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TERAPIA CONDUCTUAL

Como su nombre indica, la Terapia Conductual se centra en el


comportamiento humano y mira para erradicar el comportamiento no deseado o
la mala adaptación. Normalmente este tipo de terapia se utiliza para las personas
con problemas de comportamiento o problemas de salud mentales que implican
un comportamiento no deseado.
La Terapia Conductual es un tratamiento basado en la acción que tiene como
objetivo promover el cambio de comportamiento positivo. Otras terapias como la
terapia psicoanalítica tienden a ser más centrada en el conocimiento y profundizar
en el pasado. En la terapia conductual, el pasado sigue siendo importante, ya que
a menudo revela dónde y cuándo surgió el comportamiento no deseado, sin
embargo, se centra más en el comportamiento actual y en las formas en que se
puede rectificar.
La premisa detrás de la Terapia Conductual es que el comportamiento puede ser
aprendido y a la vez modificado. El objetivo es ayudar al individuo a aprender
nuevos comportamientos positivos, que reduzcan al mínimo o eliminar el
problema.

El condicionamiento clásico

La Terapia Conductual que se basa en el condicionamiento clásico utiliza una


serie de técnicas para llevar a cabo el cambio de comportamiento. Originalmente,
este tipo de terapia se conoce como la modificación del comportamiento, pero en
estos días que normalmente se conoce como análisis de conducta aplicada. Los
diversos métodos de cambio de comportamiento incluyen:

 Inundación: La inundación es un proceso que se utiliza generalmente


para las personas con fobias y ansiedad y consiste en exponer al
individuo a objetos / situaciones que tienen miedo de una manera
intensa y rápida. La idea es que la persona no pueda escapar el objeto /
situación durante el proceso y por lo tanto debe enfrentarse a su miedo.
Obviamente, este método sólo puede ser adecuado para determinadas
situaciones.
 Desensibilización sistemática: Esta técnica funciona en una premisa
similar a la anterior, sin embargo, pero es más gradual. El terapeuta
podría empezar por preguntar a la persona a escribir una lista de los
temores que tienen. Una vez que esta lista está escrita, el terapeuta le
enseñará técnicas de relajación para que el individuo utilice mientras
piensa en la lista de temores. Este emparejamiento del elemento que
induce al miedo y el comportamiento de relajación, tiene como objetivo
eliminar la fobia o ansiedad.
 La terapia de aversión: Se fundamenta en erradicar el comportamiento
indeseable acompañándolo de alguna forma de estímulo aversivo con el
objetivo de reducir el comportamiento no deseado. Un ejemplo de cómo
esto se utiliza es cuando un alcohólico se prescribe un determinado
fármaco que induce náuseas, ansiedad y dolores de cabeza cuando se
combina con alcohol. Esto significa que cada vez que la persona bebe,
consiguen efectos secundarios negativos.

Condicionamiento operante

El condicionamiento operante utiliza técnicas como el refuerzo positivo, el castigo


y el modelado para ayudar a modificar el comportamiento. Las siguientes
estrategias pueden ser utilizadas dentro de este tipo de terapia:

 La economía de fichas: Esta estrategia se basa en el refuerzo positivo:


se ofrece los individuos fichas que pueden ser canjeadas por privilegios
o elementos deseados cuando se exhibe un comportamiento positivo.
Esta es una táctica muy usada por padres y profesores para ayudar a
mejorar el comportamiento de los niños.
 Manejo de la contingencia: El manejo de contingencias implica un
contrato escrito entre el terapeuta y el individuo que describe las metas,
recompensas y sanciones. Tener este tipo de acuerdo claro ayuda a
cambiar el comportamiento y agregar un sentido de la responsabilidad.
 Modelado: Modelado implica aprender mediante la observación y la
imitación de los demás. Tener un modelo positivo puede dar a las
personas algo para aspirar a lo que les permite cambiar su
comportamiento para que coincida con su modelo de.
 Extinción: La extinción funciona mediante la eliminación de cualquier
tipo de refuerzo para el comportamiento negativo. Un ejemplo de esto
sería un niño que posee mal comportamiento. Sacándolo de la situación
(y la atención asociada al mismo) el comportamiento debe parar.

El terapeuta conductual proporciona atención bio-psicosocial a las personas que


sufren algún tipo de adicción (toxicomanías (drogas), alcoholismo(alcoholismo),
tabaquismo(nicotina), ludopatías (juegos de azar y a las apuestas), etc.).
Su labor ha de estar coordinada con la de otros profesionales que intervendrán en el tratamiento
del paciente a fin de diseñar actuaciones conjuntas

Es su tarea recaudar toda la información de los individuos que ha de atender ya sea gracias a laos
historiales médicos y sociales de estos, ya sea por entrevistas con la familia o personas del entorno
del paciente.

