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PEDAGOGÍE PE,IT¡INISTA:
UNA PROPUESTA
EL SUEÑO Y TA PRÁCTICA DE SÍ.
PEDAGOCTR TPVINISTA:
UNA PROPUESTA
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IE
CENTRO DE ESTUDIOS SOCIOLÓCTCOS
-PROGRAMA INTERDISCIPLINARIO DE ESTUDIOS DE LA MUJER EL coLEGro DE vrÉxrco
305.42
Och164s
Ochoa, Luz Maceira
El sueio y la práctie de sí. Pedagogía feminista : una propuesta / Luz Macei-
ra Ochoa. -- la. ed. - México, D.F. : El Colegio de México, Centro de Estudios
Sociológicos, Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer, 2008.
3O4 p. ;22 cm INDICE
ISBN 978-968-1 2-1388-6 Prólogo t1
1. Feminismo y Educación. 2. Mujeres -- Educación. L t.
Introducción t5
Í71
8 ÍNDICE GENERAL INDICE GENERAL 9
cer y debatir la pedagogía propuesra, sin caer en dogmatismos. En repetidas Desde esta síntesis de una educación popular proPiamente feminista, Ma-
ocasiones nos advierte: ceira Ochoa nos brinda los elementos de una pedagogía feminista, es decir, el
horizonte éricoy las bases teóricas que "definen un referente Particular Para la
El desafío estriba en elaborar un planteamiento pedagógico feminista como se ha acción pedagógica." Las dimensiones claves que resalta Maceira Ochoa son la
venido entendiendo, en té¡minos amplios y cuya caracte¡ística sea la facilidad de subjetividad y el cuerpo. Aunque para algunos el énfasis educativo en la subje-
t¡aducirse en significados múltiples, en ¡einvenciones nuevas y particulares, que tividad puede resultar una obviedad, una redundancia Pues todo acto educati-
responda a esa necesidad que las educadoras feministas están planreando y que el vo puede considerarse una intervención subjetiva, nuestra autora demuestra
propio avance del Feminismo supone. cómo la subjetividad de la pedagogía feminista se vincula precisamente con el
sueño, la emoción y el deseo, en fin, todo lo relacionado con la corporalidad
En esto estriba el genio de la propuesta de pedagogía feminista de Macei- de las mujeres y no sólo su proceso cognitivo. De ahí que el cuerpo es "un
ra Ochoa. Es lo concreto vuelto pedagógico para desenvolverse nuevamente en punto de partida particular", no solamente Para las actividades educativas,
experiencia concreta. sino para la pedagogía que las fundamenta.
Maceira Ochoa reconoce y valora las raíces de muchos de estos esfuerzos Igual de importante es el concepto de "mediación pedagógica" que em-
de educación feminista en el concepto más amplio de la educación popular, un plea Maceira Ochoa para entender como
concepto cuyos planteamientos metodológicos son principalmente
[...] en los proyectos educativos feministas revisados generalmente no se separa el
trabajo colectivo y múltiples técnicas didácticas dialógicas y participativas. dan conducir en otros espacios la reflexión y se Presta atención a las implicaciones
personales (para cada educanda) de esa reflexión; o al tiempo que se experimenta
Lo que intenta Maceira Ochoa es parrir de este concepro de educación una situación se reflexiona sobre ella, se Procura la apropiación vivencial y teórica
popular y darle forma específica feminista. Según las experiencias y materiales de ésta para generar un aprendizaje y se habilita a las educandas para ponerlo en
de las organizaciones que revisó, la educación popular feminista enfatiza práctica.
[...] elementos de naturaleza simbólica, subjetiva y afectiva [...] (rompe) el aisla- Claro está, la mediación pedagógica, por la cual las educadoras feministas
miento y silencio de las mujeres [...] y (e.tfoca) la comprensión de las causas de logran combinar la acción y la reflexión también cuenta con ciertas "operacio-
los prejuicios, mitos y condiciones de subordinación de las mujeres. nes" específicas. Maceira Ochoa las identifica y las enumera: "decoñstrucción-
construcción, concientización, práctica, expresión, e identificación de la seme-
En el plano metodológico de esta educación nuestra autora jatza y la diferencia." Tales operaciones lógicas de acción o una
observa que
-"¿ssis¡s5,
serie de actividades estructuradas"- 5irvs¡ como "recursos que detonan la apro-
ximación a los objetos educativos, el desarrollo de habilidades y la elaboración
[...] demandalavaloración del aspecto lúdico, el uso de técnicas variadas, la
se de conocimientos." De esta manera, y para nuestro beneficio, Maceira Ochoa
validación del aprendizaje en la práctica, la búsqueda de aprendizajes significati- nos cataloga y nos ilumina las bases implícitas de una pedagogía feminista.
vos, la legitimación de saberes propios y diversos, y la asunción de la relación Finalmente, solo me queda recalcar el marco socio-político amplísimo que
dialéctica entre pensamiento y acción. este libro ofrece para situar cualquier esfuerzo de educación feminista. Se trata
de plantear en primer plano la democracia y la construcción de una ciudadanía
Ya con estas citas del propio texto el lector podrá apreciar su trabajo for- activa, consciente, e incluyente. Una pedagogía feminista, nos da a entender
midable de síntesis y de conceptualización. nuestra autora, finca las bases de una resistencia a la democracia meramente
16 TNTRODUCCIóN rNrtoouccróN 17
prometidas con la transformación de Ia actual sociedad sexista, inequitativa, fundamentalmente en el a6o 2004, buscando enronces fuenres diversas, biblio-
restrictiva, discriminadora, excluyente, dominante. grafía, y sobre todo entrevistando a educadoras feministas que compartieran sus
En este tenor me parece importante reafirmar el senrido práctico y el sig- saberes. Asimismo se enriqueció con la retroalimentación de algunas personas
nificado de una teoría cuando, como es en este caso, ésta se enraíza en la lucha que discutieron conmigo los hallazgos centrales. De este proceso resultó un tra-
feminista cotidiana, en el quehacer educativo de meses y años, en la experien- bajo integrado que algunos años después he tenido oportunidad de completar y
cia del trabajo a cuenra goras y codo a codo enrre mujeres de lo más diversas enriquecer para su publicación. Esta revisión ha supuesto en sí misma otra etapa
para lograr un mundo mejo¡ en la intención de ser útil para mejorar esa lucha de investigación documental, de di:íIogo con algunas orras interesadas en la
feminista que se desarrolla en las prácticas educativas. Así, la teoría sirve para propuesta, y de análisis, para identificar la vigencia de lo escrito con anreriori-
entender, para caminar, para promover ideas y procesos, para pensar. Lo últi- dad, incluir nuevos temas, y afinar algunas de las ideas, no sin saber que este es
mo que pretendería es pugnar por la construcción de una pedagogía para de- un esfuerzo sinfín pues atañe a un debate en construcción y a un proceso de in-
rivar en un discurso acabado, fijo y universalista que pretenda imponer expli- dagación permanente.
caciones y soluciones generalizables, sino que apuesro por la posibilidad de Esta ultima etapa de recuperación de información me ha permitido reafir-
una pedagogía que sirva de orientación estratégica y esfuerzo conjunto, arricu- mar las propuestas, inquietudes, preguntas y aproximaciones para la construcción
lado, y definido a múltiples ensayos e iniciativas particulares de las que parte, de la pedagogía feminista contenidas en esre documenro.
que se ocupe de la reflexión y de la práctica, o es mejor decirlo en plural, de las Se observa que en los años recientes la elaboración y difusión de artículos,
muchas reflexiones y de las prácticas que generan procesos educativos tendien- revistas, libros, y programas formativos dedicados al tema de educación y gé-
tes a lograr cambios desde una óptica femrnrsta. nero ha crecido, pero sigue siendo predominante la atención a temáticas aco-
Este trabajo resulta de la suma de muchas de esas experiencias y luchas tadas, y a los fenómenos y problemas en el sistema escolarizado, que desde hace
pues investigué lavprácticas educarivas feministas que se desarrollan en algu- ya varios años ha sido el ámbito prioritario de atención respecro al género y a
nas organizaciones civiles (oc) del país y algunas experiencias y reflexiones en la educación (g?. Bonder, 2005; Morgade,2005; revista Educar. Coeducación,
otros campos. Conté así con un acumulado amplio y variado 2006; López, 2006; y Alves y Cicillini, 2006; Stromquist, 2006). Esta prio-
generosamente por varias feministas- que me permitió ensanchar -comparrido
los signifi- rización del sistema escolarizado se hace en detrimento de otros ámbitos y so-
cados, propuestas, ideas, objetivos, perspecrivas, inquietudes y demás elemen- bre todo, del abordaje y construcción de orras reflexiones, como la pedagógica.
tos de prácticas y proyectos educativos feministas para contribuir a delimitar Considero que esta última brinda una alternariva más radical para un problema
las bases para una pedagogía feminista. más amplio que el quehacer en el aula y necesaria para generar las condiciones
Con esta propuesta, invito al trabajo de formalización de la pedagogía para una transformación completa de la educación, que transgreda sus fronte-
feminista con el ánimo de que ésta se reconozca y asuma, que se dé inicio a un ras y limitadas posibilidades acruales.
proceso intenso e intensivo de revisión y teorización entre acroras y actores que Adelanto aquí un ejemplo que hace evidente estas carencias. Los conteni-
trabajamos en procesos educativos feministas para hacerla aplicable a todos los dos del seminario "Repensando el género y la educación en un contexto glo-
campos de la educación, y no principalmente a los contextos no formales en bal: mapa de los debates actuales en reoría, investigación y políticas" (Bonder,
donde en laprácticase ha priorizado y a partir de los cuales extraigo una parre 2005) hacen un recorrido riguroso por los últimos 30 años del feminismo en
importante de las ideas aquí esbozadas, aunque no todas. distintos países del mundo y sus relaciones con la educación, por lo que resul-
Considero que además de la utilidad que este proceso implicaría para los ta un estado del arte completo e ilustrador respecto a la situación actual sobre
proyectos educativos mismos, nombrar la pedagogía feminista, visibilizarla, y la relación entre feminismo, género y educación. La ¡evisión de las distintas
sobre todo, usarla, es requisito para el avance teórico, simbólico y político del corrientes feministas a lo largo del tiempo se detiene en sus visiones respecto a
movimiento feminista pues podría representar un adelanto con implicaciones la escuela y los desafíos que le plantean, en las investigaciones desarrolladas, en
conceptuales y prácticas en el fortalecimiento y divulgación de la cultura femi- los temas y problemáticas que han identificado, en sus aporres teóricos, en su
nista y en la construcción de nuevas relaciones de género. agenda relacionada con la educación, y centralmenre en la propuesta o valora-
Esta propuesta de pedagogía feminista surge de un proceso en dos etapas y ción de reformas y políticas educativas. La mayor parte de esros asunros se cir-
con insumos distintos. El primer proceso inrenso de investigación lo desarrollé cunscriben a la educación escolar. Asimismo es posible reconocer que en Amé-
TNTRODUCCTóN 19
18 INTRODUCCION
damentación en corrientes educativas como "la educación en derechos huma- I Por ejemplo, algunas problemáticas y cambios recientes son la emergencia de nuevos ac-
..educación ciudadana', la ..educación para la conviVencia',, y la tores con demandas inéditas, la crisis de las instituciones políticas tradicionales, la globalización
nos y paz,,, la
.,.d,rc"ciór, moral" (ídern).Todo esto confirma la inexistencia de un discurso y fortalecimiento de algunos lineamientos deffnidos en instancias inte¡nacionales y o.g".rir-o.
multilate rales, rales como la promoción y defensa de los derechos humanos, la democracia y la
pedagógico feminista q.re a,ticule sus planteamientos y los haga aplicables a las
orversidad culrural, entre orros, que han afectado a prácticamente todos los gobiernos; y de la
prácticas educativas. mano con estos cambios. la preocupación de algunos sectores por reformar, ampliar y/o profun-
conocido el de-
Más allá del sistema escola! apenas a inicios del2007 he orzar las instituciones. Se ha desracado que la
globalización esrá afecrando las prácticas educativas
regional para
sarrollo de un esfuerzo coordinadá desde México y con alcance
ecesidades, lógicas y valores, entre ellos, resalta
o sobre la teoría feminis-
elaborar un "catálogo de experiencias educativas con autoconocimiento pra poder establecer la rela-
Regional para la
ta, o sobre .nfoq,r. de gé.tero" (coordinado por el Centro e más palpable la interrelación de la educación
Educación de Adultos pia América Latina y el Caribe) el cual sitúa la necesi- , etc. y demanda cada vez más trabajos interdis-
en otro imPortante 2).
dad y el nivel incipienie de la reflexión sobre la práctica
20 INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN 2I
europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los
Este documento se diüde en cinco capítulos. En el primero contextualizo
dientes en la garganta. Pasa¡on los siglos
y América Latina perfeccionó sus funcio-
la investigación: los primeros argumenros y pistas, sus objetivos, sus motivos, sus
nes. [...] La región sigue trabajando de si¡vienta. Continúa existiendo al servicio
preguntas, y su proceso. Doy cuenta del recorrido metodológico seguido para
de las necesidades ajenas (Galeano, 1992: l-2).
reafizar el rabajo, del universo de estudio abordado, y además explicito algunos
de sus puntos de partida fundamentales: cómo entiendo la realización de una
Esta entrada de Eduardo Galeano, escrira por primera vez en 1971, parece
investigación educativa feminista.
pertinente y vigente para hacer una breve anotación sobre lo que puede suponer
En los siguientes dos capítulos, "Ojos para mirar. Marcos de referencia
posicionarse en el contexto latinoamerica.ro. Ért" es una región que ha compar-
que contornean la búsquedd', y "¿Q"é se ha buscado y encontrado hasta aho-
tido condiciones particulares comunes y que ha construido vínqulos, razones,
ra en la región?", identifico aspecros teóricos y conceptuales que afinan el ob-
luchas e ideas a lo largo de varios siglos. Los procesos de conquista y coloniza-
jeto de la investigación y ayudan a enrender las pauras para organízar y teorizar
ción, la opresión de sus pueblos indios, una realidad económica de pobreza y
lo que encontré. Con esto quedan claramente definidos la forma, sentido, an-
explotación, recientes procesos de violencia, de guerra, y de dictaduras, procesos
tecedentes y referentes de la investigación. El segundo capítulo se concentra en
de pacificación, e incipientes pasos en la transición hacia la democracia, son ele-
algunas discusiones y definiciones válidas para este trabajo relacionadas con
mentos que se comparten. Estos, acompaÁados de un pensamiento revoluciona-
sus dos ejes articuladores centrales: la pedagogía y el feminismo, a fin de esbo-
rio extendido y apoyado en muchos países de la región, así como del surgimien-
zar entonces qué supone la pedagogía feminista. En el tercer capítulo planteo
to y fortalecimiento de movimientos populares y ciudadanos con un discurso
un estado del conocimiento sobre el tema, es una revisión documental que
liberador en los nuevos y cambiantes escenarios políticos, son algunos de los
permite conocer los avances y temas sobre educación y feminismo, y sobre el
elementos que generan esa identidad común. De igual manera, la lucha conrra
nivel de conceptualización o desarrollo respecto a la idea de una pedagogía fe-
"occidente", o concretarnenre "anriimperialista", la reivindicación de las propias
minista en Latinoamérica.
raíces mestizas o indígenas, la oposición ai neoliberalismo, la búsqueda de la
En los otros dos capítulos está el cuerpo central del trabajo, pues en el
justicia social, la reivindicación de los derechos humanos, expresadas en prácti-
cuarto capítulo, "¿Qué dicen los proyectos y experiencias educativos feminis-
cas de educación y comunicación popular en proyecos sociales de diversa índo-
tas? Una lectura desde la pedagogía', leo, desde la pedagogía, las experiencias
le, han reflejado en los últimos riempos las aspiraciones y visiones que aglutinan
y proyectos educativos feministas impulsados en oc que documenté a fin de
un "nosotros" frente a un "ustedes", expresan las desiguales relaciones de poder
encontrar y sistematizar distintos elemenros de un planteamiento pedagógico.
y enuncian las necesidades'propias" de la región frente a las ajenas. Estos pro-
Además construyo o defino categorías y concepros fundamentales para Ia pe-
cesos históricos y políticos no pretenden más que ilustrar la condición compar-
dagogía feminista partiendo de diversos apoyos teóricos, y fundamentalmen-
tida y el carácter de las demandas y luchas de América Latina, evidenciando que
te, de la teoría feminista. Esta lectura la organizo en dos grandes núcleos de
más allá de una zona geográftca, implica una posición sociocultural y política.
toda pedagogía: un conjunro de fundamentos filosófico-políticos y teórico-
En términos del desarrollo del feminismo Ia región ha tenido particulari-
conceptuales, y orro más operativo o de proyecto pedagógico que caracteriza
dades respecto a orros países o regiones del mundo, como las han tenido tam-
los distintos elemenros, dimensiones y herramientas del proceso educativo fe-
bién el pensamiento social, los proyecos educativos, las prácticas pedagógicas
minista.
feministas, y su sistematización y reflexión teórica. En otros países es de uso
En el quinto capítulo integro mis propias perspectivas filosóficas, concep-
corriente la idea de 'pedagogía feminista", mienrras que en América Latina es
tuales, políticas y metodológicas sobre la pedagogía feminista, y a manera de
una idea que apenas asoma y cuyos ¡eferentes están aún dispersos.
conclusión hago un balance de lo que existe y de lo que falta para organizar,
Es en este contexto amplio de los debates sobre educación, de la articulación
perfilar y teorizar una propuesra de pedagogía feminista en el contexro mexi-
parcial entre educación y feminismo, de la necesidad de incidir en el ámbito
cano a manera de posicionamiento y propuesta personales. Finalmente, en el
pedagógico, y desde la posición latinoamericana, donde elaboro esra propuesra,
breve capítulo sobre reflexiones finales cierro con algunas valoraciones amplias
que como dije, y a su consrrucción conjunta; y que, quiero y comparto algunas conclusiones personales derivadas del proceso de investi-
enfatizarlo, no desde y para una región, ignora el dirílogo gación. uno de los anexos incluye una relación de términos donde se estable-
con los desarro ativos de otras latitudes y posiciones. cen las definiciones y formas de uso propias para este libro.
22 INTRODUCCIÓN
123)
24 EL suEño y LA pnÁcrrc,{ op sÍ ¿peo¡cocÍ¡reMINrsrA? 25
temporáneas,r por esto, reafirmo mi feminismo, así, sin adjetivos, desde el cual bl Preguntas I pistas que guiaron la búsqueda
deseo, imagino y pienso mi trabajo, mi vida y en concrero, esta investigación.
Con el surgimiento de mi conciencia feminista, incorporé a mis búsque- Haciendo una revisión del surgimiento y el avance feminista puede afirmarse
das e inquietudes pedagógicas y a mi quehacer educativo el feminismo. co-
que desde sus orígenes, el feminismo ha estado relacionado a la educación. Son
mencé a entretejer en mi práctica esos mí y para mi distintas sus ligas, por ejemplo, las reivindicaciones de las mujeres para acceder
hacer. Fue con mi participación en un n perspectiva a la educación escolarizada han sido un eje fundamental en que se entrecruzan
de género con promotoras juveniles y encontré con el feminismo y la educación, pero me inreresa recuperar el hecho de que, aun-
una ñlta de referentes teórico-metodológicos específicamente feministas para que generalmenre no se exprese así, el feminismo se ha valido de la creación y
realizar mi actividad como educóloga y como educadora, y en ese entonces, sin
uso de distintas propuestas educativas para abrirse campo, para consolidarse, e
cuestionarme más, recurrí a distintas propuestas educativas para enmarcar el incluso para existir. Es este aspecto el que, desde mis intuiciones e intereses,
proyecto educativo de género que impulsaba y trataba de organizar y funda- me dirigió a buscar y conocer esas propuestas educativas que han surgido del
mentar. Sin embargo, desde ese momenro me quedó la inquietud de conocer, feminismo.
imaginar, proponer o descubrir algunas propuesras pedagógicas en las que pu- Entre las pistas de esta búsqueda, partiendo de una mirada histórica, es
dieran apoyarse los proyectos educativos feministas que yo y muchas otras posible ver que en el (re)surgimiento del feminismo de la década de los 70, no
mujeres impulsamos. sólo hubo un cambio en el foco del análisis y trabajo feminista sino también
Paralelamente a mi trabajo en distintos proyecros de educación no formal, en el discurso y política feminista. "Las demandas igualitaristas del feminismo
continué mi propia formación en remas de género y feminismo lo cual me de principios del siglo ro< fueron susriruidas por los temas de la crítica a la
permitió revisar muchos de los contenidos aprendidos antes desde una óptica desigualdad en la vida cotidiana, en la moral sexual y en el trabajo doméstico"
feminista. Hice entonces una relectura de los conocimientos adquiridos du- (Cano, 1996:354); se pusieron de relieve la discriminación sufrida en el rerre-
rante mi formación como educóloga, y fortalecí a nivel teórico mis intuiciones no de lo personal, de lo privado, colocando en el cenrro "las relaciones cotidia-
e ideas feministas. En este proceso de nuevo me encontré con pocos elementos nas entre hombres y mujeres ranto en el campo amoroso como en el laboral"
que aportar para las prácticas educativas con personas jóvenes o adultas en el (íderu, 355). Además fue cuando las mujeres formaron grupos de autoconcien-
campo de la educación no formal, donde yo me he desempeñado. cia, espacios de reflexión en los que pensaban sobre su condición, sobre sus
Desde esta inquietud e interés empecé a buscar todo tipo de materiales deseos y necesidades; estos espacios, por más sencillos que parezcan, fueron en
que me sirvieran para encontrar ese referente feminista para la educación has- un momento determinado una herramienta educativa clave, un recurso por
ta que, inicialmente en el conte on medio del cual favorecer la elaboración de la experiencia personal, la concien-
la interrogante de si las feminis de tización y también Ia adquisición de un nuevo discurso, para detonar y susten-
referencia, comencé a desarroll h tar la elaboración política y teórica del feminismo de aquella época, y que en
cual se ha prologado de manera formal e informal más allá del motivo acadé- el siguiente capítulo profundizo.
mico que le dio origen. Las preguntas y, sobre todo, las respuestas de esa inves- Las nuevas feministas de entonces se formaron a partir de este tipo de
tigación están contenidas en este documento. grupos, la alternativa educativa tuvo sus logros y el movimiento empezó a to-
mar forma y fuerza:
1
Pa¡a Marcela Lagarde, el sincretismo refiere a la situación en que nos encontramos en la En México, la fo¡mación feminista por medio de talleres apareció con los prime-
cual coexisten "los productos de las luchas de las mujeres y la deconstrucción patriarcal moderna,
ros centros que recogieron de manera profunda dos tradiciones con vocación li-
junto con aspectos y dimensiones patriarcales y opresivas", de ahí que cada mujer "anragoniza la
bertaria: la filosofia del pequeño grupo feminista, que proclama la validez del sa-
concreción de dos proyectos diferentes de ser mujer". Además, se sintetizan en rorno a nuestra
condición de género otras condiciones de mundo como "nacionales, étnicas, de clase y casta, de ber de la mujer sobre sí misma, y el derecho a que sus formas de percibir y
raza, de edad, de salud, estéticas, ideológicas, religiosas, políticas, de saberes y habilidades", sínte- sentirse sean reconocidas. Propone, asimismo, que el sentido de búsqueda de sí
sis de la que resulta la "situación vital", misma que cambia en cada momenro de la vida en función misma es más fructífero para Ia mujer si se produce en el seno de un colectivo que
de la combinación de las distintas condiciones seÁaladas (Lagarde, 2001b:154,156y 183). brinde soporte afectivo. Po¡ otro lado, se retoma la corriente de la educación po-
26 ELSUEñOYrAPRÁcrrcADEsÍ
¿PEDAGoctAFEMrNrsrAi 27
pular que hace énfasis en el carácter horizontal, participativo, social y concienti- mientos a otros que, distantes por mucho tiempo, nos habían calificado de empí-
zador de la educación liberadora (Lozano,2002:64). ricas, sectarias y radicales. Hablo de las instituciones, principalmente las de go-
bierno. [...] Este proceso supuso la profesionalización de la actividad de las
En los años 80, por diversas razones tanto políticas, de agendas interna- organizaciones feministas (Duarte, 2002: 57 -58).
cionales y eventos como el sismo la Ciudad de México-, se forjaron
-para
nuevas condiciones para la organización y participación política de las muje- En la actual etapa del feminismo, el trabajo ha trascendido límites locales,
res. Muchos grupos feministas se orientaron al trabajo con mujeres de los sec- ha significado el quehacer por medio de alianzas no sólo entre los grupos fe-
tores populares, se constituyeron en grupos de apoyo, en asociaciones civiles y ministas, sino también con otros actores políticos, y por supuesto se han di-
otro tipo de organizaciones que requirieron una manera nueva y más comple- versificado los ámbitos de trabajo, y se han cambiado las prioridades de Ia
ja de enfrentar los nuevos retos. Muchas de estas organizaciones confluyeron agenda feminista. Entre los intereses tanto de atender programas guberna-
con nueva fuerza en el movimiento nacional por la democracia de fines de la mentales liderados por mujeres y dirigidos a las mujeres de secrores populares,
década de los 80 y principios de los años 90, coyuntura en la que se favoreció como de actralizar el discurso y acción pública a lineamienros inrer-
el surgimiento de nuevas organizaciones civiles2 y la asunción del interés por nacionales que demandan la "rransversalización' -acorde
de los temas de género en la
la democracia y participación ciudadana dentro del movimiento y organiza- acción guber¡¿¡¡s¡¡al-, han llevado a conformar un nuevo campo de "capa-
ciones feministas. citación en perspectiva de género", lo cual, de acuerdo altziarLozano, ha sig-
Todo este trabajo de los grupos feministas, en cualquiera de sus fases y nificado la generación de nuevas líneas estratégicas para la formación y capaci-
temas prioritarios, no se ha desarrollado al margen de procesos educativos; im- tación feministas (Lozano,2002: 66-67), aunque ésre no ha sido configurado
pulsar la concientización, promover los derechos humanos de las mujeres, for- sólo por las feministas, lo cual, como se verá más adelante, ha tenido sus ries-
mar cooperativas, enseñar prácticas de autocuidado, fomentar la participación gos y reveses.
ciudadana o favorecer el empoderamiento, entre otros procesos, requieren un A pesar de la profesionalización de Ia labor feminista y de toda esta rique-
trabajo formativo. De los grupos de autoconciencia de antaño se pasó al uso za acumulada a parrir de la experiencia de varios años de trabajo educativo, de
de otros métodos educativos, actualmente la impartición de talleres y cursos, adecuar técnicas pedagógicas, de diseñar cursos, talleres y materiales didácti-
así como la producción de materiales didácticos, son una labor diaria de mu- cos, es decir, de hacer un trabajo educativo feminista, y ds la necesidad de
chos de los grupos feministas pues independientemente de su tema central de fortalecer y potenciar la labor formativa, no se ha dado el siguiente paso. Es
trabajo, requieren generar procesos educativos que les permitan lograr sus ob- decir' pasar de esa práctica y experiencia educativas, de la definición incipiente
jetivos concretos. y desarticulada de modelos o de proyectos educativos a una elaboración teóri-
Como explica Patricia Duarte, ca sobre la misma para conformar una pedagogía feminista. Este hecho ha sido
tanto el motor como el encuadre de esta investigación.
¿Existe algo parecido a
Cuando al principio de la década de 1980 el movimiento feminista mexicano una pedagogía feminista?, ¿cómo es?, ¿dónde está?,
¿cuáles son sus caracrerísri-
tuvo su mayor impacto, una de sus estrategias de acción prioritarias fue promover cas?, ¿tendría que hablarse de una o de varias pedagogías feministas? Con estas
la capacitación. ¿Desde dónde se hizo y para quién? Contábamos apenas con da- interrogantes iniciales comencé la investigación.
tos propios del país en aquellas áreas que nos interesaban, las metodologías apenas Cabe primero aclarar que la pedagogía, atendiendo a una definición muy
las estábamos creando [...]. Por supuesto existieron matices y pronto en toda básica y un tanto parcial, es la reflexión sobre la experiencia educativa median-
América Latina y en México, se reconoció la necesidad no sólo de autocapacitar- te la cual se agrupa un sisrema unido por principios, experiencias y métodos,
nos en los temas de mujeres y género o de capacitar a otras mujeres de distintas partiendo de la realidad y separando lo que procede de lo real y lo que perre-
identidades con urgencias mayores-, sino abrir las puertas de nuestras nece a lo ideal.
-pero
organizaciones para dejar pasa¡ otras ideas, otros actores sociales, y emerger con En palabras de Marco Raúl Mejía (1996:32-33):
experiencia y seguridad a ofrecer nuestro compromiso, nuestros saberes y conoci-
de la acción para el sujeto) y sobre sus Para qués (sentido de la acción global). Y
potencial, aunque no suficiente, parateorizar y hacer una reflexión pedagógica,
es una base para comenzar a construir una o varias propuestas de pedagogía
en el caso de la educación popular: sobre la acción lograda y la manera como
transformó el contexto, es decit le agrega las preguntas sobre el dónde (contex- feminista. supuesto que, como demuestro en este trabajo, resultó acertado.
tualización), con quiénes (actores específicos).
El campo de trabajo que identifiqué como fuente y sede de las experien-
cias educativas feministas es básicamente el de la educación no formal, es decir,
La pedagogía puede entenderse Por el momento como un campo de pro- fuera de la escuela y más allá de las preocupaciones, remas, grupos y esrraregias
ducción teórica sobre el saber que se produce en las experiencias educativas, rradicionalmente abordados desde el sistema escolar.5 Pensé que la educación
que recoge la producción de las prácticas Particulares y elabora proPuestas para
no formal sería un espacio adecuado para buscar esos elementos o prácticas
distintos campos educativos (la educación pública, la pedagogía de los espa- pedagógicas feministas por las siguientes razones:
1] El feminismo de nuesrro país ha sido impulsado en gran medida desde
cios públicos, de la vida cotidiana de las organizaciones sociales, las prácticas
concretas de las oc, la formación de educadores y educadoras), a partir del
oc, las cuales, generalmente concentran su quehacer en este ámbito educativo.
2] Aunque ha habido cierta influencia feminista en el sistema escola¡ en
acumulado teórico-práctico, de su valoración, del diálogo con otros y otras
profesionales y comunidades (Cendales et al., 1996:1I4-II5)'
México dicha influencia ha sido limitada si se compara con orros países.6 Ade-
más, las experiencias desarrolladas dentro del sistema escolar se conocen mejor
La pedagogía es un discurso, un discurso que orienta la educación' que
y han sido en mayor medida analizadas pues es más frecuente que en este ám-
sustenta y promueve una ética y un objetivo político, y que como tal' es una
herramienta indispensable para el trabajo y avance del feminismo.3 Como ya lo
bito se cuente con los recursos necesarios e incluso con la obligación de siste-
matizar y evaluar esas experiencias.
señalé, a pesar de su importancia, lo que se ha producido hacia esa dirección
permite ver que en el contexto latinoamericano estamos lejos de dar mucho 3] considero que las prácticas de educación no formal tienen caracrerísti-
-y
más de consensuar- el debate que cimiente la construcción de una pedagogía
cas particulares muy valiosas, pues son espacios idóneos para la identificación
de necesidades sociales y la experimentación pedagógica. Son prácticas educa-
feminista, es decir, de un desarrollo teórico-epistemológico-pedagógico, una se-
tivas alternativas a partir de las cuales se han podido desarrollar cuerpos de
rie de principios, un enfoque que puede aplicarse en distintos espacios, con
conocimiento y métodos de trabajo fundamentales denrro de los movimientos
distintos grupos y con propósitos didácticos específicos, desarrollarse mediante
educativos contemporáneos, como la educación popular y la educación para la
prácticas diferentes, cuyo sentido educativo se dirija a transformar las relaciones
paz y los derechos humanos. Asimismo son experiencias mucho más abiertas a
de género y superar la opresión femenina, acorde a los objetivos del feminismo.
Ia incorporación de nuevas inquietudes, a la transformación de los sentidos y
Partí del hecho de que en este momento, y en concreto en México, hay
métodos pedagógicos, por lo que el feminismo ha podido impactarlas en ma-
una gran cantidad de organizaciones y experiencias educativas feministasa que
yor medida que en el caso de las experiencias escolarizadas. Esto no implica
permanecen hasta ahora poco analizadas pero desde las cuales se han respondi-
que las reflexiones pedagógicas elaboradas desde este campo no puedan ser
do necesidades particulares, se han generado principios y supuestos educativos,
extensivas y aplicables a orros ámbitos, la pedagogía freireana, surgida en un
y se han inventado formas de trabajo. Por otro lado, parto del hecho de que se
carece de un discurso pedagógico común que les dé cohe¡encia, que las poten- 'Véase la relación de rérminos anexa.
cie, que las inserte en un campo más amplio desde el que puedan alcanzar un 6
El caso espaÁol podría ejemplificar la influencia del feminismo en la educación pues
mayor impacto. Consideré que ese acumulado práctico, ese bagaje, es una base convergen un momento de fuerza del movimiento feminista
con la transición a la democracia y
la reforma de las instituciones favoreciendo la incidencia feminista
en el sistema educativo. El
primer logro, en 1970 con la nueva Ley de Ordenación
3
El avance del feminismo y/o el adelanto de las mujeres es una expresión que no se refiere General del Sistema Educativo (locsn),
fue la anulación de la prohibición de la escuela
a un simple progreso en un trayecto lineal, sino que es una categoría analítica que comprende un
mixta y la generalización del currículum de la
enseñanza general básica. Desde ese
proceso dinámico de expansión del leminismo y de consecución de logros en la deconstrucción entonces, la discusión feminista sobre educación ha tenido
distintos espacios y logros, enrre ellos, e
de la subordinación femenina. Implica la creación de instituciones, mecanismos y espacios para
formas a la rocse.
En cambio, en nuesrr
plantear las demandas y alternativas feministas, la transformación de los pactos y normas de refleja las preocupaciones
feministas ni
poder excluyentes y dominantes, la superación de distintos obstáculos para impulsar la causa de acción ferninista
de larga dara especialmente dirigida a incidir en el sistema escola r (cf , GonzáLez
las mujeres, proceso que no supone una lógica lineal, ni un ítnico camino.
J'. 2000: 49-77, Feter,s/f, y Tomé, 1999: 17 l-t97).
'Véase la relación de términos anexa.
i_
30 ELSUEñOYLApRÁcrlc¡o¡sÍ ¿PEDAGOGÍAFEMINISTA? 31
contexto muy particulaa ha podido ser retomada en prácticas educativas de lo Las intenciones de recuper ar y analizar dichas experiencias fueron sistema-
más diversas, por lo que reflexionar y teorizar desde este campo, abierto y más pautas teórico-metodológicas de los proyectos formativos con una ló-
rizarlam
flexible, no excluye desde mi punto de vista, que el campo de acción inicial gica feminista y analizar los es teóricos, éticos y
pueda y deba ampliarse a orros.
políticos de las experiencias e os se concretan para
4] La educación no formal es el campo en el que me he desarrollado pro- iiscernir y debatir sobre los feminista. El fin de
fesionalmente, y por tanro, el que mejor conozco y más me interesa. Más allá este análisis fue esbozar una propuesta que sirva como punto de partida Para la
de una conexión emotiva que podría parecer insulsa, pero no lo es si se mira discusión pedagógica desde el feminismo.
desde la óptica de la investigación feminista que planteo, mi vínculo con esre Mi interés por el campo la educación no formal no excluyó la investigación
ámbito supone una ventaja metodológica en ranro facilita mi acceso al campo documental de algunas experiencias en el campo de la educación escolarizada
y universo de estudio; y sobre todo me permite comprender mejor muchos de tanto dentro como fuera del país, que a)'udaron a Plantearme interrogantes,
los significados puestos en juego en las experiencias, proyecros y materiales dudas, intereses, etc. y con las que de alguna manera dialogo en este trabajo.
documentados, pues son parte de un bagaje compartido.
Bajo los supuestos y motivos mencionados, opté por investigar algunas de
esas experiencias educativas feministas desarrollados en algunas oc del país c) ¿Por qué buscar ln pistas de la pedagogíafeminista
para identificar y retomar algunos de esos muchos aportes, hasta ahora disper- en el rimbito de las organizaciones ciuiles?
sos, para buscar su coherencia y proponer la forma de condensarlos, organi-
zarlos y potenciarlos pensando en la posibilidad de formular una pedagogía Los argumentos que encontré pana empezar a buscar una o varias pedagogías
feminista (o varias). feministas en los proyectos y experiencias educativas no formales de oc fueron
Me propuse indagar el conocimiento en torno a los proyectos y experien- varios. Antici péya elprincipal La relación entre feminismo y oc ha sido crecien-
cias de educación feminista en el campo de la educación no formal para en- te y fructífera en los últimos años. Alicia Manínez y Teresa Incháustegui (1998:
contrar elementos que no están aún documentados que pudieran ser contras- 1,79-192) señalan que en 1980 parte del movimiento feminista se organizó alre-
tados y teorizados, para nombrar las claves de una pedagogía feminista. Me dedor de este tipo de organismos desarrollando una nueva estructura forrnal/in-
centré en los proyectosT pues éstos son las propuestas por las que busca promo- formal de relaciones que vinculaban a estas nuevas organizaciones con "clientelas
verse la educación, definen la acción política y la intención educariva, por eso específicas" (por ejemplo muieres de base) y con agencias financieras a través de
consideré que eran también éstos, y no sólo las experiencias educativass prácticas y políticas sociales concretas. María Luisa Tarrés (1998: 101-135) tam-
-que
muchas veces pueden distanciarse de dichas intenciones o ideales prescritos-, bién destaca que la participación de las mujeres en espacios como las oc y otros
el objeto de la investigación. Thmbién incluí las experiencias puesto que en el semejantes es muy elevada y se debe en gran medida a la exclusión femenina de
trabajo de campo me di cuenta que para algunas educadoras era más fácil ha- otros espacios formales de ejercicio de la política y de la vida pública en general.
blar de éstas, de lo realizado, que de Io propuesto. De acuerdo a Sonia AJu^tr, en la última década considero que aún
De esta búsqueda se desprendieron algunas pregunras más específicas que en el presente- este tipo de organizaciones feministas
-y han tenido un papel
guiaron mi investigación: ¿en qué supuestos, principios, argumenros y catego- central "y polémico en el mantenimiento y articulación de las mallas
rías se apoya el trabajo pedagógico feminista de las oc?, ¿a quién y a qué se
-ry
constitutivas del campo de acción en expansión del movimiento feminista la-
dirige?, ¿existe una consolidación metodológica reflejada en esos proyectos edu- tinoamericano", el proceso de Beijing favoreció que se tejieran coaliciones,
cativos feministas?, ¿cómo se ha visto favorecida u obstaculizada dicha consolida- reforzando la formalización de redes y vínculos que anteriormente se daban en
ción?, ¿qué objetivos formativos se han definido como prioritarios para el trabajo encuentros y acciones más coyunturales, "el proceso de Beijing también forta-
educativo feminista y por qué?, desde las oc, ¿puede pensarse en la configuración leció los hasta entonces débiles vínculos de la región (latinoamericana) con las
de una pedagogía feminista?, ¿qué implicaciones tendría este trabajo? oNc feministas internacionales". Este fortalecimiento y articulación entre dis-
tintos actores del feminismo, vinculado también a su "oenegeización',hafa'
- vorecido la influencia feminista en los ámbitos políticos a nivel mundial, re-
Véase la relación de términos anexa.
8
Véase la relación de rérminos anexa. gional y nacional (Álrr"r.r, 1997: 146,153-154).
32 ELSUEÑOYLAPRÁCTICADESí ¿PEDAGOGÍAFEMINISTA? 33
Destaco lo anterior sólo para enfatizar que las oc son un espacio de crea- gía feminista. En algunos Países, como España, existen múltiples proPuestas
ción, recreación e impulso del feminismo y que, como lo mencioné previamen- Letodológicas, agrupadas bajo el término amplio "coeducación", las cuales
te, son también espacios desde los que se ha desarrollado un trabajo educativo han tenido acogida en países latinoamericanos como Chile; la mayoría de
feminista fundamental, el cual es un aporre cuyo análisis y redimensionamien- dichas propuestas, por enfocarse al aula, se dirigen principalmente a una Po-
to pueden significar tanto un impulso al movimiento feminista de nuestro blación infantil o joven; sin embargo, y Pese a este trabajo, ni en los camPos
contexto, como para la reflexión en el campo educativo.e educativos escolarizados ni en las experiencias no escolarizadas hay una in-
tención explícita o proyecto de apuntar a la conformación de una pedagogía
Las oNc, al decir de Jeanine Anderson, trabajan a favor del desarrollo sin detentar feminista.
mayor poder para afectar su curso. Procuran cambios sistemáticos cuando uno de
sus principales talentos es su capacidad para crear puentes entre diferentes espa-
cios institucionales. Producen, procesan y aplican información, como lo podrían 2. EL PROCESO DE INVESTIGACION
hacer las universidades y cenrros de investigación, pero son usua¡ias prioritaria-
mente de información pragmática y bastante restringida a problemas específicos. Describo en este apartado los criterios y proceso metodológicos de esta bús-
Son experimentales e idealistas, cuando no vanguardista.s, pese a su casi total de- queda, así como las características del universo en que la desarrollé.
pendencia financiera. Por estas y otras razones, las oNc están llamadas a cumplir
un papel esencial en la "revolución de género" (Celiberti, 1997 71).
a] Experiencias )r Prqrcctos a indagar
Asimismo, la recuperación y reflexión de las experiencias educativas femi-
nistas de las oc son oportunas pues en éstas no siempre hay suficiente investi- Como ya lo señalé, delimité mi búsqueda de la pedagogía feminista a la inves-
gación y es necesario fortalecer la reflexión conceptual sobre su quehacer para tigación de algunos proyectos y experiencias desarrollados en oc mexicanas
que se pueda así contribuir a una elaboración más acabada de un planteamien- con trabajo educativo feminista. Para esto, recurrí tanto a conocer los proyectos
to pedagógico feminista, el cual no se ha discuddo al menos en el conrexto y experiencias educativas de oc feministas, como a conocer la experiencia edu-
latinoamericano pues la reflexión y teorización de las experiencias educativas cativa de algunas feministas, personas clave que independientemente de su par-
es aún incipiente, dispersa y fragmentaria. ticipación o ñlta de participación actuales en alguna organización con trabajo
Además, sobre educación y feminismo ha habido avances en lo que se feminista, han jugado un papel importante en el impulso, reflexión, difusión y
refiere a la educación básica y escolarizada, los cuales se centran fundamen- discusión del trabajo educativo feminista, ya sea Porque han fundando oc fe-
talmente en el diseÁo de currícula no sexistas, no obstante, como plantee ministas con trabajo educativo, han diseñado o estudiado Proyectos educativos
previamente, es distinto hablar de educación y género,10 que de una pedago- feministas, o han teorizado sobre la articulación entre feminismo y educación
en la región.
Realicé un total de ocho entrevistas: cinco con educadoras feministas "in-
e
No quiero omitir la crítica que se hace sobre la representatividad de las oc, es decir, no me
planteé estudiarlas a fin de obtener una visión sobre los pro.yecros feminisras "de la sociedad".
dependientes" y tres referidas a los proyectos específicos de oc con trabajo edu-
Asumo que no son representantes de toda la sociedad ni de todo el feminismo, sin embargo, sí
cativo feminista.rr
creo que son espacios con un inrerés público, que son parte de la sociedad civil, que han podido
en mayor o menor medida visibilizar temas y proponer soluciones arraigados en problemáticas y
demandas vividas por amplios sectores de la sociedad, pues su acción se susrenta en demandas pectiva de género cf. Cortina, 2000; y Stromquist, 2000 y 2001. A nivel meso y microeduc¿tivos
sociales, en referentes territoriales y culturales concretos y sus acciones se traducen con lrecuencia ,Í.B^ylry,1992;Acker,1995;AskewyRoss, 1995; Subirats, 1998; Iglesias,2006; Ballarín,2006;
en la constitución de nuevos actores sociales o en el apoyo a éstos. Las oc "no emergen de los Gonzále2, Míguez, Morales y fuvera, 2000; Bonder, 1994 y 19986, Morgade, 2005; Messina,
intereses materiales de sus miembros y se fundan en la idea de democracia participativa" (Reyga- 2001; López, 2006; Alves y Cicillini, 2006'
das, 1998: 588), de ahí que no sea su "represenratividad" sino su función y papel sociales los que rr Las entrevistas fueron grabadas y después ranscritas para su análisis. Cinco de ellas fue-
ami parecer las hacen relevantes como carnpo de investigación. ron realizadas en el Distrito Federal, una en Villa Santiago, Morelos, otra en Morelia, Michoacán,
10
Para estudios macroeducarivos 6É. Bonde¡ 2005; Torres, 2000; Rosemberg, 2001; Gon- y otra más en Tlatlauquitepec, en la Sierra Norte de Puebla, de acuerdo al lugar en donde traba-
zá1e2J.,2000; cno*,2003. Sobre políticas y resultados de la formación docente desde la pers- .ian y se encontraban entonces las entrevistadas.
34 EL SUEÑOYI-¡t PRÁCTICA DE SÍ ¿PEDAGOGIAFEMINISTA? 35
Las organizaciones estudiadas fueron: la Coordinadora Rural Feminista Acudí con algunas personas del ámbito de la educación no formal e integran-
Indígena (Comaletzin), el Grupo de Educación Popular con Mujeres (crrr,r) y res y conocedoras del campo de la sociedad civil, en concreto del Consejo de
el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (rrso). Educación de Adultos de América Latina, cEAAL. Elegí al cEAAL como apoyo
Estas organizaciones fueron elegidas por la diversidad de su campo de tra-
válido por varios motivos, uno es que agrupa y tiene contacto con diversas oc
bajo y sectores que atienden y por su trabajo particularmente educativo y de educativas de la región, pues tiene presencia en más de 21 países; otro es que
adscripción feminista, además de cubrir orros criterios como: que su proyecro había desarrollado algunas iniciativas relacionadas con la reflexión sobre edu-
educativo feminista tuviera una experiencia o trayectoria mínima de tres años cación y género (como el taller: "Hacia una pedagogía de género", y un semi-
a fin de asegurar que las propuestas educativas han sido puestas en práctica, nario virtual del Programa de Formación en Género, realizados en 1998), y
evaluadas y sistematizadas menos en cierta medida-; que se adscribieran otro más, que la nenou coordinación estaba entonces en Uruguay y
-al y pedagógicos diferentes; que tuvieran trabajo
a referentes teóricos, políticos que podría constituir una referencia clave- forma parte de los programas del
dentro de la República mexicana y que fueran organizaciones con importancia cEA L, y por tanto, era un camino accesible a la información relacionada con
política, en otras palabras, que tuvieran un rol relevante dentro de espacios de esta red, sus organizaciones, proyectos e integrantes. Asimismo recurrí a algu-
la sociedad civil, ya fuera por su trayecroria, legitimidad social o reconoci- nas feministas, amigas cercanas con distintas experiencias en el movimiento,
miento, por su capacidad de articulación social y/o política, por su capacidad que ayudaron a identificar organizaciones de mujeres y/o feministas con traba-
de influencia en diversos actores sociales, o por el impacto de su trabajo. jo educativo.
