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Grupo de Estudios Orientados a la salud
SEMINARIO
HIPNOSIS CLÍNICA POSITIVA
Estudio y práctica de la hipnosis clásica y ericksoniana
Montevideo
Uruguay
27 al 29 de octubre de 2017
1
Índice
Proceso Hipnótico
Modelos Teóricos
Inducciones:
2
PROCESO HIPNÓTICO
4. Sugestiones
Una vez establecido el Rapport y comenzado el proceso de
inducción, reduciendo el campo de la corriente mental analítica y
estableciendo un punto de apoyo, entonces comienza el proceso
sugestivo.
Por ejemplo, para una persona que no puede salir de una
perspectiva fija respecto de alguien o algo…”no veo otra forma de
encararlo”
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MODELOS TEÓRICOS
Siguiendo el estudio de M. Yapko
1. Modelo Disociativo
Se da un supuesto que hay múltiples sistemas cognitivos que
trabajan bajo un control primario. Durante el proceso hipnótico los
subsistemas normalmente integrados se disocian entre sí a diversos
niveles y pueden dar respuestas independientes ante las
sugestiones del hipnotista.
2. Modelo Regresivo
Se define como una forma particular de regresión psicológica
caracterizada por un cambio a procesos de pensamiento primarios
más primitivos y un aumento de la transferencia al hipnotista como
figura de autoridad arquetípica.
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4. Modelo Permisivo
Toma como base el enfoque autoritario con orientación tradicional
caracterizando la conducta del sujeto como pasiva y permisiva. Se
ve al sujeto como una especie de receptor pasivo de las
sugerencias autoritarias. La incapacidad del sujeto para responder a
las indicaciones se ve como “resistencia”
7. Modelo Naturalista
Es el modelo ericksoniano que se opone al modelo de Conciencia
Alterado, considerando que la experiencia hipnótica es natural y
cotidiana.
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8. Modelo de Contrastación con la realidad
Se denomina Contrastación con la realidad al proceso de
retroalimentación (feedback) de los sentidos a relación con el
mundo que nos rodea. Este proceso es tan inconsciente que lo
damos por supuesto. Este modelo considera que, al entrar en el
estado hipnótico, el proceso de feedback se suspende y la persona
se centra en sus procesos internos. Suspendida la contrastación
constante con el mundo exterior, el sujeto puede aceptar cualquier
realidad se le sugiera, independientemente de que sea verdadera o
falsa, y tener respuestas conductuales y emocionales a partir de
esa sugestión.
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hay relación particular alguna o sensibilidad a las características
personales del sujeto.
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ELIMINACIÓN DE DUDAS Y
TEMORES
Siguiendo el modelo Hartland
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En el estado hipnótico, la facultad de crítica está parcial o
totalmente suprimida
1. La respuesta a la hipnosis dependerá del grado hasta el cual se
reduzca el poder de crítica y el poder de rechazo que normalmente
son ejercidos por la mente consciente.
2. La profundidad de la hipnosis en cualquier caso dado estará
relacionada en proporción directa con el grado de supresión
lograda. Una reducción ligera dará como resultado sólo una
hipnosis ligera; una reducción total dará como resultado una
hipnosis profunda o sonambulismo.
Existe otro paso preliminar de vital importancia que nunca debe ser
omitido. Se comprende muy bien que muchos pacientes sean
tímidos, ansiosos y aprensivos y por cierto que nunca entrarán en
estado hipnótico sino hasta que sus temores hayan sido disipados.
Estos temores y ansiedades, que pueden ser obstáculos serios para
la inducción del trance, por lo general caen en dos categorías.
1. Temor al fracaso y mucha ansiedad por el éxito. Uno
conduce a lo otro en forma inevitable y juntos pueden originar
muchas dificultades. Debe recordar que muchos de los pacientes
que llegan a usted para ser hipnotizados ya han intentado casi
todos los demás métodos de tratamiento sin éxito. En
consecuencia, están convencidos de que la hipnosis puede
ofrecerles la última oportunidad de recuperación.
