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ÍNDICE
Para describir la orientación de un plano geológico matemáticamente se necesitan dos o tres propiedades
Dirección de inclinación
Rumbo
Manteo
a. Dirección de inclinación Dip Direction: Marca hacia donde se inclina el plano, o la proyección
horizontal de la línea del máximo pendiente.
b. Rumbo: Es la línea horizontal de un plano (véase abajo). El manteo o buzamiento (ingl. dip) mide el
ángulo entre el plano y el plano horizontal.
c. Manteo: Corresponde al ángulo que forma una de sus rectas de máxima pendiente con respecto a
un plano horizontal. También se le conoce como buzamiento.
El rumbo se puede definir como línea que resulta por la intersección del plano geológico por un plano
horizontal.
Se puede imaginarse una superficie de agua (que es siempre horizontal), se hunde el plano hasta la mitad,
la línea hasta donde se mojó el plano será el rumbo.
Figura 1.2 Plano Horizontal (Rumbo)
2.1. Introduccion
Una brújula mide la dirección del campo magnético terrestre. La aguja se orienta de acuerdo de la
orientación del campo magnético del sector donde se ubica. Eso significa en términos teoréticos que el
aparato "brújula" se compone de dos sistemas principales independientes: Una agua y el "cuerpo" - la
cáscara con la escala etc. Interesante es que (sí pensamos bien) la aguja es la parte fija en una brújula. La
aguja siempre marca Norte-Sur (sin contar movimientos de arreglo) la parte móvil "suelta" en una brújula
es el cuerpo, la cáscara.
La escala de las brújulas normalmente es azimutal, es decir, entre 0º hasta 360º o entre 0g hasta 400g. La
escala azimutal tiene que ser orientada en el sentido contrarreloj - eso implique que este (E) y oeste (W) se
ve cambiado. La escala del sentido contrarreloj permite una lectura directa, azimutal. Es decir el valor
donde apunta la aguja es el valor final.
La aguja de la brújula necesita generalmente un contrapeso: El campo magnético tiene una componente
vertical de acuerdo a la distancia hacia los polos. Entonces en latitudes entre 15º hasta 90º del hemisferio
norte y sur la aguja muestra una fuerte inclinación hacia arriba y choca con el vidrio de protección de la
brújula. Para que la aguja se ubique horizontal se usa un contrapeso. Durante viajes del hemisferio norte a
sur y viceversa hay que cambiar el peso de un lado al otro.
En algunas partes del mundo hay que aplicar una permanente corrección azimutal a causa de la distancia
entre polo magnético y polo geográfico (los polos magnéticos se ubican bastante lejos del eje rotacional de
la tierra). Este corrección se puede hacer directamente en la brújula - girando la rosa (escala azimutal) de
acuerdo del error (recomendado). El valor normalmente sale en las cartas topográficas correspondientes.
Pero también se puede corregir los valores después - en el programa computacional.
Las brújulas profesionales generalmente tienen un botón para liberar o fijar la aguja. Una aguja fijada es un
poco más protegido y no se suelta de su eje durante fuertes movimientos.
Existen una serie de niveles: Nivel esférico para orientar la brújula perfectamente horizontal y niveles
tubulares que se usan en conjunto del clinómetro (véase abajo). Véase en la foto arriba "E".
Adicionalmente las brújulas para usos geológicos o geotécnicos tienen un sistema para medir ángulos
verticales (buzamiento, manteo): El más conocido es el clinómetro. Pero también existe un sistema con
una escala lateral en interacción de la tapa de la brújula.
2.2. Brunton
La brújula "Brunton" se usa generalmente para mediciones del rumbo y manteo. Es decir mediciones del
tipo "medio circulo" y del "tipo americano". También mediciones del concepto "circulo completo" son
posibles. La brújula "Brunton" existe en la versión azimutal (de 0 hasta 360º) y en la versión de cuadrantes
(cada cuadrante tiene un rango entre 0-90º) el "rumbero".
La brújula Brunton tiene un clinómetro, un botón para fijar/liberar la aguja. La escala es azimutal /
contrarreloj. Adentro de la escala, un poco escondido, se nota la escala del clinómetro y las niveles.
Ejemplo
Es la manera común del uso de la brújula Brunton, los datos tienen el formato: "N 54 E; 78NW"
Caso 1: Una de las agujas marca entre 0-90º azimutal (cuadrante I): Automáticamente se toma N [valor] E.
En este caso siempre sale una "E".
Caso 2: Una de las agujas marca entre 270º-360 azimutal (cuadrante IV): Tenemos que usar la distancia
entre norte y la aguja o como fórmula: N [360º-valor] W. En este caso siempre sale una "W".
Algunos ejemplos de la notación del tipo americano con la brújula del tipo Brunton:
Figura 1. 9 Lectura de Brújula Brunton
6. Se usa el clinómetro.
Al último se estima con ayuda de la brújula la dirección de inclinación del plano medido. Pero se usa solo
letras como N, NE, E, SE, S, SW, W, NW) para indicar la dirección de inclinación:
El tipo de notación más fácil y más eficiente. Sólo dos números permiten la descripción y definición de
cualquier plano. El primer número (ejemplo: 320/...) es la dirección de inclinación (dip direction), el valor
azimutal en grados (º) hacia donde el plano se inclina. Un plano con inclinación hacia al norte entonces
tiene 0º hacia al este corresponde a 90º; hacia al sur 180º; hacia oeste= 270º. Entonces el primer número
(la dirección de inclinación) puede llegar hasta 360º.
El manteo siempre es el ángulo pequeño entre la horizontal y el plano geológico. Nunca puede ser superior
de 90º. Este tipo de notación es fácil y rápido por tener solo dos números.
Es muy recomendable usar este tipo de notación. No hay tantos errores a gracias de una definición fácil y
única.
Este tipo de medición hoy casi no se usa, pero existe todavía: El primer número (ejemplo 50) es el rumbo
en una forma azimutal, podría ser un número entre 0º hasta 180º. Siempre hay un rumbo en este
segmento. El segundo número es el manteo. Las letras al fin definen la dirección de inclinación. Eso es
necesario porque el rumbo es bidireccional y siempre resultan dos posibilidades hacia donde se inclina el
plano.
Este sistema de notación era bastante fácil y seguro. Especialmente con la brújula Brunton. También con la
brújula Freiberger funcionó bastante bien. Lamentablemente en los últimos años se quedó un poco en el
olvidado.
El tipo de notación más usado en Chile es el tipo americano. N significa el inicio (punto cero) del dato (para
planos geológicos siempre se puede usar N; para lineaciones también se necesita "S"). El primer número
(ejemplo: 50) significa el rumbo a partir del N. Hay dos posibilidades hacia E como este o hacia W como
oeste. El rumbo en este tipo de notación nunca es mayor de 90º. Entonces en el ejemplo tenemos 50º
hacia el este. Después del ";" viene el manteo como se conoce, y como último la dirección de inclinación en
letras. El problema de esta notación es la gran cantidad de letras y números para definir el plano. Además
en el cuadrante N....W se cuenta contra-reloj, en el cuadrante N...E en el sentido del reloj, eso también
complica un poco esta norma. El uso de este tipo de notación siempre necesita atención y sería mejor
verificar los datos tomados o traspasados (especialmente en las horas de la tarde).
Los tres tipos de notaciones tectónicos definen matemáticamente la orientación un plano geológico. Para
definir un plano se usan una línea fija, que marca la orientación en el plano: La primera posibilidad es el
rumbo, la otra es la dirección de inclinación.
El Rumbo es la línea horizontal de un plano y marca hacía dos direcciones opuestas. Planos horizontales
entonces no tienen un rumbo (o mejor una cantidad infinita de rumbos).
(Definición original: El rumbo es la línea o lineación que resulta por la intersección del plano de interés con
un plano horizontal o vertical).
Figura 1. 16 Tipos de medidas
3. Rosa de Diaclasa / Rosetas
Una roseta de diaclasas o roseta de diaclasas es un diagrama sencillo para visualizar las direcciones de los
rumbos generales de estructuras tabulares (diques, vetas) y de planos tectónicos (diaclasas, fallas). En este
tipo de diagrama no hay información sobre el manteo o la dirección de inclinación. En conclusión se puede
describir este diagrama como un histograma de forma redondo.
En esta los rangos de rumbo se ubican al margen del círculo desde arriba (Norte o 0º) hacia abajo (Sur o
180º) en sentido de reloj. La cantidad de datos respeto de un rango se encuentra en el eje desde el centro
(como 0%) hacia al margen (como 100%).
Solamente es necesario calcular la mitad de los rangos (el medio circulo) porque el rumbo es un elemento
bidireccional y automáticamente el rango opuesto es decir el rango de diferencia de 180º (lado opuesto) se
marca igualmente.
Para confeccionar una roseta se necesita una base de datos tectónicos (alrededor de 200 datos). Además
existen programas computacionales que calculan este tipo de diagrama automáticamente. Pero sería
mejor siempre verificar los resultados porque existen varios tipos diferentes de diagramas.
Además existen tres tipos de notaciones para datos tectónicos. Lo mejor sería verificar que tipos de datos
espera el computador y que tipo de roseta va a confeccionar. Para eliminar errores graves se recomienda
la confección de una roseta gráficamente y comparar los resultados.
Figura 2. 2 Confección de una roseta de diaclasas
a. Sí, existe una base de datos de circulo completo (Dirección de inclinación / manteo) es necesario
para transformar los datos a rumbo. Para esto se restan o suman 90º de la dirección de inclinación
y el resultado sería el manteo. Mucho más fácil funciona eso con una tabla para transferir los datos
(Tabla 1).
b. La tabla para traspasar los datos hacia el rumbo permite un traspaso sin calcular. Se traspasan los
datos tectónicos por rangos no por cada dato. Las dos primeras columnas (Dir1 y Dir2) pertenecen
a datos de la dirección de inclinación, la tercera columna indica el rumbo correspondiente. Significa
que dos rangos de una dirección de inclinación tienen como resultado el mismos rango de rumbo.
Ejemplo: 65/31 como dirección de inclinación pertenece al rango 60-69 (columna Dir1) entonces está
adentro del rango 150-159 como Rumbo. 242/74 como dirección de inclinación se ubica como dirección
bajo columna Dir2 y pertenece entonces al rango de rumbo (igual como el dato anterior) 150-159. Significa
los dos planos (65/31 y 242/74) tienen un rumbo casi igual, solamente se inclinan a lados opuestos. Pero
para la roseta solamente el rumbo tiene valor por eso pertenecen al mismo rango.
Se busca para todos los datos de la base de datos su rango correspondiente y marca este rango con una
línea en la columna "cant." Al final se cuenta las líneas de un rango.
Uno de los más importantes aspectos del análisis de problemas estructurales es la recolección sistemática
y representación de datos geológicos de tal manera que puedan ser fácilmente evaluadas e incorporadas al
análisis de estabilidad. La experiencia ha mostrado que las proyecciones esféricas proveen una significativa
conveniencia para la representación de datos geológicos.
Hay dos tipos de proyecciones a usar que son:
a. Proyecciones equiariales
b. Proyección lambert
c. Malla de schmidt
d. Proyecciones equiangulares
e. Proyecciones estereograficas
f. Falsilla de wulff
ACLARACION: Las proyecciones mencionadas tienen los mismos procedimientos para la representación
gráfica de de planos, rectas, etc; por lo tanto haremos la explicación en proyección equiareal pudiéndose
aplicar el mismo procedimiento en la proyección equiangular.
Si se hace la representación gráfica en proyección equiangular recordar que se usará la malla o falsilla de
WULFF; en cambio para proyección equiareal la malla se SCHMIDT.
Figura 2. 5 Red Schmidt
Figura 2. 6 Red de Wulff
El uso de la malla de SCHMIDT se aplica para analizar concentraciones de polos (ya que no se distorsionan
las áreas) y a través de un análisis estadístico poder visualizar con mayor precisión el tipo de falla.
Para visualizar la diferencia que existe entre las dos mallas se ve que la falsilla de WULFF está formada por
arcos de circunferencia, cosa que no pasa en la falsilla se SCHMIDT que son arcos de circunferencia
distorsionados (aplanados) para conservar la igualdad de áreas.
La fasilla de WULFF ofrece ciertas ventajas, particularmente cuando es usada en construcciones
geométricas; pero ésta produce una distorsión mayor a medida que nos alejamos del centro de la falsilla y
no guarda una proporción de áreas como lo hace la malla de SCHMIDT.
4.1.1. Proyección equiangular
La proyección equiangular al igual que la equiareal es un sistema de representación que permite una fácil
visualización de problemas geológicos aplicando conceptos de geometría descriptiva.
La proyección equiangular es un elemento de resolución de problemas geológicos (detección de los
mismos y también es unas herramienta para el cálculo. Ej.: coeficiente de seguridad de una falla).
Un problema Geológico puede ser una discontinuidad (diaclasa, falla, esquistocidad, etc). La característica
de la discontinuidad es que sea plana o que tenga una gran longitud de onda.
Este es un sistema que lleva a dos dimensiones un problema espacial para tratarlo con mayor facilidad.
La interpretación de la proyección equiangular (igualdad de ángulos) es que realiza una vista desde el cenit
y representa lo visto en un plano horizontal.
Construyendo una esfera centrada en algún punto 0 (figura 2.7) de la traza de afloramiento de un plano
estructural inclinado, el plano y su prolongación cortarán la esfera según un círculo máximo. Ahora
proyectaremos todos los puntos de la parte inferior del círculo máximo al plano horizontal mediante su
unión con el punto cenital P (figura 2.8), lo que da el arco abcd. La representación resultante consiste en
líneas (planos) y puntos (rectas) contenidas en el círculo máximo.
Una de las propiedades más importantes de la proyección estratigráfica es la que un círculo máximo de la
esfera es también un círculo máximo en el estereograma. Los centros geométricos de los arcos que son
círculos máximos se encuentran con: (Ver figura 2.9).
d = r x tg δ
d: distancia desde 0 al centro del arco
r: radio de la primitiva.
δ: ángulo de buzamiento.
Esto permite la representación directa de cualquier plano estructural. Los planos que no pasan por el
centro de esfera cortan la circunferencia según círculos menores. La segunda propiedad es que estos
círculos menores también quedan representados por arcos circulares:
d = r / cos α
α: ángulo que forma el círculo menor con un punto de la primitiva (ver figura 6b).
Las dos familias de curvas están trazadas cada 2°.
Esta proyección es familiar para los geógrafos que representan en superficies planas a la superficie esférica
de la tierra (se conserva la igualdad de áreas).
Para la representación de los problemas estructurales en los macizos rocosos se trazan sobre la esfera de
referencia planos, que quedan definidos por un RUMBO y un BUZAMIENTO. La esfera de referencia es libre
para moverse en el espacio, pero no es libre de rotar en cualquier dirección (un eje fijo). Es así que
nosotros podemos representar cualquier discontinuidad que surja en el espacio.
En aplicaciones ingenieriles usamos solamente el hemisferio de referencia inferior para la representación
de datos (ver figura 7).
Figura 2. 11 Representación de datos
Figuras 7 Y 8
El plano mencionado puede también ser representado por un polo del mismo plano.
El POLO es un punto en el cual la superficie esférica es penetrada por una línea radial la cual es normal al
plano.
Para comunicar la información dada por el semicírculo y la posición del polo sobre la superficie de
referencia se usan métodos de representación bidimensionales que pueden ser mallas Polares y
Ecuatoriales. (Ver figuras 2.13).
Pensar en un plano con buzamiento 50° y un rumbo 40°; representar el plano y su polo.
Nomenclatura: 040°; 50°
PASO 1: Con el papel calco ubicado sobre la malla estereográfica equiareal ecuatorial marcar 40°
medidos en sentido horario desde el NORTE. Los puntos cardinales deben estar marcados sobre el
papel calco y la malla.
PASO 2: Rotar el papel por el centro hasta hacer coincidir la marca efectuada con el NORTE de la
malla. Posteriormente en la dirección ESTE – OESTE medir 50° desde el borde de la circunferencia y
trazar el plano. Para encontrar el polo se trazan los 50° desde el centro hacia la dirección opuesta
al plano de representación (ver figura 7).
PASO 3: Finalmente se rota volviendo a la posición original (se hace coincidir el NORTE de la malla
con el NORTE del papel calco).
PASO 3: Se traza una línea desde el centro hacia la intersección de los dos planos y se mide el
ángulo que da el rumbo 200,5°.
Nomenclatura: 20°, 5 ; 200,5° ; δ ; α
PASO 2: El papel calco es rotado hasta hacer coincidir estos dos puntos A y B trazando un plano
que las contenga. El ángulo que midiendo sobre la traza nos da 64° es el ángulo pedido y la traza es
el plano que las contiene siendo 110°, 60°.
PASO 1: Trazar los polos de los respectivos planos, luego rotarlos hasta obtener su traza (línea de
trazos). Posteriormente trazar el polo P del mismo plano.
PASO 2: Medir el buzamiento haciendo coincidir con dirección E – O del punto P y posteriormente
el rumbo.
En la representación gráfica de rumbos y buzamientos es conveniente trabajar con POLOS antes que con
las trazas de los planos, ya que en los polos pueden ser graficados directamente sobre una malla
estereográfica como la que está en la figura 16.
Para el registro de los datos de campo algunos geólogos prefieren usar registro en lugar de una libreta.
Cuando representamos gráficamente los datos de campo es recomendable usar distintos símbolos para
representar los polos de diferentes tipos de fallas estructurales.
Ejemplo:
JUNTAS
FALLAS
PLANO DE ESTRATIFICACION
Estos problemas estructurales tienen distintas características (ej.: tensiones de corte) y la interpretación de
la representación de los polos para el análisis de estabilidad será más fácil si los polos son identificables.
Un gráfico de 351 polos con planos de estratificación, juntas y fallas en un macizo rocoso está dado en la
figura 16.
Como vemos la falla ocurre en un sitio en particular en el macizo rocoso y se verá posteriormente el
análisis de estabilidad en ese lugar.
Tenemos dos concentraciones de polos en la figura 16; una comprende polos que indican planos de
estratificación en el NOROESTE de la malla estereográfica y la otra son juntas al SUR del CENTRO de la
malla.
Lo que haremos será determinar zonas con concentraciones de polos y tenemos distintos métodos para
trazar curvas de nivel conteos de polos:
a. Método de conteo de celdas curvilíneas de DENNESS
Para mejorar ciertas desventajas de otras técnicas de conteo, particularmente cuando se ejecutan con
concentraciones de polos muy concentradas se usa este método.
DENNESS ideó un método de conteo en el cual la esfera de referencia está dividida en 100 cuadrados
iguales donde cada uno representa el 1% del área total de la esfera de referencia. Es así que (A) se
proyecta con igual área sobre (A’).
Cuando el conteo de las celdas cae dentro del ECUADOR. Los polos que caen en la mitad inferior son
ubicados en el gráfico. Luego la proyección de (B) es (B’).
Los polos que caen arriba del ECUADOR son dibujados sobre el lado opuesto de la malla (lado inferior) y
corresponderán al 1% del área total. (Ver figura 2.20).
El detalle de los dos polos tipos de redes de conteo ideadas por DENNESS se muestran en la figura 18.
El tipo de red (A) está dirigida para el análisis de concentraciones de polos cerca de la
circunsferencia de la red.
El tipo (B) es al más usado para el análisis de los polos en discontinuidades.
La red (B) en la figura 20 tiene la misma escala que las mallas en las figuras 2 y 10.
Se debe tener cuidado al fotocopiar porque se afectan las escalas de la malla.
El papel calco se ubica sobre el contador ya mencionado bien centrado, con el NORTE marcado.
El número de polos que cae en cada celda de conteo es anotado en el centro de cada celda.
Posteriormente se rota el papel y se realiza otro conteo volcando sus nuevos números. De esta
manera se logra afinar el cálculo de la cantidad de polos por cada 1% del área total de referencia.
(Ver figura 2.21).
Uniendo los puntos de igual cantidad de polos se obtendrá una curva de nivel sobre el diagrama (ellas son
expresadas en % respecto al total de polos).
En el caso de 351 polos dibujados en la figura 16, un 2% es obtenido por el conteo de 7 polos y de 5% para
valores entre 20 y 21 polos.
Cuando se tiene una concentración de polos en una zona en particular el centro por círculo flotante da
buena presición.
La figura 2.23 da un modelo, el cual puede ser usado para la construcción de un círculo de conteo para usar
con la malla estereográfica con diámetro similar a los dados en las figuras 2 y 10.
El diámetro de círculo es un décimo del diámetro de la malla (1% área total).
Este círculo es ideal para usarlo cerca de la circunsferencia de la malla. (Ver figura 22).
Se ilustra en esta figura el uso de un círculo de conteo (3% de 351 polos= 10,5).
Figura 2. 23 Método de círculo flotante
Figura 2. 24 Método de círculo flotante
En el caso de ser insuficiente la cantidad de polos se podría incrementar la cantidad para que se clarifique
que tipo de falla se tiene.
