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PEC M llos Mag A pan E] mensajei del VOYAGER Carl Sagan ED.Drake, Ann Druyan, Timothy Ferris, Jon Lomberg, Linda Salzman Sagan oP eee Pena RL rae ee ee extraordinarias naves espad} Estos vehiculos del espacio Peer a are Peeper er treo PRT ag espectacular del sistema solar exterior desde Jépiter hasta eet eet abandonarén lentamente los Pree ered en emisarios de la Tierra al Pere se Cada nave Voyager lleva adosado un disco fonogrifico de eee eee eens De eed Meena coe td ea Ce eR ices or erty) ee een Ce icy SO e ner la mejor misica del mundo; un Cert ran er ere saludos en casi sesenta idiomas re SOM Ne el yh presidente de los Estados Unidos y del secretario general Lost * aiiaiadea hdbiaidbi aa LRG Cerny Seok Peon) Neate LT) = Gott Drake, Ann Druyan, Timoth oo a : nde’ M llos | delalierra EXLIBRISSeanDigt The Doctor Murmullos de lalierra EI mensaje interestelar os = aa See GER ED.Drake, Ani -.. tines Son m Lomberg, | 3f ‘Li inda Salz: an Sagan Direct: Raftel Borris Betsia jo de Redan: Mara Tees Ab, Staelin, Cros Pojly Neve Vil ‘Titulo original: Murmurs of earth Traduccién del inglés por Miquel Mun- taner © Carl Sagan, 1978 Editorial Planeta, S. A., Cércega, 273-277, Barcelona (Espa Disefio coleccién y cubierta de Hans Rom- berg (fotor de Random House Ine,, Nue- va York, y tealizacén de Jordi Royo) Primera edicién: setiembre de 1981 Depésito legal: B. 25207-1981 ISBN 84.320:3598.X ISBN 0-345-28396.1 editor Ballantine Books, edicién original Printed in Spain-Impreso en Espatia Composiciéa y compaginacién: Tects, Pe- dro LV, 160, Barcelona Impresién: Policrom, S. A, Ténger, 25, Barcelons-18 ‘scaneadoy digtaliado por The Doctor Dedicado a los creadores de miisica, en cualquier mundo y en cualquier época EXLIBRISSeanDigt The Doctor [+ | Contenido del disco Voyager 118 figuras Los dos primeros compases de la «Cavatina» de Beethoven Saludo del presidente de los Estados Unidos ' Lista del Congreso — Saludo del secretario general de las Naciones Unidas Saludos en cincuenta y cuatro idiomas Saludo de la ONU Saludo de ballenas Los sonidos de la Tierra Musica EXLIBRISSeanDigt The Doctor Indice Prefacio 1 Para tiempos y seres futuros, por Carl Sagan / 1 2 Los fundamentos del disco Voyager, por F. D. Drake / 45 3 Im4genes de la Tierra, por Jon Lomberg / 73 4 Saludos de un viajero, ‘por Linda Salzman Sagan / 125 5 Los sonidos de la Tierra, por Ann Druyan / 151 6 La misica del Voyager, por Timothy Ferris / 165 7 La misi6n Voyager al sistema solar exterior, por Carl Sagan / 215 Epilogo, por Carl Sagan / 235 Agradecimientos / 241 Apéndices / 251 Indice tematico / 271 EXLIBRISSeanDigt The Doctor PREFACIO El 20 de agosto y el 5 de septiembre de 1977 fueron lanzadas a las estrellas dos extraordinarias naves espaciales. Estos vehiculos del espa- cio, después de haber levado a cabo una exploracién que promete ser detallada y realmente espectacular del sistema solar exterior desde Jupi- ter hasta Urano entre 1979 y 1986, abandonardn lentamente los sistemas solares convirtiéndose en emisarios de la Tierra al reino de las estrellas. Cada nave Voyager lleva adosado un disco fonografico de cobre recubier- to de oro como mensaje para las posibles civilizaciones extraterrestres que la nave pudiera encontrar en algiin lugar y tiempo remotos. Cada disco contiene 118 fotografias de nuestro planeta, de nosotros mismos y de nuestra civilizaciGn; casi 90 minutos de la mejor musica del mundo; un ensayo evolucionario en audio sobre «Los sonidos de la Tierra: y saludos en casi sesenta idiomas humanos (y en un lenguaje de ballenas), incluyen- do los del presidente de los Estados Unidos y del secretario general de las Naciones Unidas. El presente libro, escrito por las personas directamente responsables del contenido del Disco Voyager, da cuenta de por qué lo hicimos, de cémo seleccionamos este repertorio. y del contenido concreto del disco. Carl Sagan F. D. Drake Ann Druyan ‘Timothy Ferris Jon Lomberg Linda Salzman Sagan Febrero de 1978. EXLIBRISSeanDigt The Doctor PARA TIEMPOS Y SERES FUTUROS por Carl Sagan Tenia yo monumentos de bronce, de lapislazuli, de alabastro... y de piedra caliza blanca... e inscripciones de arcilla cocida... Lo deposité en los fundamentos y lo dejé para tiempos futuros. EsarHappon, rey de Asiria, siglo vita. de C. MURMULLOS DE LA TIERRA EL Trylon (a la derecha) y la Perisphere (en el centro\ de la Feria mundial de Nueva York de 1939. Las estatuas de la izquierda representan las Cuatro Victorias de la Paz, de John Gregory PARA TIEMPOS Y SERES FUTUROS En 1939, antes de cumplir yo los cinco afos, mis padres me llevaron a la Feria Mundial de Nueva York. Allf se exhibian maravillas. Entre dos esferas de metal hacian saltar y crepitar un rayo ceriileo y terrible. Un cartel decfa: «jOfd la luz! ;Ved el sonido!», y resultaba, desde luego, que tales cosas eran posibles. Habia edificios dedicados a culturas extrafias ya paises remotos cuya misma existencia habia ignorado yo de modo absolu- to. La pieza central de aquella Feria