Esto podría ser muy conveniente, pero por desgracia el paciente
cree que está arriesgando tanto, que la mera posibilidad de un
fracaso lo aterra y, por lo tanto, espera el éxito con mucha
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ansiedad. Esto produce tanta tensión mental y ansiedad que le es
imposible relajarse o incluso concentrarse lo suficiente para que la
inducción tenga éxito. Y a menos que se adopten con presteza
medidas para contrarrestar esto, ofreciéndole las aseveraciones
más positivas, todos los intentos de inducción terminarán en un
fracaso.
Inconscientemente, el paciente considera a la hipnosis como una
prueba de su habilidad para actuar, y como el neurótico siempre
está temeroso de un fracaso, la dificultad será inevitable.
2. Temor al estado hipnótico en sí. Esta dificultad en particular
es la que se encuentra con más frecuencia. Por cierto, existe un
asombroso y creciente número de pacientes que están tanto
temerosos como recelosos de lo que comprende la hipnosis, y a
quienes no les agrada mucho la idea de perder su control. Las
dudas y temores tales como éstas siempre se deben al concepto
equivocado, de parte del paciente, respecto a lo que es probable
que suceda en el estado hipnótico.
En ocasiones el paciente tendrá un desconocimiento total de su
dificultad, ya que muchas personas se muestran tanto ansiosas
como dispuestas a someterse a la hipnosis y sin embargo, en forma
por completo inconsciente, en sus mentes existen estos temores.
Bajo estas circunstancias, la mente apelará a cualquier excusa o
razón para no perder el control. Esta resistencia inconsciente puede
mostrarse en muchas formas distintas. Durante la verdadera
inducción, el paciente puede parecer que está sumamente divertido
e incluso reír. Por otra parte, puede quejarse de malestar físico.
Ambas reacciones son evidencia de la resistencia inconsciente a la
hipnosis y son meras racionalizaciones, por lo que es de mucha
importancia convencerlo de que nada sobrenatural está sucediendo
y que de ninguna manera se le ridiculizará.
En ocasiones, puede presentarse la situación inversa, la que hace
resaltar, con más fuerza aún, la significación de las actitudes
inconscientes, ya que un deseo inconsciente de ser hipnotizado en
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ocasiones puede ser más fuerte que el deseo consciente de resistir.
Bajo estas circunstancias, muchas personas que luchan para no
sucumbir en un trance son por completo incapaces de permanecer
despiertos una vez que se ha iniciado el proceso de inducción.
Para tener éxito con las inducciones, deben tratarse en forma
adecuada todas las dificultades de este tipo antes de principiar. Por
cierto, la preparación de la mente del sujeto es la más importante
de todas las etapas para inducir con éxito la hipnosis. La mayoría
de los fracasos al inducir el estado hipnótico, se deben a la falta de
una preparación adecuada del sujeto, y a la falta de una discusión
apropiada antes de intentar la inducción.
Este problema presenta más dificultades al cirujano dentista que al
médico general, ya que el dentista que desea usar la hipnosis para
lograr relajamiento o anestesia, por necesidad debe inducir con
rapidez el estado de trance. En consecuencia, no puede emplear
mucho tiempo en la preparación como en el caso de un médico
general. Por fortuna, en muchos casos esto no es tan esencial, va
que un número considerable de pacientes dentales, que por lo
demás, disfrutan de buena salud, es probable que resulten más
susceptibles y menos difíciles que muchos de los casos con los
cuales tiene que tratar el médico general. Pero si bien es fuerte la
motivación de tales pacientes para la hipnosis, no debe olvidarse
que el dentista tiene otros problemas que resolver —el temor de
visitar al dentista y el temor a la aguja hipodérmica—. Sin
e m b a r g o, l a p r e p a ra c i ó n a d e c u ad a d e l p ac i e n t e n o e s
necesariamente un procedimiento prolongado, pero, no obstante, el
tiempo que en ello se invierte nunca es desperdiciado y pagará muy
buenos dividendos. Es por esta razón que me propongo tratarlo con
cierto detalle.
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PREPARACIÓN DE LA MENTE DEL
PACIENTE
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recordará absolutamente nada una vez que despierte otra vez. En
consecuencia, le explico que la hipnosis médica no es así, y que, en
realidad, es difícil que ocurran algunas de las cosas que espera.
