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lidan como un principio construido.

Aquí, teóricamente, los derechos del Terra f/uxus


ciudadano moderno, del trabajador infatigable, encuentran el escenario James Corner
de su felicidad perdurable . Se trata del espacio del horror, de la primacía 2006
de lo político abstracto convertido en dominio absoluto.
La segunda imagen es la de la Alexanderplatz en 1945, después del
bombardeo continuado de la aviación aliada. Lo urbano convertido en En tos años inaugurales del siglo xx1 el término 'paisaje', aparente-
ruina, la ciudad desfigurada, el espacio dislocado, el vacío, la impreci- mente anticuado, se ha vuelto a poner curiosamente de moda. La re-
sión y la diferencia. A través de la violencia bélica, un espacio urbano se aparición del paisaje en la inventiva cultural más amplia se debe en
convierte en terrain vague, la contradicción de la guerra hace aflorar a parte al notable aumento de la preocupación por el medio ambiente
la superficie lo extraño, lo incalificable, lo inhabitable. y de una conciencia ecológica global, al crecimiento del turismo y a
La tercera imagen , que es la primera en el tiempo pero es la última en la subsiguiente necesidad de las regiones de preservar un sentido de
esta secuencia deliberadamente establecida de forma anti cronológica, identidad propia, y al impacto del crecimiento urbano masivo sobre
es la del proyecto de Mies van der Rohe para la Alexanderplat z en el las zonas rurales . Sin embargo, el paisaje también ofrece una serie de
concurso de 1928. connotaciones imaginativas y metafóricas, especialmente para mu-
Ninguna intención de ejemplificar la nueva ciudad. Ninguna hipó- chos arquitectos y urbanistas contemporáneos. Sin duda, las escue-
tesis que signifique la discontinuidad con la ciudad existente. Acción; las de arquitectura han adoptado el paisajismo en los últimos años,
producción de un acontecimiento en un territorio extraño; casual des- aun cuando hasta hace poco los arquitectos no eran capaces de (o no
pliegue de una propuesta particular que se superpone a lo ya existente; querían) dibujar ni siquiera un árbol, y mucho menos manifestar inte-
repetido vacío sobre el vacío de la ciudad; silencioso paisaje artificial rés por el terreno y el paisaje. No obstante, no se trata de un mero in-
tocando el tiempo histórico de la ciudad pero sin cancelarlo y sin imitar- terés por la vegetación, los movimientos del terreno y la planificación
lo. Flujo, fuerza, incorporación, independencia de las formas, expres ión del terreno, tal como vemos que se propugna actualmente en diversas
de las líneas que las atraviesan. Más allá del arte que desvela nuevas escuelas de diseño y de urbanismo, sino también de una profunda in-
libertades. Del nomadismo al erotismo. quietud por el alcance conceptual del paisaje, por su capacidad para
teorizar sobre emplazamientos, territorios, ecosistemas, redes e in-
fraestructuras, así como para organizar grandes zonas urbanas. En
concreto, los temas de organización, interacción dinámica, ecología y
técnica apuntan a un urbanismo emergente más flexible, más acorde
con la complejidad real de las ciudades y que ofrece una alternativa a
los rígidos mecanismos de la planificación centralista.
Las escuelas más destacadas de arquitectura del paisaje han en-
tendido tradicionalmente el ámbito del paisaje como un modelo para el
1
Véase: Steichen, Edward, The family of man (catálogo de la exposición homónima), Mu-
seum of Modern Art/Maco Magazine, Nueva York, 1955.
Corner, James, "Terra fluxus", en Waldheim, Charles (ed.), The landscape urbanism read-
2 Véase: Frank, Robert, The Americans, Groove Press, Nueva York, 1959 (versión castella- er, Princeton Architectural Press, Nueva York, 2006, págs. 21-32. Traducción de María
na: Los americanas, La Fábrica, Madrid, 2008). Jesús Rivas.

