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BERNASCONI C/MUNICIPALIDAD DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES – 1934 – (IRRETROACTIVIDAD, IGUALDAD,

TEORIA LIBERATODIA DEL PAGO)

La sala D de la cámara nacional de apelaciones en lo civil revocó el pronunciamiento de la anterior instancia y


admitió la acción de certeza promovida por la actora. Declaro inaplicable la disposición de la comuna que manda
revaluar con efecto retroactivo el inmueble de la calle 11 de septiembre de 1888.

El juez aduce que la actora no impugnaba la revaluación del inmueble de su propiedad, sino que fuese tomada como
base para exigir el pago de la diferencia del tributo de alumbrado, barrido y limpieza, pavimento, aceras y
contribución territorial y ley 23514 por periodos anteriores, que ya habían sido pagados. Tras juzgar admisible la vía
del art 322 del código procesal civil y comercial de la nación, llego a la conclusión de que el principio de
irretroactividad es una exigencia constitucional. Afirmó que los pagos de la actora produjeron efectos cancelatorios
que la liberaron de su obligación, la liberación se incorporó al patrimonio y se encuentra protegida por el art 17 CN.
Que la sentencia estableció que la recategorización efectuada por la comuna y el mayor valor fiscal atribuido al
inmueble, se debió a un error de ella en el empadronamiento anterior, no es imputable a la actora y no se demostró
que hubiera actuado de mala fe ni que hubiera incurrido en error. Contra la sentencia, el gobierno de la ciudad
interpuso el recurso extraordinario y su denegación originó la queja.

Demandada: que los agravios de la apelante son inadmisibles por la vía procesal elegida, no están reunidos los
requisitos del art 322 de código procesal, civil y comercial, no se agotaron las vías administrativas. Lo resuelto por el
juez afecta el principio de igualdad como base del impuesto y cargas públicas, privilegia al que pagó de menos, los
pagos efectuados por la actora no produjeron efectos liberatorios porque no pagó las sumas correspondientes ya
que lo hizo sobre la base de una valuación fiscal incorrecta. Las ordenanzas fiscales permiten al municipio re-liquidar
o reajustar obligaciones tributarias cuando media error en la liquidación original, aunque fuese atribuirle la
administración, y no hay que considerar extinguida la obligación por el pago. La sentencia es arbitraria por apartarse
de las normas sin declarar la inconstitucionalidad. Según lo decidido por el juez acerca de la admisibilidad de la
acción de certeza, los agravios remiten a examinar cuestiones procesales, la vía del art 14 de la ley 48, cuando lo
resuelto tiene fundamento suficiente de igual carácter que excluye la tildación de arbitrariedad.

Decisión: la demanda no controvierte lo afirmado por la cámara, el error en la valuación no es imputable a la actora,
y no tuvo mala fe. El contribuyente pago los tributos de conformidad con las liquidaciones efectuadas por la comuna.
La potestad de las autoridades de fijar valores a inmuebles y tomarlos como base para liquidar los tributos no está
en tela de juicio. Se impugnó que se los use para incrementar obligaciones de periodos pasados ya cancelados. La
jurisprudencia establece que aunque hubiera error en la autoridad administrativa, no se lo puede invocar contra el
contribuyente, y que si se admitiera la facultad de la estabilidad de los derechos sería ilusorio y los contribuyentes no
estarían seguros en sus relaciones con el fisco. No está en las funciones de particulares fiscalizar, controlar o
apercibir al estado por descuido o ineficacia en la organización de la percepción de la renta cuando esto no afecta
sus derechos. En los efectos liberatorios de pagos el error en la corrección del ejercicio de propias y exclusivas
atribuciones por parte de las autoridades de impuestos no perjudica al contribuyente, en tanto no haya dolo o culpa
grave. Que sobre la base de la jurisprudencia se concluye que los agravios resultan insustanciales cuando pretenden
desconocer efectos liberatorios a pagos efectuados de acuerdo con liquidaciones realizadas por el fisco municipal, y
se apoyan en normas locales, cuya aplicación lesionarían principios de raíz constitucional. Invocar al principio de
constitucionalidad de la igualdad tampoco es hábil para fundar la procedencia del recurso, porque ha sido dada a
particulares frente a la autoridad y no a la autoridad para defensa de su potestad impositiva.

Se desestima la queja.

Petracchi: los agravios del apelante encuentran respuesta en lo expuesto en su voto a fallar en “Guerrero de Louge,
Susana Ernestina Teresa y otros c/Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Por ello se desestima la queja.

CÍA QUIMICA C/MUNICIPALIDAD DE TUCUMAN – 1989 – (TASAS)

La corte suprema de la provincia de Tucumán no hizo lugar a la demanda promovida por la Cía. Química por nulidad
del acto administrativo y por inconstitucionalidad de la tasa municipal, absolviendo a la demandad. Contra esto, la
actora interpuso recurso extraordinario y fue concedido.
El apelante sostiene que el art 120 de la ordenanza 229/77, es contraria a la CN, ya que no existió un servicio
concreto que le hubiese sido prestado como contraprestación de la tasa impugnada. El art 120 del código tributario
municipal, dicha ordenanza, establece que la tasa será abonada por cualquier actividad comercial, industrial y de
servicios por las que se usen y aprovechen obras y otras prestaciones que hacen al progreso regular y continuo de la
ciudad, en virtud de los servicios municipales de contralor, seguridad, higiene, salubridad, moralidad, y cualquier
otro no retribuido especial, pero que prevenga, asegure y promueva bienestar general de la población.

Juez: consideró que era cierto que lo característico de la tasa es la contraprestación, y resultaba necesario tener en
cuenta que los servicios públicos podían diferenciarse en uti singuli (el usuario o beneficiario estaría identificado o
individualizado por un uso y pago diferenciados) y uti universo (servicios colectivos que benefician a toda la
población y se cobran igualitaria y proporcionalmente). En este caso las tasas estarían vinculadas indirecta e
impersonalmente con los individuos, y la beneficiaria seria la comunidad. No es objetivo primordial de la tasa
satisfacer intereses individuales, la validez de los tributos depende del interés público que justifique su aplicación.
Resuelve que: que el contribuyente carezca de interés en el servicio no lo exime del pago. Al cobro del tributo debe
corresponder la concreta, efectiva e individualizada prestación del servicio relativo a algo no menos individualizado
del contribuyente. La norma local impugnada es irrevisable por la corte, no se ajustó a los principios desarrollados
que se sustentan con el art 17 CN. Esto hace ilegitimo el cobro de la tasa. Se revoca la sentencia apelada y se hace
lugar a la demanda.

Belluscio: la corte de Tucumán no hizo lugar a la demanda por nulidad del acto administrativo e inconstitucionalidad
de la tasa municipal, absolviendo la demanda. El recurso extraordinario es concedido. El apelante sostiene que la
ordenanza es contraria a la CN, ya que no hubo servicio concreto como contraprestación al cobro de la tasa. El
planteo es admisible porque se ha impugnado la validez constitucional de una norma local. El código tributario
municipal establece que la tasa será abonada por cualquier actividad comercial, industrial y de servicios, etc. que
asegure y promueva bienestar general. El juez considero que la beneficiaria era la comunidad. Los agravios de la
actora merecen ser acogidos por el tribunal. La recaudación de fondos tiene una finalidad ajena a la que la habría
dado origen. La demandada no acreditó que servicios públicos son retribuidos por su intermedio. Se
desnaturalizaron las facultades estatales en materia, al impedirse a quienes se ven obligados a sostener
económicamente la prestación de servicios, conocer cuáles son estos cuya manutención se exige. Se declara
inconstitucional el art 120 ordenanza 229/77 y se revoca sentencia apelada en cuanto fue materia de recurso.

BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA C/MUNICIPALIDAD SAN RAFAEL – 1956 – (TASAS, CAPACIDAD CONTRIBUTIVA)

La actora impugnó la ordenanza 614 de la municipalidad de san Rafael, que dispone que con las facultades que
confieren los art 110 y 113 de la ley orgánica de municipalidades, aplique como tasa retributiva de la prestación de
servicios municipales de alumbrado, barrido, riego, extracción de basuras y conservación de calles, el 12 por mil
sobre el valor del terreno libre de mejoras.

Sostiene la impugnante que la contribución exigida por la mitad de 1947 y los años 1848 y 1949, fue de $2162,40
anuales, en vez de $557,40 que anualmente pagaba por los mismos servicios. Dejo de ser una tasa retributiva para
convertirse en impuesto que grava la propiedad de raíz, por lo que el banco no está obligado a su pago, por el
privilegio del art 28 del decreto 14959, al disponer que los inmuebles del banco, operaciones propias y actos de
representantes y apoderados están exentos de contribución o impuesto nacional, provincial y municipal. Pretende
que la ordenanza se declare inconstitucional porque contraria la ley nacional, en razón de que el poder impositivo de
las municipalidades no puede ser desmedido, ya que lleva implícitas las limitaciones necesarias para facilitar y no
obstaculizar el normal funcionamiento de las instituciones del estado.

La cámara federal de Mendoza desestimo las pretensiones de la demandante y ésta presenta recurso extraordinario,
le es concedido.

Demandada: El acrecentamiento del costo de los servicios de esos años con relación a lo que costaban años
anteriores no guardaría proporción con el aumento de la tasa retributiva de los servicios en dichos años. No se
puede concluir que la cobrada a la demandante deja de ser una tasa retributiva si llegara a faltarle equivalencia, para
ser carga impositiva de cuyo pago se encuentra eximida. No se debe considerar impuesto, la diferenciación es
infundada, aun siendo la tasa contraprestación por servicios requeridos por el particular al estado, éste, en ejercicio
de la soberanía tributaria, puede recaudar teniendo en cuenta la capacidad contributiva del particular. Es imposible
fijar con exactitud el costo individual de agua, evacuación cloacal, basura recogida, luz, inspección de policía
higiénica o seguridad, se fijan contribuciones aproximadas, equitativas, que pueden dejar déficit o superávit. El
monto cobrado no es confiscatorio, el inmueble está valuado el $180.179,40, la contribución de $2162,40 no es
abusiva. No traba la actividad del banco como institución, no resulta inconstitucional. La ordenanza municipal
estableció una contribución territorial y no una tasa. Es equitativo y aceptable que la fijación de la tasa de los
servicios tome en cuenta el costo en efecto en relación al contribuyente, a la capacidad contributiva del valor del
inmueble o renta, a fin de cobrar menos a los que poseen menos, equilibrando el coso total del servicio público. No
es impuesto sino tasa.

El procurador confirma sentencia apelada del recurso extraordinario.

HORVATH C/FISCO NACIONAL – 1995 – (LEGALIDAD, CAPACIDAD CONTRIBUTIVA, EMPRÉSTITO FORZOSO)

La ley 23256 en el 85, instituyó un sistema de ahorro obligatorio en el art 11, imponiendo a las personas la obligación
de ingresar sumas de dinero al Estado Nacional. La determinación de tales importes se efectuaría sobre la capacidad
de ahorro de los obligados al pago, que la ley presumió sobre la base de la ganancia neta del ejercicio fiscal del 84.
Debían ahorrar obligatoriamente una suma de dinero por dos periodos consecutivos (85-86), que sería reintegrada
con intereses que no contemplaban la desvalorización monetaria y a los 60 meses de efectuado el deposito,
devengarían una tasa de interés igual a la que fija para los depósitos en cajas de ahorro común de la caja nacional de
ahorro y seguro.

