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LITERATURA

Y PSICOLOGÍA
Isabel Paraíso
TEORÍA DE LA LITERATURA Y ÍNDICE
LITERATURA COMPARADA

Director: Miguel Ángel Garrido

INTRODUCCIÓN.

Consideraciones previas ......................................................................... 9


Breve panorámica de la Psicología ...................................................... 13

Capítulo 1: EL PSICOANÁLISIS: HISTORIA Y CONCEPTOS BÁSICOS ...... 21

1.1. Breve historia del movimiento psicoanalítico .................... 21


/././. Sigmund Freud (1856-1939), 21; 1.1.2. El movi-
miento psicoanalítico, 23.
1.2. Conceptos básicos del Psicoanálisis de Freud .................... 24
1.2.1. Estructura de la personalidad: las dos "tópicas", 25;
1.2.2. Etapas de la evolución psicogenética en el hom-
bre, 28; 1.2.3. Conceptos complementarios: narcisis-
mo, fijación, regresión, 31; 1.2.4. Funcionamiento
general del aparato psíquico, 33; 7.2.5. Principios del
funcionamiento mental: principio de placer y principio
de realidad, 34.
1.3. Conceptos básicos del Psicoanálisis de Jung ....................... 35
Diseño de cubierta: JV Diseño gráfico 1.3.1. Carl Gustav Jung (1875-1961), 35; L3.2. El método
de la asociación de ideas, 37; 1.3.3. Inconsciente colec-
© Isabel Paraíso
tivo e inconsciente individual, 38; 1.3.4. Los comple-
jos, 39; 1.3.5. Los arquetipos, 41; 1.3.6. Tipos psico-
© EDITORIAL SÍNTESIS, S. A.
lógicos: introversión /extraversión, 43.
Vallehermoso, 34. 28015 Madrid
1.4. Conceptos básicos del Psicoanálisis de Lacan ................... 44
Teléfono (91) 593 20 98
1.4.1. Precisiones iniciales, 44; 1.4.2. El orden simbólico, el
imaginario y el real, 45; El orden simbólico. El "padre
ISBN; 84-7738-272-7 simbólico", "nombre-del-padre" y "forclusión", 46; El
Depósito Legal: M. 1369-1995
orden imaginario. La fase del espejo. El Otro, 49;
Impresión Lavel, S. A.
Impreso en España - Printed in Spain 1.4.3. Reformulación de conceptos: el "deseo", 50.

Reservados todos los derechos. Está prohibido, bajo las sanciones Capítulo2: EL PSICOANÁLISIS Y LA OBRA LITERARIA .......................... 51
penales y el resarcimiento civil, previstos en las leyes, reproducir,
registrar o transmitir esta publicación, íntegra o parcialmente 2.1. La Literatura y el Psicoanálisis ......................................... 51
por cualquier sistema de recuperación y por cualquier medio, 2.2. La Teoría y Crítica literaria psicoanalítica ......................... 56
sea mecánico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia 2.3. Objeciones y contra-objeciones al enfoque psicoanalítico de
o por cualquier otro, sin la autorización previa por escrito
la Literatura ....................................................................... 57
de Editorial Síntesis, S. A.
te, 111; 6.1.4. Humor y super-yo, 112; 6.1.5. Otros
Capítulo3. FUNDAMENTACIÓN DE LA LITERATURA, SEGÚN EL
aportes a la teoría de la comicidad, 114.
PSICOANÁLISIS ....................................................... 65 6.2. Lo siniestro ..................................................................... 115
6.2.1. Lo siniestro, "sublime negativo", 118.
3.1. Fundamentos psicológicos de la Literatura ......................... 65
3.2. Mecanismo psíquico que origina la actividad literaria: la
sublimación .................................................................... 66 Capítulo 7: CREATIVIDAD Y RECEPCIÓN LITERARIAS ............................ 119
3.3. Exteriorización del inconsciente: la fantasía ..................... 67
3.4. La ilusión ........................................................................... 71 7.1. Teoría de la creatividad ...................................................... 120
3.5. El símbolo ....................................................................... 71 7.1.1. La frustración pulsional, punto de partida, 120;
3.6. El retorno de lo reprimido. La formación de compromiso .. 73 7./.2. La inspiración, 120.
3.7. La forma artística, "placer preliminar" ................................ 75 7.2. Finalidad de la Literatura ................................................... 122
3.8. La Literatura, creación de un mundo propio y completo .... 76 72./. El placer (en el autor y en el receptor), 123; 7.2.2. La
catarsis, 124; Identificación y catarsis, 126; 72.3.
Capítulo 4: FUNCIONAMIENTO DEL INCONSCIENTE EN LA LITERATURA Restablecimiento del equilibrio colectivo, 126; 7.2.4.
Y EN EL SUEÑO ......................................................................... 79 "Aut prodesse aut delectare": la finalidad de los
"Marchen", 127.
4.1. El inconsciente individual: los mecanismos del sueño y los 7.3. Teoría de la recepción ........................................................ 130
procedimientos literarios ................................................... 79 7.3.1. El valor literario, 130; 73.2. Teoría de la interpreta-
4.1.1. Contenido latente y contenido manifiesto, 80; 4.1.2. ción: la "sobreinterpretación", 132.
Condensación, 82; 4.1.3. Sobredeterminación, 84;
4.1.4. Dramatización, 85; 4.1.5- Desplazamiento,
Capítulo 8: CRÍTICA LITERARIA PSICOANALÍTICA (I) .......................... 135
86; 4.1.6. Figurabilidad. Fragmentación, 87; 4.1.7.
Lógica del sueño, 89; 4.1.8. Fachada del sueño (elabo-
8.1. Freud, Jung y Lacan ........................................................ 135
ración secundaria), 90.
4.2. Conclusión: mecanismos del Imaginario ........................... 91 8.2. Freud, el arte y la literatura .............................................. 136
8.3. La línea crítica freudiana .................................................. 138
8.3.1. Patógrafos y psicobiógrafos, 140; 8.3.2. Ch. Mauron:
Capítulo 5: GÉNEROS LITERARIOS Y PSICOANÁLISIS la psicocrítica, 142; 5.3.3. La crítica temática, 145;
8.3.4. La crítica freudiana en EEUU, 147; 8.3-5.
5.1. Géneros literarios: evolución personal y sueños colectivos .. 93 Otros autores, 148.
5.2. Fundamentación psicoanalítica del teatro: la vida corno 8.4. Freud: Análisis de Edipo rey .............................................. 149
drama ............................................................................... 94 8.5. Freud: Análisis de Hamlet ................................................. 152
5-2.1. El dolor, base del teatro y de los subgéneros dramáticos, 8.5.1. Jones: Análisis de Hamlet, 154.
95; 5.2.2. El tema profundo del teatro: el complejo de 8.6. El complejo de Edipo y la crítica freudiana ...................... 156
Edipo, 97.
5.3. Fundamentación de la novela ......................................... 98 Capítulo 9: CRÍTICA LITERARIA PSICOANALÍTICA (II) ........................... 157
5.3.1. La novela familiar, prototipo narrativo, 100; 5-3.2.
La novela familiar y el complejo de Edipo, 101. 9.1. Jung .................................................................................. 157
5.4. El mito: estudio e interpretación ........................................ 102 9.2. La línea crítica junguiana ................................................. 158
5.5. El poema épico ............................................................... 104 9.2.1. Ch. Baudouin, 161; 9.2.2. M. Bodkin, 163; 9.2.3.
5.6. El cuento popular ............................................................. 106 Otros autores, 164.
9.3. Jung: Análisis del arquetipo de la madre ......................... 165
Capítulo 6: ESTUDIO DE CATEGORÍAS ESTÉTICO-LITERARIAS ........... 109 9.4. Lacan ................................................................................. 168
9.5. La línea crítica lacaniana .................................................. 169
6.1. La comicidad ................................................................... 109 9.6. Lacan: Análisis de "La carta robada" ............................... 170
6.1.1. El humor, 110; 6.1.2. Lo cómico, 110; 6.1.3. El chis-
Capítulo 10: ANTROPOLOGÍA Y PSICOANÁLISIS: CRITICA MÍTICA Y
POÉTICA DEL IMAGINARIO ........................................... 177

10.1. Panorama general .......................................................... 177


10.2. "Myth Criticism" .......................................................... 178
10.2.1. J. Campbell, 180; "The Quest-Myth": otros autores, 181;
70.2.2. N. Frye, 182.
10.3. Poética del Imaginario ................................................... 185
10.3.1. G. Bachelard: el lenguaje de la. imaginación, 186; 10.3.2.
G. Durand, 189; El Imaginario según Durand, 190;
Autocrítica y mitoanálisis, 191; Influencias sobre este
sistema, 192; 10.3-3. J. Burgos, 194; 10.3.4. A.
García- Berrio, 196; 10.3.5. Otros autores, 198; 10.3.6.
Aportes de la-Poética del Imaginario, 198.
10.4. Fundamentación biológica de lo psicológico: Pavlov,
Betcherev y la Reflexiología ........................................... 199
10.4.1. El reflejo: Fisiología de la actividad psíquica, 199; 10.4.2.
Pavlov: Teoría de los reflejos, 200; 10.4.3. Betcherev: la
Reflexología, 203.

Capítulo 11: "GESTALTPSYCHOLOGIE", "BEHAVIORISM", PSICOLOGÍA


HUMANISTA Y PSICOLOGÍA COGNITIVA. SU RELACIÓN
CON LA LITERATURA ..................................................... 205

11.1. Panorama general ......................................................... 205


11.2. La "Gestaltpsychologie" ................................................ 206
11.2.1. "Gestalt"y Literatura, 209.
11.3. La "Behavior Psychology" ............................................... 210
77.3.1. "Behaviorism "y Literatura, 212.
11.4. La Psicología Humanista .............................................. 213
11.4.1. Psicología Humanista y Literatura, 215.
11.5. La Psicología Cognitiva ................................................ 216
11.5.1. Psicología Cognitiva y Literatura, 218.

CONCLUSIÓN .............................................................................. 221

BIBLIOGRAFÍA ............................................................................. 225


.

INTRODUCCIÓN

Consideraciones previas

El objetivo de este trabajo es examinar la fecundidad de la


relación entre Psicología y Literatura. Sin embargo, como la
consideración exhaustiva y totalmente simétrica de esta rela-
ción (importancia de la Psicología para la Literatura, e impor-
tancia de la Literatura para la Psicología) requeriría un volumen
de mucha mayor dimensión que el aquí ofrecido, reduciremos
nuestra exposición a la primera perspectiva: enriquecimiento de
la Literatura desde la Psicología. O dicho de otro modo: puesto
que la Psicología en el siglo XX se fragmenta en una pluralidad
de corrientes y enfoques, nuestro objetivo será examinar la
repercusión de esas diferentes corrientes psicológicas sobre la
Teoría y Crítica literarias, así -como sobre la Literatura propia-
mente dicha (obras literarias), cuyo entramado diacrónico
estudia la Historia de la Literatura.
Este trabajo va dirigido a estudiosos -profesores y estu-
diantes- de Filología, y en general a personas cultas de Letras.
Por ello presuponemos un buen conocimiento de las cuestio-
nes de Teoría de la Literatura, y una relativa documentación
sobre las cuestiones psicológicas. En consecuencia, hemos con- raíz de todas las demás. Sin ella sería imposible entender el resto
siderado más informativo para este "lector ideal" explicitar los de escuelas psicoanalíticas. El psicoanálisis freudiano, pues, es la
conceptos psicológicos que fundamentan las distintas corrien- columna vertebral de nuestro enfoque. Nos parece que no con-
tes de la Psicología del siglo XX, y en cambio omitir la viene confundir al lector con derivaciones que siempre desdibu-
explicitación de los conceptos teórico-literarios. jan la línea maestra, con el riesgo de perder ambas perspectivas.
Dentro de las distintas escuelas psicológicas del siglo XX, la No obstante, dada la importancia y fecundidad de algunas de
más importante para la Literatura nos parece el Psicoanálisis. estas derivaciones, hemos introducido breves exposiciones doc-
Por ello dedicaremos a esta corriente y a su relación con la trinales de los psicoanalistas que consideramos con mayor relie-
Literatura una parte muy sustancial del presente libro. ve para la Literatura después de Freud: Jung y Lacan. Además,
Aun así, la labor que realizamos supone un recorte perso- acá y allá, recogemos puntos aislados en los que otros psicoana-
nal en el conjunto de la problemática. De hecho, cualquier listas han complementado la teoría freudiana, cuando ello
libro que se pueda escribir sobre este tema debe renunciar a la repercute sobre la consideración de la obra literaria.
exhaustividad. Por una parte, la bibliografía se ha convertido En tercer lugar, la inmensa mayoría de escritos sobre el tema
ya en enciclopédica. Por ejemplo, limitándonos solamente a la de Literatura y Psicoanálisis son de Crítica literaria. Están las
bibliografía sobre Psicoanálisis y Literatura, y aún dentro de monografías sobre un escritor en particular, están los libros colec-
ella a la rama psicoanalítica de Jung (que no es precisamente la tivos (antologías, colecciones de estudios, examen de una litera-
más nutrida de estudios), Jos van Meurs recoge y comenta 902 tura determinada desde la perspectiva psicoanalítica —por ejem-
obras en lengua inglesa en su libro Jungian Literary Criticism, plo, D. Rancour-Laferriére, 1989-, etc.). Incluso existe algún
1920-1980. An annotated, critical bibliography of works in libro de conjunto sobre la historia de la Crítica literaria psicoana-
English (with a selection of titles after 1980) (1988 y 1991). lítica en un país concreto: el lector español ya conoce el excelente
Otro dato: En la Biblioteca del Congreso de Washington, que libro de Anne Clancier, que despliega el panorama francés de la
hemos consultado, el tema "Psychoanalysis and Literature" Crítica psicoanalítica desde sus orígenes en Freud hasta 1973.
cuenta con 437 libros. Además, las revistas más importantes de Personalmente, hemos preferido centrarnos en el flanco
Literatura y Teoría literaria no dejan de sacar números dedica- menos frecuentado de esa ingente montaña bibliográfica: en la
dos, íntegra o parcialmente, a los estudios literario-psicoanalíti- Teoría literaria psicoanalítica. Así nos detenemos con particular
cos. Se impone, pues, la selección. atención en los aportes del Psicoanálisis para la Teoría de la
En segundo lugar, la escuela psicoanalítica, aunque esté Literatura, que son muchos y no bien conocidos. Hemos dejado,
centrada en las doctrinas de Sigmund Freud, ha conocido en consecuencia, un tanto en la sombra la Crítica psicoanalítica,
desde muy temprano la disidencia: primero Adler y Jung; des- aunque no totalmente, pues con fines metodológicos hemos
pués el "sociopsicoanálisis" de Reich y otros, hasta llegar al incluido algunas muestras básicas de ella -como los análisis de
"psicoanálisis cultural" (p. ej., Fromm, Marcuse o Foucault) e Freud y Lacan sobre Edipo y Hamlet- y un sucinto panorama
incluso al "esquizoanálisis" (p. ej., Guattari). Y ha conocido la internacional, que complementa el enfoque francés de Clancier.
escuela psicoanalítica, por parte de otro conjunto de personas, Hemos prestado atención especial en este libro, dentro de
si no disidencias frontales, sí modificaciones en la teoría o deri- la ingente bibliografía de Teoría y Crítica psicoanalítica, a los
vaciones importantes: la "escuela inglesa" de Melanie Klein, trabajos escritos por los psicoanalistas, o bien por críticos lite-
por ejemplo, o la "Ego Psychology" de Hartmann, o la escuela rarios de probada formación psicoanalítica, con preferencia
de Lacan. ¿En cuál de todos estos registros deberíamos situar sobre los más difundidos de los críticos, ya que esos trabajos
nuestra exposición? suelen contener un mayor rigor doctrinal.
Sobre este punto, nuestra elección ha sido exponer de Dada la incomunicación existente entre los saberes hoy
modo prioritario la doctrina de Sigmund Freud. Es la base y la día, la dificultad fundamental de la Crítica literaria psicoanalí-
10
11
tica es su interdisciplinaridad: es necesario conjuntar amplios mo", del libro de Anne Clancier (1979), así como en la sección
conocimientos tanto en el campo literario como en el psicoa- 3 del libro de Jean Le Galliot y AA.VV. Psychanalyse et langages
nalítico. Solamente personas que han dedicado muchos años critiques (sección a cargo de Roland Le Huenen y Paul Perron).
de su vida tanto a estudiar el Psicoanálisis como a estudiar la Otra cosa muy diferente del "psicoanálisis existencial" de
Literatura, pueden hablan con autoridad. Cuando se trata de Sartre es el "Psicoanálisis existencial" de la Escuela fenomeno-
la crítica literaria psicoanalítica, algunos autores introducen lógica o existencialista de Psiquiatría. Integrada fundamental-
una dicotomía: el "psicoanálisis de los psicoanalistas" frente al mente por Eugéne Minkowski, Ludwig Binswanger y L. von
"psicoanálisis de los críticos literarios". Es una falsa dicotomía, Weizsácker, recoge conceptos como "angustia", "estar en el
porque cuanta mayor formación psicoanalítica posee el crítico mundo", tiempo y espacio como coordenadas del hombre, y el
(p. ej., Charles Mauron, Charles Baudouin, Elizabeth Wright, "encuentro" entre médico y enfermo como fenómeno existen-
Meredith Anne Skura), o cuanta mayor formación literaria cial. De todos modos, tampoco trataremos en este libro del
posee el psicoanalista (p. ej., Didier Anzieu), mejores son sus "Psicoanálisis existencial", pues no establece conexión con la
resultados. Y al revés: Conviene no minimizar el hecho de que Literatura, que es nuestro objetivo.
muchísimas producciones que caen bajo el marbete de "crítica También vamos a dejar sin tratamiento la teorización que
psicoanalítica" son confusas, erróneas y deleznables. En pala- intenta conjuntar Psicoanálisis freudiano y marxismo, por con-
bras de Mauron: "No hay error mayor que el que puede oca- siderar que no ha aportado nada decisivo al campo que nos
sionar a la crítica moderna la utilización de un falso psicoanáli- ocupa. Su máximo exponente es Wilhelm Reich (1897-1957),
sis, sin experiencia clínica" (1986: 109). sucesivamente expulsado del Movimiento psicoanalítico y del
En aras de este acotar el campo y centrarlo en lo que consi- Partido comunista, para acabar hundiéndose en la enfermedad
deramos aportes definitivos del Psicoanálisis para la Literatura, mental. Esta dirección, bastante seguida en las democracias
hemos dejado de lado algunos tipos de autodenominados "psi- occidentales, tiene como exponentes principales los nombres
coanálisis". Por ejemplo, el "psicoanálisis existencial" de del antipsiquiatra Félix Guattari y del filósofo Gilíes Deleuze.
Jean-Paul Sartre. Lo hemos omitido porque Sartre rechaza el En Italia, Armando Verdiglione conjunta esta especial visión
postulado del inconsciente -que es la piedra angular del del Psicoanálisis con el interés por la Semiótica. Más remota-
Psicoanálisis-y reduce el hecho psíquico a la conciencia, mente, comparten algunos puntos de vista Herbert Marcuse y
eliminando así toda posibilidad de psicoanálisis. Por otra parte, Michel Foucault. Consideran el Psicoanálisis un discurso de
el querer sustituir el concepto de "inconsciente" por el de poder (Foucault, Verdiglione), rechazan el complejo de Edipo
"mala fe", como hace Sartre, es inadmisible y, en palabras de (Deleuze-Guattari: el "esquizoanálisis"), y prestan atención
Charles Baudouin, "el que, desde el comienzo, está mal máxima al sexo (Reich, Marcuse, Brown). Para mayor infor-
dispuesto hacia "el otro" y presto a imputarle intenciones mación, Elizabeth Wright, 1985: 155-169.
preferentemente desagradables, hará mejor en no inclinarse Una vez acotado el campo de nuestro trabajo, vamos a
hacia la carrera de psicoterapeuta" (Baudouin, 1967). Por su exponer una panorámica de la Historia de la Psicología hasta
parte, Erich Fromm afirma: "las ideas psicológicas de Sartre, llegar a la corriente que más nos interesa por su conexión con
(...) aunque brillantes, son, no obstante, superficiales y carecen la Literatura: el Psicoanálisis de Sigmund Freud.
de sólida base clínica" (Fromm, 1970: 9). Personalmente,
creemos que el movimiento psicoanalítico tiene una entidad Breve panorámica de la Psicología
suficiente por sí mismo y no necesita recoger todo lo que lleve
la etiqueta de "psicoanálisis" sin serlo. La Psicología, como ciencia independiente, nace en los
Con todo, el lector interesado en este "psicoanálisis exis- últimos años del siglo XIX, y se desarrolla con pujanza desde
tencial" en relación con el psicoanálisis freudiano, encontrará comienzos del XX.
material en el capítulo II, "El psicoanálisis y el existencialis-
12 13
Con anterioridad, la Psicología, el "saber sobre la psique" o estudia las semejanzas entre el hombre y el animal, y la Psico-
alma, era una rama de la Filosofía, y como tal fue abordada por logía Diferencial, que estudia lo contrario. La primera línea
los grandes pensadores de la Humanidad, desde los filósofos será seguida por numerosos psicólogos y escuelas, que conside-
griegos hasta los empiristas ingleses. El sucesor de Kant en la ran al hombre como un grado más en la escala filogenética: así
el Conductismo de Watson y Skinner (sobre el que trataremos
cátedra de Filosofía de Kónigsberg, Johann Friedrich Herbart
más adelante), o la Reflexología de Pavlov y Betcherev. Más
(1776-1841), en La psicología como ciencia fundamentada en la
recientemente, la Biología (estudio del comportamiento ani-
experiencia, en la metafísica y en la matemática (1825), aspiró a
mal), se independiza de la Zoología gracias a la obra de
probar la independencia y la cientificidad de la Psicología. Pero
Kon-rad Lorenz, y sirve de referente tanto a la Psicología
en realidad es en el siglo XIX cuando el avance de una rama
Comparada como a la Antropología. Konrad Lorenz, médico y
médica, la Fisiología, junto con la última orientación materia-
zoólogo, premio Nobel, es autor de libros como L 'agression. Une
lista de la Psicología -la imprimida por los pensadores ingle-
histoire naturelle du mal (Das sogenannte Bose. Zur
ses- hace que los estudios sobre el alma sean atraídos hacia el
Naturgeschichte der Agression, 1963, 1969), que arrojan
campo médico, iniciándose así el estudio "científico" de ella.
fascinantes luces indirectas sobre el hombre. Sus datos entrarán
La Psicofisiología experimental puede considerarse, efecti-
en la Teoría y Crítica literaria a través de Gilbert Durand.
vamente, como el origen de la moderna Psicología científica.
Por otra parte tenemos la Psicología Diferencial: el estudio
El descubrimiento de Luigi Galvani (1737-1798) sobre la sen-
de las diferencias entre el hombre y el animal, y también el estu-
sibilidad de los nervios de una rana disecada, corporeizaba la
dio de las diferencias entre unos y otros hombres. La
creencia anterior en los "espíritus animales" de la psique, y
Caracte-riología, que se remonta a los filósofos griegos (en
establecía la naturaleza bioeléctrica del impulso nervioso. La
especial Teofrasto) y sobre todo a los médicos (Hipócrates,
explicación fisiológica de los fenómenos psíquicos ocupa a Galeno), se refuerza a lo largo del siglo XIX con las
otros científicos, como Charles Bell (1774-1842), con sus aportaciones de la Frenología, que infiere las cualidades de
estudios sobre anatomía del cerebro; a Wilhelm Weber una persona de la morfología de su cráneo (Franz Josef Gall,
(1804-1891) o a Gustav Theodor Fechner (1801-1887), con 1758-18282), y con las aportaciones de la Fisiognomía (Cesare
sus respectivos trabajos psicofísicos (especialmente, de este Lombroso3, 1835-1909; W. H. Sheldon 4; etc.) y de la
último, Elemente der Psyckophysik, 1860, 2 vols., donde estudia Psicología individual (Francis Galton5, 1822-1911; Ernst
las relaciones funcionales entre el espíritu y el cuerpo humanos, Kretschmer6, 1888-1964).
sobre todo el campo de las sensaciones); a Hermann von
Helmholtz (1821-1894), cuyo Handbuch derphysiologischen 2
Gall es autor del libro Anatomía y Fisiología del sistema nerviosos en general y del
Optik (3 vols.: 1856,1860 y 1866) sienta las bases cerebro en particular, con observaciones sobre la posibilidad de reconocer muchas disposi
neurofisiológicas de la visión y la recepción cerebral de los ciones intelectuales y morales del hombre y de los animales por la configuración de sus
colores; a Santiago Ramón y Cajal (1852-1934; premio Nobel cabezas (1810).
3
1906) y su teoría de la neurona; etc. El médico, antropólogo y criminalista italiano Lombroso escribió, entre otras
obras, El genio y la locura y El hombre criminal.
Al margen de la Fisiología se sitúan las indagaciones del 4
Sheldon, famoso caracteriólogo norteamericano, escribió en 1942 Las varieda
filósofo Hermann Ebbinghaus (1850-1909) sobre la memoria des del temperamento. Una psicología de las diferencias constitucionales. Observa tres
(Uber das Gedachtnis, 1885). Además, la publicación del libro tipos básicos, que se corresponden bastante con los tres tipos puros de Kretschmer:
"endomorfos", "mesomorfos" y "ectomorfos".
de Charles Darwin (1809-1882) The Origin ofSpecies1 (1859) 5
Galton, seguidor de Darwin, imprimió carácter científico a la Psicología indivi
suscita dos líneas indagatorias: la Psicología Comparada, que dual. Expresó su teoría de que los rasgos psíquicos y los talentos de la persona, al igual
que los físicos, son hereditarios, en Investigaciones sobre el talento humano y su desarro-
1 llo (1883) y en El genio hereditario (1869).
El título completo es: The Origin ofSpecies by Means of Natural Selection or the 6
Del importante caracteriólogo Ernst Kretschmer tenemos, en español, tres de
Preservation ofFavoured Races in the Strugglefor Life.
sus principales libros: Constitución y carácter, Hombres geniales y Psicología médica

14 15
La Psicología científica del siglo XX está configurada por ción o autoobservación, la cual es sometida luego a control
tres grandes escuelas, que son: el Estructuralismo (cuyo cabeza minucioso en el laboratorio. Para Wundt, toda la actividad
de fila es Wilhelm Wundt, en Alemania), el Funcionalismo y mental está formada por sensaciones, afectos (o sentimientos) e
Conductismo (surgidos en Estados Unidos, con J. Dewey y J. imágenes. De estos campos, el único que pudo estudiar a
B. Watson, respectivamente), y el Psicoanálisis (nacido en Aus- fondo Wundt fue la sensación. De la mente, Wundt y su
tria con Sigmund Freud). Las dos primeras escuelas, buscando escuela -también Titchener- estudian su estructura (qué ele-
la cientificidad, se centran en el estudio exclusivo y medible de mentos fundamentan los procesos mentales, así como sus cua-
todo lo que puede ser observado mediante los sentidos exter- lidades y las leyes de composición. Por otra parte, piensa
nos. Descartan así tanto lo cognoscitivo como la vida interior Wundt que la voluntad es el prototipo de todos los procesos
del hombre, centrándose con especial atención en el estudio de psíquicos, con lo cual enlaza con los "filósofos de la voluntad"
la conducta humana. La tercera, profundizando en el fenómeno alemanes: Schopenhauer, Nietzsche, etc.
de la "voluntad" (concepto esencial en filósofos como Schopen- El Funcionalismo norteamericano tiene como base el prag-
hauer y Nietzsche), estudia las raíces últimas de la volición hu- matismo que caracteriza a ese pueblo. Aunque los componentes
mana, del deseo: el impulso o instinto. de esta escuela se forman en Alemania con Wundt y aceptan su
Antes de pasar a considerar la tercera de estas corrientes -la experimentalidad, se apartan en seguida de su enfoque teórico,
más rica de enlaces con la Literatura-, diremos algunas pala- prefiriendo considerar el problema de la conciencia
bras acerca de las otras dos. darwinia-namente, como adaptación del organismo al
El Estructuralismo alemán fue fundado por Wilhelm ambiente.
Wundt (1832-1920), catedrático de Leipzig, fundador de las El fundador de la Psicología norteamericana y principal
revistas Philosophische Studien (1881-1902) y Psychologische antecedente del Funcionalismo es el filósofo y psicólogo
Studien (1905), y autor de Elementos de Psicología fisiológica (2 William James (1842-1910), hermano del novelista y teórico
vols., 1873 y 74), así como de la magna obra en diez volúme- de la novela Henry James (1843-1916). Como filósofo, son
nes Vólkerpsychologie (Psicología de los Pueblos, 1900-1920). famosos sus libros Varieties of religious experience (1902) y
Fundó el Laboratorio de Psicología Experimental de Leipzig, Pragmatism (1907)7. Catedrático de Psicología en Harvard, es
creándose en torno a él una escuela. Discípulos suyos fueron el el creador del Laboratorio de Psicología Experimental en 1876.
norteamericano Titchener y el ruso Betcherev, entre otros Publica en 1890 sus Principios de Psicología, del cual realizó un
muchos. Además, sus principios inspiraron la "escuela de resumen: Compendio de Psicología, 1892. De sus teorías (sobre
Würzburg" (Oswald Külpe, 1862-1915; Karl Marbe, los hábitos, sobre los estadios transitorios de la conciencia, etc.)
1869-1953; Adolf Mayer, 1867-1933; etcétera). A su interesa destacar -por la coincidencia con nuestro Unamuno y
muerte, el Estructuralismo decae en Alemania y es también con Juan Ramón Jiménez- sus ideas sobre el "yo".
sustituido por la "Gestaltpsychologie". Para James, el yo total se manifiesta como si fuera doble: una
Wundt sigue el modelo de la Química -con su sistema de faceta del yo conoce a la otra. Así distingue el "yo conocedor"
elementos y asociaciones entre ellos—, centrándose en el estu- (o "ego puro") y el "yo conocido" (o "ego empírico"). Éste es
dio de la conciencia. Metodológicamente, acepta la introspec- la suma de cuanto el "yo conocedor" puede llamar suyo: todo
lo material ("mí material"), todo lo social ("mí social") y todo
(Barcelona, Editorial Labor, 1954 todos ellos, y con numerosas reimpresiones). lo psíquico ("mí espiritual"). Hay tantos "mí sociales" como
Kretschmer divide los tipos en "puros", "mixtos" y "displásicos" o mal formados. Los personas que le conocen a uno. Por otra parte, el "yo conoce-
"puros", a su vez, se subdividen en: "pícnicos" (gordos, bajos, sociables, buenos come-
dores, alegres), "atléticos" (musculosos, con necesidad de acción, generalmente poco
dor" es la perpetua presencia del yo en la conciencia, lo que
pensadores) y "asténicos" o "leptosómicos" (fatigables, delgados, nerviosos, general-
mente intelectuales). 7
Pragmatism. A New Ñame for Same Oíd Ways of Thinking. (Trad. esp.
Pragmatismo, Madrid, Sarpe, 1984).

16 17
permite que cada acto sea sentido como propio y como unido considera la mente un objetivo inasequible, y por lo tanto
a los demás actos de la persona. acientífico; en su lugar propondrá el estudio de la "conducta",
También interesa destacar de William James, por su reper- algo medible y comprobable. Por su parte, el Psicoanálisis no
cusión sobre el Conductismo posterior, su teoría sobre la emo- se limitará al estudio de la mente, sino que extenderá su visión
ción ("What is an Emotion?", 1884). Tras distinguir entre al conjunto del "aparato psíquico", centrándose con preferen-
entre emociones "rudas" o intensas -como las pasiones— y cia en los elementos irracionales del comportamiento.
"sutiles" -como las morales y estéticas-, y centrarse en las pri- Si los estructuralistas estudian "qué" elementos existen en
meras, expone que los cambios corporales que acompañan a la la psique humana y "cómo" se combinan, los funcionalistas
emoción (sudoración, enrojecimiento, palpitaciones, etc.) no enfatizan el "para qué", y los psicoanalistas el "por qué": los
son consecuencia de la percepción mental del hecho excitante, aspectos dinámicos o motivacionales de la conducta.
sino causa precisamente de ella: estamos tristes porque llora- La tercera de las grandes escuelas psicológicas del siglo XX,
mos, o medrosos porque temblamos, y no al revés. Por lo el Psicoanálisis o Psicología analítica, posee una gran originali-
tanto, para controlar las emociones censurables, hay que co- dad. Frente a todas las demás corrientes contemporáneas, que
menzar favoreciendo las reacciones corporales contrarias: ale- interpretan fisiológica y anatómicamente los procesos menta-
grar la mirada, suavizar el rostro, etc. Hoy día, en Terapia de les, y estudian la mente desde el punto de vista de la
conducta, se aconseja lo mismo ("técnica de desensibilización conscien-cia y la racionalidad, el Psicoanálisis enfatiza la
sistemática"). irracionalidad del comportamiento del hombre, y propone la
Dejando aparte a este precursor, diremos que el Funciona- existencia del inconsciente como motor y eje de la conducta
lismo norteamericano comienza en realidad con J. Dewey humana.
(1859-1952) y con J. R. Angelí (1869-1949). Está ligado a las Podemos considerar, con Jung, que la persona y obra de
Universidades de Columbia y Chicago. También cabe incluir Freud "marcaron una época". El Psicoanálisis incide "práctica-
en esta escuela a Edward Lee Thorndike (1874-1949), discípulo mente en todos los ámbitos de la vida espiritual contemporá-
de James, que estudió la inteligencia animal. Los nea, con excepción de la ciencia natural exacta"8.
funciona-listas utilizan complementariamente los métodos de Dentro del panorama contemporáneo, el Psicoanálisis se
la introspección objetiva, la experimentación y la observación. aparta mucho del enfoque dominante en la Viena contemporá-
Estudian las operaciones mentales, la mente como mediadora nea de Freud, y se acerca en cambio al de los psicopatólogos
entre las necesidades del sujeto y el medio ambiente, y la franceses (Janet sobre todo; Charcot, Ribot, Liebeault, Bern-
correlación mente-cuerpo. Además, estudian también los heim), aunque sus presupuestos y método son completamente
procesos creativos en literatura, arte o ciencia. Por su parte, distintos.
Thorndike establece que el método de "ensayo y error" es el Para explicitar esta última afirmación, diremos que la
principio del aprendizaje tanto animal como humano (La Psicopatología francesa tiene como precursor al alemán Franz
inteligencia animal: estudio experimental sobre los procesos Antón Mesmer (1734-1815), cuya Mémoire sur la découverte
asociativos en animales, 1898; Psicología de la educación, 1903; du magnétisme animal (1779) conmovió intelectualmente a
Inteligencia animal: estudios experimentales, 1911). Europa. El hipnotismo había sido descubierto por el protector
El Funcionalismo se verá sustituido en Estados Unidos por de Mesmer, Armand-Marie-Jacques de Chastenet, marqués de
el Conductismo, del cual trataremos más adelante por no alar- Puysegur (1751-1825), y fue posteriormente continuado por
gar desmedidamente esta Introducción. Auguste Liebeault (1823-1904), autor de Du sommeil et des
Tanto los funcionalistas como los estructuralistas se cen- états analogues, consideres surtout au point de vue de Vaction du
tran en el estudio de la mente, por lo cual son calificados de
"mentalistas". Contra ellos reaccionará el Conductismo, que 8
Artículo publicado en el suplemento dominical del Basler Nachrichten,
18 1-10-1939. Apud G. Wehr, 1991: 101.

19
moral sur le physique, 1866. También fue continuado el hipno-
tismo por Hippolyte Bernheim, 1840-1919, profesor de la
Universidad de Nancy, que adopta el método de Liebeault en
1882 y publica De la suggestion et de ses applications a la
théra-peutique, 1886), creando una escuela que estudia la
hipnosis. Freud estuvo en el año 1889 durante unas semanas
en la Universidad de Nancy.
En cuanto a Théodule Ribot (1839-1916), diremos que
fue, académicamente, el fundador de la Psicología en Francia,
igual que Wundt lo había sido en Alemania. Consigue crear la
primera cátedra de Psicología Experimental en el Collége de
France (1888). Investiga sobre patología mental y sobre la afec-
tividad, concediendo importancia a la afectividad inconsciente
(La psychologie des sentiments, 1896).
Pero el más importante de los precursores franceses de
Freud es Jean-Martin Charcot (1825-1893), quien realizó su
tesis doctoral sobre L'automatismepsychologique, 1889, resulta-
do de sus experiencias sobre la base del hipnotismo. Organizó
científicamente el manicomio de La Salpétriére -en el cual
Freud realizó una estancia de trabajo-, y continuó profundi-
zando en el fenómeno de la hipnosis. Según H. F. Ellenberger
(El descubrimiento del inconsciente, 1986) Charcot es "el más
grande neurólogo de nuestro tiempo", y preparó el camino al
Psicoanálisis, puesto que Josef Breuer y Sigmund Freud partie-
ron de él para sus propios estudios sobre la histeria.
En el II Congreso Internacional de Psicología (Londres,
1892), presentó Janet un caso: Madame D., cuyas "ideas fijas
subconscientes" había descubierto por medio de la hipnosis, la
escritura automática y la charla automática. Con esta metodo-
logía, se convierte Janet en el precursor, tanto del "método
catártico" de Freud y Breuer (sobre el cual volveremos más
adelante) como de la Psiquiatría dinámica.
Sobre los principios del Psicoanálisis y su historia, tratare-
mos en próximos capítulos. También abordaremos, en capítu-
los posteriores, otras corrientes psicológicas como la
Reflexo-logía, la "Gestaltpsychologie", el "Behaviorism", la
Psicología Humanista y la Psicología Cognitiva.

20 21
1.

EL PSICOANÁLISIS: HISTORIA Y
CONCEPTOS BÁSICOS

1.1. Breve historia del movimiento psicoanalítico

1.1.1. Sigmund Freud (1856-1939)

Nacido en Freiberg (Moravia, hoy Eslovaquia, pero enton-


ces perteneciente al imperio austro-húngaro), en el seno de
una familia judía, a los tres años pasó a vivir en Viena con su
familia. Ingresó en la Facultad de Medicina, interesándose en
especial por la Fisiología y la Neurología, en cuyos campos rea-
lizó indagaciones personales. Recibió la influencia de su maes-
tro Brücke, para quien las leyes físico-químicas rigen al hom-
bre exactamente igual que al mundo natural. Tras doctorarse
en 1881, trabaja con Josef Breuer. Ambos ponen en marcha el
"método catártico": verbalización que el paciente realiza de sus
traumas para liberarse de ellos. En 1885-1886 va a París para
aprender la técnica del hipnotismo de Charcot. A su regreso,
abandona el método hipnótico y adopta el de la "asociación
libre de ideas", que viene a sustituir y perfeccionar el método
catártico.

20 21
En La interpretación de los sueños (1900) y en los libros 1.1.2. El movimiento psicoanalítico
siguientes, Freud elabora su propia doctrina y al mismo tiem-
po va recibiendo la adhesión de los primeros discípulos, casi Las fechas iniciales del Psicoanálisis como corriente psico-
todos judíos: el alemán Karl Abraham, el húngaro Sandor lógica podrían ser 1895 (Estudios sobre la histeria, de Breuer y
Ferenczi, el austríaco Otto Rank, el inglés Ernest Jones, etc.), Freud) o bien 1900 (La interpretación de los sueños, de Freud).
entre el escándalo de la sociedad vienesa y el repudio general Estas teorías fueron mal recibidas durante los primeros años.
de los científicos. En 1909 es invitado, junto con Cari Gustav Pero la tenacidad de Sigmund Freud hace que el Psicoanálisis
Jung, a dar un ciclo de conferencias en la Clark University se difunda primero por Austria e irradie pronto hasta Alema-
(Worcester, Estados Unidos). Al año siguiente funda en nia y Suiza. En 1906 recibe la adhesión de algunos psiquiatras
Vie-na la Asociación Psicoanalítica Internacional. Los suizos, no judíos, como Eugen Bleuler y Carl Gustav Jung. En
círculos psicoanalíticos más activos, además del de Viena, 1908 el movimiento psicoanalítico celebra su primera reunión
son el de Berlín (en torno a Abraham) y el de Zurich (en internacional, y en 1909 Freud y Jung son invitados por la
torno a Jung y Bleuler). En 1938, al ser invadida Viena por Universidad de Clark, iniciándose la expansión del Psicoaná-
los nazis, Sigmund Freud se exilia con su familia a Londres, lisis en Estados Unidos.
donde muere al año siguiente. En la década de 1910 se difunde fuertemente por Europa,
Los estudiosos distinguen tres etapas en la trayectoria vital y al mismo tiempo empiezan a producirse las primeras disen-
e intelectual de Freud: siones importantes: Alfred Adler, de Viena, y C. G. Jung, de
Zurich, crean sus propias escuelas psicoanalíticas. En 1921 se
1) Etapa preparatoria de maduración y búsqueda (1885- funda en Berlín el primer Policlínico público psicoanalítico
1897). Incluye la colaboración con Josef Breuer (1882- (con Instituto de enseñanza), y poco después se abre otro cen-
1894) y el descubrimiento de algunos conceptos bási tro similar en Viena. Así pues, el movimiento psicoanalítico en
cos del Psicoanálisis: el trauma de origen sexual, la la década de 1920 se muestra ya sólidamente arraigado en
transferencia, la asociación libre de ideas (1892), la Europa y América: en esta última Adolf Meyer difunde esta
interpretación de los sueños (1895), el complejo de teoría. En 1925 la Asociación Internacional de Psicoanálisis
Edipo, etc. cuenta ya con grupos en Viena, Berlín, Budapest, Londres,
2) Desarrollo del Psicoanálisis (1897-1922). En este período Suiza, Holanda, Moscú, Calcuta y Estados Unidos. Además, se
el descubrimiento más importante es el de la "primera expresa a través de dos revistas en lengua alemana: Interna-
tópica": los sistemas consciente, preconsciente e incons tionale Zeitschrift für Psychoanalyse, e Imago, y una en lengua
ciente. inglesa: International Journal of Psycho-Analysis. (Para la historia
3) Reformulaciones y nuevos descubrimientos (1923-1939). de estos primeros tiempos, es útil consultar dos trabajos del
En 1923 Freud formula su "segunda tópica" (el ello, el propio Freud: Historia del movimiento psicoanalítico -1914- y
yo y el super-yo) y aplica el Psicoanálisis a problemas "Psicoanálisis: escuela freudiana" -1926-). En la década de
metapsicológicos y sociales. 1930, el nacional-socialismo alemán proscribió el "psicoanálisis
judío", pero este movimiento en 1939 sigue expandiéndose por
Para la biografía de Freud, véase S. Freud: Autobiografía Estados Unidos y Argentina.
(1925); Stephan Zweig: Freud (1959); Ernest Jones: Vida y España es uno de los primeros países que, por iniciativa de
obra de Sigmund Freud (1970) y Ernst Freud y AA.W.: José Ortega y Gasset, traduce las Obras Completas de Freud en
Sigmund Freud. Su vida en imagen y texto (1980). Para su obra, 1923 (Madrid, Biblioteca Nueva). Esta traducción recibe el
véase Erich Fromm: La misión de Sigmund Freud. Su personali- visto bueno del mismo Freud, quien conocía la lengua española
dad e influencia (1980). (Edward C. Riley, 1991). Pero la guerra civil corta radical-
22 23
mente el naciente interés en nuestro país, y la segunda guerra en el clásico libro de Jean Laplanche y Jean-Baptiste Pontalis
mundial apaga por algunos años el de Occidente. Vocabulaire de la psychanalyse (1967).
Después de 1945, el Psicoanálisis se desarrolla en el mundo Nuestra exposición comprenderá tres partes: 1) Los con-
de manera irregular, según los países: Prohibido oficialmente ceptos que vertebran el Psicoanálisis según Freud y su escuela;
en Rusia, China y demás países comunistas, tampoco puede 2) Los principales puntos reflexivos del Psicoanálisis según
arraigar en los países subdesarrollados. Por el contrario, en los Jung; y 3) Principales aportes del Psicoanálisis de Lacan.
países con economía libre y alto nivel de vida -Europa occi- Para exponer con brevedad lo esencial del Psicoanálisis de
dental, Estados Unidos, Canadá, Argentina, etc.- conoce una Freud, vamos a seleccionar cinco puntos:
difusión espectacular.
En España, por diversas circunstancias (postguerra, mal 1) Estructura de la personalidad.
estado de la Psiquiatría y casi inexistencia de la Psicología hasta 2) Etapas de la evolución psicogenética del hombre.
tiempos recientes), el Psicoanálisis no alcanza difusión hasta las 3) Conceptos complementarios: Narcisismo, fijación y re
décadas de los años 1960 y sobre todo de 1970, gracias a los gresión.
esfuerzos de la Sociedad Española de Psicoanálisis, la Asocia- 4) Funcionamiento general del aparato psíquico.
ción Psicoanalítica de Madrid, Escuela Europea de Psicoaná- 5) Principios del funcionamiento mental: principio de pla
lisis del Campo Freudiano (Cataluña), y algunos grupos de cer y principio de realidad.
psiquiatras.
Prueba del interés actual en nuestro país —desde 1970 en
adelante- por la teoría analítica son las numerosas traduccio- 1.2.1, Estructura de la personalidad: las dos "tópicas"
nes de las obras clásicas de esta dirección, así como de otras
nuevas obras en este campo (entre las últimas, la de José La teoría que trata de la estructura de la personalidad fue
Gui-món: Psicoanálisis y Literatura, 1993); y la publicación formulada por Freud en dos ocasiones: en 1900, en La inter-
de diversas revistas psicoanalíticas o afines, como la Revista del pretación de los sueños (Die Traumdeutung), cap. VII, y en
Instituto de Estudios Psicosomáticos y Psicoterapia Médica, dirigi- 1923, en El yo y el ello (Das Ich unddas Es). Ambas formulacio-
da por los Dres. Rof Carballo y Rallo Romero, o la traducción nes se complementan, y son conocidas como "tópicas", ya que
en Barcelona de las revistas lacanianas Ornicar y Freudiana. Freud formula la hipótesis de que el aparato psíquico funciona
mediante una serie de sistemas relacionados entre sí, lo cual
permite considerar de manera metafórica al psiquismo como
MI II /• II . / ll\

1.2. Conceptos básicos del Psicoanálisis de Freud un lugar (griego topos ).


La "primera tópica" distinque tres sistemas: el "inconscien-
El Psicoanálisis, como toda rama del saber, tiene su corpus te", el "preconsciente" y el "consciente".
doctrinal específico. Si no conocemos esta doctrina y su termi- El inconsciente está constituido por las pulsiones innatas y
nología propia, al menos en sus líneas generales, nos resultará los deseos y recuerdos "reprimidos" que intentan volver a la
extraña y casi ininteligible la Teoría y Crítica literaria conciencia y a la acción. Por "pulsión" o "instinto" entiende
psicoana-lítica. Por ello hemos trazado una breve exposición Freud la carga energética que mueve al organismo hacia un fin.
que recoge los conceptos psicoanalíticos más usuales. La Las pulsiones, según los escritos de Freud anteriores a 1920,
doctrina es de Freud, la selección y ordenación del material, son de dos tipos fundamentales: sexuales y de
nuestra (para ellas hemos contado con la valiosa ayuda del Dr. autoconserva-ción (o "pulsiones del yo"). Las pulsiones sexuales
D. Fernando Leal Herrero, a quien expresamos nuestra se manifiestan en la "libido" o energía del amor. Esta puede
gratitud), y para la definición de los términos psicoanalíticos orientarse en dos direcciones: hacia el propio sujeto ("libido
nos hemos apoyado del yo" o "nar-

24 25
cisista"), o bien hacia un objeto del mundo exterior, casi siem- La "segunda tópica" fue elaborada por Freud para explicar
pre persona ("libido objeta!"). En cuanto a las pulsiones de mejor las defensas inconscientes. Las "defensas" son una serie
autoconservación o pulsiones del yo-cuyo símbolo es el Hambre, de operaciones que sirven para mantener al individuo en su
frente al Amor de las pulsiones sexuales—, pueden entrar en propio ser. Actúan sobre las pulsiones y sobre representaciones
conflicto con estas últimas. pulsionales (recuerdos, fantasías, etc.). El agente de estas
En su obra Más allá del principio de placer (Jenseits des "defensas" es el "yo", y a quien ellas benefician es igualmente
Lustprinzips, 1920), Freud reformula su teoría de las pulsiones, al "yo". En Psicoanálisis se habla, por ello, de "mecanismos de
dividiéndolas en dos tipos básicos: las de vida (simbolizadas en defensa del yo".
Eros), y las de muerte (Tanates). Las pulsiones de vida, que englo- En la historia del movimiento psicoanalítico, el estudio de
ban tanto las sexuales como las de autoconservación, tienden a los mecanismos de defensa es un tema de primer orden a partir
mantener la vida y a prolongarla. En cambio, las pulsiones de del libro de Freud Inhibición, síntoma y angustia (Hemmung,
muerte tienden al reposo, a la supresión de las tensiones. Las pul- Symptom und Angst, 1926). Otro libro clave en este campo es el
siones de muerte pueden dirigirse tanto al sujeto como al objeto de Anna Freud El yo y los mecanismos de defensa (Das Ich und
(en estos casos se denomina "pulsión agresiva" —término intro- die Abwehrmechanismen, 1936). Aquí la hija del fundador del
ducido por Adler en 1908- o bien "pulsión de destrucción"). Psicoanálisis describe diez tipos de mecanismos: represión,
La libido en Freud es la energía que subyace en las transfor- regresión, formación reactiva, aislamiento, anulación retroacti-
maciones de la pulsión sexual. Por su parte, Jung amplía este va, proyección, introyección, repliegue sobre sí, transformación
concepto en la dirección etimológica (latín 'gana, 'deseo'), y en lo contrario y sublimación. Por su parte, la psicoanalista
entiende por "libido" la energía psíquica en general, presente infantil Melanie Klein describe otros mecanismos de defensa.
en todo lo que tiende hacia algo: el "apetito". Veamos un poco detenidamente los principales mecanis-
Decíamos que el material del "inconsciente" (las "pulsio- mos de defensa. La represión (alem. Verdrángung; fr.
nes" innatas y los deseos y recuerdos reprimidos) tiende a vol- refoule-ment) es con mucho el más importante. Podríamos
ver a la conciencia y a la acción. Esto sólo lo logra si se somete afirmar, con Freud, que la represión es "la piedra angular del
a las deformaciones de la censura. (La "censura" es la función Psicoanálisis". La represión es la operación por la cual el sujeto
que impide el paso a los deseos inconscientes y a sus formacio- intenta mantener en el inconsciente ciertas representaciones
nes, desde el inconsciente hasta el "preconsciente-consciente"). (pensamientos, recuerdos, imágenes) ligadas a la pulsión. La
El preconsciente, el segundo sistema de la primera tópica, represión actúa cuando la satisfacción de la pulsión
está formado por contenidos que son accesibles para la con- -satisfacción que acarrea placer- puede provocar un conflicto
ciencia (p. ej., conocimientos y recuerdos no actualizados, o entre el yo y otras instancias: el ello y el super-yo.
bien contenidos inconscientes que han sido hechos accesibles *•>- La proyección es la operación por la cual el sujeto extrae de
al preconsciente mediante la deformación de la censura). En el sí y localiza en otro ser (persona o cosa) pulsiones, o sentimien-
paso del preconsciente al consciente, Freud sitúa una segunda tos, o deseos que él desconoce o rehusa poseer. Es un mecanis-
censura, de naturaleza igual a la primera pero con función dife- mo muy frecuente, que actúa sobre todo en la paranoia y en la
rente: no deformante sino selectiva. Esta "segunda censura" superstición.
evita que acudan a la conciencia preocupaciones perturbado- La sublimación es eLproceso que explica actividades huma-
ras, y ayuda a la atención. nas aparentemente no relacionadas con la sexualidad, pero cuya
Por último, el consciente se sitúa en la periferia del aparato fuente primera es la pulsión sexual. Ésta se sublima derivándo-
psíquico, recibe las informaciones procedentes del mundo se hacia un nuevo fin no sexual, hacia objetos elevados social o
exterior así como del interior: las sensaciones de la serie moralmente. Las principales actividades sublimadas que Freud
"pla-cer-displacer" y las reviviscencias mnésicas. describe son la creación artística y la investigación intelectual.
26 27
La "segunda tópica" establece la existencia en el aparato temprana infancia procuran placer y satisfacen necesidades
psíquico de tres instancias: el "yo", el "ello" y el "super-yo" (o básicas (respirar, tener hambre, evacuar, etc.). Desde este con-
bien el "ego", "id" y "superego", si se prefiere la terminología cepto tan amplio de la "sexualidad" podemos entender que el
latina). »N bebé es "perverso" (porque está sometido a las pulsiones eróti-
El W/0 es el polo pulsional de la personalidad: Está formado cas en sus zonas erógenas sin tener acceso aún a la correcta
por pulsiones innatas que tienden a satisfacerse. sexualidad adulta), y también que es "polimorfo" (porque
El yo representa los intereses de la persona y está investido puede obtener el placer por diversas vías).
(cargado) de libido narcisista. El yo no es innato, como el ello, También en Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad y
sino que se forma entre el 6° mes de la vida humana y los 3 después en La organización genital infantil (1923) distingue
años. El yo actúa tanto a nivel inconsciente como preconscien- Freud tres estadios pre-genitales (previos al desarrollo total de
te y consciente. En su función de mediador entre las pulsiones la sexualidad): el oral, el anal y el fálico.
y el mundo, tiene que recurrir el yo, para mantener su equili- En el estadio o etapa oral, el placer sexual está unido a la
brio, a los mecanismos de defensa, los cuales son -como acaba- excitación de la boca y los labios durante la alimentación. Esta
mos de señalar- diversas operaciones que protegen al yo: repre- actividad organiza la "relación de objeto", es decir, el impulso
sión, proyección, sublimación, condensación, desplazamiento, que el sujeto (el niño) despliega hacia su "objeto" (persona sig-
etcétera. nificativa para el sujeto y con quien éste mantiene una relación
En cuanto al super-yo, es la instancia de la personalidad que específica de amor o de odio: la madre en este caso). El bebé
interioriza en el niño la ley paterna y la norma social de la ama a su madre porque ella le procura el placer.
comunidad, con sus exigencias y prohibiciones. Surge el super- Por su parte, el alemán Karl Abraham, uno de los primeros
yo a partir de los 3 años o 3 y medio, en torno al período del y más fieles discípulos de Freud, propone en su "Esbozo de
"complejo de Edipo" -del cual hablaremos en breve-. Sus fun- una historia del desarrollo de la libido basada en el psicoanáli-
ciones principales son la conciencia moral, la auto-observación sis de los problemas psíquicos" (1924) subdividir la etapa oral
y la formación de ideales. en dos, según las diversas actividades de la lactancia: la succión
sola ("etapa oral precoz") y la succión con mordisqueo ("etapa
sádico-oral").
1.2.2. Etapas de la evolución psicogenética en el hombre En la etapa analsádica (entre los 2 y los 4 años, aproximada-
mente), la libido se orienta hacia la zona erógena anal. La "rela-
Freud descubre que las afecciones psiconeuróticas se origi- ción de objeto" se fija en la defecación -con sus dos posibilida-
nan en la temprana infancia. Esta teoría va elaborándola y per- des: expulsión o retención- y en el valor simbólico de las heces.
feccionándola entre 1897 y 1923. Un hito en su reflexión lo En esta etapa surgen los rasgos sádicos y masoquistas de la per-
constituye el libro Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad sonalidad. (Según K. Abraham, art. cit., también serían distin-
(Drei Abhandlungen zur Sexualtheorie), 1905. Aquí establece guibles dos fases dentro de esta etapa: en la primera el erotismo
una distinción entre la sexualidad adulta, la puberal y la infan- anal está ligado a la evacuación, y la pulsión sádica tiende a
til. Más adelante, en 1923, matiza aún más el carácter de la destruir el objeto; en la segunda el erotismo anal está ligado a la
sexualidad infantil: afirma que el niño es un "perverso poli- retención, y la pulsión sádica tiende a su control posesivo).
morfo". Esto significa que la sexualidad existe en el ser huma- Finalmente, en la etapa o estadio fálico se unifican las pul-
no desde su nacimiento, pero evidentemente no en su forma siones bajo la primacía de los órganos genitales. A diferencia de
de sexualidad adulta, con funcionamiento del aparato genital. la etapa genital de la pubertad, sin embargo, el niño ahora no
Freud postula que la sexualidad en el bebé comprende toda distingue todavía dos órganos sexuales diferentes, sino única-
una serie de actividades y excitaciones que ya desde la más mente uno: el masculino. La oposición entre hombres y muje-

28 29
res la establece sobre la base de la presencia o ausencia del y este temor le produce una intensa angustia. La niña, por su
pene. Esta etapa coincide con el "complejo de Edipo" o con su parte, siente su supuesta castración como desventaja ("envidia
resolución. (Véase, de Freud, "El final del complejo de Edipo": del pene"), la cual intentará negar o compensar.
"Der Untergang des Ódipuskomplexes", 1924). En el niño se La "envidia del pene" en la niña está ligada, pues, al "com-
manifiesta como "amenaza de castración", y en la niña como plejo de castración". Consiste en que la niña desea poseer un
"envidia del pene". pene también, sea en su interior (deseo de tener un hijo), sea
Expliquemos un poco esta problemática. El "complejo de externamente (en el acto conyugal).
Edipo" en el ser infantil (niño o niña) es una consecuencia de
la triangulación "padre-madre-niño". Reviste tres formas: posi-
tiva, negativa y completa. En su forma positiva -bastante fre- 1.2.3- Conceptos complementarios: narcisismo, fijación,
cuente-, consiste en amar al progenitor del sexo contrario y regresión
desear la desaparición (simbólicamente: muerte) del progenitor
del propio sexo, considerado como rival para poseer en exclusi- Puesto que estos conceptos están relacionados con las eta-
va el amor y la atención del progenitor del sexo contrario. En pas de la evolución psicogenética del ser humano, vamos a exa-
su forma negativa, al revés: amar al del mismo sexo y tener minarlos brevemente, ya que son fundamentales también en la
celos del contrario. Por último, en su forma completa, en las teoría psicoanalítica.
dos cosas al mismo tiempo, en mayor o menor grado. El perío- El narcisismo es el amor dirigido a la imagen de uno mismo,
do en que el niño (o niña) vive el complejo de Edipo oscila como en el mito de Narciso. Enmarcado en las etapas evoluti-
entre los 3 y los 5 años (cfr. de Freud Introducción al Psicoaná- vas del individuo, el narcisismo es la situación de ensimisma-
lisis, 1916-1918; Tres ensayos sobre teoría sexual -también titu- miento en que se encuentra el niño al principio de su vida,
lado Una teoría sexual-, 1905; y sobre todo el citado "El final incapaz de reconocer algo diferente de su ser. Más tarde, el
del complejo de Edipo", 1924). niño se dará cuenta de que existe el mundo -la madre primero,
Una cuestión muy debatida entre los psicoanalistas, desde los demás después— y comenzará a establecer "relaciones objé-
el comienzo, es si la niña experimenta el complejo de Edipo en tales". Freud, en "El caso Schreber" (1911)1, planteó el narci-
los mismos términos que el niño. Durante mucho tiempo sismo como etapa de la evolución sexual, intermedia entre el
Freud pensó que sí. Jung, sobre la base de que no es análoga la "autoerotismo" y el "amor objeto"; supondría así el narcisismo
experiencia en la niña que en el niño, acuñó la denominación una primera unificación de las pulsiones sexuales. Esta misma
"complejo de Electra" para designar específicamente el com- concepción reaparece en Tótem y tabú (1913), pero desde la
plejo de Edipo femenino (Freud la rechazó siempre). Por últi- Introducción al narcisismo (1914), éste ya no es contemplado
mo, Freud aceptó que no es simétrica la vivencia de la niña a la como etapa evolutiva, sino como acumulación de la libido que
del niño, pero afirmó que podía seguirse hablando de "com- ningún "objeto investido" sobrepasará.
plejo de Edipo" para ambos sexos ("Sobre la sexualidad feme- A partir de 1921, de Psicología de las masas y análisis del yo
nina", 1931). Una revisión actual del tema se puede encontrar (Massenpsychologie und Ich-Analyse), y sobre todo a partir de
en Juliet Mitchell: Psicoanálisis y feminismo. Freud, Reich, Laing 1923) de El yo y el ello (Das Ich und das Es), Freud redefine el
y las mujeres, 1982. narcisismo en función de la segunda tópica, de la noción de
Sobre la "amenaza de castración" digamos que el niño, “ello” y del concepto de “investidura”, “carga” o
ante el enigma de la diferencia anatómica entre ambos sexos, “catexia”
imagina que si la niña no tiene pene es porque ha sido castra-
da. A su vez, el niño teme que su padre lo castre a él también !
El verdadero título de este "caso" es: "Observaciones psicoanalíticas sobre un
como castigo por sus deseos incestuosos (complejo de Edipo), caso de paranoia ("dementia paranoides") autobiográficamente descrito". Fue recogi-
do posteriormente en Historiales clínicos (1925).

