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CORPORACIÓN UNIVERSIDAD DE ACONCAGUA

FACULTAD DE HUMANIDADES
Pedagogía en Educación General Básica

DÉFICIT ATENCIONAL

Escrito de tesis presentado como parte de los requisitos para optar al título de:
Pedagogía en Educación General Básica
Profesor Guía:
Oscar Sánchez Pereira.
Profesor de Estado en Educación General Básica

Elizabeth Silvana Pérez Olivárez


San Felipe, Chile
2012
Quiero dedicarle este trabajo

a aquellas personas que dijeron que no llegaría lejos

y que no creyeron en mis capacidades.

A mis esposo, mis padres, hermanos, amigos y suegros

Que siempre estuvieron al pendiente de mi proceso en la universidad

Y que muchas veces me tendieron una mano.


AGRADECIMIENTOS

En primer lugar quisiera agradecerle a mi esposo el Sr. Robinson torres que me ha


acompañado siempre en mi proceso de formación como profesional, dando la cara
aun sin fin de acontecimientos que se presentaron durante el camino pero aun así
siempre se mantuvo firme y me supo contener y tirar para arriba en las peores
circunstancias, dándome fuerza para continuar con mi sueño que es ser una gran
profesional, dándome su amor y confianza.

En segundo lugar a mi familia que a pesar de no poderme brindar su apoyo


económico siempre me han dado la fortaleza y fuerzas que necesito para cumplir uno
de sus mayores anhelos el poder ser una de las primeras profesionales de la familia.

No quisiera olvidar a cada uno de los docentes que nos enseñaron y acompañaron en
este largo camino ya que cada uno entrego algo muy valioso de su parte para
contribuir a nuestro desarrollo que son sus conocimientos y experiencias vividas
durante su labor como maestros.
ÍNDICE DE MATERIAS.

Páginas

Introducción.

CAPITULO 1: MARCO CONCEPTUAL Y METODOLÓGICO………II

1.1 MARCO CONEPTUAL…………………………………………………..II

Prologo………………………………………………………………………....II

Objetivo………………………………………………………………………..II

Justificación…………………………………………………………………....III

Descripción del problema………………………………………………………III

Planteamiento del problema……………………………………………………IV

Hipótesis……………………………………………………………………......V

1.2 MARCO METOLOGICO…………………………………………………V

Metodologías…………………………………………………………………...V

1.2.3 CONCEPTOS……………………………………………………………VI

CAPITULO 2: MARCO TEÓRICO………………………………………..VII

2.1 EL TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN CON


HIPERACTIVIDAD……………………………………………………...VII

2.1.1. Primeras definiciones del trastorno…………………………………IX-XIV

2.1.2. Síntomas de la desatención…………………………………………XV

2.1.3. Síntomas de hiperactividad e impulsividad………………………….XVI-XVII

2.1.4. El diagnostico del trastorno por déficit de atención


con hiperactividad…………………………………………………………XVIII
2.1.5. Niños con TDAH y niños con trastornos severos de conductas……XIX-XX

2.1.6. Bases biológicas y etiológicas del TDAH…………………………..XXI

2.1.7. Perfil neuropsicológico del TDAH………………………………….XXII


2.1.8. Detención de los primeros síntomas………………………………...XXIII

2.1.9. Pronóstico: El “efecto de bola de nieve” del TDAH……………….XXIV-XXV

2.1.10. Niños y niñas con TDAH………………………………………XXVI-XXVII

2.1.11. El tratamiento del TDAH………………………………………XXVIII-XXXI

2.1.12. Tratamiento farmacológico con psicoestimulantes……………XXXI-XXXII

2.1.13. Efectos beneficiosos a corto y largo plazo…………………………..XXXIII

2.1.14. Estudio del caso realizado en la escuela Gral. José Miguel


Carrera de Los Andes, sobre el trastorno en los diferentes niveles……XXXIV-XLIV

2.1.15. Conclusión del caso……………………………………………XXLIV-XXLV

CAPITULO 3: …………………………………………………………XLVI-XLVII

3.1. CONCLUSIÓN GENERAL………………………………………...XLVI-XLVII

3.2. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………XLVIII-XLIX

3.3. LINKOGRAFÍA…………………………………………………….XLIX
ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro 1. Recoge los primeros estudios de la descripción


del TDAH………………………………………………………………….XII
Cuadro 2. Efectos de los diferentes psicoestimulantes……………………XXXII

Cuadro 3. Efectos de la medicación a corto plazo………………………..XXXIII

Cuadro 4. Análisis de datos en escuela con alta vulnerabilidad…………..XXXIV


ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Pretende mostrar el círculo vicioso de los


estudiantes que presentan TDAH……………………………………….XXVI
Figura 2. Grafico de muestra con cantidad de alumnos totales………....XXXV
de la escuela y porcentaje de aquellos que presentan déficit atencional.
Figura 3. Alumnos con déficit atencional que son medicados………….XXXV

Figura 4. Encuesta de ámbito familiar…………………………………..XXXVI

Figura 5. Grafico de encuesta de resultados de encuesta familiar………XXXVII

Figura 6. Encuesta del ámbito de profesores……………………………XXXVIII

Figura 7. Grafico de encuesta de profesores……………………………XXXVIII

Figura 8. Encuesta de ámbito de descontrol motriz…………………….XXXVIII

Figura 9. Grafico de resultados de encuesta de ámbito


de descontrol motriz……………………………………………………XXXIX
Figura 10. Encuesta de de ámbito de descontrol verbal………………..XXXIX

Figura 11. Grafico de resultados de descontrol motriz……………….....XL

Figura 12. Encuesta de ámbito de estilo cognitivo………………………XL

Figura 13. Grafico de resultados de estilo cognitivo…………………….XLI

Figura 14. Encuesta de ámbito de comportamiento……………………XLII

Figura 15. Grafico de ámbito de comportamiento……………………..XLIII

Figura 16. Encuesta del ámbito de integración social………………….XLIII

Figura 17. Grafico de resultados del ámbito integración social………..XLIV


INTRODUCCIÓN.

En la actualidad es muy frecuente encontrarse con padres que manifiestan


preocupación al observar que sus hijos se mueven constantemente, no se concentran
al hacer las tareas o no respetan normas, padres cuyos hijos son considerados como
"niños problema", alumnos con problemas de aprendizaje o que dificultan el
desarrollo de las clases, siendo rechazados por profesores, compañeros de curso o los
propios familiares. Los padres no pueden entender y se preguntan “¿qué le sucede a
mi hijo?”, ya que son niños inteligentes, aunque un poco indisciplinados y que no
saben relacionarse con los demás.

En muchos de estos casos, la respuesta es “Síndrome de Déficit Atencional con


Hiperactividad” (SDA/H). Pese a que existen muchas investigaciones sobre el tema,
aún no existe consenso sobre los términos más adecuados para su definición teórica.
En cambio, si habría acuerdo generalizado en la descripción del comportamiento de
estos niños. Varios autores han tratado de dar una definición sobre el tema,
coincidiendo en la dificultad para mantener normas regulatorias de la conducta,
destacando como característica una desviación significativa de la norma en tres
síntomas cardinales: inatención, impulsividad e hiperactividad. Asociado a lo
anterior, está la dificultad de orientar, focalizar y mantener la atención, no atribuible a
retraso mental, déficit neurológico mayor o a otras alteraciones emocionales, todo lo
cual lleva a problemas de aprendizaje y anormalidades conductuales que constituyen,
sin duda, un inconveniente que afecta significativamente al desempeño escolar y el
autoestima del niño. También coinciden en el carácter crónico del síndrome,
persistiendo tanto en la adolescencia como en la vida adulta (Cortés 1998,
Condemarín y cols. 2004). Es común escuchar que las personas se refieren a estos
niños como “torpes”, “inquietos“, “revoltosos”, “descuidados, etc., lo que podría estar
sugiriendo un problema, ya sea del Desarrollo Psicomotor, como del Procesamiento
Sensorial, o bien, de ambos, que en gran medida estarían condicionando el actuar de
estos niños.