El proceso para identificar y seleccionar el pequeño universo a investigar Con esto, el listado quedó reducido considerablemente. Fueron entonces
consistió, primero, en la realización de una lista de organizaciones civiles femi- otros criterios los que sirvieron para definir el universo definitivo. En el caso
nistas y/o con trabajo educativo. Esta lista preliminar, basrante larga, surgió de de las oc un criterio central fue ubicar alguna ventaja comparativa en sus pro-
la búsqueda en algunos directorios y registros de oc elaborados por redes de or- yectos, que fueron: su carácter histórico, en el caso de ceu, pues tiene una
ganizaciones mexicanas y latinoamericanas (como el de Convergencia de Orga- trayectoria de más de 15 años y se reconoce como una organización histórica
nismos Civiles por la Democracia, LaNeta, y Ia Red de Educación Popular en el campo de la educación con mujeres. La singularidad, en el caso de Co-
entre Mujeres, REIEM), por instituciones privadas y públicas financiadoras de maletzin, por ser una organización feminista-indígena y que trabaja con un
proyectos sociales (como la Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer Se- sector poco usual: promotoras rurales e indígenas. Y la capacidad innovativa,
millas, AC y el Instituto Nacional de Desarrollo Social, Indesol), y por insti- en el caso del trs¡, ya que no sólo es un proyecto nuevo sino también innova-
tuciones gubernamentales (Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del dor en cuanto que tiene referentes teóricos distintos a los de otros proyectos,
Distrito Federal). Esta lista se recorró un poco a parrir de la búsqueda de in- además de hacer un trabajo transectorial.12 Asimismo, estas tres organizaciones
formación sobre esas organizaciones en Interner, a parrir de lo cual identifiqué cumplían con el criterio de adscribirse a referentes teóricos, políticos y peda-
en algunos casos si para ese momento todavía existían dichas organizaciones o gógicos diferentes que permitiera abarcar diversas prácticas, ideales y propues-
no, y si se ajustaban a los criterios básicos sobre su misión, lugar de trabajo, tas, y además, resultaban relativamente f;íciles de contactar y accesibles para
tiempo de trayectoria, etc., sin embargo, son pocas las organizaciones que hacer la investigación.
tienen una página electrónica o que tienen referencias en el medio virtual, por Las tres organizaciones participan de manera activa en espacios nacionales
Io que fue necesario hacer otro tipo de trabajo para la selección de las organi- e internacionales de encuentro y de formación, tienen una especificidad y tra-
zaclones. yectoria que les da un reconocimiento social, político o incluso académico a
La revisión de algunos materiales de las organizaciones que ya había loca- nivel local y más amplio.
hzado, como programas o memorias de talleres, artículos, manuales, etc. me Comaletzin trabap fundamentalmente en distintas regiones indígenas
fue útil para identificar nombres de las feminisras que podría considerar den- del país (Sierra Norte de Puebla, Morelos y Sonora), y las otras dos organi-
tro del grupo de educadoras "independienres" y conrar también con una lista zaciones están localizadas en la Ciudad de México, donde desarrollan la
inicial de personas.
La segunda parte del proceso consistió en hacer un sondeo con informan- I2
Véase resumen con info¡mación institucional sobre las organizaciones civiles del universo
tes calificados del campo a fin de ayudar a precisar el universo de estudio. de estudio en anexo 2.
36 ELSUEñOyr.tpRÁcTrcADEsÍ
¿PEDAGOGÍAFEMINISTA? 37
Marusia López Cruz, quien es una de las feministas jóvenes con mucha y psicóloga, a hacer un trabajo meramenre feminista que desemboca después en
participación acrivay reconocimiento en el movimiento, con trabajo orienta- un üabajo con carácter pedagógico.
do al sector juvenil, y en concreto a mujeres jóvenes, en ámbitos indígenas y La selección de este universo acotado, pero muy rico, permitió recuperar
urbanos. Marusia recuperó su experiencia en un proyecto con mujeres de la distintas experiencias educativas feministas que se desarrollan y abarcan un uni-
región de Los Tuxtlas, Yeracrtrz, impulsado desde el Centro Antonio de Mon- verso de trabajo sumamente amplio y diverso, los distintos proyectos han estado
tesinos (cervr) y en el trabajo de Elige, Red de Jóvenes por los Derechos Sexua- dirigidos a mujeres rurales y urbanas, a indígenas, campesinas, colonas, promo-
les y Reproductivos en el Distrito Federal. roras, sindicalistas, obreras, estudiantes, productoras, ejecutivas, amas de casa,
ItziarLozano Urbieta, quien tiene un gran reconocimiento dentro del mo- grupos de base, liderezas o dirigentas, funcionarias, mujeres de organizaciones
vimiento feminista debido a ser de las primeras promororas del feminismo en sociales y civiles.
la década de los años 70 en México, y a que ha trabajado como consultora y Asumo que hay una gran diversidad de tendencias e ideas tanro enrre las
asesora en distintos Proyectos y oc. Además de su experiencia formativa tiene educadoras feministas "independientes" como entre las integrantes de las orga-
un trabajo imPortante en la sistematización y reflexión escrita sobre feminis- nizaciones, de ahí que la información obtenida sea un ranto parcial al carecer
mo, y sobre feminismo y educación. Itziar compartió su experiencia principal- de las diversas miradas de las distintas integrantes que participan en una mis-
mente a partir de su trabajo en Cidhal hace varios años, en la organización de ma experiencia o proyecto educativos. En esta investigación no se pudo plan-
algunos Encuentros Feministas, en Ciudadanas en Movimiento por la Demo- tear el diálogo con varias personas involucradas en la conducción, diseño o
cracia, organización que desarrolla su trabajo en el Distrito Federal, y también desarrollo de un mismo proyecto educativo, lo cual podría considerarse como
en el trabajo con funcionarias y funcionarios públicos de distintos estados de un pendiente para trabajos posteriores.
la República y en el acompañamiento y asesoría de las Unidades Delegaciona- Thmbién quiero señalar que aunque se pretendió investigar a organizacio-
les del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (anres crAMS). nes con proyectos que de inicio parecían muy diferentes, con referenres politi-
f Gloria Tello Sánchez, quien riene una larga experiencia educativa y un cos, teóricos y pedagógicos lo más distintos posibles, fue difícil la tarea. La in-
trabajo muy ligado a los grupos de base en contextos geográficos y campos tención era conrar con información sobre proyectos educativos diferentes entre
distintos. Gloria recuperó principalmente su trabajo educativo realizado desde sí, pensando que Ia diversidad y la singularidad permitirían abarcar un conjun-
la Escuela de Liderazgo de Mujeres Indígenas, en Chiapas, la Escuela de De- to variado de prácticas y propuestas que permitieran comenzar a pensar en va-
fensoras Populares en el Distrito Federal y zona conurbada, y con mujeres rias pedagogías feministas. Sin embargo, enconrré que en el fondo hay más se-
maquiladoras en Coahuila, experiencias desa¡rolladas desde Servicio Desarro- mejanzas que diferencias enrre las oc feministas, o al menos con eso me topé en
llo y Paz, AC (Sedepac), así como de algunos proyectos de base en el Distriro esta investigación, lo cual es relativamente explicable al ubicar el origen de mu-
Federal y en Chiapas, y consultorías con el Instituto de las Mujeres de este úl- chos de esos proyectos educativos feministas. tmbién encontré, como se verá
timo estado. en esta investigación, eue la reflexión pedagógica de los proyecos pesar de
De su trayectoria recupero que todas ellas se han formado como educadoras la creatividad y diversidad de experiencias-, conduce casi al mismo -apunto.
feministas, como se autoidentifican una gran parte de las entrevistadas, casi de
manera paralela y en la Práctica, es decir, su trabajo educativo comenzó a parrir
de su inserción o Participación en procesos organizativos o en proyectos de oc, b) ¿Desde dónde I cómo realicé la inuestigación?
en donde la experiencia las llevó a desarrollar un trabajo educativo y a formarse
como educadoras. A excepción de Carola y Mónica que son pedagogas y de Glo- Como dije previamente, esra es una investigación feminista. Sé que es riesgo-
ria Carmona que es docente, las demás tienen una formación profesional en otros so afirmar esto pues no desconozco las discusiones sobre si existe o no una
qlmPos. Al mismo tiempo que se fueron convirtiendo en educadoras, muchas metodología feminista y por tanto, una forma específica de hacer investiga-
de
ellas comenzaron a desarrollar en esos espacios una conciencia feminista, si no Io ción feminista.16 Aunque sean muchos los pendientes y elaboraciones que el
habían hecho con anterioridad, como en el caso de Marusia, y se imprime este feminismo tiene que hacer en términos de consolidar y legitimar una o varias
ca¡ácter a las propias prácticas educativas. Itziar es la única que riene una trayec-
toria un tanto diferente en cuanto a que ella comienza primero, como feminista 16
Véase la discusión sobre la investigación feminista en la relación de términos anexa.
+-
40 EL suEñoYLA PRÁcrtc¡. oe sÍ ¿PEDAGOGÍAFEMINISTA? 41
metodologías, no significa que no haya aportes valiosos para la investigación ,rara conformar un estado del conocimiento y un marco de referencia en el
y que si se asumen un interés y una óptica feministas, no pueda calificarse i,rrl b"r", la construcción y discusión sobre la pedagogía feminista, en la se-
como tal una investigación. Me parece relevant€ rescatar tanto el eclecticismo, ounda, realicé las entrevistas referidas.rT La información obtenida en estos dos
la ampliación de miras para reconocer la diversidad de alternativas y de mira- lro..ro, tuvo un objetivo y un tratamiento un tanto diferente'
das que cobijen diferentes énfasis, focos, sujetos, experiencias, nociones, etc.,
' D. la revisión documental intentaba conocer si había algo escrito sobre
como el hecho ya señalado de la implicación directa, profunda y significativa pedagogía feminista, cuáles eran sus características, planteamientos, etc., o si
de la investigadora en el proceso y con las sujetas que particiPan en é1. En este no había algo así sucedió-, pretendía indagar lo producido en temas
trabajo
-como
similares y hacer un análisis sistemático y una valoración de
caso, he planteado mi propia experiencia, intereses y compromisos como un o líneas de
vínculo de implicación personal que me involucran de manera profunda con esos conocimientos vinculados directa o indirectamente con la experiencia
la investigación. educativa feminista y/o con un discurso pedagógico feminista. Teniendo claro
Partiendo de asumir la dificultad de hablar de una metodología de inves- ese "estado del conocimiento" constaté que efectivamente no había muchas
tigación feminista como tal, pero reconociendo ciertos énfasis y aportes de referencias de donde partir y que el trabajo que me proponía era en gran me-
dicha discusión, me ubiqué desde un paradigma cualitativo-interpretativo dida el inicio de esa teorización y ejercicio de nombrar la pedagogía feminista,
para conocer, desde la perspectiva de las actoras sociales y desde el contexto por lo que la siguiente búsqueda documental orientada a la construcción de
sociohistórico en que se ubican, los procesos, ideas y prácticas que quería iden- un -"r.o teórico de referencia la dirigí a identificar los elementos centfales de
tificar y analizar. Como investigación feminista, asumí que ésta tiene tanto los dos discursos que requería para sustentar esta investigación: el feminismo
una perspectiva posicional, es decir, es un Proceso modelado por mi historia y la pedagogía, aclarando lo más posible sus objetos, sus objetivos y las impli-
personal, mi biografía, mi género, mi clase social, mi profesión, y por la histo- caciones de interrelacionarlos.
ria de aquellas personas que están en la realidad investigada, como una Pers- El trabajo documental fue crucial para delimitar mis objetivos y Para
aclarar las preguntas que llevaría al campo. Pero también, más allá de consta-
pectiva e interés feministas, y también una intención transformadora.
El tipo de investigación, por estar centrada en los Proyectos educativos ta¡ la inexistencia de una pedagogía feminista como tal y servir para plantear
feministas, y plantearse elaborar una reflexión pedagógica, es una investigación un esrado del conocimiento, fue un insumo útil para la reflexión teórica y
educativa, y de carácter feminista. Para ubicar la investigación tuYe que aproxi- metodológica posterior. La revisión de materiales de diversa índole, tales
marme conceptual y teóricamente desde un contexto académico distinto del como memorias de talleres o procesos formativos, folletos, manuales de capa-
feminismo (el educativo), pues no encontré una ProPuesta que conjuntara citación, documentos de trabajo, sistematizaciones de experiencias, confe-
ambas perspectivas, y retomé también el pensamiento y producción pedagógi- rencias, y algunos arrículos y libros fundamentalmente de
-provenientes
cas para pensar la investigaci ón y analízar los hallazgos. En este Proceso inserté organizaciones de la sociedad civil, pero ambién de otros espacios académi-
mis intereses y el conocimiento feminista. cos vinculados a los estudios de género, agencias de cooperación internacio-
De los múltiples enfoques de investigación en educación, elegí un para- nal, e instancias gubernamentales vinculadas a los temas de mujeres-' me
digma cualitativo-interpretativo por considerar que era el mejor Pafa acercar permitió rener clara la amplitud del panorama, las inquietudes, líneas de re-
me al objeto de investigación por partir de una lógica de interpretación de los ,7
El encuentro y diálogo con las educadoras feministas fue muy rico. conté con mucha
significados, pues asumo que la educación es una pruíctica o acción social, o sea, disposición de su parre para colaborar con el proceso de investigación, y en muchos de los casos
no se puede entender en sí rnisma, sino a partir de las interacciones de los ac- hubo interés por la investigación
tores involucrados en este hecho y de ciertas dete¡minaciones, estructuras' flexión que retaron o estimularo
investigación eran adecuadas y si
intereses y valores sociales (Bazdresch, 1998: 179-180). Así, busqué los signi-
discurso educativo feminista. Co
ficados en sus contextos específicos a través del diálogo con las educadoras sistematizat reflexionar y teorizar las experiencias educativas que desarrollan, incluso varias orga-
para interpretarlos y construir con ellos de manera creativa y también dialógi- nizaciones tienen como propósito a corto plazo emprender ese trabajo y producir Propuestas o
ca un discurso pedagógico feminista. modelos educativos feministas y difundirlos. Esto, más allá de justificar esta investigación, la
El proceso de investigación tuvo una parte de búsqueda documental y coloca en un momento de convergencia de esfuerzos para avanzar en la construcción y debate de
otra de trabajo de campo. En la primera busqué materiales de diversa índole Propuesras pedagógicas feminisras.
L
42 EL SUEÑO YI-4. PRÁCTICA DE Si ¿ppolcocÍ¡.¡pMrNrsrA? 43
flexión, etc. que complementan y profundizan las de las experiencias docu- y experiencias documentados y de la teoría revisada, de la "educación feminis-
mentadas en campo. Además estos insumos resultan relevantes para la cons- ,^" qn. impulsaban las educadoras feministas con quienes dialogué y de los
trucción de un planteamiento filosófico, político, teórico y metodológico múltiples materiales que había esudiado.
integrado, que exprese la visión, propósitos y sueños pedagógicos de diversos Fui entonces "llenando" ese mapa con las ideas ya categorizadas de las edu-
espacios feministas. cadoras entrevistadas, las cuales las puse a dialogar con mi propia experiencia
Para el trabajo de campo, la técnica central de esta investigación fueron las como educadora feminista y con el pensamiento y teoría feministas y pedagó-
entrevistas semi-estructuradas. El guión de entrevista lo hice partiendo de un gicos para entÍecnúzar e interpretar los distintos relatos y construir un discurso
listado de componentes centrales de la pedagogía, producto de la investigación pedagógico que por un lado describiera y recuperara las voces de las educado-
teórica-documental con que inicié este proceso de búsqueda de la pedagogía ras feministas, y por otro, configurara un sentido nuevo a partir de entrecruzar
feminista. Los grandes ejes de la entrevista fueron: origen de las experiencias y discutir tantos conocimientos, experiencias y voces.
educativas feministas, fundamentos filosóficos actuales, bases teóricas, aspec- Unavez terminado este análisis de la información de campo, guiada tanto
tos metodológicos, valoración de los proyectos realizados y perspectivas res- por mis intereses, inquietudes e ideas como por el discurso pedagógico y las
pecto a la existencia/consolidación de una pedagogía feminista. Estos grandes teorías educativa y feminista, hice una nueva relectu ra crítica del discurso peda-
ejes fueron abordados en mayor o menor medida y junto con otros emergentes gógico feminista recién esbozado, así como del "estado del conocimienro", para
en cada entrevista,ls pues hay que señalar que como toda investigación cuali- identificar los puntos fuertes, debilidades y reros de la pedagogía feminista.
tativa, la flexibilidad y re-elaboración constante de la información y de las
preguntas mismas de investigación estuvieron presentes durante todo el proce-
so a partir de lo que pude ir observando, analizando e interpretando simultá-
neamente.
Para el análisis de la información obtenida en campo, con la cual preten-
día identificar esos elementos para ser sistematizados, organizados y teoriza-
dos, seguí una lógica inductiva, primero hice una lectura detenida de cada
entrevista para identificar las principales categorías o temas de cada una de
ellas. Después de ese trabajo comparé todas las entrevistas para ubicar catego-
rías comunes y diferentes, así como la interrelación de los distintos temas, con
esta información y con el listado de componentes de la pedagogía realizado
previamente, pude construir un esquema que me sirviera para organizar en un
primer momento toda la información.
Si bien contaba con un mapa preliminar de los componentes de la peda-
gogía, para poder hacer el análisis tuve que revisar varios y muy distintos libros
de pedagogía y de educación para empaparme tanto de la lógica y jerga que se
utiliza en ese campo, como para afinar y completar ese mapa, para compren-
der plenamente el orden, sentido y estructura de los discursos pedagógicos, a
fin de comenzar a escribir el mío, el de la pedagogía feminista, pues con el
trabajo de campo y con el análisis inicial fue quedando claro que efectivamen-
te podía inferirse y construirse un discurso pedagógico a partir de los proyectos
18
Varias de las entrevistadas, además de su experiencia prictica, tienen formación en el
campo de la educación, lo cual facilitó que se desarrollara la conversación de manera fluida, que
hubiera una comprensión clara de las preguntas planteadas, que pudiera establece¡se un discurso
y un nivel de discusión común que favoreció el diálogo y la obtención de la información.
Dos
OJOS PARA MIRAR:
MARCOS DE REFERENCIA
QUE CONTORNEAN LA BÚSQUEDA
I. LA DISCUSIÓN PEDACÓCICA
Pretendo en este apartado explicar cómo entiendo la pedagogía para poder clari-
ficar lo que supone construir una pedagogía feminista. Para hacerlo, vale la pena
comenzar por reconocer la imprecisión y confusión respecro al uso del término
pedagogía. Como MiryanZúfigaseñala, el término 'pedagogía" se ha converti-
do en una palabra comodín, su significado es poco claro, "para algunos es una
acto de comunicación eficiente, para otros un proceso de construcción de am-
bientes para el aprendizaje; otros más Ia conciben como el campo que trabaja
sobre las técnicas y materiales para enseñar" (Ziiiga, 1997: 38), y yo aiadiría,
como sinónimo de didáctica, de educación.
tmbién están en duda la identidad y carácter de la pedagogía, todavía se
discute si ésta es una ciencia, un arte, una técnica o una filosofta, y derivado de
145)
46 EL SUEÑOYI-\ PRÁCTICA DE SÍ o-¡os IARA MrRAn 47
esta discusión, existe el problema de precisar la situación epistemológica de la pe- [...] La pedagogía trata sobre las inversiones
intelectuales, emocionales y éticas
dagogía, problema complejo que aveces se ignorayque tiene salidas poco consen- que hacemos como pa¡te de nuestro intento de negociar, ajustar y transforma¡ el
suadas (g?. Meneses, 1997). mundo en el que nos enconrramos (Giroux, 1999: 180-1gl).
A esta confusión, hay que agregar el que, como ya se seÁaló, algunas auto- Lo pedagógico es una trama argumentativa y proposiriva que apuesra a supe_
ras y autores del campo educativo (Rosa Nidia Buenfil, Marcela Gómez Solla- ¡ar la educación existenre y, en ese sentido niega, se desentiende de la práctica
no, Mario Osorio, entre otros), insertan la actual reflexión sobre la pedagogía educativa actual; se concentra en Ia configuración y ¡ecomendación de medios
en el horizonte de la posmodernidad, apuntando el hecho de que en un con- para el logro de los proyectos innovadores. Es un discurso prospectivo . .], es una
[.
texto donde se derrumban las certezas, la identidad de la pedagogía se ve afec- Pugna Po¡ const¡uir otros ideales educativos, diferentes políticas, sugerir modali-
tada. Lo que se destaca entonces es la historicidad de la pedagogía, su carácter dades operativas y lineamientos que incrementen la valoración, apoyos social y
discursivo, es decir, construido socialmente en una épocay contexto específico reconocimiento de la educación. [...] La pedagogía trabaja para inc¡ementar la
a partir de necesidades e intereses determinados, el cual se opone a la idea de legitimidad de Ia educación (Pasillas, 1995: l3l-132).
definitividad de algunas ideas respecto a la pedagogía, en otras palabras, no
hay esencias ni fundamentos absolutos. Terminan las antiguas certezas, hay
que asumir la imposibilidad de sutura y cierre de los discursos pedagógicos,
alejarse de la ilusión de homogeneidad y completud (Gómez 5.,1995: lI7),
de unidad. Hay que construir nuevas referencias pedagógicas que articuien la
diversidad de las bases y espacios donde se construye el debate educativo.
Es en este contexto complejo, apenas enunciado, donde se puede situar la
reflexión sobre la pedagogía, discurso configurado con cierto sentido y siem-
pre en tensión con otros discursos, no sólo por asumirse en la posmodernidad,
sino también por su carácter mismo. Como señala Miguel Ángel Pasillas, 'para
la pedagogía cualquier determinismo acentuado o radical es un contrasentido"
pues la educación tiene como motor la idea del cambio y de la transformación
del individuo ya que el supuesto básico de la pedagogía es la educabilidad
(1995: I2l), o sea, la permanente capacidad de transformación.
Se ha dicho ya que la pedagogía es un discurso, ¿pero de qué trata?, ¿cuál
es su función?, ¿en qué campo se ubica? Siguiendo a Miguel Ángel Pasillas, se Queda claro enronces que la pedagogía contiene una dimensión firosófi-
afirma que lo pedagógico es "una parcela dentro del terreno de la educación, co-social, la referida a las utopías e ideales educativos, y otra normativa-pres_
que se encarga de revisar lo educativo con mrras a proponer me;oras y normar criptiva, la relacionada a la orientación de la acción educativa.
sobre los modos de realizarla" (ídem, I30). Retomando lo propuesro por Miguel Ángel pasillas (1995: l3g-142), en
.
lo que respecta a la dimensión filosófico-so.ial, vale hacer cierras aclaraciones:
De acuerdo a Rosa Nidia Buenfil, la pedagogía tiene como finalidad la
construcción conceptual de la educación, "es tanto un conocimiento analítico- la primera de ella, es que la pedagogía no invenra los ideales educativos,
sino
interpretativo como un discurso que genera utopías, cuyo carácter es particu-
lar, histórico y precario". Se basa en criterios políticos y éticos desde los cuales
define qué es educación en un momento y contexto particulares y propone, a
parrir de esto, prácticas educativas (1995:96 y 100).
que codifica y expresa de manera coherenre y legible los valores y prácticas acep- "La pedagogía en su calidad de práctica vuelta hacia la propia práctica, no
tables o deseables sociedad o sectores determinados- como elemen- parre de los datos de la experiencia establecida, ni por orro lado, puede deri-
-'parala
tos necesarios a conservar o incremenrar por medio de la formación y ayuda a (Osorio, 1994: 35).
varse linealmente de posturas teóricas previas"
traducirlos en términos educativos. Esto es importante enfatizarlo no sólo para justificar mi metodología de
Otra anotación imporranre es que los ideales son tanro experiencias reali- investigación, sino también Porque estamos en un contexto en el que' como
zadas como aspiraciones realizables, es decir, se enfatiza la dimensión utópica. señala Miguel Ángel Pasillas y lo comprueba la producción de materiales sobre
Además, una característica es que dichos ideales se presentan como uni- educación y feminismo que analizo en el siguiente capítulo, en la reflexión pe-
versales, como un bien deseable para todo el conjunto de la sociedad pues se dagógica ha habido una rendencia que sobrevalora el análisis de la práctica
afirman como finalidades sociales relevantes. La pedagogía, al reflexionat y tra- educativa, llevando a la "consagración de la realidad, de la práctica educativa
ducir esos valores, también identifica los conflictos entre valores, su jerarquiza- cotidiana al presentar como lo verdadero Por ende valioso- lo posible,
ción y la exclusión de otros en los propósitos educativos. como la manera particular en que los actores
-y recrean su realidad" (1995: 128)'
La pedagogía hace la traducción de lo universal en lo parricular, es decir, esto impide el reconocimiento de carencias y limitaciones, además conduce a
da contenido específico al ideal absrracto. úllizaf el funcionamiento de la realidad educativa como fuente de normativi-
En lo que se refiere a la dimensión normariva y prescriptiva de la pedago- dad y a rcchazar lo teórico, lo ideal, el deber ser pedagógico' "Por estas razones'
gía, ésra incluye las formas y modos de educación, las estrategias educarivas la pedagogía requiere una distancia con la educación; es condición de posibi-
para el logro de la finalidad educativa de ahí que implique la traducción de los lidad para analiza¡la. Lo pedagógico pierde sentido cuando no hace ProPuestas
principios en normas, en prescripciones, en criterios. Las formas y modos de de mejoramiento para la educación' (ídem, I29).
educación se conforman por los siguientes elementos: el saber y modo de trans- Ahora me interesa también recalcar que si bien este "deslinde" entre prác-
mitirlo, quién lo transmite, con qué intencionalidad, cómo es la organización tica educativa y su reflexión es necesario para la producción de discursos peda-
para su transmisión, cuáles son los papeles o roles de quienes se involucran en gógicos, en mi opinión, y como afirman muchos y muchas educadoras popu-
esa transmisión/recepción. lares y críticos, esto no implica necesariamente que sean dos personas distintas
lJn elemento central que me interesa recalcar para fundamentar la meto- quienes educan y quienes hacen la reflexión pedagógica. La persona educadora
dología de mi investigación es que, como expresa Pasillas, la pedagogía tiene tiene capacidad para hacer teoría pues en su práctica cotidiana enfrenta las exi-
como objeto de estudio "las ideas, los propósitos, los ideales educativos, has- gencias teóricas, éticas y prácticas de cada situación Particular, y Puede com-
ta cierto punto, independienremente de la educación vigente", aunque ésta prometerse en un trabajo interpretativo, creativo, crítico, de análisis y direc-
es la que impulsa la búsqueda de propuestas y mejoras. La pedagogía se rela- ción del quehacer educativo.
ciona con Ia práctica educativa "mediante la definición de nuevas intencio- Habiendo más o menos esbozado lo que es la pedagogía, quiero aPuntar
nes, preocupaciones, maneras de percibi¡ de utilizar procedimientos, que aquellos aspectos que sirven para la reflexión pedagógica, los cuales retomo
gradualmente se incorporan a las reorías de los actores de la educación y las tanto de los referentes y preguntas que aParecen en vários textos sobre pedago-
van decantando, traduciendo, interpretando e incorporando a sus prácticas gía revisados, como de la lectura que yo hago de éstos (Mclaren' 2001; Posa-
en la medida de sus posibilidades" (ídem, l3l-132). Es decir, la pedagogía no da, 1996; Zuniga, 1997; Perazza, 1994; Rodríguez, 2000) y de mi análisis
puede ni debe olvidar su dimensión filosófica-social y ceder a la normativa- particular.
prescriptiva, Los ejes o preguntas para la reflexión pedagógica, mismos que he agruPa-
do en algunas categorías que nombré de forma que me sirvieran Para orientar
no es una actividad experimental que indague empíricamente las acciones vigen- mi trabajo de investigación, sin seguir a ningún autor o autora en Particular'
tes para tener una base sobre la cual diseñar una propuesta que supere los proble- son: fundamentos filosóficos, proyecto, bases teóricas, asPectos metodológicos
mas de las acciones, lo pedagógico es más bien un ámbito de análisis, un campo y significados de la acción. Como suele suceder en todo análisis, estas catego-
fundamentalmente discursivo, que tiene como referente genérico y muchas veces rías son un tanto arbitrarias y su diferenciación tajante es imposible, Pretenden
vago [alguna(s) experiencia(s) edrcativa(s)) (íde m) . se¡ más una guía para identificar ejes analíticos para reflexionar sobre los pro-
yectos educativos feministas.
50 EL SUEÑO Y I,{ PR,(CTICA DE SÍ OJOS PARA MIRAR 51
. Fundamentos filosóficos. Incluye los principios y concepciones antropo- enseiar, la cual corresponde a la didácdca), su horizonte es el por qué y el para
Iógicas (concepción del ser humano, de los hombres y de las mujeres), la con- qué de la educación.
cepción de la sociedad, las categorías que se usan para analizar el mundo, la Me parece necesario aclarar que, como señala Miguel Ángel Pasillas, Ia pe-
visión de lo que es el mundo, de a dónde se le dirige y de lo que puede llegar a dagogía como arena discursiva y espacio de lucha, pretende delimitar quiénes
ser; el concepto de educación, las categorías básicas que le dan sentido al saber pertenecen o no a ese terreno, tiene
y al acto pedagógicos, la ética. proponer, indica orientaciones par
. Proyecto. Incorpora las finalidades de la educación y sentido de estas fi- orras, tiene una tradición que delim
nalidades, es decir, el ideal en construcción; quién es el sujeto educativo (no- pacio, un estilo de trabajo conformado a lo largo de una trayectoria. Habría
ción y tipo de sujeto) y qué se espera de éste; la ubicación del otro o discurso que preguntarnos hasta dónde han sido las mujeres PartíciPes de esta herra-
de alteridad; los objetivos de aprendizaje, la problemática amplia a la que se mienta simbólica, actoras en dicho espacio de lucha, podría pensarse, más
vincula la propuesta pedagógica, la percepción sobre la influencia en Ia pro- bien, que han sido excluidas de este espacio discursivo, pues como confirma
puesta pedagógica de otros acontecimientos y relaciones sociales, culturales, Graciela Messina, "los movimientos de mujeres y los programas educativos no
políticas, etc., y la pertinencia de los debates o narrativas amplias para la reali- formales para mujeres no han estado presentes en las reformas educativas de la
dad particular. región (latinoamericana) ni en los debates nacionales acerca de la educación'
. Bases teóricas. Comprende la perspectiva epistemológica, concepto de (1997 l4). Por esto es importante pensar no sólo en Ia incorporación de las
aprendizqe y sus consecuencias, las fuentes teóricas o tradición en que se fun- mujeres a este espacio, sino contar con los aportes del feminismo en la cons-
da el discurso pedagógico, los principios psicopedagógicos, la red conceptual, trucción misma del discurso pedagógico, establecer, desde los movimientos fe-
categorías analítica, nuevo vocabulario creado (de interés para los sujetos edu- ministas un diálogo puesto que "las construcciones pedagógicas no Pasan Por
cativos) y desarrollo de una terminología política (para la construcción de los la estructuración de regímenes de verdad sino, por el contrario, por interaccio-
sujetos), y los supuestos teóricos o discursos que desafía la propuesta. nes, interlocuciones y articulaciones entre diferentes persPectivas, disciplinas y
. Aspectos metodológicos. Incluye el enfoque de trabajo, la relación edu- saberes, en un contexto histórico y cultural particular" (Ghiso, 1996).
cativa (perfil y expectativas sobre quien educa, quien se educa y su relación), Para cerrar este apartado apunto la idea de la pedagogía como un saber
los ejes clave de la propuesta, las características del método y condiciones para conformado por nociones y prácticas sobre el conocimiento, sobre la forma-
la educación y el aprendizaje, las estrategias educativas, medios y/o dispositi- ción, sob¡e las personas, sobre las relaciones y procesos educativos, que permi-
vos para la educación y el aprendizaje, la relación del contexto con el proceso te leer y analizar estructuras, conceptos, argumentos vinculados ala práctica
educativa. educativa, entender sus búsquedas, identificar sus tensiones, articular sus com-
. Significados de la acción. Abarca elementos vinculados al sentido de la ponentes teóricos y empíricos, construir reflexiones claves, acercarse a sus Pro-
acción para el sujeto educador, las implicaciones de su práctica para sí mismo blemáticas para hacer dialogar y entretejer distintos aspectos y dimensiones de
y la producción de significados del sujeto educador a partir de la práctica edu- la realidad educativa, sociocultural y política, y diferentes conceptos y opcio-
cativa. nes de diversas disciplinas. Así, Ia pedagogía permite hacer converger distintos
La explicitación de todos estos elementos planteados tiene la intención de conceptos, significaciones, teorías, valores y principios y disponer un tiPo de
evitar Ia ambigüedad del término pedagogía para los fines de este trabajo y que enunciación y práctica educativas particulares, insertas y sujetas siempre a un
quede suficientemente claro que no lo hice pensando en buscar una didáctica espacio-tiempo determinados. Y considero que en ese espacio-tiempo puede y
del feminismo. De acuerdo a las definiciones de Ricardo Lucio (1996: 42),Ia debe estar presente el feminismo, es decir, reitero la importancia de la influen-
didáctica temariza el proceso de enseñanza y orienta sus métodos; la didáctica cia feminista en las configuraciones y discursos pedagógicos pues incidir en
se especializa en torno a áreas o parcelas de conocimiento. Se puede hablar de esas grandes visiones y lineamientos formativos, en los argumentos y miras
una didáctica general, de una didáctica de las ciencias sociales o una didáctica que justifican y dirigen la educación, es decir, en la construcción de plantea-
de la psicomotricidad, es decir, aspectos que atañen al mundo de lo aprendido mientos filosóficos, políticos, teóricos y metodológicos que orientan el queha-
y que pueden ser por lo tanto, "enseñados" de manera sistemática y planifica- cer educativo, es una oportunidad fundamental y una tarea pendiente a la que
da, mientras que la pedagogía responde a la pregunta cómo educar (no cómo hay que abocarse.
t__
OJOS PARA MIRAR 53
52 ELSUEÑOYLAPRÁCTICADESÍ
2. LA DISCUSION FEMINISTA formando un corpus teórico novedoso que ha t¡ansformado todos los campos del
conocimiento y por ende, ha incidido tanto en los discursos políticos como en las
prácticas sociales. (Designa) entre ottas cuestiones, un movimiento social y políti'
En esta parte identifico distintas tendencias y posturas feministas actuales a fin
co que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo' de la opresión,
de contar con elementos para hacer una descripción general de lo que el femi-
nismo supone, y de la teoría feminista, enfatizando aquellos útiles para la re- dominación, subordinación y explotación de que han sido objeto por parte del
sistema social, económico y político imperante. Este movimiento, en última ins-
flexión sobre la pedagogía feminista. Esta descripción no es sencilla pues la
tancia, busca transformar y revolucionar las relaciones entre los sexos, alcanzar una
diversidad de miradas y propuestas feministas es asombrosa, y las tensiones y
nudos son dificiles de esquematizar. condición igualitaria entre ellos y democratizar a la sociedad (Lau, 2002: 13-14).
Este ejercicio retoma necesariamente las ideas de feministas de distintas
Marcela Lagarde señala que el feminismo es una cultura y no sólo un
partes del mundo, no puedo recurrir sólo a feministas mexicanas o latinoame-
ricanas porque el feminismo, como dice Amelia Valcárcel, "es un internacio- movimiento, es
manismo para
Desde alg samiento femi-
nistas: la prim a filosofía Polí-
tica, es durant los siglos xrx Y
>o<, y la rercera ola, la que inicia en la década de los años 60 del siglo ).x y en
2
Es importante una aclaración sobre el uso de éste términe, véase la relación de términos
anexa.
3 Este principio se refiere a la igual valía de las personas, todas dilerentes entre sí, más no
tos de mujeres y los feministas (De Ba¡bieri y de oliveira, 1986: 7), aunque es
implica un trabaio distinto para cada grupo de mujeres y tiene que llegar a to-
una tarea compleja. de sus vivencias y necesidades, y en el que se establecen víncu-
das, partiendo
Los movimientos feministas de la región surgieron en esa década, en la movimientos sociales de la región: los urbano-populares, las comu-
los con otros
mayoría de los casos formados por mujeres de sectores medios con estudios eclesiales de base, Ios grupos de derechos humanos, movimientos étnicos
nidades
universitarios, y en muchas ocasiones además, procedentes de los sectores de
(en Brasil particularmente), articulando las demandas de género y las asociadas
izquierda. Crearon raban (ídem, 14-15; Cano, 1996:345).
a la situación de cada grupo específico
su palabra y de los rupos El feminismo latinoamericano se caracterizó entonces por un compromiso
de producción de c rzo se feminista con intenciones de transformación política y social más allá del orden
dirigió a las mujeres de secrores populares. A estos grupos feministas se fue¡on
de género, sino también contra la subordinación social y política, por la lucha
sumando mujeres de movimientos inicialmenre articulados en rorno a orras
de horizontes específicos vinculados a la resistencia civil y/o articulados en tor-
demandas (laborales, urbano-populares, derechos) que se enfrentaban a limi-
no a la democracia "en el país y en Ia casa" (Vargas, 1999, cit. pas. Nash, 2004:
taciones impuestas a las mujeres en sus grupos o en su vida, y que empiezan a
201), contra las prácticas autoritarias en el estado y en la familia, a favor de los
hacer reivindicaciones de género (idem, 8-9).
derechos humanos. Otra característica es la configuración de una agenda hete-
La similitud ent¡e lo que sucedía en América Latina, y en Estados unidos
rogéneay sumamente amplia, abarcando cuestiones como la feminización de la
y Europa se explica por varios morivos. Por un lado, porque las feministas de
pobreza,la lucha por la subsistencia, el desarrollo sostenible, la democracia, la edu-
aquellos países hacían proselitismo y difundían sus ideas, el nuevo feminismo
cación, la violencia, las condiciones laborales, entre otras (Nash, 2004: 20I), y
fue capaz de crear una amplio movimiento internacional (Nash, 2004: 166),
que de acuerdo a algunas autoras, muchas veces ha implicado una dedicación
además había entonces muchas mujeres latinoamericanas exiliadas que después comunitarias más que de emancipación individual de las mujeres (Mo-
a causas
se convirtieron en promotoras del feminismo en sus países de origen. por otro
lyneux, 1997, cit.pas. Nash, 2004: 205).
lado, había una dimensión internacional de las acciones feministas, ya fuera a Más allá de las fuertes divisiones de clase y de la posición social privilegiada
través de las críticas, denuncias y propuesras que se llevaban a las Naciones Uni- de las mujeres de los grupos feministas de aquella época, fueron encontrándose
das, así como de una serie de tendencias y actividades inrernacionales que apo- similitudes en sus propias vidas, percibiéndose la desigualdad en relación con
yaron o detonaron los procesos y grupos feministas de cada país, como la con- los hombres en la vida cotidiana a través de los grupos de refle;rión. Como seña-
ferencia Mundial de las Mujeres (México, 1975), el Año Internacional de la lé en el primer capítulo, la violencia en la casa, la falta de control de la fecundi-
Mujer y la Década de la Mujer (1975-1985) (de Barbieri, 1986: il-13). Si dad, la doble moral, la represión sexual, etc., se convirtieron en denuncias comu-
bien en México hubo una oposición de gran parte del movimiento feminista nes que colocaron en medio de la crítica las relaciones cotidianas, trascendiendo
para participar en la Conferencia Mundial y en acciones gubernamentales de- el terreno meramente reivindicativo.
rivadas de ésta, dividiéndose el movimiento entre quienes participaron y quie- En México, las principales luchas de las mujeres eran "en el terreno ideo-
nes no lo hicieron, se hizo visible la necesidad de una mayor coordinación en- lógico y en el concreto", por "el reconocimiento de la producción y reproduc-
tre los grupos feministas. Esto dio inicio a la formación de coaliciones, frenres, ción de la fuerza de trabajo", por condiciones laborales justas, por el derecho
servicios, publi:aciones y grupos feministas diversos en distintos estados del al aborto, contra el hostigamiento sexual, contra la violación, contra el sexismo,
país (Lamas, 1994 147).
En cada país de la región el movimiento feminista fue tomando más o me-
nos impulso y sus propias particularidades, aunque había una situación común
en América Latina, y a diferencia de los países europeos o de Estados unidos,
que eran la condición de las mujeres marcada por fuertes distancias de clase y de peró, y se volcaron al trabajo con otras mujeres también universitarias y de clase
etnia, una situación económica de miseria, conrexros políticos de violencia, dic- media para quienes el feminismo se convirtió más en un "instrumento de
taduras militares o incipientes procesos de democrati zación, y regímenes escasa- análisis o de búsqueda personal" que de lucha, pues pareciera que no requerían
mente secularizados. E.stas condiciones conduje ron aunfeminismo de base popu- oe un movimiento
para "solucionar sus problemas" y "mejorar su propia vida'
lar en el que se reconoce que la transformación de las relaciones entre los géneros por 1o que el feminismo
en los pequeños grupos sirvió más para un "descubri-
58 ELSUEÑOYLAPRÁCTICADESÍ OJOS PARA MIRAR 59
miento de las mujeres y de su común condición femenina" que Para organizat- En los siguientes años, el feminismo en la región y en todo el mundo fue
sea (Lamas, 1994:147). a transformar en una "masa
carnbiando. El feminismo de los ochenta se comenzó
El contexto de los años setenta donde resurge el feminismo en nuestro país de acciones indiüduales no dirigidas" lo que, ligado a su carácter internaciona-
está marcado por el "post 68" (años posteriores al movimiento estudiantil de fista, le ha permitido llegar a lugares diversos, encarnarse en prácticas novedosas,
1968), con el consecuente surgimiento de nuevos actores sociales, entre ellos, entrar en la construcción de las democracias de los países llamados en vías
de
la clase media, los partidos políticos, los organismos populares y las organiza- desarrollo, enfrentar las embestidas contrarias a su avance
(Valcárcel, 2000).
ciones de izquierda, que emergen a la escena política conjuntamente con los En nuestra región, como señalé previamente, parte del movimiento femi-
grupos feministas; la presencia de la guerrilla; más los intentos gubernamenta- nista se aglutinó en ese entonces en organizaciones civiles que desarrollaron
les por recuperar el consenso social e impulsar la "unidad nacional" y "apertura pfácricas de trabajo diferentes a partir de su vinculación con gruPos o "clien-
democrática'. Es deci¡ un clima de efervescencia social y de recomposición de telas específicas" y con fuentes de financiamiento, especializando y tematizan-
Ias fuerzas políticas, de reformas jurídicas, y cambios económicos, políticos y do su trabajo, e involucrando de distintas maneras a muchas mujeres Pues se
educativos (GonzáIez, 2001 76-83). De este contexto se destacan las fuertes consolidaron como espacios de participación social y política posibles. Varias
movilizaciones de las mujeres: el resurgimiento de la lucha obrera con sindica- de las organizaciones feministas mantuvieron sus vínculos con mujeres de
tos compuestos principalmente de mujeres, la participación de mujeres indíge- otros sectores impulsando reivindicaciones sectoriales y de género; otras femi-
nas en denuncias contra la represión de sus comunidades, de amas de casa que nistas se incorporaron a movimientos por los derechos humanos, ecologistas,
se unieron a las luchas laborales de sus maridos o hijos, de mujeres que forma- lésbicos, sindicales, etc. desarrollando desde ahí su acción feminista.
ron comités pro-defensa de presos, perseguidos y desaparecidos políticos, que Esto no significó la renovación del impacto político inicial pero revitalizó
si bien no implicaban demandas feministas, fortalecieron a las mujeres y las vi- en cierra forma al movimienro feminista. Támbién generó el perfilamiento de
sibilizaron en la escena pública, y sirvieron para incorporar gradualmente rei- un "movimiento amplio de mujeres" en el que confluyen varios movimientos
vindicaciones de género, además de articularse, en tanto movilizaciones socia- y grupos de mujeres en la escena política, que facilitó nuevos canales de vincu-
les, a las feministas (Acevedo, Lamas y Liguori, 1980). lación entre mujeres, y que "trasladó el protagonismo político femenino del
Un eje de negociación dentro del feminismo de esa época era sobre el tipo sector de las feministas al de las mujeres populares", aunque muchas de éstas
de reivindicaciones a plantear para atraer masivamente a las mujeres (Gonzá- retomaron la reflexión feminista (Lamas, 1994:143,l5l).
lez,200l 117). Otro más, al igual que con las feministas europeas, se relacio; Otras feministas se insertaron en esPacios académicos y Profesionales, se
naba con las alianzas y la autonom ía. La crítica de las mujeres a sus organiza- considera que esta década vio el despegue del feminismo académico. Y otro
ciones y partidos políticos implicó debates y ciertas rupturas con esos gruPos espacio más para la acción feminista consolidado en esa época fueron los par-
para hacer política "desde" las mujeres, ya fuera en grupos aliados Pero exter- tidos políticos y los gobiernos, tanto en Europa como en América Latina. Al-
nos a los partidos o sindicatos, o en otros casos completamente independientes gunos partidos hicieron cambios en sus discursos y Programas a raíz de las
de éstos (Kierkwood, 1986:221, GonzáIez, 2001). críticas feministas, por lo que se abrieron condiciones Para la participación de
las feministas en ellos (de Barbieri, 1.987: 22) .
a
Por ejemplo, el movimiento feminista internacional tuvo una de sus fuerzas movilizadoras En otros países de la región las luchas armadas impusieron una lógica de
en la reflexión sobre la opresión que suponía para las mujeres el trabajo doméstico y la demanda
guerra en donde se minimizaron las diferencias de género y se priorizaron
de guarderías y servicios públicos para aligerarlo. Sin embargo, para las mexicanas feministas,
otros temas, formas de organización, etc. y donde posteriormente los procesos
universitarias de clase media, así como para otras muchas latinoamericanas, quienes tenian una
empleada en casa o el apoyo de Ia familia extendida para la realización del trabajo doméstico y las de pacificación también supusieron preocupaciones distintas a las del feminis-
tareas de crianza, éste no era un tema significativo o al menos que las impulsara a organizarse y mo derivadas de los nuevos y urgentes contextos socioeconómicos y políticos
luchar, como en orros países (Lamas, 1994:146-147; Nash,2004: 20I-202). Este hecho no ex- (de Barbieri y de Oliveira, 1986: 16-17).
cluye el que en el debate feminista en la región el trabajo doméstico se ubicara como una de las
De igual forma en México hubo un reflujo del feminismo en esta época.
fuentes de malestar y subordinación de las mujeres y se hiciera una crítica a la lamilia y a la opre-
Los cambios económicos y políticos de los años 80, tales como la acentuación
sión doméstica (Lamas, Poniatowska, y Urrutia, 1978, cit. pos. Nash, 2004: 202). Además, debi-
de la crisis económica, la lucha por la democ racia, y el surgimiento de nuevos
do al vínculo con la izquierda, cobraron relevancia las denuncias e ideas sobre el "trabajo de re-
producción social". actores y demandas sociales, cambiaron las necesidades, agendas y formas de
60 EL suEñoyt-¡\ pRÁcrrcA DE sÍ
oJos PARA MrRAR 61
acruación. También di.stintos problemas dentro
del movimiento feminista
vorecieron el cese de la actividad pública en esos ales, nacionales e internacionales, abor-
años. Estos
--- problemas
r-vv¡v^r¡.r se
rivaron de la carencia dre estructuras organizativas avía introducirse también en la macro
__- : ,. y liderazgo; de la cu
^^rr-:^^ mexicana clientelar, centralista,
política acional dene "una cierta capacidad de
cos que generaron problemas de poder;
i lq".r" a procedimientos
de Ia falta de recursos económ
además de la dispersión en pequeñas organizaciones
(muchas de ellas n
:ffi;:fi ,J"'J:,l,ll5';H,61"'
(1997) enfadza la importancia de las
como cEM, cidhal y EMAS, que
::.::.rT::::I::e-1.11-a,perduran
parte del universo de estudio de erta investigación).;;;;: orsanizaciones civiles durante los años recientes para
la accióny expansión del
efecriva en un movimiento amplio. Todos.ñ;.;";;,
;;; latinoamericano, Para la articulación de distintos actores feministas
miento del feminismo como movimiento social.
t#ffi.r;, f.áinir-o
lugares del mundo. En este período el feminismo en México ha alcan-
de varios
No obstante esta dispersión y disolución der ztdo wa presencia nacional, particularmente en las zonas urbanas, aunque no
movimiento, la realización
de Encuentros Latinoamericanos Feministas como puede verse en organizaciones políticas indígenas (Cano,
en esta décade rl gRl l c)e? r oa< exclusivamente,
y 1987) y de Encuentros Nacionales ( I 9g I 1996:358), han proliferado expresiones feministas a través de programas de
,
para la organización feminista en el estudios, centros académicos, servicios, gruPos de apoyo, organizaciones, etc.
que se re
gica que habia alcanzado entonces ei femini (Lamas, 1994: 158); y además, el feminismo ha transitado también por medio
grupos feministas en diversos estados
de la de políticas e instancias gubernamentales y procesos de institucionalización di-
2001: 169-170; Cano, 1996:358;Lamas, versos y con desiguales resultados.