30 31
(alem. Besetzung; fr. investissement; ingl. cathexis). La investi- puede extraer de su interior los materiales para la creación de
dura es el hecho de que la energía psíquica (libido) aparezca ese "nuevo mundo" que es la obra literaria.
asociada a un objeto, a una parte del cuerpo o a una represen- De pasada, tenemos que señalar que la palabra "regresión"
tación o conjunto de representaciones. Correspondería, en el posee también algún otro significado en Psicoanálisis. Así en
lenguaje ordinario, a algo como la "querencia" (tendencia y La interpretación de los sueños (1900: 1, VI), denomina Freud
apego). El concepto de "catexia" es importantísimo y muy regresión al proceso por el cual el sueño, mediante la condensa-
usado en Psicoanálisis, dado el carácter dinámico de esta psico- ción, la fragmentación y el desplazamiento de materiales laten-
logía. tes del pasado, crea la "superficie manifiesta" del sueño actual.
Teniendo, pues, en cuenta la noción de "ello" y la de "cate-
xia", distingue Freud dentro del "narcisismo" desde 1921-23
entre narcisismo primario (estadio precoz en el que el niño 1.2.4. Funcionamiento general del aparato psíquico
"inviste" toda su libido sobre sí mismo), y narcisismo
secunda-rio (regreso de la libido a la imagen interiorizada del El aparato psíquico del hombre presenta un alto grado de
propio cuerpo, retirada de sus objetos). complicación, ya que por una parte hay que tomar en conside-
ración los aspectos evolutivos (las "etapas" antedichas), y por
Este concepto de "narcisismo secundario" es muy impor-
otra parte la influencia del medio ambiente.
tante en la teoría psicoanalítica sobre la creatividad (en todas
El funcionamiento de la psique humana recibe en el Psico-
sus formas; también en la literaria).
análisis diferentes enfoques: tópico, económico, dinámico, y de
En relación con el concepto de "narcisismo secundario",
relaciones objétales. En realidad, Freud enfoca el aparato psí-
diremos que Charles Baudouin creó la palabra "narcismo" para
quico desde tres puntos de vista solamente: tópico, económico
designar específicamente el narcisismo aplicado al arte y la lite-
y dinámico. No obstante, añadimos el cuarto punto de vista de
ratura. André Creen y otros autores franceses le siguen en el la "relación objeta!" por la enorme importancia que este aspec-
uso de este término. to ha cobrado en el Psicoanálisis contemporáneo.
Respecto a los conceptos de "fijación" y "regresión", hay
El enfoque tópico (es decir, relacionado con las dos "tópicas"
que señalar que ambos se enmarcan en una concepción genéti- freudianas) se refiere al lugar donde se desarrollan los fenóme-
ca que implica una progresión ordenada de la libido. nos psíquicos, y también a su distribución dentro de un cam-
La fijación consiste en que la libido se liga fuertemente a po. Por ejemplo, en la esquizofrenia hay una disociación del yo:
personas o imágenes, quedando organizada según la estructura el enfermo se siente dividido. El enfoque tópico se aplica a los
característica de una de las etapas evolutivas. La "fijación"
conflictos, enfermedades, dificultades, mecanismos de defensa,
determina que el ser humano, más adelante en su vida, cuando etc.
se le presente alguna dificultad importante, retroceda hasta la El enfoque económico hace referencia a la cantidad de ener-*a
etapa en que ha sucedido esa fijación: "regrese" a esa etapa. y a su distribución en el aparato psíquico. Como hipótesis e
La regresión es, así, una vuelta atrás hasta modos de expre- trabajo, el Psicoanálisis admite que la cantidad de energía en
sión o de comportamiento inferiores en la escala del desarrollo un ser humano es constante, y si un síntoma está absorbiendo
de la personalidad (p. ej., la "regresión" de los psicóticos en las la energía de un conflicto y ese síntoma desaparece, la energía
fases agudas de la enfermedad). va a desplazarse hacia otros lugares donde poder ejercer esa
También significa la regresión el repliegue narcisista sobre el presión.
yo, que sobreviene en el "narcisismo secundario" y que es con-
El enfoque dinámico atañe al modo de desarrollo y evolu-
dición previa e imprescindible para toda creatividad. Este se- ción de las fuerzas libidinales. Explica todo tipo de relación de
gundo sentido es el que más nos interesa en el presente libro. fuerzas y todas las interacciones entre las diferentes instancias
Desvinculada de los "objetos" externos, la libido del escritor

32 33
del aparato psíquico. Por ejemplo, cómo actúa una pulsión a la El principio de placer tiene como finalidad el evitar el dis-
que se le opone un mecanismo de defensa: la pulsión se desvía placer y procurar el placer. El displacer se caracteriza por el
y sale por otra parte. aumento en la cantidad de tensión que tiene la psique, y el pla-
Finalmente, el enfoque de relaciones objétales atiende al con- cer por la relajación de esa tensión.
junto relacional-afectivo entre el sujeto y el objeto, subrayando En cuanto al principio de realidad, se opone al principio de
que la relación objetal es por naturaleza continuada, específica, placer y lo modifica. Es el principio regulador que hace que la
significativa y privilegiada. búsqueda de satisfacción por parte del sujeto no se lleve a cabo
Veamos un ejemplo que englobe estos cuatro parámetros: por el camino más corto, sino que se ajuste a las condiciones
un sujeto con estructura de personalidad obsesiva. Esto significa impuestas por el mundo exterior.
a nivel tópico que existe un super-yo implacable y un yo ago- Desde el punto de vista económico, el principio de realidad
biado por las exigencias de dicho super-yo. Á nivel económico transforma la energía libre en energía ligada (es decir, la energía
significa que la energía que tiene que utilizar para conjurar los móvil que se descarga del modo más rápido y directo posible,
peligros pulsionales es tan grande, que no puede emplear una en energía controlada cuya descarga está retardada por la con-
cantidad suficiente de energía para otros aspectos de su vida ciencia). Desde el punto de vista tópico, el principio de realidad
más apropiados y realistas. A nivel dinámico significa que los afecta al sistema preconsciente-consciente. Y desde el punto de
mecanismos de defensa que tiene que utilizar el yo para repri- vista dinámico, el principio de realidad se apoya en un tipo de
mir y controlar las pulsiones libidinales hacen aparecer unos energía pulsional que está al servicio del yo.
síntomas que son simbólicamente la expresión del conflicto
interior. Y por último, respecto a la relación objetal, se puede
decir que el obsesivo establece sus relaciones con el objeto en 1.3. Conceptos básicos del Psicoanálisis de Jung
términos de "analidad": de posesión retentiva o de rechazo
agresivo. 1.3.1. Cari Gustavjung (1875-1961)

Nació en Kesswil (Romanshorn, cantón de Thurgau,


1.2.5- Principios del funcionamiento mental: Suiza), y murió en Kussnacht (Zurich). Hijo de pastor protes-
principio de placer y principio de realidad tante, tuvo una infancia campesina y estudió Medicina en
Basilea. En 1900 pasa a trabajar en la prestigiosa clínica
Para terminar, esbozaremos los principios del funciona- Burghólzli, de Zurich, dirigida por Eugen Bleuler
miento de la psique, que se insertan en la teoría psicodinámica (1857-1939). En el otoño de 1902 realiza una estancia en el
de Freud. Según esta teoría, el funcionamiento del aparato psí- importante centro psiquiátrico de La Salpétriére (París) con
quico se rige por dos principios: el de "placer-displacer" y el de Pierre Janet (1859-1947), retornando luego a Burghólzli, del
"realidad". Los enuncia Freud en 1911, en "Los dos principios cual llegaría a ser director. En 1901 publica su tesis doctoral:
del suceder psíquico", y los perfila en Más allá del principio de Contribución a la psicología y patología de los llamados
placer, 1920)2. fenómenos ocultos.
Fue Eugen Bleuler, el maestro de Jung, quien primero
2
Relacionado con el "principio de placer" está el principio de constancia, con el conoció la obra de Freud e interesó al discípulo en ella. Jung
cual a veces el de placer parece confundirse en las obras de Freud. Postula el "princi- en 1906 se adhiere intelectualmente a la obra del creador del
pio de constancia" que el aparato psíquico tiende a mantener en un nivel bajo -o por
lo menos constante- la cantidad de tensión que ya contiene. Para ello el aparato psí-
Psicoanálisis, y en 1907 se entrevista con él. A partir de ese
quico pone en marcha mecanismos que evitan las tensiones externas, y otros que des- momento, una intensa relación intelectual y personal se esta-
cargan las tensiones internas. blece entre Jung y Freud. Incluso es invitado en 1909 junto

34 35
con Freud a la Clark University, para pronunciar conferencias A partir de 1913, sin abandonar del todo el Psicoanálisis
sobre el naciente Psicoanálisis. Entre 1911 y 1914 es presiden- (nombre que Jung prefiere reservar para la doctrina de Freud,
te de la Sociedad Internacional de Psicoanálisis. denominando a la suya "Psicología analítica" primero, y más
Prueba fehaciente de la máxima estima en que Freud tenía tarde "Psicología compleja"), se orienta cada vez más hacia los
a Jung es su carta a éste del 16 de abril de 1909, donde se lee: estudios antropológicos, de religiones comparadas, de alqui-
"yo lo adopté a usted como el mayor de mis hijos y lo ungí mia, de tradiciones, etc. Todo un campo nuevo se abre así para
como sucesor y príncipe heredero"3. Y esta otra frase, proce- la exploración psicoanalítica: el del hombre no sólo como
dente de otra carta de Freud a Ferenczi (29 de octubre de individuo, con su pequeña vida personal, sino sobre todo como
1910): "Estoy más convencido que nunca de que es [Jung] el colectividad, como punto de referencia de la Humanidad.
hombre del futuro". A partir de 1913, cuando Jung abandona Mantuvo Jung una escuela floreciente y nutrida de alum-
a Freud y su ortodoxia, la opinión del maestro sería otra, pero nos. Además, recibió numerosos honores y reconocimientos:
no por eso sus palabras resultaron menos proféticas. Director de la clínica universitaria de Zürich, Burgholzli; doc-
Por su parte, Jung siempre profesó a Freud un gran respeto tor "honoris causa" por las universidades de Clark, Calcuta y
intelectual y admiración, a pesar de sus discrepancias. En sus Benarés (India), Allahabad, Harvard, Oxford y Ginebra.
Memorias, tituladas Recuerdos, sueños, pensamientos y escritas (Para la biografía de Jung, véase sus originales Memorias:
en la vejez, afirma Jung: Recuerdos, sueños, pensamientos, 1989. También el excelente
estudio de Gerhard Wehr: Jung. Su vida, su obra, su influencia,
«Freud fue el primer hombre verdaderamente importante que 1991. Para su sistema psicológico, véanse de Jung Teoría del
llegué a conocer. Ningún otro hombre de los que hasta enton- psicoanálisis, 1913 y 1978).
ces había conocido podía compararse con él. En su concepción Examinemos ahora los puntos fundamentales de su Psicoaná-
nada era trivial. Me pareció extraordinariamente inteligente, lisis ("Psicología compleja").
perspicaz y notable en todos los sentidos.»

La ruptura con Freud se produce en 1913. Bien por poseer 1.3-2. El método de la asociación de ideas
ambos hombres "una diferente estructura mental", como afir-
ma Charles Baudouin en La obra de Jung y la psicología de los Antes de conocer personalmente a Freud, ya había creado
complejos (Baudouin, 1967: 18): Jung se consideraba "introver- Jung el que sería su método básico de exploración,
tido" y veía a Freud como "extravertido". Bien por discrepan- reformula-do y perfeccionado a lo largo de toda su vida. Pierre
cias doctrinales, sobre todo las reservas de Jung sobre la teoría Janet primero, Freud y Bleuler después, habían explorado la
freudiana del origen sexual de las neurosis. Dada la firme per- asociación de ideas. Jung comenzó a trabajar con este
sonalidad de Jung, sus divergencias doctrinales con Freud fue- método en el Laboratorio de Psicopatología Experimental de la
ron tempranas. Ya en 1906, Jung escribía: ?'continuaré toman- clínica Burgholzli, para comprender mejor los problemas de la
do partido por Freud y sus ideas. Pero, sobre la base de mis neurosis y la psicosis. En esta clínica, dirigida e impulsada
propias experiencias, no estoy dispuesto a admitir que todas las por Eugen Bleuler -uno de los más tempranos conocedores
neurosis sean provocadas por la represión sexual o por traumas del Psicoanálisis fuera del círculo vienes, como ya hemos
sexuales" (G. Wehr, 1991: 106p dicho- se trabajaba desde 1902 con el método freudiano de
las asociacio-
3 nes.
Cfr. Gerhard Wehr, 1991: 115. Esta sugestiva denominación es recogida por
Paul Roazen en Freud y sus discípulos (1986). El capítulo 6 de este libro se titula "El Consistía el método, que Jung desarrolla en Burgholzli
príncipe heredero: Cari Gustav Jung". junto a su colega Franz Riklin, en presentar al sujeto una lista
-hasta 100 preguntas llegó a contener el cuestionario- con
36
37
palabras minuciosamente seleccionadas que le sirvan de estí- La existencia del inconsciente colectivo no anula la del
mulo (p. ej., "barco", "agua", "muerte", etc.). El sujeto debía inconsciente individual, propugnada por Freud y aceptada tam-
responder asociativamente, lo más rápidamente posible, a cada bién por Jung. (Véase, de este autor, Las relaciones entre el yo y
una con cualquier ocurrencia. Jung evaluaba el tiempo de la el inconsciente, 1990). El inconsciente individual contiene los
reacción, y también mediante un galvanómetro medía las dife- elementos reprimidos por el sujeto, así como los recuerdos
rencias de potencial eléctrico entre dos puntos de la piel. En las olvidados. En cambio, el inconsciente colectivo desborda al in-
respuestas, todo era indicativo: las palabras, los silencios, los consciente individual, y contiene el fondo común de la Hu-
tiempos de reacción, los malentendidos, las pararrespuestas, las manidad.
risas o tartamudeos, etc. A partir de esas mediciones descubría La totalidad psíquica del individuo es el "sí-mismo" (alem.
los complejos afectivos, es decir, los contenidos autónomos del Selbst; ingl. Self). El "sí-mismo" es también el centro regula-
inconsciente que obstaculizan las respuestas. dor del inconsciente colectivo, ya que cada individuo y cada
De los primeros años de Jung son también su teoría de los pueblo posee un modo propio de vivir esa realidad psíquica.
complejos -como veremos en breve— y sus primeros trabajos
sobre la esquizofrenia o demencia precoz4, campo al que llegó
siguiendo a su maestro Bleuler, y que se convertiría en su espe- 1.3.4. Los complejos
cialidad.
En relación con el inconsciente individual se sitúa la teoría
psicológica más característica de Jung, la que da nombre a su
1.33. Inconsciente colectivo e inconsciente individual 'Psicología compleja": el complejo. Consiste éste en una serie
de elementos procedentes de la experiencia personal, agrupa-
El concepto de inconsciente colectivo es seguramente la dos en torno a un núcleo generalmente traumático o emocio-
aportación de Jung más difundida, junto con sus contenidos: nal. Estos elementos, al no ser suficientemente elaborados por
los "arquetipos". Este inconsciente colectivo está definido por la conciencia, caen en el inconsciente (individual), donde se
Jung como "el depósito constituido por toda la experiencia organizan como una constelación. Los complejos, "partes
ancestral desde hace millones de años, el eco de los aconteci- desgajadas de la psique", pasan a funcionar al margen de la
mientos de la prehistoria". No debe entenderse el inconsciente consciencia, inesperadamente. Los complejos residen en el in-
colectivo como algo estático y fijo, sino dinámico, capaz de consciente individual, pero comunican a través de él con el
incremento y mutación: "cada siglo le añade una cantidad infi- inconsciente colectivo.
nitesimal de variación y de diferenciación". Podríamos tam- La "unión de contrarios" que caracteriza toda la psicología
bién decir que es el sedimento de las actitudes y reacciones de de Jung, se muestra también en su concepción de los comple-
la Humanidad frente a los hechos importantes de la existencia. jos. Éstos son negativos para la "psique" (el "aparato psíquico"
Puede ser enormemente enriquecedor, como depósito inagota- de Freud), pero también "verdaderos hogares o nudos de la
ble de conocimiento, pero también fuente de problemas. vida psíquica, de los que uno casi no desearía verse privado;
La teoría junguiana del inconsciente colectivo (y la com- más aún, no deben faltar nunca porque, sin ellos, la actividad
plementaria de la "participación mística" o "participación del espíritu acabaría en una parada fatal".
inconsciente", ligada a él) está relacionada con los estudios Los complejos pueden ser identificados mediante el "méto-
antropológicos sobre el mito y el ritual primitivos. do de las asociaciones". También se manifiestan en los sueños
-de ahí la importancia de su estudio—. Los sueños no son para
4
Este nombre de "dementia praecox" le fue dado a la actual esquizofrenia por el Jung, como para Freud, realizaciones de deseos, sino compen-
maestro de Jung, Bleuler. saciones del equilibrio psicológico, o bien anuncios de hechos

38 39
conjunto de actitudes, conductas y representaciones que expre-
futuros. Todo sueño envía un mensaje al soñante: lo aclara, lo
san disimuladamente un sentimiento de inferioridad.
ilumina. En los sueños se muestran los "arquetipos" por medio
de símbolos; de este modo el sueño es la vía regia para acceder
al inconsciente colectivo. 1.3.5- Los arquetipos
'^ Además de expresarse a través de las asociaciones y de los
sueños, los complejos se expresan también mediante los sínto- Los arquetipos son ciertos "motivos" que se repiten formal-
mas. El síntoma surge como "señal de alarma que anuncia que mente y con significación casi idéntica tanto en sueños y fanta-
algo esencial en la actitud consciente no está bien o es insufi- sías individuales como en la mitología y el folclore de pueblos
ciente, y que, por ello, debe procurarse una dilatación de la diversos. Jung los llama "arquetipos", "imágenes primordiales",
conciencia". (Para el tema que nos ocupa, véanse los libros de "imágenes arquetípicas" e "imágenes primarias". Se relacionan,
Jung Los complejos y el inconsciente, 1969; Energética psíquica y pues, fundamentalmente con el inconsciente colectivo.
esencia del sueño, 1956y 19 82,y Dreams, 1974). Sin embargo, también tienen relación con el inconsciente
Como complemento de esta doctrina junguiana de los individual. En éste, el arquetipo no es una simple copia psíqui-
complejos, diremos que la palabra "complejo" es muy usual ca de un objeto externo, sino "una especie de representación
entre el gran público ("ser un acomplejado", "tener complejo inmediata", un fenómeno imaginativo que se basa indirecta-
de inferioridad", etc.). En Psicoanálisis el "complejo" (alem. mente en la percepción de los objetos. El arquetipo surge del
Komplex) es un conjunto organizado de representaciones y de inconsciente individual —pero no expresa la totalidad del in-
recuerdos, con fuerte valor afectivo, parcial o totalmente in- consciente, sino sólo sus elementos "constelados"-, y se mani-
conscientes. El complejo se forma a partir de las relaciones fiesta a la conciencia del sujeto de modo habitualmente súbito,
interpersonales de la historia infantil -el niño, el padre, la como visión o alucinación, pero nunca patológica (es decir, sin
madre- y se puede estructurar en cualquiera de los niveles psi- formar parte de un cuadro clínico y sin usurpar nunca el lugar
cológicos: emociones, actitudes, conductas (Lap lanche-Pon- de lo real). El sujeto lo percibe como imagen "interna", como
talis, 1967: 72). una expresión concentrada de la situación psíquica global.
En la historia del Psicoanálisis, esta palabra aparece con Pero la noción de arquetipo -decíamos- está también ínti-
una cierta frecuencia en los primeros tiempos de constitución mamente unida a la de inconsciente colectivo, ya que una de
(Freud: "complejo de Edipo", "complejo de castración"; Adler: las definiciones de éste que ofrece Jung es la totalidad de los
"complejo de inferioridad"). De hecho, fue la escuela suiza de arquetipos, el sedimento de toda la experiencia vivida por la
Zurich (Eugen Bleuler, Cari Gustav Jung, Ludwig Binswanger, Humanidad desde sus más remotos principios. El arquetipo es
Franz Riklin) quien inventa la palabra "complejo" y la intro- "un depósito, por tanto la forma fundamental típica de una
duce en el Psicoanálisis. Esta escuela la emplea en un sentido cierta experiencia psíquica continuamente repetida" (Jung,
algo impreciso: como 'conjunto'. Bleuler habla de "complejos 1972: 454-456). La imagen primordial o arquetipo se relaciona
de representaciones". Jung, desde 1906, en sus estudios sobre con la naturaleza, con la vida del espíritu y con la vida en
las asociaciones de ideas, dota al "complejo" de mayor entidad: general.
como "contenido de representación capaz de provocar una En Psicología y Religión (1948) afirma Jung que los arqueti-
reacción a la palabra inductora". pos son formas e imágenes de naturaleza colectiva, es decir,
Freud se aparta luego de esta palabra por considerarla im- comunes a pueblos enteros y a épocas determinadas que se dan
precisa (en Historia del movimiento psicoanalítico) y cada vez la casi universalmente como constituyentes de los mitos y, al
usa menos en sus escritos, salvo para el "complejo de Edipo" y mismo tiempo, como productos individuales de origen incons-
el de castración. En cambio, el "complejo de inferioridad" en ciente. Los motivos arquetípicos son creaciones del espíritu
la psicología de Adler tiene una importancia enorme: indica el
41
40
humano que se transmiten de tres modos: por tradición, por diales gradualmente, según la evolución anímica del sujeto:
migración y por herencia. Los arquetipos conectan al indivi- Primero surgen los arquetipos de la "persona" y la "sombra",
duo con la Humanidad y con la historia, al tiempo que emer- como aspectos inconscientes del propio sujeto. Cuando éste ha
gen en el curso del individuo de modo tan súbito e imprevisto tornado conciencia de ellos, aparece el del "alma" ("animus"
como el complejo. para la mujer, y "anima" para el hombre): toma de conciencia
En definitiva, los arquetipos son restos de experiencias de las cualidades del otro sexo. Luego vienen los arquetipos del
repetidas por la Humanidad, y cuya huella permanece en cada conocimiento y el origen: el "sabio anciano" y la "magna
cerebro individual. Así, en Tipos psicológicos (1972) reseña el mater". Por último, los arquetipos de la profundidad humana
caso de un paciente esquizofrénico que había visto el sol con y los místicos: el "Selbst", la "cuaternidad", el "mándala" y "el
un falo que generaba el viento al moverse. Esta alucinación niño divino".
recordó a Jung la misma imagen, existente en un papiro egip- La teoría junguiana sobre los arquetipos se encuentra en la
cio no publicado. Para el psiquiatra suizo, la coincidencia sólo totalidad de su obra desde el año 1912, recibiendo numerosas
podía explicarse mediante el inconsciente colectivo. expresiones y retoques. Se encuentra especialmente en The
El arquetipo, pues, se manifiesta en los símbolos, mitos y Archetypes and the Collective Unconscious (1990; trad. esp. par-
ritos de la Humanidad. El hombre primitivo los acepta y cons- cial: Arquetipos e inconsciente colectivo, 1991); El hombre y sus
truye en torno a ellos su sistema de tabúes y creencias, mien- símbolos (1912; 1975) y Formaciones de lo inconsciente (1912;
tras el hombre moderno vive de espaldas a ellos. "Está ciego 1965).
para el hecho de que, con todo su racionalismo y eficacia, está
poseído por "poderes" que están fuera de su dominio. No han
desaparecido del todo sus dioses y demonios; solamente han 1.3.6. Tipos psicológicos: introversión I extraversión
adoptado nuevos nombres. Ellos le mantienen en el curso de
su vida sin descanso, con vagas aprehensiones, complicaciones Jung elaboró esta tipología de los seres humanos sobre la
psicológicas, insaciable sed de pildoras, alcohol, tabaco, comi- base de sus observaciones como médico durante la primera
da y, sobre todo, un amplio despliegue de neurosis", afirma en guerra mundial, y la expuso fundamentalmente en Tipos psico-
El hombre y sus símbolos (1912). (Sobre los problemas del hom- lógicos (1939 y 1972), donde establece la distinción básica
bre moderno, véase también Realidad del alma, 1940). entre "extraversión" e "introversión". La distinción pudo co-
Un ejemplo de arquetipos: la pareja "anima/animus". menzar a elaborarla Jung cuando trabajó con Pierre Janet en
"Anima" equivale a la superposición y convergencia de las ideas La Salpétriére. Janet partía de dos tipos fundamentales de neu-
de "madre, mujer y alma"; "animus" a las de "padre, hombre y rosis: histeria y psicastenia. Sobre esta distinción Jung hablará
espíritu". "Anima" representa el polo nocturno, pasivo, soña- de histeria extravertida y esquizofrenia introvertida. En el pri-
dor, sentimental del ser; "animus" el polo diurno, activo, pen- mer caso, la actividad psíquica está en el exterior (extraversión);
sante. Otros arquetipos: el del árbol (con múltiples significados en el segundo, en el interior (introversión). También pudo
y representaciones: árbol de vida; árbol cósmico con raíces en influir sobre Jung, en su etapa francesa, el libro del psicólogo
el globo; árbol-flor; árbol cuyos frutos son el sol y los astros, Alfred Binet (1857-1911) L'étude experiméntale de
etc.: véase Yon den Wurzeln des Bewusstseins, 1954); el arqueti- l'intelligen-ce, donde se abordan los conceptos de
po de la cuaternidad; el de la madre ("magna mater"); el del "introspection" y "exter-nospection".
"Selbst" o "sí-mismo": el de la "persona" o máscara social y el Para Jung, el espíritu humano tiene dos maneras de situarse
de la "sombra" o parte oculta del sujeto; etc. ante el mundo: mediante la extraversión, feliz actitud de socia-
La aparición de estos arquetipos no es indiscriminada para bilidad y aceptación directa de todo lo externo, y mediante la
el ser humano, sino que se manifiestan las imágenes primor- introversión, actitud de independencia del sujeto respecto al
42 43
mundo exterior. Jung combina estos dos parámetros (que tam- establecer cualquier doctrina, titulando sus trabajos vagamen-
bién pueden corresponderse con la distinción de Schiller entre te: Écrits, Le Séminaire, etc., (salvo su primera obra: De la
poeta "ingenuo" y poeta "sentimental", respectivamente) con psy-chose paranoíaque dans ses rapports avec la personnalité,
las cuatro funciones básicas del espíritu -o maneras de captar la 1931). Además, las aportaciones de Lacan se sitúan en el nivel
realidad-: pensar, intuir, sentir y percibir. De esta combinación de las "hipótesis": algo indemostrado y que sirve como punto
resultan ocho tipos psicológicos básicos: el reflexivo (reflexivo de partida para una reflexión posterior.
introvertido y reflexivo extravertido), el intuitivo Los escritos de Lacan son especialmente difíciles de reducir
(introverti-do/extravertido), el sensitivo (lo mismo) y el a términos conceptuales precisos, ya que utiliza un lenguaje
perceptivo (lo mismo). El "reflexivo" comprende el mundo por que no es puramente denotativo (como sucede en Freud y en
la vía lógica; el "sensitivo" valora la realidad, sin analizarla, todos los escritos científicos), sino un lenguaje connotativo,
como buena o mala, hermosa o fea, útil o inútil; el "intuitivo" donde el juego de la imaginación flota por todos ellos, y donde
aprehende lo extrasensorial por vía inconsciente; y el las palabras significan cosas muy diversas según el contexto.
"perceptivo" aprehende los estímulos internos y externos Por eso, pretender encerrar el sentido de los conceptos básicos
mediante sus sentidos. lacanianos dentro de los límites estrictos de una definición
En la vertiente pedagógica de esta teoría, Jung piensa que sería atentar contra el pensamiento mismo de Lacan, quien re-
durante la juventud se debe desarrollar la función dominante, husó siempre asignar a un significante una relación fija con un
ya que la predisposición es la vía más rápida y adecuada para el significado (Laplanche-Pontalis, 1967: 475).
aprendizaje y captación del mundo; por el contrario, en la A pesar de todo ello, vamos a intentar en las páginas que
madurez conviene desarrollar las otras funciones, para equili- siguen señalar el marco conceptual de los escritos lacanianos,
brar la personalidad. dada la gran repercusión que este pensador ha tenido en la teo-
Este concepto de equilibrio de la personalidad está muy ría literaria de las décadas del 60-80, influencia que ha conflui-
relacionado con el de "individuación" o desarrollo de las po- do con la de Derrida en muchos autores. Podríamos decir que
tencialidades internas del sujeto. Para ello la síntesis de contra- Lacan "destruye" el Psicoanálisis freudiano -que siempre es su
rios juega un papel esencial. La individuación es la meta de punto de referencia- y "construye" sobre esa destrucción:
toda pedagogía y de toda felicidad interior. Por el contrario, la '(de) construye".
neurosis sobreviene cuando el hombre no realiza su individua-
ción.
Para el conjunto de las teorías de Jung, véase Jolande Jacobi 1.4.2. El orden simbólico, el imaginario y el real
(1976), Charles Baudouin (1967) y Gerhard Wehr (1991).
Lacan considera que el campo del Psicoanálisis abarca tres
registros (u "órdenes") básicos: el simbólico, el imaginario y el
1.4. Conceptos básicos del Psicoanálisis de Lacan real. "El simbólico" comprende aquellos fenómenos estudiados
por el Psicoanálisis, en tanto en cuanto están estructurados
1.4.1. Precisiones iniciales como un lenguaje. Como segunda acepción, "el simbólico"
también designa el hecho de que la curación se basa en el
El Psicoanálisis del francés Jacques Lacan (1901-1981) se carácter fundacional de la palabra. "El imaginario" está marca-
sitúa siempre dentro de los amplios límites de la ortodoxia do por la relación prevalente de la imagen de lo semejante en
freudiana. Con todo, introduce una reformulación del marco y el yo. En cuanto a "el real", designa el conjunto de fenómenos
algunas conceptualizaciones originales. Antes de pasar a resu- exteriores a la simbolización del sujeto. En palabras de Lacan,
mirlas, advertimos en primer lugar que la teoría lacaniana no "le réel (...) est le domaine qui subsiste hors de la symbolisa-
constituye propiamente un "corpus" doctrinal: Lacan rehuyó
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don". Veamos más detenidamente los dos primeros conceptos, es condición para el inconsciente. El inconsciente es, pura y
los más personales de Lacan. simplemente, un discurso".
En cuanto a "el simbólico", Lacan toma de Freud el uso de
la palabra "simbólico" en su forma sustantiva. Pero Freud la
• El orden simbólico. El "padre simbólico", "nombre-del-padre" y utiliza en femenino ("die Symbolik": literalmente "la simbóli-
?ir / •/ tt ca") para designar el conjunto de símbolos con significación
prelusión . constante que se hallan en las producciones del inconsciente.
Del conjunto de imágenes y síntomas (símbolos) de la Huma-
El "orden simbólico" es el registro de "el simbólico". El nidad, para Freud, se desprende una especie de "lenguaje fun-
principio general que lo preside es que "el inconsciente está damental" universal. En cambio, Lacan utiliza el sustantivo
estructurado como un lenguaje". El lenguaje, pues, se convierte como masculino ("le symbolique"), para designar la estructura
en el modelo para estudiar el inconsciente. Para esta impor- del sistema de símbolos. La relación concreta entre el símbolo
tancia suma concedida al lenguaje, Lacan parte del propio y lo simbolizado es para el psicoanalista francés secundaria y
Freud. (Más adelante veremos que Freud prestó gran atención está impregnada de "imaginario".
al funcionamiento del lenguaje en la manifestación del incons- Lacan toma de Lévi-Strauss la idea de un orden simbólico
ciente —La interpretación de los sueños, El chiste y su relación con que estructura la realidad interhumana. (A su vez, Lévi-Strauss
lo inconsciente—, observando que la condensación y el desplaza- adapta a la Antropología el modelo lingüístico de Saussure: el
miento se manifiestan tanto en las imágenes como en las pala- significante —considerado aisladamente— mantiene relación
bras, y por lo tanto consideró al lenguaje como una de las vías arbitraria con el significado; sólo remite a éste porque está inte-
regias para la expresión del inconsciente). Pero Lacan va más grado en un sistema caracterizado por oposiciones diferencia-
lejos, al situar al lenguaje como modelo para el inconsciente. les). Lévi-Strauss transpone estas ideas a los hechos culturales,
Por otra parte, este aserto de que "el inconsciente está es- cuya estructura denomina "sistema simbólico". Entiende este
tructurado como un lenguaje" es la respuesta lacaniana al fenó- antropólogo que toda cultura es un conjunto de sistemas sim-
meno cultural -común en las ciencias humanas a partir de la bólicos: de ellos los más importantes son el lenguaje, las rela-
década de 1950-1960- de considerar a la Lingüística como el ciones económicas, el arte, la ciencia y la religión.
modelo científico para el estudio de las ciencias no exactas, tras El concepto de "el simbólico" permite a Lacan acercar la
los deslumbramientos del Cours de Linguistique genérale de estructura del inconsciente a la del lenguaje. Y también mos-
Saussure, 1916, y de los Principios de Fonología (Grundzüge der trar cómo el ser humano se inserta en un orden preestablecido,
Phonologie) de Trubetzkoy, 1939. Claude Lévi-Strauss adopta igualmente de naturaleza simbólica. Así pues, "el simbólico"
-y adapta- el método en su Anthropologie structurale, 1958, designa tanto a una "estructura" cuyas unidades funcionan
convirtiéndose así en el abanderado del enfoque estructuralista como significantes, como al registro al que pertenecen esas
en las ciencias del hombre. estructuras ("orden simbólico"). Además, "el simbólico" desig-
El principio de que "el inconsciente está estructurado como na la "ley" que funda ese orden: la ley paterna. Aquí se insertan
un lenguaje" e incluso su inseparabilidad de las palabras, ha los conceptos lacanianos del "padre simbólico" y del
sido bastante criticado por su carácter radical. El propio Jean "nombre-del-padre". Conviene no confundir esta instancia (el
Laplanche, excelente psicoanalista y gran conocedor de la obra "padre simbólico") con el padre real de cada cual, ni tampoco
de Lacan, matizó que el inconsciente es anterior al lenguaje, a con el padre imaginario: el "padre simbólico" es el que
lo cual respondió Lacan, replegándose a posiciones más tradi- promulga la Ley: es el símbolo de la Autoridad. El "padre
cionales, en "El inconsciente: estudio psicoanalítico": "Mi aser- simbólico" es el que permite al sujeto la triangulación, y por lo
to de que el inconsciente tiene la estructura de un lenguaje no
tanto el acceso al orden real.
debe ser entendido más que [en el sentido de que] el lenguaje

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Los conceptos de "padre simbólico" y de "nombre-del-padre" casos donde aborda la psicosis. Jung, por su parte, estudia la
están relacionados con otro concepto fundamental en el método psicosis, pero sólo uno de sus tipos: la psicosis esquizofrénica.
terapéutico de Lacan: el de "forclusión". Este concepto está ínti- Con esta teoría, Lacan pretende completar el aborde
mamente unido a la anticipación del "complejo de Edipo" -que psicoana-lítico de este campo psicopatológico).
Freud había situado entre los 3 y los 5 años del niño, y Lacan La terapia lacaniana, cuando se materializa, busca la "falta"
considera anterior a los 2 años-. Mediante la palabra "forclu- en el sujeto: la carencia, la forclusión. Con todo, la teoría laca-
sión", creada por Lacan sobre la palabra "Verwerfung" de Freud niana, y también la terapia correspondiente, se sitúan más bien
('rechazo', 'represión, 'juicio condenatorio', 'omisión), entiende en el nivel de los significantes: es un juego lingüístico conti-
Lacan el rechazo primordial de un significante fundamental, nuo. Su eficacia real sigue siendo también hipotética.
fuera del universo simbólico del sujeto. Y el significante por anto-
nomasia "forcluido" (omitido), es "el nombre-del-padre".
La forclusión se relaciona íntimamente, así, con el "com- • El orden imaginario. La fase del espejo. El Otro
plejo de Edipo" porque implica una deficiente triangulación en
la relación "niño-madre-padre". La forclusión es la no intro- Es el registro de "el imaginario". Esta noción está relacio-
ducción de la imagen paterna (al no introducirse el significante nada con uno de los primeros aportes lacanianos: "le stade du
"padre") en la vida del niño, por la exclusión (u obstrucción) miroir" o "fase del espejo". ("Le stade du miroir comme
de ese significante e imagen por parte de la madre, quien desea for-mateur de la fonction du Je, telle qu'elle nous est révélée
mantener una relación simbiótica, exclusiva, con el niño. En dans l'expérience psychanalytique", 1949; reimpr. en Lacan,
los casos de forclusión, la madre impide el acceso al padre, y 1966). En este artículo considera Lacan que el bebé, por su
por lo tanto la triangulación correcta. Con ello no permite que inmadurez biológica, edifica su yo sobre la imagen de su
el niño pueda resolver el complejo de Edipo. La forclusión semejante (el "yo especular"). La formulación lacaniana es,
consiste en la no simbolización, por parte del sujeto, de lo que como de costumbre, impactante: "Yo es Otro". El bebé,
tenía que ser simbolizado (el "nombre-del-padre"). incapaz aún de coordinar sus movimientos, anticipa
Como consecuencia de la no resolución del complejo de imaginativamente el dominio corporal gracias a la imagen del
Edipo, las pulsiones primarias del niño no se estructuran, y por lo Otro. Esta grata experiencia simboliza la unión perfecta entre lo
tanto predominan en su vida anímica. Las pulsiones primarias interior y lo exterior, con anterioridad al uso de la palabra y al
incontroladas dejan así la imaginación del niño en estado caó- conflicto edípico. (La fase del espejo se sitúa dentro de la etapa
tico, y dificultan su acceso al mundo real. oral establecida por Freud, entre los 6 y los 18 primeros meses
Lacan emite esta hipótesis como etiología para las psicosis: del niño). La imagen especular reproduce la relación
la forclusión sería el mecanismo específico que las desencade- madre-hijo, e instaura el "orden imaginario". También señala
na. Los significantes forcluidos (omitidos) no pueden integrar- Lacan en este artículo la relación entre "narcisismo" y "fase del
se en el inconsciente del sujeto, en su orden simbólico, y por lo espejo".
tanto cuando retornan no lo hacen desde el interior del sujeto, Volviendo al concepto de el imaginario, éste marca las rela-
sino desde la propia realidad, en forma de alucinaciones. En ciones que el sujeto establece consigo mismo, con los demás,
palabras de Lacan, "ce qui a été forclos du symbolique pon las significaciones y con su ambiente. Desde el punto de
réappa-raít dans le réel". Sobre la forclusión véase, de Lacan, Avista de la relación del sujeto consigo mismo (punto de vista
"D'une question préliminaire a tout traitement possible de la intra-subjetivo), el imaginario es el lazo fundamentalmente
psycho-se" (en Écrits, 2: 43-102). narcisístico entre el sujeto y su yo.
(Freud había estudiado casi exclusivamente las neurosis, Desde el punto de vista de la relación del sujeto con los
salvo en el "caso Schreber" y en "El hombre de los lobos", demás (punto de vista Ínter-subjetivo), el imaginario supone
una relación dual, fundada sobre la imagen de un semejante (y
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49
captada a su vez por ella), con sus consecuencias: atracción
erótica, tensión agresiva, etc.) Si existe un "semejante" (otro
que soy yo) es porque originariamente yo es Otro.
Considerando la relación del sujeto con las significaciones,
el imaginario supone un tipo de aprehensión semántica en el
cual factores como la semejanza y el homeomorfismo desem-
peñan una función esencial, lo cual implica una especie de sol-
dadura del significante al significado.
Por último, desde el punto de vista de la relación del sujeto
con su medio ambiente, el imaginario revela la "pregnancia"
de una determinada "Gestalt" (figura, forma) en el desencade-
namiento de las conductas. (En este punto Lacan sigue la lec-
ción de los grandes etólogos como Lorenz o Tinbergen).

1.4.3. Reformulación de conceptos: el "deseo"

Lacan, además de establecer su propio marco teórico, se


aplica a enfatizar ciertos conceptos freudianos o desentrañar su
significación. Esto sucede, por ejemplo, con el concepto de
"deseo" (alem. Wunsch), omnipresente en la teoría analítica de
Freud. Por su parte, Lacan lo realza y lo distingue de conceptos
próximos, como la "necesidad" -que aspira a algo concreto- y
la "demanda" —que se dirige a otra persona y siempre busca, en
el fondo, amor-. El deseo nace de la separación entre la necesi-
dad y la demanda. Es más que la necesidad porque no se rela-
ciona con un objeto real sino con la fantasía. Y es más que la
demanda porque prescinde del lenguaje y del inconsciente del
otro, tendiendo a imponerse y ser reconocido por él.
Para el conjunto de la teoría lacaniana, puede verse Joél
Dor (1985), Anika Rifflet-Lemaire (1986) y Bice Benvenuto
(1986). Para la bibliografía completa de Lacan, Robert Con
Davis (1983: 1054-1055).
50 51
2.