El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (por sus siglas TDAH), dada
sus vinculaciones con el sistema neurológico, presenta problemas y manifestaciones
concretas en la escuela. La mayoría de las veces, los padres no logran explicarles a
los maestros lo que le pasa al niño, ya que no cuentan, salvo escasísimas excepciones,
con información adecuada sobre la condición.

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno


poligenético, de base neurológica que afecta entre el 3 y el 6 % de los niños en edad
escolar. Su carácter crónico y el impacto que la sintomatología básica (el déficit de
atención y la hiperactividad-impulsividad) tiene sobre la conducta, el rendimiento
académico y las relaciones sociales puede conducir al desarrollo de trastornos
asociados como el Trastorno Negativista Desafiante, el trastorno disocial, la
depresión, la ansiedad, la adicción a las drogas, etc. Las características del cuadro
exigen un diagnóstico temprano, realizado por varios profesionales y que implique
aspectos médicos, psicológicos y educativos.
CAPITULO 1: MARCO CONCEPTUAL Y METODOLOGICO.

1.1 Marco conceptual.

Prologo.

En la siguiente investigación encontrara toda la información acerca del tema de


déficit atencional con hiperactividad ya que muchos de los maestros que se
encuentran hoy en las escuelas no conocen sobre que se trata específicamente, ni
cómo tratar y/o ayudar a un niño que lo padezca, por ello al realizar esta investigación
dejo constancia de cómo detectar que un niño pueda tener este síndrome, los
diferentes métodos o tratamientos que podemos utilizar para ayudar a este niño en su
proceso de aprender, que es lo que lo provoca mayormente y como brindar apoyo e
información a los padres que también son un papel fundamental en la ayuda para el
alumno.

Objetivo.

La presente investigación nace del interés personal por profundizar en los aspectos
teóricos y prácticos (aplicados) de la hiperactividad infantil. En el nivel teórico se
persigue un doble objetivo:

a) profundizar en el estudio del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad


(trastorno que desde las últimas décadas ha experimentado un creciente interés en su
conceptualización, definición, diagnóstico diferencial y tratamiento, lo que se ha
traducido en un aumento exponencial de los artículos publicados desde sus inicios
hasta nuestros días); y

b) estudiar las técnicas de intervención más eficaces en el tratamiento de dicho


trastorno.

Justificación.

Conocer de que se trata este síndrome específicamente, ¿Cómo detectarlo en los


niños?, ¿Cuál es su principal causa?, ¿De qué forma trabajar con ellos en clases?,
¿Qué tratamientos se pueden realizar?, ¿Qué trabajo deben realizar los padres?,
¿Cómo integrar a los padres y que tipo de ayuda entregarles para trabajar en conjunto
mediante este proceso?, para ello realizare una serie de encuesta dentro de un
establecimiento en donde se podrá indagar acerca de que conocimientos tienen tanto
los padre y apoderados, maestros, etc.

Este proceso de investigación se realiza con el único fin de conocer más acerca del
tema y para estar preparados cuando se presente un niño con esta situación en el aula
mediante nuestra labor como futuros docentes y entregar información necesaria a
otros colegas u padres que necesiten ayuda con sus niños.

Descripción del problema.

Actualmente dentro de las familias es posible encontrar problemas de desintegración


familiar, adicciones, infidelidad, hijos no deseados, u otras situaciones como las
madres solteras, padres que laboran (ambos), familias grandes, hijos predilectos, etc.
Que no permiten que los padres presten la atención necesaria a sus hijos en edad
escolar.
Los niños que asisten a la escuela primaria, necesitan sentirse motivados por
aprender, y esto se lograra únicamente si los padres prestan la atención a sus hijos,
ellos deben apoyar y orientar al niño en el desarrollo de sus actividades para forjar
una actitud positiva hacia la escuela.
Dentro de la escuela, el maestro suele etiquetar al alumno como "burro", cuando este
no trabaja en ninguna actividad, ni participa dentro de clases, y demás no presta
atención a la clase ni deseos de aprender. Pero sería importante que se identificara la
razón de esta problemática, ya que sería más sencillo poder combatir esta situación, si
se sabe que el comportamiento del niño es resultado de la falta de interés que los
padres dejan de poner en el desarrollo académico de sus hijos.

Planteamiento del problema.

La falta de atención por parte de los padres en los niños sobre todo durante la
educación primaria crea en ellos una desatención hacia los estudio, ellos no se sienten
motivados en la escuela, y por consiguiente su rendimiento es menor que en los niños
que tienen el apoyo y atención de sus padres.
Es necesario reconocer a los niños que sufren de este tipo de desatención por parte de
sus padres, pues servirá de eje para el profesor y su labor docente, ayudándolo a
identificar al niño que tiene un bajo rendimiento escolar a causa de la falta de
atención, al igual, para encontrar alternativas que le permitan al profesor ayudar al
niño a que resurja el interés por la escuela.
Hipótesis.

Los niños que presentan déficit atencional en la mayoría de los casos son debido a la
falta de atención de los padres.

1.2. Marco metodológico.

Metodologías.

Se busca información en todas las páginas web sobre psicopedagogía conocidas,


definiciones entregadas por psicólogos y doctores que brindaron de sus
conocimientos para ayudar en mi investigación mediante contactos por correos
electrónicos, revistas y posteriormente se buscan ejemplares de libros de autores que
expliquen más acerca del déficit atencional en las bibliotecas, una vez recopilada la
mayor cantidad de información acorde al tema se selecciona solo la información que
pretenda explicar el síndrome, sus tratamientos tanto en chile como en el mundo, la
forma de trabajar con los niños en el aula y como ayudar a los padres, entre otros.

Entrevistas a padres y apoderados cuyo hijo presenta dicha enfermedad, profesores


jefes y profesores de asignaturas en donde se pretende verificar si se está al tanto de
sus comportamientos, desarrollo, convivencia o tratamientos.
1.2.3 Conceptos:

• BPM: Batería Psicomotriz.

• CIE-10: Clasificación Internacional de Enfermedades.

• COSAM: Centro Comunitario de Salud Mental.

• DPM: Desarrollo Psicomotor.

• DS: Desviación Estándar.

• DSM-IV-TR:(Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders),

Manual diagnóstico y estadística de los trastornos mentales.

• ESP: (Evaluation of Sensory Procedssing), Evaluación de

Procesamiento Sensorial.

• IS: Integración Sensorial.

• MINSAL: Ministerio de Salud.

• PS: Procesamiento Sensorial.

• SDA/H: Síndrome de Déficit Atencional con Hiperactividad.

• TDA/H: Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad

• SNC: Sistema Nervioso Central.

• TEC: Traumatismo Encéfalo craneano


CAPITULO 2: MARCO TEORICO.

2.1 El trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

¿Qué es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad?

El Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno que afecta de un 3


a un 6 por ciento de los niños en edad escolar, principalmente en varones, lo que
supone que estadísticamente hablando, en un aula ordinaria, podemos encontrar con
facilidad de uno a tres niños con TDAH. A pesar de que en los últimos cinco años se
ha prestado una inusual atención a este trastorno, el TDAH dista mucho de ser un
“trastorno de moda pasajero”. La alta incidencia y el elevado riesgo de desarrollo de
trastornos asociados y de graves problemas de adaptación social, bien merecen la
atención que hasta ahora no se le había dispensado. Existen todavía muchas familias
y muchos profesionales de la educación desorientados por la falta de información y
formación sobre este trastorno.
Los síntomas fundamentales que se valoran para el diagnóstico del TDAH son dos: el
déficit de atención y la hiperactividad - impulsividad.