1994: 150).Aquí señalo que desde
alguras miradas, la participa_ción de mujere,
á. ,..,o... populares o del ..mo- El movimiento feminista es una "minoría activa" que ha filtrado sus dis-
vimiento amplio de mujeres,' en esros Á.,r.rrr.o, cursos y prácticas en varios ámbitos y ha cristalizado su presencia en algunos
significó un p,r.rto _,í. d"
tensión y debilitamiento para el movimiento espacios académicos, políticos, y profesionales, que tiene una identidad en el
f.miniira, p; i"';;;piación
masiva de los-temas y las banderas feministas" espacio público (ídern, 158-159).
po. o,."r, hizo que'.párte del
movimienro feminista se abstuviera de c Desde el siglo xx, los movimientos de mujeres y feministas en el mundo
,ti, .ro, .rp".ior',, l" piuralidad
se han centrado en el
diferencias fuertes entre las ,.fe_
ulares" respecto a.l quehacer político
y cuestionamiento de las relaciones de poder de género en escenarios públicos y pri-
ta de l a exten s ió n al can"ada 0., 0,,."
Además de que fue con la consolidación
I,lT.iiill,Ijj il ffi,Tl.
^.?.'"f;l
vados, en los ¿ímbitos políticos, sexuales, familiares, civiles, laborales, educativos,
religiosos, sociales, económicos, identitarios, literarios, coloniales, postcoloniales,
del "movimiento amplio de mujeres,,
que el feminismo p.udo genera-lizarse obreristas, pacifistas o comunitarios. Han creado múltiples estrategias de resistencia
y hacerse comprensible para distintos
sec-
tores (Lamas, 1994: 153-154, t6t). a pesar de su situación de subalternidad. [...] En dgunos momentos han articulado
como había ya mencionado, hacia fines de grandes movimientos sociales, en otros han trabajado de forma más íntima en la
esta década, las luchas por ra
ciudadanía y la democracia se tornaron reafirmación de sus identidades y de su dive¡sidad. [...] Han definido y redefinido
prioritarias en el país, y debido a que
el feminismo no había realizado p.opr.r,", lo que entienden por el feminismo, los derechos de las mujeres, sus necesidades y
,obr. ért", Jf" nl.r" o.', _"rr-
derarlas como "reformisras" o poi.ri", su agenda de actuación. [...] Han encarado distintas formas de poder que se asien-
centrado en orros í.-"J,tt"'.oy,r.r_
tufa supuso un momento de rearticulación tan en el sexismo, el racismo, la falta de democracia, Ia alteridad postcolonial y la
ciudadana, de alianzas .'.rt..
res distintas para vencer los obstáculos -,r;._ situación de desa¡rollo insostenible de los países en vías de desarrollo. [...] Forjaron
para la participación ciudadana. El
movimiento feminista se alió incluso co.r una renegociación de los códigos de género establecidos desde una voluntad de
muleres dentro del gobierno y ros
a reformurar la retación .on et Estldo, emancipación, de igualdad, democracia y derechos (Nash, 2004: 298-301).
ff.j11"::^::,"X'l-dl:li*. y a partir
". nl:u:r estrlos organizarivos y de liderazgo (idem, 154_l5g).
El feminismo de los.noventa y de pri.rcipios Este panorama histórico permite reconocer que desde hace varias décadas,
del siglo )oe,'se encuenrra in_
serto y disperso en todo tipo de aro.i"cüne,
(sociales, civiles, académicas, siglos, las luchas feministas se han vinculado a la educación ya sea reivindican-
profé-
do el acceso a la escuela, pidiendo la igual valoración intelectual y de oportuni-
62 ELSUEñOyLApRÁcuc¡opsÍ o¡os naRR vrnan 63
que "la relación de la mujer con la otra mujer es lo no pensado en la cultura Aquí destaco que usualmente los feminismos contemporáneos de la igual-
humana'. En este sentido, las relaciones de ffidamento* entÍe mujeres son dad o liberales suelen pensarse como opuestos a los de la diferencia. Joan
clave pues suponen nombrar la disparidad .rrrr. 1", mujeres y ".o-p.. .o, I. Scott discute esto. Su análisis plantea que esa oposición binaria que parece
equiparación de todas las mujeres y su consiguiente sometimiento arlas distin- plantear dos opciones antitéticas a las femini.stas, no es tal, ya que "la igualdad
ciones operadas por el pensamiento masculino", a partir de lo cual pueden no es la eliminación de la diferencia,yla diferencia no excluye la igualdad"
darse valor' pueden entrar en comunicación y 'potenciarse en ,,, a.rf..rrt"- proponiendo la necesidad de pensar de otra manera la diferencia, comenzando
miento con el mundo" (ídem, l, 54, 58, 143 y 159). por rechazar que es lo opuesto a la igualdad, por indagar cómo firnciona ese
EI feminismo postmoderno y el feminismo postestrucruralista son ram- "emparejamiento dicotómico" igualdad-diferencia, por salir de los términos
bién en cierta forma pensamientos de la diferencia (Álvarez,2001: 243-2g6). del discurso político existente que conduce a un callejón sin salida:
En términos generales su perspectiva implica una serie de críticas "al feminis-
mo", señalando que subyace a éste una idea heterosexual, blanca y clasemedie- Cuando igualdad y diferencia se plantean dicotómicamenre, estructuran una
ra; que la categoría de género no permite ver la especificidad y diferencia de la elección imposible. Si una opta por la igualdad, está forzada a aceprar que la no-
situación de las mujeres en cada contexto, enfatizando que no existe un mode- ción de diferencia es su antítesis. Si una opta por la diferencia, admite que la
lo único ni una problemática única de "la mujer"; y aboga por incorporar al igualdad es inalcanzable. [...] Las feministas no podemos renunciar a la "diferen-
análisis feminista las condiciones de raza, clase y otras, junro a la de género, cia"; ha sido nuestra herramienta analítica más creativa. No podemos renunciar a
repensadas en gran medida desde las críticas posresrrucuralistas y postcolonia- la igualdad, al menos mientras deseemos ¡eferirnos a los principios y valores de
les que giran en torno a la construcción de la alteridad. Asimismo, el cuestio- nuestro sistema político. [...J ¿Cómo le hacemos para reconocer y utilizar nocio-
namiento del poder, del sujeto, de la agencia, etc. han sido aportes importantes nes de la dife¡encia sexual, y al mismo tiempo dar argumentos a favor de la igual-
de estas perspectivas. dad? La única respuesta es doble: hay que desenmascara¡ la relación de poder
EI pensamiento de la diferencia latinoamericano es una corriente relativa- construida al plantear la igualdad como la antítesis de la diferencia, y hay que
mente pequeña y reciente en Ia región, hasta donde il,canzo a conocer. Fran- rcchazar las consiguientes construcciones dicotómicas en las decisiones políticas
cesca Gargallo señala que en 1993 un grupo feminista de mexicanas y chilenas (Scott, 2001b: 231).
se identificó con el feminismo de la diferencia "con la idea de que la igualdad
es el intento ideológico para somerer a la,mujer". Las Cómplic.., á-o.. Joan Scott propone entender la igualdad como un término que "se dirige
llaman a sí mismas, reivindican también su autonomí" r.rp..ro al pensamien- a eliminar no todas las diferencias, sino un conjunto parricular de diferencias,
to de la diferencia sexual europeo, piensan y actúan "desde otras áefiniciones y diferentes conjuntos en épocas y lugares diferentes" ('Sl'alters, 1983, cit. pos.
de la diferencia sexual, a partir de la realidad del movimiento feminista latino- Scott, 200 I b : 232), lo cual "supone un acuerdo social para considerar a perso-
americ4no, de la lectura de Julieta Kirkwood y de las acciones efectuadas y/o nas obviamente diferentes como equivalentes (no idénticas) para un propósito
ideas propuestas por algunos colectivos" de la región (agrupaciones, movi- dado", con lo que "lo opuesto a igualdad es desigualdad o inequivalencia'y
mientos indígenas) para rechazar todos los cánones patriarcales con el sentido podría dar a la igualdad un sentido de "indiferencia deliberada frente a diferen-
no de hacer reclamos al mundo de los hombres, sino de reflexionar sobre "la cias específicas (ídem). Esta perspectiva puede arrojar mucha Iuz aIa discusión
acción feminista y de reconocer la diferencia entre mujeres". Incorpora tam- teórica y política, así como a la práctica feminista alrededor de la pedagogía y
bién a su lucha los derechos humanos y la oposición a la xenofobia y a los las prácticas educarivas.
modelos económicos que destruyen el ambiente (2004:2g5 y ss,). Lo incluyo En términos de las implicaciones de estas diversas perspectivas de la dife-
porque suele pensarse que las perspectivas feministas de la diferencia corres- rencia respecto a la educación y guardando los matices necesarios, puede de-
ponden a contexros ajenos a Latinoamérica y no es así. Además, porque algu- cirse que el feminismo de la diferencia busca la abolición de la dominación
nas de sus ideas pueden rener resonancia o servir para el diálogo para pensar masculina y sus formas de limitación y definición del conocimienro por ranro,
la(s) pedagogía(s) feminista(s) dentro del contexto. plantea el rechazo o la modificación de las leyes masculinas de la construcción
del conocimiento para que la experiencia femenina pueda ser estructurada,
* Véase
la relación de rérminos anexa. ¡econstruida y traducida en conocimienros con circulación legítima en la so-
66 EL suEño Y IA PnÁcrtc,,r op sÍ OJOS PARA MIRAR 67
explicar los postulados conceptuales de cada vertiente feminista. Este esfuerzo ras que la utilizan y reelaboran, que es difícil darle un contenido único. En una
no pretende agotar los términos de la discusión teórica en el feminismo ni de investigación realizada en 1999, se encontraron muchísimos usos vigen-
hacer un inventario exhaustivo de sus temas y argumentaciones, trabajo que la categoría género: como atributo de los individuos, -aún
como relación
res-- de
excede los límites de esta investigación. interpersonal, como estructura de la conciencia, como una ideología internali-
Como antecedente a la revisión de este debate, podría preguntarse qué es zada, como producto de la atribución, de la socialización, o de prácticas disci-
la teoría feminista. Si bien he señalado que hay varias reorías y verrienres femi- plinarias, como microtécnicas del poder, como un modo de Percepción, como
nistas, y además muchas de ellas están en relación directa con los campos de efecto del lenguaje, como conducta, como estatus social, como forma de orga-
aplicación o estudio particulares desde y para los que se han desarrollado (por nizacíón social, como característica estructural del trabajo y del poder, entre
ejemplo, la antropología, literatura, psicoanálisis, derecho, etc.) afirmo que la orros. Asimismo, el género ha sido caracterizado como diferencia, o como re-
teoría feminista podría ser ese gran conjunto de teorías que se orientan a expli- laciones de dominación y subordinación (Hawkesworth, 1999, cit. pos.Lamas,
car las manifestaciones y razones del sexismo y de la subordinación de las mu- 2002: 165-166).
jeres, y sus mecanismos de reproducción, así como a proponer pautas para la Los múltiples significados que tiene hoy esta categoría establecen a su vez
erradicación de dicha situación. Es una teoría sobre el poder y la dominación, debates teóricos inacabados. Por ejemplo, retomando el género a nivel de la per-
útil al desarrollo de propuestas para su transformación. sona y no de las estructuras sociales, se discute si el género es una identidad, un
Una de las claves centrales de la teoría feminista es eI género. De inicio una punto de partida fijo o una esencia, una serie de atributos personales, o una
categoría, y ahora una perspectiva.* En su definición más sencilla, esta catego- actuación; si es una postura o construcción social que implica colocarse ahí; si
ría alude a la simbolización que cada cultura elabora sobre la diferencia sexual, es una imposición externa; si es una posición derivada de un contexto externo y
estableciendo normas y expectativas sociales sobre los papeles, las conductas y que puede cambiarse; si es una condición objetiva y/o una idenddad subjetiva.
los at¡ibutos de las personas a partir de sus cuerpos (Lamas, 2002: 52) para En este sentido, los debates de los últimos años muestran que el género
explicar la desigualdad social y las relaciones de poder entre hombres y muje- como categoría unificadora a partir de la cual se interpreta y explica la subor-
res. IJna noción más completa entiende el género como una estructura de re- dinación de las mujeres ha sido muy discutido y se han reconocido algunos
laciones de poder en las diferencias que distinguen a los sexos- pre- límites de dicha categoría. Se ha puesto en evidencia que es necesario com-
-basada
sente en todas las dimensiones de la organización social y de las interacciones prender al sujeto no sólo a partir del género, sino también de otras diferencias
sociales, expresada en símbolos, ideas, prescripciones, representaciones, atri- interrelacionadas (clase, etnia, orientación sexual, capacidad, etc.). Otras críti-
buciones, valoraciones, prácticas, experiencias y subjetividades de hombres y cas ven en el género una idea esencialista que sugiere un "falso nosotras" y
de mujeres (Scott, 1997l.289-291). Estos corresponden a un orden jerarqriza- desconoce Ia variabilidad del género y sus relaciones definitorias con otras ads-
do que implica la subordinación de las mujeres y de lo femenino. El género es cripciones en cada contexto social y cultural, por lo que hablar de las mujeres
además, una "forma primaria de relaciones significantes de poder", es decir, un como grupo no responde a la compleja y plural realidad de las distintas muje-
campo fundamental en el cual o por medio del cual se articula el pode¡ pues res y se convierre en un discurso totalizador (Hartsock, 1992). Algunas res-
los conceptos de género se establecen como un campo de referencias que es- puestas a estos debates plantean que hay que entender el género no como una
tructuran la percepción y la organización concreta y simbólica de toda la vida construcción de la esencia femenina, sino como una categoría teórica Para ana-
social, y de la distribución del pode¡ "el género se implica en la concepción y lizar la situación de mujeres y de hombres, sin dejar de reconocer que el géne-
construcción del propio poder". (ídem,292-293). El género varía a lo largo ro no es el único componente de la vida social o moral, e incluyendo otras di-
del tiempo, y además se articula con otras formas particulares de relaciones de ferencias (Ñvarr", 200 I ; Belausteguigoitia y Mingo, I 999).
poder que estructuran lo social (clase, edad, etnia, etc.), vinculadas a su vez a Otras teóricas no cuestionan la categoría analítica de género sino su uso
contextos más amplios. limitado que ha impedido a Ia teoría feminista interesarse más por los hombres
Cualquier definición o intento de caracterizar el uso del género como ca- y mujeres reales y sus experiencias individuales que los constituyen en contex-
tegoría analítica es aventurado pues han proliferado tanto los estudios y postu- tos específicos, y que muchas veces no satisfacen ni los marcos prescriptivos
sociales ni las posturas teóricas y categorías analíticas. También se critica que
* Véase la relación de términos anexe. la perspectiva de género no se haya empleado suficientemente para analizar
70 ELSUEÑOYLAPRÁCTICADESÍ
olos PARA MrRAR 7l
ción?, utiliza políticamente?, ¿es un Punto de partida o de llegada? Además tido se limita a las relaciones con orros términos (Mclaughlin,
¿se -variables-
se discuten las implicaciones políticas de las identidades, y en concreto, de 2003:92-96). Debido a esto, el sujeto es inexistente, es un producto social de
cada una de las muchas posturas sobre las identidades, habiendo quienes rei- las formas de conocimiento y discursos de la Ilustración; no hay un sujeto mo-
vindican las políticas de la identidad y quienes las rechazan' derno' es decir, racional, soberano y con propia ve7 q'e tampoco
-¿¡¡i[stos
son reales sino producto de las operaciones del lenguaje-. No existe un sujeto
Mientrai algunas teóricas postulan la necesidad de reconocer todas las
identidades y diferencias entre las mujeres, otras afirman que estos discursos que se encuentre "de algún modo en posición constituyenre en relación con el
forman una "engañosa retórica" que sólo conduce a una fragmentación que proceso histórico interpretado desde alguna o algunas claves totalizadoras rela-
niega la estructuiación del poder en términos amplios (Buarque, 1997;lüy'al6y, cionadas a su vez con el protagonismo de ese sujeto y los avatares de su sujeción
2002),lo que está detrás de esras posturas es la necesidad de formar un sujeto y su liberación' (Amorós, 1997:320).
"mujer". Para algunas aurofas que reivindicanla diferencia es importante asi- En contraposición, para otras teorías feministas el sujeto el sujeto mo-
derno- reivindica -y
mismo hacer especificaciones contextuales pues "no hay nada autoevidente o existe. Se porque para decir que el sujeto ha muerto, debe-
trascendente sobre la diferencia", por lo que hay que interrogarse por los as- mos primero ganar el derecho de hablar como un sujeto (Braidotti, 1994, cit.
pecros a parrir de los cuales se define la diferencia, por los parámetros y tipo de pos. McLaughlin, 2003: 97), pero además, esre ripo de sujeto es necesario para
.o-p"r"tió., que se establece, y sobre todo, por cómo se construye el signifi- el feminismo. Un proyecto emancipador como el feminista requiere un sujeto
cado de la diferencia. Es fundamental atender a las diferencias e insistir en crítico y reflexivo, autónomo, libre (Amorós, 1997: 36I-362), que cuestione su
ellas, pero sin caer en una "simple sustitución de diferencia binaria por múlti- opresión y tenga capacidad de intervenir en su realidad. En este senrido, par-
ple, porque no es un alegre pluralismo lo que necesitamos invocar" (Scott; tiendo de la idea de un sujeto, la concientización de las mujeres, la formación de
200rb:232). una conciencia feminista es otro eje de reflexión en el pensamiento feminista.
En términos de reconocer las diferencias, también hay distintos "niveles" o La cuestión es si esa concientización es el punto de partida para reconocer la
tipos de diferenciación. Se pugna por el reconocimiento de las diferencias en opresión y enfrentarla o si es el medio para hacerlo.
las identidades culturales, en los valores culturales, en la posición social, en el De igual forma, para algunas posturas es fundamental revisar y cuestionar
los mecanismos y criterios que históricamenre han definido a los sujetos y que
poder, entre otros. Del mismo modo se ha criticado cómo algunas teorías, al
ohan servido para "expropiar a otros
tratar de reconocer también otras identidades culturales (étnicas, religiosas, ra! I y a otras la condición de sujeto", sirviendo
de base para la inferiorización y discriminación de las mujeres, para "consrruir-
ciales) asumen una óptica simplificadora que naturaliza alas mujeres de acueri
la como cautiva" (Lagarde, 2003: 15-16| Esto presupone la e"irt.rrcia de ese
do a esa procedencia cultural, asignando una homogeneidad cultural y de gé'
mismo tipo de sujeto-agente, tanto indivi váli-
nero. Esto convierte otras condiciones en una especie de origen-autenticidad
cto, real y con posibilidades genuinas de li
que debe ser descubierta o liberada y narrada. Y además, dicha "autentici<
La discusión sobre el sujeto tiene que
se piensa, por sí misma, como progresista o subversiva (cfi. Chow, 1999)' toló-
gicas. Se discure si hay una
nudo para la teoría feminista es entonces reconocef y articular todas las diferer esencia de sujeto o un sujeto con características
dadas' ya sea biológicamenre,
cias sin que éstas acaben normalizándose ni pensándose de manera simPlistali y/o producidas socialmente, o si no hay nada
El s)irto es orro núcleo problemático úári.o ..r la teorización feministl ciones sociales.
para algunas posiciones contemporáneas el sujeto no exisre, pues la fluidez,': ión o negación del sujeto, esla subjeti-
indefinición y la incertidumbre alrededor de la vida humana, y Particul rensiones ypreguntas, ¿es la que cons-
te de los procesos de significación, niegan la ilusión de coherencia que arte de él?, ¿la subjetividad está dada o
suponer Ia existencia de un sujeto universal y contenido. Asimismo, se p género?, ¿el género moldea la subjetivi-
que son el lenguaje y sus operaciones de oposiciones binarias y jerárquicas vidad y sociedad?, ¿la subjetividad es
el significado, lo, q,r. hasta ahora han construido el yo y el' ubjetividad es una actuación (acto per-
"o.rr,rr'ry..r jetividad colectiva?, ¿cómo
sus respectivas valoraciones desiguales-, pero éstas son nociones q se relaciona
-con
son intrínsecamente reales sino parte del sistema del lenguaje. La turas se centran en Ia revisión y cons-
individuo son construcciones del lenguaje sin significados inherentes cuyo , en concreto, en la constitución de las
t"
74 EL SUEÑO Y LA PRÁC]-ICA DE SÍ o;os Pane vtrutn 75
mujeres como sujetos y objetos de la historia, buscando en estas distintas explicaciones funda-
eliminar todas .
maciones universalistas, e incluir la multiplicidad, presivas implica a su vez otras muchas
diversidad y .ñ
del sujeto mujeres. ral del sistema de género el más impor-
ional?, ¿es el simbólico?, ¿cuál hay que
E'xplicar la dominación de los hombres y Ia nanrarización re ellos?
de las relar
género también supone dive¡sas rutas. Hay planteamienros e en mayor o menor medida recono-
que parren
bases económicas de la sociedad, .o....,"-..rte unas Pre-
del capitalir_;, y'i.i;;l
mujeres en los procesos de acumulación del capital
en ia división ,.*ul
bajo para enrender las fuentes de la opresión
é-..ri.r^. Argunos de estos [T:'J;
teamientos lleva¡on a la reelaboración del patriarcado,
r.á_"do a.rfue, oPera con autc as niegan
otras corrientes, para explicar la opresión de las un ¡ipo de opresión que
mujere, (qu. .o-o ,. ,. il ^"1¡Sifi¿"i de escindir las distintas opresiones y abogan Por una teorización
incluye múltiples variantes, desde r^,-r.o.r..p,rr"lir".i;;;;;:;"";;;;;;". de las relaciones del poder' y la red de re-
o',ri 0..-¡," abarcar la complejidad
co, hasta su reconocimiento como una fo.ma de Para al-
pero con características particulares) en donde
organizació., .o.iJ*.i i;r;", de poder y opresión en las que las personas estamos inmersas. en función de la
la sexualidad está en .l ...rt-,{ 1", forln". de opresión de las mujeres cambian
la opresión y de las desigualdades de género,
articulando las relaciones de di ""rr", ""aoor
"nosición y condiciones de cada mujer. En este sentido el entrecruzamiento y
der' otras post'ras explican el origen"de la dominación t"nálisis
en el sisrema t.ori.o de Ia etnia, raza, clasesocial, religión, género y otras adscripcio-
nefo' que organiza la sexualidad y reproduce las normas
de sexo y género en nes y condiciones son fundamentales'
sociedad. una mirada a esta última.atego.ía
evidencia t" .uot...íai .o-p
f otras corrienres buscan explicar la dominación a través de las bases epis-
jidad de esta explicación; inicialmente el"sistema,.". es la
;¿;;;;; o."r'"¡". temológicas de la dominación. En este sentido, una categoría importante
de asignación de recursos, propiedad"es yp.irriligio, marginados
::::t:: _:1"T" dela oiedad, creación filosófica e histórica para referirse a gruPos
sonas de acuerdo a funciones de género "L,
.rrltrr.i-.rt. á.n"r¿"i; fC."ri y calificados con arributos negativos, que han sido objetivizados por los grupos
,nro algunas autoras contemporáneas afirman q". a ge.r.;y f.
.?*r!.;?l),son sistemas áomirr"ntes. El análisis d. l, conrtrucción, efectos y funcionamiento de la
xualidad de poder y de constitu.ió" d. il; i¿;;;"d;;;J;;; otredad, y delasfonteras enfrelas alteridades son ejes de algunas teorías femi-
p.ro,1,,.. tienen una auronomía relativa, ambos .""ri,ry." nistas que permite comprender Ia diferencia, y con ella, algunas bases episte-
l::.^.9:i""""
base de dos arenas distintas de ras prácticas
f"
sociales. Desde esta mirada, la sexua; mológicas d. la do-ina.ión. Otra forma de acercamiento al tema la configu-
lidad deja de ser una fuerza natural y se comprende
como ,irt.-"también ran las vertientes que reorizan sobre el poder reivindicando y sistematizando las
y construido socifmentl conocimientos de las mujeres como conocimiento válido y
'.,r,
::119: y qena alejándose de una idea de,¿r"rlt¿"¿1"i"", experiencias y
monolítica, la política (Co¡rea, 1996).
,
valorada y promovida; mientras que otras niegan el carácter ontológico de o una experiencia común entre las mujeres, o la experiencia es algo
esa
diferencias, pero reivindican la diferencia a partir de las posiciones condicio "xoeriencia
I .o-pt.,"-""te individual e incapaz de ser real ni teóricamente generalizable
.o' iér-ino, analíticos yio políticos; si tiene un apoyo o no en la diferencia
sexual y/o de género
(y algunas añadirían ylo racial, étnica, social, etc.) que
conlleva a uin"punto de uista" femenino, radicalmente distinto del de los hom-
a la situación común
bres, o si esa posible similitud de la experiencia se debe
que pueden compartir, o si de ninguna manera hay tales Puntos comunes (9É.
defienden la idea de la pluralidad de voces, de la multiplicación d. rq.to,
.og- McLaughlin' 2003).
noscentes cuyos conocimienros tienen igual valor (pérez s., 2006:
2l-21). Es. Otros conceptos y paradigmas frecuentemente debatidos y teorizados des-
tos planteamientos tienen fuertes implicaciones epistemológicas, y por tanton
de el feminismo son el de equidad, igualdad, semejanza, diferencia, desigual-
educativas y pedagógicas, como analizaré más adelante.
dad, que se discuten para entender y superar la discriminación y desigualdad
sistemáticas de las mujeres (cfr. Scott, 2001b). Las implicaciones políticas de
estas distintas concepciones son fundamentales, por ejemplo, en la lucha por
los derechos. Se podrían plantear distintas Perspectivas alrededor de la noción
de igualdad: "somos iguales, queremos derechos iguales", "somos diferentes,
quefemos derechos iguales", "somos diferentes, necesitamos derechos diferen-
tes". La discusión y teorización siguen abiertas.
Las relaciones de diferencia, exclusión, la oposición entre universalidad y
particularismo, la democracia, la ciudadanía, el nacionalismo, el Estado, entre
orras, son categorías de Ia filosofia política que el feminismo ha criticado y re-
conceptualizado (cfr. Schuler, 1995; Castells, 1996; Facio,1997; Rubio, 1997;
Steans, 1998; Molyneux y Dore, 2000; Pateman, 2000; Lamas, 2001; Berlant
y\7arner, 2002;Molynetx,2003; Gutiérrez, 2004), siendo el principal aporte
la denuncia del androcentrismo en estas nociones y en sus implicaciones políti-
cas. ¿Las mujeres son ciudadanas?, ¿pueden serlo?, ¿cómo?, ¿la democracia es
realmente democrática?, ¿qué supuestos de género subyacen a las nociones y
En relación con esto y articulando otras claves e in-terrogantes de la teoría prácticas estatales y gubernamentales de cada contexto?, ¿cómo interactúan la
feminista, destaco la tensión en...e estructuray agencia.o*o ,rno de los debates estructura social, la acción política y simbólica, y las instituciones estatales en
contemporáneos importantes. ¿Hasta dónde el análisis de los sistemas esrruc- la organización del género en la sociedad?, ¿los cambios en los estados-nación
turales permite reconocer las actividades de los individuos en la modelación del siglo >o< han eliminado el carácter patriarcal de la organización social? Se ha
de
sus propias identidades y relaciones?, planteado que el Estado se apoya en símbolos generizados qu€ tienen efectos
¿hasta dónde es determinanre ese siste-
la agencia, prácticos al definir modelos ideales para hombres y Para mujeres que afectan
estructura su ciudadanización, su poder, su posición social y recutsos. Cualquier acción
ate. del Estado afecta, delimita, tornea, las relaciones de género (y de clase, y otras
La experiencia es otra categoría que se articula a varios de los temas ela- condiciones). Además, las relaciones de género son objeto directo de interés y
y
boraciones anteriores. Para muchas teóricas tiene que ver con la construcción regulación estatal (Maceira, Rayas y Alva, 2007).
de la subjetividad, de la identidad, con la producción de la diferencia, Lafamilia, el ffabajo doméstico,Ia uiolencia, y la distinción entre las esferas
del co-
y con las formas de opresión (la cual retomaré más públicay priuada son otros conceptos que han apuntalado la discusión teórica
presente en los procesos educativos y su reflexión teó- I política feminista (f. Maquieira y Sánchez, 1990; Schuler,1995; Murillo,
ue parte de la discusión es si puede haber un punto de 1996...) El análisis de las esferas pública y privada fue un parteaguas en el
78 EL SUEÑO Y LA PNÁCTIC,A. OE SÍ oJos PARA MrRAR 7g
avance en los derechos de las mujeres; la ruptura de las barreras tradicionales política de los países, en Ia reestructuración de instituciones estatales y sociales,
entre lo político-público y lo personal-Privado fue en su momento una visión y sus efectos en el orden de género.
revolucionaria que aceleró reflexiones y logros políticos, jurídicos y sociales Evidentemente el pensamiento feminista no se agota aquí, pero he esboza-
para las mujeres; que visibilizó la interacción entre esos dos ámbitos pensados do algunos nudos criticos, perspectivas generales, y argumenros en proceso de
antes como ajenos. La visión inicial se ha revisado, algunas autoras reclaman la elaboración que ubican la vivacidad y riqu,ezade la producción teórica feminis-
necesidad de distinguir entre la esfera privada y la doméstica de la ta, la superposición de ideas y temas, de perspectivas más o menos nuevas, las
-seParadas
la subordina- prioridades y preocupaciones de la teoría feminista en los últimos años.
pública-, siendo la doméstica aquélla en la que se reproducen
ción y domesticidad de las mujeres, mientras que la privada es un espacio de Finalmente s ¡ema qu€ se
autonomía y esparcimiento masculino, un tiempo de privacidad-intimidad trate de teorizary algunas teó-
del que no gozan las mujeres. Desde otra postura se duda en defender la divi- ricas feministas p de no hacer
sión y/o la interacción entre la esfera privada y pública como se ha venido metanarraciones o discursos universalistas, pues es ahí donde las categorías pier-
haciendo en el feminismo durante los últimos años pues ésta ha sido puesta en den su potencial explicativo al forzarse a contenidos transculturales, transhis-
crisis. Un caso del que surge esta reflexión es el de la discusión sobre derechos tóricos, etc. que resultan inadecuadas y que distorsionan las realidades particu-
sexuales y reproductivos: si los comportamientos sexuales están socialmente Iares. En otras palabras, la invitación que se hacees a abandonar las ideas de
contextualizados y mediados (son producto de presión familiar, comunitaria, una gran teoría social feminista y recuperar la diversidad de voces, necesidades
y social, de los roles de género, de factores sociales, económicos y culturales) y experiencias de las vidas de las personas en cada sociedad y tiempo, es deci¡
que representan limitaciones para la decisión y para la actuación sexual; ese
campo que pareciera tan ajeno a la sociedad y al Estado, el cuerpo, la sexuali-
dad, resulta que no lo es tanto, entonces, ¿los derechos sexuales y reproducti-
vos son personales o sociales?, si son personales, ¿pueden realizarse sin prestar
atención a factores sociales?, si son sociales ¿cómo garantizar la autonomía per:
sonal?, ¿cuáles son las obligaciones del Estado respecto a actores privados?,
puede ser el el Puntos oíticos de la prácticafeminista en la región
¿qué alcance de intervención se espera? La cuestión central es cuál
punto de intersección entre lo público y lo privado en este caso, con lo cual se;'
desdibujan límites e intersecciones antes reconocidos entre esas esferas. r,l
de un contexto de cambio, reorganización, dispersión y alcance inrernac "incómodos con la propia condición de género y
la legitimidad del movimiento feminista dentro de Ia arena pública como críticos y libertarios" que,
con las situaciones de vida que ella genera, y dispuestos
a transformarlas más
actor con capacidad de interlocución; la definición sobre los sujetos de la con formulaciones, aspi-
allá de las declaraciones de propósitos", coinciden
las
ción feminista; y los horizontes feministas. (Cazés,
raciones y expectativas feministas 1998).
Sonia Ávarez afirma que el nuevo contexro de acción internacional en qui
Este punto me interesa resaltarlo Pues, como se verá más adelante, la con-
coloca ahora el feminismo latinoamericano, requiere e impone mayor diversi
fusión y divergencias respecto a quiénes pueden considerarse feministas y a
complejidad, provoca "inrensos debates sobre los sitios, blancos y objetivos
quiénes puede involucrar/beneficiar un trabajo feminista, no son Pocas; entre
dos para las políticas feminisras, así como, sin duda, sobre el 'significado' mismo
lo que es el feminismo", y establece diferencias en rérminos duales:
.i p.oy..,o ylapráctica feministas hay un quiebre en este sentido, en la expe-
riencia de rabajo suelen hacerse equivalentes el trabajo feminista y los proyec-
burocrático institucional" vs. "feministas independientes", "movimiento de n
tos de mujeres, ignorando que la transformación de la sociedad es un quehacer
res", vs. "movimiento de proyectos de mujeres", 'bngeístas" vs. "movimiento"
de hombres y de mujeres lo cual es capital para el análisis y construcción de la
larizadas a partir de la diferente esrrucura y prácticas enrre las oc y el movimi
pedagogía feminista.
feminista (Nvarez, 1997: 148-149 y 154-156). Este nudo es importante pues
El feminismo, dice Marcela Lagarde (2003:21), beneficia a mujeres y hom-
loca la pregunta sobre los sitios y objetivos adecuados para la pedagogía femini
bresy los invita a ambos a construir conjuntamente "formas de organización
y también supone que ésta, si aspira ser abarcativa, debe evitar convertirse en
genérica del mundo no opresivas y en movimiento", persiguiendo la "libertad
monio de unos u otros grupos, trascender una u oüa lógicas de acción.
genérici', construyendo procesos deliberadores de hombres y de mujeres "ca-
Otra cuestión identificada para el caso mexicano, y para muchísimos
paces de inventar futuros y de vivir presentes democratizados por deseos afines
es que si bien el feminismo ha obtenido muchos logros, el reconocimiento
y por esfuerzos compartidos, a partir del respeto a la semejanzay ala diferencia
las feministas como inrerlocuroras de peso en el mundo de la política y en¡
en libertad, así como a la integridad de cada quiei' (ídem,22).
académico aún no se ha alcanzado, el Estado no considera a los grupos
Esta idea de "libertad genérica" me parece central pues creo que no siem-
nistas como interlocutores importantes, y trata con ellos sólo en
pre se recupera o refleja su significado en todas las teorías, políticas y prácticas
excepcionales; se influye eventualmente mediante canales limitados. Aunq
feministas. La libertad genérica, como Ia define Marcela Lagarde, implica tan-
varias de sus tesis han sido introducidas al espacio político y/o académico, s,
to la ampliación de las opciones genéricas como la posibilidad de cambiar de
asumidas con parcialidad a fin de evitar el rechazo social que una posrura
posiciones genéricas, recuperando así la gran diversidad y posibilidades huma-
cal puede suponet y ha habido cambios un tanro forzados por las circ
nas y la libertad. La ampliación de las opciones genéricas suPone "la posibili-
cias y desafíos, en sus prioridades y formas de acción política, que presionan
dad del cambio genérico en el transcurso del ciclo de vida como atributo de los
lógica de trabajo feminista que se ha desarrollado hasta ahora (Lamas,220
sujetos", así como la "intercambiabilidad de posiciones y espacios genéricos"
7I-79; Stromquist, 2006:373). Esta situación és importante consolidarla entre las personas. La posibilidad de cambiar de posiciones genéricas (activida-
do se piensa no tanro en la consrrucción de la pedagogía feminista como
des, espacios, papeles, funciones) permite ampliar "el espectro genérico" de lo
pero sí en su g€srión educativa y en el impacto y legitimación de dicha
que hoy define tradicionalmente a las mujeres y a los hombres, para que "las
gogía. EI desaffo consisre en valorar cómo se ubica ésta en las lógicas
capacidades y las destrezas históricas sean compartidas" (ídern,2l-22). Es, en
y nuevas- de trabajo feminista y también en orros espacios para que-viej palabras de Nelly Stromquist, lo que se refiere "fundamentalmente al derecho
construirse como un logro más del feminismo.
de ser" en una ampliación de horizontes (2006: 363).
Considero que orro aspecro crítico es el que se refiere a los sujetos de
Este planteamiento permite eliminar los antagonismos de género, y con
acción feminista. Son varios los escriros que hacen una alusión explícita al prori
ellos la opresión, así como enriquecer y ampliar la experiencia de vida de las per-
yecto incluyente términos de hombres y mujeres- del feminismo y po,i sonas, a través de la "construcción de dos principios organizadores de la vida so-
-en
cas las acciones y movimienros que evidencien dicha inclusión.
cial, de la cultura y de Ia política: la potencialidad común de todas las personas"
Daniel Cazés enfatiza que el feminismo riene como mera un horizonte de (ahora clasificadas como mujeres y como hombres) "para acceder a los bienes con-
justicia entre todas las personas, de "consrrucción solidaria d) vías hacia l¿
cretos y simbólicos, y la diferencia de opciones accesibles y discernibles Por y Para
equidad humana", y habla de la "toma de posiciones feministas de los hombres todas/todos" (l,agarde, 2003:21-22). Más allá de compartir o de diferir respecto
82 EL SUEÑOYLA PRÁCTICA DE SÍ
En la siguiente década, la categoría género permitió indagar distintos ,,coraza teórici' por atentar contra el dinamismo del pensamiento, la radicali-
tos de la desigualdad considerando otras variables, así como e1 papel de di la capacidad de cada Persona para resolver los problemas
d,.d delaexperiencia,
actores en la reproducción de la desigualdad, con un énfasis en la importar que enfrenta, además, porque se considera que el pensamiento que
educativos
de las estructuras socioeconómicas en ésta. categorías como rEroducción, ,,tiende a ponerse por encima de la experiencii'y a "caer en la abstracción" es
pital cubural, cultura de clases, fuerza de trabajo, erc. fueron .-e.rtr"l., e., tipo de pensamiento
un pensamiento masculino, de ahí que se reivindique un
entonces. otros estudios iniciaron a plantear otros temas; la categoría de resi. que siempre parta de sí misma, de cada experiencia, y que busque
individual,
tencia, agencia, experienciay diferencia comienzana verse como claves, ampliár que puedan ser siempre reinterpretadas o significadas de manera
mediaciones
dose las miradas y explicaciones sobre la subordinación de las mujeres y la Desde esta óptica, discutir la posibilidad de consrruir una pedago-
individual.
sigualdad de género en y desde el ámbito educativo y cultural. E., io. pri- de sentido, probable que se descarte la
gía feminista seguramente carecería es
trabajos de este tipo, había una tendencia más bien esencialista sobrelas iden,
id., por considerarla inserta en un pensamiento masculino.
ddades y las relaciones de género, y una producción amplia sobre diversos Incluso varias educadoras feministas también exPresan temor respecto a lo
asu
pectos de Ia experiencia educativa de niñas y mujeres, y en menor medida
que puede implicar la "formalización' de una proPuesta educativa feminista. Se
hombres y, menos aún, comparaciones entre ambos (ídem).
**. q,-t. se "estandariceri' o encapsulen formas y principios de trabajo que de-
De acuerdo a la autora, estos planteamientos abrieron "cauces cognitivos par¿ jen de responder a las particularidades de cada proceso educativo y contexto, que
comprender las marcas de género en los complejos y sutiles mecanisÁs exógenos el proyecto feminista se "encierre" en propuestas o "recetas pedagógicas abstrac-
y endógenos de la institución educativa'. Y paulatinamente empieza a reorizarse la tas", perdiendo su vitalidad, dinamismo y especificidades (cfr. Seminario Latino-
escuela como una institución compleja y dinámica que es capaz tanto de reprodu- americano sobre Experiencias en Educación No Formal con Mujeres)' El recha-
zo no es, como en el caso de las feministas de la diferencia sexual, a una forma de
pensamiento masculina, sino a una posible rigídez. De hecho, las mismas edu-
cadoras feministas reconocen que necesitan partir de una reflexión de cómo y
para qué se educa a las mujeres, y de cules son las propias utopías resPecto a una
educación distinta; que se requiere dejar de forzar conceptos y metodologías "es-
puso al centro de la discusión, así como la importancia de los proc€sos intersubjer' tereotipadas de la educación popular a distintos proyectos referidos a las proble-
tivos en la formación de la persona. se reconocieron y han tratajado las múltipies máticas de las mujeres" y conceptualizar éstas desde el feminismo (Valenzuela,
prácticas y relaciones de género que pueden tener lugar en los ámbitos educativos, 1,997 : 250-251). El temor manifiesto confirma la confusión sobre lo que suPone
una pedagogía, la cual no tendría por qué afectar la riqueza, diversidad y flexibi-
lidad metodológicas que hasta ahora se han producido, así como evidencia la
necesidad de trabajar con la comprensión misma del sentido de construir una
pedagogía feminista, aprovechando esa necesidad de contar con referentes co-
Existen aún multiples preguntas sobre la identidad, la diferencia, la subjetivin munes y feministas.
__
dad, y muchos otros de los temas y categorías que se debaten en la teoría feminis. Evidentemente mi postura no coincide con la del rechazo tajante ni con
ta en términos amplios cuyas implicaciones pedagógicas están aún en discusión. la del temor, me ubico en un feminismo más ecléctico que pueda flexibilizarse
Además, como se mencionó, no hay todavía un camino ni teórico ni práctico que y usar las distintas herramientas que ofrecen los feminismos Para responder a
pueda afirmarse como una síntesis crítica de los diversos deseor, e*peri.ncias, distintas necesidades, miradas y situaciones. Desde esta postura reconozco mi
com-
prensiones, desarrollos teóricos y principios filosóficos feministas en rorno a la estar en el mundo de las instituciones y de la política rnu¡de por ahora
educación, ni que suponga un planteamiento pedagógico feminisra. más bien androcéntrico- y mi necesidad y posibilidad -u¡de incidir y transfor-
una idea que me parece clave resaltar a propósito de una reflexión peda#- ¡nar esas instituciones, así como el potencial de una pedagogía feminista para
gica feminista, es que algunas feministas, como las del pens4mie.rto d. l" dif.- hacerlo. Sin embargo, retomo el reto de que toda elaboración
rencia sexual (Montoya, 2002), han expresado su rechazo a cualquier forma de pueda constituir una real mediación para la experiencia de cada -pedagogía-
educadora, y
"doctrina
(. I
, "insritucionalización de la educaci ón" , "fijación del pensamienro",
pueda ¿sumirse como un planteamiento fluido, radical y abierto a la discu-
86 ELSUEÑOYI-{PRÁCTICADESÍ
olos PARA MrRAR 87
¡¿; hay ciertas características, núcleos duros y principios que se relacionan con la
ideología y práctica feministas que ayudan a describir, más que a defini¡ qué
supone o podría ser una pedagogía feminista. En su análisis, hay temas recurren-
tes y principios que aparecen de manera consistente en las prácticas educativas
feministas: una meta explícita de terminar el patriarcado y la opresión, y de em-
poderar o dar voz e influencia a aquellos grupos desempoderados por las estruc-
turas patriarcales; validar formas de conocimiento distintas a los modelos "obje-
tivos", "jerárquicas" y "autoritarios"; y un foco en la práctica, con énfasis más en
el proceso que en el producto o contenido (Shackelford, 1999: 19-29).
