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LA VANGUARDIA ESPAÑOLA

AJEDREZ por ROMAN


TORAN
Maestro Internacional
de la FIDE
Domingo 24 de julio de 1957 COLUMNA Nº 23

Los análisis en las Aperturas


Sí algo nos confirma las posibilida- ducirse, pero, está vez. para favorecer
des incalculables que nos brinda el aje- al otro bando, siguiendo de esta forma,
drez, es indudablemente, la variedad de enriqueciéndose el ajedrez con la apor-
las aperturas, o más concretamente, las tación de más y más variantes, y dando
variantes de las aperturas. lugar a esas partidas que los comenta-
Aunque Capablanca, hace algunos ristas presentan con las palabras finales;
años, predijo el fin del ajedrez, y co- «Esta partida es de Interés teórico».
menzó a insistir sobre la conveniencia La partida que hoy traemos a nues-
de añadir algunas piezas a las actuales, tra sección ha sido jugada en el recien-
así como aumentar el número de ca- temente terminado Campeonato de
sillas al tablero, la verdad es que cada Bélgica, que, como es tradicional, fue
vez nos quedamos más sorprendidos ganado por el gran maestro Alberick
por el caudal inagotable que nos ofre- O’Kelly, ya conocido de los aficionados
ce la lucha en el cuadrado de las 64 ca- españoles. En segundo lugar, se clasifi-
sillas. Así vemos que, en aperturas que có el también conocido Dunkelblum,
se han venido practicando casi desde y a continuación; Boey. Dr. Wmants
los comienzos de nuestro juego, surgen (la revelación del certamen), Lemaire,
nuevas variantes que nos dejan con- etc., hasta diez jugadores. Sobre los co-
vencidos de que nos encontramos ante mentarios de la partida Boey- O’Kelly
algo definitivo. Pero no; en el próximo iremos viendo las diferentes novedades
torneo se vuelve a practicar la variante que se han producido en la conocida
desahuciada, y se aportan nuevas ideas variante de la defensa siciliana que en
para su defensa. Quizá la solución tarde ella se adoptó.
algo en hallarse; dos o tres torneos, qui-
zás un año, pero, al final, los jugadores Blancas: Boey
encuentran, la línea correcta, y la va- Negras: O’Kelly
riante en cuestión vuelve a ser adoptada
con toda tranquilidad Entonces la labor 1.e4 c5
de investigación y ensayo vuelve a pro- 2.¤f3 d6
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3.d4 cxd4 rer del citado, torneo de Gotemburgo.
4.¤xd4 ¤f6 8... £xb2!
5.¤c3 a6 9.¦b1 £a3
6.¥g5 ... 10.e5 dxe5!
Con esta jugada, que guarda cierta
semejanza con el «ataque Richter» que
se produce tras 5...¤c6, en lugar de 5.
... a6, las blancas hallaron un buen re-
curso para eludir la variante Opocens-
ky-Najdorf», que se presenta después
de 6.¥e2 e5. El éxito que proporcionó
a los maestros soviéticos esta movida,
en el torneo de Gotemburgo 1955 hizo
que se la considerase como la refutación
del plan que se inicia con 5. ... a6, pero
los analistas han trabajado mucho y han
aparecido nuevas, líneas de defensa,
que. pueden ser una importante rehabi- Fuderer jugó en este momento
litación para juego negro. 10...¤fd7 obteniendo Keres un ataque
6. ... e6 ganador con 11.f5! En los siguientes
7.f4 ... torneos se adoptó el cambio textual,
Al principio, se continuaba con como la mejor forma de acelerar el de-
7.£f3, pero al obtener las negras algu- sarrolló negro.
nos éxitos, apareció esta mejora para el 11.fxe5 ¤fd7
blanco considerada como la más enér- 12.¤e4 ...
gica. En la partida Keres-Tolusch, del
7... £b6 reciente campeonato ruso, las blancas
Así jugó Bronstein en su partida con jugaron aquí 12.¥c4, porque espera-
Joppen del torneo de Belgrado de 1954, ban alguna mejora de Tolusch contra
En aquella ocasión, las blancas siguie- 12.¤e4, ya que había sido batido poco
ron con 8.¤b3, pero tras 8. ... £e3+ antes por el joven campeón ruso Tahl.
9.£e2 £xe2+, las negras no tuvieron En los comentarios a su partida con
dificultades. Tolusch, Keres se conformó con decir
8.£d2! ... que con 12.¥e2 o 12.¤e4, era más di-
Una importante aportación del gran fícil mantener la iniciativa blanca, pero,
maestro Keres, en su partida con Fude- evidentemente, su jugada 12.¥c4 te-
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nía razones psicológicas, y no resiste dentemente. en reserva el jaque en a1,
mucho al análisis. La posición actual amenazaban ahora 16. ... £a1+, segui-
parece muy crítica para las negras; en do de £xe5. Si la jugada intermedia
el reciente torneo Zonal de Dublin el 12...h6!!, no hubiera sido efectuada, las
suizo Walther, jugando con Alexander, blancas ganarían con 16.¥b5!!, seguido
continuó con 12. ... £a4, contra lo que de 17.¤d6+ ¥xd6 18.£xd6, con mate
siguió 13.¥b5 axb5 14.O-O, con ata- imparable Como puede apreciarse, el
que irresistible. La jugada 13.¥b5 que sacrificio del alfil en b5, es para impe-
Walther no conocía, había aparecido en dir que la dama negra pueda defender
un análisis ruso que Alexander había el mate anterior, mediante £a5+ segui-
estudiado Por su parte, el gran teórico do de £c5. Actualmente, las blancas no
doctor Euwe demostró, igualmente, que pueden proseguir con 16.¥b5, porque
12... £xa2 13. ¦b3 £a1+ 14. ¢f2, es las negras disponen de la jugada g5 des-
perdedora para las negras. Como, pue- pués de los cambios en d6, lo que inter-
de verse, es muy peligroso lanzarse por ceptarla la acción del alfil sobre e7.
estas variantes sin estar muy al tanto de 16... ¥xd6
las últimas novedades. 17.exd6 ...
12... h6!! Si 17.£xd6 £a5+, seguido del cam-
Esta jugada, de apariencia, modesta, bio de damas inevitable.
coloca a las blancas ante una situación 17... a5!
difícil. Las negras se reservan la posibi-
lidad de seguir con g5 en caso de reti-
rarse el alfil blanco a h4.
13.¥h4 £xa2!
No por el placer de ganar un peón, a
costa del retraso de desarrollo, sino para
crearse contrachances con el peón pasa-
do de a. Contra 13...£a4 14.¥b5!, se-
ría muy fuerte, pero aún más lo parece
14.¥e2!, con la amenaza ¤xe6 ya que el
caballo no podría ser capturado a causa
de 16.¥h5+ g6 17.¥xg6 mate.
14.¦b3 ¤c6
15.¤xc6 bxc6 La puesta en marcha de este peón
16.¤d6+ ... fuerza la decisión de la pantida.
Las negras, que guardaron, pru- 18.¥e2 a4
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19.¦c3 ...
Sintiéndose perdidas las blancas en-
sayan una celada. La mejor continua-
ción sería 19.¦e3 aunque las negras tras
19. ... ¥a6! deberían terminar impo-
niéndose.
19... £a1+
20.¥d1 a3!
21.O-O a2
22.£e3 O-O!
Las blancas abandonaron.
En efecto, las blancas han perdido
las esperanzas, ya que las negras ame-
nazan 23. ... £xc3! seguido de 24. ...
a1=£. Sin embargo, debemos notar que
esta ganancia de material no se podía
realizar en la jugada anterior, ya que si
22...£xc3?? 23.£xe6+ fxe6 24.¥h5+
g6 25.¥xg6#. Para terminar, sólo nos
resta añadir el comentario ineludible
ante este tipo de partidas: Una partida
de gran interés teórico.

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