtado Reyes manifiesta que “En esta parte de la modificatoria (ar-
tículo 388) referido a los requisitos de procedencia se han establecido con
precisión los fines generales de la impugnación, esto es, los referidos a la
rescisión del acto procesal o a su revocación. Así, si el impugnante pretende
acabar o eliminar el acto procesal impugnado debe indicarlo al recurrir, ha-
ciendo uso de la impugnación con fines rescisorios, para lo cual debe señalar
en su recurso ‘si el pedido casatorio es anulatorio’, es decir, con el objeto
de extinguir o desaparecer el acto procesal dictado por los jueces superiores
(sentencia o resolución que ponga fin al proceso). Aquí como sabemos, el
recurso de casación ejerce una función negativa (iudicium rescidens). Ahora
bien, en casación se hace uso de esta finalidad cuando invocamos errores in
procedendo, con los cuales, el impugnante le peticiona al juez de casación
deje sin efecto, anule o rescinda el acto procesal impugnado, concretamente
cuando la resolución cuestionada afecte groseramente el derecho a la tutela
judicial efectiva y el debido proceso del recurrente (ver artículo 396)”(135).
Continúa el mencionado autor analizando los fines revocatorios del re-
curso: “De otro lado, en casación se puede postular el recurso con fines re-
vocatorios, es decir, pedir a los jueces supremos que la decisión emitida por
los jueces superiores sea revocada, lo que significa la búsqueda por parte del
impugnante del cambio del sentido de la decisión, si la pretensión fue decla-
rada fundada (se debe pedir) se declare infundada o viceversa. En esta labor
cabrá denunciar los errores in iudicando en los que incurrieron los jueces
superiores al emitir la decisión impugnada (“infracción de una norma de de-
recho material”). Aquí el recurso de casación ejerce función positiva y busca
un pronunciamiento de fondo (iudicium rescissorium)”(136).
Compartimos lo manifestado por Hurtado Reyes cuando señala que la
novedad en este punto es que no solo se ha reconocido a nivel normativo los
fines de la impugnación en sentido general y en especial los de la casación,
(134) LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. “La casación civil: a mal tiempo, buena cara”, p. 26.
(135) HURTADO REYES, Martín. Ob. cit., p. 42.
(136) Ídem.
105
MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
(137) Ídem. Agrega Hurtado Reyes, con certeza, que “Veamos si en la práctica los abogados litigantes pueden adecuar su asistencia
técnica a la nueva exigencia de la modificatoria, pues deben cumplir con la formalidad establecida en el artículo 388, lo que significa
ceñir la pretensión impugnatoria a los fines que se propone la casación, precisar por un lado si la nulidad del acto impugnado es
total o parcial (error in procedendo) y establecer en qué debe consistir la actuación de la sala de casación en caso de error in iudi-
cando. Los resultados de los recursos formulados con las causales taxativas del texto original del CPC no fueron muy alentadores.
La Sala de Casación en este rubro tendrá una labor pedagógica muy importante, pues con sus resoluciones establecerá guías de
orientación y parámetros para una mejor aplicación del instituto”.
(138) VALVERDE GONZÁLES, Enrique. Ob. cit., p. 320.
106
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
107
Elprocedimiento
casatorio
7
CAPÍTULO
7
El procedimiento casatorio
El artículo 391 del Código Procesal Civil regula el trámite del recurso
de la siguiente manera:
“Art. 391.- Trámite del recurso
Recibido el recurso, la Corte Suprema procederá a examinar el
cumplimiento de los requisitos previstos en los artículos 387 y 388
y resolverá declarando inadmisible, procedente o improcedente el
recurso, según sea el caso.
Declarado procedente el recurso, la Sala Suprema actuará de la si-
guiente manera:
1. En caso de que el recurso haya sido interpuesto ante la Sala
Superior, fijará fecha para la vista de la causa.
2. En caso de que el recurso haya sido interpuesto ante la Sala
Suprema, oficiará a la Sala Superior ordenándole que remita el ex-
pediente en el plazo de tres días. La Sala Superior pondrá en conoci-
miento de las partes su oficio de remisión, a fin de que se apersonen
y fijen domicilio procesal en la sede de la Corte Suprema. Recibido
el expediente, la Sala Suprema fijará fecha para la vista de la causa.
111
MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
Las partes podrán solicitar informe oral dentro de los tres días si-
guientes de la notificación de la resolución que fija fecha para vista
de la causa”.
Como puede apreciarse, corresponde a la Corte Suprema el análisis de
los requisitos de admisibilidad y procedencia del recurso. Tal como hemos
señalado anteriormente, en el actual diseño del procedimiento casatorio se
ha eliminado la labor revisora que detentaba la corte superior en el régimen
anterior a las reformas establecidas por la Ley Nº 29364.
En efecto, el ahora derogado artículo 390 del Código Procesal Civil se-
ñalaba que el órgano jurisdiccional ante el cual se interpone el recurso (vale
decir, la corte superior que emitió la resolución impugnada), debía apreciar
la observancia de los requisitos establecidos en el artículo 387. Adicionaba
dicho precepto que el incumplimiento de alguno de ellos daba lugar a la de-
claración de inadmisibilidad del recurso.
Esta facultad de la corte superior ya no existe más, por lo que su labor
en el nuevo régimen de la casación en el Perú ha quedado reducida, de ser
el caso que el recurrente prefiera presentar el recurso ante ella, a recibir el
recurso y remitirlo a la Corte Suprema, quien será la encargada de analizar
si aquel cumple con los requisitos de forma y de fondo que exige el Código
Procesal. Como bien señala la profesora Marianella Ledesma, “las salas
superiores se convertirán en meros entes receptores del recurso, los que
sin mayor control serán recibidos y remitidos a la Corte Suprema para que
en esta instancia se proceda a dilucidar si se concederá o no el recurso de
casación”(140).
Como ya hemos tenido oportunidad de señalar, el recurrente tiene, a su
libre elección, dos alternativas para interponer el recurso de casación. Puede
presentarlo ante la sala superior que emitió la resolución que pretende
cuestionar o, en su defecto, puede presentar el recurso ante la propia Corte
Suprema.