EL PSICOANÁLISIS Y
LA OBRA LITERARIA

2.1. La Literatura y el Psicoanálisis

"El psicoanálisis es la única psicología que ha alterado ver-


daderamente nuestra manera de leer la literatura", afirma el
crítico norteamericano Frederick Crews (1975: 4). Por su
parte, el también norteamericano Lionel Trilling sostiene que
"el efecto de Freud sobre la literatura no ha sido mayor que el
efecto de la literatura sobre Freud" (1982: 95).
La interconexión entre Literatura y Psicoanálisis comienza
con el hecho de que el Psicoanálisis aparece como culminación
de la literatura romántica del siglo XIX, y por otra parte el
Psicoanálisis es determinante para muchos movimientos litera-
rios del siglo XX: surrealismo, novela experimental (con técni-
cas como el fluido de conciencia), etc.
Es culminación el Psicoanálisis de la literatura romántica
del siglo XIX porque la obra de Freud está empapada de cultura
germánica, y muy especialmente de literatura. Según H. F.
Ellenberger (1986), en el Fausto de Goethe aparecen conceptos
que después Freud elaboraría con amplitud: lo inconsciente, la

50 51
fuerza simbólica del pene, el Eros como fuente de todas las sexual que reclamaban Shelley, F. Schlegel (Lucinde), George
cosas, etc. Sand o Ibsen encuentra plasmación teórico-psicológica en la
El propio Freud, por su parte, señala algunas de sus fuen- obra de Freud. O el estudio de las inadaptaciones sexuales, que
tes. Así el filósofo alemán Gustav Theodor Fechner Stendhal plantea. O la ambivalencia humana, expresada por
(1801-1887), quien le precede en los conceptos de topografía Dostoievski, cuyos personajes se encuentran tan divididos
de la mente, la relación entre instinto destructor y Eros, o el como el aparato psíquico según Freud (división que ha genera-
principio de placer/displacer. Además, Freud cita a Schiller a do el concepto de "dialogismo", de Mijail Bajtín). O el deseo
propósito del peligro que entraña la razón analítica para la de muerte, presente en Novalis -cuyas fantasías romántico-
creación literaria. biológicas resultan sorprendentemente psicoanalíticas (Th.
Por otra parte tenemos lo que podríamos considerar conver- Mann, 1981: 46)-. Además, la percepción freudiana de los
gencias de Freud con otros pensadores, bien contemporáneos, impulsos perversos y autodestructivos no está lejos de la fasci-
bien anteriores. Así Schopenhauer señala la importancia extre- nación ante lo siniestro que sienten Baudelaire, Shelley o Poe.
ma de la sexualidad, y también el mecanismo de represión de Por último, señalaremos el tema del sueño como segunda vida,
los deseos sexuales. Schopenhauer es el gran filósofo de la que sostienen todos los románticos alemanes (véase Albert
voluntad y del pesimismo, y ambos elementos son básicos en Béguin: L 'ame romantique et le revé) y que encuentra su culmi-
la teoría psicoanalítica: En ella el hombre -como veremos en nación en la obra de Freud.
breve- se siente desgarrado y en tensión entre las exigencias Esta convergencia de Freud con la tradición romántica
contrapuestas del "ello" y del "super-yo". También la filosofía (germánica y europea), enlaza naturalmente también con sus
instintual de Schopenhauer, en lucha por el cambio y la reden- precursores. Por ejemplo, con Le neveu de Ramean de Diderot
ción, anticipa las teorías freudianas. Freud lo reconoce explíci- (1762), -obra que Freud conocía y estimaba-, donde el pensa-
tamente en distintos lugares de su obra; p. ej., en "Las resisten- dor francés nos cuenta la oposición entre lo oculto de la natu-
cias contra el Psicoanálisis" (1925). raleza humana y lo visible. O bien con las Confesiones de
Además de estas convergencias, se encuentran otras de Rousseau, donde el autor suizo recuerda la turbia sexualidad de
Freud con Nietzsche (Thomas Mann, 1981: 46-47). El autor su infancia.
de Así hablaba Zaratustra anticipó intuiciones freudianas, Además de sintonizar el Psicoanálisis con toda esta tradi-
sobre todo por su coincidencia entre "verdad" y "verdad psico- ción sentimental y romántica, lo hace también con las co-
lógica". El malestar como instrumento de conocimiento, y la rrientes de pensamiento contemporáneas: el sentido trágico
idea de que todo producto elevado debe realizarse desde la del Psicoanálisis (su amarga visión del hombre, sometido a las
enfermedad, hallarán desarrollo adecuado en el Psicoanálisis. presiones de su inconsciente y a la censura del super-yo, ame-
Nietzsche escribe con hondura sobre la relación entre lo cons- nazado siempre con la ruptura de su precario equilibrio psíqui-
ciente y lo inconsciente, así como sobre fenómenos anclados co), encaja perfectamente con el signo trágico y apocalíptico
en lo instintivo: la regresión, la sublimación, el desplazamien- de nuestros tiempos, signo que la Literatura refleja amplia-
to. Sin embargo, sabemos que Freud no había leído sus obras mente.
antes de formular sus propias teorías, con lo cual solamente el A su vez, el Psicoanálisis es determinante para muchos
"Zeitgeist" (espíritu de época) podría dar cuenta de las coinci- movimientos literarios del siglo XX. Desde luego, el influjo más
dencias. claro del Psicoanálisis sobre la obra literaria lo tenemos en la
Freud enlaza también con el elemento irracionalista de la praxis literaria de los surrealistas, con André Bretón a la cabeza.
tradición romántica. Irracionalismo que se plasma en múltiples Los surrealistas adoptaron la técnica terapéutica de la asocia-
manifestaciones y propuestas. Así la creencia en el origen sexual ción libre de ideas para su "escritura automática", como medio
del arte, defendida por Tieck y Schopenhauer. O la revolución que permitiese dejar aflorar directamente al inconsciente, evi-

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tando la obstaculización del consciente y de la sociedad. novelas, todos ellos pintan conductas que el Psicoanálisis,
Bretón y los surrealistas buscaron también, con ello, dotar de como técnica científica, desvelaría.
carácter científico a su práctica literaria. Como testimonio de esta admiración, citemos sólo unas
Transposición de esta misma técnica psicoanalítica de la palabras de Freud pertenecientes a El delirio y los sueños en la
"asociación libre de ideas" a la creación novelística la tenemos "Gradiva" de W Jensen: «los poetas son valiosísimos aliados,
en la técnica narrativa del "fluido de conciencia ", en el cual el cuyo testimonio debe estimarse en alto grado, pues suelen
escritor intenta imitar la libre y caótica actividad de la ideación conocer muchas cosas existentes entre el cielo y la tierra y que
inconsciente. (Recordemos, como ejemplo excelso de esta téc- ni siquiera sospecha nuestra filosofía. En la Psicología, sobre
nica, el último capítulo del Ulysses de Joyce). todo, se hallan muy por encima de nosotros los hombres vul-
Y, para citar sólo un caso de novelista conocedor del gares, pues beben en fuentes que no hemos logrado aún hacer
Psicoanálisis y admirador de la teoría freudiana, mencionemos accesibles a la ciencia.»
a Thomas Mann, especialmente interesado por la antropología Cuando al cumplir setenta años Freud fue aclamado como
de Freud sobre mitos y prácticas mágicas. "descubridor del inconsciente", él mismo corrigió a quien así
Además de estos casos claros de repercusión de una técnica le llamaba y rechazó ese título: "Los poetas y los filósofos des-
psicoanalítica o de un mundo psicológico sobre procedimien- cubrieron el inconsciente antes que yo. Lo que yo descubrí fue
tos literarios que caracterizan a determinadas escuelas, movi- el método científico con el cual se puede estudiar el incons-
mientos o autores concretos (y, más vagamente, se constituyen ciente."
en señales de modernidad literaria), encontramos también Meredith Anne Skura (1981: 4) llega a decir que los poetas
notables convergencias entre el mundo del Psicoanálisis -sobre descubrieron antes que Freud los elementos inconscientes que
todo el freudiano- y mundos literarios contemporáneos. Así luego el Psicoanálisis explicitaría. Los poetas son precursores de
Proust, con su indagación del tiempo perdido y con su interés Freud, además, por su intento de manifestar esos elementos
por la desviación sexual, nos sitúa en la misma atmósfera freu- inconscientes en la textura de una experiencia consciente: "It is
diana de escarbar en el pasado -sobre todo infantil- y de not the mere presence or expression of primitive and uncons-
explorar atentamente la sexualidad en todas sus manifestacio- ciously apprehended elements but the attempt to come to
nes. Y sin embargo es probable que Proust no hubiera leído a terms with them at work into the texture of conscious expe-
Freud. rience that makes the poets the predecessors of Freud".
Lo mismo podemos decir de Eliot en The Waste Land, Según Lacan, Freud derivó su inspiración, su manera de
donde encontramos una especie de indagación psicoanalítica pensar y sus armas técnicas más de la literatura de ficción que
del sueño, sin que haya constancia de que Eliot hubiera cono- de las ciencias. Nosotros no lo creemos así, pero ciertamente,
cido a Freud. Por su parte, Kafka exploró las nociones al ser Freud un hombre muy culto y amante de las artes -en la
freudia-nas de culpa y castigo, así como los temas del sueño y tradición humanista de los médicos-, es lógico que tome la
el temor al padre. Por no alargar mucho la lista de literatura y el arte tanto como puntos de referencia para sus
convergencias, digamos sólo que posiblemente James Joyce teorías (complejo de Edipo, etc.) como para su confirmación
haya sido el más freudiano de los escritores, con su interés por (así su teoría sobre los sueños resulta corroborada por la des-
los temas familiares, por las palabras ambiguas y por los cripción de sueños que W. Jensen realiza en su Gradiva).
estados crepusculares de la conciencia. Freud es un autor tan importante en nuestra civilización, tan
Freud siempre profesó enorme admiración por los grandes estudiado y comentado, además de tan magnífico escritor, que
escritores porque, guiados sólo por su intuición, plasmaron según Harold Bloom (1981: 211) leemos hoy a Freud no como
profundidades del espíritu humano. Sófocles en su Edipo rey, leemos a Jung o a Rank, a Abraham o a Ferenczi, sino como lee-
por ejempo; o Shakespeare en su Hamlet; o Dostoievski en sus mos a Proust o a Joyce, a Valéry o a Stevens.

54 55
A pesar de tener cerca de cien años, la obra de Frcud sigue es decir, partiendo de unos presupuestos propios de una cien-
impregnando nuestra cultura y fecundándola: es constante- cia no literaria (en este caso la "Psicología profunda" —alem.
mente examinada e incluso reinterpretada (como en el caso de Tiefenpsychologie- o Psicoanálisis), examina la obra literaria
Lacan). para explicarla e interpretarla. Frente a las corrientes "extrínse-
Además, en palabras nuevamente de Bloom (1981: 212), cas", las llamadas "inmanentes" o "intrínsecas" interpretan la
"Freud es tanto asunto de la crítica literaria como lo es del psi- Literatura partiendo exclusivamente de los datos que la obra y
coanálisis". Su intención fue fundar una ciencia, y con ello su sistema lingüístico-literario ofrecen.
"nos dejó como legado un canon literario y una disciplina para Haciendo esto, la Teoría y Crítica de orientación psicoana-
la curación". lítica muestra la obra literaria como producto humano: religado
Rizando el rizo de la relación entre Literatura y Psicoaná- con necesidad teleológica a un inconsciente humano individual
lisis, Shoshana Felman ha llegado a escribir: "La Literatura es -el del escritor-, o al inconsciente humano colectivo,
el inconsciente del Psicoanálisis". No lo creemos así, pero "se expresando sus "arquetipos". Se apoya la Teoría y Crítica psi-
non é vero é ben tróvate". coanalítica en el Psicoanálisis, tal como fue codificado por
De todos modos, la influencia freudiana sobre la literatura Freud y sus discípulos, y éste le suministra una base desde la
y sobre la crítica literaria posterior es inmensa. Bien entendidas cual el estudioso de Literatura reinterpreta la literariedad y sus
sus teorías, o tergiversadas, o deconstruidas, o simplificadas productos concretos: las obras literarias.
hasta parecer absurdas, la doctrina de Freud forma parte insepa- La Teoría y Crítica literaria psicoanalítica no sustituye a los
rable de nuestra cultura. La Teoría y la Crítica literaria actual, a demás enfoques existentes en el siglo XX, sino que los complementa.
sabiendas o no, debe al Psicoanálisis la posibilidad de leer los De esta corriente se puede afirmar lo mismo que Charles Mauro n
textos escuchando los significados ambiguos y latentes. decía de su propio método, la "psicocrítica". Su finalidad es
"acrecentar, aunque sea en una pequeña medida, nuestra com-
prensión de las obras literarias y de su génesis". Y también: "La
2.2. La Teoría y Crítica literaria psicoanalítica psicocrítica sabe que es parcial. Quiere integrarse en una crítica
total, y no sustituirla" (Des métaphores obsédantes au mythe
"La psicología freudiana es la única explicación sistemática per-sonnel: 1 y 13).
de la mente humana que, por su sutileza y complejidad, por su
interés y potencia trágica, merece ser colocada aparte de la caó-
tica masa de atisbos psicológicos que la literatura ha acumula- 2.3. Objeciones y contra-objeciones al enfoque psicoanalíti-
do a lo largo de los siglos", afirma Lionel Trilling (1981: 95). Y co de la Literatura
ello porque la naturaleza humana explorada por la Psicología
freudiana es exactamente la misma materia sobre la que el Constituye casi un "topos" en los trabajos sobre Literatura
escritor ejercita su arte. y Psicoanálisis exponer una batería de cautelas y objeciones al
De esta fecunda teoría psicológica surgió muy pronto, en enfoque psicoanalítico del fenómeno literario. Podríamos
la obra del propio fundador del Psicoanálisis y de sus primeros hablar, por ello, de verdaderas "resistencias". Este concepto
discípulos, una Teoría y Crítica literaria de orientación psicoa- psicoanalítico significa la oposición que el paciente realiza,
nalítica. Ésta es, en nuestra opinión, una de las más notables mediante palabras y acciones, al acceso a su inconsciente en el
-si bien minoritarias- que ha producido el siglo XX. La co- curso del análisis, y también se aplica a la actitud contraria a
rriente teórico-crítica psicoanalítica, como la sociológica, la los descubrimientos psicoanalíticos, porque el ser humano
filosófica o la antropológica, ofrece un enfoque "trascendente" siente que se le inflige una "vejación" al mostrarlo tan vulne-
o "extrínseco" de la Literatura (R. Wellek y A. Warren, 1985); rable.

56 57
Dada la gran cantidad de "resistencias" que efectivamente el autoexploración es pérdida de tiempo y de dinero, que es nega-
Psicoanálisis suscita entre la gente de Letras (movimiento de tiva, que es engañosa, etc.
atracción-repulsión, en muchos casos), también nosotros co- En cambio, una de las convicciones más firmes y sosteni-
menzaremos exponiendo las principales objeciones, antes de das a lo largo de los siglos es el carácter imperioso de la "inspi-
adentrarnos en la exposición de los aportes concretos que el ración". Ésta es percibida por los escritores como algo externo
Psicoanálisis ha realizado a la Literatura. a ellos que llega hasta su interior, por lo cual suelen atribuirle
un carácter numinoso: divino o demónico —y cuya personifica-
1) Como preámbulo a las resistencias al enfoque psicoanalí- ción, durante la época grecolatina, son las musas-. El escritor
tico de la Literatura, podemos comenzar diciendo que es fre considera uno de sus más preciados bienes la inspiración, esa
cuente la oposición a cualquier análisis que se haga de la Litera fuente última de su escritura. Y no repara en la incongruencia
tura. Muchas personas niegan la posibilidad intelectual de existente entre negarse a la exploración de su inconsciente y
explicitar el fenómeno estético, que es de índole emotiva. creer en la inspiración. Para el Psicoanálisis, la inspiración radi-
Afirman que ante las formas artísticas sólo cabe el deleite, el ca precisamente en el inconsciente.
sentimiento (como denuncian Wellek y Warren, 1985: 17-18).
Según Ernest Jones, el psicoanalista inglés discípulo directo de 3) Enfoque supuestamente reductor. Más específicamente, se
Freud, el temor inconsciente a que la belleza se desvanezca pare ha reprochado a la Teoría y Crítica psicoanalítica el presentar
ce atenazar este tipo de pensamiento, para el cual sólo es admi un "enfoque reductor" del hecho literario, encerrando la Lite
sible la crítica como re-creación, como segunda literatura (E. ratura en un estrecho sistema -casi en una jerga ininteligible-
Jones, 1976: 11). (Recordemos que precisamente esta visión de y quitándole riqueza, altura estética. El caso más claro de este
la Crítica como segunda Literatura es una posición bastante reduccionismo es el de algunos autores -psicoanalistas "pató-
difundida en el siglo XX, desde los críticos impresionistas fran grafos" e incluso críticos literarios- que abordan una obra para
ceses hasta Roland Barthes y bastantes deconstructivistas). A encontrar en ella síntomas de los problemas psíquicos de su
esta resistencia general podemos contestar que precisamente autor, como si la obra fuera un caso clínico.
nuestra misión de estudiosos -y más aún de teóricos literarios— Sin embargo, realizados inteligente y respetuosamente
es traducir a términos intelectuales nuestra experiencia de la estos análisis que conectan la biografía y la patología de un
Literatura. Y que una comprensión intelectual del fenómeno escritor con su obra, no deben ser descartados, pues informan
estético no sólo no debe anular nuestro goce humano sino de modo suplementario sobre el autor y las motivaciones pro-
acrecentarlo. fundas de su obra. Este material es digno de ser tenido en
cuenta por la Crítica literaria, exactamente igual que otros
2) Resistencia de los escritores al análisis psicológico. Otro datos de tipo histórico: vicisitudes de la vida del autor, contexto
problema para el enfoque crítico psicoanalítico de las obras cultural y sociopolítico, etc. Por otra parte, la Teoría y
literarias reside en sus propios creadores. Exceptuando algunos Crítica psicoanalítica son mucho más que eso. Dentro de ella
casos aislados, la mayoría de los literatos se niega a urgar en su encontramos estudios tan complexivos, tan respetuosos con el
interior o a dejarse urgar. Muchos temen que, si hacen desapa hecho literario y tan iluminadores para la obra y su a utor,
recer sus conflictos internos, desaparezca también su creativi como los de Charles Mauron o Didier Anzieu.
dad. Otros temen llegar a conocer sus interioridades, no muy
bellas, o que éstas sean conocidas por su público. Frente a esos 4) La Crítica psicoanalítica estudia fundamentalmente los
temores, a menudo inconscientes, se alzan "racionalizaciones", temas y motivos literarios. Éste es, sin duda, uno de los puntos
es decir, aparentes razones que sirven para acallar, antes sí mis fuertes en el enfoque psicoanalítico de la Literatura. "La litera
mos y ante los demás, las verdaderas razones profundas: que la tura son escritos de motivos y acerca de motivos, y el psicoaná-

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lisis es la única teoría complexiva de motivos que la humani- narrativo de Rosa Chacel partiendo de los mecanismos básicos
dad ha inventado", afirma Frederick Crews (1975: 4). Las de la personalidad obsesiva (el "aislamiento" y la "anulación
obras literarias expresan conflictos emocionales, y además de retroactiva"). Kenneth Burke y Simón O. Lesser han prestado
los temas manifiestos contienen temas latentes, cuyo efecto especial atención también a los aspectos formales, no sólo
sobre los lectores puede ser subliminal. El Psicoanálisis es la como ayuda a la percepción, sino como vehículo de placer, que
única teoría que nos ofrece una visión de las preocupaciones incluye el placer de reducir las ansiedades suscitadas por los
internas del escritor, y al mismo tiempo una explicación diná- otros aspectos de la obra.
mica de cómo la obra de arte es recibida por el lector. Todo Una variante de este reproche es que el Psicoanálisis ha olvi-
esto viene vehiculado, en el nivel textual, por la temática pro- dado el estudio primordial en Literatura, que es la estructura
funda de la obra (su "contenido latente", podríamos decir con retórica de los textos (Peter Brooks, 1987: 334). Bien es verdad
palabras de Freud). que este mismo autor, partiendo del trabajo de Freud "El poeta
El interés de Freud por el significado latente del arte (y su y la fantasía" propone una lectura "retórica" psicoanalítica de la
correlación con los sueños, mitos, cuentos populares, obras Literatura. Y también es cierto que precisamente una de las
literarias, etc.) nos proveyó de evidencias para descifrar en las líneas más pujantes de la Teoría literaria psicoanalítica es la lla-
obras literarias las fantasías primordiales de la Humanidad. Y mada "Retórica del inconsciente" (Jakobson, Lacan, Barend
también nos ilustró acerca de las distintas técnicas (condensa- van Heusden, 1984, etc).
ción, desplazamiento, simbolismo, etc.) que enmascaran y ex-
presan al mismo tiempo esas fantasías. 6) El Psicoanálisis —se afirma— no realiza valoraciones estéticas
Sin embargo, esta vasta teoría de temas y motivos no es de la Literatura. También se ha reprochado a la Crítica psicoana
aceptada fácilmente por los propios escritores y por una buena lítica el fallar en la valoración de una obra literaria (p. ej., Irvin
parte de la Crítica, que prefiere atenerse, en el texto, a lo que Howes, 1958; o Lionel Trilling, 1981). En rigor, su misión pri
Freud llamó "contenido manifiesto". mera no es evaluar, pronunciarse sobre el valor literario especí
fico. En lo cual coincide con una gran cantidad de corrientes
5) Supuesta incapacidad para explicar la "forma" artística. críticas del siglo XX (New Criticism, Formalismos, Crítica
Muchos de los que aceptan que el Psicoanálisis sea una gran semiológica, etc.): para estas corrientes, lo importante en la
teorización sobre temas y motivos del ser humano, le repro- Crítica es explicar un texto, hacerlo comprensible, no que el
chan sin embargo el que se limite al estudio de los temas en crítico emita su particular juicio de valor.
Literatura, y sea incapaz de abordar los problemas de forma y Sin embargo, aunque la Crítica psicoanalítica no tenga
estilo. Por nuestra parte, creemos que el Psicoanálisis es tam- como finalidad la valoración de las cualidades literarias del
bién es una teoría capaz de explicar la "forma", el estilo y la texto, la Teoría literaria psicoanalítica sí que establece el crite-
retórica del texto. rio fundamental para la valoración, como veremos más ade-
Como explicaremos en un capítulo próximo, Freud estudia lante: la "identificación", la coincidencia entre el inconsciente
los "mecanismos" del inconsciente humano. Estos "mecanis- del autor y el del lector por medio del texto. Con esta teoría,
mos" actúan no sólo en los sueños (campo en que él los descu- el Psicoanálisis se convierte en la única corriente contemporá-
brió) y en numerosos actos de la vida cotidiana, sino también nea que explicita psicológicamente el fundamento de la valo-
en la creatividad literaria y artística. El examen de estos proce- ración.
dimientos nos permite estudiar el estilo de un autor. Así, Janine
Chasseguet-Smirgel, por ejemplo, llega a explicar el estilo de 7) El texto literario es "cerrado", mientras la terapia psicoana
Robbe-Grillet partiendo del concepto de "relación objetal"; o, lítica exige bidireccionalidad en la comunicación. Otra objeción
en el área española, quien escribe estas páginas estudia el estilo bastante extendida contra la Crítica literaria psicoanalítica es la

60 61
siguiente: A diferencia de la relación "psicoanalista-paciente", Está bastante difundida la idea, supuestamente
basada en el diálogo y en la retroalimentación comunicativa, el psicoanalí-tica, de que toda creatividad procede de la neurosis
crítico literario psicoanalista se enfrenta con un texto cerrado, de su autor. En realidad Freud nunca dijo eso. Afirmó el
que no puede ofrecer las introspecciones continuas y subsi- carácter "regresivo" de la creatividad y la neurosis, pero señaló
guientes del autor. Desde luego, el crítico literario la importante diferencia de que mientras el artista "encuentra
psicoanalíti-co no contará, en su enfrentarse al texto, con la el camino de retorno" a la realidad a través de su obra, que es
riqueza comunicativa de la relación terapéutica, ni tendrá la valorada so-cialmente, el neurótico sólo produce síntomas
certidumbre en los resultados de su análisis. (Las demás formas asoc iales. La aproximación entre creación y anormalidad es
de Crítica tampoco la tienen). muy anterior al surgimiento del Psicoanálisis (se remonta a
De todos modos, la carencia de "feedback" o retroalimen- Platón y los pensadores griegos). Sin temor a equivocarnos,
tación comunicativa puede ser compensada en el estudio litera- podemos afirmar que en realidad el Psicoanálisis ha combatido
rio por otra clase de retroalimentación: La obra total del autor, esta larga creencia.
que anula el concepto de "texto cerrado". El autor, en alguna
parte de su obra total, contiene la información suficiente para 9) Es difícil conjuntar el campo de la Literatura y el del
prolongar el "diálogo" con el texto, para confirmar o invalidar Psicoanálisis. Por último, nos detendremos en el mayor proble-
las hipótesis sucesivas. Así, la aparente carencia de desarrollo, ma real que presenta el enfoque psicocrítico: pocos críticos lite-
de linealidad y de futuro, queda compensada mediante la rarios son psicoanalistas (o tienen conocimientos suficiente-
abundancia de pasado plasmado en textos. Por otra parte, el mente amplios de Psicoanálisis), y pocos psicoanalistas poseen
crítico dispone de otros puntos de referencia paraliterarios grandes conocimientos en las disciplinas literarias. La
(biográficos, documentales, epistolares, etc.) que le permiten compar-timentación de los estudios y la brevedad de la vida
confirmar o invalidar sus hipótesis textuales. F. Crews (1975: humana favorece este estado de cosas. Ello invalida
15) afirma esto mismo: "Un análisis de las imágenes o de un parcialmente bastantes de los escritos en este campo, pero no
tema repetido, llevado a cabo con discreción, puede suplir para nos parece, en realidad, un escollo insalvable. La dificultad de
el crítico parte de lo que el analista práctico puede recoger más este campo interdis-ciplinario es ciertamente grande, pero eso
fiablemente de las asociaciones de su paciente." También sólo debe inducirnos a la prudencia y al trabajo encarnizado
en ambos campos. Exactamente igual que en otras ramas
André Green (1982) aporta argumentos en esta misma direc-
interdisciplinarias.
ción.

8) El Psicoanálisis es un método de curación psicópata lógica, Tras haber ofrecido un repaso a los principales problemas
por tanto sería errónea su aplicación a la Literatura. El Psico- con los que se enfrenta la Teoría y Crítica literaria
análisis considera al escritor como un neurótico. Otra de las obje- psicoanalíti-ca, pensamos que lo razonable es adoptar una
ciones más usuales es que las investigaciones psicoanalíticas posición tan lejana del dogmatismo como del ataque cerrado:
aplicadas a la Literatura están viciadas por su origen en el estu- Esta corriente es muy importante en nuestro siglo, cuenta con
dio de lo "anormal" o patológico. Esta objeción se desvanece notables logros, y ya ha enriquecido la interpretación de las
cuando se sabe que los síntomas neuróticos proceden de las obras literarias. Por otra parte, creemos que el Psicoanálisis se
dificultades primordiales y conflictos de cualquier psique, y ha convertido ya en un bien común de la cultura occidental:
que la neurosis es sólo un intento entre otros de resolverlos. sus materiales impregnan la obra de una buena parte de
Además, los rasgos de personalidad y las peculiaridades de la teóricos y críticos excelentes. Además, no constituye un
gente "normal", de naturaleza "defensiva" siempre, proceden campo cerrado, sino plural y todavía susceptible de desarrollo,
exactamente de la misma fuente que los síntomas neuróticos. abierto a futuros hallazgos.
La Crítica literaria psicoanalítica no tiene como misión
62 decir la última palabra sobre la literariedad del texto -aunque
también puede hacer muy interesantes observaciones en el

63
nivel de la textualictad-. Su misión primera es explicarlo, y muy
especialmente en cuanto a su génesis y a su sentido.
Sólo la Psicología analítica (o Psicoanálisis) permite conec-
tar de manera eficaz a la obra con su autor. Aislar a la obra de
su creador impone límites artificiales a nuestra comprensión
del texto. Los diversos Formalismos han puesto de moda
-entre 1915 y 1975 aproximadamente- la consideración
exclusiva de la textualidad como objeto de estudio literario.
Esto, que en sí mismo ha sido tan positivo para la Teoría y
para la Crítica literarias, no lo ha sido en cuanto que el estudio
del texto era considerado "excluyente" del estudio del autor y
del lector.
En palabras de F. Crews (1975: 67), existe una "fantasía
común entre los escritores, el deseo de que el arte pueda ser
auto-procreado, auto-nutrido, auto-referencial, purificado de
sus actuales orígenes (...); y esto no es menos común entre los
críticos." Pero los dos polos complementarios del texto literario,
el autor y el lector, básicos en un enfoque
semiótico-pragmáti-co, vuelven a ser revalorizados por la Teoría
y la Crítica literaria de las últimas décadas (Estética de la
recepción, Semiótica literaria, Deconstrucción, etc.), con lo
cual la corriente literaria psicoanalítica vuelve a recuperar, por
pleno derecho, el terreno que los Formalismos le habían
disputado.
Un texto literario no es algo terminado en sí mismo, inde-
pendiente de la personalidad del creador. En palabras de André
Green (1982: 41-42), "¿sería posible no establecer ninguna
relación entre el hombre y su creación? ¿Con qué fuerza se
nutriría ésta, sino con aquéllas que operan en el creador?"
Una Crítica literaria precisa atiende a los valores del texto,
pero también a la génesis de esos valores. El público suele creer
que las ideas del libro han surgido de una pieza en la pluma del
autor, olvidando todas las elaboraciones de elementos sencillos
y cotidianos que hay detrás; y sobre todo olvidando todo el
material inconsciente.
En definitiva, el Psicoanálisis revela los motivos más oscu-
ros de la acción humana y del deseo, y suministra una técnica
para penetrar en las regiones más ocultas de la mente. De ahí
la utilidad de esta "Psicología profunda" para la Literatura.

64 65
3.

FUNDAMENTACIÓN DE LA LITERATURA
SEGÚN EL PSICOANÁLISIS

3.1. Fundamentos psicológicos de la Literatura

El mayor atractivo de la Teoría literaria psicoanalítica es,


para nosotros, el ofrecer una explicación psicológica de los
mecanismos que se ponen en marcha en el proceso literario, en
todas sus fases: tanto en lo que concierne al autor, como en lo
relativo al propio texto, y en lo que atañe al lector (o especta-
dor).
El Psicoanálisis no enuncia esta teoría de manera aislada y
unitaria, sino que lo hace mediante observaciones parciales, al
hilo de otros problemas que preocupaban prioritariamente a
Freud y sus discípulos. Además, en diversos lugares de su obra,
Freud afirma que los problemas de la creación literaria y artís-
tica están aún pendientes de resolución psicológica. Esta mo-
destia obedece al hecho de que nunca se planteó específica-
mente esa problemática, como acabamos de decir. También esa
modestia ha engañado a muchos lectores, que han tomado al
pie de la letra sus declaraciones. Por nuestra parte, creemos que
lo que ha dejado Freud es tan importante, que constituye una
ligadas de la sexualidad, pero cuyo origen y fuerza, en última
Teoría literaria bastante completa y coherente. Su indagación instancia, residen en la pulsión sexual. (Recordemos que la libi-
nos resulta preciosa, confirmándonos que el funcionamiento do o energía sexual es, según Freud, la pulsión que crea la vida
del espíritu humano es el mismo en todas sus actividades crea- en todas sus formas). La sublimación transforma, pues, la pul-
tivas. sión sexual en una fuerza no sexual que se orienta hacia activi-
Con posterioridad a la obra de Freud, una importante can- dades humanas consideradas socialmente superiores. Entre ellas
tidad de psicoanalistas se han inclinado de manera unitaria cita Freud la actividad artística y la investigación intelectual.
sobre los procesos de la creatividad literaria (p. ej., E. Kris, En "La moral sexual "cultural" y la nerviosidad moderna"
1952, y D, Anzieu, 1981). Examinamos detenidamente esta (1908), afirma Freud que nuestra cultura descansa totalmente
teorización en nuestro libro recientemente aparecido, Psicoaná- en la coerción de los instintos. El instinto sexual pone a dispo-
lisis de la experiencia literaria (1994). En el presente, vamos a sición de la labor cultural grandes cantidades de energía, pues
centrar esta teorización en los trabajos de los psicoanalistas posee en grado sumo la peculiaridad de poder desplazar su fin
fundacionales: Freud sobre todo; Jung y Lacan de modo secun- sin perder su intensidad. Esta posibilidad de cambiar el fin
dario. sexual primitivo por otro, no ya sexual, pero psíquicamente
En "El interés del Psicoanálisis para la Estética" (1913), afín al primero, es lo que se llama capacidad de sublimación.
afirma Freud que la mayoría de los problemas de la creación y Así pues, el mecanismo defensivo del yo que es la sublima-
el goce artístico están pendientes aún de resolución psicoanalí- ción juega un papel social extremadamente relevante. La ma-
tica, ya que el arte forma parte del "complicado edificio" que yoría de las conquistas humanas le son adjudicables. Freud
forman las "compensaciones de los humanos deseos ". El arte (y la vuelve a subrayarlo en "Las resistencias contra el Psicoanálisis"
literatura dentro de él) como formación del deseo y como com- (1925). Afirma que, cuando el Psicoanálisis se aplicó a la vida
pensación de frustraciones internas, ésta es la idea de fondo de psíquica normal, mostró que los mismos componentes sexua-
toda la teoría freudiana sobre la creatividad. les, desviados de sus fines sexuales más directos a otros más
Los mecanismos básicos de la creatividad artística y poéti- lejanos, constituyen los más importantes aportes a las obras
ca, Freud los encuentra en procesos aparentemente muy dispa- culturales del individuo y de la comunidad.
res, como los sueños, el ingenio y los síntomas psiconeuróticos. Dentro de la teoría tópica freudiana, la sublimación cae
Esos procesos están íntimamente relacionados con la "realiza- bajo el imperio del super-yo, pues es la responsable de las eje-
ción de deseos inconscientes", con la "fantasía", con la "repre- cuciones humanas más elevadas y socialmente estimables.
sión", con la "reviviscencia de recuerdos infantiles" ("retorno
de lo reprimido") y con la vida psicosexual del individuo
(Jones, 1976: 14). 3.3. Exteriorización del inconsciente: la fantasía
En las páginas siguientes vamos a examinar ese conjunto
de operaciones psíquicas que confluyen en el hecho literario. El concepto de fantasía -realización imaginaria y deforma-
da de un deseo del sujeto- es una de las piedras angulares de la
Teoría literaria psicoanalítica, por lo cual vamos a detenernos
3.2. Mecanismo psíquico que origina la actividad literaria: la un poco en su clarificación.
sublimación En español, la palabra "fantasía" es empleada fundamental-
mente en dos acepciones:
Entre los mecanismos de defensa hemos mencionado, en
capítulo anterior, uno que aquí cobra particular relevancia: la 1) Como capacidad del espíritu humano para crear imáge-
sublimación. Ésta es el proceso -a la vez económico y dinámi- nes -en este sentido unos la consideran sinónimo de
co- que da cuenta de actividades humanas aparentemente des-

66 67
"imaginación" y otros, como los tomistas o como Coleridge, En "El poeta y la fantasía" comienza Freud con la paladina
piensan que ambas son netamente distintas-. afirmación de que los conocimientos teórico-literarios no con-
2) Como producto o resultado de esa capacidad imaginante ducen, al hombre no-escritor, hacia la creación. Freud está
-sinónimo de "ensueño" o "sueño diurno"-. Es en este convencido de que "el máximo conocimiento de las condicio-
segundo sentido como suele utilizarla el Psicoanálisis. nes de la elección de tema poético y de la esencia del arte poé-
tico no habría de contribuir en lo más mínimo a hacernos poe-
La palabra española "fantasía" (o bien el "ensueño") nos tas."
parece la mejor traducción de la alemana "Phantasie". No obs- Señala que los profanos de la Literatura -entre los que él se
tante, en numerosos libros pseudopsicoanalíticos circula, para cuenta- sienten desde siempre una vivísima curiosidad por
este concepto, la palabra "fantasma", procedente del francés saber de dónde extrae sus temas el literato, personalidad singu-
"fantasme", por galicismo fonético. "Fantasma" es, además, larísima, y también por saber "cómo logra conmovernos con
una de las palabras más populares en boca de escritores y gente ellos [los temas] tan intensamente y despertar en nosotros
leída: "el escritor y sus fantasmas", "mis fantasmas infantiles", emociones de las que ni siquiera nos juzgábamos capaces". Esa
etc. Lamentamos que la palabra alemana "Phantasie" (fr. fan- curiosidad resulta exacerbada por el hecho de que el propio
tasme) haya pasado a designar un espectro (francés “fantô- literato, cuando es interrogado sobre esta materia, no sabe res-
me” ). ponder, o lo hace insatisfactorialmente.
Volviendo al concepto freudiano de la "fantasía", ésta reali- Buscando en el ser humano "una actividad afín en algún
za de modo imaginario y deformado un deseo del sujeto, que modo a la composición poética", encuentra Freud el juego en
puede ser tanto consciente como inconsciente. De ahí que Susan el niño y la fantasía (la ensoñación) en el adulto. La fantasía (o
Isaacs, en The Nature and Function of Phantasy (1948 y 1950) ensueño) constituye un mundo separado del real y controlado
proponga dos grafías distintas: "fantasy" para el ensueño cons- por el sujeto, igual que el juego infantil. Además, la fantasía
ciente, y "phantasy" para el ensueño inconsciente. Siguiéndola, tiene una función compensatoria de las frustraciones de la
Charles Mauron escribe "phantasme" para designar la fantasía vida. (También en "La novela familiar del neurótico" vuelve
inconsciente, y "fantasme" para la consciente. En español, que Freud sobre este punto: los ensueños diurnos "sirven a la reali-
sepamos nosotros, nadie ha usado, hasta la fecha, la doble gra- zación de deseos y a la rectificación de las experiencias cotidia-
fía (phantasía / fantasía). nas"). La fantasía está tejida con "el hilo del deseo".
"El poeta y la fantasía" (parte IV de Psicoanálisis aplicado, La fantasía en el ser humano —no sólo en el literato— flota
1908) es uno de los más importantes trabajos freudianos sobre en tres tiempos: parte de una impresión actual para recordar
Teoría literaria. Tal vez resultaría más clarificante si se algo pretérito, infantil, en que su deseo se satisfizo, y desde ahí
hubiera traducido su título como "El literato y la ensoña- va hacia el futuro, donde lo imagina realizado. Así el "hilo del
ción", puesto que, por una parte, la palabra alemana "der deseo" engarza presente, pasado y futuro. Por ejemplo: Un
Dichter" no significa exactamente igual que la nuestra "poeta" joven huérfano que va a pedir trabajo imagina que ya tiene
-que apunta claramente hacia un género concreto, la Lírica-, colocación, se casa con la hija del dueño y rehace el hogar que
sino que señala al creador literario en general, como en griego. perdió.
Y por otra parte la palabra "fantasía" es al menos, como aca- Precisamente por su proximidad a la carencia o necesidad
bamos de indicar, bisémica, ya que apunta tanto a la facultad del sujeto -interpretamos nosotros- el adulto se avergüenza de
generadora de fantasías como al propio producto de esa facul- sus fantasías. Freud piensa que se avergüenza porque sabe que
tad. De todos modos, como se ha extendido ya entre nosotros debe actuar y no soñar; y además porque sus fantasías tienen aire
esta traducción, la seguiremos manteniendo para no crear con- pueril e ilícito (deseos inconfesables). Salvo los enfermos menta-
fusiones. les, que sí hablan de sus fantasías, los adultos no lo hacen. Las

68 69
3.4. La ilusión
fantasías, pues, pertenecen a la zona más secreta de la persona:
resultan tan desagradables para los demás como agradables para
El tema de la "ficcionalidad" constituye, hoy en día, centro
el sujeto. de importantísimos debates en la Teoría literaria. La "ficciona-
La exagerada actividad fantasística, a juicio de Freud, no es lidad" es contemplada en Psicoanálisis bajo el nombre de "ilu-
buena: la multiplicación y exacerbación de las fantasías propi- sión".
cian la aparición de neurosis e incluso de psicosis. La "ilusión" se da en diferentes dominios del psiquismo
Las fantasías humanas satisfacen imaginativamente dos humano; entre ellos el mundo artístico. En el citado trabajo
tipos de deseos: los ambiciosos y los eróticos. Con frecuencia "El interés del psicoanálisis para la Estética" afirma Freud que
se entrecruzan ambos: un hombre joven puede desear ser rico y el arte es "un dominio intermedio entre la realidad, que nos
poderoso para ofrecer el mundo a su amada. niega el cumplimiento de nuestros deseos, y el mundo de la
A diferencia del resto de los mortales, que guardan sus fan- fantasía, que nos procura su satisfacción". En este dominio
tasías para sí mismos, el creador literario es un tipo especial de conserva toda su energía la aspiración a la omnipotencia que
persona que si comunica sus fantasías a los demás, y encima con- tiene la Humanidad primitiva. El arte es realidad convencio-
sigue la aprobación social mediante ellas. Estas fantasías son la nalmente reconocida, en la cual, y merced a la ilusión artística,
materia misma de su producción artística, convenientemente pueden los símbolos y los productos sustitutivos provocar afec-
alejadas de su fuente pulsional. tos reales.
En definitiva, en este trabajo Freud formula la hipótesis de En "Personajes psicopáticos en el teatro" (1904), y a propósito
que "la poesía, como el sueño diurno, es la continuación y el de la "catarsis" en el espectador -sobre la cual volveremos
sustitutivo de los juegos infantiles". Y también la de que la luego—, Freud señala la gran importancia que en el goce artístico
tiene la ilusión (la ficcionalidad). El espectador vive las proezas del
investigación sobre la fantasía remite directamente a "la elec-
héroe sin tener que padecer sus sufrimientos en la realidad.
ción del tema poético".
En "El interés del psicoanálisis para la Estética" vuelve «De ahí que su goce dependa de una ilusión, pues presupone la
Freud de modo sintético sobre el asunto de la fantasía. Señala atenuación de su sufrimiento merced a la certeza de que, en
que, para que se convierta en arte, la realización de fantasías primer término, es otro, y no él, quien actúa y sufre en la esce-
que supone la obra artística necesita una "transformación que na, y en segundo lugar, trátase sólo de una ficción que nunca
mitiga lo repulsivo de tales deseos, encubre el origen personal podría llegar a amenazar su seguridad personal.»
de los mismos y ofrece a los demás atractivas primas de placer,
ateniéndose a normas estéticas". De manera más desarrollada, la "escuela inglesa" de Ernest
Dentro del amplio movimiento psicoanalítico, la rama que Jones y Melanie Klein elabora el concepto de "ilusión".
más ha elaborado sobre la fantasía ha sido la "escuela inglesa" de
Melanie Klein. Conviene destacar, para el tema que nos ocupa, el
libro Dream, Phantasy andArt, de la artista y psicoanalista inglesa 3.5. El símbolo
Hanna Segal (1991). Y dentro de la Teoría y Crítica literaria de
base psicoanalítica, el de Meredith Anne Skura The Literary Use El "simbolismo" (alem. Symbolik) es el modo de represen-
ofthe Psychoanalytic Process (1981), cuyo capítulo 3, "Literature as tación indirecta y figurada de una idea, o de un conflicto, o de
Fantasy: Psychic Function" (pp. 58-124) abórdalas implicaciones un deseo inconsciente. En definitiva, cualquier "formación
de los ensueños y los deseos en el texto literario. (Nótese cómo la sustitutiva" en el espíritu humano es simbólica. Así, el sueño y
doble grafía “fantasy”/ “phantasy" —para las fantasías conscientes e el síntoma son expresión "simbólica" del deseo o bien del con-
inconscientes, respectivamente- se ha generalizado en la biblio-
grafía anglófona). 71
70
flicto defensivo del sujeto; expresión que además de indirecta y dad a partir de esa realidad irreal. Así pues, tanto el desarrollo
figurada es más o menos hermética. del yo como la relación con la realidad dependerán del grado
de capacidad que tenga el yo, en una etapa muy temprana,
El simbolismo también es un modo de representación
para tolerar la presión de las primeras situaciones de angustia.
caracterizado por la relación constante entre el símbolo y lo
"Una cantidad suficiente de angustia es una base necesaria para
simbolizado (inconsciente). Esa relación constante aparece
la abundante formación de símbolos y de fantasías". Además,
tanto en el individuo como en el conjunto de personas, y tam- el yo tiene que poseer una capacidad adecuada para tolerar la
bién en las áreas culturales del hombre: mito, religión, lengua- angustia, para que ésta pueda ser satisfactoriamente elaborada
je, folclore. y dominada.
En este segundo sentido, el simbolismo designa la relación La existencia de un modo de expresión simbólico común a
entre el contenido "manifiesto" de un comportamiento, pensa- las más diversas culturas e individuos, es lo que ha conducido a
miento o palabra, y su sentido "latente" inconsciente. Así, el Jung a preconizar la existencia del "inconsciente colectivo".
simbolismo recubre todas las formas de representación indirec-
ta: desplazamiento, condensación, sobredeterminación, figura-
ción, etc. Desde el momento en que un comportamiento tiene 3.6. El retorno de lo reprimido. La formación de
dos significados solapados (el que se expresa y el que se enmas- compromiso
cara), puede ser calificado como simbólico.
Ambos sentidos de la palabra "simbolismo" se encuentran A nuestro entender, el mecanismo psicológico básico en la
en Freud, y han sido puestos de relieve por Ernest Jones en Literatura es el "retorno de lo reprimido" (en alemán
The Theory of Symbolism (1961). Sólo lo reprimido puede ser Wieder-kehr —o Rückkehr— des Verdrángten). Es el proceso
simbolizado, subraya Jones. mediante el cual los elementos reprimidos, que han sido
La palabra "símbolo" es muy abundante en los escritos suprimidos del consciente por la represión, pero en realidad no
psicoanalíticos, comenzando por los de su fundador. Con están eliminados, sino latentes en el inconsciente, tienden a
todo, ha sido la "escuela inglesa" (Jones, Klein, Winnicott, reaparecer. Dada la constante actuación de la "censura",
Milner, etc.) la que más ha elaborado este tema. Melanie reaparecerán no en su forma propia, sino de manera
Klein, en "La importancia de la formación de símbolos en el deformada, bajo la apariencia de una "formación de
desarrollo del yo" (Klein, 1975: 208-221), afirma que "el sim- compromiso". Es decir: bajo la apariencia de elementos
bolismo no sólo constituye el fundamento de toda fantasía y capaces de ser admitidos por el consciente, deformados por los
sublimación, sino que sobre él se construye también la rela- "mecanismos de defensa" hasta volverse irreconocibles para el
ción del sujeto con el mundo exterior y con la realidad en ge- consciente. Las principales formaciones de compromiso
neral." descritas por Freud son el síntoma y el sueño, pero también
Sobre la génesis de la simbolización, esta autora aporta una cabe añadir la obra artística y todas las producciones del
interesante teoría: la angustia primaria sería la fuente de fanta- inconsciente. Su nombre de "formación de compromiso"
sías y simbolismos. "La primera realidad del niño es totalmente procede de que esas representaciones satisfacen al mismo
fantástica; está rodeado de objetos que le causan angustia". El tiempo tanto el deseo inconsciente como la exigencia de las
bebé que llega al mundo solamente percibe su propia corpo- defensas.
ralidad, su propio ámbito, y especialmente sus necesidades. Dicho en otros términos: los contenidos inconscientes son
Cuando empieza a aprehender el mundo exterior, éste aparece indestructibles, por lo cual intentan constantemente aflorar a
como fantástico para el niñito, ya que carece de experiencia la conciencia por distintos caminos y bajo distintos disfraces
para poderlo asimilar. Progresivamente, a medida que va evolu- ("derivados del inconsciente"): en forma de sueños, de sínto-
cionando, el bebé establece una verdadera relación con la reali- mas, de asociaciones, de fantasías, etc.

72 73
Este retorno de lo reprimido (y las "formaciones de com- 3.7. La forma artística, "placer preliminar"
promiso" subsiguientes) se producen, según Freud, bajo la pre-
sión de ciertas condiciones: refuerzo de la pulsión por aconte- La teoría freudiana de la Literatura, muy centrada en la
cimientos que evocan el material reprimido, y debilitamiento "finalidad", tiene en el concepto de "placer" uno de sus puntos
de la "catexia contraria". Por otra parte, el retorno de lo repri- fuertes. Aunque más adelante tratemos de modo más amplio
mido se sirve, para aflorar, de los mecanismos habituales de del placer en el escritor y en el lector, vamos a abordar ahora
manifestación que tiene el inconsciente: condensación, despla- este "placer preliminar" que es la forma artística para el lector.
zamiento, inversión o transformación en lo contrario, etc. Cuando se critica al Psicoanálisis como inútil para el aborde
Las experiencias tempranas del niño dejan más huella que las de la Literatura por ser una "teoría de los motivos" pero no una
posteriores, según la teoría analítica. Además, son más limitadas teoría de la forma, se está olvidando precisamente una breve pero
en cuanto a su naturaleza, pues se reducen al ámbito familiar. importante observación que hace Freud en "El poeta y la fanta-
Más adelante, cuando un hombre reacciona con fuerza ante una sía". Preguntándose el psiquiatra vienes cómo consigue emocio-
situación, está influido por las experiencias previas. Las experien- narnos el poeta, afirma que esto es "su más íntimo secreto": la
cias frescas, incluso nuevas, son asimiladas por la mente incons- técnica de hacer caer las barreras entre su yo (que nos repelería
ciente a las antiguas. De modo que la respuesta corriente siempre en principio, igual que si oyéramos las fantasías de un cualquie-
está compuesta parcialmente por la respuesta a la actual situa- ra) y nuestro yo. En esto reside "la verdadera arspoética ".
ción, y parcialmente por las respuestas a situaciones antiguas, Sin embargo Freud no se resigna a dejar confortablemente
inconscientemente sentidas como similares (Jones, 1949: 18). en la nebulosa ese "ars poética", ese "secreto" del escritor. Su
Así el escritor da respuesta en su escritura tanto a sus preo- creatividad indagatoria le lleva a levantar el velo del secreto, y
cupaciones actuales como a sus traumas pasados. El libro resul- así encuentra que hay dos elementos técnicos responsables de
tante es una gran "formación de compromiso" entre el mate- la fascinación que la obra literaria ejerce en nosotros. Por una
rial reprimido, que retorna, y las exigencias de su consciente. parte, el literato realiza una serie de "modificaciones y ocultacio-
El mismo Freud parece aludir a este "retorno de lo reprimi- nes " que mitigan el carácter egoísta del ensueño o fantasía. Y
do" como origen de la actividad artística. En "El interés del por otra parte, "ríos soborna con el placer puramente formal, o
Psicoanálisis para la Estética" (1913) afirma que hay conexión sea estético, que nos ofrece la exposición de sus fantasías".
entre las "impresiones infantiles y los destinos del artista y sus
obras, como reacciones a tales impulsos". «A tal placer, que nos es ofrecido para facilitar con él la génesis
Dentro de la gran cantidad de libros que abordan la rela- de un placer mayor, procedente de fuentes psíquicas más hon-
ción entre Psicoanálisis y Literatura, son pocos los que tienen das, lo designaremos con los nombres de prima de atracción o
placer preliminar. A mi juicio, todo el placer estético que el
en cuenta la importancia de la "formación de compromiso". El
poeta nos procura entraña este carácter de placer preliminar.»
que más destacadamente la considera es Francesco Orlando, en
Per una teoria freudiana della letteratura. Entiende "il ritorno
El literato, revistiendo sus fantasías con el "placer prelimi-
del represso" como "la manifestazione lingüistica dell'incons- nar" (o "prima de atracción") que procura la forma artística,
cio" (1987: 9), con lo cual efectivamente la obra literaria es un oculta su origen personal, y logra que sus lectores las acepten
vasto "ritorno del represso"1. como imágenes de la realidad. Haciendo esto, permite a sus
lectores acceder a "un placer mayor, procedente de fuentes psí-
1
No estamos de acuerdo, sin embargo, con algunas acepciones que este sintagma quicas más hondas": a sus propias pulsiones inconscientes.
tiene para Orlando: "ritorno del represso come presenza di contenuti censurati dalla Este elemento del "placer preliminar", que resulta algo enig-
repressione sociale che grava sul sesso" y "ritorno del represso come presenza di conte- mático en una primera lectura, ha sido elaborado por Peter
nuti censurati da una repressione ideologico-politica" (Orlando, 1987: 27)

74 75
Brooks en "The Idea of a Psychoanalytic Literary Criticism" eso en el ya citado trabajo "El interés del Psicoanálisis para la
(1987). A Brooks, el concepto de "Vorlust" o "placer prelimi- Estética" (parte F de Múltiple interés del Psicoanálisis, 1913),
nar" le sugiere toda una retórica de avance y retroceso hacia una afirma Freud que el arte es un dominio intermedio entre la reali-
meta, una zona formal de juego que es al mismo tiempo autó- dad, que nos niega el cumplimiento de nuestros deseos, y el
noma y dirigida hacia un fin, capaz de desviaciones y movi- mundo de la fantasía, que nos procura su satisfacción.
mientos recursivos. Esta importante afirmación del arte como dominio inter-
Es toda una "erótica de la forma" ("a whole erotics of medio entre realidad y fantasía (que podríamos poner en rela-
form") que incluye el retraso y avance en la dinámica textual ción tanto con la moderna teoría de la "ficcionalidad" como
(la creación del "espacio dilatorio" que Barthes había procla- con la aristotélica de la "verosimilitud"), aparece en el breve
mado en S/Z como esencia del medio textual). Su descarga trabajo que nos ocupa sumergida en el problema, más impor-
hacia el fin está perversamente retrasada, según Brooks. In- tante para Freud, de para qué sirve el arte.
cluso el "placer preliminar" implica la posibilidad de fetichis- También en "El poeta y la fantasía" (1908) aborda este
mo, la desviación del fin propio hacia otro sustituto o simula- mismo tema, relacionando la actividad literaria con el juego
cro. Precisamente esta mistificación es el objetivo de una buena infantil. Al igual que el niño se crea en el juego su propio mun-
parte de la literatura, e incluye las posibilidades de exhibicio- do, que él distingue muy bien de la realidad, también el literato
nismo y voyerismo, centrales en los textos literarios y desde crea y controla su mundo de imaginación.
luego en sus lectores. El principio literario, tan conocido por el El juego infantil es la actividad que más se asemeja a la
New Criticism, de que los buenos poemas contienen un máxi- actividad literaria en el adulto: ambas crean mundos que están
mo de textura irónica en estructuras frágiles, y el de la transfor- separados de la realidad pero no desconectados de ella. El fan-
mación de los elementos claros en ambiguos, aseguran que tasear, la ensoñación, es la actividad del adulto que sustituye al
toda la literatura es de naturaleza esencialmente perversa. juego infantil, en la evolución humana.
Y, lo más importante para Brooks, es que este concepto de Por otra parte, también distinguirá Freud, en otros traba-
"placer preliminar" posibilita una Estética formalista: jos, la creación de mundos del escritor y la creación de mundos
del enfermo neurótico: En el caso del escritor, éste domina su
«the notion of forepleasure as it is advanced by Freud implies mundo: siempre encuentra "el camino de retorno" hasta la rea-
the possibility of a formalist aesthetics -one that can be exten- lidad, mientras el neurótico se siente dominado por sus pro-
ded to the properly rhetoric field- that speaks to the erotic, ducciones mentales, hasta el punto de confundirlas con la rea-
which is to say the dynamic, dimensions of form: form as lidad.
some-thing that is not inert but part of a process that unfolds (Este tema es otro de los de candente actualidad en la
and develops as texts are activated through the reading Teoría literaria actual: la creación de mundos por parte del escri-
process.» tor. Cfr. T. Albaladejo, 1986 y 1992).
Y en esta creación de mundos que es la Literatura, el
El concepto freudiano de "placer preliminar", para Brooks, Psicoanálisis explicita numerosos interrogantes que el lector,
posibilita un "neoformalist psychoanalytic criticism". como lector y como ser humano, se plantea. De hecho, el
enriquecimiento de las relaciones entre Literatura y vida real es
para nosotros el aporte fundamental del Psicoanálisis a la Lite-
3.8. La Literatura, creación de un mundo propio y ratura: que da respuestas -a veces totales, a veces parciales- a
completo numerosos problemas que atañen a la relación entre Literatura
y vida. (Por eso dijo Freud que la curación era sólo una de las
En el Psicoanálisis freudiano el problema de la naturaleza múltiples aplicaciones del Psicoanálisis).
del arte aparece inextricablemente unido al de su finalidad. Por

76 77
La Literatura presenta ante el lector imágenes del mundo,
o, como dice un libro reciente, ofrece "modelos de vida y res-
puestas a preguntas que se hace el hombre sobre su ser, su con-
ducta, los esquemas sociales, etc." (M. C. Bobes, 1993: 91). A
su vez, el Psicoanálisis explicita los móviles profundos de los
comportamientos humanos, y también los móviles de los per-
sonajes literarios, enriqueciéndonos con iluminaciones sobre el
ser del hombre y sobre los textos concretos.
79
78
4.