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urbanismo, adoptando técnicas organizativas a gran escala junto a las ras de transporte y el desarrollo productivo, cuyos efectos indeseables
de proyecto, expresión cultural y formación ecológica. Recientemente incluyen la congestión, contaminación y distintas formas de tensión
unos pocos arquitectos del paisaje se han despojado de las fronteras' social; mientras que el paisaje, en forma de parques, avenidas y calles
definidas por la profesión para ampliar sus técnicas a complejos ám- arboladas, zonas verdes y jardines se considera generalmente como un
bitos urbanísticos, programáticos e infraestructurales. Esto hace su- bálsamo y un alivio frente a los efectos perjudiciales de la urbanización.
poner que algunos elementos dentro de cada profesión enfocada al uno de los ejemplos más canónicos es, por supuesto, el Central Park de
diseño - arquitectura, arquitectura del paisaje, urbanismo y planifica- Nueva York, de Frederick Law Olmstead, un parque que pretendía aliviar
ción- se van acercando hacia una forma conjunta de trabajar en la que el inclemente tejido urbano de Manhattan, aunq ue el efecto cataliza-
el término 'paisaje' t iene una significación fundamental, como queda dor que ejerció sobre el desarrollo inmob iliario a su al rededor lo vincula
expresado en la formu lación landscape urbanism. ¿Cuál es la naturaleza más estrechamente con un modelo de urbanismo paisajístico . En este
exacta de esta práctica híbrida y cómo se modifican mutuamente los ejemplo, el paisaje gobierna el proceso de formación de la ciudad.
términos paisaje y urbanismo? Jens Jensen, exi liado danés y arquitecto paisajista en Chicago, arti-
Esta nueva connivencia entre disciplinas ya fue anticipada en el sim- culó este parecer cuando dijo: "El interés prioritario de los futuros urba-
posio y la exposición de 1997 t itulada Landscape urbanism, originalmen- nistas será construir ciudades orientadas a una vida saludable [...], no
te concebida y organizada por Charles Waldheim, y ha sido form ulada para obtener beneficio o especular, y con la ecología como parte impor-
posteriormente en diversas publicaciones.1 Se trata de una propuesta tante de su complejidad". 2 "Complejo" resulta un término importante
de refundición y unión de disciplinas, si bien se trata de una unidad que en este caso, y volveré a él; baste decir que para Jensen, como para
contiene (o mantiene) diferencias; diferencias en términos del conteni- Olrnsted, e incluso para Le Corbusier en su plan Voisin, este "complejo
do ideológico, programático y cultural de cada una de estas polé micas y verde" aparece en forma de parques y amplias zonas verdes, junto con
densas palabras: 'paisaje' y 'urbanismo'. la creencia de que este tipo de entornos aportarán a la ciudad más ur-
Evidentemente, gran parte del propósito intelectual de esta especie banidad, salud, equilibrio social y desarrollo económico.
de manifiesto es la total disolución de ambos términos en una única No obstante, más que por ser espacios estéticos y representat ivos,
palabra, un único fenómeno y una única práctica, y que, aun así, cada estos paisajes urbanos t radicionales destacan por su capacidad de ac-
término permanezca diferenciado, sugiriendo su necesaria, quizás ine- tuar como important es corredores y contenedores ecológicos : el siste-
vitable, individualidad. Lo mismo, pero diferente; intercambiables, pero ma hidrológico y de canalización de aguas de tormenta que existe bajo
nunca totalmente fundidos, como un nuevo híbrido dependie nte siem- la estructura en forma de collar de los Back Bay Fens de Boston, por
pre de los dos cromosomas x e y, incapaz de sacudirse de encima las ejemplo, o los pasillos verdes que se infiltran en Stuttgart y llevan el
distintas expresiones de sus progenitores. aire de la montaña hasta la ciudad, refrigerando y limpiando al mismo
Una síntesis dialéctica de este tipo es significativa, por la discre- tiempo. Con toda seguridad, este tipo de paisajes infraestructurales
pancia con los primeros intentos de hablar de entornos urbanos como seguirán siendo importantes para la salud y el bienestar general de las
paisajes, o con los intentos de situar el paisaje en la ciudad. La manera Poblaciones urbanas. Estos precedentes incorporan también alguno de
más tradicional de tratar el tema del paisaje y las ciudades se ha vis- los potenciales más importantes del urbanismo paisajístico: la capa-
to condicionada a través de la lente decimonónica de la diferencia Y la cidad de cambiar escalas, de situar tejidos urbanos en sus contextos
oposición. Desde esta perspectiva, las ciudades se han visto tomadas regionales y bióticos y de diseñar relaciones entre los procesos medio-
por la tecnología de la edificación de gran densidad, las infraestructu- ambientales dinámicos y la forma urbana.

