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Código : PP-G-02.

01
Versión : 01
DERECHO CIVIL Fecha : 12.04.2019
Página : 1 de 26

FACULTAD DE DERECHO
……
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO
……

INFORME ACADÉMICO

“ DERECHO CIVIL ”

FLORES MENOR DANY


Autor(SILVA
HIDALGO es): JORGE
MOLOCHO PAISIG JESÚS

MUGUERZA VASQUEZ CARLOS


PECHE CHAPAÑAN MILAGROS

KLJ

Ase s o r :
RAUL TEODORO PORTURAS QUIJANO

(Chiclayo) -Perú

( 2019 )
ÍNDICE
I. Introducción……………………………………………………………………………..3

II. Desarrollo………………………………………………………………………………..4

Capítulo I: Derecho Civil………………………………………………………………...4

1. Antecedentes Históricos ………………………………………………………4


2. Necesidad……………………………………………………………………...5
3. La Codificación General Del Derecho Civil…………………………………..6
4. Fases…………………………………………………………………………...7
5. Concepto……………………………………………………………………….8
6. Contribución Del Civilista En El Desarrollo Y Adaptación Del Derecho Civil
A La Sociedad…………………………………………………………………9

Capítulo II: Definición Del Derecho Civil……………………………………………...10

1. El Derecho Civil Como Disciplina…………………………………………...10


2. El Derecho Como Norma Jurídica O Ley Civil Expedida Por El Estado…….10
3. El Derecho Civil Como Una Facultad Subjetiva Personal: El Ejercicio De Los
Derechos Civiles Patrimoniales Y Extra patrimoniales………………………10
4. Clasificación De Los Derechos Civiles……………………………………….11
5. Características Del Derecho Civil…………………………………………….11

Capítulo III: El Código Civil Peruano De 1984…………………………………………13

1. Inicio Del Proceso De Elaboración Del Código Civil De 1984………………13


2. El Código Civil De 1936 Y Las Razones Que Sustentaban Su Sustitución Por Un
Nuevo Texto Legal……………………………………………………………14
3. Incorporación Del Derecho A La Identidad Y Del Derecho Al Bienestar……19

Capítulo IV: Las Fuentes Del Derecho En El Actual Código Civil Peruano……………20

1. Las Fuentes Del Derecho Según El Código Civil Peruano De 1852………….20


2. Las Fuentes Del Derecho Según El Código Civil Peruano De 1936………….21
3. Las Fuentes Del Derecho Según El Código Civil Peruano De 1984………….22

III. Conclusiones…………………………………………………………………………….24

Referencias………………………………………………………………………………25

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INTRODUCCIÓN

Esta investigación se encuentra justificada en la importancia del Derecho Civil y su uso en la


actualidad, ya que al denominarse un Derecho Privado para llegar a esa denominación, tuvo
diversos cambios a través de los años. Es importante poder conocer los fundamentos que
hicieron posible la norma sustantiva del Der3cho civil y por qué existieron los cambios que se
realizan en el Código Civil actual. Desde otro punto de perspectiva conoceremos las partes
fundamentales que caracterizan al Derecho civil en la legislación peruana.

El presente informe tiene por objetivo general analizar el Derecho Civil Peruano. Y como
objetivos específicos: Determinar los antecedentes y la contribución de ellos en la actualidad
jurídica. Dar a conocer el procedimiento que generó la llegada del actual Código civil. Limitar
la definición del Derecho Civil respecto a la realidad vivida en nuestro país. Precisar las
actuales fuentes de derechos emitidas por el Código Civil de 1984.

Villavicencio Saldaña (2014) “El Derecho Civil es una disciplina jurídica especializada de la
ciencia del Derecho, con un objeto de estudio propio y con métodos propios, cuyos
conocimientos científicos se verifican y comprueban históricamente en la sociedad. ” (Pág. 35)

Así Pérez Caruajulca (2012) "El Derecho Civil responde a la necesidad humana de vivir en
paz, contribuyendo al trazo de una sociedad en la que los individuos, como personas, puedan
realizarse y entablar sus relaciones jurídicas con tranquilidad y paz. Yo diría, por ello, que el
Derecho Civil es el Derecho troncal, ya que de él se han ido desprendiendo las diversas ramas
del Derecho.” (Pág. 16)

Este informe está divido por cuatro capítulos los cuales son Derecho Civil en primera instancia,
donde daremos a conocer los antecedentes de ellos, también su concepto y la codificación de
tal; el segundo capítulo se denomina definición del Derecho civil donde conoceremos la
verdadera esencia del Derecho civil y sus características más importantes, el tercer capítulo
será todo lo referido al Código Civil de 1984 donde se encuentra las razones por la que se da la
creación de tal Código y finalmente el cuarto capítulo el cual es las fuentes del Derecho en el
actual Código Civil peruano donde se realizará una comparación de los anteriores códigos y el
actual respecto a las fuentes del Derecho.

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CAPÍTULO I: DERECHO CIVIL

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Como producto histórico, el Derecho Civil español se forma con la confluencia sucesiva
del Derecho romano y el germánico. El Derecho romano penetró en España en los
primeros siglos de nuestra era como consecuencia de la colonización romana. Después
rebrotó mediante la Recepción en la Baja Edad Media, dando lugar a Las Partidas de
Alfonso X. El Derecho germánico se introdujo en España tras la caída del Imperio
romano y con la invasión de los bárbaros. Cristalizó en el Liber judiciorum, traducido
como Fuero Juzgo, y tuvo gran influencia en los fueros municipales de la Edad Media.
Un hecho jurídico político clave, que ha influido decisivamente en la evolución del
Derecho Civil español, es la división de España en reinos, cada uno de los cuales ha
poseído y conserva independencia en materia jurídico-privada. (Vela Sánchez Antonio,
2013, Pág. 22)
Sobre los antecedentes del derecho civil: El derecho civil viene siendo un compendio
de leyes que a lo largo de la historia ha ido evolucionando hasta los términos actuales.
Sus características han sido modificadas a los largo de una gran evolución histórica.
El antecedente por antonomasia sobre el derecho civil lo encontramos en la época del
antiguo imperio romano, donde coexistían dos tratados que regulaban el derecho civil,
que eran: el IUS CIVILE y el IUS GENTIUM.
 El Ius Civile trataba sobre el derecho que tenían los ciudadanos romanos entre
sí, basado en sus propias relaciones. El derecho Ius Gentium, por contra se
basaba en las relaciones pero en las existentes entre los ciudadanos romanos y
el resto de pueblos del mundo conocido.
 Dentro del Ius Civile, en aquella época se trataban tanto el derecho privado
como el derecho público. Durante la caída del imperio romano, estos derechos
fueron fuertemente acogidos por los pueblos bárbaros que al observarlos
superiores al suyo, los adoptaron para su propio beneficio. Sin embargo, siglos
después, en la baja edad media, apenas se podía encontrar el derecho civil
privado, y el público había desaparecido por completo.

