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Óptimo del

consumidor

Economía I
Las preferencias de los
consumidores
Para representar las elecciones de los consumidores, presentamos una
serie de herramientas analíticas que permiten describirlas. En primer lugar,
definimos la cesta de mercado como el conjunto de combinaciones de los
bienes que puede elegir el consumidor.

Debido a que el comportamiento de un consumidor puede presentar


muchas particularidades, para poder generalizar se tendrán en cuenta tres
axiomas que asumimos que todo consumidor cumplirá:

1) Las preferencias son completas. El individuo conoce todas las


posibilidades de consumo que puede adquirir. A su vez, las puede
comparar y ordenar asignándoles un valor de utilidad.

2) Las preferencias son transitivas. Este axioma implica que el individuo es


coherente y racional en el consumo, es decir, si prefiere la manzana a la
naranja y a su vez prefiere la naranja a la banana, por transitividad, debe
preferir la manzana a la banana.

3) Todos los bienes son buenos o deseables. Implica que el individuo no


consume bienes que le generen desutilidad, es decir, mientras más
bienes posea o consuma, más utilidad o satisfacción tendrá, por lo cual
siempre preferirá tener más que tener menos. De ahí que en ocasiones
este axioma suele conocerse como “más es preferido a menos”.

Para analizar las preferencias, se utilizan las curvas de indiferencia. Estas


muestran todas las combinaciones de consumo de dos bienes que el
individuo es indiferente, es decir, son todas las canastas de bienes que al
individuo le generan la misma utilidad.

Gráficamente, se representa por una curva convexa con pendiente negativa


(mira la Figura 1) que relaciona dos bienes. Presenta las siguientes
características:

 Tiene pendiente negativa: dado que, a lo largo de la curva de


indiferencia, la utilidad se mantiene constante, una reducción del
consumo de un bien debe compensarse con otro para no perder utilidad.
Por esto, un aumento (o disminución) del consumo de un bien debe
compensarse con una disminución (o aumento) para mantenerse en la
misma curva de indiferencia.
 Es convexa: como el individuo quiere tener en su canasta de bienes
ambos bienes, es decir, no quiere quedarse sin ninguno de ellos, estará
dispuesto a ir resignando cada vez menos cuando uno de sus bienes se
vaya haciendo escaso por otro más abundante.

Por ejemplo, en la Figura 1, cuando el consumo de alimentos sube de 5


unidades a 10 unidades, deja de consumir 5 prendas de vestir (cae el
consumo de 10 a 5). Ahora bien, si vuelve a aumentar el consumo de
alimentos en 5 unidades (10 a 15 unidades), el individuo resigna solo 2
prendas de vestir (cae el consumo de 5 a 3).

Figura 1: Curva de indiferencia

Fuente: elaboración propia.

o Curvas de indiferencia más alejadas del origen generan más utilidad.


Como se observa en la Figura 2, la curva de indiferencia I es la que tiene
menor utilidad, mientras que las canastas de bienes que componen la
curva de indiferencia III tienen mayor utilidad.

Figura 2: Mapas de curvas de indiferencia


Fuente: elaboración propia.

o La cuarta característica es que no pueden cortarse, ya que en ese caso


no se cumpliría el axioma de transitividad. Como se observa en la Figura
3, la intersección de las curvas de indiferencia U1 y U2 representa una
cantidad de consumo de alimento y vestimenta que generaría la misma
utilidad que todas las canastas de U2 y de U1, es decir, que por
transitividad U2 debería ser indiferente a U1, y esto no puede ser, ya
que U2 tiene parte de mayor cantidad de bienes que U1 y viceversa.

Figura 3: Las curvas de indiferencia no pueden cortarse

Fuente: elaboración propia.

La pendiente de una curva de indiferencia se denomina relación marginal


de sustitución (RMS) e indica el grado de sustituibilidad entre los bienes:
mientras más alta sea, indicará que el individuo está dispuesto a resignar
mucho del bien que se encuentra en el eje de las Y por el bien que se
encuentra en el eje de las X. Se obtiene como el cociente entre el cambio
en el consumo del bien que se encuentra en el eje de las y con el cambio en
el consumo del bien que se encuentra en el eje de las X:

∆𝒀
RMS = ∆𝑿

La relación marginal de sustitución (RMS) del bien Y por el


bien X es la cantidad que está dispuesto a resignar el individuo
del bien Y por el bien X.

