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Marco Mauas

¿Borges en el divan? o:
acerca de lo "ininterpretable"
ISSN: 11375683
IAEU
Índice

Presentación ........................................................... 4
Joyce, imposible de interpretar................................ 5
Jorge Luis Borges en la lista ................................... 9
El autor y la marca distintiva.................................. 12
Resumen ............................................................... 17
Bibliografía ............................................................ 18
Presentación
En el siglo XXI y en la cultura occidental, el campo de
la lectura y de la interpretación incluye, aún en los casos
en que se intenta eludirla o soslayarla, la impronta de
Freud y del psicoanálisis.
El psicoanalista Jacques Lacan se refirió a James
Joyce como el primero de una serie de escritores cuya
obra resulta impenetrable, ininterpretable.
En esa serie se ha incluido también a Jorge Luis
Borges.
El artículo aborda y desarrolla la noción de "ininter-
pretable", así como la calificación lacaniana de esa serie
de autores como "desabonados del inconsciente", a par-
tir de la pregunta sobre Borges que le da título.

-4-
Joyce, imposible de interpretar
James Joyce fue ubicado por Jacques Lacan 1 como
el primero entre una nueva generación de escritores.
¿Cuál es la razón?
J. Joyce quiso ser imposible de interpretar. Quiso que
sus obras significaran un verdadero rompedero de cabe-
za para los universitarios ocupados en desentrañarlas,
durante por lo menos 300 años.
Explícitamente, entonces, se colocó a sí mismo bajo
el signo de lo imposible de interpretar, incluso si pareció
dar algunas pistas sobre Ulises, por ejemplo, y declarar
que los episodios deben leerse como paralelos de la O-
disea de Homero, con su correspondiente color, etc.
Richard Ellman, su biógrafo, nos cuenta que Joyce
dijo que este supuesto paralelismo es solamente un
"whim", un capricho, sin ningún valor real.

Idea clave 1 Ulises es una obra que


podrá ser interpretada con este falso
diccionario, pero ha de saberse que es
falso. No conduce a ningún lado, está
hecho simplemente para despistar, pa-
ra desorientar.

¿Qué nombre recibe esta nueva "generación" [este


apelativo es inadecuado: la "generación" es una medida
anticuada para esta aritmética literaria nueva. Quizás
habría que decir esta "serie". Es una cuestión abierta.] de
escritores?

1
Ref. Bibliográfica. Ellman, R. 1983. Joyce. Oxford University Press,
p.616.

-5-
El nombre que le dio Lacan es el de "desabonados
del inconsciente". Es decir, separados del inconsciente,
desconectados para siempre.
Se trata de escribir dedicándose cuidadosamente a
despedirse del inconsciente, a tornar la obra impenetra-
ble, cerrada para la interpretación psicoanalítica.
Parece, dicho así, casi una broma. Una broma doble.
En primer lugar, ¿quién dijo que la interpretación psi-
coanalítica es tan importante, tan central en nuestra civi-
lización, como para hacer de piedra fundamental, en ne-
gativo -lo que no es interpretable- de un nuevo estilo lite-
rario?
En segundo lugar, ¿quién nos asegura de ello?
¿Cómo justificar, como probar semejante enormidad?
Bien, es que esta broma doble es simplemente la
broma doble de la interpretación, después de Freud.
Freud transformó el campo de la lectura y de la inter-
pretación, los volvió dependientes de una lectura última,
absoluta, que sin embargo no es pronunciable más que
en el caso por caso.
Es como una llave maestra en potencia, que funciona
por sorpresa, pero que está allí, siempre a punto de abrir
el texto. El llamado "Complejo de Edipo", por ejemplo, es
una lectura de la tragedia como tal, la tragedia griega,
lectura que es casi una cita forzada, es difícil hoy esca-
par de ella.
Jean Pierre Vernant 2 , el erudito francés, especialista
en cultura griega, tiene que hacer verdaderos malaba-
rismos para hablar de la tragedia de Edipo sin Freud -es

2
Ref. Bibliográfica. Vernant, J.P. 2000. Entre Mythe et Politique.
Paris, Seuil.

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su intención declarada, hacerlo sin Freud, sin lo que
Freud descubrió.
Es interesante leer a Vernant -exagero, pues es un
interesantísimo especialista, y un apasionado escritor
con una clara posición política- pero bien, digámoslo así
para poner el punto en claro, de un modo artificioso: es
casi una tentación leerlo sólo por eso: a ver cómo lo lo-
gra.
Cómo logra -si es que lo logra- liberarse de Freud en
su lectura del Edipo. Es una especie de deporte.
¿Lo logrará? ¿Será capaz de decir algo interesante
sobre Edipo, contorneando la silueta del complejo, sin
decir ni una palabra sobre él, hablando solamente de los
griegos? Se vuelve divertido sólo por ello.