Actora: pide la repetición de lo pagado y por la negativa inicia demanda. El juez de primera instancia ordenó el pago
de la suma reclamada, actualizada y más sus intereses.

La sala III de la cámara de apelaciones en lo contencioso administrativo federal revocó dicho pronunciamiento y
consecuentemente rechazó la demanda. Considero que pese a la naturaleza jurídica que se le atribuye, ya sea
tributo o empréstito, no era inconstitucional. Que el ahorro obligatorio no podía considerarse un adicional de
impuestos correspondientes a periodos cerrados, en todo caso operaria respecto correspondientes a la obligación
de ahorro no se afectan derechos adquiridos. Ante el pronunciamiento, la parte actora planteo recurso
extraordinario admisible toda vez que se trate e la inteligencia y validez de las normas federales. Plantea la
inconstitucionalidad de la ley 23256 en cuanto a la CN en el art 4 nada dice de empréstitos forzoso, sino que
enumera los recursos de los que debe disponer el gobierno federal y los empréstitos comprendidos en el art 67 inc.
3 CN, requieren consentimiento por parte de los suscriptores. Es confiscatorio privar transitoriamente el uso de la
propiedad (14 Y 17 CN), que si fuera considerado impuesto, sería inconstitucional por gravar retroactivamente la
riqueza, que la tasa de interés es inconstitucional por no contemplar la inflación.

Resolución: la corte resolvió que la capacidad contributiva del actor presumió que la aptitud económica de los
contribuyentes subsistía en los dos años (85-86) y esta es la modalidad que usa el legislador para la determinación
del tributo con la facultad que tiene en materia impositiva.

E congreso estableció en la ley 23256 la obligación de los contribuyentes de aportar sumas de dinero a cuentas
estatales, tomando como base la capacidad económica resultante de la rente y el patrimonio, ha hecho uso de la
facultad que le otorga el art 67 inc. 2 CN, que lo autoriza a imponer contribuciones directas por tiempo determinado
e iguales en toda la nación. La ley se ajusta al requisito de la temporalidad, toda vez que el régimen que dispuso que
se instituyo la vigencia por 2 periodos anuales. Contempla la ambigüedad del ahorro obligatorio. Expresa que la
obligatoriedad requiere consentimiento de los suscriptores, por lo que caracterizan a este ahorro como impuesto
total o parcialmente reintegrable, naturaleza atribuible a los empréstitos forzosos considerados tributos. También se
refiere al carácter retroactivo que argumenta la parte actora, porque el hecho de tomar como base un periodo
anterior es constitucional. El contribuyente tiene la carga de la prueba para demostrar que su capacidad contributiva
he desaparecido o disminuido respecto del periodo anterior. El actor no demostró concreta y efectivamente la
confiscatoriedad. No hay decisión final por lo que el actor puede volver a recurrir. Se declara admisible el recurso
extraordinario, excepto el considerando 26 (restitución del importe). Se confirma sentencia apelada.

Disidencia: O’Connor (parcial): debe considerarse final el pronunciamiento, y como hay reintegro no cabe aclarar la
ley. La ley declara intención de reintegrar las sumas ahorradas con más un interés determinado, pero se vería
vulnerado de tolerarse una devolución que no alcanza a representar el 5% de las cantidades ingresadas. Se
contradice con el principio de integridad del pago y a la CN art 17, pide que vuelvan los autos y se dicte nuevo
pronunciamiento. Fayt (parcial): la norma no es clara, es un hibrido entre impuesto y empréstito forzoso. Boggiano
(parcial): inadmisible el planteo de la actora ya que no logra demostrar tal agravio, coincide con que se afecta la
integridad del pago afectada por la inflación, pero no es cuestión legislativa. Belluscio, Petracchi: la figura no encaja
en los términos fijados por el art 4 y 67 inc. 2 pero si se respeta en un principio genérico, teniendo el objetivo de la
reducción del déficit fiscal dada la situación económica. Por lo que corresponde también aplicar la ley 11683 en lo
que no prevea la ley 23256. Las sumas reintegradas serán sin computar la desvalorización de la moneda y con un
interés reducido lo que consagra una confiscación de bienes. El término es ambiguo. Se revoca parcialmente el
pronunciamiento.

NAVARRO VIOLA C/ESTADO NACIONAL (CAPACIDAD CONTRIBUTIVA, EFECTO NOTICIA, IRRETROACTIVIDAD DE LA


NORMA)

La sala III de la cámara nacional de apelaciones en lo contencioso administrativo federal revocó parcialmente el
pronunciamiento de la instancia anterior, en consecuencia admitió la demanda de repetición deducida por la actora
de las sumas pagadas en concepto de tributo establecido por la ley 22604. Contra este fallo el fisco interpuso recurso
extraordinario y le fue concedido.

El apelante sostiene que la cámara efectuó una errónea interpretación de la ley 22604, ya que su texto (contrario a
lo decidido por el tribunal) no excluye del ámbito del gravamen a los bienes que no integraban el patrimonio del
contribuyente al momento de sancionarse la ley. Aceptar el criterio de la sentencia apelada frustraría los propósitos
de la norma, al posibilitar que eventuales contribuyentes detrajeran de su patrimonio los activos a gravar por tomar
conocimiento previo de la imposición. El propósito de la ley era alcanzar activos financieros anteriores a la sanción.
El alcance que la demandada pretende dar a la ley es contraria a la equidad, proporcionalidad (4 y 67 inc 2 CN) y
viola las garantías de propiedad y razonabilidad (14, 17 y 28). El recurso extraordinario es procedente porque se
encuentra controvertida una ley federal y cláusulas constitucionales (14, inc 1 y 3 ley 48). La ley 22604 estableció un
impuesto de emergencia que debía aplicarse en toda la Nación por única vez, sobre activos financieros existentes al
31/12/81.

La actora poseía a la fecha acciones de Sucesores S.A y Cautela S.A, parte de las cuales donó a la Fundación Navarro
Viola el 5/8/82. Sancionada la ley, pagó el tributo correspondiente, incluyendo el importe que correspondía a las
acciones donadas, a pesar de considerar improcedente el gravamen e interpuso luego el reclamo de repetición. La
ley tuvo el objetivo de alcanzar con el tributo a los activos financieros existentes al 31 de diciembre del 81, y que los
bienes permanecieran en el patrimonio del contribuyente al sancionarse la ley. Al ser ello así y no resultar posible,
sin forzar la letra ni espíritu de la ley, efectuar una interpretación de ella que la haga compatible con la garantía del
art 17 CN, corresponde declarar su invalidez. Se confirma la sentencia en cuanto fue materia del recurso
extraordinario.

Disidencia Fayt: No cabe exigir que la ley deba contener alguna presunción expresa para que la prueba sea exigible.
Conforme a las reglas generales que rigen la materia sin que haya cuestiones tributarias razón para apartarse de
ellas. Las mutaciones patrimoniales no son por si motivo para excluir los tributos que han correspondido a titulares
de patrimonios en ocasiones que la ley señale. Afecta el derecho de propiedad de la CN, que no puede entenderse
que excluya los poderes impositivos que la misma constitución consagra, que hacen subsistencia del Estado que
aquella organiza y al orden, gobierno y permanencia de la sociedad cuya viabilidad ella procura. Se deja sin efecto la
sentencia apelada.

LABORATORIOS RAFFO C/MUNICIPALIDAD DE CORDOBA – 2009 – (TASAS)

Procuradora: El tribunal superior de justicia de la provincia de Córdoba rechazó el recurso de casación iniciado por la
actora, y en consecuencia confirmó la sentencia de la instancia anterior que había ratificado la legitimidad de la
“contribución que incide sobre comercio, industria y empresas de servicios” (CCIES) exigida por la municipalidad de
Córdoba por los periodos de enero del 95 a abril del 2000.

Para así decidir en primer lugar que los agravios planteados por la accionante en cuanto a que el acto de
determinación tributaria incumple las disposiciones constitucionales y el régimen de coparticipación, que la CCIES
exigida es análoga a otros tributos de naturaleza nacional o provincial, transgrede las pautas de amortización
legalmente exigidas y el concepto de la “tasa” que efectúa el pronunciamiento de grado es errónea, devienen
insustanciales al amparo de la doctrina judicial de la sala contencioso administrativa de este tribunal superior, sobre
la base de las sentencias que allí citó. En segundo lugar, los planteos relativos a la inconstitucionalidad de la CCIES
por contrariar el régimen de coparticipación vigente son inadmisibles por la vía del recurso de casación, porque solo
pueden ser traídos a través del recurso local de inconstitucionalidad. Añadió que los agravios vinculados con el
sustento territorial de la CCIES son insustanciales, ya que los argumentos recursivos carecen de sustento doctrinario,
jurisprudencial y legal (art 167 del código tributario municipal). Negó que la sentencia recurrida se encuentre
desprovista de fundamentos por desconocer la doctrina de la Corte en “Compañía Química”, ya que la legalidad se
sustenta en normas locales que delimitan el poder tributario de los municipios, autorizando a la demandada a obrar
como lo hizo. Afirmó que, la distinción entre impuestos y tasas que realizaba la doctrina tradicional carece de
perfiles claros o tajantes, ya que su naturaleza es estructural. Por ello especificó que la definición legal de un mismo
hecho imponible operará como tasa o como impuesto según la modalidad de prestación de la actividad sobre la que
recaiga el tributo, y en ambos casos, lo será en virtud de servicios municipales de contralor, salubridad, higiene y
asistencia social, y cualquier otro no retribuido por un tributo especial, pero que tienda al bienestar general. Negó la
existencia de los vicios imputados por la actora a la sentencia de mérito, fue debidamente acreditada la actividad
comercial de la empresa en el terreno de la demandada y la prestación de servicios municipales dentro del mismo,
aspectos que sustentan el acto de imposición y llevan a desestimar el recurso de casación deducido.

Disconforme, la accionante interpuso recurso extraordinario que, denegado, motiva la presentación directa.

Subrayó que la CCIES es inconstitucional, tanto si se la considera tasa como impuesto. Negó que bajo las exigidas
condiciones puedan prestarse servicios a aquellos contribuyentes que carecen de presencia física en el territorio
municipal (como es su caso), reseñó jurisprudencia. Impugnó la constitucionalidad del tributo visto como impuesto,
para contrariar el régimen de coparticipación y el “pacto fiscal para empleo, producción y crecimiento”, en lo
ateniente al primero, señaló que la CCIES es análoga al impuesto al valor agregado, en transgresión al art 9 inc b de
la ley 23548, y al segundo, la pretensión tributaria es incompatible con la obligación provincial de promover la
derogación de las tasas municipales que no constituyan la retribución de un servicio efectivamente prestado.

Procurador: El recurso federal es admisible, se ha puesto en tela de juicio la validez constitucional de una norma
local y la sentencia definitiva del superior tribunal de la causa ha sido a favor de la validez de aquella.

El art 167 del código tributario municipal tipificaba el hecho imponible de la CCIES “el ejercicio de cualquier actividad
comercial, industrial, de servicios, u otra a título oneroso, y todo hecho o acción destinada a promoverla, difundirla,
incentivarla o exhibirla, está sujeto al pago de tributo establecido en este título, conforme a las alícuotas,
adicionales, importes fijos, índices y mínimos que establezca la ordenanza tributaria anual, en virtud de los servicios
municipales de contralor, salubridad, higiene y asistencia social y cualquier otro no retribuido por tributo especial,
pero que tienda al bienestar general”. Respecto de esto, el juez afirmó que la delegación legal del hecho imponible
opera como tasa o impuesto según la modalidad de prestación de la actividad sobre la que recaiga el tributo y, en
virtud de los servicios municipales de contralor, salubridad, higiene y asistencia social, y cualquier otro no retribuido
por tributo especial pero que tienda al bienestar general.