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Buscar estos precedentes para intentar entender nuestra condición mentadas e infraestructuras, que se subdividen a su vez en technosca-
contemporánea encierra un desafío en su invocación de una imagen pes (tecnopaisajes), transportationscapes (paisajes del transporte), su-
cultural de "naturaleza", una imagen ligada demasiado firmemente al burbscapes (paisajes suburbanos) e incluso subcityscapes (paisajes de
paisaje. En los ejemplos mencionados anteriormente, la naturaleza suburbios): las franjas y arrabales periféricos que Gruen llama el "azote
está representada principalmente por un escenario bucólico suave- de la metrópolis". Por otro lado, para Gruen el paisaje también se refiere
mente ondulado, que generalmente se considera virtuoso, benéfico y al "entorno en que predomina la naturaleza", con lo que pretende decir
relajante, un antídoto moral y, al mismo tiempo, práctico contra lasco- que el paisaje no es el "entorno natural" per se, como sería la jungla
rrosivas cualidades medioambientales y sociales de la ciudad moderna. inexplorada, sino las zonas donde la ocupación humana ha conformado
Este paisaje es el "otro yo" de la ciudad, su complemento esencial pro- el terreno y sus procesos naturales de una forma profunda y recíproca.
veniente de una naturaleza que se aparta de, y excluye, los edificios, la Gruen cita como ejemplos las zonas agrícolas y rurales, invocando una
tecnología y las infraestructuras. imagen de armonía topográfica y ecológica impregnada de verde vege-
Un ejemplo más complejo y contradictorio es el del río Los Ángeles, tació n y cielo azul. Para Gruen, el cityscape y el landscape estuvieron
que discurre desde las montañas de Santa Susana hasta el centro de alguna vez claramente diferenciados, pero hoy en día la ciudad ha de-
la ciudad de Los Ángeles. El "río" es en realidad un canal de hormigón rribado lo que los separa para absorber y homogeneizar el paisaje a su
construido por el Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos como res- alrededor en una "operación relámpago tecnológica" y económica (los
puesta a la grave amenaza de inundaciones que plantean los deshielos diversos scapes ahora en conflicto y de ilimitada definición). 3
en primavera, junto con excedentes de agua de escorrentía provenien- Esta imagen de una cosa que supera a otra (con valores de compe-
tes de urbanizaciones vecinas . El canal está diseñado para optimizar la tencia vinculados a cada una, como el caso del paisaje que impregna la
eficiencia y la velocidad de descarga del agua. En este caso, sus defen- ciudad, o la ciudad que se expande hacia su Hinterland) recuerda a lapo-
sores perciben la "naturaleza" como una fuerza violenta y amenazado- lémi ca que rodeó al proyecto del parque de La Villete en París, cuando
ra, y con toda la razón. Por otro lado, arquitectos paisajistas, expertos muchos arquitectos paisajistas criticaron inicialmente la ausencia de
en medioambiente y diversos colectivos quieren convertir el canal en un "paisaje" en el diseño del parque, donde sólo aparecían los edificios o
corredor verde repleto de vegetación de ribera, bosques, cantos de pá- fo/lies. Más recientemente, los paisajistas han revisado su parecer, in-
jaros y pescadores; para ellos, la "naturaleza" se ha visto desfigurada sinuando que, tras una inspección más profunda, el paisaje aún en pro-
por el afán controlador de los ingenieros. En mi opinión, se trata de una ceso de crecimiento ha comenzado a imponerse sobre los edificios. Esta
misión con buenas intenciones pero insensata, y pone de manifiesto la opinión resulta muy reveladora, ya que -siguiendo a Jensen, Olmsted,
persistente oposición en la mente de todo el mundo. Le Corbusier, Gruen y sus contemporáneos, o por supuesto los diversos
Esta polémica se mueve en ambos sentidos. La discusión no se refie- grupos que protestan actualmente contra el río Los Ángeles- mantiene
re únicamente a la incorporación del paisaje a las ciudades, sino tam- como entidades separadas las categorías edificio-ciudad frente a zona
bién a la expansión de las ciudades hacia el paisaje circundante, fuente verde: de alguna manera las fo/lies de La Villete no se reconocen como
del ideal bucólico que se caracteriza por vastas tierras de labor, laderas parte del paisaje, exactamente igual que no se reconoce como elemento
boscosas y reservas naturales. En 1955 Víctor Gruen, el urbanista de paisajístico el canal fluvial de hormigón , ni siquiera aunque su función
megacentros comerciales, acuñó el término cityscape (paisaje de ciu- Paisajística sea únicamente hidrológica.
