Professional Documents
Culture Documents
Universidad de Navarra
Barcelona-Madrid
0-399-040
ASEN-214
Rev. 2/04
Documento de consulta gratuito para el uso exclusivo del/a Prof. Oscar Neira Cuadra, 2013-06-28
LA CONTABILIDAD NACIONAL
Y EL CUADRO MACROECONOMICO
Introducción
En esta nota técnica se ofrece, en primer lugar, una explicación del flujo circular de
la renta –un modelo muy sencillo para entender las relaciones entre las principales
magnitudes–; seguidamente, se explican los diferentes procedimientos para medir el nivel de
actividad económica de un país, el modo de obtener los datos y las relaciones entre las
variables económicas.
Trabajar con modelos sencillos puede ser muy útil para entender cómo funciona una
economía. Muchas conclusiones alcanzadas en modelos elementales siguen siendo válidas
cuando la vida se complica (aunque esto no vale para todos los casos).
Esta nota técnica se basa en la ASEN-95, preparada por el profesor Jordi Canals en febrero de 1989, y
actualizada por el profesor Antonio Argandoña en marzo de 1999. Revisada en febrero de 2004.
Copyright © 1999, IESE.
Para pedir otras copias de este documento, o un documento original para reproducirlo, llame al 34 932 536 558,
envíe un fax al 34 932 534 497, escriba a IESE PUBLISHING, Avda. Pearson 21, 08034 Barcelona, España,
o consulte http://www.iesep.com
No está permitida la reproducción total o parcial de este documento, ni su tratamiento informático, ni la
transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro
o por otros medios.
Al observar un país desde el punto de vista económico, lo primero que llama la atención
es una multiplicidad de agentes haciendo cosas. Si nos quedamos con esa multiplicidad, los
árboles no nos dejarán ver el bosque: es necesario simplificar. El modelo que vamos a introducir
se forma agrupando los agentes de una economía en agregados que presentan caracteres
comunes. Por ejemplo, las familias son muy distintas entre sí, pero (casi) todas tienen al menos
dos caracteres comunes: poseen recursos necesarios para la producción de bienes y servicios
(trabajo, capital, tierra y otros factores) y consumen bienes y servicios. Podemos, pues, agrupar a
las familias del país en un conjunto al que atribuimos esos dos caracteres: propiedad de los
recursos y consumo de bienes y servicios.
Documento de consulta gratuito para el uso exclusivo del/a Prof. Oscar Neira Cuadra, 2013-06-28
El siguiente paso consiste en relacionar las familias con las empresas. Ambas se
encuentran, primero, en los mercados de factores, en los que las familias alquilan o venden a
las empresas el uso de los recursos productivos a cambio de las correspondientes rentas
(salarios, alquileres, intereses, dividendos, etc.), que las empresas pagan en dinero. Se
produce, pues, un flujo de servicios productivos de las familias a las empresas (la línea de
trazo discontinuo en la Figura 1), y un flujo de dinero, en sentido contrario, de las empresas a
las familias (la línea de trazo continuo).
Con las rentas recibidas, las familias acuden al mercado de bienes y servicios para
adquirir lo que necesitan para su consumo. Se produce así otro par de flujos, uno de bienes y
servicios de las empresas a las familias (línea de trazo discontinuo), y otro de dinero de las
familias a las empresas.
La Figura 1 resume este modelo de la economía que, pese a su sencillez, nos sirve ya
para sacar algunas conclusiones interesantes. En primer lugar, el flujo está siempre
equilibrado. Para comprobarlo, supongamos que las empresas esperan pagar 80 por los
factores que compren, y vender bienes y servicios por valor de 100. ¿Significa esto que el
flujo está desequilibrado? No: simplemente, las empresas esperan obtener un beneficio de 20.
Pero las empresas son propiedad de las familias (en nuestro modelo no puede ser de otro
modo, incluso aunque algunas empresas sean propiedad de otras empresas). Por tanto, ese
beneficio será también una renta de la familia propietaria de la empresa. De ahí se deriva la
segunda conclusión: el gasto es igual a la renta (de otro modo, ¿cómo podrían las familias
pagar 100 a las empresas si sus rentas han sido sólo de 80?).
Figura 1
Recursos de producción
(flujo físico)
Rentas
(flujo monetario)
Documento de consulta gratuito para el uso exclusivo del/a Prof. Oscar Neira Cuadra, 2013-06-28
Empresas Familias
Gastos
(flujo monetario)
Bienes y servicios
(flujo físico)
Figura 2
Rentas
Empresas Familias
Gastos
Inversiones Ahorros
Mercados
financieros
intereses por los fondos ahorrados. En la Figura 2, las rentas pagadas sumarán 100 (85 por los
factores empleados en la producción de bienes de consumo y 15 por los empleados en la
fabricación de bienes de equipo); el gasto de las familias será de 85, y su ahorro, de 15; y con
él se financiará una inversión igual a 15, que es la producción de los bienes de equipo.