2. Le digo que no hay una verdadera semejanza entre el sueño
hipnótico y el sueño ordinario. Aun cuando en el transcurso de la
inducción principiará a sentir que sus ojos están cada vez más
cansados, y que se le cerrarán en igual forma que cuando duerme,
todo el tiempo que permanezcan cerrados, él permanecerá tan
despierto y alerta como si los tuviera abiertos. Por lo general le
describo esto con las palabras que siguen: Cuando usted se duerme
por la noche con la cabeza en la almohada, sus ojos parecen estar
cada vez más cansados, hasta que al final se cierran. En el
momento en que se duerme, queda por completo inconsciente, sin
darse cuenta de los alrededores, sino hasta que despierta. Si
entrara a su recámara y le hablara quedamente, sin despertarlo,
usted no se enteraría de que me encontraba ahí y no escucharía
una sola de mis palabras. Cuando se duerme con un sueño
hipnótico, sus ojos principiarán a sentirse cansados y se cerrarán,
en la forma exacta en que lo hacen cuando se duerme por las
noches. Pero existirá una diferencia de importancia. No perderá la
conciencia ni un solo momento. Permanecerá tan alerta y
despierto como lo estaba antes de que sus ojos se cerraran.
Todavía sabrá que se encuentra en esta habitación conmigo. Podrá
oír todo lo que le digo. Si le hago una pregunta, podrá responderme
sin despertar. Si quedara inconsciente como en el sueño ordinario,
no podría escucharme en absoluto y, si no puede oír lo que le
digo, ¿cómo es posible que pudiera ayudarlo? Inclusive si
entrara en el trance más profundo, siempre podría escuchar todo lo
que diga, y permanecería sabedor de todo lo que sucede.
Luego le hago entender al paciente diciéndole que voy a
demostrarle exactamente lo que puede esperar sentir cuando se
encuentre en el estado hipnótico. Quiero que se recueste en la silla
y cierre sus ojos unos momentos. No los abra sino hasta que yo le
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diga. Limítese a escuchar lo que digo. Ahora está cómodamente
recostado en la silla, con los ojos cerrados, y si alguien entrara a la
habitación pensaría que estaba profundamente dormido. Pero usted
sabe que no está dormido. Está usted tan despierto como antes
que cerrara los ojos. Puede escuchar todo lo que estoy diciendo. Si
sonara el teléfono, usted lo escucharía. Y si yo lo contestara, no
podría menos de interesarse un poco en lo que diga.
Ahora le ordeno al paciente que abra los ojos y le explico el
propósito de lo que acaba de hacer.
No importa lo profundo que entre al estado hipnótico, siempre
sentirá casi lo mismo que sintió ahora. A excepción de una ligera
diferencia. Si entrara en un trance muy profundo, todavía
permanecería completamente enterado de todo lo que pasa, pero
se sentiría tan lejano que parecería que nada le importa en
absoluto. Todavía podría escuchar el timbre del teléfono y lo que
diría al contestarlo, pero parecería tan lejano, que no le interesaría
nada de lo que diga.
Es posible que se pregunte por qué considero tratar este asunto
con tanto detalle. La razón es al mismo tiempo sencilla y de mucha
importancia.
Muchas personas parecen principiar con una impresión mental
equivocada.
Cuando son hipnotizadas esperan experimentar una especie de
"apagón" durante el trance, y no recordar nada de lo que ha
sucedido cuando despiertan. Aun cuando esto no es un
impedimento serio para la inducción de una hipnosis ligera con
cierre de ojos espontáneo, suele ser muy difícil, si no imposible,
profundizar más la hipnosis. El sujeto cerrará los ojos, entrará en
un estado de hipnosis ligera y no tratará de abrirlos sino hasta que
se lo indique. Pero dejará de responder a cualquier técnica de
profundización. Una vez que despierte, acostumbrará decir: "No
creo que haya sido hipnotizado. En realidad, nada me sucedió.