dad) en contraposición al landscape (paisaje de campo). El cityscape de Por otra parte, sabemos perfectamente que cada una de estas catego-
Gruen hace alusión al entorno construido de edificios, superficies pavi- rías -paisaje y urbanismo- pertenece a una profesión concreta o dis-

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o disciplina institucionalizada. Los arquitectos construyen edificios y, propuestas que los sistemas naturales se pueden enfrentar por sí solos
junto a ingenieros y urbanistas, proyectan ciudades; los arquitectos al formidable problema que representan los residuos y la contamina-
paisajistas construyen paisajes con movimientos de tierra, espacios ción, y con mayor eficacia que las modernas plantas tecnológicas? ¿Y
abiertos y plantaciones de vegetación. En el ánimo de muchos arq ui- creen realmente que poner en contacto a la gente con esta imagen ficti-
tectos paisajistas está implícita la indignación porque el parque de La cia denominada "naturaleza" predispondrá a todo el mundo a tener una
Villete no fuera diseñado por uno de ellos, sino por un arquitecto. De relación más respetuosa con el planeta y entre todos nosotros (como
modo similar, cuando un arquitecto paisajista gana hoy en día algún si trasladar a millones de personas desde las ciudades al campo fuera
concurso que los arquitectos creen que pertenece a su dominio, tam- mejorar la biodiversidad, el agua y la calidad del aire)?
bién se puede escuchar entre esa camarilla algún comentario más bien A principios del siglo xx sólo dieciséis ciudades en todo el mundo su-
cínico. De modo que actualmente persiste esta disociación categóri- peraban una población de más de un millón de habitantes; a finales del
ca y antagónica entre paisaje y urbanismo, no sólo a causa de una cla- siglo, más de quinientas ciudades superaban esa cifra, alardeando mu-
ra diferencia en las dimensiones materiales, técnicas e imaginativas/ chas de ellas de tener más de diez millones de habitantes y de estar en
moralizadoras, sino también porque existe una clasificación hiperp ro - continua expansión. El conjunto metropolitano de Los Ángeles tiene una
fesionalizada, una estructura que complica aún más las competitivas población habitual de aproximadamente trece millones y está previsto
relaciones de poder. que se duplique en los próximos veinticinco años. Dada la complejidad
Por ejemplo, según argumentan algunos, los arquitectos y urbanist as de la rápida urbanización de las ciudades, seguir oponiendo naturaleza
tienden a restringir el paisaje, o apropiárselo sólo en la medida en que y cultura, o paisaje y ciudad -y no sólo como opuestos absolutos, sino
enmarca y resalta la primacía de la forma urbana. El paisaje se emplea en forma de superpuestos complementarios y benéficos- es arries-
aquí como estética aburguesada o velo naturalizado. Por otra parte, re- garse a un fracaso total del ejercicio de la arquitectura y el urbanismo
sulta cada vez más frecuente que grandes corporaciones de ingenie- para realizar cualquier contribución auténtica e importante a las futu-
ría y promotoras construyan el mundo actual con tal rapidez, eficacia y ras formaciones urbanas.
provecho que el resto de disciplinas tradicionales de diseño (y no sólo Con este texto podemos empezar a imaginar hasta qué punto el con-
el paisajismo) están quedando marginadas como prácticas meramen- cepto de urbanismo paisajístico sugiere una práctica más prometedora,
te decorativas, literalmente despojadas del derecho a ocuparse de la radical y creativa que la definida por las rígidas categorizaciones dis-
creación de espacios. ciplinares. Es posible que la propia complejidad del metabolismo que
A la inversa, por supuesto, muchos arquitectos paisajistas alineados dirige las ciudades contemporáneas demande una refundición de sin-
con el ecologismo opinan que las ciudades resultan enormemente ne- gularidades profesionales e institucionales en un nuevo arte sintético,
gligentes respecto a la naturaleza. Aunque los logros de la recuperac ión una práctica espaciomaterial capaz de tender un puente entre escala y
y la regulación medioambiental son al mismo tiempo urgentes y admi- ámbito con conocimiento crítico e intensidad imaginativa.