Creo que algunos de estos elementos pueden constatarse a través de esta
investigación y ser considerados constitutivos de una pedagogía feminista,
siempre y cuando esté clara su traducción pedagógica, como se discutirá pos-
teriormente, sin embargo, también pienso que algunas de estas afirmaciones
deberían de remitirse al debate teórico y a la experiencia feministas para inda-
gar si hay núcleos duros únicos pesar de la diversidad de feminismos- o
no es así, es decir, si habría -a
sólo una pedagogía feminista con variantes meto-
dológicas o si hay varias pedagogías feministas.
Me parece fundamental discutir por qué referirse a una pedagogía femi-
nista y no de género. Parafraseando a Marcela Lagarde, se entiende que asumir
el feminismo supone comprometerse con la propia experiencia, con la partici-
pación social, con la formación en el pensamiento y la política modernos y el
asombro frente a estos por su androcentrismo, en la formación en el pensa-
miento feminista, la asunción de una ética feminista, lo cual significa, en este
caso, que comprometerse con el feminismo es comprometerse con la construc-
(1998:51-52).
ción de una pedagogía feminista y que ésta no puede desvincularse de todos
los fines, recursos y discursos del feminismo. Además considero importante no
El desaffo esrriba en elaborar un planteamiento pedagógico sólo no restar radicalidad y visibilidad al discurso transformador del feminis-
feminista como
se ha venido entendiendo, en términos amplios y cuyacaracrerísrica mo, sino también evitar las implicaciones de esa legitimación. Mclaren afirma
sea Ia faci-
lidad de traducirse en significados múltiples, en reinvenciones que la pedagogía crítica ha perdido su potencial revolucionario al ser transfor-
nuevas y particu:
lares,_ que responda a esa necesid"d q,ri las
educadoras feministas .ia., pt".r- mado en un blanco de aprobación polítrca:
teand_o y que el propio avance del feminismo supone.
Y: .. ha señalado que los feminismos son varios, sin embargo, Ahora Ia pedagogía ve tan disminuido su poder que ya no es considerada por los
.
^ nos recuerda la importancia
elford
Jean Shack-
de reconocer.qut\a pesar d. q,i. l"'p.d"gogi" guardianes pusilánimes del sueio ame¡icano como un té¡mino de oprobio. La red
feminista' (aludiendo en concrero a un conjunto d.
iii.ti.", d...rr.ñ".rr".r.o-
larizada) descansa, como la teoría feminista, en ideoiogías,
conceptual a la que se conoce como pedagog ía críttca ha sido difundida con tanra
epistemorogi", y amplitud, y en algunas ocasiones de manera tan despectiva, que ha llegado a ver-
todologías que están siendo negociadas y son cambiarit.r, -"-
qr. ,. .rrári -rr.,r,r- se asociada a cualquier cosa extraída de las tu¡bulentas e infectas aguas de la prác-
e filtran a partir de distintos lugares y tica educacional [...] ha sido repatriada por obra del humanismo liberal y se ha
ntífica y política feminista se enriquece transformado en una mescolanza de cultura regularmente aceptable, actitud em-
cticas, posiciones, creencias, insritucio- presarial de junta celebrada en la alcaldia y proselitismo de escuela dominical
quier tipo de planteamiento esencialis- (Mclaren 2001: 138).
88 EL SUEÑOYLA PRÁCTICA DE SÍ
O]OS PARA MIRAR 89
rnás tradicional y enfocada en, por y para las mujeres que no necesariamente
implican una crítica política ni la innovación teórica, con los estudios feministas
(Degenais yThncred, 1998: 503-504). Esta posición la comparteTeresita de Bar-
bieri, quien distingue que si bien los estudios de género sí suponen identificar
una dimensión particular de la desigualdad social, los "estudios feministas po-
nen el énfasis en la voluntad política que subyace al análisis de los anteriores,
parala superación de la desigualdad en razón de los géneros" (2002: 103).
Además, no hay que olvidar la influencia "negariva' del proceso de insti-
tucionalización con la consecuenre pérdida de radicalidad que bien señala Pe-
rer Mclaren para la pedagogía crítica y que describe Tbresita De Barbieri para
el caso del trabajo de género:
lltl
92 EL SUEÑO YLA PRÁCTICA DE SÍ
R¡clóN¡
¿euÉ sE HA BUSCADO y ENCONTRADO HASTAAHORA EN l-R 93
I Los documentos que se acercan a la crítica de la educación desde una postura sociológica
son más bien académicos y retoman planteamientos europeos o estadounidenses. En los materia-
educación con expectativas y resultados diversos [. . .]. una de las encrucijadas que '
les de las organizaciones civiles y algunas otras experiencias documentadas priva una mirada
han capturado al pensamiento educativo y sus relaciones con el femirrismo ajena o más allá de esta discusión para plantearse más bien la importancia y las posibilidades de
ylos ,,
estudios de género es Ia tensión exisrente enrre la concepción de la la educación. Cabe recordar que estas organizaciones centran su trabaio en espacios educativos
educación
como liberadora y la educación justamente como lo contrario, como la reproduc_ no Formales por lo que se posicionan desde una perspectiva distinta respecto a la educación,
abo¡dan prácticas formativas alternativas a las escolarizadas, tal vez subsumiendo o implicando
tora de la opresión y de todo aquello que no libera
[...] o bien han desechado esta en esta postura y campo de trabajo su crítica a la educación formal- como medio de
tensión como improductiva (1999: 14). reproducción social. -léase
94 ELSUEñoyLApnÁcrrc¡ossÍ
¿QUÉ SE HA BUSCADO Y ENCONTRADO HASTA AHORA EN IA REGIÓN? 95
tales que teórico-conceptuales,3 aunque en algunos casos sí pueden identificar- esre capítulo las premisas que pueden recuperarse para construir una pedago-
se los discursos y marcos de referencia de los que están partiendo las metodo- gía feminista'
logías sistematizadas.
En esas experiencias, manuales, memorias, etc. hay premisas filosóficas, . Fundaruentos f'losóf'cos 1t proyeüo educatiuo feminista
elementos teórico-conceptuales, aspectos educativos y didácticos que van cu-
briendo distintos niveles de un planteamienro pedagógico, y aunque conside- Sobre la educación, parricularmente la educación
feminista, se expresa que
ro que algunas de ellas son bastante esclarecedoras y significativas para llevar a lrt" d.b. orienrarse hacia el "desarrollo integral, es decir, promover aprendiza-
cabo una educación feminista, es notorio que ninguna de las experiencias ni ies enrre las muieres que sean útiles y necesarios Para actuar
en distintos ámbi-
documentos incluya premisas en todos los niveles, es decir, un cuerpo más ,os d. uida' el económico, el cultural y el sociopolítico". Que requiere ser "de
"la adquisición de nuevos co-
integrado que informe respecto a las premisas que orientan, fundamentan y calidad" y promueva aprendizajes significativos,
concretan las experiencias educativas feministas. No hay aún una lógica y un nocimientos, aptirudes y valores que puedan ser aplicados por las mujeres a sus
las condiciones para
discurso sobre todos los elementos de una pedagogía por lo que se cuenta en: enrornos inmeJiatos de vida cotidiana ¡ sobre todo, crear
. Bases teóricas
esras feflexiones no han estado orientadas a elaborar una ProPuesta de educa-
resPecto a la educa-
ción feminista como tal ni a discutir su posible autonomía
Aquí hay un poco más de información, aunque igualmente poco consensuada popular. Dicha relación comenzó desde fines de los años 60 y principios
ción
y analizada críticamente. Por un lado, respecto al conocimiento / aprendizaje d. lo, ZO cuando en América Latina se comenzaron a impulsar proyectos edu-
se plantea que éste se da en el encuentro intersubjetivo, en el diálogo por lo que
el grupo es la principal instancia de aprendizaje y en él se brinda soporte afec.
tivo. Que no es lineal, sino que es un proceso que se "mueve en senrido circu-
lar y que rompe con la dependencia convencional de los y las expertas".
se da "a partir de la experiencia vivida", y se "da a parrir de niveles de aproxla
Loríay Valenzuela, l99I;YaIenzteIa, 1999; van Dijk, s/f; Gutiérrez, 2000;
mación a la realidad, se realiza en momentos diferenciados, que van de lg, Escamilla, 2004; Sánchez, Ayalay Reyes, 2005).4
simple a lo complejo, de lo concreto a lo abstracro, de lo singular a lo general¡¡ Las características de cada grupo y proyecto más las situaciones Particula-
de Io local a lo regional y a lo nacional". Uno de los conocimienros/obieri de cada país, en particular las crisis económicas y los contextos de violencia
res
principales en estos proyectos es romper la subordinación, el cual "no es ur1 política por las dictaduras militares y guerrillas de muchos países, han sido
conocimiento que se imparte, es un proceso que se consrruye en el que lasr .1"u., ..r la evolución y formas específicas de los proyectos de educación popu-
mujeres se apropian de su espacio y de su vida, un crecimiento personal y co. lar conlpara mujeres, marcado sus límites, sus alcances y sus eies de acción.
lectivo que está lleno de incertidumbres y contradicciones". Estos proyectos fueron consolidándose, y paralelamente' comenzaron a
Por otro lado, se ubican algunos referenres teóricos (y ético-políticos),
surgir algunas confrontaciones tanto entre distintas corrientes de feministas,
tuales y metodológicos constantes y definidos, aunqu€ explicitados, trabajados y .oÁo ..,rr. las educadoras populares feministas y la educación popular. Algu-
asumidos en distinto grado y con implicaciones más o menos diferentes para cad4 nas de las pfimeras críticas feministas a la educación popular se centraron en
experiencia y para el proyecto global de elaborar una pedagogía feminista. su priorización de la opresión de la clase y la desatención a la opresión de gé-
Los principales referentes son la educación popular y la teoría feminista; nero, discutiéndose también la efectividad del trabajo en organizaciones mix-
El primero sí tiene un origen en el campo de la educación y sirve como marco tas frente a organizaciones y grupos de mujeres. A pesar de estas críticas, se ha
teórico-metodológico, mientras que el segundo es más un discurso sobre reconocido que desde la educación popula¡ cuyo Proyecto es la emancipación
intenciones que sobre las características de la acción educativa. de "los sujetos subordinados", se fomentan Procesos que contribuyen a au-
Estos referentes no engloban la totalidad de las experiencias sisrema mentar la autorreflexión y autoestima de las personas, así como su identidad
das, hay muchas que no los explicitan y es prácticamente imposible ide cultural, procesos organizativos que buscan resolver las necesidades de las per-
carlos; hay otras que retoman elementos y conceptos de varios enfoques sonas y comunidades, que fortalecen las habilidades educativas, sociales y Po-
elaborar su propio modelo, es frecuenre la mezcla y présramo de términos líticas que les permiten insertarse en la acción colectiva e incidir en distintos
provienen de distintas disciplinas o campos de trabajo (por ejemplo, ámbitos sociales, desarrollando una actividad que normalmente trasciende los
lisis, sociología, psicología del aprendizaje, multiculturalismo, educación espacios y roles previamente asignados y asumidos. Por eso es un marco com-
personas adultas, modelos de negociación) en miras a elaborar un propio disi patible y necesario para los proyectos educativos feministas, además, desde la
curso que se ajuste a las necesidades y objetivos parriculares de cada experie educación popular con mujeres se han generado planteamientos del discurso
cia, por Io que he recuperado aquellos referenres sobre los que hay más conseÍ¡j feminista, como el concepto del empoderamiento ('Sü'alters, 199I, cit. pos-Ba'
so y claridad. Sobra decir que en ninguno de los casos se establece la tliwala, 1994: 128-129).
feminista o pedagogía de género o ninguna idea semejante como referen
teórico-metodológico para la labor educativa. 'También hay que considerar que las propuestas freireanas, bases de la educación popular,
han trascendido el contexto latinoamericano y han sido retomadas y releídas por educadores y
educadoras críticos estadounidenses como bell hooks, Henry Giroux y Peter Mclaren, quienes
La educación popular integran en la educación crítica o pedagogía radical ideas y reivindicaciones freireanas, feminis-
La educación popular fue uno de los primeros campos donde empezó a in
l"r. ,".i.I.r, érnicas, etc., que retomaré más adelante. Un ejemplo interesante de esta influencia
ducirse la reflexión respecto a la relación entre género y educación, aunq freireana puede
verse en bell hooks, 1994, Cap.4: "Paulo Freire".
1OO ELSUEÑOYLAPRACTICADESÍ
¿QUÉ SE HA BUSCADO Y ENCONTRADO HASTA AHORA EN LA RI,GIÓN? 101
Las relaciones y cruces de la educación popular con el feminismo han sido reanos que sustentan la educación popular, y si bien están al margen de nuestros
fructíferas, incluso en experiencias que no se autodefinen como proyectos de paísesy de las discusiones que estamos dando, me parece que son miradas bas-
educación popular se retoman de ésta distintos aspectos metodológicos y tam- rante agudas que podrían integrarse a las discusiones latinoamericanas en un
bién la finalidad política de transformar la sociedad desde las y los sujetos que intercambio más profundo entre "el norte y el sur" pues en mi opinión algunas
se involucran en el proceso educativo y de fomentar Procesos emancipatorios, de sus críticas desconocen los debates y avances más recientes de la práctica de
la educación popular, mientras que otras pueden tener una gran pertinencia
(/. Ellsworth,1999; Orner, 1999, K¡amer-Dahl, 1999,y Maceira, 2006).
. PersPectiua de género
educación popular o es el análisis de la fealidad uno de los "pasos" de la edu- Larcoríafeminista no aparece explícitamenre como base teórica de los proyec-
cación feminista o son ambas cosas. ros, pero algunas de sus categorías y debates teóricos se recuperan de manera
Ha habido esfuerzos de educadoras populares feministas para analizar más o menos sistemática para sustentarlos.
Podría decirse que la categoría de género como se vio es sólo una
replantear algunos aspectos de la educación popular con la intención de h -que
una reflexión conceptual más sólida sobre la educación popular con muj, parte de la teoría feminista- y/o la perspectiva de género5 son unos de los
Han buscado trascender los esquemas a que se han visto reducidos Ios pilares de los discursos que sustentan las prácticas educativas con las mujeres,
tos teóricos y metodológicos de la educación popular para Pensar sus relaci aunque, por más sorprendente que parezca, no se manifiesta siempre, tal vez
nes con las prácticas feministas. No deja de ser interesante qu€ la operaci
por considerarse una obviedad, o til.vez por Ia confusión que hay respecto a su
consista en volver a reflexionar la educación popular para Pensar las prácti
utilización, definición, etc. De hecho, en gran parte de las experiencias educa-
tivas sistematizadas, la perspectiva de género no es siempre un referente tan
educativas con mu.ieres/feministas, y aunque se perfilen ciertas particulari
claro pues se va incorporando de manera gradual en los proyectos, lo que evi-
des tanto temáticas como teóricas y metodológicas en estas prácticas, se vuel
al mismo referente inicial, demostrando el arraigo que tiene'
l dencia que no era un punto de partida, y sobre todo, queda expuesro que no
hay acuerdo sobre la manera en que sirve para guiar la acción pedagógica.
Malú Valenzuela señala que la incorporación de la perspectiva de gé
En los tres encuentros referidos se asume también el desconocimiento de
a la educación popular ha "contribuido a la reformulación misma de la ed
la teoría feminista, no se diga la manera de aplicarla a la educación.
ción popular". El principal replanteamiento fue concebir de otra manel
sujeto educativo al generizarlo y considerarlo como un sujeto no unit ¿Cómo se ha utilizado entonces la perspectiva de género? Se observa que
en algunos casos es sólo la atención del sujeto mujer la que ubica a la experien-
abstracto, y además un sujeto cuyo pensamiento y proceso de concienti
cia educativa como "con enfoque de género", lo cual es erróneo. En otros casos
no es lineal. Otro aporte de la perspectiva de género ha sido cuestionar I
es un contenido o eje transversal del proceso educativo, un tema más, y en
serie de estefeotipos y poner en el centro de ese proceso de concientizació¡
otros proyectos, los menos, es Ia intencionalidad educativa la que define el
propios deseos, sueños, limitaciones' etc.' es decir, al sujeto' También su1
proyecto pedagógico como "de género" y/o feminista.
i"..rtr"d" a nuevas temáticas (Valenzuela, f999:34-40). Sin embargo, la i
Aun en lo que respecta
pectiva de género no ha sido asumido en su totalidad como "enfoque a la manera en que la perspectiva de género se ex-
"construir alternativas de transformacióny modificación de mitos, creencias¡ Paralelamenre en la consolidación de un modelo estable, se puede observar un
[...]
valores, relaciones entre las personas y con el mundo, los espacios, etc.", como abandono de discusiones metodológicas colectivas. Se empieza a manejar la meto-
se observa, la radicalidad y nivel de transformación que supone cada uno de; dología como un conjunto de técnicas de trabajo y esquemas fijos que las integran-
los fines, así como el sujeto que se involucra y se beneficia de dichos procesos tes del equipo (de capacitación) siguen sistemáticamente y casi automáticamente
educativos, varían en los proyectos analizados. conllevan al cumplimiento de los obietivos de Ia capacitación
(Hee, 1988: 90-92).
Además, en algunas de las experiencias educativas, la intencionalidad fell
minista y transformadora se vincula a otras luchas como la pobreza, la demo.¡ r No pretendo hacer aquí una descripción exhaustiva de los distintos méto-
cracia, la ciudadanía, la no-violencia, la justicia y el desarrollo local. Las dife- dor,-.áior, contenidos, temas y técnicas, a veces convertidas en recetas fijas,
rencias entre los fines educativos se ubican en los materiales revisados, más nó a veces ampliamente pensadas y evaluadas, a veces sumamente flexibles y suje-
encontré documentos que las analice, critique, ni mucho menos que proporF ras a reelaboración, por medio de las cuales se han
desarrollado las expefiencias
gan maneras y líneas de consenso para calificar como feminista a un proyecto educativas feministas, sino más bien un breve resumen crítico de éstos.
en función de sus objetivos. Los planteamientos metodológicos retomados de la educación popular son
Destaco que aunque no se reconozcan como tales, en los proyectos se horizontal, creativa y particiPativa, la compren-
la forma educativa democrática,
utilizan muchas otras caregorías y elementos de la teoría feminista como el sión de la educación como un proceso social que trasciende el aula, la conside-
poder, el sujeto, la opresión, la subordinación, el cuerpo, la experiencia, la' ración del sujeto y sus necesidades Particulares, el Proceso de concientización,
subjetividad, la diferencia, erc., pero cuyas interpreraciones y uso no parecen la confrontación de saberes grupales con externos, el énfasis teórico-práctico, el
provenir siempre de los referentes teóricos feministas por lo que no es posible, trabajo colectivo y múltiples técnicas didácticas dialógicas y Participativas.
recuperarlos con la especificidad de Ia discusión teórica feminista como ral. Óo-o ,ef...nte metodológico y pedagógico la propuesta feminista ha sido
Thmpoco parece que se articulen entre sí en un pensamiento y posicionamien, muy confusa y difusa, son muy pocas las referencias directas a la manera en que
toteóricofeministacomofundamentodelosproyectoseducativos. ésta aporta elementos instrumentales Para la práctica educativa, y en ellas hay
Son estos dos referentes expuesros, la educación popular y la perspectiva' más bien elementos un tanto escuetos que dificultan comPrender su especifici-
de género, las principales fuentes teóricas en que se fundan explícitamente les, dad como referente pedagógico'
acciones educativas feministas. Sin embargo, falta información de esta refle- En las experiencias y materiales revisados se señalan como énfasis y estra-
xión en un nivel más pedagógico que permita conocer sus presupuesros teóri- 'j
tegias del pro..ro educativo el trabajo con elementos de naturaleza simbólica,
cos a nivel epistemológico y sobre el aprendizaje, la red conceptual que arricu- subjetiva y afectiva y con la propia experiencia y saberes para favorecer la au-
la sus propuestas y los supuesros teóricos o discursos que desafían. toconciencia, sensibilización y autovaloración. Romper el aislamiento y silen-
cio de las mujeres. Y la comprensión de las causas de los prejuicios, mitos y
. Aspectos metodológicos condiciones de subordinación de las mu.¡eres.
Se demanda la valoración del aspecto lúdico, el uso de técnicas variadas,
Como lo dije, a este nivel es donde más elaboración hay hecha, en parre, por- la validación del aprendizaje en la práctica, la búsqueda de aprendizajes signi-
que las sistematizaciones y encuentros que se han realizado han privilegiado ficativos, la legitimación de saberes propios y diversos, y la asunción de la rela-
este aspecto y porque son los elementos que se desprenden más directamente ción dialéctica entre pensamiento y acción.
de la práctica, y también porque de Ia educación popula¡ que es claramenre un Respecto a los métodos, se encuentran de nuevo algunas experiencias que
enfoque educativo perfilado, se reroman sus planreamientos metodológicos. , tienen ya muy bien articulado un proceso pedagógico, organizado en etaPas,
Es interesante retomar el análisis de Christian Hee, en donde señala que con varios ejes o estrategias definidos, etc., mientras que otras aPenas han co-
si bien el menzado a definirlo.
Los ejes de trabajo que con más frecuencia orientan y estructuran las expe-
desarrollo de una auténtica metodología feminista es inseparable de la teoría femii riencias educativas feministas son el empoderarniento y la autonomía, además de
nista y del proceso político del movimiento feminista, esre proceso se ha visto es- algunos otros ejes asociados a éstos como la autoesdma, la autovaloración, la
tancado en varios momentos desde que surgieron los primeros grupos feministas agencia, el podárío y orros semejantes. También se mencionan como claves los
TO4 EL SUEÑO YLA PRÁCTICA DE SÍ
iquÉseuaeusCADoYENCONTRADOHASTAAHORAENLARIGIÓN?105
ejes del conflicto/negociación y la identidad. otros de estos elementos, como del enfoque
concepros frecuenres sc
participación y protagonismo social, el liderazgo, ra ciudadanía, los los contenidosT más poco análisis que
derechos
manos' la interculturalidad. Hay ambigriedad y confusión respecro so dentro de un proyecto educativo fe-
a algunor
estos ejes o concepros como el empoderamienro y orras un Pun-
."r.goiír" elaboiadas. re la relación educativa, que es
resignificadas y utilizadas por el feminismo que sirven p"r" n nudo crítico en Ia práctica y experien-
r.r....,r". 1". .*p.ri
cias educativas. Incluso algunos de éstos p,r.á..r imp[ür tematizado (cfr.IH'er, 1988, 1997), ni
algunrs .orrtr"diicio
con el mismo pensamiento feminista, y sin embargt, ,. ..,,iir".r, xtos en el trabajo educativo feminisa'
por ejemplo,
el Seminario de Melgar se planteó el problema d. onocen tensiones en las metodologías
!r. h negociación, .;. i..u
te en muchas experiencias educarivas, implica ,ttr" "lógi."
L...rlird' iü.r, ser abordadas, principalmente las que
1997: l3)G por lo que es necesario pr".rt."i una mirada femeninaifeminista a dual y el colectivo, entre la identifica-
y otras actividades que se promueven en los procesos educativos; olítico,
probler
los, revisarlos, y resolver las tensiones o corrfusio.re, que
pueden implicar.
Los contenidos temáricos que se abordan varían en función
del tipo ,*1'"
proyecto y población con que se trabajan, sin embargo, muchos iva que
de ellos r
comunes independientemente de los contextos. El abanico se impulsan (re-
de temas regist profundice en los elementos de los procesos pedagógicos que
do es el siguiente: idenddades (seiuales, genéricas, étnicas) l".orrt.rr..i etc.), que caracterice las rela-
i,.r.ror, estrategias didácticas, lógicas de trabajo,
social de la diferencia sexual, socialización masculina y femenina, de su
sexualidad ciones entre .io, .I.-.ntos y situaciones específicas' y que dé cuenta
reproducción, salud integral, masculinidad, la escuela, la familia, pendiente
el trabajo, . efectividad (zufiga, 1997:54, Basrias, 1997:63-64). Támbién está
comunidad, roles y relaciones de género, usos y costumbres,
trabajo producti= la reflexión sobre lo que supone la diversificación de prácticas y estrategias
vo y reproductivo, ámbito público y privado, relaciones
de poder y r,rbordirr", educativas. Su variedaá y multiplicidad se reconoce por las mismas educadoras
ción, violencia, equidad e igualdad, discriminación, participaci¿Á
.i"¿"á*", feministas como una g.". opoitrrrridad y punto de partida para comenzar la
toma de decisiones, manejo de conflictos, negociacián,lidirazgo,
empoderao discusión, intercambio y reflexión sobre el trabajo educativo feminista. Por
miento, política pública, sisrema jurídico
-.*i.rno, desarrolloiur"l, á.r*r.o- otro lado, desde algunospunros de vista, tanta diversidad metodológica puede
llo humano y sustentable, democracia, derechos humanos, derechos
,.."J., y., ser una amen z^plrel riesgo de fragmentación y discontinuidad'
reproductivos, e interculturalidad. Lo anterior se relaciona
Finalmente, en torno o,ro .orrrponente de la pedagogía que alude a los
'
también con que,
las propuestas educativas feministas generalmente está "
ligadas a otros temas o significados de la acción educativa, no enconrré ninguna referencia.
proyectos más amplios, en ocasiones subordinadas otÁ tema, en ocasiones Este recorrido, a veces más descriptivo que analítico, permite constatar
"l
englobando orros remas, así se realizan prácticas vinculadas "metodolo-
a los derechos hu- que el predominio de un interés Por conocer' compartir y discutir
manos' el medio ambiente, la salud reproductiva, Ia nutrición,
la gestión de gí"r" .á,r.rtilras feministass ha supuesto un énfasis que aleja los esfuerzos rea-
proyecros, la conducción de grupos, la ciudadanía, etc.
fir"dos por consensuar y teorizar las experiencias educativas de un discurso
Los serealizan a través de dispositivos muy pedagójico más amplio, sobre todo, lo aleja de buscar explicaciones, funda-
variados discusión, grupos d. refle*ión, encuen- ;.";ú rrrp,t.r,o'i.l empeño de buscar y aclarar los argumentos filosóficos'
tros, con rsos, seminarios, reuniones regionales, políticos y ,ió.i.o, que den una lógica consistente y coherente a un conjunto
educación a distancia (videoconferencias y actividades
y discusiones i lí.r."¡,
material didáctico (manuales, videos, cartillas, boletines) 7 De hecho, en muchos de los casos las "sistematizaciones" que se presentan en los materia-
y en algunos casos,
programas de ¡adio. les y libros consisten sólo en las cartas descriptivas de los Procesos o programas educativos'
Véase
anexo 3.
los materia-
6
s
Yo prefiero hablar de metodologías o pedagogías feministas, sin embargo, en
Más allá de preguntarse qué sería una lógica masculina oa
y por qué valorar ra negociación les latinoamericanos es mucho más frecuente encontrar alusiones a metodologías de género
como tal, este ejemplo permite vislumbrar ciertas mi.adas ..pedagogía a la difusión y legitimidad que tiene ahora la
esenciaristas que ertár, .*p"..."d". y una de género". Tal vez esto se deba
poco resueltas en algunos de los proyectos y en la reflexión
feminista al interior de 1".oc. p..rp..ti.,r" de género, pero no hay una discusión en los mate¡iales revisados al respecto.
106 EL suEño Y LA PnÁcrrc,A. op sÍ ¿QUÉSEHABUSCADOYENCONTRADO HASTAAHORAENIAREGIÓN? 107
de intenciones y acciones que se desarrollan en infinidad de espacios y por úÍa"pe¿agogiaparala libertad y para la consolidación de cada una y de todas"
muchos medios. La construcción de la pedagogía feminista es una labor ape. (Lagarde, slf: 87) que se realiza mediante la transmisión de la experiencia fe-
nas por comenzarse. rninista y de alternativas, la solidaridad, y el manejo del miedo para construir
la autonomía.
Estas breves referencias en los textos no se abunda en más de tres
2. LA PEDAGOGÍA FEMINISTA cuartillas sobre los
-pues
planteamientos-, dejan señalada una línea de re-
o cinco
flexión y una base para debatir sobre la pedagogía y el feminismo, pero no son
Si bien considero a partir del reco¡rido previo que la construcción de la peda. en sí mismas un discurso pedagógico feminista. Además, no queda claro, si la
gogía feminista es incipiente, hay algunas conceptualizaciones o referenci pedagogía de género diferentes o no y por qué
muy pocas, que ya le han dado carta de existencia en nuestro país. Éstas pues en este caso son hacen fuera de un contex-
han implicado iniciar ni difundir una discusión respecto a la definición y to de discusión e inv son componentes de una
racterización de una pedagogía de género/feminista. Hay algunos casos en q reflexión sobre otros temas más amplios, como la identidad y la juvenrud. Esta
las organizaciones dan por hecho su existencia y además, que es el fund discusión, como ya lo dije, no se ha dado en nuestro contexto.
to de su quehacer educativo, de ahí que no se haga una descripción En otro documento en donde se hace referencia explícita a una pedagogía
de lo que ésta supone y sólo se enuncian algunos aspectos metodológicos feminista, ésta es nombrada de manera equivalente 'pedagogía del poderío" y
nerales, que de hecho, bien podrían identificarse bajo el enfoque de la ed "pedagogía de género" pues el planteamiento central es favorecer un proceso
ción popular o de personas adultas pues es poco específica. Por ejemplo: educativo y organizarivo dirigido a las mujeres para construir su "poderío". Es
un proceso de autoafirmación, crecimiento y cambio personal y del orden de
La puesta en práctica de la pedagogía de género (se reconocen las diferencias, dominación en que vivimos (Flores y Reyes, 1997). Esta propuesta, por iden-
valo¡a lo subjetivo, lo local, lo cotidiano, lo lúdico) se da como un ejercicio tificarse a sí misma como sintetizadora de los referentes teórico-metodológicos
poder colectivo y horizontal. A eso se suma el e.jercicio democrático en de la educación popular y de la filosofía feminista, entre las características y
tanto en la estructura organizativa como en la práctica cotidiana ( procedimientos metodológicos que plantea no especifica muchos elementos
1997: t43). I nuevos ni diferentes respecto de la educación popular. Aunque hay que poner
de manifiesto que sí se proponen algunas cosas novedosas en términos de la
Thmbién se pueden encontrar algunos trabajos de ciertas feministas q concepción pedagógica, por ejemplo: la necesidad de que la educadora o faci-
escriben sobre pedagogía de género en el campo de la educación no litadora se autorreconozca como mujer construida en una ideología patriarcal
Por ejemplo, Marcela Lagarde apunta a una conceptualización de ésta: y Por tanto, con contradicciones,e además de contar con la habilidad de auto-
cuidarse; la construcción de nuevas relaciones entre las mujeres y entre muje-
La pedagogía de género, reconoce que hay características diferentes en los ho res y hombres a partir del reconocimiento de las diferencias, el concepto mis-
bres y en las mujeres que son históricas, que son modificables y su filosofía mo del poderío y su función como hilo conductor del proceso educativo que
encamina a lograr transfo¡maciones en las relaciones entre géneros para e
Aunque desde algunas perspectivas no es siquiera posible pensar un sujeto sin contradic-
la democracia, para ver cadevez más cercana la libertad de las mujeres y de .
clones, en términos de las discusiones pedagógicas más tradicionales suele omitirse esta catacte-
hombres (Lagarde, 1994a: 46). tistica de la vida humana, o a pensarse el conflicto como algo negativo, por lo que destacar esta
contradicción supone una diferencia valiosa que destaca¡. Asimismo, porque más allá de las
Y subraya de manera breve algunos principios sobre el reconocimiento
la circunstancia de educadores/as y educandos/as en el proceso educativo
algunos de los objetivos de esta pedagogía, la cual califica como "una
gía democrática'y "humanisti' (ídem,48 y 52).
La misma autora en otro documento escribe sobre Ia pedagogía femin
la cual, afirma, es una pedagogía entre mujeres, parte de la tradición femin
IOB EL SUEÑO YLA PRÁCTICA DE SÍ :quÉ sr, H,t ouscADo Y ENCONTRADO HASTA AHORA EN I-R RtclÓN¡ 109
más didáctica o educativa por considerarla una cuesrión técnica, feminista, y también observé que menos del 8% de los proyectos iden-
ubican a derarse
línea de la pedagogía feminista en un discurso más feminisra que
tificados se dirigen a grupos mixtos, es decir, los hombres son un sector
pedagr de la
más descriptivo que crítico, más bien "laudatorio" de actividaáe,
i.*á población que..no está participando de esos Proyectos educativos "con perspec-
implementadas en las aulas feministas (Gore, 1996:33-71).
riva de género' '
En ambos casos, son discursos producidos desde la academia, y pa: Un gran problema es la falta de claridad y desconocimiento de la teoría
mente desde las universidades, y en el análisis de Gore destaca la f"li"i. que en muchos de los casos acaba convirtiéndose en un mero conte-
feminista
tanto entre las dos vertientes señaladas como entre las disciplinas o campos Thmbién veo como reto la actualización del discurso "de género" que
nido.
de los que son producidas. si bien tienen premis", g.ne.des .o-rr..r,'r. los procesos educativos para dejar de lado ciertas miradas más
. está apoyando
rrollan de manera aurónoma, diluyendo l" poribl. cohesión de una I "mujeriles" y otras excluyentes.
discursiva. ".í
A pesar de los obstáculos y carencias que he señalado, las educadoras fe-
con esras ideas hasta aquí expuestas se pueden recalcar los límites de ministas han elaborado conocimiento y teorizado respecto a las prácticas edu-
reflexión pedagógica en un sentido amplio, la novedad del campo, y
la i cativas feministas, hay que reconocer que su trabajo vincula práctica y re-
fluencia del discurso postesrrucruralista in éste, hecho qrr. prr.d.
.*pii.", flexión, que hay voluntad y capacidades para teorizat aunque éstas se vean
cierta forma la falta de reflexión en nuestro conrexto dond. di.ho
discurso limitadas por los retos y obstáculos que supone toda tarea de producir y legiti-
tiene todavía tanta fuerza. mar un conocimiento.
Para concluir este capítulo, recupero la idea de que en Latinoamérica
posiblemente en otros paíse5- no puede hablarse de un discurso pedaeó
feminista como tal, ni mucho menos de una discusión clara en ,ár.,o'"
Sin emb-argo, emerge un trabajo de reflexión y análisis de algunos
campos _
metodologías de género- que pueden abrir la puerra l"="orrrt..r..iór,
y
bate de la(s) pedagogía(s) feminista(s). "
Para hacer este trabajo exisren desafios y dificultades tanto teóricas
co
prácticas, metodológicas y políticas, algunas planteadas por la
misma prácr
educativa, otros por los objetivos que éstas se proponenr y otros más
por
contextos donde se desarrollan. si comenzamos por la práctica,
,. i,r.,
ubicar las necesidades de sistematizar las experiencias educativas feministas
sobre todo, de evaluarlas pues se conoce muy poco sobre los resultados,
efecr
vidad e impacto de las estrategias educativas hasta ahora implementadas.
En un plano téorico, además de los elemen,o, se necesira
"purr,"ios,
tudiar cómo se consrruye y facilita un proceso de roÁpimiento de la subordi,
nación, cuáles son las incertidumbres y contradicciones que implica
y cómo s(
pueden superar; y muy vinculada a esta tarea, cómo se construyen
nuevos muer,;
dos simbólicos, Lilian celiberti preg*nra: "¿con qué p"rá-.tro,
teóricos anali
lizamos la vida cotidiana?,
¿cómo se desmonran los unive¡sos simbólicos que
construyen inequidad?" (1997 : 7 ).
La reflexión sobre el sujeto educativo de los proyecros educativos
feminisj
tas (sólo las mujeres o mujeres y hombres), .obr. l" .d,r."dor" (¿o
educador?)r
y sobre su interacción es uno de los vacíos importantes y es una de
las cuestio.r
nes que en la práctica ha tendido a sesgos y confusioner, p.r.,
como lo señalé;
a veces se piensa que por realizar un trabajo con mujeres, éste ya puede consiu
L-
Cuatro
¿QUÉ DICEN LOS PROYECTOS
Y EXPERIENCIAS EDUCATIVOS FEMINISTAS?
UNA LECTURA DESDE LA PEDAGOGÍA
PREÁMBULO
s s
y también' sobre los
retos que enfrentan en
consolida¡ una Ped de
esta información puedo hacer una lectura crítica y comparativa sobre las expe-
riencias y proyectos educativos feministas para identificar los hallazgos más re-
manera de preguntas y ubicación de desafíos que de afirmaciones pedagógicas zradual' en gran medida, a Partir de la interacción con mujeres y organizaciones
pues no podría competir con las experiencias y saberes que sistematizo que íeministas y con base en el interés y necesidades personales de las educadoras:
están enraizados en años de prácticay reflexión.
La pedagogía feminista es una pedagogía crítica para la emancipación, sur- Cuando empezamos a trabajar [...] tto teníamos una perspectiva feminista' sino
ge y se construye en un contexto amplio de confrontación a distintas y múltiples más bien hacíamos trabajo educativo con mujeres de colonias populares de la ciu-
formas de opresión genérica, clasista, racista, étnica, colonial, en un proyecto dad de México. Y nos surgió la inquietud de si estábamos trabajando con mujeres'
amplio humanizador y libertario de diversos actores académicos, sociales y po- (conocer) qué dice el feminismo o cuáles son los planteamientos de la perspectiva
líticos que convergen contra pensamientos dominantes y únicos, contra el "fin de género, entonces hicimos unas entrevistas con algunas feministas; aI principio
de la historia', contra la exclusión social, contra la violencia, contra la discrimi- no nos fue muy bien, pero yo creo que fue un Proceso de ir incorporando esta pers-
nación, contra el neoliberalismo, y de lucha por la democracia, por los derechos pectiva de manera gradual, no muy agarrada por todas, o sea, no incorporada por
humanos, por la paz, por la ecología. Es, parafraseando a Moacir Gadotti, una todas de la misma manera, fue un proceso como individual (Cristina Safa, c¡v,
pedagogía que "tiene sentido como proyecto alternativo global", lo cual es con- entrevista del 241 09 I 04).
secuente con la idea de Célia Amorós del feminismo como una filosofía que no
es autometabólica, es decir, que no se nutre sólo de sí misma, sino a partir de la Se trataba no de imponer un discurso a un sector, sino promover la re-
vinculación con los movimientos sociales (Amorós, 2003). Esto se constata en flexión de las mujeres para que pudieran tomar conciencia e ir construyendo y
la experiencia documentada, los proyectos educativos feministas que recuentan compartiendo una agenda amplia de mujeres en beneficio propio, lograr el re-
casi todas las entrevistadas surgen de la mano de proyectos con distintos actores conocimiento dentro de sus espacios de acción social y política, fortalecerlas
y actoras sociales que tienen una práctica organizativa o política. como sujetas y actoras específicas con necesidades e intereses Particulares, como
Experiencias com.o algunas de las que relatan Carola, Gloria, Itzia¡ Maru. destaca Gloria, "reflexionar temas centrales de su ProPia vivencia antes solaPa-
ja, y las entrevistadas de Comaletzin y cEM tienen en común el surgimiento en dos", como la violencia, que el feminismo convirtió en eie central, y que adqui-
un contexto de movilización ciudadana y/o de intervención comunitaria a fines rieran elementos para transformar esa experiencia de subordinación.
de los años 70 o durante la década de los 80, momento de efervescencia de
distintos actores sociales y políticos, como el movimiento feminista y el movin El gran objetivo era permear con el enfoque feminista a los sectores populares. No
miento popular urbano, que son la base para la creación de nuevos proyectos era hacer feministas en los sectores populares, no nos interesaba crecer en movi-
educativos feministas, a veces completamente independientes, como lo fue Cir miento y que fuéramos masas de feministas, sino que el movimiento popular, las
dhal. Y a veces, vinculados a otros proyectos más amplios, mixtos, y sin un ca: mujeres en el movimiento popular analizaran y sacaran sus propias demandas, más
rácter feminista compartido, como señala Gloria, quien identifica que algunos bien. Y yo creo que tan fue así que muchas veces Pasaron años para que mujeres
de los proyectos educativos feministas surgieron dentro de organizaciones aml por ejemplo, en el sector campesino, nos Preguntaran qué era eso del feminismo,
plias en las que las mujeres empezaron a cuestionar las formas de organización entonces ya, cuando ellas preguntaban,'¡ah no, Pos nosotras también somos!', pero
y trabajo, así como la participación de las mujeres dentro de ellas, generándose no era enrrar con consignas (Carola Carbajal, entrevista del 27108104).
un desencuentro que condujo a la creación de grupos de mujeres al margen d.p,
las grandes organizaciones mixtas o a la creación de nuevos proyectos. ,; De este proceso en que mujeres integrantes de organizaciones populares o
Es interesante destacar que muchos de esos proyectos creados entonces pofl con una "opción por los pobres" se varr involucrando en el feminismo, o de la
las mujeres no fueron de inicio proyectos feministas, a excepción de Cidhd¡ continua interacción entre el movimiento feminista y el movimiento popular,
Comaletzin y de los proyectos relatados por Marusia --{ue son mucho más|lr resultan proyectos educativos en los que aún ahora siguen vigentes los dos énfa-
¡ssis¡1ss-. Los demás proyectos tuvieron en su origen una perspectiva cefltfa'"i' sts: género y clase, aunque con autonomía respecto a esas otras organizaciones'
da en las mujeres, en donde la prioridad era la categoría de clase pues la opción sectores y espacios que constituyeron un origen o un respaldo en el origen.
'
popular, el trabajo con "las mujeres más pobres", era el discurso dominante, lo Algunos aÁos más tarde el componente popular se ve enriquecido con la
cual se explica por la vinculación de entonces veces tensa y complicada--:=
visión indígena, que empieza a tomar fuerza y a incorporarse también en esos
-a
con movimientos populares. El enfoque feminista fue adquiriéndose de manei4 ptoyectos, pero en gran medida ligado o incluso subordinado a "lo popular".
