Professional Documents
Culture Documents
La revisión fiscal en Colombia para 2019 se debe realizar en aquellas sociedades que cuenten con activos brutos al
31 de diciembre de 2018 que sean superiores o iguales a los 5 000 SMMLV, que equivalen a $ 3 688 585 000 o que
cuenten con ingresos brutos al 31 de diciembre de 2017 superiores o iguales a los 3 000 SMMLV $ 2 213 151 000.
En el Artículo 203 del Código de Comercio se plantea de manera general la obligación de tener revisor fiscal en las
sociedades por acciones, en las sucursales de empresas extranjeras y en las sociedades que de manera voluntaria lo
dispongan, siempre y cuando esta decisión la tomen los socios que representen como mínimo el 20 % del capital de
la empresa y no formen parte de la administración. Además, de acuerdo con lo establecido en el Parágrafo 2 del
Artículo 13 de la Ley 43 de 1990, también deben tener un revisor fiscal las sociedades comerciales que sin importar
su naturaleza cuentan con activos brutos al 31 de diciembre de 2018, superiores o iguales a los 5 000 SMMLV, es
decir $ 3 688 585 000 o que cuenten con ingresos brutos al 31 de diciembre de 2018, que sean superiores o iguales a
los 3 000 SMMLV: $ 2 213 151 000; en 2019 lo elegirán la asamblea de accionistas o la junta de socios.
Teniendo en cuenta las disposiciones que se encuentran en el artículo 20 de la Ley 45 del año 1990, todas
aquellas instituciones financieras que se encuentran sometidas a la vigilancia y al control por la
Superintendencia Financiera.
Según lo que se postula en el artículo de la Ley 142 del año 1994, todas las empresas que prestan servicios
públicos domiciliarios que se sujetan a lo que dispone el Código de Comercio en lo que tiene que ver con
sociedades anónimas.
Teniendo en cuenta la circular conjunta 122 SNS – 036 de la Superintendencia Nacional de la Salud y la Junta
Central de Contadores, todas aquellas entidades que estén sometidas a la vigilancia por parte de la
Superintendencia Nacional de Salud.
De acuerdo con el Artículo 56 de la Ley 675 del año 2001. Todos los conjuntos de uso mixto o comercial.
Teniendo en cuenta el artículo 48 de la Ley 21 del año 1982, todas las entidades que presten servicios como
cajas de compensación familiar.
Teniendo en cuenta el Artículo 3 del Decreto 1529 del año 1990, todas las fundaciones o entidades de
utilidad común.
De acuerdo con el Artículo 16 de la Ley 363 del año 1997, los controles contables y financieros que se le
ejercen a los fondos ganaderos los debe realizar un revisor fiscal.
En el Decreto se menciona que el revisor fiscal tiene la obligación de aplicar estas normas en las entidades que se
encuentren ubicadas en el grupo 1 y 2 que cuenten con más de 30 000 SMMLV $20 683 620 000 de activos o que
tengan más de 200 empleados. Todas las entidades que no pertenecen al grupo 1 pero que por voluntad propia se
acogen a aplicar los Estándares Internacionales para este grupo, tendrán que cumplir lo postulado en el artículo
que se mencionó.
Ahora que sabes cuál es la función de la revisoría fiscal y cuáles son las empresas que se encuentran obligadas a
tener una revisoría fiscal. Anímate si estás emprendiendo este camino. Si eres nuevo y debes hacerlo solo debes
estudiar las normas y seguir los pasos para tu revisión fiscal.
Obligados a tener Revisor Fiscal año 2019
NORMAS INTERNACIONALES DE AUDITORIA (NIA) – NORMAS DE AUDITORÍA Y ASEGURAMIENTO DE
LA INFORMACIÓN (NAI)
Aplicación obligatoria por los revisores fiscales que presten sus servicios a entidades del Grupo 1, y a las
entidades del Grupo 2 que tengan más de 30.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV) de
activos o, más de 200 trabajadores, en los términos establecidos para tales efectos en los Decretos números
2784 de 2012 y 3022 de 2013 y normas posteriores que los modifiquen, adicionen o sustituyan, así como a los
revisores fiscales que dictaminen estados financieros consolidados de estas entidades. Las entidades que no
pertenezcan al Grupo 1 y que voluntariamente se acogieron a emplear al marco técnico normativo de dicho
Grupo, les será aplicable lo dispuesto en el presente artículo.