rables, sigue siendo extremadamente complicado excluir de cualquier Por medio de la aportación de un resumen esquemático de este tipo
análisis ecológico el modelo y los procesos urbanos. Por otra parte, las de práctica, puedo esbozar cuatro temas provisionales: procesos a lo
propuestas denominadas "sostenibles", donde el urbanismo depende largo del tiempo, organización de superficies, método de trabajo o de
de ciertos metabolismos biorregionales, aunque adoptan la forma-l u- funcionamiento y, por último, lo imaginario. El primero de estos temas
gar de una especie de entorno semirrural, resultan con toda certeza in- trata de los procesos en el tiempo. El principio básico es que los pro-
genuas y contraproducentes. ¿Creen de verdad los defensores de estas cesos urbanísticos -acumulación de capital, desregulación, globaliza-

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ción, protecc ión medioambiental, etc.- son mucho más impo rtante Al conceptualizar un urbanismo más orgánico y fluido, la propia ecolo-
p.ara la configur_ación de las relaciones urbanas que las formas espa~ gía se convierte en una lente extremadamente útil a través de la cual ana-
c1ales del urbanismo en sí mismas. La idea moderna de que las estru _ lizar y proyectar futuros urbanos alternativos. Las lecciones de ecología
turas físicas nuevas traen aparejados nuevos modelos de socializaci~n han pretendido poner de manifiesto que toda la vida del planeta está
h~ l_le~ado a su fin, fracasando por su imento de contener la diversidad profundamente comprometida en relaciones dinámicas; es más, la com-
?1na~1ca de los.procesos urbanos dentro de un marco espacial rígido e plejidad de la interacción entre elementos dentro de los sistemas ecoló-
inflexible, que ni proporcionaba ni redirigía ninguno de los procesos que gicos es tal que los modelos lineales y mecanicistas han demostrado ser
lo recorren. El énfasis en el proceso urbanístico no implica la exclu sión notablemente inadecuados para describirlos. Por el contrario, el estudio
de la forma espacia l, sino que pretende más bien elaborar una interpre- de la ecología sugiere que los agentes individuales que actúan en un am-
tación dialéctica de cómo se relaciona con los procesos que la integran plio campo de operación producen efectos incrementales y acumulati-
la expresan y la preservan. ' vos que hacen evolucionar continuamente la configuración de un entorno
Todo esto sugiere trasladar la atención de las cualidades objetuales a lo largo del tiempo. Por tanto, la teoría ecologista pone de relieve las
del espacio (ya sea formales o aparentes) hacia los sistemas que condi- relaciones dinámicas y los organismos del proceso, acabando con una
cionan la distribución y la densidad de la forma urbana. Los diagramas 0 forma espacial concreta como mero estado de la cuestión provisional, en
mapas de campo que describen el juego de estas fuerzas son instrumen- camino de convertirse en otra cosa. En consecuencia, condiciones com-
tos especialmente útiles para fomentar un entendimiento de los aconte- plejas o aparentemente incoherentes que uno podría malinterpretar ini-
cimientos Y procesos urbanos. Por ejemplo, los diagramas de distribu- cialmente como aleatorias o caóticas pueden, de hecho, aparecer como
ción de población del geógrafo Walter Christaller, así como los diagramas entidades altamente estructuradas que integran una serie det erminada
de pautas de asentamiento regional del urbanista Ludwig Hilberseimer, de disposiciones geométricas y espaciales. En este sentido, las ciudades
presentan flujos y fuerzas relativas a la forma urbana. 4 e infraestructuras son exactamente como bosques y ríos "ecológicos".
David Harvey, geógrafo cultural, comparando el determinismo formal Desde la publicación en 1969 de la obra de lan McHarg Proyectar con
de la planificación urbana moderna con el auge más reciente del "n uevo la naturaleza,ª los arquitectos paisajistas se han ocupado especialmen-
urbanismo" neotradicional, ha dicho que ambos proyectos fracasan por te en desarrollar una serie de técnicas ecológicas para la urbanización
su presunción de que el orden espacial puede controlar la historia y el y proyecto de emplazamientos. Sin embargo, por una serie de razones,
proceso. Harvey argumenta que "la lucha", tanto para proyectistas como algunas ya reseñadas, la ecología se ha utilizado únicamente en el con-
para urbanistas, no radica únicamente en la forma espacial y la apa- texto de algo denominado el "entorno", que generalmente se ha consi-
riencia estética, sino también en el impulso de "procesos de producción derado "natural" y que excluye la ciudad. Incluso quienes han incluido la
espaciotemporal socialmente más justos, políticamente progresistas y ciudad en la ecuación ecológica lo han hecho sólo desde la perspectiva
ecológicamente sensatos", en lugar de la capitulación de dichos proce- de los sistemas naturales (hidrología, circulación del aire, conjuntos de
sos "impuesta por una acumulación incontrolada de capital respaldada vegetación, etc.). Todavía tenemos que entender que el entorno cultu-
por los privilegios de clase y las enormes desigualdades del poder políti- ral, social, político y económico está integrado en y es simétrico al mun-
coeconómico".5 Según Harvey, la cuestión es que la proyección de nuevas do "natural". La promesa del urbanismo paisajístico es el desarrollo de
posibilidades para futuros urbanismos se deba menos a una interpreta- una ecología espaciotemporal que trata con la totalidad de fuerzas y
ción de la forma y más a un entendimiento del proceso; es decir, de cómo agentes que actúan en el ámbito urbano y que las considera redes per-
funcionan las cosas en el espacio y el tiempo. manentes de interrelaciones.