Todo esto fue debido a que el tipo de sociedad había sufrido numerosos cambios
respecto a la sociedad del imperio romano. Fue por tanto lógico pensar, que los

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distintos pueblos crearon sus propios ordenamientos jurídicos basados en función de
sus propias sociedades.

Avanzando un poco más en la historia, nos referiremos a la época feudal y del


absolutismo del siglo XIII donde el derecho civil romano que se aplicaba por doquier
sin tener en cuenta los territorios o fronteras comienza a derivar en otro tipo de derecho
civil más nacionalista, limitando de esta forma sus fronteras y creando especificaciones
según el territorio.

Esta nacionalización del derecho por regiones fue la simiente al derecho civil
individual de cada país que hoy en día podemos encontrar. Cada país regula sus propias
características de su derecho civil.

2. NECESIDAD
Fernando Vidal Ramírez: El Derecho Civil es el Derecho Común, es el Derecho que
regula las relaciones del ser humano en su ciclo vital, esto es, en cuanto siendo persona
es protagonista de las relaciones jurídicas que crea, regula, modifica y extingue. Por eso,
si queremos remontarnos a los orígenes del Derecho Civil, tendríamos que remontarnos
a cuándo el ser humano, como ser de relación, se integra a la vida social y a las
sociedades que comienzan a organizarse, cuándo comienzan a reconocer cuál es el
derecho de uno y el derecho del otro. (2014)
El Derecho Civil se sistematiza en Roma, por lo que considerar el origen del Derecho
Civil, como ha llegado hasta nuestros días, no puede dejar de considerarse la fuente
romanista.
Muchas de las instituciones que la inteligencia romana generó han llegado hasta
nuestros días, con los cambios generados por su misma evolución. Pero su origen
remoto está en el Derecho Romano.
El Derecho Civil responde a la necesidad humana de vivir en paz, contribuyendo al trazo
de una sociedad en la que los individuos, como personas, puedan realizarse y entablar
sus relaciones jurídicas con tranquilidad y paz.
Yo diría, por ello, que el Derecho Civil es el Derecho troncal, ya que de él se han ido
desprendiendo las diversas ramas del Derecho.
Según Vidal Ramírez el Derecho Civil sigue siendo la piedra angular del Derecho.
Porque es el Derecho Común. Es el derecho del cual se van desprendiendo
ramificaciones que dan lugar a los Derechos especiales. Por eso, el Derecho Civil, como
Derecho Común y troncal, tiene un rol supletorio, pues se aplica de manera supletoria
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para integrar los vacíos que puede presentar el ordenamiento legal, no el jurídico, pues
esa es una función fundamental que cumple el Derecho Civil. (2014)
3. LA CODIFICACIÓN GENERAL DEL DERECHO CIVIL
El derecho civil, tal y como lo conocemos hoy en día, viene derivado del hecho de
codificación que se inició a finales del siglo XVIII y que terminó siendo creado a
principios del siglo XIX.
Hasta entonces, el derecho civil venía siendo una simple recopilación de leyes,
ordenadas cronológicamente y en ocasiones ordenadas según algunas materias
determinadas.
Esta codificación consiguió un poco de coherencia dentro del sistema del Derecho Civil,
sobre todo se trataba de no acumular leyes contradictorias entre sí.
A finales del pasado siglo XVIII surge en Prusia el primer código sobre derecho civil al
que posteriormente le siguió el famoso código de Francia de 1804, famoso porque fue
ordenado por Napoleón y porque recoge el derecho romano a la vez que se adapta a las
nuevas necesidades de la Francia contemporánea.
A este código francés le siguieron el código italiano en 1865, el código de España de
1889 y el código civil alemán de 1896. Este derecho civil italiano resultó modificado
durante el fascismo de Benito Mussolini, en 1942, cuyas reformas en el marco judicial
permanecen en la Italia actual.
Poco a poco la codificación alcanza el resto de países de Europa, como suiza o Portugal
y acaba dando el salto a los nuevos países independientes de Ibero América.
La codificación cumple un rol importante, ya que el Código Civil es el cuerpo legal que
organiza la vida social, al regular las relaciones humanas en el cauce jurídico que
propicia. Por eso, la codificación no debe ser un planteamiento teórico, debe ser un
planteamiento basado en la realidad social a la cual se va a aplicar el Código Civil.
 BENEFICIOS O LIMITACIONES
Cuando comienza a originarse el Derecho Civil que ha llegado hasta nuestros
días y se llega en Roma al Corpus Iuris Civilis, el Derecho Civil deviene en un
derecho escrito, en un Ius Scriptum. En Roma, se recogían también las normas
consuetudinarias, pero básicamente era un ius scriptum. Entonces, la
codificación civil nace bajo la idea fundamental de ser un Derecho escrito, que
la norma debe ser escrita y esa es la idea que ha llegado hasta nuestros días.
No obstante, la codificación civil no ha negado la importancia y la vigencia que
puedan tener las normas consuetudinarias. Pero no se puede dejar de tener en
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consideración que la codificación se hace para los sectores de la población de un
país que tienen un mayor conocimiento, gente que lee y escribe. He ahí,
entonces, uno de los problemas que ha tenido nuestra codificación, pues ha sido
un poco ajena a la realidad de un sector importante de la población me estoy
refiriendo al Perú y a los países latinoamericanos que no lee ni escribe y que en
sus comunidades regulan su convivencia a través de sus normas
consuetudinarias y que constituyen su Ius Propium, a veces en contradicción con
la normativa del Código Civil; no obstante que, reconoce la vigencia y la
importancia de las normas consuetudinarias, aunque tímidamente.
Hoy en día se habla de la inclusión social y ella debe buscar, a la mayor
brevedad, la integración de esos sectores de la población a la cultura occidental,
aunque sin desmedro de su ancestro cultural.
4. FASES

