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*1 LA VIDA COTIDIANA
*En primera instancia el juego de apariencias en la esfera pública se prestaba como un elemento
ideal para sacar a “relucir” la calidad, la riqueza y el estatus social de cada individuo.
*Lo anterior originó una diferenciación según el vestido y la acumulación de bienes suntuarios y
monetarios. Estos se dividen en dos:
*el primero fue el vestido y, el segundo, la cantidad y la calidad de objetos testados al interior del
espacio doméstico.
*La influencia de la cultura barroca del siglo XVII, tanto en Europa como en
América, marcó un cambio en las formas de comportamiento, las creencias y la religiosidad, la
forma de vestir, el modo como se construían las casas-habitación e inclusive el cómo comer.
*La gente perteneciente a esta calidad mostraba, a través de su ropa y sus hogares, una
identidad de grandeza y poderío frente al otro, a partir de su riqueza, concebida
esta última en una acepción amplia y material; es decir, en la riqueza monetaria
y en la forma y tipo de atuendo usado.
*Vestuario Hombres: Como prendas interiores, los hombres utilizaban calzas y jubones. Éstos
últimos se caracterizaban por poseer un cuello rígido (también denominado gorguera), el cual
recibía distintos nombres según su forma. Cuellos de lechuguilla: Golillas: Valonas: Algunos
cuellos, dependiendo de la forma y del tamaño, debían almidonarse. Asimismo, el cuello y las
mangas eran las únicas partes del jubón que debían verse en público. El coleto cubría el jubón. Se
trataba de un chaleco de cuero, abierto por delante. Dependiendo del país, el coleto terminaba en
forma de faldones o en forma de pico. Las calzas se cubrían con los gregüescos. que consistían en
dos grandes bullones acuchillados, de modo que era necesario un forro o tela interior que
quedaba visible entre las aberturas y que era de distinto color que la tela exterior. Para cubrirse
cuando se salía a la calle, se hacía uso del ferreruelo. Una capa con cuello y sin capucha que solo
cubría parte de los hombros, del pecho y la espalda. También se podía llevar terciado sobre uno de
los hombros y anudado bajo el brazo contrario.
*Vestuario Mujeres: utilizaban la camisa como prenda interior Se distinguió entre dos tipos:
1) Camisa alta. Cubría el escote hasta la base del cuello, cerrándose con cintillas. Era ceñida de
busto y se ensanchaba en la cintura mediante nesgas o pliegues hasta llegar a los pies; se podía
rematar en puntas o encajes. En el caso de las mujeres de clase media, esta camisa se ponía
debajo del corpiño o cuerpo que era muy escotado. Camisa de pecho o baja. Era muy escotada, en
consonancia con el resto de prendas que también fueron muy escotadas. Para tapar el escote, se
ponían prendas como el cuello de lechuguilla y la valona. También se llevaba con cuello abierto,
que quedaba rematado con encajes. Esta camisa fue la más tradicional. Sobre la camisa se llevaba
el vestido. En la parte superior estaba conformado por corsets y corpiños. La falda, dependiendo
de la forma que tuviera, tenía distintos nombres. En algunas cortes, las mujeres utilizaban
el verdugado. Estaba formado por un armazón de alambres de madera (o ballenas) que le
conferían una forma acampanada. En la corte francesa, el verdugado tomó una forma similar al
guardainfante. Era conocido como “verdugado de rueda”, nombre que resultaba ya lo
suficientemente descriptivo en cuanto a su aspecto. Era como si la mujer que lo utilizaba estuviera
dentro de una rueda, con la falda sujeta al borde exterior de la misma. Otro nombre para referirse
a este tipo de prenda fue falda tambor. Las mujeres también utilizaron cuellos o gorgueras.
Algunos de ellos se montaban en alzacuellos. A este tipo particular se le llamó cuello Medici. n
cuanto a los accesorios, se acostumbraba utilizar abanicos y guantes.
*la posesión de muebles para escribir fue un asunto más ligado al prestigio social que a la
escritura. La condición más significativa en estos objetos, para ser considerados artículos
de lujo, era su lugar de origen. Por ejemplo, los escritorios alemanes, debido a sus detalles y a los
adornos en oro y plata, se encontraban entre los bienes más lujosos en la esfera doméstica. Por un
lado, la confección de la ropa en la villa era limitada, lo cual la hacía escasa y, por ello, costosa; de
esta manera, poseer varias prendas del mismo tipo suponía la capacidad financiera del testante
para adquirirla, por lo tanto, reflejaba su estatus económico.