FUNCIONAMIENTO DEL INCONSCIENTE


EN LA LITERATURA Y EN EL SUEÑO

4.1. El inconsciente individual: los mecanismos del sueño y


los procedimientos literarios

El estudio que el Psicoanálisis realiza sobre el soñar nos parece


perfectamente extrapolable a la Literatura. Si en el capítulo anterior
prestábamos atención a la "fantasía" como actividad imaginativa
común a todos los hombres y depurada en la obra literaria, vamos a
contemplar en éste la técnica mediante la cual la fantasía del litera-
to se transforma en producto socialmente aceptado y digno incluso
de toda admiración. En definitiva, el "ars poética" del creador, por
emplear la misma expresión de Freud en "El poeta y la fantasía".
Precisamente en este artículo, filón inagotable de sugeren-
cias, encontramos una aproximación entre la fantasía, el sueño
y el lenguaje. Asegura Freud que las fantasías y los sueños están
relacionados: los sueños expresan fantasías, como la interpreta-
ción onírica muestra. Y añade: "El lenguaje, con su sabiduría
insuperable, ha resuelto hace ya mucho tiempo la cuestión de
la esencia de los sueños, dando también este mismo nombre a
las creaciones de los que fantasean".

78
79
La bisemia de la palabra "sueño" (fantasía de deseo y pro- miente y se despertaría. El inconsciente entonces, para poder
ducto del dormir) revela, para Freud, "la esencia de los sue- seguir manteniendo el sueño y al mismo tiempo expresarse,
ños". Y con ella, la esencia de la Literatura. manifiesta sus contenidos, pero disfrazándolos.
De este contraste entre lo que el sueño dice aparentemente
y lo que en realidad quiere decir, extrae Freud una distinción
4.1.1. Contenido latente y contenido manifiesto fundamental: la de "contenido manifiesto" y "contenido laten-
te". El sueño, tal y como aparece en nuestro recuerdo, es el "con-
El Psicoanálisis comienza propiamente -decíamos- con La tenido manifiesto", y el material inconsciente de ese sueño,
interpretación de los sueños (1900). En este libro Freud, opo- que aflora durante las sesiones de psicoanálisis, es el "conteni-
niéndose a la creencia positivista de su época, que consideraba do latente".
a los sueños como desatinos, se alinea con la mentalidad de los (Como se puede observar, esta oposición "contenido mani-
pueblos primitivos y también la de los poetas, afirmando que fiesto" / "contenido latente" va a pasar a ser fundamental tam-
los sueños tienen una finalidad y un sentido. bién en Crítica literaria -el "genotexto" / "fenotexto" de Julia
El sueño revela lo más íntimo y oculto del soñante. De Kristeva, por ejemplo- e incluso en Lingüística -la "estructura
hecho, no soñamos con cualquier cosa, sino sólo con aquello profunda" / "estructura superficial" de la Gramática generati-
que ha atraído nuestro "afecto", nuestras emociones. Por eso va-).
los sueños son una especie de "sustitutivos" del conglomerado La distinción entre contenido latente y contenido mani-
de pensamientos más significativos y emotivos para el soñante. fiesto es la piedra angular de la Hermenéutica psicoanalítica,
El análisis de muchos sueños infantiles conduce a Freud tanto en la terapia como en la Crítica literaria. Continuando
primero hasta la conclusión de que el sueño es una sustitución de con su aplicación a los sueños, esta distinción conduce a Freud
deseos reprimidos durante la vigilia. Además, los sueños están a plantearse, en primer lugar, cuál es el proceso psíquico que
conectados con algún suceso de ella. Todos los sueños infanti- ha transformado el contenido latente en el manifiesto. Deno-
les realizan deseos estimulados durante el día y no cumplidos. mina a ese proceso de conversión elaboración del sueño ("Trau-
Por ello son simples y abiertas realizaciones de deseos del niño. marbeit": literalmente, "trabajo del sueño"), y, por el contrario,
Su segundo rasgo más destacado es su conexión con la vida denomina análisis a la labor de transformación del contenido
diurna. Son "restos del día", de la víspera habitualmente, que manifiesto en el latente, o indagación del contenido latente del
han poseído una intensa acentuación afectiva. De todas for- sueño.
mas, el contenido del sueño es mucho más breve que el suceso En segundo lugar, se plantea Freud qué motivo o motivos
de la vigilia que lo originó (el "estímulo provocador del sue- son los que han hecho necesaria esa traducción del contenido
ño"). latente al manifiesto. En términos generales, es la censura del
En los adultos, el análisis de los sueños es habitualmente yo lo que motiva que el sueño disfrace sus contenidos incons-
más complicado que en los niños, ya que la "realización de cientes.
deseos" no aparece tan clara. Los sueños de los adultos "detrás El "disfraz" del inconsciente —la distancia entre contenido
de la realización de deseos deben de esconder algún otro senti- manifiesto y latente-, según su mayor o menor opacidad, divi-
do". de a los sueños en tres tipos:
Ese "otro sentido" es la expresión del inconsciente. Las pul-
siones inconscientes y sus posibles manifestaciones han sido 1) Los sueños comprensibles, dotados de un "sentido" y
"reprimidas" por el yo, no sólo durante la vigilia sino también capaces de ser integrados en nuestra vida psíquica. Son
durante el sueño. Esto implica que, si se expresara directamen- muy frecuentes, generalmente breves, y no despiertan
te el inconsciente, sería inaceptable para la conciencia del dur- nuestra atención porque no nos asombran.

80 81
2) Los sueños que, aunque son coherentes y poseen un del lenguaje poético señalada por el Formalismo ruso. La obra
sentido claro, nos causan extrañeza porque no sabemos literaria es "densa" fundamentalmente porque concentra en
cómo incluir su sentido en nuestra vida psíquica. una superficie textual breve una gran cantidad de sentidos, que
3) Los sueños que ni tienen sentido ni son comprensibles. el lector y el crítico pueden explicitar.
Aparecen como incoherentes, embrollados y faltos de senti- Lacan, Jakobson y otros autores ha prestado atención a la
do. La inmensa mayoría de nuestros sueños pertenecen a condensación, considerándola uno de los mecanismos más
este último tipo. Son ellos los que motivan nuestro jui- importantes del lenguaje poético. Por nuestra parte, también
cio despectivo general sobre los sueños. creemos que actúa en la formación de metáforas (y figuras pró-
ximas), así como de equívocos (y figuras asociadas). La metáfo-
ra, el equívoco y sus figuras afines son el producto o resultado
4.1.2. Condensación de la actividad condensadora (densificación) del espíritu hu-
mano.
Decíamos que la "elaboración del sueño" (o "trabajo del Por todo esto (densidad, figuras como el símbolo, la metá-
sueño", o "disfraz"), es el proceso por el cual un contenido fora y el equívoco), la condensación es un mecanismo de pri-
latente, inconsciente y censurado, se convierte en contenido mer orden en la Teoría literaria.
manifiesto, aceptable para el yo del soñante. Y decíamos tam- La condensación motiva que todos y cada uno de los ele-
bién que el proceso contrario, el hallazgo del contenido latente mentos del contenido del sueño estén entrelazados mediante
que subyace en el manifiesto, es el "análisis". Dentro del proce- hilos asociativos que parten en dos o más direcciones. Y moti-
so comunicativo entre soñante y analista (o psicoanalista), la va también que las situaciones que aparecen en el sueño mani-
"elaboración del sueño", así como su manifestación, corres- fiesto estén compuestas por dos o más impresiones o sucesos.
ponde al soñante, mientras el "análisis" es la tarea del analista. Esta interrelación es posible porque la condensación inte-
En este disfraz del sueño (o "elaboración"), el primer me- gra uno o varios elementos comunes a todos los componentes. Y
canismo desfigurante es la "condensación" ("Verdichtung"): la esos elementos comunes hacen que, donde el análisis encuen-
reducción enorme del material latente, plasmado en alguna tra una impresión que puede resolverse mediante la eleccción
imagen o algún breve fragmento del material manifiesto. La alternativa de dos elementos (o el elemento A o el elemento
condensación es la primera responsable de la incoherencia del B), deba sustituirse, para la interpretación, tal alternativa por
sueño. Comparando el número de elementos del contenido una agregación (el elemento A y el elemento B).
manifiesto con el número de elementos del latente, se observa En aquellos casos en que las ideas latentes carecen de esos
esa magna compresión o "condensación" de materiales. elementos comunes, la elaboración del sueño los creará, para
La condensación incluye, en una representación única, varias hacer posible la representación común en el contenido mani-
cadenas asociativas, en cuya intersección esa representación se fiesto.
encuentra. Resulta así cargada con energías que se le añaden, La "condensación" del sueño explica también la creación
procedentes de las diversas cadenas asociativas. Freud describe de "personas colectivas y mixtas", así como los productos hí-
la condensación como uno de los principales mecanismos no bridos. (Para trasvasar este mecanismo al mundo de la cultura,
sólo de los sueños, sino también de los chistes y los actos falli- pensemos en la Mitología, y en la formación de seres como
dos ("lapsus linguae", "lapsus calami", olvidos, errores de lectu- centauros, sirenas, la Esfinge o la Medusa).
ra, etc.) Esto último lo expresa en Psicopatología de la vida coti- Se crean esas "personas compuestas" mediante varios proce-
diana (1901) y El chiste y su relación con lo inconsciente (1905). dimientos: tomando rasgos de dos o más diferentes y atribuyén-
Trasvasando este concepto a la Teoría literaria, pensamos doselos a una sola, o bien dándole la figura de una y pensando
que la condensación da cuenta de la "densidad", característica en nuestro sueño en el nombre de la otra, o todavía represen-

82 83
tándonos exactamente la imagen de un determinado indivi- dadera creación poética debe de haber surgido de más de un
duo, pero colocándolo en una situación de la que otro fue pro- motivo y un impulso en el alma del poeta y permitir, por tanto,
tagonista. En cualquier caso, lo significativo es la síntesis de más de una interpretación.»
varias personas en una, pues revela un lazo de unión entre
ellas: el soñante las tiene afectivamente asociadas. Obsérvese cómo el psiquiatra vienés pone ya en relación
"Sobredeterminación" y "sobreinterpretación" (o "interpreta-
ción múltiple") por parte del lector. Más adelante, al tratar del
4.1.3. Sobredeterminación lector, elaboraremos el concepto de "superinterpretación" o
sobreinterpretación.
Al hilo del estudio de la condensación, y dentro todavía de Los teóricos de la Literatura -incluso los de orientación
este primer gran mecanismo desfigurador del sueño, Freud psicoanalítica- apenas han prestado atención a este mecanismo
señala uno de sus rasgos, que a nuestro entender es fundamen- de la Sobredeterminación, tan esencial en la obra literaria. Una
tal para el estudio de lo literario: la "Sobredeterminación" (o excepción es Harold Bloom (1981: 213-213), quien resalta
"superdeterminación", o "determinación múltiple"). Este meca- que Freud habla del proceso primario (sistema inconsciente)
nismo hace que una formación psíquica -imagen, idea, sueño, como marcado por un "wandering-of-meaning". En esa cons-
etc.- sea la resultante de diversas causas concomitantes, cada tante condición de vagabundeo que tiene el significado -nos
una de las cuales por sí misma puede explicarla. La formación, dice Bloom-, éste resulta determinado multiformemente, e
así, nos remite a múltiples elementos inconscientes, que pue- incluso "sobre-determinado", lo cual ha sido explicado por
den organizarse en secuencias significativas distintas, de las Lacan de manera interesante con la imagen de un palimpsesto,
cuales cada una posee su propia coherencia en su nivel de in- en el cual un significado se escribe encima de otro.
terpretación.
Afirma Freud que buena parte de lo que hemos llegado a
conocer sobre la condensación del sueño se puede resumir en 4.1.4. Dramatización
esta fórmula: Cada uno de los elementos del contenido del sueño
está "sobredeterminado " por el material de las ideas del sueño. También al hilo de la "condensación", y enlazado con ella,
Tiene su antecedente no en un solo elemento de las ideas del menciona Freud otro importantísimo elemento del sueño: la
sueño, sino en toda una serie de elementos, que no tienen que "dramatización" o transformación de una idea en una situación
estar necesariamente muy próximos unos a otros dentro del dramática. Dicho de otro modo, en el sueño las ideas, para
contenido latente. lograr su manifestación, adoptan la forma de una fábula con
¿No nos está explicando Freud con estas palabras la personajes en conflicto. Para el fundador del Psicoanálisis, esta
"pluri-semia" (o "polisemia", o "ambigüedad") de la obra "transformación de una idea en una situación" es "el carácter
literaria, producto de su "condensación" (o "densidad")? más importante y peculiar de la elaboración del sueño", junta-
El propio Freud extrae las consecuencias para la Literatura mente con la condensación.
de este mecanismo de la Sobredeterminación en la parte 6 de La Creemos que la "dramatización" da cuenta tanto de las
interpretación de los sueños, cuando escribe a propósito de la fábulas que el sueño nos plantea, como de los productos litera-
génesis de Hamlet: rios concretos, cuyo modo de representación es la mimesis
directa. En ambos tipos de manifestación el inconsciente exte-
«Del mismo modo que el sueño y en general todo síntoma neu- rioriza su problema y/o su deseo mediante figuras en conflicto
rótico es susceptible de una superinterpretación e incluso pre- que actúan en un ambiente dado. Si bien en el sueño el pro-
cisa de ella para su completa inteligencia, así también toda ver- ducto dramático es totalmente obra del inconsciente, mientras

84 85
el producto literario es inconsciente en su raíz y consciente en Román Jakobson, en su artículo "Dos aspectos del lenguaje
su elaboración. y dos tipos de afasia", pone en relación el desplazamiento con
uno de los principales tropos: la metonimia. Conexiona por
una parte "desplazamiento" con "metonimia" basándose en la
4.1.5. Desplazamiento relación de contigüidad que ambos presentan, y por otra parte
conexiona "simbolismo" con "metáfora", dada la relación de
El otro gran mecanismo desfigurador que junto con la semejanza que subyace en ambos.
condensación estudia el psiquiatra vienes en La interpretación Por su parte, Jacques Lacan perfila psicoanalíticamente esta
de los sueños es el "desplazamiento". Lo estudia en segundo idea jakobsoniana, confirmando la relación entre "desplaza-
lugar, pero en cuanto a capacidad desfiguradora, señala Freud, miento" y "metonimia", pero relacionando la "condensación"
es el primero: "Ningún otro proceso contribuye tanto a ocultar con la "metáfora".
el sentido del sueño y a hacer irreconocible la conexión entre el Autores como Benveniste y Mauron, así como otros poste-
contenido manifiesto y las ideas latentes". Y también: "Cuanto riores, atraídos por el auge actual de la Neorretórica, se han
más oscuro y confuso es un sueño, más participación debe atri- ocupado de estos procedimientos, que suelen ser conocidos
buirse en su formación al factor desplazamiento. " como "retórica del sueño".
El "desplazamiento" es la operación psíquica que traslada el Por nuestra parte, consideramos que el desplazamiento,
interés o la intensidad desde una representación hasta otra. En las además de dar cuenta de la metonimia y de otras figuras retóri-
neurosis y en el análisis de los sueños juega un papel muy cas con las cuales no ha sido aún relacionado (p. ej., la ironía),
importante. El desplazamiento es, así, un fenómeno "económi- es el responsable en Literatura de lo que llamaremos la "remo-
co": la energía de la catexia se aparta de una representación y se delación temática' (la transformación de recuerdos y vivencias
desliza mediante vías asociativas hasta otra. personales del autor en material narrativo desfigurado).
En La interpretación de los sueños Freud describe el desplaza-
miento ("Traumverschiebung") de este modo: "Durante la ela-
boración del sueño, pasa la intensidad psíquica desde las ideas y 4.1.6. Figurabilidad. Fragmentación
representaciones, a las que pertenece justificadamente, a otras
que, a mi juicio, no tienen derecho alguno a tal acentuación". Mucho menos difundido que los dos grandes mecanismos
Señala también diversas características del desplazamiento: desfiguradores del sueño (condensación y desplazamiento), los
cuales engloban a su vez otros en la teoría freudiana
1) Lo que en el contenido manifiesto del sueño aparece (sobrede-terminación, dramatización), se encuentra el tercer
como esencial y ampliamente dramatizado, se reduce tras mecanismo que Freud detectó en el soñar: la "disposición
el análisis a un elemento muy secundario. visual del material psíquico" o "figurabilidad" (alem. Rücksicht
2) Al desvelar el contenido latente, vemos que lo más impor auf Darstell-barkeit).
tante apenas aparecía en el contenido manifiesto, o se El contenido del sueño —observa Freud- está compuesto casi
reducía a una lejana alusión. siempre por situaciones visuales. De ahí que las primeras ideas
3) La intensidad psíquica se transforma, así como la capa latentes se muestren "representadas simbólicamente por medio
cidad de afecto de las ideas. de comparaciones y metáforas, como en un lenguaje poético"
(1, VI). La representación visual del sueño está, pues, ligada al
Al igual que la condensación, el desplazamiento ha atraído carácter simbólico y metafórico de esas representaciones.
a muchos estudiosos de Literatura (a diferencia de la Habitualmente, esos contenidos latentes son recuerdos de
dramati-zación y la figurabilidad, que han pasado sucesos impresionantes, que datan a menudo de la más tem-
inadvertidas).
87
86
prana infancia, y que han sido percibidos por el sujeto como cena anécdotas, frases, ocurrencias múltiples. Son elementos
sucesos exteriores, y por lo tanto como situaciones visuales. Esos procedentes de tiempos diversos, de varias fuentes. El novelista
elementos reposan entre las ideas latentes del sujeto, y siempre los guarda porque le parecen singulares, atractivos para él y
que pueden ejercen presión sobre sus sueños, concretamente para su lector ideal. De ellos, una buena cantidad ingresan,
sobre la configuración de los contenidos del sueño. Actúan como piezas de un puzzle, en la composición de su nueva
pues como "núcleo de cristalización" sobre el material de las novela. Encajan perfectamente en ella, como si fueran ocurren-
ideas latentes. cias al hilo de la escritura.
La "disposición visual del material psíquico" (que denomi- La "fragmentación", la aparición en el contenido manifiesto
naremos "figurabilidad" para mayor rapidez), y su carácter del sueño de elementos del contenido latente no transfor-
metafórico, nos evoca, en Teoría de la Literatura, el concepto de mados, pero sí comprimidos y desplazados, nos muestra su
"correlato objetivo" enunciado por T. S. Eliot. Para este autor, aplicabilidad a la Literatura, por ser procedimiento general del
"la única manera de expresar una emoción en forma de arte es espíritu humano.
encontrar un "correlato objetivo"; en otras palabras, una serie
de objetos, una situación, una cadena de acontecimientos que
pueda constituir la fórmula para expresar esa emoción concre- 4.1.7. Lógica del sueño
ta" (R. Wellek, 1988: 313). Obsérvese la clara naturaleza meta-
fórica del objeto correlativo, con relación a la emoción origina- Al hilo de la figurabilidad, menciona rápidamente Freud
ria, y el carácter igualmente metafórico de la figurabilidad. Por las principales "relaciones lógicas entre las ideas latentes".
otra parte, obsérvese la exteriorización en imagen visual, tanto Personalmente creemos que también podrían ser denominadas
del objeto correlativo como de la figurabilidad. En nuestra opi- "lógica del sueño", para simplificar la expresión. La mayoría de
nión, la teoría del correlato objetivo (o del objeto correlativo, estas "relaciones lógicas" que Freud enumera son también apli-
como también puede ser llamada) es otra formulación, inde- cables a la creación literaria y a la creación retórica:
pendiente en su origen pero convergente en su contenido, de
la "figurabilidad" freudiana. 1) La analogía, que es "comunidad o coincidencia" entre
Ligado a la "figurabilidad" se encuentra otro rasgo que las ideas que pasan a amalgamarse en una nueva unidad
Freud menciona de pasada, pero que nos parece del mayor mediante la "condensación". (Recordamos, en Retórica
interés: su fragmentación o presentación fragmentada: "el con- y en Literatura, todas las figuras y tropos basados en la
tenido del sueño no consta exclusivamente de situaciones, sino analogía: símil, metáfora, metonimia, símbolo, perífra
que encierra fragmentos inconexos de cuadros visuales, discur- sis, etc.)
sos y hasta trozos de ideas no transformados". Pensamos que la 2) La inversión o transformación en el contrario. Hace que
fragmentación del sueño -casi siempre ligada a la figurabili- en el sueño esté representado un mismo y único ele
dad, aunque no necesariamente adscribible a este registro sen- mento justo por su contrario. (También en Retórica y
sorial- es otro de los procedimientos desfiguradores del sueño. Literatura tenemos un conjunto de procedimientos que
En palabras de Freud: "sufre este material psíquico [latente] recurren a este mecanismo: p. ej., todos los tipos de iro
una compresión que lo condensa; una fragmentación y un des- nía: disimulación, simulación, antífrasis, sarcasmo). En
plazamiento interno, que crea nuevas superficies [manifies- el mismo libro que nos sirve de guía, La interpretación
tas]". de los sueños, en los apéndices escritos por el discípulo
Creemos que también este procedimiento tiene amplia predilecto de Freud, Otto Rank (partes 8 y 9), este últi
aplicación en la creación literaria. Pensemos en la composición mo, citando palabras de Strindberg, relaciona la "pre
de una novela, por ejemplo. El novelista habitualmente alma- sentación de algo mediante su contrario" o "inversión"

88 89
con la figura retórica de la "antífrasis": "Por esta razón recibe así una especie de fachada, que de todos modos no
-afirma Strindberg- debemos interpretar muchas veces cubre por completo el contenido, y sufre al mismo tiempo una
los sueños mediante una inversión, o sea por antífrasis". primera interpretación provisional que es apoyada por interca-
3) La inexistencia de alternativa: Cuando en el sueño apare laciones y ligeras variantes", señala Freud.
ce una alternativa (esto o aquello), el análisis del sueño Esta especie de "primera interpretación" no siempre apare-
tiene que traducir una agregación (esto y aquello). (En ce. Cuando lo hace, percibimos los sueños como "bien com-
poesía, estas falsas alternativas -agregaciones, en reali puestos"; cuando no, los percibimos como "confusos y embro-
dad- son frecuentes. Recordemos el conocido título La llados". En el análisis, hay que descartar esa falsa lógica de la
destrucción o el amor, de Aleixandre: la destrucción que "fachada", aunque no totalmente: A menudo la fachada utiliza
es amor). "sueños diurnos" (ensueños o "fantasías optativas"): repetición
4) La anteposición del efecto a la causa. En el hilo narrativo y transformación de escenas infantiles, que en realidad son el
del sueño, el primer trozo corresponde a la consecuencia núcleo verdadero del sueño. Pero en todo caso, el analista ha
y el final del mismo al antecedente. (En Retórica y en de restablecer la lógica verdadera de los contenidos latentes
Narratología hablamos de "prolepsis"). mediante el análisis.
Por otra parte -añadimos por nuestra cuenta- esa "facha-
da" o primera interpretación que el soñante realiza inconscien-
4.1.8. Fachada del sueño (elaboración secundaria) temente sobre su propio sueño, nos muestra la necesidad del
hombre de otorgar sentido a sus creaciones: su necesidad de inter-
Por último, el cuarto gran mecanismo que transforma el pretar toda realidad que se le presenta. Lo que actualmente
contenido latente en contenido manifiesto es la "fachada" u han reivindicado teóricos de la Literatura como Barthes o Eco,
ordenación "a posteriori" del sueño para que éste aparezca con y filósofos como Gadamer.
una cierta cohesión lógica ante el soñante, en un intento del
inconsciente porque el sueño resulte comprensible. Freud
llama también a esta fachada "elaboración secundaria" 4.2. Conclusión: mecanismos del Imaginario
("se-kundáre Bearbeitung"). Podríamos considerarla como
reelaboración del material onírico para que aparezca ante el Pensamos que todos estos "mecanismos del espíritu huma-
soñante en forma de escenas relativamente comprensibles. no" en realidad podríamos también llamarlos "mecanismos del
La fachada o elaboración secundaria es un segundo tiempo funcionamiento de la imaginación inconsciente", ya que ac-
en el trabajo del sueño. Se superpone a los productos ya elabora- túan tanto en los sueños -donde Freud los localizó- como en
dos por los otros mecanismos (condensación, desplazamiento, la Literatura, en la asociación de ideas, en la creatividad y en
figurabilidad). Sin embargo, no actúa después de ellos, sino al los demás productos de la imaginación inconsciente. No sa-
mismo tiempo: como una influencia inductora y selectiva sobre el bríamos, pues, ponderar la importancia que tiene para noso-
fondo de los pensamientos oníricos. En realidad, la fachada o ela- tros, teóricos de la Literatura, el hecho de que el Psicoanálisis
boración secundaria puede hacerlo porque es un efecto de la "cen- haya detectado y explicitado estos procedimientos básicos del
sura ". Actúa por eso preferentemente cuando el sujeto se aproxi- Imaginario.
ma al estado de vigilia -en los sueños últimos de cada noche-, y Lacan, en su Discours de Rome (1953), difundió con gran
especialmente "a posteriori", cuando el sujeto relata su sueño. eco en Francia la idea freudiana de que las fantasías son siem-
En su función de ordenar los componentes oníricos de pre transformación de estructuras profundas en superficiales,
modo que formen una totalidad, una composición, el sueño se como los síntomas, y atrajo la atención sobre los principales
amolda a una "primera interpretación" inconsciente. "El sueño mecanismos del sueño: la condensación y el desplazamiento.

90 91
Lionel Trilling, en "Freud and Literature" (1940; reed.
1950) afirma: "Psychoanalysis is a science of tropes, of
meta-phor and its variants, synecdoche and metonymy".
Esperamos haber mostrado en este capítulo no sólo que esto es
cierto, sino que en realidad Trilling se quedó corto en su
apreciación. Como también en su idea de que la Psicología
freudiana y los trabajos sobre Literatura son "paralelos". En
nuestra opinión son paralelos porque en realidad son dos
manifestaciones de un mismo inconsciente humano, en su
dimensión de Imaginario.
Harold Bloom, en "Freud and the Poetic Sublime" (1981:
216), afirma: "Freud's rhetoric of the psyche, as codified by
Anna Freud in The Ego and the Mechanism ofDefense (1946),
is as comprehensive a system of tropes as Western theory has
devised". Recordemos que los mecanismos de defensa descritos
por Anna Freud son diez: represión, regresión, formación
reactiva, aislamiento, anulación retroactiva, proyección,
intro-yección, repliegue sobre sí, transformación en lo
contrario y sublimación. Si a ellos añadimos nosotros los
mecanismos des-figuradores del sueño, tanto los cuatro básicos
(condensación, desplazamiento, figurabilidad y elaboración
secundaria) como los asociados (sobredeterminación,
dramatización, fragmentación, lógica del sueño), más la
importante distinción entre contenido latente y contenido
manifiesto, tendremos, sin duda alguna, el sistema de tropos
(y de figuras) más completo que la Teoría literaria occidental
ha contemplado.

92
Lionel Trilling, en "Freud and Literature" (1940; reed.
1950) afirma: "Psychoanalysis is a science of tropes, of meta-
phor and its variants, synecdoche and metonymy". Esperamos
haber mostrado en este capítulo no sólo que esto es cierto, sino
que en realidad Trilling se quedó corto en su apreciación.
Como también en su idea de que la Psicología freudiana y los
trabajos sobre Literatura son "paralelos". En nuestra opinión
son paralelos porque en realidad son dos manifestaciones de
un mismo inconsciente humano, en su dimensión de Ima-
ginario.
Harold Bloom, en "Freud and the Poetic Sublime" (1981:
216), afirma: "Freud's rhetoric of the psyche, as codified by 5.
Anna Freud in The Ego and the Mechanism ofDefense (1946),
is as comprehensive a system of tropes as Western theory has GÉNEROS LITERARIOS Y PSICOANÁLISIS
devised". Recordemos que los mecanismos de defensa descritos
por Anna Freud son diez: represión, regresión, formación
reactiva, aislamiento, anulación retroactiva, proyección, intro-
yección, repliegue sobre sí, transformación en lo contrario y
sublimación. Si a ellos añadimos nosotros los mecanismos des-
figuradores del sueño, tanto los cuatro básicos (condensación,
desplazamiento, figurabilidad y elaboración secundaria) como
los asociados (sobredeterminación, dramatización, fragmenta- 5.1. Géneros literarios: evolución personal y sueños
ción, lógica del sueño), más la importante distinción entre colectivos
contenido latente y contenido manifiesto, tendremos, sin
duda alguna, el sistema de tropos (y de figuras) más completo En Literatura suele hacerse una primera gran distinción
que la Teoría literaria occidental ha contemplado. entre las formas populares y las cultas. La distinción entre
ambos grupos no es tajante, ya que las que hoy consideramos
formas cultas suelen anclarse en formas populares previas, anó-
nimas, y además los trasvases entre ambos grupos acostumbran
a ser frecuentes, sobre todo desde lo popular hasta lo culto. Por
otra parte, dentro de las formas literarias cultas, la distinción
triádica entre los géneros (teatro, épica-narrativa y lírica), dis-
tinción platónica y hegeliana, es la más difundida.
En este trabajo, que examina la Teoría literaria psicoanalíti-
ca, retendremos ambos criterios -el de la tríada genérica y el de
la variante "popular"/"culta"-, para ir dando cuenta de los
principales aportes de Freud y sus discípulos.
Toda esta Teoría literaria, como venimos viendo, hunde sus
raíces en la existencia del inconsciente: en su naturaleza y mani-
festaciones. Muy a grandes rasgos, diremos que la Teoría literaria

92 93
freudiana explica los tres géneros cultos mediante el funciona- Por otra parte, la "ilusión de realidad" en el teatro es muy
miento general del inconsciente humano y su problemática en fuerte, y provoca la "identificación" del espectador con el
la evolución personal. Las modalidades populares, en cambio, héroe dramático: los personajes son sentidos por el público como
son entendidas como "sueños de la Humanidad", producciones personas vivas que actúan. De ahí que tengan mayor "consisten-
del inconsciente de generaciones y generaciones de hombres. cia" para el público que los de otras formas literarias. Y de ahí
La narrativa y el teatro presentan, casi siempre, personajes también que la critica especule sobre la plausibilidad psicológi-
en evolución. Sus vidas se desenvuelven ante el lector, así como ca de los personajes dramáticos.
sus conflictos. El devenir y la conflictualidad del hombre son, en Cualquier consideración que se haga sobre la "verosimili-
esencia, la materia de los dos grandes géneros con "fábula". tud" de un texto dramático, ha de partir —consciente o incons-
En la evolución de la personalidad, según el Psicoanálisis cientemente— del presupuesto de que los personajes son seres
—como sabemos ya— juega un papel de primer orden el com- vivos en su mundo ficcional. Esto es lo que va a posibilitar
plejo de Edipo: su resolución o no, sus huellas, sus reviviscen- tanto la "identificación" del espectador como el estudio psico-
cias. Por eso la problemática del complejo de Edipo va a ser el lógico por parte del crítico. Los personajes tienen, incluso, una
fundamento de la teoría freudiana sobre los dos grandes géne- "vida" anterior al momento en que el telón sé alza. El drama-
ros miméticos: el teatro y la novela. turgo, con frecuencia, nos informa -mediante el diálogo de los
En cambio, la lírica parece escaparse a esta pauta, por su personajes— acerca de esa vida previa.
falta de fábula. De este modo podríamos decir que Freud se
alinea junto a Aristóteles y a otros teóricos (más cerca de noso-
tros, Káte Hamburger) para considerar por un lado los géneros 5.2.1. El dolor, base del teatro y de los subgéneros dramáticos
miméticos y por otro el no-mimético.
Si el capítulo anterior (los mecanismos inconscientes del El elemento distintivo del teatro -afirma Freud en "Perso-
sueño y de la poesía) ofrecía la respuesta psicoanalítica a la líri- najes psicopáticos en el teatro" (1904)- es precisamente su
ca -fundamentalmente-, en este capítulo veremos cómo el relación con el sufrimiento y con la desgracia. Y eso tanto en la
complejo de Edipo es la piedra angular, para el Psicoanálisis, "comedia dramática", que se limita a despertar la ansiedad
de los dos grandes géneros miméticos. para aplacarla luego, como en la "tragedia", donde el sufri-
miento se despliega hasta sus últimas consecuencias.
Esta relación del teatro en general con el sufrimiento pro-
5.2. Fundamentación psicoanalítica del teatro: la vida como cede de sus orígenes sacrificiales: el rito del culto a los dioses.
drama El teatro, así, expresa la rebeldía humana frente a la ley de los
dioses, que han decretado el dolor para el hombre, y al mismo
El teatro es el género privilegiado en la Teoría literaria psi- tiempo expresa la sumisión humana a esa ley. El drama "apla-
coanalítica: el más analizado, el que recibe mayor teorización. ca, en cierta manera, la incipiente rebelión contra el orden divino
Tal vez por su afinidad profunda con el propio sistema psicoa- que decretó el imperio del sufrimiento ". El héroe es un rebelde
nalítico: Porque —como se ha Subrayado- el Psicoanálisis consi- contra Dios y lo divino.
dera la personalidad humana en términos dinámicos, de lucha Más inquietante todavía es, para Freud, la actitud del espec-
entre las pulsiones y su regulación, entre el deseo y la conven- tador. Este siente sucumbir al héroe "con cierta satisfacción
ción o norma social, entre el principio de placer y el principio masoquista". En la tragedia, la "actitud prometeica" del ser
de realidad; porque el equilibrio del yo siempre es inestable, humano (la rebelión contra el orden divino) se junta con "un
entre el subrepticio ello y el severo super-yo. En definitiva, espíritu de mezquina complacencia" en el espectador para pro-
porque el Psicoanálisis plantea la vida humana como drama. ducir en este último "una gratificación meramente transitoria."

94 95
Las presentes consideraciones atañen al modelo de la "tra- Literatura sobre el receptor. Por ahora anticiparemos solamente
gedia religiosa", situada en un universo teocéntrico. Más ade- estas palabras de Freud: "del drama se espera que ahonde más
lante, cuando la Humanidad evoluciona y supera el teocentris- en las posibilidades emocionales y que logre transformar aun
mo, se desarrolla la "tragedia social': En ella la lucha del héroe las más sombrías amenazas del destino en algo disfrutable".
no se libra contra los dioses, sino "contra la comunidad so-
cial".
Otro tipo literario de la era antropocéntrica es el "drama de 5.2.2. El tema profundo del teatro: el complejo de Edipo
caracteres". En él vemos "la lucha de los hombres mismos entre
sí". Este tipo dramático, que debe desenvolverse entre persona- En muchos de sus trabajos, Freud contempla una y otra
lidades notables, carece de "las fuentes del goce ofrecidas por el vez el género teatral. Mencionaremos en particular "Sobre un
tema de la rebelión". Sin embargo, en algún dramaturgo como tipo especial de la elección de objeto en el hombre", 1910;
Ibsen el tema de la rebeldía, aunque sea social, vuelve al primer Tótem y tabú, 1912-1913; Introducción al Psicoanálisis, 1916-
plano "con el mismo poderío que tenía en las obras históricas 1917; El yo y el ello, 1923, etc. Sin embargo, su reflexión tea-
del clasicismo griego". tral es muy anterior, desde su carta a Wilhelm Fliess de 1897, y
En el "drama psicológico" el alma misma del protagonista es desde el análisis que realiza de Edipo rey en La interpretación de
el campo de batalla para impulsos contrapuestos. Puede com- los sueños.
binarse con los tipos anteriores (el social y el de caracteres). El El "complejo de Edipo", pilar del Psicoanálisis, es detectado
drama psicológico da cabida al "drama de amor", con su lucha como el impulso fundamental inconsciente en el teatro. Freud
entre pasión y deber. abrió el camino, en su análisis de Edipo rey y de Hamlet, con-
El drama psicológico se convierte en psicopatológico "cuan- tenidos en La interpretación de los sueños. Por este camino tran-
do la fuente de ese sufrimiento (...) no es ya un conflicto entre sitó también el psicoanalista inglés Ernest Jones, con Hamlet
dos motivaciones inconscientes casi por igual, sino entre moti- and Oedipus (1949). E incluso Jacques Lacan, con su análisis
vaciones conscientes y reprimidas". En general, los personajes sobre Hamlet (1958-1959), además de otros muchos psicoana-
psicopáticos no son aptos para la escena. Ante este tipo de listas y críticos de esta corriente. (De ello trataremos más ade-
drama psicopatológico, la condición previa para que se dé el lante).
goce es que el espectador sea también neurótico, ya que sólo Por nuestra parte, vamos a señalar sólo algunos estudios
un neurótico puede sentir placer por la liberación de la moti- que nos parecen de la mayor relevancia. Así el gran crítico
vación reprimida que está presenciando. Ejemplo de este tipo Charles Mauron analiza la tragedia raciniana como estructura
teatral es Hamlet. dramática en evolución, en L 'inconsciente dans I' ceuvre et la vie
Todos los subgéneros teatrales tienen una "regla de oro" de Racine (1957) y Phedre, la situation dramatique (1971). Para
universal: mantenerse dentro de la ficcionalidad para salva- Mauron, el complejo de Edipo no solamente constituye la base
guardar tanto el placer estético como la catarsis dramática. En de la tragedia, sino también de la comedia, como explicita en
palabras de Freud: "no causar sufrimiento alguno [real] al Psychocritique du genre comique (1964).
espectador y hallar los medios de compensar mediante las gra- En este último libro, encuentra el crítico provenzal una
tificaciones (...) la piedad que ha suscitado". "imagen obsesiva" en la comedia, desde Aristófanes, Plauto y
La teoría de la "catarsis", apuntada brevemente por Aris- Terencio hasta Moliere: el "blondín fourbant un barbón". En
tóteles, es suscrita y reformulada por Freud, como veremos la comedia, el triunfo final del joven protagonista -quien tras
más detenidamente en el capítulo 7, al tratar la teoría psicoa- numerosas vicisitudes consigue a la joven que ama, amenazada
nalítica del receptor literario. De hecho, el teatro es nuevamen- por el cortejo del viejo-, es interpretado por Mauron como
te el género privilegiado para el examen de los efectos de la inversión triunfal del complejo de Edipo: victoria del hijo sobre

96 97
el padre, en la lucha de ambos por un mismo objeto erótico. Parte Freud de la necesaria -y dolorosa- liberación del
La comedia, con esta figura central del joven que termina individuo, cuando crece, respecto a sus padres. Esa liberación
triunfando sobre el viejo (padre o figura paterna), representa la es inevitable, puesto que el progreso de la sociedad reposa
inversión del mito trágico, el mito de Edipo, donde el joven sobre la oposición entre las generaciones sucesivas; pero no
está agobiado por el padre: "la comedia nos parece fundada en deja de acarrear problemas al ser humano que crece. Además,
el inconsciente, sobre una fantasía de triunfo nacida a su vez es gradual: En un primer momento el niño está unidísimo a
de la inversión de un sueño de angustia." sus padres, y su mayor deseo es parecérseles. "Para el niño
Por su parte, el psicoanalista francés André Green en Un pequeño los padres son, al principio, la única autoridad y la
oeil en trop (1969; 1982) examina brillantemente la relación fuente de toda fe".
entre el Psicoanálisis y el teatro. Este es, para Green, la mejor Más adelante, cuando el niño va creciendo, conoce a otros
encarnación de "la otra escena": el inconsciente. Por eso el crí- padres ajenos que le parecen superiores a los propios. Esta idea,
tico psicoanalítico debe desvelar el complejo de Edipo subya- junto con "los más intensos impulsos de rivalidad sexual" (el
cente en las estructuras manifiestas de la obra. El velamiento complejo de Edipo) y pequeñas experiencias familiares que le
forma, así, parte importantísima de la emoción trágica. llevan a la rebeldía, hacen que comience a criticar a sus padres.
Analiza Green la tragedia en general, para lo cual escoge "Las ocasiones que motivan [estas críticas] tienen por tema evi-
tres momentos (o autores) culminantes: la tragedia ática, Sha- dente el sentimiento de ser despreciado." El niño se siente
kespeare y Ráeme. La base última de toda la producción trági- rechazado, cree que no recibe el pleno amor de sus padres, o
ca la encuentra Green, como Freud, en el complejo de Edipo. bien tiene que compartirlo con otros hermanos. "La sensación
Y, más allá de él, en "el otro lado del complejo de Edipo": el de que su propio afecto no es plenamente retribuido se desa-
complejo de castración. hoga entonces en la idea (...) de ser un hijastro o un hijo adopti-
Resumiendo, podríamos decir que el complejo de Edipo (y vo. ". Así pues, se libera imaginativamente de los padres menos-
el de castración, concomitante) es el impulso fundamental preciados y los reemplaza por otros, generalmente de categoría
inconsciente en el teatro, lo que podríamos llamar su fantasía social algo más elevada. Esta fase de la "novela" tiene lugar
primordial. Esto no significa, sin embargo, que el complejo de cuando el niño ignora aún las condiciones sexuales de la pro-
Edipo se acantone en el género teatral y no salga de él. Pode- creación.
mos también encontrarlo en numerosas situaciones de la vida En cambio, cuando llega a conocer éstas, y comprende que
cotidiana, y como tema o como motivo en algunas otras pro- el padre "semper incertus est" mientras la madre es "certissi-
ducciones narrativas. Con todo, el género literario que muestra ma", la fantasía entra en una segunda fase, sexual: El niño
más claramente la angustia edípica es el teatro. En este sentido, coloca a la madre, "objeto de la más intensa curiosidad sexual",
pues, mantenemos la afirmación de que el complejo de Edipo en situaciones de secreta infidelidad y relaciones amorosas
es el tema profundo del teatro. ocultas. El chico, entonces, se imagina que es "bastardo", hijo
de su madre y de un gran señor, al cual puede idealizar. "Los
hermanos menores son los que más particularmente tienden a
5.3. Fundamentación de la novela utilizar estas creaciones imaginativas para privar a sus herma-
nos mayores de sus prerrogativas (...) y a menudo no vacilan
La evolución del ser humano, materia común de los géne- en adjudicar a la madre tantas relaciones amorosas ficticias
ros miméticos, encuentra cumplida exposición por parte de como competidores fraternos encuentran."
Freud en "La novela familiar del neurótico" (1909). Aquí exa- Al final del artículo, Freud corrige la triste impresión que el
mina extensamente nuestro autor una verdadera estructura lector se puede llevar de la naturaleza humana, diciendo que
narrativa, y la relaciona con la estructura psíquica del hombre. estas obras de ficción, aparentemente llenas de hostilidad, no
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son en realidad tan malévolas, e incluso conservan, bajo tenue De esto se derivan "puntos de vista" distintos, que pueden
disfraz, todo el primitivo afecto del niño por sus padres. Mirada alternarse dentro de la obra total de un escritor, o bien combinar-
más de cerca, la sustitución de ambos progenitores, o sólo del se, aunque siempre con el predominio de uno de ellos: compro-
padre, por otros aristocráticos, revela "la añoranza que el niño meterse con el mundo (el "bastardo") o situarse deliberadamente
siente por aquel feliz tiempo pasado, cuando el padre le parecía al margen (el "expósito"). Dentro de este último tipo estudia
el más noble y fuerte de los hombres, y su madre, la más amo- Robert los cuentos de hadas y prototipos de la novela moderna
rosa y bella mujer." Así, esta fantasía recupera la "sobrevalora- como Robinson Crusoe y Don Quijote. Dentro del tipo primero,
ción que caracteriza los primeros años de la infancia." el del "bastardo", sitúa La comedia humana de Balzac y diversas
Esta fantasía, con sus diversas fases, la encuentra con fre- obras de Flaubert. En conjunto, Román des origines et origines du
cuencia Freud entre sus pacientes, quienes no han podido des- román es un libro muy sugestivo, y revela un buen conocimiento
prenderse de ella. Por eso la denomina "la novela familiar del tanto de la narrativa occidental como del Psicoanálisis.
neurótico". El individuo normal, por el contrario, al superar Además de Marthe Robert, la crítica francesa de los últimos
evolutivamente su infancia, olvida su "novela", la cual se vuel- años se muestra muy interesada por este trabajo freudiano,
ve inconsciente. como lo prueba el volumen colectivo Le román familial (1985).

. La novela familiar, prototipo narrativo 53.2. La novela familiar y el complejo de Edipo

La novela familiar del neurótico es considerada por muchos Personalmente, creemos que la "novela familiar" constituye
autores como prototipo de toda novelación, ya que revela el una "fantasía primordial" del ser humano. Como tal fantasía,
origen de la fantasía novelesca en el ser humano. De esta forma subyace en las estructuras particulares de las narraciones con-
lo hace Marthe Robert en Román des origines et origines du cretas, además de manifestarse también en la vida cotidiana.
román (1972; trad. esp. 1973). En relación con la otra fantasía primordial que veíamos
Según esta autora, hay dos tipos básicos de novela: "el que, actuando en el teatro, el complejo de Edipo (y el de castración,
declarando de entrada no ser más que un juego de formas y unido a él), la novela familiar nos parece que está evolutiva-
apariencias, se mantiene libre de toda obligación que no se deri- mente a continuación del complejo de Edipo, del cual consti-
ve inmediatamente de su proyecto", y el que "pretende tomar tuye una salida imaginativa. Por tomar su forma más ingenua y
su materia de la realidad para convertirse en "un trozo de vida" arcaica: si el niño fantasea que no es hijo de sus padres sino de
o el famoso "espejo llevado a lo largo de un camino" (p. 59). En otros padres nobles y perfectos, con esa fantasía lo que está
otras palabras, el idealista y el que intenta acomodarse a la reali- haciendo es separarse de la triangulación edípica concreta, susti-
dad; el del niño "expósito" y el del "bastardo". Hablando en tér- tuyéndola por otra imaginaria y más indolora.
minos estrictos, no hay más que dos modos de urdir una nove- La "novela familiar" nos parece, pues, una cierta supera-
la: el del bastardo realista, que hace el juego al mundo al mismo ción imaginativa del complejo de Edipo. Esta consideración
tiempo que lo ataca de frente, y el del niño expósito, que, caren- no la hemos visto expresada en ningún sitio, ni en Freud ni en
te de conocimientos y medios de acción, esquiva el combate los escritos de la crítica psicoanalítica, pero nos parece cohe-
mediante la huida o el enfurruñamiento, nos dice Robert. rente con el pensamiento freudiano: genéticamente, el comple-
Pero ambos modelos de novelación "no tienen la misma jo de Edipo es anterior en el ser humano a la novela familiar;
edad psíquica", puesto que el del bastardo representa un esta- frente a la cerrada triangulación edípica, la novela familiar sur-
dio evolutivo más avanzado en la "novela familiar", tal como ge cuando el niño sale de la clausura de su hogar y conoce a
Freud diagnosticó en su estudio. otros padres.