Sabía todo lo que estaba pasando". Y siempre que el sujeto tenga
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alguna duda en la mente respecto si ha sido o no hipnotizado,
tendrá muchísima dificultad para inducirlo a una etapa más
profunda. Por cierto, si usted lo intenta y fracasa, es muy probable
que diga: "Nomás déme una prueba de que algo ha sucedido. Si
puedo convencerme de que he sido hipnotizado, podré
profundizarme más".
Por desdicha, está pidiendo un imposible en esas primeras etapas,
ya que sólo cuando se ha logrado una profundidad considerable se
puede obtener una prueba satisfactoria. De este modo, es probable
que se origine una situación embarazosa si el sujeto dice: "Deme
una prueba de que he sido hipnotizado y podré profundizarme
más". A lo cual se tendrá que replicar: "Primero profundícese y le
daré muchas pruebas". Siendo el resultado un total círculo vicioso.
Ciertamente, las probabilidades son de que usted no adelantará
mucho con este sujeto en particular.
Si antes de intentar la inducción, le ha dado al sujeto una completa
explicación de lo que debe esperar y de lo que es probable que
sienta, no se presentará esta particular dificultad. En ocasiones, a
tal paciente le resultará difícil creer que en realidad haya sido
hipnotizado, a pesar de todas sus explicaciones, pero es muy
curioso que, si éstas han sido hechas, sus dudas ya no serán lo
bastante fuertes para impedir una profundización adicional.
3. Informo al paciente que no debe esperar necesariamente olvidar
todo lo que ha sucedido durante el trance una vez que esté otra vez
totalmente despierto. Debido a que es probable que el sujeto haya
visto demostraciones de experimentos hipnóticos en televisión, en
los cuales se utilizan sujetos especialmente entrenados, suele tener
la idea de que exactamente lo mismo le sucederá a él si permite
ser hipnotizado. Es de máxima importancia el hecho de que, con
certeza, esperará sufrir una completa pérdida de memoria respecto
a lo que haya ocurrido durante el estado de trance, y cuando se dé
cuenta de que recuerda todo lo acontecido, estará cierto de que
nunca fue en realidad hipnotizado. En consecuencia, si usted deja
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de corregir sus opiniones sobre estos puntos, en especial respecto a
pérdida de memoria que anticipa, encontrará exactamente el
mismo escepticismo que con anterioridad hemos discutido y será
inevitable un resultado similar.
Por lo general informo al paciente que pocas personas son capaces
de lograr tal profundidad, y que para propósitos médicos ordinarios
ciertamente no es necesaria y muy rara vez conveniente. Le explico
que los sujetos que ha visto han sido especialmente entrenados
para alcanzar una gran
profundidad, para poder tomar parte en trabajos experimentales y
de investigación. También le indico que en la hipnosis médica de
rutina rara vez se presenta la "pérdida de memoria" y que es raro
que se trate de inducirla, ya que no es esencial para los propósitos
de tratamientos comunes. Sin embargo, si por azar olvidara en
forma espontánea lo que había ocurrido en el transcurso del trance,
tampoco habría por qué preocuparse. Eso sólo quería decir que era
un sujeto muy bueno, y que todavía podría recordar algo que en
especial quisiera.
4. Explico al sujeto que, si bien la fuerza de voluntad es de suma
importancia en la inducción de la hipnosis, la verdad es que es su
propia fuerza de voluntad la que desempeña un papel importante,
no la del hipnotizador. Existe una impresión muy difundida entre el
público general que, si usted permite ser hipnotizado, no tendrá
otro camino sino obedecer todos los mandatos del hipnotizador.
Que es su gran fuerza de voluntad lo que hace que usted se someta
por completo, con el resultado de que cumplirá sus órdenes en
forma casi automática. Esto, desde luego, se eslabona con la
dificultad que sigue en nuestra lista —el temor a ser dominado—
con el temor de perder su control, que ya hemos mencionado.
Informo al sujeto que, si en realidad creyéramos que eso era
verdad, pensaba que entonces muchos de nosotros no estaríamos
dispuestos a ser hipnotizados. Sé que yo no lo permitiría.