¿QUÉ DICEN LOS PROYECTOS Y EXPERIENCIAS EDUCATIVOS FEMINISTAS? II7
116 EL suEño Y r.4. PRÁcrrcA DE sÍ
mas" (L
or sta no Puede no centrar-
se en el
I a pedagogía feminista es una pedagogía para las mujeres: Se plantea im
horizonte o aspiración final lograr una nueva y mejor condición y posici La pedagogía feminista es una prá es también una manera
Ias mujeres, Ia formación de las mujeres como sujetos individuados, con específica de cidad consiste en
ciencia, capacidades y poderes parala transformación y libertad personal, propuestas P emanciPadoras Y
lectiva y social. ioráfi." y po Parcialidad Y su a
y fortalecer a las mujeres individual y colectivamente:
El primer punro fundamental es el cuestionamiento del poder. Nosotras
toda una reflexión sobre el poder como dominación, sob¡e los tipos de yo creo que un proyecto educativo feministase distingue rápidamente [...1 pot-
que incluyes al sujeto mujeres, incluyes las visión de estos sujetos ["']
que hay y el tipo de mujer que queremos las mu.jeres (Gloria Carmona, y generas
cuenta Ia posición' las condicio-
rzin, entrevista del 30110104). propuestas y Procesos educativos que toman en
primaria que es la opresión de género. [...] Es una educación para la au ción de la educación como un elemento frrndamental para la construcción. ¿De
(Gloria Car-
en todo el sentido de la palabra (Marusia López, entrevi sta del 14110104). qué? De nuevas identidades y de nuevas relaciones entre los géneros
mona, Comaletzin, entrevista del 30 I 09 I O4)'
EI fin de la educación feminista es el desarrollo de las mujeres como
tas plenas a fin de que participen de manera acriva y completa en la soci Potenciar a las sujetas como tales implica también favorecer la construc-
se busca su formación para que transformen su entorno en consonancia có ción de referentes y de utopías nuevos que les sirvan para construirsu autono-
ideales libertarios. mía, por tanto, el proceso ed,rcatirro es un ejercicio de creatividad, de soñar' de
imaginación de horirontes y de construcción de elementos simbólicos:
Lo que estás provocando es que se generen espacios de libertad para que el
cio de los ¡oles sea un ejercicio libre, una opción libre (Maruja González, en Ya es claro lo que no queremos ser o lo que no queremos que nos hagn ¿que es lo que
vista del 20109104). sí queremos? Ese ejercicio de utopía y de imaginación creo que es un
reto bien fuerte
porque hemos aprendido a no ser, o sea (el reto es) aprender a ser' [" '] Acá es inven-
120 ELSUEñOyLApnÁcucRo¡sÍ ¿QUÉ DICEN LOS PROYECTOS Y EXPERIENCIAS EDUCAIIVOS FEMINISTAS? 121
ta¡se todo. [...] Creo que simbólicamente es importanre que tengamos como las identidades tradicionales, que Por lo menos plantee las suficientes interrogan-
referentes para mirarnos en otro lugar (Marusia López, entrevista del a nivel personal,
l4llol04). tes, plantee los suficientes contenidos Para mover esas estructuras
para dar herramientas de cuestionamiento al entorno, al nivel en donde Ia gente
, La sujeta es el punto de partida y de llegada del proceso educativo pues prr.d" h"... esos interrogantes [...] que ciertamente permitan desnaturalizar lo
busca su construcción y fortalecimiento en distintos sentidos. por un lado, cor que es el patriarcado como principio general o la desigualdad de género, que
sean
persona individual, afi,anzada, desarrollada, autónoma, pero también co herramientas que permitan elaborar propuestá¡, sino nos quedamos mancas, sino
persona que comparte elementos fundamentales con otras y con las cuales cons¡: el poder no se ejerce (Itz\arLozano, entrevista del l9llül04)'
truye una identidad colectiva como suietas o acroras sociales y políticas, movi
miento que no sólo implica el acceso a nuevos espacios ffsicos (como el ámbi . Visión sobre las y los seres hurnanos
público o la arena política) sino también a nuevos espacios simbólicos o a
tegorías fundamentales para el pensamiento moderno, como es la noción do
s$ero (cfi. Lukes, 1975 y Di steñno, 1996), indispensable para el reconoci+
miento de la dignidad de la persona, base de la idea de equivalencia humana: ,
oportunidades educativas en las que requieren realizar un doble esfuerzo sciente, y se requiere trabajar a este
remontar las deficiencias o carencias derivadas de la desigualdad. la subjetividad refiere no sólo a la
Las sujetas son históricas, cambiantes, diversas, multidimensionales, in a un conjunto de elementos Psíqui-
grales. Las dimensiones que se recono cen y enfatizan en cada proyecto se
bran de manera diferente, aunque hay algunas consranres como es la di
corporal y la subjetiva, que aparecen en todos los casos. para la entrevistada
rrsn, el inconsciente es otra dimensión clave, esto influye en los conrenidos
se revisan y también en la manera de concebir al grupo educativo; para
tica, es decir, al reconocimiento de la persona como sujeto, de ahí que sea una
y la entrevistada de comaletzin, lo es la espirirualidad, qu. puede traducirse
dimensión clave pues tiene que ver con el reconocimiento mismo de la perso-
la práctica en cierras formas de ritualidad en los espacios educativos o ci
na como tal y también de sus capacidades, por Io que incorpora entonces esa
contenidos educativos. Independientemenre de algunas dimensiones más
otra dimensión racional de las y los sujetos.
menos diferentes o nombradas de manera particular, se reconoce que las
Puedo afirmar que el cuerpo es una dimensión de la persona sumamente
nas están conformadas integralmente a partir de tres dimensiones: una co
importante en la en tanto que es el punto de partida del
ral, otra emoriva y/o subjetiva, y orra racional, desde las que viven y a
sujeto y de la suje desde donde se puede hablar, Por tanto
y que hay que abordar en todo proceso educativo.
es el ubis desde el también un objetivo cuya apropiación y
Subyacen a la mirada y concepción antropológicas una perspe-iva cons-
disfrute se reclama.
tructivista, en otras palabras, como lo recalca el nss, no exisfen visiones esencia-l
En los proyectos analizados puede reconocerse Io que en el feminismo se
listas, por eso, se busca reconocer siempre Ia diferencia, las distintas formas
de ser ha llamado una "política de la ubicación" es decir, el reconocimiento del suje-
hombres y mujeres, las identidades cambiantes y cruzadas por multiples condi-
to y de la sujeta desde su "geografía más cercana", como la llamaAdrienne
ciones que son también parte de la integralidad de las y los sujetos, que se derivan
fuch, o sea, desde el cuerpo, que es un punto de partida particular y que es
desucuerpoeincidenensusubjetividad,ensuraciona]idaá,.',,,práctica.
leído y significado en términos sociales, culturales y políticos: un cuerpo de
Quiero recuperar las dos dimensiones claves para la pedagogía feminista: hombre o de mujer; blanco, negro o mesrizo; que ha vivido unas experiencias
v'bjetividad y cuerpo, y profundizar más en su sentido o-comlrJnsión filosó-
y no otras; talvez un cuerpo violentado; un cuerPo que refleja una clase, una
fica y política, sin olvidar que ambos son parte de ese conjunto complejo yr
edad, unas capacidades, erc.; un cuerpo ubicado en una tierra específica. Así, el
multidimensional que son las y los seres humanos. ri., sujeto y la sujeta están siempre situados en un maPa de poder que es socialmen-
La subjetividad es un componente central para las entrevistadas en la me-
te construido. La política de la ubicación implica situarse de manera respetuosa
dida que implica, como recalca Gloria, la formación de una determinada ma-
ante la otredad que resulta de la diferencia, de las fronteras geográficas, históri-
nera de pensar que permita la transformación de condiciones y prácticas oprerr
cultural
cas, en a cada sujeto Y
sivas y discriminantes, el abordaje de aspectos psicológicosq,r. fo.,"l.r"L r. h
sujetay el a construcción de
las mujeres, o el conocer Ia trama personal y loi signiñc"do, q.r. cada mujer
identidades Ia de "mujer" (cy''
construye, a fin de favorecer el desarrollo de alternativas de cambio a partir de
tuch 1999, yTalpade, 2002):
los sueños, emociones y deseos personales:
y 2003:33 y ss), como el énfasis en la consrrucción del sujeto individual, y nq Tiabajamos mucho como con sus sueños y con sus ideales, mucho nuestra
sólo o no prioritariamente del colectivo, a partir de esa necesidad de const intuición efa que si ellas reconocen que esos sueños y esas aspiraciones pueden
la autonomía y el ser de y para sí, los dos elemenros que dan un giro específicq; formarse en estrategias concretas, que a lo mejor en esa concreción pos no aluden
liberadoras. 'l
a esas ideas compartidas con orras pedagogías a toda la complejidad de la problemática pero sí que tenga una relación con ella y
con sus aspiraciones, entonces se van a enganchar con el proceso (Marusia López,
. Concepciones sobre el aprendizaje enErevista del l4l lo I 04).
El proceso de aprendizaje en los proyecros educativos feministas es un proceso conviene recalcar que el "partir de sí" es un elemento que las educadoras
completamente personal, íntimo, al propio ritmo, gradual, lento, complejoll de la diferencia sexual utilizan en un sentido que confirma en cierta medida lo
que requiere entre otras cosas de paciencia y respeto por parte de las educado-. que las educadoras mexicanas señalan, Pero que alavez
ras, la valoración de las capacidades individuales, y también espacios para su ro específico del feminismo de la diferencia: el partir de
experimentación pues en los proyectos educativos feministas se promueven. se libremente de sí, del lenguaje, significar la realidad,
aprendizajes para la vida, aprendizajes que se ejercitan y que se viven en 14, responder las interrogantes a partir de la propia experiencia, representar al
coddianidad, que implican consecuencias no sólo cognitivas sino también mundo para poder habitarlo y transformarlo, desarrollar un pensamiento que
emotivas, subjetivas, actitudinales y prácticas. ,: le dé coherencia a la propia vida, "tener la autoría de la propia vida". Todas
estas ideas pueden aplicarse a los proyectos educativos aquí analizados, y con-
Nosotras vemos que podemos potenciar esas cualidades (personales) y podemo¡r textualizarse dentro de la lógica y principios feministas afines a las organizacio-
cr€ar un espacio educativo de libertad, de comunicación y de interacción qu€: nes investigadas.
permite a cada quien el desarrollo de sus habilidades y de sus capacidades (Gloria Sin embargo, y aquí es donde se presenta una discrepancia fundamental,
Carmona, Comaletzin, enrrevisra del 30 I 09 I 04). desde el feminismo de la diferencia sexual partir de sí significa precisamente
partir de la diferencia, es decir, partir del abandono y rechazo de toda forma
El aprendizaje es permanente. Es tanto teórico como práctico, objetivo y' J. p..rr"mierto, institución o significado que esrén relacionadas con el mun-
sujetivo, multidimensional e integral, colectivo, dialógico, lúdico y placentero: , do masculino, lo que supone, como señala Anna María Piussi, "hacer el corte"
con éstos para partir de una construcción simbólica propia de las mujeres' para
Se empezaba a vivir el proyecro como un proceso a mí me parece algci bosca, ,ru..ras formas de interpretación, de Pensamiento, de deseo, de media-
-que
fi.rndamental de la educación con mujeres- como un proceso de disfrute y de, I ci6n(cfi.Mañeru, 1999; fuvera, 1997;y Piussiyotras en Montoya, 2002),idea
placer, de dejarlo de mirar como otra responsabilidad más [...] yverlo (comg, :
que no está presente en los proyectos educativos revisados Pues en nuestro con-
voy) "porque es algo que a mi me hace bien, me la paso bien' (MarusiaLópez, texto el pensamiento de la diferencia sexual no ha tenido tanto imPacto'5
entrevista del 14110104). ,
Lo que es importante destacar aquí es que puede utilizarse entonces la idea
del "partir de sí" para la pedagogía feminista, idea central en el pensamiento de
EI aprendizaje se basa en el "partir de sí", idea que significa que el apren, i la diferencia sexual, pero acotándola a un sentido particular que puede implicar
dizaje se desarrolla a partir de la propia identidad, de los propios deseos y ne- autoría, libertad y autonomía personales, sin suponer, como sucede en otros
cesidades, de la propia cotidianidad y de la experiencia vital, pues sólo en es4: textos educativos feministas como los citados, un rechazo al mundo e institucio-
medida puede ser significativo y puede llevar a la rransformación de Ia personfl r nes "de los hombres", pues ninguna de las organizaciones ni Proyectos estudia-
y a su formación de acuerdo al ideal establecido. ii dos aquí se posicionan desde una PersPectiva radical ni de la diferencia sexual.
5
De acuerdo con María Milagros Rivera (2001), el movimiento feminista italiano de Ia dife-
El proceso educativo parte de la experiencia vital, implica reconocer diferentes .
rencia tuvo impacto en muchos grupos españoles que lo acogieron, entte ottas cosas, aI reconocer
emociones, cosas, dolores. Implica diferentes proc€sos formativos, implica rompef su "orñndad",la "soledad de las emancipadas", pues muchas mujeres, al libera¡se, habían roto lzos
con distintas cosas pa¡a recuperarre a ti misma como persona, para ser yo y deciq y diálogo con la madre, por lo que la propuesta del orden simbólico de la madre aParece como
y decidir y hacer desde mi misma (MarujaGonzález, enrrevista del20l09l04). i respuesta a una necesidad de muchas mujeres feministas. Véase la relación de términos anexa.
128 ELSUEÑOYL{PRÁCTICADESÍ iquÉ orceN Los PRoYECTos Y EXPERIENCIAS EDUCATIVOS FEMINISTAS? 129
. Perspectiua ética
Lo otro como tratar de reflexionar en los valores que están detras de lo que
es
La dimensión ética es importante porque el proyecto feminista implica hacemos, porque tenemos como muy introyectado que tú como mujer debes
horizonte de justicia, de igualdad, de libertad, de solidaridad, de cumplir ciertos valores: la abnegación, el cumplimiento, y si no' pues toda una
que no sólo es un ideal aalcanzar, sino que supone que en los procesos
<
cuestión de culpa que está detrás de esto ¿no? Entonces pues decimos: "a ver, ¿por
tivos se busque generar y aprender valores di.ho horironte y l, qué hacemos esto, cómo lo hacemos, qué pasaría si no lo hacemos?" ["']' (Se
ción de una posición ética. ".oid., " establece en el grupo un diálogo sobre) ese tipo de cosas (que) hacen que lo que
Se encontró que los valores que fundamentan cada uno
de los se da en el taller no es un contenido ajeno a tu vida, sino que tienes que hacer la
documentados sí varían, y lo hacen principalmente en función
d. ros .e reflexión en el taller a partir de tu vida y la transformación en tu vida a partir del
tes teóricos o conceptuales. El único valor común a todos taller (Carola Carbajal, entrevista del 27 I 08 I 04).
los proyectos
equidad, aunque Comaletzin, a partir de su ámbito d. tr"b"jo,
.rp..i,
contenido de la equidad no sólo en té¡minos de género sino también
de Más allá de los valores que se promueyan en los proyectos educativos fe-
dad entre el campo y la ciudad. La democraciaf la justicia, la ministas, una reflexión ética que me parece necesario aclarar con las
autonomía¡ -aunque
sororidad (entendida como solidaridad entre educadoras no se abordó-, es la que se refiere a la legitimidad de una inter-
-rr;er.r),u el respeto a la difere
cia y Ia tolerancia son otros valores que se comparten entre vención educativa feminista pues podría cuestionarse la validez de ésta. Sin
algunos de
-comoroo
proyectos. Hay otros valores, como Ia pluralidad, la inclusión,
el embargo hay algunas consideraciones claves que hacer. Por un lado, ninguna
por la otra, y la lealtad que se mencionaron sólo en algunas
de las e educación es neutra: "La raíz más profunda de la politicidad de la educación
sin embargo, todos conducen a ese horizonte planteado. esrá en la propia educabilidad del ser humano, que se funde en su naturaleza
L,n los proyectos educativos se reflexionan estos y otros
valores (como, inacabada y de la cual se volvió consciente. Inacabado y consciente de su in-
tradicionales)' se contrastan, se discuten y se busca que cada p..ro.r"
opa. acabamiento, histórico, el ser humano se haría necesariamente un ser ético, un
los valores que prefiera asumir, en este sentido, se incorpora
la ética .ro ,ólo, ser de opción, de decisión' (Freire, 1998: 106).
términos de un contenido axiológico, sino también corno ejercicios
de juii Por otro lado, la pedagogía feminista explicita sus objetivos y búsquedas;
valorativo y de elección (de valores, de actitudes, de prácticas,
de acci además, los valores y principios que plantean implican un profundo resPeto
asunción de las consecuencias de las elecciones realizJas: por las y los sujetos educativos, suponen el partir de sí (y no de la "verdad" o
discurso de la educadora feminista), de ahí que sea en el diálogo, y no en la
En la secunda¡ia y preparatoria, que eran internados, desde la
ent¡ada se les
imposición, donde se desarrolla y constfuye un Proceso formativo feminista.
a los papás que nosorros no íbamos a cuida¡ a los muchachos, que las relaci Como dice Paulo Freire "el espacio pedagógico es un texto para ser constante-
(de noviazgo) nosorros no íbamos a desautorizarlas,
íbamos p.ái, mente leído, interpretado, escrito y reescrito" en la que la presencia de la edu-
qrr. .r"d"
las informaran [...J p.ro que ellos " cadora, que es una presencia política, no puede ser la de "una omisión sino una
se tenían que cuidar solos, ellos y ellas, y en
sujeta de opciones" que puede, al educar, y por tanto, intervenir en el mundo,
ces, llevaba de la mano el darles elemenros
t...]. ysívan asumiéndose valo
cosas que en Ia práctica se van consrruyendo (Carola Carbajal, entrevista o ..p.oduci, la ideología dominante o ayudar a desenmascararla y motivar la
27108t04). búsqueda de un mundo distinto. Además, siguiendo con Freire, es importante
recuperar el derecho y el deber de las personas de construir su autonomía, el
derecho y el deber de las personas oprimidas, engañadas, etc. de resistirse y de
6
Véase la relación de ré¡minos anexa. ¡ebelarse contra "un orden desordenador", opresivo, excluyente, en el que no
130 EL suEño yr-ApRÁcrrc¡ oe sÍ
iquÉ olcrN Los PRoYECTos Y EXPERIENCIAS EDUCATIVOS FEMINISTAS? r31
tienen posibilidades de ningún tipo pues impera una ideología fatalista.T a los cuales coinciden todos o la
Identifico tres grandes discursos en torno
derecho no implica obviamenre el derecho de la educadora o educador de la democracia genérica y la educación
Éayoriade los proyectos: el feminismo,
dir por ellas, pero sí el de el de "demostrar que es posible cambiar", es decir, mayor detalle, y me limitaré a enunciar de
,]op.rl"r, mismos que analizaré con
darles opciones, basándose siempre en el pleno respeto de esas personas (íd.e o acercamientos conceptuales
59 , 7 0,71 , 94-108), rema que abundaré adelante.
L^n.r, general algunos otros referentes teóricos
Estos
oue aparecen con menos fuerzao frecuencia en las entrevistas
realizadas.
con estas ideas puede concluirse que la intervención educativa femi
si es congruente con lo que plantea, no sólo es válida y legítima sino que es
,r., -"r.o. de referencia se reflejan claramente en las claves filosófico-políticas
u antes descritas, se articulan con las ideas o énfasis específicos que destaco como
intervención educativa fundamental en tanto su centro de gravedad consi
fundamentos de la pedagogía feminista.
en la apertura y creación de opciones de libertad y en la constrr
ción de alternativas que no sólo demuestran que es"rrto.ro-á,
posible cambiar sino . Elfeminismo
hacen posible ese cambio que implica, en cuanto p.o..ro de devenir en
ético, en ser de decisiones, un paso importante en el proceso permanente
El feminismo aparece en todos los casos como un referente que aporta conte-
humanización.
nidos y visiones sobre la realidad, sobre las y los sujetos, que define el horizon-
te del proyecto educativo, que representa una red conceptual para desarrollar
un lenguaje y una terminología útil para formar a las sujetas, sin embargo, se
b] C laues te óric co ncep tua les
observa en las entrevistas mucha dificultad Para exPfesar la manera en que es-
o -
sujeto educativo, son las educadoras y las organizaciones que han desarrol
de manera más permanenre un trabajo mixto quienes destacan este eleme
Más allá de esta ampliación de contenidos que implica la categoria gét
para el trabajo educativo, no se encontraron otras diferencias srr.t"..i"l...
Ios distintos matices feministas de los proyectos. como lo señalé antes, I
mencionó una diferencia conceptual y política entre la perspectiva de gé la dimensión político-pe-
cracia, acciones que tienen un vínculo estrecho con
y el feminisino muy acorde a lo que yo he planteado .n cafítulo.
"nt.ri
sin embargo, en el discurso de las entrevistadas no aparece la contradicciérfi eñalados se consideran fundamentales en los
entre ambos enfoques, ni las posibles consecuencias para la práctica , aunque en algunos casos las educadoras los
ca, sin embargo, tendría que debatirse más, con nuevos y mejores insumos y categorías políticas de los que se derivan sus
aspecto. educativas, y en otros casos sólo como valores fundan-
búsquedas y estrategias
como puede observarse, los proyectos aluden al feminismo o a la perspecl
t., dL lo, proyecros que más allá traducirse en un contenido de aprendizaje
de
tiva de género como un referente básico pero éste es uno de los varios Jir..r..o,
no s
cuyo equivalente educativo no está siempre completamente claro. con estp loo ltt tt o*t imPlica
idea de "equivalencia educativa" me refiero a la derivación o traducción meror, ca nista, distingo al-
esre
dológica o didáctica de un planteamienro o idea que permita saber qué apreníi femi-
gunas ideas que evidencian su centralidad. Desde algunas vertientes del
dizaje facilitar (una competencia, un conocimiento, una actitud o ,rn proceso),,
,rirmo l" cuesrión de la democracia ha sido fundamental tanto en términos
y cómo hacerlo, es decir, a la manera en que la idea en cuestión tiene una rej filosóficos como políticos pues está relacionada con el reconocimiento del ca-
percusión clarapara la práctica pedagógica. l rácter de sujeto, por tanto, con el proceso de ciudadanización de las mujeres y
La traducción pedagógica del feminismo tal vez es una tarea inconclusa q¡¡
_ con el ejercicio de sus derechos.
tal vez apenas empezada, sin embargo, lo que sí hay es una lectura feminista de:,
En la constitución de las mujeres como sujetas está en juego la ruPtura
muchos de los elementos metodológicos de otros discursos, como se verá abd,4, con la dicotomía público/privado y la generización de una institución moder-
jo' y es desde esta revisión y complementación de orras visiones y propuesras na central, .o-olo es el Estado; la democratización del Estado supone plas-
educativas desde donde se hacen los planteamientos feminisras en L, proy."- mar la humanidad de las mujeres en derechos, eliminar todas las formas de
tos educativos. violencia conrra las mujeres, acabar con el tutelaje de los hombres sobre las
mujeres, basar la ciudadanía de las mujeres en sus necesidades y aPortes como
. Democracia genérica
18108104y3t108104). ,,,
lar implica también de manera importante el foco del análisis de la di Como lo señalé, hay una relectura de la educación popular, los principios
de clase, la cual se reivindica como vigente y necesaria de trabajar en la mayor juego sus con-
de ésta se entrecruzan con una óptica feminista y se ponen en
de los proyectos' en consonancia con ese origen popula. qu. ,. destacó antes. hacer un trabajo con las
vergencias como pedagogías críticas y liberadoras para
De hecho, la educación popular es el único discurso meramenre educati
mujeres:
con el que hay un diálogo e interrelación en los proyectos educativos femi
tas. El vínculo entre el feminismo y la educación popular tiene una fu, El ámbito conceptual que dio muchas herramientas fire la educación popula¡
distinta en cada caso y está trabajado en mayor o menor medida, en térmi reivindicando la experiencia de vida con la reflexión práctica misma y a la luz del
de una criticay reelaboración de la educación popular desde la óptica femini análisis conceptual y elementos que sirven para ubicar esa práctica nueva, resigni-
ta y las necesidades del trabajo con mujeres. En la mayoría de los casos ficarla a la luz de una visión enriquecida y nutrida. Todos estos elementos llevan
el
minismo y la educación popular se identifican como perspectivas co a otras mujeres y a nosotras mismas a hacer un replanteamiento diferente de lo
tes' tanto por Ia perspectiva de consrrucción social de la realidad que que somos y quetemos ser (Gloria Tello, entrevista del I 8/08/04).
a ambas, por el objetivo emancipador, como por lo que implicaba para Desde mi propia experiencia, yo he vivido esta pedagogía feminista [...] en ¡e-
el fo¡
talecimiento de las mujeres en rérminos prácticos el lación con la educación popular porque hay un Punto de confluencia básico: si no-
farticiiar en un
de educación popular: soüas queremos nuestro empoderamiento y nu€stro desarrollo como mujeres, una
herramienta fundamental debe partir de que todos los seres humanos somos caPaces
En muchas de las experiencias se partía más de la educación popular, que enfati. de aprender y de enseñar en la relación horizontal y tenemos la posibilidad de aPortar
zabala importancia entre educacióny organización. Desde este perspectiva en el proceso de construcción colectiva de conocimiento, y en esa medida se me hace
se
podía transformar los roles porque la misma participación implicaba asumir cier- muy difícil que a través de una modalidad, de una filosofía, de una postura educati-
tas tareas y dejar otras (Maruja González, entrevisra deI20l09l}4). va y filosófica distinta tú llegaras a darle a la mujer el papel de sujeta realmenre de su
Tanto la perspectiva de género como la educación popula¡ hacen un posi proceso de construcción y de descubrimiento y de develación de cómo se construyó
namiento crítico y objetivo sobre la realidad, sobre toda esra const¡ucción tu identidad y cómo es una identidad que se puede reconsrruir y se puede crear algo
patriarcal que incorpora todos estos elementos sociales y culturales de opresiórü nuevo. Se me hace difícil que a través de una propuesta diferente la mujer pudiera
de dominación, de subordinación, y en ese sentido hay una visión c¡ítica de cómo tener el papel indispensable que tiene de sujeta de su propio proceso de descubri-
está estructu¡ada la sociedad patriarcal con todos estos elementos que a final miento y de desarrollo (Gloria Carmona, Comaletzin, entrevista del30l}9l04).
dd
cuentas subo¡dinan no solamente a un género, sino que también subo¡dinan
ourd,.
sectores sociales como jóvenes, niñas, personas mayores "
(GloriaTello, entrevista del Es interesante que las educadoras feministas que retoman la educación po-
3U08l04). pular como fundamento de su trabajo ubican como una clave que ésta pone en
el centro del proceso educativo a la persona, sin embargo, para Itzia¡ éste es un
. Sólo Marusia especificó que en ciertos aspecros ambas perspectivas ent.a- ,l
ban en conflicto: en ranro que la educación popular enfati)alo colecti.,ro y etr i
aporte feminista no vinculado a la educación popula¡ y de hecho, una crítica
que las mismas feministas han hecho a la educación popular, consiste en que
proceso comunitario, y el feminismo la dimensión individual y personal,e pa-, i desconoce Ia dimensión sexual y gene izada de esa persona que coloca en el cen-
rece habe¡ dificultades para integrarlas, sin embargo, aún en .rt. ."ro, tro, Io cual es clave en la pedagogía feminista. Es más, si nos vamos a un nivel de
d. toi"q.
maneras la educación popular aporta elementos fundamentales para el proyec. ¡eflexión filosófica más amplia, es la modernidad la que Pone en el centro al
to educativo feminista en términos metodológicos. sujeto, la que inaugura la idea del 'yo", del individuo, que distintas corrientes de
pensamiento van retomando y cuestionando, como lo hace el feminismo al se-
e
Este énfasis en lo individual no desconoce la dimensión coleciva y política
del feminis.i ri
ialar el caricter androcéntrico de esa idea moderna del individuo.
rno, sino que se refiere más bien a la forma de trabajo y aJ nivel qre constituye
el centro del,"l
proceso educativo, que en el caso del feminismo es más individual, en términos Como plantee en el capítulo rres, la relación entre feminismo y educación
de poner en el,
centro a la persona y su propia experiencia (no en un sentido individualista), mientras popular dene sus vericuetos y tensiones pero también mucho arraigo, al menos
que,la
educación popular suele enfocarse más en la experiencia de los sujetos colectivos,
de los sujetos, en los proyectos educativos que surgieron en un contexto esPecífico, como son
en función de un grupo, secto! etc. determinados. t: varios de los proyectos documentados, es una relación que pareciera casi necesa-
I4O EL SUEÑO YLA PRÁCTICA DE SÍ ¿QUÉDICENLoSPROYECTOSYEXPERIENCIASEDUCAIIVOSFEMINISTAS?141
ria pues es diffcil separar los orígenes de unas u otras ideas, prioridades,
las experiencias analizadas, de la educación popular re h"n r.to-"do
.le
fundamentales para las propuesras pedagógicas feministas como algunos
vos educarivos, concepciones sobre el aprendizaje, la vinculació.,
tá.í" y
ca y los métodos participativos. A nivel de dispositivos pedagógicos, se
que el taller es una manera de trabajo fundamental p"ra.l d-]rir-o
de la educación popular (Lagarde, 2001a). De hecho, a nivel de herr
didácticas no hay prácticamente ninguna diferencia enrre las que
pr
educación popular y las que describen las educadora, fe-i.rirár,
a .si.
concreto parece que no ha habido una revisión y transformación feminista.
De las entrevistas se destaca no sólo la existencia de una mirada femi
a laeducación popular, sino también que la educación popular es entendi<
muchas y distintas maneras, que no hay una idea única respecto a lo
que
significa, lo cual es un elemento característico de esta cor.i.nt.
pedagt
(cfr La Pnagua,2004),pues es un proceso en construcción que r.
rr"
do a distintas necesidades, secrores y remas, y es aquí donde yo ubico "d"1
esa
lidad con que se inrersectan el feminismo y la educación poprrlar e' los
yectos documentados.
Cabe señalar que aunque en ningún caso se expresó como tal, en todos
proyectos subyace una mirada de la realidad sustentada en una perspec
construccionista social, marco básico que se infiere y ubica por parte
de
entrevistadas en los discursos feministas o de la educación pop,rl".
señalan que la realidad, las identidades, las relaciones, .t". ,on ",r",
irodtr.to.
ciohistóricos y culturales sujetos de transformación.
Como dije previamente, existen otros discursos o categorías que son
o menos comunes a los proyectos analizados. No se profundizan al mi
nivel que los otros por no tener una equivalencia educativa evidente
o por r
las identidades culturales son también identidades generizadas, que son Gloria, aunque no exPlicita la interculturalidad
¡¡¡enre claro en todos los casos.
mujeres quienes son asignadas por los hombres como guardianas de la como un eje presente en todas sus experiencias educativas, sí destaca a Partir
y reproductoras de ésta, mientras que ellos se "administran (la identidad cul de su uabajo en algunas regiones indígenas del país, la recuperación y el resPe-
ral)
rarl a su libre arucufro
5u rrurtr albedrío y colr
con DasLaIIIe discrecionalidad y relatlylcac
bastante olscfcclonarlqao relatividad",, asl,
así, to de la identidad cultural y la valoración de la diversidad étnica. La implica-
hombres "se autoadjudican el derecho a la subjetividad y endosan a las muj ción educativa que ha tenido para ella el trabajo con mu.ieres de distintas etnias
la identidad".r2 Este planteamiento me parece pertinenre, no es que la búsq es la adaptación y creación de formas de trabajo adecuadas a esos gruPos
con
da de la interculturalidad sea negariva, sino que los discursos sobre los que lenguas, valores, códigos y prácticas diferentes.
construye esa búsqueda o los que defienden y promueven el multi o inte Comaletzin y Carola sí pueden identificarse en una proPuesta de educa-
turalismo, pueden ser deficientes, implicar sesgos, y además rener efecros ción intercultural pues hablan con frecuencia del diálogo intercultural y tam-
género diferenciados, afectando principalmenre a las mujeres. bién del análisis de los valores tradicionales de las culturas y de sus implicacio-
Asimismo, en un proceso de interculturalidad hay que reconocer que nes para las mujeres, Pero en los casos de Maruja y del rrsn no hay suficiente
culturas que pretenden dialogar no sólo son diferentes, sino desiguales en información para ubicar su postura, aunque el Irss Pone en el centro la idea
minos de poder, y con ejercicios de poderes distintos, por lo que este de la otredad, de reconocer la diferencia y especificidad propias a Partir de la
demanda un análisis de estos poderes, de las implicaciones de las posi confrontación con los y las diferentes, así como de la aceptación de la otredad
distintas dentro del proceso pedagógico, y el desarrollo de estrategias para en Ios propios términos de las otras, lo cual Puede suPoner no sólo una coexis-
bajar con Ia diferencia y la desigualdad, y los conflictos que esras pueden tencia de significados distintos, sino el comPartirlos, además del acercamiento
ner en cada caso particular. a Ia construcción de significados comunes. Esto es importante Puesto que la
De igual manera, en diversos conrexros se ha identificado que hay ur¡ inte¡culturalidad debería, en principio, responder a todo tipo de diversidad,
enorme distancia entre lo normativo-prescritptivo respecto la educación inte sin embargo, pareciera en los Proyectos revisados restringirse, en la mayoría de
cultural y los procesos y relaciones educativos interculturales. Las estra planteamiento cobra sentido si se observa
Ios casos, a cuestiones étnicas. Este
para "interculturalizar" las prácticas educativas, y sus evaluaciones, son un que €n nuestro contexto latinoamericano las identidades étnicas han sido des-
safío pendiente (Dietz y García,2006:229). preciadas y dilapidadas, y recientemente buscan ser reivindicadas en algunos
Bajo estas premisas, señalo que las ideas de los proyectos educativos cuantos espacios. No obstante, es un punto que demanda mayor reflexión
nistas que subyacen a los discursos a favor de la interculturalidad deben tanto a nivel teórico como metodológico.
revisadas, sí es necesario reconocer y favorecer el intercambio entre las cul
pero también, como parte de éste, promover la reflexión crítica y com ' Desarrollo sustentable
intra e intercultural, así como condiciones que lo favorezcan.
Hasta dónde se ha incluido esta visión crítíca y feminista a esos pl El enfoque de desarrollo sustentable está presente en cuatro proyectos o expe-
mientos interculturales que en los proyectos se recuperan no está com riencias y no son sólo las que se desarrollan en ámbitos rurales o campesinos las
que lo integran: cEM, cuyo ffabajo se realiza principalmente en espacios urbanos,
12
Considero que las críticas de Célia Amorós, formuladas en orro contexro, pueden tiene como eje central este enfoque. Para las educadoras feministas que trabajan
carse al nuestro.Un ejemplo pueden ser las mujeres zapatistas, que han criticado a sus en ámbitos rurales el vínculo con este planteamiento refiere de manera inmedia-
ros de lucha quienes reivindican el respeto a su cultura y pretenden mantenerla sirl cambiosr ta al carácter de productoras de las mujeres que conforman sus grupos que im-
tableciendo \n continuum con una tradición estática, monolítica. Las mujeres han cuesdon
plica el reflexionar sobre las maneras de producir y de conservar los recursos na-
prácticas de su propia cuitura e inventariado cosas que desean mantener y otras que e
turales, pero también sobre los modelos de desarrollo y sobre la relación de estos
partir de una valoración interna, pues su identidad generizada de indígenas, es decir, su
cia como mujeres indígenas, difiere de la de los hombres de sus comunidades, y recono con la salud de las mujeres, como Io expresan Maruja, Carola y Comaletzin.
flictos y contradicciones dentro de su cultura. Reconocer a las identidades como generi
supone una idea de fijeza ni una posición esencialista, sino identificar que cada cultura
una serie de elementos diversos para Ia configuración de identidades de género (dos o más)
tadas y aceptables dentro de ésta, y que por tanto, ser mujer chol, mestiza o sueca tiene
ciones particulares dentro de cada sistema cultural y supone diferencias con otras culturas.
144 EL suEñoyLA pRÁcrrcA DE sÍ iquÉ orcEN LOS PROYECTOS Y EXPERIENCIAS EDUCAIIVOS FEMINISTASI 145
racional, que replantea la cuestión del uso y beneficio de los recursos; qus la equivalencia educativ^a de este
aftrmar,entonces puede estar mejor la resuelta
cluye en el concepto de calidad de vida el bienestar no sóro individuj, s de este enfoque no
árr.,.rrro p,r., ".rrrq,r. los planteamientos metodológicos
social y también del medio natural. Thmbién, desde la mirada feminista se pensados necesariamenre para proyectos educativos, podría pensarse en
están
conocen los diversos intereses y diferencias culturales, de clase, genéricas, trasladarlos a sus exPe-
una airopi"ción crítica y creativa de las educadoras Para
,i..r"i", á.r."ti'n"r, además de incluirlo como objetivo pedagógico y dar
cas' etc. que mediatizan las relaciones entre los recursos y los grupos soci así al
criticando los actuales modelos de desarrollo, se han di-enrio.r"do en i ,.f....r,. del desarrollo sustentable una traducción pedagógica más allá de ser
problemas como las inequidades de poder, la pobreza, la exclusión y principales
un contenido temático, como señala Marusia, entre las búsquedas
mas de salud, apuntando a la definición de un nuevo modelo de ,.á< de Veracruz están que las sujetas educativas "asumieran que ellas
del proyecto
humano sustentable" en donde el sujeto del desarrollo es la persona, en dor del desarrollo y que su participación era una participación que
.r"r,
"g..r,.,
el desarrollo es democrático, equitativo y justo, en donde es el "conjunto impacáb" Ias condiciones de desarrollo de las comunidades", lo cual definió
oportunidades vitales" las que se sostienen, es "la vida humana la que es elementos del proyecto paraalcanzar este objetivo'
tentada", la cual integra bienes psíquicos, fisicos, financieros, medioambie ^r.ho.
les (Vázquez, 2001: 69-90). . Psicología
Estas ideas, parecen ser en mayor o menor medida apropiadas o con
tidas por las educadoras feministas que incluyen l" ,rrrt.nt"bilidad como
de los referentes para su trabajo:
rácter específico a cada proyecro, implica ciertos énfasis y formas de tr los elementos suficientes Para ha-
particulares' sin embargo, a nivel de planteamiento pedagógico general trevistadas Y Por lo tanto Prefiero
implican una diferencia significativa. Además no hay una recupera.i¿tt du que ellas dijeron' más cuando es difícil
psicólogas feministas ni del psicoanálisis feminista que pudiera suponer iento feminista' y Por tanto Ia pedago-
posición teórica y un tipo de desarrollo práctico particular. a tantas categorías, si recordamos que
ensamiento moderno, se entiende que
a los que se dirige son múltiples, Por eso es tan
los puntos que le interesan y
2. PROYECTO PEDAGÓGICO ro ei planteamiento pedagógico que de él se desprende'
"br..".i
En este apartado me refiero a la dimensión normativa-prescriptiva de la
gogía, es decir, a aquella parte relacionada a la orientación de la acción r af Los sujetos sujetas- del proceso educatiuo
tiva, que incluye las formas y modos de educación, las estrategias educati -las
para el logro de la finalidad educativa, la traducción de los principios en cri En todos los casos analizados se concibe el proceso
educativo como una conti-
rios o pautas de acción, formas de comunicar el saber y de organizar el p partes: la educanda y la educadora'
iu" irr,.."."1ón y profunda relación de dos
educativo. las características de ambas integran-
Aunque,.,ro-úon de distintas formas,
A partir de los fundamentos identificados, en las experiencias edu .o-o de su relación son los elementos que identifico en esta sección.
,.r,
feministas se han consrruido distintos modelos educativos y propuesras "rí
dológicas, que a pesar de los diferentes marcos e ideas de las que se deri . Sujetas educailuas
comparten varios de los componentes principales que aquí identifico y o
se reco-
zo en cuarro categorías: a) Los sujetos las sujetas- del proceso educativ Hablo de sujetas pues se destaca como principal elemento que si bien
b) Dimensiones del proceso educativo,- c) Mediacion., p"o el aprendizaje, noce en todos los proyectos que tanto los hombres como las mujeres podrían
d) Objetivos y contenidos de aprendizaje. o deberían ser sujetos de los procesos educativos feministas, hay una opción
Antes de cómenzar su descripción y análisis quiero enfatizar dos cosas: predominante por las muieres.
primera es que la categoría de herramientas didácticas la he dejado fuera
este ejercicio de nombrar la pedagogía feminista porque, como lo señalé
Quiénes son
anterioridad, no se encontraron en las experiencias relatadas instrumentos di¡l E-n .rt. -c"rol",hay distintas
aspecto Posturas: Existen quienes,
como Ia entrevistada
dácticos específicos de la pedagogía feminista, sino más bien el uso de herra- del ILss o no sólo h"n incorpo.ado a los hombres como sujetos educa-
mientas retomadas de otras corrientes educativas como la educación popular, tivos d,e sus proyectos, sino que consideran que trabajar con ellos es-una nece-
educación no formal, educación de personas adultas, ercérera.14 sidad que d.b. d. asumirse á. -".r.." inmediata. Otra postura es la de quie-
La otra cuestión que quiero aclarar se refiere a mi decisión de incluir todos. nes, Maruja y Marusia, así como la integrante de Comaletzin' reconocen que
los aspectos encontrados en los proyectos documentados y de considerarlos hay unad.-".rd" por parre de hombres y de las mujeres para trabajar con los
importantes para la pedagogía feminista. Posiblemente se piense que un traba.r ho*br.r, p.ro qr'r. po. ,"ro.t., oPerativas y metodológicas no lo han hecho:
jo de priorización y de selección de algunos de los elemenros que aquí analizo, están rebasad", ..t ,o quehacer con las mujeres y se conce tran en él:
hubiera facilitado la lectu¡a, sin embargo, al menos mientras este ejercicio de r'
formular y nombrar la pedagogía feminista siga siendo incipiente,'me parece La inequidad de género en la sociedad no es un problema de las mujeres
ni Io
'
fundamental no descarrar ninguna de sus pautas. Thmpoco les di un de carácte¡ social, entonces bueno,
vamos a resolver las mujeres, es un problema
t4 ¿cómo haces para involucrar a
la orra mitad en la resolución y en el análisis y en
Incluso en la revisión de múltiples experiencias y materiales didácticos encontré poca
ha sido una
especificidad en las técnicas de trabajo, no obstante hay adecuaciones o la introducción de con. la reflexión de la problemática, no? Pero no, hasta ahorita ha sido así y
autónomos de
tenidos que las hace pertinentes dentro de un conrexro de formación feminista. Para profundi- intencionalidad muy clara y nos interesa conservar estos Procesos
zar en este aspecto, véase anexo 3. mujeres (Gloria Carmona, Comaletzin, entrevista del 30 I O9 I 04)'
I4B EL sUEÑoYI-{ PRÁCTICA DE SÍ ¿QUÉDICENLOSPROYECTOSYEXPERIENCIASEDUCATIVOSFEMINISTAS?149
Y finalmente están Gloria e Itziar que enfatizan que no roca a las muchas otras PreocuPaciones' estamos
Las mujeres dicen: "nosotras ya tenemos
trabajar con los hombres, sino que son ellos quienes deben de impulsar su en la sociedad' estamos buscando vincu-
entendiendo nuestro papel como mujeres
pio proceso de trabajo. Estas tres posturas no son tan rígidas, pues tanto Iv qué políticas públicas nos afectan' y los
larnos con otr", -,,;.tt" estamos viendo
sia como cEM asumen que hacer un trabajo con los hombres sería import hombressiguenahísolamentetrabajandosutierra,'(GloriaCarmona,Comale-
para acelerar los proc..oi de cambio sociali5 pero que es un trabajo qrr. .o tzin, entrevista del 30 I 09 I 04)'
hacer a las mujeres, sin embargo, desde sus proyectos han impulsado
de algunos hombres que Por
cias de trabajo en grupos mixros o algún tipo de acciones para los hombres. Además de esta demanda, está también la
El cuestionamiento de hasta dónde corresponde a las mujeres hacer, eres de sus colectivos y piden incor-
trabajo educativo con los hombres, y hasta dónde es parte de la estrategia hombres realmente interesados en
lograr más cambios está presente en todos los casos, incluido el de Itziar quo En este sentido Gloria, Marusia' y las
de las que más enfatiza la pedagogía feminista como una pedagogía para estacan la importancia de los estudios
mujeres: a esa demanda' sin embargo' como ya 1o dije'
de masculinidad para responder
Jn l" -"yori" d. io, ."ro, se piensa que son los hombres quienes deben impul-
No tenemos que hacernos cargo de los hombres, los hombres se tienen que sar ese tiPo de trabajo.16
cargo de ellos, a ver cómo le hacen, la fuerza de cambio tiene que salir de á. lo, hombres como particiPantes de los Proyectos. educa-
Esta exclusión
prácticos, políticos_o ideológicos,
nosotras hemos tratado siempre de convertir, de asumir causas imposibles y es tivos feministas, sea por motivos meramente
como parte de los contenidos
causa casi imposible converti¡ a los hombres, que una mujer los convierta. ,ro i-pli"" que no ,. lo, ,..o"ozca o considere
no tenemos legitimidad ante ellos, no admiran, no quieren ser como nosotras es decir, no se desconoce su existencia ni sus posibles
[,:,! |'r."..io.t!r,
en el fondo no convence, a pocos los convence. De repente sí, pero no es n como podría imaginarse desde un feminismo de la diferencia
"*r",.gi"r'.ducativas,
causa, yo no prenso que tenemos que procurar grandes dineros, aho¡a si en sexual, sino que se oPta por foit"ltcer a las
mujeres' valorando el impacto que
actores' entre ellos los
proyecto tú tienes a los homb¡es controlando todos los puestos de pode¡ más te tendrá su fortalecimiento en sus contextos y en otros
trabajan en gru-
ver qué estrategia y cómo los incluyes (ltziar l-nzano, entrevista del 19 I lo I o4) . hombres, más cuando ellas como multiplicadoras o gestoras
o de las mujeres con las que ha
f", ."t.i.r, como es el caso de Comaletzin
Sin embargo, no en todos los casos hay una respuesta tan clara sobre trabajado Marusia en Veracruz'
motivos por los que hacer o dejar de hacer dicho trabajo, más allá de las
nes prácticas a las que se enfrentan. Este planteamiento no es exclusivo de Cómo son
tos proyecros en parricular, Christina }lee (1997 24 y ss.) señala que el casi en la mitad de los que las sujetas llegan
casos las entrevistadas señalaron
tionamiento sobre la involucración de los hombres en los proyectos de generalmente a estos Procesos educativos feministas por
una inquietud o bús-
género
es un tema presente en muchos grupos peruanos, y como se nota en su porqrr. han vivido tanto exPeriencias de opresión de
f,,r.d" p.rrot"l,
flexión y en la de las entrevistadas hay distintas consideraciones y variables quÉ
idero poco
tomar en cuenta, entre ellas, la demanda de las mismas educandas para hacefi Christina Hee afirma: "Perder poder y privilegios es
16
t_-
150 ELSUEÑOYLAPRÁCTICADESÍ ¿QUÉ DICEN LOS PROYECTOS Y EXPERIENC]AS EDUCAIIVOS FEMINISTASI I 1
'
como de cuestionamiento o transgresión a las normas de género por Io que do se trabaja con mu.ieres indígenas, la apertura e intercambio son elementos
tienen de antemano una inquietud o interés particular por reflexiona! enren- muy difíciles de generar para y desde una lógica que es distinta de la indígena,
der y posiblemente por transformar su posición de género. De esto se despren- y enla que surgen las experiencias indagadas. Es en este sentido que' como
de la importancia de una categoría central para el feminismo: la "necesidad destaca Carola, esa fortaleza que se esPera de las mujeres implica romPer con
epistemofílica", que recupero de Marcela Lagarde y en mi opinión es básica en ideas, actitudes, valores y comportamientos estereotipados que obstaculizan el
el proceso de toma de distancia de la propia identidad y experiencia, y de proceso formativo, de ahí que hay que generar un esfuerzo intencional e inten-
construcción de una conciencia de género. La considero básico pues pareciera, so en esa dirección.
ser una característica frecuente de las sujetas educativas. Esta categoría repreJ' Puedo pensar que en gran medida ese trabajo es posible hacerlo aProve-
sentaelimpulsoaconoceroacuestionarapartirdeunanecesidadvital: chando como factor básico en el proceso educativo la necesidad epistemofílica.
Es decir, ésta sirve para descolocar o cuestionar algunas actitudes individuales
(Es) una necesidad de saber, queremos entender por qué nos pasa lo que nos y movilizar hacia la búsqueda o experimentación de formas de ser o de actuar
[...], cualquier mujer quiere entender por qué le está vedado hacer algo, el distintas a aquéllas que se están cuestionando o que resultan insatisfactorias, a
de saber ha movido a las mujeres y otro deseo fundamental, la necesidad de las que generan inquietud o interés en función de aquello que se está buscando
dificar en lo posible nuestras condiciones vitales y las restricciones sociales, transformar, a los deseos que emergen en esa búsqueda de comPrensión, de
nales, afecdvas, políticas y sobretodo sexuales que nos constriñen; pero lo q toma de distancia, de transgresión. Este ímpetu transformador puede darse no
mueve a las rebeldías íntimas y públicas de las mujeres, es sobre todo una sensib sólo en la vida diaria sino en el mismo proceso educativo, en la interacción
lidad muy aguda a la injusticia (Lagarde 2OOlc:24-25).17 1 grupal, más esta es sólo una suposición que aventuro, no un dato que las en-
trevistadas hayan señalado.
