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COMO ENFRENTAR EL ÉXODO DE TODOS LOS DÍAS

Martín G. Álvarez Torres

¿Por qué esperar con paciencia nuestras recompensas?

“Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas


pruebas, puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra
aguante. Pero que el aguante tenga completa su obra, para que sean completos y
sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada”
Carta de Santiago 1:2-4

La primera vez que escuché que los seres humanos tenemos nuestros éxodos
quede en shock porque de una manera clara y contundente el Dr. Alberto Virgen
Vallado (q.e.p.d.) me estaba diciendo que para llegar a nuestra tierra prometida
que mana leche y miel (cualquier meta que tengamos) se necesita pasar por un
éxodo de días, semanas y a veces de años.

Y hoy después de muchos años de ver a las personas y las organizaciones y yo


mismo de vivir en carne propia esta profunda reflexión no me queda más que
ahondar en este tema y compartirlo con usted porque sin duda ahora que estamos
a punto de iniciar un nuevo año, las personas y las organizaciones nos ponemos
nuevas metas, pero sin pensar en si estamos preparados o no para vivir el éxodo
que eso puede significar.

En el año 1513 a. c. los Israelitas estaban siendo liberados del cautiverio de los
egipcios por mandato de Jehová y de la mano de Moisés. Todos iban muy contentos
por ser libres después de 430 años de esclavitud y ahora iban a la tierra que Dios le
había prometido dar a Abrahán y a su descendencia, una tierra tan próspera que
manaba leche y miel, sin duda, la mayoría de los Israelitas estaban visualizando
vivir nuevamente en libertad en medio de un lugar paradisíaco lleno de bendiciones
materiales y espirituales sirviendo felices a su Dios. Sin embargo, su falta de fe y su
escepticismo hicieron que Dios los castigara con 40 años de vagar por el desierto.
¿Cómo sobrevivirían durante todos estos años en un lugar más inhóspito que
Egipto? ¿Cultivarían nuevas y mejores cualidades durante estos años? ¿Madurarían
como personas durante este periodo de tiempo? ¿Odiarían o amarían más a Dios?
Sin duda, estas y muchas otras preguntas se fueron respondiendo una a una
durante este éxodo que al pueblo de Israel le llevó 40 años. La gran protección que
Jehová les otorgó durante estos 40 años y la gran bendición que les dio a los
sobrevivientes al final de este periodo de refinamiento dándoles la tan anhelada
tierra prometida, una leche que manaba leche y miel y que sin duda para todos
aquellos que cultivaron fe y cualidades espirituales pudieron disfrutar gratamente
en compañía de Dios y de todos sus seres queridos.

De igual forma, cada vez que las personas o las organizaciones hacemos planes y
nos ponemos metas, sin duda la visualización de alcanzar dichas metas nos dan
una motivación extraordinaria para trabajar con mucho esfuerzo y mucho tesón.
Sin embargo, la cruda realidad es que para llegar a ellas necesitamos pasar muchos
más obstáculos de los que habíamos imaginado. Solo algunos cuantos tienen la fe
necesaria para seguir luchando día a día por alcanzar sus metas sin desviarse del
camino, en contraste, otros más, desfallecen y se quedan en el camino. ¿Es usted
de los que tienen sus metas muy claras y de los que siguen luchando siempre para
alcanzarlas? ¿Está usted preparado para aprender las lecciones de la vida? ¿Tiene
usted la paciencia y la persistencia necesarias para aguantar 4 días, 4 meses, 4
años o 40 años para conseguir sus metas? ¿Al desconocer cómo será su éxodo
usted tiene plena confianza en que el creador le dará diariamente del cielo su ración
de maná? ¿Podrá usted disfrutar del camino por desértico que este sea? ¿Sabrá
cultivar fe y esperanza a toda prueba? ¿Podrá visualizar que al final del éxodo se
encuentra su tierra prometida esperándolo? Estas y muchas otras preguntas
solamente serán respondidas de primera mano y en carne propia por todos aquellos
que han tenido la fe de vivir su éxodo de día por día, de semana por semana y de
año por año y de saber que Dios siempre recompensa a todos aquellos que le son
leales.

¿Cómo definir metas alcanzables?