Tanto el déficit de atención como la hiperactividad motriz y la impulsividad, tienen


manifestaciones comportamentales y cognitivas. Por ejemplo, la falta de atención, la
hiperactividad y la impulsividad se manifiestan en muchos comportamientos entre los
que destacamos los siguientes: se dispersa con facilidad, tiene dificultades para
mantener la atención durante un tiempo prolongado, salvo en actividades en las que
se encuentra motivado, se agita en el asiento o se levanta con frecuencia, se gira
constantemente para hablar o enredar con cualquier cosa, responde sin pensar, falla
en tareas simples, olvida o pierde el material, tiene dificultad para terminar las tareas
si no es continuamentesupervisado, etc. Respecto a las manifestaciones cognitivas
podemos observar que el niño: noanaliza todas las posibilidades de respuesta antes de
contestar, muestra un pensamiento desorganizado, tiene estrategias pobres e
impulsivas en tareas de solución de problemas, comete más errores o trabaja más
lentamente a partir de los seis minutos de prestar atención a una tarea sencilla y
monótona, lee las instrucciones de forma impulsiva, tiene dificultades en retener y
manejar datos en la memoria, etc.
Para la valoración de los Trastornos por Déficit de Atención con Hiperactividad
(TDAH) la Asociación Americana de Psiquiatría, en su Manual de Diagnóstico
Estadístico (DSM-IV TR) (Apa, 2002).
• Si el niño cumple 6 o más de los síntomas de desatención que se observan en este
cuadro, pero ninguno de hiperactividad/impulsividad podría tratarse de un niño con
TDAH subtipo predominio déficit de atención.
• Si cumple 6 o más de los síntomas de hiperactividad/impulsividad pero no de déficit
de atención podría tratarse de un TDAH subtipo predominio hiperactivo impulsivo.
• Si cumple 6 o más síntomas de desatención y de hiperactividad/impulsividad podría
tratarse de un
TDAH de tipo combinado.

2.1.1. Primeras definiciones del trastorno.

Sir George Frederic Still (1902) y Alfred F. Tredgold (1908) fueron los primeros
autores que acuñaron el término de hiperactividad. George F. Still (1868-1941) fue
profesor en el King’s College Hospital en Londres. Este pediatra inglés fue conocido
principalmente por sus descripciones acerca de niños con artritis crónica reumatoide.
Still analizó con detalle 20 historias clínicas de niños que presentaban problemas de
conducta y, posteriormente, realizó una descripción precisa de las características que
presentaban: los definió como niños con temperamento violento, revoltosos,
inquietos, molestos, destructivos, incapaces de fijar la atención y de reaccionar ante
los castigos, que presentaban fracaso escolar en ausencia de déficit intelectual,
mostrando movimientos coreiformes y anomalías congénitas menores como epicantus
y paladar ojival. Según el citado autor, estas alteraciones eran resultado de un daño
pre o postnatal que afectaba a una cualidad intrínsecamente humana que denominó
control moral (Still 1902, citado por Sandberg, 1996). Tredgold (1908, citado por
Taylor, 1986) en su libro Mental
Deficiency describió a una serie de niños con problemas de conducta, clasificándolos
dentro del grupo de deficientes mentales −no idiotas− incapaces de recibir beneficios
de las enseñanzas ordinarias que se les daban en el colegio, pero capaces de progresar
con atención individual y clases especializadas. Estos niños mostraban rasgos físicos
peculiares tales como tamaño y forma anormal de la cabeza, anormalidades en el
paladar y signos neurológicos leves.
Tredgold consideraba que la causa de tales problemas era el resultado de una anoxia
durante el nacimiento que no era detectada a tiempo y producía daño en una área del
cerebro, área en la que residía, según el autor, el sentido de la moral.
Las consecuencias de tal daño, de acuerdo con Tredgold, podían transmitirse de una
generación a otra, y adoptar formas diversas como hiperactividad, migraña, epilepsia,
histeria y neurastenia.
La concepción que Still y Tredgold tenían sobre la explicación del trastorno debe
considerarse dentro del contexto social y científico de la época. La Inglaterra del siglo
XIX estuvo marcada por el poder económico y la revolución industrial; la sociedad
inglesa se caracterizaba por una estructura jerárquica en la que las clases bajas sufrían
frecuentemente las consecuencias adversas de la transformación económica, tales
como la mortalidad infantil, las dificultades de aprendizaje, la delincuencia, etc. Las
deficiencias morales e intelectuales de las clases bajas tendían a ser identificadas
como la causa, más que la consecuencia, de tales circunstancias. Es en este contexto
en el que Still realizó su explicación sobre los defectos del control moral de los niños
con problemas de conducta. Still consideraba que la conciencia moral y el control
moral eran habilidades frágiles y de especial labilidad para la pérdida o el fracaso en
su desarrollo.
Estos problemas afectaban principalmente a las clases bajas; su hipótesis viene muy
marcada por los principios del darwinismo social muy en boga en la época.
Igual ocurre con la hipótesis de Tredgold, en la que el daño cerebral sufrido en los
primeros estadios de desarrollo del individuo era el responsable directo de muchos de
los problemas aparecidos en la infancia (Sandberg, 1996).
En la bibliografía psiquiátrica, en el siglo XIX, se encuentran estudios de casos
individuales que también se interesaron por tal fenómeno. L.B. Hoffman (1844,
citado por Benjumea y Mojarro, 1995), psiquiatra alemán, describió la conducta de un
supuesto niño hiperactivo “Zappel Philipp” en unos cuentos infantiles. Años más
tarde, Ireland (1877, citado por García y Polaino-Lorente, 1997) hizo lo propio en su
libro Medical and Education Treatment of various forms of idiocy. Clouston
(1892, citado por Sandberg, 1996) señalaron la sobreactividad y la inquietud como
sus rasgos característicos. Bourneville (1897, citado por Benjumea y Mojarro,
1995) describió a estos niños como inquietos y sobreactivados, llamándolos niños
inestables, término que posteriormente fue recogido por Heuyer (1914, citado por
Sandberg, 1996) en su tratado sobre niños anormales y delincuentes juveniles.

En España, durante este mismo período, Rodríguez Lafora (1917, citado por
Benjumea y Mojarro, 1995) al hablar de las perturbaciones de la motilidad, hace
referencia a la constitución psicopática de los niños inestables.
En general, durante esta primera etapa histórica, se atribuye al trastorno un origen
orgánico con poca o nula influencia ambiental (Sandberg, 1996).
La epidemia de encefalitis de 1917-1918 en América jugó un papel destacado en la
explicación de la hiperactividad. Tras la epidemia, numerosos clínicos encontraron
que los niños que habían padecido tal enfermedad mostraban secuelas conductuales y
cognitivas similares a las halladas en niños con hiperactividad (Hohman 1922,
Ebaugh 1923, Sante de Sanctis 1923, Streker y
Ebaugh 1924, Kahn y Cohen 1934). Por ejemplo, Hohman, 1922 y Ebaugh, 1923
( citados por Benjumea y Mojarro, 1995) describieron a un total de 28 niños que
habían padecido encefalitis y que, al parecer, ésta les habría provocado una ligera
disfunción cerebral. Un año más tarde, Streker y Ebaugh (1924, citados por
Sandberg, 1996) describían secuelas neurológicas y conductuales en los niños que
habían padecido encefalitis, tales como hiperactividad, inestabilidad emocional,
irritabilidad, problemas de atención y de memoria.
Kahn y Cohen (1934, citados por Sandberg, 1996) describieron la presencia de déficit
orgánicos en tres casos en los que el principal problema era la hiperactividad. Según
los citados autores, una alteración en la organización del tronco cerebral causada por
encefalopatía prenatal, daño prenatal o perinatal o por un defecto congénito, afectaba
a la modulación del nivel de actividad cerebral.
Estos autores acuñaron el término de Síndrome de Impulsividad Orgánica, que se
caracterizaba por la presencia de hiperactividad, impulsividad, conducta antisocial y
labilidad emocional, todo ello como consecuencia de una alteración cerebral.
Así, durante este periodo, década 20-30, se empezó a reconocer la interacción entre
los factores orgánicos y los factores ambientales en la explicación de la
hiperactividad, al comprobarse que los niños víctimas de una encefalitis presentaban
secuelas conductuales que permitían, al menos, fundar la sospecha de que la conducta
desinhibida y el exceso de actividad eran consecuencia de una disfunción cerebral.