(140) LEDESMA NARVAEZ, Marianella. Ob. cit., p. 25. Como bien recuerda la citada autora, “Antes de la modificatoria del trámite casato-
rio, el recurso pasaba por tres etapas, que eran eliminatorias. La primera se orientaba a verificar las condiciones para la admisibili-
dad del recurso (para lo cual toma en cuenta el artículo 387 del CPC), y ello se trabajaba ante el órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada. Si este supuesto se agotaba con éxito se ingresaba a la etapa de calificar la procedencia del recurso, esto
es, verificar si reunía las condiciones que establecía el artículo 388 del CPC. Dicha calificación lo hacía la Sala de Casación. Si el
examen era satisfactorio, se ingresaba a la definición del fondo del recurso, para declarar fundado o infundado este. Hoy a partir
de estas modificaciones legislativas, la calificación de la admisibilidad y la procedencia del recurso se hará en un solo acto y única-
mente por la Sala Suprema a la que se ha dirigido el recurso de casación, para luego ingresar a la definición de fondo. En la primera
etapa, la Sala Suprema no tendrá otra alternativa que pronunciarse en primer orden por la anulación, procedencia o improcedencia
del recurso”.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
(143) No obstante lo dicho, estamos prácticamente seguros que la (gran) mayoría de vocales superiores optarán por remitir todo el expe-
diente a la Corte de Casación, un poco por el peso a veces insalvable de la tradición, pero también por un afán de “pasar el bulto” a
la Suprema.
(144) MONROY GÁLVEZ, Juan. La causal de infracción normativa es menos nueva y original de lo que aparenta, p. 17.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
El texto actual del artículo 394 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley N° 29364, publicada el 28 de mayo de 2009, es el
siguiente:
“Artículo 394.- Actividad procesal de las partes
Durante la tramitación del recurso, la actividad procesal de las par-
tes se limita a la facultad de presentar informes escritos y un solo
informe oral durante la vista de la causa.
El único medio de prueba procedente es el de documentos que
acrediten la existencia del precedente judicial, o de la ley extranjera
y su sentido, en los procesos sobre Derecho internacional privado.
Si se nombra o cambia representante procesal, debe acreditarse tal
situación”.
El texto original (ya no vigente) del artículo 394 establecía que:
“Artículo 394.- Actividad procesal de las partes.-
Durante la tramitación del recurso, la actividad procesal de las par-
tes se limita a la facultad de presentar informes escritos y un solo
informe oral durante la vista de la causa.
El único medio de prueba procedente es el de documentos que acre-
diten la existencia de doctrina jurisprudencial; o de la ley extranjera
y su sentido, en los procesos sobre Derecho internacional privado.
Si se nombra o cambia representante procesal, debe acreditarse tal
situación”.
Como puede apreciarse, ambos textos son prácticamente idénticos. La
única diferencia (casi imperceptible) es que en reemplazo de la expresión
“doctrina jurisprudencial” prevista en el segundo párrafo de la redacción an-
terior, se ha utilizado en el texto actual la expresión “precedente judicial”.
Esto responde al cambio terminológico y de orientación operado en el artí-
culo 400 de la Corte Suprema, que comentamos en su oportunidad.
Por el carácter excepcional y extraordinario del recurso de casación, la
actividad procesal de las partes es limitada. Solo pueden presentarse infor-
mes escritos y un único informe oral durante la vista de la causa.
116
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
Los informes escritos son los llamados alegatos, que suelen presentarse
con posterioridad a la presentación del recurso de casación y que suele ser
utilizado por los abogados para reforzar algún punto que no haya quedado
del todo claro en el escrito de presentación del recurso. Por su parte, el infor-
me oral en la casación debe entenderse como la exposición verbal que hace
el abogado durante la vista de la causa para reafirmar y defender los argu-
mentos expuestos en su escrito de casación y sus posteriores alegatos.
Con respecto a la exposición oral, significativas y muy didácticas resul-
tan los siguientes comentarios del magistrado Sánchez-Palacios: “Las defen-
sas orales ante los tribunales han variado en el tiempo. De la ampulosidad y
retórica utilizada por los abogados decimonónicos, se ha evolucionado a una
exposición que debe ser concisa y breve. El orador del foro se ha despojado
de lo patético y de lo sublime, con que se solían adornar los informes orales.
Quedan en el recuerdo Castelar y tantos otros tribunos que destacaron por su
verbo en los tribunales. No alcancé al gran Olaechea, pero escuché su fama
en los pasillos del Poder Judicial. Recuerdo a los grandes abogados del siglo
XX, a los que no mencionaré por temor a omitir a algunos, entre los que
coloco a mi recordado padre. En los tiempos actuales no hay mucho tiem-
po para el lenguaje florido y se aprecia y hasta agradece la fundamentación
concreta”(146).
Es en ese sentido que la práctica judicial determina que los informes
orales de los abogados durante la vista de la causa de la casación no son ma-
yores a los diez minutos, conforme establezca la Corte Suprema.
Para finalizar este punto, es preciso destacar que en casación solo proce-
de como medio de prueba la exhibición de documentos(147). Pero no cualquiera
de ellos, sino de los que acrediten la existencia del precedente judicial, cuan-
do el recurso se sustenta en la causal del apartamiento inmotivado de aquel, o
de la ley extranjera en los procesos sobre Derecho internacional privado.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
‘casaba’ la recurrida), ahora podemos tener la certeza que este recurso ‘de
casación’ –cuando se funde en un error in iudicando– no mantiene sino el
nombre”(150).
En otras palabras, la profesora Ariano considera que el recurso de casa-
ción solo debe tener efectos anulatorios, tal como en su momento actuaba el
Tribunal de Cassation, creado por la ley del 27 de noviembre - 1 de diciem-
bre de 1790 de la Asamblea Constituyente francesa, que en sus inicios, tal
como hemos visto en el primer capítulo de esta obra, no formaba parte de la
judicatura y tampoco estaba formado por jueces, por lo que solo tenía las fa-
cultades de anular las sentencias que en última instancia judicial estuviesen
viciadas por una contravención expresa al texto de la ley o por una violación
de las formas del proceso, pero no tenía la atribución de conocer el fondo del
asunto. No obstante, como hemos visto anteriormente, este modelo inicial
de la casación fue reemplazado por otro, en el que el Tribunal de Cassation
dio paso a la Cour de Cassation, lo que significó una profunda modificación
de las funciones y la finalidad del recurso de casación, entre la que podemos
destacar que la Corte asumiera funciones de naturaleza jurisdiccional, por lo
que ya no se limitaba a detectar el error y reenviar la sentencia al juez de ori-
gen, sino que tenía la facultad de examinar in iure el derecho controvertido y
de establecer el modo en que dicha litis debía ser decidida.
