DESCRIPCIÓN FIJA

Julieta Martínez Jiménez

La calle es angosta, en la acera izquierda se encuentra la Secretaría de Salud de Guanajuato. En la

otra, el Templo de Pardo. Su tamaño es más bien mediano, sin embargo, los doce largos y estrechos
escalones que deben subirse para llegar hasta el, crean la ilusión de una estructura exorbitante que se
alza a la vista. Con un estilo barro, su decoración es exuberante, profusamente labrada, con una torre
campanario de esbeltas proporciones: de abajo hacia arriba, un arco funge como soporte, a partir de
aquí se alza la estructura, que finaliza con una pequeña cúpula en la punta, y en esta, una cruz se sitúa.
Su exterior está circundado por un irregular atrio, cercado por columnas que sostienen cruces y
macetones alternados. Cuenta con tres puertas de acceso. Cada una ostenta una fachada en cantera
rosa. Sus contrastes son fuertes: tonos claro-oscuros.

El templo consta de tres cuerpos, donde las columnas ornamentadas con sus relieves se desprenden
del primero. Cada lateral está dedicado a un santo, siendo el derecho en memoria a San Nicolas
Tolentino, patrono de la minería, y el otro a San Ignacio de Loyola, patrono de la cuidad. De color
marrón, de dimensiones medianas, dividida a su vez en dos entradas, está la puerta. Se sitúa justo en
medio de la parte inferior del templo.

Destaca del segundo cuerpo una ventana rectangular colocada verticalmente, de tono opaco, ya que
se coloca como el corazón del templo. Es rodeada por adornos botánicos, tallados en las columnas
previamente mencionadas. Ya en el tercer cuerpo se sitúa el frontón quebrado, con forma de eses
invertidas. En esta parte se alternan líneas cóncavas y convexas, produciendo una perspectiva cerca-
lejos. Sus formas, gracias a esto, generan en quien observa sensación de movimiento. Las líneas
curveadas, además, dan lugar a una fachada alabeada. El dinamismo es destacable. Finalmente, una
figurilla de la Virgen de Guadalupe se ubica en la cima del edificio, con un ángel acompañándola
cada uno por un lado.