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Ruptura prematura de membranas

Definición: Se define como aquella que ocurre antes de iniciarse el


trabajo de parto.

Epidemiología: Se presenta en 2 a 18% del total de los embarazos. De 60


a 70% de los casos ocurren en embarazos a término. En embarazos
pretérmino (antes de las 37 semanas de gestación) se presentan entre 30 y
40 % de los casos. Antes de las 26 semanas de gestación es rara, con una
incidencia de 0.65% de los casos.

Factores de riesgo:

Infecciones bacterianas (cervicovaginitis e infecciones de vías


urinarias)
Tabaquismo
Hemorragia preparto (amenaza de aborto y amenaza de parto
pretérmino)
Embarazos múltiples
Polihidramnios
Síndrome de Ehlers Danlos
Incompetencia itsmocervical
Placenta previa
Desprendimiento prematuro de placenta normoinserta
Traumatismos

Fisiopatología: El amnios es un derivado ectodérmico que mide


aproximadamente de 0.08 a 0.12 mm, avascular y sin nervios. Se
encuentra sobre una membrana basal constituida por colágena de tipos IV
y V que se une a la matriz extracelular constituida por colágena tipo I y III,
fibrillas reticulares y fibroblastos. El corion es un derivado mesodérmico
de la masa trofoblástica, mide hasta 0.4 mm.

La colágena es un componente importante que brinda fuerza y elasticidad


a las membranas. Su ruptura promueve la síntesis de prostaglandinas que
estimulan las contracciones uterinas. Por lo tanto, en condiciones
normales, cuando se acerca el momento del parto se elevan las
concentraciones de enzimas que degradan colágena por ejemplo: la
colagenasa, enzima presente en la placenta, la tripsina del líquido
amniótico, elastasa de neutrófilos, gelatinasa, proteoglucanasa y
cisteinaproteasa. Sin embargo, también participan enzimas como las
metaloproteinasas que se elevan y se activan en presencia de una infección
bacteriana, aunado a que las bacterias poseen enzimas enzimas con
capacidad colagenolítica que contribuye a la ruptura de las membranas.
Figura 1. Fisiopatologia de la Ruptura prematura de membranas.

Cuadro clínico:

Salida espontánea de líquido amniótico sin evidencia de trabajo de


parto
Ocasionalmente sangrado transvaginal
En casos de infección intraamniotica: fiebre, taquicardia, taquipnea,
mal estado general, datos de deshidratación, líquido amniótico fétido
o purulento y el producto puede tener taquicardia.

Diagnóstico:

Con la paciente en posición ginecológica y con la maniobra de


Valsalva se aprecia la salida de líquido amniótico.
Con la colocación de espejo vaginal y maniobra de Valsalva se aprecia
la salida de líquido amniótico.
Disminución del fondo uterino.
Palpación sencilla de partes fetales.
Con tira de nitracina cambio a pH alcalino.
Por ultrasonido se observa oligohidramnios.
En caso de infección intraamniótica la biometría hemática con
leucocitosis y bandemia, proteína C reactiva elevada y elevación de la
velocidad de sedimentación globular.

Tratamiento: Este depende de si el embarazo es de término o


pretérmino.

Embarazo de término: Este puede ser de dos tipos: manejo activo


(urgencia) o manejo conservador. El primer manejo se reservan en los
casos de emergencia obstétrica como el sufrimiento fetal agudo,
desprendimiento prematuro de placenta normoinserta, placenta
previa central total, etc. En estos casos la interrupción será por vía
abdominal. El manejo conservador tiene como meta esperar al inicio
del trabajo de parto en espontánea con el fin de llevar a la paciente a
un parto vaginal.

Embarazo pretérmino: Puede ser de dos tipos: Manejo activo


(urgencias) o manejo conservador. Solo en casos de urgencias se debe
interrumpir el embarazo por vía abdominal (manejo conservador). En
caso de no presentar una urgencia en embarazos por debajo de la
semana 37, el manejo conservador incluye:
Hospitalización de la paciente.
Evitar lo más posible tactos vaginales.
Monitorización fetal.
Exámenes de laboratorio: biometría hemática completa, proteína
C reactiva, velocidad de sedimentación globular y química
sanguínea.
Soluciones parenterales.
Antibiótico terapia.
Agentes tocolíticos.
Inductores de madurez pulmonar.

Posterior a la culminación del periodo de latencia es menester realizar una


valoración integral de cada paciente con el fin de decidir si la interrupción
del parto será por vía vaginal o abdominal.

La monitorización fetal se lleva a cabo por ultrasonido, perfil biofísico y


cardiotocografía. La monitorización materna se realizará buscando datos
de sepsis, mientras que la antibioterapia profiláctica será de doble
esquema (aminoglucósidos y penicilinas). El uso de corticoesteroides como
la betametasona están indicados desde la semana 24 hasta la semana 34 y
son utilizados para inducir la maduración pulmonar.

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