Professional Documents
Culture Documents
Sin embargo, parece que los constituyentes tuvieron una idea vaga de tutela de la
Constitución por órgano político, diciendo que todos los actos que se opusieran a la
Constitución serían declarados nulos por la Suprema Corte de Justicia pero no
estableció ningún procedimiento conforme al cual pudiera declarar de nulidad la
Corte sino que se remitía a la Ley Secundaria que por cierto nunca se llegó a dictar.
En 1833, la Presidencia recae en Don. Antonio López de Santa Anna quien fue
partidario de Iturbide cuando Pío Marcha, luego le volvió la espalda y apoyó al
Congreso cuando se le juzgo traidor, etc. Pues bien, la Vicepresidencia recayó en
Don Valentín Gómez Farías.
Una vez que la presidencia estuvo en manos de Don Valentín Gómez Farías,
expidió una serie de Decretos; desde luego abolió la Real y Pontificada Universidad
de México, para quitar de manos del clero la enseñanza, suprimió la coacción civil
para el pago de diezmos y primicias a favor del clero, porque antes, cuando una
persona se negaba a pagar los respectivos “impuestos” al clero, este podía
demandarlos en los tribunales. Estos Decretos provocaron claro es un
levantamiento en las clases afectadas, principalmente en el clero y es así como se
levanta el movimiento al grito de “Religión y Fueros”, con lo que el clero hacía creer
que con aquellas medidas se atacaba la religión católica y que los autores de ellas
eran herejes.
Pero necesitaban un personaje de renombre que encabezara esta revuelta; con esa
idea se dirigen a Santa Anna que se encontraba en su Hacienda pero que no por
ello acepta ir al frente del ejército y en contra de su propio gobierno y naturalmente
que en esas circunstancias la era fácil vencer como fue a Gómez Farías que estaba
en la Presidencia supliendo la falta de Santa Anna.
Es en 1836 cuando se expide por Santa Anna la Constitución Centralista que según
él vendría a resolver todos los problemas existentes y que él pensaba derivaban de
la Constitución de 1824.
Pero lo que es curioso es que se crea un cuarto Poder, “El Supremo Poder
Conservador” integrado por cinco miembros que se cambiaban cada 2 años;
Constituyó este Poder una oligarquía por las facultades omnímodas que tenía:
Podía declarar la nulidad de una ley expedida por la Cámara de Diputados que fuese
contraria a la Constitución; Sometía de esta forma bajo su férula al Poder
Legislativo;; Podía además declarar nulo cualquier acto del Presidente que
estuviera en contra de la Constitución así, también estaba por debajo de él el Poder
Ejecutivo pero también podía declarar nula cualquier resolución de la Corte cuando
considerara que ésta contrariaba a la Constitución. Había más, Podía declarar cuál
era la voluntad del pueblo mexicano para que una persona lo gobernase.
Este Supremo Poder tenía facultades para declarar nulo cualquier acto o ley de los
otros poderes cuando considerara que se oponían a la Constitución; la petición para
que se declarara inconstitucional el acto de uno de los Poderes, la hacía cualquiera
de ellos; Ejemplo: El Presidente podía pedir al Supremo Poder que aclara una ley
dictada por el Poder Legislativo.
Parece ser que los Constituyentes de 36 se inspiraron para crear éste Supremo
Poder en el Senado Conservador.
Descubrimos los tres principios que caracterizan a la tutela constitucional por vía y
órgano político:
a).- El principio impulsión por la parte agraviada no existe, sino que al pide la
declaración de inconstitucionalidad es un órgano del Estado.
b).- En los sistemas en que se tutela la Constitución por vía y por órgano político,
no existe ninguna controversia. El S. Poder cotejaba el acto o ley con la Constitución
y decidía si era o no constitucional.
c).- La declaraciones de inconstitucionalidad no se contraen al caso concreto en que
se ha planteado el problema sino que esa declaración es erga omnes.
Pero además de estas facultades, el Supremo Poder tenía dotes de virtud de que la
propia Constitución lo facultaba para decidir cuál era la voluntad del pueblo en
cualquier conflicto que se presentara.
A pesar de lo que se diga en contra, podamos decir que el Supremo Poder tuvo un
rasgo de valor civil: El Presidente de la República, expidió un Decreto por medio del
cual ordenaba que los ladrones y asaltantes fueran juzgados por los Tribunales
Militares La Suprema Corte de Justicia excitó al Supremo Poder Conservador para
que declarase inconstitucional éste Derecho; este, así lo declaró y entonces la
Suprema Corte de Justicia giró órdenes a todos los jueces y Juzgados de la
República. Sin embargo, el Presidente se dirigió a la Cámara de Diputados, misma
que lo apoyó en su resolución y entonces, se cumplió el citado Decreto Presidencial.
Naturalmente que el ejército estaba en manos del Presidente y por esa razón, a
regañadientes los jueces tuvieron que aplicar el Decreto.
La Suprema Corte de Justicia, bajo el sistema empleado o implementado en la
Constitución Centralista de 36 era la última instancia, pero además estaba facultada
para conocer de los “reclamos”, que eran recursos que tenían los particulares contra
los decretos expropiatorios cuando estos no estuvieran fundados en una causa de
utilidad pública. Este reclamo, de ninguna forma puede servir de antecedente de
nuestro juicio de amparo. Pero sí, en la Constitución de 36 hay un anhelo de tutelar
la Constitución; aunque este sistema no tuvo los resultados apetecidos.
Yucatán, que había sido celoso reafirmado del Federalismo, proclama también su
independencia porque consideraba un sobajamiento el quedar convertido en
Departamento, después de haber vivido doce años como Estado.
Rajón era un hombre muy preparado a pesar de no ser Abogado; era un admirador
del sistema constitucional de los EE.UU. tenía una impresión de la finalidad de
impartir justicia de los jueces americanos. El Poder Judicial – Decía Rajón- además
de dirimir controversias, tiene otra misión que lo diferencia de los otros dos Poderes
y El Poder Judicial debe preservar a la Constitución contra los actos o leyes que
tienden a violarla. Esta es la concepción que tenía Rajón del Poder Judicial, el
Gobierno de los Jueces de que habló Marshall. Por esto a Rajón se le debe
considerar como el creador, no el precursor (Como se ha dicho) del amparo.