Evidentemente esta necesidad epistemofflica se detona y p
partir del proceso educativo feminista, sin embargo, no es raro que las Cómo se es?era que tean
que se involucran en esos proyectos educativos ya tuvieran desde antes Como resultado del proceso educativo s€ espera que las sujetas Puedan indivi-
necesidad de búsqueda a partir de sus propias vivencias. duarse, ser autónomas, protagónicas en los espacios en que se desarrollan, y que
Además, como participantes de los proyecros educativos se espera que hayan también logrado una identificación de género, es decir, como muieres' y
educandas sean abiertas, responsables, activas, participativas, que esta que como tales pueden compartir ciertas experiencias e intereses por la situación
relaciones horizontales, que sean fuertes, que asuman su proceso educati y condición en que viven. Esta identificación genérica se esPera que conduzca a
estén dispuestas a trabajar en equipo, a interactuar, a comparrir su experiel su vez a una articulación que permita la constitución de un sujeto colectivo
a escuchat a cuestionar y cuestionarse. Estos atributos son muy semejan autogestivo e independiente con una agenda común por Ia cual trabajar.
los que propone la educación popular, sin embargo, al leerlos desde una Me interesa especificar aquí dos de esas ideas que definen el perfil a cons-
feminista se pueden precisar ciertos matices o diferencias pues implica truirse en los proyectos educativos feministas: la individuación y la autonomía.
cer que muchas de esas características, si no es que todas, no corresponden El tema de la individuación es fundamental para el feminismo. Célia
Ios roles y actitudes tradicionales de las mujeres, las participanres, más cuar Amorós plantea que las mujeres hemos sido construidas como "las idénticas",
son adultas, se han socializado en la rivalidad entre mujeres, en la timi en el espacio privado, que es el espacio de "las idénticas", el cual se opone al
la inseguridad para hablar, para parricipar o romar un papel importan'q espacio de los pares o iguales. El espacio de las idénticas es el
(La visión feminista pedagógicamenre se rraduce en) que lo que tú generas so¡r, El feminismo no es como hacia fuera, sino es parre de tu [...] tú tienes que vivir-
procesos de apropiación de herramientas para la autonomía, o sea, de herramien,"
lo, no puedes predicar algo y llegar y ser una madre sumisa o volverre una machi-
tas que te permiten pensar por ti misma. En ese sentido digamos la educaciórt
na o demás ¿no? Entonces es como toda la vida. [...] Espejeándonos en los pro-
feminista no puede ser una educación doctrinaria que te tengas que aprender una
cesos educativos y organizativos en los que estamos y caer en sus (propias)
serie de contenidos y luego repeti¡ no, es una educación que requiere que tú ge- l contradicciones (para) siempre busca¡ cómo transformarlas (carola carbajal, en-
neres tus propios marcos explicativos y puedas tomar rus propias decisiones (Ma; trevista del 27 108104).
rusia López, entrevisra del 14110104).
Cómo son (o deberían ser)
Para cerrar este apartado con las características de las sujetas educativas'i La necesidad de hacer un trabajo personal se señala no sólo
para resolver algu-
quiero retomar una idea: Ia misrnidad, pues considero que resume en gran i nas de las contradicciones y rupruras que implica asumir el feminismo, sino
medida el objetivo y perfil que busca la pedagogía feminista. La mismidad es particularmenre para revisar el propio
ejercicio del pode¡ pues como explican
importante recuperarla desde una dimensión profunda que vaya más allá de la wraruja, Gloria
y Marusia, las formas patriarcales del ejercicio del poder tienen
idea de identidad personal. Es "la afirmación de cad" ,rn" en su vida, en su,j tanta fuerza
e inercia que son difíciles de superar y áe-a.rdan ,rn" co.rtin,r"
cuerpo y en su subjetividad, a través de sus poderes vitales y sus libertades", es" autorrevisión
para evitar su reproducción, la imposición
una síntesis de la autoestima y la autoidentidad, producto de la autoría sujeti. rles, etc.: "también
somos opresoras, ponemos esquemas y
va centrada en el yo, en la génesis de cada mujer individuada y libre. "Lograr o rnuy del
cenrro" (Gloria T.llo, ..,,i..,isra del t8¡OAIO¿).
la centralidad de cada mujer en su propia vida y la prioridad de sus necesida-des personal
implica cuestionar las propias concepciones de género, raza, díversi-
I54 ELSUEÑOYLAPRÁCTICADESÍ EDUCATIVOS FEMINISTAS? |55
¿QUÉ DICEN LoS PROYECTOSYEXPERIENCIAS
dad sexual, etc., y la manera en que esas diferencias interpelan la propia ún y llegar a un nuevo conocimiento'
tica educativa (Domínguez, 2004: I48). el rol de la educadora como alguien
En todos los casos documentados se resalta el carácter de opción, es críticas que se pueden desatar' Sin
yecto personal que implica su trabajo educativo feminista. Hay un posi es una cuestión resuelta ni consensua-
miento claro y decidido en el hacer pedagógico. Tener convencimienü re debería de realizar su intervención en
a la postura feminista y asumirla es una caracrerística y en muchos i debería de inducir ciertas reflexiones
casos
sito de las educadoras feministas.r8 Esra opción las coloca dentro de una ente dejar que del grupo surjan libre-
donde se mueven otras mujeres feministas entre quienes se refleja una s Este es un debate que, en consideración de
mente los temas para discutir.
dad activa en tanto a que muchas de las educadoras feministas se han for según yo' si se
Itziar,tiene que ver con una actitud un
tanto Protectora
acompañadas por otras feministas.re -o
Las educadoras entrevistadas no se asumen como iguales respecto a
n'ir".¡i.n, incluso de control- que pueden llegar a asumir las educadoras
riesgo que debe evitarse pues es
feministas, y que, como recalca Gloria, es un
educandas en tanto que se saben con herramientas y conocimientos que cr de
á.1 qrr. lr, .á.r."dor"s asuman un marernazgo2. en el grupo, ocupándose
partir con ellas, pero sí buscan establecer relaciones horizontales y de igu
,"r.", q.r. no les corresponde hacer y que demanda tener claridad sobre los
partiendo de la equivalencia humana enrre rodas las personas. cómo se
límites y tipo de relación educativa que hay que establecer'
Ia horizontalidad a pesar de los privilegios y de las diferencias, qué con
corrro h"bilidad personal se destaca su capacidad de comprender a la otra
personales o sociales pueda tener esta situación, es un punro que no se a
en su otredad y ,.rpia", y valorar esa diferencia. También de reconocer las
con las entrevistadas y del que no encontré información en la investi juego en la
distintas sub.¡etlvldades genéficas y generacionales que entran en
documental. Asimismo, más allá de los privilegios que pueden implicar como tener capaci-
consrrucción del grupo y en el proceso de aprendizaje, así
posición distinta entre las mujeres, está el hecho de la posición distinta de y-adaptar la propuesta educativa a las necesidades del gru-
dad para
de la dinámica misma del grupo, el rol como facilitadora que supone un "d*pt".r. de
po. i" p".i.n.i" y.i ..rto.irrmo podrían pensarse como otras características
tus y un poder claramente diferenciado denrro del grupo y que retomo ad
i".d,rádor" cuando se piensa en los plazos y complejidad de los procesos edu-
te, al analizar la relación educativa.
cativos feministas.
Respecto al perfil y atribuciones de la educadora feminista, Gloria, y
En por lo menos la mitad de los casos se señala la trascendencia de las
integrantes de comaletzin y de cnu recalcan la importancia y especifici<
actitudes d,e la educadora en los Procesos educativos, subyace la idea de que
del rol de las educadoras: disponen recursos pedagógicos para favorecer ella modela comportamientos y a través de ellos refleja los valores y actitudes
aprendizale, detonan las reflexiones, orientan la formación y conducen el pr
que se discuten en el proceso educativo, de ahí que la coherencia con ellos sea
fundamental:
18
Aquí una pregunta interesante es sobre qué supone o implica el ser feminista, si el carác-
te¡ de feminista está en el ser o en el hacer. Esta discusión no aparece en las reflexiones
de las Estamos modelando una manera de ser y nosotros, todos los valores que quere-
ent¡evistadas ni se debate en esta investigación, sólo la apunto como uno de los ejes
de posterior mos impulsar, los tenemos que vivir, que Poner en práctica porque sino' nada más
análisisrs y
/ (rarilrla(1oil,
clarificación.
re
Esto no implica que no existan conflictos entre estas mujeres. La rearidad de muchas pefl:
transmitimos el discurso (Carola Carbajal, entrevista del 27 I 08 I 04)'
sonas y grupos feministas es distinta del supuesto o del deseo, puede haber poco
conracro ."".
U"Ál
mujeres que podrían formar parte de esa red de educadoras feministas, falta de reconocimiento La educadora feminista requiere tener recursos tanto metodológicos como
emocionales para abordar ..alid"det que pueden ser muy fuertes, como la
violencia, el etc. y requiere herramientas pedagógicas e incluso psicoló-
"tuso, generan miedo y
gicas para desempeñar ru ,."b";o, Pues como cuenta Gloria,
áolor, . incluso, d. al análisis Christina Hee (1997:36), pueden tra-
"",r.rdo de defensa y negación
obstante, sería importante recuperar en post nes qué conflictos hay y córno afec- ducirse también en actirudes Por Parte de las mismas
tan la práctica educativa para incluir en una ógica su abordaj. fi.i. lograr ese
entre todas las perso "
ideal de horizontalidad ., .l p.o...o.árr."tiuo feminista. 20
Véase la relación de términos anexa.
156 ELSUEñOyLApnÁcrrc¡ossÍ
iquÉotcENLosPROYECTOSYEXPERIENCIASEDUCAIiVOSFEMINISTAS?|57
. La relación educatiua
vengo de una generación donde las mujeres éramos más rradicionales y demás,
para mí fue romper, hacer mi propio camino [...J p"ra poner en práctica
una
fo¡ma de relación feminista. [...] Aprendí mucho de las mujeres .o., 1", qrr. ,r"- 2r Véase la relación de términos anexa'
158 EL suEñoyLA pRÁcrrc¡ on sÍ tquÉ oIclN I-os PRoYECTos Y EXPERIENCIAS EDUCATIVOS FEMINISTAS? 1t9
22
Esto no sucede siempre ni de manera automática, es una posibilidad de la r.lación edu..;
cativa, sujeta a las situaciones, procesos y características de cada grupo y proceso educativo, pero ' pacidad de adaptar a las educa¡rdas el proceso formativo; sin embargo no es este el énfasis que me inte-
que podría ser importante intencionar. resa tecuperar en esta dimensión pues será retomado más adelante. (Bello, a a1.,1991:12'13)'
160 EL suEño yLA ptuicrrcA DE sÍ
lquÉolcnNLoSPROYECTOSYEXPERIENCIASEDUCATIVOSFEMINISTAS?I61
son de la vida personal, asumiendo que '.lo personal,, tiene una sino más bien en
(Porque ha sid
polític*a y que es también objeto de conocimiento y de transform el conocimienro'
)'qutüo q"t uu
esta i como dar histo-
Pensar de
Este tema de ver que compartir algo que es común, cuándo es común,
produce (
común, y el descubrimiento de que es común porque tod", .rt"-o. ricidad a las identidades que
,o
un mismo tipo de opresión, no necesa¡lamente porque sea natu¡al,
ni
salga de ovario
[...] y lo que es diferente po¡que cada quien tiene su dr ::,:::;ff :l;:::ffi '":*::ii
se¡lo. Y en ese sentido este tema de ro común y de lo diferente (es
un com o de las sujetas, como constructora de
te metodológico central) (lviarLozano, enrrevista del l9ll)l04).
d social, que es significada de disdntas
Mucho del trabajo inicial fue recupera¡ la hisro¡ia de sus vidas, recu están en disputa, y evitando cualquier
preocupaciones, ubicar cómo esas preocupaciones estaban relacionadas
derechos, que ubicaran que eso que les preocupaba no e¡a nada tipo de n as vinc
más una
pación individual sino tenía que ver con un no ejercicio de sus de¡echos .igén"ro sexual'
tan en la
nto on
y cómo además esas preocupaciones se conectaban con problemas más
el poder y la política en las nociones de t
las familias y de las comunidades (Marusia López, entrevi desde
stader 14rl)hZ)" J.rhir,ori..., a 1", s.r;et"s y a las experiencias. En síntesis, la experiencia,
explicar'
convertir "lo personal" en objeto cognoscitivo, hay que recalcarlo, s .rt" -i."d", no es el origen de ^r,.,i," explicación, sino lo que se busca
^ la intención interrogar cómo nos hemos creado a través de esas experiencias.
es
fica un trabajo de validación de Ia experiencia, de lo, ,Lnii''i..rtos,
de la Centrar el pro.eio educativo en la persona conlleva también a trabaiar
toria, de la palabra, etc. a rravés del cual, al preguntar por ellos, de esa subjeti-
éstos se con la subjetiviiad de las educandas y buscar la transformación
lizan, se nombran, se legitiman, se valoran y ,. tr"baj"rr. Sin embargo, manera más libre,
vidad en áir", d. que la sujeta se construya a sí misma de
se escucha en las voces de las entrevistadas, se requiere
de la ¡eflexión aurónoma, etc. lo c,ral ,.,pá^. un énfasis en aquellas prácticas y contenidos
paralograr la comprensión de lo que eso ,p..ro.r"i', significa. como
educativos que coadyuven a esta individuación y desarrollo de las sujetas
Las ideas de algunas feministas sirven para p..rr". .. la función
_ y si sujetas para sí mismas.
cado de la experiencia personal: "La experiencia se debe i.rt..pr.t". y
hi.t, Por otro lado, en tanto que se busca fortalecer a ese sujeto que es sexuado
menre-y teoftzar para que se pueda converrir en la base de la solidaridad implica un proceso de autoi-
y tiene una identidad genérica, el trabajo educativo
lucha feministas" (Talpad e, 2002: 104), ti, Pri-
dentidad y de identiñcación genérica: "Primero tienes que reconocerte a
'|i, mero está la dimensión p.rro.r"l, autoasumirse, sentirte' saberte, esto es lo que
Hacer visible la experiencia de un grupo diferente pone ar descubie¡to
la existen- te permite comparrir, (Maruja Gonzalez, entrevista deI20109104)'
cia de mecanismos represivos, pero no su funcionamiento ni "rti",rl"." y fortalecimiento de la propia identi-
El proceso pedagógico de reflexión
sabemos que la diferencia existe, pe¡o no entendemos cómo étnica,
se dad (que si.rtetira las distintas condiciones:25 de género, de clase, etaria,
nalmente. Para eso necesitamos dirigir nuestra atención a los
la identidad y la
25
Enfatizo que hay que alejarse de visiones esencialistas para comprender
que la
diferencia. cameron McCarthy, en un análisis sobre identidades raciales nos recuerda
contextualizada, que.el origen y
conceptualización de la diferencia racial debe estar siempre
no está desligado de lo político, que las dilerencias raciales no son
sentido de estas identidades
manera particular las
homogéneas, que cada grupo racial .^ u'i -o-t"to determinado vive de
y sociales; las relaciones raciales tie-
,itr".frr.s polític.s, .r.lt.rol.r, económicas, institucionales
una relación dinámica con la clase y el género y otras ads-
nen un ca¡ácter variable y establecen
feminismo ..lo perso_ cripciones; esta dinámica es compleja y funciona de determinadas maneras en
contextos partrcu-
nal ..la específicas, son
leer
egativas que pudieran la.es, otredrd" ," d.fi.,. y..d.fi.. .orrtirrr"-.nte en función de condiciones
para ver.las críticas a identidades genéri-
formaciones histórico-sociales. Este análisis puede retomarse para Pensar las
esre 1 989. cas y su interrelación con otras identidades' Cf' McCatthy' 1994'
162 ELSUEÑOYLAPfuiCTICADESÍ
¿QUÉDICENLOSPROYECTOSYEXPERIENCIASEDUCAIIVOSFEMINISTAS¡163
so educarivo, la cual se concreta de distintas maneras. por inista, aunque cabría ahora expresar-
un lado, como
señaló, el aprendizaje parte de la propia experiencia, de la propia smo ha reivindicado la idea
práctic4 -despre-
educación se desarrolla a partir de ,.rn p.o..so de acción-rehe*ió.r-"c.ió.r n para hablar de las transformaciones
el que la realidad y en particular la propia experiencia de vida lica cambios de fondo y estructurales
y el propio
texto son analizados, teorizados y resignificados con la lntención de ge en el personal. La transgresión
-dice
que trastoques las estructuras'
aprendizajes (nuevas actitudes o capacidades o identidades o ideas)
dJsde - implica
cuales "reinsralarse" en la propia vida. .,ue transformes las instituciones y
to'-"'' implica el empoderamiento' la au-
estruc-
Ia independencia, la acumulación de poderes para desmontar
. Partir de las propias experiencias de opresión es una idea expresada .""""-r,
todas las educadoras, sin embargo, rtziar y Marusia también hablan
del o turas patriarcales y opresivas'
y Para
de las prácticas de libertad que me parece muy ¿66¡¡¿d¿-. Los dos Co.rsid..o que una clave de la dimensionar estas
-idea de I que aspiran a con-
pos de experiencias o prácticas son .l p.'nto de partida paralareflexión teór pequeñas o gr"ni., rebeldías parte
verrirse en transgreslones en su context
y el trabajo de análisis de género y deconstrucción de las propias las propias posibi-
identidar
relaciones gcnéricas, pues, como ya se señaló, entre los y facilitar que ella misma las reconozca
iri.r.ipio, y .rocl iá"¿* y ..rlt.rri d,e cada educanda
fundantes de los proyectos está el reconocer a las sujetas como como pasos hacia su propia afirmación y cambio:
sujetas gener
zadas y con experiencia, así como Ia pre-exisrencia
en muchos ."ro, á. ,r.
necesidad epistemofflica que posiblemenre ha movido a las Es tan difícil hablar de qué propio Porque Para una mujer indígena
es proyecto
educandas no s(
o de Xilitla, o mujeres indíge-
al cuestionamiento, sino también a ensayar maneras de transformación
indi que viene de una comunid"d i.rdíg..r" de chiapas,
aspectos ele-
dual o del enrorno. .t", d. So.to.", el proyecto propio puede ser a Io mejor avanzar en
que constituye como
Estos ensayos resaltan esa idea de un proceso educativo cuyos valore$ mentales como la toma de decisiones en su casa ¿verdad?,
con hijos, hijas' [...1
ideas y productos se viven, se experimentan, s. b,rrc".r
aterrizat en una accié una pequeña rebelión en términos de discutir con esPoso'
o una fo¡ma de hacer o de ser, suponen esa vuelta a la experiencia p"r" de lo que llamaría yo la constitución de un sujeto que
coddian -i"hí hay elementos transformar espacios (Gloria
Más allá de la distinta intensidad y maneras de ligar.l p.o..ro toma decisiones y que busca, justo desde lo personal,
educativo a un4
dimensión práctica, ideas que se abordan adelante, una característica
caracterír,1." de Tello, entrevista del 3l108/04)'
d. todos:
,oáol
los proyectos es que se busca generar alternativas, es una
educación rransfor-,
madora, una educación para la acción, y aunque los niveles y 'Dimensión gruPal
alcances de esa
acción sean diférenciados, pretenden convertirse en experiencias
vitales, siste;
máticas en experiencias únicas- de una vida, un hace¡ un pensar, un Otro factor que se comParte en todos los proyectos es la idea del grupo como
-no
sentir y/o un decir de manera distinta. espacio central para el aprendizaje:
En este sentido destaco como una rasgo característico
posible-
-aunque y no de manera indi-
mente no s¡6lu5iv6- de la pedagogía feminista la transgresió.,
.o-o p.od,r"- El aprendizaje es mucho mejor cuando se hace en un gruPo
to del aprendizqe, lapedagogía feminista es una pedagolgi" p"r" un esquema referencial comPar-
soñar y reali- vidr-,al, y interior del grupo se va construyendo
"l del grupo (Cristi-
zar pequeñas y grandes revoluciones, que empieza con
el ijercicio de pequenas tido común, ,. u"r, .r,Ál..iendo vínculos entre las integrantes
rebeldías y pretende hacer cambios raáicales amplios. na Safa, cnM, entrevista del24109104)'
como expresa Paulo Freire, es preciso que 'ho nos afirmemos en la resig-
nación, ticias,, y que promovamos esas posturas EI grupo es imPortante tanto
rebelde.s nos comprometan en.l pro...o radical manera colectiva (se aPrende con Y
de trans eldía es u., prr.r,o de partida en ranto espacio para la articulación entre m
denuncia y refleja la "justa ira", pero no es suficiente, pues tificación genérica, la construcción
el cambio requiere
comPaftidos'
radicalizarse y la toma de una posrura critica y comprometida, ,.anunciadora', ción de acciones comunes para atender problemas e intereses
(Freire, 2001: 9r). Estas ideas me parecen muy i'comunid"d.i d. aprendizaje" y destaca la impor-
valiosas para expresar el sentido idea de
bell hooks recalca la
L
166 ELSUEÑOYI-4PRÁCTICADESÍ
¿QUÉDICENLoSPROYECTOSYEXPERIENCIASEDUCAIIVOSFEMINISTAS?|67
26
Esta idea confirma la propuesta de bell hooks
antes citada en ra que la educadora se in-
cluye como parte del grupo, sin embargo, en ra
entrevista no se especifica que entre .,todas las
participantes" esté incluida la educadora y puede
pensarse que más bien se alude 1", .d,r.".rd"r, entrevista del I 4l l0 I 04)'
lo cual, como lo señalé, es un tema q,.r. r.rí" i-portrrrte "
reflexionar.
27 porque' Par-
Por otro lado, la vinculación y organización son importantes
De hecho, algunas feminisr"r r...fi.r..r rI g¡upo *mad¡e
como simbólica, por el papel
que cumple para las mujeres. una función
ticularmente para Maruja y co-i.tii.r, estos procesos cumplen
168 ELSUEñOytApRÁcrrcADEsÍ
iquÉ otceN Los PRoYECTos Y EXPERIENCIAS EDUCATIVOS FEMINISTAS? 169
. Dimensión diahgica
Si bien el principio del "didogo entre iguales", entendido como el diálogo
enrre mujeres del mismo grupo, es un principio común a todos los proyectos
educativos analizados, en algunos de ellos hay supuestos y principios importan-
res en cuanto a las posibili 'diálogo entre diferentes" que
hay que seÁalar respecto a e intergeneracional'
Para casi todas las ent formas de acercarse al apren-
de saberes y de la articulación d.
l
La pedagogía feminista riene"orro-.i-i..rtor.
una dimensión diarógica que se traduce en
promover la escucha murua y la expresión .r, u.r
",,'bi.rrle
cho, este elemento está en consonancia con los primeros
d.e .onfi".r"a, de he- SruPos mixtos se arados para mujeres
diálogo intragenérico y se deja el intergenérico para erapas posreriores o las diferencias generacionales: la generación más joven es más libre pero a costa de
mo¡
mentos específicos que no siempre tienen cabida dentro del proyecto educati+ la generación anterior. (En dos sentidos, uno, gracias a las luchas y logros de ge-
vo que se está impulsando.28 neraciones previas, y en orro sentido, porque se desligan de tareas domésticas que
dejan a sus madres, porque no asumen ciertas actividades que rerminan tetlizan-
do sus madres o abuelas en su segunda o rriple jornada). A mí me preocuPa esta
cuestión de las relaciones intergeneracionales pues veo signos de competencia y de
subestimación. También entre feministas hay este problema [...] H"y signos de
desencuenrro y de marginación (Maruja GonzáIez, entrevisra del20l09l04).
ot¡o reto más es el rrabajo con mujeres jóvenes. Su situación y contexro son dife- El rrss tiene un "modelo de formación' que busca construir un nuevo liderazgo
rentes al de sus madres, por lo que se requieren de he¡ramientas
y actitudes dife- con alcance en cuatro niveles: "cómo conocerte a ti misma yo-, cómo co-
rentes. Hay que modificar el trabajo actual de las educadoras feministas
nocer a tu equipo nosotros-, cómo conocer al otro
-elu5¡sds5- v cómo
debido a
conocer el mundo
-el todos-". En otros de los proyectos-slcambian un poco la
28
Reffriéndose a procesos políticos, Marcela Lagarde alerta sobre los riesgos
de la "ideología -el
amplitud y comprensión de los niveles o dimensiones que pretende alcanzar el
del diálogo",,sena1ando que los cambios políticos, j.-p..
;uiídrcos, sociales, .,.. .ro se int¡odu-
cen a partir del diálogo, sino a partir de actividades prácticas proceso educativo, pero puedo identificar que en ellos se ttabala con el sujeto
y acciones cotidianas. Dicha ideo-
logía no considera las diferencias de poder y ra de.igr"ld"d d. i"
rituación enrre quienes promue-
(sujeta) individual, que está en interacción con otras s
ven el diáIogo. Éste requiere sabe¡ con quién diarotar, cómo, cuándo bién con el sujeto colectivo, reconociendo que éste
y p"." qué. E'los cambios
específico que está en interacción con otros sujetos co
do todas las dimensiones posibles de ser y de hacer de las educandas.
o Para avanzaf. considero que estas ideas pueden trasladarse a los proyectos educativos
y que en
gran medida exPresan ideas reflejadas por las educadoras enrrevisradas
que priorizan la autono-
mía de las mujeres.
I72 EL SUEÑOYLA PRÁCTICA DE SÍ
iquÉ orctN LoS PRoYECTos Y EXPERIENCIAS EDUCATIVOS FEMINISTAS? 173
Hay situaciones socioeconómicas muy precarias, desde el acceso, desde los cami-
nos, el nivel de alfabetización, la cantidad de hijos, no sé, como ese tipo
de cosas
L
180 EL SUEÑOYLA PRÁCTICA DE Si ¿QUÉDICENLoSPROYECTOSYEXPERIENCIASEDUCAIIVOSFEMINISTAS?181
pedagogía feminista se concentra en ellas, genera técnicas y espacios para favo- esrrucruras y sistemas de subordinación y discriminación, que demandan aPren-
recer estas operaciones pedagógicas y alcanzar así sus objetivos. dizqes en a nivel individual y colecrivo y el fortalecimiento de las sujetas.
ljna característica importante de la mediación pedagógica es que en los
. Otros apolos proyectos educativos feministas revisados generalmente no se sePara el conte-
.rido d. la metodología ni del proceso personal y grupal. Esto supone que se
Entre las mediaciones del proceso educativo hay una serie de recursos o sopor- atiende al proceso didáctico, al proceso de aprendizaje y al contenido de ma-
gn tema'
tes que a diferencia de las operaciones señaladas previamenre, o no consisteri nera simultánea e integral, es decir, al tiempo que se reflexiona sobre
necesariamente en acciones que ataáen internamente al proceso de enseñanza- se brindan las herramienras para su análisis y se capacita a las mujeres Para
que
aprendizale, aunque influyen en su desarrollo, o no son ran exclusivos de la puedan conducir en otros espacios la reflexión y se presta atención a las impli-
pedagogía feminista, los cuales refiero brevemente. .aciorres personales (para cada educanda) de esa,reflexión; o al tiempo que se
Al igual que en otras pedagogías críticas, el proceso educativo feminista se experimenta una situación se reflexiona sobre ella, se Procura la apropiación
desarrolla a partir del cuestionamienro, la problematizacióny teorización de las vivencial y teórica de ésta para generar un aprendizaje y se habilita a las edu-
experiencias coddianas, de los hechos de la realidad personal y social; del análi+ candas para ponerlo en prácrica. Esro se relaciona con el principio de integra-
sis de situaciones, vivencias, teorías, etc.; de la reflexión sobre los valores; de la lidad de la pedagogía feminista, pero también, con el hecho señala Itziar de
conceptualización o adquisición de nueva información y referentes teóricos qug que "cierto contenido requiere metodologías nuevas", Particularmente aque-
sirven para comprender y explicar la realidad; de la resignificación de valores¡1 lios contenidos que tienen que ver con temas no usuales ni iegitimados desde
discursos, roles, actividades, etc. a partir de los propios intereses, deseos, gustosi otras propuestas educativas, como Io es la experiencia personal, la vivencia del
etc. Sin embargo, en los proyectos educativos feministas las distintas mediacio;, .r.rpo ola se*ualidad,30 hecho que revela la vigencia de los pequeños círculos,
nes adquieren un senrido particular dentro de la pedagogía feminista. grupos de autoconciencia u otro tiPo de herramientas similares'
",;
Comprender la amplia variedad y especificidad de mediaciones para.el, Entre los apoyos o soportes del proceso pedagógico externos a éste identi-
aprendizaje requiere preguntarse qué tipo de aprendizajes son los que se busc4, fico los "contextos confirmatorios", éstos son útiles para mediar el aprendizaje
mediar en un proceso educativo feminista. En los proyectos se observan disti y desarrollo personal, ylo para favorecer su permanencia. Marusia, carola, y
tos tipos de aprendizaje: el aprendizaje de los contenidos, habilidades, las entrevistadas de Comaletzioy ehLSB se refieren a ellos aunque los nombran
actitudes, etc. que se inrencionan desde los dispositivos pedagógicos y tambiéri de distinta manera. Me refiero a estos contextos confirmatorios como a aque-
el aprendizaje vivencial a parrir de Ia experiencia que implica para cada llas situaciones y condiciones dentro y fuera del espacio educativo' en la casa,
da la participación en el proceso educarivo, es decir, el salir de la casa, el en las propias organizaciones, en el lugar de trabajo, en la comunidad, en la
tiempo para asistir al taller o curso, etc. son acciones que implican fortalecer sociedad, .,.. qrr. permiten la acción consecuente con el proceso de autono-
propia seguridad, autoestima, auronomía. Ambos aprendizajes son de igual irnj mía y empod.ra-i.nto, en orras palabras, que faciliten la puesta en práctica de
portancia para lograr los objetivos educativos. Reconociendo esto, se ubica los valores, a6irudes, ideas y demás aprendizajes que confirmen a las mujeres
las situaciones de aprendizaje son múltiples y están en distintos espacios (educandas y educadoras) su capacidad de agencia y la experiencia de ser suje-
casi cualquier evento, actividad o situación puede ser una oportunidad para to, y/o de ser dirigenta o promotora o educadora' etc. Por ejemplo, Carola
aprendizale, como señala Carola, "cualquier acto puede ser educativo'1, habla de la importancia de que en la escuela los oficios y actividades del alum-
enfrentar situaciones desafiantes, experiencias nuevas, el acceso a nuevos nado sean .q,ritatirros y estén igualmente abiertos para hombfes y mujeres, así
cios, la toma de decisiones, el emprender una negociación, el compartir
cios de encuentro o de ocio entre mujeres, los proyectos productivos, etc, s(
r0
Incluso a nivel de la reflexión pedagógica en términos amplios se asume que una de las
dificultades en el abordaie y construcción metodológica tiene que ver con [a negación de una
experiencias formativas cuando se integran al proceso de reflexión, análisi
di.cusión sobre los probl.Á^, del conocimiento, es decir, "se omire que cada disciplina exige
práctica de nuevos valores, roles, capacidades, etc. Si se recuerdan los fines
Procesos de adquisiiión y transmisión particulares", reflexión crucial para la conformación de
pedagogía feminista, se identifica que las mediaciones para el aprendizaje ptoPuestas
..,odológi.", (DiazBarriga, 1997: 111445), En este contexto se explica no sólo el
como unos de sus cenrros de gravedad favorecer las posibilidades de hecho de
qu..ierros contenidos requieran una consrrucción merodológica específica, sino que
se televa
sión individual y colectiva, el cuestionamienro del poder, y el desmontaje la necesidad de profundizar en ottos trabajos esta construcción'
184 ELsuEñoyLAptuicrrcADEsÍ FEMINISTAS? 185
iquÉ orcrN LOS PROYECTOS Y EXPERIENCIAS EDUCATIVOS
contenidos educativos en los proyectos feministas, que de alguna manera se (Hablando del ratamiento de las esferas temáticas del proyecto:) otra parte tiene
referido en las categorías anreriores. del cuerpo. A la
que ver con esta importancia que nosorfas da-mos a la apropiación
Los contenidos y ejes temáticos de los proyecros educarivos feministac te qué tanto buscas y
hor" q,.r. decimos qué tanto te conoces' qué tanto cuidas,
revisados pueden organizarse en dos grupos que reromo de
Juan Tií p.oln,r..r., tu salud y no sólo la salud de tu familia -y tiene que ver con muchas
(2004:8): el interprerarivo y el operativo. El primero incluye aquellos
.orrr, .o., Ia alimentación, con el tipo de vida, con las cargas de trabajo' porque
que permiten a las educandas desarrollar una visión sobre sí mismas y sobre esta cues-
lq hacemos un análisis social de las causas de las enfermedades, no solamente
realidad, ubicarse en una situación, :ondición y contexto esp.cífi.os, .om- de
tión de "si te enfermas de X es por esta infección de carácter viral", sino el análisis
prender qué sucede, decidir qué desean ser o hacer, etc. El o,ro .. refiere sociales de las enfermedades-. Entonces cuando nosotras hablamos con
a las causas
contenidos que permiten a las educandas aprender ciertos procedimientos, el cuerpo en tu
ellas de esro, se hace roda una reflexión sobre qué papel ha tenido
apropiarse de ciertas herramientas o hacerse de recursos para concretar lo de él y de las decisiones relativas a todos los temas,
q vida, hasta dónde has sido dueña
decidieron ser y hacer.
incluidos los hijos que tienes y cuándo los tienes. Toda esta parte de Ia salud repro-
Entre los contenidos y/o ejes temáticos interpretativos que se mencionan
ductiva. Decimos: 'va a haber una tarea de intervención para la práctica, que es que
en los proyecros, encuenrro la autonomía, la identidad, la equldad, la democra-,
tú recuperes gusros y cosas que te agradaba hacer y que las has ido dejando porque
te postergas a ti misma como mujer. Tárea: la recuperación de gustos' tiempos y
aficiones para ti mismd' (Gloria carmona, comaletzin, entrevista deI30109lo4).
para cerrar con este apartado, recupero una reflexión sobre el empodera-
los. Estos contenidos refieren a la deconstrucción de la subordinación y ala.
' miento que ayuda a sintetirar las dimensiones, mediaciones y contenidos edu-
construcción de la idea de mismidad, que he ubicado como cenrral., .., i" p".
carivos q.r. d".r forma a la pedagogía. Algunas educadoras feministas entrevis-
dagogía feminista y significan conocimienros y actitudes acordes a esas ideas. sin
tadas sí Lerrcio.r".o.r el empoderamiento como un núcleo de su trabajo,
Entre los contenidos operativos están la resolución de conflictos, la negocia,
; embargo, preferí retomar ,.r, id.", y evitar, hasta ahora, ese concePto por las
ción, la consrrucción de alternativas individuales y colectivas, herramienras réc.
discusiones que ha suscitado dentro del feminismo, porque es un concePto
nicas y metodológicas para el trabajo organizativo y/o productivo,
/ nrevas oc: "comodín' c.ryo .orrt.nido y definición es cada vez menos clata' y porque es
titudes (como Ia autoconfianza y autoestima, que se convierten en recursos
un término q.r. ,. h" utilizado principalmente en los proyectos de desarrollo
subjetivos con los que las educandas se sienten y se saben más aptas para actuar)
con mujeres y ..t los proyectos educativos. También Porque coincido con
y conocimientos (sobre elemenros jurídicos para la defensa de los propios dere, ^o
Maruja, quien expresó que éste, entre otros, ha sido uno de los conceptos cuya
chos o sobre instituciones políticas para la gestión de recursos y ,.*i.io, y
el equivalencia educativa no se ha definido:
ejercicio ciudadano con los que de hecho tienen más claridad pa." actrrr.), los
cuales brindan a las educandas distintos instrumentos que tienen un valor prác- se ha asumido
Hay que construir desde la educación, por ejemplo, muchas veces
tico para su vida cotidiana, personal, familiar, organizativa, social y politica. en los proyectos la cuestión del "empowerment", pero ¿se piensa desde una pers-
Estos contenidos significan competencias que les permiten a las educandl cons- dimen-
pectiva educativa? En muchos proyectos "educatlvos" se suele no cuidar la
truir esa mismidad, las colocan en una situación de mayor seguridad, conftanza sión formativa y pedagógica (Maruja Go¡zález, entrevista deI 20109104).
y/o podea pero también de acceso y posibilidad de uso de-más herramientas
desde donde salir del lugar de otredad, de ser para otros, de negación, de opre-
Sin embargo, creo que en esre momento analizar algunas concepciones
sión. vuelvo a rraer como ejemplo el caso ya referido de cómo .l dir..rrro d. los resPecto p.oJ.ro de empoderamiento y sus comPonentes pueden ayudar a
derechos humanos se convierte en una 'varita mágica" con la que las mujeres se "l
entend.er .ó^-o ., q,r. .rn" di*ensión o eje educativo, una estrategia metodo-
sienten capaces de hace¡ de pedir o de dejar de permitir cierras cosas. lógica, un tema o üa herramienta didáctica adquiere una especificidad o én-
Existen contenidos o ejes temáticos que pueden traducirse tanto a nivel fasis feminista.
interpretativo como operarivo, su carácter no es exclusivo ni excluyente, sino Nelly Stromquist define el empoderamiento como un proceso para cam-
que depende en cierra medida de la manera en que sea abordado: biar la distribución del poder, tanto en las relaciones interpersonales como en
188 ELSUEÑOYT.{PRÁCTICADESÍ
iquÉolceNLoSPROYECTOSYEXPERIENCIASEDUCATIVOSFEMINISTAS?r89
las instituciones de la sociedad. Éste implica que las personas oprimidas debert al poder y su uso en varias formas.
torno de tal forma que incrementa su acceso
desarrollar, por sí mismas, un poder para generar el cambio. El empodera- es un conjunto de procesos que
Esta autora sintetiza que el empoderamiento
miento en su significado emancipatorio es un término de profundo alcance:,
.,rr.d.t ser visros en las dimensiones individual, colectiva y de relaciones cer-
t"n"r,
suscita la discusión sobre la agencia personal en lugar de la dependencia de los
..rr,."do alrededor del núcleo de desarrollo de la confianza, la autoesti-
intermediarios, algo que une la acción con las necesidades y genera cambios co- reelizar
ira, la identidad, el sentido de la capacidad individual o grupal para
lectivos signifi cativos (1997 : 7 5 -9 5).
acciones de cambio Y la dignidad'
Marcela Lagarde (s.f.), el empoderamiento es el conjunto de procesos
Para para que un .rrioqn. J. .-pod.r"miento sea efectivo necesita favorecer el
que conducen al desarrollo de poderes positivos, es deci¡ a la apropiación de los aspectos nu-
desarrolloie los componentes señalados, y principalmente de
recursos, bienes, habilidades, capacidades y espacios para enfrentar y superar la que favorezca el incremento de
cleares. Requiere, por tanto, una metodología
opresión y cfeeÍ alternativas, al haber internalizado esos poderes, que se vuel- para alcanzar sus
la autoestiÁa y lrconfianza y el desarrollo de capacidades
ven maneras de ser, de vivir, de pensat de sentir, de actua¡ reconstituyendo a de
ob;..i ror, ..t,.1 lo, que se incluyen el hacerse cargo de sus propios procesos
la persona, ésta se posiciona en una postura que le permit e avanzat, consrruye
empoderamiento.
su poderío y autonomía. Este proceso riene ranto una dimensión individual
Estas ideas no sólo enfatizan de muchas formas las distintas dimensiones
como colectiva, las mujeres se convierten en sujetas de la propia vida, sujetas permiten comPren-
y características del proceso educativo feminista, sino que
sociales y políticas. un más amplio, cuál es la relación e
á., ..rál .s .., s.ntiáo dentro de proceso
según Jo Rowlands (1997), el empoderamiento puede ser visro en tres di- estrategia de afirmación y autonomía de
importancia que tienen dentro de r',.,a
mensiones: la personal, donde el empoderamiento consiste en desarrollar el sen- para ejemplificar en qué medida un
las mujeres. Ó..o qrr. estas ideas sirven
tido de ser y la conftanzay la capacidad individual; la de las relaciones cercanas, ningún transformador o
.1.-.í,o q,r. p,r.i. por sí mismo no tener poder
donde el empoderamiento consisre en desarrollar la habilidad para negociar e un carácter más
mucho menos transgresot como lo es la autoestima, adquiere
influenciar la naturaleza de la relación y de las decisiones tomadas al intlrior de
profund,o que lo viricula a toda una lógica de individuación y libertad
de las
dicha relación; y la colectiva, donde los individuos trabajan conjuntamenre para
.dn.".td", cuando se trabaja desde la pedagogía feminista'
lograr un mayor impacto del que podrían ejercer individualmente.
como lo señala Nelly Stromquist, si la subordinación tiene muchas faceras,
también las tiene el empoderamiento, éste debe incluir los componenres cogni,
PISTAS SOBRE EL RUMBO PARA LA CONSTRUCCIÓN
tivos, psicológicos, políticos y económicos. El componente cognitivo supone la
DE LA PEDAGOGÍA FEMINISTA
comprensión de las condiciones de subordinación y sus causas en los niveles
micro y macrosociales, la comprensión de patrones de comportamiento que
crean dependencia, interdependencia y auronomía en la familia y en la sociedad
en general. tmbién adquirir un nuevo conocimienro que permita entender de
manera diferente las relaciones de género. Implica conocer la sexualidad, dere-
chos legales, etc. El componenre psicológico incluye desarrollar sentimienros
para mejorar la propia condición, auroesrima, auroconfianza, etc. El compo-
nente económico es un refuerzo a los otros dos, la actividad productiva brinda
cierto grado de autonomía financiera. El componente político supone habili-
dad para analizar el conrexro, para organizar y movilizar cambios sociales.
En consonancia con esra propuesra, Jo Rowlands plantea que el empode-
ramiento es, en su núcleo, un conjunto de procesos psicológicos (autoimagen
positiva, autoconocimiento, pensamiento crítico, autoconfianza, comprensión
de las estructuras de poder, incluyendo la de género, etc.) que, .rr".rjo ,. d.-
sarrollan, capacitan a la persona o grupo para actuar e rnteractuar con su en-
I9O EL SUEÑO YLA PRÁCTICA DE SÍ
¿QUÉDICENLoSPRoYEcToSYEXPERIENCIASEDUCATIVOSFEMINISTAS?191
los proyectos en que se encuentran están en una etapa en Ia que la ntender estos temas y de responder a
ción y teorización de sus experiencias educativas se vuelve imperativa, en actualmente algunos esfuerzos en
supone un inrerés por compartir y difundir sus propuestas o modelos ed males, donde se incluye el propio tra-
vos. -B,s decir, Ia construcción de la pedagogía feminisra está en p.o..ro lagunas fuertes en ámbitos cruciales,
y .uj,
quiere un trabajo de organizarlay socializarla para que pueda hacerse un ay "una ausencia" de los temas de gé-
rra+
bajo "cada_vez más amplio" que "rrascienda" los espacios acorados en los ejercicio de construir la pedagogía feminista implicaría
que nero y equidad. Así, el
se ha venido construyendo
,.,rou."t", Ia coyuntura presente y prácticamente iniciar de cero un trabajo
Gloria y Marusia señalan la necesidad de emprender un trabajo de (como docentes de todos los niveles escolares, planeado-
re,
flexión profunda de las experiencias educativas feministas, de releer 1", fu.rr.."
lln ¿ir,in,o.
"..or., que
,.r/", .d.r."tivos y medios de comunicación) en donde las propuestas
de las que se han nutrido. También de precisar cuáles son las innovacionei desde las instituciones y las organizaciones como el propio ILsn pueden
rl .rlrr..,
educativas que ha construido, y de "conceptualizar y hacer visibles" ..r, ,....n-. no
, ,., ,r.r" referencia o punto de partida para emprender ese trabajo' pero
ciones culturales". Así como de discutir en conjunto los supuestos y bagaje o acervo que "sólo"
propues, , .o.rrri,,.ry.rr, dif....r.i" de la ptsición anterior, el
tas metodológicos e intercambiar experiencias que permitan .o.rr.rr..r", "
q,.ré .. hay que otganizar o teorizar'
lo relevante, lo común, lo que necesita más atención para poder conformar ljna tercera Postura es la de la integrante de cernl, para quien no tiene sen-
algo que pueda identificarse como 'pedagogía feminista'. ^
tido construi. ,r.r" p.d"gogía feminista pues tiene más sentido incorporar
,
la
Maruja destaca que esra difusión y asunción de la pedagogía feminista en para se incluya en "todos los espacios
-
distintos espacios requiere de un esfuerzo por
perspectiva de géneio a la pedagogía q-ue
".lar"r^"p".I {ué
le sirve a ld .dr:."tir.or". Eiespecificaiuna pedagogía feminista puede significar.margina-
educación un espacio o un enfoque feminista,,
ción o una asociación exclusiva al "trabajo con mujeres", por eso el
p,r., h" h"úido muy poco esfuerzo
convencimiento en instancias políticas o académicas o educativas (como feminista a todo proyecto
la consistiría más bien en "transversalizar" el enfoque
Secretaría de Educación de Michoacán) de incorporarlo, en otras palabras,
las pedagógico.
-
educadoras feminista.s "necesitamos construir má. argum.n,or", como for- Evidentemente mi postura coincide con la de la mayoría de las educadoras
"rí
mar alianzas; consrruir la pedagogía feminista requiere una "esrraregia múlti- y además este trabajo constata el potencial y utilidad de los proyectos y exPe-
ple, con muchas dimensiones y muchos acrores"- que permita .l "J.rc,rerrtro ,i.n.i", acumuladas para construir la pedagogía o pedagogías feministas' cuyos
-formal",
entre pedagogía, la educación feminista no formal, la entre acrores avances y retos identifico en el siguiente capítulo'
(hombres y mujeres) comunirarios, feministas y también
de otros movimien-
tos (como el ecologista o por la democracia) que han conseguido incidir en
el
diseño de las políticas educativas .
Entre todas estas educadoras q'e reconocen a la pedagogía feminista
como
un objeto en construcción que tiene ya y b;; firmes de donde
partir, se reconoció, ante mi pregunta, la "rt...d.nt.,
importancia de intencionar esta cons-
trucción y de nombrar la pedagogía feminista. Se recupera que una de las
claves
del feminismo ha sido nombrar la realidad, po, lo qr. ,rolb.". la pedagogía
feminista es "un elemento fundamental para recono..rl", p"ra trab"l:arl
a, para
valorarla, para reivindicarla y seguirla construyendo',.
L
Cinco
IDEAS PARA PENSARY SEGUIR IMAGINANDO
LA PEDAGOGÍA FEMINISTA
ue3l
194 EL SUEÑOYLA PRÁCTICA DE Si
IDEASPARAPENSARYsEGUIRIMAGINANDOIAPEDAGOGÍAFEMINISTAlr95
_ La pedagogía feminista es una pedagogía que descansa en er sentido de la otras innovaciones acompañan los énfasis sobre la concepción de las sujetas
eliminación cultural y política de la opresián de género, de la transformación
educativas y sobre su educación que he señalado'
de la sociedad, y de la libertad y autonomía individuales y colectivas.
