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Salud mental: un estado de bienestar

Diciembre de 2013

La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de


sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de
forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

OMS/P. Virot

La dimensión positiva de la salud mental se destaca en la definición de salud que figura en la


Constitución de la OMS: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y
no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».

http://www.who.int/features/factfiles/mental_health/es/

Definición de Personalidad
La personalidad es el conjunto de características físicas, genéticas
y sociales que reúne un individuo, y que lo hacen diferente y único
respecto del resto de los individuos. En tanto, la interrelación y la
comunión de todas estas características, generalmente estables, serán las
que determinarán la conducta y el comportamiento de una persona y
porque no también, de acuerdo a la estabilidad de las mismas, predecir
la respuesta que puede dar un individuo al cual conocemos ante
determinada circunstancia o estímulo.

la personalidad está compuesta por dos elementos: temperamento y


carácter, uno tiene un origen genético y el otro de tipo social, es decir, lo
determinará el ambiente en el cual vive el individuo, respectivamente. Por
ejemplo, cuando una persona suele reaccionar y actuar muy duramente ante
el fracaso de algo o alguien que lo rodea, se suele decir que tiene un
temperamento fuerte, vendría a ser algo así como el grado de carga emotiva
que le pone a las cosas, que claro puede ser fuerte, como mencionábamos, o
muy blando. Y por el otro lado, el carácter indicará el modo a través del cual
actuamos, nos expresamos y pensamos.
Los psicólogos, desde siempre, le han prestado especial atención a la
personalidad y ha sido objeto de su estudio principalmente a partir y durante
todo el siglo XX y se hace efectivo a través de tres modelos: el clínico,
correlacional y experimental. El primero hace hincapié en el estudio a
profundidad del individuo, el correlacional se ocupará más que nada de
encontrar diferencias individuales a partir de la realización de encuestas sobre
grandes muestras de población, y por último, el experimental, establecerá
relaciones causa-efecto manipulando ciertas variables.

Definidos por el psicólogo Carl Gustav Jung oportunamente en la


formulación de su teoría de la personalidad, existen dos tipos psicológicos
básicos de ésta: la introversión y la extraversión. Y aunque un individuo
no es absolutamente introvertido, ni otro lo es totalmente extravertido,
las personalidades de las personas suelen estar más o menos
influenciadas por uno o por otro.

La psicología ha contribuido, y profundamente, al establecimiento de


evaluaciones o procesos de diagnóstico en materia de estudios de la
personalidad, y éstos en la realidad práctica son comúnmente utilizados,
por ejemplo, en ámbitos laborales, donde se utilizan como elemento para
“testear” a futuros empleados o aspirantes a un puesto de trabajo. A
partir de diferentes actividades, ya sean preguntas o ejercicios prácticos
(a través del dibujo, la música o el planteo de problemas) puede
preverse y determinarse cómo actuará la persona ante determinadas
situaciones, sean éstas conflictivas o no.
Decimos que una persona es introvertida, cuando prefiere escuchar antes
que hablar en el caso de asistir a una reunión, quizás también evita las
reuniones o encuentros sociales como ser fiestas o eventos a los que se
lo invita, y en el caso de participar de ellos, no es precisamente quien más
se destacará entre los presentes. Todo lo contrario, claro, es quien puede
definirse como persona “extrovertida”: disfruta de las relaciones públicas
y sociales, y suele ser muy verborrágico o expresivo al momento que debe
(o quiere) hablar o expresarse.

Entonces, los introvertidos son aquellos que suelen volcarse y abocarse


más al universo de sus sentimientos y pensamientos mientras que los
extrovertidos, al contrario de aquellos, se muestran más permeables al
mundo exterior, son sumamente sociales, les gusta y se interesan por
saber de su entorno.
La personalidad neurótica:
el trastorno del 95% de la
población
Seguro que has oído la palabra neurosis en muchas ocasiones, incluso
puede que hayas llamado a alguien neurótico, pero si te preguntan qué
significa ser neurótico ¿sabrías responder? Las conductas neuróticas
afectan a la mayoría de la población, ya que la sociedad actual las fomenta.
Vamos a ver qué características tiene la personalidad neurótica.

