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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

ARTÍCULO DE OPINIÓN

“LA ANOREXIA INFRIGE EL DERECHO A LA SALUD”

Autor(es):

CHICANA FLORES, MELISA CATHERINE

Asesora:

VIDAL MARINGOTE, ROCÍO

Trujillo – Perú

2017
I. INTRODUCCIÓN
En la actualidad los adolescentes están expuestos a diversos problemas familiares, sociales, los
cuales pueden originar conductas de trastornos alimentarios. Según las estadísticas, el mayor
porcentaje de jóvenes afectados por este problema son las mujeres ya que ellas sufren mayor
presión social y estética, generando una preocupación por llegar a tener un cuerpo delgado,
preocupándose por las dietas, lo cual llega a convertirse en una enfermedad que puede ser
mortal como es la anorexia.

Esta enfermedad existe desde la antigüedad, se conocen casos descritos desde la Edad Media.
En la década de 1870, el médico inglés William Withey Gull utilizó por primera vez la expresión
"Anorexia Nerviosa" en una conferencia en Oxford y la describió como una enfermedad de
origen psicológico. Casi al mismo tiempo Charles Lasègue realizó estudios sobre el trastorno y lo
llamó "Anorexia histérica" para resaltar el origen psíquico de la alteración alimentaria. A
principios del siglo XX, comenzó a tratarse desde el punto de vista de la endocrinología y a partir
de los años 30 del siglo XX se estudia dentro de la psicología y la siquiatría (Castellón 2012)

El problema radica en la búsqueda de prototipos como las modelos, que lucen un cuerpo muy
delgado, tan bellas tratando de llegar a lucir como ellas; por lo que se inicia con la disminución
voluntaria total o parcialmente el consumo de alimentos y selección de aquellos que ayuden a
la reducción del peso. Llegando a realizar un registro diario de las calorías consumidas y
muestran un comportamiento obsesivo por las comidas. El adelgazar se escapa de las manos,
llegando a contar las calorías que incluso se ingiere durante el día. Esto conduce a una dieta cada
vez más estricta y posteriormente llegar al punto de no ingerir ningún tipo de alimento.

Desgraciadamente, cuando nos damos cuenta de que una persona ya sea conocida o de nuestra
familia está pasando por este drama, muchas veces ya es demasiado tarde. Por eso, hace falta
que las instituciones públicas o privadas encargadas a preservar la salud se den cuenta de que
la anorexia es una enfermedad que puede llevar en su mayoría a la muerte y que, por
consiguiente, es necesario actuar de manera que quien necesite ayuda pueda contar con el
apoyo de especialistas, por un lado. Por otro, urge que se lleven a cabo charlas, campañas y
grupos de ayuda para la prevención de este tipo de enfermedades.

Es por ello que la sociedad debe conocer acerca de las diferentes actividades de prevención,
detección y tratamiento de esta enfermedad, Por lo que el propósito del presente estudio es
investigar sobre actividades de prevención para la salud de estas personas que están en riesgo
de padecer de anorexia.
II. OPINIÓN

En la actualidad se habla mucho sobre los trastornos de la conducta alimentaria, quizá debido a
la excesiva importancia que damos a la imagen, el culto al cuerpo, la influencia de la moda y que
hoy en día el canon de belleza femenina es la delgadez y de alguna manera todo esto parece
explicar este incremento. En este trastorno, en algún momento aparecen trastornos orgánicos,
aun cuando el organismo mantiene un equilibrio a pesar de la pérdida de peso cuantiosa por
mecanismos de autorregulación. Quienes desarrollan anorexia nerviosa son mujeres con
problemas de autonomía, baja autoestima, perfeccionistas, pero con miedo a madurar y rasgos
familiares con poca comunicación.

En su mayoría la culpa es de los medios de comunicación, que cada día transmiten mensajes de
perfección física utilizando como testimonio a actrices y modelos que exhiben sus propias
figuras esbelta llamándolas “perfectas”. Pero todo esto no se trata simplemente de una cuestión
estética, sino de una petición de ayuda por parte de jóvenes que no logran comunicar su
malestar de otra manera porque se sienten abandonados, sienten que sus padres no les dan la
atención necesaria para ellos, muchas veces porque trabajan todo el día.