La crítica de Ariano, en suma, apuntaría a volver al esquema clásico de
la casación; lo cual no nos parece acertado en la medida que la facultad re-
vocatoria es aceptada doctrinal y legislativamente en el Derecho Comparado
y representa un desarrollo evolutivo de la institución casatoria.
123
Procedencia
Capítulo
excepcionaldel
recursodecasación
yel certiorari a
laperuana
8
CAPÍTULO
8
Procedencia excepcional del recurso
de casación y el certiorari a la peruana
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(151) El writ of appeal, al igual que el writ of certiorari, son vías procesales que en el Derecho norteamericano permiten acceder a la Corte
Suprema y destinadas a provocar una revisión del caso. La diferencia entre ambas estriba en que el writ of appeal se concede
como un medio impugnatorio ordinario, al que el justiciable tiene derecho de accionar; mientras que la aceptación a trámite del writ
of certiorari depende, como estamos viendo, de la decisión unilateral del Tribunal Supremo. Inicialmente el acceso a la Suprema
norteamericana era principalmente mediante el writ of appeal; pero a partir de las reformas de 1988, existe un régimen que privilegia
casi exclusivamente el writ of certiorari.
(152) OTEIZA, Eduardo. “El certiorari o el uso de la discrecionalidad por la Corte Suprema de Justicia de la Nación sin un rumbo preciso”.
En: Revista Jurídica de la Universidad de Palermo. Año 3, Número 1. Buenos Aires, abril, 1998, p.71.
(153) El profesor Oteiza cita los fundamentos expuestos por el ex magistrado de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Félix
Frankfurter, en el caso “Rogers v. Missouri Pacific Railroad”, en el que puede apreciarse en síntesis las razones de la compe-
tencia discrecional de la Corte norteamericana: “Creo que es adecuado decir que el Tribunal podrá descargar adecuadamente la
responsabilidad vital, cada vez más vital, diríamos, que tiene por el bienestar general solo si restringe su poder de revisión a la
interpretación de los temas constitucionales u otras cuestiones de importancia nacional, incluyendo el establecimiento aquí mencio-
nado de conflicto entre los circuitos. Seguramente fue esta convicción, nacida de la experiencia, la que llevó al Tribunal a solicitar al
Congreso que de la gran cantidad de litigios en los tribunales federales y estatales solo debería permitirse que se trajeran aquí esos
casos que este Tribunal considerara que sean merecedores de revisión. Tal fue la política jurisdiccional aceptada por el Congreso”
(FRANKFURTER, Felix, citado por OTEIZA, Eduardo. Ob. cit., p. 72).
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(154) Ahumada Ruíz, María Ángeles. “El certiorari: ejercicio discrecional de la jurisdicción de apelación por el tribunal supremo de los
Estados Unidos”. En: Revista Española de Derecho Constitucional. Año 14, N° 41, mayo-agosto 1994, p. 100.
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(155) MESSITE, Peter J. “El recurso de certiorari, o de revisar. Decidir cuáles casos examinar”. En: Temas de la Democracia. Journal
USA, abril, 2005, pp 18-19.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
ciones en las cuales este plazo puede ser mayor si es que, en opinión de los
magistrados, existan razones que lo justifiquen. En este caso, el plazo para el
writ puede extenderse hasta 60 días más(160).
Por otro lado, debemos señalar que la pretensión del peticionante, el
orden en el que deberán exponerse los hechos y los fundamentos jurídicos,
así como la extensión del writ están previstos en las Rules, principalmente
en la Rule 14. “En primer lugar, el peticionario deberá indicar las cuestiones
que solicita sean sometidas a revisión y a ellas limitará su consideración, en
lo sucesivo, el Tribunal. El demandante, representado por abogado (counsel),
debe hacer un depósito de 300 dólares en el momento de registrar su petición
(R. 38)”(161).
La citada autora también precisa cómo se efectiviza el derecho de de-
fensa del respondent: “Una vez se ha registrado la petition for certiorari
se abre un plazo de treinta días para que el respondent deponga su brief in
opposition, esto es, un escrito en el que exponga las razones por las cuales
debe, en su opinión, denegarse el certiorari o se pongan de manifiesto los
errores o inexactitudes en cuanto a los hechos o al derecho en que haya po-
dido incurrir el demandante. El respondent puede renunciar a hacer uso del
derecho a objetar la petición. Si presenta el brief in opposition, el demandan-
te dispone de un nuevo plazo para efectuar su réplica mediante reply brief.
A lo largo del procedimiento, cualquiera de las partes, mediante supplemen-
tal briefs puede dirigirse al Tribunal para poner en su conocimiento nuevos
casos, legislación u otras cuestiones de interés de las que no se tuvo noticia
en el momento de elaborar los escritos anteriores (R. 15)”.
Ahora bien, con respecto a las atribuciones de la Corte Suprema para
conocer las cuestiones y los hechos del proceso evaluados en los órganos
inferiores, Ahumada Ruíz sostiene que “El Tribunal, mediante el certiorari,
(160) La profesora Ahumada Ruíz señala que además de los dos supuestos anotados, la petición de certiorari “puede plantearse respecto
de una decisión interlocutoria (interlocutory order) sin necesidad de aguardar a la sentencia definitiva; normalmente esto jugará en
contra de la concesión del certiorari, que, si es denegado en este momento, podrá volver a solicitarse una vez recaída sentencia
sobre el asunto principal”. Además, agrega que procede “también que el certiorari se solicite antes de recaído pronunciamiento algu-
no del tribunal de apelación [R. 11 y § 2101(e) 28 U.S.C]. En este caso, el writ solo será otorgado si se demuestra que la relevancia
pública de la cuestión comprometida es tal que hace inadecuado seguir el proceso normal de la apelación y aconsejable el inme-
diato pronunciamiento del Tribunal. Esta posibilidad es admitida en raras ocasiones por el Tribunal y está siempre sujeta a crítica de
sus jueces, que consideran que la ayuda que supone contar con una decisión judicial previa para el acierto en la decisión final del
caso justifica casi siempre el retraso que implica el paso por otra instancia de apelación . No obstante, el hecho de que esta posi-
bilidad esté abierta ha sido uno de los argumentos de mayor peso a la hora de insistir en la eliminación del appeal ante el Tribunal
frente a decisiones de tribunales de distrito, puesto que este tipo de certiorari, si se concede, tiene el mismo efecto. La petición de
certiorari previa a la sentencia en apelación obedece en otros casos a que, según le consta a la parte, un supuesto sustancialmente
igual está pendiente de decisión por el Tribunal Supremo” (AHUMADA RUÍZ, María Ángeles. Ob. cit., p. 113.