Existe otra falsilla de conteo además de las nombradas anteriormente; es la falsilla de conteo de KALSBEEK
(figuras 24a y b). El uso de esta falsilla es similar a las nombradas, con la diferencia que las celdas donde se
realizan los conteos son figuras hexagonales.
Figura 2. 26 Falsilla de Kalbeek
Diferentes tipos de fallas van asociadas con diferentes estructuras geológicas y lo importante es que el
diseñador (por ejemplo de un talud) esté capacitado para reconocer el problema de estabilidad durante
tempranas etapas de un proyecto.
La figura 2.28 muestra los cuatro tipos de fallas principales y con ellas los gráficos típicos de polos
asociados a fallas geológicas.
En la figura 2.28, tenemos una falla circular y en 25b una falla plana.
En la figura 2.28 se ve la falla en cuña y en la 25d la falla por vuelco.
Figura 2. 28 Tipos de fallas
5. Estructuras
La naturaleza estructural más común y prominente de los sedimentos, es la disposición en capas llamada
estratificación o colocación en lechos. Los lechos, capas o estratos, pueden diferir en el tamaño de los
granos, en la disposición o arreglo de éstos en el color, en la constitución mineralógica, o en la
combinación de estos elementos. Los depósitos más uniformes y más extensos, son los de los mares; los
depósitos procedentes de lagos, corrientes y viento, son menos uniformes y en general menos extensos. Es
frecuente que haya una gradación, desde sedimento de partículas gruesas, cerca de la orilla (aguas poco
profundas) a depósitos de sedimentos de partículas finas, lejos de la orilla (aguas profundas).
Laminación y laminación transversal. Dentro de los lechos o capas, puede haber unidades de menos de un
cuarto de pulgada de espesor que se llaman láminas; un deposito que presente láminas se dice que
es laminado. Las láminas pueden ser paralelas a los planos de las capas de sedimentación, o formar un
cierto ángulo con dichos planos. En este último caso, se dice que el sedimento presenta laminación
transversal.
La ondulación es familiar para quien haya visto alguna vez un área cubierta de arena. Esta ondulación
puede deberse al viento, a las corrientes de agua, o las olas.
Grietas primarias. Las contracciones debidas a pérdidas de agua, compactación y asentamientos,
aterronado y otras causas menos comunes, dan lugar a grietas en los sedimentos no consolidados y
parcialmente consolidados. Es característico que estas grietas sean cortas, irregulares y discontinuas.
Que son los movimientos internos de la corteza terrestre que causan deformación de la roca.
Se subdivide en:
Que son todas las fuerzas verticales las cuales producen fracturamientos de las rocas y afectan a una
extensión considerable, pero no causan mucha deformación.
Se producen las siguientes deformaciones:
b. Fisuras: Una fractura extensa se llama fisura que puede llegar a ser un conducto que sirva para el
paso de la lava, que formará un basalto de meseta o de soluciones que originarán vetas
mineralizadas.
c. Junturas: Las fracturas a lo largo de los cuales no han habido movimientos perceptibles y que
ocurren en grupos paralelos se llaman juntas, en cualquier tipo de roca la junta se producen como
estructuras secundarias por la fuerza de compresión, torsión y esfuerzo cortante.
e. Diaclasas: Las diaclasas se pueden definir como planos divisorios o superficies que dividen las rocas
y a lo largo de las cuales no hubo movimiento visible paralelo al plano o superficie.
5.4. Diastrofismo
Son causados por la actividad volcánica y movimientos sísmicos (terremotos), el tipo de esfuerzo es
compresión horizontal de desplazamiento considerable, se caracteriza por deformación en la roca. Se
producen las siguientes deformaciones:
Flancos
Plano axial
Eje
Los costados o lados de los pliegues se llaman flancos. La superficie axial, llamada comúnmente plano axial,
es la superficie que divide mas aproximadamente al pliegue en forma simétrica a lo largo del mismo. Puede
ser una superficie plana u ondulada y puede estar vertical o inclinada. Si el plano axial está inclinado, el
pliegue es recostado y asimétrico.
La intersección del plano axial con la cresta o arista del pliegue, se llama eje. El eje puede ser horizontal o
inclinado.
El ángulo de inclinación del eje de un pliegue con respecto a un plano horizontal se llama declive del
pliegue.
5.5. Tipos de plegamientos
d. Pliegue simétrico: Tiene el plano axial esencialmente vertical y los flancos poseen el mismo ángulo
de inclinación pero en direcciones opuestas.
e. Pliegue asimétrico: El plano axial es inclinado y ambos flancos se inclinan en direcciones opuestas
pero con ángulos diferentes.
f. Pliegue volcado o sobre pliegue: El plano axial es inclinado y ambos flancos inclinan en la misma
dirección, generalmente con ángulos diferentes.
6.1. Introducción
En las rocas sólidas existen varios tipos de planos. Planos de origen sedimentario, magmático
(enfriamiento) o planos de origen tectónico. Este último tipo de plano se puede definir como testigo de las
fuerzas tectónicas. Es decir, que antes de la litificación se forman las foliaciones primarias. Las fuerzas
tectónicas afectan las rocas después de la litificación. Además en varios sectores del mundo se encuentran
más de una fase tectónica. Significa que los planos secundarios (Diaclasas, Fallas, esquistosidad) tienen su
origen después de la litificación, pero puede ser que eso ocurrió en distintas épocas.
a. Foliaciones primarias: Se han formado antes de la litificación de las rocas: Estratificación, flujo
laminar de magma.
b. Foliaciones secundarias: Producido después de la litificación de las rocas: por ejemplo diaclasas,
fallas, esquistosidad
Otras foliaciones de origen no-tectónico: Grietas de enfriamiento, Estructuras sedimentarias como grietas
de desecación o resecación.
Para estudios en la geología estructural es muy importante diferenciar entre foliaciones primarias y
estructuras generadas por fuerzas tectónicas (foliaciones secundarias).
a. Foliaciones primarias
b. Foliaciones secundarias
Diaclasas (juntas; inglés: joints): Fracturas sin desplazamiento transversal detectable, solo con
poco movimiento extensional. Son las fracturas más frecuentes en todos los tipos de rocas. En la
superficie son más frecuentes como en altas profundidades. Tienen una extensión de milímetros,
centímetros hasta pocos metros. Normalmente existen en una masa rocosa grupos de diaclasas
y/o sistemas de diaclasas. Los grupos de diaclasas son estructuras paralelas o subparalelas. Los
sistemas de diaclasas se cortan entre sí en ángulos definidos y tienen una cierta simetría. Algunas
diaclasas muestran un relleno (secundario) de calcita, cuarzo, yeso u otros minerales.
Figura 3. 3 Diaclasas
6.3. Diaclasas de origen no-tectónico
c. Fisuras de tensión gravitacional: Sobre estratos inclinados se puede observar bajo algunas
condiciones un deslizamiento de las masas rocosas hacia abajo. Al comienzo de este fenómeno se
abren grietas paralelas al talud.
7. Fallas
7.1. Introducción
Son la rotura en las rocas a lo largo de la cual ha tenido lugar movimiento o desplazamiento. Este
movimiento produce un plano de falla o una zona de falla. Las zonas de fallas tienen un ancho que va
desde milímetros hasta cientos de metros. Los movimientos o desplazamientos (salto total) pueden ser
pequeño (milímetros) hasta muy grandes (cientos de kilómetros). Algunas fallas muestran un relleno de
calcita, yeso o sílice.
El movimiento en las fallas produce algunas estructuras o rocas especiales: Estrías, arrastres, brecha de
falla, milonitas y diaclasas plumosas. Estas estructuras se pueden usar como indicadores directos de fallas.
Plano de falla: Plano o superficie a lo largo de la cual se desplazan los bloques que se separan en la
falla. Este plano puede tener cualquier orientación (vertical, horizontal, o inclinado). La orientación
se describe en función del rumbo (ángulo entre el rumbo Norte y la línea de intersección del plano
de falla con un plano horizontal) y el buzamiento o manteo (ángulo entre el plano horizontal y la
línea de intersección del plano de falla con el plano vertical perpendicular al rumbo de la falla).
Bloques de falla: Son las dos porciones de roca separadas por el plano de falla. Cuando el plano de
falla es inclinado, el bloque que se haya por encima del plano de falla se denomina bloque
colgante y al que se encuentra por debajo, bloque yaciente.
Desplazamiento: Es la distancia neta y dirección en que se ha movido un bloque respecto del otro.
Plano de falla: Plano o superficie a lo largo de la cual se desplazan los bloques que se separa n en
la falla. Con frecuencia el plano de falla presenta estrías, que se originan por el rozamiento de los
dos bloques.
Labio levantado: También llamado Bloque Superior, es el bloque que queda por encima del plano
de falla.
Labio hundido: También llamado Bloque Inferior.
Salto de falla: Es el desplazamiento entre dos puntos que estaba unidos antes de producirse la
fractura. A veces se reconoce en el terreno como un desnivel más o menos pronunciado
denominado Escarpe de falla.
Figura 3. 5 Elementos de una falla
Plano de falla: Fractura a lo largo de la cual se desplazan los bloques o labios de la falla.
Dirección: Angulo que forma la línea horizontal del plano con la línea Norte-Sur.
Buzamiento: Angulo entre la línea de máxima pendiente del plano de falla con la horizontal
Salto de falla: Longitud de la separación de dos puntos de ambos bloques que estaban unidos
antes de producirse la falla.
a. Dirección: Ángulo que forma una línea horizontal contenida en el plano de falla con el eje norte-
sur.
c. Salto de falla: Distancia entre un punto dado de uno de los bloques (p. ej. una de las superficies de
un estrato) y el correspondiente en el otro, tomada a lo largo del plano de falla.
d. Escarpe: Distancia entre las superficies de los dos labios, tomada en vertical.
e. Espejo de falla: Es la superficie plana aunque con declive, que se produce a lo largo del escarpe de
falla
f. Facetas triangulares: son espejos de fallas que muestran el corte producido en una fila montañosa
cuando la falla se presenta en forma perpendicular a la dirección de dicha fila montañosa. Tanto la
parte hundida como el propio espejo de falla tienen aspecto triangular, de aquí su nombre.
7.4. Falla normal
También llamada directa o de gravedad. Se caracteriza porque el plano de falla buza hacia el labio hundido.
Se genera como respuesta a esfuerzos distensivos. Los bloques que se desplazan reciben el nombre de
bloque o labio levantado y bloque o labio hundido indicando el sentido relativo del movimiento de un
bloque respecto al otro.
La superficie a lo largo de la cual se produce el movimiento es la superficie o plano de falla y el valor total
del desplazamiento medido sobre el plano es el salto de falla, que puede tener componentes en varias
direcciones del espacio. Si el salto se manifiesta en la superficie topográfica hablamos de escarpe, cuya
magnitud puede diferir del salto por efecto de la erosión.
En conjunto con falla normal - falla inversa se puede usar "antitetica" y "homotetica". La palabra antitetica
indica que la falla y los estratos se inclinan hacia las direcciones opuestas. Homotetica significa, que los
estratos y la falla tienen la misma dirección de inclinación.
Graben: El conjunto de dos fallas normales paralelas con inclinación opuesta en un ambiente
tectónico expansiva se llama graben o fosa tectónica. Es decir el sector central se mueve
relativamente abajo al respeto de los flancos. En el interior de una fosa tectónica afloran
generalmente rocas más jóvenes como afuera del sistema. El tamaño de un graben puede ser
centímetros hasta grabenes grandes alrededor de 300 km.
Horst o pilar tectónico: Muestra un movimiento hacia arriba en su interior, es decir el sector
central está construida por rocas más antiguas como el sector lateral.
Morfológicamente un graben puede aparecer como valle o como cerro, un horst puede formar
morfológicamente elevaciones o depresiones (valles quebradas). En la figura (a), (b) se puede representar
un Horst y Graben.
En este caso el plano de falla buza hacia el labio levantado. Ocurre como consecuencia de esfuerzos
compresivos. Mientras que en las fallas normales la superficie de falla suele presentar un buzamiento
elevado o ser prácticamente vertical, en las fallas inversas ese plano suele ser muy tendido, con
buzamiento bajo. Por debajo de 45º se habla de cabalgamientos y si el buzamiento no alcanza los 10º
reciben el nombre de mantos de corrimiento, en los que el desplazamiento suele además ser de gran
magnitud.
La superficie de falla suele ser próxima a la vertical. El movimiento responde a fuerzas de cizalla horizontal
que causan el desplazamiento lateral de un bloque respecto al otro. En función del sentido de ese
desplazamiento se distinguen el desgarre dextral, en el que, situándonos sobre uno de los bloques,
veríamos moverse el otro hacia nuestra derecha, y el sinistral (representado en la ilustración).
Existen dos tipos de fallas con un desplazamiento horizontal: Fallas con un sentido del movimiento sinistral
(contra reloj) y fallas con un sentido del desplazamiento destral (sentido del reloj).
La superficie de falla es aproximadamente cilíndrica como consecuencia del giro de uno de los bloques de
falla en torno a un eje de rotación paralelo a la superficie de falla.
Figura 3. 14 Falla de rotación cilíndrica
En este tipo de falla el giro de los bloques tiene lugar respecto a un eje que es perpendicular a la superficie
de falla.
Espejo de falla: Es una superficie brillante, de aspecto pulimentado, que puede aparecer sobre las
rocas en el plano de falla por efecto de la recristalización de los minerales sometidos al incremento
de presión y temperatura consecuencia de la fricción generada durante el movimiento de la falla.
Estrías de falla: Son marcas de fricción que muestran las rocas en el plano de falla en forma de
finas estrías o acanaladuras. Pueden aparecer afectando al espejo de falla.
Brecha de falla: Es una masa de material fragmentario resultante del efecto de la trituración que
sufren las rocas a lo largo del plano de falla. Si el material resulta metamorfizado por la elevada
presión y temperatura, con recristalización y cambio mineralógico, el material recibe el nombre de
milonita.
7.9. Indicadores directos de fallas
Generalmente se puede diferenciar entre indicadores directos y indirectos de fallas. Los indicadores
directos manifiestan una falla cien por cientos, es decir sin dudas algunas. Estos tipos de indicadores se
puede observar directamente en terreno analizando la foliación en cuestión. Los indicadores indirectos
definen una falla con una cierta cantidad de incertidumbres y dudas.
7.9.1. Desplazamiento
El desplazamiento de una unidad geológica o una otra estructura geológica indica la actividad tectónica.
Desplazamientos tectónicos en el terreno marcan siempre una falla.
Problemas: Se confunde con la estratificación normal, si las capas tienen una inclinación o se
equivoca con accidentes morfológicos
Figura 3. 16 Desplazamiento
7.9.2. Estrías
Líneas finas arriba de un plano de falla. Estas líneas indican además la orientación del desplazamiento y
posiblemente el sentido. Se encuentra en casi todos los lugares y el reconocimiento es fácil.
Problemas: Estrías solo marcan el último movimiento cual posiblemente no coincide con el
movimiento general. Para sentir con el dedo el sentido del movimiento cuesta y se puede
equivocarse.
Figura 3. 17 Estrías
Durante un movimiento tectónico se puede abrirse pequeñas fracturas, cuales se rellenan con calcita, yeso
o cuarzo. La forma es siempre como un "S" y en dimensiones entre milímetros hasta metros.
7.9.4. Arrastres
Cerca de una falla las rocas pueden deformarse plásticamente. Se puede observar un leve monoclinal hacia
el plano de la falla. Las dimensiones: entre centímetros y metros. Normalmente fallas grandes muestran
este fenómeno.
Problemas: Equivocación con estructuras sedimentarias posible como derrumbes por ejemplo.
Figura 3. 19 Arrastre
Por la energía del movimiento algunas veces las rocas en la zona de falla se rompen y se quiebran, para
formar una brecha tectónica o brecha de falla. Brechas de fallas normalmente muestran una dureza menor
como las rocas no afectadas. Por eso morfológicamente una brecha de falla se ve como depresión.
Problemas: Se puede confundir brechas de falla con otros tipos de brechas (brecha volcánica,
brecha sedimentaria).
7.9.6. Milonita
La milonita es una roca metamórfica que se formó por las fuerzas tectónicas. Los minerales (cuarzo) se ven
elongado hacia la dirección principal del movimiento. Milonitas son generalmente duras y bien resistentes
contra la meteorización.
Problemas: Macroscópicamente es bastante difícil reconocer una milonita, solo con sección
transparente se llega a resultados confiables.
Figura 3. 21 Milonita
En regiones con pocos afloramientos los indicadores indirectos son muchas veces la única posibilidad para
definir fallas. Especialmente en regiones con alta cantidad de vegetación se puede aprovechar estos
fenómenos. Los indicadores indirectos nunca llegan a conclusiones tan confiables como los indicadores
directos.
7.10.1. Morfología
Zonas de fallas normalmente son sectores con rocas blandas. La erosión afecta al primero estos sectores.
Por eso en la naturaleza las fallas están cubiertas bajo algunos metros de rocas blandas cuaternarias, como
relleno de un valle o una quebrada. Además la dirección de valles o quebradas puede ser conforme con las
direcciones de fallas.
7.10.2. Vegetación
Distintas tipos de rocas producen el crecimiento de diferentes tipos de plantas. Arriba de una zona de falla
la cantidad del agua normalmente es más alta como en rocas normales.
Zonas de fallas tienen normalmente una porosidad diferente como las rocas alrededores. Este cambio de la
porosidad provoca en algunos casos el nacimiento de un río. En varias ocasiones se puede observar una
cadena de manantiales en línea.
Son fracturas, discontinuidades, en las que a diferencia de las fallas, no ha habido un desplazamiento
significativo entre los dos bloques.
Se reconocen en cualquier tipo de roca (ígnea, metamórfica o sedimentaria), y suponen una evidencia clara
de la rotura frágil del macizo rocoso en alguna etapa de su historia deformacional.
Dependiendo de las rocas en que se produzcan, las diaclasas tienen una orientación general determinada.
Por ejemplo en las rocas sedimentarias, las diaclasas son, por lo general, perpendiculares a la superficie de
estratificación, mientras que en las rocas ígneas pueden tener cualquier orientación. Así en rocas
sedimentarias se puede decir que su mayor dimensión es siempre horizontal, mientras que en rocas
ígneas, por lo general no tienen una dimensión preferente.
Las diaclasas se propagan durante un proceso de fractura continuo o mediante una serie de rupturas
sucesivas. A menudo se reconocen en familias con espaciados regulares que pueden ser reconocidos en
áreas con poca deformación aunque en otras ocasiones, pueden tener un espaciado irregular. En rocas
sedimentarias bien estratificadas, las diaclasas suelen tener un patrón bien definido, compuesto por
diaclasas sistemáticas tempranas y diaclasas cruzadas (cross-joints).
La manera de describir una diaclasa desarrollada en un medio isótropo, con la geometría más simple
posible, es decir que tiene la forma de una moneda en la cual, la dirección perpendicular a la fractura es el
eje y, y los ejes x y z son paralelos a la misma. Este tipo de fracturas se originan en un punto y se propagan
en todas las direcciones de manera radial. Otros parámetros que se utilizan para describir las fracturas de
extensión son la apertura y la longitud. Las diaclasas se caracterizan por tener aperturas pequeñas en
relación con las longitudes.
En el caso de rocas anisótropas, como pueden ser las rocas sedimentarias estratificadas, las diaclasa se
propagan desde su inicio de manera radial hasta que algunos de sus puntos alcanza un límite de capa, un
plano de estratificación que sirva como una barrera a la propagación de la fractura. Si los planos de
estratificación están relativamente próximos, se impedirá la propagación de la fractura en dirección
perpendicular a las capas, mientras que la fractura puede continuar creciendo en una dirección contenida
en los planos de estratificación. Este hecho condiciona que las diaclasas en rocas sedimentarias tengan una
geometría que se aleja de la forma de moneda, y que por el contrario adquieren una geometría de lámina
o «cuchilla» (blade).
Una vez descrita la geometría más común que pueden presentar las diaclasas individuales se pueden
describir las características que presentan las superficies de fractura. De acuerdo con la mecánica de
fracturación elástica linear, que es la que se utiliza normalmente para analizar desde el punto de vista físico
los procesos de fracturación, las diaclasas desarrolladas en un medio isótropo deberían de tener una
superficie plana y lisa como un espejo. Las observaciones en la naturaleza indican que esto no es verdad, y
que la morfología de la superficie de las diaclasas presenta numerosas irregularidades que tienen su origen
en diversas causas, fundamentalmente relacionadas con los procesos de propagación y crecimiento de las
fracturas y con la anisotropía de los materiales involucrados.
Una de las estructuras más comunes que se pueden apreciar en las superficies de las diaclasas es la
denominada ornamentación plumosa
Figura 4. 1 Estructura de diaclasas
Las estructuras plumosas se forman a diversas escalas, y su tamaño se puede relacionar con el tamaño de
grano de las rocas afectadas. Por lo general en rocas de tamaño de grano menor las estructuras plumosas
son menores, mientras que en las de mayor tamaño de grano tienen un tamaño mayor.