Cuadro 1. Recoge los primeros estudios en la descripción del TDAH

Tabla 1. Tabla-resumen de los primeros estudios en la descripción del TDAH

autores Descripción características

Still Defectos en el control •Temperamento violento

(1902) moral • Revoltosos

• Destructivos

• Inquietos

• Molestos

• Incapacidad para
mantener la atención

• Fracaso escolar

• Ausencia de respuesta a
los castigos

• Ausencia de déficit
intelectual

• Movimientos casi
coreiformes

• Anomalías congénitas
menores como epicantus y
paladar ojival

Tredgold Dentro del grupo de •Hipercinesia


deficientes
(1908) •Anormal tamaño y forma
mentales no-idiotas de la cabeza

• Anormalidades en el
paladar

• Varios signos
neurológicos menores

• Problemas de
coordinación.

• Disminución o excesivo
nivel de actividad.

• Falta de atención

• Desobediencia

• Conducta antisocial o
criminal

• Ausencia de deficiencia

intelectual severa

• Incapaces de recibir
beneficios

de la enseñanza ordinaria

Rodríguez Perturbaciones en la •Actividad inusitada


Lafora motilidad • Mentalmente normales

(1917) • Incapacidad para dominar


sus reacciones

• Nerviosos

• Indisciplinados

• Movilidad física, paralela


a la psíquica

• Falta de atención

• Molestos

• Inquietos

Hohman Síndrome de •Secuelas neurológicas y

(1922) y inestabilidad conductuales

Ebaugh psicomotriz • Síntomas de disfunción


ligera en el cerebro
(1923)
• Indiferencia

• Exhibicionismo

• Precocidad sexual

• Hipersomnia

• Reacciones histéricas

Streker y Trastorno de •Inestabilidad emocional

Ebaugh conducta • Irritabilidad

(1924) postencefálico • Obstinación

• Tendencia a mentir y a
robar

• Empeoramiento en la
atención y la memoria

• Desaliñados
• Desordenados

• Tics

• Depresión

• Pobre control motor

Hiperactividad

Kahn y Síndrome de • Hiperactividad

Cohen Impulsividad • Impulsividad

(1934) Orgánica • Conducta antisocial

• Labilidad emocional

2.1.2. Síntomas de desatención.

Se consideraría que el niño manifiesta síntomas de desatención significativos si


muestra 6 o más de los siguientes síntomas:
• A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por
descuido en las tareas escolares, en su trabajo y en otras actividades.
• A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades
lúdicas.
• A menudo parece que no escucha cuando se le habla directamente.
• A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u
obligaciones en elcentro de trabajo (sin que se deba a comportamiento negativista o a
incapacidad para comprender las instrucciones).
• A menudo tiene dificultades para organizarse en tareas y actividades.
• A menudo evita, le disgusta o es reacio a dedicarse a tareas que requieren un
esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
• A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p.ej. juguetes,
ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas).
• A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes
• A menudo es descuidado en las actividades diarias.

2.1.3. Síntomas de hiperactividad e impulsividad.

Se consideraría que el niño manifiesta síntomas de hiperactividad/impulsividad


significativos si muestra 6 o más de 6 de los siguientes síntomas:
• A menudo mueve en exceso manos o pies o se remueve en el asiento.
• A menudo abandona su asiento en clase o en otras situaciones en las que se espera
que permanezca sentado
• A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en las que es inapropiado
hacerlo (¡cuidado!, en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos
subjetivos de inquietud).
• A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de
ocio.
• A menudo está en marcha o suele actuar como si tuviera un motor.
• A menudo habla en exceso.
• A menudo precipita respuestas antes de haber terminado las preguntas.
• A menudo tiene dificultades para guardar turno
• A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros
Dado que todos los niños presentan en alguna medida falta de atención,
hiperactividad motriz eimpulsividad y que éstos síntomas pueden deberse a muchos
problemas diferentes, la Asociación Americana de Psiquiatría (Apa, 2002) alerta que
sólo podemos considerar que un niño tiene un TDAH si se cumplen las siguientes
condiciones:

1. Los síntomas de hiperactividad-impulsividad y los síntomas de déficit de atención


se manifiestan por encima de lo que se esperaría del niño o niña dada su edad
cronológica, su edad mental y la educación recibida.
2. Se presentan en dos o más ambientes (por ejemplo, colegio y casa) aunque pueda
manifestarse de forma más moderada en unos lugares que en otros.
3. Estos síntomas le crean dificultades en su adaptación escolar, social o familiar. El
grado de desadaptación que refleja depende de muchos factores: la edad y la
dificultad del curso académico en que se encuentre, el grado en que la educación
proporcionada por la escuela y la familia ha contribuido a suavizar los síntomas o los
ha potenciado, el apoyo psicopedagógico que recibe, la utilización de medicación
complementaria a otros tipos de tratamiento, etc.
4. El problema tiene un carácter crónico, es decir, algunos de los síntomas ya se
observaban en el niño o la niña antes de los 7 años. No parece tener un carácter
puntual.
5. Se ha descartado que los síntomas que presenta puedan deberse a otro tipo de
trastorno como un Trastorno Generalizado del Desarrollo, un trastorno mental, del
estado de ánimo o un problema médico específico.
Bajo la denominación común de Trastorno por Déficit de Atención con
Hiperactividad, el DSM-IVTR describe tres subtipos:

1. Niños con TDAH subtipo predominio déficit de atención. Estos niños manifiestan
conductas significativas de falta de atención pero sin muchos síntomas de
hiperactividad/impulsividad. Dentro de este grupo de niños que sólo manifiestan falta
de atención, existe un subgrupo que cuyo comportamiento podría describirse como
lento e incluso hipoactivo.
2. Niños con TDAH predominio hiperactividad/impulsividad sin déficit de atención.
3. Niños con TDAH de tipo combinado, es decir, con la presencia significativa de
ambos grupos de síntomas.

Este trastorno aparece en niños de inteligencia baja, media e incluso alta, y se


manifiesta, por lo general, con un peor rendimiento en pruebas que requieren
autocontrol, atención y planificación.

2.1.4. El diagnóstico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

El diagnóstico del TDAH se basa en el estudio del comportamiento. Sólo puede


determinarse de forma fiable si se valora la intensidad de la conducta hiperactiva-
impulsiva y/o el déficit de atención, se confirma que éstos síntomas no son propios de
la edad y que producen un nivel de desadaptación significativa. Por lo tanto, el
especialista que realice el diagnóstico debe recoger información a través de los padres
y los profesores.
Aunque nos gustaría, no disponemos, hoy por hoy, de marcadores biológicos (test
genético, análisis bioquímicos, exploraciones neurológicas, etc.) que puedan
determinar si un niño tiene o no tiene TDAH. Es cierto que si comparamos un grupo
importante de niños con TDAH con otro de niños sin TDAH existen diferencias entre
ellos en algunas pruebas neurológicas, pero no podemos utilizar ninguna de estas
pruebas más que como información complementaria. Para que un test o prueba pueda
ser utilizada como elemento único de diagnostico debería ser capaz de distinguir entre
los niños con TDAH y los niños que padecen otro tipo de problema sin ningún tipo de
duda. La investigación avanza pero todavía no se ha conseguido un marcador de este
tipo. Por lo que, para el diagnóstico del TDAH, los especialistas deben realizar un
estudio a fondo del comportamiento del niño en casa y en el colegio, bucear en su
historia clínica, en los antecedentes familiares y completar la exploración con pruebas
neurológicas, cognitivas, de aprendizajes y emocionales para trazar un perfil de las
situación del niño en el momento actual y para descartar que los síntomas
puedanexplicarse mejor por la presencia de otro tipo de problema ( Amen, Paldi y
Thisted, 1993).
El diagnóstico del TDAH implica un estudio psicológico, pedagógico y médico con
el fin de realizar un diagnóstico diferencial adecuado. A pesar de que es relativamente
sencillo detectar sintomatología hiperactiva, impulsiva o desatenta, el diagnóstico del
TDAH requiere de una exploración exhaustiva y de la colaboración de varios
especialistas.