La personalidad neurótica
El término neurosis se utilizó por primera vez en 1777 para describir
enfermedades emocionales. Actualmente se usa como comodín para llamar a
todas aquellas afecciones emocionales que no tienen un origen físico. En otras
palabras, neurosis se refiere a alteraciones mentales que nos provocan
problemas emocionales.
Esto te puede parecer “raro” y que sólo le pasa a unos pocos, pero no es así. Por
ejemplo, cuando perdemos el control de nuestras emociones, estamos siendo
neuróticos. Y perder el control es tan fácil como dejar que otras personas
dominen tus reacciones, ya sea enfadándonos, molestándonos o poniéndonos
tristes por cosas que hacen los demás.

 Enfadarse porque tu equipo de fútbol ha perdido es ser neurótico.


 Sentir culpa porque no has comprado un regalo de cumpleaños es ser
neurótico.
 Sentir envidia porque tu vecino tiene un coche más grande es ser
neurótico.
 Sentirse triste por no tener pareja es ser neurótico.
Esos son sólo unos ejemplos de la enorme cantidad de conductas neuróticas
que ocurren a diario. Como ves, todos tenemos en algún grado cierto tipo
de neurosis, todos dejamos que otras personas nos afecten y nos influyan de
alguna manera. Las emociones surgieron para adaptarnos al entorno, y como
animales de manada que somos, nuestro entorno siempre ha sido en grupos.
Por eso tenemos emociones que reaccionan con conductas de otras personas.
Emociones que inmovilizan a los neuróticos
Si bien todos tenemos este tipo de comportamientos, hay personas cuya
neurosis llega a impedirles tener una vida normal, tomar decisiones y ser
felices. Estas personas tienen dificultades para controlar sus emociones o se ven
abordadas por fenómenos negativos constantemente como:
 Culpa
 Remordimientos
 Necesidad de aprobación
 Miedo a lo desconocido
 Preocupación
 Obligaciones sociales
 Dependencia
Como ves, son muy comunes en la actualidad. Un neurótico vivirá por y para
ellas, incluso las fomentará. Si lo unimos a que la sociedad incita los
comportamientos neuróticos, tenemos un círculo vicioso del que es difícil salir.

En definitiva, una persona neurótica está muy lejos de tener una personalidad
sana.

Beneficios de las conductas neuróticas


Las conductas neuróticas son claramente dañinas para las personas que las
tienen, impidiendo su funcionamiento normal. Entonces ¿por qué se mantienen?
¿Qué le aportan a la persona que las sufre? Estas conductas aportan “beneficios”
indirectos que permiten al neurótico evitar tareas desagradables. Aquí tienes
unos ejemplos:

1. Apartar la responsabilidad de las emociones y colocárselas a los demás


Si culpan a otra persona de su infelicidad o de su situación, alejan de ellos la
responsabilidad de sus actos. Es mucho más sencillo echarle la culpa a otros y no
hacer nada con sus problemas.

2. Evitar cambiar
Si son otras personas las responsables de cómo se sienten, cualquier cambio es
imposible, ya que es culpa de otros que se sientan así. Por ello, los demás también
se convierten en responsables de no cambiar.

3. Evitar riesgos
Apartando de ellos la responsabilidad, también evitan correr riesgos al conocer
y explorar lo que hay más allá de su zona de confort.

4. Provocar que otros cuiden del neurótico


No controlar las emociones es una clara muestra de conducta infantil. Esto
permite al neurótico quedarse en la infancia, para así ser mimado y protegido.

5. La culpa y la preocupación para evitar el presente


La culpa permite a los neuróticos evitar el presente, sintiéndose culpables por
algo del pasado. Esto los inmoviliza, evitando que puedan hacer algo productivo.
O sea, la culpa les hace evitar enfrentarse al presente.