Procurador: Disiente con la conclusión, fue categórico al definir tasa como categoría tributaria derivada del poder del
estado, que si bien posee estructura jurídica análoga al impuesto, se diferencia de esta por el presupuesto de hecho
adoptado por la ley, que consiste en el desarrollo de una actividad estatal que atañe al obligado y desde el momento
en que el Estado organiza al servicio y lo pone a disposición del particular que no puede rehusar su pago cuando no
haga uso de éste, ya que el servicio mira el intereses general. Marcada la diferencia entre ambos, la CCIES tipificada
en el art 167 del código tributario municipal no encuadra dentro de los primeros. La primera fuente de
interpretación de la ley es su letra, y las palabras deben entenderse empleando su verdadero sentido. El fisco
califico al tributo como “tasa”. Corresponde analizar si el pago podía ser exigido por el municipio a la actora. El
domicilio particular que el agente de propaganda médica que se desempeñaba en relación de dependencia estaba
situado en la ciudad de Córdoba, la recurrente vendió sus productos en esta ciudad, para lo que había encargado la
distribución a una tercera empresa, pero carecía de local, depósito o establecimiento de cualquier tipo en el
territorio del municipio. La pretensión fiscal de la demandada carece de todo ajuste a los principios y reglas, que
encuentran sustento en el art 17 CN. Por este motivo, es ilegitimo el cobro del tributo. Si bien la Corte solo decide en
procesos concretos que le son sometidos y su fallo no es obligatorio para casos análogos, los jueces inferiores tienen
deber de conformar sus decisiones. De esa doctrina y otros fallos, emana la consecuencia de que carecen de
fundamento las sentencias de los tribunales inferiores (entre ellos superiores tribunales locales), que se apartan de
precedentes de la Corte sin aportar nuevos argumentos que justifiquen modificar la posición del Máximo Tribunal
como interprete supremo de la CN. Más en supuestos como éste, en el que la jurisprudencia sobre requisitos para
cobrar tasas fue expresamente invocado por el apelante desde el inicio de las actuaciones administrativas. El
tratamiento de los restantes agravios deviene inoficioso.

Procuradora Monti: Considera correspondiente admitir la queja, declarar procedente el recurso extraordinario,
revocar la sentencia apelada y hacer lugar a la demanda. Se debe reintegrar el depósito y volver las partes al tribunal
de origen para volver a dictar un nuevo pronunciamiento.

Voto Argibay: Se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso, se revoca la sentencia. Que se reintegre el
depósito y deben volver al tribunal de origen para dictar nuevo fallo con arreglo por lo decidido.

FALLO ARENERA EL LIBERTADOR C/ESTADO NACIONAL (PEAJE)

Procuradora: El estado nacional (Subsecretaria de transporte fluvial y marítimo) inició demanda contra Arenera
Argentina S.A para obtener el cobro de $6821,5 más actualización, intereses y costas, en concepto de peaje
correspondiente a la utilización por dos buques durante varios días del mes de abril de 1982 del canal argentino de
vinculación ingeniero Emilio Mitre.

Arenera: Fundó su derecho en lo dispuesto por las leyes 22424, 22520, 21811 y en las resoluciones del ministro de
economía 53/82 y 565/82. Reconoció que sólo el buque “México” es de su propiedad y que usó el canal en esas
fechas, pero negó adeudar suma alguna, ya que tal utilización obedeció a la imposibilidad de navegar por el canal
costanero (debido a la escasa profundidad) para llegar al lugar de donde extrae la arena que comercializa. Destacó
que el canal Ing. Emilio Mitre está abierto a la navegación desde el 76 y su construcción no fue financiada mediante
sistema de peaje, ya que su pago se dispuso a partir del 81, mediante la ley 22424 y se aplicó por resolución 53/82
del ministerio de economía. Señaló que las resoluciones 53/82 y 55/83 contemplan el mantenimiento de una
profundidad mínima de 8,50 m. como condicionante de la tarifa, y sobre esa base, afirmó que el servicio del canal
está destinado a naves con calados mínimos en torno a los 8 m. y no a los areneros como “México”, que cargado al
máximo no supera los 3,50 m. Es por ello, que la resolución 639/83 los eximió del pago. Sostuvo también que en
virtud de la doctrina de distintos autores, el derecho de peaje o circulación territorial es válido siempre y cuando se
otorgue un beneficio real y concreto al usuario y este tenga la posibilidad de elegir una vía alternativa. El peaje
resulta lesivo del comercio y la libre navegación (art 14 CN), restricción a la libertad de circulación (art 10 CN),
derecho de transito marítimo (art 11 CN), una preferencia de la nación en desmedro de la provincia (art 12 CN),
alteración de la igualdad por exigirse contribución discriminatoria (art 16 CN) y confiscación por establecerse en
moneda extranjera con recargo del 10% mensual y reclamarse además actualización (actualización (arts. 953 y 1071,
Cód. Civil y 17 CN).

Estado: Planteó la inconstitucionalidad de la ley 22.424, anexo I y art 4 de la resolución 53/82 y anexo I y art 6 de la
55/83. Pidió el rechazo de la demanda, con costas.

Juez federal de primera instancia: Estimó inadmisible la alegación formulada en torno a la violación de derechos
constitucionales, e hizo lugar parcialmente a la demanda (sólo respecto del buque México), con costas del 75% a la
accionada y 25% a la actora.

Apelado el pronunciamiento por la demandada, jueces de la alzada: la mayoría de los planteos de la apelante
constituían una reiteración de los formulados contemplados por el fallo de cámara. Añadieron que, como surge de la
prueba rendida y del reconocimiento de la accionada, los eventuales riesgos que implica la navegación por el canal
“Martín García” no tienen entidad suficiente para descalificarlo como vía alternativa, y cuanto mayor duración el
viaje, es mayor la ventaja que ofrece el canal mitre. Tampoco es exacto que el peaje tenga como único objeto el
dragado del canal, porque la ley 24424 habla de balizamiento, ensanche y otras obras que beneficien navegación, y
no se advierte por que los buques areneros no obtienen ventaja de otras mejoras. El hecho de que el peaje absorba
un porcentaje elevado de flete no implica confiscatoriedad, si no se demuestra incidencia sobre la renta o ganancia
que deja a la demandada operación global de extracción y transporte de arena, como tampoco que el peaje importe
una proporción desmedida de lo que el barco ahorraba usando la vía tarifada. Confirma sentencia, con costas.
La demandada interpuso recurso del art 14 de la ley 48, a fin de demostrar que las normas aplicables no incluyen a
barcos de menor calado, y que ningún habitante puede ser gravado mediante contribuciones especiales o peajes si
no hay beneficios económicos concretos. Expone argumentos facticos cuestionando la confiscatoriedad de la tarifa,
la posibilidad de navegar por el canal Martin García y la ausencia de riegos en la travesía por este, aunque no alega la
configuración de arbitrariedad. El recurso es procedente, se discute constitucionalidad de normas federales y
decisión definitiva de tribunal superior de la causa es contraria al derecho que el apelante funda en ellas.

Procuradora Reiriz: El recurso seria improcedente por no mediar invocación de la doctrina de arbitrariedad
expresadamente. De todos modos se pronuncia sobre el asunto. Considerando: contra la sentencia que confirmó el
pronunciamiento de primera instancia, que condeno a la demandada a pagar a la actora en el plazo de 10 días
corridos, se interpuso recurso extraordinario, fue concedido por el tribunal. Se demanda a El libertador por el cobro
de la suma de $45.671,97 argentinos, con actualización por desvalorización monetaria, intereses y costas, por
circulación del canal ing. Emilio Mitre en concepto de peaje según ley y disposiciones. La suma reclamada no fue
abonada dentro de los 30 días hábiles efectuado el pasaje de las embarcaciones por el canal, la actora inició la acción
para obtener la percepción de lo adeudado, funda su derecho en art 320 cód. procesal civil y comercial, leyes 22.424
y 21.281 y resoluciones. La demandada sostiene que el uso del canal por areneros de su propiedad no requiere
mayor profundidad de esa vía navegable, toma innecesaria la intensificación del dragado, estima el forzado uso del
canal por no haber vías alternativas gratuitas, plantea inconstitucionalidad de la tarifa del peaje por confiscatoriedad
y cita art 17 y 67 inc 2 CN, pondera lesivo la libre navegación, que se exija como pago la tasa de peaje reclamada por
cuanto ello importa una lesión a derechos de los art 10, 11, 12, 14, 16 CN. El recurso extraordinario fue concedido
por el tribunal. La CN reconoce y delimita los poderes y funciones de las autoridades de la nación, el gobierno federal
y los gobiernos de provincia. El cumplimiento de las funciones del estado, origina “gastos” sobre cuya provisión trata
el art 4 CN, que incluye contribuciones, señaladas en art 16 y 67 inc 2 CN, el término “impuesto” del art 16 se
interpreta como “carga pública”, el art 67 inc 2 incluye imponer entre las facultades del Congreso crear rentas
necesarias para la vida de la nación. En concordancia con la forma republicana de gobierno (art 1 CN), lo que es
válido en las provincias para sus legislaturas, tiene atribuciones como las del 67 inc 7, lo que transparente el manejo
de la renta publica, que se completa con el control de su efectivo gasto. Entre las figuras del estado figuran las del art
67 inc 16 (CN) que solo tiene antecedentes en jurisprudencia. El poder conferido al congreso por la norma es el de
proveer lo conducente a la prosperidad del país, adelanto y bienestar de las provincias y progreso de la ilustración y
enumeración de fines. Así como la “construcción de ferrocarriles y canales navegables” también es función del
congreso conservar y mejorar. El peaje no es mencionado en la CN, es tarea hermenéutica, que debe hacerse a la luz
de los superiores principios de aquella, no bastando los criterios meramente utilitarios, es falsa y debe ser desechada
la idea de que la prosperidad general, buscada a través de los medios del art. 67, inc. 16 CN, constituya un fin cuya
realización autorice a afectar los derechos individuales o la integridad del sistema institucional vigente. El desarrollo
y el progreso deben integrarse con éstos para que sea posible el mejoramiento económico de la comunidad. Dentro
de la CN, el pago del peaje debe constituir una contribución, con personas obligadas al pago y monto, según la
igualdad (art 16 CN) será impuesto de modo igual a quienes estén en condiciones iguales. Todos los bienes de
cualquier tipo que pasen por el territorio de una provincia a la otra, serán libres de derechos de tránsito y no se
podrá imponer a los medios en que se transporte otro derecho, por el hecho de transitar en el territorio, prescribe
que los buques en paso de una provincia a otra no serán obligados a pagar derechos de tránsito. No es
inconstitucional el peaje, no constituye un pago exigido por el solo paso, con base desvinculada de servicios o
prestaciones, entre ellos construcción o mantenimiento de la vía de tránsito en cuestión. Lo que haría al tributo
inaplicable es la demostración de la necesidad indispensable del uso de la vía gravada, unida a un monto irrazonable.
En lo referido al uso “forzado” del canal mitre, por carencia de vías alternativas, cabe recordar la existencia de los
canales costanero y Martín García, y no es necesario que la ruta alternativa gratuita ofrezca las mismas ventajas que
la onerosa. Se declara procedente el recurso interpuesto y se confirma sentencia apelada.

Voto Belluscio: Se declara admisible el recurso interpuesto y confirma sentencia apelada. Costas por su orden.