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En este contexto, viene a la mente un modelo de este tipo de con- superficie entendida como infraestructura urbana; interpretación que
fluencia: el diagrama de circulación rodada de Filadelfia que Louis l. resulta evidente en el concepto de Rem Koolhaas del urbanismo estraté-
Kahn realizó en 1953. Kahn escribió sobre este proyecto: gico y enfocado hacia la "irrigación de territorios con potencial".ª A dife-
"Las vías rápidas son como ríos. Estos ríos delimitan la zona a la que rencia de la arquitectura, que consume el potencial de un emplazamiento
dan servicio. Los ríos tienen puertos. Los puertos son las torres muni- con el fin de proyectar, la infraestructura urbana siembra la semilla de la
cipales de aparcamiento; desde los puertos se ramifica un sistema de posibilidad futura, preparando el terreno tanto para la incertidumbre
canales que da servicio al interior; desde los canales se ramifican unas como para la esperanza; esta preparación de la superficie para una fu-
dársenas sin salida. Las dársenas sirven de vestíbulos de entrada a los tu ra asignación difiere del interés puramente formal en la simple cons-
edificios." 7 trucción de superficies; se trata de algo mucho más estratégico, que
Más tarde, en la propuesta de Kahn para el Market Street East, apa- prima los medios sobre los fines y la lógica de funcionamiento sobre el
reció un completo repertorio de "portalón de entrada", "viaductos" y diseño de composición.
"embalses" que hallaron una nueva expresión en el ámbito urbano como Por ejemplo, históricamente la cuadrícula ha demostrado ser una
figuras iconográficas iluminadas por la noche con luces de colores, per- operación de campo especialmente eficaz al desplegar sobre una vasta
mitiendo tanto la navegación como la regulación de velocidad. superficie un esquema que permite un desarrollo flexible y variable a lo
El diagrama de Kahn sugiere la necesidad de técnicas contemporá- largo del tiempo, como ocurre en la cuadrícula de propiedades y calles
neas de representación de las características fluidas y sujetas a pro- de Manhattan o en la parcelación de tierras en cuadrícula del Medio
cesos de la ciudad, donde se podría tener en consideración movilizar y Oeste estadounidense. En estos ejemplos, la superficie se caracteriza
redirigir la cadena completa de agentes, actores y fuerzas que actúan por un funcionamiento formal abstracto que le aporta especificidad y po-
a lo largo y ancho de un territorio determinado. Este trabajo debe con- tencial operativo; esta organización proporciona legibilidad y orden a la
templar necesariamente la ciudad en su conjunto como un ámbito vivo superficie, al tiempo que permite la autonomía e individualidad de cada
de procesos e intercambios a lo largo del tiempo, que permite que fuer- parte y deja abierta la posibilidad de permutaciones alternativas poste-
zas y relaciones nuevas preparen el terreno para distintas actividades riores. La cuadrícula organiza la superficie en órdenes e infraestructuras
y modelos de ocupación. La designación terra firma (firme, sin cambios; que permiten una amplia variedad de disposiciones, y pone de manifiesto
fija y permanente) da paso a los procesos cambiantes que recorren a su un urbanismo que esquiva la creación formal del objeto en aras del tra-
través el ámbito urbano: terra fluxus. bajo táctico de la coreografía, una coreografía ·de elementos y materia-
El segundo tema del proyecto de urbanismo paisajístico se ocupa del les, al tiempo que despliega nuevas redes, nuevas conexiones y nuevas
fenómeno de la superficie horizontal, el plano del suelo, el "campo" de oportunidades.