Si la hipnosis sólo se produjera merced a la más intensa fuerza de
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voluntad del hipnotizador, la consecuencia lógica sería que sólo se
podría hipnotizar a las personas de voluntad muy débil.
Ciertamente que éste no es el caso, ya que es un hecho real que lo
inverso es lo cierto. Siempre es difícil, y en ocasiones imposible,
hipnotizar a individuos de voluntad muy débil. Esto se debe a que
el individuo con voluntad débil no puede concentrarse lo suficiente
y no se puede retener su atención el tiempo necesario para
permitirle entrar al estado hipnótico. Por otra parte, entre las
personas más fáciles de hipnotizar en el mundo, se cuentan los
hombres de negocios de voluntad fuerte, dogmáticos y pagados de
sí mismos, que tienden a aterrorizar a sus secretarias y a intimidar
a sus ejecutivos, siempre y cuando sean sujetos dispuestos y con
deseos de tener éxito.
Esto se debe a que pueden usar su fuerza de voluntad para
obligarse a sí mismos a concentrarse intensamente sobre cualquier
cosa que se desee, aumentando así su susceptibilidad.
5. Aseguro al sujeto que no necesita tener ningún temor de ser
dominado por el hipnotizador, y que nunca será obligado a hacer o
a decir algo a lo cual se oponga decididamente. Le explico que si
uno fuera a tratar de obligarlo a hacer tal cosa, ello originaría un
conflicto mental (debo pero no puedo) que lo despertaría en forma
espontánea o mostraría tal inquietud mental y tanta ansiedad que
no quedaría otra alternativa sino despertarlo de inmediato.
Soy completamente honrado con él, y le digo que si me permite
inducir un estado de trance realmente profundo, no habrá ninguna
duda de que se sentirá obligado a obedecer mis instrucciones en
forma implícita, pero sólo hasta donde él esté dispuesto a hacerlo y
a someterse temporalmente a mi autoridad. Y no podría obligarlo a
hacer algo a lo cual tenga una objeción arraigada. También le doy
seguridades de que aparte de los pasos necesarios acostumbrados
para inducir la hipnosis y profundizarla, no se hará nada más y no
se le iba a sujetar a ningún interrogatorio sin su previo
consentimiento.
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Podría parecer que he considerado este tema de preparación de la
mente del sujeto antes de la inducción, con una longitud
innecesaria. Pero puedo asegurar que esto está lejos de ser el caso.
Lo he hecho en forma deliberada debido a que creo firmemente que
es la principal llave para el
éxito, y que resultan más fracasos de una preparación apresurada y
equivocada que de cualquier otra causa. El tiempo que se invierte
en eliminar los falsos conceptos, las dudas y los temores, nunca es
desperdiciado. No sólo asegurará inducciones más rápidas y con
éxito, sino que los fracasos serán menos frecuentes.
Cuando he terminado mis explicaciones al sujeto, siempre le
pregunto si tiene algunas otras preguntas que hacerme. En caso
afirmativo, al contestarlas por lo general disipo cualesquiera dudas
y temores que hayan quedado, asegurando así su total cooperación
y confianza.
Le permito ver con toda claridad que la hipnosis es esencialmente
un asunto de trabajo en equipo entre el médico y el paciente. Que,
sin embargo, la parte que él desempeña es de tanta importancia
como la mía, y que sin su cooperación y buena disposición nada
puede lograrse.
Sin embargo, muchas de estas explicaciones preliminares pueden
omitirse en el caso de un niño, a menos que sea muy tímido y
nervioso; los niños, son, en términos generales mucho más fáciles
de hipnotizar que los adultos. Los niños son mucho menos críticos
y, por lo general, más razonables para la persuasión y sugestión.
Aquí se puede confiar casi por completo en el "factor prestigio",
combinado con un acercamiento simpático y comprensivo.
Ciertamente, en la mayoría de los casos, se encuentra que bastan
las explicaciones más sencillas, calculadas para inspirar confianza.
En lo general, digo a los niños que me gustaría enseñarles la forma
de entrar en una clase especial de sueño. Que aun cuando sus ojos
principien a fatigarse, se cerrarán exactamente en la forma en que
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lo hacen cuando duermen por la noche, que será por completo
distinto porque podrán escuchar todo lo que diga e incluso podrán
hablar conmigo sin despertar.