6. Culpa como pago por los errores


Existe la creencia de que te debes sentir culpable por tus errores y que si no te
sientes culpable, eres una mala persona. Por tanto, los neuróticos buscarán el
perdón sintiéndose lo más culpable que puedan.

7. Preocupación para justificar comportamientos


Las personas con comportamientos malsanos, los justifican en cuanto pueden
con la preocupación. Si tienes un problema con la comida, seguro que comes más
cuando estás preocupado, por lo que es una excusa estupenda para mantener
estos comportamientos difíciles de cambiar.

8. Preocupación como muestra de amor


Otra de las creencias compartidas por la sociedad es que una persona es cariñosa
o atenta cuando se preocupa constantemente por los demás. Si alguien no se
preocupa por ti, es que no te quiere. Si no te preocupas por tu hijo, eres un mal
padre. Esto es un beneficio ideal que mantiene las preocupaciones como
conducta “normal” en la sociedad actual.

Características de las personas neuróticas


La personalidad neurótica es un trastorno muy generalizado, por lo que las
características de las personas neuróticas son muy distintas. A pesar de ello, las
personas que con frecuencia actúan de forma neurótica comparten las siguientes
características:

Desarrollo pobre de la personalidad


Una persona neurótica tiene una marcada falta de desarrollo de la personalidad,
que se traduce en una clara inmadurez y personalidad infantil. Esto se debe a que
el origen de la neurosis es en la infancia. Una de las principales causas de la
neurosis es la sobreprotección. Los niños sobreprotegidos no han tenido que
lidiar con el mundo y cuando llegan a una edad adulta no tienen la capacidad ni
la experiencia para controlar sus propias emociones o tener una postura
saludable ante los problemas.
Creación de ídolos
Los neuróticos sienten que quieren ser como otras personas. Crean ídolos y
les gustaría ser como ellos. Como un neurótico tiene una baja autoestima, busca
ejemplos de cómo ser y cómo comportarse en otras personas, a las que nombra
ídolos y los convierte en su referencia de comportamiento.

Inocentes
Su falta de experiencia y de contacto con el mundo les hace persona crédulas e
inocentes. Son propensas a las manipulaciones, ya que no controlan sus
emociones. Si una persona consigue que se sientan culpables, el neurótico hará
lo que sea para complacerla.

Complacientes
Buscan constantemente la aprobación de los demás, ya que han construido una
autoestima pobre que se basa en los juicios externos. Esto hace que sean
personas muy vulnerables a comentarios negativos y críticas. Es por ello por lo
que mantienen conductas complacientes, para agradar a los demás y evitar el
rechazo.

Poca tolerancia a la frustración


Otra de las consecuencias directas de la sobreprotección. Los padres de estas
personas no dejaron que cometiera errores, bloquearon con sus cuidados
obsesivos el desarrollo normal del neurótico. Cada vez que algo le iba mal, papá
o mamá le solucionaban el problema. Cuando sus padres no pueden ayudarlos,
se frustran y reaccionan con ira o victimismos.

Victimistas
La baja autoestima unida a la necesidad de aprobación, llevan a estas personas a
las conductas victimistas. Utilizan las percepciones de ellos mismos (negativas y
distorsionadas) para excusar sus comportamientos o para evadir
responsabilidades.

ersonas de costumbres y hábitos muy marcados


Como han explorado poco fuera de su zona de confort, mantienen sus viejas y
perjudiciales costumbres como forma estándar de actuar ante lo desconocido.
Son rígidos y resistentes al cambio. Más vale malo conocido que bueno por
conocer es su refrán favorito.
Frases neuróticas
Por último, aquí tienes unos ejemplos de las frases más usadas por una
personalidad neurótica:

“Sin ti yo no soy nadie”


Este es un ejemplo claro de una autoestima baja y externa, en la que la valoración
que hace de sí mismo el neurótico depende de otra persona.