Sociedades comerciales.
1.Sociedades por Acciones. (C.co. Art. 203), las SAS no están inmersas en este punto deben cumplir los topes
establecidos en el punto 5 de este editorial.
5.Será obligatorio tener Revisor fiscal en todas las sociedades comerciales, de cualquier naturaleza, cuyos
activos brutos a 31 de diciembre del año 2018 sean o excedan el equivalente a 5.000 SMMLV ($3.906.210.000)
y/o cuyos ingresos brutos a 31 de diciembre del año 2018 sean o excedan al equivalente a 3.000 SMMLV.
1.Bancos
2.Corporaciones Financieras, de Ahorro y vivienda.
3.Compañías de financiamiento (Leasing, Factoring, renting etc.).
4.Sociedades Fiduciarias.
5.Las cooperativas especializadas de ahorro y crédito.
6.Las cooperativas multiactivas con sección de ahorro y crédito.
7.Las cooperativas integrales con sección de ahorro y crédito, entre otras.
Las entidades del sector real sometidas a la acción de la Superintendencia de la Economía Solidaria estarán
obligadas a tener revisor fiscal cuando el total de sus activos al 31 de diciembre del año inmediatamente
anterior sean o excedan el equivalente a quinientos (500) SMMLV ($390.621.000 año 2018) (Resolución
041 del 21 de Febrero de 2000).
Cuando dichas entidades no reúnan las condiciones señaladas quedarán eximidas de la obligación de tener
revisor fiscal.
*Asociaciones mutuales.
*Fondos de Empleados.
*Instituciones auxiliares de la economía solidaria.
*Cooperativas multiactivas e integrales sin sección de ahorro y crédito.
*Cooperativas especializadas en actividades diferentes a la financiera.
*Precooperativas.
*Administraciones públicas cooperativas.
*Cooperativas de trabajo asociado, entre otras.
6. Otras entidades.
Será obligatorio tener revisor fiscal en todas las sociedades comerciales, de cualquier naturaleza,
cuyos activos brutos al 31 de diciembre del año inmediatamente anterior sean o excedan el
equivalente de cinco mil (5.000) salarios mínimos y/o cuyos ingresos brutos durante el año
inmediatamente anterior sean o excedan al equivalente a tres mil (3.000) salarios mínimos.
Así las cosas, las sociedades comerciales deben tener revisor fiscal durante el año 2019, si sus
activos brutos a 31 de diciembre del 2018 fueron iguales o superiores a $ 3.906.210.000, y/o durante
el año 2018 el monto de sus ingresos brutos fueron o excedieron de $ 2.343.726.000.
Además de las mencionadas anteriormente, las siguientes son algunas entidades que también deben
tener revisor fiscal:
1. Activos brutos del año anterior iguales o superiores a 5.000 salarios mínimos
mensuales.
2. Ingresos brutos del año anterior iguales o superiores a 3.000 salarios mínimos
mensuales.
Los valores de referencia son los del año anterior, es decir que la obligación de tener
revisor fiscal en el 2019 depende del salario mínimo del 2018, con corte al 31 de
diciembre.
Esto hace que cada año cambien los obligados a tener revisor fiscal cuando deben
tenerlo en función de sus activos o ingresos.
Obligados a tener revisor fiscal para cada año.
En la siguiente tabla se listan los obligados a tener revisor fiscal según el año, desde el
2012 hasta el 2019.
Año de la obligación de tener Monto del Monto del
revisor fiscal ingreso activo
Recuerde que para hacer los cálculos de un año determinado se toma el salario
mínimo del año inmediatamente anterior, y la obligación de tener revisor fiscal surge
cuando los activos sean iguales o superiores a dicho monto.
5.2 PERIODO MÁXIMO DE EJERCICIO DEL REVISOR FISCAL
“En las sociedades donde funcione junta directiva el período del revisor fiscal será igual al de aquella, pero
en todo caso podrá ser removido en cualquier tiempo, con el voto de la mitad más una de las acciones
presentes en la reunión.”
Frente a esto, se debe considerar igualmente lo dispuesto por los artículos 198 (inciso 2) y 199 en
los que se señala que el periodo de elección de la junta directiva será el que se determine
estatutariamente.
