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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

Facultad de Psicología

Apellidos y nombres: Silva Trujillo, Raysa Tany


Curso: Modificación y terapia del comportamiento.
Docente: Lic. Armando Martínez.
Año: 5º año.
Aula: “C”
Año:

2018
CASO CLINICO
Diagnóstico psiquiátrico: Trastorno Límite de la Personalidad y Depresión moderada.

V.P. es una adolescente de 14 años que se mudó, desde los 7, a Comas tras la separación de
sus padres; decidiéndose que estaría bajo tutela de su madre. En ese tiempo, aparentemente
era una niña con un patrón comportamental adaptativo. Su madre refiere que cumplía con sus
tareas escolares y no presentaba problemas de conducta. “Era una niña tranquila y estudiosa,
aunque no le gustaban las reuniones.”, aseguró. Cuando V.P. inició la secundaria, en el
presente año, conoció a un compañero de aula con el que compartía intereses similares entre
los cuales se hallaba su gusto por las series detectivescas como CSI. V.P. reconoce que cuando
conocía a alguien que le agradaba, idealizaba a esa persona. Asevera: “Yo no podía tener
amigos, solo mejores amigos y para siempre”. Por consiguiente, en poco tiempo, catalogó a
este adolescente de esa manera. Un día, en medio de una conversación de chat, V.P. le contó
un secreto, que ella se golpeaba la cabeza desde hace tres años cuando se sentía frustrada al
equivocarse en las tareas académicas. Tras ello, su amigo le contestó que la apoyaría en todo
momento. En la medida en que el tiempo transcurría, las conductas autodestructivas de V.P. se
convirtieron en el tema principal de las conversaciones; por lo cual, aparentemente su amigo
empezó a disminuir la comunicación con ella. Los inconvenientes mayores se propiciaron
cuando dicho amigo comenzó a interactuar con otras compañeras; a lo cual V.P. era muy
intolerante. Percibía ello como un acto de traición y abandono. Hasta que a través de las redes
sociales, se enteró de que acababa de principiar una relación amorosa. Por tal motivo, en los
días sucesivos, V.P. experimentaba recurrentes episodios de llanto, tristeza (9/10) y ansiedad
(10/10), acompañadas de arcadas. Así como también constantes deseos de morir,
considerando el suicidio y cómo llevarlo a cabo en un promedio de cuatro veces al día. Hubo
oportunidades en las que lloraba toda la noche y no conciliaba el sueño. Asimismo, cuando
sentía ira, practicaba el cutting en sus brazos con una cuchilla o con algún objeto
punzocortante que estuviera a su alcance como una tableta de pastillas. Según afirma, no lo
realizaba con la finalidad de matarse sino de castigarse por no ser “lo suficientemente
especial” para conservar a su amigo; pensando que era “mala”. La consecuencia era un alivio
temporal del mencionado estado emocional. Por otra parte, su rendimiento escolar decreció.
Solía ser una estudiante con calificaciones excelentes; no obstante, desaprobaba. Si asistía a
clases, se retiraba del aula en varias oportunidades o se ausentaba de las mismas sin que su
madre se enterara. Su cuadro sobrepasó los límites cuando le envió una carta a su amigo
dónde se podía leer “Te necesito” y estaba escrito con su sangre. Lo cual provocó un
distanciamiento definitivo entre ambos. Durante ese período, debido a que la madre de V.P.
trabaja casi todo el día; no se percató del problema. Sin embargo, su alarma se originó cuando
la detuvo cogiéndole el brazo para entregarle el dinero de su merienda ya que V.P. no la
escuchó. La adolescente reaccionó adolorida. La madre sospechó y la obligó a enseñarle el
brazo. Tras un forcejeo, le remangó la casaca y advirtió que tenía muchos cortes sin cicatrizar.
Le exigió explicaciones, pero las respuestas de V.P. fueron progresivamente agresivas;
gritándole a su mamá que la dejara en paz. Su madre optó por faltar a su trabajo y conducirla
al centro de salud más cercano. El psiquiatra señaló que su repertorio conductual se coincidía
con el diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad. Más adelante, V.P. confesó que ese
día en que discutió con su madre, planeaba buscar a su amigo e insinuarle que se suicidaría por
su culpa. Para tal efecto, cargaba en su mochila varias tabletas de antidepresivos que había
descubierto en el cajón de su mamá. Agregó que iba a ingerirlas junto con alcohol. Por otra
parte, admitió haber desechado la comida que su mamá le daba en muchas oportunidades
pues: “Deseaba matarme por dentro”.
Diagnóstico psicológico
a. Exceso:
-Llanto.
-Ira.
-Arcadas.
-Pensamientos de desvalorización como: “No soy suficientemente especial”.
-Pensamientos dicotómicos como: “Soy mala”.
-Ideación suicida.
-Cutting.
-Sentimientos de frustración.
b. Debilitamiento:
-Ir al colegio y permanecer en clases.
-Buen rendimiento escolar (notas académicas aprobatorias).
-Ingesta de alimentos mínimo tres veces al día.
-Horas de sueño de un promedio de ocho horas.
-Interacción con sus pares.
-Comunicación con la madre.
c. Déficit:
-Pensamientos autovalorativos.
-Conductas de relajación frente a episodios de llanto, ira y/o de ansiedad.

Objetivos de Intervención:
a. Exceso:
-Disminuir a términos funcionales los episodios de llanto, así como también su
intensidad.
-Aminorar a términos funcionales los episodios de ira, así como también su intensidad.
-Disminuir a términos funcionales los episodios de arcadas, así como también su
intensidad.
- Disminuir a términos funcionales la frecuencia de pensamientos de desvalorización.
-Disminuir a términos funcionales la frecuencia de pensamientos dicotómicos.
- Disminuir y extinguir los episodios de ideación suicida.
- Disminuir la frecuencia y extinguir las conductas de cutting.
- Disminuir a términos funcionales los sentimientos de frustración.
b. Debilitamiento:
- Incrementar y mantener la conducta de ir al colegio y permanecer en clases.
-Incrementar y mantener el buen rendimiento escolar de acuerdo a su capacidad
intelectual.
-Incrementar y mantener la ingesta de alimentos, mínimo tres veces al día.
- Aumentar y mantener las horas de sueño, de modo que sean en promedio, ocho
horas al día como mínimo.
- Incrementar y mantener las conductas de interacción con sus pares en el aula.
- Aumentar y mantener la comunicación con la madre.
c. Déficit:
-Enseñar, acrecentar y mantener la aparición de pensamientos autovalorativos y
realistas. Por ejemplo, “Tengo defectos, pero también virtudes”.
- Enseñar, incrementar y mantener conductas de relajación frente a episodios de
llanto, ira y/o de ansiedad.

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