 Se coordina con otros profesionales que tratan con personas cuya conducta
es adictiva, con el objeto de diseñar actuaciones conjuntas que pongan
énfasis en la parte correspondiente a la rehabilitación psico-social y la
desintoxicación de hábitos conductuales.
Se coordina con otras administraciones y organizaciones sociales ajenas a
su organización que puedan ofrecer apoyo y recursos para los procesos de
rehabilitación psico-social.
 Reconoce el trastorno adictivo e identifica las situaciones y condicionantes
que provocan el consumo de las sustancias adictivas.
 Realiza un historial de las personas, con el fin de reconocer todas las
variables que confluyen en las conductas adictivas (entorno, familia,
experiencias vitales, etc.).
Se entrevista, si es necesario, con otras personas del entorno del enfermo,
para recoger información sobre las personas que deberá atender.
 Realiza sesiones de apoyo con miembros de la familia o del entorno de la
persona adictiva.
Determina, junto con la persona, las medidas para prevenir conductas
reincidentes.
 Informa al enfermo sobre los resultados y progresos conseguidos durante
su intervención.
Efectúa sesiones de seguimiento según los protocolos de actuación
establecidos a tal efecto.
 Proporciona atención a las familias con algún miembro que padezca
trastornos adictivos y tiene en cuenta los cambios que la adicción provoca
en las relaciones familiares (fenómeno de codependencia).
 Programa e imparte campañas de prevención dentro de los ámbitos laboral,
familiar o educativo e incide en aquellos ámbitos donde existe un alto riesgo
de conductas adictivas.
Participa en talleres educativos para que la persona adicta pueda aprender
pautas socio-laborales que favorezcan su reinserción social.
 Analiza la dinámica social referente a la incidencia de trastornos adictivos
en la población y prepara, de forma individual o conjunta, informes
epidemiológicos.
Evalúa las políticas y programas de intervención existentes.
Colabora en las publicaciones sobre adicciones, diseño de webs
informativas, campañas publicitarias y otras fuentes de información.

Terapia conductual para los niños pequeños con TDAH


La terapia conductual es un tratamiento eficaz para tratar el trastorno por déficit de atención e
hiperactividad (TDAH), que puede mejorar el comportamiento, el autocontrol y la autoestima del
niño. La terapia conductual es más eficaz en los niños pequeños cuando los padres la
proporcionan. Los expertos recomiendan que los médicos remitan a los padres de niños menores
de 6 años a capacitación en terapia conductual antes de recetarles medicamentos contra el TDAH a
los niños. Cuando los padres se capacitan en terapia conductual aprenden destrezas y estrategias
para ayudar a su hijo con TDAH a tener éxito en la escuela, la casa y en sus relaciones.

¿El terapeuta…?

 Les enseña a los padres destrezas y estrategias para usar el refuerzo positivo, la estructura y la
disciplina constante para controlar el comportamiento de su hijo.
 Les enseña formas positivas de interactuar y comunicarse con su hijo.
 Les asigna actividades a los padres para practicar con su hijo.
 Se reúne regularmente con la familia para monitorear el progreso y proporcionarle orientación y
apoyo.
 Vuelve a evaluar las estrategias y tiene suficiente flexibilidad para ajustarlas según sea necesario.
¿Qué pueden esperar los padres?

Típicamente, los padres asisten a 8 o más sesiones con el terapeuta. Las sesiones pueden ser con
grupos o con familias individuales. El terapeuta se reúne regularmente con la familia para revisar su
progreso, ofrecer apoyo y ajustar las estrategias según sea necesario para garantizar la mejoría. Los
padres practican con su hijo entre las sesiones.

¿Qué aprenderán los padres?

Los padres aprenderán cómo hacer lo siguiente:

 Fortalecer la relación con su hijo a través de la comunicación positiva, por ejemplo, escuchando
activamente y describiendo sus emociones.
 Reforzar el buen comportamiento, por ejemplo, dando atención positiva y elogiando eficazmente
el buen comportamiento.
 Crear una estructura y proporcionar disciplina constante, por ejemplo, dando instrucciones
eficaces, no prestando atención al comportamiento no deseado y haciendo uso eficaz del tiempo
fuera.

Los niños con TDAH con frecuencia tienen muchos comportamientos difíciles. El terapeuta ayudará a
los padres a aprender estas destrezas y cómo usarlas eficazmente con su hijo.

Afrontando el diagnóstico de TDAH: ¿Y ahora qué?

Nunca resulta fácil enterarse de que nuestro hij@ tiene Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
(TDAH). Cuando se confirma el diagnostico, el entorno familiar sufre un fuerte golpe, y los padres experimentan
diferentes fases psicológicas y emocionales que pueden variar según cada caso siendo las más comunes:

Desconcierto

Se da en aquellos padres con niños muy pequeños cuyos síntomas son controlables en el ámbito familiar. Por
esta razón, no pueden comprender que el niño tenga problemas en el colegio.