En plena guerra contra los Estados Unidos, Otero introdujo actas de Reformas, que
pone en vigor nuevamente a la Constitución de 1824 (estas actas entran en vigor
en 1847). Se reimplanta el Federalismo y en él, Otero siguió reafirmando los
preceptos del proyecto Minutario de 1842; conforma a esta acta, se implantan los
dos sistemas de Control Constitucionales: Por vías y órganos jurisdiccionales y
políticos. Las autoridades judiciales, deberían de conocer de los Amparos que se
promoviesen por cualquier individuo, contra leyes o actos de las autoridades
federales o locales, que violasen las garantías del gobernado; procedió el amparo
en contra de cualquier ley o acto de las autoridades federales o locales que violasen
las garantías individuales. Pero se establece además el sistema de protección
constitucional por vía y órgano político: competía al Congreso de la Unión, conocer
de cualquier ley local que violara la Constitución, a petición de cualquier órgano del
Estado (El sistema Político) y las legislaturas de los Estados conocían de
violaciones provenientes de leyes federales.
En el Art. 5º se declara que las autoridades de los Estados debes garantizar las
garantías de libertad, igualdad, seguridad jurídica, de propiedad, pero no consagró
esas garantías. Esta acta, era inferior a la Constitución de 1840 (Yucateca) pues en
ésta se consagro un capítulo de garantías individuales; instituyó el sistema de
amparo no solo contra las leyes o actos que violaran las garantías individuales sino
contra leyes o actos que violaran cualquier precepto constitucional. En el Acta no
se consagran las Garantías Individuales; el sistema político únicamente preservaba
el precepto que no se refieran a garantías individuales, los cuales eran protegidos
por el sistema jurisdiccional. Esta Acta, sólo estuvo vigente teóricamente; pues
Santa Anna gobernaba a su voluntad y constituyó una aristocracia. Abolió el sistema
federal y expidió, Decretos anulando leyes de las legislaturas de los Estados que él
llamaba Departamentos. Dicho gobierno era grotesco y ridículo, suprimió los
juzgados del Distrito, estableció inicuos impuestos; ningún gobernante en ningún
país del mundo gozaba un Poder omnímodo como el de Santa Anna; se formó,
además una de Ayutla contra ésta dictadura, que había conculcado la libertad
humana y así, un grupo de patriotas guerrerenses, proclaman aquel Plan.
El fin del estado Mexicano debería ser el respeto a los derechos del hombre dice el
Proyecto (Iusnaturalismo), las bases de las Instituciones Sociales son los derechos
del Hombre, se asume una actitud liberal y el Estado solo debería intervenir en las
relaciones entre los particulares cuando su desarrollo pudiera violar la paz o
seguridad. Se consagró la igualdad de todos los hombres, y esto significó el
nacimiento de un ambiente Jacobino. Se trató en forma igual a los desiguales y no
igual a los iguales y desigual a los desiguales, sistema de igualdad Aristotélico.
Los derechos del hombre son anteriores y superiores a toda sociedad; pueden ser
vulnerados, pero para protegerlos, precisamente y para obligar a las autoridades a
respetarlos, se crean las garantías individuales. Estos son los preceptos de
observancia obligatoria para todas las autoridades del país, a fin de preservar las
garantías individuales. Veamos aquí, la influencia de la revolución francesa, de la
declaración de los derechos del hombre. Para asegurar el cumplimiento de los
derechos del hombre por las autoridades, se implantan las garantías individuales
que preservan a aquellos.
En cuanto al primer objetivo del Amparo, es decir, anular actos o leyes que
contravengan a la Constitución, se acogió la idea de Don Mariano Otero, pero para
evitar que las autoridades federales se convirtieran en autoridades centrales, se dio
al Amparo el segundo objetivo, es decir, proteger a la Constitución en lo que toca a
distribución de competencias.
Del proyecto del 56 se elimina el sistema de tutela constitucional por órgano político
como lo establecía la Carta de 47.
Con esto damos por terminado el aspecto histórico de nuestro curso y la vez próxima
entraremos al estudio del artículo 13 Constitucional. Les advierto que dada la
premura del tiempo sólo veremos el artículo 13, el 14 y la primera parte del 16 y
luego entraremos al estudio del Juicio de Amparo.
El concepto central que no sirva para interpretar esta primera parte del artículo 13
constitucional es el de “Ley Privativa”; ¿Qué debemos entender pro ley privativa?...
¿En qué se distingue de la Ley especial?...
Tanto los actos jurídicos como los actos administrativos y la Ley son actos de
autoridad, Imperativos, unilaterales y coercibles y la esfera jurídica del particular
puede ser susceptible de ser afectada por un acto de autoridad. Debemos distinguir
entonces el concepto Ley como acto jurídico, de la función jurisdiccional y de la
administrativa. La ley es un acto jurídico público, cuyas características son la
GENERALIDAD, la ABSTRACCION y la IMPERSONALIDAD, en cambio, los actos
jurisdiccionales tienen las características contrarias: Concreción, individualidad y
particularidad.
Qué se entiende por abstracción?- La norma jurídica, sólo toma en cuenta un ente
abstracto para establecer, con base en él una regulación, es decir, un ente abstracto
para establecer, con base en él una regulación, es decir, un ente abstracto, toma la
ley siempre un ente abstracto (verbigracia el concepto de comerciante, de hombre,
el concepto de inmueble, etc.) un concepto que no se agota en los entes
individuales, numéricamente contados o limitados, sino que se da en ellos y en
todos los demás.
La ley es general ya que no se refiere a un ente concreto; de ahí que la ley implique
siempre un juicio lógico que tiene como sujeto a un ente abstracto, supuesto es
abstracto igualmente y el Predicado es la regulación que son torno a éste ente
presenta.
Pues bien, una ley privativa no es una ley, vamos a dar otras explicaciones antes
de seguir adelante.
Comenzábamos a ver la competencia en materia de amparo. Dijimos que los
Tribunales de la Federación, ejercen dos especies de función judicial: La función
Judicial propiamente, y la función jurídico constitucional. En la primera, los
Tribunales de la Federación no se erigen en órganos tutelares de la Constitución, la
finalidad de esta función es resolver los conflictos jurídicos del orden federal; en
cambio, al ejecutar la función jurídico constitucional, que se ejercita siempre por
medio del amparo, si se está tutelando la constitución. Se le llama jurídica a la
función precisamente porque se está tutelando a la Constitución, y se le llama
política porque se está realizando una relación de poder a poder.