El concepto de Derecho Civil ha ido cambiando, distinguiéndose las siguientes fases:

 EL IUS CIVILE
El Derecho Civil en su concepción romana era el Derecho de los ciudadanos
romanos, frente a los que no lo eran, que estaban sometidos al Ius Gentium,
basado en la razón natural. Con la expansión del Imperio y, sobre todo, tras la
concesión de la ciudadanía a todos sus miembros por Caracalla, el Ius Civile es
el Derecho aplicable a todos. En la compilación justinianea, el Corpus Iuris
Civilis cristaliza el sistema jurídico romano.
 PRIVATIZACIÓN
En la Baja Edad Media, a través de la vulgarización del Derecho roma-no
primero y de la Recepción del mismo después, el Ius Civile fue perdiendo las
materias que tenían carácter público, y se especializó en las cuestiones privadas,
esto es, en las relativas a la persona. De ahí que por obra de glosadores y pos
glosadores el Ius Civile se asimila al Derecho privado.
 DERECHO COMÚN
El Derecho romano recibido, junto al Derecho canónico y en menor medida el
llamado Derecho feudal, formaron un núcleo llamado Derecho común, cuya
aplicación se extendió por todo el continente europeo. Este Derecho,
considerado como Ratio Scripta fundada en las exigencias del Derecho natural,
era supletorio del Derecho territorial de los distintos reinos.

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 NACIONALIZACIÓN
Frente a la idea unificadora del imperio, se asienta el Derecho Civil de los
distintos Estados que se fue formando por la mezcla de sus propios Derechos
con el Derecho común; quedando fuera materias que se consideraron autónomas,
como la regulación de los comerciantes, las normas penales, etc.
 ESTATALIZACIÓN: LOS CÓDIGOS CIVILES
Los Estados liberales asumen la función legislativa y surgen así los Códigos
civiles que recogen las ideas de libertad civil y prerrogativa de los ciudadanos
frente a las intromisiones del poder público, esto es, el estatuto básico de la
sociedad civil y de sus miembros. A partir del siglo XVIII, la idea de la
codificación sustituyó a la de recopilación. Recopilar significaba reunir las
diversas leyes vigentes en un momento histórico en un solo texto. Codificar
supone un paso más, es sistematizar las normas existentes respecto de una
determinada materia, bajo el principio de unidad de criterio y tiempo
(SÁNCHEZ ROMÁN).
 DEFINICIÓN ACTUAL
Partiendo de que el Derecho Civil es el Derecho nuclear de la persona, el que
recoge su estatuto general, se define por DE CASTRO como “el Derecho que
determina el significado jurídico de la persona y de la familia dentro de la total
organización jurídica”.
5. CONCEPTO
El Derecho está inspirado en principios de justicia y permite desarrollar las leyes que
regulan el funcionamiento de una sociedad. Civil, por su parte se refiere a lo relativo a
los ciudadanos o a las ciudades.
Se conoce como Derecho Civil a aquél que se encarga de regir los vínculos privados
que las personas establecen entre ellas. Está formado por las reglas jurídicas que
articulan las relaciones patrimoniales o personales entre individuos (personas físicas o
personas jurídicas). La finalidad del derecho civil es preservar los intereses del sujeto a
nivel patrimonial y moral.
Esta rama del derecho acepta a cada ser humano como sujeto de derecho,
independientemente de sus actividades particulares. Por lo general, está compuesto por
las normas que forman parte del código civil.
En el Derecho anglosajón, se reconoce como derecho civil al derecho continental o Civil
Law y al Derecho positivo en oposición al derecho natural.
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El Derecho Civil, por lo tanto, comprende el derecho de las personas, regulando su
capacidad jurídica, el derecho de familia, el derecho de bienes, el derecho de las
obligaciones y los contratos, el derecho de sucesiones y las normas de responsabilidad
civil, por ejemplo.
Para entender la rama del Derecho Civil, es necesario conocer la noción de derecho
natural, que es la agrupación de los principios, inspirados en la naturaleza, de aquello
que se considera como justo o injusto. Estos derechos inalienables y universales se
concretan mediante el derecho positivo o efectivo.
Julián Pérez Porto y Ana Gardey: El Derecho positivo, a su vez, puede dividirse en
derecho privado y derecho público. En su sentido más amplio, el Derecho Civil se
emplea como sinónimo de derecho privado, ya que comprende las reglas vinculadas al
Estado y a la capacidad de los individuos. (2012)
6. CONTRIBUCIÓN DEL CIVILISTA EN EL DESARROLLO Y ADAPTACIÓN DEL
DERECHO CIVIL A LA SOCIEDAD
El trabajo del civilista, o del jurista en general, es ver cómo puede mejorarse la vida de
relación. El ser humano es un ser de relación que no vive aislado; vive dentro de una
vida social que lo lleva a relacionarse permanentemente. Por ende, la labor del civilista,
como del jurista en general, es ir buscando nuevas formas de adecuación de la normativa
jurídica a la vida social, pues existen diversas formas de manejar y enfocar la
normatividad vigente, de darle un sentido y un alcance distinto al que se le viene dando,
de una adecuación. Es una labor importante. Estos enfoques los realiza la doctrina, la
que con la vigencia del Código de 1984 ha tenido un gran impulso, pues se trabaja
doctrinariamente mediante libros y trabajos que se publican en revistas especializadas.
Se debe trabajar también grupos de estudiosos y juristas que plantean mejoramientos al
ordenamiento legal.
Esta labor, además, la debe realizar el Poder Judicial, a través de una jurisprudencia que
se constituya en doctrina. En el Perú, se ha establecido el sistema Casatorio, el cual llega
a la Corte Suprema para que establezca si ha habido una correcta interpretación y
aplicación de las normas.