acción. Estas superficies constituyen el campo urbano entendido en Esta forma de entender la superficie subraya las trayectorias de pobla-
una amplia variedad de escalas, desde una acera o una calle a toda la ciones, demografías y grupos de interés cambiantes sobre la superficie ur-
matriz infraestructura! de la superficie urbana. El tema indica el interés bana; los vestigios de gente organizan provisionalmente un terreno de dis-
actual en la continuidad de la superficie, donde cubiertas y suelos se tintas maneras, en diferentes momentos y por diversos acontecimientos
convierten en la misma cosa; y ciertamente resulta valioso de cara a programáticos, aunque vinculando temporalmente una variedad de tales
conciliar diferencias entre paisaje y edificación (a este respecto se po- sucesos en torno al territorio más grande. Todo ello pretende crear un me-
drían recordar las colaboraciones entre Peter Eisenman y Laurie Olin). dio que no sea tanto un objeto "diseñado" como una ecología de diversos
No obstante, destacaría una segunda interpretación de la superficie: la sistemas y elementos que pongan en marcha una variada red de interac-

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ciones. En este caso, el urbanismo paisajístico es tanto instigador corno algunas más parecen formar parte de cualquier ejercicio significativo Y
acelerador, actuando en amplias superficies de potencial. El enfoque real de proyección urbana sintética. Sin embargo, hay una desesperan-
sencillo y convencional al mismo tiempo, ofrece a los habitantes un~ te falta de técnicas para tratar el auténtico alcance de estas cuestiones
variedad de configuraciones programáticas como el cambio de estacio- y sólo este asunto, me parece a mí, merece nuestra máxima atención e
nes, necesidades y deseos. El empuje de este trabajo no se dirige tanto investigación.
hacia la resolución formal como hacia los procesos públicos del diseño Por supuesto, todo ello nos conduce al cuarto tema del urban ismo
y la asignación futura. Interesado en una superficie que funcione a largo paisajístico: lo imaginario. Sen~illamente no ti~ne .ningún s~ntid~ tra~~r
plazo, éste es un tipo de urbanismo que anticipa el cambio, la flexibili- cualquiera de los temas anteriores só lo por s1 mismo. La 1mag1nac1on
dad de soluciones y la negociación. colectiva, informada y estimulada por las experiencias del mundo ma-
Todo esto lleva a su vez al tercer tema del urbanismo paisajístico: el terial debe seguir siendo la primera motivación para cualquier empeño
método de trabajo o funcionamiento. ¿Cómo se conceptualizan geogra- creativo. En muchos sentidos se podrían atribuir los defectos de la ur-
fías urbanas que funcionan con una gran variedad de escalas e implican banización en el siglo xx al absoluto empobrecimiento de la imaginac ión
a una multitud de actores? Es más, aparte de las cuestiones de repre- en cuanto a la racionalización optimizada de prácticas de desarrollo Y
sentación, ¿cómo se puede realmente actuar o llevar a efecto el trabajo acumulación de capital. Sin duda, el espacio público de la ciudad debe
del urbanista dadas las exigencias del desarrollo contemporáneo? No ser algo más que un mero regalo o compensación para esa actividad
faltan utopías de importancia fundamental, pero muy pocas han pasa- genérica denominada "esparcimiento". Los espacios públicos son en
do por el tablero de dibujo; resulta al mismo tiempo trágico e irónico primer lugar los recipientes de la memoria y del deseo colectivos, y en
que como proyectistas estemos todos interesados en última instancia segundo lugar represe;itan el espacio en que la imaginación social Y
en la densidad de la edificación, pero que muchos de quienes realmente geográfica invita a nuevas relaciones y escenarios de posibilidades. Ma-
lo ponen en práctica sólo lo hagan a través de las típicas técnicas poco terialidad, representación e imaginación no son mundos diferenciados;
imaginativas y críticas del diseño como profesión de servicio. Por otro gracias a la práctica de construcción de lugares, el cambio político debe
lado, parece ser que los visionarios son como siempre provocativos e tanto al ámbito simbólico y de representación como a las actividades
interesantes, pero sus utopías eluden constantemente el problema de materiales. Y, por tanto, parece que el urbanismo paisajístico resulta de
una estrategia operativa. principio a fin un proyecto imaginativo, un engrosamiento especulativo
La práctica del urbanismo paisajístico es capaz de ofrecer mucho del mundo de posibilidades.
más en cuestiones de representación. Yo creo que el urbanismo pai- Para concluir volvería a la paradójica diferenciación entre paisaje y
sajístico sugiere una reconsideración de las técnicas conceptuales urbanismo según la formulación que da lugar a este ensayo. Ninguno de
tradicionales, operativas y de representación. La posibilidad de hacer estos términos se funde totalmente con el otro. Creo que esta paradoja
enormes cambios de escala tanto en tiempo como en espacio, manejar no sólo resulta inevitable, sino que es necesario que se mantenga. Inde-
mapas sinópticos junto con las anotaciones privadas de carácter local, pendientemente de lo ambiciosas y de largo alcance que puedan ser las
comparar técnicas cinemáticas y coreográficas con la anotación espa- prácticas que anteriormente se han explicado, al final siempre seguirán
cial, introducir el espacio algebraico y digital del ordenador y, al mismo existiendo puertas, ventanas, jardines, corredores, manzanas y cafés
tiempo, estar jugando con pintura, arcilla y tinta y atraer promotores con leche. Existe una ineludible familiaridad con lo que caracteriza una
inmobiliarios e ingenieros junto con visionarios y poetas altamente es- experiencia urbana próspera. El defecto del anterior primitivo y las ini-
pecializados de la cultura contemporánea ... todas estas actividades y ciativas a escala regional fue la excesiva simplificación y la reducción

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, Véanse: Christatler, Walter, Central place theory, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, 1966;
de la espectacular riqueza de la vida física. Un buen proyectista debe y Hil berseimer, Ludwig, New regional pattern, P. Theobald, Ch1cago, 1949.