(161) AHUMADA RUÍZ, María Ángeles. Ob. cit., pp.113-114.
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
abre paso al ejercicio de una jurisdicción plenaria que no se limita a las cues-
tiones de derecho discutidas en el proceso previo. Concedido el certiorari, el
traslado de la causa para su revisión conlleva que el Tribunal puede, poten-
cialmente, revisarlo todo. Dicho esto, hay que reconocer que la práctica del
Tribunal revela que rara vez en este nivel de apelación entrará en considera-
ciones sobre los hechos y son excepcionales las ocasiones en que el Tribunal
conoce por primera vez de cuestiones no decididas previamente en la instan-
cia de apelación intermedia. De conformidad con lo establecido en la Rule
14.1 (a), el Tribunal limitará su revisión a las cuestiones que el peticionario
desea precisamente someter a su juicio, y estas deben estar claramente indi-
cadas en la ‘petición’. Una vez presentada esta, el actor no podrá añadir nue-
vas cuestiones ni variar las expuestas, salvo en supuestos excepcionales y
siempre que lo admita el Tribunal. Asimismo, el respondent deberá atenerse
a tales cuestiones y no puede llamar la atención sobre otras distintas con las
que no guarden relación. Las questions presented for review en el escrito de
petición de writ of certiorari fijan los contornos de la controversia. En aten-
ción al principio de congruencia, un tribunal resuelve, también en apelación,
sobre lo que se le demanda”(162).
No existe medio impugnatorio posible si la Supreme Court of the
United States deniega la concesión del certiorari, salvo el derecho de soli-
citar reconsideración mediante el mecanismo del petititon for the rehearing.
Esta solicitud debe presentarse dentro de los 25 días siguientes a la negativa
del rechazo del writ. Por el contrario, si se concede el recurso, el Tribunal
Supremo debe notificar de ello al interesado y a la corte que ha expedido la
resolución cuestionada, fijándose los plazos para presentar alegaciones y la
convocatoria a juicio plenario.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
requisitos del artículo 387, porque los otros dos (incisos 2 y 4) en nada se
relacionarían con esta ‘excepcionalidad’ de procedibilidad del recurso”(166).
La segunda lectura de la misma norma, en palabras de Valverde, “es
que efectivamente se está remitiendo al artículo 388, el cual regula los re-
quisitos de procedencia del recurso y que no se refieren a las cualidades de
las resoluciones sujetas a impugnación. Si así fuera, no tendría sentido que
se dé esta ‘excepcionalidad’ ante el incumplimiento del inciso 1. En cuanto
al inciso 2, pasaría lo mismo, porque de lo contrario sería el tribunal quien
oficiosamente sea el que describa cuál es la infracción normativa o el apar-
tamiento del precedente. Quizá sería el único caso de la ‘procedencia excep-
cional’ el señalado en el inciso 3, donde pese a haberse demostrado la infrac-
ción normativa no se acredita la incidencia en la decisión impugnada; y esto
sería solamente con fines ilustrativos, porque la Corte tendría que resolver de
acuerdo a lo prescrito en el segundo párrafo del artículo 397. Actuar de otro
modo llevaría a que la Corte se subrogue a las partes y señale cuál es la in-
fracción normativa, dejando al impugnante que señale cuál es la incidencia,
supuesto que nos parece un exceso. Tenemos dudas en cuanto a que si el in-
ciso 4 estaría dentro del supuesto de los casos excepcionales, porque tendría
que ponerse como un posible ejemplo el que pese ha haberse cumplido con
los tres incisos anteriores, el recurrente no señale si su pedido es anulatorio
o revocatorio y cuáles son los alcances del mismo, esto es hasta qué estadio
del proceso debe retrotraerse la nulidad”(167).
De estos dos posibles escenarios interpretativos, nos decantaríamos
por la segunda de las alternativas planteadas por el profesor Velarde, no sin
añadir algunas precisiones. Específicamente creemos que la referencia al ar-
tículo 388 del Código Procesal Civil es correcta, pero que debe hacerse úni-
camente a los incisos 2 al 4, que regulan los siguientes requisitos de proce-
dencia del recurso: i) descripción clara y precisa de la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial; ii) demostración de la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada; y, iii) indicación del
efecto anulatorio o revocatorio del pedido casatorio.
Al igual que Valverde, consideramos que no procedería aplicar la
procedencia excepcional de la casación en el supuesto señalado en el inci-
so 1 del artículo 388 –vale decir, que el recurrente no hubiera consentido
137
MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
138
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
fines dilatorios que pueden generarse. Así, el citado magistrado señala que
“nos parece poco aceptable la admisión del recurso de casación de forma
excepcional y oficiosa de la misma Corte de Casación, de lo contrario esta-
ríamos imbuidos en un sistema de naturaleza dual: casación por causal (ar-
tículo 388) y certiorari ‘criollo’ (artículo 392-A). Este último condicionado
a la impugnación sin los requisitos de fondo, pero, sujeto a la voluntad del
juez supremo, en aras de cumplir fines de la casación. Considero que en los
sistemas casatorios en los cuales se incorporan mecanismos de concesión
extraordinaria y oficiosa del recurso de casación, su existencia responde es-
pecíficamente a criterios de equilibrio, se busca dar estabilidad al sistema y
hacerlo inclusivo no exclusivo. Así, se entiende la existencia de esta facultad
en un sistema de casación en el cual se fija cuantía para acceder al máximo
tribunal. Situación que no fue considerada en la casación nacional. En el sis-
tema como el nuestro donde no se han fijado cuantía para acceder a la casa-
ción no se explica un mecanismo como el establecido en el artículo 392-A
del Código Procesal Civil. En todo caso corresponderá a nuestra Corte de
Casación establecer las condiciones y presupuestos que se deben dar para
hacer viable esta facultad, que en la práctica puede generar más de un pro-
blema. Pero, fuera de toda suspicacia, si lo que buscaba el legislador con
esta incorporación era establecer la finalidad dikelógica en nuestro recurso
de casación (como algunos pretenden), habrá que hacerle saber que lo hizo
de forma desafortunada (…). Por lo cual, nos inclinamos a afirmar más bien
que lo reglado en el artículo 392-A apunta a la creación de un ‘certiorari
criollo’, el adjetivo se agrega no solo para decir que es un mecanismo oriun-
do (por su contenido y alcances, diferentes a los desarrollados en el Derecho
Comparado) sino también para develar el misterio que pretendió crear nues-
tro legislador con su incorporación, pues no lo llama con nombre propio”(168).