A partir de aquí, el modelo se puede complicar cuanto se desee (Figura 3). Podemos
incluir al Gobierno, que cobra impuestos a las familias y a las empresas, y que lleva a cabo
transferencias a las familias (pensiones de jubilación, por ejemplo) y compras de bienes y
servicios a las empresas (maquinaria para hacer carreteras o bolígrafos para sus
Documento de consulta gratuito para el uso exclusivo del/a Prof. Oscar Neira Cuadra, 2013-06-28
funcionarios). Dado que los ingresos y los gastos del Gobierno no tienen por qué coincidir, es
posible que éste acuda también a los mercados financieros para cubrir su déficit público.
Figura 3
Exportaciones Importaciones
Rentas
Ahorros
Empresas Familias
Gastos
Impuestos a Impuestos a
los negocios las personas Salarios y
Compras transferencias
gubernamentales gubernamentales
de bienes Gobiernos
y servicios
Préstamos al Gobierno
Inversiones Ahorros
Mercados
financieros
También merece la pena señalar que, dado el carácter cerrado del modelo, todos los
flujos están interrelacionados. Esto introduce restricciones importantes a las consecuencias
de una decisión económica. El lector puede analizar, por ejemplo, qué ocurrirá si, en la
Figura 3, las familias deciden reducir su consumo y, por tanto, aumentar su ahorro: puede
Documento de consulta gratuito para el uso exclusivo del/a Prof. Oscar Neira Cuadra, 2013-06-28
comprobar que esto puede dar lugar a fenómenos tan distintos como un aumento de la
inversión de las empresas, un aumento de las exportaciones, un aumento de las compras de
bienes y servicios por el Gobierno o una reducción de las rentas de las familias. Del mismo
modo, puede verificar que un aumento de las transferencias del Gobierno a las familias puede
reducir las inversiones de las empresas, o aumentar el consumo de las familias, o aumentar el
ahorro procedente del exterior, etc.
2.1. Introducción
Para entender cómo se calcula el PIB de un país puede ser útil compararlo con el
valor de la producción de una empresa. Este puede analizarse desde tres puntos de vista: el de
las ventas, el de la producción y el de los costes. Del mismo modo, existen tres procedimientos
para determinar el PIB de un país, que arrojan el mismo resultado (véase la Sección 3).
IESE 6 399-040
Universidad de Navarra ASEN-214
1) A partir del gasto efectuado por las empresas, las Administraciones públicas y
las familias –nacionales o extranjeras– en bienes y servicios producidos en un
país durante un período de tiempo.
percibidas por todos los que han participado en el proceso productivo. Estas
remuneraciones pueden ser de trabajo (sueldos y salarios) o de capital (dividendos,
intereses y alquileres).
Hemos dicho que el PIB es una medida monetaria de la producción final de un país.
Cuando el PIB se valora a los precios actuales o corrientes de los bienes y servicios finales,
estamos hablando del PIB nominal (o PIB a precios corrientes). Sin embargo, los precios
suelen variar de año en año, por lo que es necesario utilizar algún criterio que homogeneice el
valor del PIB. Se define así el PIB real, expresado en unidades monetarias constantes de un
año de referencia. Para pasar del PIB nominal al PIB real se utiliza el deflactor implícito del
PIB, un número índice que expresa la evolución del valor medio de los precios de los bienes
y servicios incluidos en el PIB, ponderados de acuerdo con la participación de cada bien o
servicio en el PIB del año actual.
El consumo privado recoge el gasto efectuado por las familias (e instituciones sin
fines de lucro) en bienes y servicios, tanto en bienes de consumo ordinario (por ejemplo, ropa
y alimentos) como en bienes de consumo duradero (por ejemplo, lavavajillas o automóviles),
IESE 7 399-040
Universidad de Navarra ASEN-214
a pesar de que los bienes duraderos se usan durante varios años. El único gasto efectuado por
las familias que no se incluye en este concepto es el realizado en la compra de viviendas, que
figura contabilizado como inversión.
Obsérvese que lo que aquí llamamos inversión es la inversión real o física (es decir,
en bienes de equipo, instalaciones, viviendas, etc.), no la inversión financiera (adquisición de
acciones o títulos de renta fija). La inversión en capital humano (la capacidad productiva de
los ciudadanos) tampoco está recogida en la contabilidad nacional.