2.1.5. Niños con TDAH y niños con trastornos severos de conducta.

Los niños con TDAH presentan los problemas de comportamiento lógicos derivados
de su impulsividad, hiperactividad y falta de autocontrol. Por ejemplo, un niño o niña
con TDAH a menudo pierde cosas, empuja sin pensar y puede provocar accidentes, se
levanta con frecuencia, interrumpe a los demás, no escucha sus opiniones, cambia de
tema en las conversaciones, se le caen cosas o sufren accidentes con más frecuencia,
olvida dar recados, trata de justificar sus constantes errores,
etc. A pesar de ello, debemos de establecer una diferencia entre el TDAH y otros dos
trastornos del comportamiento que el DSM-IV denomina:
• El Trastorno Negativista Desafiante que incluye a los niños con conducta
abiertamente oposicionista.
• El Trastorno Disocial, que lo manifiestan niños con conductas consideradas
“predelincuentes” como agresiones a personas y animales, destrucción de
propiedades, fugas de casa y otros abusos conscientes y planificados.
En algunos niños con TDAH se dan también conductas claramente oposicionistas. En
esos casos hay que hacer un estudio a fondo para determinar si la conducta es
meramente oposicionista o si existen además síntomas depresivos. Los niños
deprimidos, al contrario que los adultos, pueden mostrar entre otros síntomas (más
claramente asociados a depresión), dos síntomas que no aparecen en los mayores
afectados del mismo problema: irritabilidad y problemas de conducta.
En el caso de que exista sintomatología depresiva se debería determinar si ésta es
consecuencia del
TDAH o si existe de forma comórbida. Es posible que un niño pueda recibir más de
un diagnosticoconjuntamente, por ejemplo “TDAH y Trastorno Negativista
Desafiante” o “TDAH y depresión”.
Sin tratamiento y con una mala influencia ambiental, aumenta considerablemente la
probabilidad de que un niño con TDAH acabe derivando hacia un trastorno
comportamental más grave como es el
Trastorno Disocial, cuadros de adicción al alcohol y otras drogas, problemas con la
justicia, accidentes de tráfico, embarazos no deseados, etc. Sin embargo, debemos
insistir que no todos los niños con TDAH acaban teniendo problemas graves de
conducta.

2.1.6. Bases biológicas y etiología del TDAH.

El TDAH es un trastorno con una base neurológica. No se trata de una lesión


propiamente dicha sino de un peor funcionamiento cerebral relacionado con el área
frontal del cerebro. Estudios neuropsicológicos recientes (Barkley, 1990; 1997a)
sugieren en el TDAH un mal funcionamiento de:
• El Cortex Prefrontal que interviene en la activación de conductas del individuo, la
resistencia a la distracción y el desarrollo de la conciencia del tiempo.
• El NucleusCaudatus y el GlobusPallidus, que ayudan en la inhibición de respuestas
automáticas facilitando la reflexión.
• El Vermis Cerebeloso, cuya función es, todavía hoy, desconocida pero que
probablemente se encuentre asociada a la regulación de la motivación.
En los últimos años se han multiplicado las investigaciones que tratan de profundizar
en este funcionamiento cerebral atípico de las personas con TDAH. Se están
realizando estudios, por ejemplo, que tratan de demostrar mediante Tomografía por
Emisión de Positrones (PET) que existe una disminución en el metabolismo en la
zona frontal del cerebro en los adultos y adolescentes con TDAH (Zametkin y col.
1993) o la existencia de menor riego sanguíneo en el núcleo estriado y en regiones
prefrontales del cerebro (Lou y col., 1990; Amen y col., 1993). Los resultados son
todavía poco específicos y difíciles de generalizar. No obstante, los múltiples estudios
neuroanatómicos del TDAH han reactivado las investigaciones sobre las hipótesis
bioquímicas de este trastorno. En esta línea, Castellanos (1997) ha tratado de
profundizar en la antigua teoría que enfatiza el papel de dostransmisores cerebrales en
el mal funcionamiento del TDAH: la dopamina y la noradrenalina. Sedenominan
transmisores o neurotransmisores a aquellas sustancias que permiten que la
información pueda ser transmitida de una neurona a otra salvando el espacio que
existe entre ellas. Una alteración en la producción o en la captación de estas
sustancias compromete el funcionamiento cerebral.
El procesamiento de la información en los niños con TDAH podría describirse de
forma sencilla como un procesamiento más lento y peor organizado que el de otro
niño de su misma edad. Dado que la afectación, como hemos visto, parece centrarse
en una alteración en los mecanismos de regulación de algunos transmisores
cerebrales, el tratamiento farmacológico complementario al entrenamiento cognitivo-
comportamental resulta en muchos de los casos muy efectivo: reduce la
hiperactividad motriz, aumenta el autocontrol y mejora la capacidad de atención.
En la aparición del TDAH influyen factores como la prematuridad, alteraciones
durante el embarazo o el parto y/o ciertos rasgos hereditarios. En el momento actual
se considera el TDAH como un trastorno poligénico en cuya manifestación
intervienen varios genes relacionados con la recepción y transporte de algunos
transmisores cerebrales (Barkley, 1997; Guillis, 1992). La posibilidad de que un
padre o una madre con sintomatología tengan hijos con TDAH es mayor.

2.1.7. Perfil neuropsicológico del TDAH.

A raíz de los estudios neurológicos sobre este trastorno, el Dr. Barkley (1997 a)
desarrolló un modelo de base neuropsicológica con el que se trata de explicar el
funcionamiento cognitivo de las personas con TDAH. Aunque este modelo parece no
tener en cuenta la importancia de la influencia ambiental en su evolución y pronóstico
y se centra en los factores neuropsicológicos que pueden verse afectados, aporta
información de gran utilidad para comprender mejor el TDAH.
Barkley enfoca el TDAH como un trastorno en el desarrollo de los procesos de
inhibición del comportamiento (el autocontrol). Este autor entiende por autocontrol o
autorregulación, la capacidad del individuo para, una vez iniciada una respuesta ante
un determinado estímulo (o situación), frenar
dicha respuesta, proteger su cerebro de distracciones mientras elabora una respuesta
más adecuaday sustituirla por la primera. Para poder realizar esto de forma eficaz,
Barkley afirma que la persona, durante esos momentos en los que se demora la
respuesta, debe poner en marcha una serie de funciones denominadas “funciones
ejecutivas”. Dichas funciones ejecutivas están alteradas en las personas con TDAH:
1) la memoria de trabajo verbal; 2) la memoria de trabajo no verbal; 3) el control de
la motivación, las emociones y el estado de alerta; 4) la función de reconstitución,
que permite a partir de conductas aprendidas diseñar acciones nuevas más eficaces.

2.1.8. Detección de los primeros síntomas.


Por lo general, muchos de los niños hiperactivos, especialmente los que tienen
hiperactividad/impulsividad asociada a problemas de conducta son detectados en
educación infantil.
Otro segundo grupo se detecta en primero de primaria, especialmente cuando los
problemas de atención afectan al rendimiento escolar y un tercer grupo se detecta en
4º o 5º de primaria, cuando la labor de apoyo de los padres durante los cursos
anteriores comienza a ser insuficiente y el currículo escolar exige mayor tiempo de
concentración y una forma más reflexiva y planificada de manejar la información.
Los profesores pueden valorar los síntomas de TDAH mejor que los padres y que
otros profesionales debido a que observan a los niños en las mejores condiciones para
su detección. Por un lado, observan a los niños durante todo el día realizando tareas
que requieren atención sostenida, organización y planificación (lo que les permite
determinar la intensidad de los síntomas). Por otro lado, pueden comparar su
comportamiento con el de otros veinte niños de su misma edad (y determinar de ese
modo si la intensidad de los síntomas no es propia de la edad).