Hurtado utiliza dicha expresión para señalar que “Esta calificación de
‘certiorari criollo’ nace en orden a que con este mecanismo será la Sala de
Casación quien oficiosamente definirá ante la deficiencia de los impugnantes
(no se acierta con la causal o no se hizo técnicamente bien y merecen deci-
sión de improcedencia) qué recursos deben ser admitidos y que otros deben
ser rechazados. Con lo cual no nos queda la menor duda que este mecanismo
incorporado traerá mucha polémica en la doctrina local y foránea. Además
de las suspicacias que se generarán cuando lo use nuestra Corte Suprema
en casos concretos. Los alegatos del quebrantamiento al principio de
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
(170) TARUFFO, Michele. El vértice ambiguo. Ensayos sobre la casación civil. Palestra Editores. Bilbioteca de Derecho Procesal. N° 2.
Lima, 2005. p. 144.
(171) MONROY GÁLVEZ, Juan. “Apuntes sobre el ‘nuevo’ recurso de casación civil”. En: <http://derechoyproceso.blogspot.com/2009/07/
apuntes-sobre-el-nuevo-recurso-de.html>.
141
MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
sino una concesión que puede otorgar la Corte. Por ello se justifica plena-
mente su carácter discrecional.
Como diría Félix Frankfurter, ex magistrado supremo de los Estados
Unidos, “Los juicios del Tribunal son juicios colectivos. Tales juicios son
especialmente dependientes de estudio privado y reflexión en un tiempo am-
plio, en la preparación para una discusión en una audiencia. Sin un estudio
adecuado, no puede haber una discusión adecuada; sin una discusión adecua-
da, no puede haber una reflexión adecuada; sin una reflexión adecuada, no
puede haber una discusión adecuada; sin una discusión adecuada, no puede
producirse ese completo y fructífero intercambio de mentes indispensables
para las sabias decisiones y las opiniones persuasivas del Tribunal. A menos
que el Tribunal ponga fuertemente en vigencia sus propios criterios para
otorgar la revisión de los casos, inevitablemente se enfrentará con la acumu-
lación de retrasos o dispondrá de su asunto esencial de una forma demasiado
veloz y por lo tanto demasiado superficial”(172).
Y esto solo se logra con una Corte que selecciona debidamente cuáles
son los procesos que desea conocer, y no –como sucede ahora– que debe
hacer lo imposible para tratar de descargar al menos una parte de los millares
de voluminosos expedientes que ingresan al año y que debe resolver. Es par-
ticularmente llamativo que a diferencia de lo que sucede en nuestro sistema
judicial, a la Corte Suprema de los Estados Unidos se presenten anualmen-
te un promedio de 1,825 petition of certiorari y que de estas solo se hayan
otorgado un promedio de 80, casi el 4 por ciento; y que se hayan presentado
más de 6,000 peticiones in forma pauperis, o sea peticiones de persona que
aducen no tener los medios para pagar el honorario de presentación, prin-
cipalmente presos, y que solo de estas se haya concedido un promedio de
cinco anualmente(173).
Ojalá podamos decir esto mismo de nuestra Corte Suprema en algunos
años.
(172) FRANKFURTER, Félix, citado por OTEIZA, Eduardo. Ob. cit., p. 72.
(173) Ver, MESSITTE, Peter J. Ob. cit., p. 19.
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Bibliografía
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MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
144
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
145
MANUEL ALBERTO TORRES CARRASCO
146
Anexos
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
3 Casación N° 1251-2000-Piura
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
de alcance general que van más allá del derecho privado; a su vez, la ano-
tada concepción también ha sido regulada por el artículo dos mil ciento
veintiuno del mismo Código, al indicar que este se aplica inclusive a las
consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas; es decir, de acuer-
do con la teoría de los hechos cumplidos la nueva ley tiene aplicación in-
mediata a las relaciones y situaciones jurídicas existentes (debe entender-
se, existentes al momento en que ella entra en vigencia). Es decir que la
nueva Ley empieza a regir las consecuencias de situaciones y relaciones
que le eran preexistentes. Noveno.- Que, solo existe una excepción al
principio anotado, previsto en otra norma del Código Civil también de
alcance general, que acoge la teoría de los derechos adquiridos; en efecto,
señala el artículo dos mil ciento veinte del citado cuerpo legal que se re-
girán por la legislación anterior los derechos nacidos, según ella, de he-
chos nacidos bajo su imperio, aunque (rectamente entendido “siempre
que”) este Código no le reconozca; estos mismos criterios expuestos son
plenamente aplicables a los límites temporales de las normas en el dere-
cho societario; por consiguiente, como señala Rubio Correa, cuando la
materia haya sido regulada en el Código anterior (Ley Societaria anterior)
y también en el nuevo, rige la teoría de los hechos cumplidos reconocida
como principio general y, en consecuencia, las normas del nuevo Código
(nueva Ley societaria) tiene aplicación inmediata. Solo cuando la materia
haya sido tratada por la Ley anterior y ya no sea tratada por la nueva Ley,
se estará ante la situación excepcional aludida y, por tanto, en este caso sí
se aplicará la teoría de los derechos adquiridos, y procederá la aplicación
de las normas de la Ley anterior (Rubio Correa, Ob. cit., página setentio-
cho). Décimo.- Que, siendo así se advierte que la figura de los alcances
de la representación prevista en el artículo doce de la nueva Ley General
de Sociedades no está prevista expresamente en la Ley anterior; al res-
pecto dicha norma regula los límites de la representación al señalar que
la sociedad está obligada hacia aquellos con quienes ha contratado y
frente a terceros de buena fe por los actos de sus representantes celebra-
dos dentro de los límites de las facultades que les haya conferido aunque
tales actos comprometan a la sociedad a negocios u operaciones no com-
prendidos dentro de su objeto social; sin embargo, pese a estar ausente
este precepto en la ley anterior, no quiere decir que los efectos de la re-
presentación directa no haya estado regulado en nuestro ordenamiento
jurídico, pues el Código Civil en su artículo ciento sesenta, supliendo la
deficiencia normativa estableció que el acto jurídico celebrado por el re-
presentante dentro de los límites de las facultades que se le haya
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
4 Casación N° 591-96-Lima
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
5 Casación N° 2969-2000-Arequipa
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
6 Casación N° 20-94-Ayacucho
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
3º) CONSIDERANDO:
Primero.- Que si bien la actividad casatoria debe circunscribirse estric-
tamente a los fundamentos expuestos por el recurrente, no menos cierto
es que tal exigencia formal no impide al juzgador a verificar una correcta
calificación de los hechos denunciados en uso de la facultad que le con-
fiere el inciso 1) del artículo 50 del Código Procesal Civil.
