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Además del proceso de la creación de nuevos negocios, es pertinente al espíritu emprendedor, los
esfuerzos por transformar o renovar estratégicamente un viejo negocio ya sea generando algunas
Innovaciones o modificando, parcial o totalmente, las ideas clave que lo rigen
Concepto de Intrapreneur
La actividad emprendedora es: “La gestión del cambio radical y discontinuo, o renovación
estratégica, sin importar si esta renovación estratégica ocurre adentro o afuera de organizaciones
existentes, y sin importar si esta renovación da lugar, o no, a la creación de una nueva entidad de
negocio” (Kundel, 1991.)
Scott Kundel traza una tipología del emprendedor estableciendo nueve clases diferentes de estilos
o arquetipos emprendedores, cinco de los cuales corresponden al concepto más clásico del
“emprendedor independiente” (de quien todos hablamos pero que pocos comprenden) y cuatro
arquetipos típicos del intrapreneurship:
2. Intra emprendedores que forman nuevas empresas o nuevas unidades de negocios dentro de
una organización existente.
Dos cuestiones
¿Cuáles son las diferencias entre la actividad emprendedora y la gestión dentro de una
organización? Hay que considerar las diferencias de grado y no solo las diferentes clases
funcionales y/o jerárquicas de quien cumple las actividades en cuestión. Mientras que la actividad
emprendedora es un aspecto central del proceso del desarrollo organizacional, la gestión son
episodios cotidianos ejecutadas por los miembros de la organización (de cualquier función y
jerarquía) con el propósito de mantenerla competitiva en su mercado.
¿Puede considerarse que los roles del Entrepreneur y el Intrapreneur son intercambiables?
Absolutamente: sí. Un emprendedor funda y pone en marcha su emprendimiento. Lo gestiona,
innova, lo desarrolla. Su primer figura emprendedora se va transformando en sucesivos y
alternados roles Intrapreneurs descriptos por Kundel. Piense usted en casos como Walton (de
Wal-Mart) o Eurnekian (de Aeropuertos 2000). En el común de los casos, muchos Intrapreneurs se
excluyen (a veces involuntariamente) de una organización y fundan su propia compañía para
generar con esa plataforma sus visiones.
Puede imaginarse, con sorprendente claridad, qué respuestas asumirán los clientes a sus
innovaciones; pudiendo, de esta manera, trazar los pasos progresivos necesarios de la idea a la
aplicación de la innovación que se propone.
Tienen una necesidad de actuar, y no espera el permiso para comenzar. El Intrapreneur posee una
gran iniciativa. Su perseverancia frecuentemente lo aparta de otras preocupaciones, incluyendo,
frecuentemente, su propia vida familiar. Focaliza nítidamente unas pocas claves de su idea y se
esmera en perseguir solamente las metas que se fija, sobre las que una vez que comprueba su
valor para integrarse al valor corporativo las asume con un profundo significado personal del
logro.
Los Intrapreneurs acertados aprenden superar errores y manejar el riesgo. La típica personalidad
Intrapreneur fluctúa entre algunas aptitudes del gerente tradicional y algunas actitudes del
empresario tradicional.
Las organizaciones que pueden conservar a su gente innovadora y cosechar los beneficios de sus
innovaciones proveyendo la libertad y los recursos requeridos para que sus Intrapreneurs consigan
sus metas: evolucionan. ¿Las otras?, involucionan y desaparecen.
Convengamos que las corporaciones globales de “calidad mundial” poseen los recursos y una
cultura que favorece el desarrollo Intrapreneur premiando, incluso, los “fracasos productivos”;
aquellos que proveen una enseñanza de cómo hacerlo mejor la próxima vez”.
No hay que ser “3M” para comprender esto. Y no es necesario ser una “corporación global” para
evitar “involucionar y desaparecer”. Pero podría ser útil aprender sus modelos de gestión del
Intrapreneurship para poderlos replicar, en organizaciones más simples y/o pequeñas, adecuando
las metodologías para generar un propio sistema de gestión acorde con la dimensión y propósitos
“del negocio”.
Para comenzar, reflexione y haga reflexionar a sus socios y empleados (si los tiene o cuando los
tenga) en la recomendación de David Garvin, ganador del Premio Baldridge de la Calidad: “Los
empleados deben sentir que los beneficios de la experimentación exceden el costo; de otra
manera no participarán. Esto crea un desafío difícil para los gerentes, quienes quedan atrapados
entre dos peligrosos extremos. Deben mantener responsabilidad y control sobre las
experimentaciones sin sofocar la creatividad, penalizando con exceso las fallas que comentan los
empleados”.