2.1.9. Pronóstico: el “efecto de bola de nieve” del TDAH.

Este trastorno alerta a los profesionales de la educación y a las familias no tanto por
la sintomatología básica inicial sino por el efecto de bola de nieve que se describe
durante el desarrollo.
Los síntomas básicos del TDAH afectan al niño tanto en aspectos cognitivos, sociales
como emocionales. Estos niños tienen dificultades para mantenerse quietos, para
autocontrolar sus emociones, para terminar tareas prolongadas y para no extraviar
libros o materiales. Son niños quemolestan frecuentemente a sus compañeros, que
interrumpen la clase con observaciones fuera de lugar, que llaman la atención de
forma infantil o se mantienen perdidos en sus pensamientos y faltos de estímulo. Su
rendimiento escolar es insatisfactorio (rinden menos de lo que deberían dado su
cociente intelectual) o insuficiente (suspenden) lo que produce un inevitable impacto
sobre su valía social. Son niños frecuentemente castigados y, en muchos casos,
aunque no en todos, rechazados o ignorados por el grupo de compañeros. La
asociación Déficit de Atención con Hiperactividad, fracaso escolar y/o problemas de
conducta es muy frecuente (Barkley, 1997 b;1999 a).
La forma en que los niños reaccionan al mayor número de frustraciones que supone
tener estos síntomas es diferente. Unos niños dedican un gran esfuerzo a mantener el
nivel escolar (preferentemente las niñas), estudian pero cometen errores simples en
los exámenes y, ante la percepción de falta de control sobre su rendimiento, pueden
acabar desarrollando síntomas de ansiedad o depresión. Otro grupo, mantiene
actitudes de evitación ante el esfuerzo por temor al fracaso por lo que frecuentemente
se les atribuye el papel de “vagos”. Los niños de este grupo pueden presumir, incluso,
de ser “inteligentes pero vagos” dado que, para ellos es mucho más importante poder
justificar su fracaso por la falta de estudio que intentar aprobar y no conseguirlo.
Eso les haría sentir “intelectualmente torpes”. Con frecuencia este grupo de niños,
con una autoestima muy baja, muchas veces encubierta en una máscara de apatía y
dejadez, suelen desarrollar una conducta oposicionista y problemática al llegar la
adolescencia.
El TDAH es un trastorno crónico que puede potenciarse o moderarse en función de la
educación recibida. Por lo general, los síntomas de hiperactividad se hacen menos
evidentes en la adolescencia manteniéndose los síntomas de falta de atención, la
impulsividad y la falta de organización hasta la edad adulta. El problema principal de
este trastorno no es únicamente la sintomatología básica sino el riesgo de derivar en
fracaso escolar, problemas de conducta y trastorno emocionales.
Los estudios de seguimiento de niños diagnosticados con este trastorno no parecen
muy alentadores
(Murphy y Barkley, 1996). Algunos jóvenes con TDAH evidencian mayor índice de
abuso de alcohol y otras drogas, riesgo en la conducción, accidentes de tráfico más
frecuentes y mayor número de suspensiones de licencia, muertes traumáticas,
embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, problemas de conducta
(entre el 25 y 45% desarrollan conducta antisocial y el
25% alcanza criterios de Transtornos de la personalidad antisocial), fracaso en
graduarse al finalizar los estudios, cambio de empleo y mayor número de
separaciones, divorcios o insatisfacción marital.
Los niños con este trastorno también tienen más posibilidades de desarrollar baja
autoestima, sentimiento de indefensión aprendida, sentimientos depresivos, ansiedad,
mayor intolerancia al estrés, dificultad para mantener relaciones, sensación de no
haber dado de sí todo su potencial, etc.
La comorbilidad entre TDHA y depresión en la edad adulta es muy elevada.

2.1.10. Niños y niñas con TDAH.

Ciertamente, el TDAH es más frecuente en los varones que en las niñas aunque la
proporción que se baraja en los distintos estudios es variable. Se ha llegado a hablar
de 9 varones con TDAH por cada niña con el mismo trastorno cuando se analizan
grupos de niños que acuden a clínicas o gabinetes psicopedagógicos. Sin embargo,
cuando los estudios parten de la población escolar general y no de una población en
tratamiento, la proporción se reduce a 4 chicos con TDAH por cada niña con el
mismo problema.
Es posible que en el origen de estas cifras esté, por una parte, en una mayor
predisposición biológica de los varones, pero también se deben tener en cuenta otras
posibilidades:

1) que exista una forma distinta de expresión clínica de ambos sexos, por ejemplo con
un predominio de síntomas de falta de atención en las chicas frente a los chicos.
2) mayor demanda de atención especializada para los varones debido a que su
sintomatología seamás llamativa y cause más problemas a los adultos tanto en casa
como en el colegio (Polaino Lorente, 1997; Orjales, 1988) Generalmente los niños y
niñas con TDA perciben que su trabajo es incompleto o de calidad inferior al de sus
compañeros y compañeras; por lo tanto, lo entienden como fracaso. Cuando esta
sensación se empieza a repetir, se refuerzan sus sentimientos de incompetencia y falta
de control para conseguir éxito, disminuyendo así sus expectativas de logro y por
tanto el esfuerzo y motivación dedicados a la tarea.

Figura 1. Pretende mostrar el círculo vicioso de desmotivación y bajo rendimiento


que frecuentemente se va potenciando en los/las estudiantes con TDA.

2.1.11. El tratamiento del TDAH.

A pesar de que el TDAH afecta de forma crónica más que pasajera, muchos de los
afectados pueden alcanzar una adaptación plenamente normalizada si el trastorno no
se complica.
Nuestro objetivo al tratar a un niño con TDAH debe dirigirse a:
a) Optimizar su educación con el fin de amortiguar la expresión sintomatológica del
TDAH sea cual sea su grado de afectación
b) Evitar la aparición de efectos secundarios a los problemas que da la sintomatología
básica del TDAH como son: baja autoestima, baja tolerancia a la frustración,
sentimiento de indefensión, actitudes depresivas, ansiedad, etc.
c) Proporcionar a la persona con TDAH estrategias para conocerse mejor, aceptarse a
sí mismo, afrontar las dificultades y desarrollar estrategias de compensación.
d) Potenciar otras facultades.
e) Impedir que acumule falta de base académica.

