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Lo que hay dentro de nosotros es lo que sale a relucir en determinados momentos de la vida.

Recuerdo haber visto en una tienda una bebida muy conocida, analizando comprendí que el
precio que yo cancelaba por esa bebida no era por el envase sino por el contenido. De la
misma manera nuestra vida no es valiosa por lo que aparentamos ser por fuera sino lo que
somos por dentro. Se dice que tenemos tres personalidades:

- Lo que creemos ser

- Lo que aparentamos ser y

- Lo que en realidad somos.

La vida integra, es aquella que manifiesta lo que es en todo lugar. Donde quiera que nos
encontremos es importante que seamos los mismos, el mundo está necesitando hoy en día
personas integras, que no cambien no importando el lugar donde se encuentren.

“El perico donde quiera es verde” es una frase que más de alguna vez hemos escuchado y que
resume lo que en si es la “integridad” no importando el lugar donde te encuentres, las
circunstancias que te rodeen o las personas con quienes compartas, tu seguirás siendo el
mismo si has aprendido a dedicar tu vida a Dios en todas las áreas.

La biblia dice claramente: “Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo. 1ª Tesalonicenses 5:23”. Es importante que rindamos nuestra vida por
completo a Dios para poder vivir de una manera íntegra.

El espíritu es lo que Dios ha soplado en nosotros, no podríamos ser felices si no conectamos


nuestro espíritu con Dios, el alma es el lugar donde se concentran todas nuestras emociones,
sentimientos y pensamientos. El cuerpo es el lugar donde el espíritu y el alma habitan,
nuestros órganos, sistemas y demás. El deseo de Dios es que en estas tres áreas nos
apartemos para él, si nuestro espíritu se conecta con Dios, automáticamente rendiremos
nuestros pensamientos a su voluntad, entonces cambiaremos nuestra forma de sentir y
actuar, todo este cambio se reflejará por fuera, en el cuerpo. Dios nos ha llamado a ser
ejemplo, si preguntáramos a alguien hoy ¿te gustaría ser como yo? ¿Cuál sería la respuesta
que recibiríamos? Debemos estar conectados con Dios en todo tiempo, como resultado
nuestra vida no será igual y las personas querrán imitarnos.

El deseo de Dios es que aprendamos a mantenernos puros y agradándole en todas las áreas
de nuestra vida, pero esto no podrá ser si no trabajamos en someter nuestro interior a su
voluntad. Como resultado de someter todo lo que no ven los demás a Él, nuestro exterior
será diferente y marcaremos la diferencia donde nos encontremos, si hemos aprendido a
obedecer a Dios cuando nadie nos ve, lo podremos hacer cuando muchos nos rodeen.
Hoy en día se necesita gente convencida de hacer la voluntad de Dios, que actúe por
convicción no por emocionalismo.

El secreto para vivir en integridad es saber que vivimos en Presencia de Dios, donde nos
encontremos Dios siempre está observando nuestra forma de actuar, es un reto que seamos
los mismos donde quiera que estemos, esto es integridad, no vivir de apariencias.

Dios está levantando una nueva generación de jóvenes valientes dispuestos a marcar la
diferencia, demostrando que la vida cristiana no es religión sino relación y como resultado de
esa relación, una vida ejemplar. Estoy convencido que Dios te está llamando a ser parte de
esta generación ¿Aceptas el reto?

Una palabra de Dios para ti: “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la
tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos”.
Isaías 44:3, estoy plenamente seguro que Dios derramara su Espíritu sobre tu vida, eres parte
de esta nueva generación que Dios va a levantar para hacer obras que otros ni han
imaginado.

Dios te bendiga grandemente y te reto a vivir, no solamente existir… y solo se puede vivir
cuando Dios es el dueño y Señor de tu vida.

Tú amigo y hermano: Heber Aguilar.


¿Quieres en verdad conocer a Dios, y vivir una Vida Nueva?
Necesitas “Nacer de Nuevo”

“Nuevo Nacimiento”
Juan 3:3-10 —De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de
Dios —dijo Jesús. ¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? Preguntó Nicodemo.
¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer? Yo te
aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios —
respondió Jesús— Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu. No
te sorprendas de que te haya dicho: “Tienes que nacer de nuevo.” El viento sopla por donde
quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con
todo el que nace del Espíritu. Nicodemo replicó: — ¿Cómo es posible que esto suceda?
10 “Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? Respondió Jesús”

Pasos para el nuevo nacimiento:


Conciencia, ------- convicción, ------- arrepentimiento, -------- confesión, decisión, ------- Bautismo
en agua y en el Espíritu----

Herramienta indispensable: Humildad


 Conciencia,
Isaías 37:28 »”Yo sé bien cuándo te sientas, cuándo sales, cuando entras, y cuánto ruges
contra mí.
Toda persona debería tener conciencia de su situación frente a Dios. Somos
consecuencia de pecado, hemos nacido en pecado y como resultado practicamos o hemos
practicado el pecado. No hay justo ni aun uno… No hay nadie aparte de Jesús; que no haya
nacido en estas condiciones.
El pecado cauteriza tu conciencia para que no reconozcas tu condición. Utiliza el orgullo y la
soberbia para disfrazar la verdadera condición humana sin Dios, con una falsa imagen de ti
mismo. Cuando tienes verdadera conciencia de tu condición sin Dios, esta se vuelve
insoportable, molesta y quieres a toda costa cambiarla. Deshacerte de ella lo más pronto
posible.
 Convicción:
Salmo 51:3-5 Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra
ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es
justa, y tu juicio, irreprochable. Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi
madre.
Luego de tomar plena conciencia de tu condición, debes convencerte que esa condición
no es buena, que es sencillamente mala. Que no solo te hace actuar mal sino que te llevará al
fracaso. Debes estar convencido que NO la quieres.
La vida en pecado es un mal negocio que nos lleva a una vida limitada, frustrada y a
finalmente a la destrucción. Debes convencerte plenamente de que el mundo no puede
ofrecerte nada verdadero, nada puro, nada envidiable, nada correcto, absolutamente nada
que merezca la más mínima atención. Si estas plenamente convencido podrás acceder al
nuevo nacimiento, de lo contrario sólo tendrás una vida de religiosidad, donde
lamentablemente muchos se encuentran.
 Arrepentimiento:
Salmo 51:7-10 7 Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la
nieve. Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado.
Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad. Crea en mí, oh Dios, un corazón
limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu.
¡Ya no quiero vivir así! ¡Me arrepiento de vivir así!... solamente quien está en plena
conciencia de su condición y está convencido que no es la correcta puede sentir la angustia
de continuar un segundo más en la misma situación. El arrepentimiento es la llave a la
libertad, es cuando rotundamente ya no quieres, ya no soportas vivir en pecado, anhelas
cruzar la línea, cruzar la puerta y cerrarla tras de ti y no volver nunca más ni siquiera a ver
hacia atrás. El arrepentimiento es la llave a la plena libertad. Es la puerta a una vida, mente y
corazón nuevos.
 Confesión:
Romanos 10:8-11 ¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en
el corazón.» Ésta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús
es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.
Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado
¿De qué te sirve estar plenamente consciente, convencido y arrepentido si no lo confiesas
con tu boca? Dios quiere escucharlo, el diablo debe escucharlo y tú mismo necesitas
escucharlo. Cuando vas a comprar algo no basta con que lo pienses, debes pedirlo hablando.
Cuando necesitas de atención no basta con pensarlo tienes que decirlo. Cuando alguien te
hace sentir incómodo no se enterará a menos que, usando tu voz lo digas; cuanto más
importante y necesario es que confieses a viva voz tu pleno arrepentimiento, para que seas
perdonado y tus pecados borrados para siempre. “Señor, ya no quiero vivir así”, “Me
arrepiento de vivir así”, “Quiero voluntariamente cambiar de vida” “Quiero que mis pecados
y mi vida de pecado sea quitada de mí” “Quiero liberarme de la maldición del pecado”
“Quiero vivir la vida nueva que tú me ofreces por el precio que Cristo pagó en la cruz”
“QUIERO NACER DE NUEVO Y SOLO TU DIOS LO PUEDES HACER” “DECIDO QUE JESÚS HOY
SEA EL SEÑOR DE MI VIDA” “DESEO QUE TU SEÑOR, GOBIERNES MI VIDA”; a VIVA VOZ.
 Decisión:
Proverbios 20:8 Cuando el rey se sienta en el Trono de juicio, con su sola mirada barre toda
maldad.
Decido, y hago consciente y voluntariamente hacer a Jesús El Señor de mi vida, le pido que
se siente en el trono de mi corazón para que él tome el control de toda mi vida. Y decido
radicalmente no volver al pecado…
 Bautismo en agua y en él Espíritu:
Juan 3:5-7 —Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios —respondió Jesús—. Lo que nace de la carne es carne; lo que nace del Espíritu
es espíritu. No te sorprendas de que te haya dicho: “Tienes que nacer de nuevo.” El
bautismo en agua es un acto de obediencia, Cristo mismo pidió ser bautizado. Mateo 3:13-
15
 El Bautismo En El Espíritu Santo
Hechos 1:5. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con
el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Hechos 1:8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis
testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra

-El Espíritu Santo es el encargado de nuestro desarrollo y perfección

1ª Tesalonicenses 5:23 Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y
conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo— irreprochable para la venida de nuestro
Señor Jesucristo.
Luego del proceso del “Nuevo Nacimiento” debes ser discipulado y pasar por el proceso de:
Restauración, Renovación, Transformación; para ser:
Un “Nuevo hombre”
Creado a imagen y semejanza de Dios. Piensa, habla y vive como Jesús.
Cuando se ha nacido de nuevo, se es nueva criatura y Nuevo Odre; Dios vaciará en ti Su
Unción y el vino nuevo de su presencia, Y esto te llevará a ser un nuevo Hombre para cumplir
con el Propósito Divino: “La gran comisión”
AMOR

El amor es el que da sentido a todo lo que hacemos, cuando realizamos una actividad por
amor y con amor los resultados son mejores, amar no es solamente un sentimiento sino una
decisión. Hoy en día el término amor está muy desgastado y pocos en realidad lo practican
como debe ser, hablamos de que el amor es una decisión tomando el ejemplo del
matrimonio, cuando una pareja decide casarse promete amarse, en la salud y la enfermedad,
en la riqueza y en la pobreza, en la abundancia y la escasez, podemos decir entonces que el
amor no depende de las circunstancias, pues muchos esperan tener las mejores respuestas y
los mejores tratos para entonces poder amar pero el amor que Jesús nos invita a compartir,
no es un amor que solo se dice de labios sino se demuestra con acciones concretas, es un
amor incondicional, como el que Él nos mostró a nosotros. Podemos decir entonces que el
amor consiste más en dar que recibir, pues según una definición de amor “Es un sentimiento
de desear siempre el bien a la persona que se ama” partiendo de este principio es muy
importante que como cristianos aprendamos a desear siempre el bien a todas las personas
con las que nos relacionamos, tanto nuestros amigos, como también si en algún momento
alguien se declara nuestro enemigo, es nuestra obligación poder amarle, así es como
demostramos que en realidad Dios mora en nosotros, pues no podemos decir que amamos a
Dios a quien no vemos si no podemos amar a nuestro prójimo a quien si podemos ver.

Veamos tres tipos de amor que debemos manifestar:

1- AMOR A DIOS

Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
(Deuteronomio 6:5)

Para poder amarlo en primer lugar es importante reconocerlo como “nuestro Dios” cuando
tenemos esa relación con él, reconociendo que es nuestro Dios podemos entonces
entregarnos completamente. (Lo que nos enseña este versículo), entregar nuestra mente, es
decir nuestros pensamientos para rendirlos a su voluntad, pero también, entregar nuestra
alma, nuestras emociones, sentimientos para que Él sea quien guie nuestra forma de actuar y
por último amarlo con todas nuestras fuerzas. Esto representa entregar nuestro cuerpo para
que él sea quien lo gobierne y así mantenernos puros, me llama la atención algo que quiero
que recordemos siempre, Dios nos pide “todo” no podemos entregarnos a él a medias, pues
el amor es entregarse por completo, ya hemos aprendido que amar es sinónimo de dar, hoy
en día es muy fácil escuchar como muchas personas dicen a Dios “te amo” pero no lo
demuestran con su forma de vida, la mejor manera de demostrar nuestro amor a Dios es
rindiendo “TODO” a Él.
2- AMOR A NOSOTROS MISMOS

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad,
pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. (1ª Corintios 6:19)

Es imposible que podamos amar a los demás si no nos valoramos nosotros mismos, es
importante amarnos, es la forma de demostrar que amamos a Dios pues estamos creados a
su imagen y su semejanza. Si sometemos nuestra vida a la voluntad de Él estamos
demostrando que deseamos lo mejor para nosotros, sabemos muy bien que quienes viven
como a Él le agrada son bendecidos y quienes no lo hacen son castigados. Amarnos es
sinónimo de cuidarnos y velar por todo aquello que permitimos ingresar a nuestra mente,
nuestro corazón y nuestro cuerpo, debemos cuidarnos siempre y valorar que somos el
templo del Espíritu Santo y que nuestro cuerpo es un regalo de Dios.

Aquél, respondiendo, dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo”. (Lucas 10:27)

El mandato que Dios nos ha dado es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, pero
si no nos valoramos como personas y no nos amamos, ¿cómo podríamos amar a los demás?
No podemos dar de aquello que no tenemos, en primer lugar debemos amar a Dios pues él
es amor y como consecuencia nos amaremos, valorando que somos su imagen y semejanza,
el amor comienza por nosotros para luego compartirlo con los demás.

3- AMOR A TODOS

Esto os mando: “Que os améis unos a otros”. (Juan 15:17)

Luego de tener una relación estrecha con Dios rindiendo todo a Él y de aprender a valorarnos
por lo que somos y cuidar todas las áreas de nuestra vida, podremos entonces practicar lo
que se nos ha mandado, amarnos unos a otros. Me llama la atención que como en la mayoría
de cosas que Dios nos pide hacer no dice: “Esto les sugiero: si quieren y pueden ámense unos
a otros” al contrario el amar a los demás es un mandato que Dios nos ha dejado y al cumplirlo
estamos demostrando que en realidad le amamos porque le obedecemos. Es muy fácil amar
a aquellos que nos corresponden, es igual de fácil amar a aquellos que merecen según
nosotros nuestro amor, pero Jesús enseño que esto cualquiera lo podía hacer, el reto es que
manifestemos amor a todos aquellos que nos rodean sin importar religión, cultura, edad,
profesión, etc. porque ante Dios todos somos iguales. Si hacemos esto podremos entonces
considerarnos hijos de Dios pues estamos viviendo conforme a su voluntad y andando como
el anduvo, amando a nuestros amigos, pero también a aquellos que en algún momento nos
han considerado sus enemigos, amar a todos por igual. Es un reto, no dice que será fácil,
Obedecer lo que Dios nos pide no siempre es fácil pero siempre será lo mejor y la única
opción que tenemos aquellos que le amamos con el corazón.

CONCLUSIÓN

Al estudiar a grandes rasgos sobre el amor nos surge una pregunta ¿Estamos amando de
verdad? Hoy en día hay muchas personas necesitadas de amor, nosotros que decimos tener
la verdad y conocer en realidad a Dios, somos los que estamos obligados a compartirles ese
amor, en un mundo donde lo que más vemos es odio, rencor, resentimiento y muchos
sentimientos negativos es tiempo de brillar como hijos de Dios manifestando amor a
aquellos que tenemos a nuestro alrededor.

Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por
tanto, te prolongué mi misericordia. (Jeremías 31:3)

Dios te recuerda hoy, que el amor con el que te ha amado y te sigue amando es eterno, por
esa razón es que su misericordia nunca se ha apartado de tu vida, ahora la pregunta es
¿Cómo correspondes a ese amor? La mejor manera de corresponder a ese amor es
obedeciendo lo que Dios nos pide y compartiendo el amor que él ha puesto en nuestros
corazones con aquellos que aún no lo han experimentado.

“NADA NI NADIE TE PODRÁ APARTAR DEL AMOR DE DIOS”


GOZO

El gozo es una virtud que produce el Espíritu Santo en nosotros, es el resultado de depositar
toda nuestra confianza en Dios, se diferencia de la felicidad en que no depende de las
circunstancias externas, sino que está determinado por lo que Dios ha hecho en la vida de las
personas. Muchas veces vivimos con falta de gozo porque centramos toda nuestra atención
en los problemas que nos rodean y no en todo lo bueno que Dios ha sido con nosotros.

Recuerdo el tiempo en que me aleje de Dios; aunque aparentaba estar feliz y compartir con
mis amigos momentos de mucha aparente alegría, dentro de mi sabía que ya nada tenía
sentido, decidí regresar al camino que un día abandone y entregar por completo mi vida a
Dios. El gozo que infundio el Espíritu Santo en mí aún permanece hoy después de muchos
años. No necesitamos una buena noticia para ser felices, la mayor noticia que podríamos
recibir es saber que Dios nos ama, tiene cuidado de nuestra vida y nunca estaremos
desamparados.

¿QUÉ ES?