No es fácil. Es el resultado de un proceso y no una imposición del deseo. Comienza por abrir el
libro de la organización para que todos vean “lo que hay” y cuáles serían los mejores y peores
escenarios posibles que se pueden lograr con la propagación de una cultura emprendedora dentro
de sí misma.
La confianza instalada facilita la segunda clave: Delegar. Autorizar a tomar decisiones autónomas
sobre la investigación de las variantes posibles en un proceso y/o en un producto o servicio.
Entonces: “abra las ventanas”, renueve el aire del ambiente y diga en voz alta: “los que quieran
innovar tienen la libertad para hacerlo y pueden tener éxito dentro de nuestra organización aun
cuando su impulso nos brinde, inicialmente, alguno que otro fracaso; Sólo: ¡(des)organicémonos!”.
Para crear un ambiente propicio para la innovación y el Intrapreneuring hay que comprender y
transferir estos conceptos al resto de las personas involucradas en la organización.
El Intrapreneuring será una ventaja competitiva importante de las PyMES que comprendan cómo
es aprovechado ese potencial por las grandes corporaciones. La innovación es, sencillamente,
volcar una nueva idea hacia un éxito del negocio. Ambos conceptos (innovación e Intrapreneuring)
requieren un ambiente propicio de siembra y cosecha de resultados que, asociados, son los que
elevan el nivel de rendimiento organizacional y su productividad.
En general, muchas organizaciones suelen ser muy habilidosas para crear ideas pero son muy
torpes para desarrollarlas comercialmente. Quizás, en esta perspectiva la cuestión del
Intraemprendedorismo resulte ser una clave de éxito fundamental y un aspecto crucial de las
organizaciones es saber promover las fortalezas de sus Intraemprendedores a la vez que
administran sistemas de incentivos para retener a su gente creativa capaces de poner alas nuevas
ideas en acción. El esfuerzo comienza por comprender, en principio, el complicado proceso por el
cual realmente “trabajó’ la innovación.
Las sesiones de brainstorming suelen ser un buen recurso si se inspiran a las personas mediante la
difusión de casos relevantes de innovación producidos dentro del sector donde la organización se
desenvuelve. Si no existe el caso, no lo invente (las mentiras tienen patas cortas); procure
ejemplos de otras industrias si fuera el caso, pero siempre intente utilizar casos acordes con las
dimensiones de su propia organización. No hay nada más desalentador para un grupo entusiasta
de operarios de una pequeña fábrica de indumentaria sentir que su jefe quiere que se comporten
como los gerentes de Lewis; aun cuando lo comprendan, es posible que ganen un salario 80%
menor, o menos aún, de lo que ganan “los modelos” y ellos percibirán que usted se ha vuelto loco
si ese desafío a la innovación no viene acompañado por su propio ejemplo haciéndolos sentir
como colegas en el mismo bote y no “colados” en la bodega más “cutre”.
El impulso debe provenir desde arriba y propagarse por el resto de la estructura organizacional
para que se impregne “el sentido del propósito” vinculado a la política Intrapreneur: todos para
uno y uno para todos.
Esto implica que las políticas de recursos humanos tienen que ser revisados para adecuarlos a un
nuevo ambiente interno, comprendiendo en ello a los sistemas de retribución (monetarios y no-
monetarios) e incentivos a la productividad.
Reconociendo al Intrapreneur
¿Cualquier persona que toma una iniciativa es un Intrapreneur? Es posible, pero no es seguro.
Formular una nueva idea y plasmarla en una realidad beneficiosa es un resultado, no un propósito.
El Intraemprendedor genuino puede generar una visión y posee el valor de realizarla. Pueden
imaginarse cuáles recursos y circunstancias de la organización resultarán más atractivos para los
clientes y cómo ellos responderán a sus innovaciones; pueden trazar los pasos de progresión
necesarios de la idea a la acción.
Contrariamente a la creencia que prevalece acerca de las motivaciones internas genéricas sobre
los hacedores de negocios, los intraemprendedores genuinos, a lo igual que los emprendedores
exitosos,
1) están internamente impulsados por una necesidad creativa de realizar su visión y no por un
mero deseo de acumulación de riqueza;
5) no tienen una necesidad del poder. Pueden sostener un razonable equilibrio entre la libertad de
sus comportamientos y la responsabilidad de sus funciones dentro de la organización a la que
pertenecen.