Una característica bien establecida acerca de las diaclasas es el hecho de que no aparecen aisladas, sino
que siempre se encuentran en grupos que pueden ser sistemáticos o no. De esta manera, las diaclasas
sistemáticas son aquellos grupos de diaclasas que son paralelas o subparalelas unas a otras y mantienen un
espaciado aproximadamente regular entre. No hay una regla que determine cuál es el espaciado mínimo o
máximo para considerar sistemáticas a una serie de diaclasas, pero por lo general se admite que deben de
estar lo suficientemente juntas como para poder ver varias de ellas en el mismo afloramiento. Las diaclasas
sistemáticas pueden estar restringidas a una capa o pueden afectar a varias de ellas.
Por otro lado, las diaclasas no sistemáticas son menos planares que las sistemáticas, tienen una
distribución espacial irregular, no son paralelas a otras diaclasas vecinas y pueden terminar contra otras
diaclasas que las rodean.
Tanto las diaclasas sistemáticas, como las no sistemáticas pueden darse en el mismo afloramiento. Desde
el punto de vista de las relaciones que tienen las diaclasas con sus vecinas se pueden diferenciar, además,
familias de diaclasas y sistemas de diaclasas (no se deben confundir con diaclasas sistemáticas). Las familias
de diaclasas son un grupo formado por todas las diaclasas sistemáticas que aparecen en una región.
Cuando existen dos o más familias de diaclasas que se intersectan formando ángulos más o menos
constantes se denominan sistemas de diaclasas. En función del ángulo diedro que formen las distintas
familias, podemos clasificar los sistemas en ortogonales (diedro 90°) o en conjugados (si el valor del diedro
se sitúa entre 30° y 60°). En muchos casos el término sistema de diaclasas se utiliza para decir que las
familias existentes son coetáneas, lo que no es correcto. Un sistema de diaclasa solo se refiere a la relación
espacial entre las distintas familias de diaclasas y no a sus posibles relaciones genéticas.
Se puede apreciar cómo, en algunos casos, una de las familias del sistema está formada por diaclasas más
continuas, que se denominan diaclasas maestras, mientras que otra familia está formada por otras más
cortas que terminan contra las maestras y que se denominan diaclasas cruzadas (cross joints).
La caracterización del diaclasado de un macizo se realiza a partir de las siguientes medidas:
Diaclasas ocultas o latentes, no visibles a simple vista, que se manifiestan cuando la roca
rompe.
Diaclasas cerradas, con los bordes en contacto.
Diaclasas abiertas, con separación entre los bordes. Pueden tener minerales de
neoformación, o a favor de ellas intruir dique.
Diaclasas tensionales: Son las que responden a fenómenos de estiramiento de las rocas. Aparecen
normalmente abiertas, y rellenas de algún material precipitado, presentando forma de cuña o de
lentejas vistas en sección. Frecuentemente se presentan asociadas y escalonadas, orientándose
según el campo de esfuerzos, con dirección de extensión paralelo al eje de mínimo esfuerzo. Son
las que se presentan por ejemplo en la parte convexa de los pliegues.
Diaclasas de retracción por enfriamiento: En ocasiones se generan por los esfuerzos tensionales
generados durante la cristalización magmática y consiguiente pérdida de volumen y retracción.
Esto es particularmente evidente en las rocas ígneas, desarrollándose juntas perpendiculares a la
superficie de enfriamiento, que suele corresponder a los márgenes de las coladas de lava, sills y
diques de muchos plutones. En cuerpos de espesor uniforme pueden desarrollarse juntas que
delimitan prismas de roca de sección quasi hexagonal (columnas de basalto).
En el caso de materiales arcillosos, pueden producirse juntas que delimitan cuerpos hexagonales por
disminución de volumen por desecación (arcillas).
9. Pliegues
Principalmente existen dos tipos de materiales a respeto de su manera de deformación: Materiales frágiles
y materiales dúctiles.
a. Materiales frágiles: Muestran con aplicación de una fuerza al primero solo una deformación elástica.
(Deformación elástica: El material vuelve a su estado original). Con mayores fuerzas estos materiales
se rompen sin mostrar una deformación plástica.
Ejemplo: La tiza puede sufrir una cierta cantidad de fuerzas, pero nunca se deforma plásticamente.
En un momento el trozo de tiza se rompe (rotura).
b. Materiales dúctiles: Con pocas fuerzas también muestran una deformación elástica (hasta aquí se
puede volver a su estado principal), pero con la aplicación de más fuerzas el material muestra una
deformación plástica, es decir se deforma sin la posibilidad volver a su estado principal. Sí se aumenta
más las fuerzas también el material se rompe.
Ejemplo: Plastecina o greda muestran una deformación altamente plástica y nunca vuelven a su
estado principal.
Plegamiento es un producto de una deformación plástica, es decir una deformación sin fracturamiento o
rompimiento. Las fuerzas provocan una deformación plástica no reversible.
Esto tipo de deformación ocurre en algunas tipos rocas principalmente apoyado por un aumento de la
temperatura (metamorfismo).
En la naturaleza se conocen un sin número en tipos de pliegues. Las dimensiones pueden ser en milímetros
hasta kilómetros.
Pliegues se puede definir como el resultado de una deformación plástica en las rocas. Bajo condiciones
específicas las rocas no se rompen - las rocas se comportan como plasticina o greda. Existen varias formas
de pliegues en la naturaleza.
Línea matemática paralela del rumbo principal de la estructura. El eje tiene un azimut y puede ser
inclinada. (En el ejemplo abajo se ve horizontal). El eje sirve para definir en pocas palabras la corrida de la
estructura. Matemáticamente existe una cantidad infinita de ejes en un pliegue. El conjunto de todos los
ejes se llama Plano Axial.
Un conjunto de pliegues que forma un Sinclinal se llama sinclinorio. Un conjunto de pliegues que forma un
gran anticlinal se llama anticlinorio.
b. Sinclinal
Todos los estratos tienen una resistencia contra la meteorización diferente. Los estratos más blandos
erosionan más rápido en comparación de los estratos de mayor resistencia. Entonces, valles o quebradas
usan frecuentemente la corrida de un estrato blando.
Anticlinales pueden formar valles o quebradas, sí los estratos del núcleo son relativamente blandos.
Las características de los pliegues varía con la naturaleza de las rocas y de los esfuerzos que han registrado
En función del plano axial podemos definir:
Pliegues simétricos,
Pliegues asimétricos
Pliegues recumbentes (plano axial cerca de la horizontal)
Para describir un pliegue se puede usar varios parámetros. Depende de la cantidad de la información y de
las necesidades de información:
Angulo interflanco
Orientación del plano axial simetría al respeto del plano axial
Comportamiento del eje del pliegue
Espejo del pliegue
Uso del ángulo interflanco
Figura 5. 14 Tipos y formas de pliegues
a. Pliegue simétrico
Existe un plano de simetría en el centro del pliegue y los dos flancos se inclinan casi en el mismo ángulo.
Existe un flanco suave (de un manteo menor) y un flanco con un manteo mayor.
c. Pliegue volcado
Existe un flanco invertido. En un flanco invertido los estratos más jóvenes se ubican abajo.
d. Pliegue acostado
e. Pliegue isoclinal
En un pliegue con eje horizontal muestran todos los flancos el mismo rumbo. Los dos flancos solamente
tienen una dirección de inclinación opuesta.
La línea que junta todas las charnelas de los sinclinales (o anticlinales) se llama espejo del pliegue. El espejo
marca entonces una tendencia más global del plegamiento. En la imagen se nota que el espejo marca una
cierta inclinación hacia la derecha. Significa en el sector de la izquierda afloran los estratos generalmente
más antiguos.
La tectónica estudia las deformaciones de las rocas y las estructuras resultantes de dichas deformaciones,
producidas por las fuerzas internas que actúan en la tierra y, en ocasiones, por la acción de la fuerza de la
gravedad.
Se denomina esfuerzo al conjunto de fuerzas que afectan a un cuerpo material y tienden a deformarlo. Los
esfuerzos pueden ser básicamente de cuatro tipos:
Compresión: producido por fuerzas que actúan convergentemente en una misma dirección. Como
consecuencia se produce un acortamiento de la roca
Distensión (tensión, estiramiento o tracción): producida por fuerzas divergentes que actúan en
una misma dirección. Como consecuencia se produce un estiramiento de la roca.
Cizallamiento: originado por fuerzas paralelas que actúan en sentidos opuestos.
Pandeo: Es un fenómeno de inestabilidad elástica que puede darse en elementos
comprimidos esbeltos (pilares), y que se manifiesta por la aparición de desplazamientos
importantes transversales a la dirección principal de compresión.
Se dice que un cuerpo es perfectamente elástico cuando la relación entre esfuerzo y deformación es
constante, y el cuerpo puede recuperar su forma original al cesar el esfuerzo deformante. Cuando dicha
relación no es constante se produce una deformación plástica y, aunque se retire el esfuerzo, el cuerpo
quedará con una deformación permanente. En la práctica las rocas presentan un comportamiento
intermedio, deformándose inicialmente de una manera elástica, hasta alcanzar el límite elástico; a partir de
este punto se produce la deformación plástica.
El comportamiento plástico también tiene un límite, alcanzado el cual se produce la rotura. Las
deformaciones elásticas, al no producir deformaciones permanentes, no generan estructuras tectónicas.
Éstas son producidas por la componente de deformación plástica o bien por la rotura. Por ello en Geología
las estructuras tectónicas se consideran producto de una deformación dúctil o continua o de una
deformación frágil o discontinua.
Se considera a la deformación como el estiramiento por unidad de longitud; es un número puro y sin
unidades. En donde se aprecia una diferencia en el estado inicial con el final.
Los materiales que se comportan elásticamente frente a un esfuerzo de una determinada intensidad,
pueden deformarse plásticamente, o incluso fracturarse, si dicho esfuerzo actúa durante un periodo largo
de tiempo.
Experimentalmente se ha podido comprobar que las rocas se comportan más plásticamente bajo una
presión de confinamiento elevada.
La temperatura también hace variar el comportamiento de las rocas frente a los esfuerzos,
aunque el efecto es diferente en cada tipo de roca.
La presencia de agua aumenta la plasticidad de las rocas. Si la presión de fluidos es muy
elevada, la roca se vuelve más frágil.
La existencia de planos de estratificación o esquistosidad hace variar el comportamiento de las
rocas dependiendo de la dirección del esfuerzo en relación con estos planos.
En las mismas condiciones, los distintos tipos de rocas se comportan de manera diferente. Los materiales
que ante esfuerzos crecientes se rompen, sin sufrir apenas deformación plástica, se dice que son frágiles o
competentes; si sufren una deformación amplia antes de romperse, se dice que son dúctiles, plásticos o
incompetentes.
Figura 5. 25 Diagrama esfuerzo-deformación en ensayos de rocas sometidas a compresión.
A: Rocas frágiles; B: Rocas dúctiles. Modificado de Billings, 1963.
Si se ensaya en el laboratorio una probeta de roca sin confinar mediante la aplicación gradual de una
fuerza axial, se va produciendo una deformación axial que puede ser medida mediante la instalación de
comparadores en la probeta. El registro de los esfuerzos y de las deformaciones correspondientes permite
dibujar la curva esfuerzo-deformación del ensayo (Figura 6.5). La rama ascendente de la curva, antes de
alcanzar la resistencia de pico, presenta un comportamiento lineal o elástico para la mayor parte de las
rocas. En el campo elástico, la deformación es proporcional al esfuerzo y se cumple la relación:
𝜎
𝐸=
𝜀𝑎𝑥
Figura 5.27. Experimento de compresión triaxial, que consiste en un cilindro de roca intacta situado entre
dos prensas. Los pistones aprietan los bordes del cilindro y crean el esfuerzo necesario para deformar la
roca. El cilindro está rodeado por un medio confinante. Se muestra también una curva típica de esfuerzo-
deformación. Según aumenta el esfuerzo en la roca, esta se deforma. Una vez se alcanza la resistencia a la
facturación de la muestra, la roca de romper a lo largo de uno o más planos de falla. La ruptura se aprecia
por una súbita caída en la curva de esfuerzo-deformación.
𝜀𝑡
𝜈=
𝜀𝑎𝑥
Donde 𝜈 es la deformación transversal de la probeta de roca ensayada.
11. Placas Tectónicas
El primero en proponer la idea de que los continentes podían haber estado unidos en el pasado geológico
fue Alfred Wegener (Fig. 1) en 1910, él se basó en el hecho de que las costas de América del Sur y de África
coinciden al juntarlas. A esto se aunó la semejanza en cuanto a los organismos que vivieron en uno y otro
continente, y la continuación de algunos rasgos geológicos como cordilleras o rocas del mismo tipo.
De esta idea se desprendieron otras teorías sobre la formación de las cadenas montañosas. Originalmente
se pensaba que las cadenas montañosas se habían formado por el enfriamiento y contracción de la Tierra.
Pero la existencia de montañas muy elevadas dio pie a pensar que su origen era otro, así surgieron teorías
que ponían al movimiento de los continentes como el mecanismo que dio origen a las montañas.
Estas teorías se sustentaban también en el conocimiento que se tenía del interior de la Tierra a través del
estudio de los sismos y en el fenómeno de isostasia, el cual se refiere a la flotación de un cuerpo de menor
densidad sobre uno de mayor densidad. De la isostasia se sabía que los continentes podían tener
movimientos verticales, por lo que no sería extraño que también pudieran moverse horizontalmente.
No solo se pensó que Sudamérica y África habían estado unidas sino que también otros lugares como:
Australia y La India, Europa y Norteamérica. Estas parejas de lugares compartían la misma fauna antes del
Cenozoico, pues se habían encontrado esqueletos de los mismos animales prehistóricos y como los
animales no podían cruzar el extenso mar, se había llegado a pensar que pudo existir algún tipo de
"puentes intercontinentales". Aunque con la teoría de la deriva continental esto se hacía innecesario. Se
podían juntar evidencias de organismos y rasgos geológicos que coincidían en uno y otro continente como
piezas de un rompecabezas (Fig. 2).
Otras posibles pruebas eran las variaciones climáticas drásticas en algunos lugares como las evidencias de
glaciaciones en el ecuador y la existencia de carbón mineral en la Antártica. Esto significaba que los
continentes se habían movido. O bien, que los polos eran los que se habían movido.
A pesar de las evidencias sobre la deriva continental, quedaba un factor muy importante sin resolver: el
mecanismo que ocasionó el movimiento de los continentes. Wegener mismo propuso que la fuerza que
movía los continentes era la resultante de la interacción de la fuerza centrífuga y la fuerza de gravedad.
Esta resultante empujaba a los continentes lejos de los polos, por eso fue llamada "fuerza polófuga". El
problema de esta fuerza es que en realidad es demasiado débil para mover los continentes.
Aunque no se conocía el mecanismo de la deriva continental, esta idea siguió en la mente de muchos
investigadores. Por ejemplo, F. B. Taylor (1910) sugirió que la formación de cadenas montañosas convexas
hacia el sur se debía a que los continentes habían derivado hacia el sur. Él proponía que los continentes
habían comenzado a moverse cuando la Tierra aumentó su velocidad de rotación al capturar a la Luna. Esta
fantástica teoría no explicaba la formación de montañas en tiempos muy antiguos de la Tierra.
Otro científico, Du Toit, propuso que los continentes navegan sobre el manto movidos por la fuerza de
hundimiento que producía el depósito de sedimentos al pie del continente debida a la erosión
(geosinclinal), la cual provoca que el continente se incline y comience a moverse, este movimiento a su vez
ocasiona fracturas que utiliza el magma para salir produciendo una fuerza de tracción que también empuja
al continente. Esta hipótesis resultó muy interesante, pero no contó con ninguna prueba cuantitativa.
En 1928 se celebró un simposio sobre la deriva continental en Nueva York, ahí se reunieron muchos
científicos cuya conclusión final fue que la teoría de la deriva continental era digna de tomarse en cuenta
por los testimonios que la apoyaban, pero existían objeciones de peso en contra su contra. La poca
credibilidad de los mecanismos propuestos como motor de la deriva ocasionaron que la misma teoría de la
deriva continental se hiciera a un lado durante algún tiempo. Muchos científicos no creían que el manto
sólido bajo la corteza pudiera permitir que los continentes se desplazaran.
Entre 1923 y 1926, el científico irlandés John Joly propuso que a causa de la mala conductividad térmica de
la corteza, el calor radiactivo que se genera en la Tierra se acumula debajo de la corteza y funde el manto,
lo que provoca una convección térmica (Fig. XX). La convección es el fenómeno que observamos cuando
hervimos agua, en donde las partículas calientes suben y las frías bajan, generando una corriente vertical
de agua.
La hipótesis de Joly fue la base de la teoría de la convección en el manto, cuyo principal exponente: Griggs
(1939), la aplicó a la deriva continental. Posteriormente A. Holmes postuló que la convección también
podía llevarse a cabo en el manto sólido.
A pesar de esta estupenda respuesta a la pregunta sobre el mecanismo que movía a los continentes, la
deriva continental fue perdiendo el apoyo de la mayoría de los investigadores, que la guardaron en el cajón
de los recuerdos hasta que las investigaciones del magnetismo terrestre la volvieron a sacar a la luz.
El magnetismo de la Tierra se conocía desde mucho tiempo atrás con el uso de la brújula. Pero la brújula
no apunta exactamente al norte geográfico, existen una "declinación" e "inclinación" magnéticas, que
junto con la intensidad magnética definen el campo magnético en un determinado lugar.
El campo magnético de la Tierra se parece bastante al campo dipolar que genera un imán esférico aunque
con algunas irregularidades.
La incógnita fundamental sobre el magnetismo terrestre es: ¿porque la Tierra tiene un campo magnético?.
La primera explicación fue que el núcleo de la Tierra era un enorme imán permanente, pero la alta
temperatura en el núcleo hacía esto poco probable.
La teoría más interesante fue la de considerar el centro de la Tierra como una dínamo autoexcitable
propuesta por Edward Bullard en 1955. Esta idea de la dínamo involucraba la existencia de convección
térmica en lugar de bobinas y escobillas como las dínamos comunes. Esta teoría es la de más aceptación en
la actualidad.
No todas las sustancias pueden ser imanes. Existen tres principales tipos de sustancias: las
ferromagnéticas, que se pueden convertir en imanes por inducción magnética y adquieren lo que se
conoce como "magnetismo remanente"; las paramagnéticas, que se imantan muy débilmente sin
convertirse en imanes; y las diamagnéticas, que no se imantan
El magnetismo remanente es muy fuerte en las rocas volcánicas porque se enfrían partiendo de altas
temperaturas bajo la acción del campo magnético terrestre, en este caso se llama "termomagnetismo
remanente". La temperatura en la que adquieren el magnetismo las rocas se llama "punto de Curie" en
honor de la científica Francesa de origen polaco que trabajó con elementos radiactivos.
Los paleomagnetólogos conocen la dirección del campo magnético terrestre en épocas pasadas al estudiar
el magnetismo remanente de las rocas. Por estos estudios se descubrió que muchas rocas tenían un
magnetismo remanente en la dirección contraria al campo magnético actual. La explicación a esto era: o
que las rocas se habían magnetizado de otra forma, o que el campo magnético terrestre había cambiado.
L. Néel sugirió que la inversión de la imantación dentro de la roca era posible. Lo cual se comprobó
experimentalmente en la ilmenita-hematita. Esto parecía resolver el problema. Sin embargo, en los años
siguientes se encontraron algunas pruebas que apoyaban la idea de la inversión del campo magnético
terrestre, como rocas ígneas en forma de diques con dirección de magnetización inversa al material que lo
rodeaba o estratos de rocas sedimentarias en los que se observaban diversas direcciones de magnetización
pasando desde la dirección actual del campo hasta girar completamente en una dirección inversa, lo que
era evidencia de que los polos magnéticos de la Tierra se mueven.
Al aceptar la teoría de la inversión del campo magnético terrestre, surgen ahora otras preguntas: ¿Cuantas
veces se ha invertido el campo magnético de la Tierra y por qué se invierte?
Los paleomagnetólogos ingleses fueron los que empezaron a ver los estudios magnéticos desde una nueva
perspectiva. Con ayuda de un instrumento llamado "magnetómetro astático de Blackett" pudieron medir
magnetismos remanentes débiles como el de las rocas sedimentarias y metamórficas, y vieron que la
dirección de la magnetización no era la misma para todas las rocas, sino que existían dos direcciones
principales en las rocas de Inglaterra. Al interpretar este cambio, ellos propusieron que Inglaterra misma se
había movido.
La hipótesis de los ingleses del movimiento de la Gran Bretaña implicaba aceptar la deriva continental pero
había quienes opinaban que fueron los polos magnéticos los que se movieron y no los continentes.
Los datos paleomagnéticos ayudaron mucho a entender como había sido el movimiento de los
continentes, por ejemplo: se calculó la posición que tuvo Australia a lo largo de la historia de la Tierra y
como se fue moviendo hasta la posición que tiene ahora; y en Japón las mediciones de magnetismo
remanente condujeron a pensar que la isla se había doblado por la mitad en un ángulo de unos 40 grados
en el terciario.
Finalmente fue aceptada, por la mayoría de los hombres de ciencia, la idea de que la deriva de los
continentes y la migración polar eran conjuntamente la explicación de las diferentes direcciones de
magnetización que se habían observado por todo el mundo.