Dado el caso de que me haya ganado la confianza del niño y haya
tenido éxito en despertar su interés, encuentro que, en términos
generales, es todo lo que se requiere.
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CARACTERÍSTICAS
PSICOLÓGICAS Y
FISIOLÓGICAS DEL
PROCESO HIPNÓTICO
Basado en Lo Esencial de la Hipnosis Michael Yapko Paidós 1995
Con adaptaciones y comentarios
1. Atención selectiva
2. Disociación
4. Interpretación subjetiva
6. Relajación
1. Atención selectiva
Popularmente se dice “solo ve lo que quiere ver”. Esto suele
suceder en lo cotidiano, de manera consciente, como una negación
voluntaria o de forma inconsciente. En ocasiones es un rasgo
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negativo, ya que se selecciona solo una parte de la experiencia, sin
apreciar el resto. En el contexto del proceso hipnótico se refiere a la
capacidad de centrarse en una experiencia específica, una parte,
desconectándose del resto. La persona que está experimentando el
proceso hipnótico se centra en lo interno, y los procesos externos
solo representan una porción mínima de la atención. La atención
selectiva es muy activa durante la hipnosis, por ejemplo,
conectándose con lo externo por medio de la voz del hipnotista y
siguiendo sus sugestiones la atención se vuelca al procesamiento
inconsciente, que responde a estímulos que están fuera del campo
atencional, sentando las bases de la siguiente característica que es
el fenómeno disociativo.
2. Disociación
Estando la atención centrada de forma selectiva en las sugestiones
del hipnotista, pueden surgir asociaciones inconscientes y
experimentarse como una división entre lo consciente y lo
inconsciente. La mente consciente se ocupa del procedimiento
hipnótico y la inconsciente busca activamente significados
simbólicos, asociaciones pasadas y respuestas apropiadas. Este
fenómeno se llama disociación y es la piedra angular de la hipnosis.
Permite tener el acceso más directo a los diferentes recursos de la
mente inconsciente.
4. Interpretación subjetiva
No se puede predecir cómo una persona responderá a una palabra
o frase. Cada persona tiene su propio marco de referencia para
darle significado a las palabras que se le dicen. El hipnotista debe
esforzarse cuidadosamente con el lenguaje que emplea para no dar
lugar a interpretaciones erróneas. El conocimiento de las
características del sujeto, sus gustos, sus tendencias, su tipo de
lenguaje permiten establecer una comunicación más eficiente. El
entrenamiento entre pares también es importante para analizar el
impacto del lenguaje y la experiencia consiguiente.
6. Relajación
No es totalmente imprescindible que una persona esté relajada
para experimentar la hipnosis, sin embargo, es un factor muy
importante que facilita la disociación de la mente consciente e
inconsciente. La relajación produce varios cambios físicos y un
estado de pasividad donde cualquier esfuerzo que se intenta hacer
resulta fatigoso y parece que el cliente experimenta una inactividad
aparente y puede experimentar el trance a su manera.
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Listado de las características fundamentales de la
experiencia hipnótica
Signos fisiológicos
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AUTOHIPNOSIS ORIENTADA
EXTERNAMENTE.
Según Pacheco de León
Versión simple
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En el estadio final, antes de salir, puede sugerirse al cliente, que
permanezca en estado “meditativo”, dejando que los pensamientos
pasen, contemplando el interior y el exterior como en un sueño, y
que descanse allí, que repose, que es un sitio de descanso y
recuperación.