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CAPÍTULO II: DEFINICIÓN DEL DERECHO CIVIL

1. EL DERECHO CIVIL COMO DISCIPLINA


El Derecho Civil es una disciplina jurídica especializada de la ciencia del Derecho, con
un objeto de estudio propio y con métodos propios, cuyos conocimientos científicos se
verifican y comprueban históricamente en la sociedad. El objeto de estudio de esta
disciplina es el ser humano o persona desde la fecundación, concepción, nacimiento,
existencia humana biológica terrenal, hasta su muerte, inclusive post-mortem (posterior
a la muerte), y de la serie de relaciones jurídicas que se establecen durante el periodo
histórico de su existencia humana.
Al igual que la ciencia del derecho esta disciplina reúne los siguientes requisitos:
 Objeto de estudio.
 Método
 Verificación y comprobación histórica en la sociedad.
2. EL DERECHO COMO NORMA JURÍDICA O LEY CIVIL EXPEDIDA POR EL
ESTADO
Es un conjunto de normas jurídicas expedida por el Estado, generalmente contenidas en
el Código Civil que van a regular a las personas naturales o seres humanos desde su
fecundación, concepción, nacimiento, existencia biológica y jurídica hasta su muerte,
incluso más allá de producida la muerte.
Las normas del Derecho Civil regulan la vida de las personas y de la familia,
específicamente: El principio de la vida humana, la concepción, los derechos de las
personas, los contratos que celebran las personas. Las obligaciones que asumen las
personas al celebrar los actos jurídicos y los contratos, los derechos reales o propiedad
que adquieren las personas, la muerte o fin de la persona. La sucesión o el derecho de
sucesiones de las personas, las relaciones jurídicas que emergen de los actos jurídicos
celebrados con otras personas en otros Estados o dentro del Estado Peruano, cuyas
consecuencias jurídicas se materializan o realizan dentro del territorio peruano o fuera
de él.
3. EL DERECHO CIVIL COMO UNA FACULTAD SUBJETIVA PERSONAL: EL
EJERCICIO DE LOS DERECHOS CIVILES PATRIMONIALES Y
EXTRAPATRIMONIALES

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Es el conjunto de facultades o derechos subjetivos, personalísimo, inherentes al ser
humano o la persona humana, cuyo ejercicio es libre y voluntario, bajo el principio de
la autonomía de la voluntad, El presupuesto esencial para el ejercicio de los Derecho
Civiles es la libertad. En general, estas facultades subjetivas personales son los
denominados derechos civiles de la persona.
La persona es libre para realizar o no cualquier tipo de conducta, hecho o acción,
siempre y cuando no altere ni vulnere la ley, el orden público y las buenas costumbres
de conformidad con el Art. V del Título Preliminar del Código Civil.
El ejercicio de los derechos civiles se regula por el Art. 30 de la Constitución Política
del Estado, Concordante con los Arts. 42, 3, 4 del Código Civil.
4. CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS CIVILES
Los Derechos Civiles se clasifican en:
 Derechos Civiles Patrimoniales y
 Derechos Civiles Extra patrimoniales.
I. LOS DERECHOS CIVILES EXTRA PATRIMONIALES:
Son aquellos de carácter inmaterial, cualitativos, que no puedes ser valorizado
económicamente, ni medidos, ni pesados, que no pueden expresarse
matemáticamente, no pueden ser transferidos ni enajenados, Etc.
Ejemplo: El título profesional, el nombre, la fidelidad conyugal, el vínculo filial
(padre e hijo).
Son los derechos personales que no se pueden vender o negociar.
II. LOS DERECHOS CIVILES PATRIMONIALES:
Son el conjunto de bienes, servicios, derechos, intereses, utilidades y ganancias,
que corresponden al patrimonio de la persona, que pueden ser valorizados
monetariamente, dinerariamente, económicamente, matemáticamente, pueden
ser transferidos enajenados, cuantificados, medidos, pesados, etc. son de libre
disposición.
Ejemplo.: Los bienes inmuebles, los bienes muebles, las acciones, los derechos
de autor, los derechos de creación musical, los derechos de inventor, patentes,
marcas, etc.
Son los que se pueden vender o negociar
5. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO CIVIL
I. ES UN DERECHO PRIVADO:

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El derecho civil tiene esta característica porque protege, ampara, regula los
intereses privados, particulares, singulares, personales del ser humano o de la
persona desde su nacimiento hasta su muerte, bajo los principios de igualdad
ante la ley, de la autonomía de la voluntad humana o del ejercicio irrestricto de
la libertad.
El derecho civil, en conclusión, es un derecho privado por que regula las
relaciones jurídicas, individuales y particulares entre las personas. El Derecho
Civil regula bienes privados.
II. ES UN DERECHO COMUN:
Es un derecho común porque estudia y regula las instituciones jurídicas
comunes y generales, que no tiene un tratamiento especial y que generalmente,
se encuentran ubicadas en el Código Civil.
Por el contrario, las instituciones jurídicas de derecho privado especial se
encuentran reguladas y estudiadas en la legislación y doctrina del derecho
privado especial: el derecho comercial, el derecho societario, el derecho bursátil,
el derecho agrario, el derecho bancario, etc.
III. ES UN DERECHO DE LAS PERSONAS:
Es un derecho que estudia y regula toda la existencia del ser humano y de la
persona, desde la fecundación hasta la muerte, inclusive más allá de su muerte.
El objeto central de estudio del derecho civil es la persona.
IV. ES UN DERECHO QUE REGULA LAS RELACIONES PRIVADAS ENTRE
LAS PERSONAS:
Es un derecho que regula el conjunto de relaciones jurídicas unilaterales,
bilaterales y plurilaterales de la persona o de las personas, sean naturales o
jurídicas.