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Podríamos tal vez arriesgarnos a suponer, sobre esta base, so La rama dorada de Frazer en lo que atañe a la elucidación de
que el teatro es un género psicológicamente más arcaico (y más ciertos aspectos vitales en las creencias religiosas universales-,
angustioso, en consecuencia) que la narrativa, la cual dispone examina el "ciclo mítico" de una serie de héroes (Sargón, Moi-
ya de una salida ficcional. sés, Abraham, Karna, Edipo, Paris, Télefo, Perseo, Gilgames,
Ciro, Tristán, Rómulo, Heracles, Jesús, Sigfrido y Lohengrin).
Del análisis de las circunstancias que rodean el nacimiento y la
5.4. El mito: estudio e interpretación infancia de estos héroes de culturas tan diversas, extrae una
"leyenda patrón" cuyo esquema es éste:
El interés del Psicoanálisis por el campo de la Mitología es El héroe es hijo de algún rey o noble importante. Su con-
muy temprano. Primero en su consideración del mito como cepción es difícil y/o secreta (continencia de los padres, esterili-
plasmación externa, objetivadora, de los conflictos intrapsíquicos dad prolongada, prohibición de unirse los padres, etc.) Du-
del hombre: En este sentido, Narciso es el prototipo del narci- rante el embarazo de la madre, e incluso antes, tiene lugar una
sismo, y Edipo es la cristalización en historia de un problema profecía (oráculo, sueño) que previene contra el nacimiento del
universal en la evolución humana: el complejo del mismo nom- niño, ya que de ello se derivarán males para el padre. Al nacer
bre. Del mismo modo, las figuras de Eros y de Tánatos plas- el niño, es abandonado a las aguas dentro de un recipiente.
man los instintos o pulsiones fundamentales del hombre. Pero no muere, sino que es salvado por animales o por gente
Por otra parte, el Psicoanálisis se interesó pronto, también, humilde, amamantado por algún animal hembra o mujer po-
por el estudio de los mitos concretos y su significación: desde bre. Cuando el niño alcanza la juventud, descubre su origen
1906, en que Otto Rank (1884-1939) entra en contacto per- noble; se venga del padre, obtiene el reconocimiento de sus
sonal con Freud. Joven trabajador manual, había leído al maes- méritos y alcanza el status y los honores que le corresponden.
tro y había quedado entusiasmado. Por mediación de Alfred Relaciona Rank esta leyenda patrón con el escrito de Freud
Adler, logra conocer directamente al padre del Psicoanálisis, al "La novela familiar del neurótico", encontrando numerosas ana-
que ofrece un ensayo suyo: El artista. Freud —quien llegó a esti- logías entre el "yo" del niño y el héroe mítico. En consecuencia,
marlo como a un hijo— le ayudó económicamente para que el héroe debe ser interpretado sólo como un yo colectivo, dotado con
siguiera estudios universitarios, y le animó para que "se dedica- todas las cualidades imaginables. Igual que en la "novela fami-
ra al aspecto no médico del psicoanálisis" (según palabras del liar" individual, el héroe representa al sujeto, o por lo menos
propio Freud en "Historia del movimiento psicoanalítico"). algún elemento de su carácter. Además, el mito revela el sostenido
Llegó Rank a convertirse así en Secretario de la Sociedad Psi- esfuerzo del niño por librarse de sus padres. La descendencia de
coanalítica de Viena, y revisó para la imprenta todos los escri- padres nobles y la crianza por padres humildes se corresponde
tos de Freud. Este, contra su costumbre, le encargó un Apén- puntualmente con las dos parejas (la real y la imaginaria) de la
dice para una de las ediciones de La interpretación de los sueños. "novela familiar". El niño, en ésta, se libera imaginativamente
Precisamente aquí, ocupando las partes 7 y 8 en la actualidad, del padre real considerándose a sí mismo hijo de un noble; en el
se sitúan las primeras contribuciones psicoanalíticas al estudio nivel narrativo de la "fábula" -y mediante el mecanismo de la
de los mitos. "proyección" o exteriorización de los impulsos internos-, el
El campo de exploración favorito de Rank fue, junto con mito muestra que el padre trata de suprimir al hijo. El rescate y
el de la creatividad artística, la Mitología. En ella consiguió la venganza en el mito son conclusiones naturales, exigidas por
una enorme erudición. Su monografía Der Mythus der Geburt la esencia de la fantasía de la "novela familiar".
des Helden (El mito del nacimiento del héroe, 1909) inauguró la Escribió también Rank sobre mitos y motivos universales,
interpretación psicológica de la Mitología. Este pequeño libro tanto antiguos como modernos: Das Inzest-Motiv in Dichtung
-del que se ha dicho que es tan importante como el volumino- undSage (El motivo del incesto en la poesía y la leyenda, 1912);

102 103
Psychoanalytische Beitrdge zur Mythenforschung (Contribuciones Otto Rank comenzó también esta indagación en sus trabajos
psicoanalíticas a la investigación de los mitos, 1919); "Der "Homer: Psychologische Beitráge zur Entstehungsgeschichte
Doppleganger" ("El doble", 1914); "Die Don-Juan Gestalt" (La des Volksepos" (1917) y "Das Volksepos: Die Dichterische
figura de Don Juan, 1922). Phantasiebildung" (1917).
Otros psicoanalistas del círculo de Freud en Viena o de los El estudio emblemático de Rank sobre el nacimiento del
primeros tiempos que se interesan pronto por el estudio del héroe es también el punto de partida para que el suizo Charles
mito, siguiendo a Rank, son: Karl Abraham (Sueño y mito, Baudouin explore y prolongue, en Psychanalyse de l'art (1929)
1909); Marie Bonaparte; Cari Gustav Jung; Silberer; etc. los rasgos más constantes del mito heroico: Fantasías de naci-
Freud afirma en "El tema de los tres cofres", que la Mito- miento (sobre todo el doble nacimiento); el héroe no es hijo de
logía es la proyección de los grandes temas del hombre "en los sus presuntos padres, sino de un rey o un dios. Ha sido expues-
cielos después de haber surgido en algún lugar bajo condicio- to al nacer, alimentado por animales, recogido por pastores.
nes puramente humanas". También en "El poeta y la fantasía" Ha guardado un "signo de nacimiento" -herida, etc.- que per-
asegura que "es muy probable que los mitos (...) correspondan mite, más tarde, su identificación. Se ejercita en arduos traba-
a residuos deformados de fantasías optativas [fantasías del de- jos y pruebas extraordinarias que le aseguran su cualidad heroi-
seo] de naciones enteras, a los sueños seculares de la Humani- ca. El más típico de esos trabajos es el combate contra un
dad joven". monstruo (p. ej., dragón) que guarda un tesoro o una joven. El
Por su parte, Cari Gustav Jung durante su larga vida explo- héroe libera el objeto preciso. En definitiva, el rasgo sobresa-
ró incansablemente los mitos de numerosas culturas y épocas, liente del héroe es ser liberador, salvador.
en su estudio del inconsciente colectivo. Su libro Wandlungen En reciprocidad, el salvador ha debido ser salvado antes.
und Symbole der Libido (1912) constituye una especie de enci- Además, tiene en común algunos rasgos con el monstruo al que
clopedia de este tipo de indagaciones. debe combatir (sus ojos, en el ardor del combate, echan llamas
La exploración de la Mitología no se limita a los mitos como los del dragón, etc.) La victoria sobre el monstruo signifi-
antiguos ni a los de las culturas primitivas. Los mitos moder- ca la victoria sobre la muerte, por lo cual el héroe accede a la
nos -los estereotipos culturales que se plasman incluso con "inmortalidad", concebida como un nuevo nacimiento.
desfiguración de la historia- son estudiados abundantemente En Le triomphe du héros. Etude psychanalytique sur le mythe
por el Psicoanálisis. Así, a la obra de Rank y de Marie Bona- du héros et les grandes épopées (1952), continúa Baudouin explo-
parte hay que añadir, en tiempos más próximos, la de Ernst rando el mito del nacimiento del héroe en 16 textos, en su ma-
Kris y Otto Kurz en Legend, Myth, and Magic in the Image of yoría poemas épicos: Gilgamesh; Ramayana de Valmiki; litada
the Artist. A historical experiment (1979; trad. esp. La leyenda y Odisea de Hornero; De rerum natura de Lucrecio; Eneida de
del artista, 1982). Virgilio; La divina comedia de Dante; Orlando furioso de
Las indagaciones psicoanalíticas en torno al mito han sumi- Ariosto; La Jerusalén liberada de Tasso; El paraíso perdido de
nistrado soporte y vigor —como veremos en ulterior capítulo- a Milton; La Henríada de Voltaire; La Mesíada de Klopstock; el
toda una corriente literaria teórico-crítica: la antropológica. mito de Helena en el "Segundo Fausto'1'de Goethe; La caída de
un ángel de Lamartine; La leyenda de los siglos de Víctor Hugo;
y La primavera olímpica de Spitteler. Estos textos fueron anali-
5.5. El poema épico zados por Baudouin en sus cursos de la Facultad de Letras en
la Universidad de Ginebra, entre 1937 y 1952.
La poesía épica hunde sus raíces en la Mitología y en la Considera Baudouin que tanto la tragedia como la epopeya
Historia. Por eso el estudio psicoanalítico del fenómeno mito- están construidas sobre el tema heroico, pero la tragedia toma
lógico y el del fenómeno épico están íntimamente enlazados. al héroe en el momento del sacrificio, y además en ella el "com-

104 105
piejo de Edipo" es preponderante (triangulación amorosa), Dentro de la corriente junguiana, hay que comenzar citan-
mientras la epopeya elabora con predilección el mito del naci- do al propio Cari Gustav Jung con su «Zur Phánomenologie
miento del héroe. La poesía épica es el género privilegiado para des Geistes im Marchen» (en Symbolik des Geistes, 1948, y en
el estudio del mito heroico. The Archetypes and the Collective Unconscious, 1990: 207-254).
También Freud compara la poesía épica con la dramática, en Estudia Jung en este trabajo las manifestaciones aparienciales
cuanto a los efectos catárticos que ambas producen ("Personajes del "espíritu" en los cuentos populares: como viento, como
psicopáticos en el teatro", 1904). Así, frente a la complejidad viejecillo, como pájaro, etc. El mejor análisis junguiano de un
psicológica del drama, la "poesía épica sirve en primer lugar a la cuento popular es probablemente el de Erich Neumann (Amor
liberación de sentimientos intensos, pero simples, como en su esfera und Psyche, 1956). Y para la revisión del estudio junguiano de
de influencia lo hace también la danza." los cuentos de hadas, Hedwig von Beit, Symbolik des Marchens,
1952, y Gegesatz und Erneuerung im Marchen, 1956.
Toda la corriente junguiana considera que los personajes y
5.6. El cuento popular acontecimientos de los cuentos representan fenómenos psico-
lógicos arquetípicos, los cuales expresan simbólicamente la
El cuento popular está ligado también, para el Psicoaná- necesidad de lograr un estadio de identidad superior, una reno-
lisis, a la "novela familiar", igual que la epopeya, la novela y el vación interna. El sentido de los cuentos de hadas, pues, con-
mito. Deducimos, pues, que todas las formas narrativas —tanto siste en hacerse válidas para la persona las fuerzas inconscientes
las cultas como las populares— son ramas de un mismo tronco personales y raciales.
psicológico: la fantasía primordial que cuestiona en el hombre su Uno de los estudios más conocidos sobre cuentos popula-
propio origen. res, dentro de la línea junguiana, es el de Marie-Louise von
En la obra de Freud se encuentran referencias a los cuentos Franz: Interpretation of Fairy Tales (1970). Este libro se centra,
populares en "El tema de la elección de cofrecillo" (1913), "La como su mismo nombre indica, en los problemas hermenéuti-
presencia en los sueños de material de cuentos de hadas" (1913 cos suscitados por este tipo de literatura. Von Franz realiza un
también), e "Historia de una neurosis infantil" —el caso cono- inventario de los símbolos, motivos, cultura originaria y vías de
cido como "El hombre de los lobos"— (1915). transmisión de los cuentos, así como su extensión geográfico-
Posee pues este tema una abundantes bibliografía desde antropológica.
1913 hasta hoy. Comienza con los citados trabajos de Freud, Los cuentos populares, para von Franz, son condensaciones
más el estudio de Franz Riklin "Wish-Fulfillment and Symbo- de leyendas locales, memorizadas y transmitidas oralmente. El
lism in Fairy Tales" (1913). Continúa con los estudios de Otto anónimo autor que transmuta esa leyenda en cuento extrae su
Rank (Psychoanalytischer Beitrdge zur Mythenforschung, 1919) o inspiración del inconsciente colectivo. Los cuentos populares
Alfred Winterstein (Die Pubertatsriten der Madchen und ihre expresan así, de manera directa y concisa, los contenidos del
Spuren im Marchen, 1928). Y cuenta con numerosos estudios inconsciente colectivo: los arquetipos. Constituyen por ello los
publicados en la revista Imago. Erich Fromm, en El lenguaje cuentos una especie de "lenguaje internacional". La diversidad
olvidado (1974), examina los cuentos de hadas, en particular el lingüística y cultural que subyace en los cuentos se explicaría
de Caperucita. Pero, a nuestro entender, la línea de interpreta- porque proceden, en última instancia, del "Selbst" ("sí-mismo").
ción psicoanalítica de los cuentos populares culmina en el libro En cuanto a la interpretación, que es lo que verdaderamen-
de Bruno Bettelheim The Uses of Enchantment (1976; trad. te desea aportar Marie-Luise von Franz al campo de los cuen-
esp. Psicoanálisis de los cuentos de hadas, 8a ed. 1990), que co- tos, su método es, en un primer momento, morfológico, y en
mentaremos en breve. un segundo momento psicológico. En el primero, la autora
toma buena nota de los tiempos y lugares de la acción, así

106 107
como del número y naturaleza de los personajes. Dentro de la
acción observa el punto de partida, las peripecias y la conclu-
sión. Después traduce esos datos a la base psicológica junguia-
na. La finalidad última de estos cuentos, para von Franz —al
igual que para toda la crítica junguiana- es favorecer la "indivi-
duación" o desarrollo pleno de la persona.
La finalidad de los cuentos populares ha sido uno de los
asuntos más tratados por sus estudiosos de orientación psicoa-
nalítica. Para mayor coherencia expositiva, preferimos postpo-
ner su exposición hasta el capítulo 7, donde la insertaremos en 6.
el marco de la Teoría del lector (u oyente).
Una revisión de la abundante bibliografía psicoanalítica
sobre los cuentos populares -tanto en la rama freudiana como ESTUDIO DE CATEGORÍAS
en la junguiana- hasta 1960 se encuentra en Wilhelm Laiblin: ESTÉTICO-LITERARIAS
Márchenforschung und Tiefenpsychologie. Un estudio de conjun-
to sobre diversos problemas psicoanalíticos y los cuentos, en
AA.W: Cantes et divans. Les fonctions psychiques des ceuvres de
fiction (1984). Contiene trabajos de psicoanalistas infantiles, En el breve trabajo "El interés del Psicoanálisis para la
como Rene Kaes, Jacques Hochmann, Janine Méry, Francoise Estética" (1913), incluido en Múltiple interés del Psicoanálisis,
Reumaux, etc. recapitula Freud, en síntesis esclarecedora, algunos de sus apor-
tes. De entre esos trabajos estéticos anteriores nos interesa des-
tacar el estudio de dos conceptos que el creador del Psicoa-
nálisis aborda respectivamente en El chiste y su relación con lo
inconsciente(1905) y en "Lo siniestro" (1909).

6.1. La comicidad

El chiste y su relación con lo inconsciente (1905) es una de las


obras de Freud más celebradas por los modernos estudiosos de
la Teoría literaria psicoanalítica (R. Bodei, F. Orlando, J. Be-
llemin-Noél, P. Brooks, etc.) En cambio, los psicoanalistas y
los primeros estudiosos le concedieron poca importancia.
El libro, bastante extenso, está dedicado al estudio de tres
formas de comicidad próximas: el chiste, el humor y lo cómico.
Las tres son, para el psiquiatra vienes, maneras de reconquistar
un placer perdido (la felicidad de la infancia, que no hace chis-
tes ni conoce la comicidad ni el humor). Se reconquista el pla-
cer perdido extrayéndolo de la actividad anímica, por cuyo
desarrollo evolutivo precisamente se ha perdido.

108 109
Freud no confunde entre sí estas tres categorías, como es En la segunda de estas acepciones, que es la más frecuente-
tan frecuente en el lenguaje cotidiano, sino que las separa con mente utilizada en el libro, lo cómico se muestra como una
todo cuidado. De ellas, el humor y lo cómico tienen lugar en forma más compleja que el humor, puesto que necesita dos
el preconsciente (o en el dominio de los automatismos), mien- elementos como mínimo: el sujeto (descubridor) y el objeto
tras el chiste tiene su origen en el inconsciente. A esta conclu- (descubierto). Puede haber una tercera persona, el dativo o
sión llega al observar un estrecho parentesco entre los procedi- beneficiario, pero no es imprescindible.
mientos del chiste y los del inconsciente durante el sueño, Hemos dicho "descubridor" y "descubierto" porque lo có-
mientras esos procedimientos no se encuentran ni en lo cómi- mico es primero un involuntario hallazgo que hacemos, y que se
co ni en el humor, más próximos a la actividad consciente. caracteriza por su exceso o desproporción: los gestos desmedidos
de un payaso, por ejemplo. Esta desproporción puede produ-
cirse o por exceso o por defecto: la simpleza de una persona, v.
6.1.1. El humor g. La comicidad evita palabras o gestos necesarios. Todo en
relación con una finalidad: la situación dada.
El humor es la forma de comicidad más sencilla, pues su Hay dos tipos fundamentales de comicidad: de persona y
proceso sólo necesita una persona: el sujeto. No requiere de situación. En la "comicidad de situación" cualquier persona
comunicación, como el chiste. El sujeto puede disfrutar de él, puede resultar ridicula, p. ej., al resbalar con una cascara de
sin necesidad de nadie más: plátano. Nuestra risa ante lo cómico brota de una comparación y
- «¿Qué día es hoy?, pregunta un condenado a muerte al ser de un sentimiento de superioridad: comparamos la conducta del
llevado a la horca. payaso o la del simple, inapropiadas, con la nuestra si nos en-
- Lunes. contráramos en su lugar. En la "comicidad de situación" tam-
- ¡Vaya, buen principio de semana!» bién hay comparación: entre el yo-objeto y el yo-sujeto.
Por parte del emisor del humor, consiste en la anulación de El ser humano, además de descubrir la comicidad, también
algo doloroso (u otro sentimiento) que atenta contra su equili- puede crearla: en sí mismo, fingiéndose simple o desmañado; y en
brio. Tiene, pues, una función protectora. Se parece al "despla- los demás, tomándoles el pelo, colocándolos en "situaciones cómi-
zamiento". (En el caso del ejemplo, el preso neutraliza median- cas". La comicidad puede coincidir con el chiste o no coincidir.
te el humor su terrible situación). Examina Freud finalmente las teorías sobre lo cómico de
Para el hipotético -y no necesario- receptor del humor, éste Kant ("lo cómico es una espera decepcionada": automatismo
le ahorra un sentimiento. (En el caso del preso, la compasión: psíquico) y de Bergson ("mécanisation de la vie et substitution
si el preso se eleva así por encima de sus circunstancias, no quelconque de l'artificiel au naturel"). Se muestra de acuerdo
podemos ya compadecerle). con ellas. Por su parte, define el placer de la comicidad como
Por eso define Freud el placer del humor como gasto de sen- / gasto de la representación (o de la catexia) ahorrado.
timiento ahorrado.
6.1.3. El chiste
6.1.2. Lo cómico Aunque ocupa el primer lugar en la exposición freudiana y
la mayor parte del libro, trataremos por último del chiste. Es la
Lo cómico, por su parte, aparece en esta obra desde una doble forma más complicada de comicidad, puesto que necesita tres
perspectiva: 1) Como categoría general de todo este conjunto de elementos: el sujeto que emite el chiste, el objeto sobre el que se
fenómenos risibles (lo que venimos llamando nosotros "comici- hace el chiste, y el oyente del chiste, para quien el sujeto hace el
dad"). 2) Como tipo específico de risibilidad que produce placer. chiste (y éste es el elemento más importante, el único que "ríe").

110 111
El sentimiento del sujeto hacia el oyente o destinatario del chiste dente (1905). El presente artículo enlaza con su planteamiento
es positivo; en cambio, su sentimiento hacia el objeto es negativo. general de la comicidad, continúa con el enfoque "meramente
De ahí que el chiste sea casi siempre "tendencioso". La "tendencia" económico" del tema, pero se detiene a desarrollar la categoría
puede ser de dos tipos: agresiva (hostil) y obscena. A los pocos chistes del "humor", que había recibido un tratamiento más breve en
que no son tendenciosos, Freud los denomina "chanza". el libro.
En cuanto a las técnicas del chiste, pueden ser de dos tipos: La tesis básica es que el humor procede del super-yo del suje-
de palabras y de sentido. Enumera una serie de procedimientos de to que emite la frase humorística. Freud llega a esta conclusión
palabras, que nosotros identificamos con figuras retóricas (calam- al constatar que el humor no sólo tiene algo de "liberante",
bur, retruécano, notación, dilogía, énfasis), y ensarta una serie casi como el chiste y lo cómico, sino también tiene "algo grandioso
inagotable de chistes. Veamos solamente un ejemplo de lo que y exaltante", rasgos que no se encuentran en los otros dos tipos
Freud llama "doble sentido" (y nosotros llamaríamos dilogía): de comicidad (formas todas de obtener placer mediante una
actividad intelectual).
«Un médico reconoce a una paciente muy enferma y, al salir de la
Lo grandioso del humor reside, según Freud, en el triunfo
casa, dice preocupado a su marido:
del narcisismo, en la confirmación victoriosa de que el yo es
-"No me gusta nada".
-"Hace mucho tiempo que a mí tampoco", responde el marido».
invulnerable. En el humor, el yo rehusa dejarse ofender y pre-
cipitar al sufrimiento por causa de la realidad; se empecina en
Además de los procedimientos de palabras, enumera Freud que no pueden afectarlo los traumas del mundo exterior. Más
otros de sentido. Los llama "necedades chistosas", "sofismas", aún: demuestra que el mundo exterior sólo está representado
"representación antinómica o ironía" y "metáfora". Un ejemplo por motivos placenteros. Este último rasgo es absolutamente
de esta última (que nosotros podemos considerar una greguería): esencial para que el humor llegue a producirse.
El humor no es resignado, sino rebelde. Significa no sólo el
«Es casi imposible atravesar una muchedumbre llevando en la mano triunfo del yo, sino también el triunfo del principio de placer,
la antorcha de la verdad sin chamuscar a alguien las barbas.» que consigue elevarse sobre las circunstancias reales adversas.
Encuentra Freud tantas similitudes entre el chiste y los sue- Este rechazo de las exigencias de la realidad y la imposición del
ños, que deduce que el chiste procede del inconsciente. En cuan- principio de placer sitúan al humor "en la larga serie de los
to al emisor, el chiste inocente (chanza) procede del impulso vani- métodos que el aparato psíquico humano ha desarrollado para
doso de mostrar ingenio ante el receptor, y el chiste tendencioso rehuir la opresión del sufrimiento", como la neurosis, la locu-
procede de la hostilidad o la obscenidad que da una vuelta porque ra, la embriaguez, el ensimismamiento y el éxtasis. El humor,
no puede manifestarse de frente. El secreto del placer del chiste así, alcanza una dignidad que no tienen el chiste o lo cómico.
tendencioso consiste en el ahorro de gastos de coerción o cohi- El humorista, alzándose por encima de la situación dolorosa
bición (es decir, de represión: placer de atacar lo superior o real, se comporta como un adulto ante niños (sean los oyentes
descarga de hostilidad sexual; en el chiste inocente o chanza, o sea él mismo). En este último caso, dirige el humor contra su
placer de disparatar —como niños— o de ir contra la lógica). propia persona para defenderse del sufrimiento amenazante.
Lo puede hacer porque —explica Freud desde el punto de
vista dinámico— la persona del humorista ha retirado el acento
6.1.4. Humor y super-yo psíquico de su yo para desplazarlo sobre su super-yo. Al super-
yo así inflado, el yo y sus intereses pueden parecerle pequeños
Freud vuelve a tratar de la categoría humorística en el breve e insignificantes. Ese desplazamiento de grandes cantidades de
trabajo "El humor" (1928), muchos años después de haberlo catexia, por la fluctuación desde el yo hasta el super-yo, y la
abordado en su magna obra El chiste y su relación con lo incons- subsiguiente vuelta al yo para modificar sus reacciones, en-

112 113
cuentra un paralelismo en el chiste, el cual también desplaza la 6.2. Lo siniestro
catexia, pero desde el preconsciente al inconsciente y de nuevo
al consciente. Partiendo de que la Estética no debe ser sólo entendida
Tal vez pueda sorprender esta nueva imagen protectora del como "doctrina de lo bello", sino como "ciencia de las cualida-
super-yo, tan severo habitualmente (es el que representa la ins- des de nuestra sensibilidad", se inclina Freud a examinar el
tancia parental, la ley y el orden, el esfuerzo, las actividades su- concepto de lo siniestro (o lo inquietante, traduciríamos noso-
periores, etc.). Por eso finaliza su trabajo Freud con reflexiones tros), "que está como a trasmano, (...) descuidado por la litera-
sobre el super-yo, quien mediante esta función no contradice tura estética propiamente dicha".
sino que refuerza su origen en la instancia parental: "Si es real- En este largo artículo, "Lo siniestro" ("Das Unheimlische",
mente el super-yo quien por medio del humor consuela tan 1919; 1981), realiza Freud un estudio lingüístico del término
cariñosamente al intimidado yo, ello nos muestra que aún alemán "Unheimliche", su variada significación y sus contextos
tenemos mucho que aprender sobre la esencia del super-yo. " de aparición. Su punto de partida es un trabajo coetáneo sobre
el mismo tema de E. Jentsch, quien señala que "lo angustiante
en general" reside en "la incertidumbre intelectual" o "la duda
6.1.5. Otros aportes a la teoría de la comicidad de que un ser aparentemente animado, sea en efecto viviente: y
a la inversa". Freud se inclina a pensar que "lo siniestro sería
La teoría freudiana sobre el chiste, lo cómico y el humor aquella suerte de espantoso que afecta [a] las cosas conocidas y
suministra un amplio material que —pensamos— no ha sido aún familiares desde tiempo atrás".
plenamente explotado por la Ciencia literaria. Dentro del ám- Para aclarar el concepto, analiza dos cuentos de Hoffmann
bito teórico-literario de orientación psicoanalítica, las tres apli- que contienen esa categoría: "El arenero" y "Los elixires del
caciones más importantes son: diablo". Observa que efectivamente "el poeta provoca en noso-
tros al principio una especie de incertidumbre, al no dejarnos
1) La de Ernst Kris, en sus Psychoanalytic Explorations in adivinar (...) si se propone conducirnos al mundo real o al
Art (1953), cuya traducción al español se ha desdoblado en mundo fantástico".
dos libros. El segundo de ellos, Psicoanálisis de lo cómico y psico- El miedo del protagonista en el primer cuento a quedar
logía de los procesos creadores (1964), se centra especialmente en ciego por el arenero lo interpreta Freud como un "desplaza-
la caricatura y la risa. miento" de la angustia de castración: "nos atrevemos a referir el
2) La contribución de Charles Mauron a la teoría de la co- carácter siniestro del arenero al complejo de castración infan-
media, en Psychocritique du genre comique (1964), precedente- til". El segundo cuento de Hoffmann plantea, todavía más cla-
mente comentada. Recordemos aquí solamente que Mauron ramente que el primero, el tema del doble, poco antes (1914)
examina, en el capítulo II, la risa, el chiste y la comedia; y en el tratado por Otto Rank: el tema del "doble" o del "otro yo", en
apéndice B las diversas teorías sobre la risa y la comicidad. todas sus variaciones y desarrollos —desdoblamiento del yo,
Mauron parte de El chiste y su relación con lo inconsciente, pero partición del yo, sustitución del yo- manifiesta, según Freud, el
reformula la teoría freudiana atribuyendo a lo cómico también "constante retorno de lo semejante, con la repetición de los mis-
un origen inconsciente, igual que en el chiste. mos rasgos faciales, caracteres, destinos, actos criminales, aun
3) Por último, mencionaremos el libro de Norman Ho- de los mismos nombres en varias generaciones sucesivas".
lland Laughing. A Psychology of Humor (1982), el cual examina Si en un principio, entre los primitivos —como señaló
el fenómeno de la risa en todas sus manifestaciones, y aporta Rank—, el "doble" tuvo un carácter protector (medida de segu-
no sólo la perspectiva freudiana sino también toda la tradición ridad contra la destrucción del yo, enérgico mentís a la omni-
filosófica y teórico-literaria sobre el tema. potencia de la muerte), cuando la Humanidad supera su esta-

114 115
dio infantil se invierte el signo del doble: "de un asegurador de reprimidos, que son reanimados por una impresión exterior,
la supervivencia se convierte en un siniestro mensajero de la produciendo igualmente la sensación de siniestro.
muerte". En cambio, lo siniestro en la ficción —en la fantasía, en la
Además, la aparición de la "conciencia" en el hombre per- obra literaria-, tiene apariciones más multiformes. "Mucho de
mite a éste cosificar a ese doble, desligarlo del yo, adjudicarle lo que sería siniestro en la vida real no lo es en la poesía; ade-
"todas las posibilidades de nuestra existencia que no han hallado más, la ficción dispone de muchos medios para provocar si-
realización y que la imaginación no se resigna a abandonar". En niestros que no existen en la vida real."
los procesos patológicos se constata una "tendencia defensiva Todavía afina Freud el análisis de "lo siniestro en la fic-
que proyecta al 'doble' fuera del yo, cual una cosa extraña. El ción", matizando que "si el poeta aparenta situarse en el terre-
carácter siniestro sólo puede obedecer a que el 'doble' es una no de la realidad común" -literatura realista, diríamos-, adopta
formación perteneciente a las épocas psíquicas primitivas y entonces "todas las condiciones que en la vida real rigen la apa-
superadas, en las cuales sin duda tenía un sentido menos hostil". rición de lo siniestro". Por el contrario, en el cuento de hadas
La "repetición de lo semejante" —con la concomitante sensa- -en la literatura fantástica- "no son siniestras muchas cosas
ción para el sujeto de inermidad, de angustia por sentirse preso que lo serían en la vida real". Además, el literato puede situarse
de algo externo— es, pues, la base de los diversos elementos que en un dominio intermedio -como sería el caso de Hoffmann,
generan sensación de siniestro: la realización inmediata de deseos añadimos-, provocándonos incertidumbre: "El literato [puede]
("omnipotencia del pensamiento", característica del animismo), dejarnos en suspenso, durante largo tiempo, respecto a cuáles
la aparición de muertos o espectros, etc. En definitiva, "con el son las convenciones que rigen en el mundo por él adoptado; o
animismo, la magia y los encantamientos, la omnipotencia del bien esquivar hasta el fin, con arte y astucia, una explicación
pensamiento, las actitudes frente a la muerte, las repeticiones no decisiva al respecto." (La teoría de los "mundos posibles" -T
intencionales y el complejo de castración, casi hemos agotado el Albaladejo, 1986 y 1992- nos ilustra este punto).
conjunto de factores que transforman lo angustioso en sinies- Por otra parte, ahonda Freud aún más en la categoría de lo
tro." Porque "lo siniestro se da, frecuente y fácilmente, cuando se siniestro, afirmando que estas distinciones entre diversos tipos de
desvanecen los límites entre fantasía y realidad". literatura sirven para "aquella categoría de lo siniestro que proce-
En la última parte de su trabajo se inclina Freud sobre un de de lo superado". Por el contrario, "lo siniestro emanado de
punto para nosotros de gran importancia: el examen de si los complejos reprimidos tiene mayor tenacidad y (...) conserva en
casos de siniestro que aparecen en la Literatura coinciden con los la poesía todo el carácter siniestro que tenía en la vivencia real.
de la vida cotidiana o no. Observa que en los cuentos populares La otra forma, la nacida de lo superado, en cambio, presenta este
abunda la realización instantánea de deseos, sin que tengamos carácter tanto en la realidad como en aquella ficción que se
por ello impresión de siniestro. "Todos los ejemplos que contra- ubica en el terreno de la realidad material, pero puede perderlo
dicen nuestra hipótesis pertenecen al dominio de la ficción, de la en las realidades ficticias creadas por la imaginación del poeta."
poesía. Esto nos indicaría que debemos diferenciar lo siniestro Este largo artículo de Freud es uno de los más comentados
que se vivencia, de lo siniestro que únicamente se imagina". en la moderna Crítica literaria (p. ej., Philip Rieff, 1963; Hé-
Lo siniestro vivenciado, que ha examinado en el artículo con / lene Cixous, 1972; Jacques Derrida, 1972; Samuel Weber,
numerosos ejemplos que omitimos, depende de condiciones 1973; Sarán Koffan, 1974; Elizabeth Wright, 1985; etc. Para la
mucho más simples, pero se da bastantes menos. Por una parte conexión entre "Lo siniestro" y su contexto teórico freudiano,
están los casos de omnipotencia de las ideas, retorno de los NeilHertz, 1980:296-321).
muertos y aparición de fuerzas nefastas. En ellos las "convic- Por nuestra parte, realizando crítica literaria hemos trabaja-
ciones primitivas" parecen encontrar una nueva confirmación do con el concepto del doble, siguiendo básicamente a Rank,
en la realidad. Por otra parte, están los complejos infantiles en "Yo, el Otro" -sobre la tragedia El Otro de Miguel de

116 117
Unamuno- (1987), y con el concepto de lo siniestro en "La
inquietante extrañeza en El reloj mágico, de Cecilio Muñoz
Fillol" (1992).

6.2.1. Lo siniestro, "sublime negativo"

Por último, deseamos destacar la conexión que ha realizado


Harold Bloom entre la categoría de lo siniestro y la mucho más
frecuentada de la sublimidad, en Freud and the Poetic Sublime:
A Catastrophe Theory ofCreativity (1981). Para Bloom, el ensa-
yo "Lo siniestro" de Freud es "of enormous importance to lite- 7.
rary criticism because it is the only major contribution that the
twentieth century has made to the aesthetics of the Sublime" CREATIVIDAD Y RECEPCIÓN
(p.218).
En este notable trabajo, Bloom psicoanaliza al psicoanalista. LITERARIAS
Es sabido que Freud, en El porvenir de una ilusión (1927) y en
otros libros califica a la religión como peligrosa ilusión colectiva,
que nace de nuestros sentimientos infantiles de inseguridad y de
la necesidad de alguien todopoderoso que nos proteja. Pues Probablemente éste es el campo más estudiado en la Teoría
bien, Bloom escribe una paradoja: que con el ensayo "Lo sinies- literaria psicoanalítica: La creatividad literaria, y, secundariamen-
tro" culmina Freud una tradición filosófica: el estudio de la su- te, la recepción de la obra literaria. Debido al interés extremo del
blimidad. Este tema no le interesa a Freud conscientemente. Pero Psicoanálisis freudiano por el individuo, su conducta y los móvi-
para este psiquiatra ateo, lo sublime, categoría de lo sobrenatural les profundos de ésta, era lógico que se inclinara desde muy pron-
y lo divino, "is one of his major repressed concems" Sabemos to a examinar lo que podríamos denominar la conducta literaria.
que lo reprimido en el inconsciente tiende a retornar de modo Dos precisiones se imponen, antes de pasar al estudio del
indirecto. En el caso de Freud, su atracción por lo sublime, re- tema. En primer lugar, la teoría de la creatividad literaria queda
primida, retorna a su conciencia y a su pluma, desfigurada la incluida dentro de la más general de la creatividad artística; y
sublimidad mediante el mecanismo de la "inversión". Porque lo esto tanto en Freud como en los numerosos psicoanalistas que
siniestro es "lo Sublime negativo" ("negative Sublime"), y pro- han abordado este punto. Ciertamente, hay algunos trabajos
longa la consideración filosófica tradicional de que lo sublime breves, incluso algún libro, que se centra en el escritor, pero sin
produce terror. perder nunca de vista el marco global del arte.
Sitúa Bloom, además, "Lo siniestro" en su contexto teórico En segundo lugar, existe una notable simetría entre la teoría
freudiano: Lo conecta con el siguiente libro de Freud -cuyas del autor y la teoría del lector, para el Psicoanálisis. Se trata de
reflexiones ya estaría gestando al escribirlo-: Más allá del prin- una simetría especular, donde los procesos del autor se reflejan,
cipio de placer, donde descubre el "Todestrieb" o pulsión de repetidos en orden inverso, en el lector. Naturalmente, hay
muerte. algunos puntos específicos del lector o del autor, pero los pun-
tos esenciales de la producción y recepción literaria son los
mismos: Para el Psicoanálisis la comunicación literaria es un
proceso que comienza en el inconsciente (del autor) y termina

118 119
Unamuno- (1987), y con el concepto de lo siniestro en "La
inquietante extrañeza en El reloj mágico, de Cecilio Muñoz
Fillol" (1992).

6.2.1. Lo siniestro, "sublime negativo"

Por último, deseamos destacar la conexión que ha realizado


Harold Bloom entre la categoría de lo siniestro y la mucho más
frecuentada de la sublimidad, en Freud and the Poetic Sublime:
A Catastrophe Theory ofCreativity (1981). Para Bloom, el ensa-
7.
yo "Lo siniestro" de Freud es "of enormous importance to lite-
rary criticism because it is the only major contribution that the
twentieth century has made to the aesthetics of the Sublime" CREATIVIDAD Y RECEPCIÓN
(p.218). LITERARIAS
En este notable trabajo, Bloom psicoanaliza al psicoanalista.
Es sabido que Freud, en El porvenir de una ilusión (1927) y en
otros libros califica a la religión como peligrosa ilusión colectiva,
que nace de nuestros sentimientos infantiles de inseguridad y de
la necesidad de alguien todopoderoso que nos proteja. Pues Probablemente éste es el campo más estudiado en la Teoría
bien, Bloom escribe una paradoja: que con el ensayo "Lo sinies- literaria psicoanalítica: La creatividad literaria, y, secundariamen-
tro" culmina Freud una tradición filosófica: el estudio de la su- te, la recepción de la obra literaria. Debido al interés extremo del
blimidad. Este tema no le interesa a Freud conscientemente. Pero Psicoanálisis freudiano por el individuo, su conducta y los móvi-
para este psiquiatra ateo, lo sublime, categoría de lo sobrenatural les profundos de ésta, era lógico que se inclinara desde muy pron-
y lo divino, "is one of his major repressed concems" Sabemos to a examinar lo que podríamos denominar la conducta literaria.
que lo reprimido en el inconsciente tiende a retornar de modo Dos precisiones se imponen, antes de pasar al estudio del
indirecto. En el caso de Freud, su atracción por lo sublime, re- tema. En primer lugar, la teoría de la creatividad literaria queda
primida, retorna a su conciencia y a su pluma, desfigurada la incluida dentro de la más general de la creatividad artística; y
sublimidad mediante el mecanismo de la "inversión". Porque lo esto tanto en Freud como en los numerosos psicoanalistas que
siniestro es "lo Sublime negativo" ("negative Sublime"), y pro- han abordado este punto. Ciertamente, hay algunos trabajos
longa la consideración filosófica tradicional de que lo sublime breves, incluso algún libro, que se centra en el escritor, pero sin
produce terror. perder nunca de vista el marco global del arte.
Sitúa Bloom, además, "Lo siniestro" en su contexto teórico En segundo lugar, existe una notable simetría entre la teoría
freudiano: Lo conecta con el siguiente libro de Freud -cuyas del autor y la teoría del lector, para el Psicoanálisis. Se trata de
reflexiones ya estaría gestando al escribirlo-: Más allá del prin- una simetría especular, donde los procesos del autor se reflejan,
cipio de placer, donde descubre el "Todestrieb" o pulsión de repetidos en orden inverso, en el lector. Naturalmente, hay
muerte. algunos puntos específicos del lector o del autor, pero los pun-
tos esenciales de la producción y recepción literaria son los
mismos: Para el Psicoanálisis la comunicación literaria es un
proceso que comienza en el inconsciente (del autor) y termina

118 119
en el inconsciente (del lector). Ese proceso supone un placer y suya). "La inspiración" resulta, así, el nombre tradicional para
una catarsis tanto para el autor como para el lector; placer y el inconsciente que emite impulsos y mensajes al artista. En
catarsis que son los verdaderos "móviles" de la Literatura. este punto, el Psicoanálisis enlaza con Schiller y con la primera
generación de románticos alemanes, para quienes la inspira-
ción procedía de "lo inconsciente".
7.1. Teoría de la creatividad Tanto Freud como Jung se muestran especialmente cautos
y modestos al abordar el problema de la inspiración. Afirman
7.1.1. La frustración pulsional, punto de partida que, en última instancia, el origen de la obra literaria es miste-
rioso. (Freud incluso dice que no le toca a la Psicología el resol-
"El poeta y la fantasía" (1908) es un trabajo básico para la verlo, y Jung señala que la ciencia psicológica es la más joven
Teoría literaria psicoanalítica. Ya citado con anterioridad en de las ciencias y no ha podido aún abordarlo). Pero, contras-
otros puntos que hemos expuesto, también da respuesta a tando con esa modestia verbal, tanto uno como otro elaboran
varios que se suscitan ahora. Recordemos que en él considera unas notables teorías sobre el modo como la inspiración -el
Freud la "fantasía" (la ensoñación) como una actividad creadora inconsciente— llega a manifestarse. Esta opinión nuestra da la
de un mundo imaginario, que produce satisfacción en el sujeto. razón a otra frase de Freud, cuando en una reunión de la So-
Las fantasías actúan así como compensadoras de la frustrante ciedad Psicoanalítica de Viena celebrada el 11 de diciembre de
realidad. "Puede afirmarse que el hombre feliz jamás fantasea, y 1907 afirmó que "el Psicoanálisis ilumina el proceso creativo"
sí solo el insatisfecho", porque "cada fantasía es una satisfacción (JackJ. Spector, 1972:88).
de deseos, una rectificación de la realidad insatisfactoria". Para Freud, la obra literaria procede -decíamos anterior-
La "rectificación de la realidad insatisfactoria" es, pues, el mente— de la sublimación de la libido —energía originariamente
punto de partida en la actividad literaria (y artística). No está sexual que subyace en toda actividad humana—. La libido pri-
lejos esta teoría de la idea de Ibsen, para quien escribir teatro mero se desexualiza mediante su "repliegue narcisista " sobre el
era "una manera de administrar justicia". A su vez, Ibsen coin- yo, retirada de sus objetos externos; y en un segundo tiempo se
cide con el concepto, tan difundido en la teoría literaria anglo- encamina hacia objetivos superiores, no sexuales.
sajona, de la "justicia poética". Hacer justicia, reordenar el caó- Como hemos visto con anterioridad, para plasmarse en
tico mundo, rectificar la realidad, dar salida al deseo más inex- texto literario la libido sublimada, el inconsciente pone en
presado del individuo: ése es el arranque, tanto de la "fantasía" marcha unos mecanismos propios, que también actúan en los
como de la producción literaria lograda. sueños: figuración, dramatización, sobredeterminación, con-
La divergencia (ligera) entre la teoría freudiana y estas otras densación, desplazamiento, elaboración secundaria, lógica
más difundidas, reside en cuál es el objeto de la frustración: Freud imaginaria, etc. Y además, para determinados géneros litera-
va a enfatizar las pulsiones eróticas y ambiciosas del ello, frente al rios, resucita fantasías primordiales de la evolución humana,
carácter más racional y ético (más en la esfera del yo e incluso del como la situación edípica (y el complejo de castración conco-
super-yo) del objeto de la frustración en las otras teorías. mitante), o la novela familiar.
Por su parte Jung, en "Psychologie und Dichtung" (1930 y
1984), partiendo de la premisa de que la creatividad es un mis-
7.1.2. La inspiración terio, afirma que el artista es una dualidad compuesta por el
ser humano personal más el proceso creativo impersonal. El
El Psicoanálisis considera, como axioma básico, que la obra arte es una tendencia innata que se adapta a un ser humano y
literaria procede del inconsciente: del inconsciente individual lo convierte en instrumento suyo. Por lo tanto el artista (el lite-
(Freud y su escuela) o del inconsciente colectivo (Jung y la rato) no es un hombre libre: es un "hombre colectivo " que lleva

120 121
en sí la vida psíquica de la Humanidad y le da forma, a costa conceptualización tiene al receptor como protagonista. En este
de sacrificar su equilibrio como ser sociable, e incluso a costa epígrafe vamos a tratar, fundamentalmente, de los efectos de la
de desarrollar defectos —vanidad, rudeza, autosuficiencia—. El Literatura sobre el lector o espectador; sin embargo, no lo
artista pone en su obra lo mejor de sí, y la obra es su justifica- hemos hecho constar en el título porque la teoría psicoanalítica
ción. De ahí que la vida personal del escritor no pueda ser también contempla al emisor del hecho literario. Dada la espe-
tenida por esencial para su arte. cularidad de la teoría —como antes señalábamos, los procesos
(Esta concepción se encuentra muy próxima a la de T. S. son básicamente los mismos en el emisor y en el receptor—
Eliot —"Tradition and Individual Talent"— y a la del "New parece más oportuno adoptar un título más específico: el que
Criticism". Llega hasta nuestros días, encontrando en las co- atañe al tema tratado.
rrientes teórico-literarias formalistas un terreno bien abonado). Para Freud, el arte es "una actividad encaminada a la miti-
El secreto de la creación literaria —sigue diciendo Jung—, así gación de deseos insatisfechos —veíamos precedentemente—, y ello
como el de su gran eficacia (su comunicatividad, diríamos) tanto en el mismo artista como luego en el espectador de la
reside, para Jung, en retornar el escritor, y hacernos retornar a obra de arte" ("El interés del Psicoanálisis para la Estética",
los lectores, al estado de "participación mística". En ese estado 1913). Junto al goce artístico, el psicoanalista percibe con toda
no es el individuo el que vive, sino el hombre; lo que importa claridad "otra parte latente, mucho más activa, procedente de
es la existencia humana, colectiva, no la prosperidad o desdi- las fuentes ocultas de la liberación de los instintos.".
cha del ser humano singular. "Por eso la gran obra de arte es La Literatura tiene, según esta teoría, una finalidad bifron-
objetiva e impersonal, y sin embargo nos conmueve profunda- te: placer y liberación instintual. Y ello tanto en el emisor co-
mente a todos y a cada uno", escribe Jung. mo en el receptor de la Literatura. El placer y la liberación se
La gran obra literaria procede del inconsciente colectivo, el encuentran inextricablemente mezclados en los textos freudia-
cual se manifiesta mediante las "imágenes primordiales" o arqueti- nos; por eso englobamos ambos elementos en lo que podría-
pos, elementos universales, supraculturales y ahistóricos. Sin embar- mos llamar "teoría del placer-catarsis".4-
go, no toda la Literatura es plasmación de arquetipos, ni todo escri- Con todo, para mayor claridad vamos a intentar aislar
tor expresa única y exclusivamente el inconsciente colectivo. ambos componentes hasta donde nos sea posible.
Distingue Jung entre dos clases de escritores: el tipo visio-
nario, que extrae su materia del inconsciente colectivo, y el tipo
psicológico, que la extrae de la "consciencia" y de sus vivencias 7.2.1. El placer (en el autor y en el receptor)
personales. Casi resulta ocioso señalar que las simpatías litera-
rias de Jung se encuentran con el "tipo visionario" de escritor y En "El poeta y la fantasía" (Psicoanálisis aplicado, 1908),
con su literatura correspondiente. tan importante para la Teoría literaria psicoanalítica, formula
Otras notables teorías posteriores sobre la creatividad son Freud este tema. Después de manifestar su viva curiosidad por
la de la austríaca Melanie Klein, de orientación freudiana, y la ese ser singular que es el literato, se pregunta de dónde saca sus
del suizo Charles Baudouin, quien aplica a la creatividad la temas, y también cómo logra conmovernos. Sus temas los
teoría junguiana del "complejo". extrae —como ya hemos visto en el capítulo 3— de sus fantasías
(compensación imaginativa de carencias reales). Y logra con-
movernos porque disimula la crudeza de la fuente pulsional de
7.2. Finalidad de la Literatura sus fantasías mediante "modificaciones y ocultaciones", y ade-
más nos seduce con el "placer preliminar" que es la forma
Con este punto de la "finalidad de la Literatura" comenza- artística. "Todo el placer estético que el poeta nos procura en-
mos ya la teoría del receptor, puesto que una buena parte de su traña este carácter de placer preliminar", afirma Freud. El pla-

122 123

1
cer estético, además, tiene la función de facilitar "un placer La idea de catarsis está íntimamente ligada, para Freud, al
mayor, procedente de nuestras fuentes psíquicas más hondas." lenguaje: "En el lenguaje el hombre encuentra un sustituto de
Este placer mayor, "el verdadero goce de la obra poética", la acción", había dicho. De ahí que la Literatura cumpla la
reside en "la descarga de tensiones" de nuestro espíritu. La des- misión catártica entre los hombres. Freud relaciona en varios
carga de la tensión inconsciente, pues, es el goce máximo y obje- lugares Literatura y catarsis contemplando diversos géneros,
tivo último tanto de la expresión literaria como de la lectura. pero especialmente el dramático. Una nueva convergencia con
Por medio de la obra literaria, el inconsciente del escritor co- Aristóteles.
munica con el inconsciente del receptor. Este, lector o espectador, Así, para ambos la familia es el ámbito por excelencia de la
reconoce inconscientemente sus propias fantasías en las expre- tragicidad, precisamente porque en la familia están las raíces
sadas por el autor, y logra así una descarga emocional y una del amor y del odio humanos: un hermano que mata a su her-
liberación de sus tensiones internas. mano, un hijo que mata a su padre, etc. (Poética, 9). La "fábu-
Una protección suplementaria obtiene el lector (o especta- la" trágica extrae su mejor casuística, para Aristóteles, de las
dor): el literato le permite gozar de sus propias fantasías sin historias familiares; y para Freud la huella del complejo de
avergonzarse ni autorreprocharse nada, ya que es otro y no él Edipo en el inconsciente es algo que subyace en las "fábulas"
quien las ha expresado. particulares de las obras dramáticas geniales, produciendo el
efecto catártico tanto en el creador como en el espectador.
El propio Freud explica su proximidad a Aristóteles, en
7.2.2. La catarsis cuanto al concepto de catarsis, en su trabajo "Personajes psico-
páticos en el teatro" (1904). Afirma textualmente:
La teoría aristotélica de la catarsis -purgación de la compa- «Si, como desde los tiempos de Aristóteles viénese admitiendo,
sión y el temor por medio de la compasión y el temor, o si se es la función del drama despertar la piedad y el temor, provo-
quiere liberación de la emoción por medio de la propia emo- cando una "catarsis de las emociones", bien podemos describir
ción—, emitida en el contexto de la teoría de la tragedia, es sin esta misma finalidad expresando que se trata de procurarnos
duda una de las más cuidadosamente examinadas por Freud. acceso a fuentes de placer y de goce yacentes en nuestra vida
De hecho, el descubrimiento del método psicoanalítico afectiva.»
vino precedido por la adopción del "método catártico " por
parte de Breuer y Freud. Con este método psicoterapéutico, La reflexión aristotélica sirve a Freud, pues, como punto de
Breuer y Freud buscaban la "purgación" o descarga de los afec- partida para su explicación del placer estético profundo, que él
tos patológicos mediante la "abreacción" del traumatismo. reformula en los términos de su propio sistema. Los ingredien-
(Studien über Hysterie, 1895). Consiste la "abreacción" en la tes que ambos manejan en sus respectivas teorías de la recep-
liberación de un afecto, que está unido a un recuerdo traumá- ción son, sin embargo, los mismos: el "placer" y la "liberación"
tico, por medio de la descarga emocional. Se produce esta des- o purgación.
carga mediante la hipnosis y la correspondiente verbalización Pero Freud va a matizar aún más el concepto de "catarsis".
(elaboración verbal) del afecto. Interpreta la "liberación" como placentera, y entiende el "go-
De todos modos, cuando Freud abandona el "método ce" catártico doblemente: como "alivio " en la descarga libre de
catártico" de curación para sustituirlo por el de la asociación la tensión, y como "estimulación sexual" concomitante a la exci-
libre de ideas, no por eso abandona el concepto de catarsis. tación emocional, la cual provoca el sentimiento de exaltación. En
Toda terapia analítica la comporta: reviviscencia de recuerdos el mismo trabajo "Personajes psicopáticos en el teatro", Freud
traumáticos, verbalización, transferencia, etc. escribe que, en la catarsis, el papel principal corresponde a la

124 125
liberación de los propios afectos del sujeto, y por lo tanto el heterodoxo del Psicoanálisis, la producción literaria (y la artís-
goce consiguiente contiene dos elementos: tica en general) tiene una función compensatoria, pero no indi-
vidual sino colectiva: Corrige situaciones de conciencia huma-
1) El alivio que despierta su libre descarga. na erróneas o desviadas. El inconsciente colectivo envía sus
2) Muy probablemente, la estimulación sexual concomitante. "mensajes" a la Humanidad a través de los sueños del indivi-
duo, de las producciones artísticas o de las intuiciones de los
Esta última es "subproducto ineludible de toda excitación líderes, siempre con el fin de "restablecer el equilibrio del alma
emocional, inspirando en el sujeto ese tan caramente estimado humana". En las obras literarias, los arquetipos son los que
sentimiento de exaltación de su nivel psíquico". vehiculan estos mensajes. En última instancia —tal como veía-
mos antes— "el volver a sumergirse en el estado primigenio de
la participación mística es el secreto de la creación artística y del
• Identificación y catarsis efecto profundo de la obra de arte."

