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SETECA

Escatología
Dr. David Suazo J.

APOCALÍPTICA JUDÍA

Introducción

Para muchos teólogos contemporáneos, la apocalíptica que aparece en el Nuevo


Testamento es producto del desarrollo teológico de los judíos en la diáspora. Muchos dicen
que los judíos elaboraron la esperanza mesiánica en tiempos de la cautividad babilónica. Ya
se ha estudiado antes que la esperanza mesiánica aparece en al Antiguo Testamento desde
muy temprano, prácticamente desde el Génesis. Sin embargo, vale la pena estudiar lo que se
dice de la esperanza mesiánica en el período intertestamentario.

Es cierto que los judíos elaboraron teológicamente este tema durante esta época, pero
también es cierto que ellos lo hicieron basados en lo que el Antiguo Testamento ya contenía.
Se verá una descripción general de la apocalíptica judía en el período intertestamentario, sus
orígenes, y lo que dice la literatura rabínica, los libros post-canónicos y los rollos del Mar
Muerto tocante a la esperanza mesiánica.

1. Orígenes

El surgimiento de la apocalíptica, según John Bright (The Kingdom of God,


New York: Abingdon Press, 1953) fue después del cautiverio babilónico. La
liberación de la nación judía despertó grandes esperanzas para sus miembros de que
"la nueva era" estaba por establecerse. El reino de Dios estaba a las puertas. El
decreto de Ciro alimentó esa esperanza. Sin embargo, hubo motivos de gran
desilusión. No todos los judíos se mostraron entusiastas por regresar a Palestina. Ya
habían levantado familia en Babilonia. Tenían allí sus medios de subsistencia, y se
sentían seguros económicamente, como para arriesgarse a una nueva aventura que
implicaba ir a establecerse en una tierra devastada. Además, la moral de la
comunidad en Jerusalén, formada por lo que sí regresaron, era bastante baja, como lo
demuestran las acusaciones de Hageo y Nehemías.

Por otra parte, había el peligro de que el pueblo judío en Jerusalén se dejase
absorber por los pueblos vecinos y perdiese su identidad. Parece que el pueblo había
perdido su visión de cumplir con su tarea misionera. En conclusión, para estos judíos
el reino de Dios no se aproximaba. Israel se replegó a sí mismo, marginándose de las
otras naciones. De esa cuenta que "el reino de Dios", según Bright, encontró otras
maneras de expresarse. Esto se hizo particularmente en atención a la obediencia a la
Ley, y ante la gran expectación de la venida del fin, surgió la apocalíptica.

En opinión de Bright, después del exilio babilónico se dejó a un lado la


profecía del Antiguo Testamento y se le dio gran importancia a la apocalíptica. En
ella encontró expresión la fe de Israel en el venidero reino de Dios. La apocalíptica
gozó de gran popularidad entre el siglo segundo a. de C. y el siglo primero d. C..
Bright ve la apocalíptica no como un género literario completamente nuevo, sino
como el fruto de la profecía del Antiguo Testamento, la cual tuvo siempre una
orientación escatológica: la convicción de que Dios realiza su propósito den la
historia. Contemplaba "las últimas cosas". A la vez Bright señala que los profetas le
daban énfasis al presente--denuncia de pecados, exhortación al arrepentimiento,
anuncio del juicio--; pero en los profetas postreros hay un viraje del presente al futuro,
del acontecimiento histórico al evento escatológico, con énfasis muy grande en el
drama escatológico. "La apocalíptica es así tanto la intensificación como el
refinamiento de la fe histórica de Israel en el triunfo del reino de Dios".

Bright evalúa la apocalíptica judía de la siguiente manera: 1) negativamente:


Bright dice que la apocalíptica llegó a ser en su expresión extremada "la patología del
judaísmo": "investigando siempre las señales de los tiempos, las señales del fin,
dibujando diagramas, por así decirlo, en cuanto a cómo vendría el fin, se movía en un
mundo de sueños e esperaba que el reino viniera en cualquier momento en las nubes
y en gloria". Se trataba de un pensamiento pesimista, carente de compasión.