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CAPÍTULO III: EL CÓDIGO CIVIL PERUANO DE 1984

1. INICIO DEL PROCESO DE ELABORACIÓN DEL CÓDIGO CIVIL DE 1984


El 1 de marzo de 1965, veintidós días después de haber jurado, el 8 de febrero, quien
esto escribe como Ministro de Justicia, el Presidente Fernando Belaunde firmó el
Decreto Supremo 95, con el que se creaba una Comisión “que se encargará del
estudio y revisión del Código Civil”. El Código se promulgó el 14 de noviembre de
1984. El proceso había durado casi veinte años. Si a estos años le sumamos los treinta
que cumple el Código Civil en el presente año, comprobamos que ha transcurrido
medio siglo desde que se inició la ambiciosa y ardua tarea de darle al Perú un cuerpo
de leyes acorde con los tiempos, labor a la cual estamos vinculados durante ese
período.
Cincuenta años que nos han permitido contemplar que el Código Civil ha funcionado
sin mayores dificultades. No obstante ello, no podemos dejar de mencionar que está
pendiente una necesaria puesta al día, lo que no hemos obtenido lograr desde 1991,
año en que empezaron nuestros esfuerzos y reclamos para irlo actualizando,
permanentemente, al compás del acontecer de la vida social. (Los 25 años del Código
Civil peruano, 1984), o en el otro titulado “Derecho de las Personas”, encontrarán
los lectores las enmiendas propuestas que formulamos para lograr dicha finalidad
hasta este momento histórico.
A partir de la novena edición del “Derecho de las Personas”, publicada en el 2004,
se incorporaron, a continuación del texto de cada uno de los artículos del Código
Civil, las enmiendas proyectadas y aprobadas, entre octubre de 1997 y marzo de
1998, por la Comisión oficial encargada de elaborarlas, en su segundo período de
sesiones. A partir de la novena edición, publicada en el 2007, se incorporaron
también aquellas que, en menor número, propusiera la Comisión en referencia en su
tercer período de sesiones entre el 2003 y el 2006. En la décimo segunda edición, del
2012, se incorporan nuevos comentarios en la parte introductoria del libro.
La primera Comisión Redactora del Código estuvo compuesta por los ocho más
destacados profesores especialistas en cada uno de los Libros que componen el
Código, por un representante de la Corte Suprema y por uno de los más destacados
abogados del foro limeño. Nos tocó presidir, en nuestra calidad de Ministro de
Justicia, este primer grupo de juristas del que soy el único sobreviviente.
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Fueron miembros de esta Comisión los más destacados profesores de Derecho Civil
de las universidades tanto de San Marcos como de la Universidad Católica.
Integraron este primer grupo los profesores José León Barandiarán, Jorge Vega
García, Rómulo Lanatta, Ismael Biélich Flores, Jorge Eugenio Castañeda, Héctor
Cornejo Chávez, Máx Arias-Schreiber y Carlos Fernández Sessarego. La Corte
Suprema designó como su representante al doctor Alberto Eguren Bresani. El
abogado Félix Navarro Irvine fue designado para contar en el seno de la Comisión
con un notable y experimentado jurista del foro limeño.
Los miembros que en cada ocasión dejaban de acompañarnos fueron reemplazados
por un nuevo especialista perteneciente al área del Derecho que cultivaba el jurista
desaparecido.
En octubre de 1982, inicia su trabajo una Comisión Revisora del Proyecto de Código
compuesta por nueve miembros, de los cuales seis eran congresistas y tres eran
abogados. Concluido el Proyecto, el Código Civil fue promulgado el 28 de julio de
1984, entrando en vigor el 14 de noviembre del mismo año.
En la primera sesión de la Comisión Redactora del Código Civil, conocida como la
Comisión Reformadora, sometimos a debate si el propósito de los miembros era
proyectar algunas enmiendas al Código Civil de 1936 o si se creía más bien
conveniente elaborar un nuevo texto legal. Oídos los argumentos expuestos por cada
uno de sus integrantes sobre la cuestión, se puso a votación. Ocho votaron por la
elaboración de un nuevo Código y dos se abstuvieron hasta observar como
progresaban los trabajos de la Comisión. Al poco tiempo de haberse iniciado la labor
de redacción de un nuevo cuerpo de leyes, estos últimos se convencieron de la
necesidad de proyectar un nuevo Código Civil y colaboraron con la mayor
dedicación.
Lamentablemente, después de pocos meses de trabajo de la Comisión, dejó de
concurrir a las sesiones, sin anuncio ni renuncia previa, el profesor Jorge Eugenio
Castañeda, quien fuera entusiasta partidario de la redacción de un nuevo Código
Civil. Con el transcurso del tiempo cambiaría de opinión, convirtiéndose en un
notorio opositor a la dación de un nuevo cuerpo civil.
2. EL CÓDIGO CIVIL DE 1936 Y LAS RAZONES QUE SUSTENTABAN SU
SUSTITUCIÓN POR UN NUEVO TEXTO LEGAL
El Código Civil de 1936 tenía como sustento una ideología individualista y
patrimonialista que se refleja en su articulado. Esta mentalidad, de carácter
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sustancialmente egoísta, desconoce o no valora debidamente los derechos de las
demás personas con las cuales se convive, en exclusivo beneficio del titular de un
derecho subjetivo. (Emmanuel Mounier 1962)
Su nota patrimonialista deriva de una actitud carente de valores de justicia,
solidaridad y seguridad, que se concreta en la protección de la propiedad como si
fuera el elemento central del Derecho, el ente a proteger prioritariamente. Dicha
obsoleta mentalidad individualista-patrimonialista inspira todos los códigos civiles
derivados del Código Civil de los franceses de 1804, incluyendo los peruanos de
1852 y 1936. El Código de Napoleón prescribe que la propiedad es “absoluta,
inviolable y sagrada”, calificativos que, por supuesto, no se conceden tratándose de
la persona humana. Por lo demás, es una fórmula carente de fundamento. En efecto,
no existe derecho subjetivo que, en el momento de su ejercicio de parte de su titular,
no esté limitado por diversos deberes.
En la actualidad, está clara la idea de que en todo derecho subyacen deberes y de que
todo deber conlleva derechos. (Fernández Sessarego, 1992)
Por lo expuesto, no se puede sostener que el ejercicio de un derecho subjetivo sea
absoluto, o que no ofrezca limitaciones. El principal deber que aparece en todos los