Segundo.- Que con arreglo a lo preceptuado en el artículo 75 del Có-
digo Procesal Civil, para demandar, se requiere de facultades especiales
conferidas explícitamente con ese fin, debiéndose advertir que el otorga-
miento de dichas facultades se rige por el principio de literalidad.
Tercero.- Que, los decretos arzobispales de fojas tres y cuarentiuno, que
nombran a don Alejandro Cabrera Palomino como Síndico de la Arqui-
diócesis de Ayacucho, con facultades para administrar bienes eclesiás-
ticos, no se compadecen con la exigencia formal prevista en el citado
numeral.
Cuarto.- Que, por lo que queda dicho en los considerandos precedentes
y los términos del primer otrosí del escrito de fojas treintitrés, lo que el
demandado en el fondo ha deducido es la excepción de representación
defectuosa o insuficiente del demandante, prevista en el inciso 3) del ar-
tículo 446 del citado Código y no la incapacidad procesal de actor.
Quinto.- Que resultando insuficiente el poder de fojas tres y cuarenta y
uno, obviamente tampoco es posible lograr una relación procesal válida,
en razón de no haberse cumplido con acompañar el anexo que el inciso
2) del artículo 425 del mismo Código exige; sin embargo, tratándose de
una omisión subsanable, el Juez debió proceder en la forma indicada en
el último párrafo del artículo 426 del mismo Código.
4º) DECLARARON: FUNDADO el recurso de casación interpuesto
por don Félix Solar la Cruz con el escrito de fojas noventinueve; NULA
la sentencia de vista de fojas noventiseis; su fecha treintiuno de enero de
mil novecientos noventicuatro; INSUBSISTENTE la apelada de fojas
setentisiete, de veintidós de diciembre de mil novecientos noventitrés y
nulo todo lo actuado desde fojas veintidós, inclusive, a cuyo estado se re-
pone la causa para que el a quo proceda en la forma prevista en el último
párrafo del artículo cuatrocientos veintiséis del citado Código Procesal.
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ANEXOS
5º) ORDENARON:
La publicación del texto de la presente sentencia en el diario oficial El
Peruano y que se devuelvan los autos a la instancia respectiva para los fi-
nes a que se contrae el último párrafo del artículo 396 del Código Pro-
cesal Civil.
SS. URRELLO; RONCALLA; ROMÁN; CARRIÓN; VILLAFUERTE.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
7 Casación N° 3501-2001-Cajamarca
Casación N° 3501-2001-Cajamarca
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
8 Casación N° 2636-2000-Lima
Casación N° 2636-2000-Lima
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
10 Casación Nº 1417-2000-Lambayeque
Casación Nº 1417-2000-Lambayeque
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
de facto o de los hechos. Por tales razones: MI VOTO es por que se de-
clare INFUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas ciento
noventiséis por don César Augusto Horna Paz.
S. QUINTANILLA QUISPE
EL SECRETARIO QUE SUSCRIBE, DE CONFORMIDAD
CON LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 149 DEL TEXTO
ÚNICO ORDENADO DE LA LEY ORGÁNICA DEL PODER
JUDICIAL, CERTIFICA QUE LOS FUNDAMENTOS DE LOS
VOTOS ESCRITOS DEBIDAMENTE, FIRMADOS, EMITI-
DOS POR LOS SEÑORES VOCALES IBERICO MAS Y SEÑO-
RA VOCAL NORA OVIEDO DE ALAYZA, QUE OBRAN A FO-
JAS TREINTIUNO A TREINTISÉIS DEL CUADERNO FOR-
MADO EN ESTA SALA SUPREMA: ES COMO SIGUE:
CONSIDERANDO: Primero.- Que, la doctrina registral considera
que el principio de publicidad registral inviste de certeza a las declaracio-
nes registrales que por su virtud se presumen exactas y al mismo tiempo
permite la posibilidad de conocer el contenido de dichas declaraciones;
tal principio es regulado es el artículo 2012 del Código Civil. Segundo.-
Que, en efecto, en nuestro sistema jurídico, con exclusión de la hipoteca,
los derechos reales nacen fuera del Registro, sin que sea necesario su ins-
cripción, de ahí que la inscripción registral respecto a dichos derechos es
declarativa y no constitutiva, como son los casos de los modelos regístra-
les alemán, suizo y australiano; pese a ello, el derecho real no inscrito, por
ejemplo el derecho de propiedad constituido en virtud del “solo consen-
sus de la transferencia” previsto en el aludido texto del artículo nove-
cientos cuarentinueve no tiene plena eficacia de oponibilidad erga ommes,
en todo caso es limitada con respecto a terceros, siendo necesario para
que alcance el atributo llamado “eficacia erga ommes” (propio de los dere-
chos reales) que el derecho se inscriba, lo que le confiere “un valor agre-
gado” al derecho real, esto es, la posibilidad de oponerlo con éxito a todo
el mundo (a todo titular de un derecho real no inscrito o inscrito con
posterioridad), tal como refiere el publicista Edilberto Cabrera en su tra-
bajo “El Procedimiento Registral en el Perú”, Palestra Editores, Lima
dos mil. Pagina ochenticuatro. Tercero.- Que, en efecto, con arreglo a la
norma invocada, el solo intercambio de voluntades, o “solo consensos”,
perfecciona la transferencia de propiedad inmobiliaria; en tal sentido, el
referido acuerdo de voluntades basta para transmitir el dominio de los
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
11 Casación N° 3889-2000-Lima
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
la causal referida al inciso 3 del artículo 386 del Código Procesal Civil, ya
que de declararse fundado el recurso por contravención de normas que
garantizan el derecho a un debido proceso no cabría pronunciamiento
por las demás causales. Segundo.- La empresa recurrente como sus-
tento de su recurso, como aparece de fojas ciento noventitrés, sostiene
que la Sala Civil Superior ha afectado su derecho al debido proceso al
no haber merituado las pruebas que acreditarían la relación que existió
entre el Banco Wiese Limitado y la recurrente, Compañía Minera Erika