El programa de intervención debe realizarse en tres vertientes (Orjales, 1999;


Polaino- Lorente y Ávila; 1993; Polaino y col, 1997):

1. Un programa de intervención diseñado para el perfil específico de cada niño y que,


estableciendo las prioridades adecuadas en cada caso, aborde el:
• Entrenamiento en autocontrol de la conducta
• Entrenamiento cognitivo (estrategias de análisis y solución de problemas, de
planificación, de autoevaluación, etc.)
• Entrenamiento en habilidades sociales
• Desarrollo emocional
• Apoyo escolar, refuerzo de los aprendizajes básicos y tratamiento de las dificultades
de aprendizaje, dificultades de coordinación, de percepción espacial u otras
alteraciones asociadas si las hubiera.
• Apoyo farmacológico controlado determinando el momento de inicio, la
dosificación, y la duración dependiendo de cada caso específico.
2. Un programa de asesoramiento o entrenamiento educativo a los padres (sólo en
ocasiones será necesaria, además, una terapia específica). En este apartado incluimos
asesoramiento a todas las personas clave en la educación del niño, incluidos, si es
necesario a los cuidadores o a los abuelos.
3. Un programa de asesoramiento educativo a los profesores con el desarrollo de las
adaptaciones metodológicas adecuadas.
El asesoramiento educativo a los padres resulta de vital importancia para que éstos
puedan enfrentarse a un niño que resulta mucho más difícil de educar, puesto que
exige conocimientos “casi profesionales” en cuanto a control de conducta se refiere;
mayor constancia en el mantenimiento de las normas; mayor resistencia física y
psicológica y un mayor conocimiento del niño para saber adaptar la exigencia a sus
características personales. El niño con TDAH, en algunos aspectos de su desarrollo y
sin que nada tenga que ver su capacidad intelectual, demuestra una inmadurez propia
de niños de menor edad (la falta de autonomía, autocontrol, las dificultades en las
tareas que exigen planificación, la conducta poco consciente y en ocasiones,
temeraria, etc). Dadas las características de estos niños, muchos de ellos son
considerados por el entorno familiar y escolar como niños malcriados y no como
niños con un problema específico que hay que saber manejar (Orjales, 1999;
Barkley 1999b).
En el aula, el niño con TDAH debe ser comprendido adecuadamente para lo que es
importante que el profesor (Orjales 1999; 1991):

1) Conozca bien las características específicas de su alumno (no sólo la existencia del
diagnóstico de TDAH).
2) Realice las adaptaciones físicas necesarias para facilitar su tarea (uso de agenda,
control de la pérdida de material, situación cerca de su mesa, duplicación de libros si
es necesario, utilización de pauta, mamparas que eviten la distracción, etc.)
3) Esté preparado para, dentro de sus posibilidades, realizar las adaptaciones
metodológicas necesarias que permitan al niño cumplir con las exigencias de
conducta del aula: situarlo más cerca para felicitarle cuando está trabajando bien (no
tanto para castigarle cuando no lo haga), supervisando su tarea más frecuentemente,
permitiendo que salga a hacer recados para que pueda tener algún respiro cuando la
exigencia de autocontrol es muy prolongada, realizar exámenes orales mientras se le
entrena en sesiones individuales a responder a preguntas de desarrollo, etc.
4) Aprenda a evitar situaciones en las que el niño es recurrentemente castigado. Por
ejemplo: reducir el tiempo de patio por actividades lúdicas bajo cierto control de un
adulto, darle permiso para que se levante antes de que lo haga por su cuenta, comer
con los profesores o de forma cercana a un cuidador o acordar que coma en casa,
permitirle que baje las escaleras al lado de un profesor, etc.
5) Sepa mantener el ánimo y comprender la necesidad de reconocimiento y la
dependencia emocional de su alumno.
6) Conceda un tiempo para apoyar al niño en sus intentos de organización personal:
informando a los padres para un mejor control de los deberes que tiene o de las fechas
de exámenes, permitiendo que el niño tenga un tiempo a la semana para que organice
su mesa y sus libros, reconociendo su esfuerzo, etc.
7) Favorezca la coordinación con el profesor de apoyo en el colegio o con los
profesionales que, de forma extraescolar, desarrollan programas cognitivo-
comportamentales específicos.
8) Proporcione a los padres la información necesaria sobre el efecto que la
medicación puede estar teniendo en el niño con el fin de que ésta llegue a
conocimiento del médico que lleva el control farmacológico.
El TDAH es un trastorno con un elevado riesgo de desarrollar problemas de
conducta, fracaso escolar, dificultades de adaptación personal y trastornos
emocionales. No obstante, con unadetección temprana, un diagnóstico correcto y la
implicación de los padres, los profesionales de lapsicología, la medicina y la
educación se puede conseguir amortiguar el efecto desestabilizador de la
sintomatología básica, desarrollando mecanismos de compensación y optimizando las
buenas capacidades hasta conseguir que el niño con TDAH alcance la edad adulta de
forma adaptada, competitiva y de forma emocionalmente sana

2.1.12. Tratamiento farmacológico con psicoestimulantes.

Los psicofármacos han sido ampliamente utilizados en el tratamiento del TDAH.


Entre ellos, el grupo de los psicoestimulantes ha sido el más aplicado, el mejor
estudiado y el que ha demostrado mayor eficacia en el control de los síntomas
centrales del TDAH. Bradley, Molitch y Eccles, en 1937 fueron los primeros en
utilizar los psicoestimulantes con fines terapéuticos para tratar problemas de la
conducta infantil. Bradley utilizó la Benzedrina (sulfato de anfetamina) con 45 niños
de entre 5 y 14 años de edad, que presentaban diversos trastornos de conducta. La
administración de 20 mg de Benzedrina produjo una mejora en la conducta y en la
actividad académica en treinta de estos niños; en ocho, la mejora observada fue
temporal; en dos casos sólo se produjo una mejora emocional (se mostraban más
tranquilos y dóciles), mientras que en cinco niños no se observó ninguna mejora.
Actualmente, los psicoestimulantes son los fármacos más habituales en el tratamiento
del TDAH. Entre ellos destacan el metilfenidato, la dextroanfetamina y la pemolina
(Anastopoulos et al., 1991; Barkley, 1998). Se calcula que entre medio millón y un
millón de niños y adolescentes de Estados Unidos reciben este tipo de medicación, lo
que representa entre el 1% y el 2% de la población escolar de ese país (Barkley, 1997;
Jensen, 1999; 2000).
Los psicoestimulantes deben su nombre a su capacidad para incrementar el
estado de arousal o vigilancia del sistema nervioso central. Son conocidos también
como agonistas de las catecolaminas (dopamina, norepinefrina y epinefrina).
Concretamente, la acción del metilfenidato es justamente la de incrementar la
disponibilidad de la dopamina e inhibir su recaptación en el nivel presináptico
(Toro, Castro, García y Lázaro, 1998).
En general, el inicio de la acción del metilfenidato se observa entre los 20 minutos y
los 60 minutos después de ser ingerido (Murphy y Gordon, 1998), y su vida media
plasmática es de entre 3 y 6 horas (DuPaul y Barkley 1993; Rosenberg,
Holttun y Gershon, 1994; Bernan et al., 1999). Su eliminación se produce durante las
24 horas después de su administración. La tabla 16 muestra un resumen del inicio de
la acción de los psicoestimulantes.

Cuadro 2. Efectos de los diferentes psicoestimulantes.


Inicio de la acción del grupo de los psicoestimulantes.

Medicación Inicio de la acción Duración de la acción

Metilfenidato 30-60 minutos 3-6 horas

Dextroanfetamina 30-60 minutos 4-5 horas

Pemolina Efectos variables Variable

2.1.13. Efectos beneficiosos a corto y largo plazo.

El tratamiento con medicación estimulante a corto plazo es eficaz para mejorar la


conducta y el rendimiento de los niños con TDAH. Los estudios realizados sobre la
eficacia de los psicoestimulantes apoyan el uso de éstos para mejorar los síntomas
principales de dicho trastorno, incrementar la atención y el rendimiento en tareas
escolares que requieren concentración y atención sostenida, y disminuir la
hiperactividad y la impulsividad (Douglas et al. 1988; DuPaul et al. 1994; Antrop et
al. 2000). En general, los sujetos tratados con metilfenidato muestran mejoras
significativas en comparación con la fase placebo (Quintana, Birmaher, Stedge,
Lennon, Freed, Bridge y Greenhill, 1995). La tabla resume los efectos a corto plazo
de la medicación psicoestimulante.

Cuadro 3. Efectos de la medicación a corto plazo.