Voto Petracchi, O’Connor: Con relación al tráfico interjurisdiccional, el art 11 CN establece: “los art de producción o
fabricación nacional o extranjera, ganados, que pasen de una provincia a la otra, serán libres de derechos de
tránsito, siendo también carruaje, buques, bestias y ningún otro derecho se les podrá imponer”, el 12 establece: “los
buques destinados de una provincia a otra, no serán obligados a entrar, anclar y pagar derechos por tránsito, sin que
ningún caso puedan concederse preferencias a un puerto respecto a otro, por medio de leyes o reglamentos de
comercio”, el 9 establece: “en nuestro territorio no habrá más aduanas que las nacionales” y el 10 “garantiza la libre
circulación en el interior del país, de todos los productos nacionales, así como la de aquellos despachados en las
aduanas exteriores”. Estas normas vedaron la posibilidad de imponer “derechos” que gravaran el tráfico
interprovincial, y tuvieran como causa o razón del tributo la exteriorización de ese hecho. Los “derechos” prohibidos
se vinculan con la categoría conceptual de “impuestos” de modo que las clausulas constitucionales imponen un
valladar para el establecimiento de tributos de esa clase al trafico interjurisdiccional, cualquiera fuese su monto,
entidad o denominación. La libertad de tránsito interjurisdiccional se impone a la nación como a las provincias, a la
una y a la otra les está prohibido establecer obstáculos. El congreso es el único facultado para reglar el tráfico
interprovincial, pero no significa que pueda franquear el límite impuesto por los art 9 a 12, afectando el tráfico
interjurisdiccional con impuestos. Se declara admisible el recurso interpuesto y se confirma sentencia apelada.

RIVADEMAR C/MUNICIPALIDAD DE ROSARIO (LEY DE COPARTICIPACION, AUTONOMIA DEL DERECHO MUNICIPAL)

En 1978, Rivademar es contratada por la Municipalidad de Rosario como pianista profesional. En 1983, es
incorporada a la planta permanente de empleados, por decreto Nº 1709 dictado conforme a lo dispuesto en el art.
133 del anexo 1 de la ley provincial de facto Nº 9286 (Estatuto del Personal de Municipalidades de la Provincia de
Santa Fe) por el cual se le imponía al Municipio admitir en forma permanente al personal contratado por más de tres
(3) meses. En 1984, el intendente en base al decreto Nº 1737 (que anula el decreto Nº 1709, y por ende el art. 133
de la ley provincial Nº 9286 y autoriza a revisar todas las incorporaciones), deja sin efecto el nombramiento.

Rivademar impugna el decreto Nº 1737 por considerarlo contrario al decreto Nº 1709 y a la ley provincial Nº 9286.

La Municipalidad de Rosario afirma que la ley provincial Nº 9286, es inconstitucional por violar los arts. 106 y 107 de
la constitución provincial, al impedir que la Municipalidad organice su personal, y que también viola el art. 5 de la
CN, al asumir la Provincia funciones que corresponden a los intereses de cada localidad, por lo que se desnaturaliza
el régimen Municipal, ya que todo lo referido al estatuto y escalafón del personal del Municipio, es facultad de la
Municipalidad y no de la Provincia.

La Corte Suprema de la Provincia de Santa Fe, dispone reincorporarla, y anula la decisión Municipal sosteniendo que
la ley Nº 9286 era constitucional, toda vez, que la Provincia podía regular el empleo público Municipal creando un
régimen uniforme.

La Municipalidad de Rosario interpone recurso extraordinario.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, revoca la sentencia recurrida, dando razón y respaldo al planteo de la
Municipalidad de Rosario, dejando sin efectos la sentencia anterior, por entender que una ley provincial no puede
privar al municipio de las atribuciones necesarias para el cumplimiento de sus fines, entre los que se encuentra la
facultad de designar y remover su personal. Afirma que los municipios son órganos de gobierno, con límites
territoriales y funcionales, y no meras delegaciones administrativas que desnaturalizarían su razón de ser, poniendo
en riesgo su existencia. Agrega que son varios los caracteres de los municipios que no están presentes en las
entidades autárquicas, entre ellos: su origen constitucional (por oposición a legal de la entidades autárquicas), lo que
impediría su supresión. Su base sociológica (población) del que carecen los entes autárquicos. La posibilidad de
legislar localmente (las resoluciones de los entes autárquicos son administrativas) comprendiendo en sus
resoluciones a todos los habitantes de su circunscripción territorial. El carácter de persona de derecho público (art.
33 del C.C.) a diferencia de los entes autárquicos que son contingentes. La posibilidad de que los Municipios puedan
crear entidades autárquicas, lo que obliga a reconocerlos como autónomos. La elección popular de sus autoridades,
inconcebibles en las entidades autárquicas.

FALLO FILCROSA (INTERPRETACION DE LA NORMA)

La Municipalidad de Avellaneda promovió un incidente de verificación en la quiebra de FILCROSA S.A., insinuando un


crédito que mantenía en contra de la fallida por tasas municipales. La Sindicatura, al contestar el traslado respectivo,
opuso la defensa de prescripción con sustento en lo establecido en el art. 4027, inc. 3°, del Código Civil (prescripción
quinquenal (5 años)). Tanto el juez de la quiebra como la Cámara Nacional en lo Comercial rechazaron dicha defensa,
por considerar que la prescripción de los tributos municipales se rige por lo dispuesto en las normas locales, sin que
resulten aplicables las disposiciones del Código Civil, porque la reglamentación de gravámenes constituye una
facultad privativa de las provincias no delegadas al gobierno federal.

Interposición del recurso extraordinario por parte de la Sindicatura, la denegación originó la queja.

El Fiscal de Cámara sostuvo que, en la prescripción de los tributos locales rige lo dispuesto por las normas
provinciales y municipales, sin que resulte aplicable el art. 4027 inc. 3 del Código Civil, ya que la reglamentación
relativa a impuestos locales es una facultad de las provincias y de sus comunas, no delegada al Estado Nacional.

La empresa interpuso recurso extraordinario expresando que la regulación de la prescripción liberatoria es


competencia exclusiva de la Nación, por lo cual las provincias como los municipios deben ajustarse a las
disposiciones del Código Civil. El desconocimiento de tales normas por parte de las jurisdicciones locales, implica una
cuestión federal, ya que conlleva un apartamiento de lo dispuesto por los arts. 75, inc. 12 y 126 de la Carta Magna.
De esta forma dice resulta inconstitucional la Ordenanza n 10.607 de la comuna de Avellaneda, que fijó en 10 años el
plazo de prescripción para sus tributos.

La Corte Suprema de Justicia falla a favor del criterio civilista que establece que el plazo para la prescripción en
cuestiones tributarias es de 5 años.

Votos de los Jueces del Tribunal Supremo: “La Corte en varias oportunidades, en las que declaró que las legislaciones
provinciales que reglamentaban la prescripción en forma contraria a lo dispuesto en el Código Civil eran inválidas,
pues las provincias carecen de facultades para establecer normas que importen apartarse de la aludida legislación de
fondo, incluso cuando se trata de regulaciones concernientes a materias de derecho público local”

“…la prescripción no es un instituto propio del derecho público local, sino un instituto general del derecho, lo que ha
justificado que, en ejercicio de la habilitación conferida al legislador nacional por el citado art. 75, inc. 12…”

FALLO CASA CASMMA

Conflicto entre disposiciones del Código Civil y las normas locales. Casa Casmma pide prescripción liberatoria para la
determinación y cobro de tributos locales, y lo relativo a las causales de suspensión e interrupción.

Los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con remisión al dictamen de la señora Procuradora
Fiscal, concluyen que el tema en cuestión guarda sustancial analogía con el asunto examinado en el precedente de
Filcrosa, a cuyos fundamentos remiten en cuanto fueren aplicables al caso.

SOCIEDAD ITALIANA DE BENEFICENCIA – 2003 – (INTERPRETACION DE LA NORMA)

Se llegó a una decisión opuesta a la anterior, fallando ese órgano supremo a favor de un criterio autonomista del
derecho tributario.

La Dirección General de Rentas de la Ciudad de Buenos Aires determinó de oficio el monto adeudado por la Sociedad
Italiana de Beneficencia en concepto de impuesto a los ingresos brutos correspondiente al período fiscal 1988.

La Sociedad Italiana alega a su favor el plazo de prescripción quinquenal dispuesto por el art. 4027 inc. 3 del Código
Civil, mientras que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires alega el plazo de prescripción decenal contemplado en
la legislación local.

Los fundamentos plasmados en el fallo a favor del criterio autonomista: “La reforma constitucional de 1994 consagró
la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, confiriéndole facultades propias de legislación, con la única limitación
derivada de las disposiciones de una ley de garantías de los intereses del Estado Nacional (art. 129). Dicha ley 24.588,
previó expresamente que la Ciudad tendrá facultades propias de jurisdicción en materia tributaria local (art. 8).”

“De lo expuesto se infiere que la Ciudad de Buenos Aires goza y ejerce facultades tributarias propias, como las
provincias junto a las que integra el sistema federal argentino y con las que concurre en el régimen de
coparticipación previsto en el art. 75 inc. 2°, de la Constitución Nacional. Aun cuando se intentara adoptar una
postura restrictiva de la autonomía, ella no encontraría sustento ni en la ley 24.588 que, reconoce expresamente el
ejercicio por los órganos del gobierno local de las facultades tributarias a las que alude.”
FALLO MUNICIPALIDAD DE ROSARIO C/SANTA FE (AUTONOMIA DEL DERECHO MUNICIPAL)

La Municipalidad de Rosario, solicita la declaración de inconstitucionalidad de las leyes y decretos provinciales que
originaron la creación del F.A.E. (Fondo de Asistencia Educativa), por lo cual se obliga a cada Municipio a destinar un
mínimo del 10 % de sus rentas anuales, que serán administradas por una comisión especial y se destinarán a
construir, ampliar y mantener los establecimientos educativos de la propiedad Provincial, Municipal y comunal.

La Municipalidad, funda el pedido de inconstitucionalidad sosteniendo que la Provincia desconoce el art. 5 de la C.N;
al imponerles compulsivamente a los Municipios el porcentaje de sus rentas que deben destinar al F.A.E;
impidiéndole la libre administración y disposición de sus recursos, que de aceptarse podrían ocasionarse otras
imposiciones que vaciarían financiarieramente al sistema comunal.

Agrega que cuando la C.N; le impone a las Provincias asegurar el régimen Municipal, ello implica dotar a los
Municipios de personalidad jurídica, y otorgarles atribuciones de gobierno y administración propia. Además, en
refuerzo de su postura cita el fallo Rivademar.

La Provincia de Santa Fe discrepa con la interpretación constitucional realizada por la Municipalidad de Rosario, y
afirma que según la constitución provincial los Municipios son entidades autárquicas, con base territorial y con la
competencia que le asignan las leyes provinciales. Por tanto, no se estaría lesionando su autarquía.

También cuestiona la interpretación de fallo Rivademar, y descarta que el Municipio se encuentre imposibilitado de
atender sus funciones como consecuencia del aporte, dado el gran comportamiento económico financiero del
Municipio.

La CSJN, por voto mayoritario, rechaza la demanda de la actora, sosteniendo que si bien la C.N; ordena a las
Provincias establecer un régimen Municipal, no le establece un régimen económico financiero a los Municipios,
cuestión que queda en la órbita de sus facultades por los arts.104, 105, 106. Es decir, las facultades municipales
surgen de las constituciones y leyes provinciales. Sosteniendo que la actora sólo invoco el peligro de subsistencia
como Comuna, pero no probó el gravamen en el caso concreto, cuestión insuficiente para declarar la
inconstitucionalidad de una norma.