El stock de capital pierde valor a medida que pasa el tiempo, bien por su uso, bien
por obsolescencia. Por esta razón, a la hora de contabilizar la inversión hay que distinguir si
se ha descontado o no la correspondiente depreciación o amortización del stock de capital
existente. La inversión neta es la inversión bruta menos la amortización practicada por todas
las empresas en el período correspondiente. La inversión neta es, pues, un flujo de nuevo
capital, que se añade al stock de capital existente en un país. Del mismo modo, al restar la
depreciación del PIB se obtiene el producto interior neto (PIN). Si un país gasta íntegramente
su PIN, sin llevar a cabo nuevas inversiones netas, tendrá, al final del período, el mismo stock
de capital que al principio.
En resumen, podemos expresar el PIB desde el punto de vista del gasto mediante las
siguientes identidades:
IESE 8 399-040
Universidad de Navarra ASEN-214
Desde el punto de vista económico puede ser preferible presentar esa identidad de un
modo diferente. Detrás de cada una de las variables mencionadas hay diferentes agentes
económicos, que actúan con criterios distintos. Si suponemos que el consumo público y la
inversión pública se rigen por criterios similares –los que inspiran las decisiones de gasto de
las Administraciones públicas–, podemos agruparlos en una variable única, a la que
Documento de consulta gratuito para el uso exclusivo del/a Prof. Oscar Neira Cuadra, 2013-06-28
llamaremos gasto público. De este modo, podemos definir el PIB del siguiente modo:
PIB = C + I + G + X – IM
Para ello, puede ser útil considerar el concepto de valor añadido que, aplicado a una
empresa, es la diferencia entre el valor de sus ventas y el de las compras de primeras materias,
energía, bienes intermedios y suministros (el consumo intermedio). Se trata, por consiguiente,
de una medida del valor que una empresa (o una rama productiva) añade en su proceso de
producción.
por los sueldos y salarios brutos, incluyendo las cotizaciones sociales pagadas por los
trabajadores y los empresarios), bien aportando capital físico o financiero (que da lugar a
alquileres y rentas, intereses, dividendos y beneficios retenidos por las empresas). Para que
este procedimiento lleve a los mismos resultados que los anteriores, deben incluirse también
los impuestos indirectos y restarse las subvenciones pagadas por el Gobierno a ciertas
empresas.
Después de definir el PIB y describir los tres procedimientos genéricos para calcularlo,
en este apartado estudiaremos cómo se obtiene en la práctica la información necesaria. De las
definiciones introducidas en la Sección 2 entendemos que la información básica se halla en la
cuenta de resultados de las empresas de un país: allí podemos encontrar las ventas de bienes y
servicios finales, las compras de bienes intermedios y las rentas pagadas en concepto de
sueldos, salarios, intereses, etc.
Supongamos que en un país hay sólo dos empresas, A y B. La empresa A compra las
materias primas al extranjero, produce bienes intermedios que vende a la empresa B, y bienes
finales que vende a los consumidores. La empresa B fabrica bienes de consumo y bienes de
inversión, todos ellos finales, y exporta parte de los bienes de consumo. Consideremos sus
cuentas de resultados, que describimos a continuación:
Beneficios
Impuestos indirectos netos
A partir de la información suministrada por estas cuentas, vamos a hallar el valor del
PIB mediante los tres procedimientos estudiados. Para ello, procedamos a consolidar las dos
cuentas, de modo que se evite cualquier doble contabilización, para lo cual eliminaremos las
ventas entre las dos empresas (el consumo intermedio). El resultado de la consolidación se
presenta en la cuenta de resultados del país (a):
Demanda
Intereses Ventas de bienes de inversión
Rentas
Como se observa, en el debe de esta cuenta de resultados figura el valor de todas las
rentas pagadas a los factores de producción, mientras que en el haber se ha registrado la
demanda efectuada sobre la producción obtenida. Como es lógico, debe y haber coinciden y
su valor es exactamente igual al PIB.
En este caso, el haber de la cuenta de resultados expresa el valor del PIB desde la
óptica de la producción de cada rama o del valor añadido.
A partir de las cuentas de resultados presentadas antes es posible obtener las cuentas
de los diferentes agentes (unidades productivas o empresas, familias, Administraciones
públicas y sector exterior o resto del mundo). La primera, la de las unidades productivas,
procede directamente de las cuentas de resultados:
La parte superior refleja el PIB según la óptica de las rentas, en el debe, y según la
óptica del gasto, en el haber. En la parte inferior se presenta la cuenta de capital de las
empresas: en el haber, el ahorro de las unidades productivas, que son sus fondos
autogenerados (amortizaciones y beneficios no distribuidos), y en el debe, la inversión que
llevan a cabo. Según sea mayor uno u otro lado, el conjunto de unidades productivas del país
tendrá capacidad (+) o necesidad (–) de financiación; en el primer caso, están prestando a los
otros agentes, y en el segundo, reciben prestado de ellos.