Efectos a corto plazo de la medicación psicoestimulante. Extraído del documento
“J. A. Amador Campos. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad:
evaluación y tratamiento”

1. Incrementa la atención, la concentración y el esfuerzo

2. Incrementa la habilidad del niño para controlarse y regular su conducta

3. Incrementa el rendimiento en tareas que requieren atención y concentración

4. Incrementa el tiempo dedicado al trabajo académico, así como mejora la


precisión y eficacia en su trabajo

5. Disminuye la hiperactividad y la impulsividad

6. Disminuye la conducta desobediente y la conducta agresiva tanto física

como verbal

7. Aumenta el cumplimiento de normas y reglas

8. Mejora sus interacciones sociales

9. Aparecen efectos secundarios

En general, se estima que entre un 80% y un 90% responden positivamente a la


medicación (Barkley, Anastopoulos, Guevremont y Fletcher, 1991b; Smith,
Pelham, Gnagy y Yudell, 1998).

2.1.14. Estudio realizado en escuela Gral. José Miguel Carrera de Los Andes sobre el
trastorno en alumnos de diferentes niveles.

Cuadro 4. Análisis de datos en escuela con alta vulnerabilidad.

Cursos Cantidad de Cantidad de alumnos que presentan Alumnos


alumnos por déficit atencional medicados
curso

1° básico 22 3 3

2° básico 25 5 4

3° básico 20 3 2

4° básico 17 2 2

5° básico 19 3 1

6° básico 25 0 0

7° básico 27 1 1

8° básico 32 0 0

TOTA L 187 17 13
Figura 2. Grafico de muestra con cantidad de alumno total de la escuela y aquellos
que presentan el síndrome.

35

30

25
Cantidad de alumnos por
20 curso

15 Cantidad de alumnos que


presentan deficít
10
atencional
5

0
1 2 3 4 5 6 7 8

Figura 3. Alumnos con déficit atencional que son medicados.

5
4,5
4
3,5
Cantidad de alumnos que
3 presentan deficít
2,5 atencional
2 Alumnos medicados
1,5
1
0,5
0
1 2 3 4 5 6 7 8

Los padres y apoderados, profesores jefes-asignaturas y diferenciales, responden a las


encuestas realizadas por la dirección del establecimiento para tener en cuenta cual es
la información que ellos tienen al momento de sospechar que nuestro niño pueda
padecer este síndrome de déficit atencional.
Figura 4. Ámbito familiar.

Figura 5. Grafico de resultado de encuesta familiar.

18
16
14
12
10
8
6
4
2 CONTESTA SI
0
CONTESTA NO

Figura 6. Encuesta de ámbito de profesores.


Figura 7. Grafico de encuesta de profesores.

20

15

10

5
CONTESTA SI
0 CONTESTA NO

Figura 8. Encuesta de ámbito de descontrol motriz.

Figura 9. Grafico de resultados de encuesta de ámbito de descontrol motriz.

18
16
14
12
10
8
6
4
2 CONTESTA SI
0
CONTESTA NO
Figura 10. Encuesta de de ámbito de descontrol verbal.

Figura 11. Grafico de resultados de descontrol motriz.

18
16
14
12
10
8
6
4
2 CONTESTA SI
0
CONTESTA NO

Figura 12. Encuesta de ámbito de estilo cognitivo.


Figura 13. Grafico de resultados de estilo cognitivo.

18
16
14
12
10
8
6
4
2 CONTESTA SI
0
CONTESTA NO

Figura 14. Encuesta de ámbito de comportamiento.


Figura 15. Grafico de ámbito de comportamiento.

18
16
14
12
10
8
6
4
2
0 CONTESTA SI
CONTESTA NO

Figura 16. Encuesta del ámbito de integración social.

Figura 17. Grafico de resultados del ámbito integración social.

14
12
10
8
6
4
2
0 CONTESTA SI
CONTESTA NO
2.1.15. Conclusión del estudio.

Según el estudio realizado dentro del establecimiento educacional se puede


comprobar que en la mayoría de los niveles desde 1° a 8° año básico podemos
encontrar niños que presentan déficit atencional, en unos con más agudes que en otros
pero que de igual manera afectan gravemente en el aprendizaje de nuestros alumnos,
estos niños son atendidos por educadoras diferenciales y psicóloga tanto fuera como
dentro del aula. La psicóloga trabaja en conjunto con los padres en donde realiza
primeramente una entrevista con ellos de donde puede obtener la información
necesaria para comenzar el trabajo con los alumnos, conversa con el profesor jefe y
profesores de asignatura para obtener mayor información y concordancia de hechos
que son los que nos hacen notar su desatención.
Los tratamientos entregados para cada uno de estos niños son esenciales dentro del
proceso del aprender aunque no estoy de acuerdo en que se realicen ya que creo que
cada uno debe entregar parte de su propia naturaleza en su forma de ser y actuar, pero
de lo contrario tendríamos retrasos mas graves en sus procesos lo que no se quiere
para que el niño pueda estar en su nivel. Estos niños son muy inquietos y cualquier
cosa los distrae por lo que es de suma importancia el mantenerlo atento y ocupado
trabajando, ya que los tiempos muertos no deben existir dentro de un aula porque son
los que los lleva al distraerse, para ello debemos buscar variadas estrategias de
aprendizajes en donde el alumno se sienta motivado y entretenido al interiorizar los
conocimientos.
CAPITULO 3:

3.1. CONCLUCIÓN

Mediante el trabajo de investigación realizado y toda la información obtenida se pudo


reconocer claramente que cierta parte de la hipótesis era verdadera ya que el trastorno
o síndrome de déficit atencional es un problema que no solo afecta a niños por
tratarse de falta de atención en edad escolar, ya que necesitan sentirse acompañados,
motivados por aprender, apoyados y orientados en su desarrollo.
En muchas ocasiones esto ocurre en los hogares de nuestro país debido a que tanto
madres como padres deben abandonar sus hogares durante el día para trabajar y poder
sustentar a sus familias, dejando a sus hijos solos o con un pariente que no los ayuda
en las tareas y estudios diarios. Además por la alta incidencia y el elevado riesgo de
desarrollo asociados.
Los principales diagnósticos nos dicen que los síntomas más reconocidos son: la
hiperactividad (movimientos constantes de un lugar a otro, movimientos de
extremidades al estar sentados, etc.), impulsividad y falta de atención.
La Asociación Americana de Psiquiatría, en su Manual de Diagnóstico Estadístico
(DSM-IV TR) (Apa, 2002), recomienda observar con qué intensidad se presentan los
síntomas, nos entrega características para reconocer el trastorno y nos entrega algunas
ayudas para tratar con este tipo de alumno lo que facilita el trabajo en el aula con
ellos y nos ayuda además para poder entregarle el aprendizaje adecuado según sus
características psicológicas, también nos muestra que tipo de medicamentos pueden
ser utilizados en este tipo de tratamiento lo que gracias a esta asociación antes no era
posible realizar .
Hay que tener presente que ningún niño que presente este trastorno puede ser
discriminado en las escuelas ya que es un niño con las mismas capacidades que otros
solo que le cuesta más en poder entender, concentrase y por lo mismo se deben
buscar alternativas para que aprenda de distinta forma ya que no es un niño que
necesite una escuela especial y por lo tanto no puede negársele la matricula en ningún
establecimiento del país.
3.2. BIBLIOGRAFÍA

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M. y TSUANG, M. (1992). "Further evidence for family-genetic risk factors in
attention deficit hyperactivity disorder (ADHD): Patterns of comorbidity in probands
and relatives in psychiatrically and pediatrically referred samples". Archives of
General Psychiatry, 49, 728 -738
3.3. LINKOGRAFIAS

• “Educación de calidad, tarea de todos” www.600mineduc.cl


• http://600.mineduc.cl/resguardo/resg_disc/disc_defi/defi_preg.php
• http://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_por_d%C3%A9ficit_de_atenci
%C3%B3n_con_hiperactividad
• http://www.planetamama.com.ar/preguntafrecuente/%C2%BFqu%C3
%A9-es-el-d%C3%A9ficit-atencional
• http://www.centropsicologos.cl/deficit_atencional.htm
• http://www.psicopedagogia.com/deficit-de-atencion
• http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/trastorno-deficitatencion-
Hiperactividad.

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