“esto no quiere decir que el máximo órgano decisor de la entidad no considere a bien rotar a la persona
que se encuentre desempeñando esta función”
Como se puede observar, si bien el periodo puede estar determinado por el periodo que posea la junta
directiva, no se limita expresamente a un periodo máximo de permanencia (esto implica por tanto que
dicho profesional puede ser nombrado de forma reiterada y no se establece una limitante), esto no quiere
decir que el máximo órgano decisor de la entidad no considere a bien rotar a la persona que se encuentre
desempeñando esta función.
La entidad podrá evaluar, objetivamente, si el ejercicio de esta función de manera prolongada afectará o
ha afectado el desempeño del mismo. Al respecto, entidades como la Superintendencia Financiera
sugieren a las entidades bajo su supervisión acoger un tiempo de rotación para estos profesionales, dicen,
con el fin de garantizar la independencia del revisor fiscal.
La obligatoriedad de poseer un revisor fiscal designado por el órgano competente por parte de las
entidades sometidas a inspección, control y vigilancia de la Superintendencia Financiera se encuentra
determinado por el artículo 20 de la Ley 45 de 1990.
“Artículo 20. Obligatoriedad y funciones. Toda institución financiera sometida al control y vigilancia de la
Superintendencia Bancaria y aquellas sujetas al control y vigilancia de la Comisión Nacional de Valores,
cualquiera sea su naturaleza, deberán tener un revisor fiscal designado por la Asamblea General de
Accionistas o por el órgano competente.”
Esta superintendencia, ha compilado en la Circular Externa 029 de 2014, específicamente en el numeral
3.3.1.4.2 parte I, título I, capítulo III Gobierno corporativo, una recomendación expresa sobre el periodo
que deberían tener los profesionales de la revisoría fiscal en estas entidades. Esta recomendación
comprende una periodicidad de 5 años, tiempo soportado (según lo menciona la superintendencia)
en prácticas y estándares internacionales de gobierno corporativo.
“3.3.1.4.2. Que la entidad, en los contratos que suscriba con su revisoría fiscal, pacte cláusulas en las que
la firma de revisoría se obligue a rotar a las personas que al interior de la entidad adelantan dicha función
con por lo menos una periodicidad de 5 años. Igualmente, a pactar que la persona que ha sido rotada
solamente pueda retomar la auditoría de la misma compañía luego de un periodo de 2 años. La misma
recomendación aplica para los casos en los cuales el revisor fiscal sea una persona natural.”
Síntesis: El artículo 20 de la Ley 45 de 1990 impuso a las entidades sometidas a la inspección, control y vigilancia de esta
Superintendencia la obligación de tener un revisor fiscal designado por la asamblea general de accionistas o por el órgano
competente, sin ocuparse dicho precepto de fijar un periodo máximo para el ejercicio de dicho cargo en una de tales entidades.
Atendiendo los estándares y las prácticas internacionales, el numeral 3.3.1.4.2 de la Parte I, Título I, Capítulo III de la Circular
Básica Jurídica de esta Superintendencia (Circular Externa 029 de 2014) recomienda como práctica de buen gobierno corporativo
algunas medidas para garantizar la independencia del revisor fiscal
«(…) correo electrónico mediante el cual consulta acerca del periodo máximo de un revisor fiscal de una entidad vigilada por la
Superintendencia Financiera.
Al respecto, procede manifestar que el artículo 20 de la Ley 45 de 1990 impuso a las entidades sometidas a la inspección, control
y vigilancia de esta Superintendencia la obligación de tener un revisor fiscal designado por la asamblea general de accionistas o
por el órgano competente, sin ocuparse dicho precepto de fijar un periodo máximo para el ejercicio de dicho cargo en una de tales
entidades1.
Ahora bien, para el caso de las entidades organizadas bajo la forma societaria de las anónimas2 deben tenerse en cuenta las
reglas generales previstas en el Código de Comercio. En ese orden, es de anotar que de acuerdo con lo dispuesto en los
artículos 198, inciso segundo, y 199 de dicho código, las elecciones del revisor fiscal se harán para los períodos determinados en
los estatutos, sin perjuicio de que los nombramientos sean revocados libremente en cualquier tiempo, y que según lo establecido
en el artículo 206 del mismo:
En las sociedades donde funcione junta directiva el período del revisor fiscal será igual al de aquella, pero en todo caso
podrá ser removido en cualquier tiempo, con el voto de la mitad más una de las acciones presentes en la reunión.