La catarsis en el receptor literario (o público) sólo es posi-


ble mediante un elemento psicológico que sirve de puente 7.2.4. "Autprodesse aut delectare": la finalidad de los "Marchen"
entre él y la obra literaria: la "identificación".
Freud formula este concepto primero en el marco de su La teorización sobre el cuento popular (alemán "Mar-
teoría general, y luego lo aplica a la Literatura a propósito del chen") tiene uno de sus grandes centros reflexivos en este
personaje dramático y el espectador. De hecho, el hechizo, la punto de la "finalidad". Por eso hemos preferido reservar esta
posesión que el teatro ejerce sobre el espectador se apoya en la problemática para el presente apartado, en lugar de,haberla
identificación del espectador con el héroe de la pieza. abordado en el capítulo anterior.
El espectador del drama, individuo anodino sediento de No es sólo el Psicoanálisis el que se plantea la finalidad de
experiencias emocionantes, recibe, a través del autor y los acto- los "Marchen". Desde el punto de vista de la Antropología y la
res, "la oportunidad de identificarse con un protagonista " y sen- Poética del Imaginario, podemos recordar aquí las teorías de
tirse él también protagonista subsidiario de la acción. Con la Mircea Eliade y Simone Vierne. Mircea Eliade (1958, 1983b)
ventaja además de que la ficción dramática le ahorra "sufri- piensa que los mitos y los cuentos de hadas son modelos de
mientos y espantosos terrores que le malograrían por completo comportamiento humano que dan sentido y validez a la vida.
(...) el placer implícito" si en la realidad él tuviera que pasar Mitos y cuentos populares derivan de ritos de iniciación, a los
por las pruebas del héroe. El goce del espectador, pues, depen- cuales dan expresión simbólica. Así la muerte metafórica de un
de "de una ilusión": sabe positivamente que es otro, y no él, yo, inadecuado, y el renacimiento a otra forma superior de
quien actúa y sufre; y además sabe que el mundo de la acción vida. Por su parte, Simone Vierne, discípula de Gilbert Du-
es ficticio, con lo cual su seguridad personal no resulta amena- rand, en Rites, romans, initiation (1973 y 1987) también consi-
zada. Así puede abandonarse sin vergüenza a sus impulsos dera a los cuentos residuos desacralizados de ritos iniciáticos
coartados, dejándose llevar por las emociones de la escena. antiguos. Esta teoría enlaza con la idea más difundida de que
los cuentos enseñan a los niños que es necesario superar una
serie de pruebas para acceder al superior estado adulto.
7.2.3. Restablecimiento del equilibrio colectivo Pero sin duda alguna es el psicoanalista Bruno Bettelheim
(1903-1990) el que ha suministrado la teoría interpretativa y
Dentro de este océano teórico-literario de signo freudiano, pedagógica más sugestiva para los cuentos populares. Si en
vamos a ceder la palabra de nuevo a Jung. Para el principal Freud y el alma humana (1983) presenta muy atractivamente

126 127
Bettelheim su conocimiento del Psicoanálisis y del inconscien- mos los combates llenos de riesgos sin los cuales nunca encon-
te, en su libro The Uses of Enchantment (1976; trad. esp. Psi- traríamos nuestra verdadera identidad". El control sobre la
coanálisis de los cuentos de hadas, 1990) plantea estas narracio- angustia, por medio de la ficción, es otro elemento importante:
nes como las más importantes para la configuración del alma "La pesadumbre inicial de la angustia se convierte entonces en
del niño y su maduración. el gran placer de la angustia afrontada con éxito y controlada."
Bettelheim parte de la base de que la tarea más urgente y Esta enseñanza la realizan los "Marchen" no mediante
difícil de nuestra vida es "encontrar un significado" para ella. moralizaciones superpuestas a la narración, sino desde dentro
Si no encontramos ese significado, perdemos el deseo de vivir y de ella, mediante la espontánea identificación del niño con el
de esforzarnos. La sabiduría necesaria para encontrar el signifi- protagonista, que siempre es bueno. El triunfo del héroe es
cado es tarea gradual, que comienza en la infancia. En ella, el importante en los cuentos populares, puesto que anima al niño
impacto mayor lo causan los padres y educadores, y en segun- en su camino por la senda del buen comportamiento. Pero no
do lugar nuestra herencia cultural, dentro de la cual la literatu- es el triunfo final del héroe lo que provoca la identificación del
ra es importantísima. Pero la "literatura infantil" que escriben niño, sino el atractivo y simpatía que el héroe posee; eso es lo
nuestros contemporáneos es superficial: escamotea los verdade- que suscita su identificación.
ros problemas que el niño tiene planteados, no quiere enseñar No todos los cuentos atraen por igual a todos los niños. De
al niño la maldad humana (que por otra parte él ya siente en hecho, cada niño tiene uno o varios cuentos favoritos. Son los
su interior), ni la muerte, ni el sufrimiento, y por lo tanto estas que mejor expresan su conflicto personal, inconsciente. El pro-
producciones no le "interesan" al niño en profundidad. pio niño, trabajando imaginativamente con ese material, tiene
Para que una historia mantenga de verdad la atención del que llegar a resolver su conflicto por sí mismo. No es bueno,
niño, tiene que divertirle y excitar su curiosidad. Pero para en consecuencia, que los padres se apresuren a interpretarlo: el
enriquecer su vida, ha de estimular su imaginación, ayudarle a niño tiene derecho a su "secreto" y a no sentir más abrumado-
desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones. Tiene que ramente aún la potencia paterna.
expresar sus ansiedades y aspiraciones; hacerle reconocer sus Aunque la lectura ética —que examina el impacto de los
dificultades, al tiempo que le sugiere soluciones para los pro- cuentos sobre los espíritus infantiles— es la preponderante en
blemas que le inquietan. En definitiva, tiene que estar en rela- The Uses of Enchantment, no faltan tampoco las observaciones
ción con todos los aspectos de su personalidad. Y sobre todo morfológicas sobre ellos: Su presentación simplificada de las
tomar en serio los conflictos del niño, sin disminuirlos, esti- situaciones. Su reducido número de personajes. Su carácter ini-
mulando su confianza en sí mismo y en su futuro. ciático: muerte simbólica de un antiguo yo, inadaptado, para
Bettelheim se muestra de acuerdo con la frase de Schiller: renacer a una existencia superior. Su ética trasladada a actos.
"El sentido más profundo reside en los 'Marchen que me con- Su desculpabilización del niño, que ve exteriorizados sus con-
taron en mi infancia, más que en la realidad que la vida me ha flictos pero no toma conciencia de que son sus propios proble-
enseñado." Como Schiller y como los propios niños, Bettel- mas.
heim, terapeuta de niños gravemente perturbados y educador, La "novela familiar" detectada por Freud aparece con fre-
se toma muy en serio esas narraciones. cuencia también en los cuentos. Esto es así porque el niño
Los cuentos populares enseñan de manera simbólica y fan- duda de ser hijo verdadero de sus padres. Por eso —afirma
tástica que la lucha contra las graves dificultades de la vida es Bettelheim— es frecuente que los cuentos presenten dos figuras
inevitable, pero si uno se enfrenta con ellas animosamente, maternas: la madre muerta y la madrastra. "Es un modo de
puede alcanzar la victoria. "Los cuentos de hadas nos dicen preservar [el niño] dentro de sí la imagen de una madre siem-
que, a pesar de la adversidad, está a nuestro alcance una vida pre buena cuando la verdadera madre no lo es. Es también la
satisfactoria y llena de consuelo, a condición de que no eluda- posibilidad de entrar en cólera contra esa "madrastra" mala sin

128 129
manchar la benevolencia de la verdadera madre, a quien él arroja unos notables destellos. En síntesis, parece desprenderse de
considera una persona distinta." su lectura que una obra literaria es tanto más valiosa cuanto más
Los cuentos de hadas representan el orden, frente al desor- se aleja de la fuente pulsional; en otras palabras, cuanto más dis-
den y confusión de la vida anímica del niño. El yo, el ello y el torsiona con "modificaciones" la fantasía originaria.
super-yo se hallan encarnados literalmente en personajes en los En este trabajo también realiza Freud una notable clasifica-
"Marchen": los animales peligrosos simbolizan el ello irreprimi- ción de diversos géneros literarios en función de la inmediatez a
ble, lleno de terrible energía. (Véase el análisis del cuento "Los la fuente pulsional o de su alejamiento.
tres lenguajes"). Estas teorías aparecen al hilo de numerosos Freud no realiza esta formulación tan manifiesta; pero
análisis de cuentos de Grimm y algunos de Las mil y una noches. nosotros la deducimos de sus análisis sobre tres tipos de litera-
En definitiva, Psicoanálisis de los cuentos de hadas (The Uses tura:
of Enchartment) es una lectura fascinante y abre al teórico de la
Literatura todo un universo de sugerencias. 1) Las "narraciones egocéntricas" que pertenecen -diría-
mos hoy— a la "subliteratura".
2) La "novela psicológica" que Freud llama "excéntrica" o
7.3. Teoría de la recepción con protagonista pasivo.
3) Las "elaboraciones de temas ya dados y conocidos"
Si el gran tema de la finalidad de la Literatura concernía -mitos, leyendas-. En el primer y segundo caso el poeta
tanto al emisor como al receptor literario en la teoría psicoana- "fantasea libremente"; en el tercero, se atiene a una fá-
lítica, el tema de la valoración podemos ya considerarlo especí- bula previa.
fico de la teoría del receptor. Así lo haremos, puesto que en la
Teoría literaria actual éste es su lugar metodológico. Sin em- Las narraciones del primer tipo, las "egocéntricas", no son
bargo, tenemos que precisar que el Psicoanálisis, aunque con- las más estimadas por la crítica, señala con justeza Freud, pero
temple mayoritariamente para este tema de la valoración la en cambio encuentran un número mayor y más entusiasta de
figura del receptor (el "público", como suele ser denominado), lectores. (La gran paradoja de las subliteraturas). Su rasgo dis-
también introduce en él la figura del autor. tintivo, "singular", es que el interés está focalizado en un prota-
Hay que señalar igualmente que la teoría del receptor, aun gonista —doble ficcional del yo del escritor—, que atrae nues-
siendo importante, posee menor entidad en el Psicoanálisis que tra simpatía, y al cual el autor "parece proteger con especial
la teoría del emisor. El estudio profundo y sostenido que la providencia": sale con vida y triunfante de peligros innumera-
Psicología freudiana realiza del "sujeto" -el individuo concreto, bles; realiza las mayores proezas en un mundo dividido en
con toda su vida anímica- conduce a ello: Resulta más verifica- "buenos" y "malos"; y de él se enamoran todas las mujeres. Ese
ble y científico estudiar al individuo real que escribe, que a una "sentimiento de seguridad" que este tipo literario asegura al
masa anónima, nebulosa y sin rostro que recibe la obra literaria lector, esa "invulnerabilidad", "nos revela sin esfuerzo a su
(aunque el lector o espectador concreto también pueda ser es- majestad el Yo, el héroe de todos los ensueños y de todas las
tudiado). novelas." Este tipo narrativo responde al "modelo del ingenuo
sueño diurno".
Más complejo es el segundo tipo: las novelas psicológicas
7.3.1. El valor literario en que el autor tiende a "disociar su yo por medio de la auto-
observación en "yoes" parciales, y personificar en consecuencia
Sobre este dificilísimo punto, crucial sin embargo en Teoría en varios héroes las corrientes contradictorias de su vida aními-
de la Literatura, el citado trabajo de Freud "El poeta y la fantasía" ca." Se oponen especialmente al primer tipo, el ingenuo, aque-
130 131
lias narraciones "excéntricas" con protagonista que no actúa, una consciente, y su imaginación surge como mínimo tanto de
sino sólo contempla los hechos y sufrimientos ajenos (p. ej., la una como de la otra (Jones, 1976: 19). Por lo que nos atañe
diversas novelas de Zola). a nosotros como lectores, nuestra mente consciente prolonga la
El tercer tipo de literatura, que comprende las "elaboracio- del creador, y nuestra mente inconsciente también. El Psico-
nes de temas ya dados y conocidos" por medio de mitos, análisis suministra una hermenéutica para ambas.
leyendas y fábulas que forman parte del acervo popular, podría El término sobreinterpretación (o superinterpretación; ale-
hacernos suponer que está desvinculado del yo del escritor. A mán Überbedeutung) fue utilizado por Freud con relación al
pesar de que el tema es dado, previo a la inventiva del escritor, sueño, para indicar una interpretación que se desprende de
éste puede mostrar cierta "independencia" en ellos: "en la elec- modo secundario detrás de la interpretación primera, coherente
ción del tema y en la modificación del mismo". Este tercer y completa en sí misma. La sobreinterpretación es consecuen-
tipo -al que pertenece todo el gran teatro griego, lectura favo- cia y correlato de la sobredeterminación. Y la sobredetermina-
rita de Freud- parece en el artículo el preferido del maestro, el ción es la convergencia de diversas causas en la producción de
que consideraba superior estéticamente. una formación psíquica (imagen, sueño, etc.), cada una de las
En esta escala valorativa de tipos literarios (subliteraturas, cuales bastaría para explicarla, puesto que posee su propia co-
novela psicológica, teatro ático), el padre del Psicoanálisis coin- herencia.
cide con la crítica especializada. Lo más singular en Freud no En otras palabras: en la sobreinterpretación, una interpre-
es, con todo, su buen gusto literario (su coincidencia con siglos tación nueva puede añadirse siempre a la interpretación prime-
y siglos de lectores cualificados), sino el que nos ofrece una ra y básica. Esto es válido tanto para los sueños -a propósito de
razón textual para, ese juicio negativo o positivo: la inmediatez lo cual la enunció Freud— como para la Literatura. La razón de
máxima a la fantasía egocéntrica, su elaboración, o su aleja- la sobreinterpretación se encuentra en la superposición de estratos
miento máximo por elaboración psíquica más compleja. de significación, que el texto sobredeterminado posee.
La valoración de los lectores cualificados reside, subjetiva- En el importante problema de la interpretación, el Psico-
mente, en ellos; pero su coincidencia valorativa obedece a ciertos análisis ancla la pluralidad interpretativa en la pluralidad de
elementos que el texto posee. Y por detrás del texto, sustentándo- sentidos del texto, pluralidad de sentidos introducida en él por
lo, se encuentra el trabajo psicológico-literario del autor. En otras el inconsciente del autor. Nuevamente la subjetividad del recep-
palabras: Detrás de la aparente subjetividad de la valoración tor se remite a la objetividad textual, y ésta a la subjetividad del
—tan cantada en ciertos movimientos teórico-literarios del siglo emisor. Como en el tema de la valoración.
XX— se encuentra la objetividad del texto: de ahí la convergen- Por otra parte, la sobreinterpretación se relaciona con la
cia valoradora de la "comunidad interpretativa" (por decirlo condensación (una sola imagen expresa varias series inconscien-
con expresión de Stanley Fish). Y la objetividad textual se ancla tes). Del mismo modo que un solo sueño puede representar
en la personalidad del autor, tan desatendida en la teoría litera- simultáneamente a varios deseos, así también un texto literario
ria de nuestro siglo. puede dar curso a diversos propósitos —conscientes o incons-
cientes- del autor.
En la Teoría literaria contemporánea, tan centrada en el
73.2. Teoría de la interpretación: la "sobreinterpretación" estudio del receptor, una de las propuestas más sonadas es el
concepto de "misreading" Q interpretación desviada, propuesto
La recepción de una obra literaria (lectura, espectáculo) por Harold Bloom. Para este autor, el "misreading" se apoya
implica siempre una interpretación. Una lectura entre líneas, en la sobredeterminación. En palabras del propio Bloom, Freud
una extensión en el lector de lo que está escrito en el libro. es "the greatest theorist we have of what I would cali the neces-
Además, un escritor tiene tanto una mente inconsciente como sity of misreading".

132 133
Incluso la propia obra de Freud debe ser deconstruida,
debe ser objeto de sobreinterpretación para este autor: Freud es
tan poderoso escritor que "he contains every available mode of
inteipretation" (1981: 212).

8.

CRÍTICA LITERARIA PSICOANALÍTICA (I)

8.1. Freud, Jung y Lacan

El Psicoanálisis comienza, desde la década de 1910, a frag-


mentarse en diversas escuelas, aunque el tronco básico sigue
siendo el freudiano (escuelas de Adler y de Jung, heterodoxos
respecto a la de Freud; evolución de diversas corrientes dentro
de la ortodoxia freudiana -Klein, "Ego Psychology", etc.—).
Del mismo modo, la Crítica literaria psicoanalítica, aun per-
maneciendo básicamente dentro de las líneas freudianas, cono-
ce algunos desarrollos y desviaciones. Entre las desviaciones, la
más importante es la de la escuela junguiana, y entre los desa-
rrollos, el más notable numéricamente es el lacaniano.
La línea de Crítica literaria freudiana se caracteriza por un inte-
rés en el individuo como fuente de producción artística (o también
de los mecanismos psíquicos que subyacen en el hombre y le
empujan a determinadas manifestaciones). En las últimas décadas,
la línea de Freud se ha visto reforzada (y tergiversada) por la de
Lacan. La línea de Jung, por su parte, muestra un interés especial
en las producciones culturales inconscientes de la Humanidad.

134 135
mente descrito" (recogido en Historiales clínicos, 1925);
Distinguiremos, pues, tres líneas principales de pensamien-
"Dostoievski y el parricidio" (1928). También hay que añadir
to dentro de la Crítica literaria psicoanalítica: la procedente de
los análisis puntuales que realiza sobre Edipo rey y Hamlet en
Sigmund Freud, la que nace en Cari Gustav Jung, y la que se
La interpretación de los sueños (1900), y sobre estas mismas
origina en Jacques Lacan. Freud ha influido sobre todo en
obras, más Werther, El sueño de una noche de verano y alguna
Francia, Estados Unidos, Argentina, Italia y Alemania; Jung,
novela contemporánea como La señora juez, de C. F. Meyer, en
en Inglaterra, Estados Unidos y países germanos; Lacan en
su correspondencia con Wilhelm Fliess (años 1887-1902),
Francia y Estados Unidos, fundamentalmente. (Aunque esta
recopilada en Los orígenes del Psicoanálisis (Aus den Anfangen
generalización no supone una línea demarcatoria absoluta). der Psychoanalyse, 1950).
En el presente capítulo nos ocuparemos de la dirección
Veamos, a modo de ejemplo, alguno de estos trabajos: "El
freudiana, mucho más nutrida de nombres y obras que las
tema de la elección de cofrecillo". Incluido en el libro Psico-
otras dos. Representa el Psicoanálisis clásico, la ortodoxia del
análisis aplicado, parte VI, en él relaciona Freud dos escenas de
maestro. Para el próximo capítulo dejaremos las direcciones
Shakespeare: una de El mercader de Venecia y otra de El rey
junguiana y lacaniana. Lear. Ambas obras, tan diferentes en otros sentidos, tienen en
Este libro no pretende hacer una historia de la Crítica lite-
común el que el personaje central debe hacer una elección. En
raria psicoanalítica (el de Anne Clancier Psicoanálisis, Lite-
El mercader de Venecia cada pretendiente ha de escoger entre
ratura, Crítica, 1979, puede servir a este propósito, sobre todo tres cofres (simbólicamente, tres mujeres): el de oro, el de plata
para la crítica psicoanalítica francesa anterior a 1973). Por
y el de plomo (que es el correcto). En la tragedia, el rey Lear
nuestra parte, sintetizaremos de modo global algunas de sus
decide repartir su reino entre sus tres hijas proporcionalmente
principales tendencias. al amor que digan profesarle. Cordelia, la menor, que siente
por su padre un amor inefable, enmudece y es desposeída.
El motivo de las tres hermanas recuerda a Freud otros
8.2. Freud, el arte y la literatura mitos y literaturas: Paris (su elección entre las tres diosas); Ce-
nicienta (y sus dos hermanas, entre las cuales ella es la "gris",
El fundador del Psicoanálisis se sintió atraído siempre por
la despreciada); Psiquis, la menor de tres hermanas... La terce-
el arte en todas sus formas, y, con ese espíritu de exploración
ra hermana, la menor, siempre es bellísima y se calla o se es-
de los orígenes y las causas que caracteriza su Psicología, se conde.
inclinó naturalmente sobre los problemas de la creación artísti-
Por su práctica clínica, Freud —con sorpresa para el lector—
ca. Dejando de lado todos los trabajos dedicados a la Teoría
relaciona estos datos con la muerte: "La mudez es, en los sue-
literaria —ya examinados en los capítulos anteriores-, mencio-
ños, una representación usual de la muerte", así como la "ocul-
naremos aquí los que atañen a la Crítica de arte y de literatura.
tación" (Cenicienta) y la "palidez" (el plomo: no brillo). Con-
A las artes y a sus creadores dedicó algunos estudios: Un
firma la equivalencia "mudez-muerte" en varios cuentos
recuerdo infantil de Leonardo da Vinci (1910); "El Moisés de
populares de Grimm, y concluye: "La tercera de aquellas her-
Miguel Ángel" (1914); "La historia del pintor Cristóbal Haitz-
manas (...) sería (...) la muerte misma o la diosa de la muerte".
mann, una neurosis demoníaca en el siglo XVll" (1923). Es-
También son tres las Moiras, y la tercera, Átropos, es la impla-
pecíficamente a la literatura y a sus creadores, estos otros traba-
cable. Al igual que en los sueños, donde un mismo símbolo
jos: "Personajes psicopáticos en el teatro" (1904); El delirio y los
expresa una cosa y su contraria gracias a su ambivalencia, así
sueños en la "Gradiva"de W. Jensen (1906); "El tema de la elec-
también la hermosura y apetecibilidad de la tercera hija y el
ción de cofrecillo" (1913); "Un recuerdo infantil de Goethe en tercer cofre expresan la muerte. Las tres relaciones de la mujer
Poesía y Verdad" (1917); "Observaciones psicoanalíticas sobre
con el hombre (como madre engendradora, como compañera
un caso de paranoia ("dementia paranoides") autobiográfica-
137
136
y como destructora) se condensan en un símbolo único: la Tanto la crítica literaria de los psicoanalistas como la crítica
madre-tierra. literaria de los críticos, posee dos elementos insoslayables en
En este trabajo procede Freud por "superposición de tex- común: el partir del Psicoanálisis (cuya piedra angular es el
tos" de diversa procedencia: Literatura, cuentos populares, estudio del inconsciente en el comportamiento humano), y el
mitos, etc. Esta técnica será desarrollada brillantemente des- ser Crítica literaria (es decir, explicación de un producto litera-
pués por Charles Mauron. rio). En consecuencia, la Crítica literaria psicoanalítica, en
cualquiera de sus ramas, es la explicación de obras literarias
que se lleva a cabo desde los presupuestos psicoanalíticos, y
8.3. La línea crítica freudiana que busca primordialmente la revelación del inconsciente indi-
vidual o del colectivo.
La Crítica literaria de orientación psicoanalítica y dirección La Crítica literaria psicoanalítica clásica atiende con prefe-
freudiana nace en el propio Freud -como acabamos de ver- y rencia a tres campos de observación: el autor, el personaje lite-
en su círculo de discípulos psicoanalistas europeos. Entre los rario y el lector.
primeros nombres podemos citar al suizo Franz Riklin o el La crítica sobre el autor es la más numerosa e importante
inglés Ernest Jones, al húngaro Sandor Ferenczi, al austríaco en esta corriente. Ha recibido muchos ataques, pero sigue sien-
Otto Rank, al alemán Karl Abraham o a la francesa Marie Bo- do muy vigorosa, pues aunque se ha anunciado "la muerte del
naparte. autor" en literatura (Barthes), nunca ha desaparecido del hori-
Se ramifica en seguida en manos de los críticos literarios zonte crítico e incluso conoce un "renacimiento" actualmente
siguiendo las diferentes escuelas psicoanalíticas y una serie de (p. ej., en Harold Bloom).
cruces con otras disciplinas: Filosofía, Antropología, Lingüís- Se interesa fundamentalmente esta dirección por el escritor
tica, etc. En la actualidad, el pluralismo de la crítica psicoanalí- como individuo, e intenta establecer un nexo de causalidad
tica -más la pirotecnia verbal de la escuela lacaniana- es segu- entre su obra y su vida. Es, por lo tanto, una crítica básicamen-
ramente uno de los mayores inconvenientes para el lector no te genética, que atiende a la conexión "autor-obra" y se desinte-
iniciado a la hora de aclarar sus conceptos. resa en mayor o menor grado de la estructura del texto, de su
Dentro del conjunto de la crítica literaria freudiana, se ha valoración literaria, y en muchos casos -aunque no en todos—
querido ver una oposición entre trabajos escritos por psicoana- de su recepción por el lector. Esta dirección crítica psicoanalíti-
listas, y trabajos escritos por críticos literarios. Dentro del pri- ca atiende al inconsciente del autor tanto o más que a su cons-
mer grupo entrarían las "patografías", algunas psicobiografías y ciente, por lo cual el resultado está siempre lleno de sorpresas
muchos análisis de obras artísticas concretas. El resto -la parte para el lector de literatura.
más numerosa en títulos y autores- correspondería a los críti- Esta línea crítica es apoyada así por el norteamericano
cos literarios inspirados en el Psicoanálisis freudiano. Inevita- Norman N. Holland -centrado, a su vez, en el estudio del lec-
blemente, en el primer caso la envergadura doctrinal psicoana- tor-: "El psicoanálisis, como toda psicología, no trata de la
lítica es mucho mayor mientras la atención a la obra como literatura como tal, sino de mentes. Y no hay ninguna justifi-
entidad se diluye, y en el segundo caso la doctrina psicoanalíti- cación para que el psicoanálisis invada la crítica literaria, como
ca está esbozada o se toma sólo algún aspecto de ella, mientras no sea para relacionar la obra literaria con la mente de alguien
la atención a la obra es mucho más intensa. Pero, a nuestro jui- en especial" (1964).
cio, esta es una distinción secundaria, puesto que no hay opo- El segundo objetivo favorito de la Crítica psicoanalítica es
sición entre los enfoques de unos y otros, sino sólo diferencia el personaje literario, considerado por algunos autores como
de grado —de catexia, podríamos decir también- en la priori- simple superposición de códigos o espejismo temático. (Más
dad de sus intereses. adelante incluiremos el análisis que Freud hace de Hamlet). En

138 139
nuestros días resurge también, p. ej., en la crítica feminista, paranoides"— autobiográficamente descrito"). Sobre este mo-
que atiende a la psique femenina creada por las mujeres escri- delo, algunos psicoanalistas de los primeros tiempos se inclina-
toras, y rehusa los conceptos dominantes en la psicología mas- ron por ese tipo de estudios en que la materia prima no es la
culina. Esta crítica se complace en nuevas variantes del estudio verbalización del paciente, sino sus producciones escritas.
psicoanalítico temático-situacional de personajes: triángulos Psicoanalizan, pues, escritores, o bien personajes literarios —con-
edípicos, papeles de madres e hijas, etc. siderados reflejos de su autor—.
En cuanto al tercer campo de la Crítica literaria psicoanalí- Así Rene Laforgue en L'Échec de Baudelaire (1931) analiza
tica, el lector, florece en versiones siempre renovadas, ya que la la neurosis de fracaso de este poeta, y más tarde hará lo mismo
creación de significados textuales depende de las mentes que con Jean-Jacques Rousseau. También Marie Bonaparte en su
los producen. Tenemos así estudios psicoanalíticos sobre los libro en dos volúmenes Edgar Poe (1933) se inclina minuciosa-
lectores reales (p. ej., Five Readers Reading, de Norman H. mente sobre los cuentos del escritor norteamericano, analizán-
Holland), o sobre el lector considerado como un hombre cual- dolos como si fueran sueños y viendo en ellos tanto la impo-
quiera (p. ej., Fiction andthe Unconstious, de Simón O. Lesser). tencia sexual de Poe como los mecanismos de su libido: des-
Históricamente ha evolucionado la Crítica literaria psicoa- plazamiento, condensación, simbolización, etc.
nalítica a lo largo de este siglo y se ha diversificado en tenden- El método de las patografías ha sido bastante criticado a
cias varias, las cuales pueden reducirse a dos fundamentales: causa del mal uso que algunos han hecho de él: Charles Mauron
y J. Chasseguet-Smirgel, entre otros, lo atacan. En sus peores
1) Las que toman la obra literaria como medio para escla- manifestaciones, este método tiene poca utilidad —y además
recer o corroborar la patología o la biografía de su autor. resulta desagradable- para el estudioso de Literatura: así el libro
2) Las que toman algún episodio significativo, generalmen- de Jean-Louis Schonberg sobre García Lorca (1956). Más valido
te traumático, de la vida del autor para explicar la obra. parece el análisis de Maria Grazia Profeti sobre la poesía de
Quevedo (1985). En ambos casos la clave de estas escrituras la
En el primer caso el énfasis está puesto en el autor (hacia el encuentran sus críticos en la homosexualidad de los respectivos
cual la obra sirve de acercamiento), y en el segundo caso el énfasis poetas. Mayor atención a la manifestación textual se encuentra
se sitúa en la obra (a la cual el autor sirve de soporte y justifica- en el estudio de Inés Marful sobre García Lorca (1991).
ción). En ambos casos, la línea discursiva es analíticas inductiva. Creemos que, "a priori", no se puede ni preconizar este
método ni descalificarlo: todo depende del uso que el crítico
haga de él. Así, p. ej., Francesco Orlando (1987: 9) considera
8.3.L Patógrafos y psicobiógrafos "tra i peggiori" entre los libros de esta orientación el de Lafor-
gue, y "tra i migliori" el de Bonaparte.
En el lenguaje médico "patografía" significa la descripción Más desligada de la teoría psicoanalítica se muestra la
clínica escrita de un paciente particular. En los estudios sobre corriente psicobiográfica: menos centrada en la patología del
Crítica literaria psicoanalítica se ha generalizado la palabra con literato y más atenta a su realidad psicológica total y a su obra.
un sentido próximo: 'trabajo escrito por un psicoanalista Así el psiquiatra (no psicoanalista) Jean Delay en La jeunesse
donde éste describe clínicamente la enfermedad de un escritor d'André Gide (1957) muestra el paralelismo existente entre los
partiendo de sus propios escritos'. hechos históricos de Gide, la evolución de su psicología, y la
Podemos considerar que el propio Freud inició esta línea génesis de sus obras. Siguiendo a Freud, pone de relieve el
en el "caso Schreber", psicoanalizando el diario del magistrado papel de la infancia en la formación del hombre y del escritor.
Schreber. (El título verdadero de este trabajo es: "Observa- Es el crítico literario Dominique Fernandez quien acuña el
ciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia -"dementia término "psicobiografía" para este tipo de estudios. Además,

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define este método (1970; 1981) tras haberlo aplicado al novelis- asociaciones o las agrupaciones de imágenes, obsesivas y
ta italiano Cesare Pavese en L 'Echec de Pavese (1967). En L 'arbre probablemente involuntarias.
jusqu'aux racines (1972) extiende su método a otros autores. 2) Se indaga, a lo largo de la obra del escritor, cómo se
En el ámbito de la literatura española, Isabel Paraíso en Juan repiten y se modifican las redes asociativas, las agrupa-
Ramón Jiménez. Vivencia y palabra (1976) interpreta la obra de ciones o las estructuras halladas en la etapa primera.
nuestro premio Nobel como su "vida mejor": donde se refugia Porque esas estructuras dibujan rápidamente figuras y
para eludir la vida real. La obra es además el lugar donde intenta situaciones dramáticas. Esta segunda operación combina
Juan Ramón resolver su problemática existencial: la búsqueda así el análisis de los varios temas con el de los sueños y
del amor, la búsqueda de la eternidad y la búsqueda de Dios. sus metamorfosis, desembocando normalmente en la
Como juicio global de patografías y psicobiografías, valgan imagen de un "mitopersonal".
estas palabras que Freud escribió en 1933 para prologar la obra 3) Se interpreta el "mito personal" y sus avatares como ex-
de Marie Bonaparte. Tras señalar que la labor interpretativa de presión de la personalidad inconsciente del escritor y de
Bonaparte ha puesto de relieve cuántos elementos de la obra su evolución.
literaria de Poe están condicionados por su personalidad, y 4) Los resultados así adquiridos en el estudio de la obra son
también hasta qué punto la obra es el sedimento de intensas controlados mediante el cotejo de esos resultados con la
fijaciones afectivas y de dolorosas vivencias de su temprana vida del escritor.
juventud, concluye:
Nótese la relación existente entre las etapas 1a y 4a de este
«Tales estudios no pretenden explicar el genio del literato, método con distintos trabajos de Freud, sobre todo "El tema
pero demuestran qué motivos lo han despertado y qué temas le de la elección de cofrecillo" y Un recuerdo infantil de Leonardo
impuso el destino. Hay, sin duda, un particular atractivo en
da Vinci. Pero a Mauron corresponde todo el mérito de haber
estudiar las leyes de la vida psíquica humana en los individuos
convertido en sistemático un enfoque, y de haberlo orientado
más sobresalientes.»
mucho más hacia el estudio de la Literatura. Además Mauron
es el primero en descubrir que existen estructuras inconscientes
que se expresan mediante dramatizaciones personales o procedi-
8.3.2. Ch. Mauron: la psicocrítica mientos estilísticos.
La Psicocrítica busca pues en los textos, aisla y estudia la
De todos los críticos literarios que en estas páginas mencio-
personalidad inconsciente de su autor. Separa los grupos verba-
namos, es seguramente el científico, poeta y crítico provenzal
les de origen inconsciente ("redes de asociaciones obsesivas") de
Charles Mauron (1899-1966) quien posee una formación psi-
los sistemas de relaciones voluntarias (lógicos, sintácticos, retó-
coanalítica mejor aprovechada para el estudio de la Literatura,
ricos). Se interesa fundamentalmente por la obra literaria, e
así como una sensibilidad y prudencia que dan a sus trabajos la
intenta, "descubriendo en los textos hechos y relaciones que
calidad de magistrales.
han permanecido hasta ahora ignorados o insuficientemente
Su método, bautizado por su autor como "psicocrítica",
captados y cuya fuente sería la personalidad inconsciente del
aparece expuesto en varios lugares, pero especialmente en su
escritor", aumentar nuestro conocimiento de la obra literaria y
obra más importante: Des métaphores obsédante* au mythe per- nuestro amor hacia ella.
sonnel(l963). Resumimos las operaciones de que consta:
Sobre el papel de la Psicocrítica dentro de la Crítica litera-
ria, Mauron es preciso y modesto: afirma que su metodología
1) Se superponen los textos de un autor como si fuesen
es "parcial y no totalitaria. No pretende sustituir a la crítica
fotografías de Galton, para hacer aparecer las redes de
clásica, sino enriquecerla". Porque en la obra literaria coexisten
142 143
las estructuras inconscientes —redes asociativas, fantasías, con- ducción nos interesa destacar su libro Psychocritique du genre
flictos de tendencias—, y esos elementos inconscientes son pre- comique (1964), mencionado en el capítulo 5, por ser uno de
cisamente el objeto de la Psicocrítica. los pocos estudios psicoanalíticos amplios dedicado a la come-
Para ejemplificar este método, resumamos uno de los análi- dia. Partiendo de Freud (El chiste y su relación con lo inconscien-
sis de Mauron: el que realiza sobre Mallarmé. En la etapa pri- te) y de los trabajos de Ernst Kris (Psicología de lo cómico), afir-
mera, agrupa las palabras de tres sonetos por campos léxicos, y ma Mauron que la risa y lo cómico corresponden a una in-
observa cómo se reiteran de un soneto a otro. De ello deduce versión repetitiva de situaciones angustiosas. Encuentra que la
Mauron la existencia de una red de palabras que agrupa las tradición literaria presenta un fondo muy limitado de tipos y
ideas de "muerte-combate-triunfo-grandeza-y risa". Observa de situaciones cómicas, y la razón de esto es que los tipos y
después que esas ideas no proceden del objeto que las produce situaciones son inversiones triunfales de una situación arquetípi-
(la cabellera de la mujer amada), sino que responden a una ca angustiosa: el "complejo de Edipo". En la comedia los "meca-
dramática realidad interior, de la cual la conciencia guarda sólo nismos de defensa" reelaboran en clave triunfal esa situación,
un "recuerdo encubridor" (alem. Deckerinnerung; fr. souve- convirtiendo la angustia infantil en situación cómica para los
nir-écran). (Recordemos que el "recuerdo encubridor" es un adultos: En la comedia el héroe, joven, vence, mientras el viejo
recuerdo infantil muy nítido, pero de apariencia insignificante. y poderoso padre (o figura paterna) debe claudicar.
Encubre en realidad alguna experiencia infantil traumática, y Nos es imposible resumir aquí toda la riqueza conceptual
fantasías inconscientes. El recuerdo encubridor, igual que el de este autor; recomendamos su lectura directa (en especial:
síntoma, es una "formación de compromiso" entre los elemen- 1963, 1964, 1968, 1969, 1971).
tos reprimidos y las defensas del yo. Freud lo estudia en Psico- Dentro de la literatura española, el método de Charles
patología de la vida cotidiana, 1904). Mauron ha sido aplicado por Marie Chevallier en Los temas
La red autónoma de palabras que Mauron encuentra en los poéticos de Miguel Hernández (1978). Encuentra esta autora
sonetos de Mallarmé manifiesta una fantasía obsesiva del poeta: que el mito personal del poeta oriolano es la "agricultura de la
una figura femenina. El crítico busca la génesis de esta "figura muerte", y analiza los símbolos mayores de ese mito: la sangre,
mítica ", así como sus metamorfosis en la obra de Mallarmé, y la tierra, el agua, el silencio y el canto.
encuentra que las diversas figuras aparienciales (Débora, Hero-
días, etc. sólo son avatares de un mismo "objeto" interior: la
"muerta amada". Esta imagen mítica está formada por la su- 8.3.3. La crítica temática
perposición de dos imágenes reales: la de su madre, muerta
cuando Mallarmé tenía cinco años, y la de su hermana María, El interés de esta corriente, integrada por franceses y suizos
muerta cuando el poeta contaba con quince. El "mitopersonal" francófonos que se dan a conocer en la década de 1960-1970,
de Mallarmé, pues, coincide prácticamente con el de Orfeo radica en hallar el "tema"(o "red organizada de obsesiones", en
(Introduction a la psychanalyse de Mallarmé, 1968): el poeta palabras de Barthes). Los autores más importantes de este gru-
debe recuperar una energía, bajar a los infiernos en busca de la po son Georges Poulet, Jean Starobinski, Jean-Pierre Richard,
muerta amada, de la energía bloqueada —arrancar a Eurídice de Jean-Paul Weber y, fugazmente, Roland Barthes (Michelet par
los infiernos-. De ahí su obsesión por la ausencia, el vacío, la lui-meme, 1954).
página en blanco. Son presentados en bloque como grupo filopsicoanalítico
Charles Mauron, a lo largo de sus múltiples obras, analiza de la "nouvelle critique" francesa, pero en realidad no constitu-
a poetas líricos (Baudelaire, Nerval, Valéry), dramaturgos yen una escuela, ni poseen uniformidad de criterios conceptua-
(Corneille, Moliere, Racine), un poeta épico (Mistral) e inclu- les. Para colmo, no todos admiten el papel del inconsciente, de
so novelistas (el P. Prévost, Victor Hugo). De su numerosa pro- modo que sus sistemas, aun recibiendo la influencia del Psico-

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análisis, no nos parece que realmente pertenezcan a este tipo En conjunto, la obra de estos "críticos temáticos", con su
de crítica. De hecho, el autor que más gravita sobre ellos es interés por el "tema", los sueños y los mitos, testimonia de una
Gastón Bachelard, quien utiliza el Psicoanálisis de modo muy cultura psicoanalítica que enriquece los aportes de estos auto-
parcial y laxo. (De Bachelard trataremos entre los criticos jun- res a la Literatura, dotándolos de profundidad humana y de
guianos). complejidad en el análisis. Podríamos situar la obra de estos
A nuestro entender, el autor de este grupo que posee ma- críticos temáticos, como hace Charles Mauron, a medio cami-
yor profundidad y formación psicoanalítica (freudiana) es Jean no entre la crítica clásica y la propiamente psicoanalítica.
Starobinski, aunque fue Jean-Paul Weber el que enarboló la
bandera de la "crítica temática", y por ello debemos tratar aquí
de él, aunque sea brevemente. 8.3,4. La crítica freudiana en EEUU
Para Weber, la obra total de un escritor expresa, a través de
una multiplicidad de símbolos, una obsesión o "tema" único, Los Estados Unidos de América constituyen uno de los
formado a partir de algún acontecimiento olvidado (incons- países donde la Psicología en sus distintas ramas ha arraigado
ciente, por tanto) de la infancia del escritor. Así el "tema" se con mayor fuerza y donde ha alcanzado un desarrollo más
parece al "complejo" psicoanalítico en que ambos nacen en la notable. Por lo que atañe al Psicoanálisis, desde muy pronto,
infancia y motivan comportamientos y obras posteriores. En en vida aún de Freud, sus doctrinas fueron recibidas con entu-
su libro más famoso, Genese de l'ceuvre poétique (1960), Weber siasmo. Además, Estados Unidos fue país de refugio para nu-
relaciona la obra de ocho escritores con un tema central. Aun- merosos psicoanalistas judíos durante la persecución nazi.
que Weber utiliza algunos conceptos psicoanalíticos, como el Todo ello contribuye a que la Crítica literaria psicoanalítica
"complejo", rechaza tanto la teoría sexual de Freud como la de tenga en Estados Unidos uno de sus bastiones.
los arquetipos de Jung. Sus preferencias van hacia el método de Por no alargar desmedidamente este capítulo, enumerare-
Charles Mauron, pero también sin llegar a identificarse total- mos sólo los nombres y obras más destacados: Edmund Wil-
mente con él. De Weber podemos recordar su Psychologie de son, autor de The Triple Thinkers (1938) y The Wound and the
/¿zrí(1958; 1972), no psicoanalítica en absoluto. Bow (1941). Lionel Trilling, con The Liberal Imagination
El suizo Jean Starobinski, en cambio, posee un gran cono- (1951) y Freud and the Crisis ofour Culture (1955). Simón O.
cimiento del Psicoanálisis —como lo prueba su prólogo al Lesser: Fiction and the Unconscious (1957). Frederick J.
Hamlet y Edipo de Jones, edición de 1967—, o el hecho de que Hoffman: Freudianism and the Literary Mind (1957). Norman
alguno de sus trabajos, como "La visión de la dormeuse" (in- H. Holland: The Dynamics of Literary Response (1968), Poems
corporado a Trois fureurs, 1974) apareciera previamente en la in Persons (1973) y 5 Readers Reading (1975). Frederick C.
Nouvelle Revue de Psychanalyse. Examina Starobinski la obra de Crews: The Sins ofthe Fathers (1966), Psychoanalysis and Lite-
diversos autores (Rousseau, 1958; Hoffmann, 1966; Flaubert, rary Process (1970) y Out ofMy System (1975). Leo Bersani: A
1980; etc.) con las teorías psicoanalíticas en mente —incluso en Futurefor Astyanax. Character and Desire in Literature (1976).
sus desarrollos más recientes, como la consideración del "cuer- Si tuviéramos que quedarnos con dos nombres solamente
po" en el Psicoanálisis freudiano francés de las décadas del 70 y de esta lista, destacaríamos a Holland y a Crews. Ambos auto-
80-. En su crítica aparecen conceptos como la relación de res aparecen con frecuencia en diversos capítulos de este libro.
objeto, el doble, el narcisismo, el cuerpo, etc., integrados con Holland analiza, desde el punto de vista que nos ocupa, las res-
gran sensibilidad al texto literario. puestas de los lectores a la Literatura -bastante antes que la
Recomendamos la lectura de sus libros, así como el largo "escuela de Constanza"—. Su trabajo "El inconsciente en la lite-
trabajo teórico "Psychanalyse et Littérature", parte III de La ratura. La crítica psicoanalítica" está traducido al español en el
relation critique (1970; 1974). año 1974.

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Para una visión panorámica de la crítica freudiana en Pirandello" (1968). O a Didier Anzieu: "Le discours de l'obses-
Estados Unidos, Perry Meissel (ed.): Freud. A Collection of sionnel dans les romans de Robbe-Grillet" (1965) y "Le corps et
Critical Essays (1981). le code dans les contes de J. L. Borges" (1971).
De todos modos, la actualidad crítica psicoanalítica en Por otra parte están los críticos literarios, con mayor o
Estados Unidos está dominada por el pluralismo, como era de menos formación psicoanalítica. A la cabeza de toda una enor-
esperar: junto a los críticos freudianos propiamente dichos se me serie, podemos situar a Leo Spitzer con sus Stilsprachen
sitúan los lacanianos y los junguianos. Esto se aprecia, p. ej., en (1911-1925), donde aborda el estudio de autores como Rabe-
el brillante volumen colectivo que aportaremos para terminar: lais, Henri Barbusse, Charles-Louis Philippe, Charles Péeuv,& J
T i n -
Shlomith Rimmon-Kenan (ed.)'. Discourse in Psychoanalysis and Jules Romains, etc.
Literature (1987). Es el resultado de una investigación colectiva Dentro de la literatura española, podemos señalar, además
llevada a cabo en el Centre for Literary Studies of the Hebrew de los trabajos ya mencionados, el libro de Michael Predmore:
University of Jerusalem, y contiene trabajos de autores funda- La poesía hermética de Juan Ramón Jiménez (1973), donde esta-
mentalmente norteamericanos, como Peter Brooks, Christine blece la importancia que el complejo de Edipo tuvo en este
Brooke-Rose, etc. Muestra hasta qué punto el Psicoanálisis se poeta. Y el libro de Isabel Criado Miguel: Personalidad de Pío
ha convertido en un lenguaje crítico prácticamente universal en Baroja (1974), donde explica la producción barojiana desde el
la universidad norteamericana. "neopsicoanálisis cultural" de Erich Fromm, sin olvidar los
aportes de Freud, Jung, Rank y otros autores.
En Italia, Francesco Orlando es autor de dos obras de
5.3.5. Otros autores amplio impacto: Lettura freudiana della "Phedre"(1971) y Per
una teoría freudiana della letteratura (1973; 1987).
En este apartado incluiremos tanto a psicoanalistas como a Para una visión de conjunto de la crítica psicoanalítica en
críticos literarios de inspiración freudiana que han examinado Alemania, véase Wolfgang Beutin (Hrsg.): Literatur und Psy-
diversas obras. choanalyse. Ansdtze zu einer psychoanalytischen Textinterpre-
Veamos primero a los psicoanalistas. Constituyen el grupo tation (1972). Por su parte, Reinhold Wolífen Psychoanalytische
más importante conceptualmente. Desde los comienzos del Literaturkritik (1975) reúne trabajos tanto de psicoanalistas
movimiento freudiano, son muchos los psicoanalistas que se -del comienzo (Freud, Jones, Bonaparte, Adler, Rank, Sachs) o
han interesado por la Literatura y por sus autores. de tiempos posteriores (Kris, Bergler, Fromm)- como trabajos
Discípulos directos de Freud y miembros de su grupo fun- de críticos literarios o filósofos (Spitzer, Bodkin, Baudouin,
dacional, como el húngaro Sandor Ferenczi (1873-1933) en su Marcuse, Weber, Barthes, Holland, Starobinski).
"Anatole France ais Analytiker" (1911; trad. fr. 1975); o el
inglés Ernest Jones (1879-1958), con su Hamlet and CEdipus
(1949; 1976). O miembros de la primera generación de psico- 8.4. Freud: Análisis de Edipo rey
analistas norteamericanos, como Saúl Rosenzweig ("The Ghost
of Henry James", 1944), por no citar más que a algunos de los Como ejemplo de crítica literaria freudiana vamos a re-
primeros. montarnos hasta la misma fuente: la lectura que Freud realiza
Con posterioridad, entre la multitud de psicoanalistas que se de Edipo rey. Este análisis nos permitirá constatar, además,
interesan por estos temas, citaremos a Heinz Kohut: "La muerte cómo los orígenes de la teoría psicoanalítica están íntimamente
en Venecia de Thomas Mann (un relato sobre la desintegración unidos con el mito literario.
de la sublimación artística)" (1975). A Charles Klingermann: En carta del 15 de octubre de 1897 a Wilhelm Fliess escri-
"Étude psychanalytique de Six personnages en quete d'auteur de be Freud:

148 149
«se comprende perfectamente el apasionante hechizo del interior, reconocemos la fuerza coactiva del Destino en esta
Edipo rey (...) el mito griego retoma una compulsión del desti- tragedia, y no en otras. La leyenda del rey de Tebas entraña
no que todos respetamos porque percibimos su existencia en algo que hiere en todo hombre una íntima esencia natural:
nosotros mismos.»
«Si el destino de Edipo nos conmueve es porque habría podido
Esta intuición absolutamente fundamental para el Psico- ser el nuestro y porque el oráculo ha suspendido igual maldi-
análisis va a desarrollarla en La interpretación de los sueños. ción sobre nuestras cabezas antes de que naciéramos. Quizá
Aquí Freud formula por primera vez el "complejo de Edipo", nos estaba reservado a todos dirigir hacia nuestra madre nues-
piedra de escándalo desde entonces hasta nuestros días. Ade- tro primer impulso sexual y hacia nuestro padre el primer sen-
más, en la ampliación a la misma obra que constituye su parte timiento de odio y el primer deseo destructor. Nuestros sueños
6: "Material y fuentes de los sueños", señala nuestro autor que testimonian de ello. El rey Edipo, que ha matado a su padre y
los padres desempeñan el papel principal en la vida anímica tomado a su madre en matrimonio, no es sino la realización de
infantil de todos los hombres, y que el enamoramiento del nuestros deseos infantiles.»
niño por su madre y el odio hacia el padre (y al revés en las
niñas) forman la base de los sentimientos que se elaboran en la El hombre normal, en el curso de su evolución, supera ese
edad infantil. estadio infantil. Lo supera, pero el recuerdo de su temprano
En apoyo de la profunda verdad de este sentimiento univer- deseo permanece en su inconsciente. Por eso ante aquellas per-
sal, cita a continuación la leyenda de Edipo y el correspondien- sonas que han llegado a una realización de esos deseos arcaicos,
te drama de Sófocles. Unos versos de esta obra atraen su aten- retrocedemos horrorizados con toda la energía de la represión,
ción: "¿Dónde hallar / la oscura huella de la antigua culpa?" acumulada en nuestro interior desde la infancia.
La acción de la tragedia -sigue explicando Freud- está Al contemplar la obra de Sófocles, nos vemos obligados a
constituida exclusivamente "por el descubrimiento paulatino y sacar a la luz aquellos impulsos de niños que aún sobreviven,
retardado con supremo arte -proceso comparable al de un psi- reprimidos, en nosotros.
coanálisis- de que Edipo es el asesino de Layo y al mismo Observa Freud que la misma tragedia de Sófocles nos revela
tiempo su hijo y el de Yocasta". Coincide con la mayoría de la que la leyenda de Edipo procede de un antiquísimo tema oníri-
crítica en la consideración central de que Edipo rey es una tra- co. Yocasta, para consolar a Edipo preocupado por el oráculo
gedia en la cual el factor principal es el Destino. Su efecto tfcá- de que mataría a su padre y yacería con su madre, le recuerda
gico reside en la oposición entre la poderosa voluntad de los que "son muchos los hombres que se han visto en sueños
dioses y la inútil resistencia del hombre amenazado por la des- cohabitando con su madre. Pero aquel que no ve en ellos sino
gracia. El espectador, hondamente conmovido, ha de extraer vanas fantasías, soporta sin pesadumbre la carga de esta vida."
de la obra la enseñanza de la resignación ante los designios de El sueño incestuoso, repetido hasta hoy, nos suministra preci-
la divinidad y el reconocimiento de la propia impotencia. samente la clave de la tragedia. La fábula de Edipo es la reac-
Pero ¿por qué esta tragedia conmueve profundamente al ción de la fantasía a esos dos sueños típicos -matar al padre y
espectador de todos los tiempos, al hombre de hoy igual que al yacer con la madre-. En el adulto, despiertan un profundo
contemporáneo de Sófocles, y no lo hacen otras tragedias pos- sentimiento de repulsa; pero como han existido, tiene la leyen-
teriores, con distinta fábula, aunque estén basadas también en da que recoger en su contenido el horror al delito y el castigo
la fatalidad? La única explicación es, quizá, que el efecto trági- al delincuente, infligido por él mismo.
co de la obra griega no reside en la oposición misma entre el Para finalizar, Freud señala que se ha realizado sobre este
destino y la voluntad humana, sino en el peculiar carácter de la material una "elaboración secundaria", poniéndolo al servicio
fábula en que tal oposición queda objetivada. Desde nuestro de un propósito teologizante. Efectivamente, añadimos noso-

150 151
tros, la necesidad de aceptar sin rebeldía la voluntad de los dio- viando a la muerte a los cortesanos que buscaban su ruina.
ses es el mensaje ético que el religioso Sófocles transmite a los Precisamente lo que sorprende es su parálisis para ejecutar la
espectadores en Edipo rey. venganza ordenada por el espectro del padre, frente a la rápida
Como podemos apreciar, Freud realiza en estas breves pági- impulsividad que muestra en esos otros casos. Concluye Freud
nas una interpretación profunda de la obra de Sófocles, que que lo que frena a Hamlet es precisamente "el especial carácter
está acorde con las principales lecturas que de la misma se han de esa misión" que tiene que cumplir (matar a su madre y a su
hecho. Y lo más peculiar en él es el alcance antropológico uni- tío, segundo esposo de la madre):
versal que la interpretación consigue.
«Hamlet puede llevarlo todo a cabo, salvo la venganza contra el
hombre que ha usurpado, en el trono y en el lecho conyugal, el
8.5. Freud: Análisis de Hamlet puesto de su padre, o sea contra aquel que le muestra la realiza-
ción de sus deseos infantiles. El odio que había de impulsarle a
El primer psicoanalista que se interesó por la tragedia la venganza queda sustituido en él por reproches contra sí
Hamlet, de Shakespeare, fue el propio Freud. En La interpreta- mismo y escrúpulos de conciencia que le muestran incurso en los
ción de los sueños, parte 6, afirma: mismos delitos que está llamado a castigar en el rey Claudio.»

«Sobre base idéntica a la de Edipo, rey, se halla construida otra Naturalmente, estas consideraciones permanecen incons-
de las grandes creaciones trágicas: el Hamlet shakespeariano. cientes en el alma del protagonista. Además, "Hamlet es un
Pero la distinta forma de tratar una misma materia nos muestra histérico", como se manifiesta en su repulsión sexual hacia
la diferencia espiritual de ambos períodos de civilización tan Ofelia.
distantes uno de otro, y el progreso que a través de los siglos va Freud apunta más lejos en su rápida crítica: "La vida aní-
efectuando la represión en la vida espiritual de la Humanidad.» mica de Hamlet no es otra que la del propio Shakespeare". En su
extensa producción dramática, la misma repulsión sexual de
Efectivamente: a diferencia de la tragedia de Sófocles, cuya Hamlet va apoderándose cada vez más completamente del espí-
fábula exterioriza el conflicto infantil, en la obra de Shakes- ritu de Shakespeare hasta culminar en Timón de Atenas. Por
peare el "complejo de Edipo" permanece oculto por la "repre- otra parte, Hamlet fue escrita por el poeta inglés a raíz de la
sión" de la cultura, y sólo una hermenéutica más sofisticada muerte de su padre (1601), en medio del dolor por esa pérdida
puede sacarlo a la luz. ^ y de la reviviscencia de los sentimientos infantiles con relación
Las líneas generales de esta hermenéutica son trazadas a a la figura paterna. Hay que tener en cuenta, por último, que
continuación. En primer lugar señala Freud el "efecto trágico ": otra obra próxima y siguiente de Shakespeare es Macbeth, uno
Éste es "arrollador", y contrasta con la "oscuridad del carácter de cuyos temas es el de la esterilidad, complementario y opues-
del protagonista". El argumento de la obra son las vacilaciones to al de Hamlet.
de Hamlet en cumplir su misión de vengar a su padre, sin que Esta crítica sobre Hamlet, breve pero muy densa, está
el texto revele los motivos de esas vacilaciones. incluida —como decíamos— en La interpretación de los sueños.
Lo enigmático de la conducta de Hamlet ha suscitado las Vuelve Freud sobre el tema en un trabajo temprano (1904),
más diversas interpretaciones: exuberancia intelectual que pa- pero que permaneció manuscrito hasta 1942: "Personajes psi-
raliza la acción (Goethe); carácter neurasténico, enfermizo e copáticos en el teatro". En este texto -ya mencionado en otros
indeciso; etc. Frente a esto último -indecisión- Freud objeta, capítulos de nuestro libro- contempla el "drama psicopatológi-
con argumentación textual, que en dos ocasiones obra Hamlet co" como variedad del "drama psicológico". "El máximo dra-
decididamente: matando a Polonio, oculto tras el tapiz, y en- ma moderno de esta especie es Hamlet", asegura Freud. Ex-

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153
pone el tema de un hombre normal que se vuelve neurótico a reina, su madre, ha muerto envenenada por error, al beber la
causa de la misión que se le encomienda, "un hombre en el copa que el rey Claudio había preparado para Hamlet).
cual trata de imponerse un impulso que hasta ese momento ha Para el inconsciente de Hamlet, Claudio ha cometido dos
estado eficazmente reprimido". crímenes: el asesinato de su hermano el rey, y el incesto que el
Hamlet posee tres características: 1) No es un protagonista niño Hamlet hubiera deseado cometer, puesto que ha esposa-
psicopático inicialmente, pero llega a serlo en la acción. 2) Su do a su madre. Asesinar a Claudio sería asesinarse a sí mismo. La
deseo reprimido también lo está en todos nosotros, y la situa- idea de matar al rival de su padre (Claudio) suscita en Hamlet
ción planteada en el drama va a aniquilar esa represión. (Este sus sentimientos "reprimidos" (él mismo inconscientemente
rasgo permite nuestra identificación con el protagonista). 3) El deseó realizar eso): la idea de parricidio se combina con la de
impulso reprimido aflora mientras la atención del espectador incesto. Por eso intenta olvidar su misión, y sólo estando mori-
se halla distraída por otros elementos emotivos de la obra; con bundo puede cumplirla.
ello la resistencia del espectador queda muy reducida. "En Toma en consideración Jones las especiales relaciones edí-
efecto, el conflicto de Hamlet se encuentra tan profundamente picas de Hamlet con su amorosa madre. Cómo Hamlet desea
oculto que en un principio sólo atiné a sospechar su existen- huir de ese amor oponiéndole el de Ofelia (e incluso incons-
cia", manifiesta Freud. cientemente dándole celos a la madre con él), pero la "trai-
ción" de ésta al negarse a entregarse a él, resucita la "traición"
de su madre, y sus sentimientos giran hacia la misoginia total:
8.5.1. Jones: Análisis de Hamlet el repudio de Ofelia es la consecuencia.
Respecto a la "locura" de Hamlet —una de las interpreta-
De manera mucho más detenida, aborda el problema de ciones tradicionales de la crítica—, subraya Jones la exactitud de
Hamlet un discípulo directo de Freud, el psicoanalista inglés la observación de T. S. Eliot: "Hamlet's madness is less than
Ernest Jones (1879-1958) en su libro Hamlet and CEdipus madness and more than feigned". Coincide con Freud en el
(1949; 1976). Constituye esta obra una amplia paráfrasis —clari- diagnóstico de histeria, pero matiza más: "a severe case of hys-
ficadora, divulgadora- de las escuetas y densas líneas de Freud. teria on a cyclothymic basis" (p. 68).
Jones respalda su trabajo con una revisión exhaustiva de los Jones se autolimita al conflicto central de Hamlet, dejando
estudios crítico-literarios existentes hasta el momento (entre de lado todos los demás elementos. Sin embargo, extiende su
ellos el On Hamlet, de Salvador de Madariaga, 1948), y señala \ estudio a otros desarrollos míticos del tema central de la obra,
la extrañeza de los críticos por el misterio central de la obra: la que no aparecían en absoluto en el análisis de Freud: así estudia
vacilación del protagonista en vengar el asesinato de su padre, "El tema del matricidio" (capítulo V) y "El lugar de Hamlet en
cuya razón no aparece explicitada textualmente en absoluto. Si la Mitología" (cap. VII). Además, al igual que Freud, analiza la
Hamlet no es incapaz de acción decidida, incluso de matar, posición de Hamlet dentro de la dramaturgia shakespeariana
¿qué es lo que le frena en esa tarea concreta? ¿De dónde proce- (cap. VI) y "La transformación shakespeariana de Hamlet"
de esa "abulia específica"? (cap. VIII). En este último estudia las modificaciones que
Para Jones —como para Freud—, la tarea en sí misma blo- Shakespeare imprimió en la leyenda de Hamlet. Ésta procede,
quea su capacidad de acción, le resulta repugnante: no es que en último término, de una leyenda iraní, y tiene conexiones
no pueda matar a los culpables —su tío y su madre—: es que "no con una leyenda irlandesa, finesa, griega y cristiana.
puede querer" hacerlo. Se escuda en diversos autoengaños para Como conclusión de este análisis, podemos aportar el jui-
retardar lo más posible la venganza, y sólo al final, después de cio del destacado crítico Norman N. Holland, director del
que ya ha provocado su propia muerte en el duelo con Laertes, Centro para el Estudio Psicológico de las Artes (University of
consigue Hamlet asesinar a su tío el rey. (Recordemos que la New York at Buffalo): "The Freud-Jones view of Hamlet is
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very widely known and probably this century's most distincti-
ve contribution to Shakespearean criticism." (Holland, 1964)

8.6. El complejo de Edipo y la crítica freudiana

El complejo de Edipo es el punto clave en la doctrina psico-


analítica sobre la evolución humana. Como señala Freud en La
interpretación de los sueños (nota 1 de la parte 6), el "complejo de
Edipo" ha pasado a tener, "a consecuencia de ulteriores investi-
gaciones, una gran importancia, insospechada para la inteligen-
cia de la historia de la Humanidad y del desarrollo de la religión 9.
y la moral." (p. ej., en Tótem y tabú). A estos campos cabría aña-
dir, como hemos visto, el de la Teoría y Crítica literarias. CRÍTICA LITERARIA PSICOANALÍTICA (II)
El complejo de Edipo y el análisis que Freud realiza de él ha
sido fuente inagotable de estudios posteriores. Prácticamente no
hay psicoanalista ni crítico literario de esta línea que no haya es-
crito sobre el tema, por lo que su bibliografía pensamos que
ronda el millar de títulos. Por no citar más que unos pocos
nombres que prolongan esta reflexión, mencionaremos: André
Creen: El complejo de Edipo en la tragedia (1982); Shoshana
Felman: "Beyond CEdipus: The Specimen Story of Psychoana- 9.1.Jung
lysis" (en Robert C. Davis, 1983: 1021-1053); y el volumen
colectivo de D. Anzieu, E Carapanos, J. Gillibert, A. Creen, N. Cari Gustav Jung es autor de vastos panoramas sintéticos, de
Nicolaidis, A. Potamianu: Psychanalyse et culture grecque (1980). atrevidas teorías -llenas de sentido común, por otra parte, y
En él encontramos estos trabajos: D. Anzieu: "CEdipe avant le rebosantes de humanidad- sobre el "inconsciente colectivo", los
complexe ou de l'Interprétation psychanalytique du mythe" "arquetipos" y los "complejos" (ya examinadas con anterioridad).
(pp. 9-52); A. Creen: "Thésée et CEdipe. Une interprétation Dotado de una gran sensibilidad para el arte, nunca se detuvo a
psychanalytique de la Théséide" (109-158); N. Nicolaidis: analizar psicológicamente producciones concretas, como hizo
"Proto-CEdipe et CEdipe oedipisé. A propos de CEdipe sans com- Freud -hubiera ido en contra de sus tendencias generalizantes-,
plexe de]. P. Vernant (159-182); y Nicolaidis: "CEdipe: le mes- pero sí elaboró una doctrina que en el continente americano y en
sage de la difíerence" (183-196). Europa ha dado origen a una poderosa línea crítica.
Por último, hay que señalar que sobre Hamlet existe tam- El concepto de "inconsciente colectivo" -y el de "partici-
bién una muy abundante bibliografía psicoanalítica. Sobresale pación mística", asociado a él- procede de los estudios sobre
entre ella la aportación de Jacques Lacan: "Las lecciones sobre mitos y rituales estudiados por la Antropología. Por eso Jung
Hamlet" (1993; orig. fr. 1958-59, Seminario sobre Le désir et (junto con James Frazer, autor de La rama dorada -The Golden
son interprétation). Bough-, libro que inició en Inglaterra los modernos estudios
de Religiones comparadas), ejerce una fuerte influencia sobre
la Crítica literaria de orientación antropológica: Crítica psicoa-
nalítica junguiana y Poética del Imaginario.