2) positivamente: Es expresión de fe: Dios es soberano en la historia. Su


Reino viene. En este sentido es optimista. Además, hay también la convicción de
que el Reino de Dios no es creación del hombre. "Nosotros no podemos tomar el
Reino por la mano e introducirlo, sólo Dios puede hacerlo… El pueblo de Dios es
convocado al Reino en la lucha cósmica. Pero este pueblo no puede producir el Reino
por medio de su propia actividad". NB: Bright clasifica al libro de Daniel dentro de
esta clase de apocalíptica.
2. La esperanza mesiánica en el período intertestamentario

2.1 Descripción general

Según Von Rad, con el fracaso de las esperanzas mesiánicas durante


el exilio y después del exilio, las voces mesiánicas llegaron a ser raras;
escasamente se oyen en la literatura post-canónica; y reaparecieron solamente
en el período que precedió muy de cerca al Nuevo Testamento (Theological
Dictionary of the New Testament, I, 567.)

Por su parte, John McKenzie, en el Comentario de San Jerónimo


afirma que "la expectación era muy común en el judaísmo a finales de la época
intertestamentaria, hasta el punto de que podríamos calificarla de esperanza
nacional. Sin embargo, no todos los judíos esperaban al Mesías. Durante el
siglo primero a de C. muchos de ellos habían perdido la fe en la dinastía
davídica, la cual había dejado de gobernar hacía quinientos años. Hay libros
judíos de época tardía que abordan la cuestión escatológica sin tan siquiera
mencionar al Mesías. Más aún, los que esperaban al Mesías no limitaban a él
sus esperanzas.

Frecuentemente la esperanza mesiánica iba acompañada de otras


esperanzas. En Qumran, los miembros de aquella secta aguardaban la llegada
del Profeta, del Mesías davídico y del Sacerdote Ungido. Ninguna obra
precristiana describe un Mesías paciente… La verdad es que el concepto judío
de Mesías hubo de sufrir considerables modificaciones antes de que pudiera
ser aplicado a Jesús; de ahí la renuencia de Jesús a aceptar este título sin más
qualificación (V, 43).

2.2 Literatura rabínica

2.2.1 Kuhn, en el Theological Dictionary of the New Testament (I, 571-74),


señala que los rabinos usaban el término "reino de los cielos" para evitar el
uso del nombre divino Yaweh.

a. El reino tiene un significado presente


La expresión "tomar el yugo del reino" significaba
adherirse al monoteísmo judaico, a la obediencia a la Ley
(Torah). Se trata del Reino como autoridad divina, en forma
presente. Entra aquí el factor de la decisión personal: aceptar
o rechazar el yugo del reino de Dios.

b. El aspecto futuro del reino


Los Tárgumes hablan del "fin de la edad". Es el
concepto escatológico del reino de los cielos. Bajo este
aspecto había rabinos que le daban gran importancia a las
prerrogativas del pueblo de Israel: la nacionalidad determina
la posición del hombre delante de Dios. Otros rabinos no
creían que la nacionalidad fuese el factor determinante. Cada
individuo tiene que hacer su decisión ante el reino de Dios.
Estas dos posiciones se hallan en el judaísmo tardío.

Reconoce Kuhn que existía la esperanza de la venida


del Mesías rey, quien restablecería la monarquía israelita el
todo el esplendor del idealizado reino davídico; aunque no
todos mantenían esta esperanza en la misma forma. Esta es la
esperanza para el fin de la presente era. La venida del Mesías
precede al esjaton, según el pensamiento judaico.