En relación con las instituciones vigiladas de naturaleza cooperativa, le informamos que los artículos 38 y 41 de la Ley 79 de
1988, en donde se señala la obligación de contar con revisoría fiscal para este tipo de organismos, no fijan un período
determinado para el desarrollo de dicha función.
Por último, es de mencionar que atendiendo los estándares y las prácticas internacionales, el numeral 3.3.1.4.2 de la Parte I,
Título I, Capítulo III de la Circular Básica Jurídica de esta Superintendencia (Circular Externa 029 de 2014) recomienda como
práctica de buen gobierno corporativo que, entre otras medidas para garantizar la independencia del revisor fiscal, las entidades
vigiladas adopten la siguiente:
3.3.1.4.2. Que la entidad, en los contratos que suscriba con su revisoría fiscal, pacte cláusulas en las que la
firma de revisoría se obligue a rotar a las personas que al interior de la entidad adelantan dicha función con por
lo menos una periodicidad de 5 años. Igualmente, a pactar que la persona que ha sido rotada solamente pueda
retomar la auditoría de la misma compañía luego de un periodo de 2 años. La misma recomendación aplica para
los casos en los cuales el revisor fiscal sea una persona natural.
El texto de la instrucción referida puede consultarse en nuestra página Web www.superfinanciera.gov.co siguiendo el
enlace: Inicio/Normativa/Normativa General/Circular Básica Jurídica (C.E. 029/14)/Parte I - Instrucciones generales
aplicables a las entidades vigiladas.
1A esta norma hace remisión el artículo 79 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero (Decreto 663 de 1993), que se encarga
de establecer las reglas especiales aplicables al ejercicio de dicha investidura, particularmente en uno de los apartes del numeral
1 señala “El revisor fiscal cumplirá las funciones previstas en el libro segundo, título I, capítulo VIII del Código de Comercio y se
sujetará a lo allí dispuesto, sin perjuicio de lo prescrito en otras normas”.
2 De acuerdo con lo previsto en el artículo 53 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero y la remisión que a este hace el
artículo 22 de la Ley del Mercado de Valores, las entidades vigiladas por esta Superintendencia deben constituirse bajo la forma
de sociedades anónimas mercantiles o de asociaciones cooperativas.
5.4 ARCHIVOS DE PROPIEDAD DE LA EMPRESA
2. Fotocopias o copias vituales de los contratos más importante con constructores de sus
edificaciones y fabricantes de maquinaria, equipos y otros bienes.
4. Fotocopias o copias virtuales de algunos documentos que el revisor fiscal considere de alta
importancia.
7. Hojas electrónicas y otros documentos (físicos y virtuales) en los que consten las aplicaciones
mensuales, ocasionales y de cierre de año de los procedimientos indispensables para obtener
evidencia válida y suficiente, entre ellos:
Los documentos aquí relacionados no son absolutamente todos los que necesita un revisor fiscal
para soportar sus informes y su dictamen sobre estados financieros. Son únicamente los más
comunes e indispensables. Puede haber más, dependiendo del tipo de empresa y de las
condiciones de funcionamiento.
PAPELES DE TRABAJO
D e s d e q u e s e l e g i s l ó p o r p r i me r a v e z a c e r c a d e r e v i s o r í a f i s c a l ( l e y
58 de 1931) y en los años siguientes, principalmente a través del
d e c r e t o e s p e c i a l 4 1 0 d e 1 9 7 1 ( Có d i g o d e C o m e r c i o ) y l a l e y 4 3 d e
1 9 9 0 ( l e y ma r c o d e l a c o n t a d u r í a p ú b l i c a ) s e h a c o n s i d e r a d o
i n d i s p e n s a b l e q u e e l r e v i s o r f i s c a l d o c u me n t e – m e d i a n t e e v i d e n c i a
válida y suficiente- su trabajo; para que, con base en tal evidencia
esté en capacidad de dictaminar (dando fe pública) los estados
f i n a n c i e r o s y p r e s e n t a r l o s d i v e r s o s i n f o r me s a l o s q u e l o o b l i g a n l a s
n o r ma s l e g a l e s .
