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Jueces
2/10/2013 | por Rav Ken Spiro
La guía judía venía de los “jueces”, que eran tanto guerreros como profetas.
¿Por qué?
Porque el objetivo supremo de cada judío es usar su libre albedrio para diferenciar
entre lo que está mal y lo que es correcto, utilizando la Torá como guía. Y esto es lo
que ocurrió en el período de los Jueces.
En aquellos días, no había rey en Israel, todos hacían lo que era correcto a sus
ojos (Jueces 21:25).
Tal vez estés pensando que este versículo suena como la descripción de una
anarquía. Pero no era así; la gran mayoría de los judíos estaban totalmente
dedicados a la Torá y tomaban decisiones de forma acertada sin necesitar que
alguien les dijera qué hacer. Con seguridad, ésta es la situación ideal. Las tribus
operaban como una unión de estados independientes, con un fuerte liderazgo
central que se erguía sólo cuando la nación era amenazada por un enemigo
externo.
Siempre que los judíos abandonan a Dios, las repercusiones son inmediatas:
Y dejaron al Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y
fueron tras otros dioses… Por eso se encendió la ira de Hashem contra Israel, y
los entregó en manos de saqueadores que los despojaron y en manos de sus
enemigos (Jueces 2:12-14).
Éste es uno de los patrones más importantes y repetitivos que tenemos que
entender sobre cómo funciona la historia judía. Cuando los judíos no cumplen su
pacto con Dios, ocurren cosas malas – por lo general, viene un enemigo y los ataca.
El pacto con Dios no sólo abarca el comportamiento del hombre hacia Dios, sino
que incluye también las obligaciones del hombre con su prójimo. Y ambas cosas
son necesarias.
Escuchar la Advertencia
Dios dice una y otra vez – cuiden la Torá en su totalidad y nada los molestará.
Vivirán en paz en su tierra y prosperarán, y no sólo eso, sino que también el mundo
entero aprenderá de ustedes y serán una luz para las naciones.
Pero si no la respetan, no saldrá un gran puño del cielo para golpearlos, porque
Dios no actúa así en la historia; sino que lo que ocurrirá en cambio será que
aparecerá un enemigo físico, o una hambruna golpeará la tierra, y todos sufrirán.
Esos eventos negativos siempre sirvieron como una llamada de atención, y si eran
ignorados sólo se intensificaban hasta alcanzar un nivel que los hacía imposibles de
ignorar.
Cuando les ocurren cosas malas a los judíos nunca es por casualidad. Siempre es
consecuencia de las acciones de los judíos y, por lo tanto, la cura nunca está en
tratar solamente la amenaza externa. Si un enemigo ataca hay que defenderse,
pero también hay que hacer introspección; la presencia de un enemigo es sólo un
síntoma de un problema más profundo que debe ser tratado. Esta relación de
causa y efecto se repite una y otra vez durante el período de los Jueces, y continúa
por toda la historia judía hasta hoy en día.
Podemos ver esto en el período de los Jueces, que se extiende desde el año 1244
AEC hasta el 879 AEC.
Entonces Hashem irguió jueces que los salvaban (a los israelitas) de las manos
de sus saqueadores (Jueces 2:16).
¿Quiénes eran los jueces?
Los jueces eran los líderes del pueblo judío que vivieron durante ese tiempo,
quienes unían al pueblo, los hacían arrepentirse y enfrentaban tanto los problemas
espirituales de la nación como las amenazas físicas.
A veces eran líderes militares que sabían cómo movilizar a la nación para la guerra
en contra de un enemigo, pero su poder real yacía en su conocimiento de Torá y su
habilidad para aplicar la ley judía.
El relato de todo este período aparece el en Libro de los Jueces, escrito por la
última gran personalidad del período de los Jueces: el profeta Shmuel. Éste período
abarca 365 años, desde el primer juez, Otniel ben Kenaz, hasta el último, el profeta
Shmuel.
Déborah
Uno de los primeros jueces fue una mujer – Déborah (ver Jueces, capítulos 4 y 5).
Ella fue famosa por sentarse bajo una palmera donde cualquiera podía buscar su
consejo y desde donde emitía las órdenes de batalla.
Barak, el mayor guerrero de esa época, se negaba a ir a la batalla sin ella. Juntos
dirigían a las tropas en contra del ejército canaanita que era mucho más grande y
que estaba apoyado por 900 carrozas de hierro, mientras que Israel no contaba con
ninguna.
El Libro de los Jueces describe una batalla clave contra los canaanitas, quienes eran
conducidos por Sisera.
De esa forma, se cumplió la profecía de Déborah, que decía que “éste es el día en
que Dios entregará a Sisera en vuestras manos…”.
Shimshón (Sansón)
Sansón fue un juez famoso por su fuerza de superhéroe y por conducir la pelea
contra el mayor enemigo de Israel: los filisteos (ver Jueces, capítulos 13-16).