Como decía el Dr. Víctor Frankl, “el hombre puede vivir en el futuro si en el
presente tiene metas claras y tareas por cumplir. Cuando a un hombre se le acaban
las metas, los sueños, las tareas y el trabajo, entontes muere” Palabras muy sabias
que nos dan una primera pauta para descubrir la necesidad de tener metas. Es
decir, definir objetivos no es opcional para el ser humano, son necesarios para
sobrevivir y trascender. Ahora bien, ¿Qué clase de objetivos son importantes y
trascendentes para nuestra vida? Todos aquellos que sacan nuestros mejores dones
y que nos acercan a nuestra misión en la vida ¿Soy un buen padre de familia? ¿Soy
un buen instructor? ¿Soy un buen artista? ¿Soy un buen empresario? ¿Soy un buen
deportista? ¿Soy un buen profesionista? ¿Soy un buen trabajador? ¿Soy un buen
amigo? ¿Soy un buen vecino? Etc.

Pasos para definir metas alcanzables para las personas:

1. ¿Cómo me visualizo en el futuro?


2. ¿Cuál es el sueño de mi vida?
3. ¿Quiénes aparte de mí y de mi familia se beneficiarían si yo alcanzo mi
sueño?
4. ¿Cuál es mi misión en la vida?
5. ¿Cuál es la mi razón de ser en la vida?
6. ¿Para qué existo?
7. ¿Cuál es el propósito más noble que tengo en la vida más allá de mi
bienestar y el de mi familia?
8. ¿Qué necesidades satisfago de mis clientes o de mis patrones?
9. ¿Qué productos o servicios ofrezco para ganar dinero?
10. ¿Qué productos o servicios ofrezco para contribuir y beneficiar a la sociedad?
11. ¿A qué mercados (tipo de personas, industrias, nichos, segmentos, niveles
socioeconómicos, etc.) dirijo mis productos?

Pasos para definir metas alcanzables para las organizaciones:

1. ¿Cuál es mi visión de negocio?


2. ¿Cuál es mi misión de negocio?
3. ¿Cuáles son mis objetivos financieros (ventas, utilidades, rentabilidad, etc.)?
4. ¿Cuáles son mis objetivos relacionados con clientes (participación de
mercado, número de clientes, ingresos, innovación, servicios, precio, costo,
garantías, etc.)?
5. ¿Cuáles son mis objetivos relacionados con mis procesos (comercialización,
administración, planeación, recursos humanos, compras, finanzas,
tecnología de la información, logística, calidad, etc.)?
6. ¿Cuáles son mis objetivos relacionados con el desarrollo humano y el
desarrollo tecnológico de mi organización (competencias laborales,
capacitación, inversión, automatización, ERP, etc.)?

Por supuesto, a cada objetivo hay que definirle una meta cuantitativa, un
responsable y un plazo para cumplirse. Por ejemplo, Juan es el responsable de
vender $ 100 millones de pesos en el año 2010; Carlos es el responsable de
generar una utilidad de operación del 35% en el año 2010; Luis es el responsable
de certificar el 100% de las competencias laborales de todo el personal en el año
2010, y así sucesivamente.

Las metas se pueden definir de dos maneras:

1. Por la inercia que traemos del pasado en ese objetivo, o


2. Por los resultados que queremos alcanzar en el futuro.

En el primer caso, solamente hacemos una proyección, un pronóstico o un


presupuesto basado en los antecedentes históricos aplicando alguna técnica
estadística o un método proyectivo. En el segundo caso, definimos las metas
basándonos en la combinación de otros factores como la inversión, la estructura
organizacional, la innovación, la automatización, las fortalezas y debilidades de los
competidores, de las tendencias del medio ambiente, etc. Por ejemplo, yo soy un
corredor amateur de 100 metros y en el año 2007 mi mejor tiempo ha sido de 15
segundos, cada año lo he mejorado en un segundo. Por lo tanto, si aplico la primer
manera, la meta que me pongo para correr los cien metros planos en el año 2010
es de 14 segundos ¿está bien, no? Pero si utilizo la segunda manera, clarifico que
ahora si voy a entrenar más seguido, que voy a cambiar de entrenador, que me
voy a apegar más a una alimentación balanceada, que voy a participar en más
competencias y que voy a trabajar con un grupo de atletas profesionales, entonces
mi meta será corres los 100 metros planos en el año 2010 en 12 segundos ¿esta
mejor, verdad? Algo similar se tiene que hacer para definir el resto de las metas
personales y organizacionales. Pero lo más importante que sea cual sea la meta
que quede establecida sea nuestro principal punto de referencia para calificar
nuestro desempeño. Ya no se vale mano negra para estar modificando
continuamente las metas en función de las circunstancias.