El voto minoritario, se remite al fallo Rivademar, sosteniendo que las Municipalidades son autónomas, y que el art. 5
de la C.N; determina que estén dotadas de atribuciones necesarias para su cometido. De admitirse la injerencia
Provincial, se violaría ésta norma.

MIRACLE MILE S.A C/ DGI (PRINCIPIO DE REALIDAD ECONOMICA)

La empresa Miracle hace una disminución de su materia imponible mediante una simulación en los que se ven en
juego los art 1 y 2 de la ley 11863 (realidad económica) usada por el fisco para revelar a los contribuyentes que
falsean sus operaciones para pagar menos impuestos.

La actora había consignado en la declaración jurada del impuesto a su cargo un monto inferior al que correspondía
por la venta de los inmuebles de Paseo Recoleta. Para deducir esto el organismo fiscal verificó que el 25 de
septiembre de 1997, Miracle vendió los inmuebles a un precio de 4.700.000 de dólares a María Claudia Alonso –
cónyuge del presidente y socio mayoritario de la sociedad – quien los revendió a Village Cinemas a un precio de
18.000.000 de dólares.

El principio de realidad económica dice que para determinar la verdadera naturaleza del hecho imponible se
atenderá a los actos, situaciones y relaciones económicas que realicen, persigan o establezcan los contribuyentes.

La sala III de la cámara nacional de apelaciones en lo contencioso administrativo federal resolvió admitir los agravios
del fisco, para revocar la sentencia del tribunal fiscal por la que se determinó de oficio la obligación tributaria del
contribuyente frente al impuesto a las ganancias por el periodo de 1997 más intereses.
Para llegar a esta conclusión, el tribunal detecto que la empresa disminuyo su materia imponible simulando una
venta, en la que el precio no concordaba con el real del inmueble (primer y segunda venta), debido a esto el alto
tribunal descalificó la primera venta por ser simulado y tomo como precio real la segunda operación para estimar el
impuesto a las ganancias.

PARKE DAVIS Y CÍA S.A C/FISCO NACIONAL (PRINCIPIO DE REALIDAD ECONOMICA)

Parke Davis y cía de Argentina en su balance intenta deducir un monto aduciendo que correspondía a regalías
convenidas por un servicio y uso de fórmulas que debieron abonarse a Parke Davis de Detroit, siendo esta la
sociedad titular del 99,95% del total de las acciones de la sociedad argentina. La dirección general impositiva a través
de una resolución del 28 de mayo de 1968 determinó de oficio diferencias impositivas a favor del fisco por Parke
Davis Argentina por $39.484.811, en concepto de impuesto a los réditos, $6.820.472 por impuesto de emergencia y
$6.575.434 por impuesto sustitutivo de gravamen a la transmisión gratuita de bienes. La sala en lo contencioso
administrativo 2 de la Excma, cámara nacional de apelaciones en lo federal confirmó la sentencia del tribunal fiscal
de la nación que, por mayoría, había confirmado a su vez las resoluciones de la dirección general impositiva.

La actora objeta transcribiendo el voto de la minoría en el fallo del tribunal fiscal y sostiene: que la DGI no le
reconozca a Parke Davis Argentina S.A.I.C como gastos las regalías pactadas con Parke Davis Detroit por servicios y
usos de fórmulas acreditadas a nombre de ésta. Que la existencia de un co-interes entre titular de derecho y
concesionario no puede privar de efectos propios a los contratos de regalía previstos en la legislación impositiva,
citándose el fallo “La Petit S.A química industrial y comercial sobre apelación impuesto a los réditos”. Que la
sentencia recurrida había violado la garantía de legalidad (art 4, 17 y 19 de la Constitución) y de igualdad (art 16), al
desconocerse normas que admiten la distinta personalidad impositiva entre sociedades de capital y accionistas.

Resolución: la corte tiene en cuenta la existencia de dos sociedades diferenciadas desde el punto de vista del
derecho privado pero unificadas económicamente (11 y 12 de la ley 11683) reconociendo preeminencia a la
situación económica real, con prescindencia de las estructuras jurídicas utilizadas, que pueden ser inadecuadas o no
responder a la realidad económica que subyace detrás de la persona jurídica. En el caso hay un socio mayoritario
que posee casi la totalidad del capital, que es al mismo tiempo el que ha proporcionado las patentes, marcas,
inventos o procedimientos registrados y además se beneficiaría en la misma medida con el pago de regalías
consiguientes. Por lo tanto, en la diferenciación de sociedades la Corte atiende al principio de realidad económica de
la ley 11683, no se puede evitar el hecho de que entre las empresas existe unidad económica y comunidad de
intereses. La extranjera posee 99,95% de las acciones de la argentina, por lo que resulta beneficiada de las regalías
que la sociedad argentina pretenda pagarle, evadiendo el tributo. “esa relación de subordinación no suprime la
personalidad jurídica de la sociedad dependiente, pero tampoco anula su capacidad jurídico tributaria”. En cuanto a
la privación de efectos de un contrato, la corte define el término al decir que es un acto jurídico bilateral y
patrimonial, en el cual están presentes dos partes, que formulan una declaración de voluntad común con directa
atinencia a relaciones patrimoniales y que se traduce en crear, conservar, modificar, transmitir o extinguir
obligaciones. Por lo tanto, en el presente caso no se configura el instituto ya que, en primer lugar, no hay acreedor y
deudor sino intereses concurrentes. No cabe hablar de “autonomía de la voluntad” cuando una sociedad depende
realmente de la otra. En cuanto a la distinción de personalidades, la Corte dice que al no haber independencia real, y
al ser una sociedad dueña de casi todo el capital social de la otra, no se habla en términos de realidad, de dos
personas jurídicas separadas. Confirma la sentencia apelada.

LIBERTY – 1956

La cuestión trata sobre una ley impositiva de la provincia que pretende gravar la transmisión gratuita de las
participaciones que el causante tenía en 3 sociedades con sede en capital y bienes en provincia.

Legislación aplicable: ley local 5056 art 116 inc. b “están sujetas al gravamen de las transmisiones a título gratuito de
las participaciones en sociedades (…) con bienes en provincia (…) sin tener en cuenta el domicilio de la entidad”.
Constitución artículos 31, 67 inc. 11 y 108. Código civil art 1702 a 1704 y 1711. Código de comercio, concordantes.

Procurador general: remite a fallos en los que la corte se expidió acerca de cuestiones análogas y entiende que debe
ser acogido en sentido favorable a las pretensiones del apelante. Debe revocarse el fallo.

Fallo: se revoca la sentencia.


Argumentos de la mayoría: En precedentes de la corte se entendió que la transmisión es regida por la ley impositiva
del domicilio del acreedor, la del estado en donde la transmisión se opera. Se trata de un crédito en el que coincide
el domicilio del acreedor con el lugar donde se debe pagar, por lo que está bajo jurisdicción de ese lugar y solo el
estado que la ejerce puede gravar el bien. Las leyes impositivas no pueden gravar bienes existentes fuera de sus
límites de jurisdicción. El haber imponible es un crédito con emplazamiento jurídico fuera de la jurisdicción política
en la que rige el tributo que se quiere aplicar, con lo que faltaría la relación directa e inmediata del haber
corporizado que se hace tributar con el impuesto a la herencia. La corte entiende la inconstitucionalidad el gravamen
por el principio de prelación de normas, viéndose afectadas las normas constitucionales y del código civil.

Disidencia: Debe confirmarse la sentencia recurrida. Las provincias conservan todo el poder no delegado al gobierno
federal. Las únicas contribuciones dejadas en manos de este son los derechos aduaneros y rentas de los correos. Las
provincias tienen un derecho indisputable de gravar con impuestos todas las cosas que incorporadas a la propiedad
común de los habitantes, forman parte de su riqueza general. El hecho de que las provincias hayan delegado en la
nación la facultad de dictar códigos de fondo no permite deducir la voluntad de aceptar limitaciones a su potestad
impositiva que resultan de preceptos del código civil, este no es limitativo del derecho público ni del subsidiario de
este. Cabe la posibilidad de que los bienes a transmitir sean así objeto de más de una imposición por parte de la
nación, y de la provincia o de más de una provincia, pero la inconveniencia del resultado práctico no se resuelve
negando a cualquiera de las jurisdicciones el ejercicio de una facultad que les pertenece por la vía de convenios.

Principio de prelación de las normas: la corte analiza la inconstitucionalidad de un punto de vista directo y otro
indirecto. La infracción directa a la ley principal consiste en una afectación directamente a una norma principal como
en este caso se ve afectado el art 31 de la constitución vigente, donde establece que las provincias están obligadas a
conformarse a las leyes nacionales como son los códigos de fondo. Analiza la infracción de forma indirecta,
considerando que afecta a leyes propias del congreso las cuales tienen jerarquía superior dada por la constitución,
como pasa en este caso que la ley fiscal contradice el art 2508 del código civil vigente al momento, diciendo que el
cobro del impuesto admitiría la coexistencia de dominio entre la sociedad y sus socios para con el patrimonio de
esta, y también asimilaría la sociedad a condominio, lo cual contraria a la norma en el art 1702 del código.

KELLOGG Co. Argentina, S.A – 26/02/1985

La cámara nacional en lo contencioso administrativo federal confirmo la decisión del tribunal fiscal de la nación que
no hizo lugar a la solicitud de la firma KELLOGG S.A de que se dejaran sin efecto las resoluciones de la DGI por las que
se había determinado su obligación tributaria frente al impuesto a los réditos del 70, 71 y 72. Impuestos especial a la
regularización impositiva y el impuesto sustitutivo del gravamen a la transmisión gratuita de bienes.

Kellogg en su declaración jurada dedujo importe por regalías, intereses de préstamos y contraprestaciones cuyo
acreedor es la casa matriz KELLOGG Co. EEUU. Además, cargo a Kellogg Sales sucursal Argentina idénticos importes y
conceptos que los correspondientes a aquellas deducciones. Con respecto al impuesto de regularización impositiva
compenso las rentas omitidas con saldos a su favor. Con relación al impuesto sustantivo del gravamen a la
transmisión gratuita de bienes incluyó en su pasivo computable las deudas que mantenía con Kellogg Co EEUU.

La materia del litigio quedo circunscripta a determinar la procedencia de cargos que aquella efectuara a Kellogg
Sales.

El fundamento del fisco no admite que la sociedad esté constituida en forma independiente en su casa matriz
norteamericana, al estimar que ambas integran un conjunto económico en tanto que en el orden interno, Kellogg
Sales, no acepta igual configuración jurídico tributaria al disponer que las relaciones que aquella mantiene con la
apelante se rigen por la teoría del operador independiente.

La actora pretende que se le dispense un tratamiento impositivo uniforme tanto en sus relaciones extraterritoriales
como en las que se producen en el ámbito de argentina, sobre la base de que formaba parte de un conjunto
societario inescindible.