2.2.2 Bauer (Diccionario de Teología Bíblica) y Schnnackenburg (Reino y


Reinado de Dios)

Estos autores indican que los rabinos creían en el reino de Dios


actualmente oculto, pero que se revela en el futuro. Schnnackenburg
habla también de la esperanza "nacional mesiánica" y la "cósmico
escatológica" (pag. 51). Dice Bauer: "se espera un mundo
completamente nuevo que termine y transforme la actual situación
terrena, y se ve venir del cielo el reino futuro, por una maravillosa
intervención de Dios tras durísimas tribulaciones".

2.3 Judaísmo helénico

Schmidt en el Theological Dictionary of the New Testament, ve que en


la literatura judaica helénica, basileía (basileiva) llega a significar el reino de
la sabiduría. Se nota una fuerte influencia del concepto de sabiduría, o de la
búsqueda de la sabiduría en esta época. Hay un sentido ético del término
basileía en que el sabio es el rey. El que tiene la sabiduría es el que tiene la
autoridad. Se da como ejemplo el caso de Filón de Alejandría. Se dice que
Filón no le da magnitud escatológica al término basileía. Este concepto
pertenece a la moral, a la doctrina moral. Tampoco Josefo le da tal
significado. Parece rehuir el uso de basileía en el sentido mesiánico
escatológico.

2.4 Literatura judaica post-canónica

Aunque esta literatura puede incluirse en el apartado anterior, merece


consideración especial. En los libros apócrifos de la LXX se sigue en general
el patrón del Antiguo Testamento en cuanto al tema del reino de Dios. Cuando
no hay equivalente hebreo se puede detectar la influencia helénica. Por
ejemplo, la LXX puede identificar la basileía con las cuatro virtudes
cardinales ( 4 Mac. 2:23). En Sabiduría 6:20 se dice que "el deseo de sabiduría
nos lleva al reino". Este cambio del significado escatológico al ético, en
armonía con la filosofía popular, se completa con Filón (Brown).
Véanse Tobías 14:4-7; Judit 16:17; Eclesiástico 36; 45; 47:11;
Sabiduría 3:6-8; 5:18-20; 6:4, 20; 10:10; Baruc 5; en cuanto a libros
deuterocanónicos del Antiguo Testamento (incluidos en la Biblia Católica).
Hay otros libros post-canónicos, no incluidos en la Biblia católica. Por
ejemplo Enoc, La Asunción de Moisés, Cuarto Esdras y otros.

Se habla fuera de toda duda que la literatura post-canónica incluye la


esperanza mesiánica. En realidad el apocalipticismo floreció en gran manera
en el tiempo que precedió inmediatamente a la venida de Cristo al mundo.
Había énfasis en números, en cronología. En cuadro general es de expectativa
de un cumplimiento literal de la promesa mesiánica.

2.5 Los rollos del Mar Muerto

2.5.1 Descripción general

Hay documentos entre los rollos del Mar Muerto que tratan
especialmente del final de la presente era, por ejemplo, "La Guerra de
los Hijos de Luz contra los hijos de las tinieblas", "Manual de
disciplina para la futura congregación de Israel", "El Juicio Venidero".
También pueden incluirse El documento zadoquita (aquí el énfasis
está en el remanente de Israel), El Salmo de Gratitud (o Libro de
Cánticos).

El grupo de Qumram era una comunidad de esenios que


vivían cerca del Mar Muerto entre los años 125 A. de C. y 68 D. de
C. Un autor cree que huyeron al desierto no solamente para evitar el
contacto con el mundo, sino también porque había la idea muy
generalizada de que un gran ciclo histórico estaba por finalizar. Esto
lleva a pensar que creían en una historia cíclica no lineal, es decir, una
constante repetición de la historia. Los de la secta de Qumram quieren
estar cerca de Dios, en preparación para los grandes eventos del final
de un ciclo y el comienzo de otro. A esta época se le llama "crisis
cíclica". También los esenios tenías la idea de ser los electos de
Yaweh y el que renovaría el pacto con ellos.