Las familias reciben rentas de las empresas: sueldos y salarios, intereses, alquileres y
Documento de consulta gratuito para el uso exclusivo del/a Prof. Oscar Neira Cuadra, 2013-06-28
dividendos (se supone que, directa o indirectamente, las familias son las propietarias últimas
de todos los factores productivos, incluidas las mismas empresas, y por ello reciben todas las
rentas generadas). Las familias reciben también transferencias de las Administraciones
públicas (seguro de desempleo, pensiones, etc.). Así como las rentas reflejan aquellos
ingresos que tienen como contrapartida una aportación a la producción (en forma de trabajo,
capital físico o financiero, etc.), las transferencias son ingresos sin dicha contrapartida. Todo
ello forma la renta personal de las familias. Pero éstas no pueden gastar toda su renta
personal, porque una parte va dirigida al pago del impuesto sobre la renta (se supone que las
cotizaciones sociales las ingresan directamente las empresas, de forma que ya no figuran en
la cuenta de las familias); el resto, la renta disponible de las familias, se dedica al ahorro y al
consumo (el mismo consumo privado a que nos hemos referido más arriba).
Familias
Sueldos y salarios
Intereses
Alquileres
Dividendos
Transferencias de las Administraciones públicas
= Renta personal
Impuesto sobre la renta
= Renta disponible
Consumo privado
Ahorro de las familias
La parte inferior de este Cuadro muestra la cuenta de capital de las familias: por un
lado, el ahorro (la parte de renta no consumida); por otro, la inversión (la compra de
vivienda). La diferencia entre ambos muestra la capacidad (si es positiva) o necesidad (si es
negativa) de financiación que tienen las familias.
= Renta personal
– Impuesto sobre la renta
= Renta disponible
= Consumo + Ahorro de las familias
El haber de la cuenta de las Administraciones públicas muestra los ingresos por los
impuestos recaudados (que se pueden encontrar en el debe de las cuentas de las familias y de
las unidades productivas). En el debe figura el consumo público (la compra de bienes y
servicios de consumo a las unidades productivas) y las transferencias a las familias. La
diferencia entre los ingresos corrientes y los gastos corrientes es el ahorro público. En la
parte inferior figura la cuenta de capital de las Administraciones públicas: el ahorro público,
la inversión pública y el saldo –superávit o déficit–, que coincide con la capacidad (si es
positiva) o necesidad (si es negativa) de financiación de las Administraciones públicas.
Administraciones públicas
= Ahorro público
Finalmente, la cuenta del sector exterior (o resto del mundo) recoge las importaciones
y las exportaciones. El saldo es el ahorro exterior neto, y viene a coincidir con el saldo por
cuenta corriente de la balanza de pagos (a falta de algunas partidas menores, aquí omitidas).
Dicho saldo refleja la financiación recibida del resto del mundo (si las importaciones son
mayores que las exportaciones) o la concedida al resto del mundo (en caso contrario). En
efecto, si el país importa más de lo que exporta, ¿cómo paga la diferencia? Recibiendo un
crédito del resto del mundo (lo que significa que ellos «ahorran» para que nosotros podamos
gastar) o reduciendo los activos nacionales frente al resto del mundo (lo que tiene el mismo
significado).
IESE 14 399-040
Universidad de Navarra ASEN-214
Exportaciones Importaciones
I + G + X – IM = S + T
o bien:
I = S + (T – G) + (IM – X)
IESE 15 399-040
Universidad de Navarra ASEN-214
cuenta de las familias puede observarse que el ahorro de las familias es igual a la inversión
(compra de vivienda) que llevan a cabo, más su ahorro financiero neto, que es igual a la
variación de los activos financieros en su poder (moneda y billetes, depósitos en bancos,
participación en fondos de inversión, tenencias de deuda pública o acciones, etc.), menos la
variación de sus pasivos (créditos, principalmente), y lo mismo ocurre con el resto de agentes
(aunque, en la práctica, el ahorro financiero neto no coincide con la capacidad o necesidad de
financiación por problemas de valoración, falta de información, etc.). Por tanto, para cada
agente se cumplirá (aproximadamente) que:
Si las familias prestan a las empresas y a las Administraciones públicas, los activos
que las primeras acumulan son pasivos de las otras instituciones: al consolidar todas las
entidades en la cuenta de capital de la economía, sus variaciones de activos y pasivos se
anulan. Sólo quedan, pues, los saldos netos frente al exterior: el exceso de ahorro sobre
inversión nacional (la capacidad de financiación de la nación) será igual al aumento de los
activos financieros netos frente al resto del mundo, y lo contrario ocurrirá si el ahorro nacional
(público y privado) no es suficiente para financiar la inversión nacional (pública y privada).
O, dicho con otras palabras, la riqueza financiera neta de un país viene representada sólo por
sus activos financieros netos frente al exterior. Y su riqueza total será la riqueza financiera más
la real (terrenos, fábricas, instalaciones productivas, viviendas, maquinaria y equipos, etc.), a
lo que deberíamos añadir su capital humano.