La cuestión sustancial es si resulta admisible que liquide sus impuestos sobre la base de considerarse incluida en un
conjunto económico interno e internacional, integrado en nuestro territorio por otra sociedad anónima de la que la
recurrente aparece formalmente diferenciada.
Las interpretaciones de las disposiciones de las leyes impositivas se atenderán al fin de la misma y a su significación
económica. “para determinar la naturaleza del hecho imponible se atenderá a los actos, situaciones y relaciones
económicas que efectivamente realicen, persigan o establezcan los contribuyentes configurándose la intención legal
del precepto en los párrafos siguientes”

El proceder de la actora, que reformulo sus declaraciones juradas por los impuestos cuestionados conforme a la
teoría del conjunto económico, como consecuencia de la actitud del fisco que le impuso dicho temperamento en su
relación con la casa matriz del exterior, tiene derecho a igual tratamiento en el ámbito interno respecto de la otra
empresa Kellogg Sale con la que se halla vinculada por efecto de la reconocida existencia del conjunto.

La corte resolvió que corresponde concluir que resulta ajustado a las normas legales y principios tributarios en juego
que la actora liquide los tributos cuestionados durante los años que motivan la controversia, sobre la base
considerarse incluida en el conjunto económico interno e internacional integrado también en nuestro territorio por
Kellogg Sale.

SANATORIO OTAMENDI (PRINCIPIO DE LEGALIDAD, CONFISCATORIEDAD, DEBIDO PROCESO, CAPACIDAD


CONTRIBUTIVA, SOLVE ET REPETE)

La Cámara de Apelaciones declaró desierto el recurso de apelación contra la desestimación de la impugnación de


una deuda previsional, el apelante no había hecho el depósito previsto por los art 15 de la ley 18.820 y 12 de la ley
21.864. Se concedió un recurso extraordinario y la Corte dejó sin efecto la sentencia.

Dictamen del Procurador General de la Nación: La sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo declaró
desierto el recurso mediante el cual se impugnó el hecho de tener que depositar como exigencia para la apertura de
la instancia de la deuda, determinada por la Dirección Nacional de Recaudación Previsional, más recargos,
actualizaciones e intereses.

Para llegar a esta conclusión, los magistrados sostuvieron que como expuso la Corte, la exigencia establecida por el
art. 15 de la ley 18.820 y el 12 de la ley 21.864, no resultaba violatoria de disposiciones constitucionales ya que no se
alegó ni probó que la deuda superaba su capacidad contributiva. Agregaron que en otros casos el tribunal desestimó
planteos de invalidez similares ya que consideraron insuficientes las afirmaciones relacionadas a la imposibilidad de
efectuar la consignación cuando las defensas se realizaban en abstracto. Para los jueces, el criterio prevalecía en
materia tributaria, donde se había admitido la validez de la exigencia de pago de tributos y recargos como requisito
para acceder a la justicia, salvo montos excepcionales o falta comprobada e inculpable de los medios necesarios para
afrontar el pago.

Contra esta sentencia, se interpuso recurso extraordinario y fue concedido.

El monto de la deuda asciende los $9.000.000, lo exigido en su momento superaba los $40.000.000, ahora según la
paridad entre el peso y el austral, alcanza los $4.000. Cabría exigir como depósito sólo a efectos de acceso a la
justicia, ya que se adecúa a la interpretación literal de las normas, que establecen que el monto a consignar es el
correspondiente a la deuda fijada, más los accesorios devengados al momento de articular el recurso. Al estar
conformada esta por recargos posteriores a dicha fecha, excede a la norma. Se debe salvaguardar la garantía de
defensa en juicio.

Considerando: 1 La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo declaró desierto el recurso de apelación contra la
decisión de la Comisión Nacional de Previsión Social que desestimó la impugnación de la deuda. 2 El juez sostuvo
que el apelante no había integrado el depósito previo ni había aportado las pruebas del imposible cumplimiento en
relación a su capacidad patrimonial. 3 Los agravios al deudor habilitan la instancia extraordinaria, el no acceso a la
justicia viola el art. 18 (CN). 4 La negativa a admitir consideraciones en cuanto al monto ocasionaría un perjuicio
irreparable a la entidad asistencial, que ni vendiendo su edificio podría cumplimentar el pago. 5Se descalifica la
sentencia. Los agravios manifiestan la relación directa e inmediata entre lo decidido y las garantías constitucionales.

El procurador General declara procedente el recurso extraordinario, deja sin efecto la sentencia, deben volver las
partes al tribunal de origen para el dictamen de un nuevo pronunciamiento.

MICROOMNIBUS BARRANCAS DE BELGRANO – 1989 –


La empresa contrajo una deuda por no realizar los aportes de seguridad social a sus empleados. Mediante una
resolución, la comisión nacional de previsión social exige el pago.

La empresa presentó un recurso de apelación ante la cámara nacional de apelaciones del trabajo, el cual la declaro
desierta, contra la comisión nacional de previsión social. La comisión fundo su decisión en las leyes 18820 y 21864
que establecen la obligación de depositar el importe de la deuda resultante de la resolución administrativa, como
requisito previo antes de presentar el recurso ante la justicia del trabajo. La empresa interpuso un recurso
extraordinario ante la Corte, donde sostiene que las disposiciones legales aplican el solve et repete, son contrarias al
art 8 inc. 1 del Pacto San José de Costa Rica que establece: “toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal competente, independientemente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o
para determinación de sus derechos y obligaciones del orden civil, laboral, fiscal, o de otro carácter”. Dicho pacto
(norma operativa que no necesita reglamentación, es directamente aplicable por los órganos jurisdiccionales).

Sentencia: resalta el carácter de la norma operativa de los tratados internacionales, dependiendo de si son o no
adoptados por el ordenamiento jurídico de dicho país. Las leyes impugnadas 18820 y 21864 no son violatorias del art
8 inc. 1 del pacto. Determinó que el apelante no había demostrado que debido al excesivo monto del depósito le
fuera imposible pagar. Hizo lugar a la queja en lo relativo a la procedencia formal del remedio federal y la desestimo
en cuanto a la arbitrariedad invocada.

BROCCHIERO/IMPUESTO A LOS REDITOS Y DE EMERGENCIA (LEGALIDAD, IGUALDAD, RAZONABILIDAD)

Un contribuyente con derecho a una franquicia impositiva, omite primero su computación y luego la hace valer en su
favor mediante la presentación de una declaración jurada, repitiendo el impuesto (acción de repetición) como
consecuencia de la omisión.

Agravios: Si bien la R.G 920 había fijado un término de caducidad al 31/8/63 para presentar declaraciones juradas
rectificativas, ello modificaría (al ser una norma reglamentaria) el art 53 de la ley 11683, que establece que la acción
de repetición de impuestos prescribe por el transcurso de 5 años. Basándose en el principio de legalidad (19 y 99 inc.
1, 2 y 3 CN), no se autoriza al poder ejecutivo, ni a órganos jerárquicamente dependientes del mismo, como la
dirección general impositiva, a alterar su espíritu con excepciones reglamentarias, al tiempo de ejercer sus
facultades propias. Contra la sentencia de la cámara nacional de apelaciones en lo federal, en la parte que revoca la
dictada por el tribunal fiscal de la nación, el fisco nacional articula recurso extraordinario, que es precedente.

El fisco aduce que el plazo fijado por la resolución general en cuestión alcanza a todos los contribuyentes
beneficiarios de la franquicia, toda vez que, la discriminación efectuada por la sentencia afecta el principio de
igualdad (16 CN). De lo que sigue que el plazo acordado venció, así como también que “teniendo en cuenta que
recién en el 64 el contribuyente pretende la deducción, resulta obvio que su derecho ya había fenecido, caducado,
extinguido”.

Resolución de la corte: que no asiste razón al fisco recurrente. Si bien es cierto que el principio de legalidad alcanza
satisfacción bastante toda vez que la política legislativa hay asido definida, ella no autoriza al poder ejecutiva ni a
órganos dependientes del mismo, como la DGI, a alterar su espíritu con excepciones reglamentarias, al tiempo de
ejercer sus facultades propias, como señala a fs. 42 y 43 vta. el contribuyente al impugnar lo resuelto por la DGI. Que
en tales condiciones, no cabe razonablemente interpretar que la resolución general 920 haya fijado el termino de
caducidad al 31/8/63, vendría a modificar, el art 53 de la ley 11683 que establece que la acción de repetición de
impuestos prescribe por el transcurso de 5 años.

Procurador general: confirma la sentencia apelada.

EVES ARGENTINA – 14/10/93 (LEGALIDAD, TRIBUTO, RESERVA)

Una empresa dedicada a tareas de intermediación de servicios de hotelería, restaurante, etc. fue considerada de
oficio por la DGI sujeto pasivo frente al impuesto al valor agregado correspondiente a ejercicios fiscales. El fisco
interpuso recurso extraordinario.

Primera instancia: la cámara nacional de apelaciones en lo contencioso administrativo federal revocó la decisión del
tribunal fiscal que había confirmado la resolución y declaro inconstitucionalidad del decreto reglamentario de la
norma tributaria, ya que había extendido en forma analógica los supuestos taxativamente en la ley señalada
considerando la actividad que desarrolla la actora.

Corte: Declara procedente el recurso extraordinario y por mayoría confirma la sentencia recurrida.

Desarrollo: el art 3 de la ley 20631 encuentra alcanzadas por el impuesto al valor agregado, “las locaciones y
prestaciones de servicio establecidas en este art, y el art 4 dice que son sujetos pasivos los locadores cuando la
locación se encuentre agravada. Corresponde dilucidar si resultan alcanzados por el tributo quienes, actuando en
nombre propio, intermedian entre quienes efectivamente prestan la locación de obras o servicios y aquellos que
reciben la prestación. En efecto, cuando el legislador ha considerado pertinente gravar la actividad de
intermediación, lo ha señalado en la ley y que cualquier extensión analógica, aun por vía reglamentaria, se exhibe en
pugna con el principio de legalidad del tributo y no cabe aceptar la analogía en interpretación de normas tributarias
materiales para extender el derecho imponer obligaciones más allá de lo previsto por el legislador en el sentido de
que, atendiendo a la naturaleza de las obligaciones fiscales, rige el principio de reserva o legalidad. Ninguna carga
tributaria puede ser exigible sin la preexistencia de una disposición legal y recaudos constitucionales, esto es creado
por el único poder del estado investido de tales atribuciones. No cabe obviar que la solución alcanzada consulta que
el rol intermediario no cuenta con medios propios para lograr la efectiva prestación del servicio y que su rol tiende a
la satisfacción de los requerimientos de oferta y demanda.

Disidencia de Barra: no se advierte que el poder ejecutivo, al sancionar el decreto sub examine se haya excedido en
su potestad reglamentaria, toda vez que su texto no hace sino especificar una de las modalidades que puede asumir
la prestación de servicios previamente gravada en la ley, por lo que, la alegada violación del principio de legalidad, y
en consecuencia la inconstitucionalidad decretara por el tribunal a quo, no es admisible.

La finalidad del legislador al dictar la ley 20631 fue la de crear un impuesto destinado a gravar cada una de las etapas
del ciclo económico, pero solamente sobre el valor agregado por cada una de ellas.

VIDEO CLUB DREAMS C/ INSTITUTO NACIONAL DE CINEMATOGRAFIA (LEGALIDAD)

La ley 17741 establece un impuesto equivalente al 10% del precio básico de todo boleto entregado para presenciar
espectáculos cinematográficos en todo el país, y cualquiera sea el ámbito donde se efectúen. El PEN, por medio de 2
DNU, alegando crisis terminal del cine nacional y necesidad de preservar la fuente cultural, extendió la aplicación de
dicha norma a la venta o locación de todo tipo de videograma grabado, destinado a su exhibición pública o privada y
a todo tipo de película exhibida a través de canales de televisión abierta o cable, en video bares o cualquier otro tipo
de local. El actor fue intimado por el instituto nacional de cinematografía para que proceda a regularizar su mora en
el pago del impuesto. Interpuso amparo alegando inconstitucionalidad de ambos decretos, pero lo hizo luego de
inscribirse en el registro especial creado a este fin y de efectuar un único pago del impuesto. El tribunal de primer
instancia hizo lugar al amparo fundamentando vulneración de legalidad tributaria (los tributos sólo pueden crearse
por ley).