1- UNA SEÑAL DE QUE ERES DISCIPULO

“Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.” (Hechos 13:52)

Cada día en nuestras reuniones de iglesia vemos manifestaciones del Espíritu Santo, muchas
veces he escuchado a personas decir, hoy la Presencia estuvo especial, Dios nos llenó
grandemente, pero llega el día lunes y como que ese fuego que en algún momento se
encendió, se vuelve a apagar. Una de las señales más grandes de que Dios habita en nuestros
corazones es estar siempre gozosos, en todo momento, pero ¿Cómo puedo hacerlo si en
algún momento enfrentamos problemas? Siempre he repetido esto: “Está bien que vivan
preocupadas las personas que no confían en Dios y que no tengan gozo, porque no tienen quien
les defienda cuando enfrenten adversidades porque “aparentemente” están solos sin que nadie
cuide de ellos, pero los que amamos a Dios y decimos tener una relación con él, debemos estar
gozosos, sabiendo que Dios es quien pelea las batallas por nosotros.”

2- UNA SEÑAL DE QUE CONFIAS PLENAMENTE EN DIOS

Y se dirá en aquel día: “He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es
Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.” (Isaías
25:9)

Cuando confiamos plenamente en Dios, tenemos gozo, pues las circunstancias que
atravesamos no nos preocupan. Si sabes plenamente que aunque estés en problemas hay
alguien que va a sacarte de ellos ¿Por qué estar preocupado? ¿Por qué perder el gozo? Sería
algo ilógico. Me llama la atención David cuando llegó a ver cómo el ejército de Israel era
Intimidado por un filisteo llamado Goliat, él no se preocupó, ni tuvo temor porque confiaba
plenamente en que Dios les daría la victoria, infundió ese gozo y positivismo a los demás,
porque luego de que él venció al gigante todo el ejército Israelita persiguió a los filisteos y los
mató. En un mundo donde cada día las personas pierden la fe y se vuelven más negativas, es
tiempo de brillar mostrando un gozo que es resultado de confiar plenamente en Dios,
sabiendo que él nunca falla.

¿CÓMO OBTENERLO?

COMUNIÓN CON DIOS

”También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y
nadie os quitará vuestro gozo”. (Juan 16:22)

Cuando Jesús se estaba despidiendo de sus discípulos antes de ascender al cielo les dijo este
texto, que aunque él se iba pronto lo iban a ver de nuevo, ¿Cómo? Por medio del Espíritu
Santo, teniendo un encuentro con El. Cuando tenemos tiempo de oración e intimidad con
Dios el gozo que hay en nuestro corazón se renueva y nadie puedo quitarlo. Recuerdo hace
un tiempo haber pasado un proceso un tanto difícil, humanamente había tristeza en mi
corazón, confiaba en Dios y sigo confiando en él, pero las dificultades eran muchas, me
interne en mi cuarto para tener un tiempo de intimidad con Dios, ahí El me fortaleció, Salí
renovado, sin temor y con gozo sabiendo que él estaba en control de todo.

“Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”.
(Juan 15:11)

El gozo que Dios da nadie lo puede quitar, porque es una convicción de que él obrará en
favor nuestro y no fallará, las promesas de Dios por medio de su palabra, el tiempo en
intimidad con El y una plena confianza en su poder, nos ayudarán a mantenernos siempre
gozos.

¿DÓNDE MANIFESTARLO?

EN LAS PRUEBAS

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”. (Santiago 1:2)

¿Cómo es posible estar gozosos en medio de las pruebas? Si cuando las estamos atravesando
es cuando humanamente más nos preocupamos y estamos afanados, se preguntarán
muchos. Porque cuando alguien tiene una plena confianza en Dios, se goza sabiendo que
después de la prueba viene una gran recompensa, las pruebas nos sirven para ir a un nuevo
nivel, alcanzar nuevas bendiciones, ser promovidos. ¿Por qué alguien se sentiría triste al
Pasar pruebas si las ve de una manera positiva? Veamos nuevamente el ejemplo de David: El
Rey había prometido darle riquezas, su hija y eximir de impuestos a aquel que venciera al
gigante llamado Goliat, seguramente esto animó aún más a David y aunque la prueba para
muchos era casi imposible, el vio más allá de la dificultad (Goliat) y se enfocó en las
bendiciones que vendrían si lograba derrotarlo (la hija del Rey y todas las demás
bendiciones).

Esto seguramente hizo que David no perdiera el gozo sino al contrario se atreviera aún más a
enfrentar al gigante. Si confías plenamente en Dios tienes gozo en medio de las pruebas
porque sabes que la victoria ya está asegurada. Recuerda que somos más que vencedores,
hubo alguien que ya pago un precio para que nosotros vivamos en victoria, si confiamos en El
y en su poder las pruebas nos van a parecer simples exámenes para pasar a un nuevo nivel.

CONCLUSIÓN

Es importante que cada día dediquemos un tiempo para conocer aún más a Dios por medio
de su palabra y tiempos de oración que son sinónimo de pláticas íntimas con él, esto dará
como resultado que confiemos plenamente en sus promesas, su palabra y su poder.
Obviamente viviremos gozosos sabiendo que mayor es el que está con nosotros, que
cualquier dificultad que tengamos que atravesar en la vida.

Luego les dijo: “Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen
nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de
Jehová es vuestra fuerza.” (Nehemías 8:10)

Este texto nos anima a disfrutar la vida, sabiendo que Dios es nuestro protector y quien cuida
siempre de nosotros, el gozo del Señor es la fuerza que moverá nuestra vida aún en los
momentos más difíciles, recuerda “El gozo del Señor es nuestra fuerza” el gozo viene del
Señor, solo lo tendremos nosotros si estamos en constante comunión con él.
PAZ

Luego de muchos años de conflicto armado en Guatemala, en diciembre de 1,996 fueron


firmados los Acuerdos de Paz. Esta solo es una de las muchas pruebas que existen que la
gente hoy en día está buscando tener paz, como un producto que se puede adquirir o un
sentimiento que se debe manifestar, pero en realidad la paz es una decisión, debemos
decidir estar en paz a pesar de las circunstancias.

Hace algún tiempo escuché a una persona enferma decir lo siguiente:

“Si la enfermedad que tengo no es de muerte porque preocuparme, tiene solución”… y luego
añadió, “…pero si la enfermedad que tengo es de muerte y ya no puedo cambiar nada estaré
igual de tranquilo Dios ya decidió cuando quitarme la vida”. La mayoría de veces no tenemos
paz porque no aprendemos a descansar en el Señor y nos enfocamos más en las dificultades
que en su cuidado. La paz también es resultado de tomar buenas decisiones, si hacemos lo
correcto tendremos paz porque no tendremos temor de malas consecuencias pues hemos
actuado de una buena manera. Es importante que hoy en día en un mundo donde las malas
noticias están a la orden del día nosotros manifestemos paz, pues es una de las formas de
testificar que descansamos en Dios sabiendo que su cuidado nunca nos falta.

LA PAZ DEBE SER UNA FORMA DE VIDA



Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y
vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros”. (2ª Corintios 13:11)

Estar en paz debe ser un estilo de vida para nosotros, recuerdo que en casa hace algún
tiempo no podíamos estar en paz, cuando todo estaba calmado muchas veces era mi papá el
que iniciaba peleas y cuando él no estaba yo me encargaba de que los problemas no faltaran,
pero decidimos entregar nuestras vidas a Dios de una manera genuina, luego de un tiempo
de aprender a descansar en El, hoy en nuestro hogar podemos respirar la paz todo el día, se
cumple lo que dice la palabra: el Dios de paz y amor está con nosotros, porque hemos decidido
estar en paz. No digo que no tengamos problemas, pero ya no son causados por nosotros
mismos y a pesar de estas dificultades hemos tomado la decisión de descansar en el Señor,
no preocuparnos pues con ello no resolvemos nada y como consecuencia estamos en paz.
No es posible que hasta que una persona muere se dice: “descansa en paz” podemos vivir en
paz si así lo decidimos.

¿CÓMO OBTENERLA?

1- DIOS NOS LA DA

“Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos
vosotros”. (2ª Tesalonicenses 3:16)
Muchas veces buscamos tener paz, de diferentes formas, pero la única fuente de paz es Dios
y es a Él es a quien debemos acudir para obtenerla. Siempre me he considerado un poco
exagerado para las circunstancias que tengo que atravesar, es increíble como al iniciar mi
relación con Dios yo mismo me asombraba que al pasar por dificultades tan fuertes,
permanecía con una tranquilidad que no entendía, yo mismo me decía: “pero si yo no soy así”
,“mi reacción debió haber sido otra”, entendí que Dios nos da paz cuando aprendemos a
depositar nuestras vidas por completo a Él y dejando que sea quien dirija nuestros pasos. Es
mi deseo y mi oración que el Señor de paz, les dé siempre paz de todas las formas posibles.