Si se tiene en cuenta lo anterior, así como la forma de las curvas de


indiferencia, surge un nuevo supuesto que se adiciona a los tres
anteriores.

En la Figura 4, se observa que, si el individuo aumenta el consumo de X de


5 unidades a 10 unidades, está dispuesto a resignar 5 unidades del otro
bien (de 10 a 5 unidades de Y) para mantener constante la utilidad. Por lo
tanto, la relación marginal de sustitución es 1 (generalmente, se omite el
signo, ya que su interpretación es negativa; si aumenta una variable, debe
disminuir la otra).

Figura 4: Relación marginal de sustitución

Fuente: elaboración propia.

∆𝒀 (𝟓 − 𝟏𝟎)
RMS = = = -1
∆𝑿 (𝟏𝟎 − 𝟓)

En este tramo, por cada unidad de consumo de X que aumenta, el


individuo está dispuesto a resignar 1 unidad de Y.

Si ahora se continúa aumentando el consumo de X, por ejemplo, de 10 a 15


unidades, el individuo estará dispuesto a resignar 2 unidades de Y (pasar de
5 a 3 unidades); por lo tanto, la RMS será 2/5 = 0,4.

De acuerdo con ello, cuando la curva de indiferencia es convexa, la RMS


será decreciente a medida que aumenta el consumo del bien que se ubica
en el eje de las X.

Las restricciones presupuestarias


El consumidor tendrá un conjunto de posibilidades de consumo
delimitadas por su ingreso y los precios de los bienes. Esta restricción está
representada por la recta presupuestaria.

Supondremos que el consumidor agota todo su ingreso en la compra de los


dos bienes. Dados los precios del bien X y del bien Y, la recta se representa
a través de la siguiente ecuación:
I = PX * X + PY * Y

Siendo I el ingreso; Px = Precio del bien X; Py = Precio del bien Y; X =


Cantidad consumida del bien X; Y = Cantidad consumida del bien Y.

Figura 5: Restricción presupuestaria. Las posibilidades de consumo

Fuente: elaboración propia.

Si se despeja Y en función de X, la restricción presenta una


forma de una recta negativa:

I - PX * X = PY * Y

𝑰 𝑷
Y = 𝑷 − 𝑷𝒙 𝑿
𝒚 𝒚

Siendo Px/Py el precio relativo del bien X en relación con el bien Y.


Matemáticamente, es la pendiente de la restricción presupuestaria e indica
lo que el individuo puede resignar de un bien por otro. A diferencia de la
RMS, el precio relativo es lo que puede o lo que el mercado le permite,
mientras que la RMS es lo que quiere o está dispuesto a resignar de un
bien por otro. Por ejemplo, si el ingreso es $1000, el precio de X es 2 y el
precio de Y es 4, entonces la recta presupuestaria será:

1000 2
Y= − 4 𝑋 = 250 - 0,5X
4

Si el individuo desea consumir 300 unidades de X, su restricción


presupuestaria le permitirá consumir Y = 250 - 0,5 × 300 = 100 unidades de
Y.
Figura 6: Restricción presupuestaria

Fuente: elaboración propia.

Como puede observarse en la Figura 6, la ordenada al origen corresponde a


la asignación completa del ingreso a la compra del bien Y, y la pendiente, al
valor negativo de la razón de precios de ambos bienes. Siguiendo los datos
del ejemplo anterior, se puede conocer que, si destina todo su ingreso al
consumo de Y, es decir, no consume nada de X (X = 0), la restricción indica
que puede consumir 250 unidades de Y (I/PY). De la misma forma, si
destina todo su ingreso al consumo de X, surge que puede consumir, como
máximo, 500 unidades de X, que no es otra cosa que el ingreso dividido por
el precio de X (si Y = 0  0 = 250 - 0,5X  -250 = -0,5X  X = 500 = I/Px).

Si cambia el ingreso del consumidor (Figura 7), se produce un


desplazamiento de la recta presupuestaria. Las ampliaciones de las
posibilidades de consumo (debidas al incremento en el ingreso) se ilustran
trasladando paralelamente la recta presupuestaria a la derecha, en cuanto
las disminuciones implican desplazamientos paralelos a la izquierda de la
función original.
Figura 7: Aumentos en la renta o ingreso

Fuente: elaboración propia.