156 157
El centro de esta teoría es la indagación de los mitos y los esta corriente, el poder y la significación de las obras literarias,
símbolos de la Humanidad. Dentro del Psicoanálisis no es Jung o el de las literaturas nacionales, o el de la literatura universal,
el iniciador del estudio de mitos y símbolos. El mismo Freud, se explica mediante la recurrencia de ciertos temas arquetípi-
Otto Rank y Karl Abraham le preceden; pero va a ser Jung quien cos, o imágenes, o patrones narrativos.
cultive de modo más persistente el estudio de los grandes símbo- Dentro de la Crítica de origen junguiano podemos distin-
los -que él denominará "arquetipos"-, aportando a este campo guir dos ramas -muy próximas conceptualmente-: 1°: la "línea
innumerables materiales. Por otra parte, sus amplios conoci- junguiana" propiamente dicha. 2°: la "línea antropológica"
mientos en Antropología, en Arqueología y en Religiones com- apoyada en el Psicoanálisis, cuyos desarrollos son la "Crítica
paradas convierten sus obras en una enciclopedia humanística. mítica" norteamericana y la "Poética del Imaginario" en Euro-
Atraído por los estudios de Lévy-Bruhl sobre la mentalidad pri- Pa'
mitiva, Jung visitó a los indios puebla de Nuevo México y Arizona, La línea junguiana tiene como ámbito geográfico el conti-
a los negros de Kenya, a los pieles rojas, a los árabes del desierto. nente americano (sobre todo Estados Unidos e Hispanoamé-
Conoció las civilizaciones orientales a través del director del Instituto rica) y los países europeos de habla alemana e inglesa. Su fuen-
de Estudios Chinos de Frankfort, R. Wilhelm, con el cual escribió te primordial es la obra de Jung, y su fuente secundaria la obra
El secreto de la flor de oro, donde se analiza un texto taoísta antiguo. de James Frazer y otros antropólogos (Malinowski, Margaret
Mead, etc.)
Para limitarnos a uno solo entre los numerosos libros que
Jung consagra al estudio de mitos y símbolos (arquetipos), va- La segunda, cuyos epicentros son Francia y Estados Uni-
mos a escoger Transformaciones y símbolos de la libido (Wand- dos, tiene ramificaciones en España, Italia e Hispanoamérica.
lungen und Symbole der Libido, 1912). Esta obra, que a partir Su fuente principal en Francia es la obra de Bachelard y Du-
de su segunda edición alemana cambió de nombre (Símbolos rand, los cuales cuentan a Jung entre sus principales precurso-
de transformación, 1962; 1990), es un clásico del Psicoanálisis res. En Estados Unidos —como veremos en capítulo siguiente—
y sigue siendo citado como fuente de primera fila por los estu- los nombres emblemáticos son los de Northrop Frye y Joseph
Campbell.
diosos actuales. En él Jung presenta algunos textos —poemas y
una novela— que se hicieron presentes a una joven paciente Con el fin de no romper el hilo conceptual y cronológico
norteamericana cuando se hallaba en estado de semi-incons- que guía nuestra exposición, trataremos en este capítulo de
ciencia esquizofrénica. A partir de este análisis, concluye Jung Jung y la línea junguiana propiamente dicha. Jung es sobre
que es el arte quien explica al artista, y no las insuficiencias o todo un psicoanalista, muy cerca cronológicamente de Freud;
por ello conviene abordar aquí la primera corriente. Después,
conflictos de su vida personal.
A lo largo de sus múltiples libros, Jung exploró el saber para cerrar el ciclo psicoanalítico, trataremos de Lacan, "the
universal (ocultismo, tradiciones, leyendas, alquimia, religio- second Freud". Y en el capítulo próximo comenzaremos a ex-
poner la Poética del Imaginario.
nes, psicología, etc.) considerando el saber como un todo cuyas
partes solidarias se refuerzan recíprocamente, y extrajo un cor- La línea crítica junguiana nace en la Suiza de habla alema-
pus suficientemente firme y suficientemente elástico como na, y ha arraigado profundamente en el mundo germanófono
para acoger una pluralidad de investigaciones posteriores. y anglófono sobre todo, y en menor medida en la Suiza de
habla francesa.
Seguramente esta polarización lingüístico-cultural se debe,
en primer lugar, a la nacionalidad suiza de Jung, y en segundo
9.2. La línea crítica junguiana
lugar a la creación en Zurich, en 1948, del "Instituto Jung",
A partir de Jung se desarrolla un tipo de crítica literaria en donde se imparten cursos de Psicología junguiana en alemán e
el cual confluyen Literatura, Psicología y Antropología. Para inglés para estudiantes de todos los países. Con anterioridad a

158 159
tra civilización, y en el plano de la experimentación clínica.
esa fecha, el movimiento junguiano se había agrupado en el Esta doble pertenencia —la poética y la psicoanalítica-, a la vez
"Club psicológico" (1916), y luego en la "Sociedad de Psico- convierte a Jung en el continuador de Freud y lo separa del
logía práctica" (1935). Más adelante, en 1957, surge la "So- maestro para situar la "Psicología de las profundidades" o Psi-
ciedad suiza de Psicología analítica", y en 1958 se agrupa esta coanálisis en otro plano completamente diferente.
Sociedad con otras de diversas nacionalidades en la "Sociedad La línea junguiana de Crítica psicoanalítica es particular-
Internacional de Psicología analítica". mente apta para el estudio e interpretación de las producciones
A estos círculos e Instituto acuden fundamentalmente perso- en que lo colectivo impregna lo individual, como las fantasías
nas estudiosas de la Psicología junguiana, pero también personas colectivas, los cuentos populares y los mitos.
que proceden del campo literario o se interesan por la Litera-
tura.
Las ideas de Jung, además del magisterio directo del Ins- 9.2.1. Ch. Baudouin
tituto y las diversas Sociedades junguianas, son difundidas por
la revista Éranos Jahrbuch, publicada anualmente desde 1933. El suizo Charles Baudouin (1893-1963), profesor de
Éranos Jahrbuch recoge trabajos leídos en las Conferencias Literatura, es cronológicamente uno de los que más sistemática
Éranos, que se desarrollaban en Ascona (Suiza). Por otra parte, y tempranamente se interesan por los problemas del Psico-
la Fundación Bollingen —financiada por una paciente de Jung— análisis en relación con la Estética, con la Teoría literaria y con
asumía la publicación, tanto de la revista como de los múlti- la Crítica literaria. En su libro Psycho-Analysis and Aestheúcs
ples libros de Jung y autores próximos. Así aparecieron las (1924) aborda lo primero, y en Psychanalyse de l'Art (1929 y
Obras Completas de Jung en inglés, más los libros de Joseph 1955) plantea una valiosa teoría psicoanalítica junguiana de la
Campbell, Erich Neumann, Mircea Eliade, Heinrich Zimmer, creatividad literaria, sobre la base del "complejo". De hecho,
etcétera. esta teoría se convierte en piedra angular de todo su sistema
En la "Psicología analítica" o "compleja" de Jung —cuya estético, psicoanalítico y crítico-literario. Puesto que la teoría
conceptualización expusimos de modo sintético en el cap. 1—, del complejo en Baudouin se apoya en la de Jung pero la
hay una distinción fundamental que no suele ser tenida en modifica en parte, vamos a exponerla aquí. También la expo-
cuenta: la existencia de un "inconsciente individual" y de un nemos por ser la base "psicoanalítica" de Gastón Bachelard,
"inconsciente colectivo". En el primero se enraiza el "comple- autor que veremos después.
jo" (aunque con prolongaciones hacia el inconsciente colecti- Para Baudouin (Psychanalyse de Van, 1929: 4-8) la vida psi-
vo), y en el segundo residen los "arquetipos". cológica, incluso la más evolucionada, está condicionada por la
Dentro de la línea junguiana, unos críticos van a atender afectividad. Y la afectividad, a su vez, es el resultado de una
fundamentalmente al complejo como génesis de la obra litera- evolución de los instintos. La transformación del instinto en
ria, y otros van a prestar mayor atención a los arquetipos del emociones y sentimientos superiores se produce a través de
inconsciente colectivo, manifestados en tal o cual obra litera- una región intermedia: la de los complejos.
ria. La imagen más frecuente que ofrece la Crítica junguiana es Los complejos son sentimientos, considerados en sus raíces
esta última: la que explora los arquetipos y el inconsciente inconscientes. Desde el punto de vista dinámico, un complejo
colectivo en las producciones anónimas, colectivas y primitivas es un sistema de vías de reacción (tendencias), más o menos
(mitos), o en un autor y obra literaria concretos. entremezcladas. Los complejos activan estados afectivos, for-
Según Gilbert Durand (1970: 27), a Jung le corresponde el mas de acción, imágenes y fantasías, ideas y opiniones, incluso
mérito de haber impulsado la exploración del Imaginario en fenómenos fisiológicos (p. ej., síntomas histéricos) que están
un doble plano: en el esencial de la antropología y búsqueda unidos al complejo. Los complejos actúan como verdaderas
de verdades de la imaginación más allá de los límites de nues-
161
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"redes", más o menos entrecruzadas, vías de reacción psicológi- míticos cuyo desarrollo y estructura Baudouin sigue: el muy
ca, es decir, tendencias. importante tema de Caín (y sus temas asociados: la Conciencia
La presencia del complejo se detecta cuando ante un obje- o Superyó, el complejo persecutorio, el "complejo espectacular"
to experimentamos una reacción excesiva, exagerada o despro- -mirar, ser visto, ocultar, enseñar-), el tema de la madre terrible,
porcionada. Para Baudouin, el complejo es tan importante, el del nacimiento, etc. Hugo "piensa con imágenes" y elabora
que la tarea principal del Psicoanálisis, más que el estudio del mediante imágenes sus traumatismos infantiles. En este libro, de
inconsciente, sería el estudio de los complejos. fascinante lectura, Jung es el psicoanalista más presente, pero no
Por su parte, distingue Baudouin dos niveles de complejos: el único: Rank, Freud y Adler dejan también oir sus resonancias.
1) Los complejos personales.
2) Los complejos primitivos. Además, habría que estudiar 9.2.2. M. Bodkin
las relaciones entre unos y otros.
La inglesa Maud Bodkin (1875-1967) recibe fundamental-
En el nivel más externo de la personalidad se sitúan los mente la influencia de Jung, con quien estudió en Zurich en
complejos personales, exclusivos de cada cual, determinados por 1920, aunque también asume conceptos de Freud. La gran
las asociaciones de ideas personales, los chocs y las experiencias formación intelectual de esta autora -psicóloga, estudiosa de
de nuestra infancia y vida posterior. literatura, de filosofía y de religión- le ha permitido escribir un
En un nivel más profundo están los complejos primitivos, libro importante, cuya influencia continúa vigente en la crítica
comunes a toda una raza, aunque se presentan con diversa inten- literaria anglosajona. Archetypal Patterns in Poetry. Psychological
sidad según los individuos. Poseen una impresionante uniformi- Studies on Imagination sigue siendo un clásico del Psicoanálisis
dad, no sólo en cuanto a las tendencias constitutivas, sino tam- junguiano. Editado por primera vez en 1934, posee numerosas
bién en cuanto a las imágenes y las fantasías que las expresan. De reimpresiones.
hecho, estas imágenes y fantasías son símbolos estereotipados del En este libro, Maud Bodkin se propone explicar el poder
inconsciente colectivo, los cuales se remontan al pensamiento pri- emotivo que suscitan las grandes obras literarias. Constata que
mitivOy/Mientras los complejos personales son adquiridos, los todas ellas contienen "motivos" arquetípicos que expresan las
complejos primitivos son hereditarios. Ejemplos de este tipo de experiencias y las preocupaciones más profundas y universales
complejos (primitivos) son el de Edipo, el de mutilación (que\ del hombre. Explora así Bodkin la hipótesis de Jung: Ciertos
incluye los de castración, castigo e inferioridad) y el complejo de poemas conmueven las fuerzas mentales inconscientes del lec-
Narciso (fijación del individuo sobre sí mismo). tor, las "imágenes primarias" o arquetipos que existen en la psi-
En cuanto a la relación entre unos y otros complejos, Bau- que, las cuales no son sólo resultado de experiencias individua-
douin señala que los personales están invariablemente unidos a les sino también de sus antepasados.
los primitivos: todo complejo personal se ancla sobre un com- En Archetypal Patterns in Poetry Bodkin explora el arqueti-
plejo primitivo. De hecho, el complejo personal, formado por po del "renacimiento" o nacimiento segundo ("rebirth archety-
impresiones individuales ligadas a la educación y al medio pe"); el del "paraíso-hades" o cielo e infierno; el de la imagen
ambiente, surge porque ha hecho vibrar un punto sensible de de la mujer (la musa, la diosa madre, la deidad de la luna, Eva,
un complejo primitivo. Beatrice, Francesca, Gretchen, etc.); el de las imágenes del
El concepto de "complejo" también fundamenta la Crítica demonio, del héroe y de Dios; y el de lo sagrado en la literatu-
literaria de Charles Baudouin. Así, en La psychanalyse de Víctor ra contemporánea. Todos estos arquetipos están abundante-
Hugo (1943 y 1972) aplica esos principios al gran poeta ro- mente ilustrados, tanto con teorías de diversos psicólogos y crí-
mántico. Plantea la producción de Hugo sujeta a unos temas ticos literarios, como con ejemplos de la literatura universal.
162 163
De ellos, el más difundido en las diversas antologías anglosajo- John B. Vickery (ed.): Myth and Literature (1966), o el volu-
nas es el que en el libro ocupa el capítulo II: el análisis del men colectivo de N. Frye, L. C. Knights y otros: Myth and
poema "The Ancient Mariner" de Coleridge. Este texto con- Symbol (1963). O bien libros panorámicos que sistematizan
tiene los arquetipos de la culpabilidad, el viaje nocturno o des- esta corriente, como el muy importante de Joseph P. Strelka
censo a los infiernos, y el renacimiento. (ed.): Literary Criticism and Myth (1980).
Con posterioridad a Archetypal Patterns, j como fruto de Dentro de los libros colectivos, el enfoque junguiano se
sus estudios sobre la teoría de los arquetipos en la vida y en el conjunta con la crítica feminista en el de Estella Lauter y Carol
pensamiento religosos, Maud Bodkin publicó en 1951 sus Schreier Rupprecht (eds.): Feminist Archetypal Theory. Interdis-
Studies ofType Images in Poetry, Religión and Philosophy. ciplinary re-visions of jungian thought (1985).
También la crítica hispanoamericana se hace eco de las ideas
junguianas. Prueba de ello son trabajos como el de José Luis
9.2.3. Otros autores Vettori: "Imago mundi": notas para una morfología de la imagen
literaria, 1972; o el de Lida Aronne Amestoy: "Pautas para un
Para finalizar, diremos sólo que la influencia junguiana enfoque arquetípico de la literatura" (en Graciela Maturo y AA.
permanece muy viva en el área germanófona y anglófona: W., 1976).
como indicamos ya en la Introducción, el libro de Jos van En España contamos con algunos estudios crítico-literarios
Meurs Jungian Literary Criticism (1988 y 1991) recoge alrede- notables, como el de Gustavo Correa: La poesía mítica de Fede-
dor de un millar de títulos solamente para la crítica junguiana rico García Lorca (1970). Por nuestra parte, hemos abordado la
en lengua inglesa. crítica junguiana en "Arquetipos de totalidad y perfección en
Sería tarea muy larga la enumeración de trabajos en este Animal de fondo " (Cómo leer a Juan Ramón Jiménez, 1990).
campo; incluso de los más destacados. Nos limitaremos, pues, En el área francófona, gran bastión del Psicoanálisis freu-
a muy pocos nombres. Junto a libros clásicos, como el de Phi- diano, encontramos la obra de la belga Gilberte Aigrisse, quien
lip Wheelwright: The Burning Fountain. A Study in the Lan- prolonga el método de Baudouin y de Jung, examinando tanto
guage ofSymbolism, 1968, mencionaremos algunos publicados algún autor literario (La psychanalyse de Paul Valéry, 1964)
¡en los últimos años, como el de Bettina L. Knapp: A Jungian como una cultura (Psychanalyse de la Crece antique, 1960) o
\Approach to Literature (1984), donde por medio de diez ensa- bien obras pictóricas ("Une interprétation junguienne de quel-
yos que abarcan desde textos sufíes, persas o fineses hasta No- \ ques toiles de van Gogh", 1955). Observamos también en las
valis, quiere demostrar "the universality of Jungian or archety- últimas décadas un aumento de la influencia junguiana, bien
pal analysis and criticism", el cual no sólo "develops one's own por influencia de la Poética del Imaginario, bien por deseo de
potential and spiritual élan" sino que también en-sancha "the conjuntar el enfoque freudiano con el junguiano, como en el
understanding of the individual's function and role in society". francés André Faivre: Les contes de Grimm. Mythe et initiation
O bien, de la misma autora, Word I Image / Psyche (1985), (1979: parte III: "Lectures psychanalytiques. Interprétations
donde con metodología junguiana estudia a novelistas france- freudiennes. Exégéses junguiennes"), o en Marc Eigeldinger:
ses e ingleses contemporáneos. Retengamos también los nom- Lumieres de Mythe (1983).
bres de Harry Slochower: Mythic Pattern in the Literature Clas-
sics (1970) y de John B. Vickery: Myths and Texis. Strategies of
Incorporation and Displacement (1983). Ambos han publicado 9.3. Jung: Análisis del arquetipo de la madre
numerosos libros de crítica junguiana.
Diferentes simposios y libros colectivos prueban la vitalidad Como ejemplo de crítica junguiana, resumiremos "Los
de la corriente literaria mítica de signo junguiano: por ejemplo aspectos psicológicos del arquetipo de la madre" (1991: 69-102).
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Este trabajo, emitido primero como conferencia en 1938, se miento. El impulso o instinto benéficos. Lo secreto, lo oculto,
completa con lo que expone Jung sobre el mismo arquetipo en lo sombrío, el abismo, el mundo de los muertos, lo que devo-
Transformaciones y símbolos de la libido. Como podrá apreciarse, ra, seduce y envenena, lo que provoca miedo y no permite eva-
no realiza aquí el psiquiatra de Zurich crítica literaria propia- sión.
mente dicha, puesto que la Literatura no es su principal meta, La contraposición básica en este arquetipo es: madre aman-
sino desvelación psicológica y mítica de un arquetipo y de unos te / madre terrible. Por ejemplo: la contradictoria diosa Kali
tipos de conducta. india. La filosofía sankhya expresa esto mediante las tres "Gu-
El concepto de "Gran madre" -comienza diciendo Jung en nas": bondad, pasión y tiniebla. Estos son los tres aspectos
la parte I: "Sobre el concepto de arquetipo"— proviene de la esenciales de la madre: su bondad protectora y sustentadora, su
Historia de la religión, y abarca distintas configuraciones de emocionalidad orgiástica y su oscuridad inframundana.
diosas-madre. Este símbolo de la "Gran madre", es un derivado (Obsérvese cómo en esta larga enumeración -que nosotros
del arquetipo de la madre. hemos abreviado algo— está ya en germen la polivalencia sim-
El arquetipo de la madre tiene, como todo arquetipo, una bólica que expresa Gilbert Durand en Les structures anthropolo-
gran cantidad de aspectos. Por citar sólo algunas formas típi- giques de l'Imaginaire. Incluso la distinción, que Jung realiza
cas: la madre y la abuela personales; la madrastra y la suegra; pero no explicita, entre símbolos sustantivos y símbolos adjeti-
cualquier mujer con la que se relacione uno, incluida el aya o vos).
niñera; el remoto antepasado femenino, etc. En un sentido Al margen de estos valores universales, antropológicos,
figurado, más elevado, la diosa, especialmente la madre de tenemos luego la significación que para cada individuo tiene su
Dios, la Virgen (como madre rejuvenecida, p. ej.: Deméter y madre personal. Tiene tanta importancia, que muchas psicolo-
Ceres). También simbólicamente, la meta del anhelo de salva- gías se detienen en esta figura. Para Jung, en cambio -separán-
ción (Paraíso, reino de Dios, Jerusalén celestial). En sentido dose de la teoría freudiana en este punto-, la madre personal
más amplio, la iglesia, la universidad, la ciudad, el país, el tiene una significación limitada: a la figura de la madre perso-
cielo, la tierra, el bosque, el mar; la materia, el inframundo y la nal se añade "el arquetipo proyectado sobre la madre". Es este
luna. En sentido más estricto, el sitio de nacimiento, el campo, fondo mitológico el que otorga autoridad y numinosidad a la
el jardín, la cueva, el árbol, el manantial, la fuente profunda, la madre personal. El fondo mitológico se aprecia especialmente
pila bautismal, la flor como vasija (rosa y loto), como círculo en las fobias infantiles, en que la madre aparece como animal,
mágico (mándala) o como cornucopia. Y en sentido más preci- bruja, fantasma, devoradora, y otras cosas así.
so, la matriz, toda forma hueca, el horno, la olla. Como ani- El resto del trabajo —que omitiremos por abreviar- examina
mal, la vaca, la liebre y todo animal útil en general. el "complejo materno" tanto en el varón (en el cual se mezcla con
Todos estos símbolos pueden tener un sentido positivo, el arquetipo de "anima") como en la mujer (en quien se da en
favorable, o un sentido negativo, nefasto. Ambivalente es la forma pura, al no interferir el "anima"). Los efectos del comple-
diosa del destino (Parca); sentido nefasto tiene la bruja, el dra- jo materno pueden ser tanto positivos como negativos. Estudia
gón —u otro animal que envuelve y devora a sus víctimas: ser- ambos aspectos en el varón de modo somero, y se centra más
piente, gran pez-, la tumba, la profundidad de las aguas, la en la psicología femenina. En la hija el "complejo materno"
muerte, el fantasma nocturno, etc. origina cuatro tipos distintos de reacción: "la hipertrofia de lo
Las características del arquetipo de la madre son: lo "mater- materno", "la exaltación del Eros", "la identificación con la
no", la autoridad mágica de lo femenino, la sabiduría y la altu- madre" y "la defensa contra la madre" (o "complejo materno
ra espiritual que sobrepasa el entendimiento; lo bondadoso, negativo"). Estudia los aspectos negativos y los positivos en
protector, sustentador, dispensador de crecimiento, fertilidad y cada uno de los cuatro tipos, en páginas llenas de sabiduría
alimento. Los sitios de la transformación mágica, del renaci- vital.

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Para terminar, no resistimos la tentación de poner en con- Por el tomar la obra de Freud como punto de partida para
tacto al lector con el personalísimo estilo de Jung, claro y her- realizar un ejercicio imaginativo continuo, Lacan sintoniza
mético, científico y poético, todo a la vez: bien y resulta precursor del movimiento deconstructivista ame-
ricano. En palabras de Bloom (1981: 212) —que nosotros no
«Madre es amor maternal, es mi vivencia y mi secreto. Pero suscribimos en su totalidad pero nos parecen expresivas-:
para qué decir tantas cosas que son al mismo tiempo tan inade-
cuadas, tan insatisfactorias y también tan falsas; sí, para qué «There is no "true" or "correct" reading of Freud because
decir tanto de ese ser que se llamó madre y a quien -permitá- Freud is so strong a writer that he contains every available
monos decirlo- le tocó por casualidad ser portadora de esa mode of interpretation. In tribute to Lacan, I add that Lacan in
vivencia que encierra en sí a ella, a mí y a toda la humanidad, a particular has uncovered Freud as the greatest theorist we have
toda criatura viviente que llega a ser y pasa: la vivencia de la of what I would cali the necessity of misreading.»
vida, cuyas criaturas somos.»
Lacan siempre se negó a establecer un corpus doctrinal
unívoco, ya que desconfiaba profundamente de todos los siste-
9.4. Lacan mas. Por ello el estudioso de hoy encuentra bastante resbaladi-
zo un terreno tan propicio al vuelo de la imaginación.
Jacques Lacan (1901-1981) es seguramente el psicoanalista
más influyente y más conocido de las últimas décadas, hasta el
punto de que ha sido llamado hiperbólicamente en algún libro 9.5. La línea crítica lacaniana
estadounidense "the second Freud". En nuestra opinión, esto es
totalmente desmedido, dada la exigüidad de su corpus doctri- Fundamentalmente se produce en Francia y en Estados
nal. Sin embargo, tuvo la habilidad de adaptar el Psicoanálisis Unidos. En Francia, la crítica lacaniana a veces indaga el in-
a la mentalidad de la élite francesa que le rodeaba, estructura- consciente del autor como clave para explicar la obra literaria
lista y pre-deconstructivista, con lo cual su mensaje conoció —igual que la línea crítica freudiana—. Así Jean Laplanche en
una amplia repercusión, primero en Francia y después en Es- Hó'lderlin et la question du Pere (1961) estudia la importancia
tados Unidos. La "actualización de Freud" es el mérito más co- que en la esquizofrenia de Hólderlin tuvo la "carencia del nom-
múnmente reseñado en Lacan. Y desde luego, bastantes críti- bre-del-padre". Pero más frecuentemente los críticos lacanianos
cos literarios se han asomado a Freud gracias a la re-lectura exploran en la Literatura los registros imaginario y simbólico:
lacaniana. Así Guy Rosolato (Essais sur le Symbolique, 1969; 1974); o bien
El Psicoanálisis de Lacan es un psicoanálisis de salón, que Octave Mannoni, quien en Clefs pour l'Imaginaire ou l'Autre
no desemboca en la práctica curativa de los enfermos, o desem- Scene (1969) considera que el teatro se origina en la parte ima-
boca muy poco, pero en cambio sirve para que, en seminarios ginaria del yo, lo cual fundamenta su ficcionalidad, su separa-
"ad hoc", el maestro y los discípulos se libren a un brillante ción crítica de la vida. Dedica dos trabajos al teatro ("L'illusion
ejercicio de imaginación lingüística y cultural. De ahí segura- comique ou le théátre du point de vue de rimaginarie" y "Le
mente el atractivo de este psicoanálisis para los críticos litera- théátre et la folie"). Mannoni es también autor de Ficciones
rios de las décadas de 1960 y 1980. Tras fundar y refundar en freudianas, 1980.
París su Escuela, Lacan fue riñendo con todos sus colaborado- La insistencia lacaniana en que el psicoanalista tiene que
res, hasta disolver su propia Escuela. Después de su muerte, en ser ante todo un "hombre de letras", tiene como contrapartida
1981, la "Société Psychanalytique de Paris" decidió "enterrar a que numerosos hombres de letras sigan sus pasos con devo-
Lacan" y volver a Freud. ción. Por citar un solo nombre, mencionaremos a Jean Bellemin-

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Noel: Psychanalyse et Littérature (1978) y Vers l'inconscient du pone a prueba la cultura del lector al mezclar términos latinos
texte (1979). Como ejemplo de crítica lacaniana, puede con- con traducción en su sentido primero, junto a algún otro tér-
sultarse el volumen colectivo Art, Littérature et Psychanalyse mino ("ambitus") en acepción menos usual ('intriga para obte-
(1987). ner cargos públicos': 'ambición):
En Estados Unidos, Shoshana Felman constituye el puente
entre la indagación lacaniana francesa y la "escuela de Yale", «si un término tiene alguna importancia, si las palabras adquie-
Universidad donde trabaja. Destaquemos, de esta autora, La ren su valor con su aplicación, entonces concedo que "análisis"
folie et la chose littémire, 1978, y Literature and Psychoanalysis: significa álgebra, poco más o menos como en latín ambitus sig-
The Question of Reading-Otherwise, 1982. Mencionemos tam- nifica ambición, religio religión u homines honesti una clase de
bién el nombre de Malcolm Bowie (Freud, Proust and Lacan: hombres honorables.»1
theory as fiction, 1987). La dirección crítica lacaniana suele
emplear preferentemente, en Estados Unidos, los libros colecti- El relato de Poe contiene notables omisiones, veladamente
vos. Así el de Kathleen Woodward y Murray M. Schwartz transparentes, y sobrentendidos (la identidad de la persona a
(eds.): Aging-Literature-Psychoanalysis (1986). quien va dirigida la carta, de la persona a quien ésta teme, de la
persona que envía la carta, las relaciones discretamente hostiles
entre el Ministro y Dupin, etc.). Y sobre todo es un brillante
9.6. Lacan: Análisis de "La carta robada" juego de ingenio. Ingredientes todos que tenían que atraer a
Lacan por coincidir con su propio discurso.
Las dos ocasiones más señaladas en que Lacan ejerció la Lacan organiza su seminario entreverando la paráfrasis del
Crítica literaria fue en el Seminario que consagró a "La carta relato con excursus culturales, con recuerdos de sus puntos
robada" de Poe, y en su Seminario sobre Hamlet. Como ejem- teóricos, e incluso con bromas (propias y ajenas —sin mencio-
plo de crítica lacaniana vamos a resumir ahora el primero de nar la fuente—, por ejemplo, un chiste de Freud, que aparece
ellos (Ecrits, 1, 1971: 19-75), muy comentado y citado. en El chiste y su relación con lo inconsciente). Vamos a resumir
Como es sabido, esta "historia extraordinaria" de Edgar aquí solamente las ideas básicas en el comentario lacaniano al
Alian Poe trata de la recuperación, por parte del detective \ relato de Poe.
Dupin, de una carta que el Ministro D. ha sustraído a un alto Parte Lacan del principio del "automatismo de repetición"
personaje de la corte (se sobrentiende que es la Reina) para (añadimos nosotros: la "compulsión de repetición", descubier-
hacerle chantaje amenazándola con descubrírsela a otro alto ta por Freud: proceso que empuja al sujeto a colocarse en
personaje (sobrentendido: el Rey). La Policía fracasa en los situaciones penosas, repitiendo experiencias olvidadas y anti-
sucesivos registros de la casa del Ministro, por utilizar un mé- guas, y creyendo falsamente que reacciona sólo ante circuns-
todo exhaustivo pero rutinario. No así Dupin, quien se pone tancias actuales). Nace este "automatismo" —según el psicoana-
en el lugar del ladrón, "poeta y matemático", y descubre que la lista francés— de la "instancia" de la cadena significante. Y el
carta estaba a la vista, sobre la chimenea, disfrazada de otra car- objetivo que persigue Lacan con este análisis es mostrar que el
ta. Dupin sustituye la carta buscada por otra en la que incluye "orden simbólico" es constitutivo para el sujeto.
unos versos irónicos de Crébillon, para que el Ministro sepa Como primer dato a retener, se fija Lacan en las dos esce-
que ha sido precisamente él, Dupin, quien ha operado la susti- nas en que la carta es robada: en la primera el Ministro la roba
tución. delante de la Reina, sin que ésta pueda reclamarla para no lla-
La narración de Poe abunda en excursus: sobre la mentali-
dad rutinaria, sobre poesía, matemática y ciencia, incluso sobre 1
Edgar Alian Poe: Historias extraordinarias. Poemas, Barcelona, Plaza &Janés
filología. En relación con este último punto, por ejemplo, Poe 1973:231.

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mar la atención del Rey. En la segunda, Dupin la sustrae del Reina. La relación indirecta decanta la dimensión del lenguaje,
salón del Ministro y en su presencia, sustituyéndola por otra y el narrador general, al reduplicarla, no añade nada "por hipó-
de apariencia idéntica. La "intersubjetividad" de las dos accio- tesis". Por ejemplo, los significados de "ambitus", "religio" y
nes estructura el relato, sobre la base de tres términos: Tres "nomines honesti": ambición, religión y gentes honradas. Es-
sujetos, con tres miradas: tos términos, formulados irónicamente y al desgaire, son las
palabras-maestras del drama.
— El primero es una mirada que no ve nada: es el Rey, y es La carta ha sido dotada de "nulibilidad", al ser "a little too
la Policía. self evident" su situación. Por eso el significante materializa la
— El segundo es una mirada que ve que el primero no ve instancia de la muerte. La materialidad del significante es sin-
nada, y se engaña al creer cubierto lo que oculta: la gular, no puede soportar la partición.
Reina y después el Ministro. (Observemos, de pasada, tanto el grandísimo uso que Lacan
- El tercero es la mirada que ve que esas dos miradas dejan hace de la palabra "significante" como su divergencia semántica
al descubierto lo que quieren ocultar, para quien lo quie- respecto al "significante" de Saussure o Benveniste -su modelo
ra recoger: es el Ministro, y luego es Dupin. en Lingüística-. Veamos las "definiciones" que da Lacan, en p.
34, del "significante": "C'est que le signifiant est unité d'étre
El módulo intersubjetivo es, pues, la acción que se repite, con unique, n'étant de par sa nature symbole que d'une absence." Y
su "automatismo de repetición" correspondiente y con la "inmixión en p. 48: "le signifiant le plus annihilant qui soit de toute sig-
de sujetos": "L 'Inconscient, c 'est le discours de l'Autre " (p. 24). nification, a savoir l'argent.")
Pero ¿dónde está el alcance del cuento? ¿Acaso en la historia, Continuaremos. Lacan prosigue realizando elaboraciones
que nos es contada como un enigma policíaco? ¿Cómo es posi- sobre la carta, verdadero sujeto de la narración. Sobre su remi-
ble que el cuento nos tenga en ascuas, si sabemos en seguida la tente (del que nada se nos dice excepto -indirectamente- que
solución: que Dupin ha recuperado la carta? ¿No habría otro el sello corresponde al Duque de S. Sobre su contenido envuel-
enigma? Para Lacan, el fondo del atractivo que sobre nosotros to en misterio (¿amor? ¿conspiración?), pero ciertamente peli-
ejerce el cuento no consiste en que todos resulten engañados: groso: imposible de revelar al Rey. La carta es el símbolo de un
pacto entre el destinador y el destinatario: de ahí su carácter de
«A pousser un peu ce sentiment de poudre aux jeux, nous en "alta traición" ante el Rey. Sin embargo, el autor de la carta
serions bientót a nous demander si, de la scéne inaugúrale que queda en la narración fuera de juego, luego no se trata aquí de
seule la qualité de ses protagonistes sauve du vaudeville, a la culpabilidad y falta, sino del signo de contradicción y de escán-
chute dans le ridicule qui semble dans la conclusión étre promi- dalo que es la carta.
se au ministre, ce n'est pas que tout le monde soit joué qui fait También elabora Lacan sobre la deficiente traducción al
ici notre plaisir» (p. 26).
francés del título: "The purloined letter", la carta "prolongada"
o "desviada". Elabora sobre el "engaño mimético" de la carta,
Un nuevo drama, complementario del primero, se desarro- cuya situación simbólica es ver viéndose no ser visto. Y se
lla en el orden simbólico. El primer diálogo -entre el Prefecto detiene especialmente en el papel de la Reina, que juega la par-
de Policía y Dupin- es como un diálogo entre un sordo y uno tida de la ocultación, muy en su papel femenino: "Car ce signe
que oye (es decir -añadimos- entre uno con la mente bloquea- est bien celui de la femme, pour ce qu'elle y fait valoir son étre,
da y otro con la mente abierta). Además, el relato de la primera en le fondant hors de la loi, qui la contient toujours, de par
escena tiene un doble filtro subjetivo, e incluso uno triple: l'effet des origines, en position de signifiant, voir de fetiche."
narración por el amigo de Dupin ("narrador general") del rela- El verdadero ascendente del Ministro sobre la Reina no
to que el Prefecto hace a Dupin, y narración que le hace la procede de la carta, sino, consciente o inconscientemente, del

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personaje en que ella (la carta) transforma al Ministro. El "manífestement féminine" contra el Ministro, poeta, matemá-
Prefecto lo presenta como un hombre "who dares all things", tico, dandy y mentiroso: "monstrum horrendum". Porque el
que se atreve a todo, tanto a lo digno como a lo indigno. El Ministro es "un hombre de genio sin principios".
alcance imaginario de este personaje es la relación narcisista en Dupin ha conseguido reorientar la carta hacia su verdadera
que se encuentra. El texto lo afirma: "el ladrón sabe que el roba- dirección. "Et cette adresse est á la place précédemment occu-
do lo conoce." Importa al ladrón que la persona robada sepa pée par le Roi, puisque c'est la qu'elle devait rentrer dans l'or-
no sólo que le ha robado, sino también que le crea capaz de dre de la Loi." Pero ni el Rey ni la Policía pueden leer la carta,
todo. Eso le da la posición imaginaria de "maítre absolu". porque ese lugar central "comporta la ceguera", afirma Lacan.
En realidad —contrargumenta Lacan-, es una posición de El Rey en el relato está investido por la anfibología natural de
debilidad absoluta, como lo prueba la audacia de la Reina, que lo sagrado, por la imbecilidad que corresponde al Sujeto. Eso
llama a la Policía. Con ese gesto, realiza un desplazamiento en —la ceguera, la imbecilidad- es lo que da sentido a los persona-
la tríada de partida. Le lleva a ello no la desesperación, sino la jes que ocupan sucesivamente ese lugar del Sujeto: el Rey, la
impaciencia de un espejismo especular. El Ministro debe con- Policía. Y, en el futuro, el Ministro, cuando vea la carta sustitu-
tentarse con la inacción en ese momento, ya que no está —se- yente con los versos irónicos.
gún el Prefecto- "completamente loco". Por lo tanto -añade En definitiva —concluye Lacan-, el mismo título del cuen-
Lacan— debe comportarse según el modo de la neurosis. El to ofrece la fórmula de la comunicación intersubjetiva: el emi-
Ministro no hace uso de la carta. Pero la carta no lo olvida a él. sor recibe del receptor su propio mensaje bajo una forma in-
Lo transforma cada vez más en la imagen de su víctima. vertida. La "carta robada" es una carta que siempre llega a su
Los rasgos de esa transformación semejan el "retorno de lo destino.
reprimido": a su vez -igual que la Reina-, el Ministro vuelve El resumen que acabamos de realizar del famoso Seminario
del revés la carta [en realidad vuelve del revés el sobre, añadi- deja de lado numerosos pasajes lacanianos que, para sus segui-
mos nosotros], escribe en ese sobre su propia dirección "con dores, tal vez constituyan lo más importante del autor francés.
una escritura femenina muy fina", y le imprime su propio A fin de no privar al lector de este regalo exquisito, copiaremos
sello. (Esta singular coincidencia del sello del supuesto destina- un pequeño fragmento donde el significante "lettre" evoca a
dor con el destinatario no pasa desapercibido al observador Lacan otros significados e incluso conexiones paradigmáticas,
Dupin). Incluso el aire de pasividad, de romántico "ennui" y, como si la conferencia fuera una terapia, lo verbaliza todo
que finge el Ministro, desprende un singular "odor di femina". (p. 34):
Pero Dupin sabe que es un engaño. "La lettre volé, comme un
immense corps de femme, s'étale dans 1'espace du cabinet du «Mais pour la lettre, qu'on la prenne au sens de l'élément typo-
ministre, quand y entre Dupin". graphique, de l'épitre ou de ce qui fait le lettre, on dirá que ce
Destaca también Lacan una contradicción en el móvil de qu'on dit est a entendre á la lettre, voire que vous avez des let-
Dupin para solucionar el enigma: Por una parte parece que es tres, jamáis qu'il n'y ait nulle part de la lettre, á quelque titre
el dinero, la fuerte recompensa prometida por la Reina, que qu'elle vous concerne, füt-ce á désigner du courrier en retard.»
debe apetecer al "necesitado refugiado en el alcohol" -dice
Lacan- que es Dupin; pero por otra resulta chocante su inqui- Lacan ama las palabras inusuales, los neologismos —tanto
na contra el Ministro, cuyo orgullo desinfla mediante los ver- totales como sólo semánticos-, las formas verbales que han
sos que incluye en la carta sustituyente de la recuperada. "II est desaparecido ya de la lengua hablada francesa (arcaísmos), las
done bien partie preñante dans la triade intersubjective, et metáforas y comparaciones, etc. Todo ello aproxima este len-
comme tel dans la position médiane qu'ont occupé précédem- guaje al poético, ganando en connotación lo que pierde en de-
ment la Reine et le Ministre". Dupin está poseído de una rabia notación e inteligibilidad:

174 175
«[les policiers] n'en laissent pas se dérober une épaisseur, a l'ai-
guille sondant le mou, et, a défaut de la répercussion sondant le
dur, au microscope dénoncant les excrements de la tariére a
Toree de son forage, voir le báillement infime d'abimes mes-
quins. (...) ne voyons-nous pas l'espace s'effeuiller a la sem-
blance de la lettre?» (págs. 34-35).
«
El seminario sobre "La carta robada" es el prototipo de la
crítica literaria lacaniana. (Véase, p. ej., Jeffrey Mehlman, 1975).
Sobre este prototipo se ha creado, tanto en Francia como en
Estados Unidos, una crítica literaria bastante nutrida. De ella
destacamos el volumen colectivo Lacan and Narration. The 10.
Psychoanalytic Difference in Narrañve Theory (1983), coordinado
por Robert Con Davis. Y de este autor, Davis, su notable análisis
lacaniano del relato "El corazón revelador" de Poe, incluido en el
ANTROPOLOGÍA Y PSICOANÁLISIS:
citado volumen (pp. 983-1005). CRÍTICA MÍTICA Y POÉTICA
DEL IMAGINARIO

10.1. Panorama general

En nuestro siglo se desarrolla, tanto en Europa como en


América, una pujante rama de investigaciones que conjunta
Antropología, Literatura, algunas ramas de la Psicología (Psico-
análisis, Reflexología), e Historia de las Religiones. En Francia,
país muy dado a etiquetas y clasificaciones, este campo multi-
disciplinar recibe distintos nombres: Poética del Imaginario,
Mitocrítica, Mitoanálisis... En Estados Unidos y, en general,
en todo el continente americano, no existe semejante prolifera-
ción de etiquetas y distingos -la denominación más extendida
suele ser "Myth Criticism"-; sin embargo, el interés por este
tipo de estudios se encuentra igualmente vivo.
Las raíces de la conjunción actual entre Literatura y Antro-
pología pensamos que se encuentran en el Comparatismo, tan
floreciente en diversos campos a lo largo de todo el siglo XIX y
también del XX. Por lo que nos atañe a los teóricos de la Lite-
ratura, recordamos los aportes comparatistas en el estudio del
cuento popular, desde los Kinder- und Hausmárchen, 1814, de

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los hermanos Grimm, hasta la Morfología del cuento, de Propp, James George Frazer (1890, 2 vols.; 1907-1914, 12 volúme-
1928. (Para la conexión entre el Comparatismo ruso nes; ed. definitiva, 1936, 13 volúmenes; ed. abreviada por el
—"Morfología del Ur-tipo"— y la "Morfología narrativa alema- autor, 1922). (Sobre la enorme influencia que este libro ha
na", véase L. Dolezel, 1990: 156-184). tenido en la literatura de habla inglesa, véase John B. Vickery:
En su vertiente de Historia de las Religiones, el Compara- The Literary Impact of "The Golden Bough ", 1973).
tismo cuenta con obras que enriquecen tanto la Antropología Y también gravitan sobre ellos los psicoanalistas que presta-
como el Psicoanálisis —en su rama junguiana—: las investigacio- ron atención a los mitos clásicos, mitos modernos, leyendas,
nes de Mircea Eliade (1907-1986). (Destacamos, entre su etc., en particular Jung y Rank. Por mencionar una sola opinión:
abundante bibliografía, Historia de las creencias y de las ideas Northrop Frye, en The archetypes ofliterature (1972: 430) se
religiosas, 4 vols., 1978-84; Imágenes y símbolos, 1989; y refiere a los libros "fascinantes" de Frazer y de Jung como "pri-
Diccionario de las religiones, 1993). Por otra parte, el Compa- marily studies in literary criticism, and very important ones".
ratismo en su vertiente de Mitología comparada cuenta con la El "Myth Criticism" surge en la década de 1950-60, y
obra de Georges Dumézil (La religión romaine archaique, 1966; supone la primera alternativa en el mundo anglófono a la
Mito y epopeya, 1968, 1977; Del mito a la novela, 1973; etcéte- visión académica de la Crítica ("Scholarship") y a la visión for-
ia). malista ("New Criticism").
Aunque en los libros existentes en Historia de la Teoría Sus fuentes son:
literaria no suelen encontrarse reunidos autores como Frye y
Durand -por ejemplo-, nosotros consideramos que hay un 1) la "Escuela mito-ritual" de los antropólogos de Cam-
movimiento, a un lado y a otro del Atlántico, que conjunta bridge.
Psicología y Antropología, y cuyas fuentes teóricas son en parte 2) la Psicología de C. G. Jung, especialmente su concepto
comunes: Jung sobre todo; Frazer, Eliade, Dumézil, Lévi- de "arquetipo".
Strauss y otros antropólogos. Pero, más aún que las fuentes
comunes, ambas corrientes coinciden en el interés por el mito La Escuela mito-ritual de Cambridge reúne a un grupo de
y por la fundamentación universal de la imaginación humana. antropólogos (Francis Cornford, Jane Harrison, Gilbert Mu-
Exploración del mito y exploración del imaginario naturalmen- rray) en torno ajames Frazer. El grupo considera que la forma
te conduce en seguida a los antropólogos hacia la Literatura; o básica de la Literatura es el mito del dios muriente y reviviente.
bien a los críticos y teóricos de la Literatura, hacia la Antro- Este mito básico es aplicado a la tragedia por Gilbert Murray, y
pología. a la comedia por Francis Cornford. Ese punto de vista origina,
Vamos a abordar ahora los hitos principales de estas inda- en Estados Unidos, uno de los mejores libros de la escuela: The
gaciones, tan fructíferas y vivas en la actualidad. Idea ofthe Theater (1948), de Francis Fergusson. Muestra
cómo el teatro moderno parte de la ritualidad básica en el tea-
tro griego, hasta adoptar perspectivas diversas y parciales. La
10.2. "Myth Criticism" Escuela mito-ritual de Cambridge influyó mucho en escritores
como T. S. Eliot, D. H. Lawrence, W. B. Yeats, J. Joyce, etc.
La línea de "Crítica mítica" reúne a bastantes autores que Las teorías de C. G. Jung, y especialmente su concepto de
proceden del campo literario, pero poseen evidentes influencias los arquetipos —como acabamos de ver en el capítulo anterior—
de la Antropología y del Psicoanálisis. En ella encontramos empezaron a circular pronto, a través de Éranos Jahrbuch, de la
algunos nombres extremadamente influyentes en la Teoría y Fundación Bollingen (que publicó, recordemos, los libros de
Crítica literaria norteamericana. Sobre ellos gravita el libro fun- Mircea Eliade, Joseph Campbell, Erich Neumann, etc.) y,
damental The Golden Bough (La rama dorada), del inglés sir sobre todo, a través de autores como Maud Bodkin.