De acuerdo con el Art. 104 Constitucional los Jueces de Distrito son competencias
para conocer en Primera Instancia y en la Segunda Instancia conocerán los
Tribunales Unitarios de Circuito. Aquí termina la tramitación del Juicio Federal. Así,
por ejemplo, se dicta una sentencia por un Juez de Distrito en un juicio Ord. Merc.,
(Primera Instancia), el afectado, puede recurrir esa sentencia en Segunda Instancia
atención del juicio federal. En síntesis, el Tribunal de Segunda Instancia en los
Juicios federales que se tramitan en Primera Instancia ante los Jueces de Distrito,
es el Tribunal Unitario de Circuito.
Pues bien, los Tribunales Unitarios de Circuito No son Tribunales de Amparo. Son
Tribunales de Segunda Instancia para conocer los recursos que se den contra las
resoluciones que dicten los Jueces de Distrito.
Vamos a referirnos al tema que nos intereses, o sea, la competencia para conocer
del juicio de amparo. Desde luego, los órganos competentes para conocer del
amparo son tres: Los jueces de Distrito, los Tribunales Colegiados de Circuito y la
Suprema Corte de J. Los Tribunales Unitarios de Circuito NO ejercitan la función
político constitucional, y en correspondencia, los Tribunales Colegiados de Circuito
NO ejercitan la función judicial propiamente dicha.
PRIMERA HIPÓTESIS.- Competencia para conocer del amparo entre Los jueces
de Distrito por un lado y los Tribunales Colegiados de Circuito y la Suprema Corte
de Justicia por el otro. ¿Cuándo conocen del amparo los Jueces de Distrito y cuándo
los Tribunales Colegiados o la Suprema Corte de Justicia?...
Conocen del amparo los Jueces de Distrito cuando el acto reclamado no sea una
sentencia definitiva civil o penal o un laudo arbitral definitivo.
Este principio delimita la competencia del Juez de Distrito por una parte y la de los
Tribunales Colegiados de Circuito y la S.C.J. por otras.
Pero además, señalan los casos de procedencia del amparo directo o uní instancial
y del amparo indirecto o biinstancial. Veamos el principio anterior a contrario sensu:
cuando se trate de una sentencia definitiva civil o penal, o de un laudo arbitral
definitiva, conocerán del amparo los Tribunales Colegiados de Circuito o la Suprema
Corte de Justicia. El principio expuesto se desarrolla en los Arts. 107 y 104
constitucional en relación con el 158 y 158 bis de la ley de Amparo.
Se requiere en materia laboral, que el laudo sea definitivo, es decir, que no resuelva
cuestiones accesorias, sino que resuelva la cuestión de fondo. La Jurisprudencia ha
hecho extensiva la procedencia del amparo directo a los laudos arbítrales, siempre
y cuando sean definitivos. Conocerá de ellos la Corte o los Tribunales de Distrito.
Dijimos que de las sentencias definitivas civiles o penales o de los laudos arbítrales
definitivos conocen el Tribunal Colegiados de Circuito o la S.C.J.; pues bien,
¿Cuándo conoce la S.C.J. y cuándo el Tribunal Colegiado?...
Dijimos que el amparo ante Juez de Distrito procede cuando el acto reclamado no
sea una sentencia definitiva civil o penal o un laudo arbitral definitivo. Aquí procede
el amparo indirecto o biinstancial; pues bien, el amparo que dictan los Jueces de
Distrito tiene dos Instancias, por eso se llama biinstancial.
¿En qué casos conocen en Segunda Instancia los Tribunales Colegiados de Circuito
de un amparo indirecto y en qué casos conoce en revisión de la sentencia dictada
por el Juez de Distrito la Suprema Corte de Justicia.
Para conocer en Segunda Instancia (Revisión) de una sentencia dictada por un Juez
de Distrito, la Regla General es que DE LA REVISION CONOCE EL TRIBUNAL
COLEGIADO DE CIRCUITO.
LA Corte tiene cuatro salas cuya competencia se determina por la materia, así, si el
amparo directo es contra laudos arbítrales dictados por las juntas o por el Tribunal
de arbitraje conocerá la Cuarta Sala que es la de trabajo; si se trata de un amparo
penal, conocerá la Sala Primera que es la Penal, si es sentencia administrativa se
surte la competencia a favor de la Segunda Sala que es la Sala Administrativa; si
por último la sentencia es civil, conocerá la Tercera Sala de la Corte.
QUINTA HIPOTESIS.- Competencia para conocer del amparo directo entre los
diferentes Tribunales Colegiados de la República. La regla se basa en el territorio.
Cada Tribunal Colegiado tiene una circunscripción territorial y esta se integra por la
jurisdicción territorial de los diferentes Jueces de Distrito; entonces, es competente
en Tribunal Colegiado para conocer del amparo directo, cuando la autoridad
responsable esté ubicada dentro de la jurisdicción del Tribunal Colegiado de
Circuito. Es la residencia de la autoridad responsable lo que determina la
competencia de los Tribunales Colegiados de Circuito que son 6: 2 en el D.F., uno
en Veracruz, uno en Puebla, uno en Monterrey y otro en Guadalajara.
Cuando un Juez de Distrito sea autoridad responsable, para conocer del Amparo
será competente otro Juez de Distrito de la misma jurisdicción del responsable,
cuando no exista otro Juez de Distrito, con la misma jurisdicción del responsable,
es Juez de Distrito competente el más inmediato al responsable.
Las competencia auxiliar ni importe la tramitación plena del amparo; en estos casos,
cuando se trate de los actos a que se refiere el artículo 17 de la ley de Amparo, el
Juez común se debe concretar a admitir la demanda y proveer sobre la suspensión
y una vez hecho esto, debe remitir el expediente al Juez de Distrito correspondiente.
Con esto damos por concluido el tema relativo a competencia en materia de amparo.
La clase próxima veremos las “CAUSAS DE IMPROCEDENCIA DEL AMPARO”.
Otro caso es el que dice que el amparo es improcedente contra las resoluciones
rotatorias y restitutorias que se establezcan a favor de los pueblos (27
constitucional).
Una persona impugna una resolución dentro del término concedido para hacerlo,
pero dicha resolución es de tipo político; el amparo será improcedente, no por la
actitud que el quejoso hay asumido frente al acto reclamado, sino por la misma
índole del acto, por ello será una causa de improcedencia absoluta.