“Tu tienes la culpa de todo”


Clara conducta para evitar responsabilidades. Con esta frase consiguen
limpiarse las manos sobre un tema y culpar a los demás. Además, haciéndote
sentir mal podrán manipularte.

“Mi pareja no me hace feliz”


Con esta frase no asumen la responsabilidad de sus emociones. Su felicidad
depende de terceras personas.

(Un padre a su hijo) “¿Qué hiciste anoche? ¿A dónde vas?”


Esto, a pesar de lo que nos dice la sociedad, no está dirigido a cuidar al otro, sino
a controlarlo. Es la conducta que un padre neurótico ejerce sobre su hijo. A través
del control aparece la sobreprotección, evitando que el joven tome sus propias
decisiones y cometa errores, además de arrebatarle completamente su
intimidad.

Ejemplo de comportamiento neurótico


Un ejemplo extra: escena de una madre neurótica con su hija, extraído del libro
“Gente Tóxica” de Bernardo Stamateas:
La pequeña Mary estaba en la playa con su madre, con quien mantuvo el siguiente
diálogo:
 Mamá, ¿puedo jugar en la arena?
 No, mi vida; no quiero que te ensucies el vestido.
 ¿Puedo andar cerca de la orilla?
 No. Te mojarías y podrías pescar un refriado.
 ¿Puedo jugar con los otros niños?
 No. Te perderías entre la gente.
 ¡Mamá, cómprame un helado!
 No. Te haría daño en la garganta.
En este caso, la madre ejerce sobre protección a su hija, le impide aprender de la
experiencia y le muestra una cara negativista del mundo. Estas son
características de las madres tóxicas.

personalidad psicótica

La personalidad psicopática
El Psicópata, posee una personalidad, que sin llegar a ser una enfermedad mental, es anormal. Se la
diagnostica, según el DSMIV (Manual de diagnóstico de Psiquiatría) dentro de los Trastornos de
Personalidad, como un TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD.

Dentro de esta categorización, podemos encontrar un amplio espectro y por lo tanto, grados diferentes
de manifestación, desde “el criminal”, hasta una persona aparentemente integrada al entramado social,
que trabaja, estudia, tiene hijos, familia. Pueden ser compañeros de trabajo, de estudio y esto los hace
especialmente peligrosos ya que el otro, posible víctima, se encuentra más vulnerable porque no hay
señales externas que alerten y permitan una actitud defensiva.

La característica principal de estas personas es que tienen anestesia afectiva, no sienten culpa, por lo
tanto, ellos no son los que sufren, pero sí las personas de su entorno. Las emociones que sí pueden sentir
son cólera, ira o tristeza, cuando las cosas no son como ellos quieren.
Solo los mueve su propio interés y para llegar a ello, que es obtener dominio y poder sobre su ambiente,
pueden llegar a simular, “no a sentir”, amor, compasión, solidaridad, ternura, sentimientos de amistad,
sólo hasta conseguir sus objetivos. Cualquier estrategia es válida para llegar al máximo placer del
psicópata que es anular la voluntad del otro para explotarlo, atacarlo y demostrar su superioridad y su
desprecio hacia su víctima, ya sea en el área laboral, de sus relaciones personales, sexual, etc. Esta es su
esencia.

Algunos actúan su psicopatía en ciertos lugares más que en otros. Por ejemplo: Manifiestan toda su
patología dentro del ámbito familiar, donde sus parejas y sus hijos son las víctimas, siendo para el afuera,
personas encantadoras.
Al psicópata, se lo ha denominado “loco moral” o “loco sin delirio”, poseen capacidad de juicio
conservada, saben la diferencia entre lo que está bien o mal, pero no les importa, esos límites no son para
ellos.