Secuencia
1. se invita a la persona a buscar y encontrar una posición cómoda
para el cuerpo
INDUCCIÓN DE APOYO EN LA
RESPIRACIÓN CON PROFUNDIZACIÓN
CON CONTEO
Secuencia
Acomodar el cuerpo
Posar la vista en un punto en el horizonte
Hacer Tierra sintiendo los apoyos del cuerpo, donde el cuerpo está
apoyado (pies en el suelo, espalda contra respaldo, etc)
Cerrar lentamente los párpados
Seguir a la respiración como quien se sube a un bote
Suave y profunda, suavemente ondulante, como flujo de agua,
oleaje suave
Dejarse llevar
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Más y más
Cada oleaje de la respiración más relajado
Las tensiones se van disolviendo
Oleaje suave va disolviendo las tensiones
Más y más profundo
Entrando en un trance
Contamos de 10 a 1 o indicamos al sujeto que cuente mentalmente
de 10 a 1
Al llegar a 1 el cuerpo totalmente relajado y la mente serena y
calma
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Resumen del método
Se le dice a la persona que se relaje por completo. . .
que respire tranquilamente, adentro, afuera. . .
que mientras lo hace, sentirá que los párpados le comienzan a
pesar cada vez más. . .
que cuando sienta eso deseará parpadear. . . que puede
parpadear todo lo que desee. . .
que siente los ojos cada vez más cansados. . . que el parpadeo
es cada vez más lento y cada vez mayor. . . que al parpadear
siente que se le quieren cerrar los ojos. . . que en ese momento
se le cerrarán solos y que se dormirá (que entrará en un trance)
(que entrará en un sueño) (que se relajará mucho y se dará
cuenta que su corriente mental ha cambiado)
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Resumen del método.
Se le indica a la persona que piense en alguna escena agradable y
tranquila, que se imagine acostado a la orilla del mar, tomando un
baño de sol, que mientras lo hace debe permitir que todos sus
músculos se aflojen y se suelten, primero los pies, luego los
músculos de las pantorrillas, luego los muslos, que a medida que se
suelten, notará una sensación de pesadez en las piernas. que se
siente muy adormilado y soñoliento y que el relajamiento se va
extendiendo por todo su cuerpo, pecho, estómago, cuello, hombros,
y sus brazos hasta manos que mientras eso sucede, se siente cada
vez más soñoliento. . .
que siente los párpados cada vez más pesados. . .que se le quieren
cerrar los ojos. . . que en ese momento se le cerrarán y que se
dormirá.
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CUATRO PROTOCOLOS DE
INTENSIFICACIÓN DE LA
FIJACIÓN DE LA ATENCIÓN
Los intensificadores de Trance o de Fijación de la Atención son
Protocolos Clásicos que facilitan sostener el Trance, lo que en
términos de la clasificación de E.B. equivaldría a mantener la
corriente mental en Z1 y orientarla a Z2, o ir de un trance ligero a
uno más profundo. En nuestros cursos no usamos modelos o
protocolos ya que alentamos el uso del Lenguaje Vago y el
establecimiento de Rapport como herramientas principales, sin
embargo, cuando ya se ha entrenado lo suficiente la fluidez y la
creatividad, puede ser muy útil observar los protocolos básicos y
ensayarlos como guías, modelándolos de acuerdo a la circunstancia
y la creatividad y recursos de cada uno y siempre en concordancia
con el tipo y proceso del cliente.
Usamos el modelo de Roger Allen con importantes variaciones de
acuerdo a la experiencia personal de los docentes y al modelo que
incentivamos, volviéndolo únicamente un esquema guía que facilita
el uso del lenguaje vago, la creatividad y el desarrollo de la
sugestión.
La Vela.
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El Ojo de la Mente.
Está inspirado en el protocolo de Michael Yapko que Allen señala
que está orientado a disminuir el diálogo interno continuo,
reorientar la corriente mental, a fin de fijar mejor el trance y
asentarlo. Enriquecemos el protocolo con ritmo y metáforas.
