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Bajo una misma visión de ganar-ganar, la cohesión de los miembros de un equipo de trabajo
genera un beneficio mutuo y una relación a largo plazo. Foto: Pixabay
Raciel Sosa
RACIEL SOSA
CIUDAD DE MÉXICO.- Bajo una misma visión de ganar-ganar, la cohesión de los miembros de un
equipo de trabajo genera un beneficio mutuo y una relación a largo plazo.
En ese sentido, la confianza juega un papel relevante, ya que es precisamente el elemento que
une una persona con otra. Es decir, si no existe la confianza mutua no hay posibilidad de crear un
vínculo sano y real. Lla confianza es fundamental para lograr la cohesión y sin ella no hay equipo.
Si quieres que un equipo de trabajo sea exitoso, los roles de cada uno deben estar bien definidos.
Debe haber un objetivo en común y sus integrantes deben compartir una misma visión respecto a
lo que tienen que lograr, para lo cual existen diferentes procesos y herramientas:
El “papá” de la confianza es la confiabilidad, por lo que a nivel interno si te asignan un rol, lo vas a
desempeñar con esa confianza de crear el fenómeno de la confiabilidad entre tus compañeros de
trabajo.
A nivel externo esto genera lealtad por parte del cliente. Es decir, si el cliente percibe que el
producto o servicio está basado en la confianza, se vuelve leal a la marca. Todos desarrollamos en
algún momento ese tipo de lealtades.
Comportamientos vitales
Ahora bien, para generar un ambiente de confianza entre los colaboradores de un equipo de
trabajo, debe existir una intención positiva de todos los miembros de un equipo.
La intención es el primer aliciente para construir confianza. Si tú sientes que alguien tiene una
mala intención sobre ti, lo primero que haces es, justamente, retirarle tu confianza y cerrar todos
tus canales de comunicación para protegerte, por lo que la intención es el primer elemento a
tener en cuenta para el crear confianza.
Asimismo, hay que crear un entorno de respeto mutuo. Si haces un orificio al entorno del respeto,
intoxicas toda la relación.
Todos los estudios demuestran que el respeto es como el aire, nadie lo percibe, pero cuando falta
es lo único que notas, y la falta de respeto daña la confianza de un equipo de trabajo.
Para generar confianza y trabajo en equipo tenemos que establecer valores comunes como la
honestidad, aprender a manejar el conflicto, fomentar el diálogo (el silencio es un cáncer en las
organizaciones).
El silencio es a veces una tolerancia mal entendida y es, finalmente, una olla a presión.
La confianza no es algo que se establezca por decreto. Es un proceso humano, por lo requiere de
procuración de confianza, además de cuidarla y alimentarla, para que se vaya consolidando en el
tiempo y se genere ese vínculo.
Tiene que haber una preocupación y una ocupación entre los miembros del equipo por ir
construyendo y consolidando la confianza a lo largo del tiempo.
Asimismo, la confianza no es algo que una vez que se logra se mantiene por sí sola, pues tiene el
mismo comportamiento que un fluido: hay que contenerlos, y si tienen orificios se van
desgastando.
Hay que tener en cuenta que el solo hecho de coexistir con un ser humano genera desgaste en la
confianza.
Es decir, si trabajas con otra persona, el solo hecho de que sean diferentes y generen expectativas
individuales, va desgastando de manera gradual la confianza.
Para mantener un buen nivel de confianza hay que cumplir tu palabra, manteniendo un entorno
de respeto mutuo, crear un entorno de conocimiento que, finalmente, se traduce en conductas
que mantienen a lo largo del tiempo un alto nivel de confianza.
Si se hace esto, se fortalece la sinergia y el trabajo en equipo y los beneficios son mayores para
todos. No hay una relación de trabajo sana si no hay un beneficio mutuo de por medio.