A continuación, transcribo una serie de criterios para catalogar al Trastorno Psicopático de la


Personalidad (Hare, Hart y Harper 1991)
1) Locuacidad y encanto superficial
2) Autovaloración exagerada – Arrogancia
3) Ausencia total de remordimiento o culpa
4) Manipulación ajena y utilización de la mentira y el engaño como recurso
5) Ausencia de empatía en las relaciones interpersonales
6) Problemas de conducta en la infancia
7) Conducta antisocial en la vida adulta
8) Impulsividad
9) Ausencia de autocontrol
10) Irresponsabilidad
11) Estilo de vida parásito
12) Conducta sexual promiscua
13) Falta de objetivos realistas y a largo plazo
14) Necesidad de estimulación constante y tendencia al aburrimiento.
15) Diversas relaciones matrimoniales de corta duración.
16) Conductas delictivas

Este cuadro como todos los Trastornos de Personalidad se caracteriza por ser sus rasgos inflexibles y
crónicos, no es modificable ni por experiencia ni por aprendizaje, puede disminuir en la adultez a partir
de la cuarta década de la vida. Para realizar un diagnóstico preciso es necesario diferenciarlo de otros
cuadros como Esquizofrenia o Episodio Maníaco, Trastorno Narcisista, Límite o Histriónico de la
Personalidad.

Estas personas no suelen concurrir al tratamiento por voluntad propia, sí los familiares o personas del
entorno que lo padecen y que son los que pueden lograr beneficiarse, solicitando ayuda terapéutica.
La psicosis, o estructura psicótica de personalidad, se origina a nivel de
frustraciones muy precoces, a menudo se trata de frustraciones primitivas
procedentes del polo materno. El niño no es considerado como objeto
distinto de la madre, ella, no puede concebirlo como parte separada de sí
misma. Se produce entonces lo que denominamos confluencia; una
relación fusional que se repetirá en el plano interpersonal futuro.
Dentro de la psicosis o línea psicótica Jean Bergeret describe tres
estructuras:
ESTRUCTURA ESQUIZOFRÉNICA

 En la esquizofrenia el Yo no ha alcanzado un rol organizado de base.


El yo no está completo
 La angustia se sitúa en el miedo al fraccionamiento, a la destrucción
 El mecanismo de defensa es una negación de todas las pulsiones
elementales
 Su vacío no lo sitúa entre él y el otro sino dentro de su propia persona.
Esto puede explicar su pensamiento lineal en el universo
interpersonal. El conflicto está entre el Yo/ no-Yo. Existe una dificultad
para construir un Yo autónomo y unificado
 La relación objetal se orienta hacia el autismo, es decir, hacia un
esfuerzo de recuperación narcisista primaria
 La carencia se refiere tanto al ser como al tener
 El esquizofrénico no “habla” verdaderamente, actúa con las palabras
en una dialéctica donde el sujeto no está claramente separado del
objeto
 Existe una congelación evolutiva afectiva en la fase oral
 La relación maternal es de confluencia (simbiótica) y toxicidad
afectiva.

ESTRUCTURA PARANOICA

 Comporta problemas vinculados con un Yo que se distingue


netamente del no-Yo, pero que solo puede esperar autonomizarse en
una dependencia agresiva del objeto y en un Ideal del Yo ingenuo e
inadaptado que persigue quimeras irreales
 La evolución pulsional no ha superado la economía de rechazo
 Persecución y necesidad de dominio
 Proyección como mecanismo de defensa.
ESTRUCTURA MELANCÓLICA

 Necesidad de detener la vida y el tiempo en el triunfo pasado


 Hay una pérdida de objeto, un duelo no hecho
 El individuo desapareció con la pérdida de la relación. Hay un ataque
al ideal del Yo en la pérdida del objeto, una herida narcisística, una
regresión a la oralidad
 La hostilidad frente al objeto perdido se vuelve contra el sujeto mismo.
Hay una regresión narcisista
 Hay una frustración precoz
 El sujeto trata de encontrar el camino hacia el objeto perdido. Un
camino que desea y teme.