Sus pre- L" peá"gogía feminista logra resolver Ia tensión entre lo individual y la
guntas aluden a los recursos materiales, subjetivos y simbólicos que las
das requieren para transgredir las normas y esquemas que las op.im..r,
educan- di-..rrü.t ,J.iát, .t decir, retoma el proceso formativo y la propia existencia
p".,
descautivarse y construir y afirmar su mismidad, po, a"rrao, ,u p.r.r,o
nod.al es
la persona, la sujeta y como proceso formativo, se interesa ranto
por los saberes
como por los poderes de esa sujeta. La pedagogía feminista es una pedagogía
de la subjetividad, de la autonomía, de la transgresión, del ser lo que
quiero
ser, de aprender a set de inventarse a sí misma.
¡-
196 EL SUEÑO YLA PRÁCTICA DE SÍ
IDEAS PARA PENSAR Y SEGUIR IMAGINANDO I-¡ pnoRcocÍ,t FEMINISTA 197
texto filosófico y educativo que, como dije previamente, ha visto surgir nuevas
propuestas críticas y transformadoras que se proponen eliminar los modelos
mecanismos de opresión, de subordinación, de exclusión. Así, la
feminista responde a una necesidad social formulada desde hace ,igios, la ne,
cesidad de las mujeres de existi¡ de ser reconocidas como sujetas, Je e[minar
todo tipo de opresión de género, y también a las necesidades de desarrollo i
dividual y social de las mujeres acruales que buscan andar por nuevos caminos
de mayor libertad. Es producto de la lucha y avance de todas las mujeres. r
Sin embargo, quiero señalar que la pedagogía feminista no es una simpre
respuesta a un contexto opresivo o a una educación sexista. Muchas veces, el
surgimiento de una escuela o corriente pedagógica está asociado a la reacción
inmediata a orro movimiento, es un contradiscurso que básicamente utiliza los
mismos elementos que el discurso que busca atacar, que en un movimiento
pendular se posiciona en el polo opuesro aI que está el discurso al que reaccio-
mental en el contexto actual.
na. La pedagogía feminista no es meramenre una reacción, es la afirmación de
considero que el concepto de "aculturación feminista", acuñado por Marcela
una ideología propia, la búsqueda de un horizonte claramente formulado, un e implica
Lagarde, .l curl ii.ne.o-o fi., la construcción de un orden simbólico
ejercicio de deconstrucción, desmontaje y creación con larga trayectoria, la
concreción de los saberes generados y el capital simbólico acumulado por las
lares Personal
-
intelectual Y
feministas.
en la elaboración teórico-Polít
Retomando como parte crucial de los aciertos los logros que mencionan l
ració a construcción de rePrese
las educadoras feministas (tanto las entrevistadas como las de la revisión bi-
bliográfica), están los resultados y cambios que se dan enrre las participantes
de los proyectos: desarrollo de la conciencia de género, su fortalecimiento in-
dividual, el aprendizaje de contenidos útiles para su propio cambio personal,
para romper con situaciones de opresión ylo paradesarrollar mejor sus funcio-
nes como liderezas o dirigentas, en el caso de los proyectos documentados. Se
reconoce un avance el "proceso de transformación de los sujetos sociales".
Se cuenran también entre los logros el propio proceso de consolidación de
los proyectos documentados: son proyectos que representan oportunidades
valiosas y valoradas por las mujeres, con propuesras metodológilas claras que
articulan discursos e intereses diversos, con equipos cadavez más profesiona-
les, con presencia entre sectores diversos y reconocimiento en cada vez más
espacios, con capacidad de vinculación y colaboración con distintos grupos y
actores, es deci¡ proyectos con una institucionalidad. sumamente valiosos de la pedagogía feminista.
otro tipo de logros tiene que ver con la incidencia del discurso y acción a
nivel social de los distintos esfuerzos educativos feministas: por un lado, mu-
I98 ELSUEÑOYLAPRÁCTICADEsÍ
IDEAS PARA PENSAR Y SEGUIR IMAGINANDO LA PEDAGOGÍA FEMINISTA 199
lar no es feminista, tiene un origen, contexto, categorías y preocupaciones,i rupos de Personas semejantes permi-
mente válidas y en ocasiones convergentes pero también orras distintas de tidas desde la práctica misma' permi-
l¡
tiene y demanda la pedagogía feminista para alcanzar sus objetivos. por la construcción de una conciencia de
zones considero, aunque las educadoras entrevistadas y las que han escrito llarse trabaios y alcanzarse objetivos
tematizado sus experiencias no lo asuman así, que tantas revisiones y adic ulturales, etc', sin embargo' mientras
implican la construcción de algo diferente a la educación popular. Sin du, pos se segreguen y diferencien lo más
relación entre feminismo y educación popular ha sido .',ty f.,rctíf..a, no su especificidad" es posible que no se
r
conozco el valor de la educación popular en sí misma, pero considero que ste riesgo no implica restar valor a la
relación ha implicado cierta ceguera o acotamienros para la producción y cos sino Poner en Ia mesa lo que Pue-
s
todo para la reiündicación del pensamienro feminista..rp..io la.du.a.i, s para favorecer desde el proceso edu-
"
En el contexto latinoamericano ha sido determinante la existencia es dedistintos gruPos o sectores'
de
yectos de educación popular paralaexisrencia de proyectos educativos de la falta de claridad conceptual y
tas' esto no puede negarse, sin embargo, el feminismo nació mucho antes la
metodológica para el abordaje de
señalé'
educación popular y en algunos proyectos parecrera que no esto no se intercul n étni-
J;"f.r."; dela educación ente la
Mirar con detalle convergencias y divergencias , analizar y superar esta relaci .;';r;;J.n otras formas de diferer en un contexto específico' y
que en muchos casos se considera necesaria serlo .o-o he podi otredad es un concePto relacional' se construye
constatar mediante esta investigación- es un -sin "rí, qué o quiénes constituyen esos gruPos
reto importante p".a L co.rsruo sería importante pensar en cada grupo
de la pedagogía feminista. Esto permitiría no sólo nombrar Ia especif alternos o diferentes, qtlé g"'po'"o
"t"lto'"'" están presentes y se pretende que
1ión
de manera más clara e integrada
dad del discurso y darle su auronomía, sino imaginar y teorizar desde átros convivan e interactúén, yLUtt todo' plasmar
ferentes los principios, las categorías y estrategias que se propone, perfilar
us la " intercultu ralizaciiri' de los p rocesos educativos'
discurso mucho más fundamentado y orgánico, y conducriía tambi¿n a abrevai Finalmente,ycomop'oft"tdi'"'éadelante'unadebilidadpresenteenlas
es la falta de evaluación y elabora-
prácticas y Proyectos .dr.,c"tit'ot feministas'
que dene que ver' entre otros
.ió.r,ob Punto un
asPectosclaridadnianivelnormativo-Prescrip-aspectos que
tivo ni a n educativa' y hay muchos
una pedagogía feminista tendría que abordar'
g..r.."l rÁt! t" "horizontalidad" y "apertura' d
l"a autoridad, el control' la reciprocidad'
los p
sometidas a una reflexión cuidadosa para elabo
namiento claros al resPecto'
Enelcontexto"rrglo'"jó",educadorasfeministasycríticashandenunciado
al intentar conducir un Proceso
los problemas lo, qrr-. se enfrentan en el aula
"
,,horizontal," ..democrático", "abierto", cuestionan la posibilidad de una igualdad
realdentrodelgrupo,deevitarformasdecontrolydisciplinamientoenlasprác.
integrante del grupo tiene sus
ticas educativas, de omitir el hecho de que cada
con los del grupo' así como
propios conflictos e intereses qtt p*tdtt interferir
rePresentar una ame-
.t t..tto de que las prácticas y contenidos críticos pueden
am enazadaspor la necesidad
naza para las personas del grupo, quienes se sentirán
por la incertidumbre y
de lucha continua h"rt" á *, más cercanos,
"ánr.*,o, contenidos y valores' de
rupturas que pueden g..,;'""t a partir de esos nuevos
202 EL suEño y LA pRÁctrc,,r oe sÍ
IDEAS PARA PENSARY SEGUIR IMAGINANDO
I.\ PEDAGOGÍA FEMINiSTA 203
esa p€rspecriva crítica sobre la realidad (cf. Gore, 1996; K¡amer_Dahl, de los Procesos educativos' lo cual
t
Ellsworth, 1999; orner, 1999). También se cuestiona hasta
donde la ed I discurso feminista en ellos sea por
o el propio grupo no se consti completo de la otredad
de la comunidad lésbi-
v con
"correcros" de acuerdo a un guión de "riberación' ía con suficiente fuerza
o de una ,.nueva id.";;;
que imponen discursos, reflexiones, valores, etc. (Kramer_Dahl,
1999:234). lquier proyecto educativo feminista'
Estos son algunos de los muchos aspectos que ilustran
en qué -.Ai" o en Proyectos específicos y dirigidos
crucial anaJizar las propias experiencias educativas, evaluar
las reiacion.. ado, a Pesar de ser una demanda que
educadoras, entre ellas y el grupo, enrre_el grupo mismo,
y elaborar concept les de educación (Alonso, 2003: 165'
y metodológicamente el tema de las relacio.re. edu."ti.,rás
y del pod.. l...rr, uesto' una demanda feminista' Esto
de los procesos educativos feministas. a la pedagogía feminista para que ésta
e desmontaje del orden de género Y a
fenrlac
teorías f.-i-i.r^.
feministas, considero t
debatidos en distinto, .o.r,.r,o, .,, zay priotizació la
^^--: -l ^--- que en los
perspectiva de
'
círculos y redes del universo as
pues aparece en discursos orales e""Jr;;J
t-p..,* de las experie¡ oS
:5:::::,i;::ÍXt-T,",o
de la región.No pretendo establecer estor rr"lo.., como necesariamente
PTUüUü
.,enfoque
fundan. i con de género", y aunque en la práctica no pude reconocer diferencias
tes de una ética feminista' aunque me parecen
viables, sino más b¡.n ,.,,"'rll,i ' sustantivas respecto a Io que implica asumir este enfoque o el feminismo como
tal, no hay que olvidar que la categoría de género es una categoría en crisis, su-
mamenre discutida a nivel teórico,y que Ia perspectiva de género es ahora tam-
bién cuestionada en ranto se ha visto despolitizada, como expliqué en el capítu-
lo dos. Debido a esto que hay que discutir y revisar en cada proyecto específico
cuáles de las críticas pueden ser aplicables o cómo supera las deficiencias y difi-
tanto, afectarían el trabajo educativo
cultades del uso del género como referente principal de sus planteamientos.
nes, contenidos, actitudes y procesos abordados,
Además de anaJizar cómo se retoma, y a qué objetivos conduce pues, por citar
Se requiere h
dad Y un ejemplo, algunos estudios han, constatado que el uso de la perspectiva de
utilidad de v
estos
dago- género puede conducir más efectivamente a un énfasis y acción transformado-
gía feminista. Me ^!rt
co no se res cuando se pone más atención a las relaciones de género (como relaciones de
parta desde esta ética y sus principios, exisren
elemenros de la práctica y rela- poder que implican conflicto y negociación) qu. los roles de género, que no
ción educativas que pueden ser conflictivas o falsas. por.;.-plo', "
,.n"ti l" t¿." sólo deja de lado el poder sino que concibe las rclaciones intergenéricas de ma-
presenre en varias educadoras entrevisradas
de que la rel"éión .ntre educadoras nera más estática y simplista (Murthy, 1996: 176 yAnderson 1998: 50).
y educandas pretende construir un "nosorras",
g.r.r", identificación y arianza, uno de los problemas que ya señalé se refiere a la incapacidad o indecisión
sin embargo' podemos preguntar en qué
medida es posible .onrr.,rr.'.r. .roro- sobre cómo incorporar a los hombres en los proyectos educativos feministas o
tras a partir de las condicio,nes diferentes
en que están inmersas ambas parres; sobre la negación para hacerlo. Es un problema en tanto significa un abordaje
mienrras no se trabaje explícitamente bajo
relaciones d,e mienrras parcial o incompleto de esa preocupación social y educativa de generar la con-
no se consrruya esra idea y las educadoras o incluso ffidamenfo,
educandas no vivencia, del "aprender a vivir juntos", y..t tanto no resuelve la necesidad de
asuman sus privilegios' me parece diffcil "ljurr".
que las relaciones educativas alcancen ampliar el alcance de los procesos de "aculturación feminista", de construcción
ese propósito de id
de nuevos órdenes sociales, simbólicos, políticos, culturales para la transfor-
truya el proceso fo
mación social. Parafraseando a Daniel Cazés, ¿cómo favorecer que los hombres
relaciones entre las "tomen posiciones feministas" y participen solidariamente en la construcción
el diálogo y participaciín grupales pue
de "vías hacia la equidad humana", si están fuera de los proyectos educativos
gunas participanres o pueden detonar I al margen de
feministas?,
¿cómo desmontar sus poderes de dominio si están
Además' como seiala. Francesca Gargallo, "ra una pedagogía feminista, que es precisamente la que impugna esos poderes?
utopía, a pesar de todos los
límites que pueda tener er concepro, ., á
.rp".io ético por excelencia desde Posiblemente no toque a las mujeres hacer este trabajo educativo, pero
donde pugnar por una política de las mujeres, creo que sí toca a la pedagogía feminista ProPoner los principios y Pautas Para
que infbrme a la macroculrura
de la supremacía masculina acerca d. .r,r.r,r",
fo.-", de interacció,nj e004, hacerlo, considero fundamental superar visiones excluyentes y reconocer que
208 EL sUEÑoYLA PRÁCTICA DE SÍ
IDEASPARAPENSARYSEGUIRIMAGINANDOLAPEDAGOGÍAFEMINISTA2o9
nes e ideas binarias yjerárquicas para facilitar la construcción de pensam lenguaie es una
que creen nuevas subjetividades,
y discursos más matizados, integrales y libres de prejuicios. c y también por
de las herramientas por las que '
A nivel de Ia sociedad en general hay un "lenguaje de desprecio", como, y voces a partir
1", qn. nos constituimos como suretas
llama Marina Yagüello (cit. pos. Sau, 2001: 160), que se utiliza para referi forma a nuesrras experiencias,
J. ü, .rr"t., nos inscribimos en grupos, damos
las mujeres, y hay también una serie de discursos dominantes y excl
asignamos Y comunicamos sentidos'
que justifican y naturalizan la opresión y exclusión, por citar un ejemplo,
meron McCarthy critica la "jerga de logro y fracaso" que se uriliza en la esc
..^tr"l., Para la Persona Y Para los g
Es necesa¡io un lenguaje nuevo Po
la para la reproducción de la desigualdad racial y étnica. En esta jerga, cri
(1999), muchos grupos subalternos, al tratar de reclamar
I
de aparente neutralidad como "rendimiento", "capacidad" y "competencia"
una voz colectiva propia, reinscriben su
posición subordinada en la sociedad' si
man parte de un discurso sobre "aprovechamiento" y recompensas que enfati¡ lnomía, requiere un lenguaje autonomi-
za el "esfuerzo personal" y
minimiza o anula los impedimentos esrructurales en forma o exPresión de dominación; un
dicho "rendimiento" (1994:79). Jergas y discursos como ésta hay muchas es Para dirigirse a sus objetivos amplios'
reproducir la discriminación de género, sexual, de clase, de edad, etc. de ahí que , n de cada Persona,
develar mitos, nombrar los conflictos y el poder, y desmonrar esre tipo de jergas, ncio, a nombrar la
y mecanismos del lenguaje sea una de las urgencias centrales en la construcción,rr humana'
realidad, a crear referentes de libertad y equivalencia
de la pedagogía feminista. propios y fundamenta-
rf EI énfasis en Ia construcción y dtftni" de discursos
La segunda cuestión es utilizar o generar un lenguaje de crítica, de denun-,,, la pedagogía feminista en el
cia de la discriminación que supone el lenguaje androcéntrico, de las trampas
dos es clave también cuando
" ¡ttt'" en colocar
espaciopúblico:seaenlapolíticaeducativalocalonacional,oenlasprácticas
y límites de los discursos supuesramente neutrales, de denuncia de la opresión civil' tarea que se Pre-
.d',r."tirr", de más gr.rpo, t instituciones de la sociedad
senta como ,.ro d.lo, ..tos en los proyecros
educativos feministas como se verá
más adelante. Retomo a Nancy Fraser
(1996) p
como un espacio de participación política que se
decir, un espacio de deliberación, de interacción
realidad, y paralaacción en ellos; como configurar discursos conrra los discur- político, el cua] es configu-
normas del discurso y de estilos de comportamiento
sos que paralizan, discursos "desuropistas", como lo hace la pedagogía crítica. aún más pluralizado Pues es en
lo pú-
;"i;;". muchos p,it[.o, y "quiete 'e'
Es también inventar o resignificar concepros que sirven para transformar el
blico en donde se .o.tfigrr.".l pode'' Un ste espacio
pensamiento propio, el pensamiento pedagógico y el pensamiento social, como " iáadesde timar Y de
as, temas'
pueden ser algunos de los concepros que he utilizado en esta investigación, con- ere caPaci-
formando un lenguaje con capacidad para representarnos en é1, un lenguaje co- icho espat io con posibilidades de éxito' se
necesita
herente con su opción transformadora y liberadora, con su carácter transgresor,
clatoy a interpretarse de otras ma-
un lenguaie
unlenguajeracionaIytambiénnoracionalquesirvaParaeXPresarlosnuevos
nefas, una ar8umen entrar a esa lucha de poder'
imaginarios y que refleje toda la radicalidad de sus ideas. "Cambiar el lenguaje es entre distintos "públicos"'
de resistencia, de co
r
ciar un discurso claro y que pueda tener sentido dentro de diversos universos.,
de significado para que pueda apropiarse y expandirse. El trabajo a niver sim,
bólico y discursivo es ahora fundamental para todo movimienro social, y en,
particular para el feminista, pues implica la capacidad de producir símbolos,l
representaciones y significados, crear y recrear la cultura.
¿cómo se incluye
esta dimensión en un proyecro pedagógico y en práctica educativa?
'na
conflicto es clave.
uno de los puntos débiles es que el conflicto es un rema o proceso poco tema-
tizado e incorporado en los proyectos y reflexio.res edu.ati.,ros feministas. El
conflicto es un elemento consriturivo de las relaciones de género y de todas las
relaciones de dominación, es más, de todas las relaciones h,r-".r"r. fll vez enrre
miento pedagógico.
tos y materiales revisados se dirigen al trabajo con personas (mujeres princi tica puede desligar-
,ación con estos grupos?' ¿en una Pr
más no exclusivamente) jóvenes y adultas. un gran ausente son las niñas.
I l. l, id"a de suieto de la de condició
Lainclusián de las niÁas y los ni
bido al origen de muchos de los proyectos de educación no formal, así como un debate feminis-
las organizaciones civiles feministas en nuestro país, suele ser la población
z
ra que no se ha dado
y que podría darse con.cierta urgencia. ¿Sólo las mujeres
ta el principal sector atendido. una excepción podrían ser las organizaci jl"s pueden serlo?, ¿de qué depende?, ¿se es femi-
,ir.'d.. ser feministasi,
tnir6 "inas
que trabajan con niños y niñas en situación de vulnerabilidad y rlesgo .o.iali.
o ,. acfúa como feminista?, ¿por qué?, ¿cuáles podrían ser los horizontes
sin embargo, creo que no me equivoco si afirmo que no hay o.ganiraciones; con niñas y niÁos?
de sentido feminista para trabajar
feministas que trabajen con niñas, o al menos no diiecta y priorita"riamente.5 ieminista supone el logro de cambios en la sociedad, si
.
Si la pedagogía
En este sentido, los esfuerzos educativos feministas se producen para regri nto educativo libertario, crítico, trans-
ponder a necesidades de sujetas de ciertos grupos de edad, áe los qrre r..*.lu- e a las mujeres jóvenes o mayores Para
,
ye la.infancia, por lo que no se ha reflexionado qué implicaciones p.dagógicas' el mundo, sino que debe de Preocu-
pueda rener el trabajo feminista con niñas (o niños), qué cosas pueden ,.r,rl,rrrl e significa obstáculos a la libertad y la
distintas de lo que se ha planteado hasta ahora y demandan también coocep:,., lazo, Pero en mi óPtica demanda tra-
ciones y propuestas diferentes. ¿Qué supondúa ftabqan con personas cuyq, ellas? El obje-
bajar con las nuevas generaciones. ¿cuál sería la ProPuesta para
proceso de consrrucción identitariay genéricaes todavía más incipiente y más, imaginarse, de so-
ti ro de la pedagogía feminista creo que es viable, la idea de
flexible?' ¿qué supondría un grupo cuya vivencia y conciencia de la opresión
Áarse, de autorirarse y formarse libremente no excluye a nadie, y
además es
aún no ha implicado necesariamente una serie de situaciones límite qrr. g..ru- además de
más potente y efectiva si se trabaja desde la infancia, sin embargo,
ran hartazgo y ganas de entender y cambiar, como con las adultasi, creo que el feminismo debe de posicionar-
¿cómo lo, ,.to, pedagógicos ya planteados,
plantear la relación educativa enrre dos personas que incluso fuera del aula son
,. y,o-". iniciativas respecto a la población infantil, más allá de las limitacio-
sumamenre dispares y tienen una posición de poder claramente desigual?,
,r., oper"ti,o"s existenres que puedan explicar la priorización del trabajo con
¿cómo plantear el deseo y el proceso de soñarse, de consüuirse, de afirmarse,, adultas.
de pensarse, en un grupo de edad que está aún más sujeto y controlado por su
Para pensar algunas de estas preguntas y ensayar resPuestas, podrían recu-
contexto familiar y social, y que no están en condiciones aún de ser plenamen- delos .sfu.rros desarrollados en el aula como los relacionados
perarse
te independientes?, ¿los mismos contenidos serían viables? Estas ,o., urr". po- "lgrr.ro.
l" .o.dri.".ión, que aunque no sean necesariamente impulsados Por gruPos
cas de las muchas pregunras que podrían hacerse para entender la importancia "
feministas y no siimpre suPonen un planteamiento pedagógico completo'
de revisar la pedagogía feminista desde la lógica de un grupo con necesidades
pued,e que ,."n d. la, po.as prácticas de educación feminista o al menos con
particulares y distintas hasta los ahora abordados. a población infantil que existan, aunque éstas
p.rrp..ii'r."
-tt"., de género dirigidas
Previa a esas interrogantes está la reflexión misma sobre cómo concebir a
,ido impuñadas ..t o,ro, países y no en México' En el campo de la educa-
la población infantil, ¿son realmente sujetas/os?, hablarse de emanci- ción no formal, y retomando nuestro contexto, podrían recuPerafse las expe-
¿podría
riencias con población infantil en situación de vulnerabilidad o en el campo
de la educación sexual, así como con adolescentes, si es que realmente hay al-
gunas de ellas que impliquen un trabajo feminista'
,) Desarrollo de inuestigaciones
Iitarias a veces se han catalogado los planteamiente, f6¡i¡i5¡¿5-. zcanla libertad y opciones genéricas?,
-como
ideas pueden servir para conocer lo educativo desde nuevos ángulos. La refl el cuestionamiento de los poderes de
educativa desde otras perspectivas teóricas y metodológi.". ,.ií" una rarea mente la autonomía de las mujeres?,
resante que tal vez podría emprender la pedagogía feminista para revisar e la memorid' no sexistas ni dominan-
planteamientos e innovar en el pensamiento educativo. ? (fr.Maceira' 2008), ¿podrían produ-
Aquí me inreresa recuperar como área o línea de indagación posible útiles para la humanización sexuada,
idoneidad de la pedagogía feminista haber distintas he-
s5!62¿d¿- f"r" s.iil.rrad, oe¡erizada pero plena, equivalente y libre? Es decir, ¿podría
-apenas
distintos ámbitos formativos y con distintos sectores, pues si bien la y/o políticas educativas, culturales y sociales para irradiar,
?,"-t.rr,..,'Orá.ii.".
-irrrr^,
en general no remite necesariamente a un ámbito o sector específico, no e impulsar la cultura feminista partiendo de la pedagogía feminista?
No
que olvidar que ésta en particular partió de la teorización de experiencias pretenda ser omnipotente,
di debe entenáerse que ahora la pedagogía feminista
contexto de la educación no formal con personas jóvenes y adulias por lo qu ,,varita mágici'para toda práctica y propósito educativo, sino que pfoPonso
una
habría que pensar en interrogantes como estas:
¿se requieren varias fropuestas:, investigar y debatir si puede o no por qué, y cómo- ser una pauta Para
para cada ámbito o es suficienre una sola bien elaborada?, -y
formativas que busquen un horizonte de autonomía individual
¿pr.d. .,n" ,olei diversal
propuesta se¡ válida para distintos segmenros de la población, en diferentes ""tio.r., críticas y de la
y libertad, que, por supuestá, corre paralela a otras pedagogías
lucha amplia
situaciones, en distinta etapa de la vida, con distintos cargos y objetivos?,
¿Es áis.nsión, .i-ol* llama Peter Mclarer , converge con ellas en esa
la misma propuesra adecuada para distintos momentos políticos? comunita-
democratizadora y libertaria que extiende su influencia en procesos
rios y ciudadanos multiples y diversos.
Abordar .r,", no puede obviar ni hacer de lado la reflexión y
",r.r.io.res
se han impulsado en la educación formal, como lo
diálogo con propuestas que
o la educación no sexista, o las prácticas de educación fe-
,o., li
"o.drr.".ión
minista que existen en algunas aulas de universidades estadounidenses, y
tal
contex-
vez algunas otras que existan de manera aislada o anónima en nuestro
to. Es fundamental investigar cómo se alimentan mutuamente' qué pueden
apoftaf éstas ala consolid"ción del discurso pedagógico feminista, y analizar si
esas y otras
éste puede y requiere ser suficientemente amplio para incorporar
propuestas generadas en una línea similar'
' 'R.rp.á a esta línea de investigación sería necesario identificar las posibi-
lidades de inserción de la pedagogía feminista en los ámbitos escolarizados.
Esta reflexión remite pol. ,m lado al hecho de que la escuela tiende a
r.echazar
ese camPo.
Nelly Stromquist (2006: 364-368) recupera como una línea de análisis
privada
feminista sobre la educación la reprolucción de las esferas públicay
de género'
en la escuela y los efectos de esto en el mantenimiento del orden
tanto con-
Por ejemplo, se estudia en
suceden en el
tenidos del currículo-
(el cuerpo' la
espacio escolar- que p
224 ELSUEÑOYLAPRÁCT]CADESÍ IDEASPARAPENSARYSEGUIRIMAGINANDOTAPEDAGOGÍAFEMINISTA22'
entorno de mundialización ha supuesro el impulso de consensos intern algunas de las resPuestas forma-
'
les, acuerdos en diversas materias, entre ellas de desarrollo, educación y sido las tendencias a fortalecer lo
chos humanos, que han servido de palanca para que los gobiernos nacio go de toda la vida', la educación a
y locales asuman compromisos y agendas derivados de dichos acuerdos. ón de redes (Brunner' 2001)'
avance en la lucha por los derechos de las mujeres se ha visto favorecido n de los medios masivos de comuni-
este tipo de acuerdos y de actores internacionales, la Plataforma de Acción
caciónylastecnologíasdelainformación,asociadosalapriorizacióndenarra.
y tam-
de aprendizaje'
Beijing, por ejemplo, es un documento que enuncia una serie de propues ,r^r.."r* y visualÁ, está afectando las formas mismas
desde una PersPectiva de
respecto a la educación de las mujeres, y a la incorporación de la perspect
;; i., .oát..tidos del aprendiza.ie' que analizados
en los que se configuran y/o
de género en distintos medios formativos (escuela, capacitación, medios dc áe sénero, son parte ilnpott"tttt át lo' tttto"tos
identi-
comunicación); esta influencia debe de aprovecharse para amplia¡ consolidal f**'", i. -"""tinidad y feminidad' en que se comunican
e institucionalizar la pedagogía feminista. ';ñ;;;;
d"d., y normas culturales (Stromquist'
2002) '
ni
Por otro lado, y en rérminos más del desafío pedagógico, queda pen! globalización "no es un proceso uniforme
ia
diente elaborar prop'estas que se adecuen a las condiciones generadar pL. h manera
-r^, d]ferencial y desigual en las diferentes regiones
36,38). Puedeier difícil reconocer cómo
globalización en los contexros particulares y generales en donde se desarro: afe
tOOet
llan los proyectos educativos. si bien el feminismo ha retomado y teorizadó ¿r".r.^losquesedesarrollanlosproyectoseducativos'sinembargo'laela-
integrar esta.realidad', P,roPoner
distintos aspecros de la globalización, este trabajo se centra más bien en las Uor".i¿.t d. .tn" pedagogía feminista debe
particular la globalización'
implicaciones económicas, sociales y políticas, en cómo se ha afectado la vida p",ri", p"r" analirarqtZ ig"ifi"" en cada contexto
de las mujeres práctica educativa
nero diferentes. Habría que reromar iue .f..,o, tiene, cóÁo p.r".d. po...r.iar u obstaculizar una
dichas consider proyecto educativos feministas, pero feminista, e incluirlas en ésta'
'intercultura-
también respon situaciones que la educación en gene- Considero que retos de la pedagog
de poder y el
ral enfrenra. Iización' de los proceso, .dt'""tit'oJ tl
o' la elabora-
La globalización implica un proceso multidimensional definido por rela- reconocimiento de privilegios, la refle
desarrollo sustentable, entre otros'
ciones económicas, políticas, culturales, ideológicas, jurídicas y tecnológicas; ción ética, la consolidación"del eje relativo al
junto a la interconexión de actividades económicas y las finanzas, circulan y se pueden o deben ligarse a est
interconectan ideas, personas, símbolos, imágenes, instituciones y visiones de la globalización. fuimismo,
un mundo deseado. Se crean nuevas formas de organización social y comuni- fortalecimiento de las identi
cación. Estos procesos vinculan y disgregan, entre otras consecuencias, todas u horizontes a la interconex
de largo alcance (Maquieira, 2006: 8). -gracias la circulación d
bolos y modelos-, Y
en
En términos de la educación, había señalado en la introducción que el dos en este escenario ,i r. ,"b.., aprovechar las condiciones e incorporarlas
campo educativo se ha complejizado recientemente, y que la globalización losprocesos.d.'r."tirror.Ot'o'tt-""comolaarticulaciónentreaccionesloca-
prácticas pedagogicas'
contribuye a dicha complejización al afectar las prácticas y las instituciones les globales, deberán sumarse también a las
i
educativas. Hay ciertas condiciones generadas en el nuevo conrexro globali- Este desafío tiene a su vez orra cara, a.larar
cómo la pedagogía feminista es
de los efectos negati-
zado que son de gran impacto para los procesos educativos. De las que plan- una herramienta más para frenar en cierto modo algunos
de lo posible- este
teaJosé Brunne¡ yo recupero aquí las siguientes: el acceso a la información, vos de la globalizacióri o p"" o moldear
-ds¡¡¡6
";u""r
el incremento en el acervo o plataforma de conocimientos, el desarrollo de procesodemaneraq.,esei.'cidapositivamenteenlarealidadcercana.Cómola
las tecnologías para la educación, y la necesidad de una nueva formación- pedagogía feminista sirve a un Pr
socialización en un entorno donde no sólo coexisten diversos modos de Yr"¡etoi que cuestionen Y transfo
vida, sino que hay sentidos y significados en transformación relativos a to- deshumanizadores que se atribuyen a
dos los ámbitos de la vida y de la sociedad, nuevas siruaciones para las que una mira muy alta, Podría considera
aún no hay respuestas, y necesidad de adaptarse a los rápidos cambios socia- de prácticas educativas.
230 EL sUEÑo YLAPRACTICA DE SÍ
12311
232 ELSUEñOyLApRÁcrlcnoEsÍ RT,FLEXIóN FINAL 233
sos para orras acciones pedagógicas feministas que tendrá que ser más trabaj,
sí queconduce, utilizando las sabias palabras de Paulo Freire, a ser búsqueda,
do en distintos momentos, con muchas otras p..roa"r, con otros insumos
ser devenit ser inquietud de ser.
desde otras perspectivas para consolidarse, pero que al fin y al cabo,
es Aprender a cómo existir social y culturalmente puede aPoyarse
fundamental de los hallazgos de la búsqueda de la pedagogí" f.-i.rirt".
muchas ideas y teorías sobre la igualdad, la justicia -debe-
y la libertad; y éstas
en las
Analizando el contexro más amplio, puede señalarr. q". la pedagogía y metodológicamente las formas de creación y
deben incorporar conceptual
minista-es una pedagogía de cambio civilizatorio que no sólo tendrá o "nuevas socializaciones" que suPonen
{ue a, desarrollo de esos nuevos aprendizajes
rarse y fortalecerse a sí misma sino que tendrá q.r. di"log", .o'
o,r". i.op,, la salida de la dominación, de esas nuevas identidades y relaciones sociales,
que
tas de envergadura semejante para super", de mr.r.ra creátiva la fragmentaci (del
junto con orras esrructuras, se dirigen a alcanzar el horizonte libertario
en que se encuentran ahora muchas y muy diversas propuestas transforma,
Yalle,1992193: 12).
ras y radicales' como las pedagogías de la tierra, d. L, de..chos
humanos, Quisiera con este trabajo, que es, como lo dije, una invitación a discuti¡,
los pueblos indios, enrre otras, y construir en ese diálogo una perspectiva
construir y poner en práctica la pedagogía feminista, disparar la vocación de
lítica de largo plazo que favorezca el desarrollo de ese ca-mbio civilizatorio
soñar, de imaginar, de dialogar y concrerar esos horizontes de libertad que
demandamos.
evocamos y perseguimos las educadoras feministas, para que ese trabajo peda-
De igual manera, resalto que ese cambio se da en nivel micro, perso
gógico, tan fundamental, que promueve que las personas quieran transgredir
En mi camino como feminista, esta investigación representó una opoituni
loslímites y se propongan el deseo de ser y practicar la autonomía, deje de
para radicalizarme, es decir, para echar más profunJamente raíces en la
hi estat como hasta ahora, en los márgenes, con pocos recursos, y a veces' con
ria, el p^ensamiento, la política y la práctica feministas; para reconocer
y asumi más intuiciones que certezas.
varias formas del conocimiento y experiencia feministas, incluidas las
mías; , Cierro este escrito con una anotación que me parece fundamental enfati-
para desarrollar una comprensión cadavezmás abarcativa, integral y comple;l
zar y llue se refiere al carácter libertario de los ideales feministas, así como al
del feminismo, que espero haber comunicado con este trabajo; "y q.r. ..p.ro
.u carácrer abierto de la pedagogía feminista. En ese diálogo y esfuerzo conjunto
detone también en quienes se sumen a su discusión y ampliación. ^
.i para el cambio civilizatorio tendría que esrar muy claro que la pedagogía femi-
.la orro elemento importante que resultó de la investigación fue el constata! nista no sería lasolución única a todo, que por más transgresora, crítica y libe-
colectividad y compromiso de esta tarea transfor-"áor" que me
-,r.u. 11,,
radora que resuke, no puede encasillarse como la propuesta de cambio social,
me importa avanzaf' dimensionar los caminos diversos, y largos, apenagl ni como la pauta pedagógica ideal. si es una propuesta para la creatividad, la
trazados o completamente diseñados, por los que muchas"or,o,
p..rorr"r,"p".ticular_ autonomía y el deseo, debe mantenerse flexible y resPetuosa de los intereses
mente muchas mujeres, buscamos llegar a ese mundo más libre, pleno y
equil personales y de otros proyectos críticos, debe asumirse y construirse como
tativo para todas las personas, en donde la educación es crave logr"io. parte de una realidad múltiple y compleja, de un contexto educativo y civili
i"."
Resulta a la vez morivador y desafiante en tanto que incita a segui¡ pero
no zatorio amplio.
sólo a seguiq sino a discernir claramente por dónde hacerlo y pápo.r..
.,,,",
por las que podamos seguir las más posibles, compartiendo'1""
e*peri.ncia an:
daday las posibilidades de la caminata conjunta. Asi, este trabajo no es
un fin
en sí mismo, sino que está vinculado a las actoras y al movimiénto
feminista,
del cual formo parte y al cual pretendo aportar algo.
. . Ct:o que ahora, igual que en los últimos cientos de años, hay que seguir
luchando para construir una sociedad feminista y sobre ,odo, p"r" h"cer
com-
prender a hombres y mujeres, que eso beneficia a ambos. La transgresión
y
la
libertad que proponen la filosofia y prácticafeministas implican lá .o.,rtruc-
ción de un orden en el que lo que se posibilita es el sueño l..eativo, autóno-
mo y sin límites- de lo que cada persona quiere ser, y la construcción
de ese
sueño, por eso, la pedagogía feminista no es más que el sueño y la
práctica de
ANEXO 1
Affidamento
ú. n6.do*roto es un concepto acuñado por el pensamiento de la diferencia
,.r.r"1. ¡,1 ffidamento es un tipo de relación política, no amorosa ni profesio-
nal, que se pracrica para dar espacio a la existencia de las mujeres y a su inter-
vención en el mundo, para reconocerles autoridad,.que no es lo mismo que
poder de dominación, sino que implica depositar en ellas confianza para cfecer
y p"." l...o.tocer lo que me pueden aPorta! es decir, reconocerlas como me-
diadoras del mundo.
En nuestro país, Marcela Lagarde (199Sa) lo ha explicado como la cons-
rrucción de confianza entre las mujeres, el ejercicio de relacionarse con muje-
¡es y reconocer a la otfa su autoridad. La autoridad es indispensable para el
avance político y el desarrollo personal de las mujeres, sin autoridad no hay
protagonismo, no se puede construir el poder de género, construcción que
implica enfrentar la desvalorización y deslegitimación de y entre mujeres.
Es central en el concepto de afidamentolaideade que la relación se esta-
blece entre mujeres diferentes e incluso dispares en términos de pode¡ de re-
cursos, de capacidades, etc., pues supone la posibilidad de construir alianzas a
partir de hs áiferencias, además de desatar el deseo de desarrollo y de libertad
al reconocer y aprender de las otras mujeres más poderosas o capaces que no-
sotras. Además, en la medida que se reconoce la disparidad, se da también
cabida al conflicto, que es abordado de manera abierta.
Concientización
Para algunos autores la concientización y la toma de conciencia son diferentes,
la prirnera es la profundización de la segunda mediante la curiosidad y Ia re'
flexión crírica, la aproximación rigurosa y sistemática al conocimiento que en
la toma de conciencia queda sólo a nivel de sentido común. En esta investiga-
ción, por considerar que se habla desde una práctica educativa en la que se
busca un conocimiento sistemático y riguroso en el que se da todo un Proceso
de aprendizaje y cuestionamiento sobre el propio ser, sobre la identidad, sobre
1235)
236 ELsUEñoyr-4.pnÁcrrc¡oEsÍ npuq,clót¡ os tÉnvINos UTILIZADoS 237
sus implicaciones políticas, sobre el lidad, etc. omito esa irnplica a nivel social universalizar los valores femeninos
"positivos", devaluar los
diferencia en las maneras de las educa de nombrar esrc pro- "pseudovalores femeninos" y los 'pseudovalores masculinos", la autoapropia-
ceso y asumo que lo que buscan es la cf. cultura y una "nueva acti-
Freire, 1999). .i¿n d.l cuerpo femenino, la creación de una nueva
tud moral qu€ nace de Ia afectividad y del conocimienro" para superar la opre-
Educación no formal sión, entre otras operaciones de alcance semejante (tfr. Hirrto, 2003).
De acuerdo con Emma Fregoso, Ia expresión "educación no formal" (eNr) co-
menzó a utilizarse a mediados de los años 60 paradenominar acciones educativas r Experiencias educativas
intencionales que tenían lugar fuera de la escuela. Fue impulsada, en sus inicios, '
De acuerdo con la definición de la c¡p¡r y de la uNnsco que retoma Patricia Ruiz,
por las estrategias de trabajo del desarrollo comunirario y posteriormente ha ido las experiencias educativas son "aquellas que incorporan una dimensión formativa
cubriendo otras necesidades educativas de distintos secrores de la sociedad y abor- que implica la transmisión de conocimientos (técnicos o sociales) y el desarrollo
dando objetivos educativos ampliamente variados. De acuerdo con Antoni Co.
i áe habilidades y actirudes". Siguiendo a la misma autora, el concepto de experien-
cia educativa puede incluir también experiencias de capacitación, que de acuerdo
con la Organización Internacional del Tiabajo se definen por pretender
"descubrir
y desarrollar las aptitudes humanas para una vida activa, Productiva y satisfactoria
y en unión con las diferentes formas de educación'; por "mejorar las aptitudes
individuales para comprender individual o colectivamente cuanto concierne a las
Ética feminista condiciones de trabajo y el medio social e influir sobre ellas".
Esta aclaración es pertinente pues muchas Oc impulsan procesos educati-
vos, otras, procesos de formación, otras, programas de capacitación, y en esta
investigación consideré que independientemente de la modalidad bajo la que
se desarrollen las experiencias educativas o de la manera que se nombren, sir-
ven para conocer el "estado de la práctica" y como insumo para una reflexión
pedagógica (Ruiz, 1994: 31).
cuyas visiones difieren, que incluyen tanto la reflexión crítica a la ética andro- Feminismo
céntrica como la consrrucción de nuevos enfoques éticos (tfi. card, 2000).
l
Aunque este rérmino se trabaja a lo largo del libro, de manera sintética se Pue-
Graciela Hierro, una de las autoras mexicanas que ha reflexionado y teo- de definir al feminismo como un "movimiento social que representa una ma-
rizado Ia ética feminista, señala que el punto de partida de su reflexión ética es nifestación colectiva que ha pretendido superar realidades de discriminación y
"la experiencia vivida y las opiniones morales que de esa experiencia se susci. de desigualdad social, política y cultural de género" (Nash, 1994). No suPone
tan", afirma que el "problema moral de nuesrro tiempo, pá, lo ni una definición única del feminismo, ni una "modalidad universal de lucha,
-enos aquel
que preocupa más por Ia cantidad de sufrimien resistencia y ruptura", ylo de "renegociación de los términos del contrato so-
dición femenina de opresión' y que identificar cial del género" (ídem).
la condición femenina permite a las mujeres "t
tienen de superarla". El fundamento de la mor Interculturalidad / multiculturalidad
propio inrerés", "lograr la felicidad" constituye el "deber moral humano,,. Resulta difícil precisar estas nocion€s Pues si bien parece haber una cierta idea
Partiendo de esto, Graciela Hierro propone una ética feminista del interés, compartida de que el multiculturalismo es una situación en la que está Pfesen-
una ética del placer: el interés de las mujeres por superar su condición el d¿bel
, te una pluralidad de culturas (y la multiculuralidad implica un trabajo en
seropresivo que impl ' de las mujeres que las orienra a logros dicha siiuación sin dirigirse a trabajarla de manera específica), mientras que la
libe
específicos y a la el desarrollo integral y cumplir cÁ el interculturalidad es un proceso que implica el diálogo entre esas múltiples
mandato moral de b ¿ad. El principio del interés-felicidad culturas, no hay un consenso al respecto.
238 EL suEño yL{ pnÁcrlc¡ o¡ sÍ nrL¡ciÓNDETÉRMINOSurILIZADos 239
Investigación feminista
El debate sobre si existe o no una forma específica o un modelo particular de
investigación fem
nuestro país es m
de una metodolo
aunque para algunas feministas ni siquiera sea válido dicho cuestionamiento.
Margrit Eichle¡ citando a Schulamit Reinharz (Reinharz, 1992, cit. pos.
Eichler, lggl, tZ), afirma que el feminismo es una perspectiva, un enfoque,
no una e Stanley, citada por Carla Cristina García
(2004), es más que una perspectiva del mundo' es
una ma y por tanto de actuar en é1, de conocerlo' de
significarlo.
Más allá del debate sobre la constitución de una metodología de investiga-
conocimiento no
en la genealogía'.
Bartra, 2002a.