Dijimos que para lograr la puntual observancia de una sentencia de amparo existen
el recurso de QUEJA Y EL INCIDENTE DE INCUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA
DE AMPARO; el primero procede cuando las autoridades responsables incurren en
exceso o defecto de cumplimiento de sentencias de amparo. Pero también la actitud
de las autoridades responsables puede impugnarse por medio del incidente de
incumplimiento, cuando traduzcan una inobservancia total de la sentencia. Pero
cuando las autoridades responsables cumplen totalmente con la sentencia y
resuelven de acuerdo con situaciones no planteadas en la Litis de la sentencia de
amparo, se plantea el problema de cuando se trata de actos nuevos y cuándo de
repetición del acto a que se refiere la sentencia.
1º.- Cuando el motivo determinante y el sentido de afectación del acto posterior sean
diferentes del motivo determinante y el sentido de afectación del acto reclamado en
la sentencia. Contra este acto nuevo si procede un segundo amparo.
La H. Suprema Corte de Justicia dice que hay acto nuevo cuando la autoridad
responsable dicta una resolución resolviendo una cuestión que no fue abordada en
la sentencia de amparo o bien cuando realiza actos ejercitando sus funciones
legales, las cuales no tocó la sentencia. Esto acaece cuando se trató de un
procedimiento por que el amparo no es una patente de impunidad o de inmunidad.
En las Fracs. III y IV del mismo Art. 73, la improcedencia del amparo deriva de la,
litispendencia: cuando se entablen dos amparos promovidos por el mismo quejoso,
contra los mismos actos reclamados de las mismas autoridades responsables,
entonces el segundo amparo es improcedente por litispendencia y debe
sobreseerse. Cuando hay diversidad en alguno de los elementos del juicio (quejoso,
autoridad responsable, acto reclamados) no habrá litispendencia y es obvio que no
debe sobreseerse el juicio sino que se debe acumular, lo mismo que cuando
promueve el quejoso dos amparos contra los mismos actos reclamados pero de
diferente autoridad responsable.
Hay que distinguir entre intereses jurídicos e intereses económicos. Cuando un acto
lesiona al sujeto en sus intereses económicos, no procederá el amparo porque lo
que tutela es el interés jurídico de los gobernados.
Ahora, bien, cuando esa situación que puede provocar un beneficio a una persona
esta tutelada por la ley, esta consignada en la ley, el interés es jurídica, no es
meramente fáctico. El derecho subjetivo es un interés jurídico superior, es una
facultad que a una persona, otorga la norma objetiva: el derecho subjetivo siempre
supone una obligación correlativa de otra persona, la cual está obligada a respetar
aquel derecho subjetivo. No hay que confundir entonces el derecho subjetivo con el
interés jurídico porque un acto de autoridad puede conculcar un interés jurídico sin
lesionar un derecho subjetivo propiamente. Cuando un acto de autoridad lesiona un
interés económico y no jurídico, el amparo será improcedente. La Corte ha
sostenido que lo que tutela el amparo son los intereses jurídicos del quejoso, no los
económicos.
En la Fracc. VI del Art. 73, descubrimos otra causa de improcedencia del amparo
que se refiere a los casos en que se trata de leyes heteroaplicativas. El quejoso se
ha adelantado a impugnar una ley que aún no le causa agravios, no le causa
perjuicios. Falta entonces el elemento agravio y el amparo que se promueva será
improcedente. Habrá que esperar a que las leyes heteroaplicativas se apliquen en
un caso concreto. Esta causa de improcedencia al igual que la anterior es relativa.
Para la próxima clase vamos a terminar el estudio del Art. 73 y a iniciar el estudio
del sobreseimiento.
La Fracc. XII, se refiere al consentimiento tácito del acto reclamado. Cuando dentro
del término de 15 días no se interpone el amparo, sino que el amparo se promueve
extemporáneamente, se considera que ha habido consentimiento tácito del acto
reclamado. El término general de 15 días debe comenzarse a contar del momento
en que se le ha notificado al quejoso el acto reclamado o sea sabedor del acto. (Esto
es muy difícil de probar y por ello es muy difícil de aplicar en los actos aislados en
que no se ha ratificado el acto). La autoridad responsable tiene aquí la carga de la
prueba.
En los juicios de orden penal no hay término para interponer el amparo y éste
procede en cualquier tiempo.
Esta Fr. Señala otra excepción: cuando se trata de una ley auto aplicativa el tiempo
para impugnarla es de 30 días después de que ésta entra en vigor; pues bien, antes
de la reforma de 1950, cuando una persona promovía el amparo después de los 30
días, se consideraba extemporánea la demanda. Pero como una ley inconstitucional
significa una situación muy importante se adicionó la fr. II que implica la excepción;
una ley auto aplicativa puede ser atacada en el término usual de 30 días o 15 días
después del acto de aplicación. Así no se considera extemporáneo el amparo si no
se presenta en el término original.
GARANTÍAS Y AMPARO
Una ley auto aplicativa se debe reclamar en el término de 30 días después de que
la ley entra en vigor; si se deja pasar ese término no se considera como consentido;
sólo si se deja pasar el término de 15 días después del 1er acto de aplicación de
esa ley (73-II). Así tienen dos oportunidades temporales.
LAS FRS. XIII, XIV Y XV, consignan como causas de improcedencia la violación por
parte del quejoso del PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD; si el quejoso no impugna un
acto agotando todos los recursos de defensa legal antes de ir al amparo, éste es
improcedente (XIII). Esta causa de improcedencia tienen todas las salvedades del
principio de definitivita que ya vimos anteriormente.
La Fr. XVIII, señala una causa de improcedencia genérica, no específica como las
señaladas por las demás fracc.: “…cuando la improcedencia resulta de alguna
disposición de la ley..” Pero ¿de qué ley? De la ley de Amparo o de la constitución.
Si esta fracción se referirá a cualquier ley secundaria, el amparo quedaría a capricho
del legislador ordinario y aquella ley secundaria sería inconstitucional.
