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Asignatura: Historia de los Feminismos
Profesor: Antoni Vives Riera
Reseña contextualizada del texto del autor, que recoge aspectos centrales desde una visión
feminista contemporánea
Reseña al texto “Colonialismo, Nacionalismo y Mujeres Colonizadas: El debate en la India”
1. Ficha técnica
Nombre: “Colonialismo, Nacionalismo y Mujeres Colonizadas: El debate en la India”
Autor: Chartterjee, Partha
Año: 1996
2. Análisis
El Profesor y doctor en filosofía Partha
Chatterjee (1947 , Calcuta), tiene presente en sus
obras la ciencia política, la antropología y
la historia de forma interdisciplinaria, así como un
cuestionamiento permanente a las
bases eurocéntricas y al saber basado en premisas
occidentales. Lo que permite hacer una lectura
compleja de la situación que se expone a
continuación, sin embargo es llamativo el hecho de
que nace justo en el año en que se sucede la partición
de la India, que es la partición del imperio británico1,
por lo que su vida también ha sido la consecuencia
de muchos hitos alrededor de los movimientos políticos y sociales de la india, es además Bengalí, por lo que
desarrolla su investigación desde un lugar que conoce y reconoce, dando énfasis particular a aquello que
para nada le es ajeno, a pesar de que no se puede obviar de que ya el hecho de ser un hombre y académico
es un punto distinto desde donde situarse en relación a la historia de las mujeres. Dicho esto, señalo que en
el texto, se extraña algo de profundidad en las vivencias femeninas, a pesar de que el mismo autor lo señala
en reiteradas ocasiones, pues no son las mujeres las que cuentan la historia, pero si quien las viven. Ahora
bien, el texto tiene por objetivo mostrarnos como la mujer, como imagen fue usada para dar cuenta de esta
primera dicotomía entre estado y nación, donde ellas son las encargadas de representar la primera, y como
por ende el nacionalismo se sirve de esta imagen que a la vez se corporiza en mujeres que pierden su
autonomía, a pesar de que se intente mostrar todo lo contrario.
Según lo expuesto por el autor, Partha Chatterjee respecto a las Mujeres en la tradición, se puede
observar el énfasis desde los colonos británicos, en los actos reprochables de la tradición india en
relación con las mujeres. Se reforzará desde sus discursos la situación de “victimas” e estas mujeres
como el símbolo de un retraso cultural de todo un pueblo. Se usará en este sentido, el argumento
respecto de la degeneración o la barbarie de los indios, como un argumento valido desde donde
legitimar el accionar de la colonización y su supuesta supremacía moral. Lugar desde donde los
colonizadores venían en rescate del pueblo, para si ayudarles a surgir o avanzar como nación, hacia un
desarrollo, que esgrimen no habían tenido por lo apegado de su pueblo a sus costumbres religiosas,
tomando los actos más “barbaros” aquellos en que las mujeres se veían mayormente afectadas, como
era el caso de la Sutte o Sati 2 como un ejemplo suficiente de la necesidada de imponer su cultura con tal
1El área bajo el control británico era llamada «India Británica», en la actualidad esta repartida entre los estados de la India, Pakistán, Bangladesh y Birmania; los
estados que eran gobernados por reyes hindúes bajo tutela británica, eran llamados Estados Principescos.
2Desde el punto de vista tradicional hindú, una mujer, al contraer nupcias, queda simbólicamente unida a su marido. La recién casada acompañará a su esposo a
donde sea que este vaya sin que la muerte represente un obstáculo a su unión perpetua. El ritual de inmolación por fuego es un despliegue del poder divino emanado
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Reseña al texto “Colonialismo, Nacionalismo y Mujeres Colonizadas: El debate en la India”
de “salvarlos” de si mismos. Razon por la que además de sentirse autorizados a regular desde un lugar
administrativo o politico, tambien sentian una Mision civilizadora (Chatterjee, 1993).
Misión que por lo demás los nacionalistas indios advertían absolutamente, por lo que no sólo
estaban asumiendo el problema de la colonización como una opresión, que vivían en el cotidiano, sino
algo que si no eran capaces de contener, podía colarse en un espacio que para ellos era sa grado como
era el hogar, puesto que en este lugar era donde ellos advertían que se establecía el mayor desarrollo
espiritual de los individuos y que por tanto era el refugio de su cultura. Lugar en que además estaban
a cargo las mujeres quienes por ende eran las encargadas de velar por la continuidad de la tradición de
su religión y cultura. Este fue el argumento que motivo la fuerte incorporación de las mujeres e n el
nacionalismo, que procuraba la independencia desde un lugar de supremacía espiritual (Chat terjee,
1993). Puesto que como señalaban, ellos podían ser hábiles en la asimilación de los elementos de la
cultura colonizadora que les servían para su propio beneficio y desarrollo, puesto que además de esta
forma podían conocer las herramientas del enemigo y luchar en una mayor igualdad de condiciones.