240 EL SUEÑO YIA PRACTICA DE Si RETACIóNo¡rÉnvIt¡osurILIZADos 241
Organizaciones ciüles
Las organizaciones civiles (oc) son también conocidas como organi
no gubernamentales (oNc). Uso el término oc porque, como analiza
Reygadas, éste es el que las mismas organizaciones han promovido, para plasrl
mat reconocer y validar su práctica e identidad como sujetos colectivos espe-
cíficos que fomentan la vida cívica social de manera aurónoma. Este conceptó
además resiste una definición en función de una relación con el gobierno. ,
,
zación de género y edad jerárquica y que prioriza los inrereses de los hombres
recen un claro ejemplo del incipiente o nulo nivel de discusión y acuerdo
y mantiene sus privilegios en múltiples áreas de Ia vida social y política. !1 . respecto a lo que significa e incluye la pedagogía feminista'
patriarcado es un construcro histórico y teórico, y en la realidad existen orga. En este libro planteo que la pedagogía feminista proceso de construc-
nizaciones sociales patriarcales que en cada tiempo-espacio tienen una concre- compuesta una serie de fundamentos:
-enidearios, bases teóricas, y
cíón- está Por
ción particular que debe analizarse. Para algunas autoras el uso del término es una red conceptual que definen un referente particular para la acción pedagógi-
importante porque contiene una crítica política explícita. ca; y también por un conjunto de ideas normativo-prescritpivas referidas a: Ios
En el discurso de varias de las entrevistadas para esta investigación y de los ,u;etos y las sujetas del proceso educativo, las dimensiones del proceso educati-
materiales aquí analizados es utilizada con frecuencia esta noción, por lo que .,o, 1", -.di".iones para el aprendizaje, y los objetivos y contenidos de aprendi-
he respetado su uso y trarado de contextualizar su sentido para evitar una con-
zqe, qteson el correlato y traducción práctica de los fundamentos. La pedago-
notación errónea o limitada. gía feminista es un conjunto de discursos, una práctica política, y es también
-orr"
-"r.r" específica de educar. Su especificidad consiste en echar una nueva
Pedagogía feminista mirada a propuesras político-pedagógicas emancipadoras y desde una Postura
una búsqueda en interner del término 'pedagogía feminista" arroja varios resul- ética, filosófica y política denunciar su parcialidad y su androcentrismo, posicio-
tados, sin embargo, si se analiza con detalle el contenido de los documenros se nándose críticamente ante el poder y Ia dominación masculinos, y promoviendo
encuentra una gran confusión y diversidad de temas vinculados a esta idea. por la libertad y el fortalecimiento de las mujeres, para construir de manera colecti-
ejemplo, en países como Brasil y Espana 'pedagogía feminista" sirve para nom- va una sociedad más libre y democrática. El contenido de los fundamentos y
brar esfuerzos en el campo de la educación sexual, y en Brasil sirve también para planteamientos normativos-descriptivos se desarrollan en las páginas del libro'
referirse a la educación para la salud; en Estados Unidos y Brasil está asociada en
algunos casos a la educación multicultural; en Estados unidos también se han Pensamiento de la diferencia sexual (feminismo de la diferencia)
incluido bajo el término estudios de historia de la educación femenina, estudios Los grupos del movimiento feminista italiano de la diferencia se alejan de
sobre las oportunidades escolares para las mujeres, análisis de distintas disciplinas orros grupos que buscan la igualdad, pues "la igualdad plantea un
y su relación con las mujeres (las mujeres y la ciencia, las mujeres y la biología, "q.r.ilo,
."11.;ó., sin salida, pues el cuerpo es diferente, y debe ser significado de forma
mujeres y arte), o manuales para trabajar contra la violencia contra las mujeres; en parricular y personal. A cambio de derechos iguales, se exigió a las mujeres
Australia se incluyen estudios que analizan las reformas del sistema escolar logra- .-".r.ipad", o emancipables que fingieran que no tenían un cuerPo femeni-
das por el feminismo; en canadá y Estados unidos la idea de pedagogía feminis- .,o, ést. es el fraude de la igualdad" (Rivera, 1997:9). El pensamiento de la
ta sirve para referirse a los programas universitarios de estudios de género y en diferencia sexual supone entonces una diferencia en las mujeres en la forma de
algunos crsos a la transversalización de la perspectiva feminista en el currículo. ver y experimentar el mundo, por lo que se intenta reconstruir una identidad
otros conjuntos de ideas asociadas a la pedagogía feminista se relacionan y genealogía propias.
con estudios sobre el proceso de socialización genérica y formación de identi- Su ,.io .i t.".rrfor-". el orden simbólico a partir de las mediaciones feme-
dades y roles sexuales, o con la biografía de mujeres líderes en la lucha por la ninas --de la palabra, de la práctica de la relación- (por eso se conoce también
educación de las mujeres. En Barcelona hay algunos materiales y recursos di- como el pensamiento del "orden simbólico de la madre"), sin pretender cons-
dácticos de la pedagogía de la diferencia sexual que se incluyen bajo la idea de truir un modelo determinado de sociedad, sino "intervenir en el mundo en pri-
pedagogía feminista, finalmenre, en Argentina y costa Rica hay también algu- mera persona" (ídcm,57) pues cada persona debe definir en sus propios términos
nos productos que ubican la pedagogía feminista como una serie de herra- la libertad, el significado de su cuerpo, las formas de establecer Ia relación consi-
mientas para rransversalizar la perspecriva de género en el currícul o ylo para el go y con o,."r, ,16 deseos, los deseos de existir, etc' Más que cambiar la realidad,
trabajo en el aula. se pretende cambiar la propia relación con la realidad (Rivera, 2001: 31)'
Además, en la mayoría de las ocasiones en esas referencias la pedagogía
feminista es un término que se da por sentado, que no se analiza, nise descri- Perspectiva de género
be, ni se explica, como si fuera un término de uso corriente y con un significa- El género .o-o .",.go.ía analítica ha adquirido un valor más allá de la teoría y
do claro y definido. Este hecho y la amplísim a gama temática referidaLe pa- un uso extendido fuera del ámbito académico, se utiliza en Ia política y otros
244 EL suEñoyLA pRÁcrrc¡ o¡ sÍ
bres y de mujeres, así como sus efectos en todos lo. c"-po, ,ociales; estudiando
las relaciones de poder y sociales en todos los fenómenos y procesos, etc.
INFORMACIÓN INSTITUCIONAL
EI fin de esta perspectiva de análisis y de acción políiica, social, cultural,
SOBRE LAS ORGANIZACIONES CIVILES
educativa, etc. es contribuir a la transformación de la sociedad en miras a aI-
E INSTITUCIONES DEL UNIVERSO DE ESTUDIO'
canzar un horizonte de libertad e igualdad. Abarca planteamientos de carácter
A¡tecedentes
el movimiento. feminista
Comaletzin inició su trabajo en 1987 , época en que
tico, radical y transformado¡ por lo que a veces la perspectiva de género se como asociación civil no
puede encontrar deslindada del pensamienro y objetivos feministai, lo cual
,ro..rri" presencia e.r el áibito rural, y se constituyó
lucrativa en 1995.
resulta paradójico pero real. rurales' campesinas'
Comaletzin apoya Procesos organizativos de mujeres
indígenas y mestizas' po, ..' de loJgtupos a-los que más ha afectado el mode-
Proyecto contri-
lo dJd.."irollo neoliberal, y por la necesidad de construir espacios que
b,ry.r". a alcanzar l" .qrrii"á entre hombres y mujeres en el sector rural'
Misión
sustentabilidad social'
Apoyar procesos alternativos de desarrollo rural hacia la
precedente y la formulación programática en términos de precisión de objeti-
ambientalyeconómica;conelreconocimientoyfomentodeladiversidad
vos, planes, programas, tiempos, espacios, etc. (cit. pos. Reygadas, t99S: t64).
cultural y Ia pluralidad política.
Este quehacer se aPoya prioritariamente en el sujeto
mujer como polo de
Sororidad
transformació.r, p"r" f"*rá... l".o.rr,r.r"ción de relaciones equitativas entre hom-
La sororidad se refiere a la búsqueda de una relación de mutuo reconocimienro
bres y mujeres, entre ge
entre las mujeres. Es un pacto entre mujeres para enfrentar Ia opresión, que se
es, enüe productores/as
basa en reconocer que la otra existe, y Ia escucho, y aprendo de e[a, es el en-
Para lograr sus ob
Paracon aPoyo y acompaña Proyectos comunitarios
aa favor usca la capacitación.
dad para género
a los recursos brindados por cada
r de información y [a redacción de ésta se ajusta
l¿ cantidad
,o"Ji"r,,. foll.ros, páginas electrónicas, archivos, manuales, erc., Se inclu-
una de las organizaciones
yen,ademásdelasorganizacionesdirectamenteinvestigadas'otrasorganizacioneseinstituciones
otra forma las educadoras independien-
cuya experiencia y proyectos sintetizan y recuptt"" dt ott" " las tres organizaciones
primero,'y de manera un poco menos resumida,
tes entrevistadas. se presentan
otrm fueron mencionadas'
investigadas como tal, y por*.io,^."tt, por orden df"tétito'
las que
12451
CIVILES 247
246 ELSUEÑOYLAPRACTICADESÍ INFORMACIÓN INSTITUCIONAL SOBRE
LAS ORGANIZACIONES
AC (cuvr)
Espacios de participación Grupo de Educación Popular con Mujeres'
comaletzin es socia fundadora de diversas redes nacionales entre las que desta-
-Gé.r..o
can la Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales, la Red d. y Antecedentes
Medio Ambiente, el Foro Nacional de políticas de población, entre otras. Tam- Bajoelreconocimientodequeenlasocied'admexicanaexistendesigualdades
de Educacion Popular con Muje-
bién participa en diversas redes estatales y regionales según la zona de trabajo. económicas, sociales y dt-gÉ"tto' el Grupo
248 EL sUEÑo YLA PRÁCTICA DE SÍ CIVILES 249
INFORMACIÓN INSTITUCIONAL SOBRE LAS ORGANIZACIONES
6 de manera independiente de go
una institución no lucrativa para
ores populares a fin de contribuir
condiciones de vida.
Desde su origen, cEM se organizó en tres áreas de trabajo,
tres grandes demandas: a) Ia organízación de ras mujeres
atendiendo a srupos y organizaciones de trabajadoras, organizaciones no gubernamentales
para generar sus pro- á.lbirr.ito Federal y de los estados, académicas, grupos de mujeres que buscan
pios ingresos económicos, b) el impulso y búsquedá d. for-i
qaniz¿ción de las mujeres sindicalizadas para defender
propias de or- pertenencia a grupos, mujeres independientes interesadas en participar en GEM.
.,r, d....ior'laborales, .; f,l ni".l nacional: redes mixtas y de mujeres, y d) El nivel internacional: foros
c) la formación de promotoras.como lídeies, para
que a su vez multiplicaran la y redes internacionales, organismos multilaterales, agencias de cooperación.
metodología educativa utllizada por cEM y los contenidos
sobre distintos as_
pectos de la problemática de las mujeres, jesde la perspectiva
de género. Estrategias de trabajo
cru logr" sus propósitos mediante la formación, capacitación y asesoría; el
Misión
forralecimiento de la organización de las mujeres; la investigación de Ia reali-
cEM es una institución no gubernamental que trabaja
con mujeres en educa- dad de la mujer y su difusión; la elaboración de propuestas de políticas públi-
ción de género en las siguienres áreas de atención:
. Economía y trabajo, cas y leyes, frente a las vigentes; la presión y generación de alianzas con otros
. Participación política y construcción grupos y redes para incidir en la sociedad; la elaboración, realización e impul-
ciudadana, so de metodologías con PersPectiva de género.
. Maternidad, familia y educación.
Los propósitos de c¡vr son que las mujeres rengan
poder de decisión sobre Principales logros
su vida, su economía y participación política para
contribuir: Durante los p ncia, ceu ha mantenido los propósitos
'En la conformación de una fuerza políiica
-hacia nacional que elimine todas que le dieron a las mujeres en su organización y for-
las formas de discriminaci6n y violencia las -l'r;.r.r, y ,r"rrrfor-. ,l'r.
condiciones de vida.
talecimiento. no sólo en el Distrito Federal' sino en
veinte estados del país. Ha llevado también su trabajo y proPuestas mediante
' En la elaboración de una agenda de política sociar que apuntale la cons- talleres a mujeres de países de Centroamérica, como es el caso de Honduras y
trucción de una sociedad más justa, equitativa y d.-o..áti."
y el fortaleci- Guatemala, a otras mujeres latinoamericanas a través de sus publicaciones y su
mienro de la ciudadanía.
participación en foros y eventos a nivel internacional como es el caso de la IV
de espacios y proyecros colectivos de mujeres para
Confeiencia Mundial de la Mujea donde csN{ participó como parte del grupo
la stas de género, democracia y calidad de üda,
^que
impulsor de las oNc mexicanas y en la coordinación latinoamericana'
in nes y en la sociedad, con demandas y reivindicacio- cEM cuenta con un reconocimiento a nivel nacional e internacional y ha
nes que las aglutine y favorezca.
. ' Tienen importancia política dentro del campo de la sociedad civil por
larga trayectoria, cuenra con legitimidad social y reconocimiento, así co¡
gran capacidad de elaboración.
. Referente teórico: educación popular.
. Como ventaja comparativa se prioriza el ser una organización h
en el campo.
. Contexto de trabajo: urbano.
. Contacto accesible.
Misión ,:
El Instituto de Liderazgo simone de Beauvoir es una asociación civil, consti+
tuida en el año 2000, cuyo objetivo es proporcionar a las mujeres y jóveneq
(hombres y mujeres) líderes herramientas reórico-conceptuales y prácticas,
que les permitan revisar y replantea¡ sobre bases diferentes, los modelos tradi,
cionales de liderazgo y contribuir a generar un liderazgo social permeado por ductivos.
la perspectiva de género y el respeto a las diferencias culturales. Asimismo,elrrs¡ofrecesusserviciosydiseñacursosalamedidapara
con algunas
El rrss es, en México, la única institución educativa dedicada a la forma- distintos gruPos del sector privado, gubernamental' y social'.y
talleres pera Pro'
ción de líderes sociales. actividades educativas dirigilas a públicos específicos como
fesionistas en general y profesionales de la política'
Proyecto educativo
El rrss trabaja sobre fundacional enfoca_ iones
do en la construcció . !
Jóumes, sexualidnd d¿rechos:
cartn
modelo es el núcleo
central del proyecto ocracia Social' Cartilk por hs dzrechos
stitución. El mode-
lo se articula alrededor de cuarro niveles: el individual o del "yo", el de equipo
o del "nosotros", el del "orro" o de "ustedes" y el de "todos,, o del ,.mundo,'. Observaciones personales )- n,organtza'
:t^ de
Incluí el rLSB en el universo pues de los criterios para.laselección
Programas ciones cumplió con los siguientes: así como una
El Irss desarrolla dos proyectos simultáneos, uno dirigido a mujeres y orro . Cuenta .r.r"..rili¿n y proyectos educativos feministas'
a "o.,
jóvenes (hombres y mujeres). hava sido expe-
Ambos se desarrollan mediante una amplia oferta formativa que consiste '*".Hffi:*il;:'J:r" suficiente para que su ProPuesta
en diplomados, cursos, seminarios, talleres, encuenrros y foros. Asimismo se rimentada y revisada.
2'4 EL SUEÑo YLA PRÁCTICA DE SÍ INFORMACIÓN INSTITUCIONAL SOBRE IAS ORGANIZACIONES CIVILES 2'5
.Hay un diseño claro de Ia propuesta metodológica planteada en algunos tura de la pobreza tiene como soporte fundamental la seguridad alimentaria'
documentos institucionales. Elevar los niveles de producción de alimentos posibilita a las familias campesi-
. Su importancia política reside en el trabajo que realiza con mujeres en
nas el impulso del aprovechamiento múltiple de los recursos para acceder de
puestos de liderazgo de distintos ámbitos, contexros y edades, contando así manera menos desventajosa al mercado de productos. En este campo, el Cesder
con un impacto transectorial. impulsa acciones de: capacitación, investigación, promoción, y producción.
. Referente teórico: "Planteamienros emergenres" (el diseño metodológica . Impulso de nuevos comportamientos económicos. La economía local
está basado en una lógica académica, es interdisciplinario, parte de una visión no puede seguir dependiendo de los ingresos por venta de fuerza de trabajo en
profesional). otras regiones ni aplicando su esfuerzo a Procesos deficitarios. lJna economía
oComo ventaja comparariva central está el hecho de que sea una organi- regional dinámica, basada en la solidaridad, en la creación de cadenas produc-
zación nueva, profesional, y aunque trabqacon distintos grupos, prioriza entre tivas que aprovechen los recursos locales y la articulación a los mercados regio-
ellos a las mujeres jóvenes, secror específico poco atendido en orros proyecros nales, estatales y nacionales, es una exigencia para el corto plazo. Esto sólo será
o experiencias educativas. Asimismo trabajacon grupos mixros. . ,
posible con la aparición y fortalecimiento de nuevos comportamientos econó-
.Contexto:urbano,espacioslocales(gubernamentales),ciudadanos.
micos. Actualmente se trabaja en torno a: financiamiento campesino, capaci-
. Contacto accesible. tación, impulso y fortalecimiento de microempresas, comercialización, y ciu-
dadanía y organización comunitaria.
. Construcción de autonomía y ciudadanización. El desarrollo sólo será
Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, Cesder posible en la medida en que la población ejerza sus derechos y responsabilidades
en el cumplimiento de metas, prograrnas, proyectos, sueños. Las acciones en esta
Es una institución educativa y de promoción del desarrollo que inició su rrar i línea buscan: el fortalecimiento de las organizaciones locales, la defensa de los
bajo en 1982, en una comunidad indígena de la Sierra Norte de puebla. Ac- .i derechos humanos, los derechos ciudadanos, los derechos de la mujer, los dere-
tualmente el equipo de trabajo está integrado por 56 personas, entre asesoras r chos de los pueblos indios, y la participación ciudadana en el gobierno local.
y asesores externos, jóvenes técnic@s, y profesionistas campesin@s, formad@s,i . Bienestar familiar y comunitario. Parte importante del trabajo en esta
y calificadps en los programas educativos del Centro. á¡ea busca la sensibilización y capacitación de la población para que demande
Cesder se encuenrra en el municipio de Zattla, Puebla, buscando incidir servicios integrales, adecuados y de calidad. Las acciones se concentran, prin-
en el desarrollo de la región, siguiendo un Plan Indicativo para el Desarrollo' cipalmente, en la apropiación individual y colectiva de la salud, a través del
Regional con horizontes de planeación a 10 años, el cual se apoya en lo logra| trabajo directo en ella y en el mejoramiento de la higiene y la alimentación. La
do en más de dos décadas de trabajo en el impulso y consolidación de procesoil base del trabajo en el área de salud es la formación de promotoras/es comuni-
de desa¡rollo local, en la aceptación de las comunidades, el apoyo de los gob tarios; paralelamente se avanza en acciones de mejoramiento de la alimenta-
biernos estatal y federal, así como de fundaciones nacionales y extranjeras y de ción a través de la producción alimentaria y Ia promoción de nuevos patrones
empresarios mexicanos, quienes confían en las posibilidades y repercusionqs.i de consumo que aprovechen los recursos locales. Las acciones se dirigen a:
del trabajo que estamos realizando. Promover el ingreso familiar, mejorar la calidad de vida de las familias campe-
Su hacer tiene que ver con el impulso de procesos de desarrollo basados e¡rl sinas y de las comunidades, asegurando mejores condiciones de alimentación,
acciones colectivas, promovidas en organizaciones locales comunitarias por,' nutrición, salud, vivienda y servicios públicos, y asegurar las condiciones Para
recursos humanos de las mismas comunidades, en su mayoría formados en el desarrollo físico, cognitivo y emocional de la población infantil de las comu-
procesos educativos y no formales- sostenidos por el Cesder. it nidades de la región.
-formales l
a10
nsiste en, des
útil para pote
res sociales y
chos, acorde con una ética liberadora. Para esto, orienta sus actividades hacia:
. La implementación y consolidación de mecanismos que fortalezcan la
institucionalidad y comprometan acciones estratégicas que se ProPongan como
iniciativas generadoras a orros grupos, en perspectiva de la propia misión
. La construcción y difusión de referentes teóricos y metodológicos para
la acción ciudadana y la promoción del desarrollo integral a través de la inves-
tigación documenral, parricipariva y la sistematizació¡ de experiencias
. EI d.esarrollo e impulso de procesos sociales y culturales para el fortaleci-
miento de actores sociales y eclesiales en ejercicio de sus derechos' con grupos
populares, organizaciones sociales, eclesiales y civiles
258 EL suEñoyLA pRÁcrrc¡ on sÍ INFORMACIÓN INSTITUCIONAL SOBRE LAS ORGANIZACIONES CIVILES 259
Otras actividades
Como organismo civil y centro de investigació
seminarios, foros, etc. en conjunto con otras in
maneja y dirigidos a organizaciones comunirar
promotoras comunitarios, a funcionarios de distintas instancias del gobierno
260 EL SUEÑOYLA PRÁCTICA DE Si TNPOIIT¡¡CIÓN INSTITUCIONAL SOBRE LAS ORGANIZACIONES CIVILES 26I
institucionales que promueven la parricipación ciudadana y el desarrollo . Difusión de los derechos y acciones ciudadanas de las mujeres'
Entre esras, destaca su participación y coordinación en la iniciativa para
p . Investigación de temas relacionados con la ciudadanía genérica y la pu-
par el diseño del Plan de Desarrollo del Estado de Michoacán zooE-zooá.
blicación de los materiales resultantes'
. vinculación con los diversos organismos de mujeres y democráticos lo-
Algunas publicaciones de una amplia convergencia que favo-
cales y nacionales para la construcción
Tiansformaciones económico estructurales, pobreza y desanollo social
en ll rezca el cambio hacia la democracia'
Las mujeres en Micboacán. Hacia an nueao amanecer, Desde ros caerpos.
crítica a la economía dc mercado las políticas neoriberares a las propu)sas,
1t Comunicación, Intercambio y Desarrollo Humano
en América Latina, AC (crorre'r)
Ciudadanas en Movimiento por la Democracia CTDHAL es una organización con sede en cuernavaca' Morelos, fundada por
Betsie Hollants, periodista belga, pionera del feminismo en
México' quien
una organización de mujeres, no partidaria, civir, pacifista, plural. Nacro espacios de in-
dedicó gr"., p"r,. d. su vida pafa que las mujeres contafan con
F.s
efi
4 dejulio de 1994, en la Ciudad de México, .omo p.odrrcto d. l" prof,rrJ" vestigaclón, áocume.rt"ción y crecimiento. cIDHAL fue constituida
legalmente
crisis política y social que impactó al país. La originZ ra necesidad ..r.1""ño yfue uno de los primeros centros de mujeres en México'
á. .orr.". I de1.965
con un espacio de participación ciudadana para expresar todas las inquietudes i consolidándose como tal en 1979.
surgidas al calor de los acontecimientos nacionales, y la convicción
d. impul. Desde la década de los ochenta, el trabajo se ha centrado principalmente
sar una ciudadanía femenina visible y protagónica, como parre fundamental en cuatro áreas diferentes: a) Salud Integral; b) Documentación y comunica-
de la construcción de la verdadera d.-o.ra.á. ción; c) Políticas Públicas; d) Educación para la Salud'
Actualmente CTDFTAL trabaja como un centro especial\zado en la equidad
de género y el objetivo general es contribuir a la equidad de género como
eje
' Participar con enfoque de género en espacios públicos y redes de .Facilitar mecanismos efectivos para Ia denuncia y defensa de derechos
dinación enrre academia, gobierno, sociedad civil, cán el fin de democ: sexuales Y reProductivos
de
cadavez más espacios de nuestra sociedad. Elige desarrolla, pues, igación Y de
incidencia. Ha diseñado m
Los proyectos operativos a través de los cuales se desarrollan alter para jóvenes
educativas, informativas, de participación ciudadana y terapéutícas, son: J.r¿. ,rn enfoque feminista, juvenil y Partir de las
. Políticas Públicas y Salud Sexual y Reproductiva.
cuales desarrolla procesos formativos'
. Formación
de operadoras de programas sociales en materia de equ Además de participar en diversas redes, Elige es una de
las organizaciones
_ y caribeña de Jóvenes por
de género y desarrollo social y humano en los Estados de Guerrero y Mor fundadoras e impulsoras de la Red Latinoamericana
' Diplomado en liderazgo y habilidades directivas para servidoras públi- lo, D.r."ho. Sexuales y Reproductivos (nnouc), un espacio de articulación re-
cas y colaboradoras de organizaciones de la sociedad civil. gional formada por 15 organizaciones juveniles
' Fortalecimienro y Desarrollo Estratégico del centro de Documentación i..", "fi.t., a los derechos sexuales y reproductiv
del Inmujeres D.F. i be (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia'
Méiico, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay)'
y crea-
la,
Algunas publicaciones y materiales en video de El Cairo y Beijing' Desde
- dá ..tto.r"., p"r" dl", seguimiento a las crnferencias
Recreando la huella de Betsie Hollants, La mujer en México a la luz d.e las confe. .rr. .rp".io, tlige pa'rticipado
ha ativas regionales
mujeres' con la
rencias internacionales Cairo/Beijing blbllografla, Estamos expuestas: uíncilos e internacionrle-s rel"iion"da" co
participación de mujeres jóvenes en los
entre el medio ambiente y el cáncer de mama, Género derecbos hu*onor, Género unidas'
1t
y medio ambiente, wo/encia doméstica, Tbdo lo que usted. quiere saber sobre el
ctíncer del cuello de la matiz y la rnanera dz identifcarlo, cludadania y derechos Algunas publicaciones
humanos, Lesbianismo y diuersidad sexual, violencia y dzfensa de los d¿rechos reproductiuos de las
sexualet !
familiar y ,r*roí chmate- Minuot)oro la promoción
rio 1t menopausia, Vejez. : situación de autocuidado y autodefensa
fente a la uiolencia fu géne'
capacitación en derechos bu-
Elige, Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos, AC ión de la Cedaw'
el ejercicio de su ciudadanía.
ciudadanía. Ésta, se concreta en los siqrienres objetivos ..-
siguientes nhi"ti.,.," es-
tratégicos: ;"il'J:T'J'#:
'construir un discurso propio sobre juventud y derechos sexuales y re, daderamente iusto, incluyente y dem
productivos que fundamente acciones y proyecros. nombre lo indica, un trabajo solidario
o
_ Promover procesos de formación a jóvenes para la defensa y promoción nos. Su interés desde entonces ha sid
de los derechos sexuales y reproductivos, desde una perspeciva feminista que no sólo contribuyan a suPerar sus
y de
la juventud como acror social y de derechos humanos. h.r.ami.ntas que les permitan luchar
' Promover el liderazgo y organización juvenil para la defensa y promo- el td"-
ción de los derechos sexuales y reproductrvos. contribuvendo desde -O'":11*t
' Incidir políticamente y en políticas públicas para el avance de los dere- t"ltrni"t e'iuti1 ry;:l
chos sexuales y reproductivos de la gente
""¿ti'"#
de las muierei
d" tu Posrcror
Y
ioven.
264 EL SUEÑO YLA PRÁCTICA DE si
INFORMACIÓNINSI.ITUCIONALSoBRELASORGANIZACIONESCIVILES265
Ha trabajado también en localidades de Guanajuato y veracruz, además . contribuir al desarrollo de programas orientados a la sostenibilidad
pro-
hacer un trabajo urbano y de incidencia en la opinión púbrica
en favor de Atrctiyaylaincidenciaenpolíticaspúblicasdecombatealapobrcza.
derechos de las mujeres e impulsado diversos .rp".io. de trabajo de la
y reflexión """'.*¡l,o-over actividad'es de refÍexión teológica desde la perspectiva
minisra. Actualmenre su zona de trabajo principal es el estado de liberación y no de opresión) en los diversos pro-
de Michoacán
¡nujer (como instrumento
EMAS sedefine hoy como una organización civil ecofeminista y ecumén
gran\as formativos'
ca integrada por personas provenienres de diversas disciplinas
y !.r.h"..rqq
para lograr relaciones igualitarias y equitativas .rrir.
'nidas
bres meianten la sensibilización,la educación, la investigaci¿.r,
-.r1.r.. y
ía irrád Instituto de las Mujeres de Chiapas
en políticas públicas, la promoción del desarrollo lo."l"y la articulación
actores sociales, dirigida prioritariamente a mujeres y f"-ilia,
dj
pobres p".* lorl
grar un desarrollo humano sustentable basado en ia justicia,^1" .q.rid"d
de-,
género, la solidaridad, la multiculturalidad y la defensa de todos
lor'd.r..hor'
humanos.
Su misión es construir una sociedad democrática, la cual
supone terminar
con la discriminación e inequidad en los aspectos económicos, sociales
y cul-
turales en que viven las mujeres pobres e ináígenas.
nrraes trabaja actualmente con campesinas y campesinos,
indígenas, pro_ personal y colectivo de las mujeres que
motoras y mujeres de grupos y organizaciones civiles de Michoacán espacios de decisión y en la construc-
y la región
centro de México. cabe señalar que desarrolra un trabajo .d,.r."ti.,ro po,
ga'r,_
l" ción
equidad con los hombres, para que se valore el trabajo y el aporte
de las muje_ igualdad de oportunidades para las mu-
res y puedan ser incluidas en la toma de decisiones,
t".rro .r, la esfera de lo jeresacceso'usoycontroldelosrecursos.
doméstico como en la de lo público. d de género, no violencia y dignifica-
trabajo lo organiza en cuarro ejes temáticos: Género y desarrollo
rural, ción hacia las niñas Y las mujeres'
Educación básica y capacitación para la gestión y el trabajo, Salud, condiciones de
yTeología 4. Promover el conociÁiento sobre la diversidad de las
y trabajo ecuménico con mujeres. Enrre sus propósitos, progr"-", de género'
d. t."bi.¡o vida de las mujeres, visibilizando las inequidades
y actividades se encuentran:
' colaborar con mujeres de colonias populares en la formación (capacita- Estrategias
ción.de promotoras) y atención a la saluJ; imp'ls", campañas
la transversalidad de la perspectiva de equidad de- género en
. las
educarivas en I-pir",
salud, de herbola¡ia y remedios tradicionares, .omo p-g."-", de higiene de servidores/as
polític"s pública por medio de l" sensibiltación y capacitación
y saneamiento ambiental. "sí
públicos.
'Apoyar en el aporte de elementos teóricos y metodológicos desde una . las mujeres que
Promover el empoderamiento individual y colectivo de
perspectiva de género, en programas de desarrollo rural,
-.J"rr,. la forma-
ción y capacitación de mujeres campesinas e indígenas y la promoción,
les permita ejercer su ciudadanía'
la promoción
desa- El instituto lleva a cabo diversos Proyectos y acciones para
rrollo y seguimiento de proyectos productivos. idad de género' entre estos están:
de los derechos
. ' Apoyar en el Programa de Alfabeti zacrón y postalfabetización. Elabora- l. Accione ión de los derechos de las mujeres' me-
ción de materiales e impulso de programas de capacitación para
er trabajo y diante campañ mujeres y charlas de sensibilización y
aplicados a proyecros productivos.
' Impulsar la realizaciónde autodiagnósticos, elaborar y sistematizar diag-
nósticos de género.
. Promover el liderazgo y ejercicio de la ciudadanía de las mujeres.
266 ELsUEñoyr¡pRÁcrlc¡p¡sÍ INFORMACIÓNINSTITUCIONALSOBRELASORGANIZACIONESCIVILES26T
4 alizado en mujeres y género. Se dispo_ con el Consejo Consultivo del Inmujeres-DF ha tenido una incidencia
tanto
ne de temas para trabajar con mujeres; y|a en el diseño como evaluación programática del propio Instituto.
deos,
cuenta también con un Proyecto de Difusión que busca incidir en la
5. Desde el año 2001 se lleva a cabo el moniroreo y el análisis del presu+ opinión pública nsajes estereotipados hacia las mu-
puesto publico del Estado., además de estudios diagnósticos para conocer l4 contribui y no violencia hacia las mujeres de
¡eres y
situación de las mujeres; cios que proporciona el Inmujeres-
.r.r.rir" Ciudad,
6. Parala formación y capacitación en remas de género, políticas públicas, impresos
DF. Este proyecro se desarrolla mediante la producción de medios
liderazgo, derechos humanos, desarrollo, violencia de género y o,.o, ,.-* con-
r. institucionales, en enlace con los medios de comunicación, el monitoreo
organizan diplomados y la Escuela de liderazgo para mujeres organizadas.
tinuode información en medios impresos y electrónicos'
Thmbién se promueve el respeto y reconocimiento a los grupos de mujeres
mayormente discriminadas.
Instituto de las Mujeres del Distrito Federal ,
En 1999 se crea el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, como órgano
desconcenüado de la Secretaría de Gobierno del D.F. En enero de 2001, ,. fo*"--
lece el Instituto asignándole la operación y coordinación del Sistema de los
Cen-
tros Integrales de Apoyo a la Mujer (cr,rv), considerándolos como sus represen-
taciones operativas en las 16 delegaciones, ratificándolo formalmente en el
ticulo 205 del Reglamento citado y publicado enla Gaceta oficiat dzt Disnito
Federal. Asimismo, queda adscrito a la Secretaría de Desarrollosocial como un
creencia religiosa y posición política'
órgano desconcentrado, para, finalmente ser en 2002, constituido como organis. . Promoción de una cultura de no violencia, ausente de imágenes estereo-
mo público descentralizado con personalidad jurídica, patrimonio propio, auto-
nomía técnica y de gestión para el cumplimiento de sus objetivos y atribuciones. mujeres para que como Personas forma-
El Inmujeres-DF funciona a través de diversas direcciones administrativas y de interlocución con las instituciones'
operativas. Entre esras destaca la Dirección de fomento y concertación de accio- I desarrollo del trabajo, para mejorar su
nes' cuyo objetivo general es impulsar una estrategia institucional que permita
calidad de vida.
avanzar en la incorporación de la perspectiva de equidad de génerode manera . Promoción de la equidad de género y de una cultura de igualdad de
transversal en la formulación, diseño, roma de decisiones, implementación y
oportunidades.
evaluación de las políticas públicas en los ámbitos: ejecutivo, legislativo, judicij, . Desarrollo de la capacidad personal y colectiva de las mujeres' Para que
así como en el impulso de políticas públicas corresponsables con la sociedad
civil
que busquen erradicar la discriminación hacia las mujeres del Distrito Federal.
Para esto tiene un programa de Formación y capacitación a Servidora/es públi-
cas/os, que además de las tareas formativas y la elaboración de materiales, pre-
tende sistematizar y evahar las experiencias de sensibilización y capacitación.
otra verriente de trabajo implica Ia formulación e implementación de
estrategias de incidencia en la agenda pública y gubernamenial en correspon-
sabilidad con diversos acrores como son: la Asamblea Legislativa, organizacio-
nes civiles, dependencias gubernamentales, consejo consultivo del Inmu¡e-
res-DB etc., a fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de las mujeres del
Distrito Federal desde el ámbito legislativo, aún cuando el trabajo específico el trabajo con mujeres:
268 ELSUEñOyLApRrtcrtcADEsÍ
SOBRE LAS ORGANIZACIONES CIVILES 269
INPOR¡¡¡CIÓN INSTITUCIONAL
-
AsesoríaJurídica y Or mueve el conocimiento de on persp€c idad Y
los de¡echos de_las mujeres, I u parricipación equitativa Salud, Vio quios,
rrn de
en todos los ámbitos, a fin .,* posibiliten
que .^"¡i;l;..- el l¡
-t ejercicio foros, curs s de la
pleno de los mismos.
Consrruc promueve el ejercicio de los
- ciudadano
rechos
de_
su liderazgo y empoderamiento,
para fomentar su ciudadani.Á 1", d.-"..aciones
delegacionales. e in-
organizaciones de mujeres de los sectores populares, urbanos, campesinos
co y Thabajo. Fomenra el desarrollo económico de
, mu,
las
.
oportunidades en el mercado de trabajo, promo_
viendo gestiva y el respeto a sus derechos.
Desarrollo Personal y colectivo. Favorece el desarrollo integral
-
mujeres e incidir en su empoderamiento para mejorar su calidad
de las
de-vrda en el
ámbito individual, familiar y social.
Equidad en la Infancia y la Juventud. Fomenra las relaciones interper-
-
sonales de niñas/os y jóvenes en un marco de equidad y
democracia genérica.
Líneas de trabajo
difuntas.
l.Proceso educativo. El eje central de Mujeres para el Diálogo
es el
.,proceso
educativo" de las mujeres marginadas. Se brindan talleres en:"r\lfabetiáción
y
270 EL SUEÑO Y LA PRACTICA DE.sÍ
cas, etc.
-*:::;
mientos'
i1'"x';il":l':ifi;,";
Y Priorizar Problemáti-
l27r)
272 EL suEño yl-dpRAcTrcA DE sÍ HERRAMIENTAs oToÁcTTcRS DE PROYECTOS EDUCATIVOS FEMINISTAS 273
. casi todas las experiencias sistematizadas describen como récnicas cen financiera, situación personal, membresías en grupos religiosos, sociales, ciüles,
les para el desarrollo de su proceso aquellas que se trabajan en ..el
taller,,, r
erc. Esros indicadores implican condiciones particulares de vida, identidades
cribiendo algunas caracrerísticas de éstos (son participativos, permiten asignadas y dimensiones de la autodientidad, y se pide a cada integrante que se
aprendizaje significativo, promueven la reflexión individual, ,o.,
di.rá-i. presente y diga cómo está su autoestima, utilizando algunas de las claves o con-
recuperan el saber de las mujeres, sensibilizan, favorecen la discusión
grupa di"ion.r que están afectando positiva o negativamente la propia autoestima.
se forman círculos de reflexión para construir el conocimiento,
utilizan-técni Posteriormente, cada integrante escribe signos de su autoestima, lo que
cas vivenciales, analíticas, de animación), más no recuperan
los procedimien contribuye a elevarla y abqaia,lo que otras personas valoran de ella, lo que
tos concretos que forman parte de los talleres. señalan como defectos, lo que cada quien valora de sí misma y lo que conside-
En otros casos se alude a la elaboración de manuales, antologías y
orros ra defectos, sintetizando esto en un esquema de colores que permita ubicar
materiales didácticos como formas cenrrales de llevar a cabo .l p.Jy.cto
edu_
relaciones y conflictos entre la autopercepción y la percepción externa. Des-
cativo. pués se reflexiona y escriben cuáles son las "expectativas originarias de los otros
i-port".rt.r" sobre cada una, cuáles son las expectativas externas actuales, cuá-
les son las propias expectativas sobre cada una, y cuáles de esas se cumplen y
cuáles núm. Se trabaja en grupos para comentar y analizar las respuestas y aque-
llo que resulta interesante. En plenaria se analizan las coincidencias de género,
de edad o de otras condiciones; el aprecio de los otros a cualidades y exPecta-
tivas tradicionales en torno al género (el cuerpo, la sexualidad, la estética, la
moral, las prioridades en la vida, la ocupación), se discuten las corresponden-
cias y las discrepancias. Se analiza la relación entre esas expectativas y las iden-
tidades estereotipadas e institucionales, cómo se pueden transformar en man-
datos que forman la base de la autoidentidad, y cómo esos coexisten a otros
deseos propios que surgen de otras muchas fuentes de identidad y experiencias
vividas. Se hace un cierre con explicaciones sencillas sobre la autoestima desde
una PersPectiva feminista.
Los talleres feministas como se observa claramenre en este ejemplo, en un "taller feminista" se recu-
rre a la reflexión personal y colectiva, al apoyo en Preguntas concretas para hacer
Autoras como Marcela Lagarde (ídrm,6g y ss.) hablan de "talleres feministas',, un inventa¡io y un anlisis de la autoestima desde una PersPectiva feminista, reco-
espacios pedagógicos entre mujeres con intereses feministas,
y expone un con_ nociendo la propia experiencia e incluyendo principios básicos del feminismo'
junto de técnicas desarrolladas desde los talleres feministas
q,r. io-pr.rrd. .l El uso áe las fotografías se incluye en este tipo de talleres como testimo-
trabajo con fotografias, las autobiografias, las genealogí"r, l".,.rogáfía
de la
nio, como "abridoras" de la memori", y .o-o recurso etnográfico' es decir'
vida cotidiana, los invenrarios (de bien s, de r.curros, de sal,_,d,
de autoestima, para reconocer épocas, estilos y modos
etc.), los autorretratos, la escritura, etc. nales, etc. Pueden utilizarse para anali
autoidentidad, la autoesti ma, analiza
. Ilustro un ejemplo: En un taller de autoidentidad y autoestima se trabaja en
plenaria y con actividades de reflexión personal. La tallerista hace
en plenaria objetos, Ias actividades, los ámbitos, y
algunas preguntas que sirven p"r"..r-".."r claves sobre el estado de la autoesti- como del hecho de tener y guardar fot
y ruPturas entre
ma' Pregunta por el género, edad, condición sexuar, estado conyrrgal,
estado ciones de vida, relacion.r'pIrro.t"l.., tránsitos, continuidades
sexual ligado a la maternidad, lugar de origen, familias de origen,
clpacidades un
l^do""mbién't¿,-
creadoras, habilidades, con quién(es) viven, generaciones políiicrs,
.iu."tirras, ' han desarrol el
culturales o de cualquier tipo que marquen una significación especial, nic t"i* 0"" t*luYe la músic¿'
escola¡ habilidades Íísicas, ocupación, estado de salud, sitrració.,
formación
económica y ma ;;ltil'; "-ui¿" el uabaio
HERRAMIENTAS DIDÁCTICAS DE PROYECTOS EDUCAIIVOS FEMINISTAS 27'
274 ELSUEÑOYIAPRÁCTICADESÍ
cada movimiento. Después se pide que caminen como un "hombre estereoti- cas ti la conviven-
pado", que se imaginen que se encuentran con un amigo y lo saluden. Cierran cia y formaciones
los ojos y analizan esta nueva experiencia. Lo siguiente será caminar como una en las nuwas identid de vida''
"mujer estereotipada', se vive la experiencia emocional y psíquica, se encuen- Los temas son: I vidad como mujeres' la visión de gé-
tran a una amiga y la saludan. Se reflexiona sobre esta última experiencia y nero feminista, la co las mujeres, el feminismo' los cuales
punras y un clip en el extremo suelto del estambre), y se les pide que Pesquen
i" -"ft cantiiad posible de peces. Los "peces" son figuras de cartón con for-
la violencia, y un clip engan-
-a dá pes."do, qo. ti.nen escriro un mito sobre Los mitos son: "Las mujeres
.h"do .., l" boca para que puedan ser pescados.
somos buena, y lo, hombres agresivos por naturalezi',"La violencia
sexual
"Sólo las mujeres jóvenes y bonitas son vícti-
sólo la hacen los desconocidos",
"Las muieres no son violentas", "Sólo se golpea a
mas de la violencia social",
las mujeres pobres", "La ropa sucia se lava en casa"' etc'
¡,Á.1 ,"1¿r, se delimita un círculo o "lago" dentro del cual estarán los
peces
pesca enganchando los
y al cual no se puede entrar sino a través de las cañas' Se
Ia. i^y de los peces. lJna vez terminada la pesca, se hace una plenaria
.tip, d.
pescado,
.r, l" q,r. ,. 1..r, y discuten los mitos sobre la violencia que trae cada
cada partici-
a.ralizando si ese mito tiene fundamentos o núm. Posteriofmente
panr itos que le hlta tocado
Ieer, o Pueda leerlas' A ma-
jeres sobre laviolencia'
nera
mPortante cam-
sobre cómo se tiende a naturalizar la v
biar esa percepción para estar en condi
pios derechos'
violación de los
sobre las consecuencias de las acciones y decisiones, sobre la reparación del daño, Otra de las lecciones es sobre la
sobre las formas de regresar a la normalidad algunas situaciones con la pareja. derechos humanos' Su objetivo es "
tienen derechos en la esfera personal;
minación'. Se Pide al gruPo que Per
Demos razón a la esperanza. Cartilla para Ia educación ojos cerrados, que reflexionen que a I
en derecltos humanos de las mujeres, d¿ au¿s luchas e intentos de muchos pueblos
que se reconozcany resPeten los der
Esta cartilla describe 20 lecciones y lecturas sobre los derechos humanos de las que reflexionen si ya se ha logrado es
mujeres. Las lecciones son descripciones de sesiones temáticas en las que se recuerden una situación en la que a
hayan sido víctimas de la violación d
HERRAMIENTAS DIDÁCTICAS DE PROYECTOS EDUCAIIVOS FEMINISTAS 279
278 EL suEño y LA pnÁcrrc,r op sÍ
El manual Mis poderes y recursos fente a la uiolencia de género. equipo o individuales, prePa-
cuela o formación (clases, biblioteca, trabajos en
Manual de autoaplicación para mujeres jóuenes actiuistas, cuidado personal: alimentación (cuántas veces
ración de exámenes, tesis). 5.
de Elige, Red de Jóuenes por los Derecbos Sexuales y Reproductiuos o sustituirla por comida cha-
al día comes, si acostumbras saltarte una comida
t".r"), ej.rcicio, cuidado del cuerpo (masaje, mascarilla, manicure, peinado,
Este manual es de autoaplicación, es decir, se concentra en el trabajo
corte de cabello), visitas médicas para chequeo general y por algún
malestar
cada mujer activista puede leerlo y realizar a su propio ritmo los ejercicios
específico, descanso (dormir, meditar, terapia). 6. Relaciones
interpersonales
puestos. En este senddo, es una herramienta de reflexión feminista con técnicasr (familia, pareja, amistades). 7. Otra actividad'
muy distintas al resto de los materiales analizados pues no implica el desarrollo ' "f..ti'rr",
lJnavezllenado el registro, cada mujer analizacómo siente respeto a la
se
de un taller, ni el trabajo colectivo, aunque no excluye la posibilidad de conversar r' mayor
forma en que distribuye su tiempo, analizalos aspectos a los que dedica
y compartir con otras personas las ideas y emociones generadas. Una vez más que aquéllos aspecros que prácticamente no están en
,
cantidad de tiempo, Presentes
los cuestionamientos focalizados y los inventarios de recursos y actividades soq. diaria, semanal o Reflexiona sobre las razones que pueden
la rutina -..rr.ral.
sería una
explicar la distribución de su tiempo tal y como está, y sobre cuál
herramientas centrales para el trabajo personal, la autoexploración, el autoforta-,
lecimiento, etc., procesos que conforman las cuatro partes centrales del manual:
fo.ma de distribución de actividades más satisfactoria'
"Reconociendo quién soy'', 'Autocuidado y fortalecimienro de nuestros pode-
res", "Reconociendo la violencia y defendiéndonos", y "Diario de mis poderes".
Valoración 1t síntesis de las herrantienms didácticas
Cada parte tiene una introducción, una serie de ejercicios y unas lecturas
dc los proyectos educatiuos feministas
o explicaciones sencillas que ayudan a encuadrar las reflexiones y resultados de
cada ejercicio. a los re-
Si bien esta recuperación de técnicas no es más que un acercamiento
Uno de los ejercicios iniciales se llama "Mirándome al espejo". Consiste cursos concreros que permiten operativizar los proyectos educativos feminis-
en que "nos confrontemos con ruestra imagen en el espejo, a fin de que des- y también'
tas, no cab. d.rda qu. h"y urr" gran riqueza en estas herramientas'
cubramos lo que esta imagen dice .le nosotras. Cuando nos acostumbramos a lo que las hace potenciales y útiles
que es su inserción en ,rlr pro..ro feminista
vernos, perdemos el miedo y encontrámos todas las cosas que hay más allá de
para estos proyectos.
la primera imagen'. descri-
Encuentro que muchas de estas técnicas, mencionadas al inicio y no
Se propone un lugar y un tiempo tran<ruilos y sin interrupciones en don- juegos, traba-
tas con detalle, .onlo lo, sociodramas, autodiagnósticos, collages,
de haya un espejo de cuerpo enrero en el que la mujer pueda verse completa. jo en equipos, lecturas, etc., si se sacan del contexto de trabajo feminista' po-
Se pide que trate de mirarse durante 5 minutos por lo menos, concentrándose
á.i"r, p....rr.cer al bagaje de la educación para la paz' de laeducación popular
en lo que ve, en cada rasgo físico, y en lo que esa imagen expresa (miedo, feli- técnicas grupales
o incluso aparecer ..r ..r.lql.,i.r" de los múltiples manuales de
que se han d.sarrollado para
cidad, seguridad, angustia, etc.), y que luego se acaricie suavemenre y cierre los articipativo'
Aunque reconozco una gran c
ojos, tratando de guardar esa imagen en la mente. Para terminar se escriben o o de recrea-
ción de esas herramientas compartidas
se platican con otras personas los sentimientos mientras se miraba en el espejo, feministas'
BIBLIOGRAFIA
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EL sueño y prticüca dz
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Pe dago gta feminit ta : una