2- ESTANDO BIEN CON TODOS

“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”.
(Romanos 12:18)

Vienen a mi mente dos dichos que de niño me recordaban a menudo: “el que nada debe,
nada teme” “el que está limpio no necesita jabón”, ¿Qué querían decirme? Si hago las cosas
bien no tengo porque estar con temor, la mayoría de personas no tiene paz porque están en
problemas que ellos mismos se han buscado. La palabra dice: en cuanto dependa de
vosotros, estad en paz con todos los hombres. La mayoría de veces estar bien con los demás
depende de nosotros mismos, si tenemos una actitud de humildad ante las ofensas, si
cuidamos nuestra forma de hablar, evitando ofender con nuestras palabras lograremos tener
paz pues no temeremos de nada.

“Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela”. (Salmos 34:14)

Un consejo que mi papá me dio de niño para tener paz fue el siguiente: “Cuando te
encuentres entre gente problemática lo mejor que puedes hacer es: oír, ver y callar”. Cuando no
actuamos de esta manera nos vemos inmersos en problemas, una de las formas de tener paz
es apartándonos del mal pero también haciendo el bien, todo aquello correcto que hagamos
demuestra que estamos buscando la paz y siguiendo un camino diferente.

3- ENTREGANDO TODO A DIOS

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:6-7)

Hay circunstancias que están fuera de nuestro alcance y no podemos cambiar por nuestras
propias fuerzas, son ellas las que muchas veces nos causan afán, ansiedad y nos roban la paz.
Existen dos principios importantes que debemos aprender en este punto:
1. Debemos aprender a entregar todo a Dios, Jesús dijo que los que estaban cargados y
cansados debían acercarse a él para obtener descanso, sin duda alguna todas las
cargas nos impiden en algún momento estar en paz, entregar a Dios todo por medio
de la oración exponiendo a él claramente nuestras peticiones nos ayuda a
despojarnos de toda carga con la que estemos luchando.

2. Debemos dar gracias, esto nos abre las puertas para muchas más bendiciones pero
también es una muestra de seguridad, confianza en que Dios ya está obrando en
favor nuestro. Como resultado vendrá la paz de Dios que sobre pasa todo
entendimiento. La prueba o dificultad quizás aún siga ahí, pero la paz que Dios nos da
es resultado de esa confianza que tenemos de que El obrará de una manera
sobrenatural en favor nuestro. Vivir con afán y ansiedad, es una forma de negar a
Dios, quien vive con esa actitud está diciendo: “Dios seguramente no podrá resolver mi
problema, por esa razón yo vivo preocupado”, aprendamos a descansar en El, pues
nada les falta a los que en él confían.

CONCLUSIÓN

Podremos decir entonces que estar en paz es una decisión que debemos tomar. Declara hoy:
“Yo decido estar en paz a pesar de las circunstancias”, que nuestra oración siempre sea
pidiendo porque Dios nos llene de paz, pero también es importante que actuemos de una
manera correcta evitando estar en problemas porque así entonces viviremos tranquilos y
confiados. Si aún hay situaciones que nos roban la paz es importante que las entreguemos a
Dios, recordemos que El nos llena de la paz que sobre pasa todo entendimiento cuando
descansamos en sus cuidados y sus promesas.

“Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo”.

(Isaías 32:18)

Declaro sobre tu vida que donde quiera que te encuentres, será una morada de paz, la paz de
Dios llenara tu hogar, disfrutara toda tu familia de este regalo, Dios te llena de seguridad,
para vivir confiado y descansarás de todo aquello que te ha agobiado si depositas todo en El.
PACIENCIA

La mayoría de los jóvenes arruina los mejores planes de Dios para su vida por no saber
esperar el tiempo correcto, hoy en día vemos como todo en el mundo es rápido, comida
instantánea, la velocidad del internet, de todo lo que emprendemos queremos ver
resultados inmediatos, nos cuesta poner en práctica la paciencia. Muchas veces pareciera
que repetimos la oración que en determinado momento hizo una persona “Señor dame
paciencia, pero dámela ¡ya!”.

La paciencia es muy importante para poder ver realizados nuestros sueños, veamos algunos
ejemplos: El sembrador, espera con paciencia hasta poder ver como la semilla brota y luego
de otro periodo de tiempo da sus frutos, la mujer que espera con ansias el nacimiento del
hijo que tanto ama, espera con paciencia nueve meses hasta poder tenerlo entre sus brazos.
La mayoría de trabajo y esfuerzo que realizamos no rendirá sus frutos inmediatamente por
eso es importante desarrollar paciencia, y esto solo lo lograremos a través de procesos que
Dios nos permite vivir, ya que la misma no viene como un don que automáticamente cae
sobre nosotros y ya somos pacientes, es un trabajo diario, es una virtud que debemos
ejercitar constantemente.

¿CÓMO OBTENERLA?

1- PRUEBAS

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia”. (Romanos 5:3)

¿Quién quiere salir rápido de las pruebas? Creo que todos responderíamos yo, al inicio del
ministerio, pase un año con problemas físicos, por ningún medio logramos entender que era
lo que en realidad me aquejaba, una de las situaciones que más me desespera en lo particular
es estar enfermo, no me agrada el hecho de estar en cama y mucho menos poder soportar
dolores. Mi oración casi todos los días era pidiendo ayuda a Dios para salir lo antes posible de
esta dificultad, por más que ore, no obtuve respuesta. Entendí entonces que Dios me estaba
formando para ser paciente. Luego de un año todo pasó, la paciencia no viene de manera
automática, es el resultado de procesos donde Dios nos permite estar para formarnos.

“Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. (Santiago 1:3)

Muchas veces Dios puede utilizar, la cola en un banco, el tráfico de tu ciudad, o personas con
las que por alguna u otra razón tendrás que tener “demasiada paciencia” para poder
formarte, en estos procesos lo mejor es no quejarnos, sino agradecer sabiendo que a los que
aman a Dios, todas, absolutamente todas las cosas les ayudan para bien.
2- COMUNIÓN CON DIOS

“Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según


Cristo Jesús”. (Romanos 15:5)

Cuando tenemos una comunión con Dios, aprendemos a ser pacientes. Para quienes me
conocen saben que soy muy activo, me cuesta demasiado trabajo estar quieto, muchas
veces Dios me ha tenido que parar, enseñándome que aún no es el tiempo para hacer ciertas
cosas. Es importante tener una relación con Dios, pues nos llegamos a parecer a aquel con
quien nos relacionamos demasiado, el Dios de paciencia nos dará a nosotros paciencia
conforme pasemos más tiempo con él.

¿PARA QUÉ LA NECESITAMOS?

1- PARA DESARROLLARNOS CORRECTAMENTE EN TODAS LAS ÁREAS DE LA VIDA

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,
despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera
que tenemos por delante”. (Hebreos 12:1)

La mayoría de personas tiene la idea de que las carreras son ganadas por aquellos que son
rápidos y se apresuran por ir a la meta. En la experiencia deportiva que Dios me permitió vivir
aprendí, que las carreras son ganadas por aquellos que corren con paciencia, sabiendo
esperar el momento correcto para poder actuar, desarrollar toda la fuerza y así llegar en
solitario a la meta “más vale lento pero seguro” es un dicho que nos enseña que cuando
apresuramos las cosas tendemos a dar pasos en falso, que no nos llevan a lugares seguros.
Debemos aprender entonces a actuar con paciencia ante todo lo que tengamos que realizar
en la vida, por impacientes podemos arruinar los planes de Dios, por impacientes podemos
cerrarnos puertas, por impacientes podemos perder al amor de nuestra vida, simplemente
por no saber esperar.

2- PARA DESARROLLAR UNA BUENA RELACIÓN CON LOS DEMÁS

“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en
su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de
tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. (2ª Timoteo 4:1-2)

Al momento de relacionarnos con los demás es importante hacerlo con paciencia, durante
los años que he tenido la experiencia de estar al frente en diferentes actividades
desarrollando liderazgo he aprendido que no todas las personas harán las cosas como a mí
me gustaría.
Un día estaba molesto por algo que había delegado y que no había salido como yo
esperaba, en ese momento escuché la voz de Dios diciéndome algo que hasta me causo
gracia: “Heber si deseas que las cosas sean como tú quieres, no las delegues hazlas tu”, Pablo le
enseña a Timoteo, exhorta con paciencia, exhortar no es más que animar y retar a las
personas a mejorar su estilo de vida, esta tarea se debe realizar con paciencia pues todo no
va a cambiar en un abrir y cerrar de ojos, podemos resumir entonces que debemos ser
pacientes con los demás, porque no son iguales que nosotros, hablar con paciencia porque
no siempre nuestras palabras rendirán frutos inmediatos, no es fácil ser paciente con
personas que en algún momento se vuelven difíciles de soportar, pero recordemos cuanta
paciencia nos ha tenido Dios a nosotros, esto nos debe motivar a ser pacientes con los
demás.

