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NIVELES DE CONCEPTUALIZACIÓN
Los intentos del niño por provocar variaciones objetivas en la escritura que permitan
diferenciar significados y al mismo tiempo permitan rescatarlos cuando se lean,
provoca la necesidad de establecer relación entre sus representaciones gráficas y
los aspectos sonoros del habla que se dan de manera progresiva.
Esta hipótesis se presenta cuando el niño no relaciona los textos con los aspectos
sonoros del habla. Comúnmente, al escribir, los niños mezclan en la misma palabra
diferentes grafías como las propias letras, números y pseudo-grafías, es decir,
grafías derivadas de las grafías convencionales de las letras y los números o
símbolos inventados por ellos mismos. Se dice entonces que el niño posee
una conceptualización presilábica.
A partir del momento en que la escritura es considerada como un objeto válido para
representar, el niño reflexiona y prueba diferentes hipótesis para tratar de
comprender las características de este medio de comunicación; algunas de ellas las
mantiene durante bastante tiempo. Cuando el niño haya aceptado a la escritura
como un objetivo válido para representar cosas diferentes a sí misma y ya no
considere indispensable la presencia de un dibujo, a partir de este momento a cada
nombre le hace corresponder una grafía, puede ser la misma o no para cada
nombre.
Para que la organización espacial lineal aparezca, es necesario también que el niño
llegue a concebir que la escritura que corresponde al nombre de un objeto o de una
persona se compone de más de una grafía. No obstante, esta variedad de grafías
carece de control de cantidad. Para el niño de esta categoría no hay más límite que
el de las condiciones materiales (hojas, renglón, etc.) para controlar la cantidad de
sus grafías; pareciera como si la función principal de sus producciones gráficas
fuera abarcar espacios.
El niño tiene en cuenta que las palabras no siempre se escriben igual, por lo que
empiezan a observarse variaciones en sus escrituras, ya sea en la variedad de
símbolos, en la cantidad, o en ambos aspectos. Existen subcategorías
pertenecientes a esta categoría:
Este nivel inicia cuando el niño establece las primeras relaciones sonoro-gráficas,
en general, cada grafía representa una sílaba, por ello es el nombre de esta
hipótesis, es decir, ha logrado una conceptualización silábica. Generalmente, en
este nivel el niño ya no mezcla diferentes tipos de grafía, sino que aparecen, o en
su defecto predominan muy claramente, sólo las letras.
El niño logra establecer una clara relación sonoro-gráfica, aún con la presencia de
errores grafofonéticos; es decir, es consciente de que a cada sonido le corresponde
una letra. A esto se le llama conceptualización alfabética.
Sin embargo, es necesario tomar conciencia de que hay muchos niños que no
aprenden, otros que aprenden mecánicamente y otros más que aprenden a costa
de un difícil y largo proceso que a veces no se logra en el primer grado,
prolongándose inclusive varios años.
Por otra parte, muchos niños aprenden a leer fácilmente con los métodos
tradicionales. Este hecho lleva a los maestros a pensar que si un niño no aprende,
se debe a problemas particulares e independientes del método utilizado. Es por eso
que este tema se me hiso de gran relevancia trabajarlo y poder llevarlo a cabo dentro
de aula.
CONCLUSIÓN
Con esto quiero dejar claro que el sistema de escritura constituye un objeto de
conocimiento cuya comprensión requiere tanto de la transmisión social como de una
reflexión constante por parte del sujeto. Es decir, implica un proceso mediante el
cual el niño construye su conocimiento, apoyado en sus propias reflexiones acerca
de la escritura y en la información que recibe del exterior.