Es una figura procesal que data del viejo derecho español; es la castellanización de
la expresión latina “supersedere” (sentarse sobre). Simbólicamente el tribunal se
sienta sobre los expedientes (aunque materialmente muchos jueces se sienten
sobre los expedientes). (sic). No se decide sobre los derechos controvertidos de las
partes y se pone fin al juicio con vista a una circunstancia legalmente prevista. En
derecho español cunado el reo o procesado fallecía durante el juicio ya el Derecho
Procesal Penal, cuando el M.P. formula conclusiones no acusatorias, el juicio de
sobreseer. El juez no puede ir más allá de las resoluciones del M.P. y no puede
condenar o absolver, solo debe sobreseer al juicio con vista a una circunstancia
ajena, distinta de la cuestión fundamental (en caso las conclusiones no acusatorias).
En Derecho Procesal Civil también resulta una causa de improcedencia (3008 del
C.C.) cuando se embarguen bienes distintos de los bienes del embargado y
pertenezcan éstos a otras personas, en cuanto sí lo diga el Registro Público de la
Propiedad, se sobresee el asunto.
Ahora bien, uno de los juicios sobre los cuales exista litispendencia, puede estarse
tramitando en primera o segunda instancia; de todas maneras es improcedente.
Hay que distinguir entre intereses jurídicos e intereses económicos. Cuando un acto
lesiona al sujeto en sus intereses económicos no procederá el amparo por que lo
que tutela el amparo es el interés jurídico de los gobernados. ¿Y qué es el interés
jurídico? ¿Qué es el interés económico de una persona? ¿En qué se distingue el
primero de un derecho subjetivo? ¿Qué es el interés? El interés no es un elemento
exclusivamente subjetivo, no es una entelequia; el interés es el provecho que una
situación objetiva queda proporcionar una persona.
El concepto de interés se integra por dos elementos: uno objetivo, (un hecho
exterior) y uno subjetivo (la percepción de que ese hecho puede proporcionar a un
sujeto un provecho). El interés se define: EL INTERES ES EL PROVECHO O EL
BENEFICIO QUE UNA PERSONA PUEDE OBTENER DE UNA SITUACIÓN, DE
UN HECHO, DE UN ACTO OBJETIVO.
Ahora bien, cuando esa situación que pueda provocar un provecho o un beneficio a
una persona está prevista por la ley, está consignada en la ley, el interés es jurídico,
no es meramente fáctico, es jurídico. Hay una situación objetiva que prevé la ley y
de esa situación yo puedo extraer un beneficio; entonces la tutela que la ley importe
a esa situación, provoca mi interés jurídico. Entonces tengo interés jurídico aunque
no tenga derecho subjetivo; este es un derecho superior y es una facultad que a
una persona otorga la norma para imponer mis prestaciones a un sujeto obligado;
siempre un derecho subjetivo reconoce una obligación correlativa. No hay que
confundir pues, un interés jurídico con un derecho subjetivo. Cuando, un acto de
autoridad lesiona los meros intereses fácticos, los meros intereses económicos y el
quejoso interpone amparo, éste no es procedente. La S.C.J., ha sustentado que no
son los intereses económicos sino los intereses jurídicos, los que hacen
procedentes al amparo.
En la fr. VI, descubrimos otra causa de improcedencia: en los casos en que se trata
de leyes heteroaplicativas. Aquí tampoco se lesionan intereses jurídicos de quejoso;
en virtud de que la ley no causa agravios al quejoso no proceda aquí el amparo.
Aquí hay ausencia de agravio, de lesión. Así el amparo es improcedente contra
leyes que no sean auto aplicativas. Esta otra causa es relativa pues puede existir y
no; igualmente la causa a la que se refiere la fracc. V.
En las dos fracc. Subsiguientes, XVII y VIII, las causas de improcedencia son
absolutas o necesarias: se funden en la índole de las autoridades que intervienen y
por la naturaleza de los actos: el amparo es improcedente contra cualquier
resolución dictada en materia política-electoral. El amparo es improcedente contra
las resoluciones dictada por el PTE. De Consejo Electoral, contra cualquier
resolución del Congreso de la Unión es materia electoral, en fin contra cualquiera
resolución de índole político-electoral.
GARANTÍAS Y AMPARO
Leer la fr. X.- En un procedimiento judicial puede haber varias situaciones jurídicas,
situaciones en las cuales puede estar colocado el quejoso o alguna de las partes;
esta doble situación jurídica la descubrimos en un procedimiento penal. Cuando se
le detiene por orden judicial, cuando se le pone a disposición del juez, cuando se ha
dictado la orden de aprehensión, tiene el carácter de indiciado; ejecutada la orden
y detenido el sujeto, viene una nueva situación jurídica: se dicta el auto de formal y
el sujeto es entonces procesado. El carácter de indicado subsiste hasta el auto de
formal prisión o el auto de soltura; el auto de formal prisión exige ya requisitos
distintos a los que se observaron para dictar el auto de aprehensión. La situación
del sujeto es ahora de procesado; y cuando se dicta sentencia condenatoria, pasa
a la calidad de reo.
Estas situaciones jurídicas son autónomas entre sí, pues las dos primeras
situaciones no están vinculadas de causa efecto; son autónomas, independientes.
Pues bien, si contra la orden de aprehensión se pide amparo por no estar fundada
en el Art. 16, la suspensión que da el juez, es para que el quejoso no sea detenido.
Nada más. El proceso penal debe seguir su curso, pues es de orden público. Ahora
bien el auto de formal prisión es la causa de la detención del quejoso, de la privación
de su libertad y tiene un origen distinto a la orden de aprehensión para la privación
de la libertad; entonces la policía judicial detiene al sujeto. Si se concediese el
amparo contra la orden de aprehensión, la nueva situación jurídica, alteraría el auto
de formal prisión, hay un acto irreparablemente consumado. El amparo contra la
orden de aprehensión es improcedente, pues alteraría la situación nacida con el
auto de formal prisión. Este amparo debe sobreseerse.
En ambos casos hay cuestión contenciosa, pues la segunda debe resolverse por el
Juez de Distrito tratándose del amparo indirecto en la audiencia constitucional. Esta
cuestión es de previo y especial pronunciamiento en la audiencia constitucional.
Esta cuestión es de previo y especial pronunciamiento en la audiencia
constitucional. Si considera que el amparo es improcedente, dicta una sentencia de
sobreseimiento sin que se analicen los conceptos de violación. Pero el juez de
distrito puede decir: No es de sobreseerse este juicio, el amparo no es improcedente
y entraré al estudio de la cuestión fundamental planteada.