3- PARA SER SALVOS

“Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas”. (Lucas 21:19)

Muchas personas se pierden de tantas bendiciones de Dios por no ser pacientes, se


desesperan en medio de los procesos y toman según ellos su mejor decisión, alejarse de Dios.
Se requiere de paciencia para ser salvos porque el camino que tenemos que recorrer no es
fácil, pero si aprendemos a depender totalmente de Dios, confiar en sus promesas y
avanzamos con paciencia seguramente llegaremos a la meta.

CONCLUSIÓN

La paciencia nos ayudará a obtener grandes victorias, Dios no todo lo hace a nuestro tiempo
ni cuando nosotros lo queremos, porque quiere enseñarnos a esperar confiadamente en él...

“Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”. (Salmos 40:1)

Confía en el Señor, espera en El con paciencia no importando las circunstancias que estés
atravesando, recuerda que Dios siempre tiene una respuesta, él nunca llega tarde, siempre
llega a tiempo.
BENIGNIDAD Y BONDAD

La benignidad y bondad tienen que ver con ese sentir interior de hacer el bien, producido por
el Espíritu Santo, con la diferencia de que la benignidad es algo interior, es decir una decisión
interna de hacer el bien y la bondad es la manifestación de lo que sentimos. Por ejemplo: si
en nuestro corazón tenemos el deseo de ayudar a los niños que viven en las calles o que son
forzados a trabajar, esto es benignidad, cuando llevamos, alimentos, compartimos con ellos
y les manifestamos el amor que hay en nuestro corazón esto es bondad. En otras palabras
una persona benigna automáticamente es bondadosa, se ve en la necesidad de compartir
con aquellos que no tienen. Hoy en día es muy importante manifestar esto que es parte de la
esencia de ser cristiano.

Muchas veces somos conscientes de la necesidad que nos rodea pero somos insensibles
pensando que las personas son culpables de la situación que están atravesando y que esto
no tiene nada que ver con nosotros, pero en realidad si queremos marcar la diferencia,
debemos pedirle a Dios que haga sensible nuestro corazón a las necesidades de los demás y
que en la medida de nuestras posibilidades podamos compartirles, muchas veces no tiene
que ser algo material simplemente dar de ese amor que hemos recibido de Dios.

Veamos algunas cualidades de una persona benigna y bondadosa, mismas que nosotros
debemos tener:

1- SIEMPRE HACIENDO LO BUENO

“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres”.

(Romanos 12:17)

Una persona benigna es aquella que está pensando siempre en hacer el bien no importando
de quien se trate, como resultado de esto no devolverá mal por mal sino todo lo contrario, es
difícil el poder devolver bien a aquellos que en algún momento nos han dañado pero es
importante hacerlo porque así estamos dando testimonio que somos cristianos no de
nombre sino de corazón. Devolver bien por bien es una tarea muy fácil, pero devolver bien
por mal es algo que solo lo hacen los valientes. Muchas veces nos preguntamos ¿Con quienes
debo ser bueno? La respuesta que nos da la palabra es “con TODOS” recordando también
que la palabra dice: “Que todo aquello que sembramos es lo que vamos a cosechar” si
nosotros aprendemos a sembrar lo bueno, cosecharemos lo bueno.

2- SENSIBLE A LAS NECESIDADES

“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las
palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. (Hechos 20:35)
¿Cuánta gente necesitada hay a nuestro alrededor? Muchas veces creemos que la única
necesidad que existe es económica, pero en realidad hay muchas personas necesitadas de un
mensaje de aliento, una palabra de ánimo y aun no la han recibido.

¿Cuántos de nosotros hemos pasado por mucho tiempo desapercibidos de la gran necesidad
que nos rodea? El mensaje que el mundo nos transmite hoy en día parece ser: “cristianos
afuera” la gente necesita que compartamos el amor, lo que Dios nos ha dado, pero no
dentro de las cuatro paredes de una iglesia, sino afuera donde tantos se están perdiendo sin
que nosotros hagamos algo para que esto no suceda. Nuestra oración muchas veces es:
“Señor yo quiero más de ti” pero la pregunta es ¿para qué queremos más de Dios, si no
vamos a compartir de Él con quienes lo necesitan?

3- PRACTICANDO LA GENEROSIDAD

“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo”.
(Proverbios 3:27)

¿Cuántas veces nos hemos negado a ayudar a personas en necesidad? Solo vemos pasar la
oportunidad que tenemos de ayudar pero no lo hacemos, es importante que nos prestemos
a ayudar aplicando los principios que nos enseña la palabra:

Uno:

“No debemos negarnos a hacer el bien”, siempre que tengamos la oportunidad de ayudar a
alguien debemos hacerlo, las mejores acciones que podemos realizar no necesariamente
tienen que ser las más grandes o que todos puedan notar.

Dos:

“A quien es debido”, debemos aprender que aunque estamos rodeados de mucha gente
necesitada hay personas que en realidad no necesitan ayuda, o a las cuales nuestra ayuda
puede perjudicarles, por ejemplo alguien que se dedica únicamente a beber alcohol, al
momento de darle dinero, lo único que estamos haciendo es colaborar con él para seguir
hundido en el vicio, por esto se debe tener sabiduría para ayudar, no se puede dar ayuda
económica pero si de otro tipo.

Tres:

“Cuando tuvieres poder para hacerlo” no siempre la ayuda debe ser económica, ya que
muchas veces no se cuenta con este recurso, pero si podemos brindar un abrazo, palabras de
ánimo, apoyo espiritual, tiempo, etc. que son grandes tesoros también, sin descuidar
actividades que son nuestra responsabilidad. Todos los días podemos brindar algo de
nosotros a los demás que les ayude a ser mejores.
Cuatro:

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no


desmayamos”. (Gálatas 6:9)

Hacer el bien no es fácil y más cuando los resultados que obtenemos no son los correctos,
veamos algunos ejemplos bíblicos:

→ José un jovencito que decidió mantenerse integro delante de Dios, por no aceptar
propuestas indecentes, resultó encarcelado.

→David un jovencito que se armó de valor y derribo a un gigante llamado Goliat, ayudando al
ejército de Israel a obtener la victoria y al Rey para que no pasara vergüenza, luego fue
envidiado y perseguido por el Rey Saúl al punto de querer matarlo.

Estos son apenas dos ejemplos de que hacer lo bueno no es fácil y no siempre se obtienen
los resultados que humanamente esperamos, pero una recomendación de la palabra es: “no
nos cansemos de hacer el bien” aunque cueste, aunque muchas veces las personas no
agradezcan lo bueno que hacemos y juzguen más los errores que cometemos debemos
seguir siempre haciendo lo bueno. A su tiempo vamos a cosechar si no nos damos por
vencidos. Algo muy importante: “No hagas lo bueno pensando en la recompensa, haz lo
bueno porque es lo mejor”.

CONCLUSIÓN

Hacer el bien para nosotros como cristianos debe ser como respirar, una acción que no nos
debe costar y debemos de realizar sin mayor complicación, muchas personas esperan de
nosotros buenas acciones; es tiempo entonces de levantarnos y practicar lo que Jesús
enseño. Quiero compartir por ultimo este pequeño testimonio:

“Desde niño vi y también escuche testimonios de cómo mi abuela ayudaba a muchas personas
que se encontraban en necesidad, en ese tiempo ellos contaban con una de las primeras tiendas
de mi ciudad, mi abuela muchas veces regalo producto a aquellos que no tenían para poder
pagarle, hoy en día muchos de nosotros sus hijos y nietos somos bendecidos de maneras que no
imaginamos, lo que ella sembró hasta nosotros lo estamos cosechando” no debemos darnos
por vencidos porque a su tiempo Dios nos va a recompensar por todo lo bueno que hayamos
hecho.
FE

Hace algún tiempo preguntaba a Dios ¿Qué es la Fe? Recibí una respuesta un tanto especial,
la Fe es como tu cerebro, todos tienen uno igual pero no todos lo utilizan de la misma forma,
entendí entonces que la fe habita en nuestras vidas, es algo que aunque no podemos ver
está en nosotros. Ahora el problema es que no la hemos activado para poder ver todo
aquello que Dios ha prometido a nuestras vidas, no es simplemente el acto de decir, yo creo
y como arte de magia aparecerán las cosas, es creer firmemente en las promesas de Dios y
saber que las mismas se cumplirán.