Para este ejercicio de selección siempre era menester el preguntarse él que toma r y como ello podría
servirles, lo que hasta hoy sigue siendo el ejercicio de asimilación desde oriente a occidente.
Ahora bien, en el texto se releva la importancia que la cultura india dio al hecho de las mujeres
también se pudieran formar, como piezas centrales de un plan mayor, donde la nación india podía
adquirir un desarrollo intelectual que reforzara su supremacía, ya espiritual, sobre la cultura que
pretendía dominarles. Sin embargo, se resta cierta agencia, haciendo alusión a que las mujeres bebían
de esta sabia para si poder ser una mujer moderna, pero que a la vez seguía cumpliendo por lo dispuesto
por la cultura y guardándose o apartándose del “mundo” para si cultivar su espiritualidad y el cuidado
de su hogar, que era su lugar sagrado.
Ahora bien, el ámbito doméstico, se convirtió en un espacio donde se desarrollaba el mundo
espiritual, no sin implicar que las mujeres también compartían el ámbito público, donde existían otras
formas en que las mujeres nacionalistas, eran las encargadas no sólo de cuidarse de no ser fagocitadas
por la cultura colonizadora, sino que debían ser las encargadas de reflejar su cultura , corporeizarla y
diferenciarse, de manera tal de mantener su Verdadera Identidad (Chatterjee, 1993)
Gandhi reclamó que las mujeres dejasen a un lado el ámbito doméstico y tomasen partido en el movimiento,
pues para él era crucial considerar la participación activa de las mujeres en este movimiento de masas. Sin
embargo, hay que destacar que Gandhi subrayó el papel de las mujeres como cuidadoras por su, según él,
supuesta capacidad de tolerancia y sacrificio. (Palencia, 2012)
Por ende era en el espacio público o el mundo (Ghar) donde las mujeres percibían la mayor
opresión y humillación, pero era supuestamente en el espacio privado (bahir) la casa, donde podían ser
tratadas como una diosa que velaba por el propio yo espiritual interno, la verdadera identidad. Sin embargo,
aquí el autor señala o describe esta situación, que como el mismo señala es lo dicho de las mujeres, y no lo
dicho por las mujeres, de las que no se sabe bien que vivencia tenían respecto de si esta situación no era otra
forma de opresión que se sumaba a la tacita que era el tener a un invasor.
Se creo por ende un mito alrededor de la mujer india, como el símbolo de la nación. Sobre todo en
relación con la mujer de clase media, que se incorporaba a la modernidad, tomando de occidente
de ella y un acto de devoción manifiesto, por un lado, de la sati hacia su marido y, por el otro, de los individuos ahí presentes hacia la que se ha convertido en diosa
como resultado de su auto sacrificio. Recuperado de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Sat%C3%AD_(ritual)#La_glorificaci%C3%B3n_del_rito_sati
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Reseña al texto “Colonialismo, Nacionalismo y Mujeres Colonizadas: El debate en la India”
algunas piezas claves para desarrollar ciertas habilidades que le permitiesen un desarrollo optimo en
la cultura, mientras era también capaz de ser la guardiana de la tradición de un pueblo y de la
mantención de la raza, como ya se ha visto en las experiencias de colonización de gran parte del mundo,
o particularmente en América del sur. Un modelo de genero femenino que no era sino otra forma de
generar una asimilación entre mujer y nación, lo que por una parte hacia percibir una valoración de la
mujer, pero otra parte se convertía en su propio yugo o dominación masculina. Puesto que cualquier
rasgo de asimilación de la cultura en su fuero interno o en el cotidiano al interior de su hogar era visto
como una forma de traición y sometimiento, lo que privaba a las mujeres de la capacidad elegir, así
como se hacia en el espacio público o social, en el mundo de la educación o de las tecnologías, e ideas.