Vemos como la sentencia de amparo debe resolver estas dos cuestiones: el amparo
es improcedente? El juez de distrito lo sobresee. El amparo es procedente? Se entra
al estudio de la cuestión fundamental. Así la sentencia termina con los siguientes
puntos resolutivos: “El juicio de amparo es improcedente y se sobresee” (único
punto resolutivo). En caso contrario: Primero El juicio no es de sobreseerse.
Segundo. La justicia de la unión amparo (o no) al quejoso. Por ello cuando el
sobreseimiento se basa en alguna causa de improcedencia el sobreseimiento
adopta la forma de sentencia a diferencia de los dos casos anteriores, ya que se ha
resuelto por la sentencia una controversia.
Este sobreseimiento solo versa por modo absoluto en amparos de materia civil y
por modo restrictivo en materia administrativa. Aquí existe esta cuestión: siempre y
cuando no se haya reclamado una ley federal o local, auto aplicativa o
heteroaplicativa por su inconstitucionalidad. En consecuencia, esta causa de
sobreseimiento de la frac. V no opera nunca en amparos de la materia laboral y
penal.
En la fr. IV del Art. 74, el sobreseimiento se decreta por la inexistencia de los actos
reclamados que equivale a la inexistencia real de la acción de amparo. Siempre el
quejoso reclama actos de autoridad, y no existiendo esos actos en la realidad, el
juicio se sobreseerá. En este caso también el sobreseimiento adopta la forma de
sentencia que se dicta en La Audiencia Constitucional.
A raíz de que entraron en vigor las Reformas a la Ley de Amparo de 1950, la Corte
discutió sobre cómo debían contar los 180 días; si solo se contarían los días hábiles
o también los inhábiles. La Sala Administrativa y la Auxiliar sostenía que dentro de
los 180 días debían contarse los días inhábiles, pero la Sala Civil sostenía lo
contrario: que el decir la Ley de 180 días consecutivos, se refería a una
consecutividad legal. El pleno de la corte resolvió a favor de la sala Civil. Creemos
que la tesis correcta es la primera, porque si el Legislador hubiera querido los 180
días sin contar los inhábiles simplemente hubiera dicho “Si no promueve dentro de
los 180 días”.
La sentencia que niega el amparo obedece al mismo proceso intelectivo del órgano
de control (no dé la razón al quejoso al analizar los conceptos de violación,
considera importantes los conceptos de violación), solo que con resultados
contrarios a las pretensiones del quejoso.
Existen diferentes reglas que rigen a las sentencias que se pronuncian en el juicio
de amparo. Ya hemos estudiado uno de estos principios el de Estricto Derecho que
consiste como recordaremos en que el órgano de control solo debe analizar los
conceptos de violación expuestos en la demanda. Ya conocemos las salvedades a
este principio (materia penal, laboral cuando el quejoso es el trabajador y en materia
administrativa cuando se base la demanda en leyes declaradas inconstitucionales
por la Corte).
La competencia de los jueces de distrito es mucho más amplia que la de los T.C.C.
y que la S.C.J. Este principio de procedencia del amparo indirecto se desenvuelve
por el Art. 114 de la ley de Amparo, que establece los casos en que el amparo debe
solicitarse ante un juez de distrito; estos casos no hacen sino desarrollar el principio
básico; procede el amparo indirecto contra todo acto de autoridad que no sea una
sentencia definitiva del orden civil o penal o un laudo arbitral definitivo y que es
impugnable ante un juez de distrito.
Antes de estudiar la tramitación de este amparo veremos los casos a que se refiere
el Art. 114.
La Fr. I señala el 1er. CASO: Desde luego cuando el acto reclamado consiste en
una ley auto aplicativa, en una ley que por su sola expedición afecta a los
particulares: el amparo contra esta ley es el indirecto.
2° CASO: La Fr. II establece la procedencia del amparo indirecto para atacar actos
estricto sensu de las autoridades distintas de las judiciales, de las juntas de
conciliación o sea de autoridades administrativas.
Ahora bien, hay una regla contenida en esta Fr. II que se refiere a la procedencia
del amparo indirecto: un acto de una autoridad administrativa puede ser un acto que
se realiza fuera de una escuela procesa. El amparo indirecto ataca ese acto en sí
mismo, pero bien puede suceder que el acto de una autoridad administrativa
consista en una resolución que recaiga en un procedimiento seguido ante la propia
autoridad. Entonces opera esta regla: cuando se trata de actos que forman parte de
un procedimiento judicial o administrativo esos actos en sí mismos no son
impugnables en empero.
Cuando produzcan agravios en perjuicio de algunas de las partes ésta tiene que
esperar a que llegue a su fin el procedimiento y entonces el impugnar la resolución
definitiva puede hacer valer las violaciones cometidas en ese propio procedimiento.
Los agraviados tienen que esperarse a que se dicte la resolución definitiva y hace
valer las violaciones cometidas por la resolución misma y por las cometidas durante
el procedimiento.
Sin embargo podríamos suponer que confiamos a la fracción II del Art. 114, se
establece la procedencia del amparo indirecto para atacar actos estricto sensu de
autoridades diferentes a las judiciales y a las de Conciliación y Arbitraje; se trata de
actos de autoridades administrativas.
Un acto de una autoridad administrativa puede ser un acto aislado, sin formar parte
de ningún procedimiento previo, entonces el amparo indirecto ataca ese acto en sí
mismo, pero puede suceder que el acto de una autoridad administrativa consiste en
una resolución dictada en una asunto llevado en forma de juicio ante la propia
autoridad; entonces, opera este principio: cuando se trata de actos que forman parte
de un procedimiento, de actos aislados, no procede el amparo, el agraviado tendrá
que esperar a que se dicta la resolución definitiva para atacarla en amparo, y al
impugnar en amparo la resolución definitiva puede impugnar los actos realizados en
la secuela del procedimiento.
Otro caso en que procede el amparo indirecto contra actos de autoridad judicial es
el siguiente: contra actos de autoridad judicial que violan garantías de un tercero
extraño; contra cualquier acto realizado dentro o fuera del juicio, que importe
violación a los derechos de un tercero extraño, el cual puede impugnar en amparo
dicho acto sin necesidad de esperar a que se dicte la resolución definitiva.
El tercer caso de excepción a la regla que dice que los actos aislados de un juicio
no son impugnables en amparo es el siguiente; cuando afecte el acto a una de las
partes del juicio y que ese acto sea de imposible reparación.
¿Qué es acto de imposible reparación?...Este tema lo tratáremos la próxima clase.