La Fe contrasta con nuestros sentidos, veamos este ejemplo:

“El aire que respiramos es el que nos permite vivir” pero el sentido del tacto podría decir, el
aire no existe porque no lo puedo tocar, el sentido del gusto podría decir, el aire no existe
porque no puedo sentir su sabor, el sentido de la vista podría decir, el aire no existe porque
no lo puedo ver, pero seguramente el sentido del olfato diría: ¡Silencio! El aire si existe
porque lo puedo respirar y es el que le da vida a todos ustedes, la Fe de la misma forma es
aquella que da vida a todos nuestros sueños y aunque muchas veces no podamos palpar con
nuestros sentidos las cosas grandes que Dios hace, es la Fe la que nos permite creer que
todo sucederá aun cuando no hemos visto nada.

¿Qué es?

“Es, pues, la Fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. (Hebreos 11:1)

En pocas palabras la Fe es estar convencido de que lo que tanto esperamos llegará, como
cuando éramos niños y nuestros padres nos prometían “Cuando vuelva te traeré algo” aun no
conocíamos que era lo que nos llevarían, ni sabíamos el momento en que llegaría, pero si
estábamos convencidos de que lo íbamos a tener. De la misma manera la Fe es apoderarse y
aferrarse de las promesas de Dios para nosotros y creer con todo el corazón que se
cumplirán.

La palabra nos dice que Fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se


ve. ¿Cómo puedo estar seguro de algo que aún no tengo? ¿Cómo puedo estar convencido de
que algo existe si aún no lo he visto? Volvemos al ejemplo, de niños estábamos seguros de
que llegaría aquello que aún no teníamos, porque confiábamos en las promesas de nuestros
padres, de la misma manera aferrarnos a las promesas de Dios nos hace esperar confiados
con certeza y convicción de que sucederá lo que Dios ha dicho que hará.

¿Cuánta Fe debo tener?

Entonces el Señor dijo: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este
sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería”. (Lucas 17:6)
Hemos tenido el concepto que tenían los discípulos, esta respuesta fue la que les dio Jesús
cuando ellos le pidieron “Señor auméntanos la fe”, Él les respondió que si tenían Fe como un
grano de mostaza (la semilla más pequeña conocida en ese tiempo) podrían hacer grandes
obras. Esto nos hace entender que no es la cantidad de Fe la que determina los milagros que
veremos, sino en quien la hemos puesto, muchas personas lo han hecho en instituciones
bancarias inestables y al final perdieron todo lo que tenían. Nuestra Fe debe estar puesta en
el Señor, sea mucha o poca sabemos que él no nos fallará, de nada nos serviría mucha Fe si
no la utilizamos. En resumen debemos depositarla en Dios y activarla para ver grandes
milagros, no depende de la cantidad, sino en quien tengo Fe y como la utilizo.

¿Cómo la obtengo?

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. (Romanos 10:17)

Nuestra Fe será fortalecida cuando escuchemos la palabra de Dios, hemos aprendido que fe
es aferrarse a sus promesas y creer que las mismas se cumplirán, ahora bien no podría
aferrarme a cosas que aún no conozco, no podría esperar que algo se cumpla si aún no sé
qué es lo que se debe cumplir, es por esta razón que debemos aprender a llenarnos de la
palabra de Dios, para conocer sus promesas y así poder creer y aferrarnos a ellas. La Fe
podemos compararla con nuestras defensas corporales, podríamos enfermar si no las
fortalecemos; de la misma manera la Fe debemos continuamente fortalecerla y alimentarla
con la palabra. Mientras más conocemos a una persona, podemos confiar de una manera
plena en ella, mientras más conozcamos a Dios podremos creer fácilmente en él y la única
forma de conocerlo es a través de su palabra.

¿Tengo fe?

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga
más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la
medida de fe que Dios repartió a cada uno”. (Romanos 12:3)

Al final de este versículo entendemos el ejemplo que leíamos al principio de este tema, Dios a
cada uno de nosotros nos ha dado una medida de Fe, como el cerebro que cada uno tiene, la
pregunta es ¿Estamos utilizando esa Fe? Muchas veces podemos identificarnos con aquel que
enterró el talento que se le había dado porque tuvo temor. Debemos reconocer entonces
que Dios nos ha dado una medida de fe a cada uno, de nosotros depende utilizarla o no.

¿Dónde la puedo aplicar?

“He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”.
(Habacuc 2:4)
Es importante ver como la palabra dice: “El justo por su fe vivirá”. La Fe que Dios ha
depositado en nosotros y que podemos fortalecer por medio de la palabra es la que nos
ayudará a sobresalir en cada aspecto de nuestra vida, si sabemos que tenemos Fe y la
activamos será esta la que nos saque adelante aún en las circunstancias más difíciles, la Biblia
no dice por la Fe vivirá, sino por su Fe vivirá esto quiere decir que así como tu creas te será
hecho. Si creemos en las promesas de Dios firmemente, esto nos llevará a actuar con
confianza sabiendo que todo lo que nos proponemos tendrá éxito y como resultado
podremos sobresalir en cada área de nuestra vida. Creer y actuar nos da como resultado
éxito. La Fe entonces nos sirve para la vida, es la que nos ayudará a vivir de una mejor
manera.

CONCLUSIÓN

Cada uno de nosotros tiene Fe, pero es ahí donde surgen muchas preguntas ¿Esta nuestra Fe
depositada en Dios? ¿Estamos utilizando la fe que tenemos? Muchas personas desean tener
toneladas de Fe, pero para no utilizarla, de nada les serviría. Negamos a Dios, aunque
confesemos que Él es real y poderoso si no actuamos con Fe, Recordemos que la Fe sin obras
es muerta. ¿Cómo demostrar que tenemos fe? Actuando de una manera diferente ante las
circunstancias que tengamos que enfrentar. Sobre todo debemos recordar que para agradar
a Dios debemos activarla y creer que Él actuara a su debido tiempo.

“LA FE AUTOMATICAMENTE NOS LLEVARA A ACTUAR DE UNA MANERA DIFERENTE Y


POSITIVA ANTE LAS CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA, ESTO NOS AYUDARA A LOGRAR BUENOS
RESULTADOS”
MANSEDUMBRE

La mansedumbre no es más que una suavidad que se muestra en el carácter o se manifiesta


en el trato hacia los demás, ser manso en pocas palabras es tener un carácter sin altivez o
vanidad, un carácter lleno de humildad y amabilidad. La mansedumbre es una actitud que
tomamos ante todo lo que debemos enfrentar en la vida, en algún momento tendremos que
recibir ofensas, pero si hemos decidido actuar con mansedumbre aprenderemos a perdonar
de tal manera que no busquemos vengarnos de aquellos que nos ofenden.

Hace algún tiempo leí en un bus extraurbano “si usted va tarde la culpa no es del conductor” y
es que nos movemos en un mundo donde el estrés está a la orden del día, muchas personas
andan tan apresuradas que sus respuestas y su forma de actuar con los demás es
automáticamente de agresión, es importante que en medio de todo esto aprendamos a
desarrollar mansedumbre, mantenernos tranquilos a pesar de todas las circunstancias que
tengamos que atravesar y tratar a los demás con paciencia y amabilidad. Una de las formas
de dar testimonio de que Dios nos ha llenado de su amor y que estamos descansando en él
es actuando con amabilidad aun en las circunstancias más complicadas.

La mansedumbre se puede manifestar en dos principales áreas:

1- EN NUESTRA RELACIÓN CON LOS DEMÁS



Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en
amor”. (Efesios 4:2)

Muchas de las relaciones tanto familiares, como de trabajo o cualquier tipo se ven afectadas
porque la mayoría de personas busca que las demás se sujeten a su voluntad, a lo que
ellos/as desean y que todo se haga como se pide. La mansedumbre se relaciona mucho con la
humildad, muchas veces nos falta humildad a los hijos para ceder a las peticiones de nuestros
padres porque tenemos la idea de que ellos no tienen la razón, muchos padres creen que lo
que dicen siempre es lo correcto y que no se puede cambiar.

Todos buscamos someter a los demás a nuestras ideas, pero no hemos aprendido a ser
humildes, en otra versión se habla acerca de ser tolerantes los unos con los otros, muchas
veces queremos que todos actúen a nuestra manera y no toleramos que sean diferentes. Un
principio muy importante para lograrlo es reconocer que no siempre tenemos la razón y que
en demasiadas oportunidades debemos ceder a lo que digan los demás pues no siempre se
hará lo que nosotros queremos y como nosotros queremos.