¿Cómo enfrentar el éxodo diario de alcanzar nuestras metas?

Dicen los americanos que siempre hay que tener un plan “B”. Esta opción es buena,
pero más allá de todas las precauciones probablemente haya necesidad de extraer
una cuantas moralejas del éxodo de los Israelitas.

Por favor tome en cuanta los siguientes aspectos e incorpórelos a lo largo de su


proceso de alcanzar metas.

1. Acepte tranquilamente en su mente y en su corazón las cosas que al final


del día no le salieron como las está planeando.
2. Sonría antes, durante después del día, independientemente de si hay
pequeños triunfos o hay pequeños fracasos.
3. Aumente su comunicación con Dios y con su equipo de trabajo.
4. Tenga mucha paciencia pues el éxodo aunque usted no lo sepa todavía
va a durar mucho más tiempo del imaginado.
5. En los momentos de ocio o de incierta calma, manténgase ocupado en
actividades familiares, sociales y de aprendizaje personal.
6. Consuma el maná que Dios le da cada día, aunque usted quiera más no
lo necesita.
7. Medite en todo el aprendizaje que está teniendo, tanto cuando las cosas
le salen bien como cuando las cosas le están saliendo mal.
8. Enliste las nuevas cualidades personales que al final del día esta
cultivando: humildad, abnegación, amor, paciencia, modestia, fe,
esperanza, etc. Los defectos que le salgan relucir tienen la oportunidad
de irse moderando a medida que sus cualidades se están incrementando.
No se enoje con nadie porque el suceso imprevisto nos acaece a todos.
9. Trabaje solamente seis días y descanse uno.
10. Mantenga la calma y descubra nuevos caminos, nuevos recursos, nuevos
amigos, nuevas alternativas, nuevas opciones. Probablemente descubra
estrategias útiles y valiosas que inicialmente no estaban contempladas.

Moraleja: Aún cuando las personas y las organizaciones no pueden vivir sin
objetivos, hay una gran diferencia entre quienes utilizan un método de planeación
formal para definir sus objetivos y sus metas y entre quienes solamente utilizan su
instinto para definir sus objetivos y sus metas. La probabilidad de éxito se
incrementa cuando se utilizan métodos formales de planeación. Y por otro lado, es
importante recordar que aunque usted haga la mejor planeación del mundo
siempre esta expuesto a que por diversas circunstancias internas (debidas a usted)
y externas (debidas a factores del medio ambiente externo ajenas a usted) tenga
que vivir un éxodo de días o incluso de años para alcanzar sus metas. Aún en estas
circunstancias de vivir sus éxodos de todos los días, usted puede ser optimista y
aprovechar la oportunidad para enriquecer sus cualidades y virtudes humanas que
sin duda seguirán siendo muy provechosas para los demás éxodos que tarde o
temprano usted al igual que todos los seres humanos y todas las organizaciones
seguiremos enfrentando. Que Jehová Dios le siga ayudando a llegar siempre a sus
tierras prometidas.

El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.


Buda

El que acepta sufrir, sufrirá la mitad de la vida; el que no acepta sufrir, sufrirá
durante su vida entera.
Confucio

De la misma manera que las tinieblas de la noche permiten ver los astros del cielo,
así también los sufrimientos permiten entrever el sentido de la vida.
Henry Thoreau

Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los de corazón puro, porque
verán a Dios.
Jesucristo (Mateo 5:5-8)

Nadie se conoce hasta que ha sufrido.


Musset

El dolor levanta al caldo, abate al fuerte, confunde al sabio, inspira a ignorante;


establece un lazo de amor entre los que se aborrecían.
Arenal

El dolor es el vínculo de la conciencia.


Buda

No te rías nunca de las lágrimas de un niño. Todos los dolores son iguales.
Charles Van Lerberghe
Quitar el dolor es obra divina.
Heywood

Mientras más grande es el hombre, más grande es su dolor.


José Maria Vargas Vila

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