Hay actos dentro de un juicio que por ser actos de imposible reparación hacen
procedente el juicio de amparo indirecto sin que el agraviado tenga que esperar la
resolución definitiva.
Este concepto de acto de imposible reparación no ha sido definido por la S.C.J.: se
han señalado algunos criterios, algunos discrepantes y contradictorios. Vamos a
exponer el CRITERIO TEORICO para determinar la naturaleza de dichos actos y
luego nos referiremos al criterio variable de la jurisprudencia de la S.C.J.
¿Qué se entiende por acto dentro de un juicio de imposible reparación? Adentro de
un juicio de imposible reparación es aquel que ya no puede ser modificado por la
sentencia definitiva que se dicta en dicho juicio. Es aquel que sirve de dicho
presupuesto. Un acto dentro del juicio de imposible reparación es cuando su
contenido no puede ser ya abordado por la sentencia definitiva que se dicte en dicho
juicio.
Por eje: al acto que declara rebelde al demandado. Este teóricamente es un acto
dentro de un juicio de imposible reparación, ya que la sentencia debe tomar en
cuenta el contenido del auto que declara rebelde al demandado. La sentencia
definitiva llevará como base el que el demandado no opuso excepciones, pues
había solo declarado rebelde. Contra el acto de rebeldía procede la apelación y
contra su resolución, el amparo indirecto.
Otro Eje: el auto que desecha una prueba. Teóricamente es un auto de imposible
reparación pues la prueba desechada ya no será tomada en cuenta por la sentencia
definitiva y contra el auto que desecha una prueba procede el recurso de apelación
y contra su resolución, el amparo indirecto.
Participa el criterio de la S.C.J. del criterio teórico que ya vimos. Pero si este es el
criterio más o menos general que ha acogido la jurisprudencia de la S.C.J. en
diferentes casos jurisprudenciales ha contraído este criterio, porque a pesar de que
esos actos son teóricamente de imposible reparación, dice la corte que no lo son:
por eje: un auto que desecha una prueba. Claro que dentro de este criterio, el que
exista la posibilidad de que se dicte una sentencia a favor de la parte afectada,
ningún acto será teóricamente de imposible reparación.
CRITERIO LEGALISTA
Ver arts. 159 y 160 de la Ley de Amparo.- El art. 159 contempla diferentes hipótesis
de violaciones a la Ley al procedimiento cuando ocurre algún fenómeno violatorio
contemplado por ese Art. El auto que se ha dictado no es de imposible reparación
y por lo tanto no procede el amparo directo; este procede una vez que se ha dictado
la sentencia definitiva. Procede el amparo indirecto siempre que se trate de una
resolución que no produzca ninguna de las violaciones comprendidas en el Art. 159.
Si está comprendida, procede el amparo directo. Si se dicta una resolución dentro
de un juicio civil o laboral, si esa resolución se encuentra comprendida dentro de
una de las violaciones el Art. 159, aquí no procede el amparo indirecto sino el directo
y se debe esperar la resolución definitiva.
Sabemos que el Art. 479 de la Ley Federal del Trabajo dispone que se tenga por
desistida la demanda por la parte actora cuando deje de promover por tres meses.
El actor dejó de promover ese término o más. El patrón, que es el demandado, pide
a la Junta la aplicación del 479. Pero supongamos que ésta rechace la petición del
patrón demandado y dice que no es de aplicar el 479. Este es un acto de imposible
reparación, pues produce en primer lugar una violación que no está comprendida
en abordar si es aplicable o no el 479. Entonces el acto que niega a aplicar el 479
es un acto de imposible reparación y entonces el amparo es procedente ante el juez
de distrito. Lo mismo cuando se aplica el 479.
El auto que declara la incompetencia también es un acto de imposible reparación
dentro del juicio. Ejemplo: una persona como asesor técnico de las obras de
planificación promueve un juicio exigiendo el pago de honorarios en contra del
Depto. Del D.F. La Ley de Hacienda del D.F. y la Ley de Planificación, dan derechos
a cobrar honorarios a que tiene derecho conforme a aquellas leyes. Acude ante el
Lic. Uruchurtu y éste se niega a pagar. El asesor debe demandar judicialmente al
Depto. Ante las autoridades comunes del D.F., pues el problema es de aplicación
de leyes locales. El juez de entrada a la demanda y ordena que se corra traslado al
Depto. Y éste impone las excepciones de incompetencia diciendo que es una
cuestión de carácter administrativo. El juez los tiene por interpuestas y envía el caso
al superior, dándose trámite a la acción de incompetencia. El superior declara válida
la excepción de incompetencia. Este es un acto de imposible reparación, pues el
juicio ya no puede seguir. Esta resolución es una resolución que importe un acto de
imposible reparación y contra ella procede el amparo ante un juez de distrito.
En los demás casos hay que aplicar el criterio jurisprudencial o el criterio teórico,
según convenga más al caso concreto. Ante la duda debemos presentar el amparo
ante un juez de distrito. Si éste es sobreseído los actos violatorios pueden ser
impugnados en amparo directo ante el T.C.C.
Pero el problema se complica porque los arts. 159 y 160 señalan que los T.C.C.,
pueden indicar que actos fueran comprendidos por analogía en aquellos casos, es
decir, por los señalados en dichos artículos.
Ahora bien, cuando un acto dentro o fuera del juicio afecte a una persona ajena al
juicio, éste debe agotar el recurso que se señale antes de ir al amparo indirecto
(siempre que no se trate de un juicio de tercería). El tercero que se vea afectado en
sus bienes por una resolución judicial no está obligado antes de ir al amparo de ir a
la tercería. Si interpone la tercería ya no puede presentar el amparo (XIX del art.
73).
Este auto se notifica por oficio a la autoridad responsable. Las autoridades deben
rendir su informe justificado en el término de 5 días, lo que no sucede en la realidad;
la Corte ha señalado en su jurisprudencia que las autoridades responsables deben
rendir su informe antes de la audiencia constitucional. El informe justificado es la
primera actuación de la autoridad responsable y es la contestación a la demanda
de amparo. Pueden rendir su informe justificativo negando los actos reclamados;
frente a este informe negativo el quejoso tiene la obligación de demostrar que se
realizaron los actos reclamados, pero tiene además la obligación de demostrar la
inconstitucionalidad de esos actos.