Desde antes de que se expidiera la Ley 43 de 1990, los revisores fiscales se guiaban por las
denominadas Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas NAGA y por lo que indicaba el
artículo 208 del Código de Comercio en relación con los “procedimientos aconsejados por
la técnica de la interventoría de cuentas”. En ninguna norma legal se ha explicado en qué
consiste esta “técnica de interventoría de cuentas” y en ninguna universidad se ha incluido
dentro del pensum el estudio de ese tema; por lo que casi todos la ha ignorado y han
encontrado más fácil cumplir con las NAGA, las cuales han sido conocidas en América
desde mediados del siglo pasado.
“b) Debe hacerse un apropiado estudio y una evaluación del sistema de control interno
existente, de manera que se pueda confiar en él como base para la determinación de la
extensión y oportunidad de los procedimientos de audi toría”.
“c) Debe obtenerse evidencia válida y suficiente por medio de análisis, inspección,
observación, interrogación, confirmación y otros procedimientos de auditoría, con el
propósito de allegar bases razonables para el otorgamiento de un dictamen sobre los
Estados Financieros sujetos a revisión”.
“El revisor fiscal aplicará las NIA…en cumplim iento de las responsabilidades contenidas en
los artículos 207, numeral 7, y 208 del Código de Comercio, en relación con el dictamen de
los estados financieros”.
Esto te puede interesar: Auditoría integral, normas y procedimientos (2da Edición) – ECOE
Ediciones
La NIA 230, que trata específicamente de la documentación de auditoría, nos dice que la
documentación de auditoría (programas y papeles de trabajo, archivos digitales,
fotocopias, videos, etc.) que cumpla con los requisitos estipulados en esta y otras NIA,
sirve para tener evidencia de que el trabajo se planeó adecuadamente y se ejecutó de
acuerdo con las NIA y las estipulaciones indicadas en los requerimientos legales y
reglamentarios aplicables y que las conclusiones de la auditoría están soport adas por esta
documentación.
Y también indica que uno de los principales objetivos de esta documentación es “tener
evidencia válida y suficiente para sustentar el informe de auditoría”
Esto te puede interesar: Estados financieros consolidados (3ra Edición) – ECOE Ediciones
En lo que tiene que ver con la adecuada selección de los elementos sobre los que se
realizarán pruebas para obtener evidencia de auditoría, dice: “ Al realizar el diseño de las
pruebas de controles y de las pruebas de detalle, el auditor determinará medios de
selección de los elementos sobre los que se realizarán pruebas q ue sean eficaces para
conseguir la finalidad del procedimiento de auditoría”.
En mi opinión, esta NIA 500 es muy superficial y no da guías concretas sobre cómo obtener
evidencias y cuáles podrían ser esas evidencias. Ante este gran vacío es necesario que e l
revisor fiscal y el auditor financiero apelen a su experiencia, sus conocimientos y su
ingenio para conseguir evidencia válida y suficiente que les permita soportar con certeza
su dictamen sobre los estados financieros y cualquier otro informe que se der ive de su
labor profesional.
Esto te puede interesar: [ORO] Funciones del revisor fiscal en las sociedades y el deber de
reportar operaciones sospechosas
Desde hace más de 40 años, al referirme en mis escritos y conferencias a los soportes que
necesita tener el revisor fiscal, los he denominado “evidencias del examen” y “evidencias
del trabajo”. Con la denominación que más les guste, todos son lo mismo y, por supuesto
que el revisor fiscal debe tener sus archivos físicos, digitales y en otros medios, que le
permitan sustentar los dictámenes de estados financieros y los diferentes informes que
presente.
No me parece malo que el revisor fiscal se adhiera al cumplimiento de estas NIA; pero
ampliando la oportunidad de documentar su trabajo y la extensión de sus archivos, de tal
manera que pueda demostrar el fundamentado cumplimiento no solo del examen de los
estados financieros (y la obligación de dictaminarlos) sino de todas las funciones de
vigilancia continua, integral e independiente que le asignan del Decreto especial 410 de
1971 y normas legales complementarias y que todos sus informes estén soportados en la
documentación que le permita tener evidencia válida y suficiente para emitir sus juicios
profesionales.
Autor: