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Enfermería Profesional
2do año
Profesora: Lic. Victoria Seca
El sujeto
Sujeto como partiendo de una ineludible condición de sujeto social, en un implacable
interjuego entre el hombre y el mundo. E. Pichon Rivière plantea que “El sujeto no es solo un sujeto
relacionado, es un sujeto producido. No hay nada en él que no sea la resultante de la interacción
entre individuos, grupos y clases”. Esto significa que el sujeto nace con una carencia fundamental
que es la ausencia de todo paquete instintivo que lo fije y lo ligue con certeza a su hábitat. Esto hace
que el campo simbólico sea el ineludible campo de constitución de la subjetividad.
La subjetividad se constituye entonces en el campo del otro. El otro como ser social esta
ineludiblemente en el horizonte de toda experiencia humana. Aquí es fundamental el concepto de
vínculo como esa estructura compleja multidimensional que alberga sistemas de pensamientos,
afectos y modelos de acción, maneras de pensar, sentir y hacer con el otro que constituyen las
primeras apoyaturas del sujeto y las primeras estructuras identificatorias que darán comienzo a la
realidad psíquica del infante. No solo la trama vincular que lo alberga es condición de sobrevida de
este ser que nace prematuro, incapaz de sobrevivir sin la asistencia del otro social sino que la trama
vincular es apoyatura ineludible para la confirmación de nuestra identidad. Sin la presencia del otro
se devela la fragilidad sobre la que esta constituido el reconocimiento de la mismidad y la identidad
del sujeto. Esto lo conocen bien los que implementan las celdas de castigo que suelen desbastar a
sus enemigos a través de la privación de estímulos, sensibles y por ausencia de todo contacto
humano. Aislados del mundo tendemos a derrumbarnos.
El sujeto de la Psicología Social de Enrique Pichon Rivière es ese sujeto descentrado,
intersubjetivo, que produce en el encuentro o desencuentro con el otro.
Es un sujeto situado y sitiado que está contextualizado. No es una abstracción. Es un sujeto
histórico. No se trata de El hombre o La sociedad. Es un sujeto situado y sitiado en el sentido que su
subjetividad es configurada en un espacio y un momento histórico social específico que le otorga
todo un universo de posibilidades pero le significa a su vez una cierta clausura de las posibilidades
de representación simbólica.
El vínculo
En los años sesenta Pichón Riviere se dedica al desarrollo de la Psicología Social, definida
como la ciencia que estudia los vínculos interpersonales y está orientada hacia un cambio social
planificado. El ser humano es un sujeto del vínculo y forma parte de una sociedad, entendida como
un espacio interrelacionado donde se diferencian ámbitos como lo singular, lo grupal, lo
institucional y lo comunitario.
1 El aprendizaje es un proceso de apropiación instrumental de la realidad, en el cual las conductas del sujeto
se modifican a partir de sus propias experiencias. Al hablar de proceso estamos implicando al aprendizaje
como una situación de cambio, que ocurre como resultado de una practica y de la interacción con el otro.
Estos tres momentos: confundirse, dilematizar y visualizar el problema, son necesarios y operativos en el
aprendizaje.
Los procesos de socialización
Los seres humanos somos seres sociales. Desde el momento en que nacemos aprendemos a
vivir en sociedad. El niño recién nacido necesita de un otro para poder vivir, esto se llama
prematuración humana, el niño necesita durante años del cuidado del otro a diferencia de los
animales.
Los integrantes de una sociedad comparten determinadas ideas básicas en relación a cómo
funciona el mundo y sobre los significados que otorgan a la vida. La forma de vivir en una cultura
está tan incorporada en los sujetos que la comparten que les parece natural. El proceso por el que se
logra esto se llama socialización.
El proceso de socialización consiste en la interiorización (aprendizaje) de normas, creencias
y valores de la cultura en la que vivimos. Esta asimilación permite que nos identifiquemos con
nuestro grupo y nos sintamos parte de él. Por ejemplo sentirnos parte del colegio.
La socialización es un proceso que se lleva a cabo durante toda la vida, y principalmente
durante la infancia, etapa en la cual el ser humano adquiere nuevos conocimientos con más
facilidad.
Se diferencian dos tipos de socialización:
Socialización primaria:
Es un proceso que se lleva a cabo en los primeros años de la infancia. Se produce la
adquisición de la lengua y las costumbres de un grupo social. Se adquieren normas y valores. Se
produce en el ámbito familiar o grupo de crianza.
"La socialización primaria es la primera por la que el individuo atraviesa en la niñez; por
medio de ella se convierte en miembro de la sociedad. [...] Se advierte a primera vista que la
socialización primaria suele ser la más importante para el individuo, y que la estructura básica de
toda socialización secundaria debe semejarse a la de la primaria". (Berger y Luckmann, 1968:168)
Socialización secundaria:
Consiste en la asimilación de normas y valores en un nuevo entorno, es menos intensa y
permite un reajuste de la socialización anterior. Se produce durante toda la vida. Por ejemplo en la
escuela, en el trabajo, en el nuevo vecindario, si vivimos en otro lugar (provincia, país), en la
universidad, etc.
La socialización secundaria se constituye en los procesos que introducen al individuo en
nuevos roles y contextos de su sociedad, incluyendo particularmente a los "submundos
institucionales"dependientes de la estructura social y la división del trabajo (Berger y Luckmann,
1968). En estos submundos circulan pautas de acción generalizados (roles) -con conocimientos
tácitos, rituales, mitos legitimadores, semánticas propias, etc.- que, en muchos casos, suponen una
contradicción parcializada con respecto al mundo objetivo de la socialización primaria. Tales
contradicciones pueden hacer entrar en crisis la obligatoriedad y la exclusividad del mundo objetivo
internalizado en la socialización primaria.