Casas: Las casas de la ciudad de México no eran altas pues si rebasaban los tres pisos,
los terremotos constantes podían afectar sus estructuras; sin embargo, casi todas
las casas eran espaciosas y cómodas y tenían jardines para servir de recreación
y desahogo. mostraban un segmento de las rutinas cotidianas, ya que
en tales espacios destinados a ser lugares de comercio, se podía sociabilizar, y
a la vez eran utilizados para la venta de bienes materiales que hacían fluir el comercio
citadino. Jerarquizaba a la sociedad a partir de la cultura material.
Esta casa se desarrolló en torno a dos patios y en dos niveles. El primer
patio, el principal, solía estar bordeado por tres de sus lados por corredores, tras
de los cuales se localizaban almacenes, oficinas y accesorias, éstas últimas con
accesos exclusivamente desde el exterior, donde se establecieron los talleres de
los artesanos, quienes rentaban estas partes de los inmuebles. Los recintos del
piso superior eran los propiamente habitacionales y se tenía paso a la mayoría de
ellos a través de los corredores altos. Estas habitaciones eran las salas del dosel,
de sillas y del estrado, la capilla familiar, la asistencia, el despacho y las
recámaras, aunque éstas últimas solían carecer de acceso directo por los
corredores, pero tenían balcones o ventanas mirando hacia la luna del patio.
se tiene una idea general de la casa novohispana conformada por tres piezas características: la
sala, la recámara y la cocina.
Museo Nacional de San Carlos: Palacio del Conde de Buenavista: Es una obra del
arquitecto y escultor Manuel Tolsá.
*Cocina: Esta nueva forma de degustar los alimentos quedó también limitada a las esferas de la
élite social que podían pagar vajillas completas y, a diferencia de los cubiertos, el poseerlas
significó un privilegio distintivo de las grandes familias burguesas. el mantel,
hasta entonces ajeno a la cocina, fue un producto del barroquismo cultural.
*La recámara: el surgimiento de la burguesía en el siglo XVII dio paso a una remodelación en el
interior de la casa. La comodidad en las recámaras se podía marcar a partir de la configuración del
ajuar; por su parte, el lujo estaba implícito en los materiales y en la forma de decorar el cuarto.
*La sala: Se puede pensar que este “cuarto principal” recibía el nombre por ser el que
mediaba la privacidad de la esfera doméstica con la pública. Tampoco se debe
dejar de lado que, en ciertos lugares, exponer la sala a la mirada del otro significaba
dejar entrar lo público en el espacio de lo privado, con la intención de dar
fe del lujo y la comodidad que configuraba el ajuar.
Las mercaderías: se entendían como aquellos espacios en donde se comercializaban
alimentos, en tanto la tienda o accesoria era una extensión de la casa que
servía para ofertar los productos que generaba un oficio, como los vestidos de un fraile, los
zapatos de un zapatero, etcétera.
En el caso del templo de Santa Teresa la Antigua, originalmente conocido como de San José,
Medina mezcla en las columnas lo tristóstilo con un estriado salomónico. Resulta interesante
observar los roleos entremetidos del relieve del primer tercio de las columnas de Santa Teresa,
pues ciertamente remiten a un sello muy propio del barroco de la época que es particularmente
vistoso en el estucado del templo de San Cristóbal y de la capilla del Rosario del convento de Santo
Domingo de la ciudad de Puebla. Sólo que mientras que en estos templos se encuentra en
interiores, grabado en madera o estuco, aquí se encuentra en el exterior, en una magnífica talla en
piedra.
Catedral Metropolitana de México: Siendo una de las estructuras más importantes del país, su
construcción comenzó, oficialmente, en 1571, y se concluiría 242 años después. Aunque en esta
catedral se aprecien otros dos estilos arquitectónicos, definitivamente el barroco es el que
sobresale más. En sus paredes es notable el mestizaje que demuestra influencias españolas e
indígenas.
Iglesia de puebla: El diseño de la pintura decorativa fue hecha por el francés Ives Grall, avecindado
en Querétaro que justo cuando ejecuta el trabajo en el templo de Santo Domingo, decide retomar
la idea con la que llegó a México, de tomar los hábitos, en este caso, de consagrarse para ejercer el
sacerdocio. Esto ocurre justo el día de la consagración del templo que fue reinagurado en 1904.