derechos, sin excepción, es el de no dañar. Aparte de este deber genérico, cada
derecho subjetivo tiene diversos deberes que limitan su ejercicio. Así, por ejemplo,
logramos introducir esta situación en el artículo 19 del Código Civil, en el cual se
reconoce y prescribe que: “Toda persona tiene el derecho y el deber de llevar un
nombre”. Por lo tanto, nadie puede usurpar el nombre ajeno, así como el titular del
derecho, por su parte, tiene el deber de no modificarlo, salvo autorización judicial,
pues él constituye el principal elemento empleado para identificar a la persona en
sociedad.
De otro lado, no existen derechos inviolables. Todos son susceptibles de ser
desconocidos, hasta el de la vida y la libertad. La inviolabilidad es tan solo una
aspiración ética. Y lo de sagrado no es un calificativo que se pueda prioritariamente
conceder a los bienes materiales.
Si existiese un ente sagrado en el mundo, este sería el ser humano. Muchas de las
religiones que conocemos conceden este privilegio al ser humano.
El Código de 1936 recogía en su articulado la ideología individualista-
patrimonialista que sustenta todos los códigos civiles actualmente vigentes en
mundo, aunque la jurisprudencia, en ciertos países, atenúe esta corriente de
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pensamiento. El egoísmo es la actitud que sustancialmente lo nutre. El valor de la
solidaridad no aparecía en su horizonte. La protección de la persona no era vigorosa
sino débil, prácticamente casi no aparecía en su articulado. Toda la preocupación del
codificador, siguiendo la tradición de su tiempo, estuvo concentrada en la protección
de la propiedad.
Es así que, sorprendentemente, en el Código Civil de 1936 no aparece en su
articulado la protección, por ejemplo, de la vida, ni de la libertad; ni de la integridad
psicosomática. Esta básica protección estaba increíblemente ausente en su texto. No
resultan tampoco protegidos otros derechos básicos de la persona como su intimidad
o su honor. La pobreza del Libro Primero del Código de 1936 es desconcertante.
Sólo se protegen ciertos derechos como el nombre o el domicilio. Aparte de ello se
trata, en forma desacertada, la capacidad, y se regula lo atinente a los registros del
estado civil. Como anotábamos, se tutela el nombre y el domicilio mientras que,
extrañamente, se silencia la protección de la vida y de la libertad que la sustenta.
El Libro del Derecho de las Personas del Código Civil de 1984, en cambio, prescribe
básicamente la protección de los derechos a la vida, la libertad, la integridad
psicosomática y del honor. Es de hacer notar que este Código protege la “libertad”,
a secas, mientras que la Constitución de 1979 protege “el libre desenvolvimiento de
la personalidad”. Pero, para proteger este libre desenvolvimiento de la
“personalidad” se requiere previamente proteger la libertad, en cuanto ser del
hombre, así como a la persona que posee personalidad, que es la “manera de ser” con
la que se presenta el ser humano ante el mundo. En igual sentido, sin proteger
expresamente la libertad, la Constitución de 1993 tutela “el libre desarrollo y el
bienestar”.
Sospechamos que los que trabajaron ambas constituciones no llegaron a tener precisa
la realidad de que el ser del hombre es la libertad. Que lo que lo hace ser humano es
su libertad constitutiva, diferenciándolo de los demás entes del planeta. De ahí que
lo primero que se debe proteger en un texto del nivel de la Constitución o del Código
Civil es la libertad, la que nos permite vivir como seres humanos.
El Libro Primero del Código de 1936, dedicado al Derecho de las Personas, inicia su
articulado con un grave error cuando enuncia que el nacimiento determina “la
personalidad” cuando era ya, en aquel tiempo, científicamente sabido que es la
concepción la que origina la presencia del ser humano. El segundo error, propio
también de la época, fue el de confundir como lo hacían los demás códigos civiles
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del mundo el concepto “persona”, equivalente a ser humano, con el de
“personalidad”, que es la manera como este se manifiesta en la vida social. Es decir,
cada persona tiene una propia personalidad, que es la proyección de la manera de ser
de la persona hacia el mundo exterior.
El Código Civil de 1984 supera ambos errores y es así que, precursoramente en la
codificación civil comparada, deja sentado que se es la persona desde el instante de
la concepción o fecundación, que es el momento en el cual se fusionan los núcleos
del espermatozoide con el del óvulo. Es decir, el instante de la singamia.
De otro lado, en el articulado del Libro Primero del vigente Código Civil se hace
referencia a los derechos de la persona, dejando de lado la equivocada tradición
imperante de atribuirlos a la personalidad, que es, como está dicho, la manera de ser
de aquella.
Aparte de dichas básicas carencias como las de no proteger la libertad y la vida, o de
los errores, como los cometidos al señalar que el nacimiento es inicio de la persona
en cuanto sujeto de derecho o de confundir conceptos diferentes, como los señalados,
de “persona” y de “personalidad”, el Código Civil de 1936 mostraba una pobreza
extrema.
No se regulaban cuestiones medulares como, por ejemplo:
I. La precisión de cuáles son los sujetos de derecho regulados por el Código.
II. Referirse a que la muerte pone fin a la personalidad.
III. Considerar la existencia de restricciones a los derechos de la mujer casada.
IV. La de determinar que el elemento subjetivo “ánimo” es el que constituye el
domicilio y no la objetiva realidad del hecho de la residencia en un lugar.
V. La no regulación de los actos de disposición del propio cuerpo y del cadáver.
VI. La de no proteger derechos como el de la intimidad, la imagen, la voz, el
secreto y reserva de las comunicaciones.
El Código Civil de 1936 no hacía referencia a:
I. La muerte presunta.
II. Al derecho del autor y del inventor.
III. No regulaba la organización de personas no inscrita, considerándola como un
hecho ajeno al Derecho, como un ente irregular.
IV. No normaba lo referente al nombre de la mujer casada, el de los hijos, ni el
seudónimo
V. La regulación del domicilio era diminuta y contenía errores.

