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Moctezuma:
La Noche triste
A los pocos días de la partida de Hernán Cortés, tocaba la fecha de una festividad sagrada,
llamada Toxcal. El lugar donde esta fiesta transcurría era el patio frente a la pirámide del
templo del dios Huitzilopochtli.
Algunos aztecas les habían informado a Moctezuma que serían sacrificados al final de la fiesta.
De pronto cundió la alarma. Los españoles fueron atacados por una turba.
Tres semanas después, Hernán Cortés regresaba victorioso. Cuando se dio cuenta, una multitud
de guerreros cayó sobre ellos.
Los españoles empezaron a morir por decenas, pero los aztecas, en el fragor de la guerra, no lo
reconocen y lo abaten de una pedrada en la cabeza. Moriría pocos días después.
Toma de Tenochtitlan
Cortés planeó rodear a Tenochtitlan hasta aislarla y así poder vencer al ejército mexica y
tomar la ciudad.
Para llevar a cabo su estrategia Cortés contó con sus propios hombres, armas, caballos, para
atacar a la Gran Tenochtitlan también por las aguas del lago.
Cuauhtémoc, al comprender que sus esfuerzos por encontrar aliados era inútil siguió una
táctica meramente defensiva aunque cuando tenía oportunidad lanzaba sobre Cortés su
ejército, tanto en tierra como en agua.
La decisión del Tlalocan fue rotunda: mejor morir antes que ser esclavos de los españoles,
dedicándose, entonces a organizar una intensa defensa de la ciudad.
Para evitar que los bergantines se acercaran a la ciudad, los mexicas colocaron grandes estacas
debajo del agua que varaban las naves españolas y también hicieron profundas cortaduras en
las calzadas que impidieran el avance por tierra.
El mismo Cortés fue hecho prisionero por los tlatelolca y según su costumbre trataron de
llevarlo a una canoa rumbo al teocalli de Huitzilopochtli para ser sacrificado pero luego alguien
corto la cuerda y se escapo
Cortés intentó varias veces negociar la rendición de Tenochtitlan con Cuauhtémoc pero la
respuesta siempre fue la misma, la que desde el principio asumió por voluntad del Tlalocan.
Al encontrarse frente a frente Cuauhtémoc y Cortés, el primero dijo:"Malintzin, pues he hecho
cuanto cumplía en defensa de mi ciudad y de mi pueblo, y vengo por fuerza y preso ante tu
persona y poder, toma luego este puñal y mátame con él.".