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La influencia de Jung se reduplicó cuando se combinó con la 3) "La mujer como tentación", o el pecado y la agonía de
de Frazer. El libro emblemático que reúne ambas influencias —y Edipo.
que se sitúa a la cabeza de toda una serie de investigaciones en 4) "La reconciliación con el padre".
Norteamérica- es Anatomy of Criticism (1957), de Northrop 5) "Apoteosis".
Frye. 6) "La gracia última".
Antes de tratar de este hito de la Crítica norteamericana,
vamos a reseñar otro libro muy influyente en el "Myth Criticism". Finalmente, la parte tercera ("el regreso y la reintegración a
la sociedad") consta de otras 6 etapas:

10.2.1. J. Campbell 1) "La negativa al regreso".


2) "La huida mágica" o la fuga de Prometeo.
En la línea de Jung (y también en la de Otto Rank, sobre 3) "El rescate del mundo exterior".
todo por El mito del nacimiento del héroe) debemos situar al 4) "El cruce del umbral del regreso" o la vuelta al mundo
norteamericano Joseph Campbell, con su trabajo The Hero with normal.
a Thousand Faces (1949; trad. esp. El héroe de las mil caras. 5) "La posesión de los dos mundos".
Psicoanálisis del mito, 1959 y 1972). Este libro recoge el postu- 6) "Libertad para vivir", o la gracia final.
lado básico de la Escuela mito-ritual de Cambridge, conjun-
tándolo con las investigaciones de Rank y Jung. Por ello es un El monomito, centrado sobre el héroe, ocupa la primera
clásico en los estudios anglosajones del "Myth Criticism". parte del libro de Campbell, mientras la segunda está consa-
Bajo la multiplicidad de las leyendas y mitos de las distin- grada al "ciclo cosmogónico" o creación y destrucción del
tas culturas, Campbell encuentra un "monomito" que tiene un mundo. Este ciclo cosmogónico es una ampliación, a escala
esquema fijo o "unidad nuclear" tripartita: "separación-iniciación- mundial, de la aventura del héroe.
retorno". Ó, dicho de otro modo, el monomito consta de tres par- Metodológicamente, Campbell se sirve de la comparación
tes: la "partida" del héroe, las "pruebas " que debe sufrir, y el "regreso ". entre mitos de muy diversas culturas, como ya hizo Rank. Ac-
La parte primera (la "separación" o partida del héroe) está tuando así, subrayando las coincidencias, es lógico que las pe-
compuesta, a su vez, por cinco etapas: culiaridades culturales pasen a un segundo término. Sin embargo,
no se puede decir que el autor las descuide, pues todo el libro está
1) "La llamada de la aventura" o señales de la vocación del salpicado de ejemplos concretos, con los que Campbell va anali-
héroe. zando la hipertrofia o la atrofia de las distintas partes que compo-
2) "La negativa a la llamada", o resistencias internas del héroe. nen el esquema en los mitos concretos mundiales.
3) "La ayuda sobrenatural", asistencia inesperada que reci-
be el héroe al emprender la aventura.
4) "El cruce del primer umbral". • "The Quest-Myth": otros autores
5) "El vientre de la ballena" o el paso al reino de la noche.
The Hero with a Thousand Faces se convierte en el prototi-
En la segunda parte ("pruebas y victorias de la iniciación"), po de la Crítica mítica anglonorteamericana, y su "monomito"
Campbell distingue seis etapas: básico -que completa y matiza el patrón básico de la Lite-
1) "El camino de las pruebas". ratura, puesto de relieve por la Escuela mito-ritual de Cam-
2) "El encuentro con la diosa ("Magna Mater") o la felici- bridge- se populariza con la denominación descriptiva de
dad de la infancia recobrada". "The Hero's Quest" o "The Quest-Myth".

180 181
Sobre la base del libro de Campbell, y complementándolo es una expresión. Para Frye, existen unos universales literarios
con otros aportes de Mircea Eliade, Jung, Frye, Lévi-Strauss y -los mitos-, categorías fundadoras de toda obra. La Literatura
otros investigadores, el chileno Juan Villegas (nacido en 1934) es, pues, desplazaminento del mito y producto suyo (M. J
ha examinado la literatura española en Estructura mítica del Vega, 1992: 72-73).
héroe en la novela del siglo XX (1973). "Nuestro estudio -afir- Su libro Anatomy of Criticism. Four Essays (1957) le consa-
ma- (...) no pretende trabajar el mito moderno en todas sus gró como el más brillante, original e influyente de los teóricos
posibilidades. Nos interesa sólo la aventura del héroe como de la literatura en lengua inglesa. Este libro, que conjunta a
estructura mítica que funciona a modo de correlato estructural Jung con la Escuela mito-ritual, ha originado toda una pléyade
en las novelas." (p. 19). de indagaciones posteriores.
Tras una primera parte, donde se expone el método mítico y En el "tercer ensayo" de este libro, así como en el trabajo
se ordena la aventura del héroe en mitemas, la segunda parte posterior "The archetypes of literature" (1972) expone Frye el
estudia concretamente tres novelas españolas contemporáneas: núcleo de sus teorías.
Camino de perfección, de Baroja, Nada, de Laforet, y Tiempo de Deseoso de conceptualizar la diversidad literaria bajo el
silencio, de Martín Santos. En sus análisis, Villegas utiliza los tér- signo de la "coherencia total", Frye recurre, entre los otros tres
minos junguianos de "arquetipo" e "imagen arquetípica" -que el enfoques ("Historical Criticism: Theory of Modes"; "Ethical
autor emplea por separado, contrariamente a Jung-. Criticism: Theory of Symbols"; y "Rhetorical Criticism: Theo-
Un poco más adelante, en 1976, Villegas vuelve a aplicar ry of Genres") al enfoque arquetípico ("Archetypal Criticism:
su metodología a la literatura hispánica, esta vez a la poesía, Theory of Myths"). Afirma que, igual que hay arquetipos de
en Estructuras míticas y arquetipos en el "Canto general1 de Ne- imágenes, hay arquetipos de géneros, pero todos los géneros
ruda. tienen un mito central: el de la búsqueda ("quest-myth").
La Crítica mítica, al igual que la Crítica junguiana pura, Veamos cómo Frye relaciona los géneros literarios con el
siente predilección por la Literatura Comparada. (Lógicamente, mito del ciclo solar, las estaciones o la vida humana (modali-
dada la orientación universalista tanto de la Antropología como dades del "quest-myth"), y establece un inventario de cuatro
de la Psicología de Jung). De hecho, son mucho más abundantes fases:
los estudios que enfocan una pluralidad de culturas, que aque-
llos que se dirigen a una sola. Así, por ejemplo, Peter R. Stillman 1) La fase del nacimiento. El amanecer. La primavera.
(en Introduction to Myth, 1977) estudia en la Literatura mundial Mitos del nacimiento del héroe o su resurrección. Per-
"The Hero's Quest", "The Fall from Innocence", "Dualities" y sonajes subordinados: el padre y la madre. Arquetipo de
"Fertility: Cycles of Nature". la novela, así como de la mayoría de la poesía rapsódica y
Crítica junguiana y Crítica mítica confluyen en numerosos la ditirámbica.
estudios norteamericanos. Como ejemplo, citaremos sólo el 2) El cénit. El verano. El matrimonio o fase triunfal. Mitos
importante libro de Joseph P. Strelka (ed.): Literary Criticism de apoteosis, matrimonio sagrado, entrada en el Paraíso.
and Myth (mtí). Personajes subordinados: el compañero y la novia. Arque-
tipo de la comedia, la pastoralry el idilio.
3) El atardecer. El otoño. La muerte. Mitos de caída, dioses
10.2.2. N. Frye moribundos, muerte violenta y sacrificio, aislamiento
del héroe. Personajes subordinados: el traidor y la sirena.
Mención especial merece, dentro del "Myth Criticism", el Arquetipo de la tragedia y la elegía.
canadiense Northrop Frye (1912-1992), quien considera la 4) La oscuridad. El invierno. La fase de disolución. Mitos
Literatura como un "orden ideal", del cual cada obra concreta del triunfo de esos poderes: el retorno al caos, la derrota

182 183
del héroe. Personajes subordinados: el ogro y la bruja. Theory of a Symbolic Mode; James M. Mellard: The Exploded
Arquetipo de la sátira. Form: The Modernist Novel in America; Ihab Hassan: Radical
Innocence; etc.
Añadiremos, para mejor intelección de esto último, que el
concepto de "sátira" en Frye es diferente al habitual en espa-
ñol. Abarca esa zona estético-literaria que queda englobada en 10.3. Poética del Imaginario
el concepto de "grotesco" (Kayser) —que no es lo "burlesco"-:
un mundo de horror pero próximo al nuestro; un mundo de La expresión "Poétique de 1'Imaginaire" fue creada por un
seres infrahumanos o sobrehumanos pero maléficos, entre los original filósofo fenomenólogo atraído por el Psicoanálisis,
cuales el hombre es víctima indefensa. Esa categoría estética Gastón Bachelard —y concretamente en L 'air et les songes
coincide, en sus líneas generales, con la estudiada por Freud en (1944). El sintagma hizo fortuna, pasando a designar no sólo la
"Lo siniestro". Según Frye, la literatura "irónica" o "satírica" indagación de Bachelard, sino también —y sobre todo— la de su
parte del "realismo" y tiende al mito de signo "demoníaco": discípulo Gilbert Durand. El planteamiento teórico de Bache-
Hawthorne, Poe, Conrad, Hardy, V. Woolf, etc. lard influyó, además, sobre los "críticos temáticos" (Barthes,
Hay que destacar también, de Anatomy of Criticism, el Doubrovski, Starobinski, Weber, Richard), quienes también
ensayo segundo: "Theory of Symbols", cuya fase mítica: el exploran la imaginación humana reflejada en las obras litera-
símbolo como arquetipo ("Mythical Phase: Symbol as Arche- rias. (De ahí que el volumen de homenaje a Jean-Pierre Ri-
type") es enteramente junguiana. chard se titule precisamente Territoires de llmaginaire, 1986).
En este complejo libro elabora Frye una "teoría de los sig- Habitualmente se entiende por "Poética del Imaginario" la
nificados arquetípicos" en tres niveles: el de la imagen ("dia- aplicación a la Literatura del sistema antropológico que catalo-
noia") en el mundo "apocalíptico" -es decir, de los dioses- y ga los símbolos universales. Creado este sistema por Gilbert
en el "demoníaco"; en el nivel de las dos estructuras interme- Durand en su enciclopédica obra Les structures anthropologiques
dias de imaginación, y finalmente en el de las narraciones ge- de 1'Imaginaire (1969), conoce un gran auge en Francia, con
néricas o "mythoi", que son las estructuras imaginíficas en epicentro en la Universidad de Grenoble, cuyo "Centre de
movimiento. Recherches sur 1'Imaginaire" (fundado en 1966) dirige el pro-
Resumir aquí cada bloque de arquetipos en cada nivel y en pio Durand. La publicación de la revista Circe desde 1969
cada mundo excedería nuestros límites: Recomendamos, pues, difunde esta línea indagatoria, y reúne en torno a ella un grupo
la lectura directa de esas páginas, fruto de una profunda y ori- de investigadores, entre los cuales sobresalen Jean Burgos,
ginal reflexión. Alain Verjat y Simone Vierne. La Poética del Imaginario tam-
Anatomy of Criticism es sin duda uno de los libros mayores bién es explorada en España, por obra sobre todo del profesor
de la Teoría literaria en nuestro siglo. Para su influencia en la García Berrio y de un grupo de profesores que investigan en
crítica anglonorteamericana, véase Robert D. Denham: Nor- las Universidades de Barcelona y Deusto.
throp Frye and Critical Method, 1978. La expresión francesa "Poétique de rimaginaire" puede ser
La influencia de Anatomy of Criticism ha sido enorme y traducida al español como "Poética de lo imaginario" y "Poé-
rápida. Poco después de su aparición, el "English Institute" le tica del imaginario", puesto que la ausencia de género neutro
dedicó una sesión, recogida en la obra Northrop Frye in Mo- en francés y su presencia en español permite la doble interpre-
dern Criticism (Murray Krieger ed.), con trabajos de Krieger, tación "el/lo" imaginario. Personalmente -y aun a riesgo de
Angus Fletcher, W. K. Wimsatt, Geoffrey Hartman, etc. que pueda sonar a galicismo decir "el imaginario", con género
Además, las teorías de Frye han originado numerosos estudios masculino-, preferimos utilizarlo así. "Lo imaginario" en espa-
de Crítica literaria: Así los de Angus Fletcher: Allegory: The ñol tiene connotaciones de irrealidad, que desearíamos eludir,

184 185
y suele emplearse con valor adjetivo: El enfermo imaginario de y juzgan siempre, tienen un complejo de superioridad. En
Moliere, por ejemplo. Además, "el Imaginario" puede (y debe) cuanto a nosotros, aficionados a la lectura feliz, no leemos ni
interpretarse, con valor sustantivo, como un lugar psíquico, en releemos más que lo que nos gusta, con un pequeño orgullo de
el interior del hombre, igual que el "aparato psíquico" de lector mezclado con mucho entusiasmo.»
Freud o la "psique" de Jung. Es, pues, un lugar psíquico, y
también es —con su género masculino— el conjunto de conteni- Dejando aparte sus obras propiamente filosóficas, otras
dos que ese lugar posee: los símbolos universales, con su estruc- trece más se escalonan desde 1932 hasta 1961 para darnos una
turación topológica. Por ambas razones preferimos utilizar en exploración de la imaginación humana, amplia y coherente.
español el género masculino, más específico y preciso, para tra- Que esta panorámica de la imaginación pueda ser incompleta1
ducir "rimaginaire". no invalida la gran suma de trabajo realizada por Bachelard.
La infatigable actividad taxonómica de Gilbert Durand ha El filósofo francés suele explorar una imagen concreta (por
puesto en circulación otros nombres, que funcionan más o ejemplo, el "agua"), o una serie de imágenes conexas (p. ej.,
menos como sinónimos de "Poética del Imaginario", sobre dentro del "espacio", las imágenes de "casa-buhardilla-desván-
todo "Mythocritique" y "Mythanalyse". Aunque más adelante pasillo-rincón-cajones-arcas", etc.), recogidas de su propia
señalaremos las diferencias conceptuales entre estos términos, experiencia y de numerosas obras literarias. Por este seguimien-
adelantamos ahora que nos parecen más bien pequeñas, de to de una imagen particular, el método ha sido llamado tam-
matiz. No deben impedirnos ver, en esta primera aproxima- bién "microcrítica". Así pues, Bachelard no intenta analizar
ción panorámica al tema, el profundo parentesco entre las críticamente autores (excepto en su libro Lautréamont, 1939,
indagaciones mitocríticas, mitoanalíticas y poético-imagina- donde examina la imaginación negadora de este poeta), sino
rias. Seguiremos utilizando, pues, como nombre genérico para sólo enseñarnos a leerlos y a ver el mundo con mayor sensibili-
todas ellas, el de Poética del Imaginario. dad, escuchando el lenguaje inconsciente del espíritu, las reso-
nancias inconscientes de las cosas sobre nosotros.
Se ha hablado mucho de la evolución de Bachelard, desde
10.3-1. G. Bachelard: el lenguaje de la imaginación L'intuition de l'instant (1932), o más aún, Lapsychanalyse du
feu (1938 y 1966) hasta sus últimas obras, a partir de Lapoéti-
Autor prolífico, estimulante, el filósofo Gastón Bachelard que de l'espace (1957 y 1965), donde el autor afirma que ha
(1884-1962) ha revitalizado la Teoría y la Crítica literaria superado el Psicoanálisis y se encamina por la senda de la Fe-
mediante una nueva metodología de la lectura; metodología nomenología. Sin embargo su evolución no nos parece tan
asistemática, pero en la cual el ensueño, la escucha personal de drástica ni tan notable. En realidad Bachelard nunca estuvo
las resonancias fantasísticas que tienen los elementos naturales demasiado cerca del Psicoanálisis freudiano, creemos. Su men-
(agua, tierra, fuego, aire) en sus distintas formas, o bien otros saje se sitúa en la exploración junguiana de la imaginación (a
ámbitos distintos (el espacio humano o habitat, el propio en- menudo inconsciente), y en esta línea continúa hasta sus últi-
sueño del hombre), coincide con la escucha colectiva, univer- mas obras, a pesar de que —como veremos en breve- él marca
sal, testimoniada por poetas, escritores, legisladores, Mitología, en sus obras proximidades y distancias verbales respecto al
etc., de todas las épocas culturales. Bachelard no aspira a ser Psicoanálisis.
crítico literario sino sólo lector. En La poética del espacio, p. 17,
1
afirma: En la Introducción a Les structures anthropologiques de l'Imaginaire (1969),
Gilbert Durand observa, a propósito de L 'eau et les revés de Bachelard, que la explora-
ción del agua no está allí completa, pues para la imaginación el hielo y la nieve no son
«El crítico literario es un lector necesariamente severo; (...) el agua, sino elementos distintos. Y él mismo intenta completar la exploración del agua
crítico literario, (...) el profesor de retórica, que saben siempre mediante su "Psychanalyse de la neige" (1953).

186 187
En La psychanalyse du feu (1938) aplica ciertos conceptos les, así como el estilo impresionista lírico. En nuestra opinión,
psicoanalíticos —sobre todo el concepto junguiano de "comple- sus libros mantienen viva la frescura de su encanto y su capaci-
jo", elaborado también por Baudouin, como ya hemos visto- dad de sugerencia. Su estilo es bellísimo, y la sensibilidad y
ai terreno del "conocimiento objetivo", al del "conocimiento agudeza exquisitas de Bachelard hacen de la lectura de sus
p recientífico", impregnado de ensueños inconscientes, y al de obras un placer intelectual de primera magnitud. Además, cree^-
la creación mítico-literaria. Fundamentalmente, indaga qué mos que el lector ve reflejadas sus propias ensoñaciones y reso-
complejos han impedido al hombre el acceso al conocimiento nancias simbólicas en las que Bachelard ha identificado sobre
objetivo. Afirma la superior importancia de la "imaginación la base de numerosos textos, fundamentalmente literarios y
material" sobre la percepción, puesto que la imaginación dirige mitológicos. De ahí que el fundador de la Poética del Imagina-
las percepciones. La imagen expresa contenidos a los que no rio se haya convertido en un punto de referencia obligada en la
puede acceder la reflexión objetiva. Crítica contemporánea.
Progresivamente, en los libros siguientes, Bachelard va Sobre la Poética de Bachelard, Michel Mansuy, 1967; J.
haciendo declaraciones críticas sobre el Psicoanálisis. Así en Ricardou, 1969; A. Clancier, 1979: 174-193; R. Champigny,
La terre et les revenes de la volante (1948) opone su método al 1984;A.Trione, 1989.
psicoanalítico porque éste busca la realidad bajo la imagen,
mientras él busca sobre la realidad lo positivo de la imagen.
La p o etique de Vespace (1957) marca el giro fenomenológico 10.3-2. G. Durand
más acusado, persiguiendo aquellas imágenes que, según él,
son insignificantes para el psicoanalista, y aspirando a "pasar, La obra del antropólogo Gilbert Durand recoge una buena
fenomenológicamente, a imágenes no vividas, a imágenes que parte del esfuerzo de Bachelard y lo complementa con el de
la vida no prepara y que el poeta crea." En esta obra afirma Jung. También toma de V. M. Betcherev -cuya doctrina expo-
que el Psicoanálisis (freudiano) no está preparado, "a causa de nemos más adelante, en este mismo capítulo- algunos puntos
su permanencia en la región pasional", para estudiar las imá- de referencia para la clasificación del Imaginario, entendiendo
genes poéticas en su realidad de cima. Pero al mismo tiempo el Imaginario casi a modo de inconsciente colectivo (conjunto
se aproxima a Jung, cuyas obras cita abundantemente, tanto de arquetipos, suma de las imaginaciones humanas reales y
para criticar al Psicoanálisis (freudiano) como para entender la posibles, testimoniadas por el arte, la religión y las costumbres
imaginación de los escritores. Por ejemplo, en p. 50 cita El de los más diversos pueblos). Para decirlo con palabras del pro-
hombre y sus símbolos, de Jung, y comenta: "Con los sueños en pio Durand, el Imaginario es "ce trajet dans lequel la représen-
la clara altura [de la casa] estamos (...) en la zona racional de tation de l'objet se laisse assimiler et modeler par les impératifs
los proyectos intelectualizados." En cambio, imaginando el pulsionnels du sujet, et dans lequel réciproquement (...) les
sótano, "soñando con él, nos acercamos a la irracionalidad de représentations subjectives s'expliquent par les accomodations
lo profundo." antérieures du sujet au milieu objectif." (Durand, 1969: 31-
La gran fuerza expansiva de Bachelard y su método se debe 32).
en gran parte a haber explorado la imaginación material (fue- De Bachelard toma la idea básica de que el espíritu huma-
go, aire, agua, tierra, habitat, estaciones, etc.), y también en no no consta solamente de razón -como la corriente aristotéli-
gran parte a que emplea una escritura sumamente atractiva, co-cartesiana acentúa en Occidente-, sino también de imagi-
hecha de evocaciones y lecturas personales. nación. Durand está muy cerca de Jung por su aceptación del
Bachelard ha sido discutido, por ejemplo, por Jean Ricar- inconsciente colectivo y los arquetipos; por su concepción del
dou, 1969, o por Jean Burgos, 1982: 39 y 42-44. Este último Imaginario a modo de inconsciente colectivo; y además por su
le critica la generalización de ensoñaciones demasiado persona- interés en el funcionamiento del espíritu humano.

188 189
1
El Imaginario según Durand animal; y el ala / el reptil. Como arquetipos adjetivos en esta
estructura esquizomorfa, aparecen: lo puro / lo manchado; lo
El mito para Durand es un sistema dinámico de "símbo- claro / lo sombrío; y lo alto / lo bajo. Finalmente, como sinte-
los", "arquetipos" y "esquemas" que tienden a consolidarse en mas, la estructura esquizomorfa ofrece los siguientes: el Sol, el
"relato". La imagen está regida por dos "regímenes" opuestos Azul, el Ojo del Padre, las Runas, el Mantra, las Armas, la
que se derivan de dos dominantes posturales distintas: el "régi- Cerca, la Circuncisión, la Tonsura, la Escalera y la Escala, el
men diurno", derivado de la actitud corporal vertical, y el "ré- Campanario, el Águila, la Alondra, la Paloma, Júpiter, etc.
gimen nocturno", derivado de la nutrición y la sexualidad. Podríamos también trasladar aquí el conjunto de las otras
El régimen diurno valora la actividad humana, la claridad, dos estructuras durandianas: la mística y la sintética. Mediante
la razón, la lucha contra el tiempo y contra la muerte. El régi- este sistema, aparentemente complicado pero en realidad bas-
men nocturno, en cambio, induce al hombre a aceptar su con- tante lógico, diseña Durand un atlas antropológico de la imagi-
dición en el mundo; valora la pasividad, la contemplación, el nación humana, que puede ser aplicado a los textos literarios.
ensueño, el tiempo y la muerte. En el "régimen diurno" se Durand aporta una cantidad impresionante de ejemplos antro-
integran todos los "mitos" que son contrapunto de la Caída pológicos para ilustrar cada estructura y cada régimen.
humana, y se muestran con "símbolos" de altura y de luz. En Varios de estos conceptos habían sido aplicados a la Litera-
cambio, en el "régimen nocturno" se integran todos los tura previamente por el propio Durand en Le Décor mythique
"mitos" y los "símbolos" de las profundidades y del mundo de La Chartreuse de Parme. Structures ftguratives du román
interior y nocturno. stendhalien (1961). Con posterioridad a Les structures anthro-
El marco teórico del Imaginario, tal como Durand lo pologiques escribe Durand, entre otras obras, Figures mythiques
expresa en su principal obra, Les structures anthropologiques de et visages de l'ceuvre. De la mythocritique a la mythanalyse (1979;
l'Imaginaire (1969; 1980), consta de esos dos "regímenes" trad. esp. 1993), L'áme tigrée (1980) y Beaux-art et archétypes
(diurno y nocturno), así como de tres "estructuras" (esquizo- (1989).
morfa —o heroica—, mística —o antifrásica— y sintética —o dra- Sobre Durand y su escuela, véase Verjat (ed.) 1989, y José
mática-), reduplicadas por los "esquemas verbales" correspon- Luis Garagalza, 1990. También la bibliografía que ofrece el
dientes (distinguir, confundir y religar, respectivamente) y propio Durand en "Método arquetipológico: de la mitocrítica
fundamentadas en los "reflejos dominantes" básicos ("domi- al mitoanálisis", 1989: 85-90.
nante postural", "dominante digestiva" y "dominante copulati-
va", por este orden). En los dos regímenes y tres estructuras se
insertan los "arquetipos sustantivos", los "arquetipos adjetivos", • Mito crítica y mitoanálisis
las "categorías"del juego del Tarot, y los "sintemas" correspon-
dientes. La Escuela de Grenoble -promovida por Gilbert Durand—
Por ejemplo, la estructura esquizomorfa responde al reflejo nace en el "Centre de Recherches sur rimaginaire" de Greno-
dominante (o simplemente dominante postural de estar de pie. ble, en 1966. Se dedica, en palabras de Durand, a la recogida
Su "esquema verbal" consiste en distinguir (en sus dos modali- de "variaciones", de "resonancias" de un mito bien definido en
dades de separar / mezclar y de subir / caer. Corresponde a las sus sistemas constitutivos ("mitocrítica"). Porque si cada arque-
"categorías" á.z\ Tarot espada / cetro. La estructura esquizomorfa tipo es un "vaciado" originario, todo mito es el cumplimiento
tiene como arquetipos sustantivos la luz (y su opuesto la tinie- de sus lecciones concretas.
bla); el aire (y su contrario el miasma); el arma heroica / la ata- No hay un mito originario, "puro" -contra lo que creen
dura; el bautismo / la mancha; la cima / el abismo; el cielo / el los diccionarios de Mitología—. Todo mito no es más que el
infierno; el jefe / el inferior; el héroe / el monstruo; el ángel / el conjunto de sus "lecciones", de sus lecturas (con lo cual la

190 191
Escuela de Grenoble —afirma Durand— coincide con la Estética su sistema. De hecho, los tres tipos de Imaginario ("al menos")
de la Recepción). La Escuela de Grenoble descompone el mito, que detecta Durand -y que ya hemos expuesto más arriba-, se
como Claude Lévi-Strauss, en algunos "mitemas" básicos. apoyan directamente en Jung. Según Durand, las "Grandes
Estos mitemas le dan sincrónicamente el sentido arquetípico; Imágenes" o "Imágenes Arquetipo" están motivadas por el "ine-
en cambio, su constitución diacrónica viene dada por sus "lec- luctable entorno cósmico (el curso del sol, el viento, el agua, el
ciones" (las "Rezeptions"), circunstanciadas por su acogida fuego, etc.) y por el insoslayable medio socio-familiar (la Madre
(Durand, 1989: 85). que nutre, los "otros": hermanos, padres, los jefes, etc.)"
La palabra "mythocritique", según el propio Durand
(1979: 307) fue forjada hacia 1970 sobre el modelo de la "psy- «Es en este nivel de Grandes Imágenes donde se sitúan los tra-
chocritique" de Charles Mauron. La mitocrítica ("mythocriti- bajos de C. G. Jung, de K. Kérényi, de J. Hulmán, del historia-
que") es un método crítico-literario que trabaja sobre la signifi- dor de las religiones Mircea Eliade, de la poética de G. Bache-
cación del relato mítico. Su base es la Mitología (Durand, lard, de la angelología de H. Corbin, de la exploración de la
1989: 84). La mitocrítica estudia, pues, los elementos constitu- mentalidad "indo-europea" de G. Dumézil.»
tivos del mito (mitemas).
Más adelante, en 1979, Durand da un paso adelante, Aquí tenemos, por boca del propio Durand, una buena
desde la "mitocrítica" al "mitoanálisis". El subtítulo de Figures relación de sus fuentes. Sin embargo, según nuestro autor,
mythiques et visages de l'ceuvre. De la mythocritique a la mytha- Jung fue una influencia posterior. Su primera influencia es la
nalyse (1979; 1993), es indicativo. No significa esto que Du- Reflexología de Pavlov, Betcherev y sus escuelas respectivas.
rand renuncie a la "mitocrítica" —que analiza en mitemas el
mito que toda obra literaria o todo relato de la Humanidad «Y, sin embargo, no fue de Jung de quien partimos hace treinta
contiene en sus niveles profundos—: significa sólo que se vuel- años, sino de los resultados más ordinarios, más empíricos de la
ve más atento a las transformaciones que sufren los mitos reflexología rusa proveniente de Pavlov y perfeccionada por la
básicos al presentarse en una sociedad determinada y en una Escuela de Leningrado (W. Betcherev, J. M. Oufland, A.
obra literaria concreta ("mitoanálisis"). Según Durand, el Oukhtomsky) que establecían la noción de "Reflejo dominan-
"mitoanálisis" resulta una síntesis conciliadora de las vías psi- te" actuando como principio holístico de jerarquía dentro del
coanalítica, antropológico-sociológica y formalista (Durand, comportamiento animal. La Reflexología establecía, pues, la
1979: 308). existencia de un consenso específico arcaico.»

Para Durand y su escuela, existen numerosas "Urbilder"


• Influencias sobre este sistema (imágenes originarias) en el "homo sapiens", las cuales descan-
san sobre las estructuras de los reflejos dominantes (posturales,
Una de las principales referencias de Durand es Jung. Del de deglutición y nutrición, y copulativo-rítmicos). Son tres
psicoanalista suizo toma Durand fundamentalmente su con- grandes ejes específicos, integrados en la facultad de simboliza-
cepto de "arquetipo". Si Freud sacó la investigación antropoló- ción, muy desarrollada en el "homo sapiens". "Estos esquemas
gica "de los poderes de la consciencia racional" —con su noción forman el Urgrund de toda la simbolización humana", afirma
de inconsciente—, Jung rehabilitó los "politeísmos arcaicos" de Durand (1989: 82).
la psique (Durand, 1989: 81). Como conclusión, diremos que el sistema de Durand
Así pues, Jung suministra a Durand (y, antes que a él, a remite a fuentes tan distintas como la Reflexología, la Etología
otros muchos estudiosos, como ya hemos visto) la teoría de los (sobre todo K. Lorenz y N. Tinbergen), la Psicología de las
arquetipos o imágenes primordiales, que van a enmarcar todo profundidades (junguiana) o Psicoanálisis, y la Historia de las
religiones:
192
193
«La "solución arquetipológica" brinda, pues, la posibilidad de ques qui fondent notre poétique". Además, Burgos tiene en
enfocar unas investigaciones tan alejadas como las de la escue- cuenta los aportes de Piaget, de Rudhardt y, sobre todo, de
la de Leningrado, de la etología contemporánea y de la psicolo- Durand (con quien tiene una deuda mucho mayor de la que él
gía de las profundidades o de la historia de las religiones. Ella reconoce).
permite, sobre todo, describir y articular un sensorium commu- Sobre esta base teórica, Burgos intenta reemplazar una
ne antropológico sin el cual sería imposible cualquier clase de Poética de la imagen aislada por una "Poética del Imaginario";
comunicación entre los hombres dispersos sobre la tierra o dis- llevar más allá el conocimiento del Imaginario mediante el
tanciados en el devenir.»
estudio de su sintaxis, es decir, la articulación de las diferentes
imágenes entre sí, o, para decirlo con las propias palabras de
Este "sensorium commune" está poblado por los arqueti- Burgos, de los "rapports reciproques [des images] a rintérieur
pos, que estructuran lo irracional que mueve al hombre de de schémas fonctionnels généraux".
todos los tiempos y todas las edades, y éstos originan el mito, la De modo similar a Durand, señala Burgos que el texto
primera narratividad humana (1989: 83). poético da respuesta a tres "categorías" fundamentales (o com-
La profunda conexión de Durand con Jung se muestra no portamientos de la imaginación humana frente a la angustia de
sólo en la utilización de los principales puntos de referencia del finitud): "révolte", "refus" y "acceptation détournée ou ruse".
psiquiatra de Zurich (los conceptos de arquetipo, símbolo, Surgen así tres grandes modalidades de estructuración dinámi-
inconsciente colectivo), sino incluso en la pertenencia de ca, alrededor de la cual cristalizan las imágenes:
Durand al junguiano "Círculo Éranos" (junto con M. Eliade,
M. L. von Franz, J. Campbell, H. Read, W. Otto, etc.; véase 1) "Conquista", rebelión contra el tiempo rellenando el
Andrés Ortiz-Osés: "El Círculo Éranos", 1994: 10), y, como espacio. Produce esquemas de extensión, expansión,
consecuancia, la publicación de distintos trabajos de Durand ascensión, engrandecimiento, rapto o dominación, que
(1964, 1968) en la revista Éranos Jahrbuch. cristalizan en una temática de oposición y confronta-
Para terminar, conviene recordar, entre las influencias de ción. (Viene a coincidir, pues, con la "estructura esqui-
Durand, a Claude Lévi-Strauss y su análisis estructuralista del zomorfa" o heroica del régimen diurno de Durand).
mito. Lo aplica a La Chartreuse de Parme, de Stendhal, en su 2) "Repliegue". El rechazo del tiempo provoca la construc-
obra Figures mythiques et visages de loeuvre (1961). Además, el ción de refugios cerrados, espacios reducidos; produce
concepto lévi-straussiano de "mitema" sigue siendo esencial esquemas de huida, interiorización, descenso, sepultura,
para la mitocrítica de Durand, como ya hemos visto. supresión y fusión. (Coincide también básicamente con
la "estructura mística" del régimen nocturno de Du-
rand).
10.3.3. / Burgos 3) "Progreso". Se inserta en la cronología y utiliza la repeti-
ción cíclica -la cual percibe como creadora—; produce
Dentro de la Poética del Imaginario conviene destacar
esquemas de recorrido, progreso, periodicidad y supera-
también a Jean Burgos, por su obra Pour une Poétique de ción. Estos esquemas están articulados entre sí y se com-
l'Imaginaire (1982) -de hecho, es quien más ha contribuido a binan en los textos literarios. Porque "une cohérence
difundir esta denominación, "Poética del Imaginario", cuya intime (...) préside a l'écriture du texte poétique (...) et
paternidad reclama-. Burgos parte explícitamente de Jung y de ordonne son déroulement comme aussi la quéte de son
sus conceptos de "imagen" y "arquetipo" (o "imagen primor- sens". (De nuevo observamos la concordancia entre este
dial"), porque Jung es "qui a sans doute le mieux appréhendé tipo de estructuración dinámica y la "estructura sintéti-
les problémes poses par ees tendences irrationnelles et symboli- ca" del régimen nocturno de Durand).

194 195
Funda así Burgos una "Sintaxis del Imaginario" y la aplica ción de soporte y génesis de los varios movimientos del senti-
al estudio de textos literarios y pictóricos (Michaux, Apolli- miento general poético. Busca así atribuir el efecto general
naire, Éluard, etc.) Para Burgos, en la Poética del Imaginario es poético del texto a sus exactas estructuras generadoras. Propo-
imposible separar los juegos formales y los materiales simbóli- ne, pues, una Semántica imaginaria (contenido de los elemen-
cos, que no dejan de atraerse y condicionarse recíprocamente, tos imaginarios) y una Sintaxis imaginaria (distribución de las
hasta el punto de que la Sintaxis imaginaria es al mismo tiem- imágenes espaciales en la unidad imaginaria textual, así como
po una Semántica (1982: 177). su proyección en los esquemas verbales).
García Berrio denomina "esquema" a la plasmación mate-
rial y encauzamiento textual de la "pulsión" o impulso imagi-
10.3.4. A. García Berrio nario (fenómeno imaginativo preverbal). El "esquema" es el
cauce verbal, material y consciente del texto. Se opone al "im-
La Poética del Imaginario ha sido prolongada y enriquecida pulso" imaginario, íntimo y subconsciente, que es la represen-
en España por el profesor Antonio García Berrio en La cons- tación evocada, de naturaleza preverbal, imaginativa (1985:
trucción imaginaria en "Cántico" de Jorge Guillen (1985), en 260; 1989: 330). Estos dos elementos suponen la interacción y
Teoría de la Literatura (La construcción del significado poético) proyección de dos planos: el psicológico y el formal-textual.
(1989 y 1994) y en La Poética: Tradición y Modernidad-escrito El efecto imaginario puede ser inducido desde el esquema
juntamente con la profesora Ma Teresa Hernández- (1988). textual, bien por alusión, bien por mención. La "mención" aso-
En estas obras, el investigador español busca universales cia el significante material con el significado fantástico. Por el
antropológicos como base de la poeticidad, y los encuentra en contrario, la "alusión" consiste en llamadas referenciales indi-
la espacialidady en los movimientos de la imaginación humana. rectas.
Descubre la importancia de los movimientos ascensionales y A través de la estructuración material-referencial del poe-
de sus contrarios: los de abisrnamiento y caída; los de expan- ma, la Poética del Imaginario recupera las raíces subconscientes
sión y los de choque; los de deslizamiento fluyente; los de cre- del impulso generador poético, el cual explica sentimientos,
pitación; los de centramiento; los de cerco atenazante, etcétera. presentimientos y emociones que comunican al lector con el
Todos ellos canalizan y expresan vivencias del sentimiento autor: un entendimiento sutilísimo que no es perceptible por
(1985: cap. IV; 1989: 327-332 y 370-438. También en 1988: los cauces cotidianos.
100-108). La dimensión simbólica en la constitución imaginaria de
Porque existen unos elementos presentes en el subcons- los textos, corresponde -como antes decíamos— a la Semántica
ciente de cada ser humano: el régimen diurno y el nocturno, la imaginaria. La Sintaxis imaginaria, a su vez, intenta una expli-
sintaxis imaginaria, los impulsos fantásticos y los esquemas cación profunda de los mecanismos y de los resultados de la
verbales. (Nótese el aporte que supone el penúltimo concepto producción fantástica. Se basa en la "espacialización " como
a la Poética del Imaginario). En su análisis de la poesía de Jorge principio de orientación antropológica, la cual se manifiesta en
Guillen, A. García Berrio considera que estos elementos la el "esquema ", resultado textual de la "pulsión ".
organizan de un modo peculiar, exclusivo. Dentro de la Sintaxis imaginaria, el profesor García Berrio
Describe este autor, desde la perspectiva teórico-literaria, sitúa los esquemas de espacialización fantástica, las categorías
los movimientos de espacialización imaginaria, y realiza una de orientación espacio-temporales y de concienciación de la
articulación artística de los regímenes simbólico-imaginarios. experiencia vital.
Puesto que Durand había prestado mayor atención a la Semán- Este mismo autor, junto con la profesora Ma Teresa Her-
tica del Imaginario, el profesor García Berrio atiende preferen- nández Fernández, aplica los regímenes simbólicos imaginarios
temente al cauce verbal de la composición, en su doble condi- al campo de las artes visuales en "Utpoesispictura": Poética del

196 197
arte visual (1988a) y en "Francisco Mora y el absoluto de la 1) Un método de lectura y una hermenéutica (Bachelard,
experiencia plástica" (1990). Durand, García Berrio) basados en la mejor compren-
Para una síntesis de la Poética del Imaginario, así como sión de las imágenes, literarias o no literarias, así como
para sus antecedentes, A. García Berrio-M. T. Hernández de sus resonancias en la psique individual y colectiva.
(1988a: 102-108) y M. Rubio Martín (1991). 2) Un tipo de Crítica literaria —e incluso de crítica de arte,
en general— que tiene en cuenta los esquemas dinámicos
de un poeta (García Berrio, Burgos), o las estructuras
10.3.5- Otros autores figurativas de un novelista (Durand).
3) Una teoría literaria —y artística— que da cuenta de los
Próximos a Bachelard (aunque no a Durand) se encuen- arquetipos o imágenes primordiales de los seres humanos
tran también bastantes "críticos temáticos": Jean-Pierre Ri- y de los artistas, y aporta una sintaxis del Imaginario
chard (Littérature et sensation, 1954); Onze études sur la poésie (Burgos, García Berrio).
moderne, 1964; Territoires de l'Imaginaire, 1986); Georges
Poulet (Études sur le temps humain, 1949, 1952, 1965, 1977);
Michel Mansuy (Études sur l'imagination de la vie, 1970), etc. 10.4. Fundamentación biológica de lo psicológico:
En ellos puede apreciarse la densidad que la exploración de la Pavlov, Betcherev y la Reflexología
imaginación humana aporta a la Crítica literaria.
Dentro de la corriente de Bachelard y Durand se insertan, Al abordar la Poética del Imaginario en Durand, hemos
entre otros trabajos aparecidos en Francia, algunos realizados encontrado como fuente primaria la Reflexología de Betcherev.
en nuestro país por estudiosos de la literatura francesa, como el El propio Durand, en su panorámico trabajo de 1989, p. 86,
de Eugenio de Vicente: La imaginación simbólica en la obra de detalla el libro que le sirvió de guía: W. Betcherev: General
Raymond Roussel (tesis doctoral, Universidad Complutense, Principie (sic) of Human Reflexology, London, 1933. Puesto que
1974); Julián Mateo Ballorca (Julien Gracq: una mitología cul- tanto la obra de Betcherev como la propia Psicología reflexoló-
tural, 1984); Francisca Aramburu: El héroe y el cosmos, 1989). gica resultan poco difundidas entre los filólogos españoles,
Gilbert Durand, en su citado trabajo "Método arquetipoló- vamos a exponer de modo sintético los fundamentos y princi-
gico: de la mitocrítica al mitoanálisis" (1989) aporta una amplia pales aportes de esta corriente.
bibliografía de la Escuela de Grenoble (1989: 87-97).
En España, además de los escritos de A. García Berrio, la
Poética del Imaginario ha sido aplicada al mundo poético de 10.4.1. El reflejo: Fisiología de la actividad psíquica
Pedro Salinas por María Rubio Martín (1988 y 1991). Y tam-
bién nosotros hemos empleado la categorización durandiana El concepto de "reflejo", en Neurofisiología y en Psico-
en nuestro Comentario de textos poéticos (1988), aplicándola a logía, hace referencia a los movimientos que se dan involunta-
un poema de Bécquer. riamente, en el organismo vivo, ante un estímulo, y también a
los mecanismos que forman parte del proceso. La teoría del
"reflejo" es reduccionista, porque considera que todo fenóme-
10.3.6. Aportes de la Poética del Imaginario no psíquico se reduce a su base fisiológica.
Se utilizó la palabra "reflejo" durante los siglos XVII, XVIII y
Esta dirección teórico-literaria enriquece la Ciencia de la XIX para entender la actividad de los segmentos inferiores del
Literatura, en nuestra opinión, con tres elementos fundamen- sistema nervioso central. Sir Charles Scott Sherrington (1857-
tales: 1952), premio Nobel de Fisiología 1932, en La acción integrá-

198
dora del sistema nervioso central, 1906, estudia el carácter reflejo padre del Conductismo, la suscribe en 1916. Tras él, toda la
de la locomoción; con ello extendió el carácter reflejo de la amplia corriente de la "Behavior Psychology" (Conductismo)
actividad nerviosa al resto del cuerpo, excepto los hemisferios se moverá en esta línea mecanicista, para la cual la conducta
cerebrales. humana es reductible a estímulos y respuestas. Una psicología
Un paso adelante da el ruso Iván M. Sechenov (1824- sin sujeto, ya que se desinteresa del estudio de la conciencia.
1905), maestro de Pavlov. En Los reflejos cerebrales, 1863, En estas páginas vamos a resumir la teoría de Pavlov, quien
extiende el concepto de reflejo a la actividad nerviosa superior. fue nombrado en 1935 "Princeps Physiologorum Mundi" (en
Considera que la actividad de los hemisferios cerebrales es el XV Congreso Internacional de Fisiología). Su teoría se
refleja, o sea determinada. Descubre mecanismos cerebrales de encuentra en numerosos artículos y comunicaciones a Congre-
"inhibición" y de "intensificación" que regulan la "actividad sos, entre las que destacan "La psicología y psicopatología
muscular" o conducta. Por su parte, I. P. Pavlov, siguiendo los experimental en animales" (Congreso Internacional de Medi-
pasos de Sechenov, descubre el "reflejo condicionado", sus cina, Madrid 1903) y "El reflejo condicionado" (1934).
ocho condiciones de formación, su condición de manteni- Se trata de una teoría que se apoya en experimentos exhaus-
miento, y también los procesos de "inhibición", "desinhibi- tivos y numerosos. El animal utilizado en ellos es el perro, y el
ción" y "excitación", con sus leyes respectivas: concentración, objeto de estudio, los reflejos animales examinados objetiva-
excitación e inducción. mente mediante la actividad secretora de la saliva. Pavlov tra-
bajaba con perros sanos y vivos, a los que sometía a una inter-
vención quirúrgica a fin de hacer que las glándulas secretoras
10.4.2. Pavlov: Teoría de los reflejos vertieran directamente hacia el exterior del animal, y así poder
medir con exactitud las secreciones. Seguía de este modo
Iván Petrovich Pavlov (1849-1936), Premio Nobel de Pavlov la línea del alemán Rudolf Heidenheim, con quien tra-
Medicina 1904 por su trabajo sobre el funcionamiento de las bajó en Breslau entre 1884 y 1886.
glándulas digestivas, se sitúa a la cabeza de una amplia corrien- Mediante este método examina Pavlov el "reflejo" o "ins-
te de psicólogos y fisiólogos de todo el mundo, que aceptan su tinto", encontrando dos reflejos incondicionados: el "reflejo de
teoría sobre el "reflejo condicionado". orientación" o de "investigación" (al sonido de una campana
Ha influido bastante en su propio país, Rusia, a pesar de —estímulo— corresponde la respuesta de orientarse auditiva-
que chocaron sus teorías con las de Lenin (en Materialismo y mente el animal), y el "reflejo incondicional de salivar" (cuan-
empirocriticismo). Frente al reduccionismo fisiológico de la teo- do el perro come carne). Pero el gran descubrimiento de
ría pavloviana, Lenin propugna que el cerebro está condiciona- Pavlov es el reflejo condicionado: al sonido de la campana habi-
do por la realidad exterior, pero posee una cierta independen- tual que indica al animal que va a comer (estímulo), responde
cia funcional. La Psicología rusa, pues, se desenvuelve en la el organismo de éste con salivación, anticipando ya el acto de
línea de Lenin codificada por Vigotskij en los años 20, y sólo la comida.
en los años 50-53 la Academia de Ciencias de la URSS "pavlo- El reflejo incondicionado (llamado también por Pavlov
viza" obligatoriamente a sus psicólogos. Después de 1953, "genérico", "innato", "permanente" o "fisiológico") se distin-
retorna a la línea marxista. Con todo, nos interesa destacar en gue netamente del condicionado ("adquirido", "psicológico" o
este capítulo la obra de Pavlov por haber inspirado la del psicó- "señal"). Por su génesis (innato / adquirido); por el lugar del
logo Betcherev, y éste a su vez la teoría del antropólogo Gilbert sistema nervioso afectado (médula oblonga / hemisferios cere-
Durand, principal codificador de la Poética del Imaginario. brales -esta última idea procede de Iván Sechenov-); por la
La teoría pavloviana tendrá mucha repercusión en la relación con el estímulo (reacción específica / sin relación
Psicología Occidental. En Norteamérica, J. B. Watson, el directa).

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Ampliando esto último, diremos que para Pavlov el reflejo nicismo y determinismo. Esto último sitúa la obra de Pavlov
condicionado es "secreción psíquica" o "reflejo-señal". En su en línea con el "Programa del 1847", de la Escuela de Her-
trabajo "El reflejo condicionado" (1934) especifica que existen mann von Helmholtz (1821-1894). Este Programa, consisten-
dos clases de señales: el "primer sistema de señales", que el te en defender una concepción del hombre cientificista y
hombre comparte con el animal (sensaciones, representaciones reduccionista (explicación de todo lo humano mediante leyes
del mundo externo, etc.), y el "segundo sistema de señales", físico-químicas), fue jurado mediante compromiso personal
que es exclusivamente humano (relaciones complejas y lengua- por un grupo de científicos: Helmholtz, K. Ludwig, E. Du
je). Bois-Raymond, E. von Brücke. Pavlov accedió a este Programa
Para Pavlov, toda actividad nerviosa superior, manifestada a través de K. Ludwig, con quien trabajó en Berlín.
en los reflejos condicionados, consiste en un equilibrio cons-
tante entre tres procesos: la excitación, la inhibición y la desin-
hibición (es decir: reacción de la neurona, desconexión y reco- 10.4.3. Betcherev: la Reflexologia
nexión). Mediante esta hipótesis, en "La estereotipia dinámica
del segmento superior del cerebro" (1932) intenta Pavlov Después de 1917 y hasta casi 1930, la Psicología rusa in-
explicar la fisiología de los sentimientos. (La idea de que exis- tenta adaptarse a los principios materialistas marxistas. Sobre-
ten dos reguladores antagónicos: uno que inhibe los movi- salen Blonski, Kornilov y Betcherev.
mientos y otro que los intensifica, procede de I. M. Sechenov. Vladimir M. Betcherev (1857-1927) es el fundador de la
Mediante ella explica Sechenov los "movimientos voluntarios", escuela llamada específicamente Reflexología. Profesor de la
aquellos en que no hay clara relación entre estímulo y respues- Academia Médico-Militar de San Petersburgo (luego Lenin-
ta. Los psicólogos idealistas explican esto mediante la "volun- grado), a partir de 1918 fue catedrático de Psiquiatría y Refle-
tad"). xología de la Universidad de la misma ciudad. Basándose en la
La teoría del reflejo condicionado sirve también de base obra de Sechenov (para el cual los procesos de pensamiento se
para una clasificación de los distintos tipos de sistema nervioso manifiestan como reflejos), creó su propio sistema, que deno-
encontrados en los perros, la cual coincide bastante con la clási- minó primero "Psicología objetiva", y después "Psicorreflexo-
ca tipología de los temperamentos, que se remonta a Hipó- logía".
crates: bilioso, colérico, flemático y melancólico. Por otra parte, Para Betcherev, la conducta se explica por medio de los
relacionando la excitación e inhibición con esta tipología de los reflejos. Aspira a usar sólo métodos objetivos, sustituyendo
sistemas nerviosos, encuentra Pavlov que la perturbación dema- igualmente todas las palabras que podían sonar a subjetivas o
siado intensa o prolongada del equilibrio entre excitación e "idealistas". Examina no sólo la conducta, sino también el estí-
inhibición es lo que caracteriza el estado patológico. Los tipos mulo exterior que la desencadena. Los procesos psíquicos son
de perro más afectados por la neurosis experimental son el para él únicamente epifenómenos de la conducta. Prescinde de
fuerte no equilibrado (colérico) y el débil e inhibido (melancó- la conciencia para huir de toda posición idealista; pero esta
lico). "psicología sin psique", al borrar la "conciencia" de su hori-
Por último, conviene señalar que para Pavlov ciertos refle- zonte, ignora su papel activo entre el estímulo y la respuesta, y
jos condicionados pueden convertirse en "permanentes" en la convierte al "movimiento " en el elemento principal del acto
especie, haciéndose hereditarios. Con ello afirma la capacidad reflejo. Por su ignorar la conciencia, la Reflexología no puede
de evolución fisiológica. estudiar la actividad humana en sus componentes superiores.
En definitiva, la obra de Pavlov se caracteriza por la objeti- (La idea de "conciencia" será reintroducida en la Psicología
vidad y el análisis (método experimental, a la manera de Claude rusa marxista por Lev Semenovich Vigotskij (1896-1934), psi-
Bernard); y también por su reduccionismo fisiológico, meca- cólogo y profesor de Literatura. Considera que la conciencia

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-procesos psíquicos superiores- tiene una génesis social. Véase
El desarrollo de los procesos psicológicos superiores, 1989).
Las ideas de Betcherev están contenidas en el artículo pro-
gramático, anterior a la revolución rusa, "La Psicología objetiva
y su objeto de estudio" (1904), así como en sus libros post-
revolucionarios Los principios generales de la Reflexología huma-
na (1918), Fundamentos de Reflexología (1923) y Psicología,
Reflexología y Marxismo (1925). En estas obras trata de crear
una Psicología marxista, sin conseguirlo.
Betcherev aspira a aplicar su sistema a diversos campos
humanos. Nace así la "Reflexología del arte", "Reflexología de
11.
las masas", "Reflexología pedagógica" y "Reflexología genéti-
ca". Aglutinó en torno a sus ideas a un grupo de investigadores (en
el Instituto Psiconeurológico de Leningrado y en otros lugares "GESTALTPSYCHOLOGIE", "BEHAVIORISM",
de Rusia). Los principales miembros de esta escuela son: A. F. PSICOLOGÍA HUMANISTA Y PSICOLOGÍA
Lazurskij (autor de Psicología general y experimental); V. V.
Abramova; K. N. Povarnina; M. I. Astvatzarurova; L. S. Pav- COGNITIVA. SU RELACIÓN CON
loskaia, etc. LA LITERATURA
La Reflexología supuso un gran avance frente a la Psico-
logía idealista anterior, pero no logró superar la visión mecani-
cista de los procesos psíquicos (a pesar de lo cual fue criticada
en la URSS por "idealista"). 11.1. Panorama general
Dos años después de la muerte de Betcherev, en 1929, su
Escuela del Instituto Psiconeurológico decidió autodisolverse, El Estructuralismo alemán, el Funcionalismo norteameri-
considerando inadecuado el enfoque para crear una Psicología cano y el Psicoanálisis fundan la moderna ciencia psicológica
marxista. A pesar de ello, las bases reflejas del psiquismo siguen en los albores del siglo XX, como hemos indicado. La Reflexo-
siendo usadas por la Psicología soviética, y en el mundo occi- logía constituye otro movimiento contemporáneo de estas co-
dental la Reflexología tuvo influencia (J. B. Watson, el funda- rrientes, más próximo a la Fisiología y de más breve duración.
dor del Conductismo, adoptó explícitamente el método del La vida de estos movimientos no es ni paralela ni simultá-
condicionamiento de Pavlov-Betcherev en "The Place of the nea. El Estructuralismo decae a la muerte de su promotor, W.
Conditioned Reflex in Psychology", 1916). Wundt (1920), y es sustituido en Alemania por la "Gestalt-
psychologie", cuyas fechas aproximadas son 1912-1950. La
Reflexología se extingue en 1929, dos años después de la
muerte de Betcherev. El Funcionalismo norteamericano se
funde y se solapa cronológicamente con el Conductismo ("Be-
haviorism"), puesto que las fechas de vida de los principales
funcionalistas van "grosso modo" de 1860 a 1950, y las de
John Broadus Watson, fundador del Conductismo, de 1878 a
1958. (Bien es verdad que la prolongación de este movimiento
en Burribus F. Skinnner, más joven que Watson y también lon-

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