Resolución: en primera instancia se hizo lugar al amparo por vulneración de legalidad tributaria, la cámara confirmo
el fallo de primera instancia. La corte confirmo la sentencia. Reitero la doctrina obiter dictum, que bajo ninguna
circunstancia puede ceder el principio de legalidad tributaria. Los decretos son inconstitucionales porque crean un
hecho imponible distinto al determinado en la ley. Disidencia parcial de Moline O’ Connor: el principio de reserva de
la ley tributaria, de rango constitucional y propio de un estado de derecho, solo admite que una norma jurídica con
naturaleza de ley formal tipifique el hecho que se considera imponible y constituirá la posterior causa de obligación
tributaria.

UNANUE C/ MUNICIPALIDAD DE LA CAPITAL S/ DEVOLUCION DE IMPUESTOS (IGUALDAD)

La parte actora solicita la devolución de lo pagado en concepto de impuesto, surgido de una ordenanza por parte de
la municipalidad de la capital que gravaba solo a caballos usados para carreras profesionales. El monto del impuesto
era de $100 por caballo, por lo que el monto general reclamado era de $3500.

Primera instancia: Unanue solicita la inconstitucionalidad de la ordenanza por varias razones: 1 solo el congreso
tiene la potestad impositiva para legislar dentro de la jurisdicción de capital federal 2 la ordenanza era arbitraria y no
respetaba el principio de igualdad, ya que solo alcanzaba a caballos de carrera, excluyendo los de uso común.
La solicitud fue rechazada en primera instancia y en cámara, fue elevada a la corte suprema: 1 no determino la
invalidez constitucional de la ordenanza, ya que la misma es sometida a interpretación y solo puede ser tratada por
la corte en caso que vulneren o se relacionen a cuestiones de la constitución. 2 en cuanto a la violación de principio
de igualdad, en situaciones análogas deben imponerse gravámenes idénticos, por lo que la ordenanza no es
inconstitucional ya que grava con una base uniforme a todos los locales de studs que se encargan del cuidado y
mantenimiento de caballos de carreras. Confirmo la sentencia.

DIAZ VELEZ C/PROVINCIA DE BUENOS AIRES (IGUALDAD)

Se plantea la constitucionalidad de un tributo basado en ley que establecía distintas tasas según el valor de la
propiedad, proponía una escala progresiva de 5 a 8 por mil según aumentara el valor de la propiedad raíz sobre la
escala de dicho gravamen.

Actora: sostiene que el sistema tributario implantado es contrario a la garantía del art 16 CN, que establece que la
igualdad es la base del impuesto y las cargas públicas, aludiendo que la progresión del tributo quebranta la igualdad.

Demandada: el concepto de igualdad de la CN ya fue definido por la corte en diversos fallos y cita que el art 16 debe
completarse con el 4 y 67 inc. 2 y 16. La garantía del art 16 es el derecho a que no se establezcan excepciones o
privilegios que excluyan a unos de los que se concede a otros en iguales circunstancias: la verdadera igualdad
consiste en aplicar la ley en los casos ocurrentes según diferencias constitutivas de ellos. Agrega que la progresión en
materia impositiva no excluye a la igualdad ni a la proporcionalidad ni a la uniformidad, y que la provincia no
abandona su derecho a imponer contribuciones dentro de su jurisdicción territorial con fin gubernativo y de bien
común.

Corte: los impuestos proporcionales tanto como los progresivos son aceptados por las finanzas públicas, las
provincias tienen facultad de crear tributos en ejercicio no delegado a la nación, el principio del art 16 no se propone
sancionar en materia de impuestos, un sistema ni regla determinados por el cual todos los habitantes o propietarios
del estado deban contribuir con una cuota igual al sostenimiento del estado, sino solamente establecer que en
condiciones análogas se impongan gravámenes idénticos a los contribuyentes. No es inconstitucional el impuesto
progresivo, según la proporcionalidad del art 4, está referida a la población y no a la riqueza o capital. Al propiciar
una progresión limitada se encuentra en el marco de la equidad, no es confiscatorio. El impuesto es considerado
instrumento político económico que regula y fomenta la riqueza del país apreciando la facultad de los
contribuyentes para soportar cargas sociales y que el gravamen progresivo ha sido adoptado por la mayor parte de
las naciones. El impuesto a la valuación de la provincia no es contrario a la CN.

BERTELLOTTI – 20/04/1992 – (REALIDAD ECONOMICA, LEGALIDAD)

El actor se dedicaba a elaborar planos de arquitectura, mediante el recurso de apelación, buscaba obtener la
revocación de la resolución de la DGI, que impugnó sus declaraciones juradas del impuesto al valor agregado de los
ejercicios fiscales del 77 al 80, determinado de oficio la materia imponible y lo intimaba al ingreso de las diferencias
liquidadas en concepto de impuestos, accesorios y multas.

El tribunal fiscal hace lugar a la demanda. La cámara nacional de apelaciones en lo contencioso administrativo
confirma la sentencia. El fisco interpone nuevo recurso extraordinario, se le concede. La corte suprema por
unanimidad, confirma la sentencia de la instancia anterior.

La cuestión controvertida era establecer si la actividad a la que se dedicaba el actor es alcanzada por el impuesto al
valor agregado, previsto y normado en la ley 20631. En ningún art se menciona, y en el 26 de dicha ley se establecen
exenciones del impuesto, donde se remite a una nomenclatura que determina que los planos de arquitectura
estaban exentos del impuesto. Lo que pretendía la DGI era asimilar la elaboración de planos a otras actividades del
art 3 de dicha ley, es decir, usar la analogía con respecto a distintas actividades. Para descartar esa postura, la corte
aplica el principio de realidad económica, estableciendo conceptualmente que era específicamente un plano de
arquitectura, y así demostrar que no era compatible para ser asimilada a otras actividades que si estaban gravadas
(q8e no eran análogas las actividades). Como conclusión, la corte establece que la actividad en cuestión no estaba
gravada por el impuesto al valor agregado, por no cumplirse con los presupuestos de hecho previstos en la norma
legal tributaria. En el considerando 8 la corte expresa: no cabe aceptar analogía en la interpretación de normas
tributarias materiales, para extender el derecho más allá de lo previsto por el legislador, a lo que agrega, ni para
imponer una obligación, habida cuenta de la reiterada doctrina en el sentido de que, atendiendo a la naturaleza, las
obligaciones fiscales, rige el principio de reserva o legalidad. La corte establece la prohibición de usar la analogía en
materia tributaria, está relacionado con la necesidad que tiene le estado de prescribir los gravámenes y exenciones,
permitiéndole a los contribuyentes ajustar su conducta fiscal en materia tributaria.

SELCRO C/JEFATURA DE GABINETE (RESERVA DE LEY)

La cámara hace lugar a una acción de amparo pedida por Selcro S.A y se declara inconstitucional el segundo párrafo
del artículo 59 de la ley 25237, en cuanto se delega al poder ejecutivo la facultad de establecer los valores para
determinar tasas a percibir por la inspección general de justicia. Selcro interpuso un recurso extraordinario ante la
corte, fue concedido al entender que se encuentra discutida la constitucionalidad de normas federales, y por otra
parte, se rechazan los agravios referentes a procedencia de la vía del amparo. El juez se fundó el principio de reserva
de ley que impera en las materias impugnadas y que no pueden admitirse por lo establecido en el art 76 CN, en
donde se autoriza como excepción bajo determinadas condiciones la delegación legislativa en el poder ejecutivo. El
tribunal dejo claramente establecido que respecto de esa clase de tributos rige el principio de reserva de ley. La
jurisprudencia de corte resulta categórica en cuento a que los principios y preceptos constitucionales prohíben a
otro poder que el legislativo el establecimiento de impuestos, contribuciones y tasas, dejando en claro así que
ninguna carga tributaria puede ser exigible sin la preexistencia de una disposición legal encuadrada dentro de los
preceptos y recaudos constitucionales creada por el único poder del estado investido en tales atribuciones. Ni un
decreto del poder ejecutivo, ni una decisión del jefe de gabinete de ministros pueden ser válidamente una carga
tributaria, ni definir o modificar sin sustento legal los elementos esenciales de un tributo. El poder ejecutivo
estableció mediante decreto las tasas que debía percibir la inspección general de justicia por los servicios prestados
en el ejercicio de las funciones y facultades de la ley 22315 y su decreto reglamentario 1493/82, es decir, por la
inscripción de sus actos constitutivos de poderes, actos o documentos por otras prestaciones, entre otros.
Determino las sanciones que acarrea la falta de pago. Se ratificó la vigencia del decreto 67/96 pero solo hasta la
fecha de promulgación de la jefatura de gabinete de ministros mediante la facultad de fijar los valores o en su caso
escalas a aplicar para determinar el importe de dichas tasas, como también determinar procedimientos para su pago
y sanciones a aplicar por incumplimiento. La corte confirma sentencia.

GÓMEZ ALZAGA C/PROVINCIA DE BUENOS AIRES (NO CONFISCATORIEDAD, CAPACIDAD CONTRIBUTIVA)

El sistema tributario al que se encuentra sometido Gómez Alzaga, le parece confiscatorio. Él es propietario de 3
campos en buenos aires, pertenecientes a distintas jurisdicciones. Abonó en concepto de impuestos a los capitales
entre el 89 y el 90 sumas millonarias que aumentaron desproporcionalmente, a su entender sin fundamento. En
consecuencia, por falta de fondos solo pudo realizar pagos parciales.

Actora: varias leyes de distintas jurisdicciones consideradas individualmente no resultan inconstitucionales por la
confiscatoriedad del tributo que crea, pero aplicadas globalmente le produjo una perdida global y efectiva. Sostiene
que los impuestos nacionales y provinciales han consumido la totalidad de las ganancias, así mismo no se tuvo en
cuenta su capacidad contributiva. Solicita la reducción de los tributos, declaración de inconstitucionalidad de los
tributos no pagados y acción de repetición sobre los ya abonados. Se violan los art 4, 6, 28, 31, 67 de la CN del 83 y
105 y 106 del código fiscal de buenos aires.

Demandada: Sostiene la improcedencia de la acción declarativa, la inconstitucionalidad planteada es extemporánea


ya que había efectuado los pagos parciales de impuestos que ahora impugna. La confiscatoriedad debe apreciarse
con relación al valor del inmueble, quantum del impuesto y producto o productividad normal o posible de la
explotación. La actora no demuestra el valor real de la propiedad y sobre ese valor que los valores sean
confiscatorios. Para considerar confiscatorio un impuesto debe considerarse su alícuota o monto. Agravio
constitucional debe ser claro o suficiente.

Corte: Debe producirse una absorción sustancial de renta o capital sobre el valor real del inmueble y no sobre la
valuación fiscal. Se debe considerar la capacidad contributiva potencial. Se resuelve por la no confiscatoriedad,
rechaza demanda.

CANDY C/AFIP (NO CONFISCATORIEDAD, IGUALDAD, CAPACIDAD CONTRIBUTIVA, RAZONABILIDAD

Se hizo lugar al amparo en primera instancia.