ser capaz de entretejer el diagrama y la estrategia con lo táctil y lo poé- s Harvey, David, The condition of post-m~derni.ty, Bl~ckwell, Cambridg~, 1990 (versión
tico. En otras palabras, la unión de paisaje y urbanismo promete nuevos castellana: La condición de la posmodern1~ad: 1nvest1goc16n sobre los origenes del cam-
proyectos sistémicos y relacionales en territorios de gran envergadura bio cultural, Amorrurtu editores, Buenos Aires, 1998).

y alcance, relacionando las partes con el todo; pero, al mismo tiempo, la a M Harg lan Design with noture, American Museum of Natural History, Garden City,

diferenciación entre paisaje y urbanismo reconoce un grado de materia- 1 95~ (ver~ión ~astellana, Proyectar con lo naturaleza, Editorial Gustavo Gilí, Barcelona,
2000).
lidad física, de privacidad y diferencia, que siempre está profundamen-
1 K hn Louis l., "Toward a plan for midtown Phi ladelphia", en Perspecta, 2, 1953, pág. 10
te arraigada en el campo o matriz más amplia. ( ªsió'n castellana: "Un plan para el centro de Fi lade lfia", en Latour, Alessand ra (ed.),
Al movilizar las nuevas ecologías de nuestras regiones metropoli - Lvoe:is /. Kohn. Escritos, conferencias y entrevistos, El Croquis Editorial, ~l Escorial, 2003,
pág. 34). Los planos y documentos de.proy.ecto se encuentran en la Lou 1s l. Kah n Collec-
tanas futuras, el urbanista de paisajes de mentalidad crítica no puede tion, Architectural Arc hives of the Univers1ty of Pennsylvan1a.
permitirse olvidar la naturaleza dialéctica de ser y llegar a ser, de dife-
s Koolhaas, Rem, "Whatever happened to urbanism ", en Koolhaas , Rem y Mau, Bruce, S,
rencias al mismo tiempo permanentes y transitorias. El juego lleno de M, L, XL, Monacelli, Nueva York, 1995, pág. 969.
lirismo entre el néctar y la sacarina, entre el canto de un pájaro y los
Beastie Boys, entre las crecidas de la primavera y el goteo de un grifo,
entre montes recubiertos de musgo y superficies de asfalto ardiente,
entre espacios acotados y reservas salvajes, y entre todos los aconte-
cimientos y materias que tienen lugar en zonas y momentos muy favo-
rables, es precisamente la fuente siempre diversa de la creatividad y el
enriquecimiento humanos. No puedo pensar en una razón de ser mejor
que ésta para persistir en el progreso del urbanismo paisajístico.

1
Simposio y exposición Londscope urbanism, abril de 1997, Graham Foundation, Chicago.
Véanse también, por ejemplo, mis trabajos en: Daskalakis, Georgia; Waldheim, Charles y
Young Ja son (eds.), Stolking Detroit, Actar, Barcelona, 2001; Mostafavi, Moshen y Najle,
Ciro (eds.), Londscope urbanism: A manual for the mochinic londscope, Architectural As-
sociation Publications, Londres, 2003; y Shane, David Grahame, Recombinont urbonism,
John Wiley, Londres, 2005.
2
Jensen, Jens, Siftings, Johns Hopkins University Press, Baltimore, 1990. Sobre la obra
y la vida de Jensen, véase Grese, Robert E., Jens Jensen: Moker of Natural Porks and
gordens, Johns Hopkins University Press, Baltimore, 1992.

' Gruen, Víctor, The heart of our cities: The urbon crisis, diagnosis and cure, Simon and
Schuster, Nueva York, 1964; Centers for the urban environment. Survival of the cities, Van
Nostrand Reinhold, Nueva York, 1973.

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