La organización constituida puede resultar, en muchos casos, mucho más atractiva para que un
emprendedor desarrolle una nueva idea. Una compañía “ajena”, en la que se trabaja como
empleado, puede ofrecer conocimiento y rápido acceso al mercado, una base tecnológica
adecuada, mano de obra calificada y recursos de información mucho más completos que los que
podrían aspirar un “creador independiente’. Las compañías proveen apoyo financiero a los
proyectos; aun cuando éstos estén en una fase donde no se puede demostrar su resultarán en
ideas atractivas para el mercado. Además, los intraemprendedores pueden evitar la presión de la
gestión muchas veces obsesionada por el logro de resultados financieros de corto plazo 0 que
necesita generar un rápido flujo de fondos positivo que haga sustentable el crítico proceso del
desarrollo y la puesta en marcha.
Pero tal como anticipamos con anterioridad se debe considerar los sistemas de gestión y políticas
de incentivos que resulten suficientemente atractivos para inspirar y retener a las personas
talentosas. Un Intrapreneur siempre está atento a las condiciones ambientales donde desarrolla
su actividad y, pese a que parezca obvio, no debe suponerse que un buen salario, solamente, es
condición suficiente como para sostener su motivación.
Junto con una razonable política de remuneraciones e incentivos tiene que ser considerada una
“cultura corporativa” que se caracterice por la libertad otorgada para desplegar el potencial
creativo de los intraemprendedores. El Intrapreneuring ocurre en función de la intensidad con que
se presenten o inhiben los “10 factores de libertad” (Pinchot) que tipifican los ambientes propicios
para la actividad emprendedora dentro de una organización:
3. El hacedores quien decide: La gente puede decidir por sí mismo la forma como desempeñar su
función y organizar su trabajo sin necesidad de estar buscando sistemáticamente el permiso de los
superiores.
4. Holgura corporativa: Existen maneras rápidas e informales de acceder a los recursos para
experimentar con las nuevas ideas.
6. Tolerancia al riesgo, a los incidentes y los errores: Se anima el tomar riesgos (durante la
experimentación con las nuevas ideas): se permite a la gente aprender de los errores.
8. Libertad sobre la posición: La gente es alentada a fortalecer sus posiciones donde desarrollan,
experimentan e implementan sus nuevas ideas.
10. Múltiple disponibilidad de los recursos: la gente puede utilizar libremente los recursos
existentes en la compañía.
La Libertad es la recompensa
Las investigaciones en el campo del desarrollo emprendedor (Gibb, Timmons, Pinchot y otros
autores) demuestran que el factor más fundamental de progreso para un emprendedor
(independiente o Intrapreneur) es la libertad que dispone para utilizar sus recursos. En el caso de
los Intraemprendedores hay que considerar los “recursos corporativos” para construir los nuevos
negocios para la organización. Esta recompensa puede ser, a su vez, considerado como “capital”
de la compañía en cuestión dado que el aprovechamiento del conocimiento e innovaciones
generadas por sus Intraemprendedores es, tal como se ha descripto anteriormente, lo que
posibilita el incremento de la productividad y una profundización de su competitividad.
Este capital, que puede incluir un presupuesto económico discrecional permanente a disposición
del Intraemprendedor, es un poderoso factor de motivación porque transmite un sentido de fa
propiedad y garantiza la libertad.
“Es ventajoso a la compañía porque anima frugalidad y permite que la firma apueste a ganadores
probados”, sostiene Pinchot. Los Intrapreneurs ganan intracapital cuando sus nuevas empresas
tienen éxito para la corporación.
En un sistema formal, los Intrapreneurs también toman algunos riesgos, tales como su renuncia a
posibles aumentos de su salario y trabajo adicional, sin goce de sueldo ni retribuciones
adicionales: pero para que esta política funcione (como motivante) es necesario que las
recompensas y la autonomía ya otorgadas o ganadas no puedan ser quitadas por un fracaso en la
experimentación o la puesta en marcha. Si la gente es penalizada o sancionada por sus errores en
los intentos por mejorar el negocio no participarán en los esfuerzos creativos del Intrapreneuring.
Mario Dehter: Sociólogo, Facilitador de capacitación y consultor de empresas CEO de ES24 WebTV
Fuente: Plan Emprendedor