Los filisteos fueron un pueblo marinero. Probablemente migraron del área Egea,
cerca de Grecia, hace unos 3.200 años. Se asentaron en la costa oriental del
Mediterráneo, desde la costa sur de Israel hasta el Líbano. En el área costera sur de
Israel establecieron una confederación de cinco ciudades-estado (Gaza, Ashkelon,
Ashdod, Gat y Ekron). Durante el período de los jueces ellos estaban en guerra
constante contra las tribus de Israel, ya que intentaban constantemente alejarlos de
la costa, hacia las regiones montañosas e internas del país.
Las excavaciones muestran que los filisteos – a pesar de que la palabra “filisteo” en
español tiene un significado peyorativo – eran culturalmente muy sofisticados.
Habían perfeccionado herramientas y armas de hierro, obteniendo una importante
ventaja tecnológica sobre sus vecinos.
Shimshón, que juzgó a Israel por 20 años, fue uno de los que se enfrentó a los
filisteos. Él era un nazir(que es una forma de penitencia en la que la persona se
abstiene temporalmente de cortarse el pelo y de beber vino). El nivel de nezirut de
Shimshón era inusual, ya que él era nazir desde su nacimiento y continuó en dicho
estado durante toda su vida. Además, su largo pelo le daba fuerza sobrenatural.
Para debilitar a los filisteos, fingió unirse a ellos, tomando deliberadamente a una
mujer filistea como esposa. Ella fue asesinada por su propio pueblo, luego de lo
cual Shimshón se casó con otra mujer filistea – Dalila. Esto resultó ser un error, ya
que Shimshón se encariñó mucho con ella.
Dalila se dio cuenta de que Shimshón era la principal amenaza para su pueblo.
Después de muchos intentos fallidos y muchas súplicas, ella finalmente logró que
Shimshón le revelase el secreto de su fuerza sobrenatural, luego de lo cual le cortó
el pelo mientras dormía. Como resultado, los filisteos pudieron capturarlo, cegarlo
y encerrarlo en prisión.
Pero ellos olvidaron que el cabello vuelve a crecer. Por lo que cuando volvió a tener
el cabello largo, su fuerza sobrenatural regresó.
Cuando las masas se unieron para ver la ejecución, un ciego Shimshón le pidió a un
niño esclavo que lo pusiese al lado de una de las columnas que sostenían el
templo.
“¡Dios mío! Recuérdame y dame fuerza sólo esta vez, Oh Dios, y yo me vengaré de
los filisteos por uno de mis ojos”. Shimshón tomó los dos pilares centrales sobre
los que se sostenía el edificio y se apoyó en ellos; en uno con su mano derecha y
en el otro con la izquierda, y dijo: “¡Deja que mi alma muera con los filisteos!”
(Jueces 16:28-30).
Él murió dando su vida por el pueblo judío, y la Biblia dice que mató a más
enemigos filisteos en ese momento que en todo el resto de su vida.
Shmuel (Samuel)
La última gran personalidad del período de los jueces fue el profeta Shmuel, uno
de los profetas más importantes de la historia judía y que también fue conocido
por ungir a los dos primeros reyes de Israel – Shaul y David (ver Shmuel 1, capítulos
1-16). Shmuel escribió el Libro de los Jueces, y junto con los profetas Gad y Natán
escribió también el ‘Libro de Shmuel’.
En el tiempo en que apareció Shmuel, el pueblo judío había pasado cerca de 400
años sin un liderazgo central. Tenían que vivir con un alto nivel de responsabilidad
individual, ya que de otra manera Dios les haría saber que se habían desviado por
medio de los canaanitas, los filisteos o los midianitas. Era muy difícil vivir así. En el
análisis final, la nación no pudo mantener este nivel de escrutinio sin una guía más
fuerte.
Cuando Shmuel era joven, viajaba por la tierra dictando la ley judía y dando
consejos al pueblo, pero ahora que había envejecido, ya no lo podía hacer.
Mientras tanto sus dos hijos, que habían asumido su rol, probaron no ser queridos
por el pueblo.
Entonces fue enviada una delegación para pedirle a Shmuel que ungiese a un rey
en su lugar:
Y le dijeron (el pueblo a Shmuel): "He aquí que tú has envejecido, y tus hijos no
andan en tus caminos. Ahora pues. Pon sobre nosotros un rey que nos juzgue,
como todas las naciones. Y esta palabra pareció mal frente a los ojos de
Shmuel… (Shmuel 1, 8:5-7).
Shmuel no lo quería hacer, pero Dios le dio el visto bueno y encontró un rey para
el pueblo.
Y así es como se cerró el período de los Jueces. Shmuel actuó como líder por 13
años y en los dos últimos dirigió al pueblo judío junto con el primer rey judío, cuyo
nombre era Shaul.
Notas:
(1)Por supuesto que también tenían la posibilidad de establecer un pacto de
paz. Ver Malbim al principio del libro de Ieoshua.
(2)Aquí me parece apropiado agregar que a diferencia de como muchos
individuos piensan el cargo del Melej HaMashiaj/el rey Mesías será un
cargo político-militar. Y de ninguna manera es necesario que sea un rabino
o una autoridad halájica.
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