Idea clave 2 Los "desabonados del in-


consciente" han dado un paso más,
pero muy serio, trascendentemente
mucho más serio.

En ellos ya no es un deporte, ya no es "saltemos el


obstáculo Freud en nuestra obra". Es, más bien: "trans-
formemos a Freud, a su interpretación, en una llave de
goma.”
La llave está allí, es correcta, y corresponde exacta-
mente a determinadas aperturas de la cerradura, las su-
ficientes como para enganchar en sus puntos esenciales.
Pero es de goma, no engancha.
Está transformada en una llave de otra dimensión,
pues la estructura de la cerradura es el problema. El ma-
terial de cerradura es demasiado real para esta llave que
es simbólica.

-7-
La llave entra en la cerradura, la llave podría abrir la
puerta, pero cuando gira, no reconoce, o mejor no cono-
ce, el material.
El material es otro que el de la llave.
La llave ha sido revelada como simbólica por una ce-
rradura que parece simbólica, parece, pero es real.
Es una cerradura de diamante, y la llave es ahora
una delicada llave de goma, o incluso de cristal. La llave
es noble, la cerradura también, ambas están hechas la
una para la otra, exactamente, excepto en el material, en
la materia prima.
No va, no abre.

Idea clave 3 El primer escritor que La-


can colocó en esta lista fue James
Joyce. No nos ocuparemos de Joyce
aquí, sino de Borges. Diremos sola-
mente que Lacan aprendió de su inte-
rés por Joyce que lo importante es lle-
gar a algún punto de "incurable".

Cuando se le dice a alguien: "tú no tienes cura", se le


quiere decir: "tú eres un Joyce", es decir, te digan lo que
te digan, te interpreten lo que te interpreten, en eso tú
seguirás en la tuya."
Esto es importante, porque supone que se ha llegado
a un nódulo esencial del querer- vivir, del "soy como
soy".

-8-
Jorge Luis Borges en la lista
Jorge Luis Borges entró en esa lista también, en la
lista de los escritores que le dicen "adiós" al inconscien-
te.
Fue un psicoanalista de la Escuela de Lacan, Eric
Laurent, quien lo hizo entrar en esa lista.
E. Laurent lo hizo en una conferencia que dio en Tel-
Aviv en 1993, hace ya 11 años 3 .
E. Laurent incluyó en su lista también a Herman Mel-
ville, pero no al Herman Melville de Moby Dick, sino al
de Bartleby, el escribiente. Y Borges fue incluído en
particular por su cuento La Biblioteca de Babel.
En Bartleby, el escribiente, se ve un personaje que
con mucha suavidad pero de modo absoluto, se niega a
estar al alcance de lo que el otro le pide. Se ha desco-
nectado de las demandas del otro.
Él dice: "preferiría no hacerlo" (traducción de Borges
del "I would prefer not to".)
Borges entró en la lista por su famosa Biblioteca que
es interminable e ininterpretable en sus designios, en su
historia y en sus orígenes.
Todos los esfuerzos que él relata en su cuento por
llegar a desentrañar alguno de estos aspectos de la Bi-
blioteca, dieron o en el fracaso, o en la fundación de que
se separaron del resto de las otras comunidades, o en el
suicidio, o en la soledad, o en el escepticismo.
La Biblioteca de Borges es "incurable". No tiene re-
medio. No es interpretable.

3
Ref. Bibliográfica. Laurent, E.1993. "Seminario sobre una cuestión
preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis" de Jacques La-
can. Publicado en Psijoanaliza, No. 4, Tel-Aviv, 1998.

-9-
Borges acompañaba a su padre a la biblioteca, se-
gún él mismo cuenta, pero de este humilde origen él la
separó. Se ha vuelto algo que le dio el verdadero nombre
a Borges.
Ya no es tan "Borges, el hijo de Jorge Guillermo Bor-
ges, profesor de Psicología, quien lo llevaba a leer a la
biblioteca", sino un poco más "Borges, aquél de la Bi-
blioteca, creada por él mismo".
Hace muy poquito tiempo tuve la oportunidad de en-
contrar una precisa, clara formulación de lo ininterpreta-
ble, gracias a la azarosa coincidencia de que fue publi-
cada una nueva biografía de Borges.
Su autor: Edwin Williamson, un especialista inglés
en cultura hispánica, de la Universidad de Oxford. El li-
bro, editado en USA por Vicking en 2004, no parece ser
tan interesante por sí mismo, pero sí la lectura de la que
fue objeto en el New York Times el 7 de noviembre de
2004, por David Foster Wallace, en un artículo titulado:
"Borges: writer on the couch" 4

Idea clave 4 Es David Foster Wallace


quien, en el esfuerzo por desanudar lo
que él entiende como un excesivo sim-
plismo en la biografía escrita por Wi-
lliamson, nos entrega dos frases dig-
nas de mención. Este artículo es un
comentario de esas frases de Wallace.