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VI. No se contemplaba lo atinente a la desaparición y la ausencia.
VII. Se ignoraba lo concerniente al reconocimiento de existencia.
Las referencias anteriores representan una breve e incompleta enumeración de
ostensibles vacíos, errores y carencias del Código derogado. El mundo había
cambiado, ya no era el mismo en el cual, en el siglo XIX, se empezó a elaborar el
Código Civil de 1936.
Recuérdese que este Código se redacta antes de 1948, año en el que se difunde la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pertenece, por ello, al tiempo en
el cual se ignoraba la protección preventiva, integral y unitaria de la persona humana.
Toda la atención de los juristas de aquel tiempo, herederos de una mentalidad del
siglo XVIII en materia jurídica, se circunscribía a la tutela del bien preciado de la
propiedad.
Lamentablemente, persiste en nuestro tiempo, en un todavía importante sector social,
el afán prioritario de proteger el derecho de propiedad sobre el derecho a la vida y a
la libertad del ser humano. Prueba de ello lo encontramos, inclusive, en la vigente
Constitución peruana de 1993. El artículo 70 de este cuerpo legal afirma que “el
derecho de propiedad es inviolable”. Por cierto, este término no se emplea cuando se
regulan los derechos fundamentales de la persona, desde que es sabido que todos los
derechos son susceptibles de ser violados.
Los que se oponían a la redacción de un nuevo Código Civil argumentaban, tomando
como ejemplo el Código de Napoleón, el cual en aquellos años tenía más de 200 años
de promulgado, que se mantenía vigente. Los que esto sostenían no se habían
percatado que este cuerpo legal se había renovado y puesto al día por la valiosa
acción combinada de la jurisprudencia y de la oportuna legislación.
Cuando, en 1964, con oportunidad de un viaje a París, le pregunté al Decano de la
Facultad de Derecho de La Sorbona sobre cuál era la razón por la cual, poseyendo
avanzado un proyecto de Código Civil, no se procedía a la sustitución del antiguo
Código de Napoleón, el Decano, esbozando una leve sonrisa que no puedo olvidar,
me respondió que el orgullo de los franceses de haber dado al mundo el primer
Código les impedía modificar su “carátula”.
Lo dicho por el mencionado Decano me hizo recordar lo acontecido en Lima con una
bella casona con balcones coloniales ubicada en el jirón Callao. Una empresa, que
por aquella época proveía de energía eléctrica a nuestra ciudad, había remodelado,
con materiales de construcción empleados en nuestros días, todo el interior de la casa
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adaptándolo a sus necesidades comerciales. Sin embargo, no habían tocado la
fachada, la cual mantenía su estilo auténticamente limeño.
Debemos tener presente que, según nuestra óptica, el Derecho se encuentra en un
momento de transición entre dos épocas, entre dos concepciones del hombre y la
vida. Se va dejando atrás, lentamente, con tropiezos y resistencias, una visión
individualista-patrimonialista de nuestra disciplina jurídica por una que considera
indispensable sustituirla por una concepción humanista personalista. Se aspira a la
humanización del Derecho; a sostener que su finalidad es la protección prioritaria del
ser humano, de la persona, sobre la propiedad o de cualquier otro ente del mundo en
el cual vivimos. (Fernández Sessarego, 1993)
El cambio en acto no sólo se refiere a los supuestos del Derecho, sino que supone la
revisión y puesta al día de toda la institucionalidad jurídica. Este movimiento ya se
inició, cuestionándose, por ejemplo, temas sobre la subjetividad jurídica, la
autonomía de la voluntad, la persona jurídica, la responsabilidad civil, la
antijuridicidad, entre otros.
3. INCORPORACIÓN DEL DERECHO A LA IDENTIDAD Y DEL DERECHO AL
BIENESTAR
Consideramos de importancia incorporar en el artículo 5 del Código Civil, al lado de
los derechos fundamentales ahí nominados, tanto el derecho a la identidad personal
como el derecho al bienestar. La Comisión Revisora del Código Civil no incorporó
en dicho artículo nuestra propuesta referida a la identidad personal.
Lamentablemente, ningún otro Código Civil vigente consignaba este novísimo
derecho fundamental, hecho que probablemente actuó en alguna medida para optar
por dicha negativa. Transcurridas algunas décadas de ese episodio, el derecho a la
identidad va extendiéndose en el mundo jurídico. La Constitución peruana de 1993
incorporó la protección de la identidad personal en su artículo 2.
Es esta una razón adicional para su inclusión en el mencionado artículo 5 de nuestro
Código Civil1. De igual modo somos de la opinión de incorporar el derecho al
bienestar en nuestro Código Civil. Este derecho se encuentra protegido por nuestra
Constitución vigente. (Fernández Sessarego, 1994)