En las zonas continentales la mayor parte del calor proviene de la corteza en donde existe mayor cantidad
de material radiactivo. Sin embargo, en los océanos las mediciones de flujo térmico han dado resultados
muy similares a los de los continentes, lo que llevó a los científicos a preguntarse de donde venía el calor
en los océanos. Al tratar de resolver esta pregunta se pensó nuevamente en la teoría de las corrientes de
convección en el manto como mecanismo para la transmisión de calor. Y se descubrió que los fenómenos
térmicos en la Tierra están ligados con los fenómenos eléctricos y magnéticos.
Se sabe que la edad de la Tierra es de unos 4,500 millones de años, lo cual se ha estimado a partir de la
desintegración de elementos radiactivos; esta misma desintegración ocasionó el calentamiento de la
Tierra, y aunque en la actualidad la temperatura se mantiene constante es de esperarse que cuando la
cantidad de material radiactivo disminuya por su degradación natural, entonces la tierra comenzará a
enfriarse dentro de muchos miles de años.
Cuando se comenzó a estudiar el fondo de los océanos después de la segunda guerra mundial cambiaron
muchas de las ideas de los geólogos sobre la corteza oceánica. Se descubrieron en el fondo marino largas
cordilleras que dividen los grandes océanos y varias fallas de desplazamiento lateral que cortaban a estas
cordilleras. Además se dieron cuenta que en las cordilleras oceánicas, en las fallas laterales y en las largas
depresiones del piso oceánico conocidas como trincheras, era donde ocurría la gran mayoría de los eventos
sísmicos.
Arthur Holmes y posteriormente J. Y. Wilson, basados en la hipótesis de la expansión del fondo oceánico
de H. Hess (Fig. 8), aportaron una idea que revolucionó las ciencias de la Tierra: que el suelo oceánico no es
una formación inmutable, sino que se crea nuevo suelo oceánico constantemente en las cordilleras
submarinas, también llamadas dorsales, y termina por hundirse en el manto en las trincheras movido por
las corrientes de convección en el manto. Esto explica de modo claro la deriva continental y las cadenas de
islas que se forman al avanzar la corteza oceánica sobre un manantial de lava, de tal forma que las islas
más alejadas de la cordillera oceánica son las de mayor antigüedad. En general, esta nueva teoría pudo
explicar muy bien la mayoría de los fenómenos geológicos que se habían observado.
La teoría de la expansión del fondo oceánico dio impulso al estudio oceanográfico y del magnetismo de
dicho fondo. Las mediciones magnéticas de la corteza oceánica arrojaron una distribución en bandas de
anomalías positivas y negativas. La explicación a esta distribución se buscó en la diferente composición de
las rocas, hasta que F. Vine y D. Matthews por un lado, y L. Morley y A. Larochelle por otro, atribuyeron el
bandeamiento a la inversión del campo magnético y la expansión del fondo oceánico. También se observó
que las anomalías son simétricas a uno y otro lado de las dorsales en donde nace y se crea el nuevo suelo
oceánico, confirmando dicha expansión.
Con estos bandeamientos se pudo conocer la historia del campo magnético terrestre, sus inversiones y la
duración de cada episodio en el que el campo fue positivo o negativo. Vine y Wilson calcularon los perfiles
teóricos de las anomalías magnéticas en el fondo oceánico con valores razonables para la cronología de las
inversiones y la expansión del fondo oceánico, obteniendo un ajuste casi perfecto entre su perfil calculado
y el observado.
Otra confirmación se obtuvo de los sedimentos del fondo marino, cuya magnetización también presentaba
bandas, pero verticales, con inversiones en la polaridad, respetando los intervalos de tiempo observados
en otras anomalías.
Al estudiarse las fallas laterales en el suelo marino se llegó a la conclusión de que no son fallas
transcurrentes ordinarias, y se les llamó "fallas de transformación" porque solo actúan como fallas de
movimiento lateral en la zona comprendida entre dos crestas de cordillera oceánica.
J. Heirtzler y sus colegas analizaron datos del fondo oceánico tomados durante 20 años y vieron que las
anomalías en casi todos los océanos son muy similares, así pudieron unir puntos con igual anomalía
magnética. Al conocer la edad de estas anomalías se trazaron isócronas que unían lugares de igual edad.
Ahora, las coincidencias geométricas entre los continentes pudieron ser bien acopladas con base en los
datos magnéticos y las isócronas. La mejor forma de acoplar los continentes no es por la línea de costa sino
por la curva batimétrica de 900 m, esto es tomando en cuenta la plataforma continental.
Toda esta lluvia de conocimientos nuevos sobre la corteza terrestre dio origen a una nueva y gran teoría:
"la tectónica de placas". Esta teoría propone que la corteza terrestre esta fraccionada en pedazos de
corteza o placas (Fig. 9), cuyos límites son las dorsales, trincheras y fallas transformantes. Estas placas se
encuentran en constante movimiento y, por encontrarse en una tierra esférica, tienen una velocidad
angular y un polo de rotación.
La Tectónica de placas dio luz a algunos enigmas geológicos y ocasionó una revolución científica. En el
Simposio de Londres en 1964 se aceptó mundialmente el movimiento cortical a gran escala.
A lo largo de mucho tiempo los geólogos y geofísicos trataron de descifrar la historia de la Tierra
creyéndola inmóvil y estática, por eso se enfrentaron con tantos enigmas difíciles de resolver. Al
contemplar a la Tierra, con la nueva teoría de tectónica de placas como un planeta con movimiento propio
se produjo un gran avance en el área de las ciencias de la Tierra y nos dio una nueva perspectiva del
planeta en que habitamos.
11.8. Placas litosféricas
a. La litosfera está formada por placas sólidas rígidas de extensión y grosor (50-200 km) variable y
forma irregular.
b. Los límites de placa pueden ser de tres tipos: divergentes, convergentes y pasivos.
c. Las placas se desplazan sobre el manto plástico. Se distinguen 8 grandes placas y otras de menor
tamaño.
d. El motor del movimiento es la energía térmica terrestre que origina corrientes de convección en el
manto.
e. La litosfera oceánica se renueva constantemente, al contrario que la continental.
f. El número, forma, tamaño y posición de las placas ha cambiado a lo largo de la historia terrestre.
a. En la dorsal se produce nueva corteza que queda adherida al manto superior y forma una litosfera
inicialmente delgada, caliente y poco densa.
b. Al alejarse, la litosfera oceánica se hace más densa y se produce subsidencia. Aparecen fracturas
en la zona de contacto entre la litosfera oceánica y la continental.
Grandes cordilleras submarinas, de unos 1500 km de anchura, 3000 m de altura y más de 60000 km de
longitud, con un valle central llamado rift oceánico, y muchas fracturas transversales (fallas
transformantes), gran actividad volcánica, elevado gradiente geotérmico, y sismicidad de tipo superficial.
Ej: Dorsal medioatlántica.
a. Rifts continentales
Similares, pero en continentes, con lo que son menos frecuentes, debido al mayor grosor de la litosfera
continental. Ej: Rift Valley africano.
Figura 6. 9 Rifts continental
1. Cerca de la dorsal la litosfera es delgada y está caliente, por lo que su densidad es baja.
2. Al alejarse, el manto litosférico se enfría y se engrosa con más material del manto sublitosférico.
3. A medida que se aleja de la dorsal, la litosfera va aumentando su densidad, al estar el manto
litosférico más frío y contraído.
4. El aumento de densidad produce un hundimiento progresivo de la litosfera oceánica, llamado
subsidencia térmica
Se deben a fuerzas de compresión entre dos placas, generalmente la placa más delgada y densa subduce
por debajo de la menos densa.
Hay tres tipos de zonas de subducción:
La primera subduce bajo la segunda con las siguientes condiciones Se forma una fosa oceánica con gran
actividad sísmica (Plano de Benioff) y gran actividad térmica, que origina rocas magmáticas y
metamórficas. Se originan cordilleras pericontinentales (litorales) por el plegamiento de sedimentos. Ej:
Los Andes (placa de Nazca y sudamericana), por plegamiento de los sedimentos que quedan atrapados.
La subducción genera una fosa oceánica, terremotos (hipocentros en el plano de Benioff) y vulcanismo
asociado. Se forman así “arcos de islas” de origen volcánico, por ascensión y solidificación de magmas, a lo
largo del borde de placas. Ej: Archipiélagos de Indonesia, las Antillas o las Kuriles y en general las islas del
Cinturón de fuego del Pacífico.
I. Situación del archipiélago japonés
II. Posibles situaciones del archipiélago japonés dentro de poco millones de años
Figura 6. 13 Posibles situaciones del archipiélago japonés dentro de poco millones de años
c. Oregenos de colisión (Continental – Continental)
Cuando chocan dos placas continentales por cierre del océano que las separaba, se produce la elevación
(OBDUCCIÓN), por compresión, de los sedimentos intermedios originándose cordilleras intracontinentales
con numerosas fallas y cabalgamientos, y enormemente plegadas.
Los fragmentos de placa oceánica que quedan dispersos en la cordillera se llaman ofiolitas (rocas
volcánicas constituyentes de la corteza y litosfera oceánica que aparecen dispuestas en la corteza
continental como consecuencia de un fenómeno de obducción). Ej: El Himalaya (placa Indoaustraliana y la
placa Euroasiática), los Pirineos.
Son zonas de desgarre con desplazamiento de una placa respecto a otra. Se forman fallas
transformantes. Ej. a lo largo de todas las dorsales oceánicas, y en zonas continentales como la
falla de San Andrés
Figura 6. 15 Limites conservativos
A veces, provenientes del manto profundo, ascienden plumas térmicas que llegan a la litosfera, en el
interior de las placas. Así se originan puntos calientes (en superficie) con actividad volcánica. Si la placa se
mueve sobre el punto caliente, pueden formarse hileras de islas volcánicas (es más común sobre placas
oceánicas, ya que son más finas). Un ejemplo son las islas de Hawaii y Midway, como prueba la edad de
cada una de ellas, y su actividad volcánica
Figura 6. 17 Interior de los puntos calientes
Explica las causas de muchos fenómenos geológicos que no explicaban teorías anteriores también
relaciona con los procesos que hasta ahora se habían estudiado por separado y es aplicable a toda la Tierra
a. Las plataformas continentales son zonas antiguas de continentes que se fracturaron naciendo
entre ellas un océano.
h. Los montes submarinos e islas volcánicas son consecuencia de la existencia de flujo térmico más
elevado en esa área.
12. Conceptos generales: Ley, mena, ganga, minerales de mena
a. Mena mineral
Una mena es un mineral del que se puede extraer un elemento, un metal generalmente, por contenerlo en
cantidad suficiente para ser aprovechado. Así, se dice que un mineral es mena de un metal cuando
mediante minería es posible extraer ese mineral de un yacimiento y luego mediante metalurgia obtener el
metal de ese mineral. La mena sería el mineral y lo que sobra se llama ganga.
b. Ganga
Es el mineral o roca que acompaña a la mena y que carece de valor o interés en esa explotación, aunque en
algunos casos se aprovecha como producto secundario.
De hecho, un mineral sea mena o ganga, depende de la explotación, así un mineral pude ser mena en una
explotación y ganga en otra. Así, por ejemplo, en la explotación de la galena, ésta puede ser la mena y los
minerales que la acompañan como el cuarzo serían la ganga, sin embargo, en otra explotación, la galena
puede contener impurezas que impide la extracción adecuada del plomo, en este caso, si el cuarzo se
presenta en cristales que permiten utilizarla en industria podría ser la mena, mientras que la galena sería la
ganga.
En el caso de las rocas industriales, el concepto de mena y ganga carece de sentido, ya que no se explotan
por sus componentes sino por otras propiedades como dureza, color, tenacidad, etc.
c. Minerales metálicos
Son los que sirven por obtener los metales. Generalmente no forman rocas y se encuentran en pequeñas
cantidades, por lo cual hace falta hacer minas para llegar a ellos. Cuando se extraen generalmente salen
unidos a fragmentos de rocas. Se denomina mena al mineral del cual se extrae el metal y ganga a la roca
acompañante. A continuación se presentan una tabla de los principales minerales metálicos agrupados
según el mineral que se obtiene de ellos. También se ha incluido el diamante por ser el mineral más
apreciado de todos por su dureza belleza.
d. Minerales no metálicos
Los minerales no metálicos son aquellos que no sirven por obtener metales. Los principales son:
Los silicatos (como el cuarzo, el feldespato ortosa, el feldespato albita, la mica biotita o mica negra,
la mica moscovita o mica blanca y el olivino),
Los carbonatos (como la calcita y el aragonito),
Los sulfatos (como el yeso) y
Las sales (como la halita y la silvina).
La mayoría de estos minerales se encuentran asociados a otros minerales constituyendo rocas por lo cual
reciben el nombre de minerales petrogenéticos. En este sentido los principales son los silicatos, puesto que
son los que forman la mayoría de las rocas que forman las montañas (forman rocas como el granito, el
pórfido, el basalto y las arcillas). Después están los carbonatos puesto que la calcita es el principal mineral
de la roca caliza de la cual también están formadas muchas montañas.
e. Roca
Es un sólido natural constituido por un asociación de minerales (petróleo no es un roca estricta pero en
geología se la considera como roca). Termino cristalino que se aplica a un sólido que tiene una distribución
ordenada de sus átomos. Mientras que el término cristal se aplica a sustancias cristalinas que
externamente desarrollan una forma geométrica regular limitada pro caras planares.
f. Ley o grado
Es una medida de la calidad de cualquier flujo de mineral o pulpa, la cual se define por:
Las leyes o ensayes se expresan como un porcentaje del metal que representa la cantidad de metal como
mineral.
Ejemplo:
Una reserva geológica demostrada, entrega datos sobre un yacimiento de características mineralógicas del
tipo pórfido cuprífero, con las siguientes asociaciones mineralógicas:
Los recursos demostrados fueron de 100000TM, de las cuales solo será posible extraer el 82%, del mineral
extraído se contempla que el 60% corresponde a pirita y el 40% a calcopirita. Calcule la ley de cada especie
en el yacimiento y la cantidad metálica (Cu, Fe) que se podrá extraer.
En el yacimiento hay:
En el yacimiento hay:
Tonelaje a extraer:
Además hay presente en este yacimiento una cierta cantidad de Cu, por lo tanto su extracción será igual a:
32800 X 0,346 = 11348,8t
Ejercicios
d) 1800 Kg de Crisocola (Cu, Al) SiO3nH2O, la cual presenta la siguiente composición (peso molecular
de la fórmula empírica dividido por las sumas de los pesos atómicos de cada elemento para
obtener el porcentaje de cada uno de ellos):
e) 300 t de un mineral de cobre que contiene 0,78 % de Cu, 8,5 gramos por tonelada de oro, 32,8
gramos por tonelada de plata y 180 ppm de molibdeno.
2. Se tienen 100 toneladas de Calcopirita, mineral de cobre cuya composición química indica que:
- Contiene el 34.6% de cobre, el 30.4% de hierro y el 35% de azufre.
Según lo planificado para su proceso productivo indica que la operación mina permitirá extraer solo el 90%
del yacimiento, de acuerdo a esta información indique cuántas toneladas del elemento útil, presente en el
mineral se podrá extraer.
3. Los estudios de exploración de un yacimiento indican, que corresponde a un manto horizontal cuya
mineralización se compone de limonita, galena, cuarzo y pirita. La composición química de estas especies
es la siguiente:
El cuerpo mineralizado tiene 120 m de largo, 40m de ancho y una potencia de 10 metros, dentro de lo cual,
se supone que el 15% del yacimiento se compone de limonita, un 20% de galena, 45% de pirita y la fracción
restante a cuarzo. En función a esta información determine el tonelaje total de Fe a extraer, si
consideramos una extracción al 100%.
La formación de minerales es el resultado de procesos químicos y físicos que se verifican en todas las
épocas geológicas y que aún continúan manifestándose.
Los minerales se originan a través de tres procesos fundamentales:
a) Proceso magmático.
b) Metamórfico.
c) Sedimentario.
a. Proceso magmático
Conduce a la formación de minerales por solidificación del magma. Teniendo en cuenta la rapidez con la
que se produce el enfriamiento del magma, se pueden dar tres situaciones:
b. Proceso metamórfico
Es toda la transformación estructural, mineralógica y química que se produce en las rocas bajo el efecto de
la temperatura, la presión y los fluidos circulantes.
I. Metamorfismo térmico
Epizona: comprendida entre 5.000 y 7.000 m de profundidad. En esta zona aparecen: talco, albita,
epidota, hematites, titanita, minerales fibrosos y lamelares.
Mesozona: comprendida entre 7.000 y 12.000 m de profundidad. En esta zona encontramos:
biotita, moscovita, cianita, placioclasa, epidota, etc.
Catazona: comprendida entre 12.000 y 20.000 m de profundidad. En esta zona encontramos:
ortoclasa, biotita, plagioclasa, pirosenos, olivino, granate, grafito.
Figura 7. 3 Metamorfismo regional y de contacto
c. Proceso sedimentario
La mayor parte de los minerales que podemos encontrar en las rocas sedimentarias provienen de la
erosión mecánica y alteraciones químicas de rocas ya existentes. Estos procesos se producen sin la acción
de grandes presiones o temperaturas.
Pueden ser clasificados teniendo en cuenta los mismos criterios utilizados por las rocas sedimentarias, de
este modo, tenemos:
Los pórfidos cupríferos constituyen un grupo muy variado de depósitos minerales y con una amplia
diversidad de características, por lo que quizás deberían ser analizados caso a caso (Ej. Hunt, 1991), pero
estos grandes depósitos minerales también comparten muchos rasgos comunes lo que ha permitido
realizar varias generalizaciones y el desarrollo de modelos empíricos.
Más del 50% de la producción de Cu mundial proviene de este tipo de depósitos. La mayor parte de la
producción chilena de cobre proviene de 16 pórfidos cupríferos en explotación, 12 en el Norte de Chile y 4
en la Zona Central. Chile posee algunos de los pórfidos cupríferos más grandes del mundo como El
Teniente y Chuquicamata.
Los pórfidos cupríferos son esencialmente depósitos minerales de baja ley y gran tonelaje. Se denominan
pórfidos porque frecuentemente, pero no exclusivamente, se asocian con rocas ígneas intrusivas con
fenocristales de feldespato en una masa fundamental cristalina de grano fino.
La textura porfírica indica que los magmas intruyeron y cristalizaron cerca de la superficie y debido a su
naturaleza relativamente poco profunda se denominan intrusivos epizonales, pero ellos pueden ser
equigranulares con grano moderadamente grueso.
Los depósitos de pórfido se pueden subdividir en distintos tipos considerando su contenido metálico. Estos
tipos incluyen Cu-Mo, Cu-Au, Cu, Au y Mo. En general los pórfidos ricos en Cu o Au se asocian a intrusivos
derivados por cristalización fraccionada de magmas máficos originados en fusión parcial del manto en
márgenes convergentes de placas (márgenes continentales activos y arcos de islas). Los pórfidos de
molibdeno se asocian a intrusiones félsicas derivadas de magmas con una importante componente de
corteza continental re-fundida.
Los depósitos de tipo pórfido están relacionados genética y espacialmente con intrusiones ígneas félsicas.
Por lo general existen varios cuerpos de rocas intrusivas, emplazadas en varios pulsos y los pórfidos
cupríferos se asocian frecuentemente con enjambres de diques y brechas. Las rocas de caja intruidas por
los pórfidos pueden ser de cualquier tipo. Tanto los intrusivos, como las rocas de caja típicamente
muestran un fracturamiento fuerte y pervasivo. La única condición para la mineralización es que la roca
huésped sea rígida o frágil desde el punto de vista estructural.
La mineralización y alteración pueden presentarse tanto en intrusivos, como en las rocas de caja. El núcleo
del sistema mineralizado presenta la alteración hidrotermal más intensa, la que se denomina potásica
debido a que se agrega potasio a las rocas afectadas por esta alteración. En la zona potásica se desarrollan
biotita, feldespato potásico y cuarzo a expensas de minerales previamente existentes en las rocas. El
predominio de biotita o feldespato potásico depende esencialmente de la disponibilidad de Fe o Mn en las
rocas alteradas o en el fluido hidrotermal, de modo que rocas más máficas con alteración de este tipo
presentan usualmente dominio de biotita, mientras rocas más félsicas dominio de feldespato potásico. La
zona potásica grada hacia fuera a una zona fílica que contiene cuarzo y muscovita, usualmente en una
variedad de grano fino denominada sericita que es en realidad una fase intermedia entre illita y muscovita.
La zona fílica pasa hacia fuera a una zona argílica donde se desarrollan minerales de arcilla y cuarzo. La
alteración hidrotermal más externa corresponde a la zona propilítica que contiene clorita, epidota y
carbonato, la cual grada hacia fuera a rocas inalteradas o frescas. Todas estas zonas de alteración no
necesariamente se presenta en todos los depósitos de tipo pórfido: cualquiera de ellas puede estar
ausente, por Ej. la zona argílica, típicamente la más pequeña, frecuentemente puede estar totalmente
ausente.
Generalmente la mineralización presenta un núcleo de baja ley que contiene pirita diseminada que grada
hacia fuera en una zona de mena. En la zona de mena se presentan vetillas y diseminación de pirita con
calcopirita subordinada (mena de cobre) y molibdenita (mena de molibdeno). Es frecuente el desarrollo de
una zona de pirita externa la que pasa hacia fuera a roca no mineralizada. La zona de mena en los pórfidos
cupríferos usualmente se presenta dentro del núcleo de alteración potásica y puede extenderse dentro de
la zona fílica, frecuentemente en el sector más interno se presenta una mayor proporción de sulfuros ricos
en cobre como bornita, gradando hacia fuera a una mayor proporción de calcopirita, para finalmente en el
sector más externo solo sulfuros de Fe (pirita). Normalmente no existe un límite físico del cuerpo
mineralizado que puede ocurrir tanto en intrusiones, como en rocas de caja, consecuentemente el límite
de un yacimiento de este tipo es fijado en términos económicos con una ley de corte.
La formación de este tipo de depósitos involucra un proceso magmático, que incluye un mecanismo
denominado “segunda ebullición” o “ebullición retrógrada”, por el cual el agua (y otros volátiles) saturan
un magma residual debido a la cristalización. Con el progreso de la cristalización de un magma, el volumen
de agua disuelta en la masa silicatada fundida aumenta proporcionalmente, dado que el agua no se
incorpora en los silicatos en cristalización. Por ejemplo, suponiendo que un magma tiene un 2% de agua
disuelta en volumen, para cuando haya cristalizado un 50% de este magma en minerales silicatados, el
magma remanente tendrá un contenido de agua disuelta de 4% en volumen.
Debido a que el agua hierve a 100ºC y el magma tiene temperaturas que superan 600- 700ºC, el fluido
liberado está inicialmente en estado supercrítico, pero al intersectar el solvus en un diagrama de fases se
separan una fase líquida salina y una fase vapor diluida. Cuando se libera el fluido del magma
(principalmente agua), elementos como el azufre, cobre, molibdeno y oro pueden concentrarse en
solución. Cuando la parte acuosa del magma es expulsada el exceso de presión de fluido produce
brechización y fracturamiento de las rocas intrusivas y rocas de caja, lo que provee vías permeables para
que las soluciones hidrotermales de derivación magmática fluyan a través de las rocas y depositen su carga
metálica.
Por otra parte, el subsecuente enfriamiento del magma intrusivo produce la circulación de aguas
subterráneas en las rocas de caja circundantes en torno al centro de calor, generando celdas convectivas
similares a las que existen en los fondos oceánicos, cuyos conductos de emisión forman los depósitos de
sulfuros masivos. Sin embargo, el rol principal que se asigna a estas celdas convectivas en los pórfidos
cupríferos es el de producir un rápido enfriamiento del sistema a niveles someros, proveyendo una trampa
fría para desestabilizar complejos iónicos clorurados que transportan metales y consecuentemente
precipitar sulfuros metálicos concentrando mineralización.
Los pórfidos cupríferos se presentan en marcos geológicos similares a los depósitos epitermales de oro y
ellos comparten muchas de las características y procesos de formación. Algunos depósitos epitermales son
parte integral de sistemas mayores de tipo pórfido. Los depósitos de tipo pórfido se encuentran en áreas
orogénicas tales como Los Andes de Chile y Perú, la Cordillera de Canadá (British Columbia) y las regiones
del Pacífico suroeste, tales como Filipinas, Indonesia y Papua Nueva Guinea.
Los pórfidos cupríferos son la fuente principal de cobre, contribuyendo más de la mitad de todo el cobre de
mina en el mundo, y también son una fuente importante de oro. Estos depósitos son la fuente más
importante de molibdeno y renio, este último un elemento del grupo del platino asociado a la estructura
cristalina de la molibdenita. Además, se recupera plata y otros metales, incluyendo tungsteno, estaño,
plomo y zinc en algunas operaciones de pórfidos.
Estos depósitos contienen de cientos de millones a billones de toneladas de mineral con leyes desde 0,2% a
más de 1% Cu, 0.005% a 0.030% Mo y 0.4 a 2 gr/ton Au. Como ejemplo, el pórfido cuprífero de Bingham,
Utah (USA) contiene 2 billones de toneladas de mineral con 0.6% Cu. Este yacimiento ha producido más de
16 millones de toneladas de cobre desde que comenzó a explotarse en 1904. Otras regiones con pórfidos
cupríferos incluyen: Butte, Montana (USA) con más de 2 billones de toneladas con ley de 0.85% Cu,
Chuquicamata, Chile, con más de 10 billones de toneladas de mineral con ley de 0.56% Cu y Ok Tedi en
Papua, Nueva Guineas, con más de 375 millones de toneladas con 0.7% Cu y 0.66 g/t Au. Debido a sus
bajas leyes la minería de pórfidos debe ser de bajo costo y ello se logra mediante una minería masiva no
selectiva. Además, para que el costo sea menor muchos de estos depósitos se explotan a rajo abierto, lo
cual es menos costoso que operaciones mineras subterráneas. El tamaño de estos depósitos hace que
estas operaciones sean gigantescas. Por ejemplo, la excavación más grande del mundo es el rajo de la mina
Bingham, Utah (USA) con 800 m de profundidad y 4 Km. de diámetro.
La exploración para este tipo de depósitos se concentra en regiones donde existen rocas intrusivas félsicas
a intermedias, particularmente aquellas donde existe una historia con múltiples intrusiones y brechización
o fracturamiento de las rocas en contacto con las rocas de caja. Exploraciones de más detalle se
concentran en definir halos de alteración que gradan lateralmente desde el núcleo del sistema
mineralizado.
Una zonación vertical de la mineralización cuprífera también se puede desarrollar en zonas áridas cálidas,
donde las aguas superficiales tienden a redistribuir el cobre de un sistema de pórfido expuesto,
concentrándolas en otro lado. Estos enriquecimientos se denominan supérgenos y contienen minerales de
alta ley de cobre tales como los del grupo de la calcosina. Las aguas oxidantes superficiales disuelven el
cobre del mineral hipógeno o primario original y lo transportan en forma de sulfatos descendiendo hasta el
nivel de aguas subterráneas donde encuentran una zona reductora y precipita como sulfuro supérgeno. La
presencia de un nivel de enriquecimiento supérgeno indica la existencia previa de un gran sistema porfírico
hipógeno original que fue exhumado hasta zonas superficiales oxidantes.
Las técnicas de exploración útiles incluyen estudios geoquímicos regionales tanto por los metales, como
alteración, como el potasio. Levantamientos geofísicos incluyendo métodos electromagnéticos,
magnéticos y de espectrometría de rayos gamma pueden ser útiles para localizar este tipo de
mineralización.
Los sistemas de pórfidos de Los Andes son detectables en imágenes de satélite que muestran anomalías de
color relacionadas a sus halos de alteración hidrotermal. Los levantamientos geofísicos de superficie
incluyen la polarización inducida (IP) para detectar sulfuros diseminados y magnetometría, ya sea para
detectar la presencia de magnetita hidrotermal o destrucción de minerales magnéticos por alteración fílica.
14.2. Síntesis
La zona de mena en torno a un núcleo de baja ley, el halo de pirita diseminada y la aureola de alteración
hidrotermal hipógena.
Núcleo de alteración potásica rodeado de alteración fílica (cuarzo-sericítica), alteración argílica intermedia
local en torno a zona fílica, halo externo de alteración propilítica, alteración sódico-cálcica profunda
(Carten, 1986; Dilles & Einaudi, 1992) y cubierta de alteración argílica avanzada.
Gossan o sombrero de hierro en la parte superior (óxidos e hidróxidos de hierro), seguido en profundidad
por una zona lixiviada (escaso contenido metálico), luego de una zona oxidada (minerales oxidados de
cobre; crisocola, atacamita, malaquita), luego una zona de enriquecimiento supergeno (sulfuros
secundarios; calcosina, covelina) y la zona primaria o hipógena en profundidad (sulfuros primarios; bornita,
calcopirita, pirita).
15. Yacimiento Skarn
15.1. Generalidades
El término skarn fue introducido por petrólogos metamórficos suecos para designar rocas metamórficas
regionales o de contacto constituidas por silicatos de Ca, Mg y Fe derivados de un protolito de calizas y
dolomitas en las cuales se ha introducido metasomáticamente grandes cantidades de Si, Al, Fe y Mg. De
modo que se entiende por skarn rocas que contienen minerales calcosilicatados, tales como por ejemplo:
diópsido, wollastonita, granate andradita y actinolita. Estas comúnmente ocurren en aureolas
metamórficas de contacto en torno a plutones que intruyen secuencias calcáreas.
A este tipo de rocas metamórficas se asocia un variado grupo de depósitos minerales extremadamente
irregulares, los que pueden formar lenguas de mena que se extienden a lo largo de cualquier estructura
planar (estratificación, diaclasas, fallas, etc.) y su distribución dentro de la aureola de contacto de un
intrusivo es a menudo caprichosa. Los cuerpos de mena pueden terminar abruptamente con cambios en la
estructura.
Los depósitos de tipo skarn han sido denominados también:
Metamórficos hidrotermales
Metamórficos ígneos
Metamórficos de contacto
Pirometasomáticos (Lindgren, 1922)
Sin embargo, el término SKARN es ampliamente utilizado y es adecuado para referirse a este tipo de
depósitos relacionados a aureolas de contacto de intrusiones dentro de secuencias calcáreas (calizas,
dolomitas). Estas últimas roacas formadas por calcita o dolomita (CaCO3 y CaMg(CO3)2) se convierten en
mármoles, rocas córneas calcosilicatadas (hornfels) y/o skarns por el efecto del metamorfismo de
contacto.
La producción principal de depósitos de tipo skarn incluye: Fe, Cu, W, C (grafito), Zn, Pb, Mo, Sn, U, Au.,
granate, talco y wollastonita. En Chile la mayor parte de los skarns son cupríferos y actualmente se
explotan en el distrito de Cabildo (Cordillera de la Costa de la V Región) donde se presenta mineralización
de sulfuros de cobre dentro de niveles calcáreos skarnificados de la Formación Lo Prado del Cretácico
Inferior en las vecindades del contacto con intrusivos albianos. También existen skarn cupríferos en el
distrito La Campana (V Región), San Antonio y Panulcillo (IV Región) todos en niveles calcáreos de
secuencias del Cretácico Inferior. En la XI Región de Aysén existe el yacimiento El Toqui que corresponde a
un skarn de Zn-Pb-(Au) también en rocas calcáreas del Cretacico Inferior skarnificadas, este yacimiento es
el único productor de Zn en Chile.
Los minerales calcosilicatados diópsido (clinopiroxeno), andradita (granate cálcico) y wollastonita
(piroxenoide) son los dominantes en skarn mineralizados e indican, junto con otras evidencias, que el
rango de formación de skarn es en general de 400º-600ºC. Aunque los skarn de Zn-Pb se forman a
temperaturas más bajas, en términos generales en el proceso de formación de skarn están involucradas
altas temperaturas. La presión es variable y estos depósitos se forman de 1 a varios Km de profundidad.
Los skarns de USA están asociados a pórfidos cupríferos, consecuentemente son relativamente someros.
En este caso específico los sistemas de skarn son en realidad una extensión de los pórfidos, pero con rocas
de caja diferentes (ricas en calcio). Aunque en los skarns no se desarrolla presenta alteración fílica, primero
se forma el skarn y luego se mineraliza involucrando también el colapso del sistema magmático-
hidrotermal y la mezcla con aguas meteóricas.
Aunque existen ricos yacimientos de tipo skarn, la mayoría de los skarns no contienen mineralización
económica.
Las secuencias de rocas calcáreas o dolomíticas impuras originan rocas córneas calcosilicatadas o
skarnoides, las que pueden distinguirse por sus relaciones de terreno, excepto cuando hay reacción entre
capas de silicatos y de carbonatos de secuencias sedimentarias (skarn de reacción).
El metamorfismo de contacto afecta a las rocas de caja, pero es frecuente que la intrusión también sufra
efectos metasomáticos. Esto resulta en una zonación de endoskarn (minerales calcosilicatados dentro del
intrusivo) y exoskarn (skarn en las rocas calcáreas). El endoskarn ocurre principalmente en la periferia de
los plutones intrusivos donde el flujo de fluidos fue hacia adentro del plutón o paralelo al contacto de éste,
pero usualmente están ausentes en las cúpulas de intrusiones con mineralización de tipo pórfido debido a
que domina el flujo ascendente de los fluidos provenientes del plutón.
La formación de depósitos de tipo skarn involucra esencialmente tres etapas:
Metamorfismo isoquímico: recristalización metamórfica y cambios mineralógicos reflejando el protolito y
circulación de fluidos a alta temperatura formando minerales calcosilicatados. Incluye además el desarrollo
de: mármol, rocas córneas, cuarcitas, skarn de reacción, skarnoides, talco y wollastonita hacia la pperiferia.
Etapas múltiples de metasomatismo: cristalización del magma y liberación de una fase fluida produciendo
skarn metasomático. Se forman principalmente minerales anhidros por acción de fluidos de derivación
magmática a temperaturas de 400º-800ºC. Usualmente en esta etapa ocurre o comienza la mineralización.
Alteración retrógrada: enfriamiento del plutón y circulación de aguas de temperatura más baja,
posiblemente meteóricas, oxigenadas, causando alteración retrógrada de los minerales calcosilicatados
metamórficos y metasomáticos. En esta etapa se forman nuevos minerales hidratados de temperatura más
baja, a partir de los minerales anhidros formados previamente. Incluyen: epidota, actinolita, clorita y otras
fases minerales hidratadas, típicamente con control estructural y sobreimpuestos a la secuencia de
progrado (fallas, contactos estratigráficos o intrusivos). En algunos casos la mineralización se extiende
también a esta etapa de retrogrado.
En los skarns distales las etapas 1 y 2 están ausentes y se froman principalmente depósitos de Zn-Pb en el
rango de temperatura de 210º-350ºC.
Cabe destacar que el desarrollo de skarn depende de la profundidad de formación. A niveles más someros
el skarn metasomático tiene amplia extensión lateral pudiendo sobrepasar la aureola metamórfica,
mientras en profundidad es relativamente pequeño comparado con la aureola de metamorfismo. Por su
parte, la alteración retrógrada es más extensa a niveles más someros (ya sea un skarn más somero o partes
superiores de un sistema de tipo skarn), puesto que está controlada por la circulación de fluidos y la
participación de aguas meteóricas en la fase tardía del sistema.
La mayor parte de los skarns están ligados genéticamente a rocas ígneas, de modo que un modelo que
permita explicar su ocurrencia y la variedad de metales asociados, debe ser petrogenético y así es el
modelo de Meinert (1993), Special Paper 40, Geological Society of Canada. No se detallan aquí las
consideraciones del modelo de Meinert, pero de acuerdo a él los tipos de metales asociados a skarns
dependen principalmente de la fuente de los magmas y del marco tectónico de la región. Por su parte, los
factores relevantes que controlan la evolución hidrotermal de los sistemas de tipo skarn son:
Presión (profundidad de formación)
Estado de oxidación del magma (fugacidad de oxígeno)
Grado de diferenciación del magma (cristalización fraccionada)
Tiempo de separación del fluido (fase volátil del magma respecto a la cristalización del plutón)
Los depósitos minerales de tipo Skarn son yacimientos de reemplazo metasomático caracterizados por la
presencia de minerales calcosilicatados faneríticos de grano grueso, de Ca, Fe, Mg y Mn. Reemplazan
selectivamente a rocas carbonatadas y pueden asociarse con mineralización metálica de W, Cu, Zn, Pb, Sn,
Fe-Ca y menor Au-Ag. Características generales: alteración del tipo reemplazo selectivo por minerales
calcosilicatados (ej. piroxenos – diópsido, espinela, hedenbergita, johansenita, wollastonita; granates –
andradita, grossularita, almandino - espesartina; anfibolas – hornblenda, tremolita-actinolita; scheelita,
smectita (arcilla), clorita, epidota, talco, siderita, calcita, opalina). La mineralogía de alteración aparece
típicamente zonada, existiendo casi siempre una superposición de alteración prograda por minerales de
alteración retrograda. Los minerales típicos de alteración tipo skarn aparecen en Meinert (1993). La roca
huésped es típicamente calcárea, caliza, dolomita o rocas sedimentarias clásticas calcáreas (ej. limolita
calcárea).
Los depósitos de tipo Skarn son variados, comprendiendo quizás la mayor familia de tipos de depósitos,
pudiendo subclasificarse estos de diversas formas. La subclasificación más usada es por mena,
reconociéndose entre otros, skarn de Sn, skarn de W, skarn de Cu y skarns de ZnPb.
a. Skarn de Sn
Estos yacimientos ocurren asociados a granitos típicamente alcalinos (tipo “S”) en ambientes intrusivos
intracontinentales (ej. Bolivia). Se les asocia mineralización de Sn conjuntamente con trazas de F, Rb, Li, Be,
W y Mo. Estos yacimientos poseen bajos contenidos de sulfuros y altos contenidos de óxidos en la mena.
Estos yacimientos son de pequeño volumen y baja ley, máximo 30 Mt con 0.1 – 0.4% Sn. Son de escasa o
nula importancia económica.
b. Skarn de W
c. Skarn de Cu
También están asociados a ambientes de margen continental, relacionados a magmas calcoalcalinos del
tipo “I”, específicamente stocks y pórfidos granodiorítico/ dacíticos y cuarzo monzoníticos. Skarns de Cu
cálcicos se hallan próximos o en contacto con el cuerpo intrusivo. Tienen un alto contenido de granates y
una alta razón granate/piroxeno. También se observa un alto contenido de magnetita – hematita,
indicando un ambiente oxidante. Los sulfuros típicos son pirita, calcopirita y menor bornita y esfalerita,
indicando un moderado grado de sulfuración. Estos yacimientos pueden estar asociados a pórfidos
cupríferos o bien a pórfidos estériles. En el caso de skarns relacionados a pórfidos de cobre, estos pueden
alcanzar grandes volúmenes (50 a 500 Mt para el caso de pórfidos cupríferos epizonales emplazados en
rocas carbonatadas). Estos depósitos se forman a temperaturas entre 500° y 300° C. Scheelita aparece a
veces en contacto entre roca huésped e intrusivo (Ca(WO4,MO4); mineral de alta temperatura). En el caso
de skarn de Cu asociado a pórfidos estériles, estos tienden a ser de pequeño volumen, 1 a 50 Mt. En el caso
de skarn de Cu asociado a un sistema del tipo pórfido cuprífero, existe relación entre los eventos de
alteración metasomática de skarn y la evolución de alteración del pórfido. La alteración prograda del skarn
se relaciona con la alteración potásica y está zonada con respecto al núcleo potásico. Los granates son más
andradíticos a más grosularíticos desde el contacto hacia afuera. Los piroxenos desde diópsido a
hedenbergita a wollastonita, desde el contacto hacia afuera. La razón granate/ piroxeno disminuye desde
el contacto hacia afuera. En las etapas más avanzadas de la evolución del sistema de pórfido cuprífero,
ocurre el colapso del sistema hidrotermal, dándose alteración fílica en el pórfido, y alteración retrograda
en el skarn. Esta alteración retrograda se superpone a la prograda, siendo muy destructiva. Se caracteriza
por tremolita-actinolita, smectita, siderita, calcita, talco, epidota, clorita, con óxidos y/o sulfuros de fierro.
La figura 33 muestra diagramas ternarios composicionales para minerales de skarn progrados. Estos
diagramas son útiles para la subclasificación de skarns. Los vértices representa variaciones composicionales
para granates y piroxenos, Ca-Mg (GrosularitaDiopsido), Ca-Fe (Almandino, Hedenbergita) y Mn
(Almandino-Espesartina, Johansenita). En estos diagramas la composición de minerales calcosilicatados
progrados para skarn de cobre se ubica principalmente entre los vértices Ca-Mg y Ca-Fe.
d. Skarn de Zn-Pb
Cercanos a batolitos, de ambiente profundo. Estos tienden a ser pequeños, bajo en Mn y ricos en
hedenbergita, con mineralización de sulfuros en el skarn, con bajo desarrollo de reemplazo en la
roca calcárea huésped.
Cercanos a stocks epizonales con amplio desarrollo de skarn (350° y 500°C). Estos son ricos en Mn,
domina johansenita. Los sulfuros están relacionados con los piroxenos. iii)
Distales a fuente ígnea. Estos son ricos en Mn, domina la johansenita. Normalmente existe un
cuerpo alimentador y una zonación de minerales de skarn desde ella, desde granates a piroxenos
hasta caliza fresca. Los fluidos hidrotermales están fuertemente controlados por canales de
permeabilidad.
iv) Vetas de carbonatos con minerales de Mn calcosilicatados (no son skarn en estricto rigor).
Corresponden a vetas de cuarzo-carbonatos (calcita, siderita, rodocrosita, etc.) con trazas de
minerales calcosilicatados. Ocurren a temperaturas bajo los 300° C y son distales a su fuente. Bajo
contenido de sulfuros y de escasa relevancia económica. Representan el límite más distal a
mineralización del tipo skarn. Cabe destacar que el volumen de mineralización/ alteración de un
skarn en general estará controlado por el volumen de fluido hidrotermal exsuelto desde su fuente
magmática y de la distancia de transporte. Por otra parte, el potencial de mineralización será
dependiente de la profundidad y porcentaje de cristalización del magma relacionado, siendo de
mayor potencial aquellos skarns de carácter epizonal.
Figura 7. 12 Depósitos Skarn
16. Yacimiento Epitermales
Los depósitos epitermales son aquellos en los que la mineralización ocurrió dentro de 1 a 2 Km de
profundidad desde la superficie terrestre y se depositó a partir de fluidos hidrotermales calientes. Los
fluidos se estiman en el rango desde <100ºC hasta unos 320ºC y durante la formación del depósito estos
fluidos hidrotermales pueden alcanzar la superficie como fuentes termales, similar a las existentes en El
Tatio y Puchuldiza en el Norte Grande de Chile o como fumarolas o solfataras. Los depósitos epitermales se
encuentran de preferencia en áreas de volcanismo activo alrededor de los márgenes activos de
continentes o arcos de islas y los más importantes son los de metales preciosos (Au, Ag), aunque pueden
contener cantidades variables de Cu, Pb,etc.
La mineralización epitermal de metales preciosos puede formarse a partir de dos tipos de fluidos
químicamente distintos. Los de “baja sulfuración” son reducidos y tienen un pH cercano a neutro (la
medida de concentración de iones de hidrógeno) y los fluidos de “alta sulfuración”, los cuales son más
oxidados y ácidos. Los términos de alta y baja sulfuración fueron introducidos por Hedenquist (1987) y se
refieren al estado de oxidación del azufre. En los de alta sulfuración el azufre se presenta como S4+ en
forma de SO2 (oxidado) y en los de baja sulfuración como S-2 en forma de H2S (reducido).
Los fluidos de baja sulfuración (BS) son una mezcla de aguas-lluvias (aguas meteóricas) que han percolado
a subsuperficie y aguas magmáticas (derivadas de una fuente de roca fundida a mayor profundidad en la
tierra) que han ascendido hacia la superficie. Los metales preciosos han sido transportados en solución
como iones complejos (en general bi-sulfurados a niveles epitermales; clorurados a niveles más profundos)
y para fluidos de baja
sulfuración la precipitación de metales ocurre cuando el fluido hierve al acercarse a la superficie
(ebullición).
Los fluidos de alta sulfuración (AS) se derivan principalmente de una fuente magmática y depositan
metales preciosos cerca de la superficie cuando el fluido se enfría o se diluye mezclándose con aguas
meteóricas. Los metales preciosos en solución derivan directamente del magma o pueden ser lixiviados de
las rocas volcánicas huéspedes a medida que los fluidos circulan a través de ellas.
Adularia-sericita; cuarzo-adularia; tipo Comstock; tipo Sado; bonanzas de Au-Ag; hidrotermal alcali-cloruro.
Sustancias (subproductos): Au, Ag (Pb,Zn,Cu) Ejemplos: El Bronce, Fachinal, El Peñón, Caracoles, Cachinal
de la Sierra, Río del Medio en Chile; Comstock, Aurora (Nevada, USA), Creede (Colorado, USA), Guanajuato
(México); Sado, Hishikari (Japón); Colqui (Perú); Baguio (Filipinas); Ladolam (Lihir, Papua Nueva Guinea).
El origen de los hidrocarburos está ligado a factores geológicos, químicos y biológicos. Aunque en siglos
pasados se creía que el petróleo tenía un origen inorgánico, o sea magmático y este migró hasta la
superficie desde lo profundo de la corteza terrestre. En la actualidad existe demasiada evidencia que
demuestra que el petróleo es de origen orgánico, y que es un proceso que se forma prácticamente en la
superficie. El proceso se inicia con la fotosíntesis la cual es la actividad primaria y fundamental de las
plantas, que consiste en convertir el agua y dióxido de carbono en presencia de luz solar, en glucosa, agua
y oxígeno. La primera de ellas es la materia prima para la síntesis de polisacáridos y compuestos orgánicos.
Para promover la naturaleza en la formación de hidrocarburos deben existir condiciones mínimas que son:
Materia orgánica.
Cuenca sedimentaria y procesos geológicos.
Tiempo.
Presión y temperatura.
Cabe destacar, que no toda la metería orgánica es convertida en hidrocarburos, a pesar de que toda el área
en donde está ocurriendo el proceso es soterrada hasta que la temperatura y el tiempo den lugar a que la
materia orgánica se madure y se convierta en petróleo y en mucha ocasiones una mínima parte de ella
logra la transformación.
La maduración es un proceso complejo, a través del cual las moléculas biológicas creadas por dos
organismos vivientes son transformadas en petróleo, este proceso ocurre durante la diagenesis donde la
temperatura es capaz de catalizar la transformación donde aparece una forma especial de materia
orgánica llamada Kerogeno.
La mayor parte de los metales considerados aquí están relacionados a granitoides de carácter calcoalcalino
de bajo- a alto-K o carácter alcalino, los cuales varían en composición entre metaluminosos a
peraluminosos y cubren un amplio rango de contenido de sílice (diorita a granito, en sentido estricto). Los
controles fundamentales que controlan los contenidos metálicos de las menas asociadas son la
composición, grado de fraccionamiento y estado redox de los magmas (Blevin y Chappell, 1992). El
fraccionamiento en suites graníticas involucra una variedad de procesos ígneos, de los cuales la
cristalización fraccionada parece ser la más importante (Lehmann, 1993).
La clasificación de granitos en Tipo I y Tipo S, la cual refleja la naturaleza de la fuente del magma (Blevin y
Chappell, 1992), o Series Magnetita o Ilmenita, que describe el estado de redox de las rocas mismas
(Ishihara, 1981), puede ser usada como base para una subdivisión metalogénica mayor. Esencialmente
todos los intrusivos de Tipo S pertenecen a la Serie Ilmenita, mientras que los de Tipo I incluyen a los de la
Serie de Magnetita y, en forma menos común, rocas de la Serie Ilmenita (Ishihara, 1981). Los granitos Tipo
A (Collins et al., 1982) han generado mineralización de metales litófilos (Sn, W, Be, Nb), pero pocos
depósitos mayores.
Dioritas cuarcíferas, granodioritas y monzonitas cuarcíferas, con poco fraccionamiento y del Tipo I/ Serie de
Magnetita así como sus contrapartes alcalinas pueden originar depósitos mayores de Cu, Mo y/o Au como
los que se encuentran en Chile. La razón Cu/Mo de los depósitos típicamente decrece con el grado de
fraccionamiento. El extremo se alcanza en los depósitos de tipo pórfido de Mo de tipo Climax, los que son
deficientes en Cu, están enriquecidos en W, Sn, Ta, Nb y F y se asocian a pórfidos riolíticos alcalinos de alta
sílice (>75% en peso; Carten et al., 1993).
Los magmas altamente oxidados parecen favorecer la concentración de Au (Ej. pórfidos de Au de
Maricunga), aunque rocas graníticas relativamente reducidas de Tipo I parecen asociarse con algunos tipos
de depósitos de oro (Ej. skarns ricos en Au; Meinert, 1993).
Mientras que los intrusivos félsicos más evolucionados y reducidos de Tipo I tienden a estar pobremente
mineralizados.
En contraste, granitos fraccionados y relativamente reducidos del Tipo-S o de la Serie Ilmenita se asocian
típicamente con depósitos de Sn ± W (wolframita). Sin embargo, Blevin y Chappell (1995) enfatizan que
estos depósitos pueden ser los productos de granitos de tipo I o S siempre que haya un apreciable
fraccionamiento por cristalización de plagioclasa durante la consolidación de la suite magmática
relacionada. El fraccionamiento extremo de magmas de Tipo I o S bajo la influencia de un alto contenido
de volátiles (F, B, P) puede conducir a la formación de granitos y pegmatitas con topacio y mica de Li, los
que pueden contener concentraciones comerciales de metales raros.
La correlación general entre razones de metales en depósitos y la composición de sus rocas graníticas
asociadas provee una fuerte evidencia que los magmas graníticos son la fuente directa de los metales, tal
como está implícito en la ya antigua teoría magmáticohidrotermal de formación de menas (Ej. Lindgren,
1933). Los depósitos metálicos pueden ser generados por procesos magmáticos normales y no se necesita
un magma inicialmente enriquecido en metales, aun en el caso del Sn (Lehmann, 1990). Un corolario sobre
una fuente magmática de los metales es que la formación de menas normalmente no resulta de la
lixiviación y reconcentración de metales desde las rocas huéspedes de las intrusiones graníticas por aguas
subterráneas o aguas de formación calentadas.
Las intrusiones reducidas favorecen la concentración hidrotermal de Sn, el cual no entra en los sulfuros
magmáticos e ilmenita que cristaliza temprano en la historia de enfriamiento de tales cámaras magmáticas
(Ishihara, 1981). En contraste los magmas oxidados inhiben la precipitación de sulfuros magmáticos y el
consecuente secuestro del cobre y oro, los cuales por lo tanto permanecen disponibles para particionarse
en el fluido hidrotermal (Candela, 1989; 1991).
La mayoría de los depósitos metálicos relacionados a granitoides se localizan dentro de arcos magmáticos
o en posición de trás-arco, aunque también se presentan en sectores de colisión e intra-placa. La intrusión
y la concentración de metales estaría favorecida por regímenes tectónicos distensivos o zonas de dilatación
dentro de marcos globales compresivos.
Muchos depósitos de Fe, Cu y Au relacionados a intrusivos se encuentran en arcos cordilleranos (márgenes
activos continentales) o arcos de islas generados durante la subducción de litosfera oceánica. En efecto,
para la generación de depósitos mayores se requieren contribuciones subcorticales a los magmas
parentales, incluyendo H2O, Cl, S y metales. Varios depósitos mayores de Au y Cu-Au en los arcos de islas
del Pacífico oeste y de otras partes del mundo se formaron a partir de intrusiones emplazadas
inmediatamente después de eventos de colisión que produjeron la inversión de la polaridad de la
subducción y posiblemente una amplia fusión parcial de la parte superior de placas desprendidas en
hundimiento (stalled plates). Sin embargo, unos pocos depósitos de Fe y Cu también se forman en marcos
tectónicos de extensión intra-placa, como lo ejemplifica Olympic Dam en el sur de Australia.
Los depósitos mayores de Zn-Pb-Ag se presentan típicamente en sectores donde cuerpos intrusivos cortan
a secuencias sedimentarias normalmente a lo largo del sector interno de arcos cordilleranos (cuencas de
trás-arco en márgenes continentales activos). Los depósitos de Mo ± Cu también se presentan en terrenos
correspondientes a arcos magmáticos, pero los depósitos mayores de tipo pórfido Mo (±W) de tipo Climax
fueron generados en posiciones de trás-arco durante modesta extensión de la corteza continental.
La contaminación cortical de magmas, inferida a partir de características tales como altas razones iniciales
de isótopos de Sr y presencia de circones heredados, es más evidente en granitos asociados con Sn, W, U y
metales raros, de ahí que estos se asocien con marcos tectónicos compresivos de trás-arco (fajas corridas y
plegadas o “fold-thrust belts”) como en Bolivia y Perú (Sn) y en los Territorios del Noroeste en Yucón,
Canadá (W) o zonas de colisión continental como en la faja Hercínica de Europa (Sn, U), sur de China (Sn,
W) y la faja de Damara en Namibia (U). Magmatismo intraplaca, generado por actividad de “plumas” del
manto, como en Brasil y Nigeria se asocian también con mineralización de metales litófilos.
17.5. Concentración de metales
Generalmente la extracción de metales y otros elementos desde magmas ocurre mediante la exsolución de
una fase fluida acuosa. Cuando un magma se aproxima a la superficie se puede producir la exsolución de
los volátiles contenidos en este (mayoritariamente H2O, pero también CO2, SO2, H2S, HCl, HF) en una fase
acuosa en respuesta al descenso de la presión, lo que se ha denominado primera ebullición (first boiling),
ahora bien cuando un magma hidratado comienza a cristalizar la fase fundida residual se sobresatura en
fluidos y se produce también la exsolución de una fase acuosa, lo que se denomina segunda ebullición
(second boiling) o ebullición retrógrada, porque se produce en respuesta al descenso de temperatura.
Además, la fase fluida acuosa a altas temperaturas por razones termodinámicas se separa en una fase
líquida salina y una fase vapor diluida. La eficiencia del transporte de la mayoría de los metales está
controlada por el contenido de cloro de la fase fluida porque los metales de interés forman complejos
solubles con iones de Cl. Las excepciones probables son el W y Mo, transportados como complejos
hidroxiácidos. Algunos metales raros también son excepcionales, especialmente Ta y Li, los que alcanzan
concentraciones comerciales por cristalización directa de minerales de magmas altamente evolucionados.
La partición de Cu en una fase fluida (tanto vapor como un líquido hipersalino) es más eficiente a
profundidades someras (aproximadamente 3-4 Km) a partir de magmas félsicos hidratados con altas
razones Cl/H2O (Candela y Piccoli, 1995).
Para que un depósito metálico se forme en la parte apical de un plutón granítico, los fluidos con contenido
metálico deben primero concentrarse en la porción superior de una cámara magmática, posiblemente por
procesos de revuelta convectiva y cristalización en las paredes laterales de la cámara. La introducción de
fluidos también puede ser el resultado de la intrusión de un magma máfico en la parte inferior de una
cámara magmática félsica (Ej. Carten et al., 1993). El fluido entonces debe ser canalizado efectivamente
hacia arriba a través de la columna magmática. Esto requiere permeabilidad en la cámara magmática, lo
cual es favorecido por el alto contenido inicial de agua y otros volátiles concentrados, bajo grado de
cristalización y bajas presiones, o sea profundidades someras (Candela, 1991). Los contactos intrusivos,
fallas y litologías favorables constituyen medios efectivos para enfocar el ascenso de fluidos magmáticos
más allá de la cámara magmática.
Parte del magma y fluidos son introducidos a partir de la cámaras magmáticas parentales a través de las
cúpulas, en las cuales los sistemas de pórfidos usualmente tienen la forma de cilindros subverticales que
son más altos (>2 Km) que anchos. Se estima que cámaras magmáticas con volúmenes tan pequeños como
15 Km3 pueden liberar suficiente fluido magmático para generar pórfidos cupríferos de tamaño moderado
en sus cúpulas (Cline, 1995), aunque se supone que se requieren volúmenes iniciales de unas 20 veces más
grandes para depósitos de Sn (Lehmann, 1990). Los depósitos mayores de metales se favorecen por el
ascenso focalizado de fluido a través de una o más cúpulas. La rápida cristalización/ enfriamiento del
magma en esas cúpulas origina la característica textura porfírica (Burnham, 1979). La liberación de energía
mecánica durante el escape de fluidos genera enrejados de fracturas (stockwork o sheeted-vein),
incluyendo brechas hidrotermales, los cuales proveen sitios para la depositación de los metales (Burnham,
1979).
La depositación de metales en forma de sulfuros (Cu, Mo, Pb, Zn, Ag, Bi, Sb), óxidos (Fe, Sn, W),
fluorcarbonatos (REE) o metal nativo (Au), se produce por la desestabilización de sus complejos iónicos
solubles en medios acuosos, más comúnmente complejos iónicos clorurados. La desestabilización es
inducida por enfriamiento, reacción con las rocas de caja en y alrededor de la cúpula y, sobre todo, por la
mezcla con aguas subterráneas marginales. La precipitación secuencial de metales origina la zonación a
escalas de depósitos y de distritos. Los ejemplos incluyen: incremento hacia fuera en Mo/Cu y Mo/Au e
incremento hacia arriba de Au/Cu en muchos pórfidos cupríferos ricos en Au (Sillitoe, 1993) y
concentración de Zn-Pb±Ag en la periferia de depósitos y distritos de Cu, Mo, W y Sn.
Los estudios de inclusiones fluidas primarias en cuarzo y minerales asociados de depósitos minerales
asociados a granitoides revelan que la mayor parte de los metales han sido introducidos como
componentes de soluciones cloruradas ricas en Na-, K- y Ca- a temperaturas en el rango de 550º-300ºC.
Los fluidos más diluidos y fríos son generalmente responsables solo de mineralización tardía y periférica
(Roedder, 1984). Los microanálisis revelan que los líquidos hipersalinos contienen varios cientos a miles de
ppm de metales de mena (Heinrich et al., 1992; Bodnar, 1995). Además, resultados recientes señalan que
las razones Au/Cu de las soluciones hipersalinas primarias de alta temperatura es idéntica a la razón Au/Cu
en dos de los mayores depósitos de Cu-Au (Bajo La Alumbrera, Argentina y Grasberg, Indonesia). Esto
indica que el contenido metálico global de estos depósitos está controlado primariamente por la
composición del fluido magmático aportado, el cual a su vez probablemente está controlado por el proceso
de cristalización de una cámara magmática subyacente (Ulrich et al., 1999). Las inclusiones fluidas
muestran consistentes evidencias para el atrapamiento simultáneo de una solución salina (salmuera) y una
fase vapor coexistente. Los microanálisis identifican dos grupos de elementos con comportamiento
geoquímico drásticamente diferente. El Na, K, Fe, Mn, Zn, Rb, Cs, Ag, Sn, Pb, y Tl son particionados
preferentemente en la fase líquida (probablemente como complejos clorurados), mientras que el Cu, As,
Au (probablemente como complejos HS) y B se particionan selectivamente en la fase vapor. Esto indica
que la separación de fases fluidas probablemente es un proceso mayor, previamente subestimado, en la
diferenciación química contribuyendo al extremo rango de enriquecimiento selectivo en sistemas
magmático-hidrotermales, desde plutones profundos, a través de estilo pórfido y depósitos de greisen,
hasta mineralización epitermal y fumarolas volcánicas (Heinrich et al.,1999).
Los estudios de isótopos de oxígeno e hidrógeno confirman que los fluidos tempranos fueron derivados del
magma. Evidencias recientes indican que tanto la alteración potásica como la fílica pueden ser producidas
simultáneamente por fluidos de derivación magmática cuyas composiciones difieren por la separación de
fases (liquido, vapor) y no siempre la alteración fílica corresponde a un evento sobreimpuesto relacionado
a la mezcla de fluidos magmáticos y meteóricos. Aunque hay evidencias isotópicas (O y H) que indican que
los fluidos tardíos en las partes más someras y distales de depósitos o distritos muestran evidencias de
mezcla de componentes magmáticos con hasta 50% de agua meteórica (Taylor, 1979).
18. Geoquímica
Uno de los temas más importantes en geoquímica ambiental es el relacionado con la determinación del
grado y extensión de la contaminación. Durante décadas los métodos deprospección geoquímica se
utilizaron para detectar yacimientos minerales. Hoy, paradójicamente, estos mismos métodos se empiezan
a emplear para determinar el alcance de la contaminación inducida por la actividad minera relacionada con
esos mismos yacimientos minerales. La actividad minera genera residuos que se derivan de cuatro fuentes
principales: 1) los gases expulsados por las chimeneas de las fundiciones, cuyos compuestos tarde o
temprano precipitan en los suelos, a mayor o menor distancia de la fuente de emisión; 2) las escombreras
(mineral dumps), con materiales supuestamente estériles pero ricos en minerales altamente reactivos en
condiciones atmosféricas, entre estos, sulfuros de hierro, cobre, zinc, plomo, cobalto, mercurio, etc.; 3) de
las balsas de estériles (tailings dumps), que similarmente a las escombreras, contienen sulfuros, los cuales
a su vez fueron rechazados por el proceso concentrador; y 4) los estanques de solución (pregnant-barren
solution ponds) que contienen especies tan nocivas como el cianuro, el ácido sulfúrico, y especies metálica
tales como cobre o hierro.
Todo esto en lo que respecta a la minería, pero esta actividad no es la única que genera residuos solubles,
susceptibles de ser movilizados, ya que prácticamente cualquier industria genera un rastro de residuos
metálicos u orgánicos que solo en ocasiones son tratados previamente, y en general suelen ir a parar a
suelos (y de ahí a las aguas subterráneas), ríos, lagos, o al mar.
¿Cómo detectar la extensión de la contaminación, y la intensidad de la misma? aquí es cuando los viejos
métodos de la prospección geoquímica pueden ser de una ayuda inestimable. Dado que el principio básico
de la prospección geoquímica se basa en detectar la dispersión de un determinado metal para detectar la
fuente de emisión, esto es, el yacimiento mineral, sus principios son válidos también para poder trazar la
extensión de un fenómeno de contaminación, ya que las reglas físico-químicas que gobiernan la dispersión
de elementos químicos en el ciclo exógeno son las mismas. La dispersión de elementos químicos lleva a la
formación de una zonageoquímicamente anómala, que denominaremos anomalía geoquímica. La
anomalía geoquímica contrasta claramente con lo que podríamos denominar valores normales de un
determinado elemento químico en el medio de dispersión (suelo, aguas, atmósfera). Aunque a veces una
anomalía pueda ser obvia en términos numéricos (valores extremadamente altos de un elemento), la
caracterización de la misma se lleva a cabo mediante un tratamiento estadístico, más o menos complejo,
de la información. Definiremos dos conceptos básicos: 1) valor de fondo (background), que corresponde al
valor normal de un elemento en un medio concreto; y 2) anomalía, que corresponde a una desviación
estadísticamente significativa a partir del valor de fondo, por ejemplo, los valores que se encuentran sobre
dos o tres veces el valor de la desviación estándar (x > 3s). Un concepto relacionado es
de umbral (threshold), que corresponde al límite superior de las fluctuaciones de la media, en otras
palabras, el límite inferior de los valores anómalos. Es importante tener en cuenta que durante el
tratamiento estadístico de los datos geoquímicas puede aparecer más de una población, dando lugar a una
población bimodal. En esos casos la segunda población puede ser considerada anómala en su globalidad y
el umbral ser fijado en el límite entre ambas poblaciones. En este caso lo más probable es que la segunda
población se encuentre relacionada con la anomalía geoquímica (fuente de emisión) que se busca.
Por muy sofisticado y discriminante que sea el procedimiento estadístico utilizado para “tamizar” la
información, la persona encargada de llevar a cabo el trabajo deberá utilizar además el “sentido común”,
ya que cabe recordar que la estadística es tan buena (o mala) como quien la emplea. La utilización de
procedimientos estadísticos sin un conocimiento adecuado de la geología de una zona o región puede
llevar a errores de gran magnitud. Por ejemplo, la respuesta geoquímica de un elemento químico en una
región caracterizada por rocas sedimentarias carbonatadas (e.g. calizas) no es igual a la de una donde las
rocas corresponden a secuencias máficas (e.g. basaltos). Tanto los valores de fondo como los halos de
dispersión serán diferentes. Así, valores que podrían ser considerados anómalos en la primera no tendrían
por qué serlo necesariamente en la segunda.
Existen diferentes escalas a la que se puede llevar a cabo una campaña de prospección geoquímica:
I. De reconocimiento, que tiene un carácter orientativo, basada en mapas 1: 1.000.000 a 1: 500.000;
II. Preliminar, donde se utilizan mapas 1: 200.000 a 1: 100.000; y
III. Detallada, mapas 1: 50.000 y de mayor detalle. Los conceptos de prospección
estratégica y táctica se relacionan con los anteriores, siendo la primera de carácter regional
(orientativa), y la segunda de tipo local, sobre blancos (targets) previamente definidos en el
estudio regional.
El tipo de muestras que se toman en prospección geoquímica son variadas: rocas, sedimentos fluviales,
suelos, aguas, vapores, plantas. La elección depende de múltiples variables, entre ellas:
I. La fisiografía.
II. El marco geológico.
III. El tipo de anomalía que estamos buscando.
Las características de los suelos difieren en función de los aspectos geológicos, fisiográficos, y climáticos de
una región. Estas condicionan sus perfiles típicos en cuanto al desarrollo (o ausencia) y extensión de los
diferentes horizontes (A-C). Bajo el punto de vista de la geoquímica el horizonte B (de acumulación)
presenta un gran interés, ya que es ahí donde suelen concentrase de preferencia los elementos químicos
No obstante, es importante es importante aclarar en este sentido que no existen recetas mágicas, y que
por lo tanto conviene estudiar en cada caso cuál de los horizontes concentra de preferencia el elemento
que estamos investigando. La toma de muestras y estudio del perfil del suelo permite conocer la evolución
del contenido metálico en profundidad, y de esta manera posibilita el seleccionar el horizonte más
adecuado. Otro problema de interés es el de la distribución de los elementos en las diferentes fracciones
granulométricas de los suelos. Aunque generalmente la fracción más fina contiene más minerales de
arcilla, materia orgánica, óxidos hidratados de Fe y Mn, y por lo tanto es la más rica en metales, conviene
estudiar también cual es la que mejor concentra el elemento investigado. Generalmente se emplea la
fracción menor a 80 mallas, lo que no significa que sea necesariamente la mejor en cada caso. El muestreo
y análisis de suelos residuales es el método más empleado en prospección geoquímica. Este método de
prospección es especialmente útil en las regiones con suelos profundos.
Los estudios orientativos deben constituir el primer paso en la prospección geoquímica de suelos. Dichos
estudios buscan determinar la existencia y características de las anomalías asociadas con un determinado
foco emisor, y por lo tanto, deben desarrollarse cerca de un lugar con estas características. También
deberemos establecer la distribución de elementos en sitios donde positivamente sepamos que no hay
contaminación, ya que así podremos determinar de una forma fiables los valores de fondo para cada
elemento.
Para el diseño propiamente dicho se determina la dirección que deben tener los perfiles, normalmente
perpendicular a la dirección principal que tenga el foco de emisión, si bien se pueden considerar otros
factores como el topográfico: perpendicularmente a la pendiente del terreno, si ésta es aproximadamente
constante, de forma que podemos verificar que los contaminantes sigan este patrón de migración
descendente.
Figura 8. 8 Muestreos en zonas
Una vez establecida la dirección que deben seguir los perfiles, hay que determinar el espaciado entre éstos
y entre muestras sucesivas a lo largo de cada perfil. Una vez establecidos estos parámetros, se pasa al
trabajo de campo, cuyo primer paso es la localización de los puntos de muestreo previstos en la malla
diseñada. Estos puntos se localizan adecuadamente mediante taquimetría (o brújula) y cinta métrica,
señalizándose mediante estacas de madera o metal, y se procede a la toma de muestras, mediante
métodos “artesanales” (azada, pico, pala) o mediante herramientas diseñadas al efecto.
Una vez tomadas las muestras, se pasa a su preparación para el análisis. Las muestras de suelos requieren
un secado como primer paso. Para ello se extienden sobre papel de filtro o similar, en lugares cálidos,
secos y bien aireados, pero evitando excesiva corriente de aire que pueda levantar polvo y mezclar las
muestras. Una vez secas las muestras, se suele proceder a su cuarteo, para obtener distintas fracciones,
que se emplearán para diferentes determinaciones. Para ello se emplean cuarteadores específicamente
diseñados, o el método manual, basado en homogeneizar la muestra lo más posible, hacer con ella un
“pastel” y dividirlo en cuatro cuartos. Se toman los cuartos opuestos por el vértice para una fracción y los
otros dos para otra, sucesivamente hasta obtener la o las muestras que se requieran. Durante este proceso
es conveniente deshacer los grumos de muestra apelmazados por la materia orgánica, para lo cual suele
ser muy útil un rodillo de amasar.
Figura 8. 10 muestreo en laboratorios
También es conveniente eliminar los cantos de 1 cm o superior, que por lo general no suelen tener interés
para el estudio. Una vez obtenidas estas fracciones o alícuotas de la muestra total, se reserva una para
posibles comprobaciones (e.g. mediante el envío de algunas muestras a otro laboratorio), y el resto se
dedican a las determinaciones requeridas. A menudo durante la preparación de la muestra se contempla
su tamizado, ya que como hemos visto, muchas determinaciones químicas se hacen sobre muestras de
tamaño de grano específico ya que los elementos a identificar se concentran en determinadas fracciones
granulométricas, sobre todo en la fracción arcilla (metales pesados). Para ello se emplean unidades de
tamizado adecuadas a la granulometría requerida, que es necesario conservar limpias entre muestra y
muestra para evitar la contaminación de muestras sucesivas. En otros casos hay que proceder a la
molienda de las muestras. Cuando los elementos de interés pueden estar concentrados en las fracciones
más gruesas, se procede a esta molienda para homogeneizar el tamaño de partículas que se envían al
laboratorio. En este caso es muy conveniente conocer la composición química del molino o mortero por el
o por los que pasan las muestras, para evitar problemas de contaminación. En este sentido es vital la
limpieza absoluta del equipo (mediante aire a presión y/o agua, o acetona, para evitar procesos de
oxidación) entre muestras sucesivas, para evitar su contaminación. En definitiva, la preparación de las
muestras es un proceso físico, en el que es posible que se produzcan problemas de contaminación, que
solamente podrán evitarse siendo extremadamente cuidadosos en la limpieza de los equipos a utilizar y en
un control detallado de cada uno de los procesos que llevemos a cabo.
Los sedimentos clásticos están compuestos principalmente por los productos menos solubles de la
meteorización. También pueden incluir elementos móviles como parte de los materiales clásticos y del
material removido de las aguas y adsorbido en los sedimentos (metales adsorbidos en minerales de arcillas
u oxihidróxidos de Fe o Mn). Una medida del material removido de las aguas viene dado por la razón:
metal de fácil extracción química/metal total. Esta razón puede llegar hasta el 50 % en áreas de de rápida
precipitación del metal en solución, generalmente cerca de las fuentes de emisión.
El contraste entre los valores anómalos y el valor de fondo depende de varios factores, entre ellos:
I. Del contraste original en los materiales desde donde provienen los sedimentos; de la fracción de
sedimento analizada.
II. Del método de análisis. A su vez, la persistencia del contenido metálico de los sedimentos al
alejarnos de la fuente de emisión depende de: Del aporte de metal a lo largo del río desde otras
posibles fuentes.
III. De la mezcla con sedimentos de bajo contenido metálico. Estas dos a su vez se relacionan con
períodos estacionales y fisiográficos; en épocas de lluvias hay mayor capacidad de transporte y
mayor aporte desde las zonas más fácilmente erosionables.
Al contrario de las aguas de un río, cuyo contenido en elementos es más bien homogéneo (sujeto eso sí a
cambios en el caudal), los sedimentos presentan heterogeneidades que dependen de: 1) la distribución de
los puntos de entrada del metal en el cauce; 2) los fenómenos de especiación del metal; y 3) la variación en
el tipo de sedimento a lo largo del río. Las muestras de sedimentos tienden a ser más homogéneas cuando
el metal se encuentra adsorbido a la fracción fina, y las variaciones sedimentológicas se deben a cambios
locales de velocidad y caudal de los ríos.
Otro aspecto a tener en cuenta es la naturaleza de las unidades de roca que corta el río. Determinados
tipos litológicos pueden ser ricos o extremadamente ricos en un determinado metal, y por lo tanto dar
lugar a falsas anomalías. Por ejemplo, si estamos estudiando cromo, y el río en un sector corta rocas de
composición peridotítica, es posible que obtengamos una anomalía basada solamente en el valor de fondo
de estas rocas, que no tenga nada que ver con la fuente industrial del metal. Esto nos lleva a recordar la
importancia de los estudios geológicos “previos” al diseño de una campaña de prospección geoquímica. El
clima y la fisiografía son factores importantes a considerar ya que pueden afectar seriamente la movilidad
de un determinado elemento. La alta movilidad geoquímica del Zn se ve reducida en regiones montañosas
y frías. A pesar de que parece en principio una contradicción, la prospección geoquímica de sedimentos
fluviales puede ser de gran interés en regiones áridas y semiáridas, ya que aunque esporádicas, las
precipitaciones pueden ser muy intensas, lo cual posibilita, en ocasiones, fuertes tasas de remoción del
regolito, y por lo tanto, una fuerte movilización de los elementos químicos ligados a éste.
Cabe destacar que cuando sea posible, conviene combinar estos estudios con los de aguas. La toma de
muestras debe de ir acompañada de la recogida de datos sobre las características físico-químicas de las
aguas, concentración de oxígeno, pH, etc.
Figura 8. 12 Toma de muestras en fluviales
18.3. Agua
Se denomina anomalías hidrogeoquímicas a los patrones anómalos presentes en las aguas superficiales y
subterráneas. La importancia de la migración de los elementos químicos y complejos en el agua está
controlada por movilidad geoquímica (Tabla ).
La Geofísica es la ciencia que estudia los fenómenos físicos que se producen en nuestro planeta,
destacando entre estos, el electromagnetismo, la propagación de ondas mecánicas en la corteza terrestre y
la gravedad. Esta ciencia puede definirse como la aplicación de la física y la geología al estudio de los
materiales que componen la corteza terrestre y de los campos de fuerza que surgen de ella y ejercen su
influencia hacia el exterior.
El campo de estudio de las prospecciones corresponde a los efectos producidos por rocas y minerales
metálicos en áreas anómalas (desviadas del background), destacando entre estos: la fuerza de atracción
gravitatoria, la desintegración radiactiva, las corrientes eléctricas espontáneas, la resistencia eléctrica de
los suelos, la rapidez de las ondas sísmicas, etc.
El mapeo de una anomalía geofísica puede significar el descubrimiento de una formación geológica apta
para la explotación industrial. Además, la información punto a punto entregada por una prospección
permite caracterizar cuantitativamente el terreno prospectado de acuerdo con ciertos parámetros físicos,
lo que es un valioso apoyo para tomar decisiones correctas relacionadas con el uso del suelo.
En el caso de estar en un terreno con topografía plana, tendremos que cualquier anomalía de gravedad se
deberá a desviaciones de la densidad del subsuelo respecto de la “densidad base”. En otras palabras, las
anomalías gravitatorias son originadas por variaciones en la distribución de la densidad másica punto a
punto (3D). Por otro lado, si la topografía es compleja, las anomalías de gravedad podrán estar
relacionadas ya sea con la geometría del terreno y/o con la distribución de densidades, dado que g = g(r,
ρ).
a. Fase de Terreno. Definir una malla y en cada nodo medir la aceleración de gravedad.
b. Correcciones.
Deriva del instrumento: el gravímetro no es perfecto, razón por la cual se utiliza una estación de
amarre para cuantificar la deriva del cero (se asume lineal).
Corrección topográfica: un cerro incrementa la aceleración de gravedad, mientras que una cuenca
la hace disminuir. Todos los datos deben llevarse a topografía plana
Otras correcciones: por latitud, de Faye, de Bouguer, etc.
c. Mapa final: isoanómalas de gravedad. El mapa resultante muestra las variaciones sufridas por la
aceleración de gravedad como resultado exclusivo de las diferentes densidades de las rocas. Puede
ser conveniente realizar un análisis estadístico de la gravedad y mostrar las desviaciones respecto
del background ("gravedad residual").
El registró e interpretación de los sismos naturales motivó a los Geofísicos a adaptar la tecnología “pasiva”
y convertirla en Prospección Sísmica, donde el microsismo puede ser generado por una explosión
(“tronadura”), golpe de martillo, caída de un objeto muy masivo, etc. El análisis de muchas curvas
camino/tiempo permite encontrar las primeras llegadas de diversas ondas mecánicas. A partir de estos
datos se puede deducir directamente:
Rapidez de cada onda
Espesor de cada estrato
Subtopografía
En una “segunda iteración” basada en los cálculos anteriores, es posible encontrar los módulos elásticos:
Módulo de Young
Módulo de Poisson
Módulo de Corte, etc.
La Prospección Eléctrica puede ser pasiva o activa. Es pasiva cuando se estudian los potenciales eléctricos
espontáneos que surgen debidos reacciones químicas naturales que ocurren en el subsuelo (generalmente
en las interfases de rocas distintas) y es activa cuando el potencial eléctrico estudiado surge como
respuesta un estímulo aplicado (inyección de corriente).
El Método del Potencial Espontáneo (“Self-Potential”) se basa en la recepción de las corrientes naturales
que ocurren en la corteza terrestre debido a:
Este método de prospección detecta anomalías o desviaciones del valor normal del Campo Geomagnético
debido a la presencia de minerales ferromagnéticos, diamagnéticos y/o paramagnéticos. La mayoría de las
rocas contiene pequeñas cantidades de óxidos de hierro, de modo que si cristalizan a partir de un magma y
en presencia de un CM externo (el terrestre), los Momentos Magnéticos finalizarán orientados, lo que
redundará en una anomalía magnética.
NOTA: Así fue cómo se descubrió que a largo plazo (cientos de miles de años) el Campo Magnético
Terrestre se debilita, hasta anularse y luego se refuerza en sentido inverso. Las capas geológicas muestran
minerales imantados con los momentos magnéticos apuntando no hacia el Norte de Canadá (Sur
Magnético actual), sino hacia la Antártica. Por otro lado, los artefactos y estructuras metálicas creadas por
el hombre también generan anomalías magnéticas, razón por la cual este método también se utiliza en
Arqueología.
La perforación diamantina utiliza un cabezal o broca diamantada, que rota en el extremo de las barras de
perforación (o tubos). La abertura en el extremo de la broca diamantada permite cortar un testigo sólido
de roca que se desplaza hacia arriba en la tubería de perforación y se recupera luego en la superficie. Los
tamaños estándares básicos son 7/8 pulgadas (EX), 13/16 pulgada (AX), 1 5/8 pulgadas (BX) y 21/8
pulgadas (NX). La mayoría de barras de perforación son de 10 pies de largo (3,048 m). Después de los
primeros 10 pies de perforación, se atornilla una nueva sección de tubo en el extremo superior y así
sucesivamente. El cabezal diamantado gira lentamente con suave presión mientras se lubrica con agua
para evitar el sobrecalentamiento. La profundidad de perforación se estima manteniendo la cuenta del
número de barras de perforación que se han insertado en la perforación.
El perforador escucha la máquina de sondaje con mucho cuidado para evaluar la condición de la
perforación abajo. Ajustará la velocidad de rotación, la presión y la circulación de agua para diferentes
tipos de roca y las condiciones de perforación con el fin de evitar problemas, tales como que quede la
broca atascada o recalentamiento del cabezal diamantado. Las rocas muy fracturadas (a menudo
encontradas cerca de la superficie), además del riesgo que las barras se atasquen, pueden dejar escapar el
agua, con el consiguiente recalentamiento de la broca. El problema se reduce al mínimo mediante la
inyección de "lodo de perforación" (o aserrín u otros materiales) en la perforación para "tapar" las
fracturas y evitar la fuga de los fluidos. Dentro de la tubería de perforación hay otro tubo interno, que tiene
un mecanismo de cierre conectado a un cable de acero. Al final de cada serie de 10 pies, el cable se utiliza
para izar el tubo que contiene el testigo de roca a la superficie donde se puede recuperar. El testigo se
almacena en cajas especialmente diseñadas que contienen compartimentos para mantener secciones del
testigo. Las cajas estándar son de 2,5 pies de largo (0,762 m) y contienen cuatro compartimentos, así que
permiten almacenar tres metros de testigo en cada caja, pero también hay cajas de 3,3 pies de largo (1,02
m) con 3 compartimientos. El testigo de perforación primero se lava y se registra (“loguea”) por un geólogo
calificado, y luego se divide por la mitad para obtener una muestras para los análisis geoquímicos.
Para obtener un testigo de sondaje se requiere gastar mucho tiempo, esfuerzo y dinero, por lo que su
estudio y registro debe hacerse con mucho cuidado. Se utiliza un formulario de “logueo” (registro)
normalizado para mapear el testigo. El formulario tiene columnas para cada uno de los tipos de
información que se registra, con marcas de graduación indicando el metraje. La información generalmente
incluye el % de recuperación, litología, alteración, mineralización, los datos de calidad de la roca (RQD), y
detalles estructurales. A pesar que el rumbo y manteo de estructuras planas, como estratos, foliación,
fallas y vetas respecto al eje del sondaje no se conocen, el ángulo de estas estructuras con respecto al eje
del sondaje se registra, ya que proporciona información valiosa acerca de la geometría de las estructuras
en sub-superficie. También se pueden realizar pruebas de minerales, incluyendo prueba de fluorescencia
(para scheelita), pruebas de efervescencia con HCl diluido (carbonato de alteración), o tinción de minerales
(feldespatos o carbonatos). A menudo, el sondaje también se fotografía para un registro gráfico. El % de
recuperación es el cociente entre la longitud del testigo real comparado con el intervalo de perforación
indicado. Los huecos y zonas de fractura pueden causar una pobre recuperación. Por ejemplo, si una
perforación de 3 m obtiene 2,4 m de testigo, la recuperación es del 80%. Los logueos de sondajes se
utilizan para construir las secciones de perforación (secciones que muestran los sondajes), las que ilustran
la geometría del subsuelo del yacimiento. La tendencia actual es la creación de registros de perforación en
formato digital o de hoja de cálculo, lo que facilita la construcción de tramos de perforación mediante
computador. En algunos casos el registro se realiza directamente en un “Tablet PC” y es transferido
directamente a una base de datos central evitando errores de transcripción de los datos de logueo. El
testigo se divide mediante una sierra diamantada o por un partidor (“splitter”) de impacto. Siempre existe
el problema de obtener una fracción representativa del testigo y debe tenerse gran cuidado para evitar
este problema. A veces el testigo se analiza en su totalidad para evitar este problema, pero por lo general
se conserva la mitad en una testigoteca como evidencia. En algunos casos, una serie de pequeños chips o
fragmentos se recogen a lo largo de la longitud del testigo para formar un "esqueleto" con fines de archivo.
Los cabezales de perforación de aire reverso también son totalmente diferentes a las brocas diamantadas.
Un tipo de cabezal se llama martillo que pulveriza las rocas golpeándolas repetitivamente. Este tipo de
cabezal que funciona bien en condiciones de perforación en seco (es decir, por encima del nivel freático) y
en las formaciones rocosas que son densas y duras. Por debajo del nivel freático, el agua subterránea actúa
como amortiguador y hace mucho menos eficaz la fragmentación de las rocas mediante este cabezal. Otro
tipo de cabezal, llamado tricono, cuenta con tres conos dentados rotatorios que giran juntos, como el
diferencial de los engranajes en una transmisión de los automóviles. Los triconos son más lentos para
perforación en formaciones duras, pero son muy eficaces en formaciones blandas y en condiciones de
perforación húmeda. Las muestras de roca molida proveniente de la perforación se recogen generalmente
en intervalos de 1,5 o 2 m. El gran diámetro de la perforación se crea un gran volumen de material para
cada muestra, que suele ser dividida en terreno para obtener un volumen razonable de manejar y enviarla
al laboratorio para su análisis. En condiciones de perforación en seco (por encima del nivel freático) se
utiliza un cuarteador para dividir la muestra en terreno (Fig. XX).
Por lo general, se recoge 1/8 del total recogido. El cuarteador se compone de niveles, cada uno de los que
divide la muestra a la mitad. Después de la división tercer nivel 1/8 de la muestra total original permanece,
que se recoge en un recipiente o un cubo. Cuando la perforación llega a la profundidad del nivel freático,
se puede utilizar un cuarteador rotativo "húmedo" (Fig. XX). El separador húmedo gira y divide la muestra
utilizando una serie de aletas, de forma similar a las aletas de una turbina. Estas dirigen los materiales a
una tubería que los canaliza hacia un balde.
Pequeñas muestras representativas de los cuttings se recogen de forma continua durante el proceso de
muestreo, se lavan en un colador y se colocan en cajas de plástico con compartimientos llamados
"bandejas de cuttings". Los cuttings son cuidadosamente observados y registrados por un geólogo
competente. Por supuesto, algunos tipos de información, como detalles estructurales, no son posibles de
obtener en ausencia de roca sólida. A pesar de esta desventaja, todavía se puede obtener una gran
cantidad de información valiosa de los fragmentos de roca o cuttings. Por ejemplo, los cuttings son mucho
más fáciles de examinar con una lupa binocular y pruebas de la fluorescencia o efervescencia se logran
fácilmente. Secciones de sondajes Los datos de sondajes se interpretan mediante la construcción de
secciones, que muestran los sondajes en un perfil vertical análogo a secciones geológicas. La construcción
de la sección comienza de la misma manera como un perfil geológico, mediante la creación de un perfil
topográfico. Entonces las ubicaciones de los "collares" (lugares donde el taladro penetra en el suelo) se
plotean a lo largo del perfil topográfico. Una perforación vertical (descenso = -90 grados) se trazará como
una línea vertical y los sondajes inclinados en ángulo que muestra la inclinación adecuada. La longitud de la
línea(s) que ilustran los sondajes están determinadas por la escala de la sección. Por ejemplo, si la escala
de la sección es de 1 cm = 10 m, un sondaje con una profundidad total de 100 m será representado por una
línea de 10 cm de largo. Los sondajes que no están situados exactamente a lo largo de la línea de la sección
pueden ser "proyectados" sobre el plano de la sección (a una distancia razonable) (Fig. 4). La proyección se
realiza a lo largo de una línea perpendicular a la línea de la sección de perforación. Si un sondaje inclinado
no se hunde directamente en el plano vertical de la sección de perforación su inclinación en la sección
aparecerá como un manteo o buzamiento aparente. El ángulo de inclinación aparente es siempre menor
que la inclinación verdadera. El buzamiento aparente es función de la inclinación verdadera del sondaje y
el ángulo entre la línea de la sección y el azimut del sondaje en planta (Cuadro 16 - 1).
Si un sondaje cruza una zona mineralizada tabular o de la capa de roca en un ángulo de 90 grados,
entonces el espesor de la zona o capa medido en el sondaje o registrados en el logueo del sondaje
representa el espesor "verdadero". Si la perforación cruza la zona o capa en cualquier ángulo inferior a 90
grados, entonces el espesor observado es llamado "el espesor aparente". El espesor real de la zona
mineralizada debe ser conocida a fin de calcular el volumen de la zona (volumen = largo x ancho x grosor).
Si se conocen la inclinación de la zona mineralizada y la inclinación de la perforación, entonces el espesor
real se puede calcular utilizando la trigonometría simple.
Cada sondaje en la sección debe tener su nombre y la profundidad total (Fig. XX). En este punto, hay que
tomar la decisión en cuanto a qué información se mostrará en la sección.
Normalmente, cada sondaje muestra los interceptos significativos o que contengan mineral con leyes
económicas. A menudo esto se hace destacando estos intervalos. Ahora, el geólogo puede interpretar la
geometría de la zona mineralizada mediante la extrapolación entre los agujeros de perforación, que es una
cuestión de conectar la parte superior e inferior de la zona mineralizadad de un sondaje a otro. La geología
se puede interpretar de diferentes maneras por diferentes geólogos. Para ayudar en la interpretación, se
construyen secciones adicionales, que muestran diferentes aspectos de los datos de perforación. Por
ejemplo, otra sección de perforación puede mostrar una alteración específica o tipo de mineralización.
Figura 9. 4 Sección de sondajes mostrando interceptos de mena y geología.
21. Recursos y Reservas Mineras
El Recurso Minero es una concentración u ocurrencia de material natural, sólido, inorgánico, u orgánico
fosilizado terrestre de tal forma, cantidad, y calidad que existe una razonable apreciación acerca de su
potencial técnico-económico. La localización, tonelajes, contenidos, características geológicas, y el grado
de continuidad de la mineralización es estimada, conocida, o interpretada a partir de específicas evidencias
geológicas, metalúrgicas, y tecnológicas. El término Recurso Minero cubre mineralizaciones y materiales
naturales de interés económico intrínseco los cuales han sido identificados y estimados a través de
actividades de exploración, reconocimiento, y muestreo. De acuerdo al grado de confiabilidad existente,
los recursos se clasifican en Medidos, Indicados, e Inferidos.
Recurso Inferido: es aquella porción del Recurso Minero para el cual las estimaciones de tonelaje y ley
están afectas en exactitud y precisión debido a muestreos fragmentarios, limitados, y a percepciones
asumidas sobre su continuidad geológica, y a extrapolaciones de carácter más bien subjetivo sobre la
naturaleza de los controles de la mineralización. Debido a las incertidumbres asociadas con el Recurso
Inferido no existe certeza de que todo este mineral o una porc
ión de él se convierta, en definitiva, a la categoría de Recurso Indicado o Recurso Medido como resultado
de un reconocimiento adicional. La confiabilidad en la estimación de estos Recursos es insuficiente para
garantizar una aplicación significativa de parámetros técnicos y económicos asociados con ellos o para
posibilitar una evaluación sobre su viabilidad económica a fin de informarla sustentada y públicamente.
Por lo mismo, se debe tener un cuidado muy especial al incluir, en forma apropiada, eventual, limitada, y
plenamente identificada el Recurso Inferido en análisis de tipo económico. Ello dependerá del tipo de
mineralización, de los contenidos y características del entorno mineralizado, del plazo considerado para
convertir estos Recursos Inferidos en Recursos Indicados o Medidos, y de otros aspectos relevantes de la
mineralización bajo análisis.
Recurso Indicado: es aquella porción del Recurso Minero para el cual tonelaje, densidades, leyes,
características geológicas, geometalúrgicas, y geotécnicas han sido estimadas y caracterizadas con un
razonable nivel de confianza. Razonable significa, en este caso, la apreciación equivalente que dos o más
observadores independientes puedan otorgar a un parámetro de interés seleccionado utilizando la misma
base de información. Estas caracterizaciones y estimaciones están basadas en reconocimientos, muestreos,
y análisis realizados en lugares representativos de la mineralización origen de esos recursos. Estos lugares
generan una malla de información tal que la continuidad y caracterización geológica así como el contenido
de metal puede ser estimado con un aceptable grado de confiabilidad. Aceptable, en este caso, explicita
variaciones de esas características que resultan en una desviación máxima (pej, en el caso del cobre una
desviación menor al 7% anual) en los contenidos de un plan minero a un nivel de confianza determinado
(pej, 90%). Apéndice 1. Complementariamente, el mineral puede ser codificado como Recurso Indicado
cuando la naturaleza, calidad, cantidad, y distribución de datos son tales que permiten una adecuada
interpretación del marco geológico de modo que la continuidad y caracterización de la mineralización
puede ser aceptablemente asumida. La Persona Competente Calificada debe poseer la capacidad,
conocimiento y juicio tales que le permita reconocer la importancia de la categoría de Recurso Indicado en
la preparación y avance de un estudio de factibilidad. La estimación del Recurso Indicado debe ser de tal
calidad que le permita sustentar escenarios productivos alternativos preliminares los cuales puedan servir
de base para una toma decisional significativa acerca del escenario más promisorio desde el punto de vista
técnico-económico.
Recurso Medido: es aquella porción del Recurso Minero para el cual tonelaje, densidades, leyes,
características geológicas, geometalúrgicas, y geotécnicas han sido estimadas y caracterizadas con un
significativo nivel de confianza. Significativo, en este caso, explicita variaciones de esas características que
resultan en una desviación máxima (pej, en el caso del cobre una desviación menor al 7% trimestral) en los
contenidos de un plan minero a un nivel de confianza determinado (ej, 90%). Apéndice 1. Estas
estimaciones y caracterizaciones están basadas en reconocimientos detallados, confiables, y verificables y
en análisis y pruebas representativas ubicadas de acuerdo a una malla de información tal que la
continuidad de leyes y de características geológico-metalúrgicas permite su validación. La Persona
Competente Calificada puede codificar el Recurso como Recurso Medido cuando la naturaleza, calidad,
cantidad, y distribución de datos es tal que le permite una sólida interpretación del marco geológico de
modo que la continuidad de la mineralización puede ser confirmada, la estimación de tonelajes y leyes
puede ser establecida dentro de estrechos límites de confiabilidad, y variaciones potenciales de estas
estimaciones no afectan significativamente la viabilidad económica de esos recursos. Esta categoría
requiere un alto nivel de confianza en la interpretación geológica, en los controles de la mineralización, en
el tipo de litología, alteración, y mineralización, y en la definición de sus unidades geometalúrgicas. La
confianza en este tipo de recurso es tal que permite la aplicación de conceptos técnicos y económicos para
la evaluación de la viabilidad económica de esos recursos.
Reserva Minera es aquella porción del Recurso Medido o del Recurso Indicado económicamente extraíble
de acuerdo a un escenario productivo, medioambiental, económico, y financiero derivado de un plan
minero. La Reserva Minera incluye pérdidas y diluciones con material ajeno, circundante a esa porción de
Recurso, y que lo contamina por efectos de la extracción minera. La evaluación realizada puede provenir
de estudios de prefactibilidad o factibilidad en el cual condiciones realistas, al momento de la evaluación,
incluyen factores geológicos, metalúrgicos, geotécnicos, medioambientales, sociales y gubernamentales.
Estas evaluaciones deben justificar la viabilidad extractiva y secuenciada, técnica, y económicamente, al
momento en que ellas son informadas.
Las Reservas Mineras se subcategorizan en Reservas Probadas y Reservas Probables en las que las primeras
poseen un mayor grado de confianza que las segundas.
La Reserva Minera está constituida por aquellas porciones que, después de aplicar parámetros y factores
mineros, resultan en tonelajes y contenidos los cuales, en opinión de la Persona Competente Calificada
pueden ser la base de un proyecto viable considerando factores técnicos, económicos, medioambientales,
legales y gubernamentales relevantes.
Las Reservas Mineras deben incluir material de dilución - material no identificado como mineral - el cual,
debido a las condiciones de extracción, debe ser extraído en conjunto con ellas y conjuntamente
transportado a la planta de procesos Los factores considerados, en este caso, implican que la factibilidad
de una operación extractiva con base en la Reserva Minera ha sido establecida y analíticamente
demostrada y justificada bajo razonables estimaciones tecnológicas, operacionales, medioambientales, e
inversionales. Esto no implica que las instalaciones ya estén operando o que todos los permisos
gubernamentales hayan sido obtenidos. Lo que sí implica es que existen razonables expectativas sobre
tales aprobaciones.
Reserva Probable es aquella porción del Recurso Indicado así como eventualmente del Recurso Medido
económicamente extraíble. Esta Reserva incluye material diluyente y pérdidas de tonelaje que pueden
ocurrir a consecuencia de la extracción minera. La definición de la Reserva Probable se basa en
evaluaciones las que pueden incluir estudios de factibilidad incorporando parámetros mineros,
metalúrgicos, tecnológicos, económicos, comerciales, legales, medioambientales, y otros factores
gubernamentales. Estas evaluaciones y proyecciones demuestran, al momento en que ellas se informan,
que la extracción está razonablemente justificada. La Reserva Probable tiene un menor nivel de confianza
que la Reserva Probada.
Reserva Probada es aquella porción del Recurso Medido económicamente extraíble. Esta Reserva incluye
material diluyente y pérdidas de tonelaje que pueden ocurrir a consecuencia de la extracción minera. La
definición de Reserva Probada se basa en estudios de factibilidad incorporando parámetros mineros,
metalúrgicos, tecnológicos, económicos, comerciales, legales, medioambientales, y otros factores
regulatorios gubernamentales que pudieran eventualmente existir. Estas evaluaciones y proyecciones
demuestran, al momento en que ellas se informan, que la extracción está justificada. La categorización de
la Reserva Mine ra está determinada primariamente por la clasificación correspondiente al Recurso Minero
y debe ser hecha por la Persona Competente Calificada.
El Código proporciona una relación directa entre el Recurso Medido y la Reserva Probada, y entre Recurso
Medido e Indicado y la Reserva Probable. El nivel de confianza geocientífica para la Reserva Probable es el
mismo que el requerido para la determinación in-s itu del Recurso Indicado; el nivel de confianza
geocientífica para la Reserva Probada es el mismo que el requerido para la determinación in-situ del
Recurso Medido.
El Recurso Indicado debe convertirse primero en Reserva Probable. Tan solo cuando ese Recurso es
convertido en Recurso Medido, éste puede ser convertido en Reserva Probada. El paso directo del Recurso
Indicado a Reserva Probada no está permitido. El Recurso Medido puede dar origen a Reserva Probada o
Reserva Probable.
Las estimaciones de Recursos y Reservas no son precisas y, por lo tanto, los tonelajes y leyes en los
Informes Públicos deben ser expresados de manera que la precisión asociada con esas estimaciones
aparezca redondeada a cifras significativas.
De este modo, no tiene mucho sentido cuantificar tonelajes a un nivel de millones focalizando esta
exactitud hasta el nivel de las unidades ni tampoco cuantificar leyes a nivel de uno o dos dígitos focalizando
esta exactitud hasta el nivel del segundo o tercer decimal.
Los inventarios no pueden incluir categorías combinadas sino que estas deben referirse explícitamente a la
categoría a la cual tanto Recursos como Reservas pertenecen. De igual modo, los inventarios deben
contener tonelajes y contenidos claramente explícitos sin perjuicio de informar también los contenidos de
metal o mineral que ellos contienen. Al informar sobre las Reservas también debe informarse sobre las
recuperaciones derivadas de los procesos metalúrgicos y de sus variaciones ya sea en el tiempo, en el tipo
de mineralización, u otro parámetro. Al informar sobre las categorías del Recurso se debe explicitar si estas
categorías están o no incluidas en, o son adicionales a, algunas de las categorías de la Reserva a fin de
evitar doble cuantificación.
Si existe una diferencia sustancial entre la declaración de Recursos Mineros y la declaración de Reservas
Mineras en un Informe Público, se debe incluir una explicitación de las razones de esa diferencia en el
Informe. Esto permite al lector del Informe hacerse un juicio de la posibilidad de convertir eventualmente
los restantes Recursos en Reservas. Las Reservas Mineras deben explicitar el criterio de dilución, es decir, la
incorporación de material el cual no es parte de los Recursos Mineros originales. Es esencial que esta
diferencia fundamental entre Recursos Mineros y Reservas Mineras sea considerada y se deben ejercer
especiales cuidados al intentar sacar conclusiones de estos dos términos.
Por esta misma razón las Reservas no deben ser presentadas desasociadas de los Recursos. El resultado
final puede ser muy confuso en términos económicos y las cifras pueden ser mal entendidas o, más
seriamente, mal usadas a fin de dar una falsa impresión de los prospectos de una compañía.
Un Informe Público de estimaciones de tonelajes y leyes usando una terminología diferente a la de
Recursos y Reservas Mineras no está permitido bajo el código que sustenta esta Certificación.
Comprueba lo aprendido
1. Marca hacia donde se inclina el plano, o la proyección horizontal de la línea del máximo
pendiente.
a) Manteo.
b) Buzamiento.
c) Dirección de inclinación.
d) Rumbo.
Alternativa correcta a
a) Circulo completo.
b) Medio circulo.
c) Tipo americano
d) a y b
Alternativa correcta d
a) Proyección equiariales..
b) Proyección Lambert.
c) Proyección equiteriales.
d) a y b
Alternativa correcta d
I. Rotura de cuña.
II. Rotura planar.
III. Rotura circular.
IV. Cuña tetrahedrales.
a) I,II,IIII
b) I,III,IV
c) II,III,IV
d) I,II,III,IV
Alternativa correcta es a
5. Se ha formado después de la consolidación de la masa rocosa por las fuerza de los movimiento
epirogenicos, a que estructura corresponde:
a) Estructura primaria.
b) Estructura secundaria.
c) Estructura terciaria.
d) Estructura cuaternaria.
Alternativa correcta es b
a) Monoclinales.
b) Anticlinales.
c) Sinclinales.
d) Falla.
Alternativa correcta es d
7. Una fractura extensa se llama fisura que puede llegar a ser un conducto que sirva para el paso de la
lava, que formará un basalto de meseta o de soluciones que originarán vetas mineralizadas, a qué
tipo de deformaciones corresponde:
a) Fracturas.
b) Fallas.
c) Fisuras.
d) Juntas.
Alternativa correcta es c
8. Cualquier grieta en una roca sólida es una fractura, a qué tipo de deformaciones corresponde:
a) Fracturas.
b) Fallas.
c) Fisuras.
d) Juntas.
Alternativa correcta es a
9. Las fracturas a lo largo de los cuales no han habido movimientos perceptibles y que ocurren en
grupos paralelos se denomina:
a) Fracturas.
b) Fallas.
c) Fisuras.
d) Juntas.
Alternativa correcta es d
a) Fracturas.
b) Fallas.
c) Fisuras.
d) Juntas.
Alternativa correcta es b
11. Es la distancia neta y dirección en que se ha movido un bloque respecto del otro, a qué tipo de
elemento de una falla corresponde:
a) Plano de falla.
b) Desplazamiento.
c) Labio hundido.
d) Labio levantado.
Alternativa correcta es b
12. Cuales representan las características de una falla:
I. Dirección.
II. Salto de falla.
III. Grietas de desecación.
IV. Escarpe.
V. Espejo de falla.
VI. Facetas triangulares.
a) I,II,III,IV,V
b) I,II,IV,V,VI
c) I,III,IV,VI
d) I,II,III,IV
Alternativa correcta es b
13. Este tipo de falla tiene una sentido de contra reloj, a qué tipo de falla corresponde:
a) Sinistral.
b) Destral.
c) Falla en dirección transversal.
d) Falla homotética.
Alternativa correcta es a
14. La superficie de falla suele ser próxima a la vertical. El movimiento responde a fuerzas de cizalla
horizontal que causan el desplazamiento lateral de un bloque respecto al otro, a qué tipo de falla
corresponde:
a) Sinistral.
b) Destral.
c) Falla en dirección transversal.
d) Falla homotética.
Alternativa correcta es c
15. En este tipo de falla el giro de los bloques tiene lugar respecto a un eje que es perpendicular a la
superficie de falla, a qué tipo de falla corresponde:
Alternativa correcta es b
a) Arrastre.
b) Desplazamiento.
c) Estrías.
d) Manantiales.
Alternativa correcta es d
a) Diaclasas plumosas.
b) Brecha de fallas.
c) Vegetación.
d) a y b.
Alternativa correcta es d
a) Minerales no metálicos.
b) Minerales metálicos.
c) Roca.
d) Ganga.
Alternativa correcta es c
19. Cuáles son los procesos más importantes para la formación de minerales:
I. Proceso magmático.
II. Metamórfico.
III. Proceso de feldespato.
IV. Sedimentario.
V. Proceso de estructuras.
a) I,II,IV
b) I,II,III
c) II,III,IV,V
d) II,III,IV
e) II,IV,V
Alternativa correcta es a
20. Cuáles son los las condiciones mínimas que deben existir para la formación de hidrocarburos:
I. Cuenca sedimentaria.
II. Materia orgánica.
III. Proceso geológicos.
IV. Presión.
V. Temperatura.
a) I,II,IV
b) I,II,III
c) II,III,IV,V
d) I,II,III,IV,V
Alternativa correcta es d