Mundial era el Trylon y la Perisphe- re, una torre majestuosa y puntiaguda, y una esfera del tamafio de un edificio dentro de la cual habfa algo llamado «EI mundo de manana». Se pasaba por una rampa con una barandilla alta y se veia debajo, en minia- tura, un modelo de} futuro exquisitamente detallado: esbeltas calles sus- pendidas, por las que discurrian automviles aerodinamicos y felices ciu- dadanos que acudian a algin negocio futurista, cuya naturaleza era dificil de adivinar desde la perspectiva que me daba mi limitada experiencia y mi abreviada estatura, Pero el mensaje que comunicaba era claro: habian otras culturas y habrian tiempos futuros. La confianza en el futuro que infundfa aquella Feria Mundial qued6 ilustrada de modo espectacular por la Capsula del Tiempo, una cmara «scllada herméticamente», llena de periddicos, libros y artefactos de 1939 que se enterré en Flushing Meadows para que se abriera y revelara auto- maticamente en alguna época distante. {Por qué? Porque el futuro seria diferente del presente. Porque los habitantes del futuro desearian saber cosas de nuestra época, al igual que nosotros tenemos curiosidad por la €poca de nuestros antepasados. Porque el gesto de alargar una mano a través de los siglos, de abrazar a nuestros descendientes y a nuestra posteridad tenia algo de elegante y de muy humano. Han habido muchas cépsulas del tiempo, tanto antes de aquélla como después. Esarhaddon, hijo de Senaquerib, fue un gran general y un buen administrador, pero ademas tenia un interés consciente en presentar al futuro no s6lo su gloria militar sino su entera civilizacion, enterrando para ello inscripciones cuneiformes en las piedras del basamento de mo- numentos y otras construcciones. Esarhaddon fue rey de Asiria, de Babi- lonia y de Egipto. Sus campafas militares se extendieron desde las mon- tafas de Armenia a los desiertos de Arabia. A pesar de ello su nombre apenas es del dominio piblico hoy en dia, aunque sus obras hayan contri- buido de modo significativo a nuestro conocimiento del Oriente proximo en el siglo vt antes de Cristo. Su hijo y sucesor, Asurbanipal, influido quiz4 por la tradici6n de las cApsulas del tiempo de su padre, acumuld una impresionante biblioteca de tablillas de piedra que contenian los MURMULLOS DE LA TIERRA conocimientos sobre todo lo sabido en aquella época remota. Los restos de la biblioteca de Asurbanipal son una ayuda notable para los estudiosos de hoy en dia, Esarhaddon y Asurbanipal nos hablan claramente a través de siglos y de milenios. La comunicacién con el futuro es una tentaciGn casi irresistible para quienes han hecho algo que consideran valioso, y casi toda cultura humana ha intentado este tipo de comunicacién. En el mejor de los casos se trata de un acto optimista y de largo alcance; expresa una gran esperanza en el futuro; enlaza en el tiempo a la comunidad de los hombres; nos da una perspectiva sobre el significado de nuestras accio- nes en este momento dentro del largo trayecto histérico de nuestra es- pecie. __ El advenimiento de la era espacial ha despertado el interés por comu- “nicarse a través de intervalos de tiempo muy superiores a lo que hubiese podido imaginar cualquier Esarhaddon, y el interés por los medios nece- sarios para enviar mensajes al futuro remoto, Hemos ido descubriendo paulatinamente que la especie humana tiene slo unos pocos millones de afios de edad y vive en un planeta que es mil veces mas viejo. Nuestra civilizacion técnica moderna ocupa s6lo una diezmilésima parte de la edad de la humanidad. Lo que hemos podido conocer bien no ha durado més allé que un breve parpadeo en el fluir del tiempo césmico. Nuestra €poca no es ni la primera ni la mejor. Los acontecimientos se precipitan a 1050 y nadie sabe qué nos reserva el mafiana: si sera capaz nuestra actual civilizacién de sobrevivir a los peligros que nos acechan y transformarse, o si en los préximos uno o dos siglos acabaremos des- truyendo nuestra sociedad tecnologica. Pero en ninguno de estos casos se producird el fin de la especie humana. Habra otros pueblos y otras civilizaciones que seran diferentes de nosotros. Nuestra civilizacién es el resultado del camino particular que nuestros antepasados han seguido entre las variaciones de las alternativas hist6ricas. Si los acontecimientos del pasado remoto hubiesen dado un giro ligeramente distinto, nuestro entorno y nuestros procesos mentales, Jo que nosotros consideramos natural y muy querido, podrian ser muy diferentes. A pesar de nuestra idea I6gica de que todo deberfa ser sin duda igual a como es ahora, los detalles de nuestra particular civilizacién son extraordinariamente improbables, y no cuesta mucho imaginar un conjunto de hechos histricos que desembocara en una civilizacién bas- tante distinta: por ejemplo, una civilizacién en la que Constantino se hubiese convertido al mitraismo después de la batalla del puente Milvio, en la cual una consiguiente revuelta intelectual contra el mitraismo insti- —— en

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