Los cambios en el precio de los bienes se grafican modificando el punto de


corte respectivo del eje correspondiente a ese bien y, en consecuencia,
también produciendo un cambio en la pendiente (por la modificación de la
razón de precios relativos). La Figura 8 ilustra un aumento en el precio del
bien X en el panel izquierdo, que implica que, incluso si el consumidor
destina todo su ingreso a la compra de este bien, sus posibilidades se
reducen y, como cambia el precio relativo, se mueve la pendiente de la
restricción.

Figura 8: Aumento en el precio del bien X o del bien Y

Fuente: elaboración propia.

Para ambos casos la restricción se contrae, por lo que las posibilidades de


consumo se reducen. El desplazamiento no es paralelo, ya que la máxima
cantidad del bien (puntos de corte) se modifica para el eje en donde está el
bien que cambió su precio.
La decisión de los consumidores
La decisión del consumidor consistirá en tratar racionalmente de lograr la
máxima utilidad, teniendo en cuenta la restricción presupuestaria que
enfrenta (su presupuesto limitado).

Figura 9: Decisión óptima del consumidor

Fuente: elaboración propia.

Gráficamente, en la Figura 9 se puede observar que el individuo tiene la


mayor satisfacción en la curva de indiferencia IV (la más alejada del origen);
sin embargo, dado el ingreso que tiene y los precios que enfrenta, no la
puede alcanzar, ya que su restricción está más abajo. De aquellas a las que
puede acceder, la que le genera mayor utilidad es la curva de indiferencia
II; precisamente, consumirá en el punto A.

El punto de máxima utilidad que puede alcanzar corresponde a la situación


donde hace tangencia la recta presupuestaria con la curva de indiferencia
más elevada que la recta puede alcanzar. En este punto se verifica:

𝑷
RMS = 𝑷𝒙
𝒀

En este punto, la cantidad del bien que el individuo quiere sustituir por
otro (RMS) coincide con lo que realmente puede sustituir (Px/Py). A su vez,
el punto óptimo debe ubicarse siempre sobre la restricción presupuestaria,
por lo que, para que se cumpla el óptimo, deben producirse dos
condiciones:

𝑷
1) RMS = 𝑷𝒙
𝒀

2) Que el ingreso se destine de forma completa al gasto de los bienes, es


decir, se debe agotar todo el ingreso para conseguir la mayor cantidad de
bienes. Esto es, que la restricción presupuestaria se cumpla en igualdad.

I = Px X + Py Y

Casos extremos
Generalmente, cuando un individuo consume dos bienes, se presentarán
las características mencionadas hasta ahora. Principalmente sucede que, si
se reduce el consumo de un bien, se deberá compensar con más del otro
bien para mantener constante la utilidad de ese individuo. Es decir, existirá
un grado de posibilidad de sustitución entre los bienes medido por la RMS,
que indica que el individuo quiere consumir los dos bienes. Sin embargo,
puede ocurrir que el individuo no esté dispuesto a sustituir un bien por
otro porque necesita a ambos en una determinada proporción. Por
ejemplo, un zapato izquierdo con un zapato derecho, donde ningún
individuo querrá renunciar a zapatos izquierdos para tener más zapatos
derechos; este el caso de los bienes complementarios perfectos. El otro
caso es el de los bienes sustitutos perfectos, que surge cuando al individuo
le es indiferente tener un bien o el otro; por ejemplo, lápiz marca Faber
Castell o lápiz marca BIC.

En ambos casos, la sustituibilidad de los bienes se ve alterada modificando


la convexidad de la curva de indiferencia. Dicha característica implicaba
que, para mantenerse sobre la misma curva de indiferencia, si se consumía
más de un bien, se estaba dispuesto a resignar cada vez menos del otro.
Entonces, para el caso de los complementarios perfectos, la curvatura de la
curva de indiferencia se hace extrema, hasta llegar a una forma de L,
mientras que para los sustitutos perfectos deja de existir la curvatura, de
modo que la curva de indiferencia es una recta con pendiente negativa, tal
como se observa en la siguiente figura.

Figura 10: Curvas de indiferencia de casos extremos

Fuente: elaboración propia.


Para el caso de los bienes complementarios perfectos, la RMS asumirá solo
dos valores. Será 0 (pendiente de la parte plana de la curva de
indiferencia), ya que el individuo no estará dispuesto a resignar nada del
bien Y para aumentar el consumo de X, ya que consume una proporción
exacta de ambos y debe mantener esa proporción (1 zapato izquierdo con
1 zapato derecho o 1 taza de té con 3 cucharadas de azúcar), o bien será
infinita (parte vertical de la curva de indiferencia), ya que estará dispuesto
a resignar todo lo que le sobra de Y, es decir, que al individuo le da lo
mismo o es indiferente entre, por ejemplo, tener 8 zapatos izquierdos y 1
derecho o tener 1 zapato izquierdo 1 derecho, estando dispuesto a
resignar los 7 zapatos izquierdos (o los que tuviera), que no le sirven para
mantener la proporción deseada.

Para el caso de los bienes sustitutos perfectos, la RMS podrá asumir


cualquier valor, pero, a diferencia del caso general, será constante y no
decreciente, ya que, para mantenerse sobre la misma curva de indiferencia
si se aumenta el consumo de un bien, estará dispuesto a resignar siempre
la misma cantidad del otro bien, por más que se vaya haciendo escaso, ya
que los bienes son equivalentes, es decir, es lo mismo tener uno u otro
bien.

El concepto de utilidad
El concepto de utilidad se encuentra implícito en el modelo de las curvas
de indiferencia. Si se sigue a Pindyck y Rubinfeld (2001), puede brindarse la
siguiente definición: “Utilidad: Puntuación numérica que representa la
satisfacción que obtiene un consumidor de una cesta de mercado dada” (p.
75).

Si bien el individuo solo puede ordenar la utilidad, es decir, puede ordenar


desde lo que más prefiere a lo que menos prefiere (enfoque ordinal de la
utilidad), se va suponer en esta materia que el individuo puede, a su vez,
indicar un valor numérico a la utilidad que recibe por consumir ese bien
(enfoque cardinal de la utilidad). De acuerdo con esto, puede plantearse
una función de utilidad que dependa del consumo de ambos bienes:

U = f (X, Y)

Esta función podrá asumir distintas expresiones matemáticas que veremos


más adelante en los ejercicios.

La pendiente de dicha función de utilidad se denominará utilidad marginal,


la cual muestra el cambio en la utilidad cuando cambia el consumo de uno
de los bienes. Esta podrá obtenerse haciendo el cociente entre el cambio
de la utilidad cuando cambia el consumo del bien o, en el caso de contar
con una función de utilidad, la utilidad marginal será la derivada de esa
función respecto del bien en cuestión. De tal manera, existirá una utilidad
marginal de X, si es el consumo de X el que está cambiando, y una utilidad
marginal de Y, si es el consumo de Y el que se está modificando:

∆𝑈 𝜕𝑈
UMgx = ∆𝑋 = 𝜕𝑋  Utilidad marginal de X.

∆𝑈 𝜕𝑈
UMgy = ∆𝑌 =  Utilidad marginal de Y.
𝜕𝑌

Por ejemplo, si la utilidad sube de 10 a 20 útiles1 cuando se consumen 5


unidades más del bien X, la utilidad marginal de X será 2 (ya que ΔU = 20 -
10 = 10 y ΔX = 5; entonces, UMgx = 10/5 = 2), es decir, cada una de esas 5
unidades adicionales sube en 2 útiles la utilidad. Sin embargo, cuando se
tiene como dato una función de utilidad, la utilidad marginal se debe
obtener realizando la derivada parcial de esa función respecto del bien en
cuestión.

Así, si la función es U = 2XY, la utilidad marginal de X surge de derivar


parcialmente dicha función respecto a X. Entonces, el resultado vendrá
dado por la derivada de la constante de la función 2 (2Y) por la variable (X),
que es igual a la constante por la derivada de la variable. Como la derivada
de X respecto de X es 1, el resultado será la constante:

UMgx = 2Y

De la misma forma, se puede obtener la utilidad marginal de Y, pero ahora


la constante de la función será 2X y la variable será Y:

UMgy = 2X

Si ahora, por ejemplo, la función de utilidad es U = 10X2Y, sus utilidades


marginales serían:

UMgx = 20XY (es la derivada de la función respecto a X; entonces, queda


una derivada de una constante [10Y] por una variable X2, que da como
resultado la constante [10Y] por la derivada de la variable, que es 2X.
Queda como resultado: UMgx = 10Y × 2X = 20XY).

UMgy = 10X2 (es la derivada de la función respecto a Y; entonces, queda


una derivada de una constante [10X2] por una variable Y, que no es otra
cosa que la constante [10X2] por la derivada de la variable, que es 1. Queda

1 Unidad de medida hipotética de utilidad de acuerdo con el enfoque cardinal.


2 El consumo de Y será constante cuando se cambia (o se deriva) el consumo de X.
como resultado: UMgy = 10X2).

Los mismos autores antes mencionados también se refieren al concepto de


utilidad marginal de la forma: “Utilidad marginal: satisfacción adicional
obtenida consumiendo una unidad adicional de un bien” (Pindyck y
Rubinfeld, 2001, p. 92).

Realizando ciertas transformaciones matemáticas que exceden al curso,


puede demostrarse que la RMS se puede definir como el cociente de la
utilidad marginal de X sobre la utilidad marginal de Y:

𝑈𝑀𝑔
RMS = 𝑈𝑀𝑔𝑥
𝑦

Ejercicios de aplicación
Teoría del consumidor
1) Un consumidor posee la siguiente función de utilidad:

U = X 2Y

Sabiendo que el ingreso del individuo es $1200 y que los precios que
enfrenta son Px = $2 y Py = $4, se pide:
a) La expresión de la restricción presupuestaria.
b) La utilidad marginal de X y la utilidad marginal de Y.
c) La cantidad de X y la cantidad de Y que maximiza la utilidad del
individuo.

2) Si un individuo tiene una función de utilidad U = 10XY 2, un ingreso de


$24.000 y el precio de X es $100 y el precio de Y es $400, entonces:
a) Si destina todo el ingreso al consumo de X, ¿cuánto podrá comprar?
b) Si destina todo el ingreso al consumo de Y, ¿cuánto podrá comprar?
c) ¿Cuál es la expresión de la RMS?
d) ¿Cuál es la expresión de la recta presupuestaria?
e) ¿Cuál es la cantidad de consumo óptimo del individuo?

3) Si los bienes que consume un individuo son complementarios perfectos


y se representan en una función de utilidad dada por U = min (2X, Y). A su
vez se conoce que el ingreso es de $1000, el precio de X es de $10 y el
precio de Y es de $10. Obtén:
a) la proporción de consumo de los bienes;
b) el nivel de consumo de los bienes X e Y que maximizan la utilidad del
individuo

4) Dada la siguiente función de utilidad de U = 2x + 2y, si el individuo


cuenta con un ingreso de $10 000 y los precios que enfrenta son Px = $ 20 y
Py = $40, se pide lo siguiente:
a) El nivel de consumo del bien X y del bien Y que maximizan la utilidad.
b) Si el precio de X sube a $60, ¿cuál es el nuevo óptimo?

Soluciones
1) a) La restricción presupuestaria muestra las canastas máximas que
puede adquirir un individuo dado el ingreso con el que cuenta y los precios
que enfrenta. El ingreso debe igualar al gasto que hace el individuo en los
dos bienes:

I = Px X + Py Y

Colocando los valores del ejercicio, se obtiene una forma de restricción


presupuestaria:

1200 = 2X + 4Y

Si ahora se despeja Y en función de X, se obtiene otra forma alternativa de


presentar la restricción presupuestaria con forma de una recta:

Y = 300 - 0,5X

Donde los precios relativos (Px/Py) son la pendiente –en este caso, igual a
0,5– y la ordenada al origen es 300, lo que indica el consumo máximo de Y
cuando no consume nada de X. Esto se obtiene haciendo el cociente entre
el ingreso y el precio del bien Y (I/Py).

𝜕𝑈
b) UMgx = 𝜕𝑋 = 2XY

𝜕𝑈
UMgy = 𝜕𝑌 = X2
c) En la primera condición maximizadora de la utilidad, se debe cumplir lo
siguiente:

𝑃
RMS = 𝑃𝑥
𝑦

Entonces, se calcula la RMS, que es igual al cociente entre las utilidades


marginales, y estas son la derivada parcial de la función de utilidad con
respecto a cada bien obtenidas en el punto anterior.

UMgx = 2XY
UMgy = X2

Por lo tanto:

𝑈𝑀𝑔𝑥 2𝑥𝑦 2𝑌
RMS = = =
𝑈𝑀𝑔𝑦 𝑥2 𝑋

Finalmente, volviendo a la condición maximizadora:


2𝑌 2
=
𝑋 4
2𝑌
= 0,5
𝑋

Despejando un bien en función del otro:

Y = 0,25X

Es decir que, de esta condición, solo obtenemos una proporción de


consumo. En este caso, el individuo consume de Y la cuarta parte de X o, lo
que es lo mismo, si se hubiese despejado X:

X = 4Y

Esto implica que el consumo de X es cuatro veces el consumo de Y. Dicho


resultado se debe incluir en la segunda condición, que es que se cumpla en
igualdad la restricción presupuestaria, ya que el óptimo o máxima utilidad
se consigue utilizando todo el ingreso. Para este caso, la restricción viene
dada por

2X + 4Y = 1200

Dado que Y = 0,25X, se incluye este resultado:

2X + 4 (0,25X) = 1200

Despejando X, se obtiene:
3X = 1200
X = 400

Dado que el consumo de Y es la mitad del consumo de X:

Y = 0,25 × 400
Y = 100

Finalmente, la cesta óptima será: (400, 100).

2) a) Si consume todo el ingreso en X, no consume nada de Y.


Por lo tanto, en la restricción presupuestaria (RP):

24 000 = 100X + 400 × 0

Despejando:

𝐼 24 000
X=𝑃 = = 240
𝑥 100

El máximo consumo de X es de 240 unidades (abscisa al origen


de la RP).

b) Si consume todo el ingreso en Y, no consume nada de X. Por


lo tanto, en la restricción presupuestaria (RP):

24 000 = 100 × 0 + 400 × Y

Despejando:

𝐼 24 000
Y=𝑃 = = 60
𝑦 400

El máximo consumo de Y es de 60 unidades (ordenada al origen


de la RP).

c) Para obtener la RMS, es necesario conseguir las utilidades


marginales de cada bien:
UMgx = 10Y2
UMgy = 20XY

Por lo tanto:

𝑈𝑀𝑔𝑥 10𝑦 2 0,5𝑌


RMS = 𝑈𝑀𝑔𝑦 = 20𝑥𝑦 = 𝑋
d) La recta presupuestaria viene dada por

𝐼 𝑃
Y = 𝑃 − 𝑃𝑥 𝑋
𝑦 𝑦

Reemplazando por los valores:

Y = 60 - 0,25X

e) El individuo debe cumplir dos condiciones:

Primera condición:

100 0,5𝑌
=
400 𝑋

Despejando:

Y = 0,5X

El individuo consume de Y la mitad de X.

Segunda condición:

24 000 = 100X + 400Y

Incluyendo la primera condición:

24 000 = 100X + 400 × (0,5X)

X = 80

Y = 0,5 × 80 = 40

El individuo maximiza utilidad consumiendo 80 unidades de X y 40


unidades de Y.

3) a) La forma que asume la función de utilidad indica que ambos bienes


son complementarios perfectos, por lo que se consumen de manera
conjunta y en una proporción determinada.

El óptimo en los bienes complementarios se obtiene en la intersección de


tres rectas o en el vértice de la curva de indiferencia, tal como lo muestra la
siguiente figura.
Figura 11: Óptimo de bienes complementarios perfectos

Fuente: elaboración propia.

En este caso, la curva de indiferencia viene dada por dos rectas:

U = 2X
U=Y

El individuo persigue encontrar su mínimo (que es la intersección o el


ángulo recto).

Igualando ambas rectas:

2X = Y

Indica que el individuo consume de Y el doble de X, siendo esta la


proporción fija de consumo.

b) Para encontrar el óptimo, se debe agregar la recta presupuestaria. En la


intersección de esas tres rectas, se encontrará el consumo maximizador de
utilidad:

10X + 20Y = 1000

U = 2X

U=Y

Esto se logra igualando las dos primeras ecuaciones 2X = Y, es decir, se


iguala lo que está entre paréntesis, que no es más que una relación de
proporcionalidad en el consumo, según la cual, en este caso, el individuo
consume de Y el doble del bien X. Luego se debe reemplazar dicha relación
en la restricción presupuestaria y se resuelve:

Reemplazando:

10X + 20(2X) = 1000

40X = 1000

X = 25

Luego, como se conoce que consume de Y el doble de X:

Y = 2 × 25

Y = 50

La cesta óptima será, entonces: (25, 50).

4) a) Dada la forma aditiva de la función de utilidad, esta está representada


por una recta, por lo que ambos bienes son perfectamente sustitutos. Por
dicha razón, se verificará una solución de esquina, la cual estará
determinada por las diferencias entre las pendientes de la curva de
indiferencia y la restricción presupuestaria.

Como se observa en la Figura 12, donde se muestran dos mapas de curvas


de indiferencia (líneas gruesas) y para cada gráfico una restricción
presupuestaria (línea fina), la flecha que aparece indica hacia dónde es
mayor la utilidad en cada uno de los gráficos.

En el panel de la izquierda, se muestra el caso en donde las curvas de


indiferencia son más planas que la restricción presupuestaria, es decir, la
pendiente de la curva de indiferencia (RMS) es más baja que la pendiente
de la restricción presupuestaria (Px/Py). Para ese caso, la máxima utilidad o
curva de indiferencia que puede alcanzar el individuo es U1, que toca a la
restricción presupuestaria en la ordenada al origen, siendo esta la solución
elegida por el individuo. Por lo cual, cuando RMS < Px/Py, el óptimo es la
ordenada al origen de la restricción presupuestaria, es decir, consume todo
el ingreso en el bien Y y no consume nada de X. Como son bienes sustitutos
perfectos, al individuo le da lo mismo tener uno u otro bien.

Para el otro caso, las curvas de indiferencia son más inclinadas que la
restricción presupuestaria, por lo cual la máxima utilidad se consigue en U4,
lo que da como punto óptimo la abscisa al origen de la restricción
presupuestaria, en donde consume todo su ingreso en el bien X y no
consume nada del bien Y. De ahí que, cuando la RMS > Px/Py, la solución
de esquina es la abscisa al origen de la restricción presupuestaria.

Figura 12: Óptimo de sustitutos perfectos

Fuente: elaboración propia

Calculando primero la RMS dada por el cociente entre las utilidades


marginales:

𝑈𝑀𝑔𝑥 2
RMS = 𝑈𝑀𝑔𝑦 = 2 = 1

Ya que UMgx = 2 y la UMgy = 2, ambas se obtienen de la derivada parcial


de la función de utilidad respecto al bien en cuestión.

Por otro lado, la pendiente de la restricción presupuestaria es el precio


relativo:

Px/Py = 20/40 = 0,50

Si se comparan ambas pendientes, se puede ver que la pendiente de la


restricción presupuestaria es menor que la RMS, lo cual significa que la
curva de indiferencia es más vertical que la restricción presupuestaria:

1 > 0,5

Dadas las formas de ambas curvas, habrá una solución de esquina, que será
la abscisa al origen, en donde el consumidor elegirá solo del bien X y nada
del bien Y. Dado que la abscisa al origen de la restricción presupuestaria es
I/Px = 1000/20 = 50, la canasta elegida será: (50; 0).

b) Si ahora el precio de X sube a $60, cambia el precio relativo de bienes a

Px/Py = 60/40 = 1,5


Ahora la restricción presupuestaria tiene más pendiente que la curva de
indiferencia, por lo cual la solución de esquina se consigue en la ordenada
al origen.

El individuo consumirá todo su ingreso en el bien Y, es decir, consumirá


1000/40 = 25 unidades, y nada del bien X. La canasta elegida será: (0;25).

Con estos ejercicios se concluyen las distintas formas de obtener el óptimo


de un consumidor. Cuando la curva de indiferencia es convexa (los bienes
se multiplican en la función de utilidad), el óptimo se consigue siguiendo
las dos condiciones analizadas; sin embargo, cuando nos encontramos en
el caso de bienes complementarios perfectos (funciones de utilidad de
ángulo recto) o bienes sustitutos perfectos (funciones de utilidad en donde
se suma el consumo de bienes), la primera condición de óptimo deja de ser
una igualdad, por lo cual debe seguirse el procedimiento que se utilizó en
los ejercicios 3 y 4 respectivamente.
Referencias
Pindyck, R. y Rubinfeld, D. (2001). Microeconomía (5ª ed.). Madrid, ES: Pearson.

Parisi, D. (2016). Guía de ejercicios de microeconomía básica. Córdoba, AR: Indie


Libros.

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