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Diciembre de 2013
OMS/P. Virot
http://www.who.int/features/factfiles/mental_health/es/
Definición de Personalidad
La personalidad es el conjunto de características físicas, genéticas
y sociales que reúne un individuo, y que lo hacen diferente y único
respecto del resto de los individuos. En tanto, la interrelación y la
comunión de todas estas características, generalmente estables, serán las
que determinarán la conducta y el comportamiento de una persona y
porque no también, de acuerdo a la estabilidad de las mismas, predecir
la respuesta que puede dar un individuo al cual conocemos ante
determinada circunstancia o estímulo.
La personalidad neurótica
El término neurosis se utilizó por primera vez en 1777 para describir
enfermedades emocionales. Actualmente se usa como comodín para llamar a
todas aquellas afecciones emocionales que no tienen un origen físico. En otras
palabras, neurosis se refiere a alteraciones mentales que nos provocan
problemas emocionales.
Esto te puede parecer “raro” y que sólo le pasa a unos pocos, pero no es así. Por
ejemplo, cuando perdemos el control de nuestras emociones, estamos siendo
neuróticos. Y perder el control es tan fácil como dejar que otras personas
dominen tus reacciones, ya sea enfadándonos, molestándonos o poniéndonos
tristes por cosas que hacen los demás.
En definitiva, una persona neurótica está muy lejos de tener una personalidad
sana.
2. Evitar cambiar
Si son otras personas las responsables de cómo se sienten, cualquier cambio es
imposible, ya que es culpa de otros que se sientan así. Por ello, los demás también
se convierten en responsables de no cambiar.
3. Evitar riesgos
Apartando de ellos la responsabilidad, también evitan correr riesgos al conocer
y explorar lo que hay más allá de su zona de confort.
Inocentes
Su falta de experiencia y de contacto con el mundo les hace persona crédulas e
inocentes. Son propensas a las manipulaciones, ya que no controlan sus
emociones. Si una persona consigue que se sientan culpables, el neurótico hará
lo que sea para complacerla.
Complacientes
Buscan constantemente la aprobación de los demás, ya que han construido una
autoestima pobre que se basa en los juicios externos. Esto hace que sean
personas muy vulnerables a comentarios negativos y críticas. Es por ello por lo
que mantienen conductas complacientes, para agradar a los demás y evitar el
rechazo.
Victimistas
La baja autoestima unida a la necesidad de aprobación, llevan a estas personas a
las conductas victimistas. Utilizan las percepciones de ellos mismos (negativas y
distorsionadas) para excusar sus comportamientos o para evadir
responsabilidades.
personalidad psicótica
La personalidad psicopática
El Psicópata, posee una personalidad, que sin llegar a ser una enfermedad mental, es anormal. Se la
diagnostica, según el DSMIV (Manual de diagnóstico de Psiquiatría) dentro de los Trastornos de
Personalidad, como un TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD.
Dentro de esta categorización, podemos encontrar un amplio espectro y por lo tanto, grados diferentes
de manifestación, desde “el criminal”, hasta una persona aparentemente integrada al entramado social,
que trabaja, estudia, tiene hijos, familia. Pueden ser compañeros de trabajo, de estudio y esto los hace
especialmente peligrosos ya que el otro, posible víctima, se encuentra más vulnerable porque no hay
señales externas que alerten y permitan una actitud defensiva.
La característica principal de estas personas es que tienen anestesia afectiva, no sienten culpa, por lo
tanto, ellos no son los que sufren, pero sí las personas de su entorno. Las emociones que sí pueden sentir
son cólera, ira o tristeza, cuando las cosas no son como ellos quieren.
Solo los mueve su propio interés y para llegar a ello, que es obtener dominio y poder sobre su ambiente,
pueden llegar a simular, “no a sentir”, amor, compasión, solidaridad, ternura, sentimientos de amistad,
sólo hasta conseguir sus objetivos. Cualquier estrategia es válida para llegar al máximo placer del
psicópata que es anular la voluntad del otro para explotarlo, atacarlo y demostrar su superioridad y su
desprecio hacia su víctima, ya sea en el área laboral, de sus relaciones personales, sexual, etc. Esta es su
esencia.
Algunos actúan su psicopatía en ciertos lugares más que en otros. Por ejemplo: Manifiestan toda su
patología dentro del ámbito familiar, donde sus parejas y sus hijos son las víctimas, siendo para el afuera,
personas encantadoras.
Al psicópata, se lo ha denominado “loco moral” o “loco sin delirio”, poseen capacidad de juicio
conservada, saben la diferencia entre lo que está bien o mal, pero no les importa, esos límites no son para
ellos.
Este cuadro como todos los Trastornos de Personalidad se caracteriza por ser sus rasgos inflexibles y
crónicos, no es modificable ni por experiencia ni por aprendizaje, puede disminuir en la adultez a partir
de la cuarta década de la vida. Para realizar un diagnóstico preciso es necesario diferenciarlo de otros
cuadros como Esquizofrenia o Episodio Maníaco, Trastorno Narcisista, Límite o Histriónico de la
Personalidad.
Estas personas no suelen concurrir al tratamiento por voluntad propia, sí los familiares o personas del
entorno que lo padecen y que son los que pueden lograr beneficiarse, solicitando ayuda terapéutica.
La psicosis, o estructura psicótica de personalidad, se origina a nivel de
frustraciones muy precoces, a menudo se trata de frustraciones primitivas
procedentes del polo materno. El niño no es considerado como objeto
distinto de la madre, ella, no puede concebirlo como parte separada de sí
misma. Se produce entonces lo que denominamos confluencia; una
relación fusional que se repetirá en el plano interpersonal futuro.
Dentro de la psicosis o línea psicótica Jean Bergeret describe tres
estructuras:
ESTRUCTURA ESQUIZOFRÉNICA
ESTRUCTURA PARANOICA
9. Pensamientos
paranoicos relacionados con el estrés o síntomas
de disociación severa.
Las experiencias psicóticas más comunes para las personas con borderline son los
sentimientos de irrealidad y los delirios paranoides. Los sentimientos de irrealidad se
refieren a una disociación de las percepciones usuales. Por ejemplo, el individuo o los
individuos que están alrededor parecen irreales. Estas distorsiones en la percepción
puede incluir cualquiera de los cinco sentidos.
Para las demás personas, la psicosis que presenta una persona con borderline puede
parecer una psicosis cualquiera. La diferencia principal con los psicóticos es la duración:
en cuestión de horas o días estás rupturas con la realidad desaparecen, en la medida
en que la persona hace reajustes a su funcionalidad usual, a diferencia de otras formas
de psicosis.