Se declaró inconstitucionalidad del art 39 de la ley 24073, del 41 de la 25561, del decreto 214/02 y de toda otra
norma legal o reglamentaria de cualquier órgano estatal nacional, en tanto y cuanto impiden a la actora aplicar el
ajuste por inflación impositivo en su declaración jurada del impuesto a las ganancias correspondiente al ejercicio
fiscal de 11/01 al 31/12 del 2002.

Ordenó a la AFIP-DGI recibir la liquidación del impuesto correspondiente al ejercicio fiscal entre el 11/01 y 31/12 de
2002.

Hechos: el art 39 de la 24073 estableció un límite a la actualización de valores en la base imponible del impuesto a
las ganancias, fijando los vigentes a marzo de 1992. Durante la etapa de convertibilidad con estabilidad monetaria y
de precios, el ajuste por inflación impositivo era ilegal e innecesario. Adujo que la falta de aplicación del ajuste
provoca una situación que hace que la actora “deba responder, ya no con ganancias sino con el patrimonio que
implica una grave afectación al derecho de propiedad garantizado por la CN y Pacto de San José y constituye una
violación a los principios elementales que hacen a la materia impositiva, esto es, la no confiscatoriedad, igualdad,
capacidad contributiva y razonabilidad”.

En segunda instancia la cámara federal de apelaciones confirmó la sentencia de la instancia anterior.

El juez expreso que el país atravesó una situación de emergencia que obligo al estado a arbitrar los medios
económicos necesarios para superarla, pero sin menoscabar por ello los derechos de particulares. Las circunstancias
que habilitaron al legislador a suspender el ajuste por inflación impositivo a partir de 1991 desaparecieron tras la
pérdida de estabilidad económica.

Demandada: interpone recurso extraordinario.

Actora: sus bienes de cambio se valúan según valores corrientes, por lo que la falta de reconocimiento del
componente inflacionario en su tasación por parte de autoridades podría llevar a gravar una utilidad ficticia y afectar
capital mismo de la empresa.

Demandada: la sentencia era arbitraria ya que el cauce procesal de la actora no era el correcto para tratar una
inconstitucionalidad. El contribuyente debió haber realizado sus declaraciones juradas con la corrección pretendida,
y tras un procedimiento determinado de oficio, plantear la cuestión por la vía del art 76 (recursos de reconsideración
o apelación) de la ley de procedimiento tributario. El pronunciamiento resulta lesivo de principio de igualdad en
materia tributaria, ya que crea una excepción al aplicar la ley a favor del amparista, frente a quienes han pagado el
impuesto como manda la ley. Sobre el alcance confiscatorio indicó que se trata de una cuestión de hecho y prueba
que no ha sido demostrada ni tratada como corresponde, que el peritaje no se expidió sobre la supuesta
confiscatoriedad de la liquidación del gravamen.

El juez concede el recurso extraordinario en cuanto a la interpretación de leyes federales.

La prohibición de emplear el mecanismo de ajuste ha sido establecida por el mismo legislador, que es el único poder
del estado investido de la atribución para el establecimiento de tributos, tales leyes han cumplido con el requisito
del art 52 CN en cuanto al mecanismo específico de la sanción de toda ley tributaria. Aduce que quien tacha de
inconstitucional una norma tributaria aduciendo que viola sus derechos de propiedad e igualdad debe probar de
modo concluyente como tal afectación ha tenido lugar. En esta línea, es inveterada jurisprudencia del tribunal que la
confiscatoriedad acaece frente a una absorción, por parte del estado, de una porción sustancial de renta o capital.

La circunstancia de que se haya omitido ratificar o rectificar el informe contable acompañado por la actora, debiendo
destacarse que en él se consigan los porcentajes de la utilidad que absorbería el impuesto a las ganancias que
correspondería abonar por el tributo en caso de aplicarse tal mecanismo de ajuste y sin aplicación de este, que por
inflación la alícuota efectiva del tributo al ingresar no sería del 35% sino del 62% del resultado impositivo ajustado al
ejercicio de 2002, estos porcentajes excederían los límites razonables de imposición. Esto no obsta a la acreditación
de la confiscatoriedad alegada, en tanto el balance presentado por la empresa que no ha sido objeto de
impugnación por la demandada.

La prohibición de utilizar el mecanismo de ajuste del título VI de la ley de impuesto a las ganancias resulta inaplicable
al caso en la medida en que la alícuota efectiva a ingresar de acuerdo con esos parámetros insume una sustancial
porción de las rentas obtenidas por el actor y excede cualquier limite razonable de imposición, configurándose así un
supuesto de confiscatoriedad. Es procedente en el caso la aplicación del mecanismo de ajuste por inflación por el
periodo fiscal del 2002.

Se declara procedente el recurso extraordinario y se revoca la sentencia apelada, sin perjuicio de lo cual se hace
lugar a la acción de amparo deducida.

Disidencia Petracchi: aun en la hipótesis de que se acepte el razonamiento que esta corte propone con el objeto de
demostrar la confiscatoriedad del impuesto, las omisiones del perito relativas a corroborar o rectificar los datos
contenidos en el informe contable impugnado por la demanda, impiden tener por cumplida la exigencia de una
prueba concluyente, lo cual obsta al progreso de la demanda.

CAMARONERA PATAGONICA C/MINISTERIO DE ECONOMICA – 15/04/2004 – (LEGALIDAD)

La empresa había presentado un recurso de amparo respecto del pago de derechos de exportación previstos en la
resolución 11/02 durante el periodo marzo-agosto de 2002. Consecuencia de ello, el fisco no hace lugar a los
reintegros de exportación, ya que no se cumplen los recaudos de la resolución 150/02.

La corte declaro invalidez de la resolución 11/02 (por un periodo determinado), por lo que se determina la norma
inaplicable a camaronera patagónica, respecto de los alcances de la resolución 150/02. La causa llega al máximo
tribunal, a pedido de la AFIP, por recurso extraordinario ante la resolución negativa de la cámara federal de
apelaciones de Mar del Plata, la cual hizo lugar a la acción de amparo declarando inconstitucional e inaplicable las
resoluciones.

Actora: el art 76 CN prohíbe la delegación legislativa, de manera general, admitiéndola en supuestos puntuales, esto
es en materia de emergencia pública y de administración. A su vez, señaló que el art 99 inc. 3, veda al poder
ejecutivo emitir disposiciones de excepciones al permitir el dictado de DNU cuando se dan determinadas
condiciones, excluyendo de ellas la materia tributaria. La resolución 11/02 posee indudable naturaleza impositiva y
por ende su dictado se controvierte el principio de legalidad en materia tributaria.

Demandada: AFIP presentó recurso extraordinario, señalando en primer término que la ley 25561 se ajusta al art 76
CN y que, por ende, de suficiente cobertura al reglamento atacado, puesto que declaró la emergencia pública en
materia social, económica, administrativa y cambiaria, dictada en un marco de fuerte deterioro de ingresos fiscales y
de una enorme necesidad de asistir a los sectores más desprotegidos de la población. Se trata de un caso de
delegación impropia, ajustado por demás a los límites de una pacífica y antigua jurisprudencia de la corte. Por otra
parte, destacó que el art 755 del código aduanero faculta al poder ejecutivo a gravar con derechos de exportación
las mercaderías, para el cumplimiento de ciertos fines que el contempla, sean recaudatorios o de otro tipo. En tales
circunstancias, indicó que el acto atacado por la actora no es ilegitimo.

A partir de lo expuesto, se declaró invalidez de la resolución 11/02 (durante el periodo señalado), determina que
dicha norma es inaplicable a camaronera patagónica respecto de los alcances de la resolución 150/02. La corte
señaló que el principio de legalidad o reserva de ley no es solo una expresión jurídico-formal de tributación, sino que
constituye una garantía sustancial en este campo, en la medida en que su esencia viene dada por la
representatividad de los contribuyentes. En ese sentido, este principio abarca la creación de impuestos, tasas,
contribuciones especiales como a las modificaciones de los elementos esenciales que componen el tributo, es decir,
el hecho imponible, alícuota, sujetos alcanzados y exenciones.

CINE CALLAO
Debido a la falta de salas de teatro, los artistas sufrieron una crisis ocupacional. El Poder Legislativo dictó la Ley Nº
14.226, que declara obligatoria la inclusión de espectáculo de variedades en los programas de las salas
cinematográficas de toda la Nación. La norma prohibió cobrar al público una suma extra por los números ofrecidos,
las empresas cinematográficas debían soportar los gastos adicionales (esto último fue posteriormente modificado
por la Resolución Nº 1.446/57 que autorizó a cobrar por separado los ‘actos en vivo).
La S.A. propietaria del Cine Callao se rehusó a cumplir la norma, la Dirección Nacional de Servicio de Empleo la
intimó para que inicie la presentación de los números en vivo. A pesar de esto, continuó incumpliendo la norma, por
lo que la D.N.S.E. inició un sumario administrativo, se le impuso una multa y se la obligó a cumplir con la ley 14.226
bajo apercibimiento de clausura.
Contra esta sentencia, la S.A interpuso recurso extraordinario impugnando la constitucionalidad de la ley 14.226 por
contrariar la garantía de propiedad y el derecho de ejercer libremente el comercio e industria, (artículos 14 y 17 de la
Constitución).
La Corte Suprema confirmó la sentencia recurrida, dejó de lado la concepción limitada de poder de policía y adoptó
una tesis amplia, según la cual los derechos individuales pueden ser restringidos no sólo por razones de moralidad,
seguridad y salubridad pública, sino también con el objetivo de atender intereses económicos de la comunidad (Art.
67 inc. 16 de la Constitución). Esta concepción de poder de policía incluye la facultad de dictar leyes como la 14.226
con la finalidad de evitar daños económicos y sociales que genera la desocupación.
“El Poder Judicial no está facultado para pronunciarse sobre el mérito o eficacia de los medios elegidos por el
legislador para alcanzar los fines propuestos. A los jueces sólo les compete verificar que los derechos afectados no
sean desnaturalizados por la norma reglamentaria y que ésta guarde cierta proporcionalidad con los fines a
alcanzar”.
La Corte verifica el cumplimiento de los mencionados requisitos y declara la constitucionalidad de la norma en base
a los fundamentos: la emergencia ocupacional compromete el patrimonio artístico nacional, la ley 14.226 no
beneficia a un grupo en perjuicio de otro, tiende a satisfacer el interés público. Por la afinidad entre las actividades
teatrales y cinematográficas, el sector que debe soportar la carga no ha sido arbitrariamente elegido. La resolución
1.446/57 estableció que los gastos ocasionados por la presentación de los números adicionales se trasladen a los
espectadores. El empresario puede elegir libremente al artista y la vinculación será a través de un contrato de
locación de obra que no establezca relación de dependencia entre las partes. La presentación de espectáculos en
vivo se realiza en el intervalo siguiente de las exhibiciones cinematográficas, por lo tanto pueden explotarse en las
horas y condiciones habituales. No lesiona derechos de propiedad, de comerciar y ejercer industria lícita.
Disidencia Dres. Bofia y Boggero: Declaran la inconstitucionalidad de la norma por ser violatoria de la libertad de
comercio y del derecho de propiedad (14 y 17 de la Constitución). Si bien estos derechos pueden ser reglamentados,
art 14 de la Constitucional Nacional, en el caso se los desnaturaliza ya que se impone a los empresarios
cinematográficos la obligación de contratar y realizar una determinada actividad comercial ajena a su rubro. El grupo
sobre el que recae la restricción es ajeno a la situación de emergencia, por esto los medios elegidos no guardan
relación con los fines perseguidos. El estado contaba con los medios para superar la crisis ocupacional.

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