Sociedad Anónima. Agrega que “siendo la prueba el medio a través del
cual el juez forma convicción acerca de la verdad de los hechos, es su
obligación merituarla y analizarla en el ámbito en que se produjeron, por
ello constituye una garantía del debido proceso la existencia de la nor-
ma contenida en el artículo 201 del Código Procesal Civil, situación que
ha sido soslayada, desmereciéndola en lo absoluto, pues el ejercicio de la
función jurisdiccional en el presente caso se ha limitado únicamente al
antecedente registral, sin considerar todos los aspectos de la relación que
existió entre el Banco Wiese Limitado y Compañía Minera Erika Socie-
dad Anónima, que abundantemente ha sido aportada y que resultó de lo
manifestado por el Banco ejecutante en su absolución a la contradicción
formulada”. Tercero.- En materia probatoria el Código Procesal Civil
contiene una serie de normas y principios reguladores, cuya infracción
indudablemente constituyen una forma de violar el derecho al debido
proceso. Es más, el Juez puede incurrir en error de derecho en materia
probatoria cuando al estimar el mérito de los elementos de juicio con-
traviene las normas que regulan la valoración de los diferentes medios
de convicción o las que regulan su incorporación al proceso. Igualmente
incurre en error cuando deja de valorar medios probatorios que ya están
incorporados al proceso. Si bien el artículo 189 del Código Procesal Ci-
vil precisa que los medios probatorios deben ser ofrecidos por las partes
en los actos postulatorios, también es verdad que si el medio probatorio,
presentado fuera de la fase postulatoria del proceso, haya sido incorpo-
rado al proceso, el juez no puede dejar de apreciarlo. Algo más: si al pro-
ceso se han incorporado determinados medios probatorios, encontrán-
dose dentro de ellos algunos que al parecer son de trascendencia para
dirimir el litigio, el juez no puede prescindirlos, debiendo evaluarlos con-
forme a la regla contenida en el artículo 197 del citado cuerpo procesal.
Interpretando el artículo 201 de dicho Código en su sentido amplio de-
bemos entender que cualquier defecto en la oportunidad de ofrecimien-
to de un medio probatorio no puede invalidar este, si ello se agrega que
el juez no lo hubiera rechazado liminarmente. Todo esto significa que la
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
12 Casación N° 1029-96-Lima
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ANEXOS
13 Casación N° 3786-01-Lima
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
que exige la norma adjetiva para hacer viable el recurso de casación a tra-
vés de la causal invocada, es que la supuesta interpretación errónea está
referida a una norma de derecho material entendiéndose como tal a to-
das aquellas normas generales y abstractas que regulan y establecen dere-
chos y obligaciones, mas no aquellas que determinan la forma de hacer-
los valer ante el órgano jurisdiccional; en este orden de ideas, cabe anali-
zar que las normas invocadas por el recurrente son de carácter procesal;
en consecuencia, el agravio denunciado por la causal invocada no resul-
ta amparable; Quinto.- Que, de otro lado cabe precisar que, en cuanto
a las alegaciones de falta de motivación en la sentencia impugnada y de
vulneración al derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, corresponden a
otra causal y no a la causal de interpretación errónea de una norma de
derecho material; Sexto.- Que, con relación a la segunda causal, señala
que en la presente causa no se ha cumplido con la formalidad legal del
procedimiento, transgrediéndose la norma de rango constitucional al de-
recho al debido proceso; por cuanto en el proceso de nulidad de cosa
juzgada fraudulenta al intervenir el Estado como parte demandada, se-
gún la ley de procuraduría número diecisiete mil quinientos; el Ministerio
Público, está obligado a dictaminar en todas las instancias y en el presen-
te caso, no dictaminó en primera instancia, en consecuencia la sentencia
expedida por el Juez debió ser nula ipso jure; señala además que resulta
legal que en la resolución de vista, se ha omitido considerar el dictamen
del Fiscal Superior; Sétimo.- Que, el debido proceso constituye una ga-
rantía que comprende un conjunto de principios heterogéneos pero in-
terdependientes, por lo que es necesario argumentar la causal referida a
su contravención, precisando las garantías o derechos que se han afec-
tado, exigencia con la que no ha cumplido el recurrente; Octavo.- Que,
asimismo, cabe precisar que el recurrente al apelar, no hizo mención a
los argumentos sostenidos en el presente recurso respecto al dictamen
del Fiscal Provincial, por lo tanto precluyó la oportunidad procesal que
tenía para hacer; Noveno.- Que, respecto a la omisión de consignar el
dictamen del Fiscal Superior en la sentencia recurrida, es de apreciar que
dicha omisión no acarrea nulidad, en razón que no va a incidir sobre el
fondo del asunto; no habiéndose cumplido con lo señalado en los nume-
rales dos punto dos y dos punto tres inciso segundo artículo trescientos
ochentiocho del Código adjetivo, que por lo expuesto y de conformidad
con el artículo trescientos noventa y dos del Código Procesal Civil; de-
clararon IMPROCEDENTE el recurso de casación de fojas seiscien-
tos ochentiséis contra la sentencia de vista de fojas seiscientos sesenta y
nueve su fecha veintisiete de agosto del dos mil uno; CONDENARON
187
ANEXOS
al recurrente al pago de las costas y costos del recurso así como la multa
de tres Unidades de Referencia Procesal; DISPUSIERON que la pre-
sente resolución sea publicada en el diario oficial El Peruano; en los se-
guidos por Amador Santiago Janampa con Juan Rosas Clemente y oro;
sobre nulidad de cosa juzgada Fraudulenta; y los devolvieron.
SS. ECHEVARRÍA A.; LAZARTE H.; ZUBIATE R.; BIAGGI G.;
QUINTANILLA Q.