El levantamiento del Islam, no sólo como religión sino como marco de la dinastía Mughal que gobernó
India durante tres siglos, trajo nuevas experiencias e influencias a la literatura de mujeres en India. Las
mujeres musulmanas deben alfabetizarse para cumplir con los requerimientos del Corán, el cual obliga a
cada musulmán y musulmana a rezar. Las mujeres hicieron uso de esta norma de la religión para escribir
sobre ellas mismas y sus experiencias (Palencia, 2012, pág. 220-221)
La forma por ende en que el nacionalismo Indio dio un lugar a la mujer, que por otra parte le
permitió obtener algunas reivindicaciones, como el voto o la incorporación al mundo laboral y la
academia, de manera mucho más rápida que en otros lugares del mundo, no estaba exento de machismo,
puesto que si bien, un tipo de mujer gozaba de ciertos beneficios y por otra parte era honrada, no cabe
duda de que eran también presas de una nueva forma de dominación al ser “coaccionadas” para cumplir
con lo que se les encomendaba de manera directa, que era ser las guardianas de la tradición y por ende
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Reseña al texto “Colonialismo, Nacionalismo y Mujeres Colonizadas: El debate en la India”
3. Conclusión
El uso de la figura de la mujer para reflejar a la nación ha sido una de las prácticas constantes en
los procesos de colonización y resistencia de los pueblos, lo que no ha estado exento de revictimización
de las mismas mujeres protagonistas, quienes han estado a merced de quienes lideran dichos
movimientos, por lo general hombres, para los que la mujer desde los mismo estereotipos de siempre,
es la encargada por antonomasia de reflejar el mundo privado, la sensibilidad, la sacralidad, el cuidado
de los miembros de la familia y el quehacer doméstico. Brindando siempre un rango estrecho por el
que moverse, y donde los rasgos de domesticidad son siempre bien vistos, ya sea en una mujer “común”
como en una mujer intelectualmente activa, venga de la clase que sea. Señalando por ende que hay
unos tipos de mujeres legítimas y otras no. Por otra parte existe un discurso desde los colonizadores
que exacerba aspectos de connotación “bárbara, salvaje, bélica o maligna” en la cultura oprimida,
desde su lectura occidental, europea, blanca y privilegiada, dando a entender que existe una supremacía
de raza, frente a los otros a los que se oprime, esclaviza y saquea, desde una doble moral, donde se
estima que requieren por el hecho de ser “menos desarrollados” de su ayuda y rol civilizador, puesto
que algo es incorrecto toda vez que los otros hagan algo “distinto” o diferente de lo que ellos han
categorizado como normal, apropiado o desarrollado. Ha sido además de utilidad el discurso desde este
lugar de poder, que ha señalado como otras culturas son menos legitimas, otros conocimientos, otras
prácticas o formas de ver el mundo, argumentando además en virtud de una creencia sobre una historia
lineal, que solo se sucede en una dirección y donde Europa está al centro y lleva la delantera. Esto
como si fuera concebible una única historia y punto de partida, como si no hubiese una globalidad,
unas historias sucediendo en tiempos simultáneos, desde otras realidades, otras formas de entender y
hacer en el espacio y tiempo, siendo protagonizadas por personas de carne y hueso que han cambiado
la vida de muchos y muchas, muchas veces sin tener un lugar en la historia oficial contada por unos
pocos, siempre sentados en los mismos privilegios. O como si en realidad algo tuviese un principio y
un fin, o una finalidad que vendría siendo lo mismo, como si esa única historia contada pudiera
realmente reflejar todo LO QUE ES. Las mujeres, han resistido, una y otra vez frente a la fuerza y
soberbia patriarcal, que se impone superponiendo la razón, la historia, la ley y cuanta idea monolítica
sirva para decir que hay una inteligencia mayor en el hecho de dominar a otros, de perfeccionarse en
las artes de someter, de “ganar”, poseer y conquistar. Ideas y discursos que lamentablemente se nos
van colando en las mentes y en el cuerpo a hombres y mujeres y que con esfuerzo vamos cuestionando
desde esta nueva perspectiva feminista, que intenta también ser una cultura de PAZ.
4. Bibliografía
Chatterjee, Partha. “Colonialismo, nacionalismo y mujeres colonizadas: El debate en la India”, a Arenal:
Revista de historia de mujeres, Vol. 3 (2), 1996, p. 177-198.
Federici, Silvia, Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, Madrid, Traficantes de sueños,
2011.
Sánchez ,Carolina. J. J. (2012). Literaturas postcoloniales en el mundo global. España: Arcibel Editores.
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