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CAPÍTULO IV: LAS FUENTES DEL DERECHO EN EL ACTUAL
CÓDIGO CIVIL PERUANO

1. LAS FUENTES DEL DERECHO SEGÚN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO DE


1852
La tradición de que se hizo eco el código napoleónico hubo de ser asumida por el
primer Código Civil peruano, el de 1852. Este, en efecto, antepuso al libro 1 un título
preliminar, varios de cuyos artículos fueron inspirados, aun textualmente, por el
francés. Mirado en su conjunto, empero, el citado cuerpo de 1852 estableció una más
completa regulación sobre el tema de las fuentes que el francés.
El principio cardinal en el código de 1852, lo mismo que en el napoleónico, es que
la ley constituye la fuente suprema del derecho. A ella se refieren, desde distintos
ángulos los artículos:
 1.- Efecto territorial de la ley a partir de su promulgación.
 2.- Prohibición de su aplicación retroactiva.
 3.- Libertad de actuación, salvo en 10 prohibido por la ley.
 4.- Carácter territorial de las leyes de policía y seguridad.
 5.- Aplicación territorial de la ley a los bienes inmuebles.
 7.- Inderogabilidad de las leyes por pactos, salvo la renuncia de los derechos
privados no concernientes al orden público ni a las buenas costumbres.
 8.- Obligación de los jueces de juzgar por las leyes.
Este lugar central ocupado por la ley en el título preliminar se vio completado por la
disposición del Art. 6, que establecía la inderogabilidad de aquélla por la costumbre
o el desuso.
En donde el código de 1852 completó al francés fue en la disposición del Art. 9, en
su primera parte, basado en el Art. 4 de aquél, que prohíbe a los jueces suspender o
denegar la administración de justicia por silencio o insuficiencia de la ley. El código
de 1852 adicionó la norma, estableciendo un orden de prelación de lo que podríamos
llamar fuentes subsidiarias para el caso de falta, oscuridad o insuficiencia legales.
Dicho orden era:
 El espíritu de la ley;
 La analogía;
 Los principios generales del derecho.
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2. LAS FUENTES DEL DERECHO SEGÚN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO DE
1936
También el c6digo de 1936 contuvo un título preliminar; pero éste, bien
sistemáticamente, bien en cuanto a su contenido, significó un retroceso respecto del
pertinente de l852.
El título preliminar del último mencionado constaba de 12 artículos; el de 1936, en
cambio, de 25. Pero la mayoría de ellos (artículos 5, 6, 7, B, 9, 10, 11, 13, 15, 17, l8,
19 y 20) trataban del derecho internacional privado peruano. Otros, aun teniendo
carácter general, como el Art. 2 relativo al abuso del derecho, encontraban
localización quizá en otras partes del código y los había de índole procesal, como el
4, concerniente al interés para litigar. El Art. 16, que establecía la igualdad entre
peruanos y extranjeros, pertenece más bien al derecho de personas.
En cuanto al fondo de la materia que nos interesa, de las disposiciones del antiguo
título preliminar desaparecieron aquella que consagraba la irretroactividad de las
leyes, su carácter territorial (en este caso debido al extenso desarrollo y análisis dado
al derecho internacional privado) y la que negaba efecto derogatorio de las leyes a la
costumbre o al desuso (porque el artículo pertinente fue reemplazado por uno más
general, el primero, que sólo permitía la derogación de la ley por otra ley, lo que
tenía a excluir la costumbre contra legen).
En compensación, se agregó el principio de la subordinación de las normas legales a
las constitucionales (art. 22); se mantuvo la obligación de los tribunales de dar cuenta
al congreso en lo concerniente a los vacíos y defectos observados en la legislación
(art. 21); reitérese el principio de la inexcusabilidad aun en caso de deficiencia de ley
y para tal evento se mandó a los jueces fallar según los principios del derecho; pero
se suprimió la obligación de consultar la ley deficiente para casos futuros.
En síntesis, pues, el título preliminar de 1936 se mantuvo en la línea del
correspondiente de 1852, por lo que respecta a la supremacía de la ley, pero
aumentada, desde el momento en que para el caso de laguna sólo se reconoció como
fuente subsidiaria los principios del derecho, eliminándose el espíritu de la ley y la
analogía. Con ello el campo de acción del juez quedó restringido, pues tanto una
como otra son manifestaciones de una concepción superadora del texto literal de la
ley. Al habérselas suprimido, con ello se dejaba atado al juez a dicho texto, de modo
de permitirle recurrir a los principios del derecho únicamente en los extraordinarios
casos no previstos en la letra legal.
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3. LAS FUENTES DEL DERECHO SEGÚN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO DE
1984
El nuevo código se mueve en dos planos por 10 concerniente a las fuentes del
derecho: el de las normas jurídicas en general y el de la ley en especial. Pero entre
ambos hay un punto de conexión, precisamente dado por la ley en cuanto especie de
norma jurídica.
Comencemos, sin embargo, con el régimen de la ley. Supuesta la suficiencia de la
ley, ésta debe aplicarse, Así lo dispone el arto 8. En defecto o deficiencia de la misma,
tal artículo manda recurrir a los principios que inspiran el derecho peruano y en
seguida, a los principios generales del derecho, Pero ya hemos visto que el art, 4
viene a establecer de modo implícito y con carácter general la analogía.
Es evidente que en una prelación lógica de fuentes, la analogía ocupa un lugar
superior al ocupado por los principios, pues bien mirada la analogía no es sino la
aplicación del principio contenido en una ley a cierto caso no previsto por su letra ni
por su sentido o mente, de modo que los principios del derecho, sean generales, sean
del peruano, constituyen una manifestación de analogía más amplia que la practicada
a partir del principio especialísimo contenido en una ley particular. En consecuencia,
ante una ley insuficiente menester es aplicar primero la analogía, los principios del
Derecho peruano en seguida y los generales del derecho después. Con ello quedan
armonizados los artículos 4 y 8, Si ahora pasamos al plano de las normas jurídicas,
que el juez está obligado a aplicar por mandato del Art. 7, es evidente que ellas se
refieren, en primer lugar, a la ley, pero también lo es que no en forma exclusiva, Bajo
la voz "norma jurídica" entiéndase también a la costumbre, a la jurisprudencia y a la
doctrina, De la primera queda excluida de inmediato la costumbre contra legen, por
mandato implícito del arto 1, que permite derogar a una ley sólo por otra ley. Pero
mantiene su pleno vigor la costumbre praeter legem, que por definición es aquella
que rige una relación no regida por la ley, de modo que es imposible que produzca
derogación.
Un razonamiento similar podemos ofrecer para la jurisprudencia y la doctrina. Por
mandato del Art. 1, ellas no pueden primar por sobre la ley; pero en defecto de ésta,
como son normas jurídicas, deben ser aplicadas. Al igual que de la costumbre,
también podernos hablar de una jurisprudencia y una doctrina praeter legem.
Se presenta de inmediato, empero, un problema: supuesta la deficiencia de la ley y,
en consecuencia, la legítima aplicabilidad de la costumbre, la jurisprudencia y la
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doctrina, cuales normas jurídicas, ¿en qué orden se las aplicará? En esto no parece
que debamos intentar demasiadas disquisiciones y que bien podemos atenemos a la
jerarquía de estas fuentes comúnmente aceptada, según la cual su orden es
costumbre, jurisprudencia y doctrina.
De acuerdo con todo lo anterior, en el plano de las normas jurídicas nos
encontraríamos con el siguiente cuadro de fuentes: primeramente, la ley; en defecto
de ella, se aplica la costumbre; deficiente ésta, la jurisprudencia; a falta de la cual, la
doctrina.

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CONCLUSIONES

Como resultado de la investigación respecto al Derecho Civil, es posible concluir que:


 El Derecho Civil contiene normas que regulan las relaciones jurídicas privadas
aplicables a todos los individuos, independiente de factores como nacionalidad,
profesión. Se aplica a todos los que se hallan en la misma situación jurídica.
 Las normas del Derecho Civil se aplican a todas las materias de Derecho privado
que no tengan una regulación especial de carácter especial.
 Pese a la apariencia, el nuevo código civil acepta un conjunto plural de fuentes y
que la ley ha dejado de poseer una casi total exclusividad, para convertirse nada
más que en la primera del conjunto. Pero es cierto que la tarea del legislador .se
agota cuando emana su ley, a partir de la cual los juristas son soberanos para
interpretarla.
 Consideramos que el Código Civil de 1984 cumplió con los objetivos que se
plantearon. Ha promovido e incentivado la producción jurídica. Antes de 1984, en
el Perú, la producción jurídica era muy limitada. La etapa de difusión del Código
dio un aliciente a los abogados y profesores de Derecho para empezar a producir
y a enriquecer la doctrina nacional. La producción bibliográfica aumentó
considerablemente, como puede apreciarse en la actualidad.

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