Negación

`Esto no le puede estar pasando a mi hijo, a mi familia`. La negación surge del miedo a que su hij@ sea
rechazado por amigos, familiares y profesores. En estos casos, negar los síntomas de TDAH NO PROTEGE al
niño del rechazo social, sólo le impide recibir ayuda adecuada.

Enfado
Tiene que ver con la frustración ante la sospecha errónea de que el niño podría superar su problema si se
esforzara lo suficiente. Por otra parte, los padres sienten rabia hacia sí mismos, por sentir que le han fallado a
su hijo.

Culpa

De entre todas las preguntas que podrían llegar a surgir ante un diagnóstico de TDAH, la más angustiante es:
`¿Es culpa mía que mi hijo sufra este trastorno?`. De ahí, surgen dudas sobre cualquier hecho que haya podido
generar un TDAH en su hijo (descuidos durante el embarazo, la educación que le han proporcionado al niño,
etc.).

Miedo

Esta sensación se produce ante el desconocimiento del TDAH y suele paralizar a algunos padres. Surge el
miedo al rechazo social, temor ante la posibilidad de que ellos mismos padezcan TDAH, preocupaciones acerca
de si el niño tendrá amigos, si llegará a tener pareja, si podrá ir a la universidad o sabrá ganarse la vida.

Rechazo

Puede estar dirigido hacia el niño, hacia el personal médico o hacia otros miembros de la familia. La sacudida
de sus expectativas hace que a muchos padres les cueste aceptar al niño como una persona con capacidad
plena de desarrollo.

Desilusión

Ante la posibilidad de que su hijo no sea perfecto. Los padres deberán tener mucho cuidado a la hora de
enfrentarse a este sentimiento. Su frustración puede llevarles a no aceptar al niño tal como es y a exigirle cosas
que él no puede hacer, lo que le generará sentimientos de hostilidad y resentimiento.

Alivio

Algunos padres sienten un verdadero alivio al enterarse del diagnóstico. Al ser el TDAH un trastorno de carácter
genético, se sienten menos culpables e incompetentes en cuanto a la educación de su hijo. Además, la
identificación del trastorno los hace conscientes de la posibilidad de recibir ayuda.

Es importante que los padres que se enfrenten a un diagnóstico de TDAH conozcan la cadena de reacciones
que este trastorno puede generar sobre ellos; éstas pueden dar lugar a conductas paternas ansiosas o agresivas
que resultan muy perjudiciales para el niño.

Además, de esta forma se sentirán menos solos y podrán reflexionar sobre las causas y consecuencias de su
comportamiento. A su vez, les será más fácil aliviar su ansiedad y encauzar sus esfuerzos hacia la búsqueda
de la mejor forma de educar y comportarse con su hijo.

Una vez superadas las primeras reacciones ante el diagnóstico, se está dispuesto a conocer en profundidad el
problema de su hijo y se tendrá una actitud más confiada y positiva.

Violencia y Agresividad en la familia

El maltrato familiar de los hijos hacia los padres y hermanos es algo más común de lo que socialmente se cree.
Aparece en todas las clases sociales aunque es en la clase media donde incide más. Por otro lado, las madres
de familias monoparentales son unas de las grandes víctimas de este tipo de maltrato. No obstante, en las
familias tradicionales también la madre es la más agredida.
Los expertos dicen que este tipo de violencia intrafamiliar tiene relación con un estilo de educación negligente,
excesivamente permisivo y con ausencia de la figura paterna. A este último respecto no tiene por qué ser
ausencia real sino tan solo basta con que el padre se abstenga de intervenir en la educación.

Síndrome del Emperador

Este síndrome puede definirse como un trastorno de agresividad de los hijos hacia sus padres. Estos hijos no
sufren de enfermedades mentales, no fueron víctimas previas de malos tratos, no han sido desatendidos por
sus progenitores ni estos tienen conductas desestructuradas, ni tienen por qué ser adictos a las drogas.

Lo que los menores que presentan síndrome del emperador tienen es una falta absoluta de sensibilidad
emocional y de apego. Para ellos, los padres no tienen autoridad para imponérsele ni tienen derecho a
establecer normas, no sienten respeto alguno por ellos.

Cuando se llegan a situaciones de auténtica agresividad en la época final de la adolescencia los padres ya han
pasado por estadios previos e intermedios: desconsideraciones, desobediencia, mentiras, amenazas,
empujones, violencias contra las cosas, patadas, golpes y en casos extraordinarios, atentados contra la vida de
los progenitores o contra sus hermanos.

En la edad adulta, el `emperador` trasladará todos estos comportamientos de `hacia los padres` a `hacia los
hijos y la pareja`.

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