2.5.2 Los documentos hablan del "fin de la edad"

Se esperaba una gran conflagración. Theodore H. Gaster, en


The Dead Sea Scriptures, dice que los judíos tenían esa idea; por
ejemplo, en el libro tercero de Los Oráculos Sibilinos, una
compilación hecha por el año 140 a. de C. Aun entre los gentiles
existía tal idea (Zenón y los estoicos) y dominaba al mundo romano
oriental en el primer siglo antes de Cristo hasta el tercer siglo de
nuestra era.
2.5.3 Los documentos también se refieren a la renovación de todas las cosas

Esta idea se puede encontrar en "Himnos XI, 13 y sig. XIII, 11-


12. El Libro de los Jubileos de los judíos también habla de la
renovación del mundo después de siete milenios (1:29); mientras que
el concepto de renovación periódica era una doctrina favorita de los
neo-pitagóricos y gozaba de gran favor en la sociedad romana del siglo
II antes de Cristo.

2.5.4 El mundo en sujeción a Belial

Se habla que el mundo está en sujeción a Belial, pero que éste


será derrotado ("Guerra entre los hijos de luz y los hijos de las
tinieblas"). Oráculos Sibilinos II, 165 habla de una guerra
apocalíptica. También se ve esto en Cánticos, III, 29 y sigs.; 35-36;
34-35.

2.5.5 Se habla de tribulación

En Documento Zadoquita y en "la Guerra entre los hijos de luz


y los hijos de tinieblas" se dice que habrá un tiempo de tribulación
para el pueblo redimido por el Señor. A este tiempo de conflagración
mesiánica que precede a la edad dorada, se le llama en el Talmud "Los
dolores de parto del Mesías".

2.5.6 La era final se llama en Qumram "La edad de Gracia" o favor (Cánticos
IV, 15; frag. IX, 8).

2.5.7 Los Himnos o Cánticos VII, 24 declaran que la luz de Dios brillará
siete veces más fuerte. Esta idea se encuentra en Isa. 60:19. Según el
Talmud, la luz del sol mesiánico será siete veces más fuerte que la natural.

2.5.8 Hay referencia a que el Nuevo Pacto se cumplirá con los fieles al final
de esta era.

2.5.9 También se menciona que hay un remanente (Documento Zadoquita


V, 17- VII, 11).

2.5.10 El maestro de justicia es personaje relevante en los rollos del Mar


Muerto.

2.5.11 El Mesías

Según Gaster el Mesías no es un personaje escatológico. Se


discute entre los eruditos sobre la posible creencia de la secta de
Qumram en dos Mesías: uno sacerdotal o aarónico y el otro davídico.
William Sanford La Sor concluye: "(1) Creían en cierto tipo de
Mesías. (2) El Mesías es davídico. (3) No se haya bien establecido que
creyesen en un Mesías "aarónico", a quien estaría supeditado el Mesías
davídico. (4) Ausencia del concepto apocalíptico de "Hijo del
hombre" en la literatura de Qumram. En este respecto la literatura de
Qumram está más cerca del judaísmo normativo que a las sectas
judaicas.

2.5.12 El reino

En cuanto al reino literal, geopolítico en esta Tierra, basta


recordar la tendencia ascética de la secta de Qumram, los esenios.
Hablan del fin de la edad, del juicio venidero, y aun de los justos y su
herencia, ellos heredarán la tierra, pero no se extienden a hablar de un
reino terrenal, aparentemente (La Sor, pág. 282).

Conclusión

El desarrollo de conceptos e ideas apocalípticas en el período intertestamentario entre


los judíos es de vital importancia para entender luego lo que pasa en tiempos del ministerio
terrenal de Jesús. Como se ha podido observar, hay varias tendencias, varias escuelas y varias
ideas, pero todas ellas coinciden en darle importancia a los eventos del futuro. Aunque existía
una esperanza mesiánica bien marcada entre los judíos durante estos siglos, la verdad es que
ésta se había apartado un tanto de lo que el Antiguo Testamento enseñaba. Cuando Juan el
Bautista hace su aparición en la escena judía rompe en parte con las creencias judaicas
tradicionales y populares.

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