Este trastorno incide en adolescentes y jóvenes que reciben gran influencia social y cultural,
respecto a la moda y en prototipo de belleza. El sentirse gordo es una de las causas más
frecuentes de la aparición de trastornos alimentarios, no es necesario que lo sea en realidad,
sino que el individuo lo considere y que esto le afecte. Observamos que el entorno de las
relaciones interpersonales, sobre todo la familia desempeña un rol decisivo en muchos casos en
la aparición y mantenimiento del trastorno. Los rasgos familiares que pueden conducir a
producir anorexia son poca comunicación, imposibilidad de resolver conflictos, sobreprotección
de los padres, reglas rígidas, límites generacionales inexistentes y alta expectativa hacia los hijos,
entre otros.

Por ello una de las cuestiones que más preocupa a la sociedad es ¿qué la provoca?, en muchas
ocasiones la anorexia es provocada por la influencia que ella misma impone ante la sociedad y
a su vez que las personas de carácter vulnerable no pueden soportar esta presión, es decir
personas con baja autoestima. Los padres de familia y los educadores deben conocer las
conductas de riesgo que pueden favorecer el desarrollo de un trastorno alimentario como la
anorexia. Son conductas que deben preocuparnos si las observamos en nuestro familiar o
estudiante. Es importante tener en cuenta que deben darse varias de estas conductas para
empezar a preocuparnos. Si se observa atentamente, se pueden ayudar a detectar con mayor
facilidad la aparición de la enfermedad, ya que la detección precoz es fundamental para tratar
este trastorno.
III. ARGUMENTACIÓN

Los llamados comúnmente trastornos de la alimentación son trastornos de la conducta que se


relacionan con la alimentación y que son conocidos también como desórdenes o trastornos del
comer, de la ingesta, alimenticios, de la conducta alimentaria, etc. Entre dichos trastornos los
más importantes, son la anorexia y la bulimia nerviosas, conocidos médicamente como
trastornos alimentarios no específicos

La palabra anorexia es conocida como sinónimo de falta de apetito, aunque se ha comprobado


que en la enfermedad conocida como anorexia nerviosa no existe dicha característica, sino que
se trataría de una negación a comer con el principal objetivo de no engordar. Por lo que sería un
trastorno sociopsico - biológico de creciente trascendencia sanitaria. Podríamos incluir
trascendencia sociológica tras la alarma social que ha generado durante la década de los
noventa, nos encontramos ante conductas que aquejan directamente al cuerpo, evidencian un
cierto tipo de vulnerabilidad individual en cuanto a personalidad y maduración, y ocurren en
una familia con determinadas cualidades del trastorno; pero no siempre es así, pueden suceder
en una sociedad en especial; la postindustrial de fin de siglo, marcada por una ética y una
estética determinadas, en la que es primordial la imagen externa por encima de cualquier otro
valor.

Toro, R. (1999) define la anorexia como un trastorno del comportamiento alimentario que se
caracteriza por una pérdida considerable del peso corporal (superior al 15%), frecuentemente
por decisión voluntaria de adelgazar. Asimismo García, R. (1993) manifiesta que es como una
fobia a la obesidad, con un deseo irreversible de estar delgada que está asociado a alteraciones
del control de la ingesta, acompañada de una grave perturbación de los pensamientos con
principales alteraciones del entorno familiar y social. Potro lado para Way, G. (1996) es como
una adicción como cualquier otra, en la cual ser delgada es la obsesión y perder peso el placer
de satisfacerla; de manera que, lo fundamental de la anorexia se basa en un nivel de baja
autoestima o amor propio, problemática que origina muchos problemas psicológicos en
adolescentes, especialmente en mujeres.

Zúñiga, A. (2007) describe que las acciones de alerta que nos ayudan a detectar la anorexia son:
Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando
la edad y la talla (p. ej., pérdida de peso que conlleva a un peso inferior al 85 % del saludable, o
fracaso en conseguir el incremento de peso normal durante el período de crecimiento). Miedo
intenso o frecuente a aumentar de peso o a convertirse en obeso, hasta estando por debajo del
peso normal. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporal, en exceso de su
importancia en la autoevaluación o negación del peligro que compre el bajo peso corporal. En
las mujeres pos puberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres
ciclos menstruales consecutivos. (Se expresa que una mujer presenta amenorrea cuando sus
menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, p. ej., con la
administración de estrógenos).