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
14 Casación N° 1692-03-Piura
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
15 Casación N° 1600-2002-Amazonas
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
201
ANEXOS
17 Casación N° 931-2004-Lima
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
205
ANEXOS
19 Casación N° 637-95-Lima
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
209
ANEXOS
20 Casación Nº 933-96-Lima
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
211
ANEXOS
21 Casación N° 018-2000-Junín
212
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
22 Casación N° 2630-2000-Lambayeque
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
23 Casación N° 1742-2002-Lima
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ANEXOS
216
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
24 Casación N° 2076-99-Ucayali
217
ANEXOS
25 Casación N° 559-97-Áncash
Casación N° 559-97-Áncash
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
26 Casación N° 2638-2000-Junín
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
27 Casación N° 3114-2000-Huaura
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
28 Casación N° 57-2001-Arequipa
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
226
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
30 Casación N° 2065-2002-Santa
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
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ANEXOS
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EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
lote número veintidós del Asentamiento Humano Florida Baja, del dis-
trito de Chimbote, provincia del Santa, departamento de Áncash, sien-
do el valor de dicha transferencia la suma de diecinueve mil ochocientos
dólares americanos.
Quinto.- En tal sentido, respecto a lo dispuesto por el artículo 96 de la
Ley número 16587, cabe anotar que este acepta la procedencia del pago
parcial cuando expresa que el tenedor de la letra no puede rehusarlo,
siendo el fundamento de esta disposición en que las obligaciones cam-
biarias son de ejecución rigurosa y por ello es de interés del comercio se
facilite en la mayor medida posible la liberación de tales obligaciones;
sin embargo, la aplicación de dicha norma material a la presente con-
troversia no resulta pertinente, toda vez que la ejecutada ha cancelado
la obligación contenida en el pagaré mediante la mencionada dación en
pago; en cuanto al artículo 122 de la acotada Ley Cambiaria, que pres-
cribe “procede la acción cambiaria directa, por falta de pago de la letra,
contra el aceptante y sus avalistas”; sin embargo, resulta pertinente se-
ñalar que dicha norma se refiere al derecho de acción que se le confiere
al portador de la letra de cambio que ha conservado sus derechos por el
cumplimiento de los deberes que le impone la ley a fin de que se le pague
el importe mencionado en dicho título valor, por lo que esta tiene una
connotación procesal, la misma que no puede ser denunciada a través de
una causal sustantiva como la presente; en cuanto a los artículos 125 y
133 de la Ley de Títulos Valores, referidos al objeto de la acción cambia-
ria y a que son aplicables al pagaré y al vale a la orden, en cuanto no sean
incompatibles con su naturaleza las disposiciones referentes a la letra de
cambio, el impugnante no cumple en señalar cómo la aplicación de di-
chas normas van a modificar lo resuelto por el Colegiado.
Sexto.- Asimismo, respecto a la denuncia de inaplicación de los artícu-
los 1220 y 1221 del Código Civil, los mismos que regulan al principio de
identidad del pago, esto es que se entiende efectuado el pago solo cuan-
do se ha ejecutado íntegramente la prestación; y, sobre la prestación par-
cial de la obligación, que prescribe que no puede compelerse al acreedor
a recibir parcialmente la prestación objeto de la obligación, a menos que
la ley o el contrato lo autoricen; sin embargo, cabe anotar que de acuerdo
al artículo 96 de la Ley número 16587, se acepta la procedencia del pago
parcial cuando expresa que el tenedor de la letra no puede rehusarlo, ya
que el derecho al pago parcial, el mismo que corresponde al deudor, se
aplica en las obligaciones cambiarias como se da en el presente caso, a
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ANEXOS
232
ÍNDICE GENERAL
Introducción .............................................................................................. 5
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
Elementos característicos de la casación
I. Importancia del estudio de los elementos característicos de la casación . . 25
II. Características de la casación ............................................................. 26
1. Se trata de un recurso ................................................................ 26
2. Se trata de un recurso extraordinario . ....................................... 28
3. Es un recurso vertical ................................................................ 33
4. Es un recurso que puede tener efectos negativos o positivos .... 34
5. Es un recurso que se concede con efecto suspensivo................. 35
CAPÍTULO 3
Los fines esenciales de la casación
I. Regulación de los fines de la casación ............................................... 41
II. Análisis sobre los fines de la casación . .............................................. 42
1. La función o fin nomofiláctico................................................... 42
2. La función o fin uniformador .................................................... 44
3. La función o fin dikelógico......................................................... 45
EL NUEVO RECURSO DE CASACIÓN CIVIL
III. Los fines esenciales del recurso de casación luego de las reformas
dispuestas por la Ley N° 29364........................................................... 47
CAPÍTULO 4
Causales del recurso de casación
I. Las causales de la casación antes de la Ley Nº 29364 ....................... 55
1. Las causales sustantivas ............................................................ 57
2. La causales adjetivas ................................................................. 61
3. Ideas finales sobre las “antiguas” causales de casación ............ 65
II. Las nuevas causales de la casación .................................................... 66
1. La infracción normativa ............................................................ 66
2. El apartamiento inmotivado del precedente............................... 71
CAPÍTULO 5
Requisitos de admisibilidad del recurso de casación
I. Regulación de los requisitos de admisibilidad.................................... 83
II. Requisitos de admisibilidad del recurso de casación........................... 85
1. Resoluciones recurribles en casación......................................... 85
2. Órgano ante el cual debe presentarse el recurso......................... 87
3. Plazo para la interposición del recurso de casación y el
¿término de la distancia?............................................................ 89
4. Tasa para presentación del recurso............................................. 90
CAPÍTULO 6
Requisitos de procedencia del recurso de casación
I. Regulación de los requisitos de procedencia del recurso de casación. 97
II. Análisis de los requisitos de procedencia del recurso de casación...... 98
1. No haber consentido la resolución de primer grado .................. 99
2. Expresar con claridad y precisión la causal del recurso ............ 100
3. Demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada ................................................................... 102
4. Indicar si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio ......... 104
235
ÍNDICE GENERAL
CAPÍTULO 7
El procedimiento casatorio
I. Declaración de admisibilidad y procedencia del recurso ................... 111
II. Actividad procesal de las partes ......................................................... 116
III. Plazo para sentenciar .......................................................................... 117
IV. Efectos de la sentencia . ...................................................................... 118
CAPÍTULO 8
Procedencia excepcional del recurso de casación y
el certiorari a la peruana
I. Regulación de la procedencia excepcional del recurso de casación . . 127
II.. Características del certiorari en el Derecho norteamericano.............. 128
1. Orígenes del certiorari. Del Common Law inglés al Derecho
norteamericano........................................................................... 128
2. La facultad discrecional en el certiorari ................................... 129
3. El procedimiento del certiorari en el Derecho norteamericano. 131
III. Análisis del artículo 392-a del Código Procesal Civil. ¿El certiorari
a la peruana?........................................................................................ 134
IV. Por qué no el certiorari ...................................................................... 140
236