Williamson dice en su libro -según comenta Wallace-


que la obra entera de Borges es interpretable según una

4
Ref. Bibliográfica. Wallace, D.F. 2004. "Borges': Writer on the
couch." New York Times, (7/11/2004).

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única llave: un amor que no llegó a realizarse en su vida,
el amor por Estela Canto.
Según Williamson, el amor perdido para siempre de
Estela Canto y la madre dominante de Borges son el
ingrediente esencial de la interpretación única y unifor-
me, de una especie de gemido que Williamson oye en
toda su obra.
Un gemido.
No es que este gemido sea inaudible, ciertamente.
Wallace reconoce que se puede escuchar sin tanto es-
fuerzo. Sólo que Wallace no le da tanta importancia. Más
aún, lo considera de poca importancia en relación a lo
que considera "trascendente" en los cuentos de Borges.
Esto es una especie de introducción a las dos o tres
frases que creo que merecen ser estudiadas del texto de
Wallace, leídas de cerca.
Una de ellas es una nota al pie de página -la primera
nota al pie.
Las otras dos o tres frases se sitúan sobre el final de
su texto, en el parágrafo del fin.

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El autor y la marca distintiva
La nota al pie de página es una suerte de reflexión
acerca del concepto de autor.
El concepto de autor es un problema nada sencillo.
¿Es legible realmente un texto si se lo toma indepen-
dientemente del hecho de quién lo escribió?
¿Es posible una lectura "más allá del autor"?
Wallace ataca el problema de modo directo, y nos
habla del "distintive stamp" --"la marca distintiva"-- que
consistiría en lo que hace que determinada obra sólo
haya podido ser escrita por este autor, y no por ningún
otro. "Su personalidad, sus predilecciones, su estilo, sus
tics particulares, sus obsesiones."
Aquí es donde viene la primera nota. Dice así:

"Por supuesto, el famoso "Pierre Menard, autor del


Quijote" de Borges transforma esta condición en un
deporte, exactamente como "Borges y yo" refuta la
idea entera de una biografía literaria. El hecho de
que su ficción está siempre varios pasos adelante,
en ventaja de sus intérpretes es una de las cosas
que hacen a Borges tan grande, y tan moderno".

Comencemos por esta puntualización: su ficción está


siempre aventajando en varios pasos a sus intérpretes.
Borges es la tortuga y sus intérpretes son cada uno
un Aquiles que trata de alcanzar a la tortuga con sus
interpretaciones. Borges está siempre adelante, y esta
ventaja es de lo grande y de lo moderno.
Lo grande es lo que se puede llamar también "lo in-
signe".

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Lo insigne es un modo de grandeza de lo moderno
que hizo de Joyce el inventor de palabras, de giros, de
torsiones aplicables a nuestra época.
Pero lo insigne lo es esencialmente por ser lo grande
lo señalado sólo para ese caso al que nos referimos. Es
un "grande" que lo es sin comparación con otros peque-
ños o menos grandes, es grande en lo absoluto, pues ha
hecho de su estatura un signo.
"Insigne", que es un término utilizado por Lacan para
referirse a Joyce, se aplica a Borges por quedar siempre
adelante de sus intérpretes. El "siempre" es lo que viene
después y que nos permite decir que se trata de la tortu-
ga que siempre está delante de Aquiles. Es un infinitesi-
mal lo que hace este "siempre", este "grande".
Pierre Menard es quien escribió el Quijote
exactamente tal cual, línea por línea, párrafo por párrafo.
Es un texto que deshace la pretensión de ubicar al
autor según sus propiedades.
Cuando Bertrand Russell ejemplificó su teoría del
nombre propio como una descripción definida de propie-
dades 5 , eligió el ejemplo "Walter Scott es el autor de
Waverley".
Este ejemplo pasó a la historia como el que indica
de modo clarísimo que un nombre propio puede ser re-
emplazado por una descripcion definida, como la llamó
Russell, de lo que ese nombre indica.
De modo casual aparentemente, el ejemplo de Rus-
sell cae sobre el nombre de un autor.
P. Menard es el contraejemplo de Walter Scott. Pie-
rre Menard, según dice Borges 6
5
Ref. Bibliográfica. Russell, B.1905. On denoting.
6
Ref. Bibliográfica. Borges, J.L. 1974. Obras Completas. Buenos
Aires, Emecé.