…. Inducción………una vez en trance:
…tienes ojos para ver el mundo….que te rodea…los árboles..el
cielo…..una hoja que cae…un rostro…tus ojos pueden ver el mundo
que te rodea….y…del mismo modo…tienes…un ojo que te permite
ver…el interior…..podemos llamarlo….El Ojo de la Mente….el propio
ojo de la mente…a medida que te relajas más y más el ojo de la
mente es capaz de ver imágenes…ver como los pensamientos se
forman….como olas que emergen…y luego se diluyen…tu ojo de la
mente puede verlo….esa corriente continua…sorprendente….de
pensamientos e imágenes que surgen…tan armónicamente
mientras descansas y te relajas más y más…….y al igual que tu ojo
físico…el ojo de tu mente tiene un párpado….que puede…
cerrarse….y sentirse…tan pesado..y tan cómodo y …descansado…
como el ojo físico….y el ojo de la mente puede querer cerrarse….a
toda distracción….a todo pensamiento suelto…..que anda por
ahí….se cierra con suavidad…disfrutando descansar….sintiéndose
tan…despejado y tranquilo….y puede…tener ..experiencias…de todo
lo que desee….para estar cada vez más cómodo y descansado…y se
posa….el párpado interior y el ojo se cierra….cada vez más
cómodo…y los pensamientos se ….asientan…y la mente…la mente…
puede crecer tranquila….y en paz….completamente cerrado ahora el
ojo de la mente ….dejando disolverse cualquier pensamiento o
imagen..que distraiga..y permitiendo que el estado de relajación
que te encuentras se vuelva más profundo…y permita…que
surjan….de la tranquilidad…(recuerdos, imágenes, recursos,
necesidades, ideas, etc)
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Entrada en el Jardín.
Es un intensificador clásico que construye con visualizaciones un
paisaje apropiado donde se pueda relajar más profundamente o
hacer surgir recuerdos y encontrar recursos. Asegurarse
previamente que la persona no rechaza por algún motivo los
jardines.
La primera parte es un conteo de descenso y la segunda parte es la
entrada y permanencia.
Inducción y luego comienza a profundizar:
Diez: permitir que músculos y nervios se relajen, emerge la
tranquilidad, sentir calma
Nueve: mente y cuerpo se relajan, dejarse llevar
Ocho: sentir la conexión entre cuerpo y mente
Siete: ir más profundo, al exhalar toda inquietud se desvanece
Seis: el temor, la rabia, se van, se disuelven con cada exhalación…
se asienta la comodidad
Cinco: con cada exhalación una palabra emerge en el interior
Tranquilidad (o Serenidad) (o Calma)
Cuatro: el sonido de esa palabra se mueve en el interior con el
ritmo respiratorio y empapa cuerpo y mente
Tres: dejarse llevar, exhalar y dejarse llevar
Dos: más cómodo y sereno, dejarse llevar
Uno: aparecer en el jardín, describirlo con imágenes visuales,
sonidos y olores y sabores…se hace la descripción y se insertan
sugestiones de calma y relajación: el canto de los pájaros, el roce
de los pies con la hierba, el viento suave en las hojas de los
árboles, las sensaciones que llegan…de espacio…un gran espacio…
comodidad ….una sensación de gusto y comodidad….
Ahí, con el trance intensificado, permanecer descansando y luego
salir contando de uno a diez, elevándose, o emergiendo, o
permanecer en el trance y comenzar instrucciones sugestivas,
como encontrar un recuerdo, encontrar un recurso en algún lugar
del jardín, o escuchar el canto de un pájaro que trae un mensaje,
etc. Sugestionar de acuerdo a la temática que trae el cliente.
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Descenso por escaleras
Es el intensificador más clásico, facilita la sensación de progresión y
organiza la inducción. Se emplea como salida invirtiendo, es decir
la entrada en trance es un descenso de escalones y números y la
salida es un ascenso de escalones y números.
Primera parte: inducción y luego comienza a profundizar.
Visualizar una escalera, con escalones de madera, o mármol fino, o
alfombrados, con pasamanos, etc, que transmita seguridad y
sensación de despreocupación…a medida que bajas por la escalera
escucharás como cuento cada escalón…. y con cada cuenta y cada
escalón la sensación de relajación y comodidad aumenta a cada
paso…
Ir contando y con cada escalón inducir comodidad, relajación,
sensaciones agradables en distintas partes del cuerpo, etc, al final
de la cuenta entrar a un sitio donde se está tranquilo, sin ansiedad,
despreocupado y pacífico. De ahí puede dirigirse la inducción a
descansar en el lugar, o específicamente buscar un elemento que se
necesita que está en el lugar, o encontrarse con alguien, o recibir
un mensaje…etc. La salida es invirtiendo el proceso.
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