2- EN NUESTRA FORMA DE HABLAR:

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también
seas tentado”. (Gálatas 6:1)
Muchas veces las personas quieren corregir los errores de los demás y lo hacen de una
manera destructiva con palabras que lastiman. Debemos tener cuidado al momento de
corregir errores, con suma humildad estando consientes que en algún momento podremos
nosotros también equivocarnos, es muy cierto que nuestra vida para muchos puede parecer
ejemplar, pero esto no quiere decir que ya seamos perfectos y no cometamos errores. El
mayor error que se puede cometer es como lo decíamos al principio querer sujetar a los
demás a nuestra voluntad o nuestros pensamientos y en el afán de que esto suceda herimos
con nuestros comentarios.

En resumen, la mansedumbre se debe manifestar en dos áreas:

→ En mi relación con los demás, aprendiendo a ser tolerante con todos, en mi forma de
hablar, de corregir, de expresarme ya que muchas veces lastimamos con nuestra boca.

→ Evitaremos hacerlo cuando aprendamos a ser humildes y respetar el valor que cada
persona posee.

Veamos dos grandes beneficios de actuar con mansedumbre:

1- TENER PAZ

“Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz”. (Salmos 37:11)

Uno de los grandes beneficios de actuar con mansedumbre es tener paz, cuando actuamos
con humildad respetando a los demás no tenemos problemas con nadie. La mayoría de
problemas no llegan a nosotros sino que nosotros los buscamos muchas veces
entrometiéndonos en situaciones que no nos corresponden resolver. La paz es un estado,
producto de haber tomado buenas decisiones y haber realizado buenas acciones, podremos
recrearnos con abundancia de paz, cuando aprendamos a actuar con humildad siempre. El
problema no es que los demás sean orgullosos o nos “caigan mal”, como comúnmente
decimos sino que hay un problema dentro de nosotros ya que no aceptamos que los demás
tengan cualidades diferentes a las nuestras, esto es vanidad y orgullo que son todo lo
contrario a la mansedumbre, esto es lo que muchas veces nos roba la paz. En resumen
tendremos paz cuando aprendamos a tener una actitud de humildad ante toda persona y
circunstancia con que debamos compartir.

2- VIVIR BIEN

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”. (Mateo 5:5)

Esto se resume en disfrutar de las bendiciones del reino de Dios. Jesús estaba enseñando
que aquellos que logran conquistar grandes cosas en esta tierra no son los más rudos, sino
quienes aprenden a actuar con humildad en primer lugar ante Dios y luego con las demás
Personas. Esta es una promesa tan especial, porque no solo habla de vivir bien ahora en esta
tierra sino también de la garantía de poder llegar a la eternidad. “Dios da gracia a los humildes
pero mira de lejos a los altivos”. En pocas palabras las mejores bendiciones están reservadas
para aquellos que han aprendido a actuar con humildad ante Dios y reconocer que por sus
propias fuerzas no podrían lograr nada.

CONCLUSIÓN

La mansedumbre es una actitud producida por una decisión, es decir que primero debemos
decidir en nuestra mente ser humildes ante toda circunstancia para luego actuar con
humildad, sin duda alguna Dios bendice grandemente a aquellos que son humildes pues
reflejan lo que Jesús enseño: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. (Mateo 11:29).

Cuando aprendemos a actuar con mansedumbre, hallamos descanso para nuestra vida, pues
nos evitamos muchos problemas y es una forma de demostrar que amamos a Dios y vivimos
conforme a su voluntad, un verdadero cristiano es aquel que vive como Cristo vivió, y si Él es
manso y humilde de corazón nosotros también debemos serlo, solo lo lograremos si estamos
conectados siempre con El. Recordemos que también nos dijo: “Sin mi nada podéis hacer”.
TEMPLANZA

Hace algún tiempo tuve la oportunidad de ver a una persona atravesar cierta distancia sobre
una cuerda floja, casi sin protección, pero sin duda alguna con una gran convicción de poder
llegar sin ninguna novedad al otro lado del recorrido. La vida es un recorrido, parecido a la
cuerda floja que atravesó este personaje, en este recorrido debemos tener mucho cuidado
de no desviarnos a la derecha ni a la izquierda porque entonces podríamos caer y sufrir
daños severos.

Podemos definir la Templanza como un equilibrio en la forma de vivir, una persona que
manifiesta templanza es aquella que no se deja llevar por lo que siente sino por lo que cree,
ésta es la virtud que nos ayudará a convivir con los demás de una mejor manera.

El verdadero liderazgo no consiste en aprender a dominar a los demás y lograr que caminen
en los propósitos que nosotros les podamos trazar, en realidad, un líder exitoso es aquel que
ha aprendido a dominarse a sí mismo. Dios nos ha levantado como líderes en las diferentes
áreas donde nos desenvolvemos, para ello debemos tener la habilidad de dominarnos
primero a nosotros mismos. Hoy en día es necesario levantar una nueva generación de
personas “centradas” en su forma de pensar, creer y actuar.

Veamos algunos ejemplos de las áreas donde debemos manifestar templanza:

1- EN NUESTRA FORMA DE VIVIR



Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio.” (2ª Timoteo 1:7)

Es importante comprender lo que ésta palabra nos enseña, la cobardía muchas veces nos
hace aceptar propuestas incorrectas, únicamente por el temor a lo que puedan decir los
demás si decimos que no. Dios nos ha dado poder para superar las adversidades y malas
propuestas que en algún momento llegan a nuestra vida, amor para rechazar todo aquello
que no nos trae ningún beneficio sin lastimar a los demás, pero esto solo lo lograremos si
aprendemos a dominarnos a nosotros mismos.

Un principio que me ha ayudado para poder vencer las múltiples tentaciones que en algún
momento aparecen es “todo me es lícito, mas no todo me edifica” al final los únicos
beneficiados o perjudicados por las decisiones que tomemos somos nosotros, es importante
entonces aprender a dominarnos, nuestra carne muchas veces se opone a la voluntad de
Dios, es por ello que continuamente debemos sujetarla y preguntarnos ¿lo qué voy a hacer
edifica mi vida? Puede que no sea malo, pero esto no nos ayuda a ser mejores, entonces es
mejor evitarla, pues la mejor manera de dar testimonio de que Dios gobierna nuestra vida es
viviendo de una manera ejemplar.
2- EN NUESTRA FORMA DE HABLAR

“En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente”.
(Proverbios 10:19)

¿Cuántas veces nos hemos metido en problemas por hablar de más?

Alguien dijo procura que tus palabras sean dulces, porque algún día te las tendrás que tragar.
Debemos de manifestar templanza en nuestra forma de hablar, muchas veces creemos que
por hablar mucho convenceremos, o que por lo que digamos las personas creerán en
nosotros, pero lo único que logramos es quedar mal, pues nuestras acciones no concuerdan
con nuestras palabras. Una persona que manifiesta templanza es aquella que es prudente en
su forma de hablar, muchas veces herimos con nuestras palabras y no lo hacemos con
intención simplemente por hablar de más, ofendemos a aquellos que tanto apreciamos.

Es importante entonces manifestar equilibrio en nuestra forma de hablar, como el apóstol


Pablo dijo a Timoteo “se ejemplo en palabra” que tus palabras, tus conversaciones, sean
ejemplares. No hay nada mejor que hablar puntual y correcto. Alguna vez alguien dijo: “como
hablan y asisten a la iglesia” la gente espera que nuestra forma de hablar sea distinta,
recordemos que de la abundancia del corazón habla la boca, si Dios habita en nuestro
corazón nuestras palabras deben ser conforme a su voluntad.

3- EN NUESTRA RELACIÓN CON LOS DEMÁS

“El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama
a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo”. (1ª Juan 2:9-10)

No podemos decir que amamos a Dios con todo nuestro corazón, que vivimos solo para Él,
que somos la generación que verá su gloria si no amamos a nuestro prójimo, he escuchado
lamentablemente expresiones de personas que dicen amar a Dios, pero que también
exclaman “a él o a ella no lo puedo ni ver” y se excusan diciendo “es que si usted supiera lo que
me hizo” cuando en realidad hemos sido llamados a llevar luz, pero no podemos ser luz si
primero no estamos en ella, y para estar en ella debe haber una correcta relación con los
demás.

Jesús enseño claramente, “Debemos amar a nuestro prójimo, pero también a nuestros
enemigos” ¿Yo debo tener enemigos? No, pero si hubiera alguien que me considere su
enemigo, debo amarlo. Para que como dice el versículo diez, en mí no haya tropiezo, para
mis oraciones, para predicar la palabra no habrá tropiezo si yo tengo una correcta relación
con los demás. A muchos les avergüenza decir soy cristiano después de que la gente ha visto
su forma de actuar, es tiempo entonces de tener una buena relación con los demás, el amor,
perdón y la tolerancia son bases fundamentales para esto.
4- EN NUESTRA RELACIÓN CON DIOS

“Pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado;


por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él
anduvo”. (1ª Juan 2:5-6)

Es importante y urgente que vivamos lo que predicamos, el amor de Dios se perfecciona en


nosotros cuando no somos únicamente oidores de su palabra sino también hacedores, hoy
en día es muy fácil encontrar personas que en las redes sociales y por cualquier medio
proclaman que “aman a Dios” es muy fácil proclamarse “cristiano” pero alguien que de una
manera genuina es un cristiano es aquel que vive como Jesucristo vivió, andando conforme a
lo que él desea.

