ANOTACIONES SOBRE EL CONCEPTO DE VIOLENCIA POLITICA

ARTICULO DE R. HERRANZ CASTILLO.

Es todo un camino el que debe recorrer el interesado por lo asuntos políticos de nuestra era,
más aun en el país donde resido. Este fenómeno, único de nuestra especie, es de la
violencia política, la cual definirla es una forma de estrechar los caminos por donde puede
ir deliberadamente, hacia o dentro de cualquier sistema o régimen político que ha existido.

En este artículo espero encontrar una guía hacia lo que este concepto atañe a mi proyecto de
vida.

NOTAS

La violencia política surge en las esferas de poder, en las relaciones y donde se desempeñan
cada una de las relaciones públicas e institucionales de un Estado. Hacer una definición
normativa ayuda a situar el concepto desde una visión más jurídica. De esa forma también
se propone una definición menos descriptiva, encaminando el concepto hacia la utilidad de
lo normativo previendo la superioridad de éste; no se puede inferir que cada acción que
contenga como base, una agresión o una reacción fuerte hacia lo físico, deba ser
considerada como violencia, en tanto que la definición de ésta puede encaminarse de
distintos ángulos, tal como se expresa en varias opiniones centradas en su utilidad
normativa. El lenguaje habitual sitúa a este concepto una definición que se incorpora en una
línea de reconocimiento cultural, donde encaja provisto de mecanismos simbólicos. Aunque
sea una forma o directriz de carácter normativo, solo hace posible el reconocimiento de un
acto violento por su realización, sin embargo, esto no especifica la forma en como fue
perpetuado; aunque, de una u otra forma, reconocer un acto de violencia hace parte de la
definición colectiva e institucional que le corresponde a tal concepto. (Aunque aquí el autor
este de acuerdo con el concepto de violencia en la normatividad está ligado a la intención
de daño, sea de la persona, colectivo o bienes, dispone –hasta ahora- de muy poca
concentración es un término más útil para la filosofía política).
 Un acto de violencia es un acto de fuerza excesiva y brutal
realizado con esta específica voluntad de dañar (HOLMES, 1973,
403).

La censura a los derechos y su violación, el daño a la persona o a la personalidad y la

violación de normar morales y éticas, estrictamente relacionadas con el que-hacer político,
son algunas de las acciones que recalca el autor –haciendo citas de otros autores- hace
posible la comprensión que solo la normatividad, usa esta definición al acoplo de prácticas
estrictamente de competencia política (en sus extremos, limites e internamente).

El interese sigue siendo normativo. Aunque ya precisaron el punto de la

instrumentalización de la violencia. Aceptar que este siempre será un mecanismo político y
tratar de diluirlo es una pérdida de tiempo, pues históricamente siempre ha estado presente
en las etapas de cambio en los núcleos sociales de diferentes civilizaciones.

La violencia no llevaba camino de desaparecer, sino, al contrario, y

debido a su prodigiosa eficacia, era "el gran hecho social de la
hora presente", por lo que todo intento de eliminarla o de
suavizarla estaba condenado al fracaso (SOREL, 1976,123-124).
Necesita de una fuerza natural naciente desde la postura en que inicia el proceso de mayor
visibilidad y, cuando me refiero a una muestra clara y publica hablo de la capacidad de
hacer una marcha, huelga o situación que amerite una comprobación de dicho mecanismo
como necesario; sin embargo, este también necesita de una fuerza mayor que en sus inicios
permanece oculta, pero que de ningún modo hace menos su fuerza de actuación, una clase
que genere una represión aun mayor que las otras prácticas antes mencionadas.
El comportamiento agresivo, es justificado como parte de la violencia, pero que requiera de
tener uno extremadamente, pone el concepto en una sola situación de reconocer cualquier
acto como violencia y eso determina un campo amplio para incluir cualquier acto
“agresivo”. Entonces, se debe repudiar cualquier acto de daño, agresión o cualquiera que se
cometa contra la bienestar de una o varias personas, pero en ciertas circunstancias, donde
“moralmente” sea necesario utilizar la violencia debe concretarse según estas mismas
normas; mientras no sea necesario su uso, deben evitarse a toda costa.
 La violencia política es consecuencia de un proceso,
intencionalmente dirigido y guiado, en busca, de un fin político-
social más o menos inmediato.
La conexión necesaria de estos conceptos, hace posible una mejor realización de la
definición normativa que se intenta buscar en el artículo, debido a que para el verdadero
análisis de la filosofía política debe de incluir un proceso de determinación del campo de
estudio de esta para la violencia política. Tanto en procesos sistemáticos o individuales, lo
que interesa es el colectivo que la genera, la ideología de un movimiento o de las causas
principales de cometer un delito en cadena.
"el empleo político de la fuerza física en formas proscritas por un
gobierno legítimo"
Lo anterior especifica cómo sería el problema de la violencia política en composición por la
legitimidad, pues requiere que tenga un ente legítimo, reconocido por los actores políticos y
en esas circunstancias busque la realización de fines particulares, por los cuales sea
necesario utilizar la violencia a un grupo específico, entidad o actores políticos.
"sirve habitualmente un propósito ideológico, cual es rechazar o
descalificar, como inmoral e ilegítimo, el único instrumento de
poder accesible a ciertas clases sociales"
Inhabilitar el uso de la violencia solo a estancias del estado es una limitación a que otros
ejerzan el instinto pre-político de la violencia como medio de acontecimiento político, es
decir, solo pocos o unos cuantos son los únicos violentos que deben existir en un Estado.