Las autoridades responsables pueden aceptar los actos pero sostener que no son
violatorios de las garantías individuales. Allí la autoridad pide que se niegue el
amparo al quejoso. Pueden hacer valer también causas de improcedencia del juicio
y pueden pedir que se sobresea. Así surge una segunda controversia: ¿Existen o
no las causas de improcedencia?
PRIMERO.- Contra autos dictados por los jueces de distrito en que tengan por no
interpuesta o desechan la demanda de amparo. Del recurso conoce el Tribunal
Colegiado de Circuito que sea el superior jerárquico del juez de distrito y dentro de
cuya jurisdicción se encuentren.
SEGUNDO.- Contra las interlocutorias suspensionales dictadas por el juez de
distrito concediendo o negando la suspensión definitiva al quejoso (FRAC. del Art.
83 de la Ley de Amparo). También procede contra las interlocutorias que revoquen
o modifiquen las interlocutorias de suspensión.
CUARTO.- Contra las sentencias constitucionales dictadas por los jueces de Distrito
en la Audiencia Constitucional; estas sentencias pueden ser concesorias de
amparo, negatorias de amparo o sentencias de sobreseimiento.
Ahora bien, de este recurso de revisión puede conocer la Suprema Corte de Justicia
a los Tribunales Colegiados de Circuito; en los tres casos anteriores, la revisión es
del conocimiento absoluto de los Tribunales Colegiados de Circuito; pero ahora el
Juez de Distrito tiene dos superiores jerárquicos en relación con la revisión;
entonces; ¿Cuándo conocerá del recurso de revisión contra las sentencias dictadas
por el Juez de Distrito la Suprema Corte de Justicia?... ¿Cuándo conocerá el
Tribunal Colegiado de Circuito?...
1.- Cuando en el juicio de amparo se haya planteado por el quejoso una cuestión
de inconstitucionalidad de una ley (no de un reglamento).
4.- Cuando el amparo se haya interpuesto con fundamento en las fracc. II y III del
artículo 103 Constitucional (art. 84 de la Ley de Amparo)
En las clases pasadas vimos la corte de revisión que queja contra resoluciones
dictadas por los jueces de distrito en el juicio de amparo. Ahora veremos los casos
en que procede la queja contra las autoridades responsables. En estos casos la
queja debiera llamarse incidente de queja y no recurso (que se da siempre contra
una resolución judicial, nunca contra actos de las partes).
Pero también procede el recurso de queja por exceso de ejecución, exceso que es
un detrimento generalmente del tercero perjudicado si es que existe, y este es quien
interpone la queja. Si el defecto consiste en que la autoridad responsable no
restablece las cosas al estado en que se encontraban antes del acto reclamado, el
exceso consiste en que la autoridad responsable, al dar cumplimiento a una
sentencia de amparo, se extralimita en este restablecimiento, le dan más al quejoso
de lo que éste tenía derecho, hasta antes del acto reclamado, es decir, prolongan
la situación en que las cosas se encontraban antes del acto reclamado. Este exceso
del recurso de queja que es interpuesto por el 3º perjudicado.
La interlocutoria que concede la suspensión definitiva al quejoso, impone a las
autoridades responsables obligaciones negativas, de no hacer; la abstención que la
suspensión definitiva impone a las responsables, frente al quejoso, no puede
cumplimentarse ni excesiva ni defectuosamente, porque solo son susceptibles de
violarse totalmente, nunca parcialmente por eso las autoridades responsables no
pueden incurrir en exceso, siempre en desacato, en incumplimiento total. Cuando
esto ocurre, procede el incidente de incumplimiento de sentencia, contra los actos
que han violado la sentencia, incidente que se tramitará en los términos del artículo
103, 113 de la ley, en relación con el 143.
LA INTERLOCUTORIA SUSPENSIONAL
1.- Consiste en que los actos reclamados sean ciertos; si no existen se negará la
suspensión definitiva, ésta es la primera condición.
2.- Que siendo ciertos los actos reclamados, su naturaleza permita su paralización,
su suspensión, es decir, que siendo ciertos los actos reclamados, no sean negativos
ni consumados.
3.- Que siendo ciertos los actos reclamados y permitiendo su naturaleza su
paralización, se satisfagan los requisitos del art. 124 de la ley de amparo; estos
requisitos son:
a) Que la suspensión definitiva la solicite el agraviado.
b) Que con el otorgamiento de la suspensión definitiva no se contravengan
disposiciones de orden público ni se afecte el orden social.
c) Que con la ejecución de los actos reclamados se causen a los agraviados
perjuicios de difícil reparación.
Ahora bien, las garantías o contra garantías se hacen exigibles de la misma forma
en que se hacen efectivas en tratándose del amparo indirecto, solo que en el caso
que estamos tratando (amparo directo). EL INCIDENTE DE DAÑOS Y PERJUICIOS
SE SUSTANCIARA ANTE LA AUTORIDAD RESPONSABLE.
PRINCIPIOS DE JUICIO DE AMPARO.
CASOS PRACTICOS
ACCIÓN REIVINDICATORIA
Ahora bien, la acción reivindicatoria intentada por la actora se encuentra regulada
en los artículos 5.28 y 5.30 del Código Civil y 2.2 del Código de Procedimientos
Civiles, vigentes en el Estado de México. La reivindicación compete a quien no está
en posesión del bien, del cual tiene la propiedad, y su efecto es declarar que el actor
tiene dominio sobre él y se lo entregue el demandado con sus frutos y accesiones
en los términos del Código Civil.
ACCION DE ALIMENTOS
Los artículos 4.127, 4.128, 4.130, 4.135 y 4.138 del Código Civil del Estado de
México, establecen:
ARTICULO 4.127.- La obligación de dar alimentos es recíproca. El que los da, tiene
a su vez el derecho de pedirlos.
Artículo 4.128.- Los cónyuges deben darse alimentos
ARTICULO 4.130.- Los padres están obligados a dar alimentos a sus hijos. A falta
o por imposibilidad de ellos, la obligación recae en los ascendientes más próximos.
ARTÍCULO 4.135.- Los alimentos comprenden todo lo que sea necesario para el
sustento, habitación, vestido y atención médica y hospitalaria. Tratándose de
menores y tutelados comprenden, además, los gastos necesarios para la educación
primaria y secundaria del alimentista. Respecto de los descendientes los alimentos
incluyen también proporcionarle algún oficio, arte o profesión adecuados a sus
circunstancias personales.