Es importante destacar que, en el proceso de socialización, influyen fuertemente las
expectativas que se tengan de las personas, y que éstas pueden estar mediadas (facilitadas,
aumentadas) por el afecto. Mead (1934) introduce esta noción de las "expectativas"de los otros
como "el otro generalizado", lo que de acuerdo con Arnett (1995) puede resultar en una influencia
poderosa para la conformidad y la obediencia a las normas grupales. Así, mientras el mundo de la
socialización secundaria se puede desarticular más fácilmente, el de la primaria supone una fuerza
mayor que no se desintegra sino con fuertes impactos biográficos.
Agentes de socialización:
Son aquellas personas o instituciones que intervienen en el proceso de socialización. Existen
muchos tipos de agentes socializadores: pueden ser personas (familiares, amigos), grupos grandes
(sindicatos, asociaciones), instituciones (Iglesia, escuela, medios de comunicación) o también
instrumentos (libros, películas).
Entonces a partir del proceso de socialización se aprenden normas, creencias y valores de
una cultura:
• Las creencias son ideas compartidas sobre cómo opera el mundo, sobre algunas ideas hay
pruebas, pero sobre otras no, como ocurre con las creencias religiosas.
• Los valores son criterios abstractos compartidos acerca de lo que es correcto, por ejemplo el
valor otorgado a la familia o la amistad, también valores como el respeto y la solidaridad.
• Las normas son reglas sobre lo que las personas deben o no deben hacer en una situación
determinada.
El proceso de socialización es inseparable de otro proceso llamado subjetivación, que es la
producción de subjetividad.
Pensarnos como sujetos en vez de individuos implica no separar el nivel individual y el
socio-histórico. La producción de subjetividad es el proceso que nos hace sujetos. En cada época y
lugar el ser humano será atravesado por diferentes creencias, hechos y condiciones de vida que irán
produciendo su subjetividad.
En nuestra cultura los adolescentes se subjetivan en dos instituciones principales, la familia
y la escuela, pero también con su grupo de pares. La adolescencia en si es una construcción socio-
histórica, no siempre existió una etapa de la vida con estas características y no todos los sectores
sociales pueden vivirla, además adquiere muchas maneras de manifestarse, cada sujeto puede
encontrar una en las condiciones que lo rodean.
El proceso de construcción de la subjetividad (manera singular de pensar, sentir y actuar de
un sujeto en su contexto socio-cultural) no termina con la adolescencia, sino que continúa en la vida
adulta y la vejez.
Desde la psicología social, Arnett (1995) propone tres tipos de objetivos para la
socialización, de alcance general a distintas sociedades y culturas: 1) el control de impulsos, 2) la
preparación para ocupar roles sociales y 3) la internalización de sentido.
– El control de impulsos, la capacidad para la autorregulación y la postergación de la
gratificación se adquieren en la infancia.
– Un segundo objetivo de la socialización es la preparación para el desempeño en los
diferentes roles sociales, de acuerdo a la clase social, casta, el grupo racial o étnico del individuo.
Estos roles también varían de acuerdo al grupo etario del individuo (para los niños: roles familiares,
de género, grupos de pares; para adolescentes y jóvenes: roles de pareja, roles laborales; para
adultos: roles parentales, así como otros roles sociales: divorciado, desempleado, jubilado).
– El tercer objetivo de la socialización es el desarrollo de fuentes de significado, como pueden
ser la religión, la pertenencia a grupos étnicos-nacionales, la selección de objetivos de desarrollo
personal (Hecht, 2009). Las fuentes de significado son flexibles y varían de acuerdo a cada
sociedad, cultura o grupo familiar, pero de acuerdo con Arnett (1995), todas las personas desarrollan
alguna fuente de significado que les aporte un marco de sentido.
Estos objetivos se encuentran modulados por el tipo de cultura en el que se llevan a cabo
(Arnett, 1995). Así, se distingue entre una socialización amplia (broad socialization) y una
socialización estrecha (narrow socialization).
– Las culturas que se caracterizan por una socialización amplia promueven el individualismo,
la independencia, la auto-expresión, a través de los diferentes agentes de socialización tales como la
familia y los grupos de pares, entre otros.
– En contraste, las culturas caracterizadas por una socialización estrecha tienden más a la
obediencia y la conformidad y desalientan la desviación de la conducta normal.
Desde esta perspectiva, la socialización amplia conduce a un rango extenso de diferencias
individuales. Por el contrario, la socialización estrecha implica una baja variabilidad en las
diferencias individuales, como, por ejemplo, cuando a los individuos se los presiona para
conformarse con un determinado estándar cultural.
Lo instituido y lo instituyente
Cada sociedad instituye un conjunto de significaciones que le dan identitidad y cohesión de
tal manera que éstas quedan instituidas y son reproducidas a través de múltiples acciones de los
sujetos. En este mismo proceso van surgiendo nuevas significaciones, algunas de las cuales tienen
fuerza instituyente y generan cambios.
Una determinada sociedad ha instituido a lo largo de la historia múltiples significaciones que
le dan identidad, continuidad y cohesión interna, tolerando ciertos niveles de contradicción sin
modificarse. Estas significaciones instituidas Castoriadis las denomina “Imaginario Social Efectivo”
a la vez que introduce la noción de “Imaginario Social Radical” caracterizado por las
reformulaciones, críticas, revisiones de lo establecido y las nuevas creaciones.
Por lo tanto, encontramos en los procesos sociales la existencia de contradicciones entre lo
instituido y lo instituyente, como factores del cambio social donde se ponen en juego las dimesiones
sociales y de la subjetividad.
Lucha contra la segregación racial. Rosa Parks, 1955, Sur de Estados Unidos.