You are on page 1of 2

Gabriela Valderruten Nuñez

¿RETÓRICA O VERDAD? LA ‘TERCERA VÍA’ DE PLATÓN


La presente reseña está basada en el artículo: “¿Retórica o Verdad? La ‘Tercera Vía’ de
Platón”, publicado en la Revista Latinoamericana de Filosofía, Vol. XIX N° 2 en el 2003 y
escrito por Gabriela Rossi; profesora y licenciada en filosofía por la Universidad Nacional
de La Plata (Argentina), y doctora en filosofía por la Pontificia Universidad Católica de
Chile (Chile); ha realizado posdoctorados y estancias de investigación en España,
Argentina, y Alemania. Su texto se va dividir en 2 partes: “I. La retórica en Gorgias” (a.
Las críticas a la retórica practicada por los oradores contemporáneos y b. El verdadero arte
de la retórica y su función) “II. El arte de los discursos en el Fedro”. Partiendo de esto, la
reseña se desarrollará así: resumen del artículo, exaltando las ideas principales del mismo,
su hipótesis y la comprobación de esta, para continuar con la opinión crítica del mismo y
así finalizar con las conclusiones donde se intentará reunir los aspectos generales del texto
y por ende, mi pensamiento.
Este artículo trata sobre los puntos de vista teóricos de Platón sobre la retórica, su valor, sus
condiciones y su función ética-política genuina. El objetivo de la autora es mostrar que,
incluso desde el punto de vista teórico o metarretórico (Gorgias y Fedro), Platón admitiría
la práctica de argumentar desde probabilidades y opiniones, y aceptaría como parte legítima
de la retórica (para persuadir a las masas) instrumentos tales como recurrir a las emociones.
En este artículo se hará referencia a algunos pasajes de los escritos políticos de Platón,
especialmente “República” y “Leyes”, y al papel de algunos mitos en los diálogos. No
obstante, sé es consciente de la necesidad (y la posibilidad) de armonizar esta visión con la
fuerte afirmación de Platón de que el conocimiento de (y el compromiso con) una verdad
objetiva es esencial para la verdadera retórica.
En el punto “a” se dirá que la retórica es vergonzosa y engañosa, pues se basa en producir
placer, por ello pertenece al género de la adulación, lo cual implica que estás actividades
están lejos de perseguir lo bueno y pretenden tener un conocimiento que no poseen. La
crítica de Platón no va dirigida en sí a la producción de placer, sino a que no existe un
principio regulador, el cual debería ser el conocimiento de la justicia, para así establecer el
fin mayor y a partir de este producir placer. La producción de placer sería admitida por
Platón bajo ciertas condiciones, como que el bien debe ser el fin regulador y el placer solo
será un instrumento para llegar a él, siendo así, el orador debe poseer el conocimiento de lo
justo, de lo bueno y de lo bello. En el punto “b” se dirá que Sócrates distinguirá dos tipos
de retórica: la primera es aquella forma de adulación y la segunda es la practicada por los
oradores que hablan en pro de un bien, apuntando a que los ciudadanos se hagan mejores a
causa de sus discursos. La retórica “buena” es la conexión de la relación placer-bien
(medio-fin), además, planteará la analogía del fin y la forma, los cuáles obrarían como
reguladores para determinar qué acciones deben realizarse para llegar a su respectiva
producción. Lo que produzca la justicia en los oyentes será una téchne que ordenará y
concertará sus almas, y esto implicaría una estrecha relación entre forma y orden, lo cual
lleva al cuestionamiento de si toda alma puede ser ordenada del mismo modo, o si es
preciso hacerlo de diversas formas, e incluso si el orden que se alcanza, es para todas las
almas de la misma naturaleza o no.
Gabriela Valderruten Nuñez

“El arte de los discursos en el Fedro” se centrará en la actividad discursiva y las


condiciones que debe cumplir para considerarse una téchne. La primera cuestión es si el
pensamiento de quien habla debe estar en conocimiento de la verdad. Esta capacidad de
conocer la verdad sobre lo que se está hablando depende de la capacidad dialéctica, de esta
manera, se considerará la relación entre la retórica y la dialéctica. Platón dirá que el arte de
la retórica deberá cumplir con “algo más”, esto será el requisito de toda téchne: conocer la
naturaleza (el alma) de todo aquello sobre lo que ejercerá acción para poder determinar qué
tipo de discurso se ajusta mejor para producir efecto en cada tipo de alma. La crítica es que
los tratados de retórica no disciernen cuándo y para qué es conveniente aplicarlos, por lo
que es necesario ese ‘algo más’. Se llegará a la conclusión de que el conocimiento teórico
que debe tener todo orador (anímico), sólo se puede obtener por medio del método
dialéctico de las divisiones y uniones, pues es la capacidad de aplicar estos conocimientos
generales a los casos particulares (qué tipo de discurso usar) y estas serían habilidades
comunes en el orador de la retórica “buena”.
Considero que la autora desarrolló muy bien la idea del texto que era demostrar que Platón
admitiría el uso de las emociones como instrumento de la retórica para argumentar desde la
opinión y la probabilidad, siempre y cuando cumpla con la condición de encaminar su
discurso hacía el bien como fin mayor. Pienso que logró muy bien la armonía no solo entre
los textos sino que también entre los términos, sin dejar de lado la idea de que podían
existir varios tipos de retórica pero que la verdadera es aquella que busca el bien para el
auditorio por medio de la verdad objetiva y los discursos correctos para cada tipo de alma.
Para mí, el texto está muy bien desarrollado tanto en su estructura como en su contenido, lo
cual nos permite enlazar la idea de la existencia de una ligazón medular entre retórica y
política (así como se menciona en la introducción, p.287) y esto abriría la posibilidad de la
reconciliación de la retórica con la democracia.
De esta manera se puede concluir que: a. la retórica debe estar encaminada en la búsqueda
del bien y lo justo, el placer no puede ser un fin sino un instrumento, b. es necesario
conocer la esencia de las almas a las que se habla, pues unas almas se dejan persuadir por
un tipo de discursos pero para otras se deben elaborar unos diferentes, c. aparece la retórica
como un medio de persuadir, educar y ordenar anímicamente por lo cual se incluye en el
proyecto político. Esto nos permite entender que la crítica de Platón a los sofistas, apunta al
hecho de que desconocieron la necesaria subordinación de toda oratoria que pretenda
constituirse en téchne a un saber de orden práctico (ético-político) que gobierne su uso, sin
embargo, una discrepancia de su idea es que considere que el conocimiento práctico y el
tomar decisiones en este ámbito debe ser patrimonio de expertos y no de todo ser racional.
Bibliografía: Rossi, G., (2003). “¿Verdad o retórica? La ‘tercera vía’ de Platón”,
Argentina: Revista Latinoamericana de Filosofía, Vol. XXIX N° 2.

You might also like