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"No quería componer otro Quijote, sino el Quijote."
"Inútil agregar que no encaró nunca una transcrip-
ción mecánica del original; no se proponía copiarlo.
Su admirable ambición era producir unas páginas
que coincidieran -palabra por palabra y línea por lí-
nea- con las de Miguel de Cervantes."

Pues la cuestión del nombre estaba presente, por


supuesto, si bien por descarte, por contraluz. En efecto,
dice Borges,

"Ser, de alguna manera, Cervantes, y llegar al


Quijote le pareció menos arduo -por consiguiente,
menos interesante- que seguir siendo Pierre Menard
y llegar al Quijote, a través de las experiencias de
Pierre Menard."

El otro texto mencionado en la nota al pie es "Borges


y yo". Es un texto que no llega a una página, donde
quien escribe cuenta cómo poco a poco va cediéndole
todo a Borges:

"Yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda


tramar su literatura y esa literatura me justifica."

Y conociendo que cada cosa persevera en su ser,


como lo declaró Spinoza, no es ajeno al que escribe pre-
guntarse qué es lo que quedará de él:

"Yo he de quedar en Borges (si es que alguien soy),


pero me reconozco menos en sus libros que en mu-

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chos otros o que en el laborioso rasgueo de una gui-
tarra."

Termina esta breve nota afirmando no saber cuál


de los dos (el que escribe o Borges) escribe esa
página.

Idea clave 5 ¿Cómo queda refutada la


idea de una biografía literaria?

Admitiendo que cada autor, cada nom-


bre de autor, puede muy bien servir de
tapón a otro nombre posible, aún no
pronunciado.

Es así como Lacan llegó a pronunciar


lo que sería un nombre que nombrara
a Joyce, pero al Joyce que sería equi-
valente al "yo" del "Borges y yo". Lacan
dijo este nombre así:

"Joyce le symptôme"--Es decir: "Joyce


el síntoma".

El hecho es que una biografía literaria se hace siem-


pre a contrapelo de este otro nombre. Una biografía lite-
raria ignora por estructura el "Borges y yo".
Finalmente, Wallace llega en el final de su breve e in-
teresante artículo a una definición de lo que hace que un
cuento de Borges sea, con todo, un cuento de Borges:

"Es porque él sabe que no hay diferencia finalmente


-que el asesino y la víctima, el detective y el fugitivo,
el intérprete y la audiencia son el mismo." [..........]

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"Aparte de los tics y las obsesiones, lo que hace que
una historia de Borges sea borgesiana es la sensa-
ción ineluctable y extraña de que todos lo han hecho
y nadie lo ha hecho."
"Aún si los planteos de Williamson son ciertos, los
cuentos [de Borges] trascienden tan completamente
su causa-motivo, que los hechos biográficos se tor-
nan, del modo más profundo y más literal, irrelevan-
tes."

Borges se revela, de este modo, como una especie


de Bartleby para los intérpretes poco prudentes. "Preferi-
ría no ser interpretado, si a Ud. no le importa."

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Resumen
Borges entra en la lista –en la serie- de los autores
ininterpretables que Lacan inicia con James Joyce. Los
ininterpretables son autores que llegan a un punto de
“incurable”, como si quisieran usar una llave para abrir la
cerradura pero esa llave fuera de goma. Son escritores
que le dicen “adiós” al inconsciente. Fue Eric Laurent
quién incluyó a Borges en la lista de los ininterpretables.
Encontramos una buena definición de lo ininterpreta-
ble en las dos notas a pie de página de la biografía de
Borges por Wallace: en una de ellas se refiere a la “mar-
ca distintiva”, que consistiría en lo que hace que deter-
minada obra sólo haya podido ser escrita por este autor,
y no por ningún otro. La otra nota se titula “Borges y yo”
y en ella se refuta la existencia de una biografía literaria
que se hace siempre a contrapelo de otro nombre.

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Bibliografía
Lacan, J. 2001. "Joyce le Symptome", (16 Juin
1975). en Autres Écrits. Paris, Seuil, p.565.
Ellman, R. 1983. Joyce. Oxford University Press,
p.616.
Vernant, J.P. 2000. Entre Mythe et Politique. Paris,
Seuil.
Laurent, E.
1993. "Seminario sobre una cuestión preliminar a to-
do tratamiento posible de la psicosis" de Jacques Lacan.
Publicado en Psijoanaliza, No. 4, Tel-Aviv, 1998.
Wallace, D.F. 2004. "Borges': Writer on the couch."
New York Times, (7/11/2004).
Russell, B.
1905. On denoting.
Borges, J.L. 1974. Obras Completas. Buenos Aires,
Emecé.

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