¿Qué es el trastorno límite de la


personalidad?
La condición de borderline es muy compleja y angustiante. Dolor, ira, confusión, nunca
saber cómo me voy a sentir el minuto siguiente. Sentimiento de incomprensión. Nada
me da placer. Deseos de morir y quitarme la vida pero incapaz de hacerlo por un
sentimiento de culpa por aquellos a quienes dañaría, para luego sentir mucho enojo por
ello hasta llegar a cortarse o tomar una sobredosis para deshacerse de estos
sentimientos.
El trastorno de la personalidad limítrofe (borderline) es un trastorno que designa
numerosas anomalías psicológicas, generalmente detectadas después de los 18 años,
y es caracterizado por una variabilidad de las emociones. El rasgo fundamental de una
persona con borderline es que no ha sido capaz de aprender a manejar adecuadamente
o asimilar el resentimiento hacia eventos difíciles que le han tocado vivir (como
abandono, abuso, divorcio de padres, etc.). Esta imposibilidad da lugar a una
inestabilidad significativa en las relaciones interpersonales, en la imagen y la identidad
de sí, en las emociones y en la impulsividad.
El término “borderline” (que en español se traduce “caso-límite” o “estado-límite”), tiene
sus orígenes en hipótesis psicoanalíticas en las cuales el término designa un tipo de
frontera entre la “organización neurótica” y la “organización psicótica”. De acuerdo a
esta teoría, el trastorno borderline se basaría en la angustia de la pérdida del objeto y
se traduciría en una inseguridad interna constante y en actitudes de poner a prueba al
entorno de forma incesante.
Las personas que sufren de borderline suelen presentar patrones altamente inestables
de relaciones sociales. Desarrollan apegos intensos pero tormentosos con las
personas, sus actitudes hacia la familia, amigos y seres queridos puede dar un giro de
idealizarlos mediante una gran admiración y amor, a la absoluta descalificación y
desprecio, mediante el enojo intenso y el disgusto.
Estadísticas
‣ Entre 2% o 5% de la población en general presenta TLP.
‣ TLP es más común que la esquizofrenia.
‣ TLP es dos veces má´s común que el trastorno de alimentación de la anorexia.
‣ El 20% de las personas admitidas en hospitales psiquiátricos presenta TLP (más
que por depresión mayor).
‣ 10% de los adultos con TLP cometen suicidio.
‣ Una persona con TLP tiene un índice de suicidio 400 veces mayor que el público
en general
‣ 33% de los jóvenes que comenten suicidio tienen rasgos de TLP

Diagnóstico: como saber si padezco


el trastorno límite de la personalidad
El diagnóstico del TLP es confirmado cuando por lo menos cinco de los siguientes
nueve criterios están presentes (criterios apegados al DSM-IV):

1. Esfuerzos intensos para evitar un abandono


real o imaginario.
La persona que sufre de borderline experimenta la ausencia temporal de las personas
significativas como un abandono definitivo (de forma similar en que un niño no distingue
entre la ausencia temporal de la madre y su “extinción”). Tiende a padecer de depresión
severa ante este abandono real o percibido, lo que le ocasiona un gran resentimiento
contra los demás o contra el mundo en general. Como consecuencia de esto, se aleja
de las personas a pesar de que la soledad le sea muy difícil de tolerar, y termine
buscando nuevamente la presencia física de otros.
Cuando están solas, las personas que sufren de TLP tienden a perder la sensación de
que existen, del sentimiento de realidad.