Es tiempo entonces de hacer un alto y revisar como hemos vivido hasta ahora nuestra
relación con Dios, decirle que le amamos es fácil, pero vivir conforme a su voluntad es la
forma en que demostramos ese amor, hoy muchos dicen amar a Dios, pero viven
ofendiéndolo con su manera de actuar, una relación equilibrada con Dios es aquella que se
vive en obediencia a sus mandatos y a su voluntad.

CONCLUSIÓN

El cristianismo se demuestra viviendo de una manera diferente, en un mundo en el que la


mayoría vive de una forma desenfrenada. Es tiempo que los “cristianos” marquemos la
diferencia actuando de una manera equilibrada, no dejándonos llevar por lo que sentimos,
sino por lo que creemos.

Si vivimos únicamente de sentimientos, responderemos mal cuando nos hablen mal,


actuaremos en contra de aquellos que nos han ofendido y por consecuencia negaremos que
tenemos una genuina relación con Dios, pero si nos dejamos guiar por nuestras convicciones
y creencias actuaremos devolviendo bien a aquellos que nos hacen mal y entonces daremos
testimonio del cambio genuino que Dios ha hecho en nosotros. La vida cristiana no se trata
de sentimientos, porque muchos dicen, no siento amar, no siento perdonar, no siento
compartir. La vida cristiana se basa en convicciones “debo hacerlo porque es lo mejor y de
esta forma agradaré a Dios”.
INTEGRIDAD

Los griegos eran expertos en hacer figuras en mármol. Muchas veces al estar trabajando el
mármol descubrían grietas en él, la cual, naturalmente, le quitaba valor a la obra. Algunos,
entonces, cubrían esas grietas con una cera especial; la pulían y quedaba aparentemente
perfecta, pero cuando la figura era expuesta al calor del sol la cera se derretía y quedaba
descubierto el engaño. Por eso, era común encontrar los lugares en donde vendían esas
piezas de mármol, un letrero que decía: “Se venden figuras en mármol puro; sin cera.” De ahí,
viene nuestra palabra en español sincera o sincero. Eso es lo que significa Integridad: sin
grietas. Hoy en día el mundo necesita personas íntegras, cristianos que no solo lo sean de
nombre sino que en realidad vivan una vida digna de imitarse; es importante entonces que
aprendamos a vivir una vida diferente, no de apariencias pues tarde o temprano la verdad
saldrá a la luz.

Veamos cómo debe ser una vida integra:

1- EJEMPLAR

“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. (1ª Corintios 11:1)

¿Podríamos decir esta frase con libertad? La mayoría de personas hoy en día dice lo siguiente:
“No pongas la mirada en el hombre, porque el hombre falla” pero en realidad lo hacen para
excusarse por no estar viviendo de una manera ejemplar, una persona íntegra es aquella que
con sus palabras, acciones y actitudes da un ejemplo a los demás de cómo se debe actuar. Es
lamentable ver como la mayoría de personas en las que ahora no se puede confiar es en las
que se dicen llamar “cristianas”, es importante que reconozcamos el papel que nos
corresponde en esta tierra, ser luz, obviamente las demás personas pondrán la mirada en
nosotros y es nuestra obligación vivir de una manera ejemplar. La frase: “No ponga la mirada
en el hombre, porque el hombre falla” es una excusa barata que utilizan muchos para no
cumplir con su verdadero llamado, SER EJEMPLO. Es tiempo entonces que una generación se
levante para poner el nombre de Jesucristo en alto, viviendo de una manera ejemplar. Para
que entonces podamos decir, sean imitadores de mí así como yo reflejo a Jesucristo en todo
lo que hago.

2- DEFINIDA

“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” (Santiago
4:4)

Muchos recordaremos la película de ciencia ficción “Terminator”, el personaje principal de


esta película era alguien que físicamente parecía humano pero en realidad, era mitad
Humano y mitad robot, de la misma manera creo que ahora muchas personas son:
“Cristianator” mitad mundano y mitad espiritual. Dios desea que seamos definidos, pero las
Frases: “Dios comprenderá” “la carne es débil” son excusas que utilizamos muchas veces
para justificar el no vivir en santidad. Un cristiano integro es aquel que está definido, seguro
de vivir una vida de amistad con Dios.

Claramente la palabra nos declara que podemos ser amigos del mundo y convertirnos en
enemigos de Dios, o amigos de Dios y dejar la vida que el mundo ofrece. Si estamos definidos
donde quiera que nos encontremos manifestaremos una verdadera vida cristiana, por el
contrario si no lo estamos, viviremos como el camaleón adaptándonos al ambiente que nos
rodee, siendo cristianos cuando estamos en la iglesia, pero fuera de ella viviendo de una
manera contraria a lo que decimos ser. Recordemos que la biblia también nos enseña, que si
somos tibios seremos vomitados por Dios, es tiempo entonces de definir y afirmar nuestra
relación con El.

3- VIVE LO QUE CREE

“Pero sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros


mismos”. (Santiago 1:22)

Cualquier persona que pasa un proceso de estudios, luego de determinado tiempo antes de
graduarse debe realizar “prácticas” en estas llevará a la acción todos los conocimientos
recibidos durante el tiempo que duró la carrera, ahora sería ilógico que la persona haya
estudiado para ser Perito Contador y la envíen a dar clases a una escuela, porque los
conocimientos que recibió no son para compartir con alumnos sino para manejar los
sistemas contables. De la misma forma la Integridad consiste en practicar todo aquello que
hemos aprendido de la palabra de Dios, en la iglesia y escuchándola por diferentes medios.

Muchos se quedan únicamente con expresar: “qué bonita estuvo la palabra hoy, me lleno, me
retó” pero la vida cristiana no queda únicamente ahí, hay que practicar todo lo aprendido. Es
increíble que como lo veíamos en el ejemplo, muchas personas viven todo lo contrario a lo
que han aprendido, la biblia dice algo, pero lo que ellos están poniendo en práctica es todo
lo contrario, (como el perito que lo envían a dar clases a una escuela) no viven bien porque no
están aplicando los conocimientos recibidos. Es tiempo de que hoy no solo seamos oidores,
sino también hacedores, la gente muchas veces dice que los cristianos están locos, no
porque hagan cosas diferentes que impacten a la sociedad, sino porque dicen una cosa pero
hacen otra.
4- CONFIABLE

“Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede”.

(Mateo 5:37)

Si nuestra vida es ejemplar, definida y nuestras palabras concuerdan con nuestros actos
podremos entonces tener credibilidad, hoy en día es difícil que las personas crean en la
palabra de alguien porque la mayoría falla. Recuerdo haber escuchado el relato que hace
años en gran parte de las comunidades del occidente de Guatemala los contratos se
cerraban únicamente con palabras, pues no tenían acceso a un lugar donde pudieran
redactar algún documento, pero algo que me impacto es que estos contratos se llevaban a
cabo y se respetaban. Es importante que como cristianos íntegros los demás puedan confiar
en nosotros, que podamos brindar amistades sinceras, que al momento de algún negocio
podamos ser justos, en resumen; que las personas puedan confiar en nosotros en un mundo
donde cada día es más difícil confiar en alguien, nosotros debemos brillar marcando la
diferencia. Jesús fue alguien que no defraudó a la gente que confió en El aun cuando muchos
de ellos si lo defraudaron, una persona íntegra es aquella que sigue siendo confiable a pesar
de las circunstancias.

CONCLUSIÓN

Como hemos aprendido a lo largo de este folleto, la vida cristiana no es teórica sino práctica,
es importante entonces que podamos demostrar con nuestras acciones que Jesucristo es
quien gobierna nuestra vida, engañar a las personas puede parecer una tarea muy fácil,
incluso podemos engañarnos nosotros mismos, pero a Dios nadie lo puede engañar. El reto
para cada uno de nosotros es: “Vivamos como Cristianos no importando las circunstancias que
nos rodeen” porque con nuestro ejemplo podemos predicar mejor que con nuestras
palabras. No digo que no hay que hablar de Dios, pero la mejor forma de predicar es: “Que
nuestras palabras vayan respaldadas por nuestras acciones”. Si deseamos honrar a Dios, lo
podremos hacer siendo íntegros y recordemos que Dios honra a aquellos que le honran.

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