Raich, R. (1999) nos habla de determinados factores psicológicos que intervienen en las
personas a desarrollar los trastornos en la alimentación. Las familias o relaciones disfuncionales
son un factor principal, así como los rasgos de la personalidad pueden también proporcionar a
estos trastornos. La mayor parte de las personas con trastornos en la alimentación tienen baja
autoestima, como esencial característica, se sienten desprotegidas e indefensas y con una
insatisfacción elevada por su apariencia física. Un escenario de situaciones puede acerlerar los
trastornos en la alimentación en personas susceptibles. Los familiares o amigos pueden burlarse
reiteradas veces de ellas con relación a su aspecto. Pueden participar en gimnasia u otros
deportes que ponen intensidad en el peso bajo o una imagen corporal específica.

Dentro de las actividades de prevención se encuentran, ya se a nivel familiar se intenta hacer


una prevención útil, persistiendo en que las familias lleven una alimentación balanceada, que
dentro del entorno familiar no prevalezca una obsesión por una dieta, el peso o el aspecto físico.
Otro propósito es evitar la sobreprotección por parte de los padres hacia los hijos, fomentando
hacia el camino de la autonomía, ya que de esta manera se favorecerá la capacidad del
adolescente para resolver problemas, tomar decisiones, tener un juicio propio, etc. También la
educación en otros valores, como el esfuerzo, la confianza en uno mismo y en general valorarse
y admirar a los demás por aspectos diferentes a lo que es su aspecto físico, puede contribuir a
la prevención de estos trastornos.

Es muy importante que desde la escuela se proporcionen conocimientos a los niños sobre
alimentación y nutrición. También que se fomente la autoestima como una prioridad y que
tengan buena capacidad para comunicarse y relacionarse con los demás. Hay que fortalecer la
imagen corporal, que aprendan cómo el cuerpo va cambiando con los años, ya que esto va a
influir también en la forma de vivir su sexualidad, que tengan una adecuada educación en
valores positivos y que desarrollen una actitud crítica ante la información que transmiten desde
los diferentes medios publicitarios sobre la imagen corporal. Por lo tanto, si el tratamiento se
lleva a cabo adecuadamente y sobre todo por la voluntad de la paciente, así como con un deseo
de mejorar su salud, dicho trastorno se logra superar.
IV. CONCLUSIÓN

 Es una enfermedad multicausal donde interaccionan aspectos biológicos, psicológicos,


familiares y socioculturales con una falla en la adaptación al medio social que intenta
ser compensada por conductas patológicas vinculadas a la alimentación y preocupación
excesiva por el cuerpo.

 Quienes desarrollan anorexia nerviosa son mujeres con problemas de autonomía, baja
autoestima, perfeccionistas pero con miedo a madurar y rasgos familiares con
poca comunicación.

 Es necesario brindar un tratamiento integral que incluya a diversos profesionales de la


salud, ya que si bien es cierto en un inicio tiene origen social y psicológico, una vez que
está presente en la vida de una persona la variable biológica desempeña un rol
trascendente en el mantenimiento de este trastorno.

 Es muy importante crear un pensamiento crítico en los niños y adolescentes, ya que


podrán poner en cuestión toda la información que les llega, tanto lo que les dicen los
demás como lo que les transmiten los medios de comunicación.

V. REFERENCIAS BILIOGRÁFICAS

 DSM- IV MANUAL DIAGNOSTICO Y ESTADISTICO DE LOS TRASTORNOS. Visitado el 16 de


abril del 2015.
 Rodríguez S., Antolín G., Vaz L, García H. 2006. Trastornos del comportamiento
alimentario: Anorexia y Bulimia. Documento de apoyo a las actividades de Educación
para la Salud.
 Dougl.as AD. Trastorno de la alimentación de origen conductual (1997). En: Tratado de
Medicina Interna, 20 ed. Mc Graw- Hill; vol. 2: 1330-2. Visitado el 24 de abril del 2015.
 Baber S, Bolaños- Chacho P. Lopez Ch, Ostrosky A. (1995). Los extremos en los trastornos
alimentarios: anorexia y obesidad. Psicol Iberam; vol.3(2):20-34. Visitado el 05 de junio
del 2015.

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