2. Relaciones interpersonales intensas e inestables.


Las relaciones interpersonales están marcadas de patrones de manipulación hacia
otros y de cambios repentinos de actitud extrema hacia los otros, pasando de un
momento a otro de la idealización a la descalificación (del apego y la dependencia al
aislamiento y la evitación). Esta inestabilidad se debe tanto a una intolerancia a la
separación como a un miedo a la intimidad. Ocurre una especie de tensión o corto
circuito entre el deseo de acercarse y de ser cuidado, y el miedo a la intimidad, a ser
“tragado” o controlado por los demás. Estos sentimientos internos se traducen
dramáticamente en relaciones de pareja intensas, cambiantes y manipulativas.
La persona con borderline tiende a hacer demandas irreales a los demás. Esta
manipulación es expresada a través de quejas físicas e hipocondría, manifestaciones
de debilidad y desamparo, acciones provocadoras y conductas masoquistas (incluso
gestos o amenazas de suicidio son empleados para obtener atención y rescate).
Aunque las personas que sufren de borderline son muy sensibles con los otros, carecen
de empatía real. Una mujer con borderline, por ejemplo, regresará con su exmarido
abusivo, que procede a abusar de ella nuevamente; un hombre con borderline
frecuentemente entra en relaciones con parejas similares a él, con quienes generará
dinámicas de agresión mutua.
Una característica singular de la persona con borderline es que parecería que nunca
pertenecería a un club que le acepten a él como miembro. Por ejemplo, Eduardo de 23
años de edad, estudiante de universidad y cuya queja principal en terapia era “necesito
una cita con una mujer”; Eduardo es un hombre atractivo con serios problemas
interpersonales, ya que tiende a aproximarse a mujeres sumamente inaccesibles. No
obstante, en el momento en que es aceptado por una mujer éste la devalúa
inmediatamente como no ya deseable.

3. Una marcada y persistente


perturbación de la identidad manifestada por una
imagen o sentido del yo inestable.
Las personas con borderline carecen de un sentido de identidad estable, de igual forma
que carecen de una conceptualización constante de los otros. Esta dificultad de
establecer una identidad consistente está relacionada con un sentido prevaleciente de
inautenticidad, un sentimiento constante de estar falseando las cosas. La mayoría de
nosotros podemos experimentar esta sensación en varios momentos de nuestra vida.
Cuando empezamos un nuevo trabajo, por ejemplo, tratamos de dar un aire de
conocimiento y confianza, que sabemos que es falso, pero que con el tiempo logramos
sentirlo realmente. Una persona con borderline nunca alcanza este punto de confianza.
Continua sintiendo que hay algo falso en él y tiene terror de que en algún momento los
demás “se den cuenta”. Esto es particularmente notorio cuando una persona con
borderline logra un éxito: se siente fuera de lugar, que no lo merece.
La persona con borderline tiende a alterar las situaciones externas y hacer cambios
drásticos en el estilo de vida. Un adolescente con borderline, por ejemplo, puede
cambiar constantemente de tipo de amigos, incluso la identidad sexual puede ser una
fuente de confusión. Algunos autores señalan que hay una incidencia alta de
homosexualidad y bisexualidad entre las personalidades con características borderline.
Es por esta inestabilidad tanto interna como del estilo de vida que los grupos de culto
que prometen aceptación incondicional y un marco social estructurado, son muy
atractivos para las personalidades con borderline.
De hecho, gran parte de la autoestima de las personas con borderline la logran a través
de impresionar a otros, de modo que agradar a otros se vuelve crítico para amarse a sí
mismas.

4. Impulsividad en por lo menos dos áreas


potencialmente auto-destructivas: abuso de
sustancias, promiscuidad sexual, adicción a
apuestas,gasto excesivo de dinero, comida
excesiva, manejo temerario, hurto.
Las conductas de las personas con borderline tienden a ser repentinas y contradictorias,
ya que son resultado de sentimientos fuertes y momentáneos. Existe en ellos una
tendencia a repetir errores similares una y otra vez, como si se careciera de la
capacidad de aprender de la experiencia pasada.

5. Amenazas, gestos y conductas suicidas


recurrentes, o conductas de auto-mutilación.
Aproximadamente el 75% de las personas con borderline tienen una historia de auto-
mutilación, y la gran mayoría de ellos han realizado por lo menos un intento de suicidio.
En muchas ocasiones, las amenazas frecuentes de suicidio no se relacionan con un
deseo de morir sino con una manera de comunicar dolor y deben entenderse como una
solicitud a los otros de que intervengan.
Esta conducta suicida es uno de los síntomas más difíciles de afrontar para la familia y
los terapeutas: prestarles atención puede resultar en una interminable serie de
confrontaciones improductivas; pero ignorarles puede resultar en la muerte.
Es más, aunque la mayoría de los síntomas que definen el criterio para el trastorno
limítrofe de la personalidad disminuyen con el tiempo, el riesgo de suicidio persiste
durante todo el ciclo de vida. Las personas con borderline que fueron víctimas de abuso
sexual en la infancia son diez veces más propensos al intento de suicidio.
La auto-mutilación, a excepción cuando está claramente asociada a la psicosis, es el
sello distintivo del TLP. La auto-mutilación puede adquirir la forma de heridas auto
infringidas en los genitales, en las extremidades o en el torso. Las navajas, las tijeras,
las propias uñas y los cigarrillos encendidos son los instrumentos más comunes
utilizados para hacerse daño.
Muchas personas con borderline niegan sentir dolor cuando se auto-mutilan. Incluso
algunos expresan una euforia calma después de hacerlo. Antes de auto-mutilarse,
pueden experimentar una gran tensión, enojo, una tristeza abrumadora; después de la
auto-mutilación puede experimentarse un alivio de la ansiedad.

6. Cambios de humor radicales.


Las personas con borderline presentan una inestabilidad emocional en la que pasan
cambios severos de depresión, irritabilidad o ansiedad, que duran usualmente algunas
horas, y menos frecuentemente algunos días.
Su humor de base no es usualmente calmo y controlado, sino más bien hiperactivo,
incontenible, pesimista, cínico y deprimido.

7. Sentimientos crónicos de vacío.


Debido a la falta de un sentido de identidad, las personas con borderline tienden a
experimentar una soledad dolorosa que los motiva a buscar maneras de llenar estos
vacíos. Estos intentos generalmente resultan en aventuras impulsivas relacionadas con
actos destructivos y relaciones decepcionantes.
Con frecuencia las personas con borderlines experimentan una especie de angustia
existencial, lo que puede ser uno de los obstáculos más difíciles en el tratamiento
puesto que absorbe la energía motivacional para “estar bien”.

8. Ira intensa, falta de control de la ira, peleas


físicas recurrentes.
Conjuntamente con la inestabilidad emocional, la ira es el síntoma más persistente del
trastorno límite de la personalidad a lo largo del tiempo.
Las explosiones de furia de las personas con borderline son tan impredecibles como
aterradoras. Las escenas violentas son desproporcionadas con respecto a las
frustraciones que las detonan. Peleas domésticas que terminan con persecución con
cuchillo para carnes o con lanzamiento de platos son comunes manifestaciones de la
ira de la persona con borderline. Si bien una explosión de furia puede ser detonado por
una ofensa, usualmente trivial, detrás de esta chispa yace un arsenal de miedo a la
amenaza de abandono o decepción. Esta furia es usualmente dirigida a las personas
con quienes tiene una relación cercana, como el esposo, los niños o los padres.
La furia de las personas con borderline puede significar una súplica de ayuda, una
prueba de devoción o un miedo a la intimidad.

9. Pensamientos
paranoicos relacionados con el estrés o síntomas
de disociación severa.
Las experiencias psicóticas más comunes para las personas con borderline son los
sentimientos de irrealidad y los delirios paranoides. Los sentimientos de irrealidad se
refieren a una disociación de las percepciones usuales. Por ejemplo, el individuo o los
individuos que están alrededor parecen irreales. Estas distorsiones en la percepción
puede incluir cualquiera de los cinco sentidos.
Para las demás personas, la psicosis que presenta una persona con borderline puede
parecer una psicosis cualquiera. La diferencia principal con los psicóticos es la duración:
en cuestión de horas o días estás rupturas con la realidad desaparecen, en la medida
en que la persona hace reajustes